TS019 TemasSociales19p PDF
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la ModePnidad!
Temas Sociales
Revista de Sociología
U.M.S.A.
N° 19
La Paz · Bolivia
Mayo de 1997
Los conceptos emitidos en los trabajos insertados en esta revista,
son de exclusiva responsabilidad de sus autores.
TEMAS SOCIALES es una tribuna de pensamiento libre.
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Tei/Fax: 353890 - 323793 - La Paz - Bolivia
PORTADA:
Colección de la Revista 'qa '?YJax de ~-e%¡¡ de Qlt'o¿¡ "
CONSEJO EDITORAL
ENSAYOS
ALISON SPEDDING
Sacando palabras: poder y silencio en Bolivia 7
ANDRES GUERRERO
el levantamiento indígena de 1994:
discurso y representación política (Ecuador) 65
CARLOS R. AGUILAR R.
Los discursos del General
(análisis de los discursos de Luis García Meza) 91
RESEÑAS
ALISON SPEDDING
El banquete aymara mesas y yatiris- Gerardo Fernández J. 185
JAVIER A. FLORES V.
Introducción al análisis estadístico- Harnet D. y Murphy J. 191
SACANDO PALABRAS:
PODER Y SILENCIO EN BOLIVIA 1
'Alguna vez había un sonsito. No tenía qué cosa comer, así estaba
andando por la pampa recogiendo esos restos de quinua. Allí se había
encontrado con un caballero (wiraxucha). El caballero le había dicho
"¿Qué estás haciendo, hijo?" y cuando el sonso le contó, preguntó si
quería recibir una chitita [ovejita]. El sonso dijo que sí, entonces el
caballero le dio una chitita y le dijo que había que darle una palmadita
en el rabo y decirle "!Chitita, caga la plata! !Chitita, caga la plata!"
!Chullchull! La chitita cagaba plata. Entonces el caballero mandó al sonso
ir al pueblo y escuchar misa, a dar gracias. Entonces se había ido. En el
pueblo había una tienda aliado de la iglesia. Entonces el sonso fue a la
tienda. "!Séñora!"
"¿Jay?"
Una versión preliminar, en ingles, de este trabajo fue presentado en el Seminario Malinowski del
London School of Economics en 1989. Se encuentra excerptos de lo mismo publicados como
Spedding (1994).
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ha vuelto el sonso, ella había dicho "Los borrachos han bailado en aquí,
encima de tu mesa se han bailado, tu mesa se ha roto. Está botado." Y
otra vez se fue el sonso, llorando, otra vez a la pampa. Y volvió el caba-
llero, y le dio un chicote. Había que decir "!Chicotito, hagame servicio!
!Chicotito, hagame servicio!" Y el chicote se había puesto a huasquear
al sonso, hasta que el caballero había dicho "! Rindase chicotito!"
Entonces le ha dicho que vaya otra vez a misa, y había dejado el chicote
en la misma tienda ...
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Este ensayo comenta algunas relaciones entre el poder y el uso de
la palabra tal como se las perciben en la provincia de Sud Yungas. Las
conclusiones, entonces, se aplican en primer lugar a esa provincia,
aunque pueden relacionarse con material de otras regiones andinas.
Se basa en el trabajo de campo realizado en comunidades cocaleras
cercanas al capital provincial de Chulumani. La producción y comercio
de coca constituyen la base de la economía local; la mayoría de los
habitantes son campesinos cocaleros bilingues en aymara y castellano,
más una capa reducida de comerciantes y funcionarios en el pueblo.
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fácil inducir a los hombres adultos a hablar, porque hablar delante del
público es parte del rol del hombre mayor, pero los que están en
desacuerdo probablemente gu~rdarán silencio y luego instituirán contra-
campañas através de otros canales. Se asocia el poder, no con usar la
palabra, sino con guardar el silencio. El problema de los participantes
silenciosos es más agudo en reuniones de mujeres, porque la mayoría
de las mujeres no dicen nada en la reunion, para luego discutir todo
mientras trabajan en la cosecha de coca. Critican a las mujeres que
han hablado por egoísmo - "Ella nomás quiere hablar" - y socavan las
decisiones.
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desarrollo pobre en la sociedad yungueña (y esto sería mayormente
asociado con representantes de la sociedad no-campesina, como maes-
tros de la escuela o autoridades del pueblo), mientras que los géneros
informales como la habladuría demuestran una fertilidad fantástica. En
vez de exhortaciones formales, la instrucción se imparte através de
relatos de los exitos y fracasos de personas reales, o (raras veces) el
comentario oblicuo de los cuentos, como el que encabeza este ensayo.
El ingenio y las réplicas agudas son admirados en el contexto de disputas
y conflictas cotidianas (ej: una querella entre familiares; las tradicionales
disputas sobre quien se llevó las botellas vacias de cerveza de propiedad
ajena después de una fiesta ... ). En estos contextos permiten vencer al
adversario (v. infra 'El poder demótico') y proporcionanan un gozo a los
espectadores, que suelen comentar los insultos más novedosos. Pero
la habilidad de mantener el silencio y ocultar los pensamientos es tan
valorado como cualquier nivel de fluidez verbal. Una persona de poder
real queda callado en tanto que le guste y sólo habla cuando tiene algo
de contundencia genuina para decir. Es el opuesto del hablador ocioso,
sin cuidado, que revela todo a sus escuchadores. Estos conceptos
subyacen todo encuentro, y pueden ser iluminados hasta en la situación
más simple, cuando dos personas se cruzan en un camino rural.
1. Un encuentro en el camino
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demostrando su inferioridad frente a ellas como sería el caso en la vida
real. Las reglas para asignar el status en este contexto producen el
conjunto siguiente de interacciones:
El significado básico de wachu es 'surco' o 'fila' (de plantas). También refiere a cualquier trabajo
agrícola en Yungas, debido al hecho de que el labor cocalera ocupa la mayoría del tiempo de la
mayoría de las personas.
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acerca en silencio hasta que casi ha pasado el otro, obligando al otro a
reconocer su status inferior hablando si no va a cometer la ofensa enorme
de no saludar (no saludar indica que uno, si es guagua o desconocido,
es una persona totalmente ignorante; si es un conocido, sólo se niega
el saludo en caso de ser una 'bronca', es decir, una persona con quien
se tiene una conflicto no-resuelto, y la ausencia de saludos indica esto.
Es decir, no saludar en el campo no indica que no se conocen, sino que
se conocen demasiado bien). Si las dos personas son de status similar,
o no es muy obvio cual será su status, entonces cualquiera de ellos
puede pretender al status inferior hablando primero. Si de veras son de
status similar, esto es una demostración aceptable de humilidad por
parte de la persona que habla primero4, pero cuando la diferencia entre
ellos es grande sería un faux pas para la persona de status más elevado
hablar primero. Por ejemplo, no es aceptable que un terrateniente se
acerque a un campesino de esta manera, y los campesinos son tímidos
acerca de ser los primeros en hablar con un terrateniente (que indica, si
la conversación va más allá que los saludos, que le van a pedir algún
favor). Entonces un terrateniente que quiere pedir un favor a los
campesinos, es decir, que quiere pedir que trabajen para él (ya que no
hay otro favor que un campesino puede hacer para un terrateniente),
tiene que alquilar a otro campesino para que vaya hablar para él. La
urbanidad en la sociedad campesina se basa en la suposición de la
igualdad, haciendo dificultosa la comunicación con alguien que
obviamente no es igual. Es siempre embarazoso para un campesino
recibir el primer acercamiento, o peor todavía alguna llamada, por parte
de un terrateniente en persona. Probablemente esto no fue así antes
de la Reforma Agraria de 1953, pero hoy en día la gente sufre una
verguenza aguda frente a la persistencia (en algunos lugares, entre
algunas personas) de la distinción terrateniente-campesino más de
cuarenta años después de su abolición oficial.
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cuando son conocidos o tienen algún asunto espécifico de que tratar;
allí, el campesino y el terrateniente se puede ignorar mutuamente sin
problemas. Se puede ubicar el límite urbano de un puebl.o desconocido
(no necesariamente coincide con el límite del espacio donde hay casas)
porque al pasarlo los desconocidos empiezan a saludar a uno.
2. El poder demotico
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(tuqisitaspawa) como pretexto para, por ejemplo, no quedarse en una
borrachera. Si se utiliza esta forma verbal con una persona no
dependiente o sujeta a la reñidora, puede provocar una trifulca. Es una
habilidad que incluye el dominio del lenguaje obsceno, es decir, es
esencialmente profano. Aunque es una forma oratoria, y muchas veces
se realiza delante de un público, en la calle o en el patio, no es formalizada
en el sentido de que no incluye formas fijas o la repetición de tropos
establecidos (incluso es más impresionante cuando se inventa unos
insultos realmente novedosos y/o muy apropriados al individuo insultado).
El contento es tanto moral (denunciando las fallas de la personas
abusada) como inmoral - en los casos más extremos se extiende hasta
el abuso sexual y étnico: "Te has hecho joder por doce negros, por esto
tu hija es tan morena." En estos casos la disputa puede terminar en una
pelea.
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discutir sus asuntos de forma racional, al menos después de varios
años de matrimonio. Reñir a la pareja es una falta de respeto, y pegar a
la pareja demuestra una incapacid~d de comunicación. La gente se
distingue de los animales por el don de la palabra, y por lo tanto debe
saber comunicarse através de ella.
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ocurren de manera regular en Bolivia y a veces se desbordan en
alzamientos armados. La masa de indios alzados tiene su habla especial
en la forma de consignas gritadas, la evocación de heroes rebeldes del
pasado como Tupaj Katari y Bartolina Sisa y los gritos de "!Jallalla!" que
responden a cada declaración por parte de los voceros encabezando la
protesta, complementado por el ruido del pututu. Antes se usaba el pututu
para anunciar muertes, reuniones y otros acontecimientos que
importaban a toda la gente de la comunidad. En los Yungas la gente ya
tiene campanas (antes restringidas a los pueblos) que suenan para
anunciar los acontecmientos, pero se mantiene el pututu para sonar
cuando llega la llamada a las armas. Cuando los cocaleros comentan la
posibilidad de que el ejercito llegue para erradicar forzosamente,
mencionan el ruido del pututu que señala el deber inmediato de reunirse
para defenderse a través de las armas.
3. Poder jerárquico
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Al igual que el poder demotico, pero, este poder es visto como un
atributo o cualidad del individuo (y no un aspecto derivado de su posición
en la estructura s.ocial). Adentro de la política campesina provoca
sospecha, porque es esencialmente anti-igualitaria, y alguien que posee
este poder no sería preferido como lider comunitario. El cargo de
Secretario General del sindicato comunal es rotativo, con duración de
un año (los cargos sindicales de mayor nivel, como por ejemplo
Subcentral, suelen durar dos años o más). Se prefiere a caracteres
debiles para el cargo local porque ellos no serán más que una figura
decorativa. Alguien que posee autoridad personal puede utilizar el cargo
para lograr una ascendencia personal frente a los demás y por lo tanto
no es elegido excepto cuando realmente no se puede evitar pasarle su
turno o en condiciones excepcionales cuando se espera conflictos fuertes
con autoridades exteriores a la comunidad y se requiere una persona
que sí podrá hacer frente a ellos. La autoridad jerarquica es más
apropriada para autoridades a nivel del cantón, del pueblo o de la
provincia. Autoridades municipales y provinciales (subprefectos,
alcaldes) casi siempre son miembros de las clases hispánicas.
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fragranti. En otra occasión invadió casas con el pretexto de encontrar a
la hija de unos compadres campesinos de su cuñado que se había
perdido durante una fiesta; el quitó las camas a varias parejas y luego
andaba comentando lo que vio de sus genitales, una verguenza
exagerada para gente que ni siquiera se baña totalmente desnudos.
Sin duda encontraba cosas todavía peores en el monte, porque era
gran amigo de los principales cocaineros del pueblo, como también de
los policias de narcóticos, y las 'fábricas' de base de cocaína son
ocultados en el monte. Como si esto no bastaría, era un adúltero notorio
y hizo la vida un martirio a su mujer. Combinaba autoridad personal con
inmoralidad, que es también caracteristico del poder jerárquica.
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reclamo de ascendencia innegable sobre esa persona. Hay muy pocas
situaciones donde se reconoce tal ascendencia. Una de ellas es la
relación entre padres e hijos. Padres y madres pueden p~gar a sus
hijos, mientras si los hijos se atreven a alzar la mano contra los padres
arriesgan ser expulsados de la casa y de la familia. A veces el sindicato
campesino ordena azotes para un delincuente empedernido (un ladrón
habitual, una adúltero que no se enmienda ... ). Generalmente en estos
casos se utiliza un chicote, símbolo de autoridad manejado hoy en día
por autoridades campesinas de algunas regiones del Altiplano y los
valles, y en el pasado manejado por patrones y mayordomos de hacien-
da. En el cuento el caballero regala un chicote al sonso para castigar -
primero al mismo sonso por haber sido tan fácil de engañar, y luego a
las personas quienes han robado sus cosas mágicas. En otras situa-
ciones, pero, no se reconoce el derecho al uso unilateral de la violencia.
Si uno la ejerce frente a personas quienes no reconocen su autoridad,
es probable que sus partisanos responderán con más violencia.
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municipales y jurídicas, quedan en los pueblos y no salen al campo
excepto cuando los habitantes rurales les piden y les ofrecen un pago
para ir. Hay un cuartel militar más arriba del pueblo de Chulumani, pero
no se nota la presencia de militares excepto cuando salen a realizar
ejercicios o raras veces cuando están de franco en el pueblo, y cuando
desfilan en Fiestas Patrias. La fuerza militarizada de los 'Leopardos'
realiza patrullas y batidas ocasionales en el campo y controla el tráfico
vehicular, supuestamente en busquéda de drogas y precursores, pero
mayormente en busquéda de objetos de valor mercantil que pueden
decomisar y vender (por ejemplo, decomisan gasolina, motocicletas,
etc.). Ellos siempre hablan primero a la gente, porque sino nadie les
dirigirfa la palabra. Reciben respuestas muy bruscas, cortas,
frecuentamente mentirosas, y muchas veces en aymara aunque la
persona que habla domina perfectamente el castellano. Es decir,
enfrentan un muro de silencio - el conocido mutismo de las masas
andinas. Si se rompe este sllencio para hablar espontáneamente a ellos,
es casi siempre protestando o reclamando en contra de sus
arbitrariedades.
4. Jerarquía y rituales
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del alcohol. La coca está presente en la mayoría de los contextos rituales.
Es un elemento que motiva los aspectos positivos del intercambio.
También puede ser visto como una tran~formación de los muertos
ancestrales, aunque esto es una conclusión especulativa derivado del
analisis de varios elementos del cultivo e historia de la coca y no algo
que la gente expresa directamente; sin embargo, esto puede ser el origen
del saber encerrado en la coca, ya que se considera que los muertos
han sido recibidos por Dios y que El les comunica todos los secretos
referentes a sus vidas. Los ritos de 'espiritismo' permiten una consulta
más directa a los muertos y a otros seres espirituales.
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Murumuntani, un cerro cerca de Luribay donde se realiza peregrinajes
a visitar un imagen de Cristo. Este habló en quechua. Luego vino Kimsa
Cruz, gobernante de la provincia de lnquisivi donde se realizó la sesión,
hablando en aymara, y últimamente lllimani, jefe del departamente de
La Paz, hablando en castellano. Aquí se ve una combinación de la
geografía, la organización política y la jerarquía étnica tal como obtiene
en esa provincia, todos unidos con fines de curación - un manipuleo
símbolico que induce a la legitimización de estas jerarquías, su
naturalización a través de la representación en forma de cerros, y la
aceptación de estas estructuras como benéficas porque producen, como
en este caso, una curación exitosa.
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celestiales) pero se sospecha que en realidad pueden ser~. brujo/
a maléfico, con poderes asesinos tan fuertes como sus poderes de curar.
Son entonces bastant~ peligrosos - nadie omite de pagarles sus
servicios, ni los ofende casualmente - y, al igual que las autoridades
· seglares, combinan mucho poder con un moral dudoso.
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que el caballero era 'Nuestro Señor'. Es notable que en las sesiones de
espiritismo (según lo que sé) no se suele llamar a Cristo, y Dios mismo,
por definición, nunca habla.
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de beber. Parece que estas ofrendas (que, claro está, nunca pueden
reemplazar al trabajo agrícola esmerado, sino son su complemento) no
sirven .tanto para aumentar la producción, sino para asegurar que _los
trabajos resulten como es debido; sólo cuando faltan, el achachila puede
arruinar los cultivos.
