Comunicacion para La Resistencia PDF
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COMUNICACIÓN
PARA LA RESISTENCIA
CONCEPTOS, TENSIONES
Y ESTRATEGIAS EN EL CAMPO
POLÍTICO DE LOS MEDIOS
Introducción 09
Por Daiana Bruzzone y Manuela Papaleo
Prólogo
Medios hegemónicos en 13
América Latina: cinco estrategias
de disciplinamiento
Por Florencia Saintout
Prólogo
Pensar la comunicación, 21
pensar las resistencias
Por Amparo Marroquín Parducci
Prólogo
Entrevista a Nora Merlin 27
Por Andrea Varela
Parte I
Experiencias mediáticas en clave de una 33
comunicación destituyente
¿Constituyente o destituyente? 55
El rol de los medios masivos
de comunicación en las democracias
latinoamericanas contemporáneas
Por Rodolfo Gómez
El cóndor de la comunicación: 87
mentiras y troles al servicio
de gobiernos antipopulares
Por Claudia Villamayor
INTRODUCCIÓN
Por Daiana Bruzzone 1 y Manuela Papaleo2
1
Doctora en Comunicación por la Facultad de Periodismo y Comunicación Social
(FPyCS), de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
Secretaria de Investigaciones y docente de la misma institución.
2
Licenciada en Comunicación Social por la FPyCS (UNLP). Becaria doctoral de la
Comisión de Investigaciones Científicas de la provincia de Buenos Aires.
América Latina con fuertes retrocesos en materia de derechos
adquiridos, con persecución política e ideológica, con periodistas
y líderes sociales asesinados, con más punitivismo, con desregu-
lación en los sistemas de medios a favor de la hiperconcentra-
ción, con despidos masivos, con mayores índices de pobreza y
desigualdad.
Sin embargo, este escenario de tiempos oscuros para nuestros
pueblos nos encuentra organizados, dispuestos a dar la batalla, a
resistir y a construir alternativas democráticas, abiertas y popula-
res en las que entremos todos. Nuestramérica ha sido y es hoy una
vital plataforma de emergencia de movimientos sociales, políticos
y culturales que se plantan frente al avance del neoliberalismo.
Este libro es producto de su contexto, porque quienes escriben
aquí entienden que escribir -y escribir desde la comunicación y
desde las ciencias sociales- es un acto profundamente político,
una herramienta para la emancipación. Por eso escriben sobre las
realidades de sus países, tan diversos, con tantas complejidades
y potencialidades para abordar. Porque desde esas miradas situa-
das es desde donde parten las posibilidades de articulación colec-
tiva para la transformación.
Así, la publicación se divide en tres grandes ejes: “Experiencias
mediáticas en clave de una comunicación destituyente”, “Claves
instituyentes de la comunicación: democracia y movimientos so-
ciales en Latinoamérica” y “Reflexiones sobre políticas públicas en
comunicación”. Además, tiene tres prólogos que abordan, desde
diferentes aspectos, la relación de hoy entre comunicación, polí-
tica y ciudadanía en América Latina.
El prólogo de Florencia Saintout despliega cinco estrategias de
disciplinamiento de los medios hegemónicos en América Latina
-centrándose particularmente en el caso argentino-, las cuales es-
tán vinculadas a diferentes momentos históricos que ha atravesa-
do nuestra región.
Amparo Marroquín Parducci, por su parte, manifiesta la impor-
tancia de las resistencias en el ámbito de la comunicación política:
la necesidad de cambiar de lugar nuestras preguntas, de repensar-
las y construir nuevas -siempre de manera colectiva-, para poder
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PRÓLOGO
Medios hegemónicos en América Latina:
cinco estrategias de disciplinamiento
Por Florencia Saintout
3
Doctora en Ciencias Sociales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias So-
ciales (FLACSO). Docente e investigadora de la FPyCS (UNLP). Diputada provincial
por Unidad Ciudadana.
nuestras democracias, derechos y prácticas ciudadanas.
En la pasada década, los países del Cono Sur impulsaron la dis-
cusión en torno a la comunicación como derecho humano de los
pueblos. Con diversas herramientas y resultados, los gobiernos
populares enfrentaron a la alianza entre los poderes mediático, fi-
nanciero y judicial, para instalar en la agenda pública la necesidad
de democratizar el espectro de voces y la propiedad de los me-
dios de comunicación a través de legislación y políticas públicas
que impulsaran la pluralidad y equidad de posiciones.
Así fue que se generaron normativas que tuvieron como fina-
lidad la democratización de la comunicación en nuestra región,
desplazando aquellas leyes impuestas por las dictaduras y los go-
biernos neoliberales que habían otorgado a la palabra una lógica
comercial, tendiente a la concentración de la propiedad de los
medios-empresas. Entendiendo, además, que las desventajas en
relación a los accesos a frecuencias y tecnologías implican des-
igualdades materiales y simbólicas, con su consecuente impacto
en la estructuración de los sentidos hegemónicos que ordenan las
memorias y los destinos de nuestros pueblos.
Estos procesos políticos que promovieron la democratización de
la comunicación han constituido una clara amenaza para aquellos
que pretenden monopolizar la palabra, coadyuvando a la instau-
ración de regímenes conservadores, los cuales se afirman median-
te el avasallamiento de derechos sociales y la censura y tergiver-
sación de voces, reclamos y expresiones del campo popular.
En clara consonancia con estos gobiernos, los medios corporati-
vos han invocado a la “libertad de expresión” para clausurar todo
tipo de cuestionamientos en torno a qué informaciones se divul-
gan y cómo hacerlo. El resultado no es solamente la reducción
de la comunicación a una lógica mercantil, sino la reproducción
de prácticas que flagelan los derechos de la ciudadanía. De esta
forma, los medios hegemónicos desinforman, ocultan, tergiversan
e incluso mienten, vulnerando el derecho de recibir información
veraz, imparcial y contextualizada.
Dentro de las prácticas mediáticas que vulneran el derecho a
la comunicación, debemos distinguir aquellas que, por un lado,
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Bibliografía
ROSSO, Fernando, “El día que Julio Blanck confe-
só a La Izquierda Diario el ‘periodismo de guerra’
de Clarín”. En La Izquierda Diario, 17 de julio de
2016.
Recuperado de https://www.laizquierdadiario.
com/Julio-Blanck-En-Clarin-hicimos-un-periodis-
mo-de-guerra.
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PRÓLOGO
Pensar la comunicación,
pensar las resistencias
Por Amparo Marroquín Parducci 4
4
Doctora en Filosofía Iberoamericana. Docente e investigadora de la Universidad
Centroamericana José Simeón Cañas (UCA El Salvador).
Un periodista le pregunta si cree en la lucha de clases, y Buffett
responde: ‘Por supuesto que sí. La hemos ganado nosotros’” (Mu-
ñoz Molina, 2017).
Y bueno, hace ya tiempo que sabemos quiénes son los vence-
dores de este neoliberalismo galopante. Años ya, descubrimos
que el mundo se resiste a ser pensado con las categorías con que
ensayamos nombrarlo. Hace mucho tiempo, también, descubri-
mos que los medios de comunicación nos vuelven más opaca la
realidad y que la posverdad se ha instalado como la reina que
configura la realidad y las decisiones políticas que tomamos. Pen-
samos que habíamos conseguido la utopía y esta se movió de
lugar. Pensamos que habitábamos repúblicas laicas y, en el umbral
de los bicentenarios, descubrimos que la religión se encuentra en
el centro de la decisión y de los proyectos de vida, una religión
cada vez menos tolerante con la diferencia, cada vez más lejos de
las grandes conquistas políticas en derechos humanos y civiles. La
llegada de Donald Trump se convirtió en el gesto de un sistema
que nos recordaba que gozaba de muy buena salud y que era
capaz de reencantar el mundo (desde Twitter) con sus aforismos
trasnochados que resucitan de pronto y se instalan, legítimos y
cómodos, en el centro de una propuesta de vida.
Ahí estamos ahora. Caminamos un momento desdibujado. Una
larguísima era de incertidumbres. Y en este tiempo, desde la co-
municación política, nos parece que nos toca asumir un nuevo
reto. Ser guardianes de la esperanza. Para guardar el ánimo en es-
tos tiempos hay que resistir. Hay que volver a cambiar el lugar de
las preguntas. Hay que construir unas epistemologías, otras, que
vengan desde abajo, desde el Sur, desde el barro, como ha dicho
Florencia Saintout.
Este libro nace de una apuesta colectiva: es posible el sueño de
comunicar. Es posible una comunicación política colectiva. Fren-
te a los discursos individualizantes, frente a la psicopolítica que
nos entrena cada vez más para que nos autocontrolemos y nos
autoexijamos. Frente a las redes sociales que aíslan en lugar de
comunicar. Frente a los discursos que nos dejan vacíos de espe-
ranzas. Es posible una comunicación distinta, es la comunicación
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de la resistencia.
En Colombia, San Basilio de Palenque es un corregimiento de-
clarado patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad. Fue el
primer sitio a donde los esclavos negros se escapaban para vivir
en libertad. Es considerado el primer pueblo libre de toda Améri-
ca. Mucho se puede aprender de un lugar habitado por esa tradi-
ción. En una reciente visita, los palenqueros mostraron su clínica
de salud, que tiene dos consultorios, uno para el curandero y otro
para el médico. Ambos son importantes, ambos sanan. Frente a
la modernidad más tradicional que propone o lo uno o lo otro,
la apuesta de estas reflexiones es la construcción de un diálogo
de saberes que permitan al brujo y al médico una comunicación
sanadora. Eso sí, en un territorio nuevo. Ese es el reto que hay que
reflexionar e investigar. ¿En qué espacios se están construyendo
esos diálogos y cómo vivimos las resistencias en un momento en
que parece que los vencedores consiguieron ya ganar todas las
batallas?
Me parece que algunas cartografías nos pueden ser útiles para
ensayar nuevas categorías con las que nombrarnos. De eso se tra-
ta la investigación. Enuncio cinco urgentes y las dejo anotadas
en este texto y en la agenda de nuestra reflexión como grupo de
trabajo.
Primero, es urgente pensar los procesos que nos atraviesan y
nos habitan: memorias, paz, violencias, migraciones, pero también
otros que quizá hemos visitado menos, como el reencantamien-
to de la religión que ya hemos nombrado y la instalación de una
mirada pentecostalista del mundo, y los nuevos populismos que
tanto desde la izquierda como desde la derecha amenazan con
adelgazar la densidad de la política o con legitimar abusos del
poder, desde donde quiera que este llegue.
Segundo, en este tiempo, debemos volver a entender las media-
ciones, tecnicidades, socialidades y ritualidades que pensábamos
que ya teníamos sabidas y que el mundo digital y a la carta nos ha
diversificado. Debemos estudiar las intersecciones y comprender
qué tipos de ciudadanías se construyen ahora desde estos otros
sensorium que no terminamos de entender y que, hasta el día de
hoy, se siguen abordando con desconfianza y con recelo acadé-
mico, pues están imbricados con el consumo más banal, el goce,
el cuerpo, la evasión y la desmemoria.
Tercero, es urgente volver a lo cuantitativo. Durante muchos
años los sondeos nos contaron que quienes estudiaban comuni-
cación lo hacían atraídos por una cuestión quizá muy poco orto-
doxa: era un campo disciplinario en donde la palabra estaba al
centro y la matemática no era necesaria. La mayoría de nuestras
carreras de comunicación no contemplaban de hecho asignaturas
como Matemáticas, Física, Estadística... sin embargo, esto ya no es
posible. Las discusiones sobre acceso a la información, rendición
de cuentas, transparencia, libertad de expresión, big data, nece-
sitan del lenguaje matemático para precisarse. Pero, sobre todo,
habitamos el tiempo en que el algoritmo reina y decide, y debe-
mos saber descifrarlo e intervenirlo de manera intencionada. El
algoritmo no es neutro. Está pensado para deber favores a uno y
desvalijar a otros de sus datos.
El cuarto punto en agenda tiene que ver con una pregunta que
uno de los pensadores latinoamericanos más reconocidos se hizo
hace cuarenta años. Jesús Martín-Barbero, en su tesis doctoral,
intentó responder un interrogante que cruzaba la reflexión de fi-
losofía del lenguaje de Paul Ricoeur con la propuesta política de
Paulo Freire: ¿dónde está la palabra que se vuelve acción? En esos
años, su respuesta recuperó tres espacios: la profecía, la poesía
y el mito, como lugares en donde la palabra es praxis, es acción,
es movimiento. ¿Dónde se encuentran ahora esos lugares? ¿Están
en las luchas de las radios comunitarias? ¿En los gestos de los
medios indígenas? ¿En una epistemología nueva que nos ayuda a
nombrarnos?
Quinto ámbito que buscamos investigar: el llamado del teólogo
Hugo Assmann; en tiempos en que el reencantamiento religioso
parece olvidar las utopías, consideramos que es necesario “recu-
perar las formas populares de la esperanza”. Otro místico también
lo había dicho: Walter Benjamin señaló en sus ensayos que “no se
nos ha dado la esperanza a no ser por los desesperanzados”. De
eso se trata la reflexión prolongada que hoy ofrecemos.
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Bibliografía
HALL, Stuart, “Gramsci and Us”. En revista Mar-
xism Today, junio de 1987.
Recuperado de https://es.scribd.com/
doc/315707747/Hall-Gramsci-and-Us-1987.
PRÓLOGO
Entrevista a Nora Merlin
Por Andrea Varela 5
5
Doctora en Comunicación por la FPyCS (UNLP). Decana y docente de la misma
casa de estudios.
imponen sentidos y saberes que funcionan como verdades que,
por efecto identificatorio, se transforman en comunes: los medios
forman la opinión pública, determinan qué es verdad y qué es
mentira; portan sentidos clausurados pretendiendo adueñarse de
la significación de palabras que son patrimonio común, como jus-
ticia, república, democracia, etcétera. Terminan funcionando como
totalitarismos semióticos. Si entendemos que la democracia es el
sistema que deja vacío el lugar del poder y del saber, no pueden
existir sentidos clausurados ni verdades últimas o dogmáticas. Los
medios concentrados están patologizando la cultura, generando
diversas formas de malestar: inhibiciones, sentimientos negativos
al alimentar la intolerancia, la segregación y el aislamiento. Están
operando a favor de la ruptura de los lazos sociales, amistosos,
familiares; emitiendo mensajes agresivos y hostiles que incremen-
tan el miedo, la angustia, el terror, el odio y la venganza, articula-
dos en un discurso que refiere al mal y al enemigo. Los noticieros
y los programas de “información” producen informaciones falsas,
teorías conspirativas, no comprobadas, que dan sustento a la idea
de la existencia de un enemigo interno: los adversarios políticos,
la supuesta corrupción de líderes y gobiernos populistas, prove-
niente de fuentes falsas e indicadores tergiversados. Operaciones
que incentivan la hostilidad entre semejantes y profundizan la di-
visión social, conformando relatos cuyo objetivo es justificar la
persecución y el desprestigio de los adversarios.
6
Nota de la entrevistada: Alemán establece una diferencia entre subjetividad
y sujeto que es imprescindible mantener como condición de posibilidad de lo
político, la resistencia y los proyectos transformadores. El neoliberalismo cons-
tituye un dispositivo hiperconectado de poder y de producción de subjetividad. El
nacimiento del psicoanálisis, la teoría del sujeto como el efecto traumático de
la lengua materna sobre el viviente produce una fractura, una división incurable,
un real fuera de sentido. Eso inapropiable es la demostración de que no todo
está producido desde los dispositivos que trabajan con la propia constitución del
sujeto, aunque no lo atrapen del todo. De lo contrario, el crimen sería perfecto.
nal fue capaz de generar mensajes que funcionaron como carnada
de persuasión social con mayor eficacia que la violencia ejercida
por el terrorismo de Estado del 76, que constituyó un poder ho-
rroroso para imponer un plan neoliberal, pero que, a pesar de sus
intenciones, no pudo aniquilar la memoria, los legados simbólicos
y el pensamiento crítico. El actual poder mediático logró ganar
la batalla cultural, imponer un gobierno neoliberal en las últimas
elecciones nacionales, manipulando el afecto y las identificacio-
nes, a partir de la obediencia inconsciente, que es el rasgo princi-
pal de los miembros de la masa. Los medios de comunicación con-
centrados son los principales agentes de producción de la cultura
de masas y de lo que denomino “colonización de la subjetividad”,
paradigma social del neoliberalismo. La producción de una nueva
subjetividad es el mayor triunfo del neoliberalismo: se trata de
una masa sugestionada sin pensamiento crítico, legado simbólico
ni memoria, formateada por los medios de comunicación, someti-
da inconscientemente al poder.
PARTE I
Experiencias mediáticas en clave
de una comunicación destituyente
Comunicación para la resistencia | 35
Introducción
En un sentido amplio, diremos que la comunicación política es
toda comunicación que tiene a la política -o lo político- como
naturaleza y propósito.
La comunicación política, por un lado, es un tipo de investiga-
7
Doctor en Comunicación por la Universidad de Sevilla, España. Posdoctorado en
el Programa Avanzado de Cultura Contemporánea, por la Universidad Federal de
Río de Janeiro, Brasil.
8
“Ellos preferían sus prejuicios a los hechos, sus mentiras a la verdad” (esta tra-
ducción, al igual que todas las demás presentes en este artículo, es de carácter
personal).
ción aplicada que se centra en la comprensión de los efectos de
los medios de comunicación para lograr optimizar los resultados
políticos (campañas electorales, políticas públicas, etcétera), por
lo que la consigna podría ser “No hay política sin comunicación”.
Por otro lado, es entendida en el sentido de que lo político es
una condición intrínseca de la comunicación y, por lo tanto, debe
ser comprendida desde las relaciones de poder y control que se
establecen; en cuyo caso la consigna sería “No hay comunicación
sin política”.
Cuando el periodista George Creel (1920) explica en su libro lo
que denomina “The Fourth of July Fake”, nos adelanta que el uso de
las noticias falsas (fake news) -y que prefiero llamar noticias-men-
tira o lie news-, como parte de lo que hoy se denomina con cier-
ta elegante presunción posverdad, tiene muy poco de novedoso,
menos aún cuando se trata de un uso propagandístico. No obs-
tante, es precisamente esta clave de su registro la que nos resulta
útil para desmitificar lo que parece ser un problema ontológico,
cuando corresponde a un asunto puramente teleológico. La pos-
verdad es, pues, más una estrategia de propaganda cuya discu-
sión retórica nos hace perder de vista la intensión y extensión de
su uso. Necesitamos, más que el debate del estatuto de la pos-
verdad, extremar los esfuerzos para contrarrestar la circulación
de las noticias-mentira, de las cuales tanto abusan los gobiernos
autoritarios.
En este sentido, sin embargo, uno de los mayores problemas
del progresismo ha sido su incapacidad para avanzar en el análi-
sis y comprensión de los procesos de manipulación y propaganda
(además de una sintomática negación de estos conceptos, por
prurito intelectual o eufemismo estético), del mismo modo en
que avanza en el planteamiento de sus ideas. En otras palabras,
una doble incapacidad: para comprender cómo piensa la gente y
para enmarcar adecuadamente sus propias ideas. “En ciencia cog-
nitiva hay una palabra para este fenómeno: hipocognición -la ca-
rencia de aquellas ideas que necesitas, la falta de un marco prefi-
jado, relativamente simple, que pueda ser evocado mediante una
o dos palabras-” (Lakoff, 2007).
Comunicación para la resistencia | 37
Desarrollo
9
“El hecho de su realización lo hace noticia”.
Por lo tanto, la comunicación política tiene su origen en dos si-
tuaciones específicas: una de carácter estrictamente bélico, ca-
racterizada por el uso de estrategias de comunicación para lograr
que la población estadounidense apoyara la participación de Es-
tados Unidos en la Primera Guerra Mundial; y la otra de carácter
político-electoral, en la cual el propósito era lograr que la pobla-
ción apoyara a un determinado candidato en las elecciones. No
obstante lo anterior, en el caso de algunas de las técnicas más
empleadas, como el cartel, podemos observar que “antes de la
Primera Guerra Mundial ya se podían encontrar numerosos ejem-
plos de la utilización de carteles con fines publicitarios y propa-
gandísticos” (Requeijo, Sanz & Del Valle, 2013).
