About That Night PDF
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A las Chicas del Club de Las Excomulgadas y las del
¡¡¡Gracias!!!
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Argumento
Él está jugando
Aunque Rylann Pierce trató de luchar contra las chispas que sintió por el
multimillonario heredero Kyle Rhodes la noche que se conocieron, su candente
química fue innegable. Pero después de haber salido en su primera cita, Rylann
nunca esperó verlo de nuevo. Así que cuando se encuentra cara a cara con Kyle en
el palacio de justicia nueve años más tarde, se sorprende. Lo más preocupante para
la hermosa asistente del fiscal federal es que todavía se siente locamente atraída por
él.
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Capítulo Uno
Mayo 2003
Había sobrevivido.
6
sombrillitas dentro, y estoy leyendo un libro, en el que no tengo que subrayar o
hacer anotaciones en los márgenes.
—Odio hacer estallar la burbuja de tus fantasías, pero estoy bastante segura
de que no se permiten bebidas alcohólicas en el IMPE2 —dijo Rae, refiriéndose al
edificio de educación física intramuros de la universidad, donde se encontraba
dicha piscina.
1
Libro de derecho.
2
IntraMural Physical Education Building “IMPE” - Complejo deportivo para uso de profesores y
estudiantes de la Universidad de Illinois Urbana-Champaing
3
El Mai Tai es un cóctel supuestamente inventado en el restaurante Trader Vic, en Oakland,
California, en 1944.
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asustaré con mis cuasi-legales credenciales y les recordaré las prohibiciones de la
Cuarta Enmienda contra registros e incautaciones ilegales.
Rae lo consideró.
—Me han dicho que pasados los tres años, perdemos las ganas de citar la
Constitución en cada conversación diaria.
—Pero viendo que eres más friki de las leyes que la mayoría, puede que te
lleve más tiempo.
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los de primer año, le pagarían un no tan glamoroso salario GS-54 el cual le dejaría
poco más de lo que necesitaba para cubrir el alquiler y sus gastos de mantenimiento
durante el verano. Tal vez, si fuera particularmente frugal, tendría de sobra para los
libros de texto del próximo semestre. O al menos para uno de ellos. Esas malditas
cosas eran caras.
Pero a pesar de los magros salarios GS-5 de la fiscalía, estaba encantada con
la pasantía. Por mucho que se quejara de sus préstamos estudiantiles, no iba a la
facultad de derecho por el dinero. Tenía un plan de seis años, académico y laboral;
era conocida por tener planes, y su pasantía de verano era el siguiente paso en el
mismo. Después de la graduación, esperaba aterrizar en una pasantía con un juez
federal, y entonces aplicaría para la Oficina del Fiscal.
Rylann quería ir al tribunal todos los días, estar en el meollo de las cosas,
tratando casos que significaran algo. Y en su mente, no podría haber algo mucho
más significativo que poner criminales tras las rejas.
Una voz masculina que vino desde el otro lado de la mesa interrumpió sus
pensamientos.
4
"GS" son las siglas del Programa General que se utiliza para describir el nivel de cualificación y
responsabilidad requeridos por los diferentes puestos de trabajo del gobierno de EE.UU, junto
con su escala salarial.
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—Tres meses en Champaign-Urbana5. Recuérdame cómo la chica que está
en segundo lugar en nuestra clase de la facultad de derecho no pudo encontrar un
trabajo mucho mejor.
—No es el lugar el que importa, Shane —dijo Rylann— es lo bueno que eres
—Búrlate si quieres —dijo Shane—. Pero mi coche está con las maletas,
lleno de gasolina, y abastecido con bocadillos para el camino. A las siete a.m. de
mañana, llueva o haga sol, saldré pitando de este lugar.
—¿A las siete a.m? —Rae miró fijamente la bebida en la mano de Shane, la
tercera hasta el momento en esa noche—. Creo que eso no sucederá.
5
Área metropolitana en el este del centro de Illinois, compuesto por tres municipios: Champaign, Ford y
Piatt. Las ciudades de referencia de esta área son Champaign y Urbana, y base de la Universidad de
Illinois en Urbana-Champaign, campus principal del sistema universitario de Illinois.
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—Y ahí está el Shane que conocemos y amamos —Rylann tomó el último
sorbo de su bebida y sacudió el hielo en el vaso—. Hablando de resaca, creo que la
próxima ronda es mía. —Ella recogió las órdenes del grupo, luego se deslizó por la
mesa llena de gente y se dirigió a la barra.
Los tipos como el que estaba apoyado en la barra al lado de ella no existían
en Champaign-Urbana. En realidad, los tipos como el que estaba a su lado no
existían en ningún lugar que ella conociera.
Su cabello rubio oscuro era grueso y un poco más largo de un lado, rozando
contra el cuello de su camisa de franela azul marino. Era alto, de penetrantes ojos
azules y una mandíbula angular que estaba un poco desaliñada, como si no se
hubiera afeitado en un par de días, y tenía un cuerpo ligeramente musculoso.
Llevaba vaqueros oscuros y botas gastadas como de construcción que, junto con la
franela, lo hacían ver robusto y totalmente masculino, innegablemente sexy.
No cabía duda de que no era la primera mujer que parpadeaba dos veces al
verle, ni sería la última. Y parecía plenamente consciente de ese hecho. Sus ojos
azules brillaban con diversión mientras descansaba un codo en la barra con toda
confianza mientras esperaba su respuesta.
Corre.
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Su segundo pensamiento fue que su primer pensamiento era ridículo, y ella
casi se rio en voz alta de sí misma. Corre. ¿En serio? No era más que un tipo en un
bar; después de haber pasado cinco años en una ciudad universitaria que permitía a
la gente entrar en bares a la edad de diecinueve años, había visto un montón de
ellos.
Él pareció ofendido.
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Él sonrió, dejando al descubierto dos pequeños hoyuelos que añadieron un
toque de picardía a su mandíbula angular.
El camarero empujó las seis bebidas que Rylann había ordenado delante de
ella. Ella le entregó dos billetes de veinte y esperó el cambio.
—Ah. Estás posponiendo el mundo real por tres años más, entonces. —
—Yo no dije que hubiera algo malo con posponer el mundo real, abogada.
Tú dedujiste esa parte.
Rylann abrió la boca para responder, luego la cerró. Bueno, era justo. Pero
no era el único que podía hacer evaluaciones rápidas, y apostaba que las de ella
serían mucho más precisas que las de él. Ella conocía a los de su tipo, todas las
mujeres conocían su tipo. Bendecido por una abundancia de buena apariencia y
una cantidad correspondiente de exceso de confianza, tipos como él normalmente
eran compensados por ser cortos de personalidad. Era la manera natural de
mantener las cosas justas.
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—Te echaré una mano con estos, Rylann. —Con un guiño, Rae hábilmente
agarró cuatro bebidas con ambas manos—. No quiero que interrumpas tu
conversación por nuestra culpa.
—Estás acostumbrado a salirte con la tuya con las mujeres, ¿no es así?
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Ella inclinó su copa con una sonrisa cortes.
Pero ahora, dada la implicación de Rae de que era alguien que debería
conocer, tenía que repensar esa suposición.
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La Quinta Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, dentro de la Carta de Derechos de
los Estados Unidos, está relacionada con el procedimiento legal. “Nadie estará obligado a responder
de un delito castigado con la pena capital o con otra infamante si un gran jurado no lo denuncia o acusa (…)
ni se le forzará a declarar contra sí misma en ningún juicio criminal (…)”.
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Un atleta quizás. Era lo suficientemente alto, fácilmente más de uno
ochenta, y tenía ciertamente el cuerpo, no es que ella le hubiera prestado atención a
eso, por supuesto.
Tal vez era el nuevo mariscal de campo de los Fighting Illinois o algo así.
Rylann había estado viviendo en el mundo insular de la facultad de derecho en los
últimos nueve meses y, francamente, no tenía un gran interés por el fútbol
universitario, por lo que fácilmente podría ser el caso. Aunque parecía un poco
mayor de lo que cabría esperar de alguien de pregrado.
—Está bien, picaré. ¿Quién es? —le preguntó a Rae. Se preparó para no ser
impresionada.
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recordaba, Grey Rhodes provenía de raíces modestas, se había graduado en la
Universidad de Illinois con una maestría en ciencias de la computación, y al final
comenzó su propia compañía de software. No recordaba mucho de su carrera,
salvo por el detalle que realmente importaba: hace unos diez años, su compañía
había desarrollado el Anti-Virus Rhodes, un programa de software de seguridad
que había estallado en todo el mundo por una suma máxima de más de mil
millones de dólares.
Así que Hoyuelos Presumidos tenía nombre ahora, Rylann pensó. Bueno,
bien por él.
—Siempre puedes volver allí —dijo Rae astutamente, con los ojos fijos en la
misma dirección que los de Rylann.
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—Diablos, sí. Llevaba una minifalda de mezclilla, y me quemé la pantorrilla
con el tubo de escape. Todavía tengo la cicatriz.
Rylann se rio.
En serio.
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Capítulo Dos
Las luces del bar se encendieron, señal de que era el momento de que todos
se fueran.
Cuando otra persona, la tercera en los últimos cinco minutos, chocó con
Rylann se encogió mientras el frío y pegajoso líquido corría entre sus pechos
y bajaba por su estómago. Le mandó una mirada asesina al culpable, un tipo que
llevaba una gorra de beisbol con letras griegas sobre su frente.
Mientras Idiota & Cía. hacían su camino fuera del bar sin otra mirada en su
dirección, Rylann negó.
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—Bueno, bueno, abogada. No mucho tiempo atrás, ése podría haber sido tu
cita para el baile de aspirantes.
Kyle la miró de arriba abajo, después se giró hacia el hombre parado detrás
de la barra.
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—Gracias. Parece que te conocen por aquí, Kyle. —Deliberadamente repitió
su nombre para no tener que fingir que lo ignoraba si él se lo ofrecía. Por alguna
razón, no quería que supiera que Rae le había dicho quién era.
—El gerente es amigo mío. —Kyle señaló a sus dos amigos, que estaban
jugando pool en la esquina del bar—. Nos da bebidas gratis. No se puede superar
ese arreglo.
—Ésa es una buena pregunta. —Observó alrededor del bar y notó que estaba
vacío excepto por algunos rezagados. Ni Rae ni ningún otro de sus amigos de la
facultad de derecho estaba entre ellos.
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Después de salir del baño de damas, se dirigió hacia la gran escalera de
madera que llevaba al segundo piso. Un portero le cortó el paso inmediatamente.
—Estoy buscando a mi amiga que dijo que iría al baño. Hay uno arriba,
¿verdad?
—¿Queda alguien cerca de la barra todavía? ¿Una chica alta, cabello castaño
claro, con una camisa roja?
—Okay, ahora estoy preocupada —dijo, más para ella que para él.
—Ja. Ja. —Rylann pensó en nivelarlo con una mirada fulminante pero se
decidió en contra de eso, de verdad necesitaba usar ese móvil. La insolencia podía
esperar.
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Tomó el teléfono de Kyle, dándose cuenta que era la segunda vez que
aceptaba su ayuda en los últimos cinco minutos. En términos de cortesía,
significaba que estaba obligada a ser al menos un poco agradable con él.
Mierda.
—Rae, ¿dónde estás? Estoy aquí parada como una idiota esperando a que
—Carpe diem7.
—‘¿Carpe diem?’ ¿Qué quieres decir con eso? —Tenía la extraña sensación
de que no le iba a gustar lo que fuera que su amiga estaba a punto de decir.
Oh, Dios.
—Okay, esto es lo que pasó: cuando salí del baño, vi a Kyle Rhodes en el
bar, mirándote —dijo Rae—. Decidí que si no te regalabas un poco de diversión
después del largo año que hemos tenido, entonces haría que la diversión fuera hacia
ti. Así que tomé a los chicos, y todos nos escabullimos por la puerta de atrás.
—No lo hiciste.
7
Carpe diem es una locución latina que literalmente significa 'toma el día', que quiere decir
'aprovecha el momento', en el sentido de no malgastarlo.
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—Lo hice. Él es el hijo de un multimillonario, Rylann. Y está buenísimo.
Deberías agradecérmelo, en realidad. Ya estamos a una manzanaa del apartamento
de Shane, y creo que me quedaré aquí por un rato. Para darte algo de espacio.
—No si todo va como lo planeo… —Rae sonó como una genio malvada
antes de que su tono se volviera recatado—. ¿De quién es ese teléfono, de todos
modos?
—Uno de nuestros amigos se enfermó, así que Rae y los otros tuvieron que
llevarlo a casa rápido.
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—Escuché la parte de ‘carpe diem’ y adiviné el resto. Tengo una hermana
gemela. He visto cómo funcionan las aterradoras mentes casamenteras de ella y sus
amigas.
Rylann se sonrojó.
—Espero que sepas que no tengo nada que ver con esto.
Kyle parecía más divertido que molesto por los planes de Rae.
—Como si fuera a dejar que una mujer caminara a casa sola a la una y
media de la madrugada. Mi madre me crio mejor que eso.
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Rylann consideró sus opciones. El discurso sobre su hermana parecía
suficientemente genuino. Por lo que ella podía decir, Kyle Rhodes era presumido y
un problema, pero no ese tipo de problema.
—Estoy segura de que hay un montón de mujeres más que felices de ser
amables contigo —le dijo a Kyle mientras se abría camino entre la multitud—.
Supuse que podría cambiar la tendencia.
Kyle la siguió.
—¿Por qué?
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Él se encogió de hombros naturalmente.
Kyle se rio.
—Dices eso como si fuera algo malo. Las alitas de pollo son la bomba.
Kyle hizo un gesto con su brazo hacia la multitud que los rodeaba dando
vueltas en la acera y se derramaba en la calle. La sensación en el aire era
tangiblemente exuberante.
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—¿Quién quiere ser serio esta noche? La facultad de derecho terminó por
este año, abogada. Vive un poco.
—Sin ofender, pero pareces un poco tensa acerca de las reglas —dijo Kyle—
. ¿Nunca vas con la corriente?
—Diría que soy más una planificadora que alguien que improvisa8.
Él gimió.
—Apuesto a que eres una de esas personas con un plan de cinco años.
8
En el original: “I’d say I’m more of a planner than a fly-by-the-seat-of-mypants type.” Según el
Urban dictionary: “Actuar de acuerdo con los propios deseos o creencias sin tener en cuenta las
normas de comportamiento social, la sensibilidad lógica, o la aprobación de los demás.”
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Kyle se dio la vuelta y se detuvo frente a ella, tan abruptamente que casi
chocó contra él.
—Lo juro, nunca más. Esto es lo que consigo por acercarme a una chica
extraña en un bar. Escojo a la sarcástica. —Se alejó frustrado.
Rylann observó divertida como caminaba. A ella como que le gustaba este
lado malhumorado de Kyle Rhodes. Se sentía mucho más real que la rutina de
falso encanto de Hoyuelos Presumidos.
—No creo que cuente como acompañarme a casa si estás media manzana
delante de mí —le gritó ella—. Estoy bastante segura de que hay una regla de metro
y medio o algo.
Kyle se detuvo pero no se giró. Esperó en silencio hasta que ella lo alcanzó.
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Cuando lo hizo, ella hizo una pausa ante él, parándose un poco más cerca
que antes.
—Supongo que las felicitaciones están en el orden del día. Cuéntame más
sobre tu examen de doctorado.
—Tu padre debe estar muy orgulloso de que sigas en el negocio familiar —
comentó Rylann.
—En realidad, ése es un tema un poco delicado. No planeo trabajar para él.
En su lugar, me gustaría enseñar. —Atrapó la mirada de sorpresa de Rylann y se
encogió de hombros causalmente—. No hay nada que pueda vencer a un trabajo
que te permite tener los veranos libres, ¿no?
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—¿Por qué haces eso? —preguntó ella.
—¿Hacer qué?
—No, uso botas de trabajador y franelas porque son cómodas. En caso de que
no lo hayas notado, estudiamos en medio de un campo de maíz. El traje de etiqueta
no es exactamente un requisito por aquí. —Ladeó la cabeza—. Además, ¿por qué te
importa qué clase de vibración emito?
—Porque sospecho que hay más del ilustre Kyle Rhodes de lo que parece.
—Nop, sigo siendo el mismo idiota que pensaste que era con la patética
frase para ligar. —Sin discusión, Kyle se sacó su camisa de franela y se la entregó a
Rylann. Debajo, llevaba una camiseta gris que abrazaba los tonificados músculos
de su pecho, abdominales, y bíceps.
—Sólo tómala. Si mi madre supiera que dejé a una mujer caminar a casa
temblando con la camisa mojada, me mataría.
Rylann le aceptó la camisa y deslizó sus brazos en ella. Estaba tibia por su
cuerpo.
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Kyle se acercó y le ajustó el cuello de la camisa, que había quedado debajo
de la línea del escote.
Importantes chispas.
Demonios.
—Mentí cuando dije que te seguí a la barra porque eres sexy. —Tocó su
mejilla—. Te vi riendo con tus amigos, y tu sonrisa me absorbió.
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Se sintió como una eternidad antes de que ella se las arreglase para alejar
lentamente sus labios.
Kyle se burló.
—¿No ha estado mal? Abogada, hay dos cosas en las que tengo grandes
habilidades. Y ciencias de la computación es la otra.
—En serio, ¿de dónde sacas esas líneas? —Ella se giró y comenzó a caminar
las restantes dos manzanas hacia su casa, pensando que no había espacio suficiente
para ella, Kyle Rhodes, y su ego en la acera.
9
Misma referencia del pie de página anterior.
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—No cuenta como que te acompaño si estás a media manzana por delante
de mí —dijo, juguetonamente repitiendo sus palabras anteriores.
—Te estoy liberando de tus obligaciones —gritó ella sin mirar atrás. Podía
escuchar su risa, cálida y rica, viniendo detrás de ella.
—Rylann.
—No es que importe, pero sí. —resopló ella—. Tengo una pasantía en la
Oficina del Fiscal.
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—Quédatela. Me gusta cómo se ve en ti.
Malditas chispas se dispararon hasta los dedos de sus pies. Ella le dio su
mejor y más sensata mirada.
—Es sólo una cita, abogada. Comeremos alitas de pollo y cerveza y nos
quejaremos de cómo nos vamos a aburrir viviendo aquí este verano.
—Entonces supongo que tendría que conducir dos horas para ir a recogerte
para esas alitas de pollo. Te veo mañana, abogada. A las ocho en punto. —Con
eso, se giró y bajó las escaleras.
Wow.
*****
Rylann esperó hasta las diez, dos horas después del tiempo en que Kyle
había dicho que pasaría a buscarla. Entonces finalmente se dio por vencida y se
deslizó fuera de sus jeans y tacones.
35
La había dejado plantada.
La pobre Rae estará destrozada, pensó. Antes de irse por el verano, le había
dejado a Rylann sus Manolos negros específicamente para la ocasión.
—No puedo tenerte corriendo por ahí en sandalias para tu cita con un
multimillonario —La había regañado Rae, haciéndose la tranquila e intentando no
—Llámame mañana y dime cómo fue la cita —había dicho Rae—. Tal vez
te lleve en un avión a Italia por una pizza o reserve todo un restaurante para tu
primera cita.
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vestía como si acabara de caerse de un tractor. ¿Y toda el asunto de la informática?
Ése era un tema de conversación para dormirse si alguna vez había escuchado uno.
En serio.
*****
Estaba de muy buen humor para una mujer a la que habían dejado plantada
anoche. La mayoría provenía del hecho que tenía la intención de tirar la camisa de
franela de Kyle Rhodes en el basurero en su camino de salida, y también por el
hecho de que tenía esta gran línea planeada en el caso de que se volviera a
encontrar con él, sobre cómo no había tenido la oportunidad de poner su camisa
donde ella realmente quería, la metió en el otro lugar donde el sol no brillaba.
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Marilyn Rhodes.
La madre de Kyle.
38
Capítulo Tres
Nueve años después.
El viento frío de marzo atravesó el lago Michigan, una picadura helada que
fácilmente podría hacerte soltar una lágrima. Pero Kyle apenas lo notó. Cuando
corría, desconectaba.
Un tecnicismo menor.
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Pero, como Kyle muy bien sabía, un hombre podía tener problemas peores
que irritaciones y talco de bebé. Un hombre podía ser arrestado, supongamos,
procesado por múltiples cargos federales y terminar en prisión. O podía enterarse
de que su terca y molesta hermana gemela casi se había hecho matar trabajando
con el FBI como parte de un acuerdo para obtener su libertad anticipada de dicha
prisión.
Esa noche, logró regresar a su edificio con ocho minutos de sobra. Pudo
haber jugado con el sistema, pero no estaba dispuesto a probarlo. Dios no
permitiese que se retrasase por un calambre en la pierna y una alarma se activara en
el monitor de su tobillo. Lo que menos necesitaba era a un equipo SWAT asaltando
la playa y colocándole unas esposas sólo porque no había estirado correctamente.
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Suponiendo, por supuesto, que la Oficina del Fiscal General cumpliera con su parte
del trato, lo cual era una gran suposición. Se podría afirmar con cierta seguridad
que él y la Oficina del Fiscal General no estaban en los mejores términos estos días,
a pesar de los acuerdos que habían hecho con su hermana en cuanto a su liberación
anticipada del Centro Correccional Metropolitano, la prisión federal donde había
servido cuatro meses de una condena de dieciocho. Ellos, después de todo, lo
habían llamado “terrorista” tanto en el tribunal como ante los medios, y en la
libreta de Kyle, eso le conseguía a la gente un billete de ida a su lista de mierda.
Porque un “terrorista” como cualquier imbécil con un diccionario sabía, es una
persona que usa la violencia, el terror, y la intimidación para lograr un resultado.
—No hay descanso para el malvado —contestó Kyle con una sonrisa fácil.
—Por si sirve de algo, pensé que todo el asunto fue bastante gracioso.
41
Uno de los que le chocaban los cinco.
Montó el elevador hacia el último piso, espacio que compartía con otros dos
áticos de lujo. Entró en el apartamento, se quitó la chaqueta sudada de nailon que
llevaba puesta, y la lanzó a la espalda de uno de los taburetes de la barra delante del
mostrador de su cocina. Por instrucciones suyas, el lugar había sido diseñado como
un espacio abierto, exceptuando los dormitorios juntos, generando una percepción
espaciosa que se complementaba con ventanas panorámicas que corrían a lo largo
de dos paredes. Contaba con una vista espectacular del lago, aunque durante la
mayor parte del día todo era aburrido y gris. Lo equivalente a Chicago en marzo.
—Sí, pero sé desde que teníamos tres años que eres un imbécil.
Extrañamente, le tomó mucho tiempo a papá comprender eso. —Le había sonreído
dulcemente mientras daba otro mordisco.
42
—Gracias. Hey, genio, esa galleta tiene cinco meses —Kyle se había reído
entre dientes cuando su hermana tomó desesperadamente una toalla de papel.
Más tarde, cuando salía por la puerta, Jordan había vuelto a tratar el asunto,
más seriamente esta vez.
Kyle esperaba que Jordan tuviera razón. En gran parte, su padre había
manejado de forma pública el arresto de Kyle y su condena tan bien como cabía
esperar. Como Jordan, Grey había estado presente en todas las sesiones del tribunal
de Kyle y lo había visitado en prisión cada semana. Aun así, las cosas estaban un
En algún momento.
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Kyle ignoró la noticia del Wall Street Journal, no necesitaba recordar los
espeluznantes detalles. Sabía muy bien lo que había hecho, diablos, medio mundo
sabía lo que había hecho. En términos legales, había sido declarado culpable de
múltiples cargos por el envío de códigos maliciosos para causarle daño a
computadoras protegidas. En términos técnicos, lenguaje que prefería por encima
de toda esa jerga legal, cinco meses atrás había orquestado un ataque de denegación
de servicios contra una red global de comunicaciones a través del uso de un
“botnet”, una red de computadoras infectadas vía software nocivo sin el
conocimiento o consentimiento de sus dueños.
44
—¿Por qué? —Le había dicho él con total naturalidad—. Me gusta salir con
modelos.
Era cierto, nunca había tenido una relación a largo plazo, y había una razón
simple para eso: Le gustaba estar soltero. Como debería. Durante el transcurso de
los últimos nueve años, se había adaptado a su vida en la Rhodes Corporation,
Con eso en mente, había comenzado a pasar más fines de semana con
Daniela, ya fuese volando a Nueva York para visitarla o pagando para que ella
viniera a Chicago. No era tan ingenuo como para pensar que su relación era
perfecta, pero en los nueve años que había jugado en ese campo, le había faltado
encontrar ese llamado “encaje perfecto” con una mujer. Así que ignoró esas
preocupaciones, después de todo, a un hombre le podría ir mucho peor que tener a
una modelo de Victoria’s Secret en su cama de forma asidua.
45
Pero aproximadamente a los seis meses de su relación, cuando Daniela le
preguntó sobre conocer a su familia, Kyle vaciló. Porque nunca antes les había
presentado una mujer, eso le parecía un paso enorme. Gigantesco. Por años, habían
sido solamente ellos tres: Su padre, Jordan y él. Juntos habían navegado bajo el
foco, a menudo surrealista, en el que habían sido empujados por la riqueza de su
padre y, milagrosamente, habían llegado casi normales al otro lado. Así que, a
pesar del hecho que había estado saliendo con Daniela más tiempo que con
cualquier otra, e incluso había usado dos veces la palabra novia al describirla, se
sintió atrapado por lo que había cambiado de tema sin darle una repuesta directa.
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Como era lógico, ese comentario no le había caído muy bien a Kyle.
Nueve años atrás, Kyle habían tenido sus razones, razones muy privadas y
personales, para dejar su programa de doctorado y unirse a Rhodes Corporation,
pero la razón por la que se había quedado en la compañía tanto tiempo era debido
a la experiencia de trabajo. En su industria, no había mejor hombre de quien
Habiendo dicho eso, no todo había ido viento en popa. Su padre podía ser el
director general de la compañía, pero Kyle era responsable de la seguridad de las
redes e insistía en su autonomía: manejaba su departamento de la forma que quería.
Era verdad, de vez en cuando él y su padre chocaban cabezas y se pisaban los dedos
el uno al otro… bueno, en realidad, eso pasaba mucho. Pero eran profesionales, y
arreglaban las cosas del mismo modo que otros directores generales y
vicepresidentes ejecutivos arreglaban sus asuntos. Su padre respetaba sus opiniones
y había llegado a ver a Kyle como su mano derecha.
El problema era que Kyle ya no quería ser su mano derecha. Era bueno,
estaba listo, y en ascenso. Pero en Rhodes Corporation, sólo podría haber uno a la
cabeza. Y ese lugar estaba ocupado.
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volado a Chicago para sorprenderlo, después de todo. Él no quería pasar la noche
entera peleando, sobre todo cuando hacía un par de semanas que no se veían.
—Te diré una cosa —le había dicho, rodeándola con sus brazos y tirando de
ella más cerca—. Recogeré una botella de champaña cuando vuelva a casa de la
reunión. Podemos tener una fiesta privada cuando vuelva.
Esa noche, Daniela no regresó a casa de Kyle hasta las cinco de la mañana,
sólo media hora antes de que él se despertara para su carrera diaria. Había entrado
en su casa con la llave que él le había dado y se había desmayado completamente
en su cama, sobre las sábanas y roncando, con sus Christian Louboutins todavía
puestos. Kyle no se molestó en despertarla, y ella ya se había ido a L.A., para
cuando él volvió a casa del trabajo.
48
Vía Twitter.
Kyle sintió que le habían golpeado las tripas cuando vio el video. Sabía que
habían tenido sus problemas, pero lo que Daniela había hecho era ni más ni
menos… despiadado. Sobre todo porque había logrado hacerle parecer un total y
completo imbécil. Podía ver los tabloides:
No en su guardia.
10
Siento que no vaya a funcionar para nosotros. Regreso a LA para relajarme con alguien que conocí.
Pienso que eres una dulzura pero hablas demasiado sobre ordenadores
49
Kyle agarró la botella de whisky del bar que tenía en su oficina central y
tomó un trago. Y cuatro más después de ese por si acaso. Un pensamiento seguía
sonando en su cabeza.
Jódete Daniela.
Excepto que en alguna parte a lo largo del camino, mientras estaba sentado
en su computadora con su vaso en la mano, ebrio y furioso, mirando fijamente ese
tweet, ese estúpido tweet de fue divertido mientras duró: pero jódete, tuvo un momento
de claridad inducido por el whisky. Se dio cuenta de que el problema real yacía en
los medios sociales en sí mismos, en la perpetuación de un mundo en el cual la
gente se había vuelto tan antisocial que creían que las rupturas con menos de 140
caracteres eran aceptables.
En realidad, no fue tan difícil. Para él, por supuesto. Todo lo que necesitó
fue un virus informático listo y unos cincuenta mil ordenadores infectados sin
saberlo, y puso manos a la obra.
Después que la página web colapsó, decidió cortar con todo. Lanzó su
laptop, su pasaporte, y una muda de ropa a una mochila y se la colgó a la espalda,
tomó un vuelo nocturno hacia Tijuana, y procedió a emborracharse completamente
con tequila barato durante los siguientes dos días.
50
—¿Por qué Tijuana? —le había preguntado Jordan durante el alboroto que
siguió a su arresto.
—Parecía ser el tipo de lugar en el que una persona podría ir sin que le
hicieran preguntas —le había explicado con un encogimiento de hombros.
—¿Crees que van a agarrar a ese tipo? —le preguntó con un fuerte acento
mexicano.
Kyle parpadeó sorprendido. Eran más palabras de las que Esteban le había
dirigido en dos días. Momentáneamente debatió si esa pregunta violaba alguna
política de no hacer preguntas, entonces finalmente la encontró aceptable. Después
de todo, no era como si estuvieran hablando de él.
51
—No tengo idea de lo que es un tweeder, o cómo aterrorizar a uno, pero
suena como a una gran historia, amigo.
—Oh, eres un tipo chistoso, ¿eh? —Esteban señaló una televisión montada
en la pared detrás de Kyle—. Twee-ter, pendejo.
El Terrorista de Twitter.
52
Kyle supo que tenía que hacerlo, lo antes posible. Así que tan pronto como
colgó el teléfono, encendió su laptop y detuvo el ataque del botnet al servicio.
—Sip, ése sería yo —exclamó Kyle, tomando su mochila que estaba debajo
del asiento delante de él.
—¿Drogas?
Él se puso de pie, mochila en mano, y asintió a los agentes del FBI que se
habían detenido en su fila.
53
—Entregue la computadora, Rhodes.
Y desde ese momento en adelante, dejó de ser Kyle Rhodes, el hijo del
multimillonario, y se convirtió en Kyle Rhodes, el Terrorista de Twitter.
—Tienes a una visita, Rhodes —le informó el guardia esa misma tarde.
—Tú, idiota.
54
—Ouch. Allí es donde el cactus me golpeó.
En el curso de las dos semanas siguientes, esa fue la pregunta que le harían a
Kyle cientos de veces, amigos, familiares, sus abogados, la prensa, y cualquier
persona que se lo cruzara por la calle. Se podría decir que tenía algo que ver con el
orgullo, o su ego, o el hecho que siempre había tenido algo de mal genio cuándo le
provocaban. Pero al final, realmente se reducía a una cosa.
—Le dije a los abogados que me declararé culpable —le informó. No tenía
sentido desperdiciar el dinero de los contribuyentes por un simulacro de juicio, o
desperdiciar su dinero en los honorarios adicionales de los abogados.
Especialmente porque no tenía defensa.
Diablos, no. La última vez que Kyle había visto a su hermana llorar había
sido nueve años atrás, tras la muerte de su madre, y estaría condenado si la dejaba
hacer eso ahora. Él apuntó con énfasis.
—Escúchame, Jordo, porque ésta es la única vez que te diré esto. Búrlate de
mí, haz todos los chistes que quieras, llámame idiota, pero no derrames ni una
lágrima por esto. ¿Entendido? Pase lo que pase, lo manejaré.
55
Kyle le dio una gran sonrisa y le tiró de la barbilla.
—Eso está mejor. —Volvió al tema en el que había evitado pensar desde que
lo arrestaron—. ¿Cómo se tomó papá la noticia?
Mierda.
*****
Todos los días desde que había sido puesto en libertad, había recibido
cientos de mensajes: Pedidos de entrevistas de la prensa, correos ofensivos de
algunas personas muy enfadadas que seriamente necesitaban tomarse un descanso
de Twitter (Hey @KyleRhodes—¡¡¡APESTAS, imbécil!!!!!), y extrañas insinuaciones
56
coquetas de mujeres al azar que parecían demasiado interesadas en conocer a un ex
convicto.
—Dex está aquí para verte —le indicó Miles, el portero, cuándo Kyle
contestó el teléfono, refiriéndose al mejor amigo de Kyle, Gavin Dexter. Dex era un
visitante frecuente de Casa Rhodes, y Miles consecuentemente había descartado la
rutina de “Señor Dexter” años atrás.
Dos minutos más tarde, Kyle abrió la puerta y encontró a su mejor amigo y
a un grupo de al menos veinte personas en su umbral. El grupo dejó salir un fuerte
grito de alegría cuándo lo vieron.
Dex sonrió.
—Si Kyle Rhodes no puede venir a la fiesta, entonces la fiesta vendrá a Kyle
Rhodes —Palmeó a Kyle en el hombro, al estilo campechano—. Bienvenido a casa,
amigo.
*****
57
Cerca de la medianoche, Kyle finalmente tuvo la posibilidad de escapar del
gentío. Sus veintiún invitados casi se habían triplicado, y el ático estaba lleno
ahora.
Aquellos cuatro meses en los que estuvo encerrado fueron una auténtica
revelación. Al principio estuvo enojado, después decidió que no valía la pena el
esfuerzo. Ahora comprendió el tipo de amigos que eran, gente con quienes se
divertía y festejaba, pero no había nada más profundo que eso. Él seguiría adelante,
nunca más caería en el error de pensar otra cosa.
Muchas cosas habían cambiado desde el día en que Kyle había sido
arrestado, y sinceramente, no estaba seguro de haberlo procesado por completo.
Cinco meses atrás, había tenido una carrera acertada en Rhodes Corporation, salía
con una modelo de Victoria’s Secret, y había pensado que tenía un círculo de
amigos con quienes podría contar. Ahora no tenía trabajo, ninguna perspectiva, ya
que nadie en su campo consideraría alguna vez contratar a un hacker convicto con
antecedentes penales.
11
MCC- siglas inglesas para Metropolitan Correctional Center
58
Y no hacía falta ser un genio tecnológico para saber que había dado su
primer paso en falso.
—Entré por una recarga. Creí que sería mejor que enfrentarme a la multitud
allí afuera.
59
Kyle se alejó del escritorio y se encaminó hacia la puerta. Tal vez la fiesta
era un poco demasiado, pero reconocía que Dex había tenido buenas intenciones.
—Para nada —mintió con una sonrisa fácil—. La fiesta es justo lo que
necesitaba.
— ¿Qué piensas que dirán tus amigos en la Oficina del Fiscal si se enterasen
de esto? —le preguntó Dex con una sonrisa.
—¿En serio? —Kyle conocía bien a Selene, bastante bien. Tenía veinticinco
años, era modelo con sede en Chicago, trabajaba localmente e intentaba irrumpir
en la escena de Nueva York, y tenía unas piernas que llegaban al cielo. Daniela, él
y Selene se habían reunido de vez en cuando y siempre habían pasado un buen
rato.
—Tal vez debería ir a decirle hola. Ser un buen anfitrión y eso —Kyle alzó
una ceja curiosa— ¿Cómo se ve?
—Eso es muy gracioso, amigo. Hacer bromas de un lugar donde viví con
miedo constante de ser acuchillado.
60
—Rayos, soy un idiota. No debí haber dicho... —Hizo una pausa, notando
la sonrisa de Kyle— Y... me estás tomando el pelo totalmente, ¿verdad?
Así es como deberían ser las cosas. Simples. Fáciles. Sin sentimientos
enmarañados o confusos.
61
Podía no entender todo desde que había salido de prisión, pero al menos
sabía eso.
62
Capítulo Cuatro
Rylann casi había terminado de deshacer sus maletas antes de darse cuenta
de que su ropa colgada no llenaba ni la mitad del armario.
Pero tenía que encontrar nuevos círculos en estos días. Ya que, después de
todo, ése era el objetivo de haberse mudado a Chicago.
Rylann colgó los vestidos de cóctel en un estante junto a los trajes y dio un
paso atrás para examinar el resultado. Con la mezcla ecléctica de suéteres, trajes,
63
ropa de entrenamiento, y vestidos, no era el armario más organizado que hubiera
visto, pero serviría.
Además, Rylann dudaba que Jon, su ex-novio, alguna vez tuviera los ojos
llorosos en su apartamento de Roma al mirar la ropa que llevaba puesta en su
Traje gris oscuro, camisa azul, la corbata a rayas que le había comprado "sólo porque
sí" el día después de que se habían mudado juntos.
64
En realidad, probablemente recordaría ese detalle en especial por un largo
tiempo.
Él se lo iba a proponer.
Rylann sonrió.
Cada uno tomó un sorbo, luego Jon se inclinó sobre la mesa y le tomó la
mano. Como siempre, se veía guapo con su traje y con el pelo oscuro perfectamente
peinado. En la muñeca llevaba el reloj que ella le había comprado para su último
12
Marca de champagne prestigiosa.
13
Asistentes del Fiscal.
65
cumpleaños. Había gastado más dinero en el regalo de lo que pretendía, pero él
parecía extrañamente desanimado por los treinta y cinco, y había decidido
derrochar dinero para animarlo.
Así que, hay algo que quiero preguntarte Él le acarició los dedos con el
pulgar. Sabes que mi último cumpleaños fue significativo para mí. Desde
entonces, he estado pensando mucho acerca de la dirección en que mi vida se
dirige. Y a pesar de que sé qué es lo quiero, creo que estoy asustado porque es un
gran paso. Hizo una pausa y respiró hondo.
Rylann parpadeó.
Eso es... algo Rylann negó mentalmente, tratando de darle sentido a las
cosas. Jon era socio de McKinzey Consulting, y había trabajado duro para llegar
66
allí. A veces, recientemente, su trabajo lo hacía parecer apático, pero nunca, ni una
vez había mencionado su traslado a Italia.
¿A qué viene todo esto? preguntó ella, sintiéndose como si estuviera
hablando con un simple conocido y no con el hombre con el que había estado
saliendo durante los últimos tres años.
—Sólo estoy tratando de ponerme al día aquí. Este plan de Italia me parece
que no puede venir de la nada.
14
Famosa fuente localizada en el centro de Roma.
15
Restaurante Italiano.
67
—Bueno, tenías que saber que algo estaba pasando, con el champán y todo
—dijo Jon.
El silencio siguió, tenía que ser uno de los momentos más incómodos y
embarazosos de su vida. De repente, supo que Italia era el menor de sus problemas.
—No pensé que el matrimonio fuera algo que quisieras —dijo Jon
finalmente.
—No era consciente de que tener una familia y una carrera eran términos
mutuamente excluyentes.
68
—Sólo quería decir que supuse que el matrimonio y los niños eran algo para
más tarde. Tal vez.
Está bien. ¿Qué quieres que te diga, Ry? He estado teniendo dudas. El
matrimonio es un montón de trabajo. Los niños son mucho trabajo. Yo ya me mato
en mi trabajo. Gano buen dinero, pero nunca tengo tiempo para disfrutarlo. No voy
a abandonar o a tomar un permiso para ausentarme en esta economía, por lo que
este traslado parecía la oportunidad perfecta para hacer algo por mí mismo. —Se
inclinó y su expresión era seria—. No hagas un drama mayor de esto de lo que
tiene que ser. Te amo. Al final del día, ¿no es lo que realmente importa? Ven
conmigo a Italia.
Pero Rylann se sentó allí, mirando fijamente sus ojos castaños oscuro, sabía
que no era así de simple.
69
—¿Por qué no?
—Por un lado, soy asistente del fiscal federal. Y pienso que no tienen una
gran cantidad de puestos de trabajo de esos en Roma.
Él se encogió de hombros.
¿En serio? Rylann apoyó los brazos sobre la mesa. En algún momento, esto
había comenzado a sentirse como un interrogatorio.
Jon miró a Rylann a los ojos con una mirada de culpa que ella reconocía
bien, una que había visto varias veces en la cara de sus acusados enjuiciados.
70
Eso apoyó su caso.
*****
Casi seis meses después de esa noche, Rylann estaba sentada en el suelo de
la sala, desenvolviendo media vajilla Villeroy & Boch16, que ella y Jon habían
comprado por capricho. Jon había insistido en tener el conjunto de diez, pero como
un final "púdrete, tú y tu compasión," sólo había tomado su parte. Ahora, sin
embargo, estaba preguntándose qué diablos haría con un conjunto de vajilla
incompleto.
Maldito orgullo.
—Hola, tú.
16
Villeroy & Boch es uno de los principales fabricantes del mundo de cerámica, tanto industrial
como doméstica.
71
—Lo sé. Soy la peor amiga del mundo. Todavía estoy atrapada en el
trabajo. Tengo un juicio sumario en marcha para la próxima semana, y el borrador
que me envió el de segundo año es un pedazo de mierda. He estado reescribiendo la
declaración de hechos toda la tarde. Pero creo que puedo estar allí en unas
horas. Mira el lado positivo, tengo pastelitos.
Ouch.
—No es como si nunca lo hubiera hecho antes de Jon. ¿Qué tan diferente
puede ser?
72
Rylann miró el estado caótico de su apartamento, su nuevo apartamento, las
palabras de Jon vinieron a su cabeza.
Porque había una pieza final del plan de seis meses y estaba absolutamente
decidida a seguir adelante con esto.
73
Capítulo Cinco
—Es bueno verte de nuevo Rylann. La señorita Lynde dijo que empezabas
hoy. Le haré saber que estás aquí.
—Gracias, Katie —Rylann dio un paso a un lado, de pie ante una fotografía
panorámica del horizonte de Chicago. Estaba algo familiarizada con la oficina,
habiendo hecho una visita el mes pasado cuando voló a la entrevista para el puesto
vacante de AUSA. Emplazada a lo largo de cuatro pisos del Edificio Federal, la
oficina empleaba aproximadamente a 170 abogados, dos docenas de asistentes
legales, y un gran personal administrativo y de apoyo.
En cuanto al momento, Rylann había tenido suerte con este traslado. Había
estado buscando un nuevo comienzo después de romper con Jon, y por ello se
74
había sentido aliviada cuando escuchó que el Departamento de Justicia había
abierto un nuevo puesto AUSA para el Distrito Norte de Illinois. Ya que se había
criado en los suburbios de Chicago y siempre había considerado la posibilidad de
regresar un día para estar más cerca de su familia y Rae, así que había tomado la
oportunidad.
Rylann sonrió cuando vio una mujer atractiva con pelo castaño largo y una
mirada de bienvenida en sus ojos aguamarina viniendo por el pasillo. Tal como lo
había estado durante su entrevista, se sorprendió de lo relativamente joven que era
Cameron Lynde para ser una Fiscal de treinta y tres años, sólo un año mayor que la
misma Rylann. Antiguamente fue la mejor Asistente del Fiscal en Chicago, y
Cameron había sido nombrada para el puesto después de que el ex Fiscal Federal,
75
interior. Si recordaba correctamente, los veintisiete asistentes del fiscal en la
división de procesamiento especial se encontraban en este piso.
—Así que cuando hablé con Bill después de tu entrevista —dijo Cameron,
refiriéndose al anterior jefe de Rylann, el fiscal para el Distrito Norte de
California—, me dijo que se supone que debo preguntarte por qué los agentes del
FBI de San Francisco te llaman “Rylann, laboratorio de metanfetaminas”
—Vamos. Los agentes tuvieron que estar jugando contigo, ¿cómo pudieron
olvidar mencionarlo?
—¿Qué hiciste?
76
—Lo único que podía hacer —dijo Rylann con naturalidad—. Subí por la
trampilla con mi traje de falda y bajé esa desvencijada escalera de cuatro metros y
medio.
Cameron se rio.
—Bien por ti —Se detuvo frente a una oficina de tamaño medio—. Aquí
estamos.
RYLANN PIERCE
Rylann entró. No era una oficina glamurosa, con alfombrado azul oscuro y
muebles bastante baratos, pero como asistente experimentada, al menos tenía vista
del edificio Hancock y del Lago Michigan.
Rylann asintió.
—Para nada —le aseguró Rylann—. Sólo ponme en la dirección de las salas
de audiencias, dime dónde está el Starbucks más cercano y estaré lista.
77
Cameron sonrió.
—En realidad eres la primera asistente que contrato desde que asumí el
—Creo que vas a encajar muy bien aquí, Rylann —Se detuvo en la puerta
antes de salir—. Casi lo olvido. Probablemente deberías revisar el archivo de arriba
primero, es una vista para mañana temprano. Al asistente que originalmente
manejaba el caso le reprogramaron inesperadamente un juicio para esta semana, así
que necesito a alguien en los procesamientos especiales para cubrirlo. Es una
petición de mutuo acuerdo, así que espero que no tengas ningún problema. Habrá
reporteros, pero ve sólo con la respuesta usual, que estamos satisfechos con la
resolución del asunto, no tenemos más comentarios, ese tipo de cosas. Has estado
haciendo esto por un tiempo, así que conoces la rutina.
78
Gracias a Dios, sus seis años como abogada litigante le habían dado una
buenísima cara de póker; de otra manera, su mandíbula habría golpeado en el suelo
en ese mismo momento.
—Pensé que sería una cosa divertida para darle a la chica nueva. —Cameron
se detuvo fuera de la puerta—. Siéntete libre de pasar por mi oficina en cualquier
momento. Mi puerta siempre está abierta.
Después de que se fuera, Rylann miró hacia abajo a la ficha policial de Kyle
que estaba con clips en la parte superior del archivo. Como era de esperar, lucía
serio y disgustado en la fotografía, muy lejos del encantador diablo que podía
cuidarte y que una vez la había acompañado a su casa en una cálida noche de
mayo en Champaign.
79
malditamente más que eso, por lo que consideró que era muy probable que no
hiciera mucho más que parpadear cuando ella entrara en la sala del tribunal
mañana. Lo cual estaba bien para ella. Después de todo, lo que ella recordaba
acerca de esa noche era que su primera impresión de él no había sido del todo
favorable.
Ni siquiera un acusado que alguna vez hubiese dicho que podría conducir
Por fortuna, esa era historia antigua. Sí, las circunstancias de esa reunión
eran irónicas, quizás incluso divertidas, pero al final del día trataría a Kyle Rhodes
de igual manera que a muchos otros delincuentes que había encontrado durante su
carrera como abogada asistente. Era una profesional después de todo.
17
Quinta, hace un juego de palabras con la Quinta Enmienda, refiriéndose a que antes de llegar a una
quinta impresión podría acogerse al derecho a guardar silencio.
80
Capítulo Seis
—¡Kyle! ¡Kyle! ¿Cuáles son tus planes para el futuro ahora que eres un
hacker convicto?
—¿Te gustaría hacer una declaración antes que el juez entre? —gritó alguien.
—Por supuesto, he aquí una declaración —gruñó Kyle en voz baja— que
empiece la función, así no tendré que escuchar vuestras estúpidas preguntas.
Miró por encima de su hombro y vio a Jordan caminando por el pasillo con
sus exageradas gafas de sol y abrigo de cachemir. Llevaba el pelo rubio, que era
varios tonos más claro que el suyo, recogido en una especie de nudo o moño, e
ignoró descaradamente a los periodistas mientras se sentaba en la primera fila de la
galería, justo detrás de Kyle.
81
Kyle se dio la vuelta hacia ella y parpadeó ante la multitud de destellos que
al instante estallaron ante sus ojos.
Ja, ja. Kyle abrió la boca para replicar, cinco meses antes le había dado a su
hermana licencia libre de hacer bromas y, hombre ahora, siempre lo hacía, cuando
ella se quitó sus gafas de sol, revelando un gran moretón de feo color amarillo en la
mejilla.
De ninguna manera iba a decir algo sarcástico ahora. Kyle dudaba que
alguna vez fuera a dejar de sentirse culpable por el hecho de que su hermana
hubiese obtenido ese moretón y una fractura en la muñeca, y hubiera estado a
punto de ser asesinada, mientras trabajaba con el FBI como parte de un acuerdo
para sacarlo de la cárcel.
82
—Eso es lindo, Jordan. —Luego frunció el ceño cuando un hombre moreno
y fornido que llevaba un traje de gobierno edición estándar entró en la sala del
tribunal.
—Es del FBI. Los chicos que me arrestaron, ¿recuerdas? ¿Dónde está tu
sentido de la lealtad a la familia?
—Seis leyes federales. ¡Y era Twitter! —le respondió él, tal vez un poco
demasiado fuerte.
Al ver a sus cinco abogados intercambiar miradas de “si este tipo explota
aún tenemos nuestros 5 mil por hora”, Kyle se echó hacia atrás en la silla y se
ajustó la corbata.
83
—Sólo estoy diciendo que todos podemos usar un poco de perspectiva.
—Dile a tu amigo del FBI que no respondo a ese nombre, Jordan. —De
hecho, odiaba ese apodo, uno que se había ganado en la cárcel debido a un
parecido que supuestamente tenía con un cierto personaje de Lost.
Cuando Kyle vio a Jordan sonreírle al agente del FBI, una especie de broma
personal, tuvo que admitir de mala gana que los dos parecían muy
enamorados. Era extraño tener que verlos siendo todo cariñosos, y bastante
asqueroso en realidad, siendo ella su hermana, pero dulce, no obstante.
84
estaría decepcionada cuando toda esta debacle terminara. Había esperado verlos
sacar palomitas y coca-colas mientras esperaban el inicio del show de “Kyle
definitivamente es divertido como un idiota”.
—De hecho, Morgan no vendrá hoy —dijo Mark Whitehead, el jefe de los
abogados de su defensa, en respuesta a la pregunta de Kyle—. Tuvo un conflicto
con otro juicio. Uno nuevo se presentó ayer por la tarde, no me acuerdo de su
nombre. Ryan algo.
Kyle se dio la vuelta, curioso por ver a que perdedor había encontrado la
Oficina del Fiscal Federal en tan poco tiempo, y…
Bueno, hola.
85
Sentado en su silla en la mesa de la defensa, la mirada de Kyle viajó desde el
piso, pasando su mirada por los zapatos de tacón, piernas elegantes, traje de falda
negra y traviesas perlas de niña buena, y finalmente se detuvo en un par de
preciosos y sorprendentemente familiares ojos ámbar.
Demonios.
Rylann.
Kyle observó mientras ella caminaba por el pasillo hacia él, viéndose
criminalmente sexy con traje y zapatos de tacón. Había cambiado su cabello,
Kyle reprimió una sonrisa. Sí, seguía siendo tan sarcástica como
siempre. Sus cinco abogados inmediatamente prestaron atención y se pusieron de
pie. Lentamente, él también lo hizo.
—Rylann Pierce.
—Señor Rhodes.
86
—Abogada —dijo en voz baja, tan íntimo como se atrevió dado su entorno.
—¿Comenzamos esto?
Fue sólo después de que se dio la vuelta y caminó hacia el lado opuesto de la
sala del tribunal que Kyle se dio cuenta de que había estado hablando con sus
abogados, no con él.
Ella dejó el maletín sobre la mesa de la acusación justo cuando la puerta del
despacho del juez se abría de golpe.
—Dado que ambas partes y lo que parece ser el cuerpo de prensa de todo
Chicago están presentes, deberíamos también ir directo al grano. —Puso los papeles
a un lado—. Estamos aquí en una bastante inusual Petición de la Regla 35
presentada por la Oficina del Fiscal Federal, una moción para reducir la pena del
acusado, Kyle Rhodes, a tiempo cumplido. Tengo entendido que el señor Rhodes
ha cumplido cuatro meses de encarcelamiento de los dieciocho ordenados por este
87
tribunal. —El juez se volvió a Mark para su confirmación—. ¿Es eso correcto
abogado?
—Sí, su señoría —dijo Mark—. Hace dos semanas, por un acuerdo con la
Oficina del Fiscal, el señor Rhodes fue liberado del Centro Correccional
Metropolitano y ha estado cumpliendo su condena en arresto domiciliario.
Kyle lanzó una mirada nerviosa a los cuatro abogados que se sentaban en su
mesa, no le gustaba como sonaba eso. Había tenido la impresión de que este
acuerdo era un hecho.
88
petición, abogada —dijo el juez—. La sentencia del acusado queda reducida a
tiempo cumplido.
Entonces el juez se volvió hacia él, mirando hacia abajo con severidad desde
su banco.
—¡Señorita Pierce! ¿La Oficina del Fiscal Federal tiene algún comentario
sobre el hecho de que Kyle Rhodes vuelva a ser un hombre libre?
18
Arma que dispara dos agujas que suministran una descarga eléctrica a través de un cable.
89
tenían una historia previa. Pero justo cuando sus labios se separaron, sin duda listos
con lo que supuso sería una especie de ingeniosa respuesta, otra cámara brilló.
—Sólo quiero decir que estamos satisfechos con la resolución de este caso.
Luego, sin siquiera una mirada hacia atrás, pasó junto a los periodistas y
salió de la sala.
90
Capítulo Siete
El jueves por la noche después del trabajo, Rylann y Rae se encontraron
para cenar en el restaurante RL en la avenida Michigan. Ambas habían tenido un
par de días muy ocupados, con Rylann instalándose en su primera semana en su
nueva oficina y Rae luchando para conseguir un acuerdo en un caso, por lo que
esta era la primera oportunidad que tenían de estar juntas desde que Rylann se
había encontrado con Kyle en el tribunal.
Rylann sonrió, saboreando las delicias del chisme que estaba a punto de
compartir.
—Esa es la verdad. ¿Pero supongo que no has oído hablar sobre las miles de
millones de fotografías que circularon por el tribunal? —Había una foto en
particular que se destacaba en todos los medios y que la tenía un poco preocupada,
una foto de ella a la derecha de Kyle en el preciso momento que se habían
encontrado en el pasillo de la sala de audiencias. Tal vez estaba siendo paranoica,
91
pero había algo en la forma en que Kyle la miraba que parecía un poco... íntimo.
Como si compartieran un secreto.
Rylann casualmente tomó un sorbo del Pinot Noir que había pedido.
—Uno podría suponer eso, sí. Salvo que oh, por un pequeño problema el
primer abogado asignado al caso tuvo en el último minuto un conflicto, y a mi
oficina se le hizo necesario enviar un reemplazo. —Sonrió con picardía.
92
—¿Eso es todo? ¿Qué le dijiste?
Rylann sonrió.
93
Aun así, Rylann cubrió su vaso con un gesto.
—Él me acompañó a casa una vez, y nos besamos. Tiempo atrás. Apenas si
recuerdo esa noche.
—Hay algunas cosas que una chica nunca olvida, Ry. Y una de ellas es un
beso del chico correcto.
*****
Hay algunas cosas que una chica nunca olvida, Ry. Y una de ellas es un beso del
chico correcto.
94
Ella era una mujer adulta de treinta y dos años de edad, no de trece. Rylann,
Laboratorio de Metanfetaminas, no mostraría debilidad en sus rodillas por un
miserable beso, por muy fastidiosamente encantador que Kyle Rhodes hubiera sido
esa noche.
Empujada hacia el fondo, había una vieja caja de zapatos, una que había
guardado durante años. El día en que se habían mudado a vivir juntos en San
Francisco, Jon le había preguntado qué había dentro.
En el interior estaba la camisa de franela azul marino que Kyle le había dado
nueve años atrás.
Ella pasó los dedos por el cuello, recordando el momento en el que le había
pasado la camisa por encima de ella. La manera en que su estómago le había dado
un pequeño tirón cuando su mano rozó su cuello.
Está bien, está bien. Tal vez se acordaba de unos diminutos, pequeños
detalles sobre esa noche.
95
Te vi reír con tus amigos y tu sonrisa me llegó muy dentro.
Había habido una chispa entre ella y Kyle, quisiera admitirlo o no. Habían
pasado menos de treinta minutos juntos, pero ella lo había sentido. Mariposas
instantáneas. Con ningún otro hombre, incluyendo Jon, había tenido esa
experiencia de nuevo.
96
Capítulo Ocho
A la mañana siguiente, Rylann llamó a la puerta de Cameron, deteniéndose
al ver que la otra mujer estaba al teléfono. Con una mirada de bienvenida,
Cameron le hizo un gesto a Rylann para que se sentara en una de las sillas frente a
su escritorio.
―Va bien. Creo que he conocido a casi todos los expertos judiciales de
AUSA y parecen un gran grupo. ―De hecho, el único al que no había conocido
todavía era al escurridizo Cade Morgan, el fiscal que en un principio llevaba el caso
del Terrorista de Twitter.
97
Rylann se interesó al momento.
―Aquí sobre mi escritorio consta como terminó todo eso. El FBI tiene a un
hombre, al agente Griegs, que ha estado trabajando en secreto, infiltrado como
preso en el MCC, en otra investigación no relacionada. Todo este tiempo ha estado
98
pasando al FBI la información que creía que podría interesarles. Tras el asesinato
de Brown, el agente infiltrado informó a su contacto que el ataque parecía
sospechoso. Otro agente, el Agente especial Wilkins, fue asignado después para que
se hiciera cargo de la investigación.
―Lo cual es sospechoso de por sí, dado el historial de violencia por motivos
raciales de Watts. ―Rylann se detuvo. Su mente estaba ya trabajando sobre el
patrón de los hechos―. ¿El agente Wilkins confirmó si existe una política en
relación con que los presos no puedan estar solos en una celda?
―El director dijo que, aunque es la regla general, han hecho excepciones
como en el caso de Watts, por ser extremadamente agresivo ―continuó
Cameron―. No me sorprende que el agente Wilkins haya intentado llegar más allá.
Al revisar los archivos de Brown encontró algo muy inusual. Brown atacó a Quinn,
el guardia, dos semanas antes de que fuera asesinado.
99
―Al parecer, Brown agarró a Quinn por el antebrazo cuando este trataba de
recoger su bandeja de comida, consiguiendo dislocarle la muñeca.
―Recapitularé para ver que todo esté en orden. Brown ataca a un guardia
de la prisión y le disloca la muñeca. Dos semanas más tarde, ese guardia traslada a
Brown a la celda de uno de los reclusos más violentos de la prisión, nada menos
que a la de un supremacista blanco, y es golpeado hasta la muerte ―Miró a
Cameron―. Supongo que pensamos lo mismo: que Quinn diseñó ese ataque como
represalia.
―Brown explicó que Quinn le había dicho: Pagarás por lo que me hiciste en
la muñeca, pedazo de mierda.
100
―Así que tenemos un guardia de la prisión al que no le gusta que los
reclusos se pasen de la raya ―dijo Rylann―. Pero en vez de ensuciarse sus propias
manos para tomar represalias, utiliza a otro interno para que haga el trabajo por él.
Sin embargo, esta vez se pasó, escogió al recluso equivocado y un hombre acabó
muerto.
―En primer lugar, este preso no es uno más. Se le puso en libertad del MCC
justo antes del asesinato de Brown. Es probable que ni siquiera sepa que Brown ha
muerto.
―Lo intentaron ―dijo Cameron―. Hasta ahora no han podido sino hablar
con sus abogados. Por eso nos desvía del caso. Si queremos hablar con este
hombre, seguramente necesitaremos una citación judicial. Dudo que vaya a
cooperar de forma voluntaria ―Miró a Rylann, con aspecto divertido―.
101
Probablemente esté un poco receloso con la Oficina del Fiscal de Estados Unidos.
Sobre todo desde que le llamaron “terrorista” y “ciber-amenaza para la sociedad”.
Rylann parpadeó.
―Es curioso como él sigue apareciendo en mis casos estos días ―dijo
102
―¿Y si no funciona? ―preguntó Rylann―. ¿Hasta dónde quieres que lleve
esto?
