Cuento, Mito, Leyenda y Fabulas
Cuento, Mito, Leyenda y Fabulas
Cuento, Mito, Leyenda y Fabulas
El Mito de Quetzalcóatl
Según cuentan, Quetzalcóatl (que
quiere decir "serpiente emplumada"
o "serpiente de plumaje hermoso")
era un Dios muy bondadoso y puro
que regia por sobre los demás
dioses de la mitología
mesoamericana antigua.
Un día el hermano de Quetzalcóatl
(quien gustaba de la guerra y la violencia) decidió engañarlo ya que no toleraba su
manera de ser pacífica. Para eso tramó un cuento que humilló en gran manera al
Quetzalcóatl. Muy "indignado", éste decidió dejar de vivir quemándose entero.
Tras esto, solo quedó cenizas de Quetzalcóatl, pero luego se descubrió la verdad,
y era, que Quetzalcóatl estaba tramando un plan para poder ir hasta los infiernos
donde una vez allí, robó una astilla de hueso de los primeros Humanos y luego al
cuarto día cuando resucitó, creó a los humanos a partir del hueso regado con su
propia sangre.
1. La Llorona
La llorona es una de las leyendas más
conocidas en Guatemala y, aunque hay varios
elementos que no cambian, existen varias
versiones sobre el origen de esta leyenda. Uno
de los elementos que permanece igual en todos
los relatos es el nombre de la Llorono y su
procedencia. Es decir, en todas las leyendas la
mujer lleva el nombre de María y es criolla, es
decir, hija de de españoles en época de la
colonia.
Así mismo, otro de los elementos en común de
las leyendas es que María contrajo matrimonio y que su esposo viajaba mucho. Los
elementos que varian es que, estando de viaje, Maria se enamoró de un fontanero
de nombre Juan de la Cruz y producto de este amor queda embarazada.
Otra de las versiones es que de la persona que se enamora es de un mozo de su
finca y la tercera versión es que María llevaba una vida de libertinaje y se desconoce
de quien queda embarazada. Las leyendas, casi todas de ellas, cuentan que, una
vez embarazada, puede ser de 1, 2 o inclusive 3 hijos, y preocupada de lo que diría
su esposo, Maria va al rio y ahoga a sus hijos. Luego de haber ahogado a su hijo o
hijos, a María le da cargo de conciencia y trata de rescatar a sus pequeños y termina
ahogada ella también.
Otro de las leyendas cuenta que María regresa a su casa y al darse cuenta de lo
que había hecho corre por las calles gritando “mis hijos, mis hijos, donde están mis
hijos” con lagrimas en los ojos. Finalmente, las leyendas cuentan que la llorona está
condenada a buscar a sus hijos por toda la eternidad; asimismo, se comenta que si
se escucha a la llorona lejos es porque esta cerca y cuando se escucha cerca es
porque este lejos.
2. El bobo y la grulla
Mientras un lobo se comía un hueso, se le
atragantó en la garganta, y empezó a correr por
todas partes en busca de ayuda. En su camino se
encontró a una grulla y le pidió que le salvara de
aquella situación y que le pagaría por ello. La grulla
aceptó, introdujo su cabeza en la boca del lobo y
sacó el hueso atravesado de la garganta.
Entonces, le pidió su compensación al lobo, a lo
que este le respondió: – “Oye amiga, ¿no crees que
es suficiente paga el haber sacado tu cabeza sana
y salva de mi boca? Moraleja: Nunca hagas favores
a malvados, traficantes o corruptos, pues mucha
paga tendrías si te dejan sano y salvo.
3. El caballo viejo Un caballo que ya estaba muy
mayor fue vendido por su amo a un molinero que lo
empleó para que diera vueltas a la piedra de un viejo
molino. El caballo no hacía otra cosa desde la mañana
hasta la noche que girar y girar alrededor de aquella
rueda, lo cual no solo le cansaba mucho sino que lo
ponía muy triste. Y es que el viejo caballo recordaba lo
veloz y famoso que había sido en sus años de
juventud, en los que había vivido infinidad de aventuras
y también cómo se burlaba de los otros caballos que
eran más viejos y lentos que él.
Ahora viéndose en esta situación en la que pasaba
sus días atado y dando vueltas a dicho molino, se
arrepentía de aquella actitud que había tenido cuando
era poderoso: “Después de las grandiosas vueltas que di en las carreras durante mi
juventud, mira las vueltas que tengo que dar ahora. Este es un justo castigo por
burlarme de aquellos a los que veía más débiles e inferiores”. Moraleja: Mejor ser
humilde cuando tienes poder, porque un día u otro lo has de perder.