Se considera a Harold Lasswell como el fundador de la comuni-
cación política con su libro Propaganda Technique in the World War
(1927) y responsable de introducir formalmente este término en
1969; también es considerado precursor de la psicología política.
Para otros autores, el origen de la comunicación política es el li-
bro Political Behavior, de Heinz Eulau, Samuel Eldersveld y Morris
Janowitz, publicado en 1956.
Sin embargo, entre las diferentes concepciones afines, como
veremos en detalle luego, la comunicación política es la más utili-
zada para hacer referencia a la integración entre comunicación y
política, específicamente para señalar que se trata de una forma
de comunicación en dos sentidos: (a) cuya naturaleza es política
y (b) cuyo propósito es político. Es decir, en el primer caso se
entenderá que la política es una condición intrínseca de la comu-
nicación y que, por lo tanto, no es posible pensar la comunicación
fuera de lo político; y en el segundo caso, que la comunicación es
uno de los usos de la política, de manera que la comunicación es
concebida como una estrategia para la política.
El actual y extendido uso del concepto incluye diversas tradi-
ciones epistémicas y teóricas, cuyas expresiones no siempre son
diferenciadas de manera adecuada, por lo cual es frecuente pen-
sar que se hace referencia a la misma idea cuando se trata de
situaciones completamente distintas. En este sentido, es impor-
tante identificar las diversas áreas disciplinarias que dialogan en
Comunicación para la resistencia | 39
10
En la década de 1940 esta fundación impulsó los trabajos de Wilbur Schramm
y Paul Lazarsfeld en Estados Unidos.
Comunicación para la resistencia | 43
El régimen de la noticia-mentira:
las bases de los autoritarismos en democracia
11
“El falso 4 de julio”.
12
“Aunque se desmintiera completamente, la falsedad siguió causándonos daño y
descrédito”.
formación de los medios, un error en la agencia informativa en
Francia generó la preocupación nacional sobre el ataque y sus ne-
fastas consecuencias. La información sobre este error llegó preci-
samente un simbólico 4 de julio: “No more thrilling Fourth-of-July
celebration could have been arranged than this glad news that
lifts the shadow of dread from the heart of America” (Creel, 1920)13.
Las investigaciones solo permitieron establecer que el mensaje
despachado inicialmente con la información falsa era anónimo. La
reflexión que hace Creel es cómo la prensa internacional, incluso
la considerada amistosa, asumió de manera acrítica la información
inicial, sin confirmarla, solamente porque se trataba de una “bue-
na historia”: “The partizan press leaped forward instantly in eager
acceptance of the truth of the truth of the anonymous cable, and
even friendly papers, unwilling to lose a ‘good story’ joined in the
hue and cry” (Creel, 1920).14
En este contexto, las operaciones psicoinformativas de la pro-
paganda son fundamentales, y su adecuado análisis permite com-
prender las lógicas aparentemente contradictorias de los proce-
sos electorales: ¿por qué la gente vota por quien no garantiza sus
intereses?, ¿por qué la gente de sectores económicos precariza-
dos vota por la derecha económica?, ¿por qué se mantiene la ad-
hesión de los sectores populares a los partidos de derecha econó-
mica?, ¿no es todo esto una aparente contradicción de la gente?
Por estas razones George Lakoff, en su libro No pienses en un
elefante. Lenguaje y debate político (2007), centra su atención en
la necesidad de analizar y comprender algunos “mitos” y las estra-
tegias asociadas a ellos.
Veamos el primero de dos ejemplos: “La gente piensa mediante
13
“No se podría haber organizado ninguna celebración del 4 de julio más emo-
cionante que las alegres noticias que quitan la sombra del temor del corazón de
América”
14
“La prensa partidista se adelantó rápidamente con ansiosa aceptación de la
‘verdad’ de la noticia del cable anónimo, e incluso los periódicos ‘amistosos’, no
dispuestos a perder una ‘buena historia’, se unieron al griterío”.
Comunicación para la resistencia | 45
marcos [...]. La verdad, para ser aceptada, tiene que encajar en los
marcos de la gente. Si los hechos no encajan en un determinado
marco, el marco se mantiene y los hechos rebotan [...]. Los con-
ceptos no son cosas que pueden cambiarse simplemente porque
alguien nos cuente un hecho”; de manera que, según el autor, no
es acertado pensar que, “si nosotros le contamos a la gente los
hechos, como la gente es básicamente racional, todos sacarán las
conclusiones acertadas” (Lakoff, 2007).15 En efecto, pensarlo nos
lleva a considerar la denuncia como una estrategia eficaz para
ganar una elección. Es el caso de las distintas denuncias realiza-
das por el conglomerado de centroizquierda en Chile contra el
candidato de centroderecha Sebastián Piñera. Se trata de acu-
saciones fundamentadas y con evidencias de diferentes casos,
como que, “en 2006, la Superintendencia de Valores y Seguros
(SVS) resolvió multar a Piñera con $363 millones -ocasión en que
era director de LAN Airlines S.A.- por haber infringido la prohi-
bición de comprar acciones que la Ley del Mercado de Valores
impone a las personas que cuentan con información privilegia-
da” (El Mostrador, 2013); o el caso de “su supuesta responsabili-
dad en la defraudación del Banco de Talca” en los años ochenta:
15
Las cursivas son de Lakoff.
Ambas denuncias han sido utilizadas durante las dos campañas
electorales que, no obstante, ganó Piñera. Entonces, ¿qué relación
tiene la verdad de ciertos hechos con la votación de la gente? Al
parecer, ninguna. Pero ¿cuáles son los marcos que prevalecen en
la gente? Por caso, el marco del empresario exitoso, del empren-
dedor, del millonario que no robará al Estado.
Veamos ahora el segundo ejemplo: “La gente no vota necesa-
riamente por sus intereses. Votan por su identidad. Votan por sus
valores. Votan por aquellos con quienes se identifican […]. Es un
grave error dar por supuesto que la gente vota siempre por sus in-
tereses” (Lakoff, 2007). Sobran las reflexiones de la centroizquier-
da con relación a la compleja pregunta: ¿por qué la gente vota
por la centroderecha si invariablemente tomará decisiones que la
terminarán perjudicando? Es el caso de los ajustes a las políticas
e iniciativas de carácter más social. Por ejemplo, los tarifazos o la
reforma previsional en Argentina. O bien los casos de la concep-
ción de “la educación como bien de consumo” y los perdonazos
a grandes empresas por parte del Servicio de Impuestos Internos,
en Chile. La pregunta se mantiene inalterada si analizamos desde
la perspectiva de que “la gente vota siempre por sus intereses”,
porque las evidencias indican que no siempre es así. Ahora bien,
si no votan por sus intereses, ¿por qué votan? Por “su identidad”,
“por aquellos con quienes se identifican”, dice Lakoff. Pero ¿qué
significa exactamente esto? Básicamente que existe una serie de
valores que la centroderecha ha logrado capitalizar como parte
de una identidad compartida con la gente. Dichos valores logran
identificarse con la gente porque esta, al igual que la centrode-
recha, es conservadora en materias como la familia tradicional,
la oposición irrestricta al aborto, la seguridad concebida como
orden a través del control, la protección de la clase media (prác-
ticamente como espacio trascendido, como promesa diferida),
etcétera. Todos ellos son valores que forman parte del marco de la
centroderecha, que tiene, además, la habilidad de moverse en un
ecosistema económico que corresponde al modelo que su mismo
sector creó en Chile tempranamente durante la dictadura, e in-
cluso antes del golpe cívico-militar, a través de los Chicago boys.16
Comunicación para la resistencia | 47
Consideraciones finales
16
Se denomina así a un grupo de veintiséis economistas chilenos, egresados es-
pecialmente de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que ocuparon cargos
importantes durante el gobierno militar de Augusto Pinochet -varios de ellos aún
vigentes-; aunque serían unos cien los economistas chilenos que pasarían por las
aulas de esta escuela de Chicago desde 1956, pero no todos regresarían docto-
rados. Este grupo de egresados de la escuela de Chicago comienza a reunirse a
mediados de 1972, un año antes del golpe militar, para elaborar un programa eco-
nómico alternativo al del partido Unidad Popular, siendo integrado y respaldado
por los departamentos técnicos de dos sectores políticos gravitantes: el Partido
Nacional y el Partido Demócrata Cristiano. Hay una segunda versión que incluso
señala que las reuniones tendientes a la desestabilización comenzaron en septiem-
bre de 1971, es decir, el año siguiente al inicio del gobierno de Salvador Allende
(Délano & Traslaviña, 1989).
En el segundo caso, los estudios neomarxistas y de la teoría críti-
ca en general tendrán un fuerte desarrollo en el norte de América
-especialmente Estados Unidos y Canadá-, y desde luego en Amé-
rica Latina, donde se integrarán, entre tensiones y discrepancias,
por ejemplo con los trabajos de la teoría de la dependencia.
Pero ambas tradiciones formarán parte de una inspiradora ten-
sión entre una epistemología empírica, representada por Paul La-
zarsfeld, y una epistemología crítica, representada por Theodor
Adorno (Supa, 2009). Esta tensión, por cierto, tendrá un momen-
to y lugar concreto: el Princeton Radio Research Project (Cavin,
2008). Este proyecto, desarrollado entre 1937 y 1939, fue liderado
por Lazarsfeld, quien invitó a participar a Adorno; su encuentro
será clave para las trayectorias que posteriormente tendrá la in-
vestigación de la comunicación, a saber, un enfoque empírico (La-
zarsfeld) y otro crítico (Adorno). En este sentido, la comunicación
política estará también tensionada geopolíticamente, de manera
especial en América Latina (desde donde se importará uno u otro
modelo), lo cual se puede sintetizar en las dos perspectivas al uso:
“Empirical research attempts to understand the world in a des-
criptive sense, where critical theory attempts to explain how the
world could be in a normative ideal” (Supa, 2009)17. Esta distinción
se mantendrá hasta la actualidad en las escuelas y departamentos
de comunicación, aunque se observa una tendencia por integrar
los aspectos empíricos y críticos.
Lo anterior es evidenciado en el trabajo de las diferentes asocia-
ciones internacionales orientadas a la comunicación política, sea a
nivel latinoamericano, como la Asociación Latinoamericana de In-
vestigadores en Campañas Electorales (ALICE); a nivel iberoame-
ricano, como la Asociación de Comunicación Política (ACOP); o a
nivel norteamericano, como la American Association of Political
Consultants (AAPC). En todas ellas encontramos propósitos que
17
“La investigación empírica intenta comprender el mundo en un sentido descripti-
vo, en tanto que la teoría crítica intenta explicar cómo el mundo podría estar en
un ideal normativo”.
Comunicación para la resistencia | 49
http://www.elmostrador.cl/noticias/
pais/2013/10/23/las-acusaciones-que-levanta-
ron-contra-pinera-en-la-campana-del-2009.
¿Constituyente o destituyente?
El rol de los medios masivos de comunicación en
las democracias latinoamericanas contemporáneas
Introducción
En el presente trabajo analizaremos el funcionamiento y el rol
del subsistema de medios masivos de comunicación comercial en
algunos de los países latinoamericanos donde aún gobiernan, o
fueron gobierno hasta hace pocos años, opciones político-parti-
darias que podríamos englobar bajo la categoría de progresistas,
de centroizquierda, o bien -como también fueron denominadas-
neopopulistas o neodesarrollistas.
La intención del artículo es considerar ese rol a partir de ciertos
momentos históricos, en los que dichos partidos políticos progre-
sistas en el gobierno sufrieron embates por parte de fuerzas opo-
18
Doctor en Ciencias Sociales, magíster en Investigación en Ciencias Sociales y
licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Sociales
(FSOC) de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
sitoras -todas francamente de derecha- que buscaron desesta-
bilizarlos, condicionarlos o, lisa y llanamente, destituirlos. Lo que
implica que nuestro marco analítico se moverá dentro de algunas
opciones categoriales que se articulan de modo contrapuesto,
como ser constituyente y constituido, instituyente e instituido o
bien destituyente. Esto es, a nuestro entender, de importancia
en una coyuntura política como la de América Latina, donde no
solo se viene observando una sucesión de intentonas y de pro-
cesos destituyentes (desde el fracasado golpe de Estado concre-
tado sobre el presidente Hugo Chávez en 2002; pasando por las
amenazas sobre el orden constitucional desatadas por distintos
sectores económicos y políticos en la Argentina de 2008; hasta
las destituciones de los presidentes Manuel Zelaya, en Honduras
-2009-, Fernando Lugo, en Paraguay -2012-, y Dilma Rousseff, en
Brasil -2016-), sino que, en los mismos, los medios masivos comer-
ciales oligopólicos desempeñaron un papel principal.
Sin considerar la última categoría mencionada (destituyente),
adecuada para intentar analizar el rol o las funciones desempeña-
das por aquel subsistema de medios en los procesos democráticos
recientes de Latinoamérica, el resto de las opciones categoria-
les contrapuestas señaladas fueron aplicadas al análisis histórico
comparativo que el filósofo y político italiano Antonio Negri reali-
zara sobre las revoluciones francesa y estadounidense en su obra
El poder constituyente (1993). De modo que aquí tomaremos estas
opciones teóricas para analizar nuestros procesos políticos de-
mocráticos actuales, aunque resignificando las mismas desde una
óptica comunicacional.
Por otro lado, debemos además señalar que para un análisis del
funcionamiento de los medios masivos comerciales concentrados
en el marco democrático actual no podemos dejar de lado otro
concepto como el de hegemonía dominante (en el sentido políti-
co que Antonio Gramsci lo entendió). Este concepto nos resulta
particularmente útil en términos heurísticos19, porque puede arti-
19
A diferencia de lo que viene sosteniendo desde hace algunos años -y no casual-
mente- un autor ya clásico de la comunicología latinoamericana como lo es el
venezolano Antonio Pasquali.
Comunicación para la resistencia | 57
20
No es casualidad el llamado a una comunicación basada en el consenso que en
los Estados Unidos hiciera un autor como Charles Peirce, justo en el momento en
que luego de la guerra de Secesión quedara abolida la esclavitud y un gran con-
tingente de pobladores negros se vieran como hombres en la necesidad de vender
“libremente” su fuerza de trabajo en el mercado. Y, en el mismo sentido, tampoco
fue una casualidad la mirada direccionada hacia los grupos que hicieran los sociólo-
gos de la escuela de Chicago apenas unos años después. Por último, frente a un in
crescendo de la anomia en los Estados Unidos, a partir de las acciones desplegadas
por negros e inmigrantes, tampoco fue casualidad el paso en ese país de una prensa
de facción (cuestión sobre la que alertaba James Madison) a una prensa objetiva.
blecer una relación directa entre esta función presente en todos
los medios masivos comerciales vigentes y la constitución de una
hegemonía dominante.
Este cambio de funciones expresaba además una doble caracte-
rística evolutiva de los medios masivos de comunicación, que se
consolidó en la medida que fueron incorporándose otros medios
masivos, como la radio y la televisión. La primera de ellas, refe-
rida al aglutinamiento de todos estos medios en una suerte de
subsistema articulado en el interior del sistema social (capitalista)21
general, con toda una serie de determinaciones propias. La se-
gunda característica, referida en cambio a la transformación de
los medios masivos de comunicación en empresas con fines de
lucro, determinadas por el subsistema económico, aunque tam-
bién reguladas por el accionar de un subsistema político estatal,
encargado este de hacer congeniar el proceso de acumulación de
capitales propio de toda empresa con la vigencia de derechos -in-
formativos, comunicacionales, pero también culturales- propios
de cualquier sociedad democrática.
Esto quiere decir que si el subsistema de medios masivos co-
merciales promueve el control social, la institucionalizada (y cons-
tituida) resolución de conflictos y, por tanto, la búsqueda del
equilibrio social, debe para ello coordinarse en sus intervenciones
culturales (en la medida que las mismas refuerzan normas y va-
lores culturales hegemónicos dominantes, o lo que la sociología
estadounidense denominó mores y folkways -Cambiasso & Grieco
y Bavio, 1999-) con los subsistemas político y económico.
En trabajos anteriores (Gómez, 2015a, 2015b; Allievi y otros,
2011), y a través de un relevamiento empírico del contenido de
21
Conviene aclarar que el uso en este trabajo de ciertos conceptos provenientes
de la teoría de sistemas resulta de la utilidad explicativa de los mismos y no im-
plica la adhesión a sus presupuestos. Por ejemplo, la conceptualización resulta útil
para explicar cómo el capitalismo, como sistema totalizador, busca reequilibrarse,
aunque a diferencia de la teoría de sistemas aquí asumimos que el capitalismo es
una totalidad que se encuentra atravesada por notables contradicciones internas.
La noción que interpreta al conglomerado de medios concentrados como un “sub-
sistema” que interactúa con los “subsistemas” político y económico la tomamos
de Miquel Alsina (1989).
Comunicación para la resistencia | 61
21
Para un análisis riguroso de este proceso en el ámbito agropecuario, véase As-
tarita (2009).
configurar, en la medida que oposicionalmente construyó el sig-
nificado de la intervención política del Estado como una acción
protagonizada por “haraganes” y “ladrones” (una construcción
discursiva que intentaba asociar a quienes apoyaban al gobierno
con la corrupción estatal y con quienes sin merecerlo “vivían del
Estado” y de los “planes sociales”).
En este marco de confrontación enunciativa, la crítica a un im-
puesto en particular –la Resolución 125/2008, gravamen que se
aplicaba al sector de exportadores de productos agropecuarios-se
había transformado en la crítica al cobro de impuestos en general,
es decir, en una impugnación más o menos general al interven-
cionismo estatal. Impugnación que derivaba en una crítica a lo
político en general, construido discursivamente como un ámbito
dedicado a recaudar dinero y que no tenía por finalidad redis-
tribuir ingresos o promover el desarrollo económico, sino engro-
sar las cuentas de políticos “corruptos”, que además mantenían
-en esa construcción discursiva- una legitimidad electoral a partir
de tipos de políticas públicas sociales “clientelares”, destinadas a
“mantener” a todo un conjunto de personas que -a diferencia de
los sectores agropecuarios- “no producen” y “no trabajan” (por re-
ferencia a sindicalistas, desocupados y subocupados, etcétera).23
Cuando esta impugnación se expandió -dada también la relación
significante construida entre “el campo” y “la Argentina”- a po-
blaciones urbanas provinciales (especialmente en ciudades como
Buenos Aires, Santa Fe, Paraná, Córdoba o Mendoza), cobró un
carácter nacional, y el discurso crítico al intervencionismo estatal y
a la política convertida en un ámbito de corrupción se nacionalizó.
Pero, además, como este proceso se desarrolló en el marco de
masivas movilizaciones que aglutinaron tanto a la alta burguesía
agraria como a sectores medios rurales y urbanos, esta prédica se
radicalizó.24
23
Esta interpretación se apoya en los relevamientos realizados en los artículos
de Juan Pablo Cremonte (2010), Gabriel Vommaro (2010) y Nuria Yabkowski (2010).
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24
Principalmente a partir del uso del discurso anticorrupción, que buscó igualar en
ese sentido a los gobiernos conservadores de Menem con los de Néstor y Cristina
Kirchner. Esto además, como sugerimos, en un claro sentido antipolítico que articu-
la perfectamente con el ánimo de las ideologías de la nueva derecha neoconser-
vadora y neoliberal del estilo PRO.
25
Con la excepción del matutino argentino La Nación, que cuestionó simultánea-
mente los cortes de ruta llevados adelante por los manifestantes agropecuarios,
como también el estilo confrontativo del gobierno. La otra excepción fue el ma-
tutino Página/12, en este caso alineado claramente con la posición gubernamental.
caso esto no redundó ni en la renuncia de la presidenta ni en su
destitución, ni siquiera en un cambio rotundo del rumbo de la po-
lítica fiscal. ¿Por qué?
Volveremos sobre esta discusión en las conclusiones.
Introducción
26
Para un análisis detallado de las acciones desplegadas por los distintos medios
masivos de comunicación dominantes en el marco del proceso destituyente de
Lugo en Paraguay, véase Cortez y otros (2012), Varela & Larsen (2013) y Soifer &
Mayor (2012).