103
Capítulo Nueve
Al no tener planes para esa tarde, Rylann se quedó en la oficina hasta las
ocho y cuando llegó a casa ordenó comida china para llevar. Se cambió a unos
jeans y una camiseta, entonces se acomodó en el sofá para llamar a sus padres. Se
habían jubilado hacía varios años y ahora pasaban los inviernos en una casa de dos
pisos que habían comprado cerca de Naples, Florida. Después de algunos años,
Rylann se enteró de que la definición de “invierno” de sus padres parecía haberse
expandido significativamente, y tenía la sospecha de que los vería al norte de la
línea Mason-Dixon19 antes de Junio.
—Entonces ¿qué pasa con esa mirada? Esa es la mirada de un hombre que te
imagina desnuda o quiere verte desnuda.
19
Línea simbólica que divide el norte y el sur de Estados Unidos.
104
—No noté nada extraño en cómo me miraba —mintió.
Rylann sonrió.
—Entonces aparte del caso del Terrorista del Twitter; ¿en qué más estás
trabajando? —le preguntó Helen. Antes de retirarse había trabajado de paralegal20
en defensa criminal en una firma de Chicago y disfrutaba hablando de los casos de
Rylann, incluso bromeaba con lo de que su hija jugaba para el ‘otro equipo’.
20
Un paralegal es el ayudante que hace la mayor parte del trabajo legal delegado que pasa en un
estudio de abogados.
105
ropa de trabajo, y se unía a ellos para la cena, normalmente entreteniéndolos con
historias de los casos en los que ella y “sus abogados” estuvieran trabajando.
Sin embargo desde joven, Rylann se dio cuenta rápidamente de una cosa
sobre esas historias: No le gustaba cuando los chicos malos ganaban. Y de esa
semilla, había brotado su carrera como asistente del Fiscal Federal
Rylann habló con su madre unos minutos más, hasta que el portero eléctrico
sonó. Entonces corrió abajo a buscar su comida, y se acomodó para pasar la noche
con los expedientes de su caso, con un cartón de pollo kung pao y una copa de
Riesling que se había ganado en la división post-ruptura de la colección de vinos
que Jon y ella habían tenido. Otro tranquilo viernes por la tarde, como muchos
Sentada en la barra de la cocina, leyó los archivos. A pesar del hecho de que
el caso Brown no era ni el más grande ni el más glamoroso que alguna vez había
manejado, ya había saltado rápidamente al primer puesto en su lista de prioridades.
Primero y principal, el hombre había sido brutalmente golpeado hasta la muerte.
No le tomaba mucho más a la fiscalía asumir eso. Segundo, el caso era claramente
importante para el Fiscal Federal y si era importante para Cameron, de ninguna
manera Rylann, “la chica nueva”, iba a estropearlo.
Lo que significaba que Kyle Rhodes y ella tenían algunos asuntos pendientes
que atender.
*****
106
contactarse con él directamente, debido a que el tema del que quería hablar no era
por el que había contratado a un abogado ni estaba bajo investigación. Sin
embargo, pensaba que era prudente consultar a sus abogados primero por cortesía.
—Le diré lo mismo que al FBI, señorita Pierce. Está malditamente loca si
piensa que la dejaré hablar con mi cliente —Fue la feroz réplica de Mark
Whitehead, el abogado defensor de Kyle—. No después de la manera en que su
oficina lo trató hace cinco meses.
—Esto no tiene que ver con el caso del señor Rhodes —dijo Rylann con su
—Mi cliente no estaba en la MCC hace dos semanas. Fue liberado antes.
—Aún más razón para que confíe en mí cuando digo que él no está bajo
sospecha.
—Sigue siendo un no. Si quiere hablar con Kyle Rhodes, consiga una cita —
dijo Mark.
—Con todo el debido respeto, los dos sabemos que no necesito su permiso.
Contactaré directamente al señor Rhodes si tengo que hacerlo —dijo Rylann.
107
—Buena suerte con eso. Estoy seguro de que el terrorista de Twitter tiene
varias cosas que le encantará decirle a oficina del Fiscal Federal Aunque dudo que
alguna la ayude con su investigación.
—Me parece que te debo una taza de café —dijo él con una sonrisa.
108
—Sin ningún problema. Estoy feliz de poder ayudar.
—¿Cómo salió?
—Es justo decir que el caso del Terrorista de Twitter estaba en la cima de la
agenda de alguien más. No solo mía.
—Me perdiste.
—No me entiendas mal, estaba detrás de todos los cargos archivados contra
Kyle Rhodes —dijo Cade—. Él cometió un delito y causó muchos problemas.
Problemas mundiales. De ninguna manera lo iba a dejar pasar con un simple tirón
de orejas.
109
Ella levantó una ceja.
—¿Pero?
—Pero esta oficina era diferente hace cinco meses. Y supongo que podría
decirse que fuimos un poco viciosos en la manera en que manejamos esa
persecución. —La expresión de Cade cambió a un tono de molestia—. Mi antiguo
jefe, Silas Briggs, dejó claro que no esperaba menos de mí. Yo esperaba una
oportunidad para poner a esta oficina, y a él, en los ojos del público, y supongo que
el caso del Terrorista de Twitter fue la oportunidad perfecta para eso. A nadie le
importa cuando eliges a un heredero millonario.
—Es bueno que ahora sea problema tuyo y no mío. —Se alejó de la
estantería e hizo una pausa camino a la puerta—. Oye en serio, si necesitas algo,
estoy al final del pasillo. Siéntete libre de pasar en cualquier momento, chica nueva.
—Le señaló—. Y mañana el café lo pagaré yo.
110
—Soy Mark Whitehead. Hablé con mi cliente —dijo, no sonaba contento—.
Para que cuente, estoy total y completamente en contra de esto.
—Me parece justo. Eso será anotado en el registro. —No tenía idea de lo
que estaba hablando.
—El señor Rhodes accedió a reunirse con usted esta tarde, en su oficina. A
solas —dijo Mark con énfasis—. Fue bastante claro en ese punto, a pesar de todos
mis intentos para persuadirlo.
—Bien. Puedo encontrarme con el señor Rhodes más tarde. —Tomó una
pluma—. ¿Dónde está ubicada su oficina?
111
Capítulo Diez
El teléfono del escritorio de Kyle sonó, el doble repique que indicaba que la
llamada provenía del puesto de seguridad en el vestíbulo de su edificio.
—La señorita Pierce está aquí para verlo, señor Rhodes —le informó Miles
cuando contestó el teléfono.
Esta historia que ella le había contado a sus abogados, acerca de alguna
“investigación” sobre un accidente ocurrido en el Centro Correccional
Metropolitano hace dos semanas, sonaba algo rara. Él ya había sido liberado del
MCC en ese momento, así que no estaba seguro de qué información podría tener
acerca de lo que sea que había pasado después de eso. Pero de acuerdo con sus
abogados, ella había sido bastante insistente en su deseo de verlo.
112
la gana y yendo tan lejos como había deseado sin preocuparse por un monitor de
tobillo, ni por los Jefes de la Policía, o por equipos SWAT irrumpiendo en la playa.
Luego la segunda cosa que había hecho había sido buscar en Google a Rylann
Pierce.
Tal vez era eso, de hecho, una bizarra coincidencia, y ella en realidad estaba
allí para hablar de algún caso. O tal vez… era algo más. Tal vez había estado
pensando en él toda la semana, justo como él había estado pensando en ella, y
simplemente no había podido mantenerse lejos.
Kyle abrió la puerta y la vio allí parada, con su largo y oscuro cabello
luciendo como una heroína de Hitchcock, con su abrigo de cuero amarrado y
tacones altos, y llevando un portafolio a su lado.
113
Solo hasta ese punto habían llegado el pasado martes. Pero esta vez, no
había reporteros, no había cámaras, y no había equipo de abogados defensores.
Solo eran ellos esta vez.
―Pasa.
Él cerró la puerta, luego se giró y la miró. Nueve años atrás, ella habría
atrapado la mirada de cualquiera, pero ahora había algo más, algo más pulido,
Algo que a un hombre que había pasado la mayor parte de los 5 meses
anteriores en prisión le sería difícil ignorar.
Ella abrió sus labios para decir algo, pero pareció cambiar de opinión.
114
Rylann caminó hacia el área de la sala, mirando con curiosidad el lugar.
―Se nota que te ha ido bien estos últimos dos años. ―Le miró de reojo, con
sus ojos de aquí a allá admirando su alrededor―. Aparte de aquel pequeño asunto
de Twitter.
―Solo para saber, ¿cuántas bromas más puedo esperar acerca de eso?
―Es casi demasiado fácil ―dijo ella riendo―. Una vez dijiste que alguien
causaría mucho pánico si las compañías no empezaban a poner más atención a la
negación de los ataques a sus servicios. Qué intuitivo de tu parte.
Kyle se detuvo.
―Solo por el fiasco de Twitter. ―Luego, tomó asiento en uno de los finos
sillones de cuero italiano y puso su portafolio en el piso.
―Antes de decir algo más, tal vez deberíamos aclarar algunas cosas que
quedaron colgando.
Su expresión se ablandó.
115
―Oh. Si. Me entristecí mucho al saber lo de tu madre.
Ella rió.
―¿Un asesinato?
―Sí. Un recluso fue golpeado hasta la muerte en el MCC hace dos semanas.
Por la forma de su expresión, supo que hablaba en serio. Y así como así,
todo el tono de la conversación cambió.
―¿De verdad estas aquí por un caso? ―dijo él sin darse cuenta hasta ese
momento de lo mucho que había estado convenciéndose de que no era así.
116
―Olvídalo. Cuéntame que pasó en el MCC.
Kyle se detuvo de espaldas a ella, mirando los ventanales de piso a techo que
daban al lago. En la distancia, podía ver la rueda del Ferry en el muelle Navy.
―Sí.
Kyle pasó la mano sobre su boca. Toda esta situación el hecho de que él, un
ex vicepresidente de una compañía multimillonaria, tuviera información directa
relacionada con el asesinato de un recluso era completamente surrealista.
―No tenía idea. Demonios, ni siquiera sabía que Brown estaba muerto.
117
―¿Lo conociste bien mientras estuviste en prisión? ―preguntó ella.
Él sacudió la cabeza.
―Las únicas veces que hablé con el tipo fue a través de los barrotes de las
celdas durante esos dos días en que ambos estuvimos en confinamiento
disciplinario. ―Aun así, sintió una mezcla de emociones en ese momento, culpa
incluida, y sintió la necesidad de aclarar algo―. Pensé que Quinn solo estaba
hablando por hablar, tratando de parecer duro. No tenía idea de que en realidad
cumpliría su amenaza. ―Exhaló, tratando de envolver en su mente todo lo que ella
le había dicho―. Entonces, ¿qué pasará desde aquí?
―De hecho, eres el testigo perfecto ―dijo ella―. Si hubieras estado todavía
en prisión, cualquier abogado defensor digno de su carrera hubiera tratado de
someterte, clamando que solo estabas testificando para ganarte un favor de la
Oficina del Fiscal con la esperanza de una reducción de tu sentencia. Pero ahora
que estás fuera, obviamente no tienes tales motivos.
―Sí.
118
Él se acerco a ella.
―Eso no es cierto, abogada. Hay algo que deseo bastante, de hecho. ―La
miró a los ojos―. Una disculpa de la Oficina del Fiscal Federal
―¿Una disculpa? Esa es una buena. ―Quitó su pelo de los ojos y lo movió
hacia atrás de sus hombros, luego se sorprendió cuando vio la expresión en su
cara―. Dios mío, no estás bromeando.
―No, no lo hago.
119
vez con Rylann Pierce. Esta noche ella estaba allí estrictamente por razones
profesionales, lo que significaba que él también podía ser todo negocios.
Al final de todo, era un hombre libre ahora. Así que si la Oficina del Fiscal
Federal quería jugar, tendría que ser con sus reglas.
―Te daré hasta mañana para que lo pienses mejor ―dijo Kyle―. De otro
modo, involucraré a los abogados. Y todo lo demás que tengas que decir, podrás
decírselo a ellos.
120
Sorprendentemente, sus palabras la hicieron quedarse muda. Ella miró el
apartamento, luego a él.
―De verdad quieres verme de nuevo ―Levantó una ceja, con voz suave―.
¿Estás segura de que esto es puramente por negocios, señorita Pierce?
Ella no dijo nada por un momento, luego dio un paso acercándose a él.
Estaban cerca ahora, con sus cuerpos prácticamente tocándose mientras ella subía
la mirada hacia la suya.
Luego dio un paso atrás, dándole una sonrisa despectivamente dulce por un
momento mientras se dirigía hacia la puerta principal.
121
Capítulo Once
Rylann miró su reloj mientras caminaba hacia el vestíbulo del Centro
Correccional Metropolitano, la prisión de máxima seguridad situada en el centro de
Chicago. La caminata de cinco manzanas desde su oficina le había llevado un poco
más de lo esperado, pero aun así llegaba un par de minutos antes.
Había arreglado esta cita, la primera con los agentes de la oficina del FBI en
Chicago, después de revisar el archivo de Brown durante el fin de semana. Mientras
que el agente especial asignado al caso había hecho un exhaustivo trabajo de
investigación, desafortunadamente pinchaba cada vez que intentaba hablar con
122
peligroso proveer información a las autoridades. La vida en prisión para alguien
considerado un soplón podía ser dura, sin duda alguna. Por eso, la Regla 35 era la
única forma que tenía para que, alguien tras las rejas, cooperara con ella.
―¿Señorita Pierce?
Él extendió su mano.
Entablaron una corta charla mientras llegaban a las taquillas donde Wilkins
podía dejar su arma. En minutos Rylann supo que él era relativamente nuevo en el
FBI, habiéndose unido directamente desde la facultad de derecho de Yale, y que el
caso de Brown era la primera investigación que hacía solo, desde que lo habían
asignado a la división de crímenes violentos del FBI.
Él se encogió de hombros.
123
―Sería mejor decir que ella me escogió a mí. Cuando empecé, me pusieron
con un ex agente de esa división, y uno de los primeros casos que tuvimos fue un
asesinato de alto perfil. A alguien debió haberle gustado el trabajo que hicimos,
porque ahora Jack y yo parecemos estar los primeros en la lista cuando alguien
encuentra un cadáver.
Wilkins hizo una pausa mientras ambos mostraban sus placas a los guardias
para después quitarse sus chaquetas para pasar por el detector de metales. Al no
haber estado nunca en el MCC, Rylann lo siguió mientras se dirigían a los
ascensores que los llevarían hacia los cuartos de entrevistas.
―Por cierto, tuvimos un poco de suerte ―le dijo ella―. Esa pista acerca del
Cuando llegaron al onceavo piso, Wilkins la llevó por un pasillo hacia los
cuartos de entrevistas usados por oficiales de policía y agentes federales.
*****
―¿Qué hay para mi si hablo? ―exigió saber el recluso. Hizo un gesto hacia
la puerta con sus manos esposadas, refiriéndose al guardia que se había ido después
de escoltarlo hasta la habitación―. Porque no hay manera de que me quede aquí
124
después de delatar a uno de ellos. O seré el próximo tipo que saquen de aquí en una
bolsa negra.
―Está bien. Sabe que solía estar al lado de la celda de Watts, ¿cierto? Antes
de que lo mandaran a confinamiento. El día después que Brown fue transferido a la
celda de Watts, escuché una conversación entre Watts y Quinn, una conversación
Rylann repasó eso. Claro, habría sido mejor si hubiera captado más de la
conversación, pero de todos modos era una pieza más del rompecabezas.
125
―Escuchen, todo el mundo sabe lo que pasó. Quinn encerró a Brown en
una celda con ese maldito racista y le dijo a Watts que se encargara de él. ¿Han
visto alguna vez a Watts? El tipo pesa 90 kg y es puro músculo. Brown media 1.75
―Alzó sus esposas―. La gente pensará que somos la escoria del mundo aquí
dentro, pero todavía tenemos derechos. ―Dijo, acercándose demasiado a la cara de
Rylann―. Necesita clavar a ese guardia a la pared, señorita.
Rylann puso su mano en la mesa entre ella y Wilkins, indicando que todo
*****
Esa misma tarde, Kyle entraba por la puerta de Bodegas DeVine, la tienda
de vinos que pertenecía a su hermana, justo a tiempo para ver a Jordan cargando
una pesada caja de la bodega.
―Pásamela, Jordo.
126
No, no estaba de buen humor y no lo había estado desde que cierta molesta
y obstinada asistente del fiscal había vuelto a su vida con su fina amenaza de
citación y sus ojos juzgándolo. Pero eso no lo quería discutir con su hermana.
El Kyle Rhodes que me acompañó a mi casa y me dio su camisa haría lo correcto sin
importar lo enfadado que estuviera con mi oficina. Entonces si ese tipo está en algún lugar de
este ático, dile que me llame.
―¿Cosas de la prisión?
―Más bien cosas post-prisión. Nada de lo que tengamos que hablar. ―Lo
último que necesitaba era a su súper perfecta hermana gemela con su súper perfecto
novio del FBI sabiendo que estaba en otra disputa, por así decirlo, con la Oficina
del Fiscal. Estaba suficientemente molesto con la situación sin Jordan encima de él.
Había salido de prisión hacía varias semanas y se suponía que seguiría adelante con
su vida, pero los vestigios del lugar todavía se aferraban a él. Como una lapa.
127
―¿Dónde te pongo estas?
Ella apuntó.
―En el espacio vació por allá, con los otros Cabernets. ―Alzó la mirada
cuando Kyle volvió al bar―. Entonces, ¿qué clase de asuntos post-prisión?
―¿Qué? ¿No puedo tratar de tener una conversación contigo? Solo estoy un
poco preocupada por ti, he escuchado que a veces es difícil para los ex reclusos el
21
La Young Men's Christian Asociation, conocida en algunos países latinoamericanos como
Asociación Cristiana de Jóvenes, es un movimiento social juvenil de raíces protestantes
extendido por todo el mundo.
22
The Shawshank Redemption (Cadena perpetua en España, Sueños de libertad o Escape a la
libertad en la Argentina; y Sueños de fuga en Venezuela, Colombia, Chile, México y Perú) es una
película estadounidense del año 1994, escrita y dirigida por Frank Darabont y protagonizada por
128
―Pfft. No. ―Ella vio en su expresión que no lo había engañado y cedió―.
Está bien. Estaba pasando los canales y estaba en TNT. Tú trata de no quedarte
viéndola. ―Lo miró y se excusó―. Es irresistible.
―Sí, lo hice. ―Ella tomo una toalla para sacudir el polvo de las botellas de
sus manos, luego sacó de debajo de la barra del bar el plan de negocios de veinte
paginas que él había hecho.
―¿Y?
Jordan dudó.
129
―Y detesto decir esto, considerando que eres mi hermano y todo eso, pero
pienso que es… brillante.
―Voy a ir de compras por espacio para oficinas la semana que viene ―dijo
Kyle.
Sí, lo estaba.
―Pasé cuatro meses sentado en prisión, pensando en todas las cosas que iba
a hacer para encarrilar mi vida en cuanto saliera. Ahora es el momento de poner en
práctica esos planes ―dijo él, recordando algo―. Pero hazme un favor, no le digas
nada a papá sobre esto.
―Ahora eso es algo que nunca te había escuchado decir ―dijo Jordan con
sarcasmo, rodando sus ojos―. Él es un empresario bastante exitoso, Kyle. Podría
ayudarte.
130
―Claro que no.
No se diga más.
*****
Media hora más tarde, Kyle salió de la tienda de vinos de buen humor
después de la conversación con Jordan. Pero casi inmediatamente, mientras
cruzaba la calle y caminaba media manzana hasta su auto, el sentimiento molesto
se deslizó de vuelta. Y sabía exactamente de donde provenía.
25
En el original: scramble through a few hoops. Lo que quiere decir que se debe realizar algo difícil
para alcanzar algo.
131
Capítulo Doce
A la una y media de la tarde siguiente, todo el departamento de la Oficina
del Fiscal General de Estados Unidos era un revuelo.
―¿Podemos hacerlo?
26
Original “Calling the shots”, según la oración se refiere a una persona que piensa que su opinión
es la única importante en la situación.
132
Cade caminó junto a ella en su camino hacia su oficina. En cuanto cruzaron
los escritorios de las secretarias y de las otras oficinas de la AUSA27, Rylann notó
que todos los ojos estaban en ella.
