La Dimension Desconocida de La Sexualidad PDF
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dimensión
desconocida
de la
sexualidad
herbert w.
armstrong
La dimensión
desconocida de
la sexualidad
La dimensión más importante del conocimiento acerca
de la sexualidad y del matrimonio había permanecido
oculta … desconocida hasta la publicación de este libro.
Prefacio................................................................................... vii
Introducción
La sexualidad en los años de 1980: ¿quénos legaron seis décadas
de historia?.............................................................................. xii
Capítulo 1
El mundo en revolución: ¿Porqué fue necesarioeste libro?......1
Capítulo 2
¿Por qué la dimensión desconocida, y qué es?..........................7
Capítulo 3
Cómo se introdujo la vergüenza.............................................21
Capítulo 4
El verdadero significado de la sexualidad...............................29
Capítulo 5
Los propósitos divinos de la sexualidad.................................49
Capítulo 6
Pero, ¿era realmente necesaria la sexualidad?........................62
Capítulo 7
Recapturando los verdaderos valores del sexo: las funciones
prescritas.................................................................................78
Capítulo 8
Las diferencias biológicas........................................................94
Capítulo 9
Cómo diseñó Dios la sexualidad...........................................103
Capítulo 10
“Formidables, maravillosas son Tus obras”.......................... 121
Capítulo 11
Los usos del sexo prescritos por Dios....................................137
Capítulo 12
Las salidas de pareja y la moral en la adolescencia...............160
Capítulo 13
La mejor edad para el matrimonio.......................................184
Capítulo 14
Planificación familiar, anticonceptivos y.
disfunciones sexuales............................................................195
Capítulo 15
El compromiso y la noche de bodas......................................199
Prefacio
E
n enero de 1997, decidimos reimprimir y distribuir la
última obra publicada de Herbert W. Armstrong: El Misterio
de los Siglos. Unas semanas después, la Iglesia de Dios
Universal (IDU) nos demandó oficialmente, intentando detenernos.
(El Sr. Armstrong fundó la IDU pero, después que él falleció, su
sucesor repudió sus enseñanzas y dejó de producir sus obras publi-
cadas). Nuestra respuesta a la demanda fue una contra demanda,
estipulando poder reimprimir y distribuir 18 obras adicionales del
Sr. Armstrong, que consideramos vitales en nuestras creencias.
La dimensión desconocida de la sexualidad es una de esas 18
obras. Simplemente, no hay un libro semejante. Cuando usted lo
lea, comprenderá por qué.
Tal como lo explica el Sr. Armstrong en la sección “Lea esto
primero” (Pág. ix), él comenzó en 1949 a trabajar en este libro;
un año después de haber fundado el Ambassador College en
Pasadena, California (EE UU). Él ocupaba un libro de texto para
la clase de Principios para Vivir. Pero, se dio cuenta que este
conocimiento necesitaba alcanzar a una audiencia mucho mayor.
Así que él escribió este libro, con usted en mente.
Inicialmente lo publicó en 1964 bajo el título Dios habla de
“La Nueva Moralidad”. En aquellos tiempos, una revolución cul-
tural estaba invadiendo al mundo occidental. “La rebelión está
en marcha”, escribió el Sr. Armstrong, “en contra de la mojiga-
tería, la represión y la ignorancia”. El mundo había cambiado de
x La dimensión desconocida de la sexualidad
Gerald Flurry
Pastor General, Iglesia de Dios de Filadelfia.
Lea esto primero
S
i hubo alguna vez un libro necesario en el mundo
occidental contemporáneo, ¡este es! Ningún aspecto de la
vida humana ha sufrido cambios tan espectaculares como
el sexual.
La llamada “nueva moral”, que empezó a surgir con la pri-
mera guerra mundial y se intensificó con la segunda, dio la vuelta
al mundo y lo hirió de gravedad en las décadas de 1950, 60 y 70.
Antes de la primera guerra mundial era ilegal en muchos
países publicar, vender o distribuir libros informativos sobre el
tema de la sexualidad. Pero después, descendió sobre el público
una avalancha de libros, folletos, artículos e información de toda
clase. En ella, sin embargo, faltaba algo: faltaba la dimensión
más importante y necesaria.
En las últimas décadas el tema sexual se ha ventilado públi-
camente en todas las formas posibles: en el cine, en la televisión
y en los avisos publicitarios también.
El tema comenzó a tratarse libremente. La moral se relajó.
La “nueva moral” alcanzó amplia aceptación social. Los divor-
cios aumentaron. La familia se debilitó y la vida de hogar sufrió
grave menoscabo … siendo que el fundamento de una sociedad
estable y perdurable es precisamente la estructura familiar sólida.
Se ha difundido la idea errónea de que todo lo nuevo y dife-
rente es “progresista” y “moderno”, y necesariamente mejor. Pero
la mayoría de las veces no se trata de progreso ¡sino de retroceso!
Lea esto primero xiii
A h o r a , ¡ u n a s o r p r e s a pa r a
los menor es de 30!
Los jóvenes de hoy poco saben de la situación que reinaba en
materia de familia y sexualidad antes de las guerras mundiales.
De hecho, hasta 1914, ¡el mundo llevaba unos 4.000 años con
muy poco cambio en este aspecto! La época anterior a 1914 era
tan distinta de la actual, ¡como el día es de la noche!
Los padres de entonces como los de ahora no enseñaban nada
sobre el sexo a sus niños. ¡Los padres mismos no sabían nada! Y
además, ¡el tema les abochornaba! La fórmula general era, “man-
tenga a sus hijos inocentes por medio de la ignorancia, hasta que
se casen; entonces, el instinto les guiará”.
¡Pero el instinto no les enseñaba! Los seres humanos, a
diferencia de los animales, no vienen equipados con instinto.
Ciegamente, armados con sólo una remojada de conocimientos
tergiversados adquiridos en la calle, los recién casados avan-
zaban penosamente por el camino de la desilusión, los sueños
frustrados, el resentimiento … y con demasiada frecuencia, la
disolución del hogar, si bien el divorcio era raro aun entonces.
Es cierto que la gran mayoría de las jóvenes se conservaban
“puras”. La mujer (antes de 1914) que había perdido la virginidad
antes del matrimonio había “perdido el honor”. Mas empero, se
había establecido una moral doble: el hombre exigía una virgen
por esposa, aunque la mayoría cuidaba menos su propia virtud
masculina. Más sin embargo, la joven que “se dejaba” la conside-
raban “mercancía de segunda”.
Hoy, los menores de 30 años desconocen en gran medida las
actitudes y el comportamiento en tiempos de la preguerra. Por
otro lado, si hoy resucitara alguna joven que hubiese muerto a la
edad de 22 años en 1917, ¡miraría con horror el comportamiento
y la mentalidad de las chicas de esa edad hoy!
xx La dimensión desconocida de la sexualidad
F a lt a l a d i m e n s i ó n v i t a l
Terminada la primera guerra mundial, el mundo comenzó a
verse inundado de libros, folletos y artículos sobre el tema de
la sexualidad; no obstante, en ninguno de ellos se expone la
2 La dimensión desconocida de la sexualidad
E l o r i g e n d e l a “ v i e j a m o r a l”
El cristianismo, después de su primera generación, absorbió
gran parte de la filosofía de los griegos y calificó a la sexua-
lidad de “pecaminosa”. Desde entonces y a través de los siglos, la
Iglesia Católica Romana ha dictado las normas de moralidad en
el mundo occidental.
¿Acaso Cristo enseñó que la sexualidad en sí es vergonzosa o
mala? ¡Claro que no! Jesús jamás contradijo las Sagradas Escri-
turas que declaran que la sexualidad fue creada por Dios, y que
todo lo que había creado, Dios mismo lo llamó “bueno en gran
manera” (Génesis 1:31). Lo que Jesús condenó fueron las malas
prácticas sexuales. Perdonó a una adúltera arrepentida advir-
tiéndole: “Vete, y no peques más” (Juan 8:11).
Los primeros apóstoles jamás se apartaron de esta enseñanza,
y la Biblia entera nos enseña lo mismo.
¿Cuál fue, entonces, el verdadero origen de la actitud de ver-
güenza ante la sexualidad? Entró en el mundo romano como
parte de la religión babilónica de los misterios. Y, ¿cómo llegó
a formar parte del pensamiento cristiano? Los hechos son más
extraños que la ficción. Ciertamente no la enseñaron ni los
hebreos, ni Jesús, ni tampoco la Iglesia de Dios original. Llegó al
mundo romano a través de Grecia, que a su vez la había recibido
de Egipto. Pero sus raíces se extienden aun más allá de Egipto, a
un origen que revelaremos en el siguiente capítulo.
El mundo en revolución: ¿Por qué fue necesario este libro? 3
L o s f r u t o s d e l fa l s o p u d o r
¿Cuáles fueron los frutos de este concepto dualista de la virtud?
El 90 por ciento de los matrimonios eran infelices, muchos
completamente desdichados e insoportables, a causa de la igno-
rancia y los conceptos falsos de la sexualidad. Muchas esposas
eran prácticamente violadas en su noche de bodas. El torpe
esposo no tenía intenciones de maltratarla, ¡pero era total-
mente ignorante! Necesitaba instrucciones y éstas le habían
sido negadas.
Muchas esposas calificaban a sus maridos de “bestias”. Igno-
raban que las bestias, guiadas por el instinto, no hacen tales
cosas. Los esposos calificaban a sus esposas de “frías”,y con
demasiada frecuencia empezaban a visitar prostitutas.
4 La dimensión desconocida de la sexualidad
La c o n c l u s i ó n f r e u d i a n a
Alrededor de 1904, Sigmund Freud, padre del psicoanálisis,
había sentado una teoría revolucionaria, fruto de sus experien-
cias e investigaciones clínicas. Dictaminó que la represión, la
vergüenza y la ignorancia en materia sexual eran causantes de
neurosis y otros desequilibrios mentales.
Freud y sus seguidores en la naciente profesión de la psi-
quiatría abogaron por la divulgación de estos conocimientos y
la libertad sexual como una panacea. Si las alteraciones neuró-
ticas eran producto de la represión y la continencia, ¿por qué
no invertir la moral? Romper el tabú de las restricciones; darle
a la sexualidad un nuevo carácter; comenzar a verla como algo
bueno, nada vergonzoso, degradante ni malo, cualquiera que
fuere su aplicación dentro o fuera del matrimonio.
Al término de la primera guerra mundial las conclusiones
revolucionarias de Freud acabaron por hacer abolir las barreras
legales que antes existían en muchos países. Simultáneamente,
comenzaron a derrumbarse las barreras morales.
Suprimidas las restricciones legales contra la educación
sexual, médicos y sicoanalistas comenzaron a escribir innume-
rables volúmenes sobre la sexualidad.
Hasta entonces, la publicación de conocimientos en otros
campos del saber había adquirido un ritmo cada vez más acele-
rado, mientras el delicado tema de la sexualidad se reservaba a
la profesión médica y afines. Ahora comenzaron a llover sobre
el público toda clase de publicaciones que trataban el tema de la
sexualidad. Hoy en los puestos de revistas es difícil hallar una que
no contenga al menos un artículo sobre la sexualidad. El tema se
trata aun en las revistas más conservadoras, y hay otras (no nos
referimos a las pornográficas) dedicadas totalmente a este tema.
El mundo en revolución: ¿Por qué fue necesario este libro? 5
A pa r e c e l a “ n u e va m o r a l”
¿ Sa b e m o s r e a l m e n t e d i s t i n g u i r
entr e el bien y el mal?
A fin de cuentas, ¿qué es el bien? ¿Qué es el mal? ¿Qué es lo mejor
para cada individuo? En general se supone que toda persona
cuerda “sabe distinguir entre el bien y el mal”.
6 La dimensión desconocida de la sexualidad
E l m at r i m o n i o p u e s t o e n t e l a d e j u i c i o
En la moderna rebelión contra casi todo, incluyendo los tabúes
puritanos, el mundo tiende a rechazar toda autoridad, abando-
nándose cada vez más a la impulsividad y el desenfreno.
Muchos, incluyendo a algunos siquiatras, ponen en duda
la institución matrimonial misma. ¿Quién dio origen a la cos-
tumbre matrimonial y cuándo fue instituida? Si el hombre fuera
apenas un animal superior, ¿en qué momento de su evolución
empezó el matrimonio con la vida familiar y de hogar … y por
qué? ¿Por qué los animales se reproducen pero no se casan? El
matrimonio no es necesario para la reproducción.
¿Necesitamos que alguna autoridad establezca qué es
bueno y malo en la sexualidad y el matrimonio? ¿Es perjudicial
la libertad sexual con mutuo consentimiento? ¿Es malo el adul-
terio? ¿Beneficia a quienes lo practican … o los perjudica?
Veamos lo que la ciencia moderna y el método científico han
contribuido al respecto.
Al lector le espera conocimiento nuevo, de importancia
vital.
2
¿Por qué la dimensión
desconocida,
y qué es?
¡Q ué época!—¡esta era de la explosión de conoci-
mientos! Pocos se dan cuenta de lo reciente de su
desarrollo. Su rápida aceleración sucedió solamente en
el siglo xx.
La diseminación de conocimientos sobre el sexo apareció sólo
desde la Primera Guerra Mundial. La ignorancia medieval, a la par
con la actitud de que “el sexo es vergonzoso” y la represión ecle-
siástica, causó frustración y matrimonios miserablemente infelices.
Pero, la difusión moderna del conocimiento biológico del sexo y
las abiertas libertades sexuales de la “Nueva Moral” han empujado
al mundo occidental, del sartén a las brasas, de mal en peor.
Y, ¿por qué? Porque la dimensión más vital del conocimiento
sobre el sexo y el matrimonio ha estado ausente.
Au s e n t e d e t o d o e l c o n o c i m i e n t o
Esta dimensión vital ha faltado no sólo en el campo de la sexua-
lidad y el matrimonio sino ¡en todos los campos de la ciencia y el
saber!
Para comprender esto mejor, debemos saber cuál fue el
ímpetu detrás de la explosión de conocimientos y cómo se
perdió esta dimensión esencial, del saber.
El aumento espectacular del conocimiento en el mundo
comenzó hace apenas unos 170 años con el advenimiento de la
8 La dimensión desconocida de la sexualidad
La c i e n c i a m o d e r n a : e l n u e v o M e s í a s
Los científicos nos aseguraron que la humanidad había progre-
sado hasta el punto de poder desechar la “muleta” supersticiosa
de la creencia en Dios y la religión. Ahora la humanidad podía
confiar en el nuevo Mesías: la ciencia moderna.
Los científicos nos dijeron: “Una vez adquiridos los cono-
cimientos suficientes, resolveremos todos los problemas de
la humanidad y curaremos todos los males del mundo”. Para
ello, la ciencia moderna se valdría del uso intensificado de los
mismos elementos que venía usando la humanidad a lo largo de
¿Por qué la dimensión desconocida, y qué es? 9
Ta m b i é n au m e n t a r o n l o s m a l e s
Paradójicamente, ¡los males, los problemas y los sufrimientos de
la humanidad han aumentado con igual rapidez! En una sola
década, de 1960 a 1970, los conocimientos humanos se dupli-
caron; mas, increíblemente en el transcurso de esos años,
¡también se duplicaron los problemas y males del mundo! El
“progreso” en los años 70 fue análogo.
¿Por qué no es efectiva la fórmula de que basta adquirir más
conocimiento para encontrar las soluciones? A mayor conoci-
miento hemos visto mayores males. ¡Esta es la verdad, escueta y
fría, que no se puede negar!
¿Es malo poseer o adquirir conocimiento? ¡Desde luego que
no! ¿Queremos desalentar la búsqueda del mismo? ¡De ninguna
manera!
Por otro lado, reconozcamos que los males del mundo
han aumentado a la par con el conocimiento. No que el conoci-
miento los haya causado necesariamente, pero no curó los males
ya existentes ni evitó otros nuevos.
Tiene que haber, en algún lado, una laguna en el conoci-
miento del hombre, una dimensión desconocida. ¡Ya es hora de
que entendamos cuál es!
¡Todo efecto tiene una causa! Tiene que haber una causa
para todos los males de este mundo. Tiene que haber una
causa para el empeoramiento del problema moral. Existen dos
clases de conocimiento: el verdadero y el falso.