Parece ser uno de sus nombres rituales, 'Achachila de Tres Cuernos'. Refiere a la forma del
mismo cerro, que tiene tres picos. ~ aparentemente significa 'abuelo/viejo querido' en
aymara, sugieriendo que estos espíritus se relacionan con los ancestros, y en algunas regiones
como el centro del Perú donde ya no se habla aymara se llaman awki, 'padre'. Pero esto no
aparece en las denominaciones que espíritus de este tipo tienen en otras regiones; las asociaciones
políticas son más frecuentes. Los ~ más poderosos son los cerros, en orden de altura,
pero cualquier sitio que posee topónimo propio es un ~-
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Una mujer de El Alto salió a pasear y se encontró con dos policias.
Ellos le tomaban por las dos manos, y aunque ella logró escapar, cuando
volvió a casa sus manos estaban llenas de manchas. Ella mató una
gallina y comió toda su sangre~ Cuando sirvió la gallina cocida a su
familia, ella botó la carne de su plato, diciendo "Estoy mejor sin pollo."
En la noche tomó un cuchillo, mató a su esposo, y tomó toda su sangre,
pero en la mañana no podía recordar lo que había hecho. Se fue donde
el cura y le preguntó "Padre ¿quien mató a mi marido?" El padre le dijo
que fue ella, y le dijo "Esos policias que has encontrado eran demonios."
Le dijo que tenía que ir al lugar donde había encontrado los policias,
matar a una gallinas y untar los pechos de sus hijos con su sangre. Ella
fue, pero se olvidó lo que había dicho y en vez de eso hizo una cruz de
sangre en los frentes de sus hijos. Los dos policias habían aparecido,
agarraron a las guaguas y se desparecían con ellos. Pero cuando la
señora volvió a su casa, las manchas en sus manos habían desparecido.
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dejando la comunidad campesina a sus anchas, y de vez en cuando
desata episodios de represión violenta. La última autoridad, el mayor
de todos, es el Dios cristiano. Dios ve todo, y Dios .nunca habla: el más
poderoso es el silencio absoluto.
A. L. Spedding P.
Casilla 3988
La Paz
BIBLIOGRAFIA
GOSSEN Gary H.(1974) Chamulas in the world of the sun. Time and
space in a Maya oral tradition. Cambridge, Mass.: Harvard University
Press.
26
LA NOCION DE "DERECHO" O LAS PARADOJAS
DE LA MODERNIDAD POSTCOLONIAL:
INDIGENAS Y MUJERES EN BOLIVIA
1. Introducción
27
plasma en la noción de patria potestad; b) mujeres dedicadas exclusi-
vamente a las labores reproductivas y decorativas, enajenadas de su
voluntad sobre si mismas y de$provistas de voz pública propia. En el
polo opuesto de esta imagen se situaría a las "mujeres públicas", como
una cruel paradoja de sentido; y e) adolescentes y niños sometidos a la
autoridad vertical de los adultos, principalmente del padre.
Las reformas liberales de fines del siglo XIX no hacen sino reforzar
este imaginario patriarcal, reactualizándolo con nuevas leyes y códigos
de comportamiento. Este proceso funda una noción de "derechos hu-
manos", anclada en la subyugación de las mujeres, que se verifica a
través de restricciones, obliteraciones o arcaísmos legales y multitud de
prácticas cotidianas que terminan negando la propia noción de dere-
chos humanos, en su aplicabilidad al sexo femenino. Así, la tipificación
penal del delito de violencia doméstica en nuestras leyes, antes de la
promulgación de una ley para prevenirla y penalizarla (1995), ¡resulta-
ba castigando una golpiza conyugal tan sólo a partir del 30vo día de
hospitalización o inhabilitación de la víctima! Un ejemplo histórico de
esta subyugación, que afecta no sólo a las mujeres, ha sido la desigual-
dad institucionalizada de los derechos de propiedad y herencia (a tra-
vés de prácticas como la primogenitura, la desigualdad entre hijos legí-
timos e ilegítimos y la herencia patrilineal), que impusieron los colo-
nizadores y consolidaron los liberales a través de la legislación. Figuras
jurídicas como la "patria potestad", por ejemplo, son la encarnación viva
de elementos de un derecho aún más arcaico y patriarcal, implícito en
los múltiples productos normativos del catolicismo colonial. Además, la
estructura del habitus republicano, continuaba funcionando a través del
eje invisible de las "dos repúblicas" (la una de los súbditos, la otra de los
soberanos), que resultó encubierto y disfrazado por la retórica del reco-
nocimiento jurídico de la igualdad del indio en 1874 (cf. Bourdieu 1993).
En los hechos, indios y mujeres accedieron a una forma degradada y
restringida de la ciudadanía, recién a partir de la revolución de 1952,
con la declaratoria del voto universal.
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"comunidad imaginada" Bolivia (cf. Anderson 1983), se construyó en
las últimas décadas al Sujeto de la modernidad basado en supresiones,
omisiones y rechazos a la constitución y a la historia psíquica previa de
las personas. Pongamos el ejemplo andino. Se ha documentado en los
Andes un sistema de género en el que las mujeres tenían derechos
públicos y familiares más equilibrados con sus pares varones, los que
comienzan a ser trastrocados tan sólo en décadas recientes. Arnold y
Yapita, por ejemplo, han mostrado cómo la "modernidad" (que llegó en
los años 70 al ayllu Qaqachaka por la vía de los "clubes de madres"),
contribuyó a crear una imagen maternalizada de las mujeres, en la que
resultaban desvalorizados sus saberse como pastoras, tejedoras y
ritualistas. Como resultado de ello, las nuevas generaciones Qaqa se
casan mucho más temprano, y las mujeres se han dedicado a tener
más hijos para obtener el apoyo y reconocimiento social que han perdi-
do por la crisis del pastoreo, el deterioro de la actividad textil y la disper-
sión de las familias. Además, en vista del creciente impacto de la emi-
gración, una estrategia "patriarcal" de los migrantes Qaqa a las ciuda-
des o al Chapare consiste en dejar preñadas cada año a sus cónyuges
para mantener el control sobre su fertilidad (Arnold y Yapita, 1996, Arnold
1994). Resulta claro a través de este ejemplo, que occidentalización y
patriarcalización de los sistemas de género, pueden leerse en los An-
des como dos procesos paralelos (Rivera [comp.] 1996)
29
de atención a los padres ancianos, frustrando aspiraciones migratorias
o educativas. Tanto mujeres como varones gozaban de derechos bila-
terales en la realización de rituales, siguiendo un ordenamiento simbó-
lico que proyectaba la dicotomía hombre/mujer a la naturaleza y al cos-
mos espacio-temporal. En el nivel más desagregado de las comunida-
des o ayllus, las mujeres participa(ba)n con voz propia en el diseño
simbólico y en los esquemas de parentesco que moldea(ba)n interna-
mente el sistema de autoridad en las comunidades, aunque desde la
implantación de los "cabildos" coloniales, la representación de las fami-
lias en las reuniones fue usualmente atribuida a los hombres (práctica
que se prolonga en los actuales sindicatos). Con todo, las mujeres con-
servaron un espacio de poder a través de su desempeño como agricul-
toras, organizadoras del ciclo doméstico, tejedoras y ritualistas. Nunca
fueron segregadas del todo de la producción normativa y de la forma-
ción de la "opinión pública" en el ayllu o en su forma fragmentada, la
"comunidad indígena" 1 • La contradictoria y frustrante modernidad boli-
viana -incluida aquella que se plasma en leyes- ha puesto a todo este
sistema en situación de acoso, y está consiguiendo quebrar sus más
íntimos engranajes internos.
1. Para ilustrar todos estos aspectos puede consultarse una abundante bibliografía. Menciono una
selección de lo más relevante: Zuidema (1989), Harris (1980), lsbell (s.f.), Amold (1994 ), Spedding
(s.f.), Silverblatt (1987).
30
qÚe convierten a determinados grupos, en el epítome de la opresión
cultural y de género. El corolario de este argumento será el de abogar
por una política antidiscriminatoria, que permita articular demandas
étnicas y de género en una nueva interpelación al Estado y a la socie-
dad. Una propuesta de este tipo implicará no sólo la formulación de
nuevas leyes, también la adopción de prácticas interpersonales que se
orienten al reconocimiento pleno de las diferencias (étnicas y de géne-
ro), en el marco de una igualdad jurídica y humana reconocida univer-
salmente a todos/as. El mercado de trabajo podría ser el espacio de
verificación más elocuente para observar si una tal noción de derechos
indígenas -y derechos de las mujeres- como derechos humanos plenos
se plasma o no en la democratización boliviana, en los albores del ter-
cer milenio.
31
tra asimismo la huella de sistemas más antiguos de derecho, que legi-
timaban a su vez a la dirigencia indígena en su tenaz cuestionamiento
de las leyes liberales en el plano jurídico. Es preciso recprdar que la
noción de derechos humanos se sobre impuso a un horizonte colonial, e
incluso a un orden ético prehispánico, donde se reconocía de diversa
manera las autonomías y fueros independientes locales, que desde la
colonia se aplicaron a los indios bajo la noción de las dos repúblicas (cf.
Saloman 1987, Arias 1994). Desde el punto de vista de este marco
jurídico, los indígenas eran una república aparte. Colectivamente ha-
blando, eran los habitantes del espacio conquistado, súbditos de un
Estado colonial que les privaba de derechos y los sobrecargaba de
obligaciones. Sin embargo, la élite letrada de las comunidades y
ayllus, también recuperó la noción de las dos repúblicas en un sen-
tido liberador, reivindicando la autonomía organizativa de los ayllus,
markas y comunidades indígenas, en base a los fueros y jurisdiccio-
nes reconocidos por la legislación colonial. Los términos (tributarios
y laborales) del pacto toledano fueron sucesivamente resistidos y
defendidos, sobre todo cuando las élites republicanas intentaron
reformar las relaciones ayllu-Estado,· erosionando aún más los fue-
ros y derechos indígenas.
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El liderazgo del movimiento cacical tenía el desafío de intermediar
entre dos sistemas jurídicos opuestos, al mismo tiempo "traduciendo"
las demandas de las comunidades afectadas por la expansión latifun-
dista, e interpretando para ellas los contenidos (e intencionalidades no
escritas) de las nuevas leyes. Tenía además la misión de descubrir con-
tradicciones en la legislación republicana, en las que pudieran anclar
sus impugnaciones jurídicas a la usurpación fraudulenta de sus tierras.
Eso fue, precisamente lo que sucedió en el año 1883, cuando los
comunarios de Paria vieron por conveniente presentar sus "títulos de
Composición y Venta", firmados desde el siglo XVI por Visitadores de la
Corona de España, con el fin de sanear la propiedad "privada" de los
ayllus de esta inhóspita región altiplánica, en términos de la nueva le-
gislación liberal. En la medida en que muchos hacendados y parlamen-
tarios ostentaban estos mismos títulos para avalar la legalidad de sus
haciendas, el parlamento no tuvo a menos que aprobar una Ley, el 23
de noviembre de 1883, por la que se excluía de la revisita a aquellas
comunidades originarias dotadas de tales títulos desde la época del
coloniaje [Flores (comp.), 1953.]. Con esto, los caciques-apoderados
se armaron de una estrategia legal inmejorable para impugnar la revisita
de 1881-82, que fue realizada en forma coactiva y fraudulenta en todo
el altiplano y muchas regiones de los valles interandinos. No sabemos
cuánta tierra más habrían perdido las comunidades de no ser por el
movimiento de caciques-apoderados, que llegó a formar una red en 6
departamentos de la República, agrupando a 400 "pueblos" (markas,
cabildos, tentas) hablantes de varios idiomas nativos. No sabemos, tam-
poco, si la reforma agraria se habría producido como se produjo -como
un amplio movimiento de recuperación de tierras y de inicaitiva política
autónoma en comunidades indígenas y campesinas- de no ser por el
movimiento de caciques-apoderados. Lo que sí sabemos, es que en la
formación de los movimientos étnicos de nuevo cuño que han surgido
en las década del 70 y 80, intervino sin duda la memoria de las estrate-
gias cacicales frente a la frustrada conversión de los indios en ciudada-
nos, catalizada por un presente de discriminación y explotación, que
experimentaban vívidamente las nuevas generaciones de las comuni-
dades indígenas.
33
toda su desnudez, apenas tres años después de la gran subvlevación
de 1920-1922 que sacudió a todo el Altiplano:
Los titul q'ipiris (cargadores de títulos), como los recuerdan los vie-
jos de hoy, fueron defensores jurídicos muy eficaces. Contaban con
tinterillos e indios letrados, que en el campo y en las ciudades les ser-
vían de intermediarios culturales, apoyaban su causa, diseñaban estra-
tegias de lucha para recuperar las tierras usurpadas y hacer valer los
derechos de las poblaciones indígenas. La lucha por la escuela, que
emprendieron los caciques apoderados, es un ejemplo más de cómo
demandas étnicas y demandas de igualdad ciudadana se conjugan en
este movimiento. En las comunidades andinas contemporáneas, hay
una tradición jurídica que no sólo alude al derecho consuetudinario in-
dígena, sino también a la lectura y hermenéutica del derecho "ajeno",
plasmada en los conocimientos y recuerdos de los qilqiris, escribanos
e intérpretes del movimiento, sobre la legislación colonial y republicana
(cf. Arnold 198, THOA 1988, Condori y Ticona 1996). Notoriamente,
entre esta capa letrada y de mayor experiencia urbana, se encuentran
casos como el de Eduardo L. Nina Qhispe, que se rebautizó de este
modo después de figurar como Leandro Ni na en la gran sublevación de
Taraqu entre 1920-1922. La interpretación de los documentos a la luz
de los intereses indígenas, la búsqueda de amparo y justicia, el diálogo
interétnico en favor de una Bolivia "renovada", capaz de tolerar la plura-
lidad étnica en un plano de igualdad, ya fueron planteadas en la década
del 30 por este pensador y luchador aymara, en una lectura que mu-
chos podrían calificar de precursora de la actual tendencia mundial en
materia de derechos culturales y étnicos. (cf. Mamani 1991 ).
34
movimientistas reforzaba los rasgos patriarcales y occidentales de la
noción de ciudadanía, a través de un ejército político excesivamente
restringido, y atado a un frondoso aparato clientelar que usaba, estric-
tamente, de peldaños a los "compañeros" indígenas (como también a
las barza/as y otros grupos subalternos de mujeres). Los
anarcosindicalistas de la primera COB nos han contado que Ñuflo
Chávez hacía fumigar con DDT a los dirigentes "campesinos" venidos a
los cónclaves sindicales, antes de sentarse con ellos a dialogar, en su
calidad de máximo líder "campesino" del oriente 2 • En 1953 habían abue-
los y padres que recordaban a los caciques-apoderados de los años
1910-1920. Incluso muchos de ellos estaban todavía vivos para testi-
moniar, como lo hiciera el tambor mayor Vargas en 1825, que ellos hi-
cieron la revolución en el campo, fueron masivamente enviados a morir
en la guerra y lucharon activamente para derrotar a la oligarquía en los
siguientes quince años, tan sólo para que "otros recogieran los frutos
del árbol de la libertad".
2. Entrevista con Liber Forti, archivo oral del Taller de Historia Oral Andina, 1986.
35
ron vendiendo, consolidando y trampeando (al Estado y a las comuni-
dades), en juicios que se prolongarían por décadas.
Pero veamos la otra cara del proceso. En la década del 70, las
voces excluidas y soterradas de una nueva generación de jóvenes
andinos, residentes en la ciudad o en el campo - como una década mas
tarde lo harían las comunidades de la Amazonía y el Oriente-, protago-
nizan un proceso de reorganización gremial y étnica de nuevo cuño,
que da un vuelco fundamental a la cuestión del "derecho" en nuestro
país, introduciendo por primera vez la noción de "derechos de los pue-
blos indígenas" en la discusión y la normatividad públicas. Se trata -al
igual que en el caso de los caciques-apoderados- de una simbiosis en-
tre autoridades tradicionales y élites letradas, con un pie en el campo y
otro en la ciudad. Una frustración tanto rural como urbana, política como
cultural, alimenta estos movimientos y les da forma perdurable. A tra-
vés de sus luchas logran interpelar al Estado en su condición tanto co-
lonial como liberal, e incluso valerse de sus injertos "populistas" -como
el sindicalismo para-estatal y la COB- para subvertirlo por dentro. La
lucha de estas organizaciones, desde múltiples ángulos, logra reinsertar
la discusión de los derechos indígenas en los más altos niveles del
Estado. Se desatan importantes procesos de adaptación jurídica- como
36
el reconocimiento de territorios indígenas en el Oriente y la ratificación
del convenio 169 de la OIT -encaminados al reconocimiento de los
derechos colectivos de estos pueblos. Después de una larga etapa
oscurantista, la tradición indígena de derecho consuetudinario, así como
su memoria histórica de interpelación al Estado colonial y liberal desde
una noción alternativa de derecho, pareciera por fin tener un espacio en
el cual expresarse y desarrollarse.
37
las mujeres indígenas en sus comunidades. Tal discurso, en efecto, se
ha convertido en una retórica encubridora, que permite a las propias
. autoridades estatales idealizar la "complementariedad" entr~ los géne-
ros en las sociedades indígenas, para justificar la reproducción del do-
minio masculino, clientelar y patriarcal que se prolonga en los munici-
pios, los sindicatos y las OTB's. Estas últimas se constituyen en nuevos
espacios de oferta "democrática" del Estado hacia el mundo indígena, y
cargan en su estructura el lastre de los sesgos masculinos y occidenta-
les que acarrea históricamente el sistema político boliviano.
38
nismo por efecto de la política partidaria, convirtieron al Oriente en el
espacio ideal para una "sanitización" de la etnicidad desde el Estado.
En forma coincidente, organismos como el Banco Mundial, el BID y el
PNUD contribuyeron al estereotipo -acorde con la situación indígena en
la mayoría de países latinoamericanos- de que lo indígena era un fenó-
meno minoritario, de escasa relevancia demográfica y localizado en
áreas rurales remotas e inaccesibles (los casos de México y Colombia
son parte de este modelo).
39
además, en ninguno de los materiales difundidos por el Censo se ana-
liza el dato (que sí es desmenuzado por Albó) del incremento neto de la
población bilingüe, lo que implica tambi$n -vía migración y reproduc-
ción de la etnicidad urbana en las nuevas generaciones- el crecimiento
del bilingüismo urbano. El hecho de que, en el mismo período, la pobla-
ción urbana pasara de ser minoritaria, a ocupar una clara mayoría del
58%, contribuyó también al imaginario progresista que insulflan las lec-
turas estatales de estos censos. Los cálculos y proyecciones que reali-
zan los especialistas en base a los datos censales, tienden a subesti-
mar a un porcentaje difícilmente calculable de la población rural, que
tiene doble residencia, y vive "cabalgando entre dos mundos", oficiando
de "campesinos" en las ciudades, y en el campo de enlaces culturales y
económicos con el mundo mercantil y urbano. Subregistran también a
quienes siguen siendo discriminados como "indios" en las ciudades,
porque ostentan aún emblemas visibles de su identidad cultural, aun-
que nieguen ferozmente ser hablantes del aymara al responder uncen-
so y declaren con igual testarudez ser mestizos en las encuestas de
opinión pública. Un recálculo de la población que para fines funcionales
debe sonsiderarse "indígena" en Bolivia, alcanzaría hasta el 74% de la
población, en correlación admirable con la pobreza, a través de
indicadores de empleo, ingresos, salud y otros de desarrollo humano
(cf. UNFPA 1996).
40
poblamiento urbano de la Amazonía, el Oriente y el Chaco fue de ori-
gen misional y que incluso los asentamientos caucheros tenían una
fuerte población categorizada como indígena, los elaboradores del censo
excluyeron, inexplicablemente, a poblaciones de 2000 habitantes ymás.
Un error de tal magnitud, condujo a la fatal subenumeración de la po-
blación indígena de Tierras Bajas, situación que ha llevado a desesti-
mar este instrumento como dato oficial, para fines del actual proceso
municipal (República de Bolivia 1995). En un intento por subsanar este
error, los elaboradores del censo recalcularon a la población indígena
en las tres regiones, a base de indicadores lingüísticos. Habida cuenta
de que en zonas como el Beni el grado de pérdida lingüística llega a
más del 50°/o (este promedio seguramente sería más alto si se habría
incluido el componente urbano), el nivel de subenumeración no pudo
ser corregido 3 • Estos problemas metodológicos y de interpretación, lle-
gan a tener profundas implicaciones para la definición de los "derechos
de los pueblos indígenas". Por ejemplo, los resultados del Censo no
son compatibles con el esquema territorial vigente, donde los munici-
pios articulan un componente urbano y otro rural, y donde las poblacio-
nes indígenas, sobre todo en el área misional, son parte integrante de
la estructura urbana desde hace siglos. El censo tampoco permite cal-
cular los impactos del proceso migratorio sobre las poblaciones indíge-
nas rurales, que afectan en particular a las mujeres (migración de tra-
bajadoras indígenas al servicio doméstico urbano, jefatura de hogar
femenina en las áreas de mayor emigración laboral masculina, etc.) La
problemática de las mujeres indígenas resulta también invisibilizada a
través de definiciones sesgadas de jefatura de hogar, que desconocen
su aporte en el grueso de actividades productivas y reproductivas de
los hogares indígenas. Le queda quizás al Censo Indígena de Tierras
Bajas el dudoso beneficio de habernos proporcionado un meticuloso
inventario de los recursos madereros y forestales que explotan lasco-
munidades de las áreas boscosas del país. Esperemos que no sean los
aserraderos y empresas que pululan por esos bosques, los únicos en
enterarse de sus resultados.
41
área de población y desarrollo, como son los Censos de Población y
Vivienda de 1976 y 1992, y el Censo Indígena de Tierras Bajas, tienen
un sutil impacto en la for.mación de la opinión pública letrada en nuestro
país, y en la propia definición de la naturaleza y alcances de la noción
de "derechos indígenas". Así, a pesar del notorio incremento que mues-
tran los censos en las poblaciones bilingües urbanas y rurales, la Refor-
ma Educativa está pensada principalmente para comunidades mono-
lingües, y recluida al ámbito rural. Por lo tanto, no toma en cuenta las
demandas de recuperación lingüística presentes en las movilizaciones
indígenas en pro de una educación intercultural y bilingüe. Del mismo
modo, la Participación Popular desconoce los territorios indígenas con-
solidados a principios de los 90, e indirectamente excluye a las organi-
zaciones étnicas de participar en los procesos municipales urbanos
(monopolizados por las Juntas Vecinales). En las zonas tradicionales
andinas, las demandas de federaciones de ayllus y otras formas
gremial izadas de la autoridad étnica, se ven bloqueadas por el forcejeo
clientelar de los partidos y por la acción de desarrollo de las ONG's
(Rivera y THOA 1992). Finalmente, las mujeres indígenas resultan cada
vez más ajenas a este espacio de mediaciones en el que la cultura
letrada, las nociones occidentales de desarrollo y la política clientelar
imponen una cultura política patriarcal izada, que sólo las usa como ele-
mentos de transacción simbólica en su estrategia de poder.
42
así como un somero análisis de la producción normativa y el discurso
político de los movimientos denominados "indígenas", tanto históricos
como modernos. Me cabe finalizar este artículo con algunas ideas acerca
de las implicaciones de todos estos procesos ·para las mujeres, sean
estas indígenas, cholas o birlochas o pertenezcan incluso al mundo de
las élites mestizas ilustradas.
43
nos ejemplos históricos. El análisis que sigue se nutrirá de muchas ideas
ya anteriormente expresadas en distinta forma.
44
la resistencia a este modelo patriarcal asume la forma del retorno al
campo, donde la fiesta patronal de la marka de origen se convierte en
escenario fugaz de un máximo de poder femenino, expresado en el
derroche del propio dinero ·y la acumulación simbólica de prestigio. Es-
tos actos legitiman y compensan las profundas desigualdades de la
vida cotidiana, donde las penurias y sufrimientos de género se suman
al desprecio cultural de la sociedad, por su condición de "cholas" (Criales
1994). Hasta ahora, ninguna organización indígena ha reclamado para
sí estos escenarios, ni existe aún noción de derechos indígenas que se
aplique a estas mujeres, que en el imaginario estatal ofician como "mes-
tizas".
45
ha aumentado su contribución a la PEA urbana, del 5.0% en 1985 al
6.2% en 1991, alcanzando a 47.909 personas en este año. De ellas,
90% eran mujeres y 70% eran migrantes, es 9ecir, mujeres "indígenas",
hablantes de un idioma nativo y nacidas en comunidades rurales. Uno
de los pocos espacios de inserción laboral para las mujeres indígenas
migrantes en las ciudades, es el trabajo doméstico, cuyo nivel salarial
no alcanza ni al 50% del salario mínimo normativo (ILDIS-CEDLA 1994).
Ciertamente, una situación como ésta afecta al balance de género de
toda la sociedad, y alude a inequidades más profundas, que no han
podido ser encaradas ni por las tendencias feministas más radicales.
Una de ellas, a mi juicio central, es que la ca-responsabilidad paterna y
doméstica de los varones se ve postergada indefinidamente por la exis-
tencia de estas otras mujeres en los hogares, que se hacen cargo de la
"segunda" jornada femenina. Lo que queda fuera de discusión con esta
transacción entre mujeres de distinto poder económico y origen cultu-
ral, es la imagen de las ocupaciones domésticas como si "naturalmen-
te" correspondieran al sexo femenino. Esta naturalización es algo que
la teoría feminista viene impugnando desde hace varias décadas, aun-
que en Bolivia resulta casi un tema tabú, debido a la labor invisible de
las trabajadoras domésticas.
46
Es por ello, mientras no se plasme en el accionar estatal, pero
también en la práctica de las propias organizaciones indígenas, una
"política de la etnicidad" capaz de presentar alternativas para las mujeres,
quizás no bastarán los avances logrados con el reconocimiento al
carácter multiétnico del país en la CPE y otras medidas conexas.
Asimismo, mientras las organizaciones indígenas no perciban como a
miembras de sus pueblos y comunidades a las migrantes que prestan
servicios en condiciones degradantes en los hogares de las capas
medias y altas urbanas, su propia noción de derechos quedará limitada
y fragmentada. Mientras las organizaciones étnicas no sean capacez
de encarar los fenómenos de opresión de género que desata la emigra-
ción de brazos masculinos a las ciudades y a la zafra y el problema
cada vez más extendido de los hogares indígenas encabezados por
mujeres, la noción de derechos humanos quedará en simple retórica. Si
esto es así, habremos contribuido a prolongar la aspiración estatal, de
cambiar la conciencia de mayoría que el movimiento indígena tuvo en
Bolivia en la década de 1980, en una conciencia de minoría, que vive
tan sólo de las migajas del "desarrollo" y de desiguales transacciones
ecológicas y económicas con Occidente. El corolario implícito en toda
esta argumentación alude a la necesidad de un esfuerzo simultáneo de
descolonización cultural y de género, a través de una teoría y una práctica
que engarcen las nociones alternativas y pluralistas de derecho
ciudadano con el derecho consuetudinario, tanto en la legislación como
en las prácticas más cotidianas y privadas de la gente.
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52
LA POLITICA Y SUS MODELOS EN LA RELACION
ESTADO BOLIVIANO Y EL MOVIMIENTO INDIGENA
DEL SUR DE COCHABAMBA (1936-1947)
1. A manera de introducción
Son varios los historiadores que coinciden en señalar que para una
comprensión de la Bolivia contemporánea existe la necesidad de estudiar
e investigar la década de los años 1940.
Esta lucha al interior del Estado no era un hecho aislado sino que
expresaba muy bien un ciclo de intensos cambios que empezaba a
desatarse en la sociedad boliviana. La forma en que se dio ese proceso
marcó definitivamente a los actores sociales de la Bolivia de hoy. Las
características, potencialidades, y limitaciones de algunos importantes
actores sociales de hoy, como el campesinado, los mineros y la clase
media, se forjan necesariamente en este período. De ahí el interés en
estudiar este ciclo, vinculado a la historia indígena boliviana,
particularmente a la del sur de Cochabamba.
53
movimiento indígena del sur de Cochabamba vinculado a la problemática
regional y a los cambios que el Estado boliviano vivía entonces.
Particularmente interpreta los modelos políticos que se dieron en ese
período histórico y analiza el significado de los comportamientos políticos
que se sucedieron. Adicionalmente, es de especial interés mostrar los
elementos simbólicos que entran en juego en las luchas indígenas de
este período.
Hasta principios del siglo XX, en los valles del Mizque y Campero
54
en el Sur de Cochabamba se habían desarrollado las clásicas hacien-
das de corte paternalista (1) donde los colonos indígenas tenían parcelas
en calidad de arriendo y pagaban la renta de la tierra en especies y
trabajo. ·
De tal modo que entre 1920 y 1930 cuando estas haciendas tradicio-
nalmente dedicadas a la producción de trigo, maíz y lana de oveja (que
no producían directamente sino que recolectaban de los pagos en
especies de los colonos indígenas, como forma de pago de la renta de
la tierra), en los colonos fue formándose un proceso de resistencia a los
cambios que estas haciendas introducían, basándose en la auto-
percepción de ligitimidad que en ellos había nacido.
Frente a este panorama las haciendas optaron por romper los lazos
de paternalismo con los peones o colonos de haciendas e instauraron
un régimen de corte despótico en la región. Los tradicionales pagos de
diezmos en animales y especies fueron convertidos en séptimas (ej. de
cada 7 ovejas una para el patrón) e impusieron el mukheo (el
amasamiento de harina de maíz mediante el masticamiento) destinado
a la elaboración de la chicha. Es decir que estas haciendas vieron en la
producción de chicha una importante vía de salida a la crisis. Asignando
grandes cantidades de maíz a cada familia indígena para su respectivo
1. La hacienda paternalista fue la hacienda tradicional donde se reproducía una lógica de gran
familia ampliada y en donde los comunarias conceptualizaban sus relaciones con el patrón en
términos de reciprocidad. El despotismo no era precisamente una característica de este tipo de
hacienda. (Langer 1989).
55
mukheo, como un trabajo extra que debían realizar en calidad de renta
de la tierra, para que luego esta chicha pudiera ser vendida en los
mercad.os de las minas de Oruro y Potosí.
Esta singular alianza fue posible, entre otros aspectos por el papel
que le tocó jugar a un hombre uru del lago Poopó en Oruro, de
extraordinaria agudeza ideológica andina y clara visión política, llamado
Toribio Miranda quién llego a la región por contactos con los ayllus del
Norte de Potosí, vecinos de Mizque y Campero y fue impactado por las
obligaciones económicas a las que eran sometidos sus hermanos
quichuas en su calidad de colonos o peones de haciendas.
56
4.2. La organización de las "Escuelas Particulares":
57
Entre 1936 y 1945 ya se habían organizado "escuelas particulares"
en las haciendas de Molinero, Laguna, Raqaypampa, Calamarca,
Quewiñal, San Vicente, Novillero, Rumi Corral y Mizque Pampa, además
la organización de Toribio Miranda había crecido y tenía varios líderes
oriundos de la región, como Manuel Andia Calque, Miguel Cutrina,
Joaquín Castro, Honorato Rocha, Basilio Montaña, Hermógenes Guillen,
Benjamín Alvarez, Octavio Ferrufino, Modesto Hinojosa, Fermín Vallejos,
y Luciano Negrete.
2.- Véase el caso de la rebelión de Ayopaya en esa misma época y el caso del bombardeo que se
hizo a los colonos de las haciendas de Potosí en las márgenes del río Pilcomayo. (Romero 1973
y Dandler 1984 ).
58
En Laguna Grande se encendió una rebelión que abarcaría toda la
región. El propietario de la hacienda en concomitancia con otros patrones
y el prefecto de la provincia trajo un contingente de la policía rural para
obligar a los colonos a trabajar, actitud que derivó en hechos de violencia y el
posterior asesinato de uno de los cabecillas principales de la insurgencia, Manuel
Andia. Estos hechos son recordados de la siguiente manera en la región:
59
"títulos agrarios" llamados "certificados", y que los colonos percibieron
como documentos que les otorgaban legitimidad.
60
5. El modelo vertical estatal pre 1952:
7. A manera de conclusiones
61
Por lo tanto problemas del pasado han quedado no resueltos y
emergen en forma de memoria corta (c/f Rivera 1984 y Bloch 1971)
tiñen las c;Jemandas del movimiento campesino y afloran en las actuales.
relaciones entre Estado boliviano y Movimientos Campesinos.
Fuentes primarias
Fuentes Complementarias
LANGER, Erick
1971 Economic Chargeand Rural Resistence in Southern Bolivia
1880 to 1930
GIRARD, R.
1983. La violencia y lo Sagrado. El sacrificio
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andina: Estrategias campesinas, mercado, revolución verde.
Ediciones Cenda. Cochabamba, Bolivia.
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1984 Qué es la política, en la Política, Lógica y método en las Cs.
Sociales, FDE. México.