Claramente no había amor perdido entre él y esa oficina. Cinco meses antes,
ellos habían ido tras él, probablemente muy fuerte, según lo que Cade le dijo. Aun
así necesitaban a Kyle en este momento, y ahí se encontraba él: con la cabeza
alzada, sin intentar esconderse o protegerse a sí mismo tras un grupo de abogados
como muchos hombres en su posición hubiesen insistido en tener presente.
Kyle se volvió y vio que ella lo miraba con una expresión cautelosa mientras
se acercaba. Él había dicho algunas cosas anoche, y también ella, pero aun así él se
había presentado. Y en lo que concernía a Rylann, eso decía mucho más que unas
pocas palabras en el calor del momento.
27
Oficina del Fiscal General de los Estados Unidos.
28
El Chicago Skyline es un conjunto de rascacielos ubicados en Chicago, siendo uno de sus
principales atracciones, incluyendo diversos rascacielos como el Sears Tower, Aon Center y John
Hancock Center.
133
―Parece que tenemos público ―dijo cuando ella se detuvo ante él.
Rylann miró hacia atrás y vio que varias secretarias y fiscales los miraban
mientras caminaban hacia el área de recepción.
134
Pero cuando él pulsó el botón de bajar y le dio un vistazo, con el familiar
brillo diabólico en sus ojos, Rylann supo que estaba dentro.
*****
Ella lo llevó a una cafetería casi sórdida, retro, pero no llegaba a ser un lugar
del tipo toda la comida termina en las caderas, con reservados de vinilo y menús de
plástico como los que estaban debajo del camino en L a una calle de su oficina.
135
―Bueno, puedo decirte algo que esa carpeta no me dijo: ¿Por qué estabas en
aislamiento disciplinario? ―Chasqueó su bolígrafo y lo acomodó sobre el bloc de
notas, preparada―. ¿Tal vez me lo puedas explicar?
Ella parpadeó.
―Ahí está ―dijo Rylann con una sonrisa fácil y cálida―. Todo es parte del
ambiente.
Hmmm.
Kyle recordaba esa sonrisa. Una vez había caminado hacia una completa
extraña en un bar solo porque le había gustado. Y estaba borracho.
136
―Supongo que algunos de los otros compañeros pensaron que un rico friki
de los ordenadores sería una presa fácil. De vez en cuando tenía que corregir esa
mala impresión.
―De hecho me fue bien en las peleas. Era la parte cuando me agarraban con
las manos en la masa donde surgían los problemas.
―¿Alguna pelea notable de las que tenga que saber? ―preguntó ella.
―Eres abogada. Tienes que tener una idea de cómo es ―dijo él.
―Precisamente.
Kyle pensó sobre cómo empezar esa respuesta. Era interesante que Rylann
fuese la primera persona en preguntarle directamente sobre la experiencia en
prisión, en vez de bailar alrededor del tema como sus amigos y familia lo habían
hecho.
137
―La mayor parte del tiempo fue aburrido como el infierno. Misma rutina
todos los días. Despertarse a las cinco de la mañana, desayuno, esperar en tu celda
para el recuento. Tiempo libre si pasabas la inspección. Almorzar a las once, otro
recuento, más tiempo libre. Dentro de tu celda para otro recuento, cena a las cinco,
tiempo libre hasta las nueve, y luego, acertaste, otro recuento. Luces apagadas a las
diez ―señaló―. No mucho que escribir en tu bloc de notas.
Él se encogió de hombros.
―Las noches eran largas. Frías. Daban a un hombre mucho tiempo para
Kyle vio hacia donde iba ella con eso, ya pensando acerca de cómo un fiscal
de defensa podría traer una re-pregunta.
―No tengo ningún interés contra los guardias de prisión, abogada. Entiendo
que estaban haciendo su trabajo.
―Quinn es una historia diferente. Ese tipo era un malvado hijo de puta.
―La observó―: ¿Estás escribiendo eso?
138
Kyle estaba feliz de que ella trajera el tema. Ella podía haber estado segura
de su caso, o por lo menos lo parecía, pero él tenía sus dudas.
―¿De verdad piensas que el gran jurado creerá lo que tengo que decir?
―¿Qué?
―Sí. ―La mirada de Kyle fue hacia los labios de ella―. Y los dos sabemos
cómo resultó.
Interesante.
139
―Bien. ¿Cuál es tu pregunta?
―En la escala de uno a diez, ¿cuán enojada estarías si te dijera que hackeé
los archivos personales del DOJ29 y estuve hurgando por ti? ―Él silbó cuando vio
―Sentí que era tiempo para un cambio ―dijo ella de manera simple.
―¿Hay alguien que se crea esa excusa cuando la dices? ―le preguntó Kyle.
―Tal vez no. ―Preparó su bolígrafo una vez más―. Ahora. De nuevo a tu
testimonio.
29
Departamento de Justicia de los EEUU.
30
En el original “Ixnay” tiene una connotación negativa, de rechazo y repudio, en el idioma Pig
Latin, el cual es un juego con el idioma ingles. Generalmente los niños lo usan para mensajes
secretos entre ellos, o los adultos para evitar que los niños entiendan el significado de la
conversación.
140
―Todo negocios de nuevo ―bromeó él.
―En este caso, sí. Si el pasado es una indicación, a ti y mi sólo nos quedan
unos ocho minutos de llevarnos bien y… ―Ella miró su reloj―. Oh, oh, nuestro
tiempo se agota.
*****
141
Él se detuvo con el café a medio camino hacia su boca, con esa.
Fue un momento extraño cuando llegó la cuenta y ambos fueron por ella al
mismo tiempo. Sus dedos suavemente atraparon los de ella mientras sus ojos se
encontraban.
―Perdón. Instinto.
―Planeo sacar el asunto ante el gran jurado la próxima semana ―le contó
Rylann, alzando la voz contra el sonido del tren que venía―. Te llamaré en cuanto
tenga la fecha y hora exacta en que testificarás.
―Es algo bueno lo que estás haciendo, Kyle ―dijo ella―. Solo recuerda…
―… No lo eches a perder.
Él volvió su cabeza, así que estaban ojos contra ojos, sus labios a unos
cuantos centímetros de los de ella. Él no dijo nada por un momento, y ella
tampoco, él fue consciente de ella reteniendo el aliento, el calor de su mano en su
hombro.
142
Kyle sintió una repentina urgencia de tirar de ella más cerca. Había
bromeado con ella acerca de su beso, pero a menos que estuviera totalmente fuera
de su juego después de los cuatro meses en prisión, la vibra que recibía de ella en
ese momento era muy real. Si doblaba la cabeza solo un poco, podría acariciar sus
labios contra los de ella. Averiguar si sabía tan bien como lo hacía en su memoria.
Rylann se mantuvo donde estaba, sus labios aún cerca. Luego cabeceó y se
encontró con su mirada.
Ella se alejó de él, se volvió y se fue, el rugido del tren desapareció mientras
pasaba sobre su cabeza.
*****
Un mensaje de Jon.
143
No tenía asunto, y ella dudó en abrir el mensaje, no queriendo que su
contenido se mostrara en el panel de vista previa. Primero, necesitaba un minuto
para procesar este inesperado desarrollo.
Pero fuera de eso, había una pequeña parte de ella curiosa. ¿Él la extrañaba?
Tan mentalmente práctica como le gustaba pensar que era, la idea de que un
hombre, en algún lado ahí fuera, estuviese suspirando por ella, potencialmente
sacudía la culpa y la angustia sobre el fin de su relación, un hombre que pasó horas
derramando su corazón y alma en una misiva sentimental que estaba sin abrir en su
bandeja de correo, entre un correo del agente de la DEA con quien había trabajado:
“Asunto: Necesito una cita LMRP31” y un correo de Rae: “Asunto: ODM32.
¿VISTE THE GOODWIFE33 ANOCHE?”, era embriagador ciertamente.
31
En el original es ASAP (as soon as possible) lo cual se traduce a Tan Pronto Como Sea Posible o
Lo Más Rápido Posible.
32
En el original es OMG (Oh My God) lo cual se traduce a Oh Dios Mio.
33
The Good Wife es una serie de televisión estadounidense.
144
Rylann leyó todo el correo, luego se recostó contra el respaldo de la silla
para contemplar su significado. Dado que era su primera correspondencia en cerca
de seis meses, sería muy tentador leer mucho dentro de cada palabra de Jon.
Después de tres años de estarse viendo, un año de vivir juntos y seis meses
de estar separados, él había escrito una palabra para ella.
HOLA.
145
Capítulo Trece
―¿Hola? ¿Eso es todo?
―¿Sabes qué? Me niego a pasar por esto otra vez. Ya he perdido suficiente
tiempo analizando e intentando interpretar cada una de las palabras de mis últimas
conversaciones con Jon. ―Ésa había sido la primera fase en su plan de seis meses
para superar la ruptura, un paso que no la había conducido a ninguna parte.
―Brindo por eso. ―Rae chocó su vaso con el de Rylann, y tomó un sorbo
de su Martini francés―. Entonces, ¿vas a responderle?
146
―Seguro. ¿Qué te parece Adiós?
Rae se rió.
―Por supuesto. Pero además, dejando eso de lado, él debería haber sabido
que nunca te habrías ido con él.
Rylann contestó con evasivas, sin estar segura de que le gustara cómo
sonaba aquello.
Rae le echó una mirada con la que quería decir ¡sé realista!
147
―Por favor… ¿Tú yendo a Italia? Tú tienes tus planes, ¿recuerdas? ―Ella
alzó las manos, en gesto de inocencia―. ¿Por qué me estás mirando así? Vamos, te
conoces.
―Es cierto. Pero cuando te escucho decirlo así me hace sentir… patética.
―Repentinamente preocupada, se inclinó hacia ella, bajando la voz―. No soy
patética, ¿verdad?
―Mira esto, bebo Martini en días laborales… Eso no puede ser patético,
Rae sonrió.
―De acuerdo, entonces empecemos con la parte que sí quieres oír: eres una
brillante abogada litigante, Ry. Y parte de eso, procede de tu habilidad para
planificar las cosas, siempre vas tres pasos delante del otro tipo y has descubierto la
solución al problema antes incluso de que él sea consciente de que existe alguno.
―Continúa.
148
―No ―dijo Rylann objetivamente―. Porque eso hubiera sido una locura. Y
yo no hago locuras. Las locuras son para mujeres de veinte.
Rae se lo pensó.
―No lo sé. Tal vez porque ambas tenemos treinta y dos y estamos solteras.
Solíamos ir a fiestas de despedida de solteras. Ahora no hay semana en la que no
me llegue al correo algún tipo de acontecimiento o invitación para algo relacionado
con bebés. ―Ella se encogió de hombros―. Así que, tal vez, no hacer locuras no
está funcionándonos bien a ninguna de las dos.
Rae sonrió, justo como Rylann había esperado. Odiaba ver a su amiga,
normalmente tan optimista respecto a todo el tema de las citas, decaída por esto.
149
Encima, la intranquilizaba a ella. Rae era una inteligente, atractiva y exitosa mujer.
Si no podía escoger lo mejor de lo mejor, Rylann no tenía ni idea sobre qué
buscaban los hombres.
―Sí.
150
Rae esperó, expectante.
―¿Y...?
Rae lo consideró.
―Por supuesto que puedo, soy abogado defensor. Te diré exactamente qué
pasaría si llegase a juicio, le patearían el culo en el estrado. ―Rae bajó su Martini y
entró en modo contrainterrogatorio fingido―. Señor Rhodes, ¿puede su testimonio
aquí hoy, haberse visto afectado por el hecho de que está teniendo sexo con la
Fiscal Auxiliar General que lleva este caso?
―Exactamente.
151
―Le gusta complacer a sus amantes, ¿no es cierto, Señor Rhodes? Diría
cualquier cosa para ayudar a la Señorita Pierce con su caso, ¿no es así?
Viendo que eso podía durar un rato, Rylann se reclinó en su silla y se puso
cómoda.
Rae sonrió.
―Bien. ―Rae le dio una mirada decepcionada―. Esto apesta. Quiero decir,
no es por restregártelo, pero él está muy bien. Bueno al estilo actor de cine.
152
―Quiero decir una escena con Kyle. ¿Cuántas veces he visto su nombre
mencionado en Scene and Heard, PageSix, o TMZ.com34, cotilleando sobre que
estaba con alguna modelo en algún nuevo club o restaurante de moda?
―No lo sé, ¿cuántas veces has visto eso? ―Su tono se volvió malicioso―.
Espera un momento... ¿has estado buscando en Google a Kyle Rhodes durante
estos últimos nueve años, Señorita Pierce?
Como Rae continuaba sonriendo, Rylann le lanzó una mirada por encima
de su Martini.
―En más del noventa por ciento de los casos penales federales los acusados
prefieren declararse culpables antes de ir a juicio, Ry. ―Rae le guiñó adrede un
ojo―. Kyle Rhodes no será siempre tu testigo.
34
Programas y revistas dedicados a la farándula.
153
*****
Más tarde esa noche, Rylann se sentó con las piernas cruzadas sobre su
cama con su portátil abierto. Había estado temiendo este momento desde que llegó
a casa, tratando de encontrar la respuesta apropiada al e-mail de Jon.
Eso originó una nueva duda: ¿Quería sonar como si estuviera flirteando?
Definitivamente no, él la había dejado.
Pero ignorarlo hacía que pareciese que no estaba lista para enfrentarse a Jon,
ni siquiera vía e-mail, y ése no era el caso. Ella había... superado la ruptura.
154
Jon era comprobar cómo le iba, su respuesta transmitía el mensaje de que era libre
y sin problemas para encargarse de lo suyo.
155
Capítulo Catorce
Kyle metió cuidadosamente su coche en una apretada plaza de
estacionamiento, tratando de no reírse ante la vista de Dex, que estaba de pie en la
acera luciendo una visera sobre un desordenado pelo marrón de recién levantado
seriamente ridículo.
Dex sonrió.
—Realmente espero que ella no te viera de salida. Porque creo que veo una
bandada de aves anidando allí. —No era que fuera la primera vez que Kyle había
visto a Dex lucir menos que estelar, puesto que habían compartido un apartamento
en su último año de universidad y también durante los dos años siguientes.
—Lo suficientemente bien como para durar hasta el mediodía —dijo Dex
con una sonrisa. Luego se dirigió al asunto en cuestión, orgullosamente señalando
hacia el bar que se encontraba delante—. ¿Listo para comprobar el lugar?
156
—Absolutamente —dijo Kyle.
Hace ocho años, después de dirigir un bar del campus en Champaign, Dex
se había mudado a Chicago y abierto un bar deportivo en el lado norte de la ciudad.
Habiéndolo hecho bien por sí mismo con esa empresa, ahora estaba abriendo su
segundo bar, una discoteca exclusiva llamada Firelight en el corazón de la opulenta
zona de Gold Coast de la ciudad.
Una vez en el interior, Dex primero le dio a Kyle un recorrido por el bar
principal. Por el aspecto de los sillones y sofás de ante negro, la gran barra curvada,
y los sutiles toques de tela color rojo oscuro y cobre en todo, parecía que Dex no
había escatimado en gastos.
—Ni diez aguaciles de Estados Unidos podrían alejarme. —Kyle miró hacia
el techo y admiró las brillantes láminas de vidrio ondulado color rojo y ardiente
naranja—. Como fuego. Un buen toque.
—He trabajado con el diseñador durante casi un mes en eso. Dex levantó la
visera a la altura de su frente, entonces atrapó la sonrisa de Kyle. —Vamos. El pelo
no está tan mal.
35
Kid 'n Play es un dúo estadounidense de hip—hop y cómico de la ciudad de Nueva York que fue
popular a finales de 1980 y principios de 1990. http://en.wikipedia.org/wiki/Kid_'n_Play
157
Antes de que Dex pudiera responder, el móvil de Kyle sonó. Él sacó el
teléfono de su bolsillo y revisó para ver quién llamaba.
Rylann Pierce.
Qué intrigante.
Rylann habló por encima de los sonidos de las bocinas de los coches y un
martillo neumático en el fondo.
158
Incapaz de resistirse, Kyle bajó su voz, burlándose de ella.
—No pensaba que una buena chica fiscal sabría acerca del tipo de cosas que
suceden en Las Vegas.
Dex lo miró.
—Quien quiera que fuera, ella seguro puso una sonrisa en tu cara.
159
—No es lo que piensas. Era alguien de la oficina del Fiscal Federal Estoy en
cierto modo... ayudándoles en una investigación.
Kyle se puso contra la barra de ónix, ondeando una mano ante ello.
160
Capítulo Quince
―No tengo más preguntas, Agente Wilkins.
Rylann miró sobre su hombro a las veintiuna personas que se sentaban tras
ella en tres filas de diferentes niveles. Aún estaban todos despiertos, lo que siempre
era una buena señal.
―Puede bajar del estrado, Agente Wilkins. Gracias. ―Se volvió y lo miró
abandonar la sala, mientras les echaba otro rápido vistazo a los miembros del
jurado. Por sus expresiones podía decir que les había gustado, y con buenos
motivos. Su declaración había sido cautivadora, profesional y bien preparada;
mientras testificaba no había necesitado mirar, ni una sola vez, sus informes de
investigación. Si el caso contra Quinn iba a juicio, cosa que, en realidad, era
improbable, no le cabía ninguna duda de que Sam sería un excelente testigo.
Hoy les pediría que procesaran a Quinn por dos cargos: asesinato en
segundo grado y conspiración para violar los derechos civiles de un prisionero
161
federal. Dado que no disponía de pruebas inequívocas de que Quinn hubiese
instigado a Watts de atacar a Brown, le estaba pidiendo al gran jurado que hiciese
esa conexión basándose en evidencias circunstanciales. No era un caso perfecto, no
obstante sí era uno en el que creía. Y todo lo que necesitaba era que dieciséis de los
veintitrés hombres y mujeres que estaban sentados en aquella sala también creyesen
en ello.
Cuando la puerta se cerró tras el Agente Wilkins, Rylann miró hacia los
miembros del jurado. Como no había ningún juez en la habitación, el asistente del
Fiscal era quien dirigía el espectáculo.
162
―Hagámoslo.
*****
―Ja, ja. Los envié a tomarse un descanso. Quiero que la primera imagen
que tengan del infame Kyle Rhodes, sea la de verte sentado en el estrado. No me
importa lo que hayan oído o leído de ti con anterioridad: hoy eres simplemente un
testigo. ―Ella hizo un gesto en dirección al estrado―. ¿Por qué no tomas asiento?
Kyle subió y se sentó en una silla giratoria que, claramente, había tenido
mucho uso, golpeándose las rodillas contra una maciza barra de hierro que estaba
atornillada en la parte inferior interna del podio.
163
―Así que esto es lo que me perdí al declararme culpable.
Durante los dos minutos siguientes fueron llegando el resto de los veintiún
miembros del jurado. A Kyle le complació comprobar que cuatro de ellos no
parecieron reconocerlo en absoluto, y otros tres simplemente lo miraban con
164
curiosidad, como si no supiesen exactamente de qué les sonaba. Los trece restantes
parecían estar enormemente intrigados por su presencia.
―Lo juro.
―Pronuncie su nombre para que conste en acta, por favor ―empezó ella.
Y allá vamos.
―Kyle Rhodes.
*****
Por supuesto, ya había supuesto que Rylann sería una fuerza a tener en
cuenta en el tribunal, ya que todo en ella gritaba "Abogada de la Hostia", pero era
diferente verlo en la realidad. Aunque no se movió ni una sola vez de la mesa,
dominaba la sala con sus preguntas, conduciendo su testimonio de tal manera que
165
lo hacía tocar todos los puntos de importancia. Al principio pasó unos pocos
minutos haciéndole preguntas sobre sus antecedentes, centrándose en su educación
y en su experiencia laboral, lo que simultáneamente le dio a Kyle la posibilidad de
sentirse cómodo en el estrado de los testigos y al jurado la de verlo como algo más a
parte del Terrorista de Twitter. Ella habló directamente sobre las circunstancias que
lo habían conducido a su encarcelación, pero cambió de tema rápidamente,
pasando a hablar con él durante un rato sobre la vida en prisión.
―Es un bloque de celdas en las que se separa a ciertos reclusos del resto de
presos comunes. Un recluso por celda, y se carece de todos los privilegios normales
de prisión. Por lo que no se dispone de tiempo de esparcimiento, y comes en tu
propia celda.
166
sin pausa, llegaron al clímax de su historia: la amenaza de Quinn. Kyle era
consciente de que los miembros del jurado estaban escuchando con muchísimo
interés, estaban prácticamente en el borde de sus asientos mientras él repetía las
palabras que Quinn le había dicho a Brown durante aquella fatídica noche. La
tensión y la emoción en la sala eran palpables cuando Rylann volvió, por dos veces,
al tema de la amenaza, utilizando preguntas incisivas para enfatizar esa parte de su
interrogatorio, y, de repente...
Se acabó.
167
Toda esa experiencia con el gran jurado lo había dejado sintiéndose muy
confundido.
Kyle recorrió todo el vestíbulo antes de darse cuenta de que ya podía volver
a encender su móvil. Así lo hizo, y momentos después le llegó un mensaje.
Kyle volvió a meter su teléfono en la chaqueta del traje, sólo más tarde se
dio cuenta de que era la primera vez en seis meses que abandonaba el juzgado con
*****
Esa tarde, algo después, Rylann salió por esa misma puerta con una
expresión complacida similar.
168
Capítulo Dieciséis
La mañana del viernes, Rylann recibió su segunda buena noticia en
veinticuatro horas.
—¿Ha habido suerte consiguiendo que él aceptara dar marcha atrás sobre
Quinn?
—Lo siento. Dice que no tiene nada que decir sobre eso —dijo Greg.
169
—¿Y el hecho de que eso sería lo correcto? —Rylann preguntó—. Tu cliente
podría querer intentar eso en algún momento.
*****
A primera hora del lunes siguiente, Rylann consiguió su primer vistazo del
otro hombre sobre el que había puesto sus ojos: Adam Quinn, el “infame hijo de
170
puta” guardia de prisión que había instigado y organizado el brutal ataque de Watts
contra Brown.
También debería.
—Por supuesto. Incluso puedo darte dos momentos —dijo ella con una
sonrisa agradable. Había estado litigando contra tipos como éste toda su carrera:
abogados que aparentemente confundían el descaro con ser difíciles. Menos mal
que había dejado de sentirse desconcertada por ese tipo de estrategia en algún
momento alrededor de su tercer juicio.
171
—¿Asesinato en segundo grado? Mi cliente ni siquiera tocó al chico —Miró
abajo hacia ella con una sonrisa afectada—. La admiro. Es nueva aquí.
—Sé lo que dice el Séptimo Tribunal Superior —dijo él con una mirada
feroz—. Pero todo esto fue sólo una lucha entre dos presos que salió mal.
Muéstreme lo que tiene que demuestre algo más que eso.
Rylann ya podía decirlo: iba a ser un absoluto placer litigar contra él.
Channing asintió.
36
Seventh Circuit (7th Cir.) o United States Court of Appeals for the Seventh Circuit, es un tribunal
federal con jurisdicción de apelación en los tribunales de los distritos central, norte y sur de
Illinois, norte y sur de Indiana, este y oeste de Winsconsin. Tiene su base en el edificio federal
Dirksen en Chicago, Illinois. Es uno de los once tribunales de apelación de los EE.UU.
172
—Ya veo.
*****
—Estoy descartando a los demás internos —El agente Wilkins dijo por
teléfono esa misma tarde cuando Rylann estuvo de regreso en la oficina.
Para reforzar aún más su caso contra Quinn, Rylann le había pedido a
Wilkins que hablara con algunos de los internos en el MCC para ver si alguno de
ellos podría proporcionarle apoyo a su teoría sobre Quinn: que él había estado
dando un trato preferente a los presos que llevaban a cabo sus venganzas.
Wilkins resopló.
—No tienen miedo, todos quieren tratos. Saben que Gutiérrez fue sacado
del MCC después de reunirse con nosotros. Al parecer, el rumor que circula es que
está jugando golf en un centro de mínima seguridad en Miami.
—Por supuesto que ese es el rumor. Un día tengo que encontrar esta esquiva
prisión federal donde todo el mundo corre alrededor libremente, juega al golf, y
come comidas de cinco platos.
173
—Francamente, no creo que la mayoría de estos chicos sepan algo sobre
cualquier trato especial que Quinn estuviera dándole a Jones y a Romano —dijo
Wilkins, en referencia a los otros dos reclusos que creían que habían hecho el
trabajo sucio de Quinn—. Pero no lo pondría delante de ellos para afirmar lo
contrario si piensan que significa que obtendrán una sentencia acortada y un viaje
con todos los gastos pagados al sur de Florida.
—Como dijiste, si estos tipos son tan insistentes en tratos, no podría confiar
en nada de lo que dijeran de todos modos.
—Es una lástima que Manuel Gutiérrez no supiera nada. Dado que ya había
accedido a testificar, eso habría sido perfecto —dijo Wilkins—. ¿Qué pasa con Kyle
Rhodes? ¿Supongo que lo mismo corre para él?
174
línea de teléfono sonó y entonces su celular intervino inmediatamente después de
eso con un mensaje de texto. Rápidamente ella comprobó el identificador de
llamadas en ambos mientras hacía una anotación en su calendario diario.
—¿Estás segura? —dijo Wilkins con una sonrisa—. Suenas muy ocupada en
este momento.
Seguro, ella estaba un poco desbordada en este momento. Pero dado que era
la que había establecido la relación con Kyle Rhodes, sería extraño enviar de
repente al FBI a hablar con él. Además, no había manera de que “Laboratorio de
Metanfetaminas” Rylann fuera a hacerse una reputación en su nueva oficina por no
poder con su trabajo.
175
Capítulo Diecisiete
A Kyle casi le da un ataque al corazón cuando miró hacia abajo al post-it
que su hermana le había dado.
—Haré algo para ti —La espantó—. Ahora vete. Vende algo de vino. Te
llamaré si necesito a alguien para apretar un botón de encendido y apagado —
176
Pensó en una última cosa—. Por cierto, ¿cuándo fue la última vez que actualizaste
el firmware37 de tu router? Bueno, por tu expresión en blanco, apuntaré eso como
un gran 'nunca'.
Poco después de que ella se fue, sonó su móvil, y Kyle vio que era Rylann.
Los dos habían estado jugando al gato y al ratón por teléfono38 toda la tarde, no era
que le preocupara particularmente escuchar su sexy y ronca voz en su buzón de
voz.
Sabía, por el comunicado de prensa que la Oficina del Fiscal Federal había
publicado el viernes pasado por la mañana, que el gran jurado había acusado a
Adam Quinn. Desde entonces, había habido algo de prensa local interesada en el
37
El firmware es un bloque de instrucciones de máquina para propósitos específicos, grabado en una
memoria de tipo de solo lectura (ROM, EEPROM, flash, etc), que establece la lógica de más bajo
nivel que controla los circuitos electrónicos de un dispositivo de cualquier tipo. Está fuertemente
integrado con la electrónica del dispositivo siendo el software que tiene directa interacción con el
hardware: es el encargado de controlarlo para ejecutar correctamente las instrucciones externas.
El programa BIOS de una computadora es un firmware cuyo propósito es activar una máquina
desde su encendido y preparar el entorno para cargar un sistema operativo en la memoria RAM.
38
El original hace referencia, con un juego de palabras, a que intentaron ponerse en contacto el uno con el
otro durante toda la tarde sin conseguirlo, viéndose obligados a dejar mensajes telefónicos.
177
—Porque también necesito un favor de tu parte.
—Sabes, abogada, creo que la carta que sigues jugando, esa que dice
‘canjeable por los viejos tiempos’, ha expirado oficialmente.
—¿Qué necesitas?
—¿Está reparado?
Ella vaciló.
178
—Tengo planes más tarde esta noche, así que iba a dejar el trabajo después
de haber terminado de hablar contigo. Eras el último punto en mi agenda —dijo
ella—. ¿Tal vez podamos hablar mañana en su lugar?
—Esto era algo que esperaba concluir en los próximos días... —Ella pensó
en voz alta—. ¿Qué tal si te llamo en un rato, después de llegar a casa? Vivo en
Las palabras volaron afuera de la boca de Kyle antes de que pudiera siquiera
pensarlas.
Al parecer, Rylann estaba tan sorprendida por la oferta como lo estaba él.
Tampoco él, pero cuanto más pensaba en ello, más rápido se estaba
inclinando por ello. Por alguna razón, tenía curiosidad de ver la selección de traje y
falda de hoy.
179
—Si llegara a estar de acuerdo con esto, sería sólo porque, da la casualidad
de que he estado deseando comprobar la tienda de tu hermana desde hace un
tiempo —dijo ella—. Escuché que tiene la mejor selección de vinos de la ciudad.
Kyle sonrió.
—Sigue diciéndote eso, abogada. Tal vez en treinta minutos, cuando llegues
aquí, realmente lo creas.
*****
Unos desafiantes treinta y siete minutos más tarde, cuando Rylann entró en
Bodegas DeVine y sintió el aire fresco de la tienda golpearla, momentáneamente se
Rylann escaneó la tienda y vio clientes en dos de las mesas, pero ninguna
señal de Kyle. Se acercó hacia una mesa vacía en un rincón contra los
compartimientos de vino, colgó la correa de su cartera en la parte posterior de una
de las sillas y tomó asiento.
Una mujer rubia delgada y muy guapa con ojos azules sonrió mientras se
acercaba a la mesa. Incluso si Rylann no hubiese reconocido a Jordan Rhodes por
las fotos que habían estado en los medios a través de los años, habría sabido al
instante que ella era la hermana de Kyle. A pesar de ser casi treinta centímetros más
baja que Kyle, y con el pelo varios tonos más claro, esos ojos azules la delataban.
180
Antes de que Rylann pudiera decir algo, Jordan ladeó su cabeza con una
mirada de reconocimiento.
—Te conozco. Eres la fiscal que manejó la petición para reducir la pena de
prisión de mi hermano.
Rylann asumía que Jordan había estado en el tribunal esa mañana para
apoyar a Kyle. O tal vez había visto la foto de los dos que había hecho el circuito
mediático.
Testigo, se recordó.
181
—Veo que has tenido el no placer de conocer a mi hermana —Él hizo un
gesto, haciendo la presentación—. Jordo, esta es Rylann Pierce.
—Es un placer conocerte, Rylann. Por favor, avísame si hay algo que pueda
conseguir para ti —Señaló a la pizarra—. Tengo un grandioso cabernet abierto esta
—Lo he visto. En realidad, creo que todos los cabernet Kuleto Estate son
grandiosos —dijo Rylann—. El tinto de la India está probablemente entre mis cinco
mejores vinos.
182
—Tu hermano está a salvo conmigo. No estamos juntos, solo somos... —
Hizo una pausa, mirando a Kyle y tratando de decidir la mejor manera de describir
su situación, ya que no tenía ni idea de si él le había mencionado a su familia que
estaba trabajando con la Oficina del Fiscal Federal— ...viejos amigos —finalizó.
Rylann negó.
—Mis padres me tuvieron cuando eran mayores. Pedía una hermana cada
cumpleaños hasta que tuve trece años, pero eso no estaba en las cartas —Se encogió
de hombros—. Pero al menos tengo a Rae.
—¿Cuándo os conocisteis?
183
esa frase que los hombres siempre usan para describir a su mejor amigo? La cosa
sobre la prostituta y el cuarto de hotel.
Rylann sonrió.
Kyle se echó a reír. Extendió la mano y metió atrás un mechón de pelo que
había caído sobre los ojos de ella.
184
—Vino, ¿alguien quiere? —Con sus ojos azules bailando, puso dos copas
delante de ellos—. Voy a dejaros solos ahora.
—Creo que vas a tener que dar algunas explicaciones después de que me
vaya —le susurró a Kyle.
Rylann rió. Luego agitó su copa, abriendo los aromas del vino y
comprobando su tono. Lo que le dio una excusa para apartar la mirada de Kyle.
*****
Por mucho que ella tratara de ocultarlo, Kyle no se había perdido la reacción
de Rylann cuando la había tocado.
Así que él hizo lo suyo, respondiendo a todas sus preguntas como un buen
pequeño ex convicto. Si alguna vez había visto a Quinn mostrando cualquier
favoritismo hacia ciertos presos, si había oído rumores acerca de cualquier tipo de
favoritismo, y si tenía alguna de idea de quien, de todos los presos, había sido el
que más explotaba los chismes y por lo tanto podía saber más que él.
185
En algún lugar a lo largo del camino, se encontró a sí mismo volviéndose un
poco... distraído. Tal vez era la forma en que su cabello se derramaba por su
hombro mientras ella se inclinaba hacia delante para anotar algo en su bloc de
notas. O cómo sus mejillas habían tomado un rosado rubor mientras continuaba
tomando sorbos de su vino. O, posiblemente, era la preciosa y esbelta curva de su
cuello cuando descansaba su cabeza en su mano mientras lo escuchaba.
Cuando ella tomó otro sorbo de vino, su copa casi vacía, Kyle supo que la
parte de la entrevista de esta noche había llegado a su fin. Lo que significaba que
era hora de que llevara las cosas a un nivel superior.
—¿Así que esto que tienes con el vino lo obtuviste cuando vivías en San
Francisco?
Ella asintió.
—No sabía nada de eso cuando me mudé allí desde Champaign. Pero la
mayoría de la gente con la que salía bebía vino así que, poco a poco, comencé a
beberlo más a menudo, descubriendo lo que me gusta. Y lo que no me gusta.
186
—Nunca me contaste toda la verdad acerca de por qué dejaste San
Francisco.
—Tú sabes demasiado sobre mí, parece justo —Kyle decidió ir a por todas—
. ¿Tuvo algo que ver con un chico?
—Sí.
—No.
—Y tal vez, sólo por una vez, podrías refrenarte de darle la vuelta a una de
nuestras conversaciones como si esto fuera un partido de tenis verbal.
187
Rylann sonrió ante eso. Luego, deliberadamente, se alejó de ese tema
mediante la comprobación de su reloj.
—Bueno, mira eso. Creo que tú y yo por fin logramos romper nuestra marca
de ocho minutos de llevarnos bien —Tomó su último trago y luego dejó la copa
sobre la mesa—. Hablando de tiempo, realmente debería ponerme en marcha.
—Así es, mencionaste anteriormente que tienes planes para esta noche.
¿Cita caliente? —preguntó Kyle.
—Sólo voy al cine con Rae —dijo ella—. Veremos Los Juegos del Hambre a
—¿Ocho y media? Aún tienes tiempo —La miró directamente a los ojos,
decidido a ir a por todas—. Quédate un poco más, Rylann —Su voz se volvió
ronca—. Tomaremos otra copa de vino y nos pondremos al día. Eso es lo que
hacen los viejos amigos, ¿no es así?
Demasiado tiempo.
—No creo que sea una buena idea —dijo finalmente—. No quiero que la
gente se haga una idea equivocada acerca de nuestra situación.
Kyle miró alrededor de la tienda de vinos, sólo había otra mesa de clientes, y
no estaban prestándoles atención a ellos. Así que por ‘gente’, era evidente que ella
quería decir él.
188
—Tú sabes, toda la cosa de abogado-testigo —Su tono era casual, pero sus
ojos sostuvieron los suyos muy directamente—. No me gustaría que alguien creyera
que hay algo aquí. Porque eso no podría suceder, obviamente.
—Oh. Lamento no poder ayudarte con eso —Rylann se puso de pie y tiró de
la correa de su cartera por encima de su hombro—. Entonces... estaré en contacto si
hay algún avance en el caso de Quinn.
Kyle miró hacia arriba y vio a Jordan de pie junto a la mesa. Por una vez,
sorprendentemente, no parecía dispuesta a acosarlo o fastidiarlo.
189
—Nunca me habías presentado a una mujer antes.
—…una vieja amiga —Con una sonrisa suave, ella extendió la mano y
revolvió su pelo—. Lo entiendo.
190
Capítulo Dieciocho
Al final resultó que Rylann no era tan buena como ella había pensado que
era.
En los últimos cinco años en los que había procesado casos, había llegado a
ser muy hábil en leer a los acusados y a sus abogados en la comparecencia inicial.
Dado el nerviosismo evidente de Quinn, ella originalmente había predicho que su
abogado la llamaría en un plazo de dos semanas para negociar un acuerdo con la
fiscalía.
—Leí los informes del FBI —Michael Channing fue directo después de que
Rylann contestó el teléfono. Había un toque menos de bravuconería en su voz en
comparación con la última vez que habían hablado en la comparecencia de
Quinn—. Me gustaría hablar sobre un acuerdo con la fiscalía. En persona. Mi
cliente tiene algo que quiere decir.
*****
191
—¿Dijo que quería hablar? —Rylann comenzó.
—Él tiene razón —dijo ella—. A menos que suba al estrado en el juicio y
usted mismo cometa perjurio. Lo que no recomiendo que haga.
—Tiene mal todo esto con Darius Brown, Señorita Pierce. No es lo que
piensa.
—¿Cómo es eso?
Quinn intentó una sonrisa, luego se desvaneció cuando vio que la expresión
seria en el rostro de Rylann se mantenía sin cambios.
—Usted está sentada allí, viéndose tan segura de sí misma —le dijo él—.
Pero, ¿quién cree que vigila a estos animales después de recibir sus sentencias? Los
192
ve a todos en el juicio por… ¿cuánto tiempo?, un par de días, quizá una semana, y
luego pasa la pelota hacia adelante. Yo tengo que lidiar con ellos por años. Usted y
su oficina entera deberían darme las gracias por hacer mi trabajo.
Hubo una pausa mientras los dos hombres intercambiaban una mirada,
luego Channing habló.
—No es cierto. Tengo dos testigos que pueden establecer que fueron motivos
de represalia y que Quinn y Watts estaban trabajando juntos.
193
su testimonio, y el otro de los cuales es Kyle Rhodes —Él se rió sin humor—. ¿De
verdad cree que el jurado va a creer algo de lo que diga el terrorista de Twitter?
Quinn saltó.
—Y Darius Brown fue a la cárcel por sus acciones —dijo Rylann—. Igual
que usted irá a prisión por las suyas.
—Vamos a hablar claro, señor Quinn. Esta no es la primera vez que hace
esto. En otras dos ocasiones orquestó ataques contra un preso, pero esta vez eligió a
la persona equivocada para llevar a cabo el trabajo sucio. Watts golpeó a Brown
hasta matarlo con un candado unido a un cinturón, y usted propició que todo
sucediera —Se volvió hacia Channing, repitiendo sus términos anteriores—.
Homicidio voluntario, y el cargo contra los derechos civiles queda en pie. Es lo
mejor, y será lo único que obtendrá de mí.
194
—Esto no es lo que habíamos esperado, Señorita Pierce —dijo Channing
con frialdad.
Ella hizo todo el camino hasta la zona de recepción antes de oír que la
llamaban por su nombre. Se dio la vuelta y vio a Quinn y a Channing caminando
en su dirección, de camino a los ascensores. Quinn la pasó sin un segundo vistazo,
y Channing apenas desaceleró su paso mientras se dirigía a ella.
Rylann observó a Quinn y a Channing irse, pensando que era casi una
vergüenza que hubieran cedido.
*****
Después, salió de la sala del tribunal sintiéndose bien con la resolución del
caso, y aún mejor veinte minutos más tarde en su oficina, cuando Cameron se
detuvo para felicitarla.
195
—Acabo de ver el comunicado de prensa que Paul está elaborando en
relación con la declaración de culpabilidad de Adam Quinn —dijo Cameron,
refiriéndose a Paul Thompkins, el representante de la oficina ante los medios de
comunicación—. Bien hecho. La declaración oficial de la Oficina del Fiscal Federal
es que este caso demuestra que procesaremos con todo el peso de la ley a los
funcionarios que abusen de la confianza de los individuos, incluyendo la de los
internos —Ella sonrió—. Y tenemos que darte las gracias por ello.
—El agente Wilkins merece crédito también. Y por si sirve de algo, Kyle
Rhodes realmente nos acercó al plato.
Rylann había hablado con Cade sobre el caso durante una de sus escapadas
a Starbucks. Él se estaba convirtiendo rápidamente en su mejor apoyo dentro de la
oficina, lo que estaba bien, era bueno tener un amigo en quien pudiera confiar
dentro del grupo de procesos especiales.
—Deberías haber visto cuan mojigato fue Quinn —dijo Rylann—. Es una
suerte que lo hayamos atrapado ahora. Si no hubiera sido por el dato de ese agente
encubierto del FBI, esto podría haber estado pasando durante años.
—Muy cierto.
Unos minutos más tarde, después de que Cameron se hubiese ido, Rylann
llamó a Rae.
196
—¿Estás libre esta noche? —le preguntó a Rae—. Las bebidas corren por mi
cuenta, tengo ganas de celebrar.
Rylann rió.
197
Capítulo Diecinueve
Kyle estaba parado en la barra de ónix negro en la esquina de la sala,
rodeado por un grupo de sus amigos. Firelight estaba lleno hasta los topes, todos
vestidos con lo mejor para el viernes. Por todo lo que contaba, la apertura del club
nocturno parecía ser un enorme éxito, y por el bien de Dex, Kyle estaba muy
emocionado.
Tal vez había algo en todo este ajuste interno sobre el que Jordan había
Kyle se excusó con los otros chicos, diciendo que quería dar una vuelta y
echar un vistazo a la multitud. Encontró a Dex justo afuera de la puerta, de pie en
la barandilla del balcón y mirando orgullosamente hacia la multitud reunida en la
barra principal de abajo.
—¿Cómo se siente?
—No voy a mentirte. Se siente bien, muy bien —dijo Dex—. Hace diez
años, era barman en un bar de la universidad en el centro de Illinois. Ahora tengo
esto.
—Te lo has ganado —Kyle sabía mejor que nadie lo duro que había
trabajado Dex para abrir la discoteca.
—Sí, lo hice —dijo Dex, con sus ojos viajando entre la multitud.
198
Entonces hizo una pausa en algo que vio y miró a Kyle con una sonrisa
socarrona.
—Hmm. Creo que podría haber encontrado la cura para ese humor emo39
que has estado teniendo en las últimas semanas.
—¿Emo? —Kyle se echó a reír ante la idea—. Vete a la mierda. Estoy bien.
—Si tú lo dices. Aún así, es posible que desees comprobar la barra principal.
Vestido rojo, a las dos en punto.
Al parecer, Abogatrix40 Pierce tenía algo más que solo trajes en su armario,
después de todo.
—Oh, mira quien se animó de repente, ahora que cierta asistente del fiscal
federal ha hecho su aparición —dijo Dex con una sonrisa.
39
EMO es sinónimo de impertinencia, negatividad, desubicación y aguador de fiestas.
40
Juego de palabras entre prosecutor (abogado de estado) y dominatrix (Dominadora en sentido
sexual), por lo que para traerlo al castellano se cambio por abogada+dominatrix=Abogatrix.
199
—Así es. Para tu información, pierde tu sonrisa de come mierda antes de ir a
hablar con ella. Y trata de no mirar su delantera esta vez.
—¿Quién dijo que iba a hablar con ella? —se quejó Kyle. Con su “situación”
de abogado-testigo, probablemente lo mejor sería si él y Rylann se quedaban en
lados opuestos del bar. Sobre todo viendo, cómo estaba bastante seguro, que estar
más cerca de ella con ese vestido clasificaría como un castigo cruel e inusual.
—Si no hablas con ella, alguien más lo hará —Señaló Dex —. De hecho,
creo que ya tienes competencia. Cinco en punto.
Kyle se dio la vuelta, mirando hacia la escena más abajo, y vio a un tipo en
Ooh... porque eso lo hace tan duro. Prueba teniendo antecedentes penales, imbécil.
Mientras Kyle estaba de pie allí mirando a Rylann, de repente se dio cuenta
de por qué exactamente había estado de mal humor desde hacía tres semanas.
Porque por primera vez en mucho tiempo, quería algo que no podía tener.
Pero había una cosa más que sabía. Ningún imbécil, u otra cosa, estaría
haciendo movimientos hacia Rylann Pierce esta noche.
Ella podía tener sus reglas, pero que lo condenaran si cualquier otro tipo iba
a coquetear con ella mientras él miraba.
*****
200
Una vez más, Rylann trató de llamar la atención de la camarera que
trabajaba en la barra principal de Firelight.
—Esta es una de las pocas veces que he deseado tener un pene —le dijo a
Rae, cuando la camarera se acercó a tomar la orden de otro cliente masculino.
Habían estado esperando que les sirvieran por más de veinte minutos. Incluso se
había puesto el vestido rojo de senos mágicos esta noche, pero desafortunadamente
su mojo no ofrecía ninguna ayuda en esta situación en particular.
—No has tenido sexo en seis meses —dijo Rae—. Si fuera tú, estaría
deseando penes cada noche.
—Bueno, creo que por fin viene hacia aquí —Observó cómo la camarera
pasaba justo por delante de ella—. Y... no.
—Creo que me daré por vencida con Match —dijo ella, en referencia a una
serie de malas citas que había organizado a través de Match.com—. Esos chicos
suenan tan prometedores en línea, pero luego te encuentras con ellos y son personas
totalmente diferentes. Este último tipo comenzó la noche con quince minutos de
retraso. Luego finalmente se presentó en el restaurante llevando un casco de
bicicleta, y cuando se sentó a la mesa, me doy cuenta de que está sudando
profusamente y con olor.
201
—Me quedé por una bebida, pagué la cuenta y le dije amablemente que no
creía que tuviéramos una conexión —dijo Rae con total naturalidad.
Por supuesto, había pasado mucho tiempo desde que había hecho esto, pero
si su memoria servía, Rylann debería estar sintiendo nervios de excitación justo en
ese mismo momento. Por otra parte, tenía treinta y dos ahora, tal vez las mariposas
en el estómago estaban volviéndose un acercamiento más cerebral y maduro en el
juego de las citas y esperando ver cómo se desarrollaban las cosas.
Rylann se dio la vuelta y vio a un hombre, vestido con traje, que estaba en
sus tempranos o mitad de los treinta, y tenía el pelo ondulado marrón y arenoso.
202
—Gavin Dexter, llámenme Dex. Soy dueño de este lugar. Ha llegado a mi
conocimiento que han estado esperando un rato por sus bebidas. Para compensar
eso, me gustaría invitarlas a ambas a la sala VIP. Incluso me tomé la libertad de
reservar una mesa para ustedes.
Rae la miró con una ceja levantada, y luego se giró de nuevo hacia Dex.
—Perfecto. Síganme.
Siguieron a Dex por las escaleras y pasaron un guardia que vigilaba la puerta
de la sala VIP. Una vez en el interior, Dex las llevó a través de la multitud hacia un
reservado privado de ante negro en la parte posterior de la sala que estaba cerrado
con una cortina de terciopelo rojo por tres lados.
—¿Qué tal un poco de champán para comenzar? Cualquier cosa que ustedes
quieran. Su cuenta por esta noche ha sido atendida.
Rylann lo miró con curiosidad. Se sentía halagada, pero esto era un poco
extraño.
—¿Por quién?
203
—¿Alguien te dijo alguna vez que haces demasiadas preguntas, abogada?
—Lo he visto de primera mano —Sin perder el ritmo, Kyle hizo las
presentaciones—. Dex, esta es Rylann Pierce y Rae... —Hizo una pausa,
Dex le sonrió a Rae, luego se volvió hacia Rylann con una curiosa
expresión.
204
—Ambas lo hicimos. ¿Por qué?
—Santa mierda, debería haberlo captado antes. Eres la chica de las alas de
pollo.
205
—Esa es una de tus perlas, así que bien podrías ser tú —le dijo a Kyle.
Rylann sonrió, le respondió lo mismo que había hecho nueve años atrás.
Las bebidas habían fluido, y el ambiente era perfecto, la suave luz de las
velas sobre la mesa entre ellos, la cortina de terciopelo recluyéndolos por los tres
lados. Estaban sentados cerca el uno del otro en el reservado, lo que le daba a Kyle
el perfecto punto para mirar fijamente hacia... bueno, todo. Su boca llena y
exuberante mientras ella le contaba historias y tomaba sorbos de vino. Sus piernas
largas y delgadas que estaban cruzadas en su dirección. La cremosa piel de sus
hombros, con una dispersión adorable de pecas por las que quería pasar su lengua.
206
Y ese escote en V... infiernos, ese era un cruel e inusual castigo. Siendo unos
buenos veinte centímetros más alto que Rylann, podía ver mucho desde donde
estaba sentado y lo único en que podía pensar era en bajar los tirantes de su vestido
y en poner su boca sobre esos deliciosos pechos.
Oops.
Mátenme ahora.
—Te pregunté qué planes tienes, ahora que ya no estás trabajando para
Rhodes Corporation —dijo ella—. Me siento como si hubiera estado hablando todo
el tiempo.
Él trató de concentrarse. Cristo, ella olía bien, algún suave y cítrico perfume,
o tal vez era su champú. Quería enterrar su rostro en aquel increíble cabello oscuro
para averiguarlo.
207
Simpática.
—Sí, cosas legales, abogada —dijo él—. Confía en mí, si nunca veo el
interior de una sala del tribunal de nuevo, será muy pronto.
Entonces recordó.
—Porque hace nueve años, me acerqué a la chica más hermosa del bar, y
esta noche ella aún es con la única persona con la que quiero hablar.
Sus ojos se abrieron ante sus palabras, y él esperó a que dijera algo, cualquier
cosa, que le hiciera saber que él no era el único con una sensación así esta noche.
Pero en cambio, ella se volvió hacia su copa de vino y jugó con el tallo.
208
—Fue realmente una cuestión de rutina —continuó ella—. Pero como has
estado involucrado en el caso, pensé que podrías estar interesado en saber que
Quinn se declaró culpable esta mañana. De homicidio voluntario y conspiración
para violar los derechos civiles de un recluso.
—¿Qué significa? —repitió en voz baja. Cuándo quitó su mano, vio los
bordes de sus labios curvándose en una sonrisa.
—Significa que ya no eres mi testigo. Habrá una vista para dictar sentencia,
pero para todos los intentos y propósitos, el caso está cerrado.
—No, no la hacía.
209
—Salgamos de aquí.
210
Julie James - Sobre Esa Noche - Serie FBI/Atornney III
Capítulo Veinte
Rylann sabía, por la expresión de los ojos de Kyle, exactamente lo que
pasaría si salía del bar con él. Su caliente y ahumada mirada azul lo dejaba
perfectamente claro.
Sentada en ese reservado, podía pensar un centenar de razones por las cuales
decirle que no. Y sólo una razón para decir que sí.
Y ahí creería que la mirada en sus ojos había sido más caliente que antes.
Después de que él se deslizó fuera del reservado y se alejó, Rylann tomó una
respiración profunda, necesitando un momento para equilibrarse a sí misma. Esto
tampoco era algo que normalmente hiciera, dejar bares con multimillonarios
playboys herederos y ex convictos. Sin embargo, a pesar de que se sentía un poco
salvaje, esto también se sentía bien. Y por esta noche, eso era suficiente.
Agarró su bolso, salió del reservado y se dirigió a la barra para hablar con
Rae.
211
—Dios mío, ya era hora —dijo Rae después de que Rylann le explicó con
quien se iría—. Por un momento, pensé que tardarías otros nueve años.
Bueno, sí... ese era el plan. Entonces Rylann corrigió ese pensamiento,
sonriéndose secretamente a sí misma mientras salía de la sala VIP.
Nop, sin planes esta noche. Hasta el amanecer, oficialmente ella improvisaría.
Sería espontánea. Loca, incluso.
Bajó la escalera que conducía al nivel principal del bar y vio a Kyle de pie al
final, esperándola. Sus ojos nunca dejaron los de ella mientras se acercaba, y
cuando llegó al último escalón, le tendió la mano.
—Sí.
212
así que casi no sintió la brisa fresca de la noche en el aire cuando salieron por las
puertas de la discoteca.
213
Tan pronto como entraron, solos, y las puertas se cerraron detrás de ellos, él
la apoyó contra la pared y la besó de nuevo, caliente y duro. Unos momentos más
tarde, Rylann oyó la campanita del ascensor, y entonces ella y Kyle salieron
tropezándose, haciendo su camino a la puerta principal. Ella enroscó los dedos por
su pelo mientras trabajaba la cerradura con una mano, entonces con un gemido él
envolvió su brazo alrededor de su cintura y empujó la puerta abriéndola.
—Estoy segura.
214
—Quítamelo tú si quieres ver lo que hay debajo.
Él negó lentamente.
—Lo siento, abogada, pero esta no es la gran sala del jurado. Yo pondré las
reglas esta noche.
Jugando fríamente, ella dio un paso entre sus piernas, luego se estiró hacia
atrás y abrió la cremallera de su vestido. Mientras sostenía su mirada, deslizó una
—Si insistes —Con una leve sonrisa, ella movió la mano hacia atrás y abrió
el broche de su sujetador. Quitó las copas de sus pechos, y luego dejó caer el
sujetador al suelo, al lado de su vestido.
Kyle no dijo nada por un momento, sólo la miró. Luego le hizo señas con la
mano.
—Ven aquí.
215
—Ven aquí de todos modos.
—Bésame.
—Pensé que ya habíamos aclarado que no seré una chica buena esta noche
—Sonrió con picardía cuando sintió su erección contraerse entre sus piernas, luego
se tragó un jadeo cuando sus manos se deslizaron hacia sus pechos.
—Averigüemos lo que les gusta a las chicas malas fiscales, entonces —Él
rozó sus dedos pulgares por sus tensos y sensibles pezones en un lento,
enloquecedor ritmo. Ella cerró los ojos y exhaló inestablemente, entonces gimió
momentos más tarde cuando su boca reemplazó sus manos.
216
—Te haré sentir tan malditamente bien esta noche, nena —murmuró él.
Como para demostrarle precisamente eso, jugó con sus pechos con sus labios,
dientes y lengua hasta que ella comenzó a mecerse suavemente en su regazo,
necesitando más.
Sus ojos viajaron hacia abajo hasta su erección, grande, dura y lista para
seguir. Con una sonrisa de complicidad, Kyle se acercó a ella en la cama y metió
sus dedos alrededor de la cinturilla de sus bragas. Tiró de estas hacia abajo, las
deslizó por sus piernas, y luego se echó hacia atrás y la miró.
217
Él se bajó sobre sus antebrazos y la besó, su mano moviéndose entre sus
muslos. Rylann tembló cuando su mano fue hacia arriba para separar los suaves
pliegues entre sus piernas, extendiéndola y abriéndola. Él expertamente jugó con
ella con su dedo índice, haciéndola jadear contra su boca, antes de deslizar un dedo
dentro de ella.
Él se dio la vuelta sobre su costado y ella lo siguió, muy feliz de obedecer esa
solicitud en particular. Deslizó sus manos sobre su pecho, abajo por su estómago,
entonces lo escuchó contener el aliento cuando ella continúo hacia abajo.
Él cerró los ojos y gimió cuando ella envolvió su mano alrededor de su eje.
—Dios, sí...
218
En respuesta, él se estiró y abrió de un tirón un cajón de su mesita de noche.
Rasgó el envoltorio y se puso el condón, entonces se movió entre sus piernas.
Ella jadeó contra su boca, sus piernas temblando. Sus manos eran firmes,
apretándola contra él de la manera correcta, y supo que él sabía exactamente lo que
estaba haciendo. Ella gimió cuando el segundo clímax la golpeó, y luego él tomó el
ritmo, sus cuerpos se movieron juntos, hasta que le agarró sus caderas y gruñó
cuando estalló en su interior.
219
Hubo un destello de orgullo en sus ojos.
—¿Y?
Ella sonrió.
—Bien. Tal vez un poco mejor que “no está mal” esta vez.
220
Capítulo Veintiuno
Cuando Rylann despertó y sintió el cálido y duro cuerpo a su lado, por un
instante pensó que estaba de vuelta en San Francisco con Jon.
Pero a medida que sus ojos se abrían y captaba la escena: las persianas
cerradas sobre los ventanales de piso a techo; lujosos cobertores gris topo y grandes
almohadas sobre la cama; enorme televisión de plasma en la pared, de pronto
recordó.
Kyle.
Yacía allí en la cama de Kyle, sin sentirse culpable, tal vez sólo un poco...
fuera de lugar. El modus operandi habitual de Rylann no mezclaba los negocios
con el placer. No tenía romances de oficina, no se acostaba con ex-testigos, y
seguro que no tenía sexo con ex-convictos.
Tres veces.
221
Una muy clara, imagen erótica le vino a la cabeza de ella cabalgando a Kyle
durante la segunda ronda, con sus manos sobre los duros músculos de su pecho
mientras él murmuraba su nombre cuando ella lo montaba. Luego otro, de los dos
en el vapor de la ducha, de los múltiples chorros dándole un masaje sensual en su
piel mientras Kyle se arrodillaba ante ella, apretándola contra el mármol caliente y
jugando con ella con su boca mientras sus gemidos se hacían eco a través de su
gigante cuarto de baño.
Oh mierda, la ducha.
Adorable.
Miró por encima de su hombro hacia Kyle, que dormía frente a ella, con un
brazo metido debajo de su almohada. Viendo el áspero rastrojo a lo largo de su
mandíbula y el ligero repunte de sus labios, tuvo que luchar contra el deseo de
acurrucarse contra él, de pasar sus manos por encima de su increíble cuerpo y
despertarlo para la cuarta ronda. Desafortunadamente, tales acciones iban
directamente en contra de sus planes para: (a) asegurarse de que las aventuras
sexuales, aunque fueran espectaculares, se mantendrían como un acuerdo de una
noche, y (b) conseguir salir como el infierno de Dodge antes de que Kyle se diera
cuenta de que ella misteriosamente sacaba un Chia Pet41 de su cabeza.
41
Chia Pet era una marca de muñecoss a las que se les aplicaban semillas humedecidas de chia
(Salvia hispanica), una planta aromática de ciclo anual, sobre su cuerpo acanalado de arcilla.
Después de tres a cinco días rellenando y rellenando el Chia Pet con agua, las semillas brotaban
formando una capa gelatinosa que se adhiere al cuerpo del Chia Pet. En ese punto, apenas se
requieren unos pocos esfuerzos para mantener el Chia Pet, cuya parte con semillas se convertirá
en una frondosa cubierta verde.
222
Lentamente, salió de la cama, completamente desnuda. Encontró sus bragas
en el suelo junto a los pies de la cama y rápidamente se deslizó en ellas. Luego se
acercó de puntillas por la habitación hasta el sillón, donde había hecho su striptease
para Kyle anoche, muy divertido y travieso, pero no había tiempo para detenerse en
más vaporosos recuerdos, y encontró su sostén, zapatos y vestido. De espaldas a la
cama, se apresuró a ponerse el sujetador, entonces se dio cuenta de que la
cremallera de su vestido haría mucho ruido y que podría despertar a Kyle. Decidió
ponerse el vestido y los tacones en la sala de estar, se agachó para recogerlos y…
—Muy bonito.
—No —dijo ella a la defensiva. Al menos, no por las razones que él podía
haber asumido. No tenía ningún problema con el sexo abrasador de tres rondas.
Era la parte del ex-convicto lo que la tenía un poco agitada—. Sólo tengo esta… cosa,
tengo que irme.
223
Correcto. Se había olvidado de que estaba tratando con un profesional.
Rylann hizo una nota mental para meter una plancha en su bolso la próxima
vez que tuviera sexo en la ducha con un multimillonario ex-convicto.
224
—Nop, no es así. Es un poco más ardiente y entusiasta —Dio unas
palmaditas en la cama junto a él—. Trabajaremos en eso hasta que lo hagamos
perfecto.
—Te vi espiando.
Atrapada.
—Corro mucho.
Hmm.
225
—Abogada, si quieres irte, yo no miraría hacia mí así cuando estás de pie en
mi habitación en ropa interior y tacones.
Rylann miró hacia abajo y vio una banda de pelo negra en la palma de su
mano.
Él le echó un vistazo.
Con una sonrisa, Rylann tomó la banda y comenzó a peinarse el pelo con
los dedos.
—No es una cola de caballo. Sólo tiro de los lados y de la parte superior.
226
—¿Recuerdas lo que dije anoche? ¿Acerca de que eras un grano en mi
trasero?
Y ella no tenía dudas de que él la habría dicho muchas veces. Pero eso no
era aquí ni ahora. Ella esbozó una sonrisa tímida.
Puesto que no había nada más que decir, Rylann dio un paso atrás y se
dirigió hacia la puerta principal. Notó ahora que él se había puesto un par de jeans
después de buscar la banda para el pelo, y se dio cuenta de que esa probablemente
sería su última imagen de Kyle Rhodes, sexy, con el torso desnudo, descalzo y con
jeans, de pie en su vestíbulo mientras se decían adiós.
227
Ella se dio la vuelta y agarró el picaporte a punto de abrir la puerta, cuando
él la detuvo.
—Rylann… espera.
228
Capítulo Veintidós
—¿Y entonces sólo te fuiste?
Se habían sentado en una mesa al aire libre en Kitsch'n, un popular lugar del
barrio para almorzar a pocas manzanas de su apartamento.
Naturalmente, ella había llamado a Rae esa tarde para los detalles post
—¿Cómo de divertido?
229
—¿Qué pasó con el chico del bar anoche? —preguntó Rylann—. Estuviste
hablando con él durante un rato.
Rae suspiró.
—¿Estás segura? —preguntó Rylann. En realidad, ella tenía una idea en ese
frente; había estado tratando de encontrar una manera disimulada de presentarle a
—Sip, pero oíste lo que su amigo Dex dijo. Acerca de cómo Kyle estaba
sonriendo como un tonto después de acompañarte a tu casa la noche en que te
conoció.
Rylann se detuvo en eso. Esa era una historia muy linda. Pero aún así.
—Eso fue hace nueve años, Rae. Han pasado muchas cosas desde entonces.
Él ya no es un estudiante graduado desconocido y encantadoramente irritante con
230
camisa de franela y botas de trabajo —Miró a su alrededor, bajando la voz—. Es el
terrorista de Twitter. Y yo soy una asistente de la Fiscal Federal Es lo más lejos que
puedo ir. Mi oficina procesó a Kyle hace apenas seis meses. Lo llamó una “ciber-
amenaza para la sociedad”. ¿Sabes lo incómodo que sería trabajar si alguien se
entera de que él y yo estuvimos durmiendo juntos?
—Exactamente. Y no quiero que las cosas sean raras. Tengo planes en esa
oficina, como patear traseros y hacerme un nombre por mí misma. Y ese nombre
no será: “Esa chica nueva que deshuesó al terrorista de Twitter”.
—¿Qué? No.
231
Y bajo otras circunstancias, Rylann se habría pavoneado
desvergonzadamente por lo menos dos o tres minutos sobre eso, pero ahora estaba
demasiado ocupada entrando en pánico. En marzo, publicaron esa foto de Kyle y
ella en el tribunal, la que había sido reproducida en todos los medios. Si alguien
conectaba los puntos entre eso y la “bomba morena” con la que él había sido visto
anoche...
Nada bueno.
Demasiado cerca.
*****
232
Rylann se detuvo en una intersección de cuatro vías, inmediatamente en
alerta máxima. ¿Cómo podría su madre, en Florida, posiblemente saber algo? Así
que se la jugó bien.
—Por supuesto. ¿Cómo más se supone que debo estar al día con todos los
chismes locales mientras nosotros estamos aquí abajo durante el invierno?
—Al parecer, fue visto en algún nuevo club nocturno caliente. Saliendo con
una misteriosa bomba morena con un vestido rojo. Probablemente alguna
promiscua que conoció esa noche.
—De todos modos, ¿qué hay de nuevo contigo, cariño? ¿Hiciste algo
emocionante anoche?
233
—Te lo dije. No me gustó la forma en que te estaba mirando en esa foto —
dijo ella—. ¿Quién mira así a una mujer, una perfecta desconocida, en una sala de
audiencias de todos los lugares? Mi firma suele representar a hombres como él todo
el tiempo. Ricos, encantadores, se creen dueños del mundo y que pueden salirse
con la suya.
A partir de ahora.
Poco después de llegar a casa, colgó con su madre y dejó caer el bolso en el
suelo de su dormitorio. Llena hasta las branquias de tostadas francesas con costra
de coco y totalmente agotada después de su noche de libertinaje con Kyle, se quitó
los zapatos y se metió en la cama para una siesta.
234
Sacó el teléfono de su bolso y vio “bloqueado” en la pantalla.
—Rylann Pierce.
—Jon.
235
Capítulo Veintitrés
Rylann miró el reloj de su mesita de noche e hizo los cálculos. En Roma
eran siete horas más tarde que en Chicago.
Él siguió hablando.
Rylann parpadeó.
Oh, muchacho.
236
—Parece que Italia ha resultado ser todo lo que esperabas —dijo ella,
tratando de sacudirse el sueño de su cabeza. Esta conversación se había convertido
de repente en algo muy surrealista.
—Lo recuerdo. A pesar de que parece que eso fue hace mucho tiempo.
—Sí. Muchas cosas parecen como si fueran de mucho tiempo atrás. —Él
cambió de tema—. ¿Y? ¿Cómo has estado?
—No estamos teniendo esta conversación a las dos de la mañana. Son sólo
las siete p.m. para ti —dijo él tiernamente.
Rylann pensó que era mejor no andarse con rodeos. Si no por otra razón,
porque la económicamente frugal abogada asalariada del gobierno, que había en
237
ella, era muy consciente del hecho de que esta llamada le costaba un bonito Euro
por minuto.
—¿No puede un hombre saludar a una vieja amiga sin que sea un delito
federal?
—Sólo quería ver cómo estabas, Ry. Por tu respuesta parecías estar bien,
Rylann se pasó una mano por el pelo. Tal vez, porque ella y Jon habían
acordado no hablar después de la ruptura, era inevitable que esta conversación
pudiera ocurrir en algún momento.
—Estoy muy bien. Creo que Chicago será una buena opción para mí.
Ah, ahora tenía una mejor idea de lo que estaba pasando aquí.
Ella se había dejado absorber tanto por su nueva vida en Chicago que había
dejado a un lado, tal vez demasiado rápidamente, la anterior. No había sido
totalmente involuntario. Keith, Kellie, Dan y Claire habían sido sus amigos de
"pareja", y después de que ella y Jon terminaron, toda la dinámica se había salido
fuera de control. Claro, le había dado la oportunidad del colegio, ella incluso se
había encontrado con las chicas para tomar unas bebidas algunas veces durante los
cuatro meses que todavía había vivido en San Francisco después de la ruptura. Pero
238
sobre todo, Kellie y Claire habían continuado preguntando si había hablado con
Jon después de que se había ido a Roma, un tema que no había tenido mucho
interés en tocar innumerables veces. Sobre todo porque la respuesta había sido no.
—He estado muy ocupada con el trabajo, eso es todo —dijo Rylann—. Pero
tienes razón, debería llamarles.
—Estarán aliviados al oír eso. Recuerda cuan entrometidos pueden ser esos
chicos. —Su tono seguía siendo casual—. Y, por supuesto, lo siguiente que
preguntarán es si estás saliendo con alguien. ¿Así que la respuesta a eso sería...?
—Por supuesto.
Allí estaba.
Rylann se tomó un momento para responder, con ganas de ver qué efecto, si
es que había alguno, las palabras tenían sobre ella. Se sentía nostálgica y quizás
incluso un poco triste. Su tono fue suave.
239
—Les diría que están obviamente, teniendo ese muy sentimental, momento
italiano con la fuente Bernini y el vino, pero que sin duda despertarán por la
mañana y lamentarán esta llamada.
Ella supuso que seguía mirando hacia la trattoria con el toldo amarillo.
—No lo sé...
—No podemos hacer esto —lo interrumpió Rylann—. Quiero que seas feliz,
Sin lugar a dudas, uno de los más extraños fines de semana que jamás había
tenido.
240
Capítulo Veinticuatro
Muy temprano el lunes por la mañana, Kyle volvió de nuevo a su oficina,
examinando los últimos detalles de la renovación.
—Se ve bien —le dijo al contratista, Bill, que estaba de pie a su lado.
La mayoría de los cambios que Kyle había hecho en el lugar habían sido
cosméticos. Se había librado de la moqueta gris industrial, y restaurado los pisos de
madera de arce que había debajo. También había quitado la pintura oscura y los
muebles de roble macizo que el inquilino anterior prefería. En su lugar, había traído
sofás bajos blancos, sillas, mesas y escritorios de cristal y mármol de color claro. El
efecto total era una oficina que parecía limpia, moderna y sofisticada.
241
Además, pensó mientras permanecía de pie en el centro de la sala, esto parece
la oficina de un director general. Su oficina.
—El lugar está listo —dijo Bill—. Ahora sólo necesitas gente para llenarlo.
—¿Tienes un plan? —le preguntó Bill con una sonrisa—. Para ser honesto,
tengo un poco de curiosidad por ver cómo funciona esto para ti.
*****
242
Había estado muy ocupado con el trabajo en los últimos dos días, sin
embargo, todavía no había podido sacarla de su mente. Ya fuera subiendo en el
ascensor hasta el ático, o yendo a correr a primera hora de la mañana, o tomando
una ducha, y de repente, bam, allí estaba ella.
Las imágenes de ella, mojada y desnuda, mientras los chorros de agua caían
a su alrededor, probablemente habrían quemado su cerebro para siempre. Justo con
los recuerdos de su siempre tan buen culo, ya que ella prácticamente había salido
corriendo de su ático el sábado por la mañana.
243
accidente, él había estado supervisando los asuntos de su padre y simplemente no
había tenido la posibilidad. Las cosas habían estado tan liadas, de hecho, que Dex
había recogido incluso las cosas de Kyle y había conducido su coche hasta Chicago.
42
UIUC: University of Illinois at Urbana-Champaign.
244
Después de que Kyle había dejado el programa de Doctorado tras el
accidente de tráfico de su madre, Sharma había sido comprensivo y compasivo.
Habían intercambiado e-mails periódicamente a lo largo de los años, y habían
permanecido en términos amistosos. No habían tenido, sin embargo, ninguna
comunicación desde que había sido declarado culpable en el tribunal federal por
varios cargos de delitos cibernéticos.
Era seguro decir que no era alguien muy bien visto en el Departamento de
Ciencias Informáticas.
Kyle caminó a través de esas puertas, que estaban directamente debajo de las
palabras. En el interior, sabía exactamente a dónde iría, había pasado muchas horas
245
en el edificio durante sus seis años de pregrado y posgrado. La oficina de Sharma
estaba en el tercer piso, junto con el resto de las oficinas de la facultad.
Debido a que era la última semana antes de los finales, el edificio estaba
lleno. Subió por la escalera principal, una estructura abierta hecha de cristal, acero
y ladrillo. Los estudiantes le pasaban en dirección contraria, y se preguntó cuánto
tiempo pasaría antes de que alguien le reconociera.
El segundo tipo miró detenidamente a Kyle, y su cara estalló con una gran
sonrisa.
—¡Oye, espera!
Los dos estudiantes dieron media vuelta y le siguieron. Kyle ya podía oír los
murmullos que comenzaban cuando cada vez más gente le reconocía.
Genial.
246
—Amigo, te estudiamos en mi clase de Seguridad Informática II —dijo el
segundo tipo con entusiasmo.
Era hora de dejar las cosas claras. Kyle se giró en la parte superior de las
escaleras, y se enfrentó a ellos.
43
El ataque smurf es un ataque de denegación de servicio que utiliza mensajes de ping al broadcast
con spoofing para inundar (flood) un objetivo (sistema atacado).
En este tipo de ataque, el perpetrador envía grandes cantidades de tráfico ICMP (ping) a la dirección
de broadcast, todos ellos teniendo la dirección de origen cambiada (spoofing) a la dirección de la
víctima. Si el dispositivo de ruteo envía el tráfico a esas direcciones de broadcast lo hace en capa
2 donde está la función de broadcast, y la mayoría de los host tomarán los mensajes ICMP de
echo request y lo responderán, multiplicando el tráfico por cada host de la subred. En las redes
que ofrecen múltiples accessos a broadcast, potencialmente miles de máquinas responderán a
cada paquete. Todas esas respuestas vuelven a la IP de origen (la IP de la víctima atacada).
44
Un ping de la muerte es un tipo de ataque enviado a una computadora que consiste en mandar
numerosos paquetes ICMP muy grandes (mayores a 65.535 bytes) con el fin de colapsar el
sistema atacado.
45
Este tipo de ataque es posible debido a la forma en la que funcionan las conexiones TCP. Cuando
un extremo desea iniciar una conexión contra otro equipo, inicia la conversación con un 'SYN',
el otro extremo ve el SYN y responde con un SYN+ACK, finalmente el extremo que empezó la
conexión contesta con un ACK y ya pueden empezar a transmitir datos.
247
—Amigo, pareces uno de esos patéticos anuncios de servicio público —dijo
el segundo estudiante.
—Eres mayor de edad. —dijo Kyle—. Eso significa que no sois jóvenes a los
ojos de la ley. —Los miró—. Yo diría que ambos duraríais aproximadamente una
semana entre rejas. Tres días si te aplican máxima seguridad. —Se frotó la
mandíbula, fingiendo pensar—. ¿Y qué te parece ducharte con una veintena de
tipos musculosos y tatuados, la mayoría de los cuales son miembros de bandas,
asesinos y traficantes de drogas?
—Sólo era una broma —dijo el estudiante con una risa nerviosa—. El
pirateo es malo. La cárcel es mala. Lo pillo. —Entonces miró a su alrededor y bajó
la voz hasta un susurro conspirador—. ¿Ping de la muerte, cierto? Vamos, será
nuestro pequeño secreto.
—Sólo manteneos limpios. —Se quejó Kyle en voz baja, dándose la vuelta y
dejándolos a ambos en el rellano.
248
camisa de cuello y chaleco, un escritorio esmeradamente organizado, Vivaldi
sonando suavemente por los altavoces en las estanterías detrás de él.
—Toma asiento. Seguí las noticias sobre tu caso, obviamente. Siempre dije
que serías tan bueno como tu padre algún día, aunque habría imaginado que
tomarías un camino diferente.
—Esto no puede ser. Me senté en cuatro de tus clases, profesor. ¿Dónde está
el resto de la conferencia?
249
—Tienes la versión abreviada, ya que no eres un estudiante. Excepto que
también me gustaría añadir que todo lo que planees hacer a continuación con tu
talento, espero que sea algo legal. La gente no siempre consigue segundas
oportunidades.
—En otras palabras, les enseñarás cómo protegerse de gente como tú —dijo
Sharma.
—El Terrorista de Twitter utiliza sus poderes para el bien, en vez de para el
mal.
—Algo así.
—Es muy sencillo, profesor. Sólo necesito los nombres de tus dos mejores
hackers.
250
Con una carcajada, él levantó las manos cuando vio la expresión de Sharma.
*****
Y justo con eso, Rylann estalló en la cabeza de Kyle. Otra vez. Sólo que esta
vez, en cambio, no eran imágenes de ducha, desnuda y traviesas, pensaba en el
modo en que sus ojos ámbar se encendieron cuando se burló de él.
No era sólo sexo, lo sabía. Eran las bromas, y los chistes, también, y la
manera en que hablar con ella durante quince minutos le encantaba más que pasar
toda una noche con la mayoría de las mujeres con las que había salido en los
últimos nueve años. Simplemente le gustaba… estar cerca de ella.
Dos horas más tarde, esperaba en un aula pequeña, vacía, apoyándose en las
ventanas y mirando fuera del campus, mientras esperaba que llegara el primer
candidato. Giró cuando oyó que la puerta se abría.
251
Un hombre de unos veinte años, con el pelo rizado rojizo, con pantalones
caquis y una camisa de botones, entró en la habitación. Vio a Kyle y se detuvo.
—Kyle Rhodes.
—Gil Newport.
—Consultoría de seguridad.
252
—Parece que sabes mucho sobre mí, señor Rhodes.
—Odio decepcionarte, Gil, pero esto es cien por ciento legal. Estoy
empezando un negocio de consultoría de seguridad en redes, y tengo un puesto
disponible para alguien con tus habilidades. Si te interesa, estaría contento de poder
contarte más.
—Si decido que estás calificado, puedo pagar más. —Había sabido que al
entrar en esta aventura podría tener que pagar mucho dinero por el talento de gran
calidad dado su accidentado pasado.
—No sabes ni siquiera los salarios que otras compañías me han ofrecido —
dijo Gil.
—Oh, lo valgo.
*****
253
Una hora más tarde, Kyle esperaba al segundo candidato que Sharma le
había sugerido, un graduado de veintiún años llamado Troy Leopold, que había
descrito como una “brillante mente inquisitiva”.
Justo a tiempo, un chico de unos veinte años con el pelo negro azabache de
punta, y vistiendo pulseras de cuero tachonadas, vaqueros rotos, y delineador de
ojos negros entró. No pareció desconcertado en lo más mínimo cuando se acercó y
se presentó a Kyle.
—Creo que debería ser directo contigo. Con todo lo que esta entrevista es, es
genial que el profesor Sharma sugiriera mi nombre. Pero… —Hizo una pausa,
como preocupándole que lo que pudiera decir fuera algo ofensivo.
—Confía en mí, Troy, cualquier cosa que sea, he oído todo antes.
254
—Wow. De repente estoy teniendo uno de esos momentos cuando me doy
cuenta en que me he convertido en mi padre —Kyle dio una palmada, para
seguir—. ¿Qué tal esto? antes de que tomes cualquier decisión, tal vez te gustaría
por lo menos saber lo que harías para Rhodes Network Consulting. Si fuera a
contratarte.
—El profesor Sharma dice que eres brillante y ambicioso —Se inclinó en su
silla, hablando con seriedad—. Hace nueve años, me dieron la oportunidad de
aprender con el mejor del negocio. No fue el camino que me había visto a mí
mismo tomando en ese momento, pero no me arrepiento de haberlo seguido. Hoy
estoy aquí, dándote la misma oportunidad. Tal vez no lo sea para ti, pero hablando
por mi experiencia personal, no lo sabrás hasta que lo intentes.
255
Kyle se encogió de hombros.
Troy no dijo nada durante un largo momento, luego sus labios se curvaron
en una leve sonrisa.
—De acuerdo.
*****
Más tarde esa misma noche, Kyle miraba otra vez el maizal al otro lado de
la I-57, en dirección a Chicago.
256
también. Además, tenía que poner en práctica las fases uno y dos de su estrategia
de marketing. Tenía una cantidad considerable de capital inicial y estaba dispuesto
a llegar a más, vendiendo el ático si fuera necesario, pero eso no duraría para
siempre.
Esta noche, sin embargo, simplemente quería disfrutar de sus logros, sobre
todo porque había pasado mucho tiempo desde que se había sentido tan excitado y
bombeado por el trabajo. Durante años había pensado en emprender el camino
solo, saliendo de la sombra de su padre, y finalmente estaba a punto de suceder.
Tenía una vaga idea de a dónde iba, ya que Rylann había mencionado
previamente que vivía en Roscoe Village. En el semáforo de la avenida Belmont,
sacó su móvil y se movió a través de sus contactos. La belleza de la mensajería de
los textos, se dio cuenta, estaba en su simplicidad. No tenía que tratar de explicar
las cosas, ni tenía que intentar analizar todas las bromas, en un intento por
averiguar que podría estar pensando. En cambio, podría mantener las cosas breves
y dulces.
ME GUSTARÍA VERTE.
Apretó enviar.
257
Para matar el rato mientras esperaba su respuesta, condujo en dirección de
la tienda de vinos de su hermana, pensando que siempre podría caer sobre Jordan y
acosarla un poco.
—¿Así que, quién era esa bomba morena? —preguntó Jordan, tan pronto
como él entró en la tienda y tomó asiento en la barra principal.
Maldita sea. Había olvidado la estúpida columna de Scene and Heard. Kyle
se ayudó con una galleta y algo de Brie al sentarse en la barra.
—Esas son para los clientes. —Puso sus manos sobre las caderas—. Ya
sabes, después de la columna de Scene and Heard, tuve una