La l i b e r t a d a c a d é m i c a
Mientras la producción desenfrenada de conocimientos con-
tinúa, los eruditos de nuestras universidades se empeñan
en enfatizar la libertad académica. La libertad académica se
define como el pensamiento independiente otorgado a los
10 La dimensión desconocida de la sexualidad
La c au s a d e l o s e r r o r e s
Durante muchos años he observado que los errores suelen fun-
darse sobre premisas básicas que son falsas. Se supone que éstas
son incontrovertibles, se aceptan sin vacilar y se estructura
sobre ellas el pensamiento. La premisa básica del conocimiento
de nuestros tiempos ha sido el concepto evolucionista. Es la lente
a través del cual se observan todas las cosas. Sin embargo, carece
de pruebas concluyentes y por consiguiente continúa siendo una
teoría. Además, por su misma naturaleza no puede ser compro-
bada. Es una fe, y para quienes abrazan esa fe, ¡dudar de ella es
una herejía académica!
Entonces, ¿nos atreveremos a dudar de las teorías acep-
tadas por la gran mayoría de los eruditos? ¿Constituye una
¿Por qué la dimensión desconocida, y qué es? 11
E l a l m a , ¿e s e s pí r i t u o m at e r i a?
¡Esta es una afirmación dogmática de que Dios diseñó y creó la
sexualidad!
Leamos Génesis 2:7: “Entonces el Eterno Dios formó al
hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de
vida, y fue el hombre un alma [ser] viviente”. Esta declara-
ción llana dice simplemente que lo que fue hecho de sustancia
material (polvo de la tierra) se tornó en un alma—una decla-
ración clara y enfática de que el “alma” fue hecho de materia, y
no de espíritu.
Entonces se nos dice que Dios plantó un huerto, o parque, en
Edén y puso allí al hombre que había hecho.
Nótense los siguientes hechos: Se afirma que el hombre y la
mujer fueron la última obra creada en el sexto día de la semana
(primer capítulo de Génesis). Fueron creados, tal como nacemos
nosotros, con mentes humanas exentas de conocimiento. Pero
fueron creados como adultos, con la capacidad mental de un
adulto, capaces de recibir conocimiento y razonar con él.
Entonces su Creador empezó inmediatamente a darles ins-
trucciones básicas necesarias. Y estas, lo hace muy claro, incluyó
instrucciones acerca del matrimonio y la sexualidad.
D e s n u d o s … y s i n s e n t i r v e r g ü e n z a
Dios les dijo: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra”. Por
otra parte, “estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se
avergonzaban” (Génesis 1:28 y 2:25).
¿Por qué la dimensión desconocida, y qué es? 13
Note, por favor, aquí dice claramente que Dios no les inculcó
sentimientos de vergüenza. Al terminar sus instrucciones
iniciales, que abarcaban los temas de la sexualidad y la repro-
ducción, no había noción alguna de indecencia ni vergüenza por
lo que Dios había diseñado y creado.
Tengamos presente que el relato es muy breve y sólo nos
cuenta los hechos más destacados. Todo indica que Dios les
impartió a Adán y Eva las instrucciones básicas suficientes para
sus necesidades del momento. Sólo los puntos más importantes
de tales instrucciones se resumen aquí.
Sin embargo, lo que nos cuenta este relato basta para demos-
trar que recibieron instrucciones amplias en cuanto al camino
de vida que causaría efectos buenos: felicidad, prosperidad,
comodidad, interés por la vida y abundante bienestar.
Nótese cuánta enseñanza se resume en pocas palabras:
“Y el Eterno Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a
la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio
del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal … Y mandó
el Eterno Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto
podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no
comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”
(Génesis 2:9, 16-17).
Dios le advirtió a Adán que era mortal, que podía morir. Le
dijo que había sido formado de la tierra (versículo 7) y también:
“Polvo eres, y al polvo volverás” (capítulo 3, versículo 19).
Veamos lo que este pasaje revela y simboliza. El árbol de vida
simboliza la vida eterna. Adán y Eva aún no poseían vida eterna.
Dios se la ofrecía como un don gratuito.
Obligados a escoger
Adán y Eva fueron requeridos a tomar una decisión.
En el huerto había otro árbol simbólico: el del “conoci-
miento del bien y del mal”. La decisión errada de tomar de
aquel árbol prohibido llevaría consigo la pena de muerte.
“Ciertamente morirás”, dijo Dios, si optaban por desobedecer
y tomar de él.
Esto se expresa en otras palabras en Romanos 6:23: “Porque
la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida
14 La dimensión desconocida de la sexualidad
La c au s a d e l a pa z y l a f e l i c i d a d
¡Es una Ley tan real, tan absoluta como la ley de la gravedad!
¡Gobierna y regula todas las relaciones humanas!
Siendo Dios el Hacedor del hombre, Creador de toda materia,
fuerza y energía, Creador de las leyes de la física, la química, la
gravedad y la inercia, ¿acaso resulta extraño que también haya
creado y puesto en vigor esta Ley espiritual como fuente y
causa de todo bien para el hombre?
Si el Creador es un Dios de amor, y si es todopoderoso,
¿acaso obraría de otra manera? ¿Habría dejado al hombre sin un
camino, una CAUSA que le trajera paz, felicidad, prosperidad,
éxito y abundante bienestar?
Reitero: Todo efecto tiene que tener una causa.
Para que haya paz, felicidad y bienestar abundantes, ¡tiene
que haber algo que los cause! Dios no sería Dios si no dis-
pusiera una causa para todo el bien deseado.
¿Por qué la dimensión desconocida, y qué es? 15
La c au s a d e l o s m a l e s d e l m u n d o
Al establecer la pena de muerte y prevenir contra ella, un Dios
justo tenía que haber revelado a los seres humanos la Ley espi-
ritual cuya transgresión acarrearía tal pena. Se trataba de la Ley
que se encuentra codificada en los 10 mandamientos. Recuér-
dese que la Biblia no presenta los detalles sino apenas un
resumen general de lo que Dios les enseñó.
Él les explicó claramente a Adán y Eva su camino de vida,
el camino del altruismo, el del dar, el de su inexorable Ley espi-
ritual. Dios ya había puesto en vigor la Ley que causa todo
el bien. También les había explicado el camino que causa
los males: la transgresión de aquella Ley. Si ellos no hubiesen
sabido cuál era la Ley, tampoco podría habérseles dicho que al
desobedecerla ciertamente morirían.
Expresado más claramente, Dios permitió que el hombre
mismo escogiera entre, causarse todo bien y recibir la vida
eterna y felicidad, o causarse el mal. Es la humanidad, no Dios,
quien causa todos los males del hombre. Le corresponde al
hombre escoger, y lo que el hombre siembra, eso mismo cosecha.
16 La dimensión desconocida de la sexualidad
La s u t i l t e n t ac i ó n
Satanás, con astucia, se dirigió primero a la mujer. Influyó en el
hombre por medio de su esposa.
Satanás le dijo a la mujer: “¿Conque Dios os ha dicho: No
comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la ser-
piente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero
del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No
comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la
serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el
día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como
Dios, sabiendo el bien y el mal” (versículos 1-5).
Esta narración atribuye al diablo una astucia sutil. Primero,
desacredita a Dios, diciendo en efecto: “No se puede confiar en
la palabra de Dios. Él dice que ustedes son mortales, que pueden
morir. Pero Él sabe que eso no es verdad; sabe que sus mentes
son tan perfectas que ustedes pueden ser Dios”.
Es prerrogativa de Dios solamente determinar qué es el
bien y qué es pecado, qué es bueno y qué es malo. Él no ha dele-
gado este derecho o facultad al hombre, más sí nos compele a
decidir si vamos a pecar o si vamos a obedecer Su Ley.
Para determinar qué es lo bueno, se necesitó el poder crea-
tivo para establecer y poner en vigor leyes inquebrantables
como esta Ley espiritual o las leyes físicas y químicas; una ley
¿Por qué la dimensión desconocida, y qué es? 17
¿C uá l e s l a di m e n s ió n de s c o n o c i da?
Ahora bien, ¿cuál es la dimensión que falta en el conocimiento
sexual … y en todo conocimiento?
¡Es la revelación de DIOS!
Pues si bien fue rechazada por los primeros seres humanos
y por la humanidad en general, lo cierto es que Dios le dio al
hombre Su revelación del conocimiento básico. ¡La
tenemos por escrito! La Santa Biblia es esa revelación. Con-
tiene historia, instrucción, revelación de conocimientos básicos
y profecía.
La Biblia no contiene todo el saber, sino aquel conoci-
miento fundamental que, ¡de otra manera sería inaccesible para
el hombre!
¿En qué falla, pues, la producción de conocimiento? ¡En
que la dimensión más vital está ausente! Hemos dicho que el
error suele surgir cuando se da por sentada una premisa falsa,
aceptada sin prueba alguna, y sobre ella se desarrolla el razona-
miento. Al resultar falsa la hipótesis o premisa que sirvió de base,
¡toda la estructura fundada sobre ella se derrumba!
Hemos dicho que las herramientas de la ciencia moderna son
la observación, la experimentación y el razonamiento. ¿Es malo
emplearlos? ¡De ninguna manera! El error está en rechazar
la revelación, pues esta constituye la verdadera premisa básica.
Cuando el hombre la sustituye por sus propias hipótesis falsas,
se pierde la dimensión más vital del conocimiento.
La Palabra de Dios, Su manual de instrucciones para la
humanidad, constituye el fundamento de todo saber. No todo
20 La dimensión desconocida de la sexualidad
La p r i m e r a m e n t i r a d e
l a Histor i a conocida
Veamos cómo satanás mismo hizo pensar al hombre que la
sexualidad era vergonzosa.
El capítulo 1 del libro de Génesis nos dice que al crear al
hombre, Dios creó los órganos sexuales: “varón y hembra los
24 La dimensión desconocida de la sexualidad
Sa t a n á s i n t r o d u c e l a v e r g ü e n z a
La narración del Génesis es extremamente breve y condensada.
Tan solo es un resumen en muy pocas palabras de estas conver-
saciones y eventos. Pero otros pasajes de la Biblia y la Historia
misma arrojan más luz sobre los hechos.
Supliendo los detalles y llenando los vacíos, lo dicho por
Satanás se hace claro.
Tan pronto como el diablo, con argucia, hubo logrado su pro-
pósito: que la mujer le obedeciera comiendo del fruto prohibido
y que el hombre hiciera otro tanto deliberadamente, el siguiente
versículo nos dice: “Entonces fueron abiertos los ojos de ambos,
v conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de
higuera, y se hicieron delantales” (versículo 7).
Prosigamos leyendo: “Y oyeron la voz del Eterno Dios que se
paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se
escondieron de la presencia del Eterno Dios entre los árboles del
huerto. Mas el Eterno Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde
estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo,
porque estaba desnudo; y me escondí” (versículos 8-10).
¡Veamos la respuesta de Dios!
“¿QUIÉN TE ENSEÑÓ QUE ESTABAS DESNUDO?” (ver-
sículo 11). Sí, ¿QUIÉN puso en su mente el sentimiento de
vergüenza por la sexualidad?
¡Fue satanás el que había introducido esas ideas!
¡No fue Dios!
Durante todo el tiempo que Dios les habló, instruyéndolos
en la verdad, el hombre y la mujer habían estado desnudos. Sin
embargo, nada de lo que Él les enseñó suscitó en ellos un sen-
timiento de vergüenza. La idea de que la sexualidad es mala
provino de Satanás. Constituía una acusación contra Dios, un
intento por hacer que su obra apareciera como algo degradante
y contaminado. ¡Este concepto estaba íntimamente ligado con la
mentira acerca de la “inmortalidad del alma”!
“ V e r g ü e n z a” — l i g a d a a l a m e n t i r a
d e l “a l m a i n m o r t a l”
El concepto de vergüenza por la sexualidad nació de la doctrina
de la inmortalidad del alma.
¡Veamos cómo se desarrolló!
La doctrina de la inmortalidad del alma enseña que el
hombre es dual. Por una parte sostiene erróneamente que el
verdadero hombre es el “alma inmortal” y el cuerpo su prisión, y
por otra parte se contradice afirmando que el hombre es dual,
que consta de alma y cuerpo.
Así, el verdadero hombre se presenta como un ser espiri-
tual puro, bueno, justo, dotado ya de inmortalidad; y el cuerpo,
la carne, se presenta como algo esencialmente maligno y des-
agradable. Los órganos sexuales y sus funciones son físicos, del
cuerpo, y por tanto son carnales y malos.
Así Satanás ha inculcado la idea de que lo diseñado y creado
por Dios es malo, mientras que el hombre en sí es bueno.
Recuérdese que Satanás es un ser espiritual, en otro tiempo
el arcángel Luzbel. No tiene cuerpo físico, ni sexualidad ni
capacidad de reproducirse. Por consiguiente, envidia los atri-
butos dados al hombre e intenta desacreditarlos y presentarlos
como malos al mismo tiempo que los glorifica como objetos de
lujuria. Satanás es el verdadero autor del falso pudor dualista.
También es el verdadero autor de otra falsedad en el extremo
opuesto: la llamada “nueva moral”, que de hecho constituye una
crasa INmoralidad. En este caso Satanás engaña a la gente con-
virtiendo la sexualidad en un ídolo de lujuria.
En ambos extremos engaña a la humanidad, haciéndola
caer en los males con los cuales ¡pretende destruir al género
humano!
El verdadero significado de la sexualidad 29
¿ A d ó n d e pu e s ac u d i r ?
Entonces, ¿ahora a dónde? ¿Dónde podemos enterarnos del
uso y propósitos correctos? ¿Dónde hallar la suprema
autoridad moral? ¿Dónde hallar la actitud apropiada?
En ningún otro campo que en el de la sexualidad, se
demuestra más claramente que la Palabra de Dios es la base
del conocimiento.
¿Cómo, dónde y cuándo se originó la sexualidad … y por qué
razón?
Veremos claramente un gran propósito y un gran sig-
nificado detrás del origen de la sexualidad. En su diseño se
manifiestan gran inteligencia, previsión y sabiduría. ¡La sexua-
lidad fue creada por el Omnisapiente, Omnipotente y Santo
Creador!
Las respuestas están en la Biblia, y debemos comenzar por el
principio. Helo aquí: “En el principio creó Dios los cielos y la
tierra” (Génesis 1:1).
El gr a n Educador
He aquí una verdad fundamental olvidada por el mundo desde
hace mucho tiempo: el Todopoderoso no es sólo el Creador, ¡sino
también el gran Educador!
El Eterno Dios instruyó a la primera pareja acerca de la
sexualidad, entre otras cosas. El gran Diseñador, Creador y
El verdadero significado de la sexualidad 37
¿ Q u i é n e s YH W H ?
Ya hemos explicado que la palabra “Dios” en Génesis 1:1 es
una traducción de la voz hebrea Elohim que significa más de
un Ser Divino formado un Dios; la única Familia Dios, pues
Dios es un Reino.
Pero cuando aquel relato histórico se refiere por pri-
mera vez a Dios como un individuo que le habla al
hombre, emplea un nombre hebreo nuevo y diferente. En
Génesis 2:15 (y en los versículos anteriores comenzando con
el versículo 4) las palabras traducidas como “Jehová Dios”
son traducciones del hebreo Yhwh Elohim. Ya hemos visto
que la palabra hebrea Elohim es uniplural; es el plural de El
o Eloah, que significa el Dios uniplural, la Fuerza, el Poder,
la Deidad.
Pero Yhwh significa El que vive por siempre o el Eterno.
No existe una sola palabra en español que lo traduzca
exactamente. Dios siempre nombra a las personas y cosas
por lo que son. En realidad Yhwh significa, El que vive por
Sí Mismo,
El verdadero significado de la sexualidad 39
E l G é n e s i s t r ata l o s pu n t o s p r i n c i pa l e s
El segundo punto importante que quiero recalcar en este punto
es que Dios no vio necesario darnos todos los detalles de lo que
se dijo y se hizo en estos primeros capítulos del libro de Génesis.
