Texto sobre el escultor murciano Antonio Campillo Párraga, publicado por el Museo Ibáñez de Olula del Río (Almería) en 2018, con motivo de la inauguración de una sala monográfica dedicada al artista.
Texto de Juan Manuel Martín Robles (director de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino y del Museo Ibáñez de Olula del Río)
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
49 vistas2 páginas
Texto sobre el escultor murciano Antonio Campillo Párraga, publicado por el Museo Ibáñez de Olula del Río (Almería) en 2018, con motivo de la inauguración de una sala monográfica dedicada al artista.
Texto de Juan Manuel Martín Robles (director de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino y del Museo Ibáñez de Olula del Río)
Texto sobre el escultor murciano Antonio Campillo Párraga, publicado por el Museo Ibáñez de Olula del Río (Almería) en 2018, con motivo de la inauguración de una sala monográfica dedicada al artista.
Texto de Juan Manuel Martín Robles (director de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino y del Museo Ibáñez de Olula del Río)
Texto sobre el escultor murciano Antonio Campillo Párraga, publicado por el Museo Ibáñez de Olula del Río (Almería) en 2018, con motivo de la inauguración de una sala monográfica dedicada al artista.
Texto de Juan Manuel Martín Robles (director de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino y del Museo Ibáñez de Olula del Río)
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 2
Museo Ibáñez ANTONIO CAMPILLO
Olula del Río, Almería
esculturas 1957 - 2008 Vinculado a aquellos creadores que, a partir de la década de tistas Regionales Murcianos (Cieza, 1953), y el Premio Francisco 1940, apostaron por la progresiva renovación de nuestra escul- Salzillo de 1953. Relevante galardón de ámbito nacional que en tura figurativa –modernización que partirá tanto de la ruptura 1969 ganaría por segunda vez. con la tradición académica y las formas de raíz barroca, vigentes Tras unos primeros años en los que hubo de centrar sus esfuerzos durante aquellos años de posguerra en los que buena parte de en la ejecución de encargos religiosos para parroquias y cofra- la práctica escultórica nacional estuvo vinculada a la recupera- días murcianas, obras en las que, como podemos observar en los ción del patrimonio religioso perdido y/o el encargo oficial, como ejemplos expuestos en la sala monográfica que el Museo Ibáñez de la asimilación de las conquistas de las primeras Vanguardias de Olula del Río (Almería) le dedica, Campillo hizo gala de un respecto a la importancia expresiva concedida a la materia y la incipiente lenguaje personal en el que fusionó tradición y moder- atención continuada que en España se prestó a la evolución de nidad para, partiendo de la idealización renacentista, depurar gico –Centro de Arte Palacio Almudí (1999), Sala de exposiciones la figuración contemporánea realizada en Italia al amparo del las formas y concederle a sus figuras la serenidad y simbolismo de la CAM (2003), Palacete de la Seda (2005), Sala de san Es- Ritorno all’ordine– Antonio Campillo Párraga (Era Alta (Murcia), acorde a la espiritualidad contemporánea, en 1966 Campillo ini- teban (2006), etc–, Campillo mostró una y otra vez su particular 1926 – 2009) está considerado por la crítica especializada como ció una dilatada carrera docente que le llevó a impartir clases universo creativo y simbólico, a la par que su constante evolución uno de los principales escultores murcianos de la segunda mitad de modelado tanto en la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba, técnica, a través de un reducido número de temas recurrentes, del siglo XX. ciudad en la que se afincó hasta 1971, como en la madrileña todos ellos presentes en la selección expuesta en la pinacoteca de Formado en Murcia, donde tras iniciarse en el taller del escultor Escuela de Artes situada en la calle La Palma. Una institución a la Olula del Río: el mundo de los caballos –solos o montados por ji- Juan González Moreno continuó su aprendizaje en la Escuela de que estuvo vinculado desde 1977, tras obtener plaza por oposi- netes o amazonas–, figuras femeninas, generalmente desnudas en Artes y Oficios local, y Madrid, ciudad a la que llegó por primera ción, hasta su jubilación. su intención simplificadora, en actitudes cotidianas –sentadas, de vez en 1946, tras ser pensionado por la Diputación provincial de pie, recostadas…–, maternidades, la tauromaquia o las ciclistas. Escultor de dilatada carrera docente, tras el abandono, casi de- Murcia, para cursar estudios en la Escuela de Bellas Artes de san finitivo, de la temática religiosa, a comienzos de la década de Un cosmos esencial, tanto en el lenguaje elegido como en la Fernando, desde su más tierna juventud Campillo mostró una 1960 Campillo comenzó a explorar nuevas vías de expresión que forma de afrontar los temas trasladados a la materia, y al que excepcional predisposición para la Escultura y, especialmente, el pronto, influido tanto por la realidad contemporánea y las expe- habría que sumar su magnífica aportación al retrato contempo- modelado. Unas cualidades que pronto quedaron patentes en riencias vividas durante sus viajes por Italia, Francia –donde ad- ráneo –como queda patente en la selección aquí presentada–, los reconocimientos que recibió en su tierra natal tanto durante miró la obra de Rodin, Maillol y Degas– y Alemania, como por su poblado por figuras amables y fácilmente comprensibles. Unas sus años de formación en Madrid (1946-1953), como en los me- insobornable preferencia por lo figurativo y su sentido clásico de figuras de formas simplificadas, en las que el creador huirá del ses inmediatos a la terminación, con honores, de sus estudios: la Belleza, le harían derivar en una intensa poetización de lo co- detalle excesivo en su atención constante a la expresividad del Segundo premio en la Exposición de Artistas Nóveles (Murcia, tidiano a través de unas figuras de formas y volúmenes rotundos, material y la huella que en éste deja el artista durante proceso 1946), Segundo premio en la Exposición Provincial de Bellas Artes de tradición mediterránea, dotadas de un especial dinamismo y creativo, que permiten al escultor establecer un cuidado equili- (Murcia, 1948), Primer premio en la Exposición Provincial (Mur- fuerza expresiva. Una apuesta que, influido por las propuestas brio volumen/hueco –notorio en sus mujeres sentadas en sillas cia, 1950), Primer premio de escultura en la V Exposición de Ar- de renovación representadas por artistas como Marino Marini o o mecedoras de frágiles estructuras en ocasiones dispuestas en Giacomo Manzù –escultores cuyas obras pudo admirar tanto en arriesgadas posiciones, casi desafiantes, y en sus ciclistas, cuyos las exposiciones de arte italiano que en Madrid tuvieron lugar en simplificados vehículos conceden a las mismas un elegante dina- 1948 y 1955, como durante sus estancias en Italia, y cuyos ecos mismo–, y que se insertan con naturalidad en nuestra realidad se presienten cercanos en Campillo– rápidamente le llevarían a espacial, siendo el espectador quien finalmente culminará, con su entroncar con la modernidad figurativa española y a exponer, a mirada y perspectiva, la labor iniciada por Campillo en el mismo partir de 1968, en algunas de las principales galerías de Córdo- momento de la observación del natural que después, con sabias ba, Madrid y Murcia. manos, llevaría al barro o la escayola. Unas salas comerciales en las que, al igual que en los espacios oficiales de Murcia que a partir de 1999, tras su retorno definitivo Juan Manuel Martín Robles a la ciudad, comenzaron a mostrar su obra con carácter antoló- Director de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino