TEMA 3 Cinemática de Fluidos
TEMA 3 Cinemática de Fluidos
TEMA 3 Cinemática de Fluidos
3.1INTRODUCCIÓN.
3.1.1Objeto.
En la unidad didáctica-CINEMÁTICA DE FLUIDOS se tratan distintos aspectos relativos al movimiento de los
fluidos, ignorando en el análisis las fuerzas que ocasionan este movimiento. Este es precisamente el enfoque
propio de la “cinemática”, que da nombre al tema. El concepto de campos vectoriales y las propiedades y
descripciones matemáticas asociadas a los mismos son centrales para los objetivos perseguidos. En concreto,
los campos vectoriales de velocidades y aceleraciones en el flujo serán aspectos centrales en la descripción
matemática. La correcta comprensión de éstas cuestiones vinculadas a la visualización y discusión de distintos
tipos de flujos constituyen un primer paso esencial para la posterior comprensión de la dinámica de fluidos,
que se estudiará en posteriores temas.
Incluso sin entrar en las fuerzas que originan los movimientos, la sola observación y análisis detallado de los
flujos desde una perspectiva exclusivamente cinemática proporciona una fuente de información de gran
interés. Todos hemos podido contemplar el movimiento y evolución del penacho de humo generado desde de
una chimenea, el flujo atmosférico dibujado por la evolución de las nubes, o el movimiento en superficie de
ondas cruzadas en un lago o embalse. La cinemática de los fluidos es más complicada que la del sólido rígido, o
de sistemas de puntos. Aquí tendremos que fijarnos en la evolución de las partículas fluidas. Y esta puede ser
tremendamente errática y caótica, como ocurre en el caso del flujo turbulento (figura 1)
La sola consideración sobre la geometría de estos flujos y sus rasgos desde una óptica estrictamente
cinemática representa de por sí un acercamiento importante a la comprensión más profunda del
comportamiento mecánico de los fluidos.
En la figura 2 se muestra la imagen de satélite de un gran huracán próximo a la costa este de los Estados
Unidos indicada por los puntos blancos a la izquierda de la fotografía. Los vientos asociados a este tipo de
huracanes supera en ocasiones los 250 km/h. Los daños asociados suelen ser inmensos, no sólo por estos
vientos sino también por las lluvias torrenciales asociadas que provocan inundaciones. De cara a la predicción
FIG. 2: Imagen de satélite de un huracán próximo a la costa Este de los Estados Unidos
La cámara de alta velocidad permite visualizar instantáneas de movimientos como el de caída de una gota de
agua sobre un cuerpo de agua en reposo (figura 3).
FIG.3: Instante posterior al de caída de una gota en una masa de agua en reposo
• Burbujas de hidrógeno
El dispositivo consiste en una mesa de flujo con una consola de generación de burbujas de hidrógeno y un
completo juego de guías y modelos de flujo en material acrílico. Mediante una bomba de agua sumergida se
hace circular el agua controlando el caudal sin provocar turbulencias importantes a la sección de trabajo de la
mesa de flujo. La profundidad del agua en la mesa de flujo es controlada por un conjunto de represas. En la
parte superior del equipo existe una guía de luz acrílica la cual produce un haz de luz debajo de la superficie
del agua, que puede ser ajustado para optimizar las condiciones de visualización en cualquier punto del canal.
La guía de luz también incorpora una unidad de flash electrónico y un punto de montaje para una cámara. En
un cátodo de alambre fino situado en el seno dentro de la zona de flujo y perpendicular al mismo se generan
pequeñas burbujas de hidrógeno, que son barridas del alambre y siguen con precisión el patrón de flujo, y el
sistema de iluminación permitiendo su correcta visualización. Es importante para el correcto funcionamiento
del dispositivo calibrar bien el tamaño de burbuja. En la figura se aprecia el resultado de un experimento de
flujo sobre una placa plana para descripción del desarrollo de la turbulencia. La técnica de generación de
burbujas de hidrógeno permite visualizar la evolución de las líneas materiales (figura 4)
• Inyección de tinta
Existen distintas variantes y dispositivos con técnicas a base de inyección de tinta. En la figura 5 se muestra un
flujo de chorro turbulento visualizado mediante inyección de tinta. En el laboratorio de hidráulica del
Departamento de Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente se utilizan inyectores de tinta en la sección de
entrada de flujo sobre la mesa de flujo laminar.
Un generador de humo convencional puede ser un elemento muy útil si se incorpora a un banco de pruebas
debidamente equipado para investigar ciertos tipos de flujo. Por ejemplo, la fotografía de la figura 6 forma
parte de los resultados de una investigación para determinar el diseño óptimo de ventiladores centrífugos
para confort, y en particular, sobre el efecto en el flujo de la incorporación de accesorios como la parrilla
protectora ó la placa base. En dicha investigación se usaron franjas de luz delgadas para captar los distintos
patrones de flujo en las áreas especificadas alrededor del ventilador, filmándose desde distintos ángulos y
perspectivas tanto el flujo de succión como el de descarga. (Figura 6).
FIG. 6: Vista posterior diagonal del flujo de descarga de un ventilador equipado con parrilla y pedestal.
Visualización mediante un generador de humo.
• Trazadores reflectantes
Los trazadores fluorescentes permiten visualizar el movimiento de un fluido, como se muestra en el video
(figura 8). Al introducir la cuchara en el vaso para remover el líquido, se forman vórtices alrededor, cuya
evolución puede apreciarse visualmente gracias a esta técnica.
FIG. 10: Campo de velocidades detrás de un cilindro interpuesto en una corriente uniforme
Donde “u”, “v” y “w” son las componentes según los ejes x, y, z de la velocidad.
Para un instante dado “t”, este campo de velocidades podría visualizarse con las herramientas apropiadas,
como por ejemplo, mediante técnicas PIV. La figura 1 nos muestra un campo de velocidades para un instante
dado en un flujo turbulento.
De forma análoga, la descripción de Euler nos proporciona información sobre el campo escalar de
temperaturas T=T(x,y,z,t) o el campo escalar de presiones P=P(x,y,z,t), que en caso más general serán función
de las tres coordenadas espaciales y del tiempo. Se trata pues de una información espacial sobre lo que está
ocurriendo en cada instante en el flujo.
La descripción de Lagrange supone una aproximación bien distinta, y se basa en el hecho de que ciertas
propiedades y magnitudes físicas características del flujo se refieren fundamentalmente a las partículas fluidos
o elementos materiales que evolucionan en el espacio y tiempo. Para ello, cada partícula fluida es identificada
o “marcada”, y sus propiedades se determinan en función del tiempo, conforme evoluciona dicha partícula.
La diferencia entre ambos métodos puede ilustrarse bien con el ejemplo del humo que escapa de una
chimenea (Figura 2). Si ubicáramos un sensor de temperatura en cierto punto (x0,y0,z0) próximo a la salida,
nos permitiría registrar la temperatura ahí como una
Trayectoria de la partícula A
(x0,y0,z0)
En el método o sistema de Lagrange, por el contrario, tendríamos que vincular el dispositivo medidor de
temperatura a una partícula fluida concreta A, de modo que se moviera con ella y nos registrara la variación de
temperatura TA=TA(t) para ese elemento material concreto. El hipotético uso de muchos sensores de este
tipo, nos daría la información sobre las temperaturas para otras partículas fluidas en movimiento, TB=TB(t),
TC=TC(t), etc. Si quisiéramos saber entonces la temperatura en un punto fijo del espacio (enfoque de Euler),
sólo sería posible si conocemos la posición de cada partícula fluida en función del tiempo, es decir, si
conocemos las trayectorias de las partículas fluidas.
La identificación de cada partícula (A,B,C,… ) puede llevarse a cabo mediante la determinación de su posición
en un instante referencial (t=t0). Por ejemplo, si en t=t0 la partícula A ocupaba la posición (xA, yA, zA),
entonces TA=TA(t) lo expresaremos como TA(t)=T(xA,yA,zA,t), que sería la temperatura en función del tiempo
para la partícula que en t=t0 se encontraba en la posición (xA, yA, zA).
Por lo general, suele ser más sencillo emplear el método de Euler para describir matemáticamente un flujo,
tanto en investigaciones de tipo experimental como analítico. Esto debe ser bastante intuitivo, si
Mgtr. Antonio Balaguer Gilabert
consideramos el caso anterior de medición de las temperaturas del humo cuando sale de una chimenea. Sin
embargo, es bien cierto que en ocasiones resulta ventajoso recurrir al sistema de Lagrange. Por ejemplo, en
algunos experimentos se emplean “marcadores” para seguir el movimiento de partículas, que proporcionan
una información por lo tanto de tipo-Lagrange. Es el caso de mediciones oceanográficas resultado de
dispositivos que son arrastrados por las corrientes, o bien las múltiples técnicas basadas en trazadores,
empleadas por ejemplo en hidrología o en aplicaciones médicas (flujo sanguíneo). Un caso clásico de interés
en ingeniería civil se refiere al flujo en máquinas hidráulicas como turbinas o bombas, donde interesa conocer
la pérdida o ganancia de energía mecánica de las partículas a través de los álabes.
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Esta expresión es para cuando la velocidad del fluido venga dada por un perfil de velocidades.
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Fluidos ideales:
Permanentes
Imcompresibles
Irrotacionales