Inovacin TTy Polticasretos 17 X231
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Pedro L. Lopez-de-Alba
Universidad De La Salle Bajío
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Capacidades dinámicas de innovación y de absorción: el caso del clúster automotriz de Guanajuato View project
Innovation, Technological Convergence and Sustanaibility in the Automotive Industry View project
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© Plaza y Valdés S. A. de C. V.
Manuel María Contreras núm. 73, col. San Rafael
México, D. F. 06470. Teléfono: 5097 20 70
editorial@plazayvaldes.com
www.plazayvaldes.com
Introducción ........................................................................................................11
Primera parte
Ética, innovación, y políticas. Algunos elementos para la reflexión
Segunda parte
Vinculación, transferencia del conocimiento y de la tecnología
Tercera parte
Competitividad, flujos de información e incentivos
Cuarta parte
Nuevas oportunidades tecnológicas
E
n los últimos años ha crecido el interés, desde distintos ámbitos y por di-
ferentes actores –académicos, investigadores, empresarios, policy makers,
entre otros– por estudiar y comprender a la innovación. Este interés radica,
fundamentalmente, en que ésta es considerada como uno de los pilares más impor-
tantes para sustentar la competitividad de largo plazo, tanto de organizaciones como
de regiones, y promover, en consecuencia, el desarrollo económico y el bienestar
social. Percepción fundamentada en los resultados que se muestran en los diversos
índices que existen al respecto, los cuales han sido medidos y dados a conocer por
algunos organismos nacionales o internacionales (BERR, 2008; World Economic
Forum, 2009).
Hasta mediados de la década de los setenta, algunos consideraban que la empre-
sa era una caja negra y a la innovación un proceso lineal en donde simplemente
entran insumos y salen productos finales. Asimismo, se asociaba la innovación a
información externa y sin costo, y las actividades de investigación y desarrollo se
veían como un fenómeno poco importante y aislado. Dentro de este esquema, la
transferencia de tecnología era un proceso automático que quedaba en manos del
mercado (Heijs, 2001; Gandlgruber, 2010).
Hoy se considera que la innovación es, sin duda, un asunto complejo de análisis,
es el resultado de procesos de aprendizaje que toman lugar dentro y fuera de la em-
presa; y cuyo insumo fundamental es el conocimiento (tanto tácito como codificado,
individual y colectivo). La innovación no es un proceso lineal que se lleve sólo a cabo
en un área específica de las empresas, sino que implica un proceso de retroalimenta-
ción entre las distintas áreas y etapas que la integran. Asimismo, el proceso de inno-
vación involucra costos y una continua interacción de las firmas con otros agentes
económicos; en su análisis convergen múltiples factores –tecnológicos, sociales, am-
bientales, culturales, institucionales y económicos– (Dosi y Nelson, 2009). En este
11
sentido, la OECD (1997 y 2009), ha señalado que para fortalecer los Sistemas Nacio-
nales de Innovación es necesario impulsar los siguientes aspectos clave: a) los
vínculos entre empresas y los principales actores sociales que participan en dicho
proceso (las interacciones entre éstas y el gobierno, con las universidades y los la-
boratorios de investigación, competidores, clientes y oferentes); b) la difusión del
conocimiento y la tecnología hacia las empresas; y c) la movilidad del personal.
Por otro lado, la innovación incluye distintas etapas que están asociadas a: la in-
corporación, adaptación y uso de tecnologías. Sin embargo, dicho proceso también
abarca la previsión de las necesidades del mercado, mejoras organizativas, la comer-
cialización y la transferencia de nuevas tecnologías (Zurbriggen y González, 2010).
Considerando a la integración de estas actividades, las innovaciones se han clasifi-
cado en diversos tipos: de producto, de proceso, organizativas y de mercadotecnia
(OECD, 2005).
No obstante que la innovación puede surgir en diferentes ámbitos, existe la acep-
tación generalizada de que su principal fuente de generación son las empresas. Las
firmas son “depósitos” o espacios en donde se coordina, concentra, crea, acumula y
difunden conocimientos que contribuyen a resolver problemas tecnológicos, comer-
ciales y productivos. Las empresas integran un conjunto complejo y multidimensio-
nal de rutinas, reglas de decisión, procedimientos y esquema de incentivos que difí-
cilmente pueden ser conocidos y administrados perfectamente, dada la existencia
de múltiples factores que generan incertidumbre (Marengo, Dosi, Legrenzi, y Pas-
quali, 2000; Dosi y Nelson, 2009).
Las posibilidades que tiene la empresa de competir en el mercado dependen del
desarrollo de sus capacidades organizativas, tecnológicas y comerciales, las cuales
se modifican como resultado de procesos deliberativos y rutinarios que se encami-
nan a solucionar problemas (Nelson y Winter, 1982). Es decir, las capacidades de la
empresa y la trayectoria histórica que la caracterizan influyen sobre el aprovecha-
miento de sus oportunidades. Lo que la empresa sabe hacer en la producción y la
forma como jerarquiza sus decisiones forman parte de las rutinas acumuladas por
la empresa. Estas rutinas son resultado de la acumulación y aplicación de procesos
de aprendizaje (Nelson y Winter, 1982). En este mismo sentido, Bjorn Johnson y
Bengt-Ake Lundval (1994: 696) han planteado que:
Sobra decir que lo que se combina en la innovación son diversas piezas de conocimien-
to... Esto requiere de la comunicación e interacción entre diversas personas. Sin embar-
go, esta búsqueda consciente del conocimiento no es la única fuente de innovación. El
aprendizaje tiene lugar en las actividades económicas rutinarias, cambia el objetivo de
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Ante la incertidumbre, se reconoce que una parte del comportamiento que existe
en las empresas no es rutinario (explotación) si no que existen, también, procesos de
búsqueda y creatividad (exploración) que van encaminados a generar nuevas inno-
vaciones (Nooteboom y Stam, 2008). Por tanto, el despliegue de las capacidades de
la firma es resultado del aprendizaje. Este concepto se define como un proceso
acumulativo que involucra el desarrollo de habilidades o rutinas (individuales u
organizacionales), requiere de códigos de comunicación y procedimientos de coor-
dinación e involucrar conocimientos tácitos y explícitos (Dosi, Teece y Winter, 1992;
Johnson y Lundvall, 1994; Nonaka y Takeuchi, 1999). Estos conocimientos se pue-
den generar dentro de la misma organización o se busca la forma de transferirlos a
través de distintos actores que forman parte del ambiente.
En este sentido, y como ya se señaló, la dinámica de las empresas está muy liga-
da a los vínculos que ésta crea con los actores que se encuentran en el ambiente. Las
relaciones inter empresa no solamente se dan sobre la base de los contratos y los
derechos de propiedad, también se rigen por la “confianza no ciega”, la reputación,
la identidad y la familiaridad (Nooteboom, 2010). A través de estas redes es posible
adquirir y transferir distintos tipos de recursos y conocimientos, pero también realizar
distintos tipos de transacciones. Estas redes aumentan o restringen las oportunida-
des organizacionales y limitan la capacidad de las empresas para resolver problemas
y aumentar sus beneficios en la Sociedad Basada en el Conocimiento. La frecuencia,
la intensidad y cercanía de las redes sociales ―que se establecen entre las distintas
organizaciones educativas y tecnológicas, el gobierno y las empresas y en donde se
transfiere saber-hacer, han dado origen a los sistemas nacionales de innovación.
El funcionamiento de los sistemas de innovación y su consolidación no puede
quedar simplemente en las manos del mercado. Sobre todo porque existen múlti-
ples fallas de mercado en la difusión de la innovación, debido a que muchas empre-
sas tienen una limitada capacidad de absorción y no pueden captar fácilmente las
oportunidades existentes. Las débiles capacidades de absorción y el alto grado de
conocimiento tácito generan elevados costos, sobre todo para las pequeñas empre-
sas; por lo que se hace necesario subsidiar el servicio de transferencia de conoci-
mientos a través de la política pública (Nooteboom y Stam, 2008).
Otras fallas en las que el gobierno puede actuar mediante distintos instru-
mentos son los siguientes: el choque de intereses políticos entre los distintos
actores que participan en el proceso de innovación; el apoyo a la educación y
capacitación; aumentar las oportunidades de financiamiento hacia los emprendedores;
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les, d) se patenta en sectores mecánica y química mientras que en las más indus-
trializadas se concentran en biotecnología, telecomunicaciones y electrónica; y e)
existe una falta de coordinación y de capacidad institucional para apoyar el desarro-
llo tecnológico mediante la propiedad intelectual (Cimoli, 2008).
Ante los múltiples retos que enfrentan los países latinoamericanos, y entre ellos
México, es que se decidió integrar en este libro algunas temáticas relacionadas con
la innovación, la transferencia de tecnología y las políticas. Temas que son aborda-
dos en los 15 capítulos1 que conforman este libro y que han sido agrupados, para su
mejor comprensión, en cuatro apartados. A continuación se realiza una breve des-
cripción de cada uno de los artículos y de sus principales aportes. Esta apreciación
puede variar de acuerdo con la lente de cada uno los lectores que analicen esta obra.
La mayoría de los trabajos que componen esta obra fueron presentados en una versión preliminar
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imposición desde el centro. Los autores, además, realizan una revisión de las carac-
terísticas de los estímulos a la innovación en México con la finalidad de visualizar
áreas de oportunidad.
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Referencias
Chaminade, C. and C. Edquist (2006), “From Theory to Practice. The Use of the
Systems of Innovation Approach in Innovation Policy”, in J. Hage and De Meus
(eds.), Innovation. Learning and Institutions, Oxford, Oxford University Press.
Cimoli, M. (2008), “Las políticas tecnológicas en América Latina, una revision crí-
tica”, en Giovanna Valenti (coord.), Ciencia, tecnología e innovación, hacia una
agenda de la política pública, México, Flacso, pp. 57-92.
Dosi, G. and R. Nelson (2009), “Technical Change and Industrial Dynamics as Evo-
lutionary Processes”, LEM Working Papers, august, num. 9, Sant’Anna School of
Advanced Studies, Italy.
D. Teece and S. Winter (1992), “Toward a Theory of Corporate Coheren-
ce, Preliminary Remarks”, in Giovanni Dosi y otros (coord.), Technology and En-
terprise in a Historical Perspective, U.K., Claredon Press-Oxford, pp. 184-211.
Gandlgruber, B. (2010), Instituciones, Coordinación y Empresas”, España, Antrophos.
Heijs J. (2001), “Sistemas Nacionales y Regionales de Innovación y Política Tecno-
lógica”, Instituto de Análisis Industrial y Financiero, Documento de Trabajo
núm. 24, octubre, España.
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Fuentes electrónicas
Department for Business Enterprise and Regulatory Reform (BERR) (2008), “The
2007 Productivity and Competitiveness Indicators”, información disponible en
http://www.bis.gov.uk/files/file43540.pdf; consultado el 25 de mayo de 2011
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Hebe Vessuri
La ciencia: un mundo en flujo continuo
S
i bien los científicos naturales continúan formándose en una visión en la
cual el conocimiento científico básicamente no tiene que ver con la cul-
tura o los valores, hay un amplio consenso que la ciencia en la actualidad
está profundamente imbricada en los procesos políticos, culturales y económicos.
Pocos objetarían hoy que al referirnos a la ciencia en la sociedad reconozcamos
inevitablemente un subtexto político. Las tradiciones y economías morales de la
ciencia son creaciones históricas, modificadas y destruidas, puestas en práctica
por la cultura más que por la naturaleza y por lo tanto mutables. No obstante, en
su combinación y articulación ellas se naturalizan con relación al medio en el
cual fueron producidas. En general resienten las descripciones que se hacen de su
quehacer cuando se los califica como “construcciones sociales”, pues suponen que
con ello se está implicando que la ciencia es puramente una construcción social y
de esa forma se devalúan las proposiciones científicas y se niega su aplicación al
mundo natural.1
Sin entrar en una discusión sobre la veracidad o no de estas afirmaciones (no
sería esa, dicho sea de paso, la intención de los estudios sociales de la ciencia que
buscan develar la especificidad y contingencia histórica de la ciencia) lo cierto es
que la práctica de la ciencia exhibe hoy una situación paradojal. A diferencia del
Para un análisis del constructivismo en los estudios sociales de la ciencia véase Hacking (1999);
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entre las referencias clásicas respecto a este enfoque están Latour y Woolgar (1979) y Knorr-Cetina
(1983).
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La política
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resulta ser sólo un insumo en las decisiones de políticas, y raramente el más im-
portante (Weiss, 1999). Así, con frecuencia los diseñadores de políticas usan los
resultados de la investigación como una señal de problemas pendientes, como mu-
niciones políticas de apoyo a sus posiciones predeterminadas, como un símbolo de
su conocimiento e inquietud, como ilustración general y “educación continua”
acerca de cuestiones de la naturaleza, y, ocasionalmente, como guía directa para
la política.
¿Cui bono?
En los últimos tiempos, una preocupación ha venido ganando terreno: ¿cui bono?
¿Bueno para quién? Se reconoce crecientemente la necesidad que “aquéllos que se
ven afectados por las operaciones de un ámbito particular de la sociedad civil presu-
miblemente puedan expresarse en relación con su gobernabilidad” (Busch, 2000). Si
se espera que los ciudadanos tengan poder para participar en la determinación de la
estructura básica de su sociedad, y las tecnologías son una clase importante de es-
tructura social, entonces una consecuencia lógica sería que el diseño y la práctica
tecnológica se democratizaran (Sclove, 1995). Hay una conciencia creciente de que
la ciencia libre de valores era un sueño utópico y que, en cambio en ella están en-
vueltos valores, interpretaciones y opiniones Se acepta igualmente que inevitable-
mente la política alimenta reacciones frente a interpretaciones particulares de parte
de culturas, grupos sociales y todo tipo de participantes-sujetos. Vemos, así, que las
implicaciones para el análisis, la interpretación y la difusión de resultados son enor-
mes. ¿Qué derechos de representación de diferentes personas, grupos y mundo na-
tural tienen los científicos? ¿Quién define los problemas, las agendas de investiga-
ción? ¿Quién decide qué investigación hacer?
Los científicos y los ingenieros han tendido a ver su conocimiento como apolí-
tico, no sujeto ni a la contestación ni al control democrático. La autonomización
de la ciencia y de sus practicantes respecto de la sociedad en el curso de la historia
generó una cierta visión elitista en su seno. Cuando se apela abiertamente al carác-
ter experto se plantea una cantidad de problemas. La característica del experto que
distingue su expertise de otros ámbitos de conocimiento experto no siempre es
clara. Un foco demasiado estrecho en las decisiones ignora las diferentes mane-
ras como surge y se enmarca un problema y las diferentes culturas en las que se
usa y evalúa el conocimiento. En todo caso, tenemos aquí un conflicto real o po-
tencial entre conocimiento experto y democracia, porque las desigualdades en la
distribución del conocimiento experto minan el gobierno ciudadano. Por eso
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Sonambulismo contemporáneo
Vivimos en una era de imprevisible fluidez epistémica y moral que obliga a repensar
todo desde la base. En un mundo de cambios técnicos sin precedentes, la mayoría
tenemos poco o ningún control sobre las tecnologías que invaden nuestras vidas y
frente a las que o bien nos maravillamos o nos horrorizamos. En las áreas más va-
riadas de la toma de decisiones, nos queda sólo la posibilidad de decisiones simples,
binarias respecto a qué hacer. Si bien los economistas nos dicen que participamos a
través del mercado de bienes que nos ofrece el avance tecnológico, ignoramos la
manera como esas tecnologías transforman nuestras vidas, incluso si las rechaza-
mos. De modo similar, en la educación, el consumo y la salud tenemos pocas opor-
tunidades de participar en las decisiones que afectan nuestras vidas.
No sentimos una responsabilidad “natural” por acontecimientos lejanos, que per-
manecen invisibles, por más próxima que sea su vinculación con lo que hacemos o
dejamos de hacer. En última instancia, ya no podemos confiar en nuestra capacidad
moral para resolver la cuestión de responsabilidad por aquello que no vemos ni co-
nocemos. La responsabilidad moral heredada no nos ofrece muchos consejos prácti-
cos cuando nos enfrentamos con las aterradoras imágenes de un planeta agotado,
árido y sobrecalentado que nuestros descendientes recibirán y tendrán que habitar
como resultado indirecto de nuestra despreocupación colectiva actual. Además, se
nos dice que algunas agencias, gubernamentales o no gubernamentales, nacionales
o internacionales, públicas o privadas, ya están tomando cartas en el asunto y no
requieren nuestra atención para atender esos problemas.
La escala de las posibles consecuencias de la acción humana superó hace tiempo
la imaginación moral de los actores. La tecnología moderna introdujo acciones en
una escala tan novedosa, objetos y consecuencias tan inéditos que el marco de la
ética establecida ya no pudo contenerlos. Se amontonan peligros como resultado
directo, aunque impensado del libre juego de los medios “liberados” de los fines de
la tecnociencia. Estos peligros amenazan la vida y el bienestar de innumerables per-
sonas, distantes tanto en el espacio como en el tiempo, arrojadas a una situación que
por lo general excluye cualquier respuesta pues las acciones que producen peligros
son casi siempre unidireccionales, no resultan de intercambios y por ende no pueden
limitarse ni regularse o mantenerse dentro del marco de contratos, negociaciones o
la búsqueda de consenso. Los individuos que aún no han nacido no pueden reclamar
sus derechos. Hay una significativa falta de adecuación de la responsabilidad que la
vincule a la reciprocidad. La reciprocidad está desesperadamente fuera del alcance.
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cosas, esto simplemente no se da. No hay tal cosa como “un examen cuidadoso y
exhaustivo de los resultados o efectos posibles”, y no hay algo como el tipo de cál-
culo de decisiones que pueda hacer que una cierta elección, sujeta a un cierto proce-
dimiento, sea incontrovertible. De ahí que la actitud moral consista precisamente en
lograr que esa incertidumbre no se haga a un lado ni se elimine, sino que se abrace
conscientemente (Bauman, 2006).
La discrepancia entre la versión idealizada de la ciencia común en los medios
y otras narrativas más complicadas puede a veces usarse para fines particulares,
estableciendo la ignorancia más que el conocimiento. Una cantidad de intereses se
oponen a que se tome cualquier medida en respuesta a las amenazas reales del
cambio climático, por ejemplo. Ya en la década de 1990 una manera de oponerse
era cuestionando el fenómeno mismo. Los opositores se basaban en el hecho que
la comunidad científica no hablaba con una sola voz sobre el tema (Edwards,
1999). Los críticos del calentamiento global aparecían muchas veces como más
científicos que sus colegas, aunque estuvieran fuera del consenso. La expertise
técnica era ignorada o esquivada, mientras que comunidades expertas como los
científicos del clima eran falsa e imprudentemente burlados por el Wall Street
Journal como un grupo de presión conspirativo en busca de fondos federales (Bo-
ykoff y Boykoff, 2004; Vessuri, 2010).
La campaña agresiva, especialmente en Estados Unidos, contra la idea del cam-
bio climático estuvo ayudada por veteranos de intentos anteriores de dar forma a la
opinión pública y sembrar la duda en áreas como la Iniciativa de Defensa Estratégi-
ca de la Administración Reagan y el intento de la industria del tabaco de confundir
la conexión entre el cigarrillo y el cáncer. El slogan de la industria del tabaco “la
duda es nuestro producto”… la revela como pionera en la creación de ignorancia.
Cuando la evidencia que fumar causaba cáncer resultó incontrovertible, la industria
pasó a argumentar sistemáticamente que las correlaciones no mostraban causación.
Su estrategia legal dependió de combinar la idea que era de conocimiento común
que el cigarrillo era peligroso y que la evidencia científica era incierta. También fi-
nanciaron investigaciones para desafiar la conexión y estudiar otras posibles causas
de cáncer como la urbanización o el síndrome de la construcción enferma. Y más
recientemente, la industria tabacalera ha financiado investigaciones históricas para
defender pretensiones acerca de ignorancia científica anterior. La ignorancia, enton-
ces, puede ser un recurso estratégico, y por lo tanto, se pueden desarrollar teorías
sociales de ignorancia o estudiar la “agnotología” en forma más general (Proctor,
2008 en Sismondo, 2010).
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Según la ética del costo-beneficio, que se utiliza en economía, los costos de mitigar el cambio
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climático son los sacrificios que la generación actual deberá hacer para reducir los gases invernadero,
expresados en términos económicos. La idea se basa en el principio que sopesar los beneficios de
algunas personas contra los costos para otros es una cuestión ética. Las teorías del valor discrepan
acerca del valor social de distribuir beneficios iguales entre ricos y pobres. El prioritarismo: asigna
mayor valor social a un aumento dado en bienestar si le llega a un pobre. El utilitarismo: asigna el
mismo valor no importa cómo se distribuyen los beneficios. Según el estudio realizado en Gran Bre-
taña por N. Stern (2007), el mundo necesita invertir 1% de su producción total anual en esfuerzos por
reducir los gases de efecto invernadero. Esta estimación con relación a cuánto nos preocupa el futuro,
resulta interesante especialmente cuando se la confronta con otras, como la de W. Nordhaus (1994)
de la Universidad de Yale, cuya tasa de descuento del 6% le da mucho menos valor al bienestar de las
generaciones futuras que la tasa de Stern, escasamente suficiente para justificar los costos de reducir
significativamente los gases de invernadero. Estos autores llegan a conclusiones dramáticamente di-
vergentes acerca de cuánto gastar hoy en bienes disponibles sólo a generaciones futuras.
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International Council on Nanotechnology, se desprendió del CBEN como una entidad de grupos
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danía que aparece en la línea de frente con sus reclamos, los efectos erráticos, efectos
dominó masivos, discontinuidades y pérdida de puntos de referencia. Lo que está
planteado para conservar la salud de la investigación científica es la responsabili-
dad de proteger la ciencia (del público, de perder financiamiento, de la reacción de
castigo del público). Se percibe en esta experiencia el germen de una responsabili-
dad realizable, probable y calculable en el contexto de la investigación.
Al mismo tiempo, se reconoce que también cambió el público, no sólo en su di-
versificación interna sino también en su actitud hacia el conocimiento. Es caracterís-
tico el escepticismo público, pero la desconfianza o resistencia frente a afirmaciones
científicas acerca de programas que dan forma a lo social, no se deben a la ignorancia,
requieren una comprensión de doble vía y un diálogo, más que la norma prevalente
del lenguaje comunicacional “correcto” que fue siempre unidireccional desde la
ciencia. Hay peligros en la reificación de la opinión pública en representaciones cla-
ramente simplistas de apoyo u oposición. Los participantes en un focus group pue-
den expresar una gama de opiniones y preocupaciones, dependiendo de su origen, el
contexto específico y en respuesta a nueva información. El compromiso con el pú-
blico debe comenzar por el reconocimiento de variadas categorías de actores y no
por el marco preferido de la elite política social o científica. Es crucial tener una
comprensión científica de los públicos para restablecer un estado ansiosamente per-
seguido de confianza pública.
A modo de conclusión
La ciencia y la ética se combinan diseñando el escenario donde discutir problemas
de política pública. Dado que sabemos algo de lo que pudiera suceder, y en vista de
la valoración como preocupación prioritaria de las necesidades e intereses de los
más vulnerables, ¿qué es lo que debe hacerse, cómo y quién debe hacerlo? Las
respuestas son complejas y específicas a situaciones particulares. La razón de ello
son los rasgos peculiares de lo que los investigadores en políticas públicas suelen
llamar problemas “perversos” o “enrollados” que caracterizan a la tecnociencia–
problemas que atraviesan sectores y comunidades epistémicas establecidas y son
constantemente definidos y redefinidos en el proceso mismo de elaboración de polí-
ticas. No es ni un argumento para la inacción ni un consejo pesimista. El punto, es,
sin embargo, una advertencia contra soluciones técnicas simplistas y únicas.
Entre las tareas pendientes está visualizar los efectos de largo plazo del actual pro-
yecto tecnológico y de otros posibles. La actitud moral consiste en lograr que la incer-
tidumbre no se haga a un lado ni se elimine, sino que se abrace conscientemente. Con
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todo, la forma como se desliza el presente vuelve difícil decidir si nos encontramos
en un punto crítico de una evolución, a partir de qué nivel una decisión es irreversible
o en qué instante la búsqueda de una estrategia se convierte en catástrofe. Las catás-
trofes sociales comienzan cuando se toman direcciones a partir de decisiones que son
erradas. Pero la gente vive un presente que no permite saber lo que va a pasar. Los
acontecimientos históricos no muestran su importancia sino retrospectivamente, es
decir, una vez que ya han comprometido consecuencias duraderas o cuando ya ellas
son evidentes.
Lo que puede saberse depende ante todo de lo que se percibe, y no es fácil perci-
bir lo que es crucial para el futuro. El 2 de agosto de 1914, al día siguiente de la
declaración de guerra de Alemania a Rusia, Kafka, que vivía en Praga, anotaba en
su diario: “Alemania ha declarado la guerra a Rusia –En la tarde, lección de nata-
ción”. Este es un ejemplo notorio de que los acontecimientos que la posteridad cali-
ficará como históricos raramente son entendidos como tales en el momento. Si se los
nota, esto ocurre junto con infinidad de otras cosas que son percibidas en la realidad
cotidiana (Welzer, 2008). La historia se entiende en un cuadro de líneas de referen-
cia que son lábiles, lo que hace que ella se perciba como un proceso lento, que
se condensa solamente a posteriori en un acontecimiento brutal. Elias (1993) no se
equivocaba cuando afirmó que una de las tareas más difíciles de las ciencias sociales
era reconstituir la estructura de la ignorancia propia de otras épocas.
Referencias
Bauman, Z. (2006), Ética posmoderna, México, Siglo XXI Editores.
Boykoff, M. and J. M. Boykoff (2004), “Balance as Bias: Global Warming in the
U.S. Prestige Press”, Global Environmental Change, 14 (2).
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junio, pp. 97- 102.
Busch, L. (2000), The Eclipse of Morality: Science, State, and the Market, Nueva
York, Aldine.
Cereijido, M. (2009), La ciencia como calamidad. Un ensayo sobre el analfabetismo
científico y sus efectos, Barcelona, Gedisa.
Crowley, J. (2011), “Adapting to Climate Change: Science, Ethics and Policies”,
UNESCO conferencia “Climate Change Adaptation in the Caribbean: Science,
Ethics and Policies”, Baseterre, St. Kitts, 8 y 9 de marzo.
Edwards, P. (1999), “Data-Laden Models, Model Filtered Data: Uncertainty and
Politics in Global Climate Science”, Science as Culture, 8
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Fuentes electrónicas
IRGC (International Risk Governance Council) (2006), “White Paper on Nanotechno-
logy Risk Governance”, información disponible en www.irgc.org; consultado el
17 de febrero de 2011.
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E
n este artículo proponemos que la innovación es resultado de un proceso
de aprendizaje cognitivo, con mecanismos perfectamente identificados
como el procesamiento de la información, la interacción y la retroalimen-
tación. Estos mecanismos generan desviaciones del conocimiento estándar que
son observables, y que generan las innovaciones.
Esta propuesta tiene como punto de partida los hallazgos empíricos de Hirooka
(2006) que apuntan a una dinámica de la innovación no lineal; de donde inferimos
que el proceso cognitivo subyacente a la innovación debe ser no lineal. Para ello
proveemos elementos teóricos que se sustentan en la cognición y en la neuroecono-
mía, y en menor medida en los sistemas complejos.
Por un lado, la neuroeconomía permite comprender la manera en que los proce-
sos cognitivos condicionan las decisiones de los individuos; en este contexto, ésta
permite incorporar elementos cognitivos al estudio de las decisiones que siguen
científicos, ingenieros e investigadores involucrados en la innovación, y cómo estas
decisiones condicionan su trayectoria.
Por otro lado, la dinámica de la innovación, al seguir un proceso no lineal, pone de
manifiesto la presencia de retroalimentación e interacción, mismos que están presen-
tes en la actividad humana, y que pueden ser expresados en modelos matemáticos que
capturen dichas características. De esta forma, se rompe con la visión tradicional del
pensamiento lineal, que supone que las mismas causas deben generar los mismos
efectos, explicando la aparente aleatoriedad de los procesos de innovación.
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Diversos enfoques económicos han señalado que las acciones humanas no siempre
están motivadas en los elementos comunes a la mayoría de las personas, a este tipo
de comportamientos los han denominado irracionales.
Sin embargo, el análisis que se ha seguido sobre los comportamientos de irracio-
nalidad es inadecuado, pues no ha abordado el aspecto central de la toma de decisio-
nes, la cognición y los sistemas de valores.
En este apartado se inicia con una breve presentación de cómo ha sido abordado
el estudio de la racionalidad y la irracionalidad en la teoría económica neoclásica, y
se realiza un contraste con el enfoque psico-cognitivo de la irracionalidad. De mo-
mento, no se presentan otros enfoques económicos de la irracionalidad, pues suelen
sostener un debate con el enfoque neoclásico dominante siguiendo una línea de pen-
samiento similar al criticado, evitando abordar los fundamentos de las decisiones, la
motivación (sistemas de valores) en conjunción con procesamiento de la informa-
ción y formulación de decisiones (procesos cognitivos).
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Racionalidad clásica
El enfoque económico neoclásico de racionalidad sostiene que las decisiones son
racionales en tanto que una persona busca incrementar o maximizar su beneficio.
Por lo cual, la racionalidad en el ámbito económico puede considerarse una
idealización construida a partir de un axioma (Mas-Collel, Whiston y Green, 1995).
Esta fundamentación sólo busca simplificar (y facilitar) el análisis económico,
por lo cual el concepto de racionalidad no puede considerarse inamovible ni in-
analizable. Sin embargo, las dos corrientes principales de la economía (ortodoxia y
heterodoxia) se han enfrascado en una discusión sobre la racionalidad que sólo bus-
ca mostrar que una de las posiciones está errada, en vez de colaborar en la construcción
de una visión de racionalidad que permita avanzar a la ciencia económica, con sig-
nificativos efectos para otras ramas de las ciencias sociales.
Simon1 (1982) fija los límites de la racionalidad concebida por el enfoque neoclá-
sico de la economía, al separar la racionalidad “sustantiva” de la racionalidad “pro-
cedimental”; la primera corresponde al enfoque de la corriente económica ortodoxa,
caracterizada por el egoísmo, el equilibrio óptimo y el ilimitado procesamiento de
información a través del tiempo. La segunda se refiere a los mecanismos cognitivos
involucrados en el comportamiento individual, teniendo su mayor desarrollo por
parte de la psicología, y actualmente en la neurología.
La racionalidad también supone que los individuos son capaces de organizar
perfectamente sus preferencias y determinar cuáles de ellas proveen mayor satisfac-
ción, sin que exista contradicción en sus elecciones.
Esto ha permitido incorporar el concepto de agente representativo, ya que si to-
dos los individuos actúan en su propio beneficio, es de esperar un comportamiento
común. La homogeneidad de individuos, en la toma de decisiones, representó un
avance significativo para explicar un conjunto de situaciones diversas en el ámbito
Brunsson (1985) considera que las organizaciones eligen decisiones cuya naturaleza es irracio-
1
nal, debido a la existencia y presencia de incertidumbre, lo cual les impide tomar rumbos de acción
que de otra forma serían los esperados.
Al respecto, Johansson (2006) indica que esta visión de Brunsson se reduce al planteamiento de
Simon(1976) de la racionalidad limitada.
El trabajo de Brunsson es ilustrativo de la forma en que algunos enfoques no abordan la irracio-
nalidad con un instrumental distinto del de la ortodoxia económica, quedando limitadas sus explica-
ciones sobre el origen mismo de la irracionalidad. Es decir, no explican cabalmente el origen de la
racionalidad e irracionalidad, pues recurren a elementos externos. Y siguen considerando que existe
una cosa tal como la racionalidad, que es dominante y definida en el sentido neoclásico.
46
Esto se ilustra a partir del siguiente ejemplo: las religiones constituyen un conjunto de creen-
2
cias, que representa un sistema de valores perfectamente defi nido. Dentro de dicho sistema existen
elementos que son excluidos totalmente. En las religiones teístas, la presencia de un creador omni-
potente excluye la posibilidad de otras formas de creación, así como explicaciones científicas res-
pecto a la evolución; en su orden de preferencias está totalmente excluida la no presencia de una
deidad creadora.
47
Analiza y
Sistema procesa C
de información o
valores existente en el mundo n
“Estado mental” (o ambiente) s
t
r
u
y
e
Reconfigura
“Stock” de Nuevo
Conocimiento Incorpora Conocimiento
48
49
50
51
3
Al respecto, García Garnica (2007: 213) señala que para el nuevo institucionalismo económico
encabezado por Williamson los procesos de aprendizaje están dados. Dicho de otra forma, el apren-
dizaje es soslayado en esta corriente teórica.
4
Noteboom (2009) ha desarrollado una teoría del aprendizaje donde el punto central es reducir la
distancia cognitiva entre los miembros de la organización. Este enfoque es enriquecedor y fructífero
en términos de entender como surgen los problemas dentro de la firma, sin embargo no es explícito en
cuanto a explicar el origen de la innovación, ni en describir procesos cognitivos individuales (al res-
pecto el trabajo de Taboada Ibarra y García Garnica, 2010, constituye un excelente análisis).
52
53
algo que él desconoce que le lleva a elegir el restaurante A. Este tipo de racionali-
dad o cognición le permite explicar al enfoque neoclásico comportamientos que
no responden al comportamiento maximizador esperado, el sustento de esto es
que el individuo considera costosa la información, así que decide seguir la señal
del mercado.
Una conclusión peculiar de este tipo de modelos es que los incentivos para innovar
se ven obstaculizados por el aprendizaje a través de la imitación (Melissas, 2005); en
este enfoque se considera que existen dos tipos de productores: unos que adoptan
tempranamente nuevas tecnologías, y otros que esperan a observar si alguien adopta
nuevas tecnologías. Los productores, que deciden esperar para imitar, infieren que si
los productores líderes no buscan o adoptan nuevas tecnologías, dichas tecnologías
no existen y por lo tanto no existe un incentivo para invertir en innovación. Además,
se concluye que tal decisión de no invertir en innovación es eficiente y reduce los
problemas de imitación.
Destaca en los modelos de aprendizaje a través de la imitación que la innovación
es explicada como un sistema de incentivos, y que el papel del aprendizaje en el
proceso de innovación queda restringido a la observación de señales en el mercado.
Es decir, el aprendizaje sólo sirve para especular sobre las decisiones de los otros si
es posible innovar, más no se desprende que la innovación sea un resultado del
aprendizaje.
Se considera que el único incentivo para innovar es suponer que dado que otros
adquieren tecnologías maduras, no existen posibilidades de crear un nuevo tipo de
tecnología. Esta peculiar forma de concebir la innovación la aleja totalmente de su
relación con el significado del aprendizaje.
54
Una definición alternativa de ciencia cognitiva está dada por Rowlands (2010: 25) que la consi-
5
dera un “marco sistemático y comprensible para entender los procesos cognitivos, un marco cuyos
principios son explícitos y bien comprendidos”.
55
En un trabajo más reciente, Jeannerod (2006) apunta que los nuevos descubri-
mientos en la psicología muestran que un individuo (el yo) busca interactuar con
otros individuos (otros yos) y de esa forma obtener nueva información; y a su vez
cada uno de esos otros buscan interactuar con otros individuos, para alcanzar nue-
vos conocimientos. Este proceso, que parece circular, representa el proceso de
retroalimentación presente en todo sistema dinámico.
Además, la cognición depende en gran medida del contexto (Mesquita, Feldman-
Barrett y Smith, 2010), pues en escasos momentos el individuo controla el ambiente
en que interactúa; por lo que sus procesos cognitivos se ven alterados por el contex-
to, es decir, la situación a que se enfrenta el individuo incorpora nuevos elementos
al sistema, aunque sea por sólo unos momentos.
La complejidad de la interacción en grupos de individuos ha sido documentada
por Grznar, Prasad y Tata (2007), quienes indican que las tradicionales técnicas es-
tadísticas lineales empleadas para analizar el comportamiento en las organizaciones
son insuficientes para explicar los comportamientos observados. De esta forma, el
enfoque no lineal proporciona nuevas respuestas a la complejidad del comporta-
miento observado en las organizaciones; y señala que la complejidad es resultado de
la interacción entre los equipos que se forman en las organizaciones.
Estos trabajos tienen en común elementos que aparecen en la ciencia cognitiva, y
que Rowlands (2010: 51) establece de la siguiente forma:
56
57
58
Este comportamiento logístico (una curva con forma de S) se observa en el número de patentes
6
para pesticidas (Hirooka, 2006: 131); mismo comportamiento refleja el tiempo de desarrollo de
nuevos pesticidas.
7
La función logística es susceptible a las condiciones iniciales, por lo que puede mostrar di-
ferentes comportamientos, dependiendo de cuál es el valor inicial a partir del que se inicia la
estimación del mismo.
59
A continuación se presentan los elementos que forman parte del modelo cog-
nitivo que proponemos como explicativo de la innovación, este desarrollo reúne
las características identificadas por Rowlands (2010) y señaladas en el apartado
anterior.
La retroalimentación en el aprendizaje
Un elemento clave en el modelo cognitivo de aprendizaje que situamos como res-
ponsable de la innovación es la retroalimentación; debido a que los mecanismos de
retroalimentación permiten a la persona supervisar los efectos generados por accio-
nes pasadas y corregir los desajustes de las decisiones pasadas, de tal forma que, el
proceso de aprendizaje en su conjunto se mantiene dentro de cierto margen de fun-
cionamiento.
Por lo cual, la retroalimentación es un mecanismo cognitivo, en tanto que el in-
dividuo pensante reflexiona sobre el efecto de acciones pasadas y emplea dicha in-
formación para tomar nuevas decisiones, que a su vez generan nuevas acciones, que
nuevamente son interpretadas y empleadas en una nueva etapa de las decisiones.
La forma matemática de representar esto tiene expresión en la siguiente ecuación
en diferencias:
xn+1 = rxn
En esta ecuación, el presente (χn) alimenta las decisiones del futuro (χn+1), no se
necesitan más datos, sólo conocer el presente. Una especificación no lineal se tiene
en la ecuación de Verhulst:8
60
Reinicia el Se
proceso re f l e x i o n a
s o b re s í
mismo
Incrementa “Stock”
de conocimiento C re a r n u e v o Incrementa “Stock”
conocimiento de conocimiento
61
62
Conocimiento
original
“Stock”
Conocimiento
original
Conocimiento
“Stock” original
“Stock”
Conocimiento
Conocimiento
original Conocimiento Conocimiento original
original
original
“Stock” “Stock”
“Stock”
“Stock”
Conocimiento
original
“Stock”
Conocimiento
original
Conocimiento
“Stock”
original
Conocimiento “Stock”
original
“Stock”
También se le ha dado la forma de una espiral, pues este tipo de objetos simboli-
zan que su crecimiento nunca termina, y en el caso de la acumulación de conoci-
miento, expresada en la innovación, pareciera ser el caso.
Este proceso de retroalimentación también posee la característica de magnificar
las desviaciones; es decir, si al inicio del proceso de análisis el individuo cometiera
un error o una desviación del conocimiento inicial, esta desviación se acumula como
parte del nuevo stock de conocimiento, y es empleada en la siguiente etapa, la de
reflexión, y culminará en la etapa creativa, con conocimiento que se desvía del co-
nocimiento estándar, que es lo que solemos llamar innovaciones.
Esto también surge cuando se propone que la innovación es el resultado de un
proceso de aprendizaje no lineal, dependerá en gran medida del nivel de conoci-
miento original. Si un individuo tiene como punto de partida una comprensión del
mundo diferente a la del resto de los individuos, y esa comprensión se retroalimenta,
entonces la desviación del pensamiento común se magnificará con el transcurrir del
tiempo; lo que puede llevar a una idea errónea o a la creación de un nuevo paradigma
que constituya la innovación.
Más adelante continuaremos con el análisis de las desviaciones y los errores, y su
papel en el surgimiento de innovaciones.
63
La interacción en el aprendizaje
En el proceso de aprendizaje, la interacción forma parte fundamental; cuando somos
niños y asistimos a la primaria, nuestra fuente de conocimiento resulta de la convi-
vencia con un profesor a lo largo de un año escolar, a medida que avanzamos en
nuestra educación nuestra convivencia se amplia para incorporar compañeros que
poseen mayor comprensión de los temas y a los que recurrimos para auxiliarnos.
Este proceso se expande, conforme nuestra formación avanza, al incorporar ob-
jetos de conocimiento como libros, revistas especializadas, medios de comunica-
ción, y en algunos casos con laboratorios y computadoras.
Esta convivencia propicia la interacción en el aprendizaje, con lo cual se trascien-
de el ámbito del cerebro; reconociendo que el aprendizaje depende de las caracterís-
ticas mentales de nosotros en lo individual, pero también de las características men-
tales de quienes conviven con nosotros, y de otras características no mentales que
residen en objetos de conocimiento como los experimentos y los libros.
Incluir la interacción en el proceso de aprendizaje provee una explicación adicio-
nal al surgimiento de la innovación, pues nos permite refinar nuestros descubrimien-
tos, disminuir nuestro tiempo de comprensión de nueva información, y alimentarnos
del stock de conocimiento de otros individuos.
La interacción permite que la innovación supere los límites que impone la cogni-
ción al situar los procesos mentales exclusivamente en el cerebro; y su incorporación
comienza a satisfacer las limitaciones que sobre la ciencia cognitiva han identificado
Harré (2002) y Rowlands (2010).
El aprendizaje individual está acompañado del análisis de conceptos con otros
individuos, como pueden ser profesores, colegas, estudiantes, pero también con la
contrastación indirecta, misma que surge de la lectura de libros, artículos especiali-
zados, esta interacción cierra el círculo de aprendizaje.
La figura 4 ilustra, por sí misma, la característica de la interacción en el aprendi-
zaje; pues, el diagrama no es un individuo consciente con el cual pueda entablarse
un diálogo, pero sí es un depositario de conocimiento, por lo tanto la cognición es
colocada fuera del cerebro, como proponen Harré y Rowlands.
También, el proceso de aprendizaje surge del análisis que, una persona, realice de
esta figura, la interacción generará una nueva pieza de información. Dicha pieza
expresará si la figura es válida o no.
Esta validación o no validación constituirá un nuevo conocimiento, si se descarta
la figura por incorrecto, se tendrá un aprendizaje y el stock de conocimiento se habrá
incrementado; de ocurrir lo contrario y determinarse como correcto el diagrama, la
64
Objetos de
Interactúa Conocimiento
Libro
Mundo
Expertos
Personas
Conocimiento
Inicial
Genera
Incorpora e
incrementa
Pieza de información
Resultado de contrastar con
el conocimiento
inicial
65
66
67
cantidad de capital disponible de una empresa al momento de su creación, los ingresos de un matri-
monio al momento de casarse, el número de habitantes en un país al independizarse, entre otros.
68
y evolución del mismo. Respecto a los procesos de aprendizaje, las condiciones inicia-
les están constituidas por elementos como: el nivel de experticia alcanzado por el
equipo de trabajo, el número de desarrollos tecnológicos, la cantidad de investigadores
(en el nivel más burdo); en el nivel más sutil está relacionado con las creencias y con el
conjunto de conocimiento que se tiene en un momento dado.
Conclusiones
El propósito de emplear el enfoque cognitivo para explicar el surgimiento de la in-
novación, es el de construir un modelo de aprendizaje que represente de mejor forma
los procesos involucrados en la construcción de nuevo conocimiento que deriva en
la creación de innovaciones.
La principal conclusión que se extrae es que el modelo presentado explica el sur-
gimiento de la innovación a partir de un proceso de aprendizaje cognitivo; su forta-
leza radica en la incorporación de mecanismos, como la retroalimentación y la inte-
racción.
Respecto a la retroalimentación, se identificaron dos dinámicas, la micro explica
a detalle el cambio en el stock del conocimiento, y la macro sólo observa el incre-
mento de éste sin ofrecer una explicación de cómo ocurre. En tanto, que la interacción
explica la forma en que el conocimiento inicial interpreta los objetos de conocimien-
to, lo que produce nuevas piezas de información que posteriormente son agregadas
al stock de conocimiento; este stock de conocimiento será un nuevo punto de partida
a través del cual será interpretado el mundo y cada uno de sus objetos de conoci-
miento.
Ambos mecanismos, retroalimentación e interacción, producen desviaciones del
conocimiento estándar, y el reforzamiento de estas desviaciones permite que las
innovaciones tengan lugar.
Es importante señalar que, el elemento clave en la innovación son las desvia-
ciones, sin ellas no puede acontecer un cambio en la estructura misma del stock de
conocimiento. Éste puede mantener una tendencia de crecimiento cuantitativo,
pero su estructura interna permanecer inalterada, sólo la presencia de desviacio-
nes propiciará el cambio cualitativo que se identifica como innovación. Por esta
razón, la innovación puede verse como un subproducto del aprendizaje, ya que su
origen depende del reforzamiento de las desviaciones, y no de la acción intencio-
nada de aprender para innovar.
Finalmente, debe reconocerse que en la agenda de investigación hay tópicos
relevantes por abordar. Entre ellos está la formalización del proceso de aprendizaje
69
Referencias
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Harré, R. (2002), Cognitive Science. a Philosophical Introduction, London, Sage
Publications.
70
71
E
n la actualidad han surgido numerosos trabajos que sostienen que las institu-
ciones son importantes en la vida económica y social de los distintos agentes
económicos, en la medida que facilitan los procesos de coordinación, regu-
lan (incentivan o inhiben) el comportamiento social, reducen la incertidumbre y la
complejidad (Hodgson, 2007a; Gandlgruber, 2010). Stam y Nooteboom (2011), por
su parte, plantean que las instituciones influyen en el cambio tecnológico y en
los procesos de emprendimiento. Otros trabajos tienden a enfatizar de qué manera
las instituciones reducen los costos de transacción (Williamson, 1989; Coase, 1996;
North, 1998) y algunas investigaciones las resaltan más como elementos que dan le-
gitimidad a las organizaciones (Powell y DiMaggio, 1999). Pero también hay quienes
ponen en el centro del análisis institucional el papel de los hábitos como reproducto-
res del aprendizaje social (Hodgson, 2007a; Gandlgruber, 2010).
El objetivo central de este artículo es describir y analizar, desde la perspectiva de
la Teoría Económica Evolutiva (TEE),1 la relación entre las instituciones y el cambio
1
Hodgson (2007b) plantea que fue hasta la década de los ochenta cuando comenzó a desarrollar-
se y difundirse más rápidamente la Teoría Evolutiva aplicada a la economía. Particularmente, el tra-
bajo publicado por Nelson y Winter (1982) contribuyó a que los economistas y los estudiosos de las
organizaciones se interesaran por el problema de la evolución y utilizaran metáforas para tratar de
entender tanto el crecimiento como las divergencias entre las empresas y los países.
73
Gandlgruber (2010: 32) afirma lo siguiente: “La Economía Evolutiva es un conjunto de teorías
2
económicas que modela sistemas y procesos económicos aplicando lógicas evolutivas derivadas de la
biología con una consideración explícita de las instituciones”.
74
Nelson (1991) junto con Winter han impulsado una teoría económica consistente
en fortalecer, desde el enfoque teórico de Schumpeter, la evolución y el cambio eco-
nómico del sistema capitalista y en donde la empresa sigue siendo puesta como el
principal motor del impulso innovador. En este tenor, se considera que una empresa
es exitosa solamente si es innovadora. La innovación depende de las habilidades,
experiencias y conocimientos (capacidades centrales) asociadas a la investigación y
el desarrollo, éstas forman parte de las rutinas de la empresa. La habilidad de las
organizaciones económicas para generar y beneficiarse de las innovaciones es uno
de los principales factores que influyen en su diferenciación (Nelson y Winter, 1982).
Hogdson (1994) afirma que el trabajo Nelson y Winter destaca por plantear un
marco teórico alternativo a la propuesta relacionada con la maximización del bene-
ficio, al centrar su explicación en la obtención de rendimientos positivos sobre la
base del desarrollo y acumulación de habilidades, conocimientos y rutinas que con-
tribuyen al despliegue de las capacidades organizativas.
De igual manera, Vence (1995) ha resaltado la importancia que la obra de estos
autores tiene dentro de la teoría económica al señalar:
75
En el mismo sentido, Dosi, Pavitt y Soete (1993) apuntan que estas divergencias
entre empresas no sólo se explican por el desarrollo de las capacidades organizacio-
nales distintivas, además hay que considerar la trayectoria tecnológica en la cual las
firmas se encuentran inmersas y el paradigma tecnológico dominante dentro del
cual las organizaciones producen y toman sus decisiones (Cimoli y Dosi, 1994).
No obstante, estas brechas productivas parcialmente no se pueden entender sola-
mente considerando el diferencial de precios relativos, como plantea la teoría neoclá-
sica. La modificación de los costos, las cantidades de productos que se ofrecen en el
mercado, la rentabilidad esperada, los cambios en la demanda de los productos y las
oportunidades tecnológicas se convierten en señales que la empresa debe considerar
para poder ajustarse a un entorno cambiante (Dosi, Pavitt y Soete, 1993).
También, el diferencial de desempeño económico que se observa entre las firmas
y las naciones está influido por las redes institucionales, la infraestructura existente,
3
En el mismo sentido, Dosi (1991: 186-187) afirma que la TEE integra: “un conjunto de esfuerzos
teóricos centrados en las propiedades dinámicas de las economías caracterizadas por la repetida apa-
rición de distintas formas de innovación, por procesos descentralizados de descubrimientos y de
prueba y error, y por la persistencia histórica de determinados esquemas de cambio […] las teorías
evolucionistas en economía implican igualmente procesos significativos de aprendizaje a nivel feno-
típico [esto es, a nivel de las empresas individuales] cuyos resultados pueden repetirse posteriormen-
te a través de los procesos de selección del mercado, basados en la competitividad diferencial de los
mismos agentes, y a través de la observación, el aprendizaje y la imitación de otros agentes.”
76
y las estructuras de apoyo (tales como las universidades o los centros privados de
investigación y desarrollo tecnológico), a las cuales las diversas organizaciones re-
curren para cumplir con sus objetivos (Nelson, 1996; y 2003b). En este sentido,
Nelson (1998: 239) plantea lo que sigue:
Es claro que los cambios organizativos que han permitido a los países prestar apoyo al
moderno sistema de investigación y desarrollo al avance tecnológico que éste genera van
mucho más allá de las posibilidades de organización de las empresas. Las universidades
tuvieron que cambiar. Fue necesario que aparecieran nuevas disciplinas y sociedades
científicas. En muchos casos también hubo que formular nuevas leyes. Algunas tecnolo-
gías requirieron nueva infraestructura pública para su desarrollo efectivo.
Por tanto, el desarrollo de las instituciones puede frenar o alentar las innovacio-
nes empresariales o el crecimiento económico de las naciones. A continuación se
sintetizan las ideas de Richard Nelson en torno a la importancia de las rutinas y las
instituciones dentro de la economía.
77
Para algunos autores, las empresas que combinan patrones rutinarios (exploración) con patrones
4
78
Una característica básica de casi todas las rutinas que son de uso general en la economía
es que, por lo menos en sus lineamientos generales, son conocidas y utilizadas por los
que tienen destreza en el arte… Los elementos estándar de las rutinas de uso general son
así debido a que son culturalmente compartidos. Por diversas razones, los agentes indi-
viduales y organizacionales deben dominar esos aspectos culturales compartidos para
actuar efectivamente. El argumento normativo para usar la rutina en cierto contexto se
puede limitar a decir que es la forma más efectiva de hacer algo; en otros casos, las ra-
zones para usar la rutina pueden incluir la preservación o consecución de ciertos valores
o intereses.
79
5
Desde la perspectiva de Douglass North (1998: 2-3): “Las instituciones son imposiciones creadas
por los humanos y estructuran y limitan sus interacciones. Se componen de imposiciones formales
[por ejemplo, reglas, leyes, constituciones] informales [por ejemplo, normas de comportamiento, con-
venciones, códigos de conducta autoimpuestos] y sus respectivas características impositivas. En con-
junto, definen la estructura de incentivos de las sociedades, y específicamente de las economías… Es
la interacción entre instituciones y organizaciones la que da forma a la evolución institucional de una
economía. Si las instituciones son las reglas del juego, las organizaciones y sus empresarios son los
jugadores”.
80
La distinción entre tecnologías físicas y sociales también ha sido resaltada por Lovera, Castro,
6
81
Sin duda, el tipo de rutinas y de tecnologías que emplea y desarrolla una empresa
están asociadas con su ambiente. Generalmente, en la teoría económica tradicional
cuando se habla de ambiente se piensa en términos generales en el mercado. Sin
embargo, no se considera en dicho análisis que las universidades, los bancos, las
agencias del gobierno, las asociaciones industriales y tecnológicas son entidades con
cuales se relacionan las empresas. Ni tampoco, la teoría económica tradicional resal-
ta dentro de su análisis que como resultado de las interacciones de dichos agentes
económicos, surgen nuevas maneras de organización tanto formales (regulaciones,
leyes, redes, estándares, formas de entrenamiento) como informales (creencias, nor-
mas y valores) que coordinan la vida de los agentes económicos. Estos elementos del
ambiente forman parte de las instituciones y contribuyen lentamente en su evolución
(Nelson, 1994, 1996).7
Las instituciones forman parte de las tecnologías sociales. Este concepto im-
plica considerar aquellos procesos de coordinación económica y organizacional
que se han estandarizado, dada la eficacia que han demostrado. En esta clase de
tecnologías también incluyen novedosas formas de: organización de negocios,
prácticas administrativas, estructuras y mecanismos de mercado, políticas públi-
cas, estructuras de regulación y otros vínculos de acción colectiva (Nelson y
Nelson, 2002; Nelson, 2003b).
Otros ejemplos de este tipo de tecnologías son los círculos de calidad, el mé-
todo fordista, y las formas de producción y de organización japonesas (Nelson y
Sampat, 2001: 38):
7
Este concepto no está alejado de la propuesta de Coriat y Dosi (1995) quienes plantean que las
instituciones incluyen: a) organizaciones formales (firmas, sindicatos y universidades, entre otros);
b) patrones de comportamiento que son compartidos de manera colectiva (rutinas, convenciones y
códigos éticos); y c) normas (leyes formales y prescripciones éticas). Para estos dos autores, algunos
acuerdos institucionales que se pueden derivar de la inter relación entre los distintos agentes econó-
micos son los siguientes: las relaciones laborales, las formas de competencia entre empresas, la go-
bernabilidad de e las agencias financieras, las normas de consumo, las formas de intervención del
Estado (políticas fiscales y monetarias, por ejemplo) y el sistema internacional de comercialización e
intercambio.
82
acepto una teoría general acerca de la eficiencia de ese estilo organizativo. Es decir, esas
formas fueron instituciones o tecnologías sociales disponibles.
83
Sin duda, como apuntan los tres autores de la cita anterior, son varios los factores
que influyen en el desarrollo tecnológico; sin embargo, uno de ellos son precisamen-
te las instituciones con las cuales hay un vínculo recíproco en cada país o región.
La co-evolución8 entre las tecnologías y las instituciones también se observa a
nivel microeconómico como señalan Cimoli y Dosi (1994), quienes sostienen que
las tecnologías están incorporadas en instituciones particulares denominadas em-
presas. A este nivel, las instituciones influyen en el rumbo de la innovación al
afectar positiva o negativamente en las normas de decisión, facilitar el desarrollo
de determinadas capacidades tecnológicas y al fomentar la adopción de determi-
nados comportamientos organizativos. Asimismo, las empresas están incrustadas
en redes institucionales (universidades, gobierno, organismos empresariales, centros
de investigación, intermediarios, entre otros) las cuales pueden influir o restringir el
proceso de aprendizaje empresarial. Estas redes institucionales se pueden alterar
al evolucionar, y consolidarse diferentes capacidades de innovación en las empre-
sas, tecnologías que pueden cambiar la estructura del mercado (el tamaño de las
empresas, la competencia empresarial y las formas de propiedad) y, por lo tanto,
la configuración de dichas redes y el paradigma tecnológico existente.
Conclusiones
El objetivo de este artículo ha sido describir y analizar, desde la perspectiva de la
TEE, los vínculos que hay entre las instituciones y el cambio tecnológico. Como se
plantea en este trabajo, Richard Nelson ha sido insistente en sus distintas publicacio-
nes en enfatizar que el cambio tecnológico (tecnologías físicas), en tanto aplicación
de nuevo conocimiento que sirve para solucionar distintos problemas, es importante
en tanto que es uno de los principales impulsores del crecimiento económico de las
naciones y el origen del desarrollo de las capacidades innovativas de las empresas.
Las empresas reflejan, a través de los productos y procesos en los que logran
mejorar o innovar, la acumulación de un conjunto de rutinas (tanto de exploración
y de explotación). Estas rutinas son resultado del aprendizaje tecnológico y de un
conjunto de reglas, leyes o nuevas formas de coordinación (tecnologías sociales), a
nivel inter e intra organizacional, que facilitan o limitan la capacidad que las empre-
8
El concepto de co-evolución también se ha utilizado también para hacer alusión a la inte-
racción reciproca que se da entre los distintos agentes económicos y su ambiente (González y
Torres, 2009), y en biología se alude “al cambio evolutivo reciproco de especies interactuantes”
(Thompson, 2003: 227).
84
Referencias
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nacionales de producción e innovación”, Revista Comercio Exterior, 44 (8), pp.
669-681.
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D. Teece and S. Winter (1992), “Toward a Theory of Corporate
Coherence: Preliminary Remarks”, in Giovanni Dosi y otros (coords.),
9
Cursivas del autor.
85
86
87
V
arios países han adoptado el Enfoque de Sistemas de Innovación (ESI) como
marco guía para diseñar su Política de Innovación (PI). Este hecho no resulta
extraño dado el reconocimiento gradual del valor de la innovación para el
crecimiento económico y para la solución de problemas en la sociedad y dada la
divulgación progresiva de dicha propuesta.
No obstante, autores como Borrás (2003), Chaminade y Edquist (2006a y 2006b)
y Borrás, Chaminade y Edquist (2009) han insistido en que antes de hablar de direc-
trices de PI, es menester entender cómo funciona la innovación y qué implicaciones
tiene poner en práctica esta propuesta que todavía es muy general y poco desarrolla-
da en términos de las causalidades involucradas en los procesos de interacción entre
distintos actores. Desde que tales señalamientos tuvieron lugar han habido avances
al respecto (Edquist, 2008), pero no los suficientes (Edquist y Hommen, 2008).
El objetivo de este trabajo es presentar, ordenadamente, algunos elementos que
permitan comprender lo que puede esperarse de la política de innovación basada en
el Enfoque de Sistemas de Innovación en su condición actual. Para tal fin, el docu-
mento inicia, en el apartado uno, con una recapitulación de la trayectoria de los
modelos y políticas de innovación, así como del ESI; posteriormente, en el apartado
dos, se abordan algunas implicaciones de este enfoque en el diseño y ejecución de PI
y se plantean algunas recomendaciones a los responsables de la política al diseñarla
89
90
Fecha de
Tipo de política surgimien- Innovaciones a promover Indicadores
to
No Política de Innova-
ción
(Cambio tecnológico
externo)
Relacionados con Inves-
Política de Innovación Década de
De producto tigación y Desarrollo
orientada a la Ciencia 1940
(I+D)
Relacionados con Inves-
Política de Innovación De producto
Década de tigación y Desarrollo
orientada a la Ciencia y
1960 (I+D), Patentes y Tecno-
Tecnología De proceso
logía (producción y uso)
Continúa...
91
De producto
Política de Innovación
orientada a Ciencia, Amplia gama.
De proceso
Tecnología e Innova-
ción Clasificados en términos
En mercadotecnia (in-
Década de de la medición de resul-
cluido el diseño)
1990 tados respecto a insu-
Organizacional (incluye mos, procesos, produc-
(Surgimiento de la pro- tos e impactos de la
la administración del co-
puesta de Sistema de In- actividad innovativa.
nocimiento y organiza-
novación)
ción de la colaboración)
Fuente: elaboración propia con base en Nooteboom y Stam (2008).
1
OECD (2005).
92
Modelo cíclico
Modelo cíclico
Modelo lineal
Modelo
Modeloquequetambién
tambiénconsidera
considera
Modelo basado en la ciencia su usuario
aa su usuario(a
(a la
la demanda)
demanda)
(en la oferta)
Modelo
Modeloque quereconoce
reconoceaalala
empresayyalas
empresa lasorganizaciones
organizaciones
Modelo basado en la empresa con las que ésta relacionada
que
con llas q ue éésta
t se relaciona
l i
Los trabajos de Freeman (1987), Lundvall (1992) y Nelson (1993), dieron origen al
Enfoque de Sistemas de Innovación, que en pocos años fue ampliamente aceptado
en el ámbito académico y se convirtió en marco conceptual para la elaboración de la
PI, tanto de gobiernos nacionales y regionales, como de organismos internacionales
(por ejemplo, OECD 1997, 1999 y 2002).
El interés central de los creadores de este enfoque fue el Sistema Nacional de
Innovación (SNI). Poco después de esta propuesta inicial surgieron tres variantes
más de SI: los Sistemas Tecnológicos (Carlsson, 1995), los Sistemas Sectoriales de
Innovación (Breschi y Malerba, 1997; Nelson y Mowery, 1999) y los Sistemas
Regionales de Innovación (Cooke, Gómez-Uranga y Etxebarria, 1997; Braczyk,
Cooke y Heidenreich, 1998; Cooke, 2001). Los primeros centrados en distintos
campos de la tecnología o en áreas de producto, respectivamente, y el tercero en la
delimitación geográfica de una región dentro de un país o incluyendo partes de
diferentes países.
Con respecto a la propuesta de origen, Freeman (1987: 1) fue el primero en definir
el SNI: “red de instituciones del sector público y privado cuyas actividades e interac-
ciones inician, importan y difunden nuevas tecnologías”.
93
Para Lundvall, el SNI se constituye por: “Todas las partes y aspectos de la estructura económica
2
y del conjunto institucional que afectan el aprendizaje, así como la búsqueda y exploración de los
sistemas de producción, de mercadotecnia y financiero, presentándose ellos mismos como subsiste-
mas en los cuáles el aprendizaje tiene lugar” (1992: 12). Además especifica que: “Determinar a detalle
qué subsistemas e instituciones deben ser incluidas o excluidas en el análisis del sistema es una tarea
que involucra análisis histórico y consideraciones teóricas” (1992: 12 y 13).
3
Estos autores no definen explícitamente el SNI, pero abordan a detalle los términos: “sistema”,
“nacional” e “innovación”.
4
Niosi (2002) coincide con Edquist (1997) respecto a que la configuración institucional relaciona-
da con la innovación y el sistema de producción subyacente son las características principales de los
sistemas nacionales de innovación; además señala que el núcleo de esos sistemas “son aquellas que
producen, difunden y adaptan nuevo conocimiento tecnológico, siendo éstas: firmas industriales, uni-
versidades o agencias gubernamentales” y que los vínculos mediante las cuales esas instituciones se
interrelacionan “consisten en flujos: conocimientos, financieros, humanos (personas siendo las porta-
doras de conocimiento tácito y know how), regulatorios y comerciales” (Niosi, 2002: 291).
94
5
El autor señala respecto a los componentes que: las organizaciones son los jugadores o actores,
mientras que las instituciones son las reglas del juego que limitan las acciones de las organizaciones
(Edquist, 2008).
6
Lo que el investigador entiende como PI, son las acciones realizadas por los organismos públicos
para influir en el proceso de innovación, que en este caso se refiere al desarrollo y a la difusión de las
innovaciones, entendiendo por éstas: nuevas creaciones de significado económico, principalmente
realizadas por las empresas públicas y privadas, que pueden ser nuevos productos y procesos (Ed-
quist, 2008).
7
La combinación de la identificación del problema y su explicación causal puede llamarse “aná-
lisis diagnóstico” (Edquist, 2001). De allí que lo que el autor plantea, es que el “análisis diagnósti-
co” de las “actividades” (o determinantes) del proceso de innovación provee una base para la iden-
tificación de los problemas (o fracasos) sistémicos en los SI. Ese análisis puede proveer de un
tratamiento o una terapia efectiva, llamada: política de innovación (Edquist, 2008).
95
Mowery y Nelson, 2005; Marklund, Vorontas y Wessner (2009); Nagaoka, Kondo, Flamm (2009)
y OCDE (2009).
96
Para efecto de destacar de qué manera tal complejidad tiene lugar desde la
perspectiva del ESI, en este apartado se señalan algunas implicaciones del mismo
en la elaboración de la PI y en la actitud y visión de los RP que la diseñen e imple-
menten.
97
Los resultados de la investigación pueden consultarse en Edquist y Hommen (2008). Los países
9
objeto de investigación fueron: Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia, Irlanda, Países Bajos,
Taiwan, Corea del Sur, Hong Kong y Singapur.
98
Por lo anterior y como base para PI, es menester identificar los problemas
(fracasos) en los SI (Edquist, 2008). Estos “problemas sistémicos” o “problemas de
política” pueden ser reconocidos solamente a través de comparar –en el tiempo y
el espacio- SI existentes. Los hechos a comparar son: (i) el desempeño o el resultado
(performance) con respecto a la intensidad de diferentes clases de innovaciones en
sistemas diferentes y, (ii) las explicaciones causales para ese desempeño.
Para algunos autores entendida como organización (por ejemplo, Nelson, 1993) y para otros
10
99
Por otro lado, es sobre esa identificación de problemas que debe ser analizada la
división del trabajo entre el sector público y las organizaciones privadas. Esa divi-
sión varía de país a país y también con el tiempo; determinarla, es tema de decisión
(y debate) en la elaboración de la PI.
En el diseño de la PI, el RP debe tener bien claro que si bien es cierto tiene que
seleccionar objetivos de política (por qué y dónde intervenir) y los instrumentos
para alcanzarlos (cómo intervenir), la política fi nal es resultado no sólo del aná-
lisis del sistema, a menudo también lo es de la ideología, la influencia de grupos
de presión (cabildeo) o, simplemente de la imitación de “modelos” de política
(Edquist y Chaminade, 2006).
Con relación a estos últimos hechos, el RP debe tener presente que la imitación
con frecuencia se practica sin la adecuada adaptación a las circunstancias en el nue-
100
vo medioambiente y que el cabildeo (lobbyism), está más relacionado con las cir-
cunstancias del país o región en específico.
Conclusiones
Para cerrar este ejercicio de revisión de la condición de la PI que deriva del ESI en la
actualidad, se recapitulan algunas cuestiones relevantes en torno al proceso de inno-
vación; a la especificidad del enfoque estudiado y a la propia política de innovación
y su diseño. Estos elementos permiten sintetizar la complejidad de la actividad a
promover, así como la dificultad de acotar sus determinantes, el papel de los agentes
económicos, la forma de vincularlos y las fallas o problemas sistémicos a resolver.
101
Por otro lado, antes de diseñar la política es necesario identificar los problemas
(“sistémicos” o “de política”) a solucionar (Edquist, 2008), ya que: i) basar una polí-
tica en un análisis diagnóstico es muy diferente a copiar ciegamente una política
establecida en otro sistema y ii) no hacer política es mejor que una política que no se
centra en la identificación de un problema. Los problemas tienen que identificarse
mediante análisis empírico comparativo con diferentes SI, o con sí mismos, en el
tiempo.
Dada la naturaleza y complejidad del proceso de innovación, la intervención pú-
blica a través de PI se justifica más en nuevos sectores o en nuevas operaciones en
sectores ya establecidos. Los “problemas” a resolver o mitigar por las organizacio-
nes privadas son más frecuentes en esos contextos. Además, como en líneas previas
se apuntó, tal intervención es más justificable en innovaciones radicales, que en in-
crementales y, en las etapas tempranas del proceso de innovación, que en las etapas
posteriores de dicho proceso (Borrás, Chaminade y Edquist, 2009).
Omitir elementos como los aquí presentados, aunado a la falta de conocimientos
y experiencia de quienes dicen estar utilizando el ESI para elaborar PI, da lugar a que
se esperen resultados más ambiciosos que los que se pueden obtener de una propues-
ta que, no obstante sus avances y ventajas, hasta el momento tiene serias limitaciones
que en la práctica se evidencian en la delimitación de políticas a implementar y, con
ello, de los instrumentos a emplear y de los indicadores para evaluar.
La reflexión en torno a lo que se puede esperar de la PI que derive del ESI, dado su
estado de desarrollo actual, de ninguna manera pretende desincentivar el uso de tal
política ni descalificar de alguna forma tal propuesta teórica. La intención simple-
mente fue, tratar de ordenar y presentar algunas ideas generales que dan cuenta del
status de este marco teórico y de lo que del mismo se deriva.
Como se apuntó en su momento, en el ESI aún no se tiene claridad en cuanto a su
alcance explicativo; se carecen de diagnósticos adecuados y, en consecuencia, de
políticas e instrumentos para promover la innovación. Esto deriva, por un lado, de la
complejidad e interacción presentes en el proceso de innovación, pero también de
la especificidad del enfoque sistémico.
Lo anterior explica que desde esta perspectiva, la formulación de PI se base en
una “teoría” y en indicadores muy limitados, así como en el juicio subjetivo del RP.
De allí que sea necesario que estos últimos estén conscientes de las ventajas y limi-
taciones de utilizarlo para la política pública, toda vez que el sistema de innovación
sigue siendo un concepto confuso.
102
Referencias
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103
104
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(1999), Managing National Innovation Systems, Paris, autor.
(1997), National Innovation Systems, Paris, autor.
105
L
os procesos de aprendizaje colectivos han resaltado como un elemento fun-
damental para explicar la innovación. Las teorías que apuntan a esto señalan
que la innovación es el resultado de interacciones frecuentes entre diferentes
actores, públicos y privados, económicos y no económicos, cuyo conocimiento y
“know-how” contribuyen o propician el entorno necesario para el desempeño in-
novativo de un país o una región. Esta idea dio pauta al desarrollo de teorías de
Sistemas Nacionales de Innovación (Freeman, 1987; Lundvall, 1988; Nelson, 1993)
que refieren a “la red de instituciones de los sectores público y privado cuyas activi-
dades e interacciones inician, importan, modifican y difunden nuevas tecnologías”
(Freeman, 1987: 1). Sin embargo, es cada vez más reconocida la importancia de la
proximidad geográfica para procesos de aprendizaje colectivo debido a las ventajas
que provee a los actores económicos que se aglomeran. En tal línea se inscriben los
Sistemas Regionales de Innovación (SRI).
Los SRI parten de la idea de que aunque la firma es un recipiente importante de
conocimiento, los procesos de aprendizaje son inherentemente interactivos, colecti-
vos y localizados en regiones especializadas donde se aglomeran (Maskell y
Malmberg, 1995; 2005). Las interacciones entre los diversos actores en proximidad
facilita la transferencia de conocimiento tácito y codificable, capacidades tecnológi-
109
cas y estrategias colectivas para la innovación. Algunos de estos actores son las fir-
mas, las universidades, centros I+D, agencias de transferencia de tecnología, las
asociaciones profesionales, centros de capacitación, bancos y consultores financie-
ros que interaccionan en un mismo espacio y en sectores de actividad económica
relacionados (Cooke y Morgan, 1998).
Este trabajo explora el papel que desempeñan las asociaciones industriales en la
transferencia de conocimiento y promoción de la innovación en tres regiones espe-
cializadas en la industria metalmecánica: la región de Windsor en Canadá, Marinha
Grande en Portugal, y Querétaro en México. Aunque existen diferencias sustancia-
les entre la aplicabilidad del concepto de SRI en las distintas regiones, si se puede
aludir a aglomeraciones sectoriales en los tres casos que cuentan con una infraes-
tructura institucional importante.
El trabajo se divide en tres secciones. En la primera nos enfocamos a revisar as-
pectos teóricos en torno a la relación entre asociaciones industriales en procesos
interactivos de innovación. En la segunda sección abordamos tres casos de asocia-
ciones industriales de las regiones mencionadas, haciendo énfasis en 1) la trayectoria
de especialización de la región y el surgimiento de la asociación; 2) su estructura
organizacional y 3) las acciones que se llevan a cabo desde las asociaciones para
promover la innovación. En la tercera sección comparamos los tres casos, destacan-
do similitudes y diferencias. Finalmente abordamos la relevancia del análisis de las
asociaciones industriales y su impacto en la transferencia de conocimiento para la
innovación.
110
111
Sin embargo, el papel de las asociaciones va más allá de la gestión de apoyos fi-
nancieros para sus miembros. En países como Estados Unidos, las asociaciones co-
merciales e industriales tienen funciones de cabildeo político, presionan para que se
aprueben leyes, e incluso influencian el accionar de agencias gubernamentales (As-
sael, 1968: 21), funcionando a su vez como representantes frente a actores guberna-
mentales (Wolfe y JenNelles, 2008).
A través de los mecanismos adecuados, las asociaciones también pueden funcio-
nar como entidades generadoras y dispersoras de conocimientos que proveen de la
infraestructura organizacional necesaria para entablar comunidades de aprendizaje
colectivo (Benner, 2003).
El papel de las asociaciones también es importante en el desarrollo y desempeño
de los clusters1, debido a que la proximidad entre compañías e instituciones en una
sola locación promueve una mejor coordinación y mayor confianza entre los partici-
pantes (Porter, 1998: 80).
Esta proximidad permite a los actores fortalecer sus lazos formales e informales,
compartir información y desarrollar en conjunto capacidades que son permeadas a
través de la red. Sin embargo, el hecho de que exista cercanía y una red institucional
fuerte no es garantía de que se vayan a generar procesos de aprendizaje colectivos
que permitan la innovación en una región (Hudson, 1999). En las economías de
aglomeración no es sólo importante que existan mecanismos que permitan la circu-
lación de conocimiento que se genera en el cluster, sino también la capacidad de
acceder al conocimiento generado fuera (Bell and Albu, 1999: 1726). En este senti-
do, las asociaciones permite a la firmas generar vinculaciones entre ellas, con insti-
tuciones locales y con entidades industriales a nivel internacional.
Claro es que la distancia geográfica no es la única variable importante para el
desarrollo de los actores localizados en el cluster. Otro elemento importante es la
distancia cognitiva que existe entre los actores. Entre mayor distancia cognitiva,
más difícil será que los actores puedan tener una comunicación fluida. En el otro
extremo, si la distancia cognitiva es muy reducida, los actores tendrán dificultades
en aportar nuevas ideas (Nooteboom, 2000). Como detallan Maskell y Malmberg
sobre la distancia cognitiva óptima: “frecuentemente es difícil y algunas veces im-
posible, transferir y re-usar conocimiento aunque esté disponible, pero usualmente
menos cuando la transferencia tiene lugar entre firmas que comparten el mismo
1
Porter (1998: 78). define a los clusters como una concentración geográfica de empresas e institu-
ciones interconectadas, pertenecientes a un área de negocio particular. Esas instituciones son agen-
cias gubernamentales y otras instituciones como universidades, centros de capacitación y asociacio-
nes de empresas.
112
lenguaje, creencias, juicios y valores” (2005: 4). Idealmente las asociaciones ayuda-
rían a acercar a los actores, en este caso los miembros de la asociación, a alcanzar
una distancia cognitiva óptima.
Las razones por las cuales las empresas se unen a redes son principalmente
el compartir costos, adquirir y compartir conocimientos, tecnología, e incluso
desarrollar procesos tecnológicos en conjunto (Parker y Vaidya, 2001: 132-133).
Sin embargo, el proceso de adquirir y compartir información implica efectos de
derrame ya que una empresa puede beneficiarse de los procesos de I+D de otra,
a través de comunicación formal e informal entre sus empleados (Parker y
Vaidya, 2001: 147).
Por tanto, las asociaciones deben establecer reglas de colaboración específicas
que incentiven la cooperación y al mismo tiempo protejan los desarrollos tecnológi-
cos de cada empresa, sin poner en riesgo las altas inversiones realizadas en I+D. De
funcionar adecuadamente, la asociación actúa como una entidad reductora de costos
de transacción. Esos costos representan aquellos en los que se incurre mientras se
busca información sobre precios y calidad de los insumos, y otras actividades que
aunque no estén vinculadas a la producción también generan costos (Ayala, 1999).
La solidificación de la red disminuye los costos de obtención de información ya que
se sientan bases de lenguaje común y la comunicación entre los asociados fluye más
rápido.
La estructura organizacional de las asociaciones resalta como uno de los elemen-
tos más importantes que determinan su desempeño. La definición de reglas claras,
trasparencia en cuentas y la manera en que se toman las decisiones resultan esen-
ciales para que existan relaciones de confianza entre los asociados y de tal forma se
generen procesos que permitan la transferencia de conocimiento y el establecimien-
to de proyectos conjuntos para la innovación.
113
2
Agradecemos la información brindada por Dan Moynahan, presidente de la Canadian Associa-
tion of Mold Makers en la plática sostenida con él durante la feria Plastimagen 2010 en el mes de
marzo del mismo año, en la ciudad de México.
3
De acuerdo a información de la base de datos Bill MacArthur citada en Holmes, Rutherford y
Fitzgibbon (2004) en el año 2003 existían 124 empresas dedicadas a exclusivamente a la industria de
los moldes en la región Windsor-Essex.
114
115
http://secure.ca.pwc.com/Extweb/webpeopleprof.nsf/00/1CF60EDCEAF20E72852573600061C1
CB?OpenDocument&E
116
Historia y contexto
Cefamol se fundó en 1969 con el nombre inicial de “Centro de Fabricante de Mol-
des” por iniciativa de siete compañías localizadas en Marinha Grande, Portugal.
El cluster de firmas de moldes industriales en Marinha Grande, a diferencia de
otros casos, no se desarrollo en proximidad geográfica de sus clientes, sino que fue
resultado indirecto de la especialización de la región en la producción de vidrio. En
1935 Aníbal H. Abrantes, que previamente trabajaba en una planta de moldes para
vidrio, fundó la primera firma productora de moldes para baquelita; que en 1946
produjo el primer molde para inyección de plástico en Portugal. En un proceso de
spin off,5 nuevas firmas comenzaron a surgir en la región que a su vez fueron funda-
das por grupos de trabajadores de otras fi rmas de moldes de Marinha Grande,
incluida la de Abrantes (Beira, Crespo, Gomes y Menezes, 2005; Mota y de Castro,
2004; Winther, 2003).
A partir de este desarrollo la industria comenzó a consolidar su economía de
aglomeración; se expandió durante los sesenta y setenta; y ya en los años ochenta la
industria de los moldes en Marinha Grande empleaba al 60% de los trabajadores del
sector a nivel nacional (Winther, 2003: 178), proporción que se ha mantenido hasta
la actualidad. La otra localidad especializada en el sector es Oliveira de Azemeis,
que concentra 35% del empleo de la industria de moldes a nivel nacional. De acuer-
do a datos de Cefamol, la industria en Portugal actualmente está compuesta por
5
Este proceso ha sido central en su desarrollo y en la actualidad para mantener la competitividad
de la industria- la transferencia de conocimiento y el derrame de información a través de las relacio-
nes que progresivamente se fueron estableciendo entre firmas, trabajadores, y productores y clientes
deriva de esta economía de aglomeración.
117
6
Un ejemplo importante que ilustra el caso es el Manual de Procedimientos para la Industria de
Molde, desarrollado por Cefamol, que funciona como guía para los trabajadores del sector.
7
Dato obtenido de la página web de Cefamol versión en portugués (información disponible en
www.cefamol.pt/cefamol/en/) y de un representante de la asociación, quien también confirmó que
todas son pequeñas y medianas empresas, incluso las más grandes tienen menos de 200 trabajadores.
8
La industria de moldes de Portugal desde su inicio se ha dirigido a la exportación, debido a que
en Portugal no existe una industria fuerte de consumo de moldes, como han señalado diversas de las
personas de empresas entrevistadas. Asimismo, como menciona un representante de Cefamol, se in-
tenta exportar moldes con sólo un “boleto de ida”, y por tanto que sean de calidad.
118
119
Para ser miembro de Cefamol las empresas deben ser de origen portugués y pri-
vadas; dedicarse a la fabricación y/o comercialización de moldes para diversos
materiales (plástico, vidrio, fundición inyectada, entre otros); cuños y cortantes, o
dedicadas a industrias relacionadas (por ejemplo, plástico). Esta diversidad de inte-
grantes de la asociación le da la posibilidad de establecer redes amplias que brindan
conocimiento necesario para la innovación manteniendo una distancia cognitiva re-
ducida pero dinámica. Asimismo, para ser asociados las empresas deben tener un
mínimo de tres años de actividad en la industria, lo que asegura que las empresas
asociadas tienen experiencia que contribuirá al conocimiento que se genera en el
cluster de moldes de Marinha Grande y en la asociación. Aunado a esto, los asocia-
dos deben de pagar una cuota de inscripción más una mensualidad la cual se define
de acuerdo al tamaño de la empresa.9
Las empresas con menos de 30 personas pagan una cuota mensual de 50 euros; las empresas que
9
cuentan con 31 a 100 empleados pagan 75 euros; las empresas con más de 100 empleados cubren una
cuota de 100 euros mensuales (información disponible en www.cefamol.pt).
120
para las empresas asociadas que no cuentan con esa tecnología en sus propias em-
presas, servicio que ha sido resaltado por diversas empresas entrevistadas.
Redes locales. Mantiene redes con Centimfe, y colabora también con OPEN,10 IDT
(Red Regional de Innovação, Desenvolvimento e Tecnologia) y Portuguese Tooling
Network (poolnet). Estas organizaciones trabajan en conjunto en la organización de
eventos de interés para la industria local.
La asociación es un intermediario importante con el ICEP (Oficina Portuguesa
para el Comercio Externo) lo cual ha tenido un impacto positivo en las exportacio-
nes de moldes portugueses y la publicación de material informativo acerca de la
industria. Como resultado, Portugal es actualmente el octavo exportador de moldes
a nivel internacional con presencia en 80 países.11 En conjunto desarrollaron el sello
distintivo “Engineering and Tooling from Portugal” que distingue los moldes na-
cionales en el ámbito internacional.
Redes internacionales. Actualmente Cefamol cuenta con una amplia red de parti-
cipación de proyectos a nivel internacional. Un ejemplo es Clusterplast12 que parte de
una red de cooperación entre regiones para el desarrollo científico-tecnológico
de clusters especializados en la Industria Europea de Conversión de Polímeros (EPCI
por sus siglas en inglés). El objetivo es promover la colaboración entre estos centros
de investigación y tecnología avanzada para el impulso de esta industria y sectores
relacionados en la región europea. Dentro de los objetivos del proyecto se encuentra
la diseminación de información a las Pymes participantes. Cefamol, Centimfe, OPEN
y el Instituto Superior Técnico de la Universidad Técnica de Lisboa son los principa-
les colaboradores para el proyecto en Marinha Grande, Portugal.
10
La asociación OPEN (Oportunidades Específicas de Negocio, 2010) es una institución privada sin
fines de lucro que promueve la innovación y el empleo. Información disponible en http://www.open.pt/
11
De acuerdo al International Trade Center, Portugal ocupa el lugar 8 en los principales exporta-
dores de moldes en 2009, representada en la categoría 8480 del Sistema Armonizado de Designación
y Codificación de Mercancías,. Para más información ver International Trade Centre, Country Profiles
(información disponible en www.intracen.org).
12
Promovido por la Comisión Europea mediante el 7th Framework Programme for Research and
Technological Development.
121
Asociación Moltro A. C.
13
Los technological gatekeepers son agentes que pueden ser firmas, instituciones de I+D y/u or-
ganizaciones tecnológicas, que jueguen un papel importante en la difusión de información tecnológi-
ca y científica del ambiente en cual están insertos a las otras firmas del cluster. Estos gatekeepers
brindan inputs importantes de nuevo conocimiento en la industria, en este caso, de moldes. Se reco-
mienda la lectura de Bell y Albu (1999) y Lazaric, Longhi y Thomas (2008).
122
14
La producción de moldes y troqueles es el sector fundamental para la producción de productos
de plástico, así como para la mayoría de las piezas en la fabricación de los automóviles.
15
Fundación Mexicana para la Innovación y Transferencia de Tecnología en la Pequeña y Media-
na empresa.
16
En Querétaro se ha planteado la necesidad de crear diferentes CAP (Centros de Articulación
Productiva), algunos dedicados al desarrollo de proveedores, alianzas estratégicas e inteligencia de
mercados.
17
Dichas estaciones de trabajo computarizadas, pueden llegar a tener costos desde 30 mil dólares
hasta unos 100 mil dólares, dependiendo su tamaño y su funcionamiento. Las maquinarias más co-
múnmente utilizadas por los empresarios del sector en Querétaro son provenientes de países como
Alemania, Japón, Estados Unidos e Italia.
123
Matricero o moldero es el calificativo que se le da a los trabajadores del sector, aquellos que
18
dominan las técnicas de producción de los herramentales y son además de operarios de maquinarias,
maestros de oficio de su área.
124
Ante esta variedad de servicios, la asociación tiene como uno de sus objetivos
primordiales y como meta a corto y mediano plazo, la búsqueda de colocar su servicio
cardinal, el certificado Moltro, a un nivel respetable tanto regional, como nacional-
mente.
En cuanto a la vinculación de sus socios con otros agentes, instituciones o empre-
sas, el trabajo de Moltro como broker ha quedado muy limitado y sólo se sabe de
algunos pocos casos en los que la asociación ha podido crear vínculos directos para
que sus socios reciban derramas directas de las vinculaciones de la asociación.
125
Agradecemos la información brindada por el ingeniero Alberto Sánchez León, director de Mol-
19
tro, en pláticas sostenidas durante el periodo de trabajo de campo entre junio del 2009 y marzo del
2010, en la ciudad de Querétaro.
126
127
20
La información etnográfica fue recopilada a través de la aplicación de 15 entrevistas a pro-
fundidad a empresarios del sector metalmecánico en Querétaro como parte de un proyecto de
consultoría.
21
Particularmente la que se dio en el sector automotriz, ya que esta es una de la industrias para la
que la mayoría de estas empresas funcionan como proveedoras.
128
dos los actores del desarrollo económico local en la cadena de producción de los
herramentales.
Para ello, se requiere de organizaciones que identifiquen y eliminen las causas
que tradicionalmente han contribuido a la desarticulación de las ramas industriales
y de los agentes económicos. Ellos tomaron esta premisa como la justificación desde
su génesis, dado su papel de agente-actor esta articulación en un factor elemental en
los procesos generadores de innovación.
La asociación, como caso único en todo México, es una iniciativa de grupo de
empresarios del ramo metalmecánico, que se ha conjuntado para lograr fi nes co-
munes, a pasos cortos. Está en la dinámica de promover un desarrollo económico
basado en el intercambio de información estratégica y de negocios, así como en el
desarrollo de la tecnología; que agrupe y coordine, en las principales empresas e
instituciones de sus región, y desarrollar empresas y empresarios eficaces y efi-
cientes en el fortalecimiento de la economía de la región centro del Bajío y sus
empresarios, siendo estos últimos los usuarios principales de esta organización.
La injerencia local real que tiene la asociación aún se encuentra en un nivel de
desarrollo joven, el número de empresas del sector al que pueden servir es casi 20
veces mayor en proporción a sus actuales socios.
No obstante, algunos de los resultados que sí ha tenido la asociación a nivel
local se expresan por ejemplo en las propuestas concretas, como la creación de una
escuela de matriceros, por citar una, es un ejemplo de las iniciativas que sí pueden
tener un impacto regional y nacional importante, dado que la mayoría de los em-
presarios aseguran que el principal problema del sector es la falta de capacitación
de su personal y la grave carencia de profesionalización de los operarios.
Conclusiones
Como nos planteamos al inicio del artículo, una de las intenciones fundamentales
fue analizar el papel de las asociaciones como promotoras de la innovación, así
como un actor que facilita la transmisión de conocimientos dentro de los cluster in-
dustriales. En este sentido, encontramos que el desempeño de las asociaciones de-
pende en gran medida del entorno institucional en el cual se desarrolla, así como de
los vínculos que logra establecer al interior y al exterior de las regiones.
En el caso particular de CAMM su estructura organizacional incentiva la participa-
ción y sus vínculos con el gobierno y otros sectores han fortalecido su presencia
como un actor capaz de cabildear a favor de sus miembros.
129
130
Gestión de apo-
Asociación Tipo de socios Funciones Organigrama Resultados Innovación
yos
Cefamol cuenta
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136
E
l desarrollo industrial de las regiones, implica la integración de conocimien-
tos entre los distintos actores que las conforman. En Querétaro, en el sector
de moldes y troqueles, encontramos que son las empresas los actores que di-
namizan el intercambio de conocimiento y la acumulación de capacidades a través
de las relaciones, de negocios y soluciones técnicas, establecidas con proveedores,
clientes e incluso con empresas del mismo sector, que demandan la integración de
soluciones novedosas a la medida del cliente. A partir de lo anterior, se generan
procesos de aprendizaje en la región, basados en las habilidades, las destrezas y la
experiencia que viene de sus pares, vecinos o amigos, esto es, conocimientos tácitos
que sólo se entienden cuando los distintos actores tienen una multiplicidad de ligas
y están envueltos en una historia cultural común (Lissoni, 2001).
En este contexto, la finalidad del trabajo es mostrar la manera en que se inter-
cambian conocimientos en las empresas, a través de un actor que se convierte en un
intermediario3 que nos permite seguir el flujo de conocimientos: el moldero. Esto es
1
Este trabajo es resultado del proyecto “Redes dinámicas de innovación: su impacto regional en
el centro de México”, financiado por Conacyt.
2
Agradecemos los comentarios de los dictaminadores anónimos porque enriquecieron mucho el
trabajo.
3
Para M. Callon (1998) un intermediario es lo que pasa de un actor a otro, en nuestro caso de una
empresa a otra. En el caso de las empresas de moldes y troqueles, los molderos son los depositarios
137
así en la medida en que, la construcción misma del oficio del moldero4 en la región
de Querétaro, es parte de una estrategia de desarrollo en la que se aprovecha la con-
certación de diversos actores sociales quienes, a lo largo de más de tres décadas, y
debido a la larga tradición industrial del sector metalmecánico –entre otros–, han
logrado acumular capacidades de aprendizaje, lo que redunda en conocimientos tá-
citos, que si bien no logran integrar comunidades epistémicas (Lissoni, 2001), si han
permitido desarrollar un complejo tejido productivo, donde se localizan conoci-
mientos pegajosos que fluyen a partir de los intercambios formales e informales, y
del tránsito de los molderos por las instituciones ubicadas en la región. En este sen-
tido, las preguntas que aquí se responden son las siguientes: ¿En qué medida los
molderos acumulan conocimiento tácito y codificado, en su paso por las distintas
instituciones de la región; empresas del sector, proveedores, clientes e incluso Insti-
tuciones de Educación Técnica (IET) y asociaciones? y ¿Qué papel desempeñan el
desarrollo de productos, de procesos y la formación académica en el caso de las IET,
en la generación pero también, en la aplicación del conocimiento para la solución de
los problemas que se presentan en estas empresas?
La acumulación de conocimientos que ha habido en esta región, involucra una
multiplicidad de actores públicos y privados que han propiciado cambios en el apa-
rato productivo y en el entorno institucional. De tal manera que, se ha creado un
espacio de conocimiento regional 5 en donde un conjunto de actores actúan, inter-
cambian bienes, servicios y conocimientos. En particular, nos referimos a instituciones
gubernamentales, instituciones de educación técnica, cámaras, agencias encargadas
de los estándares y normas de calidad, instituciones de capacitación que proporcio-
nan entrenamiento, educación e investigación y apoyo técnico, con las que las
empresas mantienen relaciones estrechas, de manera que este espacio funciona
como un territorio en el que se desarrolla un intercambio e interacción entre los di-
ferentes actores.
de los conocimientos tácitos y a veces codificados que contribuyen a mejorar el proceso productivo y
adecuarse a las necesidades del cliente.
4
En esta categoría incluimos tanto a los ingenieros de diseño, que a veces diseñan e interpretan
los planos, como a los matriceros, quienes maquinan los moldes y que muchas veces, tienen también
formación de ingenieros.
5
Usamos el concepto de espacio regional de conocimiento para designar al sitio donde se acumu-
la conocimiento subutilizado en casos específicos para el desarrollo económico y social de la región
(Casas, de Gortari y Santos, 2000). Los conocimientos acumulados y las interacciones entre los dife-
rentes actores en la región de Querétaro y, específicamente en el sector al que hacemos referencia, no
corresponden con un sistema regional de innovación.
138
139
En los sesenta tiene lugar otro momento del proceso de industrialización, a raíz
de la construcción de la carretera de peaje México-Querétaro. En este periodo se
inicia el impulso a las empresas del sector metalmecánico a partir de la ubicación de
grandes empresas que propician el desarrollo de talleres y otro tipo de proveedores.
Entre las grandes empresas que se localizaron en la zona podemos citar: Compacto
en 1962; Industria del Hierro, 1963; Transmisiones y Equipos Mecánicos (Tremec)
en 1964; Agromak (Massey-Ferguson) y Máquinas de Proceso, ambas en 1968.
También en esta misma época, la constructora ICA realizó una importante labor al
desarrollar la principal zona industrial, Parques Industriales. De esos mismos años
data la construcción por parte del gobierno del estado del Parque Industrial Benito
Juárez, ubicado en la carretera a San Luis Potosí.
Fue en los años setenta, cuando el sector industrial queretano tuvo un importante
despunte impulsado por la política de desconcentración de las actividades económi-
cas de la ciudad de México. Así, a partir de 1976 aumenta el ritmo de localización de
industrias; entre ese año y 1989 se instaló 85% de los establecimientos que existían
en 1990, los cuales pertenecen a diversas ramas productivas que van desde las tradi-
cionales, alimentos y bebidas, hasta las más modernas como la metal mecánica,
eléctrica y electrónica (Landero-Selva, 2000). Entre las empresas más importantes
del periodo están Turborreactores (de inversión pública), Acerlan, Melco y Kimberly
Clark. También en este tiempo se consolida la industria metalmecánica principal-
mente orientada a la producción de auto partes para la industria automotriz. Queré-
taro cuenta entonces con una actividad industrial diversificada, pero especializada
en varios subsectores manufactureros que representan 33% de su economía. El PIB
industrial del sector manufacturero en el 2000 estaba concentrado en los subsectores
de productos metálicos, maquinaria y equipo (34%), productos alimenticios, bebidas
y tabaco (30%) y por último sustancias químicas (20%) (Aguilar, 2003). Reciente-
mente, se ha instalado en la región la industria aeroespacial.
A partir de la localización de estas grandes empresas es que se comienzan a crear
un importante número de microempresas y pequeñas empresas de herrería y mol-
deo que realizan trabajos de adaptación de acero para empresas y pequeños talleres,
o de apoyo en la elaboración de partes o refacciones para troqueladoras u otras
máquinas de uso común.6 Si bien la relación capital-producto, típica de la industria,
es intensa debido a la tecnología requerida, la escala de producción para amortizar
las inversiones no lo es (Mungaray y Ramírez, 2004). Esto permite cierto campo de
Lissano (2001) refiere que en la región de Brescia Italia, el desarrollo de la industria de los mol-
6
des y troqueles tuvo también como origen las demandas de las empresas que utilizan este tipo de ar-
tefactos.
140
Brose México
Cardanes
Eckerle de México
Flex N Gate (Ventramex)
Continúa...
141
...continuación
Nacionales ETN Nacionales ETN
142
143
144
145
Las entrevistas fueron realizadas por Rodrigo Ramírez y Homero Arriaga a quienes agradece-
7
146
ciudad de Querétaro. Se retomaron los aspectos que podrían dar cuenta de la diver-
sidad de conocimientos, técnicos y sociales, académicos y prácticos (in situ muchas
veces), que se necesitan para poder fabricar un molde de principio a fin. También se
presenta la información sobre las instancias que estimulan o ayudan en la recupera-
ción de estos conocimientos.
Al reconstruir la trayectoria de los molderos consideramos sobre todo los cono-
cimientos tácitos adquiridos en su práctica laboral cotidiana. Éstos muchas veces
comienzan con una formación técnica media, e incluso en algunos casos de inge-
niería, pero siempre enriquecida por esta tradición artesanal que se deriva de lo
que en la literatura sobre innovación se conoce como learning by doing, donde se
combinan destrezas, habilidades y hasta relaciones interpersonales. Como vere-
mos a continuación, el aprendizaje in situ muchas veces está ligado a experiencias
laborales anteriores, y en ocasiones a estrategias de capacitación dentro o fuera del
taller. Como complemento a estos conocimientos tácitos, el oficio de hacer moldes
requiere de algunos conocimientos codificados, que comienzan con el diseño de
un plano, o con el seguimiento de las normas de calidad que requiere la certifica-
ción de sus productos. Por último y no por ello menos importante, para poder
entrar en el mercado se necesita obtener la confianza técnica del cliente. Para ello
se siguen distintos mecanismos, a veces el dueño de la empresa (y/o el mismo
moldero) trabajó con el cliente; en otras ocasiones se hacen pequeños trabajos que
de a poco se van convirtiendo en trabajos de mayor envergadura.
La primera habilidad de un moldero es saber manejar las máquinas y los progra-
mas de computación que permiten el diseño y fabricación del molde. Tienen que
operar distintas máquinas (tornos, fresadoras, mandriladoras) que a veces son sen-
cillas, pero que en ocasiones también suponen cierto conocimiento de sistemas
como tornos de control numérico. Algunas veces, los molderos diseñan los planos,
tienen que lidiar con sistemas de computación, como las distintas variedades de CAD
(diseño asistido por computadora) o CAM (manufactura asistida por computadora).
Para ello necesitan saber interpretar un plano y, en muchas ocasiones, diseñarlo a
partir del material que se quiere inyectar en el molde en cuestión. Además de ma-
nipular máquinas y computadoras, los molderos tienen que ser capaces de darles
mantenimiento y reparar pequeñas fallas. En el trabajo de campo encontramos que,
hay empresas en las que los propios molderos son los encargados de reparar cuestio-
nes menores y/o mayores de las máquinas con las que trabajan. Por último, tenemos
que mencionar que en muchas ocasiones son estos molderos los que asesoran a los
dueños de las empresas en la compra de la maquinaria que necesita el taller.
Los molderos deben conocer las propiedades de los materiales con los que elabo-
raran los moldes: su flexibilidad, dureza y maleabilidad, saber cómo cortarlo y cómo
147
manipularlo, conocer las aleaciones que se necesitan para maquinar un molde deter-
minado, la resistencia de este molde, etcétera.
Dos grandes fuentes de conocimientos les permiten a los molderos hacer todo lo
anterior, las académicas y las derivadas de la experiencia laboral, el trabajo en el
taller. Parten de una preparación técnica en el Conalep o CBTIS, a veces son seleccio-
nados entre los muchachos que acuden a las empresas a realizar su servicio social,
pero lo importante de estos aprendices es la formación en el taller. Como ejemplo
podemos citar lo que contestaron en la entrevista de una de las empresas.
Bueno, de entrada cuando contratamos a alguien pues lo básico es que tengan al menos
una carrera técnica. Si, y de ahí lo comenzamos a meter en trabajo en las máquinas más
sencillas como es el torno y quizá no con piezas complicadas, porque hay también piezas
muy caras, no entonces con piezas sencillas, el desbaste, el aproximado de materiales,
también vamos capacitándolos en dibujo porque muchas veces salen de la escuela y no
lo saben interpretar, entonces los empezamos a capacitar en dibujo, la cuestión de las
matemáticas ya no tanto porque si se defienden más o menos. Inclusive lo que es la tri-
gonometría, todo eso, que antes se usaba mucho, ahorita ya no se usa tanto por las com-
putadoras. De entrada les damos alguna pequeña capacitación teórica pero también lue-
go están mucho tiempo con el que está trabajando ahí” (Prometal).
La experiencia en el propio taller es muy importante para los jóvenes, pero cuan-
do se contrata a personas de mayor edad se busca que tengan experiencia previa que
suelen comprobar con una prueba de trabajo.
muchas veces llegan diciendo que saben hacer muchas cosas y se les pone a prueba, de-
pendiendo de la capacidad que tengan se les contrata (Moldes Rusa).
mi papá fue muy “luchón” él siempre trabajaba dos turnos diarios, él trabaja en Tremec
y ahí conocía a gente de que sabes que necesito a una persona que me eche la mano en
mi taller a tales horas a que si yo voy, y pues comenzó, decía todo lo que te den oportu-
nidad de aprender lo debes aprovechar, entonces siempre le gustó trabajar, su pasión
siempre han sido las máquinas. Compró un CNC y pues ya después otro y mira como
148
empezamos con dos máquinas y ahora tenemos tantas máquinas y cada quien por su lado
pero ya tiene su empresa (Maquinados Safel).
Las personas que llegan con experiencia previa solo tienen que ajustarse a la
manera de hacer las cosas en la empresa…
Algunos llegan con buen conocimiento, nada más se tienen que acostumbrar a cómo se
trabaja aquí. Quizá nada más en cuanto, a veces hay talleres que aunque sean grandes
están muy sucios, por ejemplo, entonces es normal por ejemplo dejar la rebaba de toda la
semana y escoger el viernes. A lo mejor es limpieza, es orden, pues detallitos nada más,
verdad (CNC Tecnología).
…estuvo con nosotros una persona que estuvo trabajando en Applica 3 años, él fue la
persona que nos ayudó a hacer toda la infraestructura para las máquinas de inyección, él
y otra persona que también tenía 9 años trabajando en Applica, ellos dos se encargaban
de arreglar las máquinas, de revisar los moldes y para la fabricación de moldes teníamos
una persona externa (Safel).
A veces los clientes dan poca información a los proveedores, comienza con la cotización
y en algunas ocasiones planos y fotos del molde o piezas que se fabricarán a partir del
molde.
Nosotros no diseñamos, en la industria automotriz eso estaría prohibido.
Necesitamos, el diseño de la pieza y el plástico que se va a usar para calcular la contrac-
ción, necesitamos los datos técnicos de la máquina que va a inyectar, necesitamos el tipo
149
de acero, tipo de colada que pretende el cliente, cuando el cliente no tiene esos datos, que
también es común, nosotros tratamos de proporcionar algunos, básicamente es eso.
A veces la información viene incompleta entonces, a veces hay que generar dibujos y ver
si están de acuerdo, mandar aprobar el dibujo antes de hacer el diseño del molde.
Mira, actualmente como empresa en este caso como Mabe, tendrías sus diseños y ya por
la misma confianza que hay, este porque su información es confidencial como tal la de-
bes de tratar. Nos han dado base de datos de sus diseños como parte, eso a nosotros nos
da la facilidad de poderlo enlazar en los programas que nosotros manejamos y a su vez
partir de ahí.
Se hace capacitación cada mes. Normalmente la hacemos entre nosotros mismos, vamos
a pensar que yo tengo lo que vendría a ser conocimiento en lo que sería el pulido de las
piezas, pero no tengo la práctica, entonces cuando toca una capacitación sobre pulido
nuestras dos mejores personas de pulido nos hacen una explicación de cuál es su proce-
so, y todos estamos involucrados en ello y a todos nos enseñan. Es como una aplicación
de una mejora continua aprovechando las informaciones propias que tenemos, no te po-
dría llegar a decir que si no hay gente preparada para moldes mando llamar a un asesor
por que en donde lo localizo, más bien nosotros en capacitación lo que llegamos a hacer
es que dentro de nuestras operaciones habituales vemos quien es el mejor en esta aplica-
ción en concreto pues fulano y fulano y son ellos los que se encargan de capacitarnos a
todos los demás para llegar a tener su conocimiento, a veces es en control numérico, a
veces es en electroerosión, otras veces en diseño, otra en interpretar que son los aceros,
los tratamientos térmicos y en todo lo relacionado con nosotros” (Amalurra).
150
Sí, mira lo mando por decir al CECATI que es económico y es a donde normalmente siem-
pre los mando eh, CECATI, yo les pago toda la inscripción, todo, y por ejemplo les acabo
de pagar Autocam, o sea siempre tenemos movimiento y la verdad no me pesa porque
digo el curso me cuesta 600, 700 pesos, en tres meses, digo pues está bien, o sea” (Elec-
troerosión).
Por último encontramos que la principal razón para ubicar las empresas en Que-
rétaro, cuando los empresarios no son del estado, es la cercanía de los clientes como
menciona la siguiente empresa:
Porque hubo un cliente que se llama MABE, que él nos compró en ese año 250 moldes y
nos exigió apoyo técnico, local, entonces, tuvimos que poner aquí una planta, en esa fe-
cha, para darles buen soporte técnico” (Mexmolde Latinoamérica).
Conclusiones
Como mostramos a lo largo del trabajo la participación de distintas instituciones
(empresas, IET y asociaciones) enriquecen el oficio de los molderos. Este parte, en la
mayoría de los casos de una formación técnica que necesariamente tiene que ser
complementada con mucho trabajo en el taller donde se fabrican los moldes. Por
esto, en el presente estudio hablamos del oficio de los molderos, que si bien en un
principio pudiera ser equiparada con los oficios artesanales tradicionales, como los
de un panadero o los de un albañil, requiere además, de conocimientos técnicos es-
pecializados que se obtienen en las IET y asociaciones. Estos conocimientos que
hemos llamado sintéticos comienzan en instituciones académicas, y se complemen-
tan con conocimientos de otras instituciones como pueden ser las empresas o cen-
tros de I+D en la región.
Lo interesante respecto a este tipo de oficios es que en la región de Querétaro y
debido fundamentalmente al impulso de las empresas que son clientes de estos pe-
queños talleres, se ha formado un espacio que permite la transmisión y el flujo de
conocimientos en el área. El que está conformado por diversas instituciones como
proveedores, clientes, asociaciones empresariales, instituciones de I+D e incluso
competidores, que son las que certifican, socializan los conocimientos, las necesidades
151
y a veces llegan a acuerdos sobre reglas compartidas para proteger su trabajo. Pero
en donde además, la transmisión del conocimiento está ligada al flujo de las perso-
nas, que al tenerlo incorporado, se convierten en intermediarios que lo llevan de una
institución a otra, de una empresa a otra.
Las colaboraciones cercanas entre proveedores o subcontratistas con las grandes
empresas que demandan sus productos, muchas veces responden a la rotación de
estos molderos que al pasar de una gran empresa a formar su propio taller, llevan
además de los conocimientos técnicos, las rutinas, destrezas organizativas y relacio-
nales, normas y las referencias que permiten que los conocimientos tácitos se pue-
dan transformar en los moldes que las grandes empresas como Mabe o Tremec
requieren para sus procesos productivos.
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153
E
l desarrollo de nuevas tecnologías y su implementación en las organizaciones
implica procesos de transferencia, así como de aprendizaje, asimilación y
explotación de conocimientos. La telemedicina es una tecnología emergen-
te que combina Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) con tecnologías
médicas; su difusión, implementación, adaptación y explotación requiere tanto de
capacidades médicas como tecnológicas. Esta tecnología abre ventanas de oportu-
nidad para el surgimiento de empresas productoras de bienes y servicios con alto
valor agregado, pero su aprovechamiento requiere el desarrollo de capacidades de
absorción de nuevos conocimientos, así como el desarrollo de nuevas tecnologías
paralelas que complementen su desarrollo.
El desarrollo de la telemedicina inicia en la década de 1960, y a partir del despliegue
de las TIC durante 1970 se incrementa su implementación en los países en desarrollo. En
países emergentes como México, la telemedicina es una tecnología de reciente difusión
y desarrollo y ha empezado a implementarse en organizaciones médicas (hospitales) del
sistema de salud con el propósito de mejorar los servicios médicos y coadyuvar al
155
156
157
red piloto de telemedicina con el objetivo de prestar servicios a los médicos, hos-
pitales y centros de salud ubicados en zonas alejadas dentro de la provincia de
Córdoba y la Antártida. Con ello se asiste a los profesionales que actúan en dichas
áreas, generalmente jóvenes, que deben tratar con todo tipo de enfermedades, con
las limitaciones y aislamiento que impiden el acceso a consultas periódicas
con especialistas y académicos de los centros de alta especialidad (Comisión de
las Comunidades Europeas, 2008).
A pesar del actual nivel de desarrollo tecnológico, en particular de las TIC, y su
influencia en numerosos programas de telemedicina en diversos países como Esta-
dos Unidos y España, aún existen limitaciones propias de la tecnología que pueden
dificultar su implantación y funcionamiento. Una de ellas es el acceso a la banda
ancha de internet y la capacidad de los proveedores para hacer posible la plena co-
nectividad que son requisitos indispensables para el funcionamiento de la telemedi-
cina. Cuando la banda ancha sea accesible a todos, la telemedicina podrá finalmente
convertirse en un bien común de acceso universal (Comisión de las Comunidades
Europeas, 2008).
La evidencia ha mostrado que la telemedicina contribuye a derribar barreras geo-
gráficas, modificar los escenarios establecidos, motivar a las autoridades sanitarias
y a los proveedores de servicios a tomar decisiones estratégicas en beneficio de la
población marginada, ofreciendo servicios de calidad y especialidad. Ha mostrado
efectos positivos en los servicios de salud y en la formación de profesionales, ya que
los especialistas pueden capacitarse a través de esa tecnología (Chugani, Fernández,
Pedre, López y Aguilar, 2008).
De esta manera, en algunos países europeos, así como Canadá, Estados Unidos,
entre otros, se considera que a partir de la telemedicina es posible generar conoci-
miento, capacidades e innovaciones en materia de salud, así como mejorar la atención
de los pacientes y la eficiencia de los sistemas sanitarios. No obstante, las variacio-
nes entre los diferentes sistemas de salud, así como las características sociales
y culturales, conllevan a determinadas limitaciones para generalizar experiencias y
plantear soluciones.
En México, el sistema de salud enfrenta problemas que van desde una ineficiente
cobertura hasta una mala calidad en los servicios médicos. La mayoría de los recursos
de salud se concentran en las grandes ciudades y llevarlos a zonas rurales resulta
muy costoso, tanto para los hospitales y especialistas como para los usuarios. En
este sentido, las TIC plantean una parte de la solución, ya que permiten una conexión
a distancia y el intercambio de información, imagen y sonido que facilitan el acceso
a servicios de salud y educación médica.
158
159
160
161
¿?
Conocimiento
Conocimiento Transferencia Información
Información Tecnológica Tecnología
Tecnología
Tecnología
- Conocimiento previo
Capacidades
- Flujos de I+C
de
- Actividades de aprendizaje Innovación
162
1
Telemed S.A. de C.V., es una empresa del Grupo Médica Sur.
163
164
T
E
L
E
E
D
U1 UM 1 U
C
U2 UM 2 A
TELEMED C
I
Ó
N
HMGG
T
E
CICESE H2 H1 L
E
C
I
R
U
G
Í
A
165
166
2
Red de Innovación para el Desarrollo de Tecnologías Educativas en el Sector Salud.
167
capacidades tecnológicas. Pese a esto, han hecho esfuerzos importantes para apren-
der a través de la imitación y la capacitación.
Además de las capacidades mínimas de absorción de los agentes, son importan-
tes dos mecanismos de aprendizaje: los foros de discusión que realizan constante-
mente entre las áreas médicas internas y externas, y la capacitación otorgada por
Telemed, ambos han ayudado a internalizar gradualmente la telemedicina. A esto se
suman la práctica del llenado de bitácoras médicas, que permiten dar seguimiento a
los pacientes y diversas enfermedades. En este sentido, los actores que transfieren la
tecnología (Telemed y CICESE en un primer momento, y el HMGG en un segundo mo-
mento) cuentan con mecanismos de transferencia como la capacitación y el trabajo
grupal; mientras que los receptores de la tecnología cuentan con conocimiento pre-
vio, un sistema de procesamiento de información y conocimiento y actividades de
aprendizaje que permiten un incremento de su capacidad de absorción de nuevas
tecnologías.
Estas capacidades debieran expresarse en una mejora de los servicios de salud,
en un incremento en la calidad de atención y en un mejoramiento de la salud de la
población, pero estos impactos están fuera del alcance de este estudio.3 Sin embargo,
uno de los resultados de la transferencia tecnológica de la telemedicina es la tele-
educación. En esta actividad participan instituciones académicas ubicadas en el
Distrito Federal, la Universidad Panamericana y la Universidad la Salle, en tanto, las
instituciones médicas participantes son los hospitales situados en municipios de
Chiapas y Guerrero.
Estas universidades entran al proyecto por medio de las clínicas de especialidad
ubicadas en Larrainzar (Chiapas) y Tlapa (Guerreo). Ambas instituciones académi-
cas envían estudiantes a realizar su servicio social a esas clínicas y ven en la teleme-
dicina una herramienta que contribuye al desarrollo de la tecnología médica para el
beneficio de la población ubicada en comunidades lejanas.
La telemedicina permite que las necesidades médicas de la población sean iden-
tificadas por especialistas que no se encuentran físicamente cerca del paciente, per-
mite corregir diagnósticos que se realizan de manera errónea pues son revalorados
por médicos que se encuentran en un hospital de alta especialidad (HMGG, HRAEO,
HRAEB), también permite el intercambio de experiencias en la realización de diagnós-
ticos entre los médicos residentes ubicados en clínicas (hospitales de primer nivel) y
los médicos especialistas.4
Los hospitales de primer nivel atienden consulta externa, los de segundo nivel atienden consulta
4
externa y especialidades básicas, y los de tercer nivel son hospitales de alta especialidad. Entrevista
168
Conclusiones
La telemedicina es una tecnología polivalente pues a partir de ella se realizan diver-
sas actividades médicas. Por ejemplo, permite dar atención médica especializada a
distancia en tiempo real o diferido a pacientes ubicados en zonas alejadas (tele-
consulta), permite el monitoreo y seguimiento de cirugías en tiempo real o diferido
169
170
penderá en buena medida del conocimiento previo médico y técnico, de las activida-
des de aprendizaje desarrolladas (como la imitación y la capacitación), de los flujos
de información internos y externos y de la colaboración en red con otros actores para
el intercambio de experiencias. Estos actores han mostrado en diversos grados una
madurez que les permite internalizar y explotar la telemedicina para otorgar servi-
cios de salud con calidad y eficiencia en beneficio de la población de bajos recursos.
Por otro lado, al inicio el proyecto de telemedicina fue encaminado a las consultas
a distancia, pero se observó que los actores involucrados contaban con las capacidades
necesarias para llevar más allá el proyecto, logrando emplear la nueva tecnología
para realizar cirugía tele-asistida y educación médica a distancia. Este es uno de los
resultados más importantes del modelo de transferencia tecnológica de telemedicina.
Los impactos en la mejora de los servicios de salud, en un incremento en la calidad
de atención y en un mejoramiento de la salud de la población se explorarán en un
futuro proyecto.
Referencias
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Davenport, T. H. and L. Prusak (1998), Working Knowledge. How Organizations
Manage what They Know, United States, Harvard Business Scholl Press.
171
172
173
E
l sector agropecuario en México se caracteriza por una gran heterogeneidad
en cuanto a productividad y generación de valor, formas de organización de
los procesos productivos, mercados de destino, así como en el uso de insu-
mos tecnológicos y de conocimiento. A pesar de la situación general de crisis que
prevalece en el sector y de su relativa baja participación en el PIB nacional, existen
sub-sectores que sobresalen por su crecimiento e inserción en los mercados interna-
cionales, como es el caso de las frutas y hortalizas. Uno de los principales factores
de su éxito (además de las ventajas estacionales), es la introducción de cambios tec-
nológicos y organizacionales en sus sistemas de producción y comercialización. Sin
embargo, en la gran mayoría de las actividades del sector primario de México no se
ha logrado reducir la brecha que separa la generación de conocimientos y tecnolo-
gías, de su aplicación práctica para incrementar rendimientos y mejorar la calidad
de los productos.
1
El presente trabajo se fundamenta en los resultados derivados de un estudio realizado en 2009,
financiado por el Fondo Sectorial Sagarpa-Conacyt y con base en la información proporcionada por
los encargados de su gestión.
175
2
Las importaciones de alimentos en los últimos años han crecido, como en el caso del maíz, que
de 253 mil toneladas en 1990 se ha pasado a casi 11 millones de toneladas para 2010. De los totales
consumidos en el país se importa el 95% de frijol de soya, 80% de arroz, 95% de aceites, 40% de
trigo, 40% de carne de res, 85% de leche. Esto equivale a que en 2010, México gastó 25 mil millones
de dólares para importar alimentos (Nota periodística de El Informador)
3
De acuerdo con el director de la Cámara Nacional del Maíz Industrializado, mientras el maíz que
se produce en México tiene un costo de 140 dólares la tonelada, en Estados Unidos éste es de 120
dólares (incluidos los costos de impuestos y transporte).
176
177
M. Martín (2009) identifica por ejemplo la gran variedad de actores que intervienen en la cade-
4
na de valor del aguacate, y de paso caracteriza las capacidades tecnológicas de los procesadores en la
principal región productora de ese fruto.
178
tecnología en el sector agroalimentario mexicano, asimismo identifica factores de éxito y a los actores
vinculados con la generación, difusión e implementación de innovaciones.
179
agropecuario. Esto quiere decir que las universidades que son un recurso
potencial significativo para la innovación agrícola, han subutilizado su capa-
cidad de contribución a tales fines.
c) Organizaciones de productores. Son pocas las organizaciones que forman
parte de una nueva generación orientada hacia el mercado y el incremento de
la productividad en el sector. Dado que muchos pequeños productores dependen
de los subsidios públicos para la obtención de insumos, las organizaciones de
productores se dedican principalmente a la gestión de los mismos, de crédi-
tos, así como la gestión de los canales de distribución de sus productos. Son
pocas las organizaciones de productores volcadas a la gestión de recursos
tecnológicos para sus afiliados.
d) Proveedores privados de conocimientos y tecnologías. Los proveedores pri-
vados de conocimientos y tecnologías, motivados por las ganancias, brindan
servicios a los productores, empresas e industrias que requieren (e invierten
en) innovación y que no encuentran una fuente apropiada ni efectiva en los
sectores universitario y público. Los productos provistos por el sector privado
incluyen semillas, tejidos vegetales, semen y embriones, equipo, agroquími-
cos y bio-fertilizantes entre otros. Entre los servicios se cuentan sistemas de
control de calidad, análisis de laboratorio, certificación para la exportación y
almacenamiento bajo condiciones controladas. Aquí, se puede distinguir entre
generadores privados de innovación y vendedores privados de innovaciones,
creadas en otra parte.
e) Productores y pequeños procesadores. Los productores de pequeña escala
dependen muchas veces del conocimiento local. En otros casos, los produc-
tores y las pequeñas empresas procesadoras copian de otros, mejoran sus
negocios a base de prueba y error, o desarrollan soluciones sin apoyo exter-
no. Tales esfuerzos endógenos para desarrollar conocimiento y tecnología
parecen ser esporádicos y limitados por la falta de espíritu emprendedor y de
recursos financieros y, en consecuencia, se quedan cortas para proveer solu-
ciones capaces de competir en los ambientes internacionales.
f) Proveedores de insumos agrícolas y agroindustriales. Los insumos para la
producción y el procesamiento agrícola— semillas, fertilizantes, plaguicidas
o maquinaria —son abastecidos usualmente por empresas nacionales o
multinacionales. Para vender su producto, estas empresas diseminan conoci-
miento sobre el uso apropiado de las tecnologías e incluso crean campañas de
mercadeo que promueven paquetes tecnológicos más amplios. En el sector
de semillas, la mayoría de las iniciativas privadas se orientan hacia híbridos
comerciales de cultivos como soya o maíz, y no a semillas de fácil reproduc-
180
ción, como los granos de polinización abierta. Por otro lado, las empresas de
agro negocios que transforman productos primarios en productos alimentarios
de mayor conveniencia para el consumidor, están particularmente interesadas
en la adquisición de grandes cantidades de materia prima de calidad alta y
consistente. Para tal fin ellas informan a los productores acerca de buenas
prácticas agrícolas y algunas veces establecen con ellos relaciones de produc-
ción por contrato.
g) Instituciones dedicadas a la gestión de la innovación: Fundaciones Produce y
la Coordinadora Nacional de Fundaciones Produce (Cofrupo). Estas institu-
ciones detectan la demanda y establecen el vínculo entre los productores y
los organismos que genera conocimiento.
181
6
La agricultura de precisión es un concepto agronómico de gestión de parcelas agrícolas, basado
en la existencia de variabilidad en campo. Requiere el uso de las tecnologías de Sistemas de Posicio-
namiento Global (GPS), sensores, satélites e imágenes aéreas junto con Sistemas de Información Geo-
gráfico (SIG) para estimar, evaluar y entender dichas variaciones. La información recolectada puede
ser usada para evaluar con mayor precisión la densidad óptima de siembra, estimar fertilizantes y
otras entradas necesarias, y predecir con más exactitud la producción de los cultivos.
182
Capacidad de
Aspecto a producción Insumo
evaluar Generador (superficie para Generación Grado de
de divisas sembrada y cadenas de empleo tecnificación
Productos cosechada, valor de valor
agregado)
Maíz x x x
Sorgo x x x
Trigo x x
Café x x
Frijol x x
Jitomate x x x x
Continúa...
183
...continuación
Chile x x x x
Cebolla x x
Papa x x x
Naranja x x x x
Plátano x x x
Limón x x
Mango x x x
Aguacate x x x x
Bovinos x x x
Porcinos x x x
Aves (incluye
huevo)
x x x
Leche x x x
Camarón x x
Fuente: elaboración propia con base en diversas estadísticas y estudios del sector agropecuario.
184
185
fresco, alcanza 34.5% del valor mundial de las exportaciones. Anualmente se produ-
cen 1.5 millones de toneladas en México, lo que hace que el país sea el tercer
productor de mango en el ámbito mundial. Genera 150 mil empleos directos durante
la temporada de exportación.
Aguacate. Genera 47 mil empleos directos, 70 mil empleos estacionales y 187
mil empleos indirectos permanentes. México es el primer productor a nivel mundial
con 36.8% del total y es también el principal país exportador de aguacate del mundo.
Por otro lado, las exportaciones agropecuarias están concentradas en pocos pro-
ductos: 11 productos participan con 78% del total de las exportaciones agropecuarias
(jitomate, pimiento morrón, aguacate, bovino en pie, pepinos, calabacita, café en
grano, limón persa, cebollas, sandía, uvas de mesa). Solamente tres productos repre-
sentan 39% de las exportaciones agropecuarias: jitomate, pimiento morrón y ganado
bovino en pie.
conacyt.mx
186
Para algunos proyectos sólo se contó con los reportes técnicos, pero en otros se
tuvo acceso a datos más completos disponibles en el paquete de documentos entrega-
dos, por ejemplo: manuales, tesis, artículos publicados, documentos de registros de
patentes, folletos de divulgación, entre otros. De igual manera, para 83 proyectos se
contó con fichas técnicas de seguimiento gestionadas por Conacyt, que mediante un
formato sintetizado ofrecen información concreta acerca de los proyectos en rubros
tales como la demanda atendida, el componente tecnológico del proyecto, los resulta-
dos y el impacto.
187
188
Porcentaje por
Número de Porcentaje de Grado de
Categoría grado de innova-
productos productos % innovación
ción %
Patentes 8 3.7
Procesos de produc-
5 2.3 Alto 16.5
ción nuevos
Productos nuevos 23 10.6
Procesos de produc-
13 6.0
ción mejorados
Productos mejorados 2 0.9
Prototipos 15 6.9 Medio 35.8
Manuales, planes y
19 8.7
programas
Metodologías 29 13.3
Protocolos 7 3.2
Bajo 47.7
Estudios 97 44.5
Total 218 100.0 100.0
Fuente: elaboración propia
Por su parte las categorías con un grado de innovación medio representan en con-
junto 35.8% del total, 6% de resultados corresponde a “Procesos de producción mejo-
rados” donde se incluyen aquellos procesos con aplicación industrial que implican
esfuerzos tecnológicos de adaptación y asimilación por parte del usuario. Por otro
lado, únicamente se registraron dos casos en los que se desarrollaron cambios en tec-
nologías ya existentes obteniéndose mejoras, pero sin alterar significativamente sus
características fundamentales por lo que se consideran “Productos mejorados”.
Resalta la categoría “Prototipos” con un porcentaje de 6.9% que incluye aquellos
desarrollos que se encuentran en etapa de verificación de factibilidad que definirá la
posibilidad de su posterior escalamiento a nivel industrial. En otras palabras repre-
sentan el diseño de un proceso o producto que facilita la exploración y pruebas para
su posterior explotación comercial.
Asimismo 8.7% de la producción de transferibles pertenece a la categoría “Ma-
nuales, planes y programas” en los que se encuentran recomendaciones o lineamien-
tos concretos enfocados a la solución o tratamiento de las problemáticas abordadas
en los proyectos. Ejemplos de lo anterior son: programas de política pública, manua-
les de procedimientos operativos, planes de manejo y aprovechamiento, etcétera.
189
190
Como vemos, sólo en 3.7% de los casos se logró detectar algún mecanismo con alto
potencial de transferencia. Sólo en cuatro proyectos se pone de manifiesto la existencia
de procesos formales de transferencia de tecnológica y donde se contempla la vía para
realizarla. Con ello se favorece la asimilación de los componentes tácitos asociados
a cualquier paquete tecnológico que resultan difíciles de transferir, pero que son
determinantes para el adecuado desempeño de la tecnología en cuestión.
191
192
tencial de transferencia medio, pero existen 13 en los que no se hace mención acerca
de la manera en la que se pretenden transferir a usuarios del sector.
En la categoría de proyectos con alto potencial de transferencia, encontramos
un proyecto que culminó con un proceso mejorado y otro que desarrolló un pro-
totipo. En estos dos casos, la denominación de “alto potencial” se relaciona con
la capacidad de él o los investigadores de involucrar al usuario susceptible de
adquirir el resultado, o incluso haber defi nido los términos específicos de la
transferencia de acuerdo con los informes analizados Por otro lado, en la catego-
ría “Estudios” se agrupa la mayor cantidad de resultados con bajo o medio
potencial de transferencia.
Si bien la evidencia presentada nos alerta sobre la falta de mecanismos propi-
cios para difundir los diversos resultados obtenidos, consideramos que en parte es
un reflejo de las características operativas del Fondo, ya que a pesar de que en las
convocatorias y términos de referencia se deja entrever la importancia de que en
las solicitudes de proyectos se definan los mecanismos de interacción con usua-
rios, no existen criterios formales para supeditar los apoyos a la existencia de los
mismos.
Potencial del
mecanismo
Alto Medio Bajo Ninguno* Total
Producto
transferible
Patentes 3 2 1 2 8
Grado de inno- Procesos de Producción
3 1 1 5
vación alto nuevos
Productos nuevos 2 9 3 9 23
Procesos de Producción
1 6 2 4 13
mejorados
Productos mejorados 2 2
Grado de inno-
Prototipos 1 6 8 15
vación medio
Manuales, planes y pro-
9 2 8 19
gramas
Metodologías 1 11 5 12 29
Continúa...
193
...continuación
Grado de inno- Protocolos 2 2 3 7
vación bajo Estudios 19 11 67 97
Total 8 69 27 114 218
Fuente: elaboración propia.
*Esta columna refleja la mitad de proyectos analizados en los que no se identifican mecanismos de
transferencia de resultados.
Grado-Potencial
Alto- Alto- Medio- Medio- Producto relevante
Cadena Total
Alto medio Alto Medio para el sector
Prioritaria
Aves domésticas 2 2 Sí
Bovinos 1 2 6 9 Sí
Café 1 1 Sí
Calamar 1 1 No
194
Camarón 4 4 Sí
Caña de azúcar 1 1 1 3 Sí
Caracol Rosado 1 1 2 No
Chile 1 1 2 Sí
Cítricos 1 1 2 Sí
Coco 2 2 No
Frijol 1 1 2 Sí
Garbanzo 1 1 No
Maíz 2 1 2 5 Sí
Mango 1 1 2 Sí
Ornamentales 2 2 No
Otros 1 3 4 No
Ovinos 1 3 4 No
Pejelagarto 1 1 No
Pescado Blanco 1 1 No
Plátano 1 1 Sí
Porcinos 1 1 2 Sí
Trigo 1 1 2 Sí
Trucha 1 1 No
Total 5 14 3 34 56
Fuente: elaboración propia.
Reflexiones finales
El análisis realizado permitió identificar una serie de proyectos que de acuerdo a los
resultados obtenidos, se presentan como casos en los que se podría incrementar el
195
196
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Páginas electrónicas
Información disponible en http://www.banxico.org.mx, consultado el 2 de mayo
de 2009.
198
199
L
a dinámica económica actual está llevando a los territorios rurales y sus ac-
tores a buscar estrategias de respuestas que eviten su exclusión de tales es-
cenarios y a la vez enfrentar la amenaza del comercio internacional. Una de
las estrategias ha sido el conocimiento local, sea éste tácito o codificado. En este
sentido, el presente estudio tiene como objetivo construir un índice para medir el
impacto a nivel local y su ventaja en el comercio que pueda tener un bien o producto.
A tal efecto, se consideró pertinente el análisis del cultivo de la calabacita. Cultivo
que pertenece al grupo hortícola y de importancia económica para los municipios
productores de hortalizas del estado de Puebla.
En México la apertura comercial, a partir de 1994 con el Tratado de Libre Co-
mercio de América del Norte (TLCAN), posibilitó que una parte de los sistemas agro-
productivos se insertaran en la dinámica económica global hecho que mejoró las
condiciones de existencia de éstos. Uno de los sistemas de mayor éxito ha sido el
hortícola (Acosta, Lugo y Avendaño, 2001; Villa, Inzunza y Catalán, 2001; Zorrilla,
2003; Lara, 2008; Macías, 2008; Avendaño, 2008; Avendaño y Acosta, 2009) que
debido a unas condiciones agroecológicas idóneas permitieron el despunte de una
agricultura altamente modernizada en términos de incorporación de tecnología, or-
ganización y distribución.
La importancia de las hortalizas en el comercio agropecuario y la balanza comer-
cial de México es incuestionable (Gobierno de la Ciudad de México, 2009; Avendaño
y Acosta, 2009). Continuamente ha crecido la participación de las hortalizas en las
exportaciones totales de productos agrícolas, de 35% en 1995 a más de 45% en el 2009.
203
Marco analítico
La etnocompetitividad
El concepto de etnocompetitividad ha sido considerado inicialmente como dinámico
y flexible, integra procesos relacionales de sistemas organizados y su rasgo principal
204
205
206
(Nelson, 1968; Nelson y Winter, 1977; Iwai, 1984). El debate de los autores previos
ha contribuido sin duda alguna a tener una mejor compresión sobre la innovación,
pero el mismo se considera insuficiente a la luz de la emergencia de nuevos elemen-
tos, uno de ellos es el conocimiento. Partiendo del conocimiento Morgan (1997)
entre otros autores, desarrolla un modelo con base en el conocimiento, el cual cons-
tituirá el cuarto enfoque y objeto de interés del presente estudio.
De acuerdo a Morgan (1997) en el modelo de desarrollo actual el conocimiento
es el más importante recurso estratégico, por lo que las dinámicas de aprendizaje
asociadas se convierten en procesos fundamentales. Partiendo de que la innovación
es entendida como la capacidad de generar e incorporar conocimientos.
La innovación condiciona así la forma de inserción de territorios en un espacio
mundial, desequilibrado y cambiante, en el que se contraponen áreas innovadoras,
capaces de responder con éxito a las transformaciones territoriales. La innovación
se convierte de este modo en un importante factor que condiciona no sólo el dina-
mismo económico, sino también el desarrollo territorial. Pero también es importan-
te reconocer que es altamente dependiente de las redes sociales que se establecen en
un territorio (Caravaca, González y Silva, 2005; Dosi, Marengo y Pasquali, 2007).
De acuerdo con Lugo (2011) la dinámica de los actores sociales del mundo rural
por la influencia de la lógica global, los procesos relacionales están cada vez más
presentes. La incorporación analítica de los procesos relacionales posibilita una
fuente de respuesta y crítica reflexiva que permite entrar en lo fino de un problema.
La elusión de las relaciones sociales supone ignorar el carácter social de los agen-
tes económicos, es decir, del comportamiento humano, que constituye la base de los
sistemas económicos al nivel más micro. Sin embargo, la realidad nos enseña que
todos los agentes económicos son actores sociales que adoptan sus decisiones inmer-
sas en una red de relaciones sociales que proporciona oportunidades, pero también
restricciones, dependiendo de cuál sea la posición que ocupen en ella (Semitiel y
Noguera, 2004). En este sentido, conviene destacar la conexión establecida por Gra-
novetter (1973) entre la economía y la sociología con el concepto embeddedness.
Caravaca, González y Silva (2005) consideran que las innovaciones y la dinami-
zación de los territorios, resultan imprescindibles a las redes desarrolladas entre los
distintos actores sociales de un sistema productivo local debido a que estimulan los
procesos de cooperación, aprendizaje colectivo e innovación. Los vínculos que se
desarrollan entre los actores se sustentan en la proximidad geográfica y cultural, en
la existencia de un clima de confianza mutua y en el desarrollo de sentimientos de
identidad colectiva. Por otra parte, también señalan con referencia a las propiedades
de las redes, diferenciar al menos entre las de carácter reactivo, que surgen ante la
207
Los mercados
Un mercado se refiere a una situación teórica o ideal de transacciones entre catego-
rías abstractas de proveedores y solicitantes, representa una institución que incide en
el comportamiento de los precios y las cantidades, así como a la retribución de be-
neficios a productores y a vendedores (Seele, Tyrakowski y Wolf, 1983; Diskin y
Cook, 1989).
Los acuerdos regionales de libre comercio y/o de cooperación económica como
el TLCAN, La Unión Europea, Mercosur, La Asociación de Naciones del Sudeste
Asiático (ASEAN) y La Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), son
una característica distintiva de la economía mundial actual. Son formas de organi-
zación que responden a la globalización mediante la cual los países se unen para
protegerse coordinadamente frente a otras regiones. Se permite así que la competen-
cia en su interior fortalezca su capacidad competitiva, creando comercio y acceso a
un mercado más grande (Avendaño y Acosta, 2009).
México se inscribe en dicha dinámica, a finales de la década de los noventa era
uno de los países más abiertos en términos comerciales. De acuerdo con Villareal y
Ramos de Villareal (2001) estableció 31 acuerdos de libre comercio con países de
tres continentes y su índice de apertura al exterior fue del 70 por ciento.
Lo anterior, ha posibilitado la emergencia del comercio internacional, en particu-
lar para el sector hortícola. Un ejemplo documentado es el cultivo del cebollín que
de acuerdo con Acosta, Lugo y Avendaño (2001) ocupa una posición privilegiada
debido a las ventajas por la cercanía con su principal mercado, el estadounidense, y
la disponibilidad de mano de obra, lo cual se manifiesta en una alta competitividad
internacional. El mercado del cebollín se puede considerar maduro. Su producción
ha alcanzado un notable crecimiento basado en la incorporación continua de inno-
vaciones tecnológicas al proceso productivo. Es así que en la actualidad ese producto
se enfrenta a un mercado que ha llegado a su plenitud, pues su función de oferta se
caracteriza por una elasticidad-precio negativa. El mercado del cebollín se asemeja
208
Síntesis e interpretación
El concepto de etnocompetitividad representa la permanencia y dinamismo a que
son objeto los territorios rurales por parte de los actores sociales, la integración de
procesos innovativos y redes sociales articulados por el conocimiento; permitiendo
mantener una estrategia de reproducción con elementos culturales externos mez-
clados a una dinámica socioeconómica propia para competir en el mercado. Lo
que indica que el conocimiento es el mecanismo principal de todo mercado, aseve-
ración que es compartida con Potts (2003). Este autor señala que un mercado es un
mecanismo cerrado que computa información, o es un proceso de mecanismos
abiertos que reestructura el conocimiento, las dos cosas son verdaderas pero sólo la
última es evolutiva ya que supone que los mercados si coordinan la asignación
de productos computando la información en una estructura de incentivos; además de
ser espacios donde el conocimiento existente se coordina y donde el nuevo conoci-
miento se pone a prueba.
Hablamos entonces de que el conocimiento no sólo es la clave en los procesos
innovativos sino también en la soluciones de mercados debido a que está en cons-
tante evolución siendo continuamente re-valorizado y adaptado. Este último tiene
un poder explicativo importante, si se considera en forma amplia con el objeto de
estudiar los procesos, en una población que interactúa con su entorno; de ahí la
importancia del concepto de etnocompetitividad.
Materiales y métodos
La investigación tuvo lugar en Acatzingo, municipio integrado al Valle de Tepea-
ca que se encuentra al centro del estado de Puebla (figura 1) ubicado geográficamente
a 18º 58’ Norte y 97º 46’ Oeste; el clima según Holdridge (1978) es templado sub-
húmedo con lluvias en verano, temperatura media anual 19.5 ºC y precipitación
209
media 788.3 mm. Tiene una extensión territorial 12 500 hectáreas, de las cuales
70.6% es superficie agrícola aprovechable, la población económicamente activa
( PEA) del sector primario es de 4.901 (Rappo y Vázquez, 2006).
2122000
212000 W E
— — — —
Estado
S
Puebla
2109000
2109000
—
Villanueva
2106000
2106000
Carmen Serdán
—
S a n S . Te t e l e s
2103000
2103000
Principales localidades
—
1127
1128-2307
2308-6427
6428-23793
Curvas nivel municipio
210000
2100000
—
2200
Acatzingo
2200-2400
2400-2600
Elevación Acatzingo
2087000
2097000
2301-2400
— —
2401-2500
S. M. Actipan
1 0 1 Kilometers Acatzingo
210
211
IE = f (Xa , X b , Xc , Xd)
El índice de etnocompetitividad (IE) está dado por una relación simple que se
establece en dos planos de diferente alcance geográfico: micro-macro. En el primer
caso se ubican los valores de la producción a nivel local-regional, mientras que en el
segundo se consideran los valores de la producción a nivel estatal-nacional.
Los valores de la producción en ambos casos van a estar dados en una tempora-
lidad fi nita, lo que implica sumar y promediar serie de valores. La temporalidad
de la serie de valores va a estar dada por el investigador de acuerdo a los objetivos de
su estudio.
donde,
212
donde,
IE = Índice de etnocompetitividad
Xa = Valor de la producción del cultivo a nivel municipal
Xb = Valor de la producción del cultivo a nivel regional exceptuando el municipio de estudio (Xa)
Xc = Valor de la producción del cultivo a nivel estatal
Xd = Valor de la producción del cultivo a nivel nacional exceptuando el estado de estudio (X b)
Si IE tiende a cero (0) Indica que el cultivo tiene desventajas etnocompetitivas a nivel regional, eviden-
ciando un bajo nivel de adopción de innovación tecnológica y la predominancia de
vínculos fuertes que en consecuencia promueven una baja participación en los mer-
cados.
Si IE tiende a uno (1) Indica que el cultivo tiene ventajas etnocompetitivas a nivel regional, evidenciando
un buen nivel de adopción de innovación tecnológica y la predominancia de vínculos
débiles que en consecuencias promueven una buena participación en los mercados.
Resultados y discusión
En Acatzingo la producción hortícola es diversificada, con alrededor de 18 cultivos
(OEIDRUS, 2009). El sistema productivo hortícola está integrado por tres componen-
tes: el proceso productivo agrícola, los bienes y servicios para la producción y la
comercialización. En el primero, se identifican pequeños productores que tienen una
213
edad entre 30 y 65 años, con un promedio de 3.5 hectáreas por unidad productiva
(Ramírez, 2009). Entre los elementos que integran la unidad, destacan: la propiedad
de la tierra, el conocimiento local, la fuerza laboral y recursos económicos, que les
permite cierta autonomía referente a qué, cuándo, cómo y cuánto producir. La acti-
vidad hortícola descansa en la familia y la contratación de fuerza de trabajo (Lugo,
Ramírez, Méndez y Peña, 2010). En el segundo componente, se identifican diversos
actores sociales: casas comerciales, viveros, despachos de certificación sanitaria,
organizaciones gubernamentales, la mayoría de los actores mencionados se ubican
muy cerca de los centros de producción, cuentan con capital y cierto nivel de espe-
cialización lo que les permite atender la demanda en servicios y bienes. Por último
está el componente de la comercialización que agrupa dos tipos de capital: el comer-
cial1 con intermediarios locales y el empresarial2 con empacadoras y exportadoras,
así como cadenas de comercio, tales como Soriana, Wal-Mart y Chedraui (Lugo,
Ramírez, Méndez y Peña, 2010).
1
El capital comercial es aquel que permite soportar las transacciones de compra-venta de produc-
tos sin realizar inversión.
2
El capital empresarial no sólo soporta las operaciones de compra-venta de productos sino que
también se emplea para realizar inversiones (infraestructura, tecnología, transporte).
214
215
216
sus partes tiene otros lazos fuertes, lo que es poco probable en un sistema social de
cualquier tamaño. Los lazos débiles no sufren tanta restricción, aunque ciertamente
no son automáticamente puentes. Lo que es importante, más bien, es que todos los
puentes son lazos débiles. De acuerdo a Monge y Hartwich (2008) los actores que
establecen lazos débiles usualmente son adaptadores tempranos de la innovación.
Lo anterior, ha permitido que los pequeños productores hortícolas paulatinamen-
te adopten elementos culturales externos que le permiten mejorar su proceso
productivo e insertarse en la dinámica de esos mercados. Es así, como el proceso pro-
ductivo del sistema hortícola del municipio de Acatzingo, los pequeños productores
han integrado conocimiento tradicional con conocimiento codificado permitiéndole
conformar una etnocompetitividad funcional.
Por otra parte, otros productores recurren a nuevos productos que mejoran la
eficiencia fisiológica de la planta hortícola y por ende, la calidad de sus cosechas,
además de que bajan sus costos de producción. En el primer caso, se encuentra la
empresa Valagro, que compra a una empresa italiana sus productos. Esta empresa
tiene dos sucursales en México: Monterrey y Puebla, en esta última tiene menos de
cinco años que inició operaciones, proporciona un conjunto de productos bioestimu-
lantes y nutricionales; estos productos son elaborados a base de aminoácidos y
actúan de manera sistémica en la raíz, tallo y hojas mejorando sus capacidades indi-
viduales y potenciando la calidad de la parte comercial de la planta tratada. Otra
empresa es Nitromex, tiene varios años en la región y en los últimos tres años ha
comercializado un producto denominado “Multicote” es un producto alternativo a
los fertilizantes, su multifuncionalidad le permite al productor reducir costos de
producción hasta en 70 por ciento.
Otro aspecto de relevancia en el manejo agronómico del cultivo de la calabacita
es el conocimiento que tiene el pequeño productor sobre la preparación de sus tie-
rras, un ejemplo de lo señalado es la siembra en terrazas y la nivelación por curvas
de nivel que les permite un uso eficiente del recurso hídrico. Por otra parte, el tama-
ño y la topografía irregular de sus predios, le ha permitido conservar el uso de la
yunta apoyada en ganadería bovina y equina que es una herramienta tradicional que
le permite abaratar los costos de producción. De este hecho se han percatado las
casas comercializadoras de maquinarias e implementos agrícolas y han comenzan-
do a introducir en la zona una línea de tractores de fabricación china utilitarios y
funcionales como potencial sustituto de la yunta. En este contexto, el pequeño
productor de calabacita ha venido construyendo un sistema productivo altamente
competitivo construido históricamente y configurando el territorio a través de rela-
ciones y redes sociales (Lugo, Ramírez, Navarro y Estrella, 2010).
217
Los resultados del estudio permiten constatar que el cultivo de la calabacita es ob-
jeto de innovaciones tecnológicas y procesos relacionales de intensidad diferenciada;
elementos que conducen al pequeño productor a insertarse en una diversidad de mer-
cados. La sinergia de los elementos mencionados deriva en un enriquecimiento del
conocimiento (tácito y codificado) del pequeño productor. Es ésta regularidad; enten-
dida como la capacidad que tiene un productor para adoptar mejoras internas y externas
y proyectarlas en términos mercantiles así como su reserva relacional adquirida histó-
ricamente por el territorio que aplica en muchos cultivos hortícolas, la que invita a
elaborar un modelo que la precise y la exprese numéricamente.
218
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de OEIDRUS (2009) y SIAP (2009).
Conclusiones
Se construyó e instrumentó un índice de etnocompetitividad aplicado al caso con-
creto de la calabacita en el municipio de Acatzingo, el índice permitió inferir en el
potencial etnocompetitivo del cultivo, además de que resultó ser un cultivo altamen-
te competitivo. La adopción de innovaciones tecnológicas transferidas a través de
redes, ha consolidado la posición del cultivo en los mercados regional-nacional y ha
posibilitado una potencial incursión en el mercado estadounidense. Estos elementos,
apropiados por los pequeños productores, son de relevancia en el funcionamiento de
un sistema productivo agrícola ya que propician transformaciones en los territorios
rurales.
En este sentido, el análisis del cultivo sugiere una importancia creciente a nivel
municipal, aspecto valorado no sólo por el incremento de la superficie de siembra,
sino porque representa una estrategia de reproducción para los pequeños producto-
res que les permite capitalizarse, situación que aprovechan para ensayar y explorar
otros mercados.
Partiendo de la consideración de que los pequeños productores hortícolas pau-
latinamente adoptan elementos culturales externos que les permiten mejorar su
proceso productivo e insertarse en la dinámica de esos mercados, es así como en
219
Referencias
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Zorrilla, L. (2003), “El sector rural mexicano a fines del siglo XX”, Comercio Exterior,
53 (1), pp. 74-86.
224
N
o obstante que la industria del molde es una industria intensamente globali-
zada, no se ha desarrollado en México ―como podría esperarse― de acuer-
do al tamaño de su economía, su grado de industrialización y los recursos
humanos con los que cuenta. A la fecha México muestra niveles de importación de
moldes mucho más altos que otros países con igual o menores niveles de industriali-
zación. México importó arriba de cuatro veces más que Turquía y Malasia en 2009,
sin embargo, exportó casi 15 millones de dólares menos que el primero y casi 26
millones de dólares menos que el segundo (International Trade Center, 2011). Méxi-
co importa tanto moldes de Estados Unidos y Canadá, como de países europeos, así
como de países asiáticos, destacadamente Corea y China; aproximadamente 43% de
los moldes importados por México en 2009 eran de Estados Unidos, 9% de Repúbli-
ca de Corea, 9.3% Canadá, 8.4% de China y 7.9% Japón. Italia y Alemania aportaron
4.9% y 4.4% del total de moldes importados por México en ese mismo año (Inter-
national Trade Center, 2011). El origen de los moldes nos indica que el mercado
1
Este capítulo es parte de los resultados del proyecto Conacyt Ciencia Básica CB-2007-01 “Redes
Dinámicas de innovación: su impacto regional en el centro del país” Responsable Carmen Bueno,
Universidad Iberoamericana.
2
Quiero agradecer a Joanna Felix becaria del proyecto “Redes Dinámicas de Innovación” Cona-
cyt por su ayuda en la recolección y análisis de estadísticas del sector y por la revisión de este trabajo.
225
3
El índice de localización mide la proporción de empleos en una industria dada en la región de
estudio frente al nacional.
4
Por cluster entendemos “un grupo de firmas, negocios e instituciones que se colocalizan geográ-
ficamente in una región específica y que encuentran ventajas económicas a través de esta colocaliza-
ción” (von Hofe y Chen 2006: 21). Preferimos esta definición a la de Porter y Cantwell (2004) ya que
es más incluyente de diferentes realidades de aglomeración.
226
5
De acuerdo con el estudio de De Fuentes y Ampudia (2009). La ciudad de Querétaro presenta
aspectos que indican la posibilidad de la existencia de un cluster ya que registran la colocalización de
empresas en sectores conectados, presencia de organizaciones gubernamentales, federales y estata-
les, así como organizaciones privadas vinculadas a las manufacturas en la localidad. En particular la
existencia de ramas industriales con potencial vinculación como lo son: Partes y sistemas de transmi-
sión, aparatos de línea blanca, otras partes de vehículos automotores, equipo eléctrico y electrónico
para vehículos automotores, maquinado de piezas metálicas, partes de sistemas de frenos. Cabe seña-
lar que estas ramas son consumidoras de moldes
227
228
6
Para una descripción de la complejidad técnica del diseño de cualquier molde, la información
está disponible en http://www.custompartnet.com/wu/InjectionMolding; consultada el 10 de febrero
del 2011.
229
Tendencias internacionales
En las estadísticas y reportes de asociaciones internacionales es difícil separar la
producción de moldes y la producción de troqueles (My T), ambas industrias se les
considera productoras de herramientas y comparten la naturaleza de demandas in-
dividuales. En esta sección nos referiremos a datos que conjuntan ambas industrias
y, en algunos casos, también de herramentales8. Los países que tradicionalmente se
han caracterizado por ser productores de My T son Estados Unidos, Japón y Alema-
7
Para fabricar moldes de alta precisión y o con funciones especiales, se requiere de cierto tipo de
acero (varían de grado, tamaño y figuras geométricas).
8
En algunos casos, los datos que se presentan hacen referencia a moldes, troqueles y herramientas
especiales, mismas que se referirán como MTH. Las herramientas especiales (o herramentales) son
básicas para la producción de moldes. Incluyen, entre otras, a máquinas para taladrar, perforar y
transformar el metal necesarias para producir los moldes. Por la estrecha relación que guardan esas
230
nia. Sin embargo, algunos países asiáticos han comenzado a mostrar crecimiento
acelerado en su producción, incluso desplazando en algunos mercados a países que
antes mostraban mayor presencia en el mercado global. A su vez, estos cambios han
obedecido a una serie de factores entre los que cabe mencionar a la relocalización
de la manufactura de diversas industrias consumidoras de moldes a países de bajo
costo (especialmente a Asia). Asimismo, la transferencia de información y conocimiento
a partir de las tecnologías de la información, la digitalización y la automatización
de procesos han facilitado en cierto grado que la producción de moldes sencillos
puedan ser fabricados en diversos países.
En este escenario, y de acuerdo a datos de 2005, los principales productores de
MTH a nivel mundial eran Japón, Estados Unidos, la Unión Europea (UE en adelan-
te) y China. De acuerdo a estos datos, Japón y Estados Unidos participaron con
20% cada uno en la demanda mundial de MTH; la UE con 16% y China con 11%
(Beira, 2008).
Para efecto de análisis, se pueden identificar tres grandes regiones productoras y
consumidoras: 1) Norteamérica (Estados Unidos, Canadá y México); 2) Europa
(Alemania, Francia, Italia, España, Portugal dentro de la UE y Suiza) y 3) Asia (Ja-
pón, China, Corea, Tailandia, Taiwán, Malasia, Singapur e India) (Beira y Menezes,
2006). Cada una de las regiones muestra diferentes grados de intensidad en sus re-
laciones comerciales, grados de especialización y calidad en sus productos.
Los países de Europa del Este han incrementado su participación en la produc-
ción de MyT, especialmente como outsourcing de los grandes países productores de
la UE (GBPC 2002); sin embargo su participación en el mercado internacional es aún
marginal.9 No obstante, el incremento de su participación ha contribuido a una ma-
yor dispersión de la industria en Europa, especialmente a partir de la incorporación
de nuevos países a la UE mediante lo cual compiten con países de menor desarrollo
en la región. La UE se caracteriza por tener una mayor porción de comercio interno
(entre países miembro) que exportaciones al exterior.
México se caracteriza por ser un país importador de M y T y se ha conformado
en los últimos años como el primer mercado de consumo de M y T estadouniden-
ses. México es el octavo destino de las exportaciones de moldes industriales de
tres industrias, en muchos reportes de industria, artículos y asociaciones se reportan datos en torno a
las tres, razón por la cual son retomados en este trabajo.
9
En 2009 los países de Europa del Este que forman parte de la UE 27 aportaron en conjunto
aproximadamente 5% del total de producción de moldes de la Unión Europea, en cambio los cinco
principales productores de moldes de la UE 27 en conjunto concentró 83.7% de la producción de mol-
des (Eurostat, 2011).
231
Portugal (Beira, 2006) y el tercer país que más importa moldes industriales a
nivel internacional, concentrando el 9.56% del total de importaciones mundiales
en este sector (International Trade Center, 2011). En el caso de Asia, Japón es
uno de los principales productores de MTH de alta precisión a nivel global, ade-
más de que cuenta con un sector automotriz desarrollado. Sin embargo, China y
otros países como Corea y Taiwán han incrementado su participación de manera
acelerada en este mercado, algunos de ellos elevando su categoría de países im-
portadores a países exportadores. Caracterizada por ser una región de produc-
ción de bajo costo y de moldes y troqueles de baja complejidad, han mostrado en
los últimos años su capacidad de producir M y T de mediana precisión, posicio-
nándose cada vez más como industrias competitivas.
La mayoría de la producción de moldes está vinculada a la industria automo-
triz, que establece los estándares de producción, tiempo, calidad, condiciones de
pago y uso de tecnologías. La nueva tecnología en producción de moldes va en la
dirección de reducir errores humanos, disminuir la necesidad de uso de prototipos
y de pruebas. Las automotrices tienden a usar moldes de su propio país, de aquí
que uno de los problemas de Canadá es que la penetración de productores no nor-
teamericanos no se ha traducido a una demanda de moldes canadienses. La misma
situación se presenta con la industria automotriz japonesa en Estados Unidos
(GBPC, 2002; ITA, 2009).
En cuanto a los patrones geográficos subnacionales, la industria del molde tiende
a ubicarse cerca de los mercados consumidores de estos productos. El principal mer-
cado es el automotriz que genera aglomeración de firmas de moldes a su alrededor.
Esta aglomeración responde en parte por evolución histórica de localización y en
parte por la preferencia de productores por abastecedores locales, lo que facilita las
pruebas de las piezas, mantenimiento y reparación. Otras especializaciones indus-
triales también generan concentración de empresas de moldes tales como: industria
aeroespacial, electrodomésticos, petrolera, entre otras. La relocalización de produc-
ción en la industria automotriz, y otras que demandan moldes, afecta la demanda
local de los lugares en donde se encontraba y supone un aumento de la demanda
local a donde se dirige.
232
233
Tecnología
proveedores Productor
de moldes
Otras empresas
Trabajadores Automotriz,
Otros Electrodomésticos,
productores otros
Empresas de
Nuevos ex- de moldes
trabajadores trabajadores
capacitados en
otras empresas Compra Venta de
de servicios
servicios
234
235
Una particularidad de los moldes es que ya que son piezas únicas, la comunica-
ción entre cliente y productor es muy estrecha y en algunos casos compleja. No
obstante lo anterior, es posible también que en casos particulares la complejidad de
la transacción se reduzca ya que no se pide diseñar un nuevo molde o por que la
transacción se limite a la reparación de uno existente. Cuando el molde es nuevo, la
complejidad de fabricar el molde implica una transferencia continua de información
con el cliente. Cada molde en este sentido representa un problema nuevo que requie-
re de la aplicación de experiencia e imaginación. Este sería un extremo, el moldero
ofrece la capacidad de diseño, el proceso integral de concepción, diseño, manufac-
tura y prueba. En el otro extremo, estaría el moldero que no diseña y que solicita al
cliente el mapa digital en 3D de la pieza que alimentará la maquinaria para su fabri-
cación. La naturaleza de la interacción en términos de su complejidad y riqueza de
información es totalmente distinta en estos dos casos extremos.
Ahora bien ¿estas transacciones cliente-productor requieren de proximidad geo-
gráfica? Cuando la transacción se limita a la entrega de los diseños digitales que
deben de ser seguidos por el productor la distancia geográfica no es problema al
menos en este segmento de la transacción. La información puede ser entregada y la
cotización hecha sin necesidad de contactos cara a cara. Sin embargo, cuando se
requiere de diseño, la proximidad facilita la interacción que algunas veces puede ser
constante por un tiempo hasta que las dos partes han generado el diseño final.
Ahora bien, esto implicaría que las importaciones-exportaciones de moldes tu-
vieran el limitante de que sólo participarían o tenderían a participar productores
cuyas transacciones son simples. Sin embargo, estas transacciones varían de acuer-
do a al menos tres factores: a) la complejidad del molde y los requerimientos de ca-
lidad; b) si se trata de un cliente que tiene operaciones en más de una localización
(nacional o internacional), y c) la existencia de relaciones estables con el productor
de moldes.
Suponiendo la existencia de dos casos extremos, podemos ilustrar el efecto geo-
gráfico de estas transacciones; por una parte, un cliente inyector de plásticos que
sólo cuenta con una planta en una región, por otra parte, un cliente inyector de plás-
ticos que cuenta con operaciones en varios países y regiones. Pensemos en una em-
presa que fabrica juguetes para el mercado nacional. Esta empresa solo tiene una
planta de producción en una ciudad en la que existen algunos productores de moldes.
En éste primer caso es posible que llevar a cabo una transacción a distancia sea muy
costoso, al menos la primera vez que se requiere el diseño del molde. En el segundo
caso, el comprador pude diferenciar la compra de moldes de acuerdo a sus requeri-
mientos utilizando las plantas ubicadas en diferentes localizaciones, generando un
efecto de proximidad-distancia para el conjunto del sistema. Pensemos, por ejemplo,
236
en una empresa automotriz cómo Volskwagen, que cuenta con 48 plantas de produc-
ción en 13 países europeos y en seis países en el continente americano, asiático y
africano (información disponible en http://www.volkswagen.com). Cada una de es-
tas plantas cuenta con relaciones de proximidad en múltiples localizaciones que pue-
den ser usadas a distancia por otras plantas.
El conjunto de las empresas entrevistadas manifestaron llevar a cabo un contacto
personal con el cliente, variando la frecuencia de los contactos y el encuentro o no,
cara a cara con el cliente. De las 23 entrevistas, 14 empresas señalaron explícitamen-
te el que se reúnen cara a cara con sus clientes en algún momento del proceso. Hay
que señalar que ocho empresas no respondieron esta pregunta y solamente una seña-
ló implícitamente que no se reúne cara a cara con sus clientes, esta empresa es la
filial canadiense de COMPACT, manifestando que 80% de sus ventas son exportaciones
a Estados Unidos y Canadá. Esta última empresa es el caso de una empresa que di-
seña en Canadá y manufactura en México.
Un caso relevante es el de una empresa europea. El entrevistado manifiesta:
La mayor parte de las juntas es al inicio, muchas veces llega a ser diario y nos desplaza-
mos a la empresa del cliente. Ya durante la fabricación, una vez a la semana y les man-
damos un reporte con lo que estamos haciendo, con fotos y al final vamos a ver la prueba
del molde y hasta dejarlo al punto, hacemos como unas 10, 15 visitas, mails, pueden
llegar a unos 30, 50 por un proyecto.
Por otra parte, la mayoría de los clientes de las empresas entrevistadas están lo-
calizadas en el área de Querétaro, con algunas excepciones de empresas que venden
también a empresas en el área de la ciudad de México, Nuevo León y la empresa
canadiense arriba mencionada que exporta 80% de su producción a Canadá y Esta-
dos Unidos. De lo anterior se deduce que el mercado local es muy importante incluso
para las empresas transnacionales de moldes en Querétaro.
237
238
239
Diseño molde
nuevo
/modificado
Fabricación de
molde ya Cliente –
Productor de Inyector de
diseñado.
moldes plásticos
Nueva orden o
cambio de
productor
Reparación-
servicio a
moldes
240
241
Empresa
Requerimientos moldes
/información de extranjeros
alta calidad / (País de
complejidad origen/otro)
Cliente local
transnacional Competencia
bajo costo.
China
Requerimientos /
información
limitada a moldes
sencillos (aún Empresa
demanda de CNC) local de
moldes
10
Estos datos coinciden con el trabajo de Ampudia y De Fuentes. Este trabajo abarca a toda la
industria de maquinados en Querétaro, siendo la industria de moldes solo un componente de ésta. En
su estudio encuentran que sólo alrededor de las Pymes de maquinados 7.3% exportan (Ampudia y De
Fuentes, 2009).
242
Mayor
REGIÓN
diversidad
1
Menor
REGIÓN presión
Menor 2 al cambio
diversidad
REGIÓN
3
243
Conclusiones
Así como los contextos o milieux regionales generan externalidades positivas reali-
zadas en mayores niveles de competitividad y mayores niveles de innovación, cree-
mos que cuando en regiones de menor desarrollo esto no ocurre claramente, no es
porque lo local o la región no tengan relevancia en el proceso productivo, por el
contrario, creemos que el caso de Querétaro ilustra que lo local sigue siendo impor-
tante aún y cuando las ventajas competitivas de la región presentan debilidades al
ser comparadas con otras regiones en otros países. El argumento que queremos ela-
borar como conclusión de este capítulo es que el contexto local desempeña un papel
preponderante en las determinaciones de la calidad y diversidad de la información
que se pueden allegar las empresas en una región determinada. Si estas fuentes de
información son limitadas o refuerzan ciertos niveles tecnológicos y ciertas formas
organizativas, estás tenderán a reproducirse.
Otro punto importante es que una posibilidad de evadir las restricciones locales
en la adquisición de información, es la posibilidad de acceder a canales de informa-
ción exterior y que conlleven al acceso de información mejor y más diversificada.
Sin embargo, puntualizamos que los accesos a estos canales externos pueden estar
también limitados. Están limitados ya porque las empresas transnacionales presen-
tan lógicas de acción que pueden aislarlas de las empresas locales, o emplear a las
empresas locales reproduciendo esquemas de segmentación geográfica ―compra de
moldes de baja complejidad localmente y moldes más complejos en otros países― o
impulsando el escalamiento tecnológico hasta ciertos límites. La posibilidad de
transferencia tecnológica y de información de las empresas transnacionales hacia lo
local no tiene ningún mecanismo que garantice que esto suceda en automático.
La conexión a información extra local, también podría originarse por el movi-
miento de trabajadores entre las empresas transnacionales y las locales. En el caso
bajo análisis no hay evidencia de que las nuevas empresas generadas por trabajado-
res mantengan los mismos niveles tecnológicos y organizativos de la empresa que
dejaron. Sin embargo, esta es una dimensión potencialmente importante.
Otra forma de conectarse a canales de información extremos es la participación
en eventos internacionales en la forma de ferias industriales. Sin embargo, esto re-
presenta un alto costo que las empresas locales entrevistadas no consideran en sus
planes de desarrollo.
Finalmente habría que considerar que una organización industrial activa y repre-
sentativa podría poner en la mira reemplazar o añadir canales de información con
regiones de mayor competitividad. En el caso de Querétaro el nivel de organización
244
Referencias
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innovación: un espacio para el desarrollo de las PYMES. El caso de la industria de
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Convención Anual de NTMA (National Tooling and Machining Association)
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245
246
Páginas electrónicas
Información disponible en http://www.custompartnet.com/wu/InjectionMolding;
consultado el 30 de mayo de 2009.
Información disponible en http://www.volkswagen.com/vwcms/master_public/
virtualmaster/en2/unternehmen/konzern.html; consultado el 13 de febrero de
2011.
247
E
l objetivo de este artículo es identificar los elementos de la política ambiental que
regulan al sector de la industria manufacturera en México e identificar las limi-
tantes y/o incentivos que posibilitarían la adopción de un modelo de Ecología
Industrial (EI),2 en particular se analizan las condiciones para el surgimiento de siner-
gias entre empresas que permitan el intercambio de residuos sólidos, agua y energía.
El artículo comienza con una descripción de los elementos que conforman, a
partir de la década de los años ochenta, la política ambiental en México; institucio-
nes, legislación, normas y programas e instrumentos específicos. Posteriormente se
presentan algunas experiencias de EI en el mundo, enfatizando en el papel que han
jugado los gobiernos de estos países para incentivar el surgimiento del eco-parque
con una perspectiva de EI.
La metodología utilizada aborda la consulta de material bibliográfico y hemerográfi-
co sobre la política industrial y ambiental en México y en otros países, también recoge
algunas impresiones sobre los incentivos de la política ambiental, recogidas entre los
responsables de ecología en algunas plantas del corredor industrial de Altamira.
1
Este trabajo se presenta en el marco del proyecto Conacyt núm. 61701, “Factores determinantes
para la ecología industrial en un sistema complejo. El corredor industrial de Altamira-Tampico y el
Parque Industrial Toluca 2000”, que se está realizando desde 2008.
2
La EI propone optimizar el uso de los recursos naturales para garantizar beneficios económicos
a la empresa, impacto favorable sobre el ambiente y un desarrollo social para la comunidad.
249
Los primeros acercamientos al tema señalan que existe una distancia importante
entre las condiciones requeridas para que se den las sinergias entre los agentes que
se vinculan a las actividades de las empresas y el tipo de incentivos que han estado
presentes en las distintas direcciones que ha tomado la política ambiental en México.
La estructura institucional
La base institucional sobre la que se sustenta la política ambiental de México está
dada a partir de un marco coordinado por la actual Secretaría del Medio Ambiente
y Recursos Naturales (Semarnat) que a su vez regula a: La Comisión Nacional del
Agua (Conagua), El Instituto Nacional de Ecología (INE), La Procuraduría Federal de
Protección al Ambiente (Profepa) y El Instituto Mexicano de Tecnología del Agua
(IMTA), como eje administrativo del sector (figura 1).
En México cerca del 99% de las empresas son medianas, pequeñas y micro, y tan sólo 1% son
3
250
Semarnat
Profepa
INE
Conagua
IMTA
Fuente: elaboración propia.
Tanto el INE como la Profepa son organismos creados en 1992 para normar la
gestión ambiental y vigilar el cumplimiento de las reglas. El INE tiene funciones de
carácter eminentemente administrativo y normativo, su perfil institucional le permi-
te vincularse con los órdenes de gobierno estatal y municipal, con universidades y
centros de investigación superior y con el sector público y privado, en diferentes
escalas y regiones, asimismo su carácter desconcentrado garantiza agilidad en sus
atribuciones sin perder su articulación con el resto de las entidades involucradas en
la gestión ambiental y de recursos naturales.
La Profepa tiene como función incrementar los niveles de observancia de la norma-
tividad ambiental a fin de contribuir al desarrollo sustentable. Entre sus atribuciones
se encuentran vigilar el cumplimiento de las disposiciones legales; salvaguardar los
intereses de la población en materia ambiental procurando el cumplimiento de la
legislación ambiental, sancionar a las personas físicas y morales que violen dichos
251
Legislación ambiental
En relación al marco legal, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
proporciona al gobierno federal y a los gobiernos de los estados la facultad de decre-
tar, instrumentar y ejecutar las leyes para la protección del medio ambiente, A ello
se suma la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección del Ambiente (LGEEPA)
aprobada en 1988 y reformada en 1996 con cinco reglamentos en materia de impac-
to ambiental, residuos peligrosos, control de la contaminación atmosférica y alrede-
dor de 60 normas oficiales vigentes para la regulación de la industria.5
El poder ejecutivo también puede proponer iniciativas y el congreso emitir las
leyes y acuerdos que asignen responsabilidades para los gobiernos federal, estatal y
municipal. La aceptación de una propuesta de ley tiene que ser aprobada por las dos
cámaras y el ejecutivo tiene el poder de veto.
La Ley Orgánica de la Administración Pública Federal establece las bases de
organización de la administración pública incluye desde la presidencia de la Repú-
blica, las secretarías de estado, los departamentos administrativos y la consejería
jurídica del ejecutivo federal que integran la administración pública centralizada,
hasta los organismos descentralizados como aquellos regulados por la Semarnat.
Por otra parte la Ley de Metrología y Normalización tiene como principal ob-
jetivo alentar a las empresas a adoptar normas para elevar su grado de competiti-
vidad. Los objetivos de esta Ley vinculados directamente al sector ambiental son
4
Consultar evaluaciones del “Programa de Desarrollo Institucional Ambiental-PDIA”, informa-
ción disponible en www.semarnat.gob.mx; consultado el 12 de enero de 2010.
5
El trabajo de Vargas Hernández publicado en 2007 y disponible en http:\\www2.ine.gob.mx/
publicaciones/libros/395/vargas.htm1, profundiza en las características de la legislación en México;
consultado el 10 de febrero de 2010.
252
253
Normas ambientales
Las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) son otro elemento fundamental en la polí-
tica ambiental del país y constituyen la base del esquema comando-control en
México, al definir las condiciones mínimas bajo las cuales deben operar los agen-
tes económicos.
En los últimos años se han incorporado criterios adicionales que han llevado a la
sustitución de normas muy específicas por normas generales. Actualmente se cuenta
con más de 60 NOM, éstas se vinculan directamente a la actividad del sector industrial
y regulan aspectos como la contaminación atmosférica, agua, residuos peligrosos,
ruido, ordenamiento ecológico e impacto ambiental, en el cuadro 1 se enumeran las
normas para la industria que corresponden a cada aspecto regulado.
Cabe señalar que aún cuando las normas se establecen con claridad la dificultad
principal, como ya se señaló, se ubica en la capacidad de la Profepa para inspeccio-
nar a nivel nacional el cumplimiento de dichas normas.
NOM-120-ECOL-1997 ; NOM-113-ECOL-1998 ;
NOM de Ordenamiento Ecológico e Impacto
NOM-114-ECOL-1998 ; NOM-115-ECOL-1998 ; NOM-
Ambiental (Regulación)
116-ECOL-1998 ; NOM-117-ECOL-1998.
NOM para el Control de Emisión de Ruido (Re- NOM-079-ECOL-1994 ; NOM-080-ECOL-1994 ;
gulación) NOM-081-ECOL-1994 ; NOM-082-ECOL-1995.
254
Regulación Regulación
Regulación Directa Regulación Inducida Voluntaria
(QCP) Concertada (Incentivos) (Autorregulación)
Desde 1972
Década de 1980
Principios de 1990
Mediados de 1990
Fuente:elaboración propia.
255
auditorías y de este último año al 2010 se llegó a 8 324 certificados de industria lim-
pia.6 Entre las grandes empresas objetos de este programa están: Petróleos Mexica-
nos, Comisión Federal de Electricidad, Ferrocarriles Nacionales de México, Grupo
Cementos Mexicanos, Grupo Peñoles, General Motors, Ford Motor Co., Nissan
Mexicana, Grupo Acerero del Norte, Cydsa, Celanese Mexicana, Grupo Dupont,
Bayer y otras grandes empresas de la industria química, farmacéutica, textil, elec-
trónica, alimentos y turismo, entre otros.
Experiencias de EI en el mundo
La EI parte del principio de economías cerradas al flujo de materia y energía con
excepción de la energía solar, propone un esquema de reutilización de los residuos
cerrando el ciclo tal como sucede en los sistemas naturales, de modo que la interre-
lación entre industrias y otras entidades permita que se identifiquen las sinergias
donde los residuos de un proceso puedan ser utilizados como materia prima de otro
proceso.
Los beneficios económicos y medioambientales que este método arroja son el
ahorro de recursos, la minimización de residuos, la disminución en el uso de materia
prima virgen y la reducción de cargas contaminantes, así como una mejor imagen
ambiental de la empresa que le beneficia frente a su mercado.
Alrededor del mundo se han producido diversas experiencias de EI que han mos-
trado importantes beneficios para las compañías involucradas, algunos de los casos
recientes de mayor interés que se han documentado nos permiten analizar cuáles
han sido los principales elementos que han favorecido el desarrollo de esta estrategia
y cómo la política ambiental de países como Dinamarca, China y Canadá han im-
pulsado acciones que favorecen el desarrollo de este modelo.
Kalundborg, Dinamarca
La EI considera que el sistema industrial debe funcionar como un ecosistema natural
donde una especie se alimenta de otra bajo la idea de una cadena trófica (Graedel, 1996),
esta propuesta no se ciñe estrictamente al ámbito industrial sino que incorpora otras ac-
tividades económicas y humanas, en términos espaciales la EI se puede impulsar en una
256
Planta de yeso
Gas Yeso
Lodos Granja de cerdos
Construcción de Estiércol
carreteras
Gas
Vapor
Bioplanta
Estación de Retorno de
Refinería de petróleo Calor residual
energ ía eléctrica
Calor Calor
residual Fermentaci ón
Vapor residual de lodos
Azufre
Cenizas Municipio de Kalundborg
volátiles
Cultivo
de peces
Lodos
Productor de Agricultores locales
Ácido sulfúrico Fábrica de
cemento
257
258
CO caliza
2
Aguas residuales basura
lodos carbón
Planta de Agua blanda Central de vapor Áreas
Agua clarificada energía residenciales
tratamiento electricidad
Agua de refrigeración
cenizas
inversión yeso
Molino de vapor CO2 SO
vapor 2
escoria Yeso natural
cerámica escoria
carbón Clinker
Molino de cemento Molino de
Otros materiales Alfombras
necesarios cemento Cenizas de cemento alfombras
ladrillos pulverizado
Agua Otros materiales
residual carbón necesarios
escoria Agua polipropileno
blanda
CO2
CO2 inversión inversión
Aguas Unidad de gas Unidad de
residuales CO2 fertilizado productos CO carbonato de
2
Azufre calcio ligero
Ácido
carbonatado Amoniaco Aguas
de amoniaco Residuos residuales
líquido
de gas
rico en H2
259
Burnside,Canadá
Otro de los países que presta atención y ha buscado soluciones a los problemas
generados por el deterioro ambiental a nivel mundial es Canadá, cuyas acciones
se han concentrado en la búsqueda de un sistema económico eficiente que inclu-
ya el cuidado del medio ambiente y a la vez maximice los beneficios de su eco-
nomía.
Desde 1992, Canadá se ubica a la vanguardia en el desarrollo de eco-parques
industriales, por lo que en la actualidad cuenta con una importante infraestructura
física para los eco-parques industriales; con un equipo de gestión muy diverso (co-
laboradores de distintas universidades canadienses y del mundo); y con políticas
dirigidas a la exploración e inversión en principios, directrices, estrategias y siste-
mas de apoyo que ayuden en el establecimiento y operación de parques industriales
que funcionen como ecosistemas.
El Eco-parque de Burnside es uno de los más grandes y diversos de Canadá,
situado en Nueva Escocia, cuenta con más de 1 200 hectáreas y alrededor de 1
300 empresas, 90% de los negocios que integran el eco-parque son Pymes de
ellas 10% son manufactureras, 48% están en ventas y servicios, 11% en la cons-
trucción, 9% en la distribución y el almacenamiento, 8% en los servicios de
260
7
Información disponible en http://ecoefficiency.management.dal.ca/files/industrial-ecology-and-
canadien-cities.pdf; consultada el 4 de enero de 2010.
8
Los PCB (Binfefilos policlorados) fueron usados ampliamente para muchas aplicaciones, espe-
cialmente en dieléctricos fluidos en transformadores, condensadores y refrigerantes. Debido a la toxi-
cidad de los PCB y la calificación de contaminantes orgánicos persistentes, su producción de PCB fue
prohibida por el congreso de Estados Unidos en 1979 y por el convenio de Estocolmo sobre contami-
nantes orgánicos persistentes en el 2001. Información disponible en http://www.24horaslibre.com/
salud/1163010265.php; consultado el 8 de noviembre de 2009.
261
Empresa de
Recuperación
Influencias
Empresa de
Políticas: Empresa de Empresa de
Manufactura
residuos reparación Manufactura
como recursos
Empresa de Empresa de
Regulaciones: reciclaje Servicios
Empresa de
vertederos
Distribución
Empresas de
Alquiler Empresa de
Instrumentos Distribución
Económicos:
Tasas de inflexión Empresa de Empresa de
Ventas Remanufactura
Al por menor
Información:
Centro Reclamaciones Empresa de
de ecoeficiencias Manufactura
Empresa de
Reutilización y
Reventa
262
263
Referencias
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Ecology”, International Environmental Affairs, 4 (1), pp. 56-68
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Información disponible en http://ecoefficiency.management.dal.ca/Files/Industrial_
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Información disponible en http://www.ces.gva.es/pdf/conferencias/02/3.pdf;
consultada el 20 de mayo de 2010.
Información disponible en http://www.24horaslibre.com/salud/1163010265.php;
consultada el 20 de mayo de 2010.
Información disponible en http://www.semarnat.gob.mx; consultada el 20 de mayo
de 2010.
266
E
s incuestionable la importancia del conocimiento, la ciencia, la tecnología
y la innovación en el desarrollo económico y social contemporáneo de las
naciones. México no se ha mantenido al margen del impulso de este sec-
tor para dinamizar la economía. Desde inicios del 2000, las autoridades mexicanas
han reconocido la importancia del desarrollo tecnológico como piedra angular del
crecimiento económico, lo cual ha impulsado una serie de medidas para alentar la
inversión de las empresas locales en este propósito (Fujii, 2010).
Para impulsar la ciencia y la tecnología en México, el Gobierno Federal ha in-
vertido recursos principalmente en las áreas de formación de recursos humanos,
investigación y estimular la inversión privada en el desarrollo tecnológico y la
innovación, además de otras áreas como la creación de redes y la infraestructura.
Lo anterior se ha basado en una amplia gama de programas e instrumentos; sin
embargo, particularmente aquellos que estimulan la inversión privada al parecer
no han sido muy efectivos. Dmitri Fujii señala al respecto, con base en la evidencia
de un estudio realizado, la implementación de un sistema de estímulos fiscales que
orienten los esfuerzos de las empresas hacia la búsqueda de capital innovativo
dista mucho de ser suficiente (Fujii, 2010: 71).
A partir de lo anterior surgen varias preguntas: ¿por qué un programa que ofrece
recursos a las empresas para incrementar su inversión, en forma de estímulo o reco-
nocimiento no ha sido efectivo? Podría ser que para una empresa ¿no es atractivo el
267
268
El contexto económico
La crisis económica mundial iniciada en 2008 parece estar en una fase de conclusión
en 2011, pero México ha sido uno de los países más afectados. El sistema bancario
mexicano demostró su resistencia; la industria manufacturera fue la más sensible
debido entre otras cosas a la caída en la demanda global y el PIB decreció 6.5% en
2009, registrando con ello una de las más fuertes caídas en la historia de México y
la más grande entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarro-
llo Económico (OCDE) (2010).
Algunas de las principales medidas que el gobierno de México tomó para enfren-
tar la crisis incluyó un paquete de estímulo fiscal equivalente al 1.6% del PIB; incre-
mentó el gasto en infraestructura, reforzó (temporalmente) los subsidios al empleo y
aumentó las transferencias sociales (OCDE, 2010).
Para abril de 2010, la información de comercio exterior mostraba un superávit
de la balanza comercial de 195 millones de dólares, con esto, en los primeros cua-
tro meses de este año la balanza comercial del país resultó superavitaria en 343
millones de dólares; el valor de las exportaciones de mercancías fue de 24 959
millones de dólares, el de las exportaciones no petroleras fue de 21 521 millones y
269
1
La sociedad del conocimiento se entiende como la existencia de industrias que invierten recur-
sos en la producción, el uso y la adaptación de nuevos conocimientos e investigaciones, al tiempo que
desarrollan infraestructura y herramientas —como las telecomunicaciones—, para distribuir infor-
mación y conocimientos que son utilizados y aprovechados por la sociedad en su conjunto en benefi-
cio de las personas y la comunidad (Alva y Medina, 2009).
270
2
Unidad de Planeación Económica de la Hacienda Pública de la SHCP, Miguel Messmacher Linar-
tas. Seminario “Igualdad y desarrollo en México”, Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (CEPAL) y Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
271
La alianza federación-estados
En México, la relación entre la federación y los estados se establece, por ejemplo, a
partir de un conjunto de relaciones como las políticas, las económicas, las de coope-
272
273
de una nueva relación que fortalezca las capacidades regionales y locales, en el mar-
co de un proceso de descentralización.
Principales orientaciones
Los recursos presupuestales que aprueba el Congreso de la Unión para el Conacyt se
orienta principalmente a (Conacyt, 2008b):
3
Esta frase refiere que, aunque el artículo que da lugar a este estímulo fue derogado en la reforma fiscal
de 2010, lo cual eliminó su aplicación, a la fecha de elaboración de este documento, el programa de estímu-
los fiscales del Conacyt aparece aún dentro de la oferta de programas ofrecidos por dicha institución.
274
En otras palabras, los estímulos fiscales de este programa implicaban una exención
fiscal ―a través de un “bono”― equivalente a 30% de la inversión total destinada,
durante un año, en un proyecto que demostrará alguna mejora del producto, un nuevo
producto o un desarrollo a través de tecnología y conocimiento aplicado. Dicho estí-
mulo o “bono” podría ser acreditado hasta por los siguientes 10 ejercicios fiscales y/o
hasta agotar el saldo, en caso de que el monto del estímulo asignado excediera el ISR
causado en el ejercicio inmediato siguiente. Las desventajas de este programa son:
A partir de la reforma fiscal del año 2010, que derogó el artículo 219 de la LISR, el
Conacyt remplazó el programa de “Estímulos Fiscales” por los Programas de Estímu-
lo para la Innovación, entre otras cosas, atendiendo a recomendaciones de la Organi-
zación para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que señalaban que 47%
de 14 mil millones de pesos4 destinados en casi siete años (de 2002 a 2009) no se
aplicaron, debido a que las empresas no pagaron impuestos (requisito para recibir el
estímulo); y como resultado de evaluaciones de impacto realizadas.5 Adicionalmente,
los recursos destinados a través de este programa beneficiaban en su mayoría a gran-
des empresas, que recibían entre 75 y 80% del total de los recursos.
4
Entrevista realizada a Leonardo Ríos, Director Adjunto de Desarrollo Tecnológico y Negocios
de Innovación del Conacyt publicada en el periódico La Jornada el 11 de enero 2009.
5
La Academia Mexicana de Ciencias (AMC), realizó una evaluación en donde concluía que el pro-
grama de incentivos fiscales no demostró un impacto real en la generación de patentes en México, y
que existía un mayor beneficio de las grandes empresas internacionales, sobre las pequeñas y media-
nas empresas mexicanas.
275
276
Áreas de oportunidad
De acuerdo con datos del Conacyt, el Gasto en Investigación y Desarrollo Expe-
rimental (GIDE6) en México, es en mayor proporción del sector privado (42.8%),
cuatro diferentes agentes que componen la economía: Sector Productivo, Gobierno, Instituciones de
277
278
Por otro lado, es importante enfocar los esfuerzos para considerar las Tecnolo-
gías de la Información y la Comunicación (TIC) y la Sociedad Basada en el Conoci-
miento con relación a los estímulos a la innovación. En el mes de junio de 2010, se
realizó una reunión que remarca la importancia de las tecnologías de la información
y las comunicaciones (TIC) para la reactivación económica. El Centro de la OCDE en
México y Microsoft México, convocaron a diversos actores relevantes del gobierno
federal, gobiernos estatales, Poder Legislativo, sector privado, academia y organiza-
ciones de la sociedad civil, para dialogar sobre las tendencias internacionales en el
sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) y su contri-
bución a la reactivación económica de México (CIU, 2010).
Como resultado de la reunión citada en el párrafo anterior, los participantes “se
comprometieron a avanzar en una agenda común”, los puntos que destacan de este
acuerdo son:
279
280
aún no han sido suficientes, sobre todo para basar el desarrollo económico y social
en el uso de la tecnología y telecomunicaciones.
En México, entre 2008 y 2009, el número de usuarios de internet pasó de 27.6
millones a 30.6 millones (24.6% de la población total nacional en 2010),8 la penetra-
ción del servicio de banda ancha en el país creció de 7 a 9 personas por cada 100
habitantes, el sexto crecimiento más importante entre los países de la OCDE, pero no
es suficiente para alcanzar el desarrollo de otras economías, en donde el promedio
es de 23 personas por cada 100 habitantes (CIU, 2010). El sector de las TIC es uno de
los más dinámicos en el mundo, en países como India y Egipto ha crecido por arriba
del 20% y hasta 40% en Rusia, sin embargo en México creció, entre 2000 y 2009, a
una tasa promedio de 10 por ciento.
A partir de lo anterior, algunas de las áreas de oportunidad para el diseño y me-
jora del programa de estímulos a la innovación se pueden sintetizar como:
Regreso a lo básico
De acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, estímulo es el incita-
miento para obrar o funcionar, es decir algo que mueve a alguien para que ejecute
algo. En este sentido habría que “regresar a lo básico” y preguntarse primero, si los
estímulos a la innovación están motivando a la empresa a incorporar CTI en sus
procesos o productos para ser más competitivas, o únicamente están buscando fi-
nanciamiento-inversión, para lo cual presentan un proyecto, y no forma parte de
una práctica sistémica. Segundo, los incentivos surgen en, o para generar un
281
ambiente de confianza; en este sentido, habría que reflexionar sobre el nivel de con-
fianza en las empresas para invertir en cti como acción altamente rentable. Existe la
necesidad de valorar si los enunciados anteriores se están cumpliendo.
282
Políticas
Ambiente nacionales Hacienda Descentra -
económico sectoriales y pública lización
transversales
-
Federación
Política de innovación: disminución de la pobreza,
competitividad y conectividad
Disponibilidad económica
Estados
Política de innovación: definición de áreas
estratégicas de acuerdo a la vocación científica y
tecnológica (tipo de empresas, IES y CI, redes)
Normatividad: supervisión
283
284
$JHQWHVSDUWLFLSDQWHV(PSUHVDV
Desarrollo regional
,(6&,*RELHUQRHQODLQWHJUDFLyQ
,QQRYDFLyQ
Competitividad
7HFQRORJtDVFRQYHUJHQWHV
Conectividad 7,&
Referencias
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al conocimiento: el sistema integral de información para la gestión del conoci-
miento, la ciencia y la tecnología en el estado de San Luis Potosí”, en Nuria Lloret
Romero (coord.), Nuevas Perspectivas para la difusión y organización del cono-
cimiento, España, Universidad Politécnica de Valencia.
285
286
287
D
esde finales de la última década del siglo pasado, el fenómeno del software
de código abierto ha inducido una gran cantidad de investigaciones desde
distintas disciplinas científicas, no sólo desde las ciencias exactas, las cua-
les son la base para el desarrollo del software. También desde las ciencias sociales,
debido a que varias de sus características presentan elementos emergentes que no
pueden ser comprendidos plenamente a partir de las explicaciones existentes hasta
este momento. Uno de los elementos que ha atraído un mayor interés es la creciente
participación de empresas en un fenómeno cuyo crecimiento ha sido fundamental-
mente social y con restringidas posibilidades de negocio, debido a las limitaciones
respecto a las licencias que regulan este tipo de software. El objetivo del presente
artículo es mostrar a partir de una revisión teórica, cómo las empresas obtienen be-
neficios a partir de la adaptación de su modelo de negocios a las nuevas condiciones
de un mercado con una creciente participación del código abierto.
Del conjunto de características del software de código abierto, una de las que ha
atraído mayor atención por parte de los estudios sociales, son las motivaciones de los
voluntarios que participaban en el desarrollo de proyectos no comerciales, los cuales
invierten tiempo y recursos susceptibles de ser utilizados en alguna otra actividad
por la que podrían recibir algún tipo de remuneración (Lerner y Tirole, 2002 y 2004;
Hertel, Niedner y Herrman, 2003). En este punto en particular, se han creado en la
literatura dos grandes apartados que explican dicho fenómeno (Rossi, 2004). Por un
lado están las motivaciones intrínsecas, que son aquellas que se realizan por la satis-
facción personal y no se obtiene ninguna remuneración monetaria (Hertel, Niedner
y Herman, 2003). Por otro, se encuentran las motivaciones monetarias ya sea en el
291
corto o largo plazo que esperan obtener las personas que participan en el desarrollo
de este tipo de software (Lerner y Tirole, 2002; Rossi, 2004).
Otra característica que ha atraído gran atención, son los derechos de propiedad
intelectual de los programas creados bajo el esquema de libre uso de los desarrollos
de terceros. Este tipo de investigaciones las podemos dividir en dos grandes temas,
por un lado se encuentran las centradas en cuestiones legales de protección del soft-
ware, con sus implicaciones económicas (Laat, 2005), por el otro están, las que
abordan los procesos de innovación emergentes, creados a partir del libre acceso al
conocimiento (Bitzer y Schróder, 2005).
En el caso particular de la economía, un elemento que no ha sido abordado de
manera extensa, pero que es fundamental para la teoría económica es la participa-
ción de las empresas en la creación, producción y distribución de este tipo de software.
Algunos autores (Benkler, 2002; Hawkins, 2002; West, 2003; West y Gallagher,
2005; Polanski, 2007; Jullien y Zimmermann, 2009) han aportado elementos para el
entendimiento respecto a cómo es que las empresas de este subsector obtienen in-
gresos. A partir de estas investigaciones, se ha propuesto el surgimiento de un nuevo
modelo de negocio que permite a las firmas obtener ingresos, sin limitar el acceso al
código de sus desarrollos o su uso a través de un pago, tal y como lo venían realizan-
do las empresas del software propietario desde la década de los sesenta del siglo
pasado. Este nuevo modelo se basa en la personalización del software a las necesi-
dades del cliente y al otorgamiento de servicios de soporte técnico y asesoría.
Es en esta última discusión que se inserta este documento, donde además de las
fuentes de ingresos ya identificados por los autores mencionados anteriormente, se
incluyen otro tipo de beneficios que no son cuantificables, pero que inciden en el
desarrollo de innovaciones por parte de las empresas cuyos ingresos se obtienen
fundamentalmente de la producción de software de código abierto.
292
293
Debido a estas limitaciones y a los altos costos que en muchos casos representa
la compra del software, a principios de la década de los ochenta se empezaron a
1
Por ejemplo Microsoft con su sistema operativo MS-DOS.
294
2
Para proteger contra la apropiación privada de los programas creados bajo el modelo del soft-
ware libre, se creó una figura legal conocida comúnmente como Copyleft, a partir de un juego de pa-
labras de las leyes de derechos de autor o Copyright, que obliga a cumplir un conjunto de restricciones
a los desarrolladores y usuarios (Lerner y Tirole, 2004).
3
Desde los inicios del software libre, no existe restricción alguna para que un desarrollador ob-
tenga ingresos por un programa, ya sea por medio de la venta directa, la adaptación, la consultoría, la
capacitación y/o el mantenimiento (Stallman, 2004).
295
En los últimos años el número de programas y líneas de OSS que han surgido a nivel
mundial ha crecido de manera muy importante. Este aumento se puede explicar al
menos en su mayor parte por dos condiciones emergentes de los últimos años: el
surgimiento y popularización del internet, particularmente la banda ancha y la capa-
cidad del OSS de dividirse en módulos que pueden desarrollarse de manera indepen-
diente (Benkler, 2002; Stenborg, 2003; Narduzzo y Rossi, 2003; Rossi, 2004; Dalle
y David, 2003 y 2005; Bitzer y Schröder, 2005; Baldwin y Clark, 2005; Osterloh y
Rota, 2007; Gonzalez, Robles, Andradas y Aiyer, 2008).
La principal característica del proceso de producción del OSS es su capacidad
para descomponerse en pequeños módulos cuyas interdependencias se reducen
al mínimo y que pueden ser desarrollados de manera separada por agentes in-
dependientes que cuentan con el potencial de combinarse entre sí en distintas
formas para integrar parte de proyectos más grandes y/o complejos (Raymond,
2000; Benkler, 2002; Stenborg, 2003; Narduzzo y Rossi, 2003; Rossi, 2004;
Dalle y David, 2003 y 2005; Baldwin y Clark, 2005; Bitzer y Schröder, 2005;
Osterloh y Rota, 2007).
La modularización implica que un programa se encuentra formado por una com-
binación de pequeños componentes independientes que cumplen una serie de reglas
de diseño y que se comunican entre sí por medio de interfaces. Esto permite el desa-
rrollo de distintas etapas del software de manera paralela aumentando la velocidad
de programación, debido a la gran cantidad de agentes que participan en un mismo
296
tiempo (Dalle y David, 2003; von Hippel y von Krogh, 2003; Lakani y von Hippel,
2003; Stenborg, 2004; Giuri, Rulliani y Torrisi, 2008). Dentro de este modelo de
producción, en principio, no existe una estructura jerárquica formal definida desde
arriba, sino que se acerca a ser una estructura horizontal y descentralizada donde las
decisiones se mantienen al nivel de los programadores (Dalle y David, 2003; Bonna-
corsi y Rossi, 2006).
Para que el modelo modular haya tenido éxito, han sido fundamentales dos ele-
mentos: la expansión de las telecomunicaciones, particularmente el internet, que
hizo posible que los desarrolladores se pudieran comunicar e intercambiar partes de
código a un costo ínfimo y la aparición de software de integración que habilita la
interacción entre las distintas parte programadas de manera independiente, pero que
siguen un conjunto de normas de diseño usadas por todos los agentes que desarro-
llan OSS (Dalle y David, 2003).
Estos módulos no son del mismo tamaño, por lo general se encuentran en
relación a las capacidades de los agentes y el tiempo que disponen para desarro-
llar el software4 (Benkler, 2002; Dalle y David, 2003). Cuanto más pequeños
sean los módulos, es más probable que haya una mayor cantidad de desarrolla-
dores, ya que no se requiere de una gran cantidad de recursos para contribuir al
OSS. Por el contrario, mientras mayores sean los módulos, sólo las empresas po-
drán afrontar tales desafíos.
También existe la posibilidad de que algún modulo no se incorpore a ningún
programa terminado o que exista un desarrollo similar que cumpla mejor con las
tareas para las cuales fue creado. Esta recombinación y unión de diferentes
partes de software, es por lo cual se considera al OSS como un desarrollo intrín-
secamente social (Osterloh y Rota, 2007), ya que aunque no exista una vinculación
directa entre los productores de las diferentes partes del código utilizado en un
determinado programa, contribuyen en la creación de un programa de cómputo
(Dalle y David, 2005).
En la figura 1 se muestra de manera esquemática la producción de un programa
creado a partir de una gran cantidad de módulos independientes de distintos tama-
ños, hasta llegar al software terminado.
4
La diferencia entre los módulos no se refiere solo a su extensión, también a su importancia. En
todo proyecto hay algunas partes que son centrales al software y que constituyen el núcleo del mismo
y una serie programas complementarios que añaden funcionalidades cuya operación no es crítica para
el funcionamiento del mismo (Giuri, Rulliani y Torrisi, 2008)
297
298
299
300
Aún cuando las empresas competidoras puedan obtener algún tipo de ganancia
del software realizado por terceros, las firmas desarrolladoras siempre contarán con
la ventaja que surgen de la oportunidad y el conocimiento respecto a la estructura y
funcionamiento del programa, lo que se espera redunde en mayores ingresos5
(Nilendu y Madanmohar, 2001; Hawkins, 2002; West, 2003). Por otro lado, la gran
heterogeneidad del OSS y la baja competencia respecto a las cualidades del producto6
presentan indicios de que la firma desarrolladora obtendrá por lo general mayores
beneficios que sus competidores (Henkel, 2006).
5
Una forma que las firmas pueden usar para limitar que los competidores obtengan mayores be-
neficios a partir de su propio software es liberar los programas bajo algún tipo de las 63 licencias
consideradas de OSS que contenga restricciones a cualquier tipo de apropiación de los desarrollos, tal
es el caso de las llamadas licencias virales, cuyo nombre se deriva del proceso de contagio de las en-
fermedades virales. Este tipo de licencia obliga al usuario a que cualquier desarrollo que contenga al
menos una línea de programación de algún software liberado bajo alguna licencia de OSS, automática-
mente se libera en el mercado bajo la misma licencia (Hawkins, 2002; Stallman, 2004; Laat, 2005), es
decir, se extiende a todo el programa. Estas se usan fundamentalmente para eliminar la posibilidad de
que alguna empresa pueda apropiarse del programa o una parte de él en perjuicio de los demás agen-
tes participantes en su desarrollo.
6
En el software se presenta una competencia monopolística, ya que todos los programas son úni-
cos y no existen sustitutos perfectos, debido a la gran cantidad de funciones que incorpora cada uno
y a la especialización de los productos (Osterloh y Rota, 2007).
301
En el caso de los costos en que incurren las empresas de OSS son, como sucede
en relación a los beneficios, son distintos a las empresas de software propietario
(Benkler 2002; Hawkins, 2002). A partir del proceso de producción se desprende
que el costo principal en el desarrollo o modificación de un software es el pago a los
programadores internos de las firmas, pero más allá de éstos, existe un conjunto de
elementos que inciden en los costos totales. Primero, el proceso de producción basa-
do en el desarrollo de módulos paralelos implica que, en algún momento, todos ellos
necesitan ser integrados para que interactúen correctamente (Benkler, 2002), lo cual
distrae recursos en tareas que no están directamente relacionadas con el proceso de
desarrollo.
En segundo lugar, los gastos por coordinación y comunicación pueden aumentar
debido a la continua interacción que deben de tener los programadores (Benkler,
2002; Hawkins, 2002). Esto es particularmente importante cuando diferentes desa-
rrolladores no se encuentran dentro de una sola empresa. Por otro lado, es posible
que exista una duplicidad de los esfuerzos de programación causados por la falta de
coordinación entre los desarrolladores, causando que se elaboren módulos que cum-
plan con la misma función dentro del software principal (Benkler, 2002).
302
7
Existen diferentes posturas sobre este punto en particular. Una de ellas sostiene que el desarrollo
en paralelo de los diferentes módulos provoca un desperdicio de esfuerzos debido a la escasa coordi-
nación que existe entre los desarrolladores, que pueden trabajar sobre módulos que presentan las
mismas funcionalidades o pueden crear desviaciones a los objetivos originales del programa (Benkler,
2002; Bitzer y Schröder, 2005). Por el contrario, otros autores sostienen que el desarrollo en paralelo
disminuye los costos, debido a que se parte de una base común y que fi nalmente la solución más
eficiente será la que se incorpore al producto final (Lévêque y Ménière, 2007)
303
Para que un desarrollo de OSS pueda gozar de estos beneficios es importante que
exista una base de agentes externos que contribuyan por medio de la retroalimenta-
ción de errores y las necesidades no cubiertas, a la creación de nuevas utilidades o
extensiones que se incorporen al programa original para popularizarlo, con lo que se
generan economías de escala, se disminuyen costos de desarrollo y se alarga la vida
del producto (Nilendu y Madanmohan, 2001; Hawkins, 2002; West, 2003; Mustonen,
2003; Dahlander y Magnusson, 2005; Osterloh y Rota, 2007).
En este sentido, una gran cantidad de desarrollos y aportes a programas de OSS no
se realizan dentro de las empresas, sino que las realizan los usuarios y desarrollado-
res externos (Raymond, 2000; Van Wegberg y Berends, 2000; Lerner y Tirole, 2002;
Dalle y David, 2003 y 2005; Stallman, 2004; Stemborg, 2004; Rossi, 2004). En mu-
chas ocasiones, éstos son incorporados por las empresas en versiones posteriores del
producto,8 por lo que los usuarios se erigen como agentes centrales dentro del proce-
so de producción y mejora del software. La importancia de este tipo de agentes en el
desarrollo del OSS se pone de manifiesto cuando se observa que aproximadamente la
mitad de toda la programación de este tipo de software es realizada por agentes que
ese encuentran fuera de las empresas (Lakhani y Wolf, 2005).
Cuando una empresa libera su software bajo el esquema de OSS, los usuarios y
desarrolladores pueden ignorar el programa o puede contribuir con cambios que
posteriormente se encuentren a disposición de todos los usuarios. Estos aportes junto
con el hecho de que los mismos usuarios contribuirán con el mantenimiento regular
del software es por lo que la empresa logra un beneficio adicional siempre y cuando
su software no sea ignorado (Hawkins, 2002).
Es claro que no todos los programas de software libre son exitosos. Como en
cualquier mercado, se enfrentan a la competencia tanto del software propietario
como de otros programas de OSS, pero un elemento central que incide en el éxito o
fracaso son las contribuciones del público y de otras empresas para generar nuevas
aplicaciones (van Wegberg y Berends, 2000; Dalle y David, 2003 y 2005; Dahlander
y Magnusson, 2005; Henkel, 2006; Bonnacorsi y Rossi, 2006). Sin ellas, las empre-
Algunas de las inversiones que realizan las firmas que destinan recursos al OSS no se hacen de
8
manera interna, sino que se otorgan a las comunidades de desarrolladores para apoyar algún proyecto
externo (Dahlander y Magnusson, 2005).
304
Conclusiones
A lo largo del texto se ha mostrado cómo las particularidades del proceso de produc-
ción del OSS han generado nuevas oportunidades de negocio para las empresas de
este subsector. Éstas han sido capaces de adaptarse a las nuevas condiciones surgidas
de un nuevo entorno donde confluyen tanto empresas como usuarios y desarrolladores
independientes, bajo un esquema donde no existe una jerarquía formal que regule
sus vínculos.
La interacción con distintos tipos de agentes le permite a las empresas obtener un
tipo de beneficios indirectos de los cuales no obtiene una ganancia monetaria, pero
que impactan en el ciclo de vida de los programas, disminuyen los costos asociados
a la producción, y permiten acceder a una mayor cantidad de información técnica
que potencializa el desarrollo de innovaciones.
Es evidente que la motivación de la empresa es económica, es decir el pago por
los bienes y servicios producidos por la firma. Además de éstos, los beneficios indi-
rectos respecto a la interacción con los distintos tipos de agentes que participan en
el proceso de producción del OSS pueden representar una ventaja respecto a los com-
petidores, ya que en el sector del software, las innovaciones suelen ser incrementales
y no radicales.
Para poder aprovechar las ventajas potenciales que presenta el OSS es funda-
mental que las empresas, además de los conocimientos técnicos necesarios para
crear nuevos productos, cuenten con habilidades para explorar los desarrollos que
9
Uno de los ejemplos más palpables del funcionamiento del OSS se encuentra en el sistema opera-
tivo Android, desarrollado por Google, en principio para los teléfonos inteligentes y posteriormente
para las tablets, en donde la empresa lo pone a disposición de los fabricantes de hardware sin costo,
para que sea adaptado por cada una de ellas a sus distintos productos, a la vez que genera un conjunto
de herramientas gratuitas dirigidas al público en general con el fin de que este pueda modificar el
sistema operativo, así como desarrollar aplicaciones que funcionen con este software sin necesidad de
que estas sean aprobadas por Google. Este sistema ha generado un proceso circular que ha potenciado
el crecimiento del uso de este software, donde en el segundo año de su lanzamiento, Android ha lo-
grado el segundo lugar del mercado de teléfonos inteligentes a nivel mundial, solo detrás del iOS, el
cual tiene mayor tiempo en el mercado (Gartner, 2010).
305
surgen continuamente, tanto por parte de otras empresas, como de las comunida-
des de programadores independientes, con el fin de poder incorporarlos a los de-
sarrollos futuros.
Asimismo, son necesarios conocimientos respecto a las leyes de propiedad inte-
lectual nacional e internacional, elemento fundamental en este subsector libre de
derechos de autor. Finalmente, las firmas deben ser capaces de fomentar el uso y
desarrollo de sus propios productos por parte de los agentes externos (empresas,
usuarios individuales, desarrolladores, comunidades), para lograr que un mayor
número de usuarios lo utilice, generando economías de escala y un mayor nivel de
retroalimentación que redundará en mayores beneficios indirectos.
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309
L
o que hace revolucionario a las nanotecnologías (NT) es el hecho de que la
materia manipulada a escala nanométrica manifiesta propiedades mecánicas,
químicas, ópticas, magnéticas y biológicas diferentes a las que se presentan
en la misma materia a escala mayor. Esta particularidad permite que funciones que
hasta ahora venían siendo desempeñadas por determinados materiales sean realiza-
das por otros materiales. Algunas industrias podrían cambiar de materia prima, o
bien intercalar las nuevas con las conocidas, modificando el volumen que se venía
utilizando de productos tradicionales. Estos cambios podrían implicar una nueva
división internacional del trabajo. En los últimos años se ha visto una reducción en
la demanda de algodón y lana en la industria textil y su substitución por fibras sin-
téticas. Las NT están revolucionando esta industria, al moverla de las commodities
a las specialities (Mantovani y Zappelli, 2009). Recientemente un centro finlandés
de NT ha desarrollado un bio-polímero que podría sustituir todos los envases de
aluminio de la industria alimenticia y química-farmacéutica.1 Estos son algunos
de los ejemplos que muestran el papel revolucionario que las nuevas tecnologías
pueden implicar en la oferta y demanda de materias primas y, consecuentemente, en
la división internacional del trabajo. Pero, como en la mayoría de los casos las nuevas
de mayo de 2010.
311
2
Por ejemplo, Nissan Norteamérica inició la construcción en Smyrna, Tennessee, de la planta
donde se fabricarán las baterías de iones de litio que propulsarán al vehículo de cero emisiones Nissan
LEAF, cuyo ensamble iniciará en 2012. Esto, acogidos al Programa de Préstamos para la Manufactura
de Vehículos de Tecnología Avanzada, un proyecto de 25 mil millones de dólares autorizado por el
Congreso de Estados Unidos como parte del Acuerdo para la Seguridad e Independencia Energética
de 2007. El programa está diseñado para acelerar el desarrollo de vehículos y tecnologías que incre-
menten la independencia energética de Estados Unidos; crear nuevos medios de transportación y es-
timular la economía estadounidense. Información disponible en http://www.t21.com.mx/news; con-
sultado el 26 de mayo del 2010.
312
Sin embargo, para que la riqueza natural se convierta en capital es necesario ex-
plotarla. En la actualidad Bolivia no explota sus reservas de litio, aunque ya existen
importantes proyectos en tal sentido. Aún otro problema lo constituye el que la ri-
queza natural explotada sirva a los efectos del desarrollo del país. Esto no es un
asunto trivial a juzgar por el histórico saqueo que ha sufrido la minería de los países
de América Latina, no siempre con resultados significativos para el desarrollo de
sus sociedades. En este ámbito Bolivia está transitando por un cambio sustancial en sus
estructuras políticas y su enfoque del papel de la Ciencia y Tecnología (C&T) y de la
territorialidad en el desarrollo nacional.
Este trabajo tiene como objetivo discutir la posibilidad de que Bolivia explote el
litio convirtiéndolo en una palanca para su desarrollo. Las siguientes preguntas
guían el análisis:
313
coincide con el cambio de gobierno. Las reflexiones finales buscarán identificar las
principales dificultades técnico-sociales a las que se enfrentará la sociedad boliviana
en su búsqueda por hacer del litio un recurso estratégico orientado al desarrollo auto
sustentado como explícitamente se declara por parte del gobierno.
3
El litio se encuentra en salmueras naturales, salmueras asociadas a pozos petrolíferos y en cam-
pos geotermales. Las salmueras con valor económico se encuentran básicamente en salares y lagos
salinos. También se encuentra presente en diversas arcillas [siendo la hectorita la más importante] e
incluso en el agua del mar (Yaksic, 2008).
314
4
Este último es un fenómeno que genera una pérdida en la capacidad de la batería, el que ocurre
por repetidas cargas y descargas de ésta sin que la batería se haya descargado completamente.
5
Las baterías recargables de ion-litio con ánodo de grafito representaron un avance respecto a las
de níquel-cadmio por ser más ligeras, menos contaminantes, tener una mayor densidad de energía y
no presentar efectos de memoria en los procesos de carga-descarga; todo ello constituyó una impor-
tante mejora de prestaciones de cara a su aplicación en teléfonos móviles y ordenadores portátiles. No
315
obstante, de cara a su aplicación en otros sectores o la mejora en los que ya se vienen aplicando, aún
siguen presentando algunos inconvenientes; entre los que caben destacar los problemas de seguridad
cuando la temperatura sube por encima de 100ºC, la limitación en la vida de la batería, el bajo ritmo
de la carga y la limitación en la potencia (IDEPA, 2007).
6
En 2006 Sony hizo un llamado público para recambio de 9 millones de baterías del mercado
estadounidense, en 2008 otras 100 mil baterías para computador tuvieron que ser recambiadas por la
316
riendo iones de litio entre los dos electrodos de la batería (positivo y negativo) a
través de un electrolito líquido. Cuanto más eficientemente los iones pasan de un
electrodo a otro, mayor será la capacidad de la batería. Aplicando principios de NT a
la cobertura de los electrodos los hace más homogéneos y consistentes, con lo cual
los iones de litio penetran los polos más fácil y rápidamente.
Actualmente la mayoría de las baterías utilizan polos negativos (ánodos) de
grafito y positivos (cátodos) de diferentes materiales, como manganeso, cobalto,
fosfato de hierro, óxido de cobalto y el fosfato de hierro de litio. Los experimentos
con ánodos de silicio mejoran en hasta 10 veces la eficiencia del grafito, pero no
son baterías estables. Compuestos nanotecnológicos de grafito y silicio están sien-
do utilizados para cubrir el ánodo y hacer las baterías más estables (Georgia Ins-
titute of Technology, 2010); también se investiga con zinc metálico (Berger, 2008)
y otros.
Otra alternativa en investigación es el Litio-oxígeno (lithium-air) en lugar de
iones de litio. La ventaja es que estas baterías sustituyen los compuestos sólidos
por aire, con lo cual la batería puede ser mucho más liviana. IBM, General Motors
y otras corporaciones están investigando la posibilidad de utilizar litio-aire. Pero
en este caso se utiliza litio metálico, que es altamente reactivo al menor contacto
con agua.
La gran revolución en el uso de litio para baterías está en la posibilidad de incor-
porarla a autos totalmente eléctricos, con baterías recargables. Aunque éstos ya exis-
ten en forma experimental y comercial en pequeña escala, como el BYD chino, no
está claro que las baterías de litio para automóviles eléctricos sea una alternativa de
menor costo que los convencionales carros basados en combustibles fósiles. De
cualquier forma varias compañías de diferentes partes del mundo tienen planeado
introducir, aún en 2010, carros híbridos o totalmente eléctricos. Entre 2009 y 2010
más de 30 empresas y corporaciones del mundo comenzaron a vender baterías
para dispositivos de comunicación y también para automóviles con aplicaciones na-
notecnológicas, lo cual da una idea de que su crecimiento está apenas comenzando.
Además, las baterías de litio ya están insertadas en las agendas por el desarrollo
de tecnologías limpias, que es la consigna mundial de la política industrial.
Otro elemento interesante a considerar en relación a la demanda mundial del
litio es que, en lo que se refiere a pequeños dispositivos, su mayor demanda pro-
viene de la industria militar (Berger, 2008); ya que todos los equipamientos mili-
tares modernos requieren de baterías diminutas y de gran capacidad. Esto es
317
450.000 5.000
400.000 4.500
4.000
350.000
3.000
250.000
2.500
200.000
2.000
150.000
1.500
100.000
1.000
50.000 500
0 0
1952
1954
1956
1958
1960
1962
1964
1966
1968
1970
1972
1974
1976
1978
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
2008
Año
El gráfico 1 da una idea de la evolución de los precios del litio por tonelada. Lue-
go de una fuerte caída en los precios en durante el primer quinquenio de este siglo,
el litio ha dado un salto en su precio y a partir del 2006 viene subiendo ininterrum-
pidamente. La producción, sin embargo, se mantiene más o menos constante en los
últimos cuatro años, lo cual lleva a pensar que nuevas áreas serán investigadas y
explotadas.
318
7
Las salmueras de los salares son ricas en Litio y otras sales solubles (Sodio, Potasio, Calcio,
Magnesio, cloruros, boratos, sulfatos). La calidad del depósito, dependerá en gran medida de los ni-
veles de concentración de los diversos elementos que la salmuera contenga. La concentración de Litio
en salmueras varía generalmente entre 200 y 2.000 ppm (Yaksic, 2008).
8
De ambas fuentes, la primera transformación para la obtención del litio, permite obtener carbo-
nato de litio (Li2CO3). En una segunda fase de transformación se obtienen los compuestos de litio
(hidróxido de litio y cloruro de litio). Una tercera fase de producción permite obtener litio metálico,
butil litio y derivados orgánicos e inorgánicos (Pimentel, 1998; Moscoso, 2003).
9
A partir de los trabajos de Tahil (2008), Evans (2008 y 2009), Garret (2004) y Zuleta (2009).
10
Obtenido de la información disponible en http://minerals.er.usgs.gov/minerals/pubs/commodi-
ty/lithium/mcs-2009-lithi.pdf
11
La principal crítica de Tahil es el amplio espectro de depósitos considerados por Evans (2009;
2010) (en los que la concentración de litio varía entre un mínimo de 8 a 3 mil ppm o más, por tanto,
319
muchos de los depósitos considerados carecen de viabilidad económica, sobre todo, frente a los depó-
sitos de salmueras de Sudamérica y de China).
12
Información disponible en http://www.forbes.com/forbes/2008/1124/034.html; consultada el 22
de mayo del 2010.
320
Las expectativas de demanda futura de litio han disparado los precios13 en los
últimos años. Entre 1999 y 2008, el precio promedio del carbonato de litio creció
222%, lo que significó un crecimiento promedio anual del orden de 13.9 por ciento.
Posterior al 2006, los precios del carbonato de litio han tendido a estabilizarse por
sobre los 6 mil dls/ton. La crisis económica mundial experimentada desde el 2008,
parece no haber afectado mayormente los precios de referencia del carbonato de li-
tio. Lo anterior se puede explicar por la fuerte demanda que está teniendo el litio
para las baterías, en particular, la apuesta de la industria automotriz por enfrentar su
propia crisis con el desarrollo en masa de los modelos híbridos y eléctricos (COCHIL-
CO, 2009; Zuleta, 2010).
El consumo mundial de litio se ha incrementado de las 100 toneladas de carbo-
nato de litio equivalente (LCE) por año14 en los inicios de 1900 alrededor de 85 mil
toneladas por año un siglo después (SQM, 2009a). Ha sido durante los últimos 10 años
donde la industria mundial de litio experimentó un considerable cambio, duplicándose
la demanda mundial de carbonato de litio (desde las 45 mil TM en 1990).15 Para los
próximos 10 años, SQM (2009b) proyecta un crecimiento anual de la demanda por litio
en 5% por ciento. Y dentro, de eso, las baterías recargables serían las protagonistas,
con tasas cercanas al 10% anual. Hacia 2018, las baterías recargables representarán
42% de la demanda (en 2008 la cifra fue de 27%) y las destinadas a vehículos repre-
sentarán entre 10 y 15 por ciento.
13
Los precios son informados por “Industrial Minerals”, quienes consultan directamente a los prin-
cipales proveedores y usuarios de la industria del carbonato de litio, puesto que el litio es transado direc-
tamente mediante contratos entre clientes y proveedores, y no mediante bolsa (COCHILCO, 2009).
14
Se refiere a la medida de equivalencia entre litio metálico y carbonato de litio, con una
/L
relación de: /L &2
15
En la actualidad, de la demanda mundial por litio y sus derivados 46% es por carbonato de litio,
21% por concentrado de litio, 13% por hidróxido de litio, 5% por butil litio, 4% por litio metálico, 3%
por cloruro de Litio y un 8% por otros derivados (SQM, 2009b).
321
322
16
Recursos provenientes de las salmueras, como el Salar de Uyuni.
323
324
325
por qué hasta hoy no se alcanzan soluciones a los problemas que corresponden al
aparato productivo, evidenciándose que las soluciones que provenían y provienen de
otros lados están, en los mejores casos, formuladas para situaciones “generales” y no
para situaciones particulares y específicas, tiempo y circunstancia locales (SBI, 2009:
7-10). Esta situación deriva del hecho de que no existen los mecanismos o agentes
que faciliten esta actividad y que permitan el encuentro de los generadores de inno-
vación con los demandantes de la misma, existiendo la necesidad de generar una
estructura con capacidad para articular y facilitar dicho encuentro. Tal estructura
concebida en el marco de particularidades históricas, geográficas y culturales del
país, se conoce como el Sistema Boliviano de Innovación (SBI), a partir del cual, se
plantea que será posible romper la estructura de dependencia tecnológica y del co-
nocimiento, que por siglos ha sustentado al modelo colonial.
Conscientes que la C&T se constituyen en herramientas fundamentales para cam-
biar el patrón primario exportador, a través de la transformación de los recursos
naturales, se ha definido el papel de la C&T en el conocimiento de la realidad produc-
tiva y social como solución a los problemas locales regionales y nacionales y en la
generación a una cultura científica en todos los niveles y ámbitos de la vida. Contri-
buyendo a la presente situación caracterizada por: 1) una capacidad de exportación
limitada, con productos cuyos estándares de calidad y volúmenes de producción son
insuficientes para los mercados externos, 2) exportaciones concentradas en materias
primas con muy poco valor agregado, 3) alta dependencia tecnológica, 4) tecnología
utilizada en muchos casos obsoleta y con una capacidad ociosa latente, además 5)
una baja coordinación y articulación entre centros de investigación, universidades y
otros institutos dedicados a la investigación, obteniéndose resultados con poco im-
pacto sectorial y regional (SBI, 2009: 10; MPDB, 2006).
La estructura institucional que asegure la interacción entre el sector científico-
tecnológico, el sector productivo y el Estado, será el SBI, a partir del cual se dice que
será posible romper la estructura de dependencia tecnológica y del conocimiento,
que por siglos ha sustentado al modelo colonial. La conformación del sector cientí-
fico-tecnológico fortalecido, dinámico y con elevado nivel académico, tendría la
suficiente capacidad para dar respuestas transformadoras a los problemas locales y
regionales e indagar la realidad social y natural, a partir del uso del conocimiento
como herramienta de desarrollo. La valoración y sistematización de los saberes lo-
cales y la instauración de una cultura científica a partir del acceso universal al cono-
cimiento y a la técnica, constituyen el mayor propósito de este modelo de desarrollo.