40 La dimensión desconocida de la sexualidad
La p r i m e r a e d u c a c i ó n s e x u a l
Nuevamente, comenzaremos por el principio: “En el principio
creó Dios los cielos y la tierra … Entonces dijo Dios: Hagamos
al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra seme-
janza … Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios
lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo:
Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra … Y vio Dios todo lo
que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera”
(Génesis 1:1, 26-28, 31).
Dios creó a los seres humanos varón y hembra. Él fue quien
creó el sexo en los humanos, y dijo que era “BUENO EN GRAN
MANERA”, no malo, vergonzoso, degradante ni pecaminoso en
sí mismo. Únicamente el mal uso se convierte en pecado.
Él creó la sexualidad para ser usada. Si esa no hubiera sido
Su intención, no la habría ideado. En la familia de los ángeles
Dios no dispuso que se usara la sexualidad, y por eso los creó ni
varón ni hembra. Los ángeles no tienen funciones sexuales ni se
reproducen.
Si el Creador diseñó la anatomía y activó la función y los
estímulos sexuales, lo hizo para cumplir unos propósitos defi-
nidos. Con toda seguridad, Dios no olvidó su deber de revelar
a aquella pareja el propósito correcto que estas funciones de
sus cuerpos y mentes habrían de servir. Reitero que el relato del
Génesis es un resumen de lo más breve. Sin embargo, la estruc-
tura básica de las instrucciones dadas por el Creador está clara, y
los detalles completos se hallan disponibles para la humanidad
en otros pasajes de la Biblia.
42 La dimensión desconocida de la sexualidad
La c r e a c i ó n c o n t i n ú a aú n
Antes de seguir adelante, recordemos cuál es el propósito general
de Dios para la humanidad. Él dijo: “Hagamos al hombre a
nuestra imagen”. El hombre, como ya se dijo, fue creado como
ser físico, hecho de materia, a semejanza de Dios. Mas por ahora,
el hombre no es más que una arcilla que el Alfarero Supremo
(cuando el hombre cede a Él) está formando y moldeando para
hacer una imagen final: la del carácter espiritual de Dios. ¡La
creación aún continúa! La creación espiritual del carácter justo.
El Nuevo Testamento revela que una vez que el hombre se haya ren-
dido y arrepentido de su pasado rebelde, y se haya reconciliado con
Dios, se convierte en una nueva creación (2 Corintios 5:17).
Esta creación del carácter espiritual recto dentro de nosotros
requiere libre albedrío: el hombre debe escoger el bien en contraposición
al mal, ejercitando su libertad de escoger y desarrollando autodisciplina.
Dios diseñó y creó la sexualidad para funciones buenas,
sanas y santas. Pero en el proceso del desarrollo del carácter
Él permite al hombre rebelarse, si así lo desea, y mancillar,
profanar y pervertir aquello que fue creado para traer ricas ben-
diciones. Mas, el mal uso ¡le trae maldiciones!
Dios hizo su verdad accesible al hombre. Instruyó a la pri-
mera pareja. Les ordenó que siguieran por el camino correcto.
No obstante, tanto ellos como sus hijos y la humanidad en
general escogieron el camino incorrecto; el camino que de
alguna forma le parece mejor al hombre pero que le lleva al dolor,
el sufrimiento, tristezas y muerte (Proverbios 14:12; 16:25).
Así, pues, Dios sí instruyó a nuestros primeros padres en el
uso correcto y en los propósitos sanos, productores de felicidad
e inspiradores del sexo.
En el pasaje citado arriba, ¡Dios indicó que el sexo fuera
usado para la reproducción!, diciendo: “Fructificad y multipli-
caos; llenad la tierra” (Génesis 1:28).
T i p o d e l a s a lva c i ó n e s p i r i t u a l
Ahora, ¡fijémonos bien en la asombrosa comparación!
Por cierto, ¿qué es la salvación espiritual? Pocos cristianos
profesos la entienden.
El verdadero significado de la sexualidad 45
¿ Na c e r d e n u e v o ?
Recordemos la advertencia de Dios a Adán y Eva: que a causa de
su desobediencia ciertamente morirían. Mas, Dios les había
ofrecido libremente el don de la vida eterna, si escogían el “árbol
de la vida”.
Cuando ellos escogieron el fruto prohibido, Dios los sacó del
huerto para que “no alargue su mano, y tome también del árbol
de la vida, y coma, y viva para siempre” (Génesis 3:22).
Ahora bien, si la humanidad se arrepiente, aún puede recibir
el don de la vida eterna por medio de Cristo. Esto fue lo que
Jesús le explicó a Nicodemo: “El que no naciere de nuevo, no
puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3).
Nicodemo, obviamente, no entendió aquello, pues sólo
conocía el nacimiento físico. Sin embargo, sí conocía la
46 La dimensión desconocida de la sexualidad
La a s o m b r o s a c o m pa r a c i ó n
Ahora veremos cómo el engendramiento humano, el período
de gestación y nacimiento, es un modelo o tipo de la salvación
espiritual, es decir, del proceso de nacer de Dios; de recibir
vida eterna en el Reino de Dios, ¡la Familia Dios en la que
podemos nacer!
Cada adulto humano es, espiritualmente, un “óvulo”. Este
“óvulo” espiritual tiene una vida limitada (comparado a la vida
eterna) de 70 años aproximadamente. Mas, puede recibir vida
espiritual inmortal divina cuando en él penetre el Espíritu
Santo proveniente de la Persona Dios Padre. Este Espíritu
divino de Dios, además, nos imparte la naturaleza divina
(2 Pedro 1:4). Hasta que esto acontezca, poseemos únicamente la
naturaleza carnal o humana.
Así como el espermatozoide es la más pequeña de todas
las células humanas, muchos cristianos recién engendrados
comienzan con una medida muy pequeña del Espíritu Santo de
Dios. ¡Al principio pueden ser carnales en un 99,44 por ciento! Tal
parece ser el caso de los miembros de la Iglesia de Dios en Corinto
(1 Corintios 3:1-3). El apóstol Pablo dijo que aún tenía que nutrirlos
con leche espiritual y no con alimento espiritual de adultos.
Tal como el espermatozoide se une con el núcleo del óvulo,
¡así el Espíritu de Dios entra y se combina con la mente
humana! Existe, como dijimos arriba, un espíritu dentro del
hombre que, unido con el cerebro, forma la mente humana. El
El verdadero significado de la sexualidad 47
E l e m br ió n e s pi r i t ua l
Ahora, pues, engendrados espiritualmente, somos apenas
embriones espirituales. ¡Ahora necesitamos el alimento espi-
ritual! Jesús dijo que no sólo de pan (comida física) vivirá el
hombre, ¡sino de toda palabra de Dios (alimento espiritual)!
Este alimento lo obtenemos de la Biblia, y también por medio
del contacto continuo, personal e íntimo con Dios en la ora-
ción y por el compañerismo cristiano con otros hijos de Dios
en su Iglesia.
El embrión y el feto físicos son alimentados por la madre.
La Iglesia de Dios es llamada la Jerusalén de arriba, “la cual es
madre de todos nosotros” (Gálatas 4:26).
¡El paralelo es exacto! La Iglesia es la Madre espiritual de
sus miembros. Dios ha puesto a Sus ministros dentro de Su
48 La dimensión desconocida de la sexualidad
F i na l m e n t e , ¡l a i n morta l i da d !
Después (aunque la persona haya muerto entretanto), a su
debido tiempo, por medio de la resurrección o de una trans-
formación instantánea de mortal en inmortal, a la venida de
Cristo, la persona nacerá de Dios, como miembro del Reino
de Dios, ¡pues Dios es aquel Reino! Habrá dejado de ser carne
(materia de la tierra) y estará compuesto de espíritu, así como
Dios es espíritu (Juan 4:24).
¡Cuan maravillosa es la verdad de Dios!
Sin embargo, por medio del envilecimiento de las actitudes
con respecto a la sexualidad y por la perversión de los propósitos
Los propósitos divinos de la sexualidad 49
La ú n i c a au t o r i d a d d e l a m o r a l i d a d
Nuevamente volvemos a la verdad inevitable: ¡la Palabra de
Dios es el fundamento de todo saber! ¡DIOS es el supremo
EDUCADOR! La Biblia no contiene ni cerca de la totalidad del
conocimiento, pero sí nos da el fundamento, el punto de par-
tida, el enfoque básico para la adquisición de los conocimientos
que el hombre es capaz de descubrir.
En Su manual de instrucciones, Dios revela al hombre, ¡lo
que éste no podría aprender de otra manera! La verdad com-
pleta surge de la revelación bíblica, mas los conocimientos que
se pueden adquirir y descubrir con la metodología del con-
cepto revelado en la Biblia.
El hombre, sin necesidad de revelación Divina, ha podido
observar que la vida vegetal se reproduce, y la vida animal
también. Sobre esta base, ignorante de la revelación divina,
Los propósitos divinos de la sexualidad 51
El segu n do propósito
Jesús les enseñó a los fariseos lo mismo que les había enseñado a
nuestros primeros padres: “… el que los hizo al principio, varón
y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y
madre, y se unirá a su mujer … por tanto, lo que Dios juntó, no
lo separe el hombre” (Mateo 19:4-6).
¿Por qué se casan los seres humanos? Porque Dios los creó
varón y hembra —porque Dios creó la sexualidad.
¡La sexualidad no es producto de una evolución ciega, sino
del designio de una mente inteligente! Fue Dios quien milagro-
samente creó al género humano como varón y hembra. ¡Y Él
tiene un propósito para todo lo que crea!
Entonces, dado que el Todopoderoso creó la sexualidad, Él
diseñó la institución matrimonial. Y es Dios quien une a
un hombre y una mujer como esposo y esposa.
52 La dimensión desconocida de la sexualidad
E l m a t r i m o n i o , ¿ pa r a q u é ?
Reflexionemos. ¿Por qué ordenó Dios la relación humana del
matrimonio?
La vieja moral dualista y represiva ha enseñado que el único
propósito de la sexualidad es la procreación. Si ello fuera así, ¡el
matrimonio no sería necesario! Dios creó a los animales
machos y hembras. Los animales se reproducen, ¡pero no se
casan! El matrimonio no es necesario para la procreación.
Entendamos, ¡comprendamos esta verdad! La sexualidad
permite que haya procreación sin matrimonio. Ciertamente,
esto es uno de los mayores males en el mundo de hoy … ¡hay
demasiada procreación fuera del matrimonio!
Los animales se reproducen, ¡mas no contraen matrimonio!
Requieren muy poca o ninguna enseñanza.
¿Ha visto alguna vez a un ternero nacer? La vaca no necesita
llamar al médico ni ir a un hospital para el alumbramiento. El
ternero, en cuanto ha nacido, se levanta tambaleante mientras la
vaca lo observa como si nada; no le enseña a caminar, ni a comer
ni a hacer nada. El ternero vacila un poco, pero en uno o dos
minutos ya está caminando.
¿Cuánto tiempo tarda un crío humano en aprender a
caminar? Generalmente un año o tal vez más. En cambio el
Los propósitos divinos de la sexualidad 53
L o s á n g e l e s s o n a s e x ua l e s
¡La verdad acerca del matrimonio y la sexualidad es más
profunda aún! El hombre parece haber perdido de vista su
importancia y significado sobrecogedor.
56 La dimensión desconocida de la sexualidad
La h e r e n c i a d e l h o m b r e
Actualmente, los ángeles son de un nivel superior al hombre,
mas muy inferior al de Dios. Veamos ahora cuál es la herencia
del hombre, ¡si él la escoge!
Respecto de la diferencia entre el hombre y los ángeles, vemos
en los dos primeros capítulos de Hebreos: “Porque no sujetó a
los ángeles el mundo venidero [el Mundo de Mañana], acerca
del cual estamos hablando; pero alguien testificó en cierto lugar
[Salmos 8:4-6], diciendo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes
de él? …” (Hebreos 2:5-6).
¡Captemos esto! La Tierra estuvo antes sujeta a los ángeles.
El arcángel Lucifer, sentado en el trono de la Tierra, adminis-
traba el gobierno de Dios sobre todos los ángeles que entonces
habitaban nuestro planeta. Pero se enorgulleció, se hinchó de
Los propósitos divinos de la sexualidad 57
¡ U n a r e l ac i ó n a l n i v e l d e D i o s !
Capte esta colosal verdad, ¡si puede!
¡He aquí la máxima verdad que se pudiera jamás conocer! El
hombre, y sólo el hombre puede, de todas las formas de vida creadas
por Dios, nacer dentro de la Familia Dios, ¡el Reino de Dios!
A los animales nunca se les dio la relación familiar. A los
ángeles nunca se les dio entrada en la familia. La relación fami-
liar es una relación al nivel de Dios (no al de los ángeles), y fue
dada al hombre porque sólo el hombre ha de nacer dentro de
la Familia Dios.
De todas las formas de vida (sea vegetal, animal o angelical)
en toda la creación, ¡SÓLO EL HOMBRE ha sido creado para el
matrimonio, el hogar y la vida de familia!
¡Lea esto de nuevo! ¡Trate de comprenderlo! ¡Piense en su sig-
nificado! Esta es una verdad crucial que el mundo engañado no
conoce.
Actualmente el hombre está compuesto de materia física. Sin
embargo, ¡solamente en el hombre se continúa la creación de
Dios! Los humanos que se arrepienten, que se entregan a Dios
y aceptan a Cristo, pueden ser convertidos de mente y actitud,
y recibir el Espíritu Santo de Dios. ¡De esta manera son engen-
drados como hijos de Dios! ¡Pueden tener comunión directa
con Él y llamarlo Padre! Se establece entonces, ¡una relación de
Padre e Hijo con Dios!
Esta posibilidad no existe para ninguna otra criatura, ¡ni
siquiera para los ángeles! Estos jamás fueron ni podrán ser
engendrados por Dios, ¡para luego nacer como hijos suyos!
Cada ángel es de creación individual. ¡Ningún ángel puede
formar parte de la Familia Divina o Reino de Dios!
Acerca de los ángeles la Biblia dice: “Porque ¿a cuál de los
ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy,
y otra vez: Yo seré a él Padre, y él me será a mí hijo?” (Hebreos 1:5).
Ni los animales ni los ángeles ni ningún otro ser excepto el
hombre puede ser literalmente engendrado por un proceso de
reproducción espiritual, ¡para luego nacer como miembro de la
Divina Familia Dios!
¡Un potencial tan magnánimo, supremo, inspirador, y
prodigioso!
60 La dimensión desconocida de la sexualidad
La f u n c i ó n d e l o s á n g e l e s
Los ángeles, actualmente con mayor gloria que los seres
humanos, están para ayudar y servir a Dios en la administra-
ción de Su gobierno universal. Además, en relación al hombre,
los ángeles son “espíritus ministradores, enviados para servicio
a favor de los que serán herederos de la salvación” (Hebreos 1:14).
Los ángeles invisibles de hecho ministran y sirven a los
humanos hijos de Dios. Los humanos engendrados espiritual-
mente son los herederos de Dios, y coherederos con Cristo
(Romanos 8:17).
¡Tome nota! “Y por cuanto sois [los cristianos convertidos]
hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo,
el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino
hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo”
(Gálatas 4:6-7).
El hijo de un hombre rico, siendo aún niño, puede estar al
cuidado de un sirviente adulto. El sirviente, siendo mayor, tiene
mayor conocimiento y se encuentra a un nivel físico y mental
más alto; sin embargo, su potencial es mucho menor, pues
cuando el hijo sea adulto heredará las riquezas de su padre y
también su posición. Por lo tanto, el sirviente, aunque tempo-
ralmente mayor y más maduro, ¡atiende al joven heredero!
Esta analogía ilustra el papel de los ángeles que sirven a los seres
humanos.
Los humanos, si son de Cristo por medio de la conversión,
son herederos en la Familia Dios. Están destinados a ser parte
de la Familia Divina. Ya son hijos engendrados por Dios. Por lo
tanto, Dios decretó la relación familiar para los seres humanos.
Ningún otro ser, sea ángel o animal, tiene esta relación.
¡Pero aún hay más!
La relación de familia requiere una relación entre esposo
y esposa, ¡y esto exige matrimonio y fidelidad al vínculo
matrimonial! La iglesia de Dios es simplemente ese cuerpo
compuesto por los hijos engendrados de Dios. Y la Iglesia, como
cuerpo, es la prometida Esposa de Cristo que ha de casarse
con Él al momento de la resurrección a Su segunda venida.