Desde este punto de vista, los mensajes emitidos por los me-
dios masivos ayudan a configurar un sentido común compartido,
esto es, precisamente una hegemonía sustentada en el statu quo
impuesto para el establecimiento del orden. Es decir que, una vez
impuesto un orden estatal por parte de las clases dominantes,
esa imposición se trasunta en una serie de prácticas compartidas,
lo que les da una “legitimidad” (en el sentido weberiano), pero en
términos dominantes, terminando por constituir una hegemonía.
Esto fue lo que pasó también en América Latina, donde la im-
posición del orden estatal dominante precisó de una importante
articulación entre coerción y consenso, e implicó que los subsis-
temas políticos, mediáticos y económicos debieran coordinarse
funcionalmente para permitir promover la acumulación y la repro-
ducción del capital en el marco de existencia de un subsistema
político legítimo. En ese proceso resultaba fundamental poder
encauzar institucionalmente, esto es, volver constituido el poder
constituyente de las multitudes latinoamericanas, volver consen-
sual sus iniciales acciones comunicativas orientadas al disenso y
a la confrontación.
Cuando el subsistema económico no pudo reconciliar la acumu-
lación capitalista con la legitimidad de masas, y cuando las mul-
titudes comenzaron a rebasar el marco legal establecido por el
subsistema político, operó en toda nuestra región (y en casi todos
los países de la periferia capitalista) la coerción directa sobre las
multitudes en forma del establecimiento de regímenes dictatoria-
les (Boron, 2003).
Esto pudo resolverse en cierto modo luego de las últimas dic-
taduras que azotaron América Latina durante buena parte de las
décadas de 1970 y 1980, que implicaron un formidable proceso de
reestructuración capitalista que terminó reformulando las relacio-
nes entre las diferentes clases sociales (provocando, por ejemplo,
un notable decrecimiento en términos cuantitativos de la clase
trabajadora), de manera de poder reconfigurar los procesos de
constitución hegemónicos. Porque luego de estas feroces dicta-
duras es que fue posible llevar adelante una estabilización de la
democracia, lo que permitió -y parece seguir permitiendo en la
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27
No desarrollaremos este planteo para el caso de Marx. Tan solo indicaremos
que este autor se refirió al “miedo burgués” a las multitudes en buena parte de su
obra, pero principalmente en sus análisis críticos a las formulaciones tardías de
Friedrich Hegel, como así en su análisis del gobierno de Luis Napoleón (Marx, 1946,
1968, 2003).
Esto muestra a las claras que el capitalismo puede llegar a tolerar
la presencia de las multitudes en el subsistema político, pero en
la medida que la aplicación de un neoliberalismo salvaje puede
resultar disfuncional al proceso de legitimación de ese mismo ca-
pitalismo. Ahora, una vez que esta disfunción promovida por el
neoliberalismo fue resuelta en el interior del propio subsistema
político, el sistema social general (capitalista) promueve un retor-
no al centro político y al centro mediático y cultural.
El límite por el que se da este proceso de interacción entre los
distintos subsistemas enmarcados en el funcionamiento del sis-
tema general no tiene que ver solamente con las características
de la nueva derecha, de las clases dominantes o de las clases me-
dias, sino además con el propio funcionamiento del capitalismo y
con la dinámica del proceso de acumulación capitalista. Informa,
en síntesis, los límites que busca establecer el capitalismo lati-
noamericano para cualquier proyecto que intente siquiera tibias
transformaciones en un sentido o bien neodesarrollista (en el que
podríamos ubicar el caso de Brasil) o bien neopopulista (en el que
podríamos ubicar posiblemente -con las diferencias del caso- a
Venezuela, a Bolivia o bien a Ecuador).
Se hace necesaria, bajo estas nuevas condiciones, la realización
de un balance crítico de los intentos de reformas realizados por
los gobiernos progresistas, en el que sin dudas encajan los inten-
tos por rediscutir los modos de intervención y las funciones que
despliegan los subsistemas mediáticos concentrados de Latinoa-
mérica dentro del desarrollo de las democracias capitalistas de
esa región.
En términos positivos podríamos decir que, en la medida que
estas leyes pusieron en discusión el funcionamiento monopóli-
co de estos conglomerados de medios masivos de comunicación
dominantes a partir de la limitación al alcance de la propiedad de
los mismos, hubo sin dudas un avance. De hecho, ya es un avance
la sola percepción de la inexistencia de la objetividad periodística
por parte de una interesante porción de la opinión pública.
Pero también es cierto que, tal como se deduce empíricamente
del actual momento político y cultural latinoamericano, esto no
Comunicación para la resistencia | 83
Bibliografía
El cóndor de la comunicación:
mentiras y troles al servicio
de gobiernos antipopulares
28
Directora y docente de la tecnicatura en Comunicación Popular de la FPyCS
(UNLP). Docente de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ).
Cóndor, llevada a cabo entre los setenta y los ochenta. Como se
recordará, fue una coordinación de acciones entre gobiernos na-
cionales, dirigidas centralmente por las dictaduras militares de
Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia, y con parti-
cipación en algunas ocasiones de Perú, Ecuador, Colombia y Ve-
nezuela.
Las dictaduras favorecidas por la geopolítica norteamericana en
tiempos de la Guerra Fría se caracterizaron por imponerse para
derrocar gobiernos de izquierda, como el de Salvador Allende en
Chile, o para ahogar los movimientos políticos insurgentes de la
región mediante la política de terrorismo de Estado. El comunis-
mo, como principal blanco de los gobiernos de facto, y el arco de
posibilidades de las izquierdas -como de cualquier otro tipo de
pensamiento diferenciado de los valores y la cultura fascista mun-
dial, la perspectiva de mercado que le es favorable y los valores
neoliberales- debían ser aniquilados.
El blanco de las dictaduras no fueron solo los movimientos revo-
lucionarios armados, sino todo pensamiento, identidades y mo-
dos de existencia que recuperaran el legado de la América Latina
indígena, campesina, prehispánica, igualitaria; la parida de epis-
temologías críticas, surgidas de las voces de los desplazados o,
como diría Frantz Fanon (2001), de los condenados de la tierra.
Y como ya urge decir: de los desplazados y de las desplazadas.
Porque condenadas por el neoliberalismo son todas las personas
que, tanto de manera individual como organizada y colectiva,
osen cuestionar y alterar su despliegue como peste.
La Operación Cóndor fue eso, un plan orquestado entre las dic-
taduras militares, sincronizadas a partir de Henry Kissinger, el
ideólogo de las políticas internacionales de Richard Nixon, que
sabía muy bien el valor de la Agencia Central de Inteligencia (CIA,
por sus siglas en inglés) para operar mediante las políticas del te-
rror de las dictaduras. Nacido en Alemania en 1923, Kissinger fue
el estratega promotor de la operación en todo el continente la-
tinoamericano -patio trasero del Pentágono- para constituirse en
el polo fundamental de Occidente en el enfrentamiento con la
entonces Unión Soviética.
Comunicación para la resistencia | 89
La política del terror previa a la caída del Muro de Berlín tiene sus
continuidades y, como señala Calloni, no ha terminado. Esta muta
a lo largo de los años y de los contextos. Sin embargo, podemos
identificar diferentes tipos de tácticas. Frente a las recientes ex-
periencias de democracias populares -cuyos gobiernos en Vene-
zuela, Bolivia, Ecuador, Brasil y Argentina apostaron por políticas
de distribución de la riqueza, soberanía política, comunicacional,
cultural y económica-, la afrenta del neoliberalismo no tardó en
operar mediante un nuevo tipo de inteligencia que ya no necesita
de las dictaduras. Por el contrario, la apuesta es por democracias
en las que la vieja tradición empresaria, de corte especulativo fi-
nanciero más que productivo, se organice políticamente y gane
en las urnas para desplegar un nuevo plan de primacía de las cor-
poraciones y del sector privado que permita desplazar al Estado
como regulador de las relaciones sociales.
La Operación Cóndor por sobre todo fue una gran táctica clan-
destina internacional que, mediante todos los terrorismos de Es-
tado posibles, defendió e instaló a capa y espada los intereses de
mercado que tienen clara identificación en el historial empresario,
que necesitó de las fuerzas de seguridad interior controladas por
las Fuerzas Armadas, en connivencia con aparatos judiciales total-
mente sometidos a ellas. Por cierto, una vez intervenidos, cons-
truyeron normativas necesarias para favorecer las decisiones de
cada una de las dictaduras militares, liberalizando la economía,
privatizando o dejando en manos de militares la tutela de la pro-
ducción o las ventajas del saqueo del Estado.
bos e independientes.
Ganar elecciones es el costado racional de la táctica neoliberal
empresaria, es la voluntad primera, y para ganar consenso social
tiene una dimensión a conquistar sustantivamente: la simbólica.
Ella es la que logra tejer la trama de concepciones que de la socie-
dad existen y resaltar en particular aquella que le es totalmente
funcional a los intereses de mercado. No trabaja sobre la aguja hi-
podérmica. Por el contrario, trabaja para la identificación plena de
una enunciación común, escrita en el habla popular. Y para ello le
urge desterrar lo que desde ese mismo origen no le es favorable.
En el habla popular está la trama de los modos de existencia, en
los que la mezcla es la condición y la regla. Para las derechas, el
nuevo terrorismo de mercado se instala mediante el genocidio de
la verdad. Lo que importa ahora es el verosímil. La verdad cons-
truida y manipulable. No importa si es mentira. Todo vale. Toma
porciones que de verdad puedan existir socialmente, no como
una substancia preexistente, sino como dato funcionalizable. Si
existe el temor por la corrupción, se instala allí en donde más con-
viene -no donde existe-, donde hay que construirla para que se
vuelva una verdad popular, sea cierta o no. Me baso en porciones
de verdad, no para tomarla como bandera o reivindicación, sino
como recurso táctico para hacer de ella un verosímil, aunque para
ello recurra a la mentira.
Bibliografía
29
El artículo presenta resultados en avance de la investigación “El aporte de las
redes sociales y medios masivos en la deliberación y el compromiso político de
la ciudadanía: un estudio multinivel en el contexto de las elecciones generales
2016”, realizada por el Grupo de Investigación en Comunicación y Política (GICYP)
y auspiciada por la Dirección de Gestión de la Investigación de la Pontificia Univer-
sidad Católica del Perú. También recoge resultados de estudios específicos sobre
la cobertura mediática del proceso electoral de 2016, auspiciados por el Consejo
Consultivo de Radio y Televisión (CONCORTV) y por el Centro de Competencia
en Comunicación de la Fundación Ebert (Colombia). Una versión anterior fue pre-
sentada como ponencia en el XXXVI Congreso Internacional de la Asociación de
Estudios Latinoamericanos (LASA, por sus siglas en inglés), realizado del 23 al 26
de mayo de 2018 en Barcelona.
30
Del Centro de Investigaciones Sociales, Económicas, Políticas y Antropológicas
(CISEPA), de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
dos candidatos con posibilidades de llegar a la presidencia, Ju-
lio Guzmán y César Acuña, quedaron fuera del proceso antes de
la primera vuelta por decisiones que tomó el Jurado Nacional de
Elecciones (JNE).
En segundo lugar, la campaña no tuvo como principal protago-
nista a un candidato antisistema que pusiera en riesgo la con-
tinuidad del modelo económico neoliberal, como ocurrió en las
dos elecciones pasadas en las que el expresidente Ollanta Humala
pasó a la segunda vuelta.
En tercer lugar, no hubo un alto nivel de polarización en los me-
dios, en favor o en contra de alguno de los dos candidatos que
pasaron a la segunda vuelta (Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczy-
nski), dado que ambos garantizaban la continuidad del modelo
de crecimiento económico basado en la exportación de materias
primas. Sin embargo, a poco más de una semana de realizarse
la primera vuelta, Verónika Mendoza, candidata del izquierdista
Frente Amplio, experimentó un alza importante en la intención de
voto y estuvo a punto de pasar a la segunda vuelta. Ese inespe-
rado crecimiento a favor de Mendoza generó que los principales
conglomerados y grupos mediáticos del país desataran una cam-
paña corta, intensa y aparentemente efectiva contra lo que con-
sideraron una amenaza para la continuidad del modelo neoliberal
(Acevedo, 2017).
Y, finalmente, se confirmó que el uso de redes sociales como
Facebook y Twitter fue importante para visibilizar los nuevos ros-
tros de la política peruana y propiciar su salto a la televisión y
otros medios masivos. Fue clave también para convocar a amplios
sectores de la ciudadanía en la idea de impedir que la hija del ex-
dictador Alberto Fujimori ganara la elección.
31
En el Perú, la Ley Orgánica de Elecciones prohíbe la postulación a la presidencia
de los familiares directos del presidente de la república. Dada la popularidad de
Heredia en los primeros meses del gobierno de su esposo, se especuló sobre una
posible candidatura para el período 2016-2021.
Comunicación para la resistencia | 103
32
Se trata de la Universidad César Vallejo, la Universidad Señor de Sipán y la Uni-
versidad Autónoma del Perú.
presario exitoso, surgido de una familia andina en situación de
pobreza, que en base a la educación labró un futuro plagado
de éxitos profesionales y, sobre todo, de prosperidad econó-
mica. Tuvo como asesor al argentino-brasileño Luis Favre en la
primera parte de su campaña.33 Iba bien en las encuestas hasta
que, faltando poco más de dos meses para la elección, denun-
cias de plagio en sus tesis de magíster y doctorado, este últi-
mo grado obtenido en la Universidad Complutense de Madrid,
derrumbaron su pretendido perfil académico y su credibilidad.
Cuando se encontraba en franca caída en la intención de voto,
fue excluido de la contienda electoral por el JNE.
- Alfredo Barnechea (Acción Popular): Periodista y político,
fue candidato a la alcaldía de Lima en el año 1983 por el PAP.
No había tenido mayor protagonismo en la vida política nacio-
nal en los últimos años, hasta que se convirtió en candidato
a la presidencia por Acción Popular, el partido de centro de-
recha fundado por Fernando Belaúnde, quien fue presidente
del Perú en dos oportunidades.34 Barnechea tuvo, al igual que
Mendoza y Guzmán, una actividad intensa en redes sociales en
los inicios de la campaña, pero experimentó mayor visibilidad
pública cuando fue invitado a diversos programas de radio y
televisión. Tuvo opciones de pasar a la segunda vuelta, pero
algunos gestos durante la campaña, interpretados como des-
aires a personas de sectores populares, terminaron por afectar
su candidatura.
- Verónika Mendoza (Frente Amplio): Joven, cusqueña, que-
chua hablante, hija de peruano y francesa, fue elegida con-
gresista por Gana Perú en el 2011 y fue parte del entorno de
33
Favre fue asesor de Humala en 2011, año en el que logró llegar a la presidencia, y
de Susana Villarán en 2013, contribuyendo a que no sea revocada como alcaldesa
de Lima. No tuvo el mismo final con Acuña.
34
Belaúnde fue presidente de 1963 a 1968 y de 1980 a 1985. Su primer período de
gobierno fue interrumpido por el golpe militar liderado por el general Juan Velasco
Alvarado.
Comunicación para la resistencia | 105
35
Toledo fue denunciado por lavado de activos a raíz de que Ecoteva, una empresa
fundada por su suegra a pedido de él, pagó una millonaria hipoteca y compró in-
muebles en Lima a nombre suyo.
Medios, redes sociales y consumo informativo
36
Aún bajo la asesoría de Favre, el comando de campaña de Acuña emitió una
publicidad en la que se comparaba al candidato de Alianza para el Progreso nada
menos que con el defensor de los derechos de los afroamericanos, el líder pro-
testante Martin Luther King, porque ambos “incurrieron en plagio” en sus tesis, pero
destacaron por “muchas otras virtudes”. Sin embargo, el material publicitario, bien
concebido y de buena calidad técnica, no fue suficiente para revertir el despresti-
gio de Acuña y evitar que Favre fuera finalmente relevado del equipo de campaña.
Como se señaló líneas arriba, el uso de redes sociales en inter-
net fue intenso por parte de las campañas de Guzmán, Barnechea
y Mendoza. No solo para visibilizar sus candidaturas, presentar
algunas ideas fuerza y catapultarlos a los medios masivos, sino
también para responder a críticas y ataques diversos. Por ejem-
plo, frente a los cuestionamientos a Guzmán por no mostrar una
fuente de ingresos, hacia fines de enero su esposa lanzó en redes
sociales el mensaje “soy mujer y paro la olla”, aludiendo a que era
ella quien sostenía a la familia en base a sus actividades profe-
sionales, mientras su marido estaba dedicado enteramente a la
campaña electoral.
En tanto que la candidata de izquierda, Mendoza, que a princi-
pios de febrero bordeaba el 2 %, fue invitada al programa domini-
cal Sin medias tintas, de Latina (Canal 2). Uno de los conductores
del espacio político, el mordaz y antizquierdista Aldo Mariátegui,
paradójicamente nieto del fundador del socialismo peruano (José
Carlos Mariátegui), recibió a Mendoza hablándole en francés en
alusión a su doble nacionalidad. La candidata le respondió en un
quechua fluido, frente a lo cual Mariátegui quedó en ridículo.37 La
secuencia fue reproducida en diversos medios de comunicación y
en redes sociales, con un enmarcado favorable a la candidata del
Frente Amplio. Además, Mendoza sobrellevó de manera inteligen-
te un panel de periodistas abiertamente hostil a su candidatura,38
como suelen ser en el Perú las entrevistas a políticos de izquierda.
Por el contrario, el expresidente García, un veterano en lides
electorales que supo establecer desde la década de 1980 una bue-
na relación con la mayoría de los propietarios de medios de co-
municación y algunos periodistas, fue entrevistado por el mismo
programa, pero ni en vivo ni con un panel de periodistas críticos
a su candidatura. Sin embargo, a pesar de haber recibido un trato
37
La entrevista, publicada el 7 de febrero de 2016 en YouTube por el canal Iamula
Externos, puede verse en https://www.youtube.com/watch?v=u6CFd1gVfjs.
38
La entrevista fue realizada por Mariátegui y por Víctor Andrés Ponce el día 21 de
febrero, cuando García había experimentado una nueva baja en intención de voto.
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39
Véase la resolución del JEE, del 3 de marzo de 2016, en http://cde.3.elcomercio.
pe/doc/0/1/3/2/8/1328880.pdf?ref=nota_politica&ft=contenido, y la del JNE, del
8 de marzo de 2016, en https://es.scribd.com/doc/303442880/Resolucion-N-197-
2016-JNE.
40
Véase la resolución del JEE, del 3 de marzo de 2016, en http://cde.3.elcomercio.
pe/doc/0/1/3/2/8/1328866.pdf?ref=nota_politica&ft=contenido y la del JNE, del 8
de marzo de 2016, en http://cde.3.elcomercio.pe/doc/0/1/3/3/1/1331966.pdf?re-
f=nota _politica&ft=contenido.
va y el principal beneficiado fue Kuczynski, quien ya se había visto
favorecido por la baja de Acuña en las encuestas. Pero también
Mendoza y Barnechea crecieron en intención de voto. Este últi-
mo, sin embargo, cometió algunos errores gruesos en su relación
con personas de sectores populares al rechazar comidas típicas
y un sombrero tradicional en sus visitas a diferentes localidades
del país. Sus rivales políticos y diversos medios de comunicación
criticaron su “soberbia” y remarcaron su distancia de clase con las
grandes mayorías del país.
41
La entrevista, realizada por René Gastelumendi y publicada el 4 de abril de
2016 por RPP Noticias, puede verse en https://rpp.pe/politica/elecciones/periodis-
ta-a-veronika-mendoza-de-que-ha-venido-vestida-noticia-950724.
Por su parte, el programa Punto final, de Latina (Canal 2), la se-
gunda televisora con mayor sintonía promedio en el país, realizó
algunas entrevistas luego del debate en las que puso de mani-
fiesto un sesgo favorable hacia las candidaturas de Kuczynski y
Fujimori.
Con relación al primero de ellos, el conductor del espacio inició
la entrevista señalando, que de acuerdo a un sondeo promovi-
do por el programa, aquel había sido el ganador del debate.42 En
cambio, realizó una entrevista inquisidora a Mendoza, con predo-
minio de un frame o encuadre de consecuencias, en el sentido de
analizar los posibles impactos para la estabilidad económica si se
aplicara el programa de gobierno del Frente Amplio.
42
La entrevista, publicada el 6 de abril de 2016 en YouTube por el canal Política Perú
2016-2021, puede escucharse en https://www.youtube.com/watch?v=FpscUsRSk3g.
Comunicación para la resistencia | 115
43
Véase el editorial en https://elcomercio.pe/opinion/editorial/editorial-opinion-impor-
ta-171752.
44
Véase el editorial en https://elcomercio.pe/opinion/editorial/editorial-diez-anos-174123.
45
Véase el editorial en https://elcomercio.pe/opinion/editorial/editorial-mochila-veroni-
ka-175316.
46
Véase el editorial en https://elcomercio.pe/opinion/editorial/editorial-sombra-nadi-
ne-181167.
las afirmaciones económicas de la candidata Verónika Mendoza
con cifras de la realidad es elocuente”.47
En un desesperado esfuerzo por tratar de influir en su público
lector y, al tratarse de un diario de referencia también en otros
medios y audiencias, El Comercio afirmó en su editorial del 9 de
abril, un día antes de la votación, que “solo hay dos postulaciones
que tienen posibilidades efectivas de llegar a competir con Keiko
Fujimori en el balotaje y ambas constituyen visiones absolutamen-
te opuestas de cómo traer el progreso para el país y para cada vez
más peruanos”. Y agregó que, frente a este escenario electoral,
“cualquiera que sea el lado del espectro político en el que uno
se ubique, a estas alturas del partido lo razonable para quien ha
apostado a una candidatura distinta a las dos que han acabado te-
niendo posibilidades es ubicar cuál de estas dos se acerca más a la
suya y migrar hacia ella”. Dirigiéndose implícitamente a los simpa-
tizantes de los candidatos García y Barnechea, políticamente más
cercanos a Peruanos por el Kambio que al Frente Amplio, el diario
sostuvo que esta opción “razonable” representa “un sacrificio que
debería de doler menos cuando uno considera que es muy proba-
ble que, si no prima el voto racional, muchos de quienes hoy vo-
tan por su opción número uno se sientan realmente violentados
y molestos con la elección que les quede para la segunda vuelta”
(El Comercio, 2016).
La intensa campaña en redes digitales y en diversos medios de
comunicación habría dado resultado, en la medida que el creci-
miento de Mendoza se frenó y revirtió faltando un día para la
primera votación, y fue más bien Kuczynski quien tuvo un ligero
repunte entre el 1 y el 6 de abril, suficiente para pasar a segunda
vuelta, como se puede apreciar en la siguiente tabla.
47
Véase el editorial en https://elcomercio.pe/opinion/editorial/editorial-modelo-veroni-
ka-183360.
Comunicación para la resistencia | 117
3
La tabla muestra los resultados
obtenidos por los cinco
candidatos mejor ubicados tanto en
los simulacros de votación realizados
por la encuestadora GFK como en la
votación oficial del 10 de abril a car-
go de la Oficina Nacional de Procesos
Electorales (ONPE).
La segunda vuelta
48
La alta votación de Fuerza Popular en primera vuelta le permitió colocar 73 congresis-
tas, superando largamente el número legal: la mitad más uno de los 130 escaños. Desde
el retorno a la democracia en el año 2001 ningún partido o alianza electoral había
logrado resultados similares.
Comunicación para la resistencia | 119
49
La denuncia del programa, publicada el 15 de mayo de 2016 en el sitio web de Amé-
rica Televisión, puede verse en http://www.americatv.com.pe/cuarto-poder/reportajes/
joaquin-ramirez-dea-lo-investiga-lavado-activos-noticia-52212.
debate, citando una frase del decimista Nicomedes Santa Cruz50
para referirse al representante de Peruanos por el Kambio: “Cómo
has cambiado, pelona”, recordando que Kuczynski la apoyó deci-
didamente en la segunda vuelta del año 2011 cuando ella enfrentó
a Humala. Para diversos analistas, ese debate lo ganó largamente
Fujimori.
50
Santa Cruz fue un decimista afroperuano, cuya obra es ampliamente conocida en
el Perú y cuyas expresiones más notables, como la citada, se han entronizado en las
conversaciones cotidianas.
Comunicación para la resistencia | 121
51
Se convocaron dos grandes marchas en Lima y diversas ciudades del país. La primera se
desarrolló el 5 de abril, conmemorando también el golpe cívico-militar de 1992, y la se-
gunda tuvo lugar el 31 de mayo, faltando cinco días para la votación de segunda vuelta.
Fuente: Ipsos (2016). Elaboración propia
4
La tabla muestra los resultados obtenidos tanto en los simulacros de votación realiza-
dos en el mes de mayo por la encuestadora Ipsos como en la votación oficial del 5 de
junio a cargo de la ONPE.
52
La investigación denominada “Fondos de papel” se encuentra disponible en https://
fondosdepapel.ojo-publico.com/.
Comunicación para la resistencia | 123
5
El monitoreo se realizó del 2 de mayo al 4 de junio del 2016.
Conclusión
Bibliografía
53
Durante la elaboración del presente artículo, el presidente Kuczynski renunció a la
presidencia presionado por las graves denuncias en su contra, por presuntamente haber
recibido sobornos encubiertos de la compañía Odebrecht, mediante contratos de con-
sultoría para favorecerla cuando él era ministro de Economía y presidente del Consejo
de Ministros del Perú, durante el gobierno de Toledo (2001-2006). El 23 de marzo de
2018 asumió el cargo el primer vicepresidente Martín Vizcarra, quien debe culminar su
mandato el 26 de julio de 2021, según lo previsto en la Constitución.
ACEVEDO, Jorge, “En política no hay vacíos.
Sistema de medios de comunicación y sus impli-
cancias para la democracia en el Perú” (Tesis de
doctorado). Lima, Pontificia Universidad Católica
del Perú, 2017.
Agencias mediáticas
del paramilitarismo en Colombia:
estudio de caso de las páginas web de las AUC54
54
El artículo emerge del trabajo de tesis doctoral denominado “Comunicación política y
conflicto armado: agencias y complicidades mediáticas con el paramilitarismo” (Manrique
Villanueva, 2016). Se refiere a un trabajo que investiga el ciberparamilitarismo en Colombia
durante el período 1997-2005 y los desafíos de la ciberguerra para el caso colombiano.
55
Doctora en Estudios Políticos y Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional
de Colombia.
56
Doctor en Estudios Políticos por la Universidad de Turín, Italia.
(violencia simbólica). Por su parte, Françoise Héritier sugiere que
la violencia, en lugar de ser un concepto unitario, ha de ser enten-
dido como un tema; esta observación es fundamental, al indicar
por qué empezó a hablarse de “violencias”, de acuerdo a la reco-
mendación de Eric Hobsbawm (citados en Giraldo Ramírez, 2008).
Haciendo esta precisión conceptual, la investigación nos ha mos-
trado que uno de los actores más violentos del conflicto armado
en Colombia, el paramilitarismo, empleó las tecnologías de la in-
formación y la comunicación creando las páginas web de los blo-
ques que conformaron en su momento las Autodefensas Unidas
de Colombia (AUC). Este hecho nos conduce a la reflexión sobre
los usos que se dan a las tecnologías, de acuerdo con las inten-
ciones del usuario. Un bolígrafo en sí mismo no es bueno o malo.
No depende del bolígrafo si el usuario lo emplea para escribir un
poema o un insulto. De la misma manera, las tecnologías digitales
pueden ser apropiadas de manera constructiva y transformadora
-instituyente-, o emplearse como herramientas desestabilizado-
ras, o como mecanismos para el mantenimiento del statu quo.
Frente al fenómeno del paramilitarismo, estaríamos en un es-
cenario de narrativas transmedia, en el que nos contaron la histo-
ria por diferentes medios. “El concepto de narrativa transmedia
fue introducido originalmente por Henry Jenkins en un artículo
publicado en Technology Review en el 2003, en el cual afirmaba
que ‘hemos entrado en una nueva era de convergencia de medios
que vuelve inevitable el flujo de contenidos a través de múltiples
canales’” (Scolari, 2013). La transmedia se refiere al tránsito de lo
analógico a lo digital, y viceversa.
57
El Pacto de Ralito es un documento firmado en 2001 por paramilitares, políticos (se-
nadores, representantes concejales y alcaldes) y civiles con el fin de “refundar la patria”.
La Corte Suprema de Justicia de Colombia emitió orden de captura en mayo de 2007
contra algunos de los senadores firmantes, por el delito de concierto para delinquir
agravado. Posteriormente fueron absueltos.
Comunicación para la resistencia | 131
58
Este uso está regulado en el artículo 223 de la Constitución Política de Colombia de
1991. Sobre este tema resulta interesante el trabajo “El monopolio constitucional de
las armas de fuego en Colombia” (Ayerbe & Yunes, 2001). Sus conclusiones apuntan a la
necesidad de reformas constitucionales y penales.
Comunicación para la resistencia | 137
59
El delito de cohecho cometido por la excongresista Yidis Medina es significativo en
relación con el poder. Véase nota del diario El Tiempo en http://www.eltiempo.com/
archivo/documento/CMS-13139373.
poder como valor en sí mismo, como un artefacto instrumental o
como una derivación de los postulados sobre dominación son fru-
to de las lecciones impartidas por el profesor Múnera en su muy
concurrido curso de Teorías del Poder, dictado en la Facultad de
Derecho, Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Nacional
de Colombia.
La comprensión del poder resulta de gran importancia para la
sociedad en todos los aspectos, no solo de la vida política, sino
también organizacional, social y hasta familiar. Comprender los fe-
nómenos sociales desde las teorías del poder nos permite trazar
mayor distancia y perspectiva frente a los hechos, de tal manera
que identificar el lugar o los lugares que cada uno y cada una
ocupa frente al poder posibilita una abstracción y comprensión
estratégica para asumir los retos con un panorama estratégico. La
cratología, por ejemplo, es la propuesta para estudiar la fuerza. En
el orden jurídico, el abogado francés Maurice Hauriou (2003) se la-
mentaba del abandono en que se encontraba la teoría del poder,
abandono que atribuía a la transformación del poder “minoritario”
en poder “mayoritario”, por lo que las categorías con las que había
sido tradicionalmente tratado quedaron inservibles. Las relaciones
de poder están presentes en el sistema educativo, en el sistema
de salud, en los bancos, en las ventanillas, en las porterías de los
conjuntos residenciales, en los peajes, en las iglesias, en las comu-
nidades y sectas, en las empresas, en los medios de comunicación,
en las relaciones de pareja, en las entidades del Estado. Enseñar a
los niños, jóvenes y adultos a mirar con otros ojos el poder es el
principio de lo que se llama empoderamiento, pero a pocas insti-
tuciones les interesa. Pensar el poder con nuevos ojos y combinar
estas nuevas miradas del poder con lo que se puede hacer con las
nuevas tecnologías de la información y la comunicación puede
generar transformaciones o debacles. El mismo Manuel Castells
(2011) señala que la educación está obsoleta porque quiere seguir
transmitiendo información y resulta que esta ya está en internet;
lo que debería enseñar el sistema educativo es cómo encontrar la
información, combinarla, generar nuevas ideas y transformar los
entornos, analizando las relaciones de poder.
Comunicación para la resistencia | 139
A modo de conclusión
Bibliografía
I would like to beg you, […] as well as I can, to have patience with
everything unresolved in your heart and to try to love the questions
themselves as if they were locked rooms or books written in a very
foreign language […]. Live the questions now. Perhaps then, someday far
in the future, you will gradually, without even noticing it,
live your way into the answer. (Rilke, 2001)62
Saruman cree que solo un gran poder puede mantener el mal bajo con-
trol. Pero eso no fue lo que descubrí. He descubierto que son las cosas
pequeñas, los hechos diarios de la gente común que mantienen el mal
lejos. Simples actos de bondad y amor. Gandalf63
60
Este artículo fue escrito atendiendo a la hibridez natural que suele darse en
las fronteras entre la lengua portuguesa y la española. Esta decisión busca fijar,
desde la práctica concreta de una operación discursiva, una posición clara sobre el
estatuto político del lenguaje.
61
Posdoctor en Cultura de la Comunicación, Globalización de los Mercados, Res-
ponsabilidad y Ética. Director del Programa Internacional de Investigación sobre
Teoría Psicopolítica (Universidad Federal de Río de Janeiro, Brasil).
62
Carta para Franz Xaver Kappus, cadete oficial y aspirante a poeta de 19 años, el
16 de julio de 1903.
63
Respuesta de Gandalf a la elfa Galadriel (también llamada Señora de Lórien,
Señora de los Galadhrim, Señora de la Luz, o Señora del Bosque Dorado), cuando
ella le pregunta por qué llamó al pequeño Bilbo Bolsón para la expedición aven-
turera con los trece enanos hasta Erebor. Tema de la historia de El hobbit, de
J. R. R. Tolkien.
Sobre la cuestión
64
Trabajé en periódicos de izquierda bajo la dictadura militar en Brasil (1964-1985),
desde los años setenta hasta su final, siendo desde 1979 también profesor del Cur-
so de Periodismo en la Escola de Comunicação de la Universidad Federal de Río de
Janeiro (UFRJ), donde continúo. Cuando he formalizado la propuesta del tránsito
de la economía política para economía psicopolítica (Vieira Ouriques, 2007; Barbo-
sa y otros, 2017), ha sido para reverter el estado actual del periodismo, proceso
iniciado de cierta manera por Walter Lippmann -y contra el entendimiento de John
Dewey, que discordaba de la concepción elitista de aquel-, para quien el público
no tendría la capacidad de comprender la complejidad de la sociedad y por eso la
misión del periodista debería ser guiar al público al paso que las elites se manten-
drán en el control. En este sentido, la investigación en que hicimos (Coletivo Brasil
de Comunicação Social -Intervozes-; el Laboratorio de Políticas de Comunicação,
Faculdade de Comunicação, Universidade de Brasília; el Núcleo de Estudos Transdis-
ciplinares de Teoria Psicopolítica e Consciência, Escola de Comunicação, Universida-
de Federal do Rio de Janeiro; Rede Nacional de Observatórios da Imprensa -Renoi-;
y el International Programme for the Development of Communication -IPDC-,
UNESCO-Paris) en Brasil los Indicadores de Desarrollo Mediático de UNESCO entre
2008 y 2016 demuestra características del sistema de comunicación y errores
radicales y decisiones absurdas para la promoción de la diversidad y del discurso
democrático, como las conocidas concentración de propiedad y audiencia, ataque
Comunicación para la resistencia | 149
65
Nací en la Zona Norte de Niterói y me crié y vivo en la Zona Norte de Río de
Janeiro. Esta experiencia de vida de periferia fue sistematizada en el posdoctorado
en Estudios Culturales, que completé en 2005 con la supervisión de Heloísa Buar-
que de Holanda, en el Programa Avanzado de Cultura Contemporánea (PACC) de la
UFRJ, y desde entonces hago parte de su cuadro de supervisores. Trabajé el tema
“comunicación, estados mentales y acción en el mundo”, etapa en que introdujo
nacionalmente tanto el valor estratégico de la no violencia para el vigor de la
cultura de comunicación como la cuestión de la desobediencia civil mental. En
2007, a invitación de ANDI-Comunicación y Derechos, creé el Curso de Extensión
y disciplina del Curso de Periodismo de la Escuela de Comunicación Periodismo
de Políticas Públicas Sociales. Realizamos diez ediciones semestrales diferentes
entre sí entre 2007/1 y 2011/2, cuando recibimos a más de 300 organizaciones de
la sociedad civil y representantes de los gobiernos federal, estadual y municipal,
junto a cerca de 800 periodistas y liderazgos sociales de los tres sectores como
alumnos para examinar el sentido que se le había dado a la gobernabilidad y a las
políticas públicas de los gobiernos del Partido de los Trabajadores. Más tarde, por
invitación de Carlos del Valle asumí la vicecoordinación del Grupo de Trabajo de
Comunicación y Estudios Socioculturales (2012-2018), de la Asociación Latinoame-
ricana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC).
trabajo conquistados en Brasil por la era Vargas. El golpe de 2016
en este país se realizó y fue sostenido hasta ahora con el apo-
yo voluntario de gran parte de la población brasileña, movilizada
contra sí misma por una estrategia psicopolítica (Vieira Ouriques,
2016a), que trabajó y trabaja en la frontera entre la psicopatología
y la política (Lasswell, 1969); una estrategia implantada por vía
mediática, parlamentaria y judicial, y por la dificultad de la otra
gran parte 67de la población en reaccionar de manera efectiva a
esta inesperada -para muchos- vuelta del fascismo,68 pues “la pa-
radoja última del pensamiento lógico es que es autodestructivo
cuando se cultiva de forma diligente” (Lasswell, 1969).
En este sentido, a otra pregunta de De Sousa Santos (2018) he-
cha en el mismo artículo (“¿Hasta qué punto las alianzas tácticas
66
En junio de 2008 realizamos el 1º Foro de Medios Libres de Brasil, que tuvo
lugar en la Escuela de Comunicación de la UFRJ, al que se sucedió la secuencia
conocida de foros sobre el tema. He sido parte de su Grupo de Trabajo Ejecutivo,
junto con Ivana Bentes, Gustavo Barreto y otros compañeros y compañeras. En
este Foro había tres fuerzas políticas: la de los “presupuestos libres”, que quería
que el gobierno del PT destinara más recursos financieros para los medios alter-
nativos; la del “verbo libre”, que quería apoyo total a la cultura digital; y la de la
“mente libre”, que afirmaba, advirtiendo que en caso contrario se iría despertar del
sueño brasileño en una pesadilla (https://www.academia.edu/2259607/O _ Sonhar
_ Brasileiro _ Brasil _ 2011._ Artigo _ d e_ Opinião _), que la potencia emancipatoria
de los “presupuestos libres” y del “verbo libre” dependía de la mente estar o libre
de los estados mentales de los regímenes de servidumbre: https://www.academia.
edu/2642724/A _ m%C3%ADdia _ só _ é_livre _ quando _ a _ mente _ é_livre _ Brasil
_ 2008._ Entrevista _ ao _ I _ Fórum _ de _ M%C3%ADdia _ Livre _.
67
Utilizo la expresión “gran parte” refiriéndome a los resultados de la segunda
vuelta de las elecciones presidenciales de 2014: Dilma Rousseff y Michel Temer
recibieron 54 501 118 votos (51.64 % de los votos válidos), y Aécio Neves y Aloysio
Nunes Ferreira obtuvieron 51 041 155 votos (48.36 % de los votos válidos). http://
www.tse.jus.br/imprensa/noticias-tse/2014/Dezembro/plenario-do-tse-procla-
ma-resultado-definitivo-do-segundo-turno-da-eleicao-presidencial.
68
Caso contrario se continuará a experimentar lo que ocurrió en Berlín en mayo
de 2018, en el Congreso Marx200: Política-Teoría-Socialismo, cuando, “al final,
con todos ya cansados y sin respuestas, se puso una atmósfera de duda donde
había, de hecho, más preguntas que respuestas”. Véase https://outraspalavras.net/
destaques/marx-200-anos-como-reinventar-a-emancipacao/.
Comunicación para la resistencia | 151
69
Véase https://www.academia.edu/1650840/Territorio _ mental. _ El _ nudo _
gordiano _ de _ la _ democracia _ Chile _ 2011._ Artigo _ Cient%C3%ADfico _.
son producidos por el perspectivismo ontológico y su interdicción
dualista de conocer y comprender la condición comunicacional
del ser humano. Vamos por partes.
Sabemos que con frecuencia cuando se habla de la fecundidad
de la noción de perspectivismo se está hablando de cosas distin-
tas,70 e incluso mismo de la paradoja del perspectivismo, pues,
claro, si le aplicamos su tesis básica es autorrefutable por ser tam-
bién una perspectiva-categoría introducida por Leibniz y en ge-
neral diseminada gracias a Nietzsche para mostrar su manera de
descripción del mundo que se tornó casi hegemónica en la teoría
social y en la filosofía, así como en el sentido común, de que no es
posible concebir la realidad en sí, sino apenas como ella aparece
para cada uno, para cada una, como fenómeno, en una pluralidad
de sentidos, en una polisemia de infinitas interpretaciones e irre-
ductible en el límite a una definición unívoca, no ambigua y por
esto siempre equívoca.
Estoy por tanto refiriéndome específicamente al perspectivismo
como ontología de la pluralidad, de la diferencia, de la inmanen-
cia, por tanto contraria a la da unidad, identidad y trascendencia
que tanto mal ha generado en la historia del Occidente a través
de los regímenes de servidumbre organizados a partir de Dios o
del Soberano, o sea, del Grande Otro. Es importante recordar que
quizás el controvertido Heidegger tenga alguna razón al afirmar
que la filosofía de Nietzsche también sería una forma de olvido
del ser, pues que la voluntad de potencia, como el carácter fun-
damental de la vida, pone la vida como una otra palabra para decir
ser y centralizarse no en conocerlo, sino en ejercer poder sobre
él; o sea, que la relación entre sujeto y objeto sería una relación
de poder que tendría que ser pensada en términos de la referida
voluntad de potencia.
De manera distinta, como ha demostrado la antropología filosó-
70
Por ejemplo, del perspectivismo amerindio, metafísico, hermenéutico-fenomeno-
lógico, transcendental, semántico, pragmático, etcétera.
Comunicación para la resistencia | 153
71
“La antropobiología filosófica de A. Gehlen, F. Kainz y A. Tomatis descubrió du-
rante los años treinta que el uso de los sonidos y lenguaje era la fuente de las
instituciones y de la psiquis como W. von Humboldt ya lo había afirmado previa-
mente. Esto confirma el rol original de la prosopopoeia por la cual los niños hacen
hablar el mundo con el propósito de percibirlo visualmente y esto explica por
qué la etapa del animismo deriva naturalmente de este uso, pero tiene que ser
superado” (Poulain, 2017b).
72
Importante recordar la percepción de Foucault de que el problema de la homo-
sexualidad es el problema de la amistad.
humano, como hacemos en la teoría psicopolítica, enfocada en
la mente política, rescata el ejercicio del político (Ortega, 1999,
2000), en el cual el ser humano, como ser de lenguaje, ser de ac-
ción, ser de trabajo, puede superar y, entonces, moldar el mundo,
lo que depende, de manera decisiva, de la capacidad constituyen-
te o destituyente de la calidad emancipatoria o no de la gober-
nancia (y sus políticas públicas) en que él emerge en la historia
para que pueda superar la perversión fundamental del político
como especular, como es el parentesco cuando comprendido
como supresión de la pluralidad (Arendt, 1997), lo que resulta en
los comportamientos mafiosos, milicianos, criminales y corruptos
de las bandas, etcétera.
Como percibió Dewey, el lenguaje es el parentesco,73 para mí
instituyente, del ser humano, una “propiedad del comportamien-
to” en la cual comprender es anticipar junto; lo que torna posi-
ble el mundo común,74 instituido cuando se experimenta el “otro”
no como enemigo, como hace el estado de excepción, sujetado
criminalmente (Misse, 1999, 2018), pero como amigo y hermano
independientemente de la consanguinidad, de la proximidad te-
rritorial y de lo que irreprimiblemente existe de inconciliable, en
alguna medida, en la vida y, por tanto, en la política, en la cual se
reúne todo el mundo.
La condición comunicacional del ser humano es, así, el locus ins-
tituyente de la psiquis y las instituciones que solo ocurre en el
estado mental de la seguridad y protección, absolutamente de-
cisivo para la emancipación del proceso vital, dados sus afectos
73
“Language is specifically a mode of interaction of at least two beings,
a speaker and a hearer; it presupposes an organized group to which the-
se creatures belong, and from whom they have acquired their habits of
speech. It is therefore a relationship, not a particularity” (Dewey, 1929).
74
Lo que adentramos al nacer y que dejamos cuando morimos, que preexistía a
nuestra llegada y sobrevivirá a nuestra breve permanencia, como mostró Hannah
Arendt.
Comunicación para la resistencia | 155
75
“When the instrumental and final functions of communication live together in
experience, there exists an intelligence which is the method and reward of the
common life, and a society worthy to command affection, admiration, and loyalty”
(Dewey, 1929).
76
Véase http://www.un.org/en/universal-declaration-human-rights/.
77
En 1927 avisó Lasswell, pero muchos en la teoría social y la filosofía no lo
llevaran tan a serio cuanto terra sido necesario para superar lo que vendría, la
guerra psicológica: “The study of propaganda will bring into the open much that
is obscure, until, indeed, it may no longer be possible for an Anatole France to
observe with truth that “Democracy (and, indeed, all society) is run by an unseen
engineer” (Lasswell, 1938).
sesión del otro78 humano y natural solamente logra hacerlo pues
utiliza la cuarta generación de la ciencia de la guerra, la guerra psi-
cológica (Joint Chiefs of Staff, 1996, 2000, 2003, 2010; Figueiredo,
2005;79 Davenport, 2018), que no estaba en el siglo pasado en el
centro de la teoría social y de la filosofía dedicadas a la emanci-
pación invisibilizadas en la crítica moralista a los publicitarios sin
comprender por qué son tan eficaces. Y lo hace específicamente
creando en una de sus dos manos la amenaza a la seguridad y a
la protección (el Estado es de excepción… el derecho penal es del
enemigo… -la industria de la seguridad crece en un mundo obce-
cado por seguridad frente al “breakdown of trust and communi-
ty bonds”80-) y con la otra promete exactamente, y solamente, la
seguridad y protección mediante la obediencia, y el consumo,81
incluso de la propia seguridad privada,82 que crece en el mundo
cerca de 6 % al año, más que la economía global, pues hay una
“percepción generalizada de que el crimen está aumentando”.83
Las teorías sociales y las filosofías comprometidas con la eman-
78
Harvey se inspiró en el concepto de “acumulación primitiva permanente” de Rosa
Luxemburgo, en su obra La acumulación del capital.
79
Cuando de la creación del Serviço Nacional de Inteligência, el servicio secreto
del Brasil, en 1965, el coronel Figueiredo, entonces jefe de la agencia central del
Servicio, explicó en una charla secreta que el objetivo era combater la “conquista
de la mente de población” que estaba ocurriendo por parte de la “guerra revo-
lucionaria”. En ese mismo sentido, en 1972, el Servicio comunicaba secretamente
al Ministério de la Justicia de Brasil que “algunas medidas arrojadas deben, pues,
ser tomadas en seguida por los gobiernos federal y estaduales [de la nación y de
las provincias], en acción conjugada para que la confianza se restablezca ante las
poblaciones de los grandes centros poblados del país y que los delincuentes de
cualquier orígenes sientan desmoronar su animus belli frente la acción psicológica
que las referidas [medidas] vengan a producir en sus mentes enfermizas” (Figueiredo,
2005).
80
Véase https://www.theguardian.com/inequality/2017/may/12/industry-of-in-
equality-why-world-is-obsessed-with-private-security. “Al menos la mitad de la
población mundial vive en países donde hay más trabajadores de seguridad privados
que oficiales de la policía pública, según un nuevo análisis de Guardian”.
Comunicación para la resistencia | 157
81
Es emblemática en este sentido la campaña publicitaria “Dulce Persecución”, de
lanzamiento de los postres McFlurry Ovomaltine Rocks y Caldo & Freddo Ovo-
maltine en todo el Brasil, creada por la DM9DDB. Es una especie de “Película B”
asustadora de los años setenta, en que una chica, en resumen, come el postre en
un edificio clásico (la famosa Sala São Paulo), en el cual de súbito se corta la luz
y ella, amenazada por la soledad y oscuridad de los pasillos y ascensor alterna
claramente los estados mentales de aterrorizada y de agradablemente encantada
con lo que saborea. Al final el postre satisfaz incluso una hormiga gigante: http://
propmark.com.br/anunciantes/linguagem-de-terror-inspira-nova-campanha-do-mc-
donalds.
82
Véase https://docs.google.com/spreadsheets/d/1D1DtDTupI-ildBLWIQGswypRCs-
RzjB--39rQQBGgqSU/edit#gid=75703183.
83
Véase https://www.freedoniagroup.com/industry-study/global-security-servi-
ces-market-by-type-market-and-region-12th-edition-3451.htm.
84
Véase https://www.townandcountrymag.com/society/money-and-power/
a8518/bodyguards-wealthy-people/.
85
Véase http://www.undp.org/content/undp/en/home/presscenter/pressrelea-
ses/2013/11/12/citizen-insecurity-thwarts-latin-america-s-development-says-undp.
html.
86
Véase https://opinionator.blogs.nytimes.com/2014/02/15/one-nation-under-
guard/?_r=0.
guridad aumenta la desigualdad, como verificó el Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),85 en los Estados
Unidos (“One nation under guard”)86 existe más seguridad privada
que profesores de todos los niveles; y esta fuerza, que es el do-
ble en número que los policías, ha quintuplicado desde 1890, un
año en el que la tasa de homicidios fue mucho más alta que en la
actualidad:87 “El mercado global de servicios de seguridad privada,
que incluye protección privada, vigilancia y transporte armado,
ahora tiene un valor estimado de $180bn (£140bn), y se prevé que
crezca a $240bn para 2020. Esto supera el presupuesto total de
ayuda internacional para poner fin a la pobreza mundial ($140 mil
millones al año) y el PIB de más de 100 países, incluidos Hungría y
Marruecos”.88
El hecho es que “solamente en el intervalo entre la indiferencia
de la unanimidad y las disparidades de la desigualdad puede surgir
una dimensión de pertenencia y de comunidad” (Magallón, 2003).
Este intervalo el perspectivismo ontológico no puede ver por qué
todo intervalo, todo entre, es no dualista, como el intervalo entre
la metafísica y el culturalismo; es decir, que todo dependería o
del uno divino (el dios antropomorfizado en un individuo irrecon-
ciliable con los humanos, a no ser por la obediencia) o del uno
humano (el humano autocentrado e individualizado, como advoga
el neoliberalismo, en perspectivas irreconciliables con los seme-
jantes). Es el intervalo que permite la complejidad organizada, en
85
Véase http://www.undp.org/content/undp/en/home/presscenter/pressrelea-
ses/2013/11/12/citizen-insecurity-thwarts-latin-america-s-development-says-undp.
html.
86
Véase https://opinionator.blogs.nytimes.com/2014/02/15/one-nation-under-
guard/?_ r=0.
87
Véase https://www.bls.gov/oes/current/oes_nat.htm.
88
Véase https://www.theguardian.com/inequality/2017/may/12/industry-of-in-
equality-why-world-is-obsessed-with-private-security.
Comunicación para la resistencia | 159
89
Este principio se aplica, claro, a la transculturalidad y a la transdisciplinariedad.
pacidad de juzgar (Poulain, 2017a, 2017b).
Recordar el desinterés por los sufragios ayuda a comprender me-
jor lo que estoy argumentando. Sabemos que la calidad emanci-
patoria de los sufragios, Émile Durkheim (2002) ha dejado claro,
depende del modo de producción de la opinión, que a su vez de-
pende de que los individuos sean animados desde el principio por
un espíritu colectivo; que sean un grupo constituido, coherente,
permanente y estrechamente en relación, lo que permite que no
asuman así un cuerpo tan solo por un momento (como lo hicie-
ron y hacen apoyando el fascismo, digo yo), pues de esta manera
serían solo una superposición de uno por uno, singuli. La emanci-
pación depende de sus estados mentales, y vuelvo a Durkheim, se
formen en común y expriman la comunidad.
Caso contrario se está en la -y por la- anarquía de las acciones
individuales, lo que percibió Engels, como destaca Pierre Bourdieu
(2005), reducidas a agregados, a clubes perversamente adictos
(Melman, 2003),90 en precipitación psicótica, a un objeto del real
o imaginado, lo que es exactamente el fundamento de la menta-
lidad neoliberal:
una agregación estadística de opiniones individualmente produ-
cidas y expresas en la cual la lógica entre las opiniones es exterior
a los agentes e independiente de su conciencia y de su voluntad
(Bourdieu, 2005), conciencia y voluntad indispensables para la
movilización de la acción política, una vez que, digo yo, concien-
cia no es contemplación de una esencia metafísica pero la unión
de la sabiduría y de los medios hábiles en acción de atención y
decisión del individuo de reconstruir en red, por medio de la refe-
rida voluntad (de actitudes proposicionales) discricionária sobre
90
“Reduzidas [...] ao nível de clubes, ao acaso: os motoqueiros, os ecologistas, os
caçadores, os patriotas, os homossexuais, etc.: e a arte de governar se tornou a
de tornar compatíveis entre si e com as diretivas bruxulenses os interesses opos-
tos de grupos de pressão” (Melman, 2003).
Comunicación para la resistencia | 161
91
En el sentido de mente incorporada, como en Francisco Varela, por tanto en el
sentido no platónico.
92
Que acabaron por ser capturadas por la derecha y la extrema derecha a través
de redes de jóvenes financiadas por Think-tanks conservadores y fundaciones de
los Estados Unidos, como Koch, Cato & Templeton: http://www.brasilwire.com/
the-rights-new-clothes.
93
“J. Habermas y A. Gehlen han descrito desde hace tiempo este proceso como
consecuencia de la pérdida de la identificación respecto de las Terceras personas
y como desintegración de toda instancia de autoridad. Ellos han llamado a este
proceso ‘neutralización de las instituciones y del psiquismo’, el primero, y ‘crisis
de racionalidad, de legitimación y de motivación’, el segundo. Identificándose con
el científico que conduce experimentos sobre las leyes internas de los mundos
de hechos observables, el hombre contemporáneo ya no podría derivar de la
percepción y la descripción de estos hechos ninguna prescripción o inhibición
conductuales. La neutralización del psiquismo humano y su incapacidad para servir
de soporte a lo que entendemos por ‘persona’ provendría del hecho que hacemos
desaparecer toda identificación a un tercero, toda identificación a un ideal que a
la vez atrae y obliga: se buscaría aplicar al ‘mundo de hechos internos’ que es la
vida psíquica de cada uno, el mismo tratamiento científico y técnico que aquel
que se instaura con el mundo de hechos externos” (Poulain, 2017b).
Así, prevaleció este “modo de producción atomístico y agregati-
vo, caro a la visión liberal y favorable a los dominantes” (Bourdieu,
2005), que utilizaran estas referidas predisposiciones coyuntura-
les, articuladas con la predisposición básica a la seguridad y a la
protección, para producir en Brasil, gracias a la máquina-de-ha-
cer-dos (Amaral, 1995) que es el Occidente hegemónico, un “ene-
migo interno”: el Partido de los Trabajadores, que a un solo tiem-
po sería responsable por la “crisis” económica (este fantasma que
jamás desaparece pues continuamente producido, una vez que
sirve para mantener a las sociedades bajo el miedo, lo que facilita
la concentración de riqueza) y por la corrupción (Ribeiro y otros,
2018) que nada más es que la pérdida de la confianza en el lugar
de la transferencia, en la instancia de la autoridad, lo que horroriza
los seres humanos pues su institución, como dicho, depende del
régimen de la confianza, o sea, de la comunicación.
En este sentido, José Dirceu, el coordinador general de la cam-
paña que eligió Lula presidente del Brasil en 2002 y ex-minis-
tro-chefe da Casa Civil da Presidência da República,94 reconoció
en mayo de 2018, más vale tarde que nunca, que “el problema
es que hemos hecho poca politización [...]. Esta es una realidad. Y
no creamos ningún nivel de organización alternativa. [...]. También
subestimamos la derecha y las fuerzas contrarias a nosotros. En
parte, porque gran parte de los cuadros fueron para el gobierno
[...]. Acabamos priorizando más la lucha institucional y electoral,
más el acto de gobernar que la organización partidista y aún [me-
nos] la politización y movilización”.95
94
Entre enero de 2003 y junio de 2005, cuando se ha tornado el primero del
núcleo central del Gobierno Lula, formado por el presidente Lula, por Antônio Pa-
lloci, ministro de Economía (2003 a 2006), y por el propio Dirceu, que salió del go-
bierno en aquel año, cuando incluso ha sido destituido de su mandato de diputado.
95
Véase http://operamundi.uol.com.br/conteudo/samuel/49421/subestimamos+a+-
direita+e+politizamos+pouco+a+sociedade+diz+jose+dirceu+ao+brasil+de+fato.sht-
ml.
Comunicación para la resistencia | 163
96
Por ejemplo, en términos relativos, el encaminamiento del proceso de admisibi-
lidad del impeachment de la presidenta Dilma Rousseff fue del 93.8 % entre los
evangélicos y del 67.7 % entre los no evangélicos: “Por más que acuerdos y concha-
vos de los más diversos puedan estar detrás del voto evangélico a favor del impea-
chment, su justificación pública tiene que pasar, forzosamente, por la defensa de
la tradición. Es decir, los favores y beneficios obtenidos a cambio del voto pueden
incluso tener nombre propio, pero su justificación pública, su legitimidad, tiene que
ser obtenida en nombre del padre: Dios, la iglesia, la familia, el país, su lugar y los
que lo habitan” (Prandi & Carneiro, 2018).
97
Véase https://www.youtube.com/watch?v=V-u2jD7W3yU.
Sobre la contribución del perspectivismo ontológico a la
emancipación
98
“O que não perdoa a Hitler não é o crime em si, o crime contra o homem, não
é a humilhação do homem em si, é o crime contra o homem branco, a humilhação
do homem branco e o ter aplicado à Europa processos colonialistas a que até [...]
[então] só os árabes da Argélia, os ‘coolies’ da Índia e os negros de África estava
subordinados” (Césaire, 1978).
99
Véase https://outraspalavras.net/outrasmidias/capa-outras-midias/lowy-por-
um-marxismo-alem-do-progresso-e-do-trabalho/.
Comunicación para la resistencia | 165
101
Ver también: “At the same time, beyond all civilizatory fundamentalism
(ideological or religious), whose current forms are the historical product of the
‘interior exteriority’ to which they were relegated (e.g., subalternized) by the self
definition of Western civilization and the Western Hemisphere, the problem of
the “Westernization” of the planet is that the whole planet, without exception
and in the last 500 years, has had to respond in some way to Western expansion.
Therefore, ‘beyond the Western Hemisphere and North Atlantic’ I don’t want to
say that there exists some ‘ideal place’ that must be defended, but merely that
there necessarily is something ‘beyond’ global organization based on the interior
exteriority implied in the imaginary of Western civilization, the Western Hemis-
phere, and the North Atlantic” (Mignolo, 2010).
capacidad de juzgar, la condición de superación de este cuadro:
“La investigación actual llega más bien al descubrimiento de que
hay una estructura de comunicación más profunda en el universo”
(Quijano, 1992).
Aquí están algunas de las dificultades del perspectivismo onto-
lógico:
- Impide el encuentro del mundo común, central para las arti-
culaciones,102 tanto entre las izquierdas cuanto entre los seres
humanos atentos a la sostenibilidad, por ejemplo a través del
“ecosocialismo”,103 pues en cuanto pelean entre sí las clases ca-
minan para el suicidio ecológico por la “ingenuidad hiperbólica
del hombre: [de colocarse], él mismo, como sentido y criterio
de valor de las cosas” (Nietzsche, 2011), una vez que todo pasa
a ser “disputa de narrativas” y, así, a afirmar la disputa como
verdad absoluta que quiso recusar -“el otro sería siempre un
eterno extraño” (Pereira Gomes, 2002), la vida “sórdida y corta”
(Massumi, 2017) y el objetivo de la comunicación sería hacer el
ser humano olvidar “el mundo [...] una brutal ausencia de senti-
do” (Flusser, 2007); y, de esa manera, realimentar la disputa ab-
soluta que es el neoliberalismo, que recusa el Estado (del cual
exactamente el papel de mitigar las disputas), lo que agudiza
la disputa entre las clases y de las clases contra la “naturaleza”,
como referido, eliminando la posibilidad de una “multiplicidad
convergente” (Flusser, 2007). Es así que se continua a natura-
Véase http://operamundi.uol.com.br/dialogosdosul/foro-de-sao-paulo-a-esquer-
102
da-latino-americana-enfrenta-o-desafio-da-unidade/12072018/.
103
Como se sabe, Marx, en El Capital, Volumen I, mostra cómo el capitalismo
agota el trabajador e igualmente las riquezas naturales. Por eso desde la publica-
ción del Primero Relatório del Club de Roma verifiqué el equívoco de la idea de
la emancipación como victoria del proletariado o más recientemente del precaria-
do o de la multitud. Por esto concordo con Walter Benjamin en su rechazo de la
historia como “progreso” pues lo que necesitamos es la interrupción de la cadena
milenaria de la dominación. Esto ha sido el equívoco de las izquierdas involucradas
con el neodesarrollismo, como en Brasil y Argentina.
Comunicación para la resistencia | 169
104
Se trata del documento de la CIA “Francia: la defección de los intelec-
tuales de izquierda” (https://www.cia.gov/library/readingroom/docs/CIA-
RDP86S00588R000300380001-5.PDF), desclasificado en junio de 2017, que relata
la captación e influencia de intelectuales franceses por parte de esta agencia,
a través de viajes, becas, subsidios, seminarios internacionales, etcétera, “parti-
cularmente aquellos nucleados en la revista Annales, [de] la École des Hautes
Études [Marc Bloch, Lucien Lefebvre, Fernand Braudel, André Glucksmann, Bernard
Henri Levy, Claude Lévi-Strauss, etcétera], y los que se referenciaban en Michel
Foucault, Jacques Derrida y Jacques Lacan, para generar un ambiente intelectual
antimarxista a partir de influenciar a los intelectuales posmarxistas y a los críticos
del Partido Comunista francés” con la insistencia, por ejemplo, en fracturar a la
izquierda cultural en diversos movimientos a través de las políticas de identidad. El
documento señala también que “entre los historiadores franceses de la posguerra,
la influyente escuela vinculada con Marc Bloch, Lucien Febvre y Fernand Braudel
ha avasallado a los historiadores tradicionales marxistas. La escuela de Annales,
como es conocida por su principal publicación, ha dado vuelta la investigación
histórica francesa, principalmente desafiando primero, y rechazando después, las
teorías marxistas del desarrollo histórico. Si bien muchos de sus exponentes pre-
tenden que están dentro ‘de la tradición marxista’, la realidad es que solo utilizan
el marxismo como un punto crítico de partida […] para concluir que las nociones
marxistas sobre la estructura del pasado ‒de relaciones sociales, del patrón de los
hechos, y de su influencia en el largo plazo‒ son simplistas e inválidas. En el campo
de la antropología, la influencia de la escuela estructuralista vinculada con Clau-
de Lévi Strauss, Foucault y otros, ha cumplido esencialmente la misma función […]
creemos sea probable que su demolición de la influencia marxista en las ciencias
sociales perdure como una contribución profunda tanto en Francia como en Europa
Occidental”. En particular los autores del documento alaban a Foucault y Lévi
Strauss por ‘recordar las sangrientas tradiciones de la Revolución Francesa’ y que
el objetivo de los movimientos revolucionarios no era tanto la profunda transfor-
mación social y cultural de una sociedad, sino más bien el poder. Por ende, según el
documento, la teoría francesa posmarxista realizó una contribución inapreciable al
programa cultural de la CIA que intentaba mover a los intelectuales de izquierda
hacia la derecha, mientras desacreditaban el antiimperialismo y el anticapitalismo,
permitiendo la creación de un ambiente intelectual donde sus proyectos podían
ser llevados a cabo sin ser molestados por un serio escrutinio intelectual”. Ver
http://www.deigualaigual.net/cultura/2017/1222/braudel-levi-strauss-y-la-cia/.
105
Ofrezco a la reflexión sin necesariamente estar concordando: https://lare-
viewofbooks.org/article/did-foucault-reinvent-his-history-of-sexuality-throu-
gh-the-prism-of-neoliberalism/#!.
Comunicación para la resistencia | 171
106
“El objetivo de ‘Rapid Dominance’ será destruir o confundir la voluntad de resis-
tir a un adversario que no tendrá alternativa que aceptar nuestros objetivos estra-
tégicos y objetivos militares. Para alcanzar ese resultado, ‘Rapid Dominance’ debe
controlar el ambiente operacional y, a través de ese dominio, controlar lo que el
adversario percibe, entiende y conoce, además de controlar o regular lo que no es
percibido, comprendido o conocido” (Ullman & Wade, 1996).
107
“Las operaciones psicológicas (PSYOP) son operaciones planeadas para transmitir
información e indicadores seleccionados para audiencias extranjeras con el objetivo
de influir en las emociones, motivaciones, el razonamiento objetivo y, en última
instancia, el comportamiento de gobiernos extranjeros, organizaciones, grupos e
individuos. PSYOP son característicamente informaciones entregadas para generar
efectos, usados durante tiempos de paz y conflicto, para informar e influenciar.
PSYOP son una parte vital de la amplia gama de actividades diplomáticas, informa-
cionales, militares y económicas de Estados Unidos. Cuando se aplica adecuada-
mente, las PSYOP pueden salvar vidas de fuerzas amigas y/o adversarias reduciendo
la voluntad de los adversarios de luchar. Al bajar la moral del adversario y reducir
su ciencia, PSYOP también pueden desanimar acciones agresivas y crear la disidencia
y el malestar dentro de las filas del adversario, induciendo, en última instancia, a
la rendición” (Joint Chiefs of Staff, 2003). Ver también Joint Chiefs of Staff (2010).
entre los polos en conflicto. El perspectivismo, en este sentido,
dada su cuna dualista, no trató de la identidad en términos de
pertenencia mutua, de copertenencia a un mismo mundo, de
un proceso abierto de identificación que no está restringido ni
por una teoría del sujeto cognoscente, con el sujeto en el cen-
tro de la metafísica occidental poscartesiana, ni por una teoría
de la práctica discursiva, porque la primera somete al sujeto a
la adecuación a una esencia y la segunda no posibilita más que
el sujeto -que es etimológicamente tanto el autor de la acción
como el que a ella se sujeta- discernir entre real, ilusión y delu-
sión. O sea, no se ha tratado, a través de los aparatos psicopolí-
ticos de la cultura (Vieira Ouriques, 2017), de la identidad en la
política (Mignolo, 2008), pues identidad-relación. Las personas
se submeterán psicopolitícamente, entonces, a la necropolíti-
ca (Mbembe, 2016), que es el austeridazo, la austeridad homi-
cida del imperium neoliberal, que los excluye recíprocamente
a través de la compartimentación (Fanon, 1963) y los descarta,
sea a través de la muerte real o de la muerte de su self (Nandy,
2011), haciéndolos internalizar la sujeción criminal, identificada
de manera cristalina por Michel Misse (1999, 2018); y, así, a au-
torrechazar en su propia cultura y, en este proceso, intentar
inútilmente exorcizar el dolor inmenso (del trauma que el pers-
pectivismo ontológico agraba en la condición comunicacional
del ser humano), a través de la incesante humillación de “otros”
(Ronson, 2015), como de los “petralhas”.
- El perspectivismo ontológico recusa la condición comuni-
cacional del ser humano, este enlace de la biogénesis, de la
psicogénesis y de la sociogénesis en que ocurre el ejercicio
filosófico de la capacidad de juzgar, que define el humano en
la continua escoja entre figuras de felicidad, reales o simula-
das (“espetacular”), pues “la comunicación no es solo un medio
para fines comunes, sino que es el sentido de comunidad, la
comunión actualizada” (Dewey, 1929). “Se empezamos por la
supresión de la razón y de la verdad deberemos terminar por
la más brutal y violenta destrucción de todo lo que es humano”
(Popper, 1974), pues “las culturas quedan eximidas de operar
Comunicación para la resistencia | 173
108
Denominación creada como parte de las operaciones psicopolíticas de desesta-
bilización y golpe en Brasil, con la contracción de la calificación “petista”, o sea,
de miembro del Partido de los Trabajadores (PT), con el codinome de la banda cri-
minal “Irmãos Metralha” (os Beagle Boys) de las historias de Tio Patinhas (Scrooge
McDuck). “Petralhas” ha sido la denominación creada así para una identidad des-
tinada al exterminio y atribuida no solo a los miembros del PT, sino a cualquier
persona a favor de la Constitución y, por tanto, contra el golpe.
109
“La paridad entre los hombres y las mujeres se basa en este uso del juicio de
la verdad. Este uso es consagrado en su fuente lingüística y ninguna convención
política o consenso cultural y religioso tiene el derecho a negar a la mujer la
misma habilidad que es reconocida en el hombre: su igual habilidad de juzgar so-
bre la objetividad de sus propias condiciones de vida. Robar a la mujer su facultad
de juicio es robar lo que se le permite vivir. Es robar sus vidas” (Poulain, 2017b).
se ofrecen en el conflicto como posibilidad de comunicación
-y todo conflicto busca su extinción para que surjan otros-, el
conflicto se extingue en la crueldad absoluta, en el fin de la
relación social, este punto más allá del cual está el “indecible”
(Misse, 2018) que mueve la irracionalidad neoliberal, en la cual
el sujeto abraza a sí mismo en su aislamiento y lucha contra su
apertura a la comunicación, o sea, al mundo y a la vida, pues la
comunicación no solo aumenta el número y variedad de cos-
tumbres, sino que tiende a unirlos sutilmente (Dewey, 1929).
Caso contrario, y esto ha sido olvidado por la gobernancia y
sus políticas sociales y culturales de los gobiernos de la coali-
ción en Brasil comprometidos con el perspectivas ontológico y
su cuna dualista, se instaura la “primitivización y estas veleida-
des vacías e impotentes de regulación lógico-matemática del
pensamiento [que] constituyen los fenómenos en los cuales
se autofalsifica la imagen antropológica del hombre en la ex-
perimentación capitalista de sí mismo” (Poulain, 2017b), como
se ha visto ser el objetivo de los procesos destituyentes en
América Latina y Caribe, en articulación global.
Conclusión
111
“Since love at its best brings illumination and wisdom, this meaning is as worthy
as that the divine is truth. Various phases of participation by one in another’s
joy, sorrows, sentiments and purposes, are distinguished by the scope and depth
of the objects that are held in common, from a momentary caress to continued
insight and loyality” (Dewey, 1929).
el peso de lo político terrenal es el amor al prójimo y no el temor
frente a él” (Arendt, 1997). No basta con ser cooperativo. No basta
ser diferencia. El desafío más complejo es cooperar y ser diferen-
cia de manera emancipatoria, es decir, de manera comunicacional,
la única manera de fortalecer y ampliar la emancipación del psi-
quismo y de las instituciones.112
La desinstitucionalización legitimada por el perspectivismo on-
tológico, como operación sistemática de transgresión de todo y
cualquier interdicto, y de devoción a la aporia113, ha resultado en el
contrario do que se pretendia, como yo avisaba sistemáticamente
desde los años setenta, cuando empecé a identificar el uso psi-
copolítico -proposital, sincrónico y transhistórico- del simbolismo
geométrico de las tradiciones espirituales en los medios (tanto en
el periodismo cuanto en la propaganda), lo que pudo demostrar,
a pesar del fuerte rechazo posmoderno de semióticos perspecti-
vistas, al estudiar la relación verbo-imagen en las páginas de los
periódicos del mundo desde el siglo xvii hasta los años noventa
(Vieira Ouriques, 1992). La transgresión de todo interdicto había
sincronizado con la desinstitucionalización indispensable al neoli-
beralismo, basado de modo unidimensional en la circulación libe-
rada de todo interdicto para la mercancía: “Los muy vivos com-
bates militantes de la época no percibieron que las instituciones
que ellos tomaban como blanco eran exactamente los aparatos
113
Dificuldade ou dúvida racional decorrente da impossibilidade objetiva de obter
resposta ou conclusão para uma determinada indagação filosófica.
Comunicación para la resistencia | 177
114
Véase https://www.theguardian.com/science/2015/aug/06/jack-goody.
115
La Constitución de Weimar, sancionada en 11 de noviembre de 1919 siguió a la
Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, sancionada el 5 de febrero de
1917 (ambas originaran el constitucionalismo social, que defiende y promueve la
incorporación constitucional de los Derechos Sociales), que estableció el estado
de bienestar y reconoció los derechos de los trabajadores.
década de 1860 fue la última gran invención institucional. Todas
las democracias que surgieron desde el final del siglo xviii, inclu-
yendo las más recientes, solo combinaron en diferentes formas,
a menudo pieza por pieza, las instituciones preexistentes. Hay,
por lo tanto, mucho espacio para la creatividad institucional” (Pr-
zeworski, Stokes & Manin, 1999).
El momento es oportuno, pues las sociedades están perversa-
mente desorganizadas bajo el miedo, el choque y el pavor conti-
nuos y crecientes, estas siniestras fuerzas destituyentes, pues an-
ticomunicacionales. Todas las políticas públicas de los gobiernos
de la coalición en Brasil han sido emblemáticamente sustituidas,
para muchos como en un pase de magia (pues no estaban vendo
lo que estaba ocurriendo, como referí aquí), por una intervención
militar en la seguridad pública de la más emblemática cuidad de
Brasil, exsede del imperio y de la república brasileña, a pesar de
que Río de Janeiro no forma parte de las cincuenta ciudades más
violentas del mundo, siendo que de este listado hacen parte die-
cisiete ciudades brasileñas, pero no Río.116
Para el ex subsecretario general de la Organización de las Na-
ciones Unidas (ONU) y exdirector del Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) para América Latina y el Caribe
en los primeros años de la década del 2010, Heraldo Muñoz, “no
hay una solución mágica a la inseguridad, pero este grave pro-
blema puede remediarse -con visión y voluntad política a largo
plazo-”.117 Yo ofrezco a la conversa la constatación de que transitar
del perspectivismo ontológico a la condición comunicacional del
ser humano es la más importante visión y voluntad psicopolíticas
a largo plazo, pues en el ejercicio del carácter ontológico no me-
116
Véase https://www.bbc.com/portuguese/brasil-43309946.
Véase http://www.undp.org/content/undp/en/home/presscenter/pressrelea-
117
ses/2013/11/12/citizen-insecurity-thwarts-latin-america-s-development-says-undp.
html.
Comunicación para la resistencia | 179
Bibliografía
PARTE II
Claves instituyentes de la comunicación:
democracia y movimientos sociales
en Latinoamérica
Comunicación para la resistencia | 191
Percepciones
En términos comunicativos, los ciudadanos son electores o es-
pectadores de la democracia. Estos compradores de un candida-
to, partido o proyecto parten de una percepción frente a lo que
se les ofrece; la comunicación consiste en confirmar (instituir) esa
percepción o transformarla (destituir). Por ejemplo, se destituye
comunicativamente el proyecto K trabajando día a día la percep-
ción de que había exceso de confrontación y grieta (con Cristina)
para instituir una nueva percepción de la no confrontación y la
buena onda (que proponía Macri); se destituye la idea de los Es-
tados Unidos como la tierra de los sueños migrantes (con Obama)
para instituir que hay que defender al gringo promedio y auténtico
(que propuso Trump); se destituye a Dilma Rousseff en nombre de
Comunicación para la resistencia | 197
Emociones
El espectador de la democracia se comporta más parecido a un
hincha deportivo que a un sujeto argumentativo y racional. Por
eso es un sentimiento el que lo mueve a participar en política, y
ese sentimiento se construye con respecto a personajes más que
a políticas públicas. Se escoge a Macri por el odio a Cristina, se
acepta a Temer por el odio a Lula, se elige a Trump por el odio a
Hillary Clinton y lo que ella representa (Washington, la tradición
política, los políticos), se vota contra los acuerdos de paz por el
odio a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)
y a la deslealtad de Juan Manuel Santos con el dios Álvaro Uribe.
La comunicación política, entonces, consiste en instituir (reiterar)
una emoción común o en destituir (mover) hacia una imaginación
emocional) posible.
Storytelling
Y para poder emocionar hay que contar, narrar, hacer relatos
(storytelling). Relatos que se quieran creer, que busquen emocio-
nes probables, que trabajen sobre las percepciones existentes y
se narren en los referentes de sentido de las comunidades. Rela-
tos que respondan, más que a la teoría política, a la experiencia
melodramática y pop de la gente. Y ahí hay tres ejes de relato
prioritarios:
Públicos
La comunicación instituye o destituye sentidos, imaginarios,
prestigios, voces, ideas, proyectos, etcétera, con relatos que par-
ten de lo que se quiere creer (percepción y emoción), desde dón-
de se está dispuesto a creer (valores y creencias) y hasta dónde se
está dispuesto a moverse o apostar (las posibilidades de cambio).
Y para que estos relatos tengan potencia deben tener en cuenta
a quién le hablan. Y aquí hay más que militantes y los otros. La
comunicación es para salir del gueto y expandir los seguidores.
Por eso, la comunicación y la política se concretan en acciones/
mensajes para tres públicos/espectadores/electores:
- Los premodernos: Los ciudadanos que se mueven por valo-
res anteriores a la modernidad y que se vinculan moralmente
a las seguridades humanas primarias, como son la familia, Dios,
la tradición, la propiedad y el orden, para controlar violencias,
sexo y fantasías. Estos referentes son los motivos programá-
ticos y éticos para adherir a un proyecto, partido o persona
política.
- Los modernos: Los ciudadanos que apuestan por los valo-
res de la modernidad, los cuales se sustentan en la libertad,
la igualdad, el bienestar, la justicia social, la inclusión social,
la diversidad cultural, la pluralidad de opiniones, los derechos
humanos y la democracia. Este elector busca adherir a razones,
Comunicación para la resistencia | 199
119
Coolture es un concepto que he creado con base en la “nueva” civilización que
relatan Alessandro Baricco (2008) y Frédéric Martel (2011), y expresa el modo
prioritario de significar y experimentar en la sociedad actual, en la cual impor-
tan como valores culturales los criterios de “me gusta” (lo like), la tendencia (lo
trendy), lo viral (lo que hace más buzz); se trata de una cultura en la que el valor
supremo es lo cool, la actitud es la buena onda y el consumo es la felicidad ins-
tantánea. En la coolture el yo deviene en eje y centro del mundo, tanto que nos
convertimos en una sociedad yopitalista, o de capitalismo del yo, en la cual el
consumo se convierte, paradójicamente, en valor contracultural del capitalismo.
una legitimidad de opinión pública muy baja y con un odio muy
alto. Uribe los había derrotado militarmente durante sus dos go-
biernos (2002-2006 y 2006-2010). El siglo xxi en Colombia es mar-
ca Uribe, tanto que se podría decir que los colombianos estamos
“secuestrados” por sus saberes, prácticas, valores y decisiones, ya
que no podemos hacer nada, ni ejercer nuestra libertad sin su san-
tísima voluntad (Rincón & Uribe, 2015). Su palabra es verdad para
más de seis millones de votantes de las clases cómodas, las masas
evangélicas y las elites católicas, los empresarios del para-qué-
cambiar-si-así-me-va-muy-bien, los medios como RCN y Caracol
TV, los periodistas del clic rápido y el escándalo sin investigación,
los jóvenes cínicos y muchos más. Y esa palabra, también, domina
las agendas, sentires y pensares de los ateos, izquierdistas, me-
dios independientes. Su palabra es soberana, todos hablan de lo
que él dice o hace. Indisputable: Uribe es un gran político.
Álvaro Uribe Vélez es un gran político. Tal vez, el mejor de la his-
toria colombiana (Ponce & Rincón, 2013). Sabe leer, comprender,
explicar y seducir en clave de pueblo (¡y eso hace el político!). En
una patria donde las elites políticas, empresariales, culturales y
mediáticas poco se interesan por el pueblo porque los de abajo ni
siquiera molestan, obedecen, él se viste de campesino y se hace
el patrón que sabe de los dolores de la lejanía y va a defender y lu-
char por esa clase rural (que no social) olvidada (De Vengoechea,
2008). Y como la política actual se puede comprender mejor des-
de la telenovela y el melodrama que desde las ciencias políticas o
los discursos democráticos, Uribe es el galán que salva con amor y
valentía a un pueblo equivocado (Ponce & Rincón, 2013).
En una nación que se construyó con base en la fe religiosa, la
familia, el odio y la venganza, él interpreta esa fe, esa salvación
del pueblo, de la familia y de Dios que se quiere destruir con las
políticas de género y sexualidades nuevas, y asume como propio
el mandato del pueblo: vengar al pueblo y castigar a los villanos.
Cuando Santos fue votado presidente en el 2010, fue el elegido
como la continuación de Uribe y su política de seguridad demo-
crática, esa de matar a todos los guerrilleros. Cuando Santos apos-
tó por la paz, Uribe sintió y expresó que había sido traicionado. Y
Comunicación para la resistencia | 201
Las encuestas
Las encuestas comenzaron fracasando. Arrancaron confundien-
do (Palomino, 2016). Y tal vez de mala leche. Dos encuestas dieron
ganador por mayoría impresionante al no y dos, al sí. O sea, con-
funde y reinarás. Nadie podía explicar qué pasaba. Los analistas
estaban confundidos; los señores de la desinformación no: habla-
ban de un país polarizado y contradictorio. Hasta que un periodis-
ta de verdad, como Daniel Coronell (2016), hizo la tarea del buen
periodismo (consultar fuentes, confrontar datos, llamar a los que
hicieron las encuestas) y demostró que estaban mal hechas, y afir-
mó que se quería crear y formar opinión a favor del no. Luego, las
encuestadoras hicieron un acuerdo ético-técnico (¡uuupppsss!)
que consistió en tres criterios: primero, preguntar a las personas
si iban a votar; segundo, por qué opción; y, tercero, hacer por lo
menos mil encuestas (¡la obviedad técnica!). Y aplicando un tris
de rigor el resultado ya fue más parejo y más creíble: el sí ganaba
casi con el 70 %.
Las encuestas se dedicaron interesadamente a formar o defor-
mar la opinión y perdieron su credibilidad, pero no su poder. Tal
vez sus cifras eran para apaciguar los ánimos de los votantes e
inactivarlos, o tal vez la gente responde lo que es bien visto para
que no la molesten: voy por el sí, pero realmente voto el no. En
todo caso, las encuestas están representando un mal para la de-
mocracia colombiana.
Los medios
El periodismo colombiano, para parecer objetivo y neutral, se
decidió por el equilibrismo: una fuente del sí y una del no. Y eso
se llama equilibrismo. Pero no basta. El periodismo debe constatar
si hay verdad y valorar las opiniones, adjetivos y acusaciones de
cada fuente. No debe abdicar de comprobar la verdad, contex-
tualizar los decires y cuidar los lenguajes. Pero lo que hicieron los
medios fue simplemente convertirse en mensajeros sin oficio de
las mentiras del no y del sí, y así tan solo sirvieron a la polarización
Comunicación para la resistencia | 205
Conclusión
Un bien superior y de interés nacional como la paz perdió por-
que la oposición supo leer, comprender e instituir una emoción (el
odio a Santos y las FARC) y una percepción sobre los acuerdos de
paz (que nos vendieron el país al castrochavismo y la ideología de
género). Mientras, la parte del sí no leyó ni comprendió que había
que instituir nuevas emociones y percepciones, y se quedó en la
pedagogía y el hippismo. Pero también fueron importantes la cam-
paña publicitaria y sus manipulaciones, las encuestas y sus con-
fusiones, y los medios y sus seducciones con la palabra de Uribe.
Extraño, en un país donde todos queremos la paz (Santos, Uribe,
los medios, los políticos), triunfan las palabras, actitudes y formas
violentas. Y de toda parte: los del no, porque no querían oír; los
del sí, porque querían imponer por la razón. La sociedad quedó
entonces dividida entre dos fes: una católica y cristiana de odio, y
otra agresiva y civilista de paz.
120
Del término oenegé, forma derivada de la sigla ONG (organización no guber-
namental).
sarios, pero también de los académicos y “oenegeros”. Cada
elite tiene solo un modo de pensar el país: su pensamiento e
intereses. No hay peor comodidad que la de los buenos. Los
que creen y piensan bien, y juzgan que todos los demás pien-
san mal o hacen peor. Los bienpensantes están tan seguros de
su moral superior en pensamiento que todo lo hacen peor: el
gobierno que no cumple, empresarios chupasangres, izquierda
sin ideas; “todo funciona mal”, y al decirlo afirman su autoridad
moral de bondad. Son como la ONU del pensamiento: la nada
que no dice nada, pero tiene superioridad moral. En el mismo
sentido están las iglesias, que han convertido a los acuerdos
de paz en pecado. Y en defensa de Dios, la fe y la familia, y sin
leer los acuerdos, ven en estos al comunismo y al diablo.
Los medios han demostrado que su bien particular (el rating,
el show y servir a sus amos) está por encima del bien colecti-
vo (una nación en paz). Por eso han dejado de hacer su oficio
de cuestionar, confrontar, contextualizar y verificar verdad. Se
mueren por un “me gusta”, un clic, un trending topic. O sea,
caen en informar desde el odio, la venganza, el “nada sirve”.
Renuncian a hacer periodismo para convertirse en megáfonos
de los odios y la desinformación. Y cada vez a menos gente le
importa estar informada. Los políticos solo piensan en estafar,
esquilmar y chantajear el erario público. No dicen nada cons-
tructivo, no producen leyes y viven para los medios. El presi-
dente Santos abandonó al país, se fue de viaje y se perdió en
su selfie. Poco le importa el país. Le agradecemos la paz. Pero
sería bueno que tomara al país como destino.
Y todo está orquestado por la política del odio y la venganza
de Uribe, quien decidió secuestrar al país. Hace todo lo que
pueda para dividir, matonear, agredir, mentir y burlar la de-
cencia. Su ego personal es más importante que el país. Colom-
bia es su finca. Y tiene asegurado el derecho para delinquir de
palabra, tuit y matoneo. Para él, mentir y matonear es la ley y
la verdad. “Miente y agrede, y reñirás” es el evangelio uribis-
ta. Por eso para instituir el nuevo país hay que desmovilizar a
académicos, medios, políticos, bienpensantes, “oenegeros” y
Comunicación para la resistencia | 209
Bibliografía
El proceso organizativo
de las revistas culturales en Argentina.
De la resistencia molecular a la dictadura
a la incidencia en las políticas públicas
ARCA duró poco. Quizás un año, o poco más. Hicimos una se-
rie de reuniones constitutivas, un programa básico de defensa
de la libertad de expresión, exploramos formas de distribución
colectiva, dictamos un taller de armado de originales (cuando
este trabajo no lo hacía un programa de computadora, sino
que se hacía a mano, cortando y pegando), ofrecimos recitales
de poesía (recuerdo uno en la propia SADE), organizamos un
evento con bandas de rock para recaudar fondos. Oche Califa
me dice que incluso hicimos un volante reclamando la apari-
ción con vida de Haroldo Conti y Rodolfo Walsh, y que salimos
Comunicación para la resistencia | 219
27
De acuerdo con esta versión, El Ornitorrinco, Punto de Vista y Expreso Imaginario
formaron parte de ARCA.
cas en profundidad, editada entre 1979 y 1986- puede leerse una
referencia a una “segunda presentación” realizada por ARA, el 13
de noviembre de 1982 en el Ateneo Arturo Jauretche.
Un exintegrante de esa revista, Jorge Warley, afirma en un artícu-
lo escrito la década siguiente que durante la dictadura “se había
producido una suerte de ‘frente de hecho’ entre diversas revistas
culturales. Las muertes, las desapariciones, la censura, la política
represiva en su conjunto, obligaron a postergar discusiones; se en-
tablaron lazos de amistad entre líneas ideológicas muy distintas”
(Warley, 1993). Conforme pudo reconstruir Evangelina Margiolakis
(2011) a partir de una entrevista de Julio Canessa -otro ex-Kosmos-,
cuando el genocida Roberto Viola reemplazó al genocida Jorge
Videla en la presidencia de facto -en marzo de 1981-y se propu-
so cierto acercamiento de sectores civiles para ganar legitimidad,
hizo una convocatoria a jóvenes editores de revistas a través de
una carta, a la que esta agrupación decidió no contestar para ex-
presar su rechazo al gobierno.
Hacia 1986, impulsado por algunas revistas, hubo un nuevo inten-
to de nuclear publicaciones en el I Encuentro de Revistas Cultu-
rales, del que participaron El Ornitorrinco, Mascaró, Cuadernos de
Cultura, La Bizca, Praxis, Contraprensa, Crisis, El Molino de Pimienta,
El Despertador y Pie de Página. En dicho encuentro llegaron a acor-
dar una declaración con posiciones de izquierda sobre política na-
cional e internacional, economía y cuestiones culturales. Algunos
de los integrantes de esas revistas habían sido antes parte de las
asociaciones previas, ARCA y ARA.
No hay registros de que aquella actividad haya tenido continui-
dad en un segundo encuentro. Por supuesto, los cruces entre re-
vistas -y editores- siguieron sucediéndose: esporádicos y parcia-
les, siempre los hubo, al menos como una política de identidad. Al
nacer una nueva revista, al presentar una edición especial, al fes-
tejar un aniversario redondo, una revista cultural invita a otras:123
hay en esos gestos cierto reconocimiento de un sector, si bien no
una acción gremial o una política coordinada.
Hacia 1990, el editor de Diario de Poesía (1986-2011), Daniel Sa-
moilovich, intentó motorizar un nuevo espacio de articulación,
Comunicación para la resistencia | 221
123
Así, por ejemplo -y para mencionar uno afín a nuestro campo-, en la presenta-
ción de Causas y Azares -revista creada en 1994, conducida por Carlos Mangone-,
en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, participaron
representantes de distintas revistas político-culturales: Eduardo Blaulich (Dialék-
tica), Cristian Ferrer (La Caja), Eduardo Rinesi (El Ojo Mocho) y Horacio Tarcus (El
Cielo por Asalto).
Babel, No Hay Derecho, Punto de Vista y Diario de Poesía- no lle-
garon a buen puerto. Recién en 1998 pareció concretarse, cuando
“las revistas Tiempo de Danza, dirigida por Laura Falcoff; Cultura,
por Patricio Lóizaga; Punto de Vista, por Beatriz Sarlo; El Amante,
por Eduardo Antín; y Diario de Poesía nos reunimos para formar
ARCA. Las revistas Vox, de Bahía Blanca; Nombres, de Córdoba;
y Lote, de Venado Tuerto, fueron de las primeras en adherir a la
Asociación” (Samoilovich, comunicación personal, marzo de 2017).
Según expresaron en notas periodísticas, calculaban más de cien
potenciales afiliadas (La Nación, 1998). En la primera lista de invi-
tadas a ser parte, estaban: El Jabalí, Tramas, Artinf, Con V de Vian,
Ciudad Futura, Agora, Entrepasados, El Rodaballo, Sección Aurea, El
Perseguidor, El Ojo Mocho, Historia, Música Hoy, Criterion, Causas y
Azares, Film y Diógenes (Mendoza).
Los impulsores formularon un estatuto y Samoilovich afirma que
llegaron a inscribir formalmente a la institución (comunicación
personal, marzo de 2017). El editor de Diario de Poesía conserva
materiales de aquella asociación recién nacida. En el acta de una
reunión realizada en 1998, por ejemplo, aparece la preocupación
por definir las fronteras del sector, más allá de las revistas institu-
cionales y, sobre todo, distanciando la figura de la revista cultu-
ral-comercial:
124
Gentileza del archivo personal de Samoilovich.
Aunque constituida “hace un par de años” de manera formal,
esa agrupación se ha visto afectada por las recientes crisis
económicas en el país sudamericano, por lo que sus integran-
tes -“no más de ocho”- se vieron obligados a concentrarse en
la sobrevivencia de sus propias revistas, expresa Samoilovich.
“Una asociación, para que tenga vida verdadera, es aquella en
la que las revistas vean beneficios concretos en asociarse”.
(Paul, 2004)
125
Ese decreto invirtió el marco legal que había regulado la distribución de diarios
y revistas desde el año 1945 hasta el 2000, según el cual el Estado protegía a
los actores más débiles de la cadena. La medida contribuyó al actual contexto de
concentración de medios gráficos. Para un examen más detallado de la medida,
puede consultarse el capítulo de Ivana Nitti sobre “El problema de la distribución”
en la compilación Editar sin patrón (Badenes, 2017), como también el trabajo previo
de Ethel Pis Diez, El mercado de revistas en la Argentina (2008).
126
En algunas intervenciones públicas, la editora Claudia Acuña ha mencionado
como interlocutor en esa oportunidad al ministro Domingo Cavallo, pero los de-
más participantes de la reunión no confirman su presencia.
momento encabezado por Domingo Cavallo. Tengo dos imá-
genes. Una era en el despacho de Lopérfido, mirando a un am-
plio ventanal que daba a la Plaza de Mayo mientras pensaba:
“Espero que no estemos acá adentro cuando vengan a colgar-
los de esos faroles”. Muy pocos meses después, yo estaba en
esa misma plaza, desafiando el estado de sitio, corrido por los
gases, la noche anterior a los treinta y un muertos.
La otra reunión fue en el Ministerio de Economía con gente
de Cavallo, a quienes les presentamos el proyecto de desgra-
vación. Fuimos con Claudia Acuña y Beatriz Sarlo, entre otros.
El ambiente era extraordinariamente áspero hasta que Claudia
le dijo a uno de los petimetres que nos atendía: “¿Saben que
pasa? Dentro de unos meses nosotros vamos a estar con nues-
tras revistas y ustedes van a haber pasado de largo”. El manda-
más se levantó y se fue. Lo tuvieron que ir a buscar a la oficina
de al lado. El proyecto nunca avanzó, obviamente. (Noriega &
Raffo, 2013)
127
La reducción se aprobó casi por unanimidad. La Ley 26982, de modificación del
IVA, rige desde el 29 de septiembre de 2014, cuando fue promulgada en el Boletín
Oficial. Desde entonces, la pelea gremial es con las imprentas, los proveedores
de papel y los contadores para que entiendan que se aplica a toda la cadena
productiva de las publicaciones. En 2016 el régimen especial se extendió a las
publicaciones digitales.
una política que supo tener la Comisión Nacional de Bibliotecas
Populares (CONABIP) y que quedó trunca. Esta empezó tímida-
mente durante el gobierno de Carlos Menem, cuando El Amante
buscó ayuda pública para sostener la revista cinéfila. Según el re-
lato de Noriega, recurrieron al Instituto Nacional de Cine y Artes
Audiovisuales (INCAA) y allí los derivaron a la Secretaría de Cultu-
ra de la Nación. Noriega, Antín y Flavia de la Fuente se reunieron
entonces con el secretario José Luis Castiñeira de Dios, con quien
acordaron la compra de 500 colecciones encuadernadas por año.
El Estado pagaba por ellas la mitad del precio de tapa, que “era
más o menos lo que recibíamos de la distribución en los kioscos.
Era como si vendiéramos quinientos ejemplares más por mes, lo
cual equilibraba precariamente la balanza. Por otra parte, la revis-
ta era leída en las bibliotecas por lectores con insuficientes recur-
sos para comprarla, de los cuales nos llegaba un eco en la forma
de correo” (Noriega & Raffo, 2013).
Desde 1994, cuando Castiñeira dejó su cargo, debieron reunirse
con cada nuevo secretario de Cultura para sostener la iniciativa.
Todos la mantuvieron, aunque en tiempos de ajuste se redujo la
cantidad de ejemplares. La novedad la introdujo el cambio de go-
bierno en 1999:
La formación de ARECIA
128
En 2001, entre las revistas culturales que obtuvieron como subsidio la com-
pra de ejemplares, estaban: El Amante ($8 000), Diario de Poesía ($8 000), Latido
($8 000), Archivos del Presente ($8 000), V de Vian ($8 000), Topía ($4 000) y
Punto de Vista ($4 000).
ciones. Por un lado, lanzó el Concurso Nacional “Abelardo Casti-
llo” para nuevas revistas culturales, que con premios de $20 000
buscó financiar la publicación de los primeros cuatro números de
los diez proyectos ganadores. Para la evaluación convocaron a
Samoilovich, Jorge Boccanera (Nómada), Alejandro Kaufman (Pen-
samiento de los Confines) y Luis Bruschtein (Lezama). Varias de las
revistas surgidas en ese concurso formaron ARECIA; algunas de
forma muy activa, como NAN, que ha integrado las últimas cinco
comisiones directivas y fue la que más perduró -junto con la revis-
ta de danza contemporánea Inquieta, editada en Rosario-.
Por otra parte, la dirección inició un Registro Nacional de Revis-
tas Culturales, que hasta 2015 estuvo disponible en un sitio web
(www.revistas.cultura.gov.ar) del que hoy no quedan rastros. Lle-
gó a relevar más de 320 revistas en todo el país.
Finalmente, incluyó una línea de formación que fue un dispa-
rador clave. En la primera mitad de los noventa, Hamawi había
tenido una distribuidora de revistas y fue representante de ARCE
en Argentina. Fue esa experiencia española, que llevaba enton-
ces veintisiete años, la contratada para una capacitación a la que
asistieron revistas como Mu, Barcelona y THC. El propio Hamawi,
junto a Adrián D’Amore, fue el encargado de convocarlas. “La idea
fue transmitir la inquietud o la necesidad de que se organicen”,
recuerda María Iribarren, quien se incorporó a la Dirección Nacio-
nal de Industrias Culturales a fines de ese año: “Era la manera de
evitar el favoritismo a la hora de pedir subsidio o pauta; la forma
de pedir en conjunto y para todo el sector, no para algunos. Al no
estar organizadas, se cae muy fácilmente en el favoritismo y eso
es un fastidio, para las dos partes. ¿Quién pide? ¿A quién le das?
¿Por qué? Si los reclamos son sectoriales, es más ecuánime” (co-
municación personal, febrero de 2017).129
129
Iribarren destaca que en ese momento ARCE “era muy potente, tenía una can-
tidad de revistas afiliadas infernal, hasta subsidiaba a las revistas. Después se vino
abajo con la crisis económica en España. La capacitación fue una apertura de ca-
beza, fue iluminadora de que era posible a pesar de las diferencias” (comunicación
personal, febrero de 2017).
Comunicación para la resistencia | 231
130
En ese sentido, el estatuto ponía un límite al espacio destinado a la publicidad
(30 %). Además establecía que el “contenido no deberá atentar contra los princi-
pios políticos democráticos establecidos por la Constitución Nacional y los valo-
res contemplados en la Carta de los Derechos Humanos de la ONU y la Conven-
ción Interamericana de los Derechos del Hombre” (ARECIA, 2011). Una referencia
similar a los tratados internacionales de derechos humanos se encontraba en los
estatutos proyectados para ARCA en 1998.
miembro honoraria a La Garganta Poderosa. Para entonces, ARECIA
registraba más de 200 socias activas y aprendía a construir, desde
la diversidad, una herramienta de organización.
Desde entonces, uno de los principales méritos de la asociación
fue generar la noción de un sector de revistas culturales y visibi-
lizarlas como conjunto en esos términos. A ello han contribuido
informes anuales realizados a partir de censos entre sus asociadas.
Como se explica en el último documento presentado, “su repeti-
ción periódica permite trazar series para observar las transforma-
ciones del sector, que son producto de las políticas públicas o de
su ausencia, del avance de las corporaciones económicas” y tam-
bién del trabajo asociativo (ARECIA, 2017). Es decir que, además de
su acción gremial o política en distintas negociaciones, se destaca
la propia producción de información, que permitió caracterizar al
sector como hasta tiempos muy recientes no había hecho ningún
ámbito académico.
Otro aporte clave, desde los inicios, fue la capacitación. En 2012,
por ejemplo, se realizaron cinco encuentros de formación sobre
“edición cultural autogestiva”, que recuperaron saberes forjados
desde distintas experiencias. Desde entonces, la realización de
talleres y charlas de actualización estuvo presente en cada uno
de los foros anuales organizados por ARECIA desde 2012, como
también en las distintas participaciones que la organización tuvo
en ferias del libro y en los eventos del Mercado de Industrias Cul-
turales Argentinas.
Es interesante repasar el programa de la primera capacitación,
posterior a la ofrecida por los españoles. La primera parte estuvo
a cargo de Acuña: “Diagnóstico de cada publicación y del sector:
reconocimiento de fortalezas y debilidades. Herramientas básicas
de la gestión editorial: punto de equilibrio, costos legales, caja
de herramientas de administración autogestiva”. Para la segunda
clase convocaron a la Red Gráfica: “La producción: la revista como
objeto. La planificación y gestión de la impresión. Herramientas de
la industria gráfica para optimizar recursos”. El tercer encuentro,
a cargo de un abogado especializado, propuso una introducción
al derecho editorial. El cuarto volvió a recurrir a la experiencia de
Comunicación para la resistencia | 233
131
Durante los primeros meses también participó la Red de Carreras de Comuni-
cación Social y Periodismo (REDCOM), por lo que Interredes se pronunciaba en
nombre de los “medios de comunicación y carreras de comunicación”. Con el tiem-
po, su agenda de trabajo se fue centrando en las necesidades de los medios y
productoras, y REDCOM acompañó sus iniciativas como un adherente, pero sin
participación activa.
Comunicación para la resistencia | 235
132
Las cursivas de la cita son mías.
133
Ídem.
terviniendo además como mediador en distintos convenios de
la asociación con dependencias del Estado, como Radio Nacional
-que publicitó a las revistas culturales con anuncios gratuitos- o el
Correo Argentino. También intercedió ante la Fundación El Libro
para recuperar el estand especial que debían tener las revistas
independientes, y por supuesto les dio un espacio en sus propias
iniciativas, como el Mercado de Industrias Culturales Argentinas.134
La asociación, mientras tanto, fue cobrando su propio vuelo.
Mientras varias de las revistas grandes del sector se alejaron de
la vida activa, se fue enriqueciendo con el trabajo de otras pu-
blicaciones que se acercaron, como La Pulseada, NAN o Maten al
Mensajero.
Una de las negociaciones más arduas que encaró ARECIA fue
cuando reclamó al Poder Ejecutivo tener participación en la pauta
publicitaria estatal; otra de las preocupaciones que estuvo pre-
sente desde un primer momento. Entre octubre y diciembre de
2013 se realizaron las gestiones que permitieron que accedieran
a pauta oficial las 38 revistas asociadas que en ese momento es-
taban registradas como proveedoras del Estado. Aquel acuerdo
tuvo vigencia hasta noviembre de 2015 -sin ninguna actualiza-
ción- y quedó interrumpido con el cambio de gobierno. En junio
de 2016, la asociación volvió a obtener pauta para las revistas aso-
ciadas,135 y en 2018 logró un incremento del 20 % en los montos, lo
que permitió recuperar una porción del valor relativo disminuido
por cinco años de inflación acumulada.
134
Ese vínculo fluido duró hasta la renuncia de Hamawi, poco después de la crea-
ción del Ministerio de Cultura.
135
Según el quinto informe sobre el sector, en 2016 el 30.2 % de los editores ac-
cedió a la publicidad del Estado nacional (ARECIA, 2016). El monto, no obstante,
es ínfimo: en el primer semestre de 2017, lo que recibieron las revistas nucleadas
en ARECIA representa el 0.18 % de la pauta total otorgada por el gobierno na-
cional. El Grupo Clarín recibió 110 veces lo que se dio al conjunto de las revistas
culturales.
Comunicación para la resistencia | 237
Bibliografía
136
Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Cari-
be (CIALC), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
tejiendo:
138
Véase la página Enlace Zapatista en http://enlacezapatista.ezln.org.mx.
Compas, que son los medios masivos del Ejército Zapatista de Li-
beración Nacional (EZLN), quienes realizan todo el material ne-
cesario para compartirlo de forma libre, es decir, copyleft con los
Medios Compas o medios aliados para que se pueda circular y
reproducir.
El trabajo conjunto que se ha articulado entre los medios libres
-es decir, los Medios Compas- y los medios zapatistas -denomina-
dos Los Tercios Compas- ha permitido romper el cerco informa-
tivo e impulsar su proceso político y organizativo autónomo, au-
nando esfuerzos para apoyar a otros movimientos anticapitalistas
y antisistémicos a nivel mundial.
139
Se denomina así al período en el que Porfirio Díaz ejerció el poder de su dicta-
dura, entre 1876 y 1911. En este hubo una inmensa explotación de indígenas con-
vertidos a esclavos, así como una gran brecha social resultado de la acumulación
por parte de terratenientes. Fue un período de mucha represión.
Comunicación para la resistencia | 253
de la madre tierra.
También ocurrió en el caso de los pueblos indígenas nasas que
forman parte de la ACIN en Colombia, con el líder indígena Ma-
nuel Quintín Lame, quien durante más de cuarenta años encabezó
las luchas de sus comunidades, especialmente en el período de
1914 a 1917 con el levantamiento conocido como la quintinada, que
tenía el propósito de eliminar los pagos de terraje cobrados por
los hacendados -es decir, los días de tributo en trabajo para que
los indígenas pudieran vivir en esos terrenos-. Estos pueblos em-
pezaron a exigir la devolución de los territorios ancestrales y el
respeto por sus derechos colectivos.
Mapa de Colombia,
ubicación del
departamento
de Cauca1
1
Imagen tomada del sitio web de la organización Council on Hemisphe-
ric Affairs (http://www.coha.org/leave-us-in-peace-security-in-colom-
bias-cauca-department)
Mochila caucana2
2
Imagen tomada del sitio web Mochilas Nasa, a
través de la plataforma Wix (http://mochilasnasa.
wix.com/mochilasindigenas#!modelos/albumpho-
tos0=5).
Comunicación para la resistencia | 257
Por tanto, para el tejido, los huecos son los espacios de encuen-
tro crítico y de reflexión que alimentan a todos los demás. Las
asambleas, los videoforos y las escuelas, entre otros, son los es-
pacios en los que se sientan a conversar a partir del pensamiento
nasa.
Los nudos son los actores que hay dentro del territorio o fuera
de él, organizaciones sociales o redes con las que existen inter-
cambios para alimentar la propuesta comunicativa, como lo es la
guardia indígena.
Los hilos son las estrategias que permiten la unión, el tejido que
se hace con los nudos para el intercambio y la construcción con-
junta, ya sea a través de los medios propios o por los medios apro-
piados y las nuevas tecnologías -podríamos por tanto hablar de
hilos tecnológicos-.
Bibliografía
141
Licenciados en Comunicación Social y docentes de la FPyCS (UNLP).
142
Este apartado recupera parte de los planteos que el titular de la cátedra Co-
municación, Territorios y Acción Colectiva, de la FPyCS (UNLP), Dr. Leonardo Gon-
zález, presentó y analizó en su tesis doctoral “La comunicación en los nuevos
movimientos sociales en Argentina: el caso piqueteros” (2011).
tes, derechos humanos) aparecen como novedosos frente a los
actores políticos tradicionales. Son movimientos sociales con mi-
núscula y en plural por oposición al Movimiento Social con ma-
yúscula y en singular, que fue generalmente el movimiento obrero
organizado como tal.
Este movimiento se constituyó en relación con una matriz so-
ciopolítica clásica o nacional-popular, en la que el Estado ocupaba
un lugar de referencia central para las acciones políticas. Escribe
Manuel Garretón:
Bibliografía
Libertad de expresión
y regulación de la radiodifusión en Costa Rica:
visiones desde los movimientos sociales
Justificación
Hay varios derechos humanos relacionados con la comunicación
o la libertad de expresión. Es importante definir esos derechos o
las facultades que esos derechos le reconocen a la población y su
estrecha relación con las regulaciones sobre medios de comuni-
cación, específicamente con a radio y la televisión. Para ello, hay
que empezar por definir la libertad de pensamiento como parte
de las libertades que conforman la identidad personal de los seres
humanos. La libertad de pensamiento “comprende el derecho a
orientar libremente la propia opinión sobre cualquier asunto y el
Antecedentes
Uso de las
concesiones de
radio en AM y FM
(Red MICA, 2015)
Uso de las
concesiones de
televisión abierta
(Red MICA, 2015)
rolina Picado.
- Representante del movimiento de migrantes en Costa Rica:
Quxabel Cárdenas.
- Representante de movimiento estudiantil: Federación de
Estudiantes de la Universidad Nacional, Pablo Soto.
- Representante de organización indígena: Talamanca Unida,
Emmanuel Buitrago.
- Representante del movimiento de diversidad sexual: coor-
dinador del Movimiento Diversidad, Marco Castillo.
La herramienta de investigación utilizada para las entrevistas fue
un cuestionario, que buscó la forma de apuntar las percepciones
generales sobre la libertad de expresión y la importancia de la
comunicación para el trabajo que realizan y si poseen espacios
en los medios de radio y televisión, así como las limitaciones que
enfrentan para ejercer su derecho a transmitir en dichos medios.
También se realizaron preguntas tendientes a diagnosticar si las
personas entrevistadas consideran que existe una distribución
desigual del espectro radioeléctrico y a conocer en profundidad
sus opiniones sobre el pluralismo mediático en nuestro país.
Una segunda parte del cuestionario se enfocó en lo relativo a
ofrecer una solución puntual al problema determinado, es de-
cir, ahondar en los contenidos que debe tener un nuevo marco
normativo de radio y televisión, según la opinión de las personas
entrevistadas. Para ello, la herramienta también contó con pre-
guntas puntuales que obedecen a las pautas esgrimidas por la
Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH sobre
los “Estándares de libertad de expresión para una radiodifusión li-
bre e incluyente” (2009). Esa publicación sirvió de guía para definir
las variables de investigación, que se tradujeron en preguntas del
cuestionario, ya que, para la relatoría, la regulación debe contener
una serie de condiciones para ser legítima:
Resultados
Bibliografía
PARTE III
Reflexiones sobre políticas públicas
en comunicación
Comunicación para la resistencia | 301
La deriva audiovisual
144
Catedrático de Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Uni-
versidad de Málaga, España. Director de EMAR-TV.
cindibles para construir sociedad, los medios ocupan un puesto
tan relevante como la sanidad, la educación y la justicia.
El papel protagónico desempeñado por los medios solamente
contribuye hoy, salvo en casos excepcionales, a representar los
intereses del poder servil a un modelo económico fracasado por
su incapacidad para redistribuir riqueza. El argumento-mantra de
redimir de la pobreza a través de la generación de nuevas riquezas
supone mantener un crecimiento sin límites que no considera los
recursos finitos del planeta, la destrucción de los ecosistemas y la
necesidad de adelgazar las economías de los países y elites obe-
sos para redistribuir la riqueza del patrimonio común. La economía
como actividad humana debe fijar los límites de la suficiencia des-
de una ética del bien común.
Los medios son el espejo en el que nos miramos y el reflejo de lo
que somos como sociedad, una responsabilidad que recae direc-
tamente tanto en sus dueños como en quienes tienen la obliga-
ción de diseñar políticas eficaces para aprovechar los importantes
recursos que las tecnologías de la comunicación y la información
ponen al servicio de la sociedad. El deterioro de los medios -y, con
este, de la profesión periodística- es consecuencia de la profunda
crisis ética del modelo económico-político, representado en su
globalidad por los intereses de las corporaciones. La reforma de
los medios hace necesaria una intervención orientada a desgu-
bernamentalizar y descorporativizar las agendas informativas, así
como a promover medios críticos preocupados por dar visibilidad
a las inquietudes y problemas sociales. Los medios juegan a hacer
creer que representan a la sociedad civil construyendo e inter-
pretando deseos, de la misma forma en que Edward Bernays, el
sobrino de Sigmund Freud, se dedicó al servicio de las corpora-
ciones a diseñar los imaginarios, anhelos y deseos manifestados
en la búsqueda de la felicidad consumista, en el individualismo del
tener, del yo como máxima expresión (Chaparro Escudero, 2015).
La calidad de los medios mide la calidad de la democracia. El
hecho de que desde finales de 2014 se haya producido, en el caso
europeo, una mayor actividad mediática reflejando la escandalosa
corrupción de la que ha sido actora y cómplice una clase política
Comunicación para la resistencia | 303
145
Tomaremos aquí la clasificación de la comunicación compuesta por tres sec-
tores: los medios públicos (primer sector), los privados (segundo sector) y los
comunitarios (tercer sector).
Comunicación para la resistencia | 305
146
Al margen de golpear y detener a periodistas que cubren información de mani-
festaciones, a manifestantes pensionistas, mujeres, titiriteros y músicos, “una de las
últimas aplicaciones de la ley mordaza consistió en multar con 400 euros a una
chica por llevar un bolso con la imagen de un gato y las siglas ACAB (All cats are
beautiful, todos los gatos son bonitos). Los policías interpretaron que lo que esa
chica paseaba no era un inocente lema, sino un insulto a sus uniformes: All cops are
bastards, todos los policías son unos gilipollas” (Carballar, 2016).
de tiempo, la necesidad de profundizar en la democratización del
espacio radioeléctrico dando cobertura legal y opciones reales de
visibilidad a los medios del tercer sector, al tiempo que descor-
porativizar el sector privado y desgubernamentalizar el público.
Rentabilidad social
147
Los resultados de estos mapas IRSCOM pueden verse en www.com-andalucía.
org como parte de los proyectos financiados “CSO2011-29195”, “P10 TIC 6593” y
“CSO2015-67341-R”.
librarse de las miserias, sin embargo, no está hecho para ser com-
partido con quienes no pueden comprar la entrada.
Contribuir a aceptar esta anomalía de la normalidad es la obliga-
ción de los medios que gobiernan abonando un modelo educati-
vo basado en la competitividad antes que en la competencia, el
descubrimiento y el desarrollo de habilidades en la vida.
Los conceptos, las ideas, en el reconocimiento de la diversidad
como fuente de saber, surgen de la aceptación del disenso como
fuente de nuevos pactos. Estamos frente a un grave problema
epistemológico que afecta a la construcción de los contenidos,
a la narrativa desde la que se construye el mundo cada día, impi-
diendo recuperar y manifestar aquello que es esencial para la vida.
El debate fundamental de la comunicación está en dar visibili-
dad a aquellos principios que confronten la posición eurocéntrica
dominante, heredera del racionalismo y propagada por la coloni-
zación territorial y epistemológica del mundo por Europa. Lo im-
portante en la complejidad de la globalización mercantil es reco-
nocer el pensamiento crítico construido por quienes se sitúan en
la periferia del eurocentrismo, y con las reservas hacia el antieu-
rocentrismo de los eurocéntricos que pueden volver a formular
tesis excluyentes, como expresa Boaventura de Sousa Santos (De
Sousa Santos & Meneses, 2014). Por ello es imprescindible recupe-
rar, integrar y vincular los saberes, incluyendo el saber originario
y el de las sociedades precapitalistas en su conexión natural con
los ecosistemas.
No se trata de confrontar una epistemología del Sur contra el
Norte ni del Norte contra el Sur, porque los referentes geográficos
no definen la sociedad empobrecida y sujeta a la inequidad bajo
el paraguas del capitalismo. La epistemología en la que debemos
reconocernos debe basarse en el reconocimiento de la diversidad;
por tanto, es obligatorio hablar de epistemologías: epistemolo-
gías de la alteridad, construidas desde abajo, desde lo indígena,
lo originario, desde el pensamiento amáutico en Fausto Reinaga
(Ticona Alejo, 2015), desde el modelo de sociedad de pueblo Yuru-
pari (ACAIPI, 2015), desde el diferente, desde el desclasado, desde
lo popular y el común (Martín-Barbero, 1987), desde el disiden-
Comunicación para la resistencia | 315
Bibliografía
A manera de introducción
ll & Noreene, 2003; Becerra & Mastrini, 2009; Pérez & Carballo,
2013). Esto pone en evidencia que “el desarrollo de los mercados
de medios de comunicación privados no elimina automáticamen-
te el paralelismo político” (Hallin & Mancini, 2008). En esta línea,
variados estudios señalan la presencia de “personas directamente
vinculadas con la propiedad de los medios que se lanzan a la ca-
rrera política, incluyendo candidatos presidenciales, algunos de
ellos electos” (Becerra & Mastrini, 2009).
Después de veinte años de esta apertura democrática, los avan-
ces en materia comunicacional aún son incipientes, lo que ha im-
plicado una fuerte presión del mercado y el poder político sobre
el ejercicio periodístico. Como lo señala Ana Miralles (2011), los
intereses de las empresas informativas se han impuesto sobre el
quehacer periodístico; como consecuencia, se tiene “el predomi-
nio de los intereses de la empresa por encima de un concepto más
universalista como el de la libertad de expresión, no solamente de
los medios y periodistas, sino de muy diversos sectores políticos
y sociales”.
En Centroamérica las principales empresas informativas están
asociadas a las elites políticas y económicas (Becerra & Mastrini,
2009). La práctica comunicacional atiende a una visión vertical y a
una estructura que deja por fuera a significativos segmentos de la
comunicación de su posibilidad de vivir un sentido colectivo de la
libertad de expresión. En suma, la transición hacia la democracia
en los países analizados tiene enormes desafíos en cuanto a la
democratización de las comunicaciones, ya que el mapa de me-
dios registra altos niveles de concentración en manos del sector
privado de la comunicación (Becerra & Mastrini, 2009; Pérez &
Carballo, 2013; Pérez, 2016). Este escenario mediático conlleva la
configuración de discursos que privilegian determinadas interpre-
taciones de la realidad por sobre otras (Rodríguez & Moreira, 2011).
Este proceso histórico incidirá en la manera como se concibe la
normativa en materia de comunicación. En los países en estudio,
las constituciones reconocen el derecho a la libertad de expre-
sión: “Las normas fundamentales le han otorgado rango constitu-
cional a la facultad de toda persona a expresar su pensamiento y
opiniones [...], y han establecido un andamiaje más o menos pro-
tector a los medios de comunicación social y del libre tránsito de
ideas” (Iglesias, 2014), lo que representa un avance significativo,
luego de décadas de fuerte represión por parte de los Estados.
No obstante, las leyes de telecomunicaciones surgidas en la dé-
cada del noventa le otorgan un rol limitado al Estado para regular
el sistema de medios audiovisuales y promueven pocas medidas
encaminadas a promover el derecho humano a la comunicación.
A manera de conclusión
Bibliografía
Introducción
Bélgica.
(Antezana Barrios, 2015), fundamentalmente a la televisión.
Esto pues nuestras sociedades están pasando de ser mediáticas
a mediatizadas. Para Eliseo Verón (2001), una sociedad mediática
es aquella en la que los medios se instalan, es decir, ocupan un
cierto lugar junto a otras instituciones o actores sociales. Lo im-
portante es que todos ellos conservan un lugar y una dinámica
relativamente autónoma, lo cual implica que los medios operan
en el plano de la representación de la sociedad. Por el contra-
rio, una sociedad mediatizada es aquella en la que el conjunto de
prácticas sociales comienzan a estructurarse y a cobrar sentido en
cuanto realidad social, en relación directa con la existencia de los
medios (Antezana Barrios & Santa Cruz, 2016). Es lo que ocurre en
el caso chileno.
De todos los medios de comunicación disponibles, la televisión
ha demostrado tener una gran capacidad para absorber -cuando
no para crear- el escenario político, según sus reglas de construc-
ción del espectáculo. En la actualidad, la televisión es el dispositi-
vo más importante a analizar, no solo por su alcance -número de
usuarios-,150 sino por su diversidad -edad, género, clase social-. Así,
a través de su pantalla desfilan una serie de contenidos, en distin-
tos formatos, que entretienen, informan, enseñan y, en general,
permiten reconocerse como parte de una comunidad imaginada
(Anderson, 1993). Pero no solo eso. También opera como un filtro
que selecciona y visibiliza solamente aquello que es considerado
importante por la instancia de producción, gracias a criterios y
mecanismos que están dados por: el tipo de emisión de que se
trate -de realidad, ficción o híbridos-, las características del for-
mato -telenovela, noticiero, reality show, entre otros- y el contex-
to y las condiciones de producción -financiamiento, restricciones
editoriales, condiciones sociales y políticas, etcétera-.
150
Un 93.9 % de las personas encuestadas en la VIII Encuesta Nacional de Televi-
sión del 2015 manifiesta ver televisión abierta (Consejo Nacional de Televisión de
Chile, 2015).
Comunicación para la resistencia | 348
El discurso televisivo
Conclusiones
Bibliografía
ANDERSON, Benedict, Comunidades imaginadas.
Reflexiones sobre el origen y la difusión del na-
cionalismo. Ciudad de México, Fondo de Cultura
Económica, 1993.
Comunicación para la resistencia | 360
ISBN 978-950-34-1718-8
9 789503 417188