Por tanto, el SBI propone contribuir al nuevo patrón de desarrollo a través de la gene-
ración de conocimientos y tecnología, y su aplicación en los procesos productivos y
en la solución de grandes problemas nacionales; desarrollar la nueva matriz produc-
326
tiva nacional, mediante procesos de innovación que vinculen el sector científico tec-
nológico y los servicios técnicos con el sector productivo; incorporar los saberes
locales y el conocimiento indígena al campo de conocimientos científicos para su
valoración y aplicación en el desarrollo; desarrollar una cultura científica a través de
la extensa difusión de la CTI para promover la apropiación del conocimiento en el
marco de la inclusión y la reciprocidad y, finalmente, hacer que Ciencia, Tecnología
e Innovación se constituyen en temas transversales, y pongan en marcha programas
y proyectos transectoriales, coordinando con los sectores, proyectos específicos den-
tro de un Plan General de CTI (MPDB, 2006: 181-182).
El Plan Nacional de Desarrollo ( PND) establece como objetivos estratégicos el
cambio de la Matriz Productiva, la reorganización del ejercicio del poder, la inde-
pendencia en la conducción del Estado y las nuevas relaciones entre bolivianos en
el marco de la solidaridad, configurando así la Bolivia Productiva, Democrática,
Soberana y Digna, a través de la conformación de un nuevo vínculo entre los hom-
bres y mujeres, y entre éstos con la naturaleza en lo que se define como el vivir
bien. El PND establece que la ciencia y la tecnología se constituyen en instrumentos
y herramientas fundamentales para cambiar el patrón de producción primario (ex-
portador, tanto a través del desarrollo de procesos de transformación de nuestros
recursos naturales, como de la incorporación de nuevos productos en el mercado)
(SBI, 2009; MPDB, 2006).
En el marco de la visión de la C&T y en función a lo establecido en el PND, se
identifican tres grandes políticas que operativamente se traducen en estrategias y
programas: 1) la ciencia, tecnología e innovación en la integración nacional para el
desarrollo productivo con soberanía e inclusión social, 2) la cultura científica inclu-
siva para la construcción de una sociedad de conocimiento con características
propias y 3) la recuperación, protección y utilización de los saberes locales y co-
nocimientos técnicos y ancestrales. Dentro de estas políticas, la propuesta del SBI
—como programa central de la primera política— se basa en la necesidad de articu-
lar a los sectores público, generador de conocimiento y demandante de CTI, apoyán-
dose en la capacidad instalada de las instituciones relacionadas con la innovación,
así como en el fortalecimiento de instituciones estratégicas.
327
de costos de producción. Para tal efecto, las empresas recurrían a diversas estrate-
gias entre las cuales debe destacarse la reducción de salarios y flexibilidad laboral
(sobreexplotación y apropiación de la plusvalía), la evasión y devolución de impues-
tos, la reducción de aranceles, la no implementación de normas ambientales, etcéte-
ra. En muy pocos casos se buscaba la competitividad a través de nuevos o mejores
productos o procesos (calidad), ya que para esto se requiere realizar un proceso de
innovación, es decir generar conocimientos que desarrollan y aplican tecnologías.
El PND orienta el desarrollo de la Ciencia, Tecnología e Innovación como instru-
mento con capacidad de apoyar el cambio de la matriz productiva hacia un desarro-
llo integral del país en armonía con la naturaleza. El cambio de la matriz productiva
supone la incorporación de valor agregado a la producción primaria, tanto para el
mercado local como para la exportación. Tal propósito requiere innovación en los
procesos tecnológicos que puede ser logrado a través de la generación, apropiación
y difusión de C&T acordes a una visión integral, mejorando la articulación entre los
sectores demandantes y ofertantes de la tecnología, asimismo recuperando los sabe-
res locales y conocimientos ancestrales.
Para ello, define el SBI como el conjunto de actores interrelacionados y comple-
mentarios, que utilizan la Ciencia, Tecnología e Innovación de forma coordinada y
constructiva en la generación de soluciones integrales a problemas productivos, so-
ciales y ambientales, con un enfoque de desarrollo participativo, equitativo y sustenta-
ble. En esta línea, se define a la innovación como la incorporación del conocimiento
a sistemas productivos o sociales que generen nuevos o mejores productos, procesos
y usos para la solución de problemas locales, regionales y nacionales como instru-
mento que conduce por sí mismo al vivir bien (SBI, 2009; MPDB, 2006).
Mientras que la teoría “clásica” de la innovación (Freeman, 1987; Lundvall, 1992;
Niosi, Saviotti, Bellon y Crow, 1993) argumenta que es un proceso gradual y acumu-
lativo que se encuentra omnipresente en la economía moderna situado dentro de un
gran sistema dinámico que permite trazar el proceso conjunto de innovación entre
las instituciones interconectadas para crear, mantener y transferir el conocimiento y
las habilidades que definen las nuevas tecnologías;17 el SBI hace referencia, además,
Freeman (1987) define a los SNI como red de instituciones en el sector público y privado cuyas
17
328
Reflexiones finales
Bolivia está en una situación potencialmente ventajosa para la explotación del litio
por dos razones: por el boom mundial en la demanda y por las reservas potenciales.
El litio es estratégico para Bolivia al contar con más de la mitad de las reservas
mundiales de este mineral. Si se utiliza esta ventaja en provecho de la nación, es
universidades y agencias gubernamentales con el objetivo de producir C&T dentro de los límites na-
cionales. Patel y Pavitt (1992) entienden al SNI como instituciones nacionales que determinan la direc-
ción del aprendizaje tecnológico (o el volumen y composición de las actividades generadoras de cam-
bio) en un país. Metcalfe (1995) establece que el SNI es un conjunto de distintas instituciones las cuales
contribuyen conjunta o individualmente al desarrollo y difusión de nuevas tecnologías y que propor-
cionan la estructura dentro de la cual las políticas de gubernamentales influirán en el proceso de in-
novación (Niosi, 2002).
329
330
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332
333
A
ctualmente, la industria automotriz experimenta una transición tecnológica
derivada de la necesidad de producir vehículos más eficientes en cuanto al
grado de emisiones contaminantes y el consumo de combustibles fósiles.
Desde esta perspectiva, el desarrollo de baterías avanzadas es considerado uno de
los principales campos de investigación y como factor clave para el posicionamiento
de las grandes empresas.
En este contexto, Toyota se caracteriza por ser la empresa líder en el mercado de
los vehículos híbridos-eléctricos (VHE).2 Por tanto, una pregunta interesante por in-
dagar es ¿qué elementos explican el dominio de Toyota en el mercado de los VHE? En
el presente trabajo, se asume que la respuesta reside en el patrón de exploración de
conocimientos tecnológicos (March, 1991; Levinthal y March, 1993), además de la
implementación de estrategias relacionadas a la exploración colectiva del espacio de
posibles soluciones tecnológicas, como la división cognitiva del trabajo (Nickerson
y Zenger, 2004; Marengo y Dosi, 2005) y el aprendizaje por monitoreo (Helper,
McDuffie y Sabel, 2000; Becker y Zirpoli, 2004; Lara, García y Reyes, 2009).
1
El presente trabajo se desprende de la tesis denominada Transición Tecnológica en la Industria
Automotriz: El caso de Toyota, presentada por el autor para obtener el grado de Maestro en Economía
y Gestión de la Innovación, en la UAM-Xochimilco.
2
En 2007, sus ventas representaron 78% del total de ventas de vehículos híbridos-eléctricos en
Estados Unidos. Para 2008, sus ventas representaron 75% del total de las ventas en ese mismo merca-
do (Ruegg y Thomas, 2008; Deutsche Bank, 2009).
335
Las preguntas que guían la investigación se relacionan a: i) ¿Cuáles son las carac-
terísticas del proceso de exploración de conocimientos de Toyota?,3 ii) ¿De qué ma-
nera divide y coordina las actividades relacionadas a la generación de nuevos cono-
cimientos?; y, iii) ¿Cuáles son las principales estrategias de Toyota relacionadas al
aprendizaje por monitoreo?
El objetivo central del trabajo es caracterizar el proceso de exploración de cono-
cimientos dentro de las baterías avanzadas por parte de Toyota. Para ello, se recurre
a la información contenida en las patentes de la empresa registradas en la United
States Patent and Trademark Office (USPTO) durante el periodo 1976-2009. Además,
se busca analizar las principales estrategias relacionadas con la exploración colectiva
del espacio de posibles soluciones tecnológicas, partiendo del estudio de la organi-
zación de la división cognitiva del trabajo entre Toyota y sus principales socios, así
como los principales mecanismos implementados por la empresa para el aprendiza-
je por monitoreo.
Para dar cuenta de lo anterior, el artículo se divide en tres secciones. En la prime-
ra, se realiza una reflexión teórica sobre los retos que implica para las empresas el
desarrollo de sistemas tecnológicos complejos como las baterías avanzadas. En la
segunda, se analizan las patentes de Toyota; en este apartado, se describe la evolu-
ción de la capacidad inventiva de Toyota dentro de las baterías avanzadas, la distri-
bución geográfica y sectorial de sus fuentes de conocimiento, su estructura de la red
de flujos de conocimientos y su variedad-especialización tecnológica. A partir de
estos indicadores, se intenta caracterizar el patrón de exploración de conocimientos
tecnológicos de Toyota. En la tercera, se analiza el proceso de exploración colectiva
del espacio de posibles soluciones tecnológicas entre Toyota y otros agentes, a partir
de profundizar en el estudio de la división cognitiva del trabajo y el aprendizaje por
monitoreo. Por último, se presentan las conclusiones.
3
Para dar respuesta a esta interrogante, se indaga de forma específica cómo se distribuye geográ-
fica y sectorialmente los conocimientos tecnológicos que explora Toyota.
336
4
El panorama tecnológico ha evolucionado de un estado en donde los materiales y elementos
químicos susceptibles a ser explotados dentro de las baterías se encontraban débilmente definidos, a
una situación en donde el espacio de posibilidades tecnológicas se ha delimitado principalmente a dos
tecnologías: Nickel-Metal Hydride (NiMH) y Lithium (Li-Ion). Sin embargo, persisten campos en
donde aún subsiste un grado importante de incertidumbre en relación a: i) ¿Qué tipo de combinacio-
nes electroquímicas implementar en la producción de ánodos, cátodos y electrolitos?; ii) ¿Cómo regu-
lar la temperatura y los niveles de energía de las baterías?; iii) ¿Qué arquitectura de software/hard-
ware incorporar? (Lara, García y Reyes, 2009).
5
De acuerdo a Simon (1962), la complejidad de un problema tecnológico se encuentra en función
del grado en el que el diseño de opciones individuales, pueden ser independientes o interdependientes
en su contribución a la solución global. En esta dirección, una de las principales aportaciones que
permiten conceptualizar los sistemas tecnológicos complejos es el modelo de Kauffman (1993), el
cual explica el grado de complejidad de un sistema a partir del número de partes que lo componen (N)
y el grado de interacción entre estas (K).
6
Nickerson y Zenger (2004) proponen una taxonomía que relaciona complejidad, conocimiento y
estructuras de gobierno necesarias para su resolución. De ésta, sobresalen los problemas difíciles de
descomponer, caracterizados por una alta interacción entre sus componentes y en donde la solución
depende de la relación estrecha entre conocimiento y las decisiones de diseño de cada una de sus
partes, lo cual deriva en la gran necesidad de transferencia de conocimientos entre los agentes invo-
lucrados en la búsqueda de la solución.
337
7
La explotación es la mejora y extensión de las competencias existentes, la tecnología y los para-
digmas; es el uso y desarrollo de aquello sobre lo que la empresa ya tiene conocimiento (Levinthal y
March, 1993). Se vincula a procesos de refinamiento, elección, producción, selección, implementa-
ción y ejecución (March, 1991). Los rendimientos regularmente son positivos a corto plazo y predeci-
bles. La explotación implica la realización de innovaciones incrementales, ya que permite cubrir ne-
cesidades dentro de estructuras consolidadas y se construye sobre el conocimiento y habilidades
existentes dentro de la empresa (Benner y Tushman, 2003; Reyes, 2010). La explotación de conoci-
mientos es un proceso ligado directamente a la especialización tecnológica de los agentes.
338
dos, la estabilidad de la red debe de ser baja, es decir, que se permita con frecuencia
la entrada y salida de agentes de la red para la búsqueda de nuevas combinaciones
(March, 1991; Nooteboom, 2009).
Lo anterior, revela que es necesario para la firma contar con un inventario de
capacidades distribuidos a escala global, pero ¿cómo construir este inventario cuan-
do el proceso de destrucción creativa del cambio tecnológico está redefiniendo con-
tinuamente las capacidades? El aprendizaje por monitoreo es una de estas vías (Lara,
García y Reyes, 2009). En general, este mecanismo para el aprendizaje implica la
identificación y colaboración continua entre los agentes que intentan resolver un
problema similar. Este proceso de cooperación exige: alinear los conocimientos y
experiencias entre los individuos, el entrenamiento y capacitación continua del per-
sonal, la descentralización de las tareas y las decisiones, aumentar el flujo continuo
de comunicación, y un sistema de incentivos que recompense la solución de proble-
mas y los esfuerzos colectivos (Sabel, 1996 citado por Lara, García y Reyes, 2009).
El aprendizaje por monitoreo también implica que las empresas tienen que
aprender nuevas reglas de comportamiento en donde la máxima ganancia resulta
de la confianza y reciprocidad dentro de las relaciones (Aoki, 1984). Por otra parte,
el intercambio de información requiere llevar a cabo acciones de “benchmarking”,
ingeniería simultanea y la detección y corrección de errores, permitiendo al cola-
borador monitorear las actividades del otro lo suficientemente cerca para detectar
fallas antes de consecuencias irreversibles. Fundamentalmente, este intercambio
de información lleva a la convergencia entre los agentes sobre el entendimiento del
mundo que están explorando (Helper, McDuffie y Sabel, 2000).
Sin embargo, el aprendizaje por monitoreo se constituye como un mecanismo
para la transferencia de conocimiento en contextos de alta incertidumbre, sin la ne-
cesidad formal de una división clara en los derechos de propiedad intelectual (Hel-
per, McDuffie y Sabel, 2000). Por lo que a pesar de sus ventajas, existe una contra-
posición importante que va mas allá de la apropiación de beneficios y se refiere a la
necesidad de compartir conocimientos pero a su vez de proteger el conocimiento
exclusivo de la firma8 (Becker y Zirpoli, 2004). Ante esta paradoja, un mecanismo
formal para la descentralización de la generación de nuevos conocimientos surge a
partir de la organización de la división cognitiva del trabajo. Esta forma de organi-
zación sitúa el aprendizaje por monitoreo como proceso formal de cooperación con
estructuras de gobierno definidas que regulan la transferencia de conocimiento.
8
La empresa se enfrenta a disyuntivas como ¿qué actividades relacionadas a la generación de
nuevos conocimientos se deben de externalizar? y ¿qué mecanismos de coordinación (gobernanza)
aplicar?
339
Esta división cognitiva del trabajo se refiere a la distribución de las tareas relacio-
nadas a la generación de conocimientos en un área en particular a través de los
miembros de un equipo, departamentos, comunidades epistémicas, empresas o
comunidades de práctica. La búsqueda descentralizada de soluciones implica un
proceso de exploración paralela en donde agentes diferentes pueden emprender la
búsqueda en distintos subsistemas pero a su vez realizan evaluaciones en conjunto
verificando la eficiencia sistémica en búsqueda del óptimo global (Kitcher, 1990;
D´Agostino, 2009).
Ante problemas difíciles de descomponer, una jerarquía basada en el consenso re-
presenta una forma compleja de organización social, en donde la creación y transfe-
rencia de conocimiento ocurren de manera más rápida y eficiente. El interés recíproco
implica la colaboración de los agentes involucrados en el diseño en conjunto de las
posibles soluciones. En este caso, existe una autoridad encargada de seleccionar el
proyecto pero no de proponer e implementar el sendero de solución. Dicho sendero es
seleccionado mediante mecanismos de consenso entre los agentes involucrados, lo
cual implica la convergencia en conocimiento, lenguajes, representaciones del am-
biente, y expectativas; y esto facilita y abarata la transferencia de conocimiento (Nic-
kerson y Zenger, 2004; Marengo y Dosi, 2005; Morales, 2008).
En resumen, la exploración de nuevos conocimientos por parte de los agentes se
convierte en un proceso fundamental para definir paulatinamente los problemas tec-
nológicos asociados a estructuras emergentes. Además, existen dos mecanismos
fundamentales que permiten a la empresa superar la restricción de sus capacidades
y recursos (conocimientos) a través de la exploración colectiva de las posibles solu-
ciones tecnológicas, y por tanto, reducir el tiempo y costo asociado a la adaptación.
Estos mecanismos son el aprendizaje por monitoreo, relacionado a la identificación
y colaboración con agentes que intentan resolver un problema similar y la división
cognitiva del trabajo, como forma de organización para la diversificación de la gene-
ración de nuevo conocimiento bajo mecanismos formales de coordinación. Desde
esta perspectiva teórica, en las siguientes secciones se caracterizarán las principales
estrategias de Toyota.
340
9
Griliches (1990) es uno de los principales autores que se ha encargado de analizar las implica-
ciones del uso de la información contenida en las patentes como insumo para el análisis económico.
10
Dentro de las clases tecnológicas que clasifican a las patentes dentro de USPTO, existen subclases
que especifican invenciones (o mejoras) dentro de los diferentes subsistemas o procesos relacionados
a cada diseño tecnológico. Las subclases aparecen en orden jerárquico debido a que estas se derivan
de un campo tecnológico más amplio. Por ejemplo, dentro de la clase 429, la subclase 218.2 describe
al hidrogeno como material activo, que es un material activo inorgánico (derivado de la 218.1) y de la
estructura del electrodo (209). La siguiente es la secuencia de las subclases: 429 →209→218.1→218.2.
11
Después de una revisión de la literatura, se considero la mejor clase para analizar el desarrollo
de los diversos componentes de la batería y por tanto de su conjunto.
341
otra base de datos que contiene toda la información relevante de estas patentes, como
el propietario, fecha en que fue otorgada, ubicación geográfica, clases y subclases tec-
nológicas.
Dentro de las patentes de Toyota que abarca el análisis, existen 1192 patentes
citadas, de las cuales se logró extraer la información del 89% (1062 patentes),
esto debido a que algunas son anteriores a la década de los setenta y para las
cuales no existe registro de su información en el banco de datos de la USPTO.
Otro factor que disminuyó el tamaño de la muestra es que un número importan-
te de citas son a aplicaciones de patentes, gran parte de ellas también de Toyota,
que fueron rechazadas o actualmente están en escrutinio dentro de la oficina de
patentes.
En 2003, 2004 y 2005, las patentes en la clase 429, representaron 7.35, 6.42 y 6.15% respectiva-
12
mente, del total de las patentes de la empresa registradas en USPTO dentro de esos años (Urbina, 2010).
342
45
40
35
Número de Patentes
30
25
20
15
10
5
0
1976
1997
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
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1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
Fuente: elaboración propia a partir de USPTO (2010)
En esta dirección, ¿qué subsistemas de la batería son los más relevantes para
Toyota? Para dar respuesta a esta interrogante, se describe la frecuencia de aparición
de las subclases tecnológicas dentro de las patentes de Toyota en la clase 429, las
cuales se agrupan en cuatro subsistemas: 1) Electrodo, 2) Electrolito, 3) Software, y
4) Otros componentes.13
13
Para construir este indicador se realizó una clasificación de las subclases tecnológicas conteni-
das en la clase 429. Esta clasificación se encuentra disponible en Urbina (2010: 65). En el subsistema
electrodo se consideran diferentes aspectos específicos de su estructura, pero los componentes más
relevantes son el material activo que se utiliza tanto en ánodos (electrodo negativo) como cátodos
(electrodo positivo). El electrolito es el material utilizado para el flujo de Iones en el proceso de carga
de la batería. En el software se contemplan dispositivos electrónicos incorporados en la arquitectura
de la batería, que en conjunto con dispositivos electrónicos externos, se encargan de monitorear y
administrar el nivel de carga de la batería. Finalmente, dentro de otros componentes se incluyen as-
pectos relacionados a la arquitectura de la batería como los materiales que componen los soportes, las
celdas o los módulos.
343
13%
12%
16%
59%
14
Esta subclase se deriva de la 209, relacionada al electrodo y se define como subject matter whe-
rein the electrochemically active inorganic material contains lithium (USPTO, 2010).
15
Esta subclase también se deriva de la 209 y se define como apparatus having manganese as a
component thereof. (USPTO, 2010).
16
También derivada de la subclase 209 y definida como apparatus having nickel as a component
thereof (USPTO, 2010).
344
tres veces, y finalmente, la clase 223, que define al níquel como material activo, sólo
aparece en una ocasión.
Núm. de Patentes
409 396 41 32 31 15 5 929 1062
Citadas
% del Total 38.5 37.3 3.9 3.0 2.9 1.4 0.5 87.5 100
345
están generando los conocimientos que la empresa explora dentro del área de bate-
rías avanzadas. Además, ¿qué tipos de conocimientos están siendo explorados por
Toyota?, ¿son conocimientos relacionados a la ciencia básica o es conocimiento apli-
cado (ingenieril)?
Para presentar los resultados de una forma más detallada e ilustrativa, se propone
una clasificación que permite, en primer lugar, diferenciar las fuentes de conoci-
miento entre empresas e instituciones; y en segundo lugar, agrupar a las empresas
de acuerdo al sector de actividad. Resulta importante esta clasificación ya que per-
mite identificar con mayor profundidad las fuentes de conocimiento para la empre-
sa, así como distinguir las fuentes de conocimiento básico y conocimiento aplicado.
En este sentido, las empresas se agrupan en Multitecnológicas,17 Automotriz, Elec-
trónica, Química y otras, mientras que las instituciones se agrupan en universida-
des, gobierno, centros públicos de investigación y centros privados de investigación.
Los resultados se muestran en el cuadro 2, de estos destaca con 34.7% de las
patentes citadas por Toyota (330 patentes) la importancia de las empresas multitec-
nológicas que se dedican al desarrollo de celdas y otros componentes de la batería,
la mayoría de éstas son de origen estadounidense (226 patentes). Las patentes de
empresas automotrices representan 23.3% (221 patentes) y son en su mayoría de
origen japonés (141 patentes). Finalmente, se puede observar la importancia de las
patentes del sector electrónico japonés (152 patentes) como una de las principales
fuentes de conocimiento para la empresa.
En cuanto al rol que ejerce el conocimiento generado en las instituciones en el
área de baterías avanzadas, existen dos observaciones importantes: por un lado, la
importancia de las instituciones de Estados Unidos (51 patentes), particularmente las
universidades (26 patentes), el gobierno a través de sus distintos departamentos (13
patentes) y los centros públicos de investigación (9 patentes); por otro lado, destaca
la situación totalmente inversa, relacionada a la baja participación de este mismo
sector de Japón (3 patentes).
17
Se proponen como empresas Multitecnológicas, a todas aquellas que su sector tecnológico-
económico es difícil de delimitar, ya que no existe un producto específico que pueda asociarse a la
empresa (por ejemplo como los automóviles para Toyota). Estas empresas tienen la característica de
que su Investigación y Desarrollo (I+D) está orientada al desarrollo de tecnologías que impactan en
diversos sectores tecnológicos y económicos, por ello se intenta identificar aquellas en donde sus
tecnologías se relacionan en mayor medida a las baterías avanzadas o a las celdas combustibles ( fuel
cells). Un caso claro de estas empresas son United Technologies Corp. de Estados Unidos o Fuji de
Japón.
346
347
fuente más importante de conocimiento tecnológico vía patentes con 4.8% del total
de las referencias.
Existe un segmento del conocimiento generado previamente por la misma em-
presa que es reciclado para la generación de nuevo conocimientos, este concentra
4.7% del total de las citas. Otras fuentes importantes de conocimientos son las
empresas automotrices General Motors (3.5%) y Daimler (1.7%); y también las em-
presas de la industria electrónica Sanyo (2.8%), Ballard Power System (2.8%), Fuji
(1.7%) y E. I. Du Pont (1.4). El resto de las citas se distribuyen entre 330 empresas o
instituciones, las cuales concentran en promedio 4 citas cada una (.2 por ciento).
E. I. DuPont (1.4%)
Toyota
Fuji (1.7%)
Matsushita/Toyota (5.2%)
Matsushita (6.2%)
348
18
Para calcular el coeficiente de agrupamiento de la red de citas de patentes de Toyota se propone
que CToyota ̴ k/n, en donde n es el número de nodos (total de patentes de Toyota en la clase
429) y k el número de conexiones promedio (número de citas/total de patentes de Toyota en la clase
429). El valor máximo que puede obtener el coeficiente es C=1, esto implicaría una red globalmente
conectada, por lo contrario, el valor mínimo es C=0, para una gráfica sin interacciones (k=0). El
coeficiente de agrupamiento dentro de una red de citas de patentes implica la tendencia de las patentes
a formar “clusters” locales. Entre más densos sean estos conglomerados, más conocimiento fluye
hacia un nodo por parte de sus vecinos, o dicho de otra manera, entre mayor sea CToyota, las patentes de
la empresa tenderían a citar las mismas patentes y de esta forma explorar una gama reducida de co-
nocimiento tecnológico, caracterizado por contar con un alto grado de “madurez”.
19
Para calcular la distancia del camino característico, se propone que PLToyota= pe/pE, en donde pe
es el número de citas realizadas por Toyota a sus propias patentes dentro la clase 429 y pE es el núme-
ro total de citas. El valor de PLToyota puede interpretarse de varias formas, por ejemplo, entre menor sea
el cociente debido al incremento del valor de pe dado un valor determinado de PE (PL se acerca a 1),
implica que la empresa se encuentra en una etapa de mayor concentración dentro de la explotación de
conocimientos, ya que los conocimientos generados al interior de la firma se realizan a partir de una
gama cada vez menor de conocimiento exógeno, y lo cual se asocia a trayectorias tecnológicas madu-
ras. En el caso contrario, cuando el valor de pe es pequeño en comparación con el de PE (PL se acer-
ca a 0), significa el predominio del proceso de exploración y un menor nivel de experiencia por parte
de la empresa, debido a que una gran gama de conocimiento exógeno deriva en un nivel relativamen-
te bajo de nuevo conocimiento generado por la empresa.
349
1000
Número de Patentes
800
600
400
200
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
Número de citas
La gráfica 3 presenta la distribución de acuerdo al número de citas, de las 1192 patentes citadas
20
por Toyota.
350
21
Una distribución de ley de potencia adquiere este nombre dado que una variable se expresa
como un poder exponencial de la otra (Beinhocker, 2006). Por ejemplo, si tenemos una función del
tipo f(x)= (ley potencial) y por lo tanto, log f(x)= -a log x, una gráfica del logaritmo de la función ge-
nera una línea recta con pendiente –a. Partiendo de lo anterior, en el gráfico se presenta la recta que
describe la distribución de las subclases en el plano log-log, y se utiliza su pendiente para realizar la
interpretación sobre la evolución hacia la generación de variedad o la especialización tecnológica de
la empresa.
22
También se muestra el valor de R 2 para validar el grado de representatividad de ambas rectas.
351
23
Valores disponibles en Urbina (2010; pág. 107; cuadro 17)
24
Esta subclase se define como: drying and Gas or Vapor Contact With Solids, appropriate sub-
classes for processes and apparatus for treating a battery or part thereof by drying or gas/vapor con-
tact with the same (USPTO, 2010).
25
Esta subclase se define como: generating, regenerating or recycling reactant (USPTO, 2010).
26
Esta subclase se define como: subject matter including battery charger mechanical arrangement
or design (USPTO, 2010).
27
Esta subclase se defi ne como: Apparatus wherein the housing member support or spacer is
provided with means to allow the fluid reactants or electrolyte to enter or exit therefrom (USPTO,
2010).
28
Esta subclase se define como: Apparatus having automatic control means for regulating some
operational feature of the cell (USPTO, 2010).
352
3
Número de subclases con Logaritmo
y = -1.4609x + 1.9873
2 R2 = .974
1
Clase 429
2002-2009
0
0.5 1 Clase 429
1.5
-1 1976-2001
-2
y = -2.3544x + 1.8025
-3 R2 = .90
Frecuencia (Rank) con logaritmo
A través de sus redes, los agentes pueden identificar recursos y agentes necesa-
rios para transformar un problema ambiguo en un problema bien defi nido (Lara,
García y Reyes, 2009). Desde esta perspectiva, es necesario para la empresa
353
29
Información disponible en www2.toyota.co.jp/en/news/05/1005_2.html
30
Información disponible en www.articlesbase.com
354
31
Esta clase tecnológica se titula Electricity: battery or capacitor charging or discharging.
32
Esta clase tecnológica se titula Electricity: measuring and testing.
355
… Toyota no cree que las baterías de litio ofrezcan un cambio crítico suficiente de
acuerdo al balance entre costo y desempeño (rendimiento) para los híbridos desti-
nados al mercado en masa, como el “Prius”, mientras que su grado tradicional de
cautela (en referencia a Toyota) ha originado que asigne las baterías de litio para los
VHE y EV. 33
33
Durante 2010 Toyota inició un proceso de pruebas de manejo en países como Japón y Estados
Unidos para el modelo “Prius” en su versión Plug in, este es el primero de esta familia que incorpora
una batería de litio. Conforme las pruebas arrojen resultados sobre la satisfacción de los clientes po-
tenciales, se planea introducir este modelo al mercado en 2012 o 2013 (información disponible en
www.toyota.com/esq).
356
357
Conocimiento
Aplicado
Conocimiento
Básico
Conclusiones
Las empresas de la industria automotriz se enfrentan a una nueva estructura emer-
gente y compleja, asociada a la transición de los vehículos de combustión interna a
los vehículos híbridos. El éxito dentro de esta carrera tecnológica, se concentra en
del desarrollo de baterías avanzadas. Por su parte, Toyota sobresale como la empre-
sa dominante en el desarrollo, producción y venta de estos vehículos.
358
Esto coincide con el empuje institucional para acelerar la producción e introducción de los ve-
34
359
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Foladori, Guillermo
Correo electrónico: gfoladori@gmail.com
Doctor en Economía por la UNAM, México. Ha trabajado y publicado en temas de
desarrollo rural, medio ambiente, salud pública y el papel de las nuevas tecnologías
en el desarrollo. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (Nivel III). Ac-
tualmente se desempeña como profesor-investigador del Doctorado en Estudios del
Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
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Vessuri, Hebe
Correo electrónico: hvessuri@gmail.com
Ha contribuido al surgimiento y consolidación del campo de los estudios sociales de
la ciencia y la tecnología en América Latina, lanzando iniciativas de investigación y
docencia avanzada en los niveles nacional, regional e internacional. Su foco de in-
vestigación está en la sociología e historia contemporánea de la ciencia en América
Latina, la política científica, la sociología de la tecnología, los dilemas de la partici-
pación/exclusión social y el conocimiento experto. Preside el Consejo de la Univer-
sidad de las Naciones Unidas y pertenece a varios comités científicos de programas
internacionales como el de CSPR de ICSU, IHDP y COMEST-UNESCO. Está aso-
ciada a los consejos editoriales de varias revistas internacionales, incluyendo Scien-
ce, Technology & Society; Industry & Higher Education; Interciencia; Redes, y
Educación Superior y Sociedad, y participa activamente en la creciente literatura
regional sobre la materia.
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