Así pues, ¡la relación matrimonial también existe en el
plano divino!
Los propósitos divinos de la sexualidad 61
La P r o m e t i d a
He aquí otra razón vital para la existencia de la institución del
matrimonio en la familia humana. Existe para que podamos
comprender y tener siempre presente, ¡nuestra sagrada relación
con Jesucristo!
Esta es la enseñanza vital:
“Las casadas estén sujetas a sus propios esposos como al Señor,
porque el esposo es cabeza de la esposa, así como Cristo es
cabeza de la iglesia, y él mismo es salvador de su cuerpo. Así que,
como la iglesia está sujeta a Cristo, de igual manera las esposas
lo estén a sus esposos en todo”.
“Esposos, amad a vuestras esposas, así como también Cristo
amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, a fin de san-
tificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua con
la palabra [la Palabra si es obedecida limpia del error], para
presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa [glorificada,
deificada] que no tenga mancha ni arruga ni cosa semejante,
sino que sea santa y sin falta”.
“De igual manera, los esposos deben amar a sus esposas como
a sus propios cuerpos. … Porque somos miembros de su cuerpo
(de su carne y de sus huesos, VKJ). Por esto dejará el hombre a
su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán los dos una
sola carne”.
“Grande es este misterio, pero lo digo respecto de Cristo y de
la iglesia” (Efesios 5:22-32).
¡Nótese! “Por esto”—por el futuro matrimonio (espiritual)
entre Cristo y la Iglesia— porque la Iglesia es actualmente la
62 La dimensión desconocida de la sexualidad
Pa r a q u é e l h o g a r y l a fa m i l i a
Así pues, además de la relación de familia, existe también una
relación matrimonial divina.
¡Captémoslo! La relación entre marido y esposa, y la rela-
ción de familia, ¡son relaciones que corresponden al plano
divino!
¡Estas no son relaciones a nivel animal ni angelical!
Los humanos tenemos libre albedrío. Dios jamás obliga
a nadie a convertirse en su hijo engendrado. Sin embargo, el
propósito de Dios llevándose a cabo aquí en la Tierra es repro-
ducirse a Sí mismo, para llevar por medio de Cristo a “muchos
hijos a la gloria” (Hebreos 2:10), al divino Reino de Dios.
Y puesto que los hombres estamos en la Tierra con el pro-
pósito mismo de ser engendrados y luego nacer como hijos de
la Familia Dios, el Eterno ha otorgado esta relación de familia
ahora, ¡exclusivamente para los seres humanos!
Qué maravilloso privilegio el de tener la relación de
matrimonio y de familia, a fin de que nos preparemos para el
nivel de familia divina y las bodas espirituales con Cristo, por
toda la eternidad, ¡en el Reino de Dios!
6
Pero, ¿era realmente
necesaria la
sexualidad?
H
emos estudiado dos propósitos esenciales de la
sexualidad en los seres humanos: la procreación y el
matrimonio, y estos implican una relación familiar a
nivel divino.
Ahora, surge la pregunta: ¿Era realmente necesaria la
sexualidad?
En el Capítulo 5 vimos cómo el matrimonio y la vida de hogar
son necesarios para el ser humano, pues el niño, desde que nace,
requiere los cuidados solícitos, la orientación cariñosa, la disciplina
y el cálido amor de un padre y una madre. Ahora bien, dentro de
la familia y el hogar, la relación matrimonial es igualmente nece-
saria. Y esta necesidad vital requiere una relación sexual correcta
que nadie reconoce hoy día. Por esto, preguntamos:
¿No podría haber diseñado Dios una fórmula para la pro-
creación, aparte del sexo? ¿No serían más felices las relaciones
matrimoniales y las familiares sin la sexualidad?
La “ c a s t a s e v e r i d a d ” d e
l o s pa d r e s e c l e s i á s t i c o s
Los antiguos forjadores del pensamiento cristiano habrían res-
pondido “SI” a ambas preguntas.
Refiriéndose a los promotores de las enseñanzas cris-
tianas tradicionales, el historiador Edward Gibbon, en
64 La dimensión desconocida de la sexualidad
De or ig e n s atá n ic o
Este concepto pagano fue inspirado por Satanás (ver
1 Timoteo 4:1-3). Simplemente significa esto:
Satanás es un ser singular, que no tiene poder para repro-
ducirse. Esta desprovisto de relaciones de familia. Por otra
parte, Dios ES la Familia Divina compuesta por el Padre, el
Hijo y todos los engendrados por el Espíritu Santo que nacerán
en esta Familia. Dios le ha dado a la humanidad el privilegio
de formar una familia, de reproducir nuestro género y añadir
hijos humanos a nuestras familias humanas.
¡Esto le causa resentimiento a Satanás! Así, el diablo se hace
pasar por el dios de este mundo (2 Corintios 4:4).
El verdadero Dios, el Eterno Creador, se representa en Su
Palabra como la Familia Divina, y concede al hombre los privi-
legios de la reproducción y la relación familiar. Satanás presenta
como algo malo al sistema de reproducción ideado por Dios.
Engañó al mundo durante centenares de años haciéndole creer
que el amor conyugal, expresado mediante la sexualidad, es
algo que degrada y contamina.
E l c o n c e p t o d e l a “ n u e va m o r a l”
Hoy estamos viendo una rebelión mundial contra aquella
“casta severidad” de los “padres”.
Quienes abogan por la nueva perversión ven una sola cosa:
que la represión (pasivamente aceptada mas no practicada por
los Protestantes) se volvió intolerable. La actitud de que “el sexo
es malo” tenía que desaparecer.
El concepto medieval rebajaba las relaciones del matrimonio
y la familia de Plano Divino a algo muy inferior al ascetismo.
Pero ahora, ¡la “nueva moral” amenaza con abolir esas institu-
ciones divinas! Satanás engañó sutilmente al mundo medieval,
y con la misma sutileza, ¡engaña al mundo moderno con su
“nueva moral”!
En vez de captar el verdadero significado y los propósitos
de la sexualidad, se lanzaron ciegamente al otro extremo, decla-
rando que ¡toda actividad sexual es buena —no mala! Por
tanto, el lema de la nueva rebelión es: “Lancémonos libremente
66 La dimensión desconocida de la sexualidad
R e l ac i o n e s d e a m o r
Para resolver esta gran pregunta sobre el sexo, debemos estu-
diar más a fondo la relación familiar que constituye el Reino
de Dios y la relación matrimonial entre Cristo y la Iglesia.
Dios ha dado a la humanidad las instituciones del
matrimonio y de la familia a fin de prepararnos para vivir eter-
namente en su Reino, el cual, ¡es Su Familia!
¿Cuál es, entonces, la base y el fundamento de la relación
familiar?
Es, ¡el amor!
De todos los atributos del carácter de Dios, ¡el primero,
el mayor y el más importante es el amor!
Ante todo, ¡Dios ES amor! (1 Juan 4:8, 16).
El primero de los atributos de Dios, que se manifiesta como
fruto del Espíritu Santo en el hombre, es el amor (Gálatas 5:22).
Cuando la vida de Dios es puesta en nosotros por medio de su
Espíritu Santo, es “el amor de Dios … derramado en nuestros
corazones por el Espíritu Santo” (Romanos 5:5).
Cuando Dios nos engendra, nos imparte el don divino de ¡Su
amor! La relación familiar divina es una relación de amor, ¡y
el vínculo que mantiene unida a la Familia Divina es el vínculo
del amor!
Pero, ¿era realmente necesaria la sexualidad? 67
Tr es clases de a mor
Hay más de una clase de amor. Los griegos tenían tres palabras
distintas para distinguir los diferentes matices.
En el mundo moderno el significado del amor está casi
perdido. Se ha convertido en algo tan pasional y lascivo que
cualquier deseo sexual se le llama hoy “amor”. En la mayoría de
los casos no se trata de amor sino de concupiscencia.
Las canciones populares hablan de algo que falsamente
llaman amor. El cine, la televisión y las novelas (confundiendo
y haciendo erótico el “amor”) inducen a la sociedad a aceptar la
simple lascivia como si fuera “amor”.
Los griegos se expresan de una forma más clara, empleando tres
palabras distintas que definen el amor de una manera más precisa.
Primero tienen ágape, que es el amor moral o espiritual. Este
es el amor de Dios para con la humanidad. Es un amor divino y
espiritual dado por el Espíritu Santo de Dios. El hombre natural
no convertido ¡carece de esta clase de amor! Sin embargo, Dios
anhela otorgárselo, ¡si está dispuesto a someterse y a creer!
El segundo término es filia o filadelfia, palabras afines que
significan el afecto fraternal entre amigos o hermanos, padres
e hijos.
Por último está eros, que se refiere al amor sexual entre
esposos. Significa amor, no lascivia. El idioma griego emplea
una palabra diferente para lujuria o lascivia. Sin embargo, eros
es un amor que se expresa de manera física, no espiritual.
Entonces, ¿qué pues es amor?
Si tuviera que definir el amor en pocas palabras, diría que
es un interés altruista y sincero por el bien y el bienestar de la
Pero, ¿era realmente necesaria la sexualidad? 69
No tod o de l e i t e de lo s se n t i d o s e s pe c a d o
L o m e j o r pa r a n o s o t r o s
Aun siendo carnales, nos dábamos cuenta de que era mejor,
mejor para nosotros, esperar hasta el matrimonio.
El pervertido partidario de la “nueva moral” hoy día alegaría:
“¿Por qué no gozar de ambas cosas?” Este no ha captado lo esen-
cial: que el gozo supremo y la felicidad del amor conyugal nacen
de esa exclusividad de la verdadera relación matrimonial, sagrada
sólo para los dos y no compartida con nadie más. La fornicación
prematrimonial le quita al matrimonio algo muy precioso, algo
que bien vale la pena de la abstinencia antes del matrimonio.
Dios nos hizo de manera que pudiéramos gozar verdade-
ramente de la buena comida, la música hermosa, la vista de un
paisaje fastuoso o un jardín de flores, la suave fragancia de las
rosas. El uso correcto de nuestros sentidos es bueno. Dios
quiso que tuviéramos este placer y deleite. Dios es amor, y
expresó Su amor por nosotros al dotarnos de la capacidad de
deleitarnos en estas cosas. Aún así, probablemente el más inten-
samente fascinante de todos los placeres físicos que el amor de
Dios ha hecho posible es el amor sexual entre esposo y esposa.
Este amor sexual existe para fomentar el cariño y el aprecio
mutuo, para acercarlos más el uno al otro.
Fue Dios quien creó los cinco sentidos y los puso en acción
dinámica con sus respectivos estímulos. Y Dios vio todo lo que
había hecho y dijo que era ¡bueno en gran manera!
¡Él quiere que gocemos de la vida! Nos hizo de tal manera
que pudiéramos encontrar verdadera felicidad, aquí y ahora.
¡Nosotros podemos simplemente irradiar felicidad y alegría!
Su ley es la guía para el uso correcto de estas facultades, las
cuales pueden producir grandiosas bendiciones o terribles mal-
diciones. ¡Y Él nos dio a ESCOGER!
Pero, ¿era realmente necesaria la sexualidad? 77
M ás a ll á de l a compr ensión
La sexualidad no evolucionó a ciegas y sin propósito. Fue dise-
ñada por el Creador, de manera que debemos estimarla como
algo honroso y sagrado. Fue creada para el bien del hombre, no
para su destrucción.
Cuando el Dios Todopoderoso creó el sexo en los seres
humanos, su propósito era tan elevado y maravilloso que
trasciende la capacidad humana de comprensión total. ¡Fue
diseñado para reflejar de manera directa nuestra relación con el
Santo Dios! El destino del hombre es nacer como miembro de
la propia Familia Dios y llegar a ser miembro del divino Reino
de Dios.
¡Qué incomparable destino! ¡Reflexione sobre esto! Tener el
privilegio de pertenecer a la Familia divina; de conocer y experi-
mentar las bendiciones de la relación familiar, una relación en el
nivel de Dios, que no ha sido dada a ninguna otra especie o clase
80 La dimensión desconocida de la sexualidad
Dio s pr e s c r i be e l a mor s e x ua l
¡Veamos nuevamente las instrucciones originales de Dios dadas
a nuestros primeros padres!
Dado que, después de Adán, Dios creó a la mujer Eva, Él dijo:
“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a
su mujer, y serán una sola carne” (Génesis 2:24).
¿Qué significa que el hombre y su mujer sean “una sola carne”?
Recuerde que el Génesis contiene apenas un breve resumen de
las instrucciones dadas por Dios a la primera pareja. El hombre
no debe tratar de interpretar las Escrituras; ¡ellas se interpretan
a sí mismas! Un texto sirve de interpretación para otros pasajes.
Entonces, ¿cómo se explica en la Biblia la expresión ser “una
carne”? Está explicado muy claramente en 1 Corintios 6:16. Allí
encontramos citado y explicado este mismo pasaje de Génesis 2:24.
Al condenar la fornicación entre un hombre y una ramera,
dice: “Pero el cuerpo no es para la fornicación … ¿No sabéis que
vuestros cuerpos son miembros de Cristo [templo del Espíritu
Santo, versículo 19]? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los
haré miembros de una ramera? De ningún modo. ¿O no sabéis
que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque
dice: Los dos serán una sola carne” (1 Corintios 6:13, 15-16). El ver-
sículo 18 dice además: “Huid de la fornicación”.
La expresión: “Serán una sola carne”, ¡es una cita directa de
Génesis 2:24!
Recapturando los verdaderos valores del sexo 81
M e n t e s pe rv e rt i da s s i n s a b e r l o
Si marido y mujer llegan a la unión sexual con amor, como
expresión de su amor, comprendiendo el significado divino que
Dios le ha dado, y dándole gracias, ¡están glorificando a Dios
con sus cuerpos!
Pero, ¿es acaso posible que algunas mentes hayan llegado a
ser tan pervertidas por ésta enseñanza satánica que incluso el
amor conyugal les parezca vergonzoso y degradante y los deje
con un sentimiento de culpa? ¡Una de las tragedias de todos los
tiempos es el hecho de que en efecto algunas personas sí tienen
la conciencia marcada por estos conceptos erróneos!
¡Qué gran catástrofe en la experiencia humana! ¡Qué engaño
de Satanás tan astuto y diabólico!
Dios bendijo a la humanidad dándole la santa institución del
matrimonio, una relación del plano divino, el reflejo mismo
de la relación entre Cristo y la Iglesia. Hizo posible esta mani-
festación de amor conyugal por medio de la cual dos personas,
unidas por Dios para toda la vida, ¡pueden glorificar a Dios en
sus cuerpos! Dios nos dio también la institución en el plano
divino de la familia y el hogar, reflejos del Reino de Dios en
el cual podemos nacer, e hizo posible así que aun en esta vida
mortal podamos experimentar la bendición de la vida familiar
¡a fin de prepararnos para la vida en el reino de Dios!
¡Pero la humanidad ha perdido la noción de estas gloriosas
verdades!
Recapturando los verdaderos valores del sexo 85
Cau t e r i z a d a e n l a c o n c i e n c i a
¿Se da usted cuenta de que a alguien le pueden enseñar algo de
manera tan intensa y tan repetida que, el falso concepto llega a
quedar literalmente marcado como con un hierro candente hasta
el punto de que él (o, generalmente ella) es incapaz de borrarlo?
Llega a ser una cicatriz imborrable.
Valga como ejemplo el caso de una bibliotecaria que conocí
hace unos treinta y siete años, la cual trabajaba en la sección
86 La dimensión desconocida de la sexualidad
malo, algo que Dios ha instituido como santo y bueno! Este mal
es imposible de curar por medios humanos. ¡Se requiere un
milagro divino, el poder de Dios!
Seguramente algunos de los lectores de este libro se encuen-
tran en esta situación. Con su mente ahora entenderán la
verdad; sin embargo, en la relación matrimonial se congelarán
por sentimientos de temor y vergüenza. Aunque ya conocen la
verdad, se sentirán sucios, con una sensación de condenación y
culpabilidad. El subconsciente ha sufrido un “lavado cerebral”,
ha sido cauterizado, y la cauterización apaga la sensibilidad.
La esposa que desee gozar de las ricas bendiciones prodi-
gadas por Dios a quienes cumplen Sus leyes y son guiados por
Su Espíritu, debe no sólo reconocer mentalmente la VERDAD
de Dios, sino que ¡debe actuar de acuerdo con ella!
Toda víctima de esta cauterización mental satánica debe
orar fervientemente, persistentemente, rogándole de corazón al
Santo Dios que no le deje ni rama ni raíz de aquel falso con-
cepto. Debe orar como David: “Crea en mí, oh Dios, un corazón
limpio, y renueva un espíritu [actitud] recto dentro de mí”
(Salmos 51:10).
Cuando David oró así, lleno de remordimiento y de emoción,
estaba profundamente arrepentido de su pecado sexual con
Betsabé, esposa de Urías. Se estaba arrepintiendo de su actitud
errada hacia el sexo. Le suplicó a Dios que quitara de su corazón
la actitud sucia de lujuria y que le diera un corazón limpio, res-
taurando en él una actitud correcta, un concepto correcto y sano
de la sexualidad.
Lea varias veces este capítulo y los tres anteriores, así como
todos los pasajes bíblicos citados en los mismos. Aprenda a
obedecer a Dios alegremente, con todo el corazón, con amor,
con amorosa expectativa, pues Él ordena: “Las casadas estén
sujetas a sus propios maridos, como al Señor” (Efesios 5:22;
Colosenses 3:18). Así como al marido se le ordena amar a su
esposa, la esposa también debe amar a su marido (Tito 2:4).
La ley de Dios, Su camino hacia la felicidad, protege esta
relación matrimonial, santa, pura, justa, personal e íntimamente
amorosa. ¡Esta relación tiene la bendición de Dios!
Sigamos este camino, en oración y acción de gracias, en amor
y en profunda gratitud hacia un Dios benévolo y amoroso.
88 La dimensión desconocida de la sexualidad
La f r a n c a e n s e ñ a n z a d e l
N u e vo T e sta m e n t o
Ha b l a n d o c l a r o
Ahora leamos el versículo 3: “El marido cumpla con la mujer el
deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido”. La palabra
“conyugal” significa sexual o marital. En el caso de la ver-
sión inglesa de King James, los traductores (siguiendo la falsa
“modestia” de los tiempos) usaron en vez de “conyugal” la palabra
“benevolencia” que tapa y oscurece el verdadero significado.
Tomemos nota de los siguientes puntos en este versículo. La
relación sexual dentro del matrimonio es obligatoria: “El marido
90 La dimensión desconocida de la sexualidad
El fu n da m e n to
En este libro hemos reiterado que la Santa Biblia es el fundamento
de todo el saber, y eso es especialmente cierto en relación con el
tema de la sexualidad. Además, la Biblia nos da el enfoque correcto
para el conocimiento accesible, experimental y que se puede
descubrir.
Ahora tenemos el fundamento sobre el cual podemos
desarrollar el conocimiento de los detalles físicos del sexo.
Tenemos ya la actitud pura, sana, limpia y guiada por Dios
que nos permitirá estudiar los hechos biológicos. Ahora usted
puede ver los hechos físicos con la actitud correcta, con una
mente limpia, un profundo respeto y asombro ante la sabiduría
de Dios, ¡quien ideó la sexualidad para el máximo bien de la
humanidad!
¡Los caminos de Dios son perfectos! ¡Son una manifesta-
ción de Su amor!
96 La dimensión desconocida de la sexualidad
La m u j e r , d i f e r e n t e d e l a n i m a l h e m b r a
Tanto en la mujer como en los mamíferos, los óvulos son pro-
ducidos dentro del organismo en dos glándulas germinales
llamadas ovarios. La mujer produce un huevo u óvulo aproxi-
madamente cada cuatro semanas. Si éste no es fecundado, el
útero lo despide con un poco de sangre. Esta es la menstruación,
que explicaremos en detalle más adelante. Normalmente, esto
ocurre unas 13 veces al año.
Pero en los animales no hay menstruación en el mismo sen-
tido y en la misma manera como la hay en la mujer.
Las hembras de los animales tienen un período de celo, que
no es tan frecuente como la menstruación en la mujer. La perra,
por ejemplo, entra en celo cada seis u ocho meses. En algunos
animales es más frecuente y en otros menos. ¡El animal produce
óvulos una sola vez durante dicho período y el resto del tiempo
la hembra es prácticamente asexuada! No permite el aparea-
miento y el macho rara vez lo intenta. En caso de querer hacerlo,
la hembra lo rechaza con todas sus fuerzas.
Pero en la época de celo, a la que normalmente los granjeros
se refieren como el tiempo cuando el animal está “en calor”, los
órganos sexuales secretan sustancias de cierto olor caracterís-
tico. Éstas incitan automáticamente a los animales al acto sexual
(debido al instinto).
¡En el mundo animal, la sexualidad no tiene otro pro-
pósito que la reproducción! No hay ninguna manifestación
de amor, en el sentido humano. Los órganos sexuales de la
hembra se encuentran totalmente inactivos o latentes en
todo momento excepto de la época del celo. Sería absolutamente
imposible estimular a la hembra sexualmente durante el largo
período entre un celo y otro. Ciertos experimentos de insemina-
ción artificial han demostrado que la hembra no puede quedar
preñada durante ese tiempo.
En el reino animal no hay matrimonio, ni hogar, ni relación
de familia. No hay relación sexual de amor entre esposo y esposa.
¡Cuando la hembra no está en celo, es totalmente asexuada!
La mujer, en cambio, no tiene un período de “celo” o época de
apareamiento cuando está “en calor”. En la edad de la pubertad,
alrededor de los 14 años, las mujeres suelen tener su primera
98 La dimensión desconocida de la sexualidad
D e s p u é s d e l a m e n o pau s i a
En algunas mujeres este período de cambio se presenta a la edad
de 40 años o algo más, y en unas cuantas, aunque muy escasa-
mente, hasta a los 50. El promedio es más o menos 45.
La menopausia puede ser una experiencia un poco difícil.
Suele causar nerviosismo, “oleadas de calor” y a veces altera-
ciones neuróticas. Las manifestaciones dependen en gran parte
de la salud física, mental y emocional del individuo. A esa edad
algunas mujeres, obrando con poca sabiduría, se hacen extirpar
los órganos sexuales internos, pero más tarde descubren que su
alivio temporal lo han pagado con problemas mayores, tanto
mentales como físicos.
Pero, ¿por qué hay menopausia?
Nuevamente, vemos y recalcamos aquí el sabio diseño de
un Creador amoroso y omnisapiente. Cumplida esta etapa de
la vida, la mujer ya no debe tener la obligación de criar y educar
hijos. Esta responsabilidad puede causarle tensión emocional.
Nadie llega a una edad en que deje de gozar de los niños.
Al contrario, esta es la edad en que los hombres y mujeres, ya
maduros, se convierten en abuelos. Tal como Dios diseñó las
cosas, los abuelos suelen considerar a sus nietos tan dulces,
amorosos y queridos como sus propios hijos. Ahora tienen el
privilegio de disfrutar (salvo en casos de separación geográ-
fica) de la compañía ocasional de sus nietos.
Da gusto y alegría la visita de los nietos en casa de los
abuelos. Pero también es grato el descanso cuando, unas horas
más tarde, los padres se los llevan nuevamente a su casa. A la
102 La dimensión desconocida de la sexualidad
T r e s c at e g or í a s f u n c iona l e s
Los humanos no podemos llevar una vida sana y feliz, tal como
el Creador desea y hace posible, si no comprendemos los pro-
pósitos y las leyes que regulan las funciones sexuales. Esto es
cierto para gente de cualquier edad, sexo o estado matrimonial,
a partir de la pubertad. Son muchas las cosas que los padres
deben enseñar a sus hijos en cuanto éstos comiencen a sentir
curiosidad por sus pequeños cuerpos.
Este libro no pretende ser un tratado científico para instruir
a profesionales … si bien todo médico, siquiatra y demás profe-
sionales que tengan que ver con la sexualidad deberían saber lo
que aquí se trata.
Lo que sí pretendemos con este libro es revelar no sólo los
propósitos de Dios y la actitud correcta hacia la sexualidad,
sino también algunos conocimientos biológicos elementales que
todo adolescente y toda persona casada o en edad de casarse
debe saber.
El hombre, muy al contrario de los animales, alcanza su
madurez sexual varios años antes de la madurez mental, emo-
cional y social. Físicamente, los chicos y chicas son capaces de
Cómo diseñó Dios la sexualidad 107
E l sist e m a ge n i ta l m a s c u l i no
Examinemos primero los órganos genitales masculinos.
Dios dice, por medio del apóstol Pablo, que aquellos órganos
físicos del cuerpo que los humanos consideran menos presen-
tables, Él los ha hecho muy necesarios y les ha dado abundante
honor. Pablo continúa: “Dios ordenó el cuerpo, dando más
abundante honor al que le faltaba, para que no haya desave-
nencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen
los unos por los otros” (1 Corintios 12:24-25). Y en todo esto el
cuerpo se compara con la Iglesia de Dios, ¡que es el Cuerpo de
Cristo!
A muchos les parecería que las partes “menos decorosas”
son las que vamos a explicar primero—las glándulas germina-
tivas o testículos. Pero al comprender la maravilla que son, ¡no
podemos menos de sentirnos asombrados ante una obra tan
110 La dimensión desconocida de la sexualidad
La b o r at o r i o s “ c o l o s a l e s ” e n m i n i at u r a
Lo que la ciencia nos enseña respecto de estas glándulas debe
llenarnos de asombro. Aunque pequeñas, ¡son verdaderos “labo-
ratorios” que desempeñan un trabajo colosal día y noche! Su
actividad es doble: por una parte, producen las células germi-
nativas o reproductoras, las cuales imparten vida humana al
óvulo, que de lo contrario sería infértil; y por otra parte pro-
ducen las hormonas, las cuales dan masculinidad a la forma del
cuerpo, al tono de voz y al pensamiento para que sea mascu-
lino. ¡Formidable tarea para dos pequeñas “fábricas” que pesan
menos de 30 gramos cada una!
Cómo diseñó Dios la sexualidad 111
1. Epidídimo
2. Vasos eferentes
3. Vaso deferente
El interior de un testículo. La flecha señala el corte transversal de un túbulo seminí-
fero grandemente amplificado, para ilustrar cómo millones de espermatozoides son
producidos en una sola hora dentro de estos infinitesimales tubitos que en con-
junto tienen una longitud de más de un kilómetro y medio. En el círculo, arriba a la
derecha, se pueden apreciar varios espermatozoides grandemente amplificados.
112 La dimensión desconocida de la sexualidad
La s h o r m o n a s m a s c u l i n a s
Antes de terminar la descripción de estos diminutos pero colo-
sales “laboratorios” que son los testículos, debemos analizar otra
importante función de los mismos.
Los testículos son los productores de las hormonas mascu-
linas, que por su importancia merecen una breve descripción.
Esparcidas entre los túbulos seminíferos se encuentran islas
microscópicas de células, dentro de las cuales se producen las hor-
monas masculinas. Dichas hormonas no se transportan por el vaso
deferente, como los espermatozoides, sino que pasan directamente
a la corriente sanguínea, que las hace circular por todo el organismo.
Estas hormonas masculinas ocasionan cambios en la forma
corporal. Así, a partir de la pubertad el cuerpo del joven toma
su forma masculina: caderas angostas, hombros anchos, barba,
vellosidad en el pecho y en otras partes del cuerpo, voz profunda.
Las hormonas también influyen directamente sobre la mente.
Entre la mente masculina y la femenina hay ciertas diferencias
bien marcadas, las cuales explicaremos más adelante, aunque
muchas de estas generalmente son reconocidas por todos.
Por ejemplo, las niñas se interesan en muñecas y cosas feme-
ninas, mientras que a los niños les gustan las máquinas y las
cosas masculinas. Los niños y niñas no están conscientes de
la sexualidad antes de la pubertad de la forma en que llegan a
estarlo después, pero aun así, las diferencias mentales entre
niños y niñas son evidentes.
Ma r av i l l o s o i n d i c a d o r d e t e m pe r at u r a
¿Se ha preguntado por qué los testículos se hallan fuera del
cuerpo? El gran Arquitecto tuvo una muy buena razón para ello,
razón que los hombres descubrieron sólo recientemente. La pri-
mera mención que de ella he podido encontrar data de 1950.
Parece que los científicos hicieron el hallazgo al azar mien-
tras estudiaban animales para averiguar cuánto tiempo el
espermatozoide conserva su movilidad y fecundidad a diversas
temperaturas.
116 La dimensión desconocida de la sexualidad
La s “au t o r i d a d e s ” e s p e c u l a n
De estos experimentos científicos se deduce que las células
germinativas masculinas pierden gradualmente su vigor o movi-
lidad, así como su capacidad de fecundar, una vez depositadas
dentro del cuerpo femenino a temperatura corporal normal.
Algunos investigadores afirman que el espermatozoide retiene
su capacidad de fecundación durante sólo 48 horas y que el
118 La dimensión desconocida de la sexualidad
1. Ovario
2. Trompa de Falopio
3. Útero
4. Cuello del útero
5. Óvulo
6. Abertura de la trompa de
Falopio
7. El folículo de Graaf despide
el óvulo
La s h o r m o n a s f e m e n i n a s
En este mismo instante ocurre algo más, de mucho interés y de
gran importancia.
La hormona sexual femenina se llama hormona folicular
porque se produce dentro de este recubrimiento membranoso
o folículo. Cuando el folículo revienta, solamente el diminuto
óvulo cae al oviducto (o trompa de Falopio). La hormona foli-
cular va al abdomen, donde la corriente sanguínea la absorbe y
la lleva a hacer su obra a las distintas partes del cuerpo.
La producción de hormonas en la mujer, pues, difiere de
aquella en el hombre. Se forman dentro de las glándulas germi-
nativas (ovarios) y no en pequeñas islas entre túbulos. Tampoco
los óvulos se forman dentro de túbulos, como los espermato-
zoides, sino cerca de la superficie exterior del ovario, al igual que
la hormona femenina.
“Formidables, maravillosas son Tus obras” 121
La m a r av i l l a d e S u s o b r a s
Para esta vida mortal, el Creador nos hizo de sustancia física y
nos confinó a esta Tierra física. Pero nos hizo a imagen Suya, si
bien ahora somos apenas la arcilla que deberá ser moldeada
para adquirir la forma, ¡del propio carácter espiritual de Dios!
Para este propósito, aun nuestro cuerpo de arcilla fue hecho
para funcionar de una manera maravillosa.
Tal como David lo dijo: “Te alabaré; porque formidables,
maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo
sabe muy bien” (Salmos 139:14).
“Formidables, maravillosas son Tus obras” 125
El útero
Las dos trompas de Falopio desembocan en la matriz o útero. En
términos médicos, este órgano aún se conoce por su nombre
antiguo: matriz, pero es igualmente conocido con el uso del término
moderno: útero. Este es un órgano que se parece a un saco en forma
de pera con la parte más ancha en la parte superior. Las trompas de
Falopio entran por esta parte ancha. El útero se suspende mediante
cordones y músculos, y su parte más angosta, llamada el cuello,
cuelga hacia abajo y termina abultado dentro de la vagina.
Delante del útero se sitúa la vejiga. En posición normal, el
útero se inclina ligeramente hacia delante, quedando casi per-
pendicular al canal vaginal.
El útero tiene por función recibir, albergar, proteger y nutrir
el óvulo fecundado, o embrión, que después de cuatro meses se
le nombra feto. Transcurridos unos nueve meses, el feto nace
“Formidables, maravillosas son Tus obras” 127
La m e n s t r u a c i ó n
Cada 28 días (en promedio), el útero se congestiona prepa-
rándose para recibir un óvulo fecundado. Si el óvulo no es
128 La dimensión desconocida de la sexualidad
L o s ó r g a n o s d e c o pu l ac i ó n
Quedan por describir aún, en nuestro análisis de los sistemas
genitales, los órganos de copulación.
El órgano de copulación en el hombre es una parte carnosa y
muscular llamada el pene, compuesta primordialmente de tejido
eréctil.
En su estado de reposo normal, es blando y flojo. Aunque
su tamaño, como el tamaño de la nariz, las orejas, las manos y
demás órganos, varía de un individuo a otro, en promedio mide
de 7 a 10 centímetros de largo y 2,5 de diámetro en este estado.
La rigidez, sin embargo, es necesaria para que se produzca la
unión sexual.
Algunos jóvenes mal informados creen que la fecundación, si
no imposible, es al menos muy difícil cuando el semen se depo-
sita en los órganos genitales externos en vez de adentro en la
vagina. Sin embargo, muchos casos reales, entre ellos varios
referidos a mí para consulta y ayuda espiritual, demuestran lo
errado de tal afirmación. En dichos casos, las jóvenes solteras
se excedieron en lo que creían ser manifestaciones de amor sin
peligro y socialmente aceptables. Como resultado, se encon-
traron físicamente en el estado descrito por la profecía: “He aquí
“Formidables, maravillosas son Tus obras” 131
La v e r d a d a c e r c a d e l a c i r c u n c i s i ó n
Si hay dificultades en el amor conyugal, éstas se deben a la igno-
rancia y a la trasgresión de leyes divinas, jamás a fallas del Gran
Diseñador. El propósito de este libro es despejar esa ignorancia
y exponer las leyes que existen para asegurar la felicidad y gozo
de los seres humanos.
Antes de terminar esta explicación de los órganos de copula-
ción masculinos, conviene decir algo sobre la circuncisión.
El glande del pene se halla cubierto de una piel llamada el
prepucio. El tamaño del prepucio varía, pero en muchos casos, si
no todos, el prepucio apenas cubre el glande. En algunos casos
excepcionales el prepucio es más largo y su orificio tan pequeño
y apretado que aprisiona al glande. En tales casos, en estado de
erección, el prepucio no siempre puede deslizarse hacia atrás
del glande, o bien al hacerlo produce una especie de estrangu-
lamiento del glande, ya que todo el pene está hinchado por la
erección. La solución es sencillamente la circuncisión.
Bajo el Antiguo Pacto, Dios dispuso que la circuncisión fuese
obligatoria en Israel. Bajo el Nuevo Pacto, la circuncisión, orde-
nada para siempre, quedó abolida física pero no espiritualmente.
“Formidables, maravillosas son Tus obras” 133
L o s ó r g a n o s d e c o p u l ac i ó n f e m e n i n o s
La región genital externa en la mujer, o región púbica, se llama la
vulva, término éste que incluye colectivamente todos los órganos
genitales externos, todos los que son visibles desde afuera.
“Formidables, maravillosas son Tus obras” 135
1. Prepucio que
cubre el clítoris
2. Clítoris
3. Labio mayor (o
exterior)
4. Labio menor (o
interior)
5. Conductos
de secreción
lubricante
6. Himen y parte
externa de la
vagina
7. Orificio de la
uretra
8. Vestíbulo
La e x p r e s i ó n d e l a m o r c o n y u g a l
Este estimulante sexual-amoroso suscita en el hombre no sólo el
deseo de tomar a esa dama en particular por esposa para com-
partir con ella sus problemas, inquietudes y triunfos, para que
sea su compañera y la madre de sus hijos, sino también el deseo
de tomar a esta mujer especial en sus brazos y manifestarle su
amor en un tierno abrazo.
El mismo estimulante amoroso-sexual hace que la mujer
sienta una atracción romántica hacia cierto hombre y desee no
sólo ser su compañera, la madre de sus hijos y ama de su hogar,
su confidente, sino también que él la tome en sus brazos, la aca-
ricie y la ame.
En un matrimonio realmente feliz, la sexualidad es el estí-
mulo para frecuentes besos, abrazos románticos y caricias.
Pero también sirve para estimular y poner en marcha aquella
frecuente manifestación suprema y consumación del abrazo
amoroso en el acto sexual.
¡Esto es lo que un Dios completamente sabio y amo-
roso dispuso y lo diseñó para que así fuera! Esta relación
sexual en un matrimonio unido por el Creador para toda la vida,
es una relación absolutamente buena, limpia y santa.
Dios nos creó de materia física y nos dotó de los cinco sen-
tidos físicos. Tenemos la capacidad de hacer buen uso de ellos, o
de usarlos en una forma mala y pecaminosa.
Repito que es correcto, puesto que Dios lo dispuso, que sabo-
reemos alimentos deliciosos y sanos, que recreemos la vista con
un hermoso jardín bien cuidado, o con los impresionantes Alpes
Suizos cubiertos de nieve; que gocemos con el sonido de una
música bella y ennoblecedora.
Y es igualmente correcto y bueno, puesto que Dios también
lo dispuso y lo ordenó, que el esposo con su esposa (unidos
Los usos del sexo prescritos por Dios 141
R e ac c i o n e s d i f e r e n t e s
Dentro del matrimonio, un abrazo cariñoso, un beso, una
caricia, son expresiones de amor que deben ser repetidas con fre-
cuencia (no sugiero en público).
Pero cuando se trate de aquella ocasional manifestación
máxima del amor entre marido y su esposa, hay una segunda
diferencia sexual muy importante. Se trata de las diferencias
entre el hombre y la mujer, y es preciso que las comprendamos
muy claramente.
Ya en un capítulo anterior explicamos la primera de estas dos
diferencias esenciales entre la mujer y la hembra de los animales.
Pero, el no entender la diferencia en la estimulación y el tiempo
142 La dimensión desconocida de la sexualidad
Hac e r e l a m o r e s n e c e s a r i o
Bajo el código “moralista”, según el cual el acto sexual se veía
como algo deshonroso, nadie conocía las dichas del amor con-
yugal, salvo que las descubrieran por accidente … ¡y aun esto
acarreaba sentimientos de “culpa”!
El Dios benévolo y omnisapiente deliberadamente dispuso
que los estímulos sexuales en la mujer requirieran expresiones
de amor. El hombre debe estar consciente de que su esposa
146 La dimensión desconocida de la sexualidad
¡ E l r e s u lt a d o d e l a s “av e n t u r a s ” !
A nadie le gusta actualmente emplear el término claro y directo
empleado por Dios: Adulterio. Cuando un esposo o una esposa
cometen adulterio, prefiere recurrir a algún término más
moderno, que suena menos grave, como “engaño” o “aventura”.
Mencioné en un capítulo anterior un caso similar al de
millones otros. Un hombre joven que conocí estaba casado
con una mujer joven y hermosa. Tenían un hijito encantador y
estaban muy enamorados. Un día, él quiso “divertirse” con la
atractiva fascinación de una “aventura”. Terminada esta aven-
tura, se lanzó a otra. Pronto su esposa le parecía de algún modo
cambiada; ya no era tan bella y atractiva como antes y ya no la
deseaba tanto. No podía entender qué le había pasado a ella. La
verdad, desde luego, era que nada le había pasado a ella … sino a él.
Como explicamos antes, ¡Dios activó una ley que siempre
opera automáticamente! Y así ocurrió en este caso. El hombre
150 La dimensión desconocida de la sexualidad
I m pe di m e n t o s a l a f e l ici da d m a r i ta l
Así es, uno de los grandes impedimentos a la felicidad marital
y a la estabilidad y seguridad de la familia es practicar la esti-
mulación erótica fuera de tiempo, es decir, usarla antes del
matrimonio y descuidarla después.
Esto probablemente es una causa seria de problemas con-
yugales. Esta ignorancia respecto a las diferencias en los
estímulos sexuales y la demora de la excitación de la mujer,
promovida por un régimen religioso represivo, ha dado como
resultado incontables tragedias: esposas cruelmente lesio-
nadas, prácticamente violadas, y el resultante desastre.
Los usos del sexo prescritos por Dios 151
La s o t r a s t r e s fa s e s
La primera fase del acto sexual es la más importante porque con
mucha frecuencia se abusa de ella.
Algunos libros que tratan de los detalles físicos del matri-
monio dedican muchas páginas a las siguientes tres fases. Dado
el propósito de la presente obra, bastan unas pocas palabras.
Las otras tres fases se enumeran así, en el texto al que alu-
dimos arriba: 2) la unión de los órganos, 3) el movimiento de los
órganos y 4) el orgasmo.
No se debe llegar jamás a la segunda fase mientras no se haya
completado plenamente la primera, es decir, hasta que la esposa
esté totalmente excitada. Una vez que ella esté preparada sexual-
mente, los pliegues recogidos de la pared vaginal se aflojarán y
las glándulas lubricantes funcionarán para permitir la entrada
fácil y cómoda del pene.
Muy cerca de la entrada vaginal, dentro de los labios menores,
se encuentran las glándulas lubricantes llamadas glándulas de
Skene y Bartolini. Durante la excitación sexual, éstas secretan
una sustancia lubricante necesaria para el coito placentero en la
esposa. De esto depende la diferencia entre dolor y placer.
Aun después de la excitación, cuando la región genital está
hinchada, blanda y lubricada, puede haber casos en que la pene-
tración del órgano masculino cause cierto dolor. En tal caso, la
penetración debe hacerse lenta, delicada y cuidadosamente. El
hombre debe permanecer relativamente quieto, dejando que la
esposa sea quien empuje. No debe hacerse ningún intento de
unión de los órganos hasta que la esposa esté sexualmente exci-
tada y preparada. Esto es especialmente importante cuando
se efectúa el primer acto de coito con una esposa virgen (si es
que algunas quedan hoy día). Aquí, el esposo se debe mantener
inmóvil mientras ella empuja o hace los movimientos necesarios
154 La dimensión desconocida de la sexualidad
La i m p o r t a n c i a d e l c l í t o r i s
Ahora debemos decir algo sobre un pequeño órgano femenino
que cumple una función muy importante: El clítoris.
Descrito anteriormente, es una versión en miniatura del pene
masculino. Pocos se dan cuenta de esto porque la única parte
visible es el glande o cabeza, mientras el cuerpo del órgano se
halla cubierto por la piel que está sobre el extremo superior de
los labios menores.
Las terminaciones nerviosas en el glande del clítoris son más
sensibles aún que las del pene. Este órgano, a pesar de su tamaño
tan diminuto, es el centro de la excitación sexual en la mujer.
Dentro de los labios menores se encuentra una zona llamada
el vestíbulo. Si los besos, las caricias y los abrazos amorosos nor-
males no bastan para estimular a la esposa hasta el punto de
prepararla plenamente, se puede ayudar juntando los órganos
pero sin que haya penetración del pene en el canal vaginal. Los
órganos han de colocarse de tal manera que el glande del pene
quede dentro del vestíbulo, pero en su parte superior, haciendo
contacto con el clítoris. Un movimiento suave y continuo en esta
posición, acompañado de besos, acelera la excitación. Pero la
esposa debe tener cuidado de que tal estimulación no continúe
hasta ocasionar el orgasmo. Tan pronto como se sienta estimu-
lada, debe retirarse de esta posición y proceder de inmediato a la
segunda fase, que es la unión de los órganos.
En cuanto a la tercera fase, hay solo un punto que es de vital
importancia. A menos que estén concientes de esto y tengan
especial cuidado, se puede cometer el error de adoptar una posi-
ción en la cual no hay contacto con el clítoris.
Los usos del sexo prescritos por Dios 155
1. Útero
2. Vejiga
3. Clítoris
4. El contacto
con el
clítoris debe
hacerse en
este punto
5. Vagina
I de a s e qu i vo c a da s r e spe c t o
del embar azo
Cada esposo y esposa deben esforzarse por un objetivo en esto.
Este consiste en lograr el orgasmo simultáneamente. Dije ¡esfor-
zarse! Es algo que requiere esfuerzo y quizá tiempo y experiencia.
Quizá nunca ninguna pareja sea capaz de perfeccionar la técnica
hasta el punto de poder alcanzar el orgasmo simultáneamente
con regularidad y cada vez. Pero es una meta que vale la pena
buscar.
Quizá exigirá, para el que llega al clímax más rápidamente,
que concentre su mente en algo diferente por un momento, y de
parte del otro exigirá que abandone todos los pensamientos que
puedan inhibir o interferir con el orgasmo.
En el momento del orgasmo el semen sale del pene, impul-
sado por eyaculaciones repetidas, y entra en la vagina donde se
deposita en la zona del cuello uterino.
Sin embargo, para la esposa, el orgasmo no produce una emi-
sión correspondiente de fluido.
Abundan las ideas erróneas respecto del orgasmo y el emba-
razo. Algunos creen que la mujer no concebirá si no experimenta
el orgasmo. ¡Esto es absolutamente falso! ¡El orgasmo de la
esposa no tiene NADA que ver con la concepción!
Entonces, ¿deberían experimentar las esposas el orgasmo, del
todo? ¿por qué están dotadas para tenerlo? Esta explosión de
apasionamiento en ella fue diseñada por un Dios Santo por
una sola razón: ¡Para que la mujer goce del placer, del deleite
y de la felicidad suprema en el abrazo de amor con su esposo!
¡Nada tiene que ver con la concepción ni la reproducción! ¡Esto
es algo que no ocurre en los animales! Los animales se repro-
ducen, pero no se casan ni expresan las delicias del amor en el
matrimonio. ¡Las mujeres sí!
Sin embargo, durante siglos de falso pudor y represión, se les
negó este conocimiento a millones de mujeres.
Éstas han tenido hijos y han vivido muchos años sin
sospechar que se supone que las mujeres también podían expe-
rimentar los deleites del orgasmo, ¡al igual que sus esposos! Pero
ahora, en el otro extremo, millones de jovencitas “liberadas”,
bajo la avalancha de la “iluminación” de la “nueva moralidad”,
Los usos del sexo prescritos por Dios 159
¿ S o n p e o r e s l o s a d o l e s c e n t e s d e h oy ?
Hay quienes, optimistas en su ignorancia, afirman que hoy los
adolescentes no son distintos (y ciertamente no peores) que
los de generaciones pasadas. Pero los hechos demuestran lo
contrario.
162 La dimensión desconocida de la sexualidad
La i n f l u e n c i a d e l o s a d o l e s c e n t e s
Muy pocos se dan cuenta hasta qué grado los jóvenes dominan
la sociedad de hoy. Ellos dominan la escena mundial.
Isaías previó nuestros días. He aquí una porción de la pro-
fecía. Hablando de nuestra gente hoy en estos últimos días,
cuando dijo: “Les pondré jóvenes por príncipes, y muchachos
serán sus señores … el joven se levantará contra el anciano, y
el villano contra el noble … Los opresores de mi pueblo son
muchachos … Las hijas de Sión se ensoberbecen, y andan con
cuello erguido y con ojos desvergonzados; cuando andan van
danzando …” (Isaías 3:4-16). La expresión “ojos desvergonzados”,
entendida correctamente, se refiere a los ojos pintados (maqui-
llaje en el rostro), y “van danzando” sugiere un andar sensual
para incitar a los muchachos.
¡Ahora consideremos los hechos!
¿Por qué se oye en la radio tanta música estilo rock? Porque
eso es lo que atrae el mayor número de radioescuchas. Pero,
Las salidas de pareja y la moral en la adolescencia 165
La s e x u a l i d a d j u v e n i l y l a v i o l e n c i a
alr ededor del mu ndo
¡El surgimiento rápido de inmoralidad adolescente, el uso
de drogas y la violencia es mundial! Los diarios comunican
Las salidas de pareja y la moral en la adolescencia 167
La n at u r a l e z a h u m a n a … ¡ y s i n i d e a l e s !
Comprendamos la verdadera y básica razón de estos problemas
actuales. Básicamente, se debe simplemente a la naturaleza
humana.
Mas Dios dotó al hombre de una mente que le capacita para
reconocer el error de ese camino, si así él lo desea. Adán podría
haber obedecido a Dios, resistido a Satanás y haberse hecho apto
para remplazar al diablo como gobernante de la Tierra, como
administrador del Gobierno de Dios. Pero Adán desobedeció
a Dios, cedió ante Satanás, y lo mismo han hecho sus hijos desde
entonces.
Jesucristo obedeció a Dios, guardó los mandamientos de
Dios, resistió a Satanás y nunca se dejó dominar por lo que lla-
mamos “naturaleza humana”. Venció al diablo y se mostró apto
para administrar el Gobierno de Dios en la Tierra. Luego,
ascendió al Cielo para recibir oficialmente la autoridad para
regir este mundo. Los cielos lo han recibido hasta … fíjese bien,
en Hechos 3:19-21, “HASTA los tiempos de la restauración de
todas las cosas”. Es decir, hasta que se restaure lo que se había
quitado: ¡El Gobierno de Dios!
¡Ese tiempo es inminente! ¡La ola universal de violencia
es una de sus señales de proximidad! Jesús dijo: “ … como en
los días de Noé, así será” poco antes del regreso de Cristo para
restaurar el Reino de Dios y ¡traernos la paz! Justo antes del
diluvio, hubo una época de libertinaje sexual y violencia. No la
hubo hace 60 años, ¡pero hoy sí es un tiempo de sexo ilícito y
violencia!
¿Qué no vemos las nubes de tormenta encima?
¿Por qué existe tanta violencia e inmoralidad?
Las salidas de pareja y la moral en la adolescencia 169
L o s a d ol e s c e n t e s n e c e si ta n
i nst ruc ción cl a r a
No es realmente paradójico el hecho de que millones adolescentes,
aunque hayan tenido bastante experiencia sexual, tienen poco
conocimiento sobre la sexualidad. Es precisamente debido a esta igno-
rancia, o falta de instrucciones bien dadas en el momento oportuno,
lo que los impulsa a satisfacer su curiosidad mediante la experiencia.
Además, cuando se trata de una moda, actúan como “ovejas”. Si
“todo el mundo lo hace”, la naturaleza humana les insta a querer “par-
ticipar”. Por eso siguen la corriente … y los padres no se enteran.
Aun en el caso de que se imparta alguna educación sexual a
los niños y adolescentes, ésta siempre se presenta en su aspecto
físico, material y, por consiguiente, sensual.
Si los adolescentes hubieran aprendido correctamente lo que
necesitaban saber acerca de la sexualidad, desde su primero y
segundo año de vida, enseñados por padres correctamente infor-
mados y con amor, las deplorables tragedias que hoy abundan
entre los adolescentes, y las relaciones sexuales prematrimo-
niales, se habrían reducido a un mínimo.
Hoy, si se le dijera a un adolescente que los besuqueos son
malos, y que jamás debe entregarse a ellos, que son pecado,
que van en menoscabo de la felicidad y la alegría inefable de un
futuro matrimonio, éste nos miraría con algo de lástima, pre-
guntándose cómo podemos ser tan ingenuos.
Probablemente diría todo lo contrario: “¡Hombre, no seas tan
ignorante! ¿Pero, dónde has estado metido que ni siquiera sabes
las cosas de la vida? Madura ya, ¡estamos en el siglo 20! ”.
Pero en realidad el ingenuo, el ignorante y al que no se le ha
enseñado la verdad acerca de las cosas de la vida, ¡es al adolescente!
E l n ov i a z g o e n l a a d o l e s c e n c i a
Desde luego, la naturaleza humana es la causa básica de
la inmoralidad actual, ¡como también de toda la violencia, la
Las salidas de pareja y la moral en la adolescencia 171
¿Por qué?
¡Por ignorancia! Porque han absorbido enseñanzas falsas, y
no han tenido enseñanzas correctas. ¡Porque aún no han apren-
dido algunas cosas de la vida real!
¿Está la Biblia pasada de moda? Si lo estuviera, entonces,
¿cómo es que logra predecir con tanta exactitud los aconte-
cimientos mundiales de hoy? ¿Cómo es que logra describir
con tanta precisión la naturaleza humana? “Los designios [pro-
pósitos] de la carne son enemistad contra Dios”, dice, y eso
ciertamente es verdad. Cuando Dios dice: “Recuerda”, ¡todo
mundo se empeña en olvidar! Cuando Jesús dijo: “No penséis que
he venido para abrogar la ley”, ¡todos creen que Él vino precisa-
mente a abrogarla! Si Dios hubiese dicho en la Biblia: “Guarda
la Navidad, el Año Nuevo y la Pascua Florida”, ¡nadie lo
haría!
Dios creó a los seres humanos varón y hembra. Los ben-
dijo con la maravillosa relación del matrimonio y de la familia,
que pertenecen al plano divino. Él ideó la sexualidad para
que ésta trajera a los cónyuges un gozo y deleite indescriptible
dentro del matrimonio. La sexualidad tiene la bendición de
Dios. En su gran sabiduría, Dios creó al varón de tal manera que
en él el estímulo y el deseo sexual se produjeran más pronto que
en la esposa. Y la mujer está diseñada de tal manera que no esté
preparada, ni física ni mentalmente, para el coito sino hasta que
se haya excitado mediante el abrazo amoroso, las caricias y las
palabras amorosas del esposo. En otras palabras, esta excitación
se produce mediante los “besuqueos” y “tocamientos”.
¡Había un propósito vital en esto!
Si Dios hubiera dispuesto que la esposa se excitara al igual
que el marido, por los mismos medios y con la misma rapidez,
el acto sexual en el matrimonio rara vez sería aquella manifesta-
ción suprema de amor que Dios quiso que fuera, ¡una expresión
de amor que ayuda a cimentar y a unir el matrimonio, el hogar
y la familia! ¡El matrimonio quedaría desprovisto de sus bendi-
ciones y gozo supremos!
Pero, cuando niños y niñas se dedican a los amoríos pre-
matrimoniales, a los “besuqueos” y “tocamientos”, no se trata
de expresar un amor que une más firmemente a dos seres ya
unidos por Dios para toda la vida. Se trata solamente de agradar
174 La dimensión desconocida de la sexualidad
U n pe c a d o c a pi ta l
Por lo tanto, el entregarse a estas cosas antes o fuera del matri-
monio, ¡ES UN PECADO CAPITAL!
¡Las modas de los adolescentes no determinan qué es
pecado!
¡Lo que practican los estudiantes universitarios no determina
qué es el bien y qué es el mal!
¡La aceptación por parte de la sociedad no determina qué es
pecado!
¡El Dios todopoderoso ya ha determinado qué es
pecado!
Dios no le ha dado a los seres humanos el decidir qué es
pecado; pero sí nos exige a decidir SI es que vamos a pecar, o no.
Dios me ha llamado para que alce mi voz y le muestre a la gente
qué es pecado, y esto es precisamente lo que estoy haciendo aquí.
Yo no establecí esa ley, dinámica y viviente aunque invisible, ni
la puse en vigor. ¡FUE DIOS QUIEN LO HIZO!
¿Cómo se puede evitar la tragedia de un embarazo antes de
la boda?
¿Cómo evitar la vergüenza y el problema de una enfermedad
venérea? ¿Sabiendo cuándo parar? ¡NO! Sencillamente, ¡abste-
niéndose de comenzar el “besuqueo”!
Si esto fuese bueno y conveniente para los jóvenes, Dios
les habría instruido que lo hicieran. Pero el pecado no es bene-
ficioso, ¡el pecado HIERE a la gente!
En un capítulo anterior explicamos cómo la gente es atraída
al pecado. Está descrito en Santiago 1:14-15: “…cada uno es
tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y
Las salidas de pareja y la moral en la adolescencia 175
La s s a l i d a s e n t r e l o s j óv e n e s ,
¿u n a rt e pe r di d o ?
¿Se han convertido las salidas de pareja en un arte perdido?
Tal parece que así es. Ciertamente no hay ningún “arte” en
la forma en que se manejan las salidas entre jóvenes en la
actualidad.
176 La dimensión desconocida de la sexualidad
La i n s t r u c c i ó n d e l o s n i ñ o s p e q u e ñ o s
La instrucción sexual debe comenzar en cuanto la mente del
pequeño comienza a expresar curiosidad respecto del cuerpo.
Esto podría ser quizá a la edad de dos o tres años.
El método simple de explicación de las “aves y las abejas” ha
sido ridiculizado, pero sin embargo es una manera adecuada.
A los niños pequeños, explíqueles primero acerca de Dios y de
la creación. Hay que explicarles cómo Dios creó las plantas, las
flores, las aves, las abejas y los demás animales.
Luego conviene explicar que Dios es un ser espiritual, que
tiene aspecto de hombre: que tiene cara, ojos, orejas, nariz, boca,
178 La dimensión desconocida de la sexualidad
que tiene cuerpo, manos y pies. Dios es espíritu, sus ojos son
como llamas de fuego y su rostro resplandece como el sol … es
tan brillante que no podríamos mirarlo sin quedar ciegos. Dios
tiene todo poder y así hizo que existieran todas estas cosas.
Luego se debe explicar que Dios decidió hacer al hombre a Su
propia imagen, no como los animales, ni las aves, ni las plantas, y
que quiso darnos una mente como la suya. Sin embargo, a noso-
tros nos hizo de materia y por eso no sabemos tanto como Él ni
tenemos el mismo poder. Pero, así como todas las plantas y los ani-
males fueron creados macho y hembra y se dispuso que el hombre
se reprodujeran según su propia especie; Dios hizo también a los
seres humanos varón y mujer para que tuvieran pequeños bebés
que llegaran a ser niños y crecieran para ser iguales a papá y mamá.
Luego se explica la maravilla de cómo un niño también
comienza su vida en forma de una “semillita” o “huevecito” que
va creciendo en un lugar donde la madre puede protegerlo, cui-
darlo y alimentarlo mientras se desarrolla. No daré los detalles
aquí, pero ustedes podrán completar los detalles. Hay que mos-
trar cómo los seres humanos pueden formar una familia
llena de amor, lo mismo que Dios. Explicar que el niño tiene
un hogar y una madre y un padre que lo quieren, y así no tiene
que andar fuera solo como los animalitos. Es importante relacio-
narlo todo con Dios, con el amor y con la relación de familia.
Y ante todo, dejen muy en claro que USTEDES contestarán
todas sus preguntas. Enseñen al niño a traer cualquier duda
o pregunta a ustedes y que se abstenga de tratar el tema con
sus amiguitos, pues aunque se trata de algo maravilloso, es un
asunto muy privado.
Es evidente que sólo podemos explicar muy poco a un niño
de dos o tres años. Pero a medida que va creciendo, debemos ir
añadiendo conocimientos y mantenernos siempre adelante de lo
que él pueda oír de sus amistades.
La d i s c i p l i n a d e l n i ñ o :
d e b e r d e l o s pa d r e s
Uno de los pecados, crímenes y tragedias más grandes de
la sociedad de este mundo es aquel gran pecado de omisión: la
negligencia de los padres al no instruir a los hijos.
Las salidas de pareja y la moral en la adolescencia 179
I n s t ru c c i o n e s ac e r c a d e l a pu b e r ta d
Jamás le mienta a su hijo. Jamás le niegue una respuesta acerca
de la sexualidad. Jamás le diga: “Eres muy pequeño para ente-
rarte de tales cosas”. Encuentre siempre la manera de darle una
respuesta correcta, de manera correcta, y dentro de sus capaci-
dades de comprensión.
Jamás le reproche a su hijo por hacer preguntas acerca de la
sexualidad, acusándolo de interesarse por cosas “feas”. Hay que
presentar la sexualidad tal como es según el uso correcto que
Las salidas de pareja y la moral en la adolescencia 181
La v e r d a d ac e r c a d e l a m a s t u r b a c i ó n
Prácticamente todos los libros sobre sexualidad, producidos por
médicos, siquiatras y otros con un enfoque puramente físico,
afirman que la masturbación no hace daño. ¡ESTÁN EN EL
ERROR!
¿POR QUÉ los seres humanos, incluso los “profesionales”, se
van siempre a algún extremo, alejándose de la verdad tanto como
sea posible?
Por otra parte, hay quienes enseñan a los muchachos, erró-
neamente, que la masturbación causa locura, pérdida de
virilidad, esterilidad, acné, etc. Esto no es verdad. ¡No es
correcto asustar a los jóvenes con mentiras!
Por otra parte, la masturbación sí es una perversión. ¡Es
pecado! Sí perjudica físicamente al muchacho, o al hombre, por
un lapso de 12 a 24 horas, entorpeciendo la mente, llegando a
nublar la vista y anestesiando la memoria parcialmente. Muchas
veces, el muchacho queda propenso a la distracción mental por
unas horas después de masturbarse.
¡Principalmente es perjudicial desde el punto de vista psi-
cológico! La mente se concentra en el yo y en la satisfacción
sexual propia, no en una esposa amada. Invariablemente pro-
duce sensación de culpa y destruye la confianza normal. ¡Las
experiencias sexuales tienen su lugar dentro del matrimonio! La
actitud mental es el factor clave e importante. Dios ideó la sexua-
lidad como una relación sagrada y maravillosa de amor. ¡Es
la experiencia física y sicológica más íntima y personal de todas,
y une a los esposos verdaderamente como una sola carne! Si
el impulso sexual se expresa de cualquier otra manera, ¡le roba
Las salidas de pareja y la moral en la adolescencia 183
La c i r c u n c i s i ó n
Aunque ya se habló de la circuncisión en otro capítulo, conviene
repetirlo en relación con lo que acabamos de exponer.
Como explicó el apóstol Pablo, bajo el Nuevo Testamento la
circuncisión tiene un significado espiritual: es del corazón y no
de la carne. Aunque hoy no constituye un rito religioso,
184 La dimensión desconocida de la sexualidad
E l t r at o s o c i a l ,
l a s s a l i d a s e n t r e j óv e n e s
En diversas formas, y de acuerdo con la variedad de costum-
bres, las citas han sido practicadas desde tiempos muy antiguos
como lo registra la historia. Pero, como en todas las cosas, las
salidas entre jóvenes tienen un uso correcto y un uso errado. La
forma correcta de tener citas ha llegado a ser un arte perdido en
la actualidad, especialmente en los Estados Unidos.
186 La dimensión desconocida de la sexualidad
¡ M u y j óv e n e s pa r a c a s a r s e !
Hace unos 20 años oficié una boda en el Salón Memorial en la
Institución Ambassador en Inglaterra (que ahora está cerrada).
Mi penúltimo nietecito, Richard David Armstrong II, en ese
entonces de dos años y medio estaba tan encantado con la cere-
monia que exclamó:
“Mami, ¡quiero casarme!”
188 La dimensión desconocida de la sexualidad
E l m a t r i m o n i o n o e s pa r a n i ñ o s
No podemos menos de sonreír ante la idea de un niñito que
desea casarse a los dos o tres años de edad. ¡Esto sería bastante
irregular! ¡El matrimonio no es para niños! El matrimonio es
para adultos. ¡Es algo muy serio!
El matrimonio acarrea obligaciones muy serias, pero esto,
desde luego, no lo ven los niños. El matrimonio es mucho más
que el romance, el “príncipe azul”, o flotar “en una nube” y la
dicha de hallarse en los brazos de su amante.
Pero, ¿cuándo nos convertimos en adultos?
¿A los 14 años de edad? ¡No, en absoluto! Entendamos por qué.
La e d a d pa r a a d q u i r i r c o n o c i m i e n t o
Los seres humanos no sabemos nada al nacer. ¡Nos es menester
aprender de todo!, y sin estos conocimientos, o con conoci-
mientos erróneos, somos tan inútiles e indefensos como un
niño recién nacido. Ahora bien, hay cosas que muchos nunca
aprenden, entre ellas la edad apropiada para el matrimonio.
Todo lo que sabe un adulto, sea cierto o falso, ha entrado en
su mente a partir del nacimiento.
Aunque parezca sorprendente o increíble, aprendemos más
durante el primer año de vida que en cualquier año subsiguiente.
Si un bebé de un año de edad pudiese hablar y hacerse entender
claramente, ¡quedaríamos maravillados de ver cuánto ha apren-
dido durante ese primer año!
La mejor edad para el matrimonio 189
últimos dos años de esos diez tal vez añadirán algunos conoci-
mientos que lo preparen para la enseñanza superior.
Durante estos años, el individuo promedio ha aprendido
rápidamente. Es mucho lo que debe aprender antes de alcanzar
la madurez … ¡y aún está muy lejos de ser maduro! Muchos
jóvenes creen saber más que sus propios padres. ¡Pero, lo que
ellos aún no saben, no son concientes de que no lo saben! Aún
les queda mucho por aprender.