SCHMIDT, Carl
1939. El concepto de lo político.
63
EL LEVANTAMIENTO INDIGENA DE 1994: DISCURSO
Y REPRESENTACION POLITICA (ECUADOR).
1.- Introducción
65
cordillera occidental, el desabastecimiento tocaba a Guayaquil y otras
ciudades costeras; faltaban productos lácteos, tubérculos, verdura y
granos: los alimentos de con$umo básico transportados desde la Si-
erra. En el Oriente, que provee de petróleo y aporta entre un 60°/o y
70% de las exportaciones y más de un 80% de los ingresos estatales,
los indígenas sitiaron cuatro pozos importantes. El Comercio, el princi-
pal cotidiano nacional, advertían en primera plana: "Caos en el país",
"se va hacia una situación política incontrolable"3 .
3. Los titulares, fotos y crónicas de los periódicos son muy significativos, en particular de El Comercio
publicado en Quito (afín a la derecha social cristiana y gobiernista) que es el de mayor difusión
nacional. Una selección de la prensa sobre "el mundo indígena" de los meses de junio y julio 1994
en: Kipu n.22, enero-junio 1994; Kipu n. 23, julio-diciembre 1994, ed. Abya-Yala, Quito 1994.
4. El término fue redefinido en la Quinta Asamblea Nacional (Pujilí, 25-28/IV/1990) de la CONAIE
que tomó la decisión de convocar al "Primer levantamiento indígena nacional"; ver documentos
de la CONAIE.
66
vez concreta y simbólica: la ocupación del espacio público (carreteras,
acceso a las ciudades, medios de comunicación) que impone la
paralización. (económica, social y política) de una o varias provin~ias,
se amplía a casi toda la región serrana y repercute en todo el país. Por
último, consiste en la apropiación transitoria de los espacios públicos
desde el ámbito rural por una población indígena y esencialmente agraria
pero que, sin embargo, está dotada de organizaciones urbanas de
representación política.
5. Offe, C.: "Los nuevos movimientos sociales cuestionan los límites de la política institucional", en
C. Offe: Partidos políticos y nuevos movimientos sociales, ed. Sistema, Madrid 1992 (pp.175).
6. El gobierno firmó un decreto de movilización nacional (21/6/1994; art. 57 de la "Ley de Seguridad
Nacional) a los 10 días de iniciado el movimiento. Hubo indígenas linchados por manifestantes
blanco-mestizos en el Cañar y el ejército mató a varios indígenas al abrir las barricadas. Sin
embargo, se puede considerar que la represión fue moderada dada la envergadura del movimiento.
De hecho, las fuerzas armadas parecían reticentes y atrasaron el momento de salir de los cuarteles
para dispersar a los manifestantes: esperaron que el gobierno tuviera que firmar un decreto que
les obligaba a hacerlo. Por lo demás tampoco ejecutáron los planes que disponen para impedir
manifestaciones indígenas convocadas por la CONIE, como lo hicieron el12 de octubre de 1992.
Ver las declaraciones del Dr. L. Measen el diario Hoy y los artículos de los días siguientes.
67
público de representación política a escala nacional. Bautizada por los
medios de comunicación de "diálogo con los indígenas" y ubicada en
larga la mes~ de la sala de banquetes del palacio Carodolet, la nego-
ciación reunió a dos bandos: de un lado, los presidentes de la República
y del parlamento, un ministro, los delegados de las Cámaras de Agri-
cultura e Industria y de la iglesia, al frente, los dirigentes de CONAIE,
secundados por delegados de agrupaciones de campesinos de la Sie-
rra y de la Costa.
68
procesos son aspectos claves para entender tanto la movilización de
miles de familias indígenas en cada levantamiento como en la irrupción
de la CONAIE en lo público durante el así llamado "qiálogo".
Con los conflictos agrarios que se dan en torno a las dos leyes de
reforma agraria (1962 y 197 4), el efecto de anticipación de los
hacendados que entregaron o vendieron sus tierras a los huasipungueros
y las distribuciones de tierras del estado y la iglesia, desaparecen las
haciendas9 : en las parroquias de la Sierra, eran el soporte de una retícula
de micro campos de poder entre el patrón y los personajes de la escena
pueblerina: cura, teniente político y la llamada "gente blanca" .La apuesta
mayor que estructuraba los gambitos (conflictos y alianzas) entre estas
figuras tópicas de la Sierra consistía en el control (concreto y simbólico)
de la población indígena asentada en comunidades, haciendas, afincada
en los arrabales de los pueblos y a lo largo de los caminos. Desaparecido
ese soporte nodal de la dominación étnica, se abre un vacío de poder
en las parroquias rurales de la Sierra donde, al cabo de casi tres
décadas, aparece finalmente un conglomerado heteróclito de
instituciones públicas, pero no estatales, que se autocalifican de
"indígenas" y consolidan una suerte de sociedad civil 10 de tipo rural y
étnica.
69
del poder del Estado, ni son ya más objeto de universal deferencia ritual 11 .
"según esa investigación, el cambio del poder local iba a la par de una
apertura del horizonte de la experiencia de vida (ecqnómica, política,
cultural) de la población indígena en las parroquias; o sea, a un tiempo
ocurría un fenómeno social de secularización, un aflojamiento de los
vínculos étnicos fuertemente jerarquizados, se daban flujos migratorios
hacia las ciudades, había la intervención de agentes sociales hasta el
momento desconocidos como los maestros de escuela o los promotores
de desarrollo y, por último, surgían nuevos organismos que reagrupan
a la población en las parroquias rurales 12 •
11. Casagrande J. y Piper, A.R.: "Transformación estructural de una parroquia rural en las tierras
altas el Ecuador", en: América Indígena, vol. XXIX, No. 4, oct. 1969. pp.1 054. América Indígena,
vo. XXIX, No. 4, oct. 1969. pp.1054. Barcelona R.: Tenencia de la tierra y desarrollo agropecuario
en el Ecuador, Comité Interamericano de Desarrollo Agrario, Washington, 1966. Burgos H.:
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12. Casagrande y Piper: op. cit. cuadro 11 p.1 059.
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étnico en el Ecuador. Varias perspectivas, CEDIME-Abya Yala, Quito 1993 (pp.29-69).
70
ESQUEMA Nº 1
~ ~ Ministros y ~
Dirigentes
Hacendado
1
Ministros
Agencms
Yfn Agencias y
Afiliados
1
J Hacendado 1
Agencias
ll Agencias y 1
Afiliados
/ \ ~ 1 1 Uniones
Cura..-.. Teniente
1' Federaciones
\\
Apu 1
lítico
1
Cura
~
r1 Dirigentes
\ .
1Huasipunguero 1
en la hacienda
~ ¡, ¡, ~ r
Poblamientos indios dispersos Aldeas indias nucleadas de a(;udas,
agricultores independien es Sólo
de ayudas que viven en tierras y trabajadores asalariados. Comunas- Cooperativas- Asociaciones
de propiedad privada Algunas aldeas legalmente organizadas Ayudas
como comunas con cabildos electos
j FUENTE: 1. J. Casa Grande y A. Pipet op. cit. pp. 1.045 - 1. Elaboración mía.
proporcionalmente, tienden a aumentar en los espacios parroquiales.
En realidad, los mismos pueblos van perdiendo importancia y, en cierto
sentido, sus funciones van siendq asumidas por la población del
entorno" 14 , que, cabe precisar, es indígena.
Decaen los pueblos que, junto con las haciendas, diseñaban la red
periférica de lugares nodales y capilares de la dominación étnica: una
verdadera infraestructura de administración áreas mestizas (incrementan
un 21 %). La conclusión es que, variando según las parroquias rurales,
hoy en día entre un 50°/o y un 66% de la población rural serrana vive en
áreas clasificadas como de "predominio indígena" en 5 de las 1O
provincias (lmbabura, Pichincha, Cotopaxi, Chimborazo y Cañar); en
cambio, 30 años atrás, apenas dos provincias (Chimborazo y Cañar)
tenían más de la mitad de su población rural en áreas de predominio
indígenas (cuadro no.1) De ser fiables los datos censales, advierte L.
Zamosc, estarían revelando no tanto una diferencia significativa en las
tasas de crecimiento demográfico entre indígenas y blancos, sino una
permanencia de la población en las parroquias indígenas emigra menos
de manera definitiva que en aquellas blanco mestizas con lo que
obviamente el espacio rural tiende hacia una indigenización. Ocurre por
lo tanto un fenómeno contradictorio: a pesar de la disminución relativa,
se fortalecen demográficamente regiones rurales donde la población
indígena es claramente preponderante 19 •
c=::J APM - AREAS PREDOMINANTEMENTE MESTIZAS
c=::J API - AREAS PREDOMINANTEMENTE INDIGENAS
CUADRO N2 1
NUMERO Y DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LA POBLACION RURAL DE LA SIERRA, POR
AREAS DE PREDOMINIO ETNICO, SEGUN PROVINCIAS, 1962 Y 1990
POBLACION EN MILES
1962 1990
PROVINCIA TOTAL APM API TOTAL APM API
1 CARCHI 67.4 67.4 0.0 84.0 84.0 0.0
2 IMBABURA 126.5 66.0 60.5 136.3 69.0 67.3
3 PICHINCHA 181.9 109.3 72.6 311.5 178.9 132.6
4 COTOPAXI 168.3 90.7 77.6 210.9 99.0 111.9
5 TUNGURAHUA 152.0 87.5 66.3 210.4 131.2 72.2
6 CHIMBORAZO 222.1 88.9 133.2 244.9 82.4 162.5
7 BOLIVAR 116.2 75.8 40.4 122.4 88.3 34.1
8 GANAR 97.9 48.4 49.5 133.8 59.8 74.0
9 AZUAY 204.9 158.4 46.5 287.5 215.8 71.7
10 LOJA 236.7 225.5 11.2 232.9 218.8 14.1
TOTAL SIERRA 1573.9 1016.1 557.8 1974.6 1227.2 747.4
14. ldem. pp.51. Ver igualmente: Pachano, S.: Pueblos de la Sierra, IEE-PISPAL, Quito 1986 (pp.46
y ss., cuadro 6).
19. Zamosc 1994, op.cit. pp.14.
72
DISTRIBUCION PORCNETUAL HORIZONTAL
1962 1990
PROVINCIA TOTAL APM API TOTAL APM API
1 CARCHI 100.00 100.00 0.00 100.00 100.00 0.00
2 IMBABURA 100.00 52.17 47.83 100.00 50.62 49.38
3 PICHINCHA 100.00 60.09 39.91 100.00 57.434 42.57
4 COTOPAXI 100.00 53.89 46.11 100.00 46.94 53.06
5 TUNGURAHUA 100.00 56.38 43.62 100.00 62.36 37.64
6 CHIMBORAZO 100.00 40.03 59.97 100.00 33.65 66.35
7 BOLIVAR 100.00 65.23 34.77 100.00 72.14 27.86
8 GANAR 100.00 49.44 50.56 100.00 44.69 55.31
9 AZUAY 100.00 77.31 22.69 100.00 75.06 24.94
10 LUJA 100.00 95.27 4.73 100.00 93.95 6.05
TOTAL SIERRA 100.00 64.56 35.44 100.00 62.15 37.85
FUENTE: Zamosc L.: Estadísticas de las áreas de predominio étnico de la sierra ecuatoriana; Univ.
California S. Diego 1994 (multicopiado).
73
significa que incrementó la "densidad organizativa" en las áreas rurales
y por consiguiente, la cantidad de organizaciones por habitante en las
parroquias. Por últir:no, el autor constata que, desde la reforma agraria,
las "áreas de predominio indígena" demuestran "mayor dinamismo" en
el ritmo de creación de organizaciones comparado con lo que sucede
en las "áreas de predominio mestizo" 22 •
Esquema Nº 1
74
modernización rural, la integración del espacio nacional y la ampliación
del estado, fueron proyectos de la dictadura militar que invirtió en grandes
infraestructuras Dotadas de presupuestos generoso.s, las agencias
estatales especializadas en "desarrollo", dependientes de los ministerios
y del Banco Central, construyen locales en las parroquias y los cantones;
escuelas rurales, dispensarios médicos, centros de capacitación, oficinas
de teléfonos y de recursos hidráulicos; trazan planes de riego,
electrificación y agua potable; asfaltan y duplican las carreteras nacio-
nales; cruzan las áreas rurales con una red de caminos vecinales que
aproximan los campesinos a las plazas de mercado y de trabajo en las
ciudades.
75
administración étnica privada y local. Así, basta con observar el momento
de constitución de estas organizaciones para darse cuenta de la
cqncomitancia de tres fenómenos: los cambios agrarios, del ppder en
las parroquias y el surgimiento de las organizaciones. Efectivamente,
de las 1. 155 organizaciones de "base" existentes en las áreas de
predominio indígena, unas 939 (un 81 %) se constituyeron luego de 1955
y sobre todo luego de 1965 (71 %) 23 ; en segundo lugar, la construcción
del edificio de "segundo y tercer grado", además de las organizaciones
nacionales, acontece entre mediados de la década de los años 1970 y
la primera mitad de los 1980. 24 Por consiguiente, las organizaciones
nacen de una manera u otra en el vórtice de las transformaciones del
poder en las parroquias. Una vez constituidas entran en conflicto en el
estado, la iglesia y las agencias privadas (ONG) y compiten entre ellas:
van copando y redefiniendo las coordenadas del juego de la dominación
local.
CUADRO N~ 2
CANTIDAD DE ORGANIZACIONES DE "BASE", "DE SEGUNDO Y TERCER GRADO"
INDÍGENAS EXISTENTES HACIA 1990 POR PARROQUIAS Y PROVINCIAS
DE LA SIERRA Y PERÍODOS DE CONSTITUCIÓN
"Nivel" de organización
Provincias
lndabura 106 12 2
Pichincha 130 7 3
Cotopaxi 154 14 1
Tungurahua 115 10 1
Chimborazo 467 20 2 4
Bolívar 33 8 1
Cañar 99 4 1
Azua y 31 S. i. 2
Loja 20 4 2
Total 1.155 79 17
76
1.- La cifra contabiliza exclusivamente: las comunas, cooperativas y
asociaciones; excluye las demás organizaciones (de jóvenes,
mujeres, productores, religios~s. etc. legalizadas o no).
25. Bourdieu P.: Les regles de l'art. Génese et structure du champ littéraire, ed. Seuil, Paris 1992
(pp .. 254 y SS.)
26. Utilizo la noción de representación en el sentido histórico corriente de delegación de atribuciones
políticas para la toma de decisiones públicas en nombre de un grupo soberano (Baker, K.: "Rep-
resentation redefined", en K. Baker: lnventing the French Revolution. Essays on French Política/
Culture in XVIII Century: Cambridge, Univ, Press, 1990 (pp. 225-353); en un significado
predemocrático, de una persona o grupo de dirigentes que encarna simbólicamente al grupo y lo
representa al parecer físicamente en lo público (Habermas, J.: Historia y crítica ... op. cit. pp.44-
52); por último, en su connotación de representación mental que se plasma en discurso y constituye
una estrategia de institución de lo real. (Bordieu, P.: "L'identité et la repeesentation. Elemtns pour
une reflexion critique sur l'idée de région. Actes de la Recherche en Sciences Sociales (e5), No.
1980 (pp.65).
77
intelectual o del dirigente indígena27 • O sea, hoy en día la población
indígena sabe que existen organizaciones políticas y dirigentes que
reconoce como "indígenas", que convocan ~actos colectivos, hablan
en su nombre y negocian en la esfera pública política con el gobierno y
los grandes poderes.
27. En este caso, utilizo casi indistintamente la noción de dirigente e intelectual por su actividad de
"constructor, organizador" de una visión del mundo y sus instituciones (Gramsci, A.: "La formación
de los intelectuales", en A. Gramsci: Cultura y literatura, ed. Península, Barcelona 1972. (pp.34-
35). S. Feierman utiliza la noción de A. Gramsci para analizar el papel de los "intelectuales
campesinos" y la formación de un discurso político y mítico (Peasant lntelectuals. Anthropology
and History in Tanzania, Univ. Wisconsin Preses, Madison 1990 (pp.36-39 y cap. 5).
28. Gramsci, A.: "Los intelectuales y la organización de la cultura", en: A. Gramsci (recopilación):
Cultura y literatura, ed. Península, Barcelona 1972 (pp.35).
29. "Las sociedades civiles modernas comprenden una constelación de elementos yuxtapuestos y
cambiantes que es resisten a ser reducidos a un común denominador, un núcleo central o principio
generativo primario; incluyeron economías capitalistas, unidades domésticas, movimientos sociales
y esferas públicas voluntarias (iglesias, organizaciones profesionales, medios de comunicación
independientes e instituciones culturales); partidos políticos, asociaciones electorales y otros
"guardianes" de la división estado-sociedad, civil; tanto como instituciones "disciplinarias" como
escuelas, hospitales, asilos y prisiones (... ) Estas organizaciones no mercantiles y no estatales
siempre estuvieron vinculadas de manera compleja y por lo general contradictorias a las economías
capitalistas( ... ) Estas sociedades se asemejan a lo que Adorno alguna vez llamó de un campo de
fuerza: un espacio caracterizado por el juego complejo de atracciones y aversiones y, por
consiguiente, por estructuras dinámicas trasmutables. "Keane J. (ed.): Civil Society and Stte. New
European Perspectiva e, Verso, London 1988 pp.1 0-20).
78
para conseguir recursos materiales y simbólicos del estado y los
organismos internacionales: entran en competencia y en antagonismos.
30. Guerrero, A.: Determinaciones del pasado y mentalidades del presente: un conflicto entre
comuneros (Quinchuqui, 1981); A. Guerrero (com.): De la economía a las mentalidades, ed. E.
Conejo, Quito, 1991 (pp.170).
31. Consultar sobre estas asambleas: CONAIE: Congreso nacional de la CONA/E, Pujilí abril
1990;1dem: El significado de/levantamiento como una forma de contestación que hace el
movimiento indígena; Declaración de la V. Asamblea Nacional de la CONAIE, Pujilí, 215-28 abril
de 1990. Pacari, N.: "Levantamiento Indígena del Chimborazo, Edmundo Yuni dijo que hay malestar
(en las organizaciones) porque no se consideró (en el parlamento) el proyecto de la ley agraria
presentado por la CONAIE. Puntualizó que la asamblea nacional de aborígenes tiene el propósito
de analizar la situación surgida con la expedición de la Ley de Desarrollo Agrario que debe ser
sancionada por el presidente de la República. Yuni dijo que se trata de presionar al gobierno a fin
de que se tomen en cuenta los planteamientos indígenas. Sin embargo no se desarrollarán acciones
en las que no participen las bases, pues los dirigentes se han acostumbrado a tomar las
resoluciones, enfatizó. "El Comercio BN/11995.
32. Relato de Nina Pacari de su actividad en el primer levantamiento ("Levantamiento Indígena", en:
(autores varios): Sismo étnico... op.cit. pp. 169-186).
79
para alcanzar sus objetivos las organizaciones y los dirigentes tienen
que demostrar su condición de legítimos portavoces; es decir, tienen
que ejercer prácticas de representación y elaborar un discurso sobre un
sujeto indígena nacional.
80
emigrado a diferentes provincias lo cual les dio la oportunidad de
mirar de cerca los conflictos que enfrentaban compañeros indígenas
en otras zonas, como las de Chimborazo, Cañar, etc., dando lugar
también a que se sintiera la necesidad de organizarse, de capaci-
tarse, de conocer las leyes.
33. CONAIE: Las nacionalidades indígenas en el Ecuador. Nuestro proceso organizativo; ed. Tincui-
Abya Yala, Quito 1980 (pp.179-1BO); sobre el mismo proceso pp.196-197.
34. ldem. pp.162.
81
2.- En el presente, un indígena nacido en una familia (urbana o rural)
con ciertos recursos económicos tiene abierta la perspectiva de un
recorrido qe vida consistente en seguir la enseñanza formal (secundaria.
y universitaria), ocupar diferentes puestos en las organizaciones,
acumular cada vez más experiencia y prestigio político, y culminar en
la posición de dirigente nacional reconocido por la opinión pública, el
gobierno, las fuerzas políticas y los organismos internacionales. Es decir,
puede encausarse en una carrera de "lider'' vestido de poncho o anaco.
Para ascender ya no necesita enmascararse en el ropaje, el discurso y
los gestos de un ciudadano blanco-mestizo dedicado a la política, como
ocurría hasta hace apenas un par de décadas.
82
precisamente, recibieron una formación y colaboraron en aquellas
instituciones frente a las cuales, desde sus puestos en las parroquias,
la provincia o la capital de la Repúblic~ deben emitir discursos sobre la
diferencia étnica, la opresión y la autonomía. Tienen que implantar
marcadores étnicos que los diferencien y constituyan como distintos de
los funcionarios públicos y privados: es una manera establecer una
correlación de fuerzas favorable en lo simbólico que los instituye en
dirigentes indígenas.
3.- Desde mediados del siglo XIX, al ser abolida la condición de sujetos
tributarios del estado nacional y con la implantación de una forma de
ciudadanía que excluye (de jure o de tacto, según los períodos) a la
población indígena, se crea un sistema de representación política por
intermediarios étnicos privados (ventrílocuos). En efecto, a partir de 1857
la población indígena deja de ser objeto de políticas estatales (como
sujetos tributarios) y su administración fue delegada al ámbito de las
relaciones privadas y cotidianas entre blancos e indios. En este sistema,
35. El "saber hablar" era una condición tradicional para volverse "cabecilla", en el sentido de expresarse
en el idioma de los dominantes (español), y de "hacer cara" (discurso y gesto) a los patrones, las
autoridades estatales y en general a la "gente blanca". (Guerrero, A.: La semántica de la
dominación ... op.cit.106).
83
los indígenas tenían que dirigirse a un intermediario local que goza de
la ciudadanía, que conoce el funcionamiento del estado Uurídico, político
y personal) y ese capaz de ensamblar un discurso ~scrito (redactar una
petición en términos jurídicos) para acceder por su estrategia, pluma y
palabras a los centros políticos del estado. La función del intermediario
(las personas concretas son múltiples: un hacendado, un compadre del
pueblo, el escribiente, el teniente político, el notario) es "hacer hablar"
al sujeto indio que, al no ser reconocido ni gozar de derechos ante el
estado, carece de existencia propia; es decir, su discurso y representan-
tes (cabecillas, caciques, curagas) son ignorados. Bajo este sistema de
dominación étnica la representación funciona por una ventriloquía política
ejercida por los intermediarios blanco-mestizos.
IV- El "diálogo" 36
36. Muchas de las ideas de esta sección me fueron sugeridas en comunicaciones privadas por Jorge
León que fue asesor oficial de la CONAIE durante las negociaciones: agradezco su aporte. Una
parte de la información viene de una conferencia de Nina Pacari en la universidad de Loja en
noviembre de 1994 y de conversaciones posteriores. El análisis y la interpretación del "diálogo"
son responsabilidad mía.
37. Me refiero a los participantes centrales que llevan adelante el juego político. Al respecto ver El
Comercio, 261611994 ai1Bnlt994.
38. Habermas, J.: "Observaciones sobre el concepto de acción comunicativa", en: J. Habermas: Teoría
de la acción comunicativa y estudios previos, Ed. Cátedra, Madrid 1989 {pp.489-490 y 494-495).
84
ces de percepción mental y de los comportamientos contextuales e
implícitos frente a los indígenas. Es lo que explican las palabras del
dirigente sindical cité;idas en exordio. En efecto, con el primer levanta-
miento, advierte F. Dutan, hubo una situación de "conmoción entre los
dirigentes sindicales: los indígenas "nos obligan a cambiar los esquemas
que teníamos en la cabeza" 39 • La modificación de las correlaciones de
fuerzas simbólicas entre los agentes sociales, en la opinión pública y
con el estado, desmonta fragmentos del "mundo de la vida" que, en el
campo político, otorgaban sentido a las estrategias de los agentes. La
dominación étnica y la participación de los indígenas en lo público político
se convierten en un problema, un "tema de estado de cosas dado"
(Habermas); en lo sucesivo, todos los participantes tienen que "hablar"
entre los parámetros conceptuales (explícitos e implícitos) introducidos
por el movimiento indígena. Deben actualizar e incorporar un nuevo
fragmento del "contexto formador de horizonte de los procesos de enten-
dimiento"40 (del mundo de la vida). Así, los indígenas dicen a los sin-
dicatos: "no hablen sólo de salarios, hablen también de cultura, de
costumbres de nacionalidades indígenas" 41 .
39. Dutan, F. (op.cit.) presidente del Frente Unitarios de los Trabajadores (FUT), una agrupación
nacional de las centrales sindicales.
40. Habermas, J.: op.cit. pp. 494.
41. ldem.
42. Guerrero, A.: "Una imagen ventrílocua ... op.cit.
85
medios de comunicación captan a la opinión pública. Las reuniones
cotidianas del grupo de negociación, bautizado de "comisión mixta" en
un lapsus de inconsciente de ultra realismo político puesto que resalta
un corte étnico (blancos-indios en lugar de gobierno-CONAIE), se
prolongan casi un mes. El teatro de la acción se desplaza de las
carreteras a la capital: día tras día, la televisión, las radiodifusoras y las
primeras planas de los periódicos siguen los meandros de los debates
hasta entrada la noche; se crea expectativa. Crónicas, entrevistas e
imágenes impregnan a los espectadores, radioescucha y lectores:
actualizan en la opinión pública el acervo de esquemas de percepción
sobre "el indio". En efecto, en las pantallas los ecuatorianos observan
primero un indígena saraguro en poncho y con sombrero que sube la
escalinata del palacio presidencial: es el Dr. Luis Macas presidente de
la CONAIE. Días luego descubren a una mujer: es la Dra. Nina Pacari
que le substituye (un gambito de la Confederación) y conduce la ardua
negociación hasta el final. La abogada indígena del Chimborazo luce
collares dorados, blusa bordada en colores vivos y anaco azul. Ocupa
un sillón primordial durante el "diálogo". Es la interlocutora del presidente
de la República, ni más ni menos. Las cámaras enfocan su figura y
recorren lentamente la larga mesa de la sala de banquetes del palacio
Rorondelet: capta la presencia concorvatada y en obscuros trajes, como
corresponde al protocolo, de los presidentes de gobierno, del parlamento
y los altos representantes de la Cámara de Agricultura e la Sierra: hay
varios de rancio abolengo colonial. Su austeridad, los ademanes bruscos
y palabras autoritarias desvelan su origen: son personas educadas desde
la infancia en el manejo del poder y, por supuesto, "de indios propios",
contrasta con los modales suaves y finos pero decididos y fuertes de la
Dra. Pacari. La arquitectura, la sala, los personajes, los gestos: el
contexto envuelve en un aura de simbolismos a la imagen de la
representante indígena. Por la voz de una persona que los representa
(en el triple sentido de delegación, discurso y presencia) en un lugar
nodal del poder y una situación seria, una población compuesta de varias
"nacionalidades", antes invisibles pues recluida en lo privado, impone
que se le escuche desde la cima del estado y lo público.
86
El tiempo de hacerse escuchar y ver.
43. El último censo agropecuario data de hace 15 años. Algunas encuestas parciales revelarían que
un 4% de las propiedades de más de 100 has. poseen más del 50% de la tierra agrícola y
probablemente un altísimo porcentaje de las tierras en el piso de los valles: la de mejor calidad no
erosionables, protegidas de heladas y dotadas de riego. La inversión de capital y la productividad
en estas tierras es baja y la mayor parte están destinadas extensivamente al ganado lechero. Los
indígenas considerarán que son tierras abandonadas., por contraste con la intensidad de cultivos
en sus minifundios comunales.
87
El principal medio de legitimación de CONAIE fue la utilización de
una vieja estratagema: dilató el tiempo de "diálogo". Había que crear un
tiempo y espacio de discurso político propio; desestabilizar a los
adversarios por falta de respuesta. Fue así que, contrariamente a lo
esperado por el gobierno y los delegados de las Cámaras, Nina Pacari
no centró la mira de las negociaciones directamente en los artículos
candentes sobre las expropiaciones de tierras. Exigió, adoptando una
vía indirecta, que se aceptara una reformulación completa de la ley;
que se comenzara por una prolongada discusión del preámbulo y se
continuara con cada uno de los 40 y tantos artículos que la componen.
Fue la primera escaramuza. El presidente S. Durán Ballén y su equipo
quedaron en efecto descolocados. Pretendían ir al grano del asunto,
que todo volviera a su cause normal, al olvido; sobre todo, había que
correr lo antes posible un denso velo sobre la conmoción social pro-
vocada en el país por los indígenas. Sin duda, seguían operando con
matrices de pensamiento perfiladas por una técnica de administración
de poblaciones étnicas muy conocidas en el estado ecuatoriano.
Consiste en despachar los asuntos indígenas por medio de decisiones
administrativas (decretos, reglamentos, circulares instrucciones) que
eluden su emergencia en lo público político. Los reclamos indígenas
quedan reducidos a meros asuntos de decisión burocrática sobre no
ciudadanos: poblaciones de sujetos de tacto del estado que hay que
gobernar.
88
Por lo demás, es la táctica que ya habían utilizado luego del primer
levantamiento (1990) el anterior gobierno de Rodrigo Borja y su ministro
de gobierno Cesar Verduga: esconder. los problemas políticos que
representaban los dirigentes indígenas bajo el peso de razones
administrativas·.
45. El Ccmercio: 6/711994 pag. A-2; Declaraciones de Nina Pacari, El Comercio: 1017/1994.
89
campesinas e indígenas que participaron. En efecto, detrás de la figura
la delegada de la CONAIE en la mesa de negociación se encontraba
una "coordina<;Jora agraria" que también se reunía a diario. Se organizó
una comisión de negociación entre las organizaciones indígenas,
campesinas y afroecuatorianas 46 en la cual, de hecho, los indígenas
eran la minoritaria. Las propuestas de modificación de la ley formuladas
por la Dra. Pacari fueron debatidas, una por una, día por día, en otra
mesa de negociación, en los bastidores del gran ritual. Surgió una
agrupación institucionalmente efímera, convocada con el propósito de
compaginar los puntos de vista e intereses particulares de los indígenas
con los campesinos amazónicos, costeños, serranos y afroamericanos.
También en este espacio el factor tiempo tuvo un papel fundamental:
desbrozó un campo particular de las prácticas políticas igualitarias un
micro ámbito de sociabilidades ciudadanas en el cual por principio todos
los participantes gozaban de un derecho legítimo a la palabra, a la crítica
razonada y la propuesta políticas: la CONAIE organizó una esfera pública
alternativa. 47
90
LOS DISCURSOS DEL GENERAL
(Análisis de los discursos de Luis García Meza)
El método
91
clasificatorias de las palabras y las cantidades representativas sino las
reglas semánticas que rigen la organización latente de los mensajes, o
mejor las reglas semánticas a partir de las cuales $e generan
proposiciones, los mensajes" 1 • El método actancial usado ahora, trata
pues de buscar una estructura de organización lógica de una propuesta
de un emisor; Barbero respecto al método de Greimas dice: "Lo que se
busca es otra cosa (refiriéndose a una semántica UNIVERSAL) trabajar
el lenguaje como lugar de emergencia del sentido, no sólo de
manifestación sino de inmanencia, de constitución, de producción de
sentido" 2 de ahí el uso de los EJES SANITARIOS, una articulación de
unidades de significación completas, como son las palabras o las frases:
"La estructura semántica es concebida desde el concepto de semana
como conjunto de sernas, organizado en núcleo sémico y sernas
contextuales" 3 entonces ya no hablaríamos de una semántica universal
sino de un universo semántico, objetivable en un discurso.
El cuadro actancial:
1. BARERO, Martín, Discurso y Poder. Colección lntiyan. Ciespal Quito. Pág. 31.
2. Ibídem Pág. 75.
3. lbidem Pág. 79.
92
está formada por la combinación predicado-sujeto. Al hacer el análisis
de los predicados se obtiene en primer lugar información sobre cómo
. son (qué conjuntos de cualidades tienen) y qué hace (qué .esferas de
acción desarrollan) los sujetos" 4 •
Greimas citado por Barbero dice: "El modelo está por entero
centrado sobre el objeto del deseo perseguido por el sujeto y situado,
como objeto de comunicación, entre el destinador y el destinatario
estando el deseo del sujeto por su parte modulado en proyecciones de
ayudante y oponente" 5 . ·
93
Fecha de emisión Público destinado Título lugar de Pronunciación
94
do le a éste el verdadero calificativo y función que cumplen como actores
sociales del discurso global.
7. ECHAZU, Jorge. El fascismo en Bolivia. Ediciones Liberación. 2a. ed. Pág. 25.
95
En los discursos a sus camaradas también se nota el patrioterismo
o el chauvinismo típico del fascismo; Echazó nos explica que:" ... la patria
de los fascistas será, ~ada vez más, una entelequia que poco o nada
tiene que ver con los obreros con los campesinos, ni con los
intelectuales ... la patria de los fascistas será una bandera, el cuartel, el
saludo militar''8 , en las alocuciones de García Meza se lee:
"(el militar) ... debe estar animado por la noble y .legítima vocación
de servicio a la patria".
" ... la institución tutelar con el mandato de la patria ... "
" ... servicio sagrado a la patria"
"Es por eso que la institución tutelar de la patria, en cumplimiento
de su mandato constitucional. .. asumió la responsabilidad de
conducir al estado"
96
institucionalistas fueron agredidos físicamente ... Los sucesivos golpes
de mano del Gral. García Meza Tejada (primo de la señor Gueiler Tejada)
contra dos comanqantes de ejército, los Generales Villarroel y Rocha
Patiño, sucesivamente, fueron claros actos de indisciplina que, al no
ser sancionados, abrieron la puerta para los acontecimientos
posteriores" 10 •
10. RAMOS, Pablo. Radiografía de un golpe de estado. Colección Luces y Sombras. 1983. Pág. 45.
97
cualidades de "bueno", así podemos leer que el militar es:
Democrático
Antiimperialista
Popular
Humanismo boliviano
Conciencia tranquila
Fuerza moral
Ingresamos ... con las cartas abiertas y el pulso firme ...
. . .con clara conciencia
... vocación de servicio
... aprecia los valores de la nación norteamericana
... con disciplina y eficiente honradez
... profunda formación popular
... hemos elegido un camino árido y responsable de la verdad.
98
criterios de realidad, dramático incremento del contrabando,
dispersión en la capitación de recursos"
"Deshonestidad funcionaria" .
"El país ha dejado de percibir 64 millones de dólares debido ala
paralización de la producción por huelgas alentadas por el anarco-
sindicalismo".
" ... llegó la cadena intermitente de 240 paros y huelgas, provocaron
más de 13.000 horas de trabajo perdido".
"Bolivia se encontraba en un inminente peligro de desintegración
de su territorio. Ese era el panorama triste y vergonzoso que se
ofrecía bajo el título de pseudo democracia".
Uno de los blancos con que se ensaño el gobierno del García Meza
fue la Universidad, de la que decía:
11. ZABALETA, René. Las masas en noviembre. Ed. Juventud. Pág. 11.
99
producto de varios factores que ya se analizaron y se justifican por algo,
así el golpe de García Meza se justifica, según Pablo Ramos, por la
eliminación de Marcelo Quiroga Santa Cruz, qetener el juicio de respon-
sabilidades, impedir que la UDP entre al palacio de gobierno.
12. ZECCHETTO, Victorino. Comunicación y actitud crítica. Ed. Paulinas. Argentina 1986. Pág. 14.
13. Ibídem Pág. 23.
100
errores, pues ese poder decide por mi" 14 • Y de esa ideología del miedo
surge el autoritarismo educativo, el ocultar la verdad a los educandos y
la rutina, siendo así los colegios y ~scuelas los que son más
conservadores.
101
Estos medios tienen la función de esconder las verdaderas· causas
de la pobreza y la dependencia económica de los grupos sociales,
mostrando como natur~l la estratificación social, nos muestran como
natural que un señor ricachón tenga un mozo sumiso y un chofer negro
y que tenga que usar uniforme, también nos plantea que las luchas
ideológicas son cosas de desadaptados y que ocurren en otros planetas,
menos en la tierra y nos diferencian por la cultural, usando a las culturas
nativas como las de grupos analfabetos y faltos de "educación",
mostrando a la cultura de masas como el más alto valor cultural y las
normas a seguir, no otra cosa por ejemplo son las fiestas pagano
religiosas donde en las danzas se usan parámetros de los recursos de
belleza para calificar a una mujer que sin más reparo exhibe las piernas
que contorneó la publicidad.
Lenin dijo que si existe una clase dominante habrá pues una
ideología dominante, y es eso lo que existe en nuestro medio, desde el
discurso autoritario de García Meza hasta los noticieros pseudo
imparciales de los medios de difusión masivos se transcribe una ideología
de la clase que detenta el poder, asume y acepta los acontecimientos,
como los golpes de estado, los estado de sitio, las intimidaciones de los
aparatos represivos del estado, etc. Bordenave utilizando los conceptos
de Marcuse dice: " ... la sociedad y el hombre se han vuelto
unidimensionales y, por consiguiente la cohesión y la represión no son
más aplicaciones adecuadas de la dominación política sino más bien
ésta es aplicada por el hecho que grandes segmentos de la población
se han integrado al sistema ya que su lenguaje y su conciencia no pueden
más concebir ideas y valores que contradigan con el orden establecido" 17 •
17. lbidem.
102
y los militares se ocuparon a partir de 1971 a formar cuadros que ya en
la década del 80 y actualmente ocupan cargos jerárquicos en la
administración estatal, I}O otro cosa es el partido del general Banzer
ADN, la Democracia Cristiana, y la nueva generación del MNR, se
encomienda a los mejores militantes los cargos públicos y no así a los
mejores profesionales. En nuestro país García Meza y los otros gobiernos
dictatoriales se llenaron los bolsillos de dinero y la burguesía que les
acompañó lo propio, como diría Marcelo Quiroga: no les importa el país,
les importa sus bolsillos: controlando desde el poder todo el aparato
productivo y reproduciendo a través de las instituciones el sometimiento
y generando la desorganización social, ya que con un mísero cargo
público pueden comprar las conciencias y desarticular así un movimiento
que genere reclamos de la sociedad sometida en su conjunto.
103
La imagen del enemigo está centrada en el individuo que sostiene
a difunde doctrina marxista; se dice de él:
" ... democratismo sin pan ni futuro, sin seguridad ni desarrollo ... "
"... el desgobierno, el caos administrativo, la anarquía, la corrupción,
la venalidad (sic) y las corrientes obreras fuera de cause al haber
104
estado dirigidas coercitivamente por organizaciones grupusculares
de marxismo castro-comunistas, anarco-sindicalistas, y otros
~ltristas que explotaron y engañaron a los obreros y campes.inos
de Bolivia".
"La anarquía social en la desaforada multiplicación de huelgas,
bloqueos, hechos de violencia y otros actos de desorden".
"No es posible que la inestabilidad, el caos y la parálisis económica
continúen como constantes de la vida republicana".
"Hace 155 años que Bolivia nació a la vida republicana con mayores
recursos materiales que las demás naciones, con un sólido
patrimonio cultural y un acceso soberano al océano pacífico".
" ... si se analiza con detenimiento y profundidad nuestra historia, se
podrá comprobar que los períodos de mayor avance son aquellos
105
que se ajustaron mejor el carácter de nuestra nacionalidad".
"El ideal de libertad, de justicia, de convivencia democrática sobre
los cuales se fundó la república sigue de pi.e".
Notamos que la patria es una isla de la fantasía, donde llegaron
los oponentes, los "izquierdistas" en éste caso para crearle conflicto
y frenaron el desarrollo nacional y habla de la patria de ayer como:
"El pueblo boliviano fue víctima de grupos mercenarios
internacionales"
" ... hablamos a la nación enfrentada en un colapso ... "
" ... llegó la cadena intermitente de 240 paros y huelgas, provocaron
más de 13.000 horas de trabajo perdido"
" ... postraron a la nación en un estancamiento"
" ... la nación estaba frente a un proyecto político decadente,
anquilosando y ante una democracia del fraude digitado desde los
centros de dominación totalitaria del poder mundial"
"Bolivia se encontraba en un inminente peligro de desintegración
de su territorio"
"Sumido el país en un estado caótico y anárquico"
" ... 30 años de una falsa movilidad económica plagada de paliativos
inciertos y de parches absurdos que distorsionaron la compleja
estructura del sistema económico nacional"
106
De los actores sociales que el método permite descubrir, están la
patria y los que habitan en esa patria: LOS SUJETOS, es decir, los
bolivianos. La historia nos permitió ver que en el tiempo que permaneció
Luis García Meza en el poder, éste se convirtió en una especie de
monarquía feudal, donde a la cabeza de Luis Arce Gómez (el hombre
fuerte del régimen), cada comandante de grandes y pequeñas unidades
se convertían en señores feudales, con amplios poderes sobre la
población, recordemos que el Ministro del Interior sentenció que los
opositores al régimen debían caminar con su testamento bajo el
brazo.
107
El discurso del poder desde el poder
108
no fomentan el diálogo, porque estos medios están gobernados por los
que tienen el poder económico. ·
109
La palabra reorganizar significa reformar una cosa sujetándola a una
regla, a un orden, para armonizar lo que está descompuesto.
110
principalmente por las clases sociales que viven y guían desde el poder
y reproducido cada día como algo natural y fomentado desde los medios
de comun.icación, acaso no vemos cada día cómo la sirvienta limpia.
con ceras lo rito, cocina con avena y quiere a su "compañero con 1/4
más?" o que el mayordomo siempre se llame Jaime y sea negro?; o que
finalmente los ricos también lloran pero cuando su dinero va ser
repartido?
111
lucha es desigual, los de arriba con toda la tecnología y los de abajo
con la fuerza de su idiosincrasia, pero esta lucha no es inútil ya que
usando el recurso de la comunicación misma se pueden evitar ser
manipulados como simples títeres de las élites que detentan el poder.
Los periodistas y todo aquel que tenga que ver con el que hacer de
la comunicación debería plantear para su ejecución una política de
comunicación democrática.
La prensa tendría que luchar por el acceso a todos los documentos
que tengan que ver con el manejo del poder luego de dos años, o
lo otro exigir que toda la documentación manejada en el poder pase
a las bibliotecas para así realizar luego investigaciones periodísticas,
sociales o económicas.
Exigir que los medios estatales, sean realmente estatales y no así
gubernamentales, ser de estado quiere decir que todos los grupos
organizados hagan uso de esos medios.
Implementar en los colegios y escuelas la enseñanza crítica de los
medios de comunicación, se debe crear una asignatura específica,
y como contraparte exigir a los alumnos creaciones en TV, radio,
prensa, títeres, etc.
Exigir los cumplimientos de transmisión de porcentages de
producción nacional en radio y televisión en un promedio del 50%.
Que los medios implementen programas de actitud crítica para niños
y adultos.
23. BARBERO, Martín. Apuntes para una historia de las matrices culturales de la más mediación.
Ponencia en el Foro COMUNICACION Y PODER. Lima Perú 1982.
112
LA CRISIS DE REPRESENTACION
Y PARTICIPACION POLITICA:
UN ENFOQUE GLOBAL
l. El modelo "Fordista"
113
agregación en grandes unidades empresariales de contingentes
importantes de trabajadores. A nivel social y político, la de una clase
obrera relativamente hqmogénea y de grandes sindicatos. b) Desde la
esfera del consumo, el creciente predominio de bienes estandarizados
en detrimento de los producidos individualmente (artesanales). e) En
cuanto al conjunto de formas institucionales y normas que aseguraron
el desenvolvimiento del modelo "fordista", debemos mencionar la
generalización de la relación salarial; la fijación del salario a través de
contratos colectivos sea por ramas industriales, regiones o de todo el
país; finalmente, la creciente importancia del Estado en cuanto agente
económico, orientando sus políticas dentro del esquema teórico
keynesiano. d) En los que toda a la conformación de las relaciones de
clase, el llamado "pacto socialdemócrata" -donde los trabajadores
aceptan el dominio privado sobre la esfera productiva, a cambio de una
serie de concesiones patronales referidas a salarios, seguridad social,
estabilidad laboral, etc.- constituyó el contexto político social donde se
materializó el antiguo orden económico.
2 Sobre las características que asumió en América Latina la Industrialización por Sustitución de
Importaciones véase: María Tavares, O Processo de Sustitusao de lmportacoes como Modelo de
Desenvolvimento na América Latina.
114
cual el crecimiento de la productividad perdió ritmo y surgieron los
primeros conflictos laborales dentro del "estado de bienestar"; la
econom"ía -particularmente la de los países industrializados-, dio
muestras de su incapacidad para seguir manteniendo 'el pacto social
que había sido su característica (Sabel, 1994). Por otra parte, los aumen-
tos en el precio del petróleo en 1973 y 1979, el desastre de régimen de
cambios fijos de Breton Woods, precipitaron la crisis. Paralelamente, se
produjo una saturación de los mercados -particularmente de bienes
durables-, en los países industrializados, así como una agudización de
la competencia. A este fenómeno, contribuyó el hecho de que países
en vías de industrialización como México, Brasil, Corea del Sur y Tai-
wan aparecieran como posibles futuros competidores, dado el
incremento cada vez más importante de su capacidad productiva. A
nivel micro económico, la empresas, víctimas del incremento de sus
costos de producción, del petróleo, de los conflictos laborales, buscaron
salir de la crisis invadiendo mercados extranjeros, pero paradójicamente
al hacerlo se encontraban indefensas ante fuerzas sobre las que no
tenían ningún control. El modelo Keynesiano, el Estado como regulador
de las deficiencias del mercado a través de sus políticas públicas, se
mostró incapaz para asegurar la estabilidad económica. Las políticas
de intervención estatal en la economía comenzaron a ser cada vez más
ineficaces en un contexto de internacionalización de mercados.
115
orientada más a satisfacer necesidades y requerimientos de
consumidores particulares, que a la producción estandarizada donde el
eje de la capacidad competitiva del producto radica en su precio. De lo
que se trata en definitiva, es de ofrecer diferentes tipos de producto
acordes a los diferentes requerimientos del consumidor. Ch. Sabel de-
fine la especialización "flexible" en estos términos: "Si la producción de
masas es la elaboración de productos estandarizados con recursos
especializados (obreros con competencias profesionales muy limitadas
y máquinas especiales), la especialización flexible es la producción de
bienes especializados con recursos generales (obreros con amplias
competencias profesionales y máquinas universales, justamente
programables. La producción masiva se funda por lo tanto sobre la
creciente separación entre concepción y ejecución del trabajo, mientras
que la especialización flexible sobre su integración" (1994, 146).
116
de acuerdos laborales a nivel local y nacional.
Por otra parte, .la pérdida del peso político de las organizaciones
sindicales, ha liberado al Estado de la necesidad de establecer "pactos"
sobre sus políticas económicas sociales. El sindicato es, en la actualidad,
uno más de los innumerables grupos de presión de la sociedad; ha
perdido su capacidad de articular intereses de clase, tanto a nivel local
como nacional. En el pasado, dentro del estado de bienestar europeo,
los sindicatos eran fundamentales para establecer consensos sobre
políticas estatales tanto económicas como sociales. De igual modo, en
las actuales condiciones económicas internacionales donde se privilegia
aspectos como la competitividad internacional, la eficiencia, produc-
tividad, estabilidad económica, resulta difícil mantener antiguas metas
propias del Estado de Bienestar como ser la del pleno empleo (Regini,
1994). Más aún, el Estado promueve la privatización del sector público,
abandona políticas intervencionistas en la economía y la deja librada a
las fuerzas del mercado, se exime de su responsabilidad en los servicios
sociales (Lagos y Tironi, 1991 ).
117
el de clase, han dado paso a la construcción de identidades más
particulares como las de género, etnia, etc. desdibujando y diversificando
los patrones tradicionales de participación po.lítica.
118
dar cuenta del fenómeno relacionándolo al caudillismo partidario, a la
inexistencia de una democracia partidaria interna, a las prácticas
clientelares de una élite política, etc. resultan sino erradas cuando menos
incompletas. De la misma manera, propuestas orientadas a la resolución
de la crisis de representación partidaria como la llamada "Ley de
Partidos", no hacen más que encubrir un problema de tipo estructural,
intentando dar soluciones desde una postura "institucional" alejada de
consideraciones sociales y políticas.
Bibliografía
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1994 "La construcción social de la política", ponencia presentada
en el Foro: "Un gobierno para el Desarrollo Humano, Quito,
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modelos productivos. Editores Unidos Nariz del Diablo, Quito.
TABARES, María. Da
1974 Substitucao de lmportacaoes ao Capitalismo Financeiro. Rio
e Janeiro: Zahar Editores.
119
PERSPECTIVAS DE LAS RELACIONES
INTERCULTURALES EN BOLIVIA
Presentación
1. Lic. de Sociología, Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y Master en Antropología, Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Quito-Ecuador.
121
definiciones de cultura, ha intentado reelaborar una definición más
operativa y amplia. La cultura, es:
Además:
"No abarca sólo las artes y las letras sino también los modos de
vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de
valores, las tradiciones y las creencias" (Ciaxton 1994: 17).
122
2.- ¿Qué es la interculturalidad?
a. Los orígenes
2. El Rey, era quien mantenía el orden social y defendía a los indefensos. En tanto que las Leyes,
partían de la concepción de que el hombre era pecador y por tanto sujeto a las tentaciones de la
vida, que para conjurar esta reacción natural-racional, se tenía que controlar mediante las leyes.
Finalmente, la ciudad estaba relacionada con la conformación espacial urbano. Que se definía,
en relación al espacio rural. El área urbana era percibido como un área socializado, lo rural como
aquella no socializado (Frank 1993:31 ).
3. Frank 1993 y Pagden 1988.
123
b. La interculturalidad en la realidad boliviana
124
de las organizaciones indígenas y campesinas del país, como la
CSUTCB, la CIDOB, etc., que a la larga llevaría a la reforma de la
educación.
125
hombres y mujeres" (Gaceta oficial 1994:3).
126
indígena, se viabiliza una forma de organización socio-política hasta
entonces oficialmente desconocida. Empero, las viejas reivindicaciones
de autonomía de las comunidades andinas y otras fre.nte al Estado en
la Ley de Participación Popular son atribuidas al municipio.
127
real del proceso de la interculturalidad o la construcción del "otro"; pero
sólo desde la educación, el camino para transitar es demasiado
estrecho. Aquí es preciso preguntarse, cuántos pobladores acceden al
sistema educativo del país y cuántos no?, si queremos pensar en sus
efectos más inmediatos.
128
Nuevamente recogo la idea de Taylor )1993), que señala que la
supervivencia de muchas culturas mutuamente excluyentes, y que no
se respetan recíprocamente no _constituye la promesa moral del
interculturalismo, ni en la política ni en la educación. Precisamente
este es el reto de las reformas en la democracia boliviana.
129
5.- La interculturalidad en los marcos jurídicos del Ombudsman o
Defensor del Pueblo
CONCLUSIONES
130
(con iguales derechos ciudadanos y con diversa identidad cultural),
puede ser el punto de partida en el ejercicio real de los derechos
intercultural~s.
BIBLIOGRAFIA
BOLIVIA
1994 Constitución Política del Estado y sus reformas.
Publicación de la H. Cámara de Senadores, H. Cámara de
Diputados y la fundación Konrad Adenauer, La Paz, Bolivia.
Septiembre.
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CLAXTON, Mervin
1994 Cultura y desarrollo : una relación simbiótica. En Carpeta de
información sobre el tema de Decenio para el año 1994: Cultura
y desarrollo. Pgs.13-19. UNESCO, París, Francia.
FRANK, Erwin.
1993 Manuscritos académicos de Teoría Antropológica FLACSO,
Quito-Ecuador
131
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1994 Ley de Participación Popular, 21 de abril, La Paz, Bolivia.
PAGDEN, Antony
1988 La caída del hombre natural. Alianza Editorial. Madrid, España.
TAYLOR Charles
1993 El multiculturalismo y la "política del reconocimiento". Fondo
de Cultura Económica. México.
132
CARCELES Y ENCARCELADOS
Zaffaroni.
A manera de Introducción
1. Bolivia no escapa al síondrome de violencia que se ha apoderado del mundo pero, a diferencia de
otras sociedades en las cuales el homicidio criminal es el tipo de delito con índice más alto, en el
país el robo sustituye al homiciio criminal y ocupa el índice más elevado entre los delitos con
violencia (Kiatipoff, 1990).
133
delincuencia continúa y aumenta cotidianamente. Pese a ello, los
reclusos y la realidad carcelaria, en el contexto de las preocupaciones
del. Estado y la sociedad, no siempre han merecido una ad~cuada
atención en torno a sus problemas, necesidades y perspectivas.
Antecedentes históricos
134
Al respecto, las crónicas de Guamán Poma, informan que las
penalidades y castigos determinados por el Inca y su Consejo Real,
revestían caracteres muy severos "en una bóveda oscura preparada
debajo de las tierras, criaban culebras y serpientes ponzoñosas y otras
alimañas; metían ratas grandes y pequeñas para que mordiesen y
comiesen en vivo a los condenados; y si después de dos días de encierro
eran sacados con vida, el Inca les concedía la libertad y perdonándolos
les devolvía la honra".
135
Como quiera que en las cárceles de esta época no existía ningún
procedimiento de observación y clasificación de los reos, lo que
ocasionaba excesos y enfrentamientos, por R.S. de 29 de enero de
1830, se estableció que la cárcel de deudores sea separada y distinta
de la de delincuentes ya que no era justo que las mujeres en especial,
se mezclen por motivo de deuda con los malhechores, en un mismo
sitio y se declara que mientras se establece una cárcel privativa para
los deudores, los hombres deben ser recluidos en los cuarteles de gen-
darmes y las mujeres en caso de hospicio.
2. Según Schisgall (1970), ya en la década de los cincuenta y los sesenta las autoridades
penitenciarias de los países industrializados proclamaban " ... el penado debe saber que no
buscamos la venganza o la devolución del mal; que lo único que queremos es rehabilitarle ... "
136
Redactora de la Ley de Régimen Penitenciario y casi un año después
con el dictamen favorable del Consejo Nacional Político y Social se
promulga las nuevas disposiciones legales sobre la materia.
El Panóptico Nacional
137
cuyo edificio se encuentra en la populosa y tradicional zona de San
Pedro de nuestra ciudad.
138
las finalidades del Régimen Penitenciario moderno pues no cumple con
normas de seguridad ni elementales condiciones de habitabilidad e
higiE;me y, principalmente, no se aplican teorías y métodos nuevo~ para
la rehabilitación, más aún, no se observa una labor de seguimiento y/o
asistencia social, post-penitenciaria que posibilite una efectiva
readaptación social de los reos que recuperan su libertad.
CUADRO Nº 1
BOLIVIA: POBLACION PENAL
139
De la información del cuadro anterior se desprende que el penal de
San Pedro, al acoger a más del 30% de la población penal del país,
constituye la cárcel más grande de Bolivia y refleja una peligrosa y
dramática realidad que se ha convertido en común denominador de la
mayoría de los centros penales del país.
140
Con todo ello, a pesar de dichas mejoras, la mayoría de las
secciones presenta un aspecto de abandono, de deterioro, de ruina y
de pobreza. Situación bastante crítica qt,Je se explica porque la
composición social de la población reclusa está integrada en su mayoría
por campesinos, proletarios, obreros y marginales que reflejan miseria
y pobreza.
141
situación de ancianos y jóvenes reclusos. Según las modernas teorías
del régimen penitenciario y la penalogía, los ancianos mayores de 60
años deben ser liberados y los menores de edad conducidos a centros
de rehabilitación apropiados.
142
Bajo estas circunstancias, la Dirección General de la Policía Nacio-
nal, consideró que era necesario dar solución al problema de la peniten-
ciaría de la ciudad de La Pa.z, pues este recinto carcelario resultaba ya
insuficiente para el elevado número de reos de la justicia ordinaria y
presos políticos que albergaba. Por esta razón, y con el propósito de
solucionar el problema del hacinamiento y la seguridad, estimó
conveniente construir en la comunidad de San Pedro de Chonchocoro,
un nuevo centro penitenciario que contara con los más modernos
sistemas de seguridad y de rehabilitación.
143
259 reclusos, los mismos que se hallan instalados en 3 pabellones que
se dividen en 5 bloques. Lo que significa que a la fecha su población
penal no sobrepasa la normal capacidad para la cual fue construida.
144
CUADRO NQ 2
PENITENCIARIA DISTRITAL
SAN PEDRO DE CHONCHOCORO
145
la conducta delictiva no se manifiesta de igual manera en los distintos
sectores sociales y que variará de acuerdo a la posición social, los
factores étnicos, el tipo de trabajo u ocupación y otras variables sociales.
Con todo ello, al igual que en todos los reclusorios del país, en
Chonchocoro la mayoría de las personas encarceladas no tienen una
sentencia ejecutoriada. Por ello, es válido sostener que el principio de
presunción de inocencia no tiene vigencia en el país, debido a que miles
de reos son detenidos en forma preventiva durante, días, semanas,
meses y hasta años, antes de que un tribunal se pronuncie sobre su
caso.
146
Guerrilleros, insurgentes, terroristas ...
147
En el penal de San Pedro de nuestra ciudad también se encuentra
detenido y sin condena, el sociólogo Juan Carlos Pinto Quitanilla
miembro del EGTK.
Reflexiones finales
148
dramáticas por-factores externos. En efecto, una administración de
justicia burocratizada, ineficaz, represiva y plagada de formalismos que
la alejan de la realidad, han prqvocado un sistema carcelario cada vez
menos controlado, deshumanizado y empobrecido. Ante tal situación
no es casual que hoy, los centros carcelarios y los sistemas jurídico-
sociales, tengan un a bien ganada imagen negativa.
Por ello, manifestar que lejos de la ficción que presenta como cuevas
de delincuentes peligrosos cuya barbarie y malos instintos no pueden
dominar, las cárceles de Bolivia están saturadas de condenados con
condena, sometidos a las más denigrantes condiciones de sobrevivencia,
a la indignación y la humillación que atenta a los más elementales
derechos humanos y constitucionales.
149
reos, con excepción de la libertad, gozan de los mismos derechos que
el resto de la sociedad. El reto que se tiene por delante consiste en
dotar a los penales de un personal penitenciario debidamente calificado
que realice un proceso de selección y clasificación, y ponga en marcha
un tratamiento reeducativo penitenciario efectivo, en el cual se incluya
trabajo, educación, cultura, deportes, recreación y la enseñanza de
oficios que reporten un beneficio al interno y por ende a su familia.
BIBLIOGRAFIA
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1982 LA DRAMATICA INSURGENCIA DE BOLIVIA, Ed.
JUVENTUD, La Paz-Bolivia.
150
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1990 PRESENCIA POLICift:L EN LAS CARCELES 1, Policía
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1990 PRESENCIA POLICIAL EN LAS CARCELES, Policía
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1993 AMERICA LATINA: LOS CONDENADOS A VIVIR SIN
CONDENA, Presencia, La Paz-Bolivia.
151
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1991 ASPECTOS PRACTICOS DEL DERECHO INTERNACIONAL
AMERICANO DE LOS DERECHOS HUMANOS, en: Revista
Nueva Sociedad No. 112, Caracas-Venezuela, pgs. 84-90.
152
AGUA Y CONTAMINACION
EN LA CIUDAD DE LA PAZ
1. Datos Generales
Con el auge del estaño a principios del siglo XX. La Paz se convierte
en la primera ciudad de Bolivia con un crecimiento de diversas acti-
vidades comerciales, industriales y de la red de transportes que vincula
a la ciudad de Oruro, Cochabamba, Potosí, Sucre y el resto del país.
153
educación y empleo, ligada a las grandes limitaciones de espacio, han
causado un crecimiento caótico, con altas concentraciones de población
en algunas áreas. (H.A.M., 1995, 1 y 2).
2. Población y Vivienda
CUADROI
OCUPACION DE LA POBLACION ACTIVA
LA PAZ: 1992
154
por cuenta propia que se autoemplean y, las trabajadoras del hogar.
Por lo demás, las ramas de actividad principales son las del comercio,
artesanía, construcción, transporte~. administración pública y enseñanza,
conformando una economía predominantemente terciarizada.
CUADRO 11
VIVIENDA SEGUN TENENCIA
LA PAZ: 1992
155
por las condiciones insalubres de la vivienda, sumadas al estado de
desnutrición de la población. (Mendizabal, 1990, 100).
3. Agua Potable
CUADRO 111
SERVICIO DE AGUA EN LA CIUDAD DE LA PAZ
156
Hampaturi y Ajoancota. Las dos primeras abastecen las plantas de
Achachicala y El Alto, las restantes a la de Pampahasi. De la planta de
El Alto se desprenden dos matrices que distribyen a una parte de las
laderas oeste y norte. La planta de Achachicala abastece al centro y
parte de Miraflores. Finalmente, la planta de Pampahasi atiende
Miraflores norte y toda la zona sur. (Morales, 1995, 84)
4. Alcantarillado
CUADRO IV
SERVICIO SANITARIO EN LA CIUDAD DE LA PAZ
157
5. Agua y Contaminación
158
60 por comer peces contaminados con DDT.
159
Se estima que la contaminación orgánica generada por la ciudad
de La Paz es de 16.070 Ton/año de las cuales el 92% es vertida a los
. ríos que desembocan al Choqueyapu. Se estima que un 3.0% de los
residuos sólidos que son generados en la ciudad, son también lanzados
a los afluentes del río.
Textiles y de Hilado 58
Químico-Farmaceúticos 26
Manufacturas de Plástico 15
Procesadoras de papel y cartón 7
Fábricas de pintura 4
Fundidoras y laminadoras de hierro 8
Cerámica 3
Materiales de construción 13
Metal-mecánica 24
Alimenticias bebidas 37
Molineras 4
TOTAL 204
160
Virtualmente el70% de las industrias existentes en la ciudad de La
Paz, vierten sus residuos directamente a los ríos sin tratamiento alguno
a través de las alcantarillas.
161
dustrial y doméstica, además de una parte de la basura urbana.
En su curso inferior, las aguas del río Choqueyapu son
aprovechadas para el riego.
162
al Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente y a la instancia
establecida en la Prefectura del Departamento. Los gobiernos
municipales para el . ejercicio de sus atribuciones y competencias
reconocidas por ley, dentro del ámbito de la jurisdicción territorial deberán:
163
8. Utilización de Agua Contaminada
Los malos olores que emergen del río Choqueyapu, son intensos
en el centro de la ciudad y se extienden hasta Obrajes e incluso Aran juez,
zonas que son por lo demás de una densidad considerable. También
debe mencionarse, la mala imagen que muestra la ciudad de La Paz al
tener una alcantarilla abierta que recorre toda la ciudad de norte a sur.
9. Programas de SAMAPA
164
Teniendo en cuenta que la disposición domiciliaria de agua potable y
alcantarillado, generalmente es un problema comunitario de barrio o
sectqr, son precisamente las organizaciones comunitarias las que deben
realizar este emprendimiento con el consenso de todos los interesados.
165
Con todos estos documentos se sigue el siguiente trámite:
166
Los requisitos exigidos por SAMAPA para las conexiones
domiciliarias dentro del Programa Social con los siguientes:
167
demanda de servicios de agua potable, alcantarillado, electricidad,
equipamiento urbano, etc.
168
tratamiento alguno, causando más del 50% de la contaminación global
del río.
169
La reducción de cargas contaminantes, mediante tanques de
sedimentación implantados en el río Choqueyapu, plantas de tratamiento
en Aran juez, la utilización de plantas de totora para la descontaminación
del río y otras estrategias, deben ser urgentemente establecida por el
Municipio, con el fin de superar la contaminación de las áreas de cultivo
de Río Abajo.
Bibliografía
170
La Paz un Ecosistema Frágil ante la Agresión Urbana. Marthadina
Mendizabal de Finot. ILDIS 1990 La Paz- Bolivia.
171
COLONIALISMO INTERNO: ENTRE LA VISION
CRITICA Y EL FATALISMO POLITICO
l. Introducción
173
social que contenga entre sus principales supuestos una idea de futuro,
un proyecto de orden social nuevo. Por lo tanto, recupera aquella vieja
tensión que todavía sacude a las ciencias sociales: 1~ pugna entre
conocimiento científico y utopía política, el desgarre entre política y
ciencia, en suma, la lucha entre el pensamiento histórico y el pensamiento
utópico".
1. Para este ensayo se tomaron en cuenta los siguientes estudios de Silvia Rivera: ·El potencial
epistemológico de la historia oral: de la lógica instrumental a la descolonización de la historia•; en:
TEMAS SOCIALES, revista de Sociología, UMSA, No. 11, slf; -sendas y Senderos de la ciencia
social andina"; en: revistaAUTODETERMINACION, La Paz, octubre de 1992, No. 10; Oprimidos
pero no vencidos. Luchas del campesinado aymara y quechua de Bolivia 1900-1980,
CSUTCB-Hisbol, La Paz, 19844; ~ovimiento Katarista, movimiento Indianista: contrapuntos de
un proceso ideológico·, Boletín Chitakolla No. 15, 1984; ·La raíz: colonizadores y colonizados·;
en: ALBO, Xavier y BARRIOS, Raúl (coord.) Violencias encubiertas en Bolivia, vol 1, CIPCA-
Aruwiyiri, La Paz, 1993; ·oemocracia liberal y democracia de ayllu: el caso del norte de Potosí,
Bolivia"; en: TORANZO ROCA, Carlos F. (ed.) El difícil camino hacia la democracia. ILIDS, La
Paz, 1990; "Luchas campesinas contemporáneas en Bolivia: el movimiento catarista, 1970 - 1980;
en ZAVALETA, René (comp.) Bolivia hoy, Siglo XXI, México 1983.
2. RIVERA, Silvia. "El potencial epistemológico de la historia oral: de la lógica instrumental a la
descolonización de la historia"; en: TEMAS SOCIALES, revista de sociología, Universidad Mayor
de San Andrés, No. 11, s/f., p. 50 El subrayado es mío.
174
de la sociedad estudiada convirtiéndose en un agente inconsciente de
su derrota y desintegración. "Develar y desnudarlo o que se conoce del
'otro' -sea éste un pueblo indio colonizado cualquier otro sector
'subalterno' de la sociedad- equivale entonces a una traición" 3 .
175
Para Rivera y sus concepciones teóricas, el carácter colonial de las
sociedades latinoamericanas, y en particular de las sociedades con
raíces andinas, desafiaba abiertam~nte cualquier conceptualización en
términos de modo de producción y de clases sociales. El marxismo
cumplía una "misión civilizadora" y encubridora de las relaciones sociales
coloniales que habían pervivido estructuralmente en las sociedades de
América Latina desde el descubrimiento del continente.
5. En todos sus análisis sobre el colonialismo interno, Rivera toma el concepto de "contradicciones
no coetáneas" de: BLOCH, Ernst. "Efectos políticos de desarrollo desigual"; en: LENK Kurt. El
concepto de ideología, Amorrortu Editores Buenós Aires,1982.
6. RIVERA, Silvia. "El potencial epistemológico .. .", ob, cit., p. 60.
176
tor indígena, a través de una autoconciencia étnica que criticaba y
buscaba quebrar los modelos de control social como el clientelismo
es~atal, el popularismo y el indigenismo 7 . La autonomía del discurso
ideológico del movimiento indio se nutre "( ... ) de la recuperación de
horizontes 'cortos' y 'largos' de memoria histórica, que remiten a las
luchas anticoloniales del siglo XVIII, tanto como a la fas de mayor
autonomía y movilización democrática de la revolución nacional de
1952 118 , período en el cual ya se avizoran las tensiones entre la lucha
por la ciudadanía y la lucha por la autonomía cultural y territorial.
7. Las diferencias entre indianismo e indigenismo fueron resaltadas por el intelectual indio Fausto
Reinaga, quien afirmaba que el indianismo es la doctrina que verdaderamente rescata el sentir
y el pensar del pueblo indio boliviano, es el esfuerzo por entender y desarrollar la naturaleza del
hombre andino aymara y quechua, naturaleza que ha estado siempre amenazada por la sociedad
criollo-mestiza, y ha dejado indeleble a través de siglos de perduración; en cambio, el indigenismo,
es la doctrina de la sociedad occidentalizada y dominante para el engaño y la asechanza, la justa
teoría de la cohonestación que intenta una colonización de almas y de culturas para desindianizar
al indio, cooptarlo y alienarlo. Se pude conformar su vasta bibliografía entre ellas: REINAGA,
Fausto. La revolución india. Ediciones del Partido Indio de Bolivia, La Paz, 1975. El indio y el
cholaje boliviano, Ediciones del Partido Indio de Bolivia, La Paz 1967.
8. RIVERA, Silvia. "El potencial epistemológico( ... )", ob. cit., p. 57. También confrontar con "Luchas
campesinas contemporáneas en Bolivia: el movimiento katarista, 1970-1980"; en: ZAVALETA,
René (comp.)_Bolivia hoy. Siglo XXI, México 1993. pp. 138 y siguientes.
9. Cfr. TALLER DE HISTORIA ORAL ANDINA (THOA) El indio Santos Marka T'ula. La Paz,
Ediciones THOA 1984; Mujer y lucha comunitaria: historia y memoria. La Paz, Hisbol, 1986.
Cfr. RIVERA, Silvia. y equipo THOA. "Pedimos la revisión de límites: un episodio de incomunicación
de castas en 1918-1921", mecanografiado. RIVERA, Silvia. "Movimiento katarista, movimiento
indianista: contrapuntos de un proceso ideológico", Boletín Chitakolla, No. 15, 1984.
177
Los actos del habla 10 que se ejercen en la historia oral recuperarían
la fluidez de los hechos, construyendo un puente entre el pasado y el
presente para ~econstruir las percepciones desde el "otro lado" de la
historia y la memoria de nuestra nación.
1O. El concepto: actos del habla, es uno de los resortes teóricos más importantes de la "Teoría de la
Acción Comunicativa", propuesta por Jürgen Habermas. Aunque no hay una referencia explícita
en la teoría del colonialismo interno a la acción comunicativa, ésta puede servir para comprender
mejor los obstáculos de la intraductibilidad lingüística y el papel de la dominación a través del
lenguaje y las pretensiones de validez de los discursos. Silvia Rivera considera que la
instrumentalización de la ciencia social, no sólo produce "incomunicación", sino una comunicación
sistemáticamente distorsionada (ideología para Habermas), pues el lenguaje también está
colonizado:"( ... ) la estructura jerárquica en la que se ubican los diversos estamentos de la sociedad
a partir de la posición que ocupan en la apropiación de los medios de poder -entre ellos el poder
sobre la imagen y tanto, confiere desiguales capacidades de 'atribuir identidades al otro', y por lo
tanto, de ratificar y legitimar introyectándose y anclando en el sentido común de toda la sociedad".
RIVERA, Silvia. "La raíz: colonizadores y colonizados"; en: ALBO, Xavier y BARRIOS Raúl (coord.)
Violencias encubiertas en Bolivia, vol.l Cultura y política, CIIPCA-Aruwiyiri, La Paz, 1993, p. 58.
Se puede consultar también el estudio de: SANJINES, Javier Literatura contemporánea y
grotesco social en Bolivia, ILDIS-BHN, La Paz, 1992, donde se aplica a Habermas para analizar
los espacios simbólicos colonizados por el Nacionalismo Revolucionario.
11. RIVERA, Silvia. "El potencial epistemológico( ... )", ob. cit., p. 59. El subrayado es mío.
Ver también: MOLANO, Alfredo. "Reflexiones sobre la historia oral", en: PRESENCIA LITERARIA,
La Paz 29 de marzo de 1992., p. 2.
178
culminantes de un proceso de acumulación ideológica subterránea,
que salen cíclicamente a la 'superficie' para expresar la continuidad y
autonomía de la sociedad india" 12 .
179
través de las leyes de exvinculación y las revisitas cargadas de violencia
y etnocidio, hasta la revolución popular de abril de 1952; y e) el ciclo de
la revolución nacional, denominado ciclo populista, que. se extiende
desde 1952 hasta hoy cuando se enfrentan las reacciones conservadoras
del neoliberalismo, la lógica del mercado libre y la democracia
representativa, época denominada: señorialismo post-populista.
15. RIVERA, Silvia. "Sendas y senderos de la ciencia social( ... )", ob. cit., pp. 92-93.
180
multinacional y plurilingüe, de los derechos humanos para los pueblos
indígenas, y de la descolonización. Aquí, el colonialismo interno
representa la vigilancia crítica hacia la doble moral como estructura
perversa de legitimidad y gobierno que practicaría la sociedad criollo-
mestiza-occidental-q'ara.
16. RIVERA, Silvia. "La raíz: colonizadores y colonizados", ob. cit., p. 103.
17. Cfr. RIVERA, Silvia .. "Rituals of citizenship: aymara participation in the school and in the military
in historical perspectiva"; in: POVERTY ANO OEVELOPMENT: HISTORICAL OIMENSION OF
DEVELOPMENT, CHANGE ANO CONFLICT IN THE SOUTH, No. 9, Ministry of Foreign Affairs,
The Hague, June 1994, Netherlands. Este artículo le sirve a Rivera para denunciar cómo las
culturas aymaras y quechuas están sometidas violentamente a dos abominables estructuras de
socialización: la escuela y el ejército mediante el servicio militar, instituciones que constituyen los
núcleos irreductibles para sentenciar a los pueblos indígenas a una sempiterna ciudadanía de
segunda categoría.
181
que plantea la pregunta: ¿quién o quiénes deben gobernar?, y está
claro que para Rivera y su perspectiva utópica de futuro son las culturas
indígenas aymara-quechuas quienes depen cabalgar el caballo de Troya
estatal en busca de su revancha histórica, porque las condiciones de lo
político y de la democracia liberal en un país como Bolivia, "( ... ) están
condenadas a reproducir para los indios una experiencia de exclusión
multisecular (... "18 .
18. RIVERA, Silvia. "Democracia liberal y democracia de ayllu (... ), ob. cit., p. 49.
Estas tesis no manifiestan novedad ni diferencia alguna respecto a los viejos postulados políticos,
impregnados con una fuerte carga de enfrentamiento guerrero, del precursor teórico del colonialismo
interno, Fausto Reinaga; pues la misma obsesión se expresa, hasta el cansancio, en sus libros:
Revolución, cultura y crítica, La Paz, s/e 1957; La revolución india. Ediciones del Partido Indio
de Bolivia, La Paz, 1970; Tesis india. Ediciones del Partido Indio de Bolivia, La Paz 1971; y El
pensamiento amáutico. Ediciones del Partido Indio de Bolivia, La Paz, 1978.
Se puede consultar también el ensayo de otro defensor de la teoría del colonialismo: CALLA,
Ricardo. "Nueva derecha, vieja casta. Algunas hipótesis sobre la modernización política en Bo-
livia"; en: ESTADO Y SOCIEDAD, REVISTA BOLIVIANA DE CIENCIAS SOCIALES, No. 7,
FLACSO, La Paz, 1990.
19. RIVERA, Silvia. "La raíz: cÓionizadores y colonizados", ob. cit., p. 89. El subrayado es mío.
182
sin la mediación de partidos políticos?, ¿qué sugerencia viable y con
solidez técnica ha propuesto el proyecto utópico del colonialismo, con
referencia a la modernización del Estado para hacer de éste. más
representativo y eficiente? 20 • Estos cuestionamientos constituyen la
ausencia más notoria en los estudios de Silvia Rivera.
IV. Conclusiones
20. Los obstáculos que las reformas del Estado plantean a la gobernabilidad y viceversa, también
están siendo recién invetigados con mayor precisión y sitematicidad por politólogos como Lechner
y O'Donnell; de ellos se pueden consultar los sugerentes ensayos: O'DONNELL, Guillermo.
"Estado, democratización y ciudadanía"; en revista NUEVA SOCIEDAD, No. 128, noviembre-
diciembre de 1993; LECHNER, Norbert. "Los nuevos perfiles de la política, un bosquejo"; en:
revista NUEVA SOCIEDAD, No. 130, marzo-abril de 1994.
21. MIRES, Fernando El discurso de la miseria, o la crisis de la sociología de América Latina,
Nueva Sociedad, Caracas, 1994. p. 103.
183
proyecto [como imagen-objetivo de futuro orden social deseado] (... )" 22 .
184
RESEÑAS
185
duda, la parte más creativa del estudio. Parece que en este acápite el
autor 'recae en el estructuralismo' pero hay motivos que explican por
qué esto suele ocurrir a los que se meten a analizar los sistemas
simbólicos (Spedding 1993b) y, como coparticipante en el delito no puedo
descartarlo de antemano. Además, Fernández basa su análisis
estructuralista en sus datos de campo; no va más allá de ellos, aunque
podemos estar en desacuerdo con el énfasis que da a ciertos elementos;
por lo tanto, su obra queda exenta de las críticas que se puede hacer a
algunos de sus precedentes en el tema, como por ejemplo Martínez
(1987) donde el afán clasificador y teórico del autor parece imponerse
por encima de los datos recogidos. Entonces voy a resumir brevemente
la contribución realizada en este capítulo.
1. Me parece que este es el concepto del 'olor' o 'perfume' occidental, que yo comparto personalmente,
per me parece que en los medios del estudio el 'olor' incluye al 'sabor', es decir, lo que se siente
con la nariz y lo que se siente con la lengua conforman una categoría unida.
186
la presencia del azúcar en lo que se ofrece a Gloria, pienso que debe
ser misk'i que no quiere decir 'insípido', 'Crudo', mientras tanto será
ch'uqi? Pero ch'uqi es a la vez la papa (corazón indispensable de la
alimentación andina; se pide disculpas de una comida que no incluye
papas en ninguna parte, ni siquiera algunas fracciones en el caldo) y
cualquier alimento vegetal sin cocer, a la vez que es el 'crudo' en el
sentido Levi-Straussiano (Spedding 1993a).
187
cierto que hay 'maestros' femeninos (incluso la obra de Tschopik (1951 1
1968) refiere a una ch'amakani mujer, aunque él no pudo encontrarla)
pero aquí sólo aparecen unas mujeres como oficiantes de ritos
domésticos, y sin palabras (¿no las tienen? ¿no las quieren enunciar
para la grabadora?). La perspectiva es siempre masculina, así que las
mujeres aparecemos siempre en la periferia de las ocasiones comunales
y hasta cuando viajamos al trueque en los valles, es porque nuestros
maridos han aprovechado la oportunidad de mandarnos. Yo creo que
esto puede representar la perspectiva de algunos varones, pero el lugar
donde yo como mujer me ubico en una ceremonia pública lo veo como
el centro, es decir, estoy viendo desde ese punto; para mi, no estoy en
la periferia. A la vez, es permisible una perspectiva masculinista, pero
siempre que se indique esta limitación, sin asumir que está en el centro,
y todas las que no estamos allí estamos automáticamente marginadas.
188
tiene otras relaciones (intercambio de mano de obra, préstamo de
insumas productivos ... ) con los clientes fuera del contexto ritual. En los
casos más serios, pero, se trae un ritualista de lejos (lo más l~jos, lo
mejor; pero inciden límites regionales -otro tema para estudiar) que no
tienen estos otros contactos. Esto a la vez le permite cobrar más(p.e.
200Bs. para un rito de ch'amakani venido de lejos, para un problema
de salud que no responde a otros intentos de curarlo, versus 20Bs.
para un rito de curación realizado por el yatiri de la comunidad y
referente a un problema surgido en el mismo lugar: investigación propia,
Sud Yungas 2 • Fernández refiere a los estudios, sin duda de alta calidad,
de lna Rosing, pero no menciona- quizás no tenía acceso a la habladuría
referente al asunto -de que ella pagaba hasta US200 por rito registrado.
A la vez, esto puede ser mentira (en el campo, casi siempre se miente
referente a los pagos fuera de los jornales corrientes y conocidos por
todos). Esto se nota en los estudios sobre curanderismo: ocultan los
aspectos económicos, y asumen una actitud reverente hacia los
practicantes. En un estudio sobre médicos occidentales vamos a esperar,
más bien, una mirada crítica a los aspectos económicos, y una posición
'reveladora' referente a las pretensiones de los practicantes. ¿Por qué
no se exige esto frente a los yatiris?
2. Quizás debido a sesgos de muestra, no he encontrado en Sud Yungas protestas sobre los cobros
excesivos de ritualistas ajenos, mientras catequistas de Nor Yungas los citaban como problema
serio. En Sud Yungas (muestra de campesinos corrientes, compadres de la autora), cuando el rito
caro no resultaba, concluyeron por lo general que el diagnóstico por parte de los afectados, quienes
exigían un rito de determinado tipo, era equivocado (p. e. pedían para bujería, pero de repente era
del calvario, o no se sabe ... ) mientras los catequistas - una muestra totalmente sesgada, por
supuesto -opinaban en casos similares que el ritualista era un estafador. Creo que es significativo
que yatiri y catequista son en cierto sentido competidores en el campo de servicios rituales pero la
Iglesia trata de prohibir cobros por parte de catequistas- curiosamente, para mí, ya que los mismos
curas negocian los sacramentos ("La misa de fiesta cuesta tanto ... bueno, puedes poner una
puerta a la sacristía, entonces sólo te cobraré tanto .. .") sin la menor vergüenza. Todo esto representa
una cuestión digna de estudio pero que hasta ahora ha sido totalmente ignorada.
189
honestidad, en las ciencias sociales, es necesario enfrentar estas
cuestiones- que incluyen el hecho de que, al fin, nosotros estamos
haciendo esto porque tarde o tempré¡mo, nos pagan por hacerlo, o sino,
porque nuestra posición social es bastante aventajada como para permitir
hacerlo 'por gusto' (en este caso, el compromiso político/ideológico
reemplaza la misión trascendental como auto justificación. Por si acaso,
yo me coloco en esta categoría). Es quizás el contenido harto incómodo
de estas cuestiones que explica porque los trabajos existentes no los
enfrentan.
A/ison Spedding
BIBLIOGRAFIA
190
INTRODUCCION AL ANALISIS ESTADISTICO
Harnet Domald y Murphy James
México Addison-Wesley Iberoamericana .2a. ed., 1987, p. 712
191
las variables aleatorias.
192