A la edad de 16 años, el joven normal está listo para comenzar
estudios un poco más avanzados en diferentes campos.
La m a d u r e z d e l c u e r p o
Pero en estos años iniciales e intermedios de adolescencia,
generalmente entre las edades de 12 y 14 años (en promedio),
el cuerpo entra de repente en una etapa de gran crecimiento y
desarrollo. El adolescente e este punto llega a ser mucho más alto
en un solo año, y se efectúan grandes cambios en el cuerpo como
resultado de la transición de niño a hombre o de niña a mujer.
De repente, el joven se siente “grande”; ya se cree adulto.
Generalmente, no se da cuenta de que en esta etapa el cuerpo
da un gran salto hacia la madurez, ¡pero su mente no da otro
salto correspondiente! La mente sigue desarrollándose al mismo
ritmo gradual año tras año. Mentalmente, el joven es más niño
que adulto. Su interés principal sigue siendo la “diversión”: los
juegos, las distracciones. La madurez sexual viene muchísimo
antes de la madurez mental, emocional y espiritual.
El ser humano es más que un cuerpo. Antes de entrar en el
estado matrimonial debe alcanzar no sólo la madurez física sino
también la mental, emocional y espiritual.
La muchacha o el muchacho están capacitados físicamente
para tener hijos mucho antes de que sea capaz de asumir las res-
ponsabilidades de la paternidad.
Pero el joven no lo ve así. Está más alto, se ha desarrollado
físicamente y ahora se siente maduro. Toma nueva conciencia del
sexo opuesto. Ignora, repito, lo mucho que le falta por aprender.
La atracción por el sexo opuesto actúa como un imán. La
niña sueña con el príncipe azul, mientras que el muchacho siente
el deseo de tomar en sus brazos a una joven atractiva.
La mejor edad para el matrimonio 191
L o s a ñ o s d e p r e pa r ac i ó n
Ahora bien, ¿cuándo se convierte un adolescente en adulto?
¿Cuándo se está preparado para el matrimonio?
El matrimonio es en sí una carrera. Uno no está listo para
ejercer una profesión o carrera hasta haber cumplido una etapa
de preparación completa. Esta preparación se puede dividir en
tres etapas fundamentales: primero, la de la infancia, en que se
prepara al niño para la escuela; segundo, la preparación escolar
elemental, secundaria y preparatoria; y tercero, los estudios
superiores y el entrenamiento especializado para el trabajo de
la vida adulta.
En realidad, hay tres fases básicas del desarrollo mental que
van paralelas con estas fases de preparación. Primero, el cambio
de la infancia a la niñez alrededor de los 6 años de edad. Luego,
aproximadamente a los 16 años, la mente ha absorbido los
conocimientos básicos que le permiten comenzar a pensar y a
aprender de forma más madura. La edad de 16 años es una etapa
crucial en el desarrollo de la mente.
Antes de los 16 años, los jóvenes tienen poca conciencia
de la seriedad de la vida, las condiciones mundiales, los pro-
blemas humanos y el propósito de la vida. En nuestro sistema
de educación pública americana, el joven entra al último año de
192 La dimensión desconocida de la sexualidad
La m e j o r e d a d pa r a e l m a t r i m o n i o
El hecho de que a la edad de 30 años el hombre alcanza una
madurez más completa en cuanto a su personalidad, su lide-
razgo y su influencia sobre los demás, parece estar plenamente
reconocido por Dios. En la antigua Israel, los levitas entraban
plenamente al sacerdocio a la edad de 30 años, aunque se solía
iniciar el servicio militar a la edad de 20.
Jesucristo, nuestro Ejemplo, no comenzó Su ministerio activo
hasta la edad de 30; todos los años precedentes fueron de apren-
dizaje y preparación.
Aunque en Israel los hombres comenzaban el trabajo de
adultos y aun el servicio militar a la edad de 20, esto sin embargo,
no significa que ya hubieran terminado su educación de manera
total y completa. Sus primeros años de servicio eran en realidad
de aprendizaje, entrenamiento y preparación, y probablemente
no se les consideraba listos cabalmente para asumir las obliga-
ciones de adultos hasta los 25, si bien la Biblia no nos lo dice
específicamente.
Al parecer, Dios no ha dado instrucciones específicas ni
órdenes directas respecto de la edad apropiada para el matri-
monio. En los censos El ni siquiera contaba como adultos a los
menores de 20 años. Aunque no parece prohibirse el matri-
monio antes de los 20, todo indica que según las instrucciones
de Dios, los jóvenes eran considerados como niños hasta la
edad de 20 años. Al llegar a los 20 se les consideraba “en edad”.
¡Esto de ninguna manera indica que se esperaba que contrajeran
194 La dimensión desconocida de la sexualidad
E l m at r i mon io e n l a e da d m a du r a
Lo dicho en este capítulo se refiere al primer matrimonio de una
pareja joven. Dios ordenó el matrimonio “hasta que la muerte
nos separe”. Mi primer matrimonio se acabó sólo con la muerte
de mi esposa amada, después de 50 años.
¿Qué podemos decir del segundo matrimonio de un viudo
o una viuda? En este caso, la edad no es factor importante. Lo
necesario no es que las edades sean análogas, sino que lo sean
las mentes.
Un miembro de la Iglesia de Dios no debe casarse jamás con
un inconverso. Debe haber armonía en el aspecto espiritual y
secular. Debe haber atracción física y compañerismo armonioso.
14
Planificación familiar,
anticonceptivos y
disfunciones sexuales
¿E s pecado la planificación familiar? El empleo
de medios anticonceptivos, ¿es contrario a las ense-
ñanzas de bíblicas de Dios?
La Iglesia Católica Romana siempre ha respondido que “¡SÍ!”.
Pero el manual de instrucciones dado por el Creador a la
humanidad, la Biblia, la Palabra sagrada de Dios, si es con-
siderada como la verdadera autoridad, ella ¡no dice tal cosa!
Algunos citan el caso de Onán como argumento contra la pla-
nificación familiar. Pero ese incidente no respalda tal enseñanza.
Judá, padre del pueblo judío, tuvo tres hijos. El mayor, lla-
mado Er, dejó al morir una viuda sin hijos. Según la ley israelita,
correspondía al segundo hijo, Onán, desposarse con la viuda,
Tamar, con el fin específico de darle un hijo que llevara el nombre
de su hermano difunto. El estatuto legal que gobernaba tales
casos aparece en Deuteronomio 25:5-6: “Cuando hermanos
habitaren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo,
la mujer del muerto no se casará fuera con hombre extraño; su
cuñado [soltero] se llegará a ella, y la tomará por su mujer, y hará
con ella parentesco. Y el primogénito que ella diere a luz suce-
derá en el nombre de su hermano muerto, para que el nombre de
éste no sea borrado de Israel” (versículos 5-6).
Ahora continuemos la historia de Onán:
“Y sabiendo Onán que la descendencia no había de
ser suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su
Planificación familiar, anticonceptivos y disfunciones sexuales 197
de los demás, es algo muy distinto. ¡No hay nada en la Biblia que
lo prohíba, pero sí mucho que lo apoya!
¡En este punto, me detengo! Pensaba incluir un capítulo
sobre los anticonceptivos y las disfunciones sexuales. Hay matri-
monios que tienen el problema de la disfunción sexual, ya sea
por parte del varón o de la mujer.
Pero luego de ref le x iona r, c a mbié de pa re c er.
Deliberadamente no di información técnica sobre medios anti-
conceptivos en las dos ediciones anteriores de este libro. Fue
ofrecido gratuitamente a nuestros suscriptores de La Pura
Verdad. Pensé que el libro podría llegar a manos adolescentes; y
sentí que así debía ser. Pero, también sabía que antes de casarse
no debían tener ninguna necesidad moral de conocer las téc-
nicas anticonceptivas. Desde luego que muchos ya las conocen,
pues han obtenido información, muchas veces impropia, de sus
amistades.
No deseo facilitar las relaciones prematrimoniales ofreciendo
información sobre medios anticonceptivos, y en este libro podría
servir para tal cosa.
Por lo tanto, nos limitamos a decir que los casados que nece-
sitan tal información pueden conseguirla en muchos libros
disponibles en librerías.
En cuanto a anticonceptivos, sólo mencionaré dos libros:
Uno es, Conception, Birth and Contraception a Visual
Presentation (en inglés) por Robert J. Demarest, del
Departamento de Anatomía de la Escuela de Médicos y Cirujanos,
de la Universidad de Columbia; y el Dr. John J. Sciarra, del
Departamento de Ginecología de la Universidad de Minnesota.
Publicado por “The Blakiston Division, McGraw Hill Book Co.”
El otro es, The Birth Control Book (en inglés) por el Dr.
Howard I. Shapiro; Publicado por Avon; una División de The
Hearst Corp., 959 Eigth Ave., New York.
En cuanto a disfunciones sexuales en ambos sexos, tales
como eyaculación prematura, o disfunciones orgásmicas, el
libro The New Sex Therapy (en inglés) por la Dra. Helen Singer
Kaplan, directora del Programa de Educación y Terapia Sexual,
de la Universidad Cornell y de la Clínica Payne Whitney, del
Hospital de New York. Publicado por Quadrangle, del New York
Times Book Co.
El compromiso y la noche de bodas 199
P o r q u é e s pe c a d o e l ac t o
s e x ua l pr e m at r i mo n i a l
Parece ser muy difícil para los seres humanos comprender que
lo que se vuelve costumbre no necesariamente es bueno. ¡Pero
existen leyes! ¡El que ponga la mano en una estufa caliente se
El compromiso y la noche de bodas 201
C om p orta m i e n t o de l a
pa r e j a c o m p r o m e t i d a
“Nos vamos a casar de todas maneras”, dicen muchos jóvenes
comprometidos. “¿Qué importa si nos adelantamos un poquito?”
¿Qué cuál es la diferencia? Es la diferencia entre el PECADO
y lo correcto; entre arruinar un matrimonio y preservarlo
para elevarlo a una verdadera relación del nivel divino que debe
tener; entre corroer y menoscabar una relación para toda la vida
y mantenerla limpia, pura y llena de gozo.
El compromiso no es el matrimonio. Significa que el hombre
y la mujer simplemente declaran públicamente su intención de
llegar al matrimonio … Pero en el compromiso aún no se han
hecho los votos matrimoniales.
Las relaciones sexuales antes de hacer el voto matrimonial
son fornicación. Y como las leyes de Dios son inexorables,
habrá una pena: ¡la pena capital! A los ojos de Dios, ¡la forni-
cación es un crimen tan grande como el homicidio!
Todo gobierno se basa en una ley, una constitución funda-
mental. Esa ley fundamental es un modo o “camino de vida”.
Aunque pocos se dan cuenta de ello, solamente la ley de Dios,
una ley espiritual, define el camino de vida (o “estilo de vida”, si
se quiere) que conviene a los hombres. Es la ley por la cual ulte-
riormente usted y yo seremos juzgados.
Esa ley dice que el adulterio y la fornicación hacen daño a
quienes los practican. ¡Esa ley nos va a juzgar por toda la eter-
nidad en el juicio final! Quebrantarla le causará daño a usted
ahora, ¡y en el juicio final usted se enfrentará a la pena de muerte!
Dios no nos niega nada que sea bueno para nosotros. ¡Dios
nos ama!
Léanse de nuevo los capítulos 4 y 5 de este libro. Téngase una
idea clara de lo sagrada que es la relación conyugal y familiar, de
que está a un nivel divino y de cómo se le ha negado a toda cria-
tura y a toda forma de vida exceptuando el ser humano.
El compromiso y la noche de bodas 203
Ideas er róneas
Hay ciertas ideas erróneas muy generalizadas entre los que no
han recibido información apropiada.
204 La dimensión desconocida de la sexualidad
La n o c h e d e b o d a s
Aunque las estadísticas proporcionadas por el Consejo Nacional
de Investigación arrojan que hasta un 80 por ciento de las
novias, desde 1950, ya han perdido su virginidad cuando se
casan, y el porcentaje de hoy día es mucho mayor. Mas, creemos
que muchas de las que leen este libro sí llegarán vírgenes al
matrimonio.
Sin embargo, el estudio realizado por el Consejo de
Investigación es impactante. Y aunque las cifras son un poco
más elevadas que aquellas provistas por informes similares,
ellas muestran definitivamente que los tiempos han cam-
biado. El estudio indica que antes de 1912, el 82 por ciento de las
mujeres llegaban vírgenes al matrimonio, sólo un 18% de todas
las mujeres habían “perdido su honor”, como se le llamaba en
aquel entonces. Para 1922, el 26 por ciento había perdido su vir-
ginidad. En 1931 era un 49. Pero la curva de inmoralidad siguió
una trayectoria ascendente y en 1937, ¡el 68 por ciento de las
mujeres ya habían perdido su virginidad cuando llegaban al
matrimonio! ¡En 1950 el inconcebible 80% de las novias ya no
eran vírgenes en el día de su boda! ¡Y las condiciones conti-
núan empeorando!
El compromiso y la noche de bodas 207
La b o d a y l a a c t i t u d d e l o s n ov i o s
Hace 60 años, muchos esposos consideraban la posibilidad de
esperar una o dos noches después de la boda antes de acercarse
a su esposa para el acto sexual. La teoría era que ella estaría tan
nerviosa después de la boda que se le debía dar unos dos días
para descansar y calmarse. Pero los tiempos han cambiado y hoy
las recién casadas casi siempre desean el contacto sexual con el
esposo en la noche de bodas.
Pero a menos que ella esté totalmente agotada y agobiada de
nervios, ¡ciertamente lo más indicado es que él la tome en sus
brazos y la tranquilice con amor! Ciertamente se recomienda
que él haga esto primero … dejando para después de esta mani-
festación de amor cualquier pregunta sobre el aplazamiento del
contacto sexual, a menos que ella lo solicite.
Todo hombre recién casado debe comprender cuál es el
estado psicológico de su novia el día de la boda. Para ella, ¡es
un momento trascendental! En la mayoría de los casos, estará
dejando a sus padres y su hogar. Estará dando comienzo a una
vida nueva y diferente.
Si hay una recepción después de la ceremonia, el novio (y
desde luego la novia) deberá abstenerse de tomar bebidas alco-
hólicas o bien ingerir alguna con mucha moderación. Él debe
mantenerse en buenas condiciones, tanto físicas como mentales.
Tal vez va a manejar un automóvil inmediatamente después de
210 La dimensión desconocida de la sexualidad
La ac t i t u d d e l a e s p o s a : p u n t o c r u c i a l
La maldición de múltiples millones de matrimonios a lo largo
de los siglos anteriores a 1914 ha sido la actitud que tienen las
esposas hacia el matrimonio y hacia la relación sexual, actitud
formada, desde luego, por las enseñanzas falsas y represivas así
como por la ignorancia.
Quienes leen este volumen tienen la bendición de saber cuál
es la enseñanza correcta y apropiada, y cuáles los conocimientos
sanos y verdaderos.
Ahora bien, el futuro de la relación conyugal para toda la
vida dependerá en gran parte de que la esposa tenga una actitud
correcta.
212 La dimensión desconocida de la sexualidad
Conclusión
En conclusión final, recuérdese que la sexualidad en los seres
humanos fue ideada y creada por el Dios viviente e inmensa-
mente sabio, como símbolo de la vida (pues por la sexualidad se
engendra vida humana), y como manifestación del amor.
El Eterno Dios está desarrollando Su designio más gran-
dioso aquí abajo. ¡Ese propósito es la reproducción de Su
propia Especie, con carácter santo, justo y perfecto en la
familia divina del Dios viviente! Los seres humanos engen-
drados y nacidos físicamente por medio de la sexualidad,
¡pueden ser engendrados espiritualmente por Dios para luego
nacer de Él, como miembros por siempre vivos, en la Eterna
Familia Dios!
Así como la reproducción física es el prototipo y antepuesto
del engendramiento y glorificación espirituales, el amor con-
yugal es el prototipo del amor de Cristo por Su Iglesia y del
nuestro por Él.
Cuando la esposa se entrega en el éxtasis de amor y en obe-
diencia a su esposo, está cumpliendo en lo físico el equivalente
de la entrega espiritual de los miembros de la Iglesia de Dios, que
El compromiso y la noche de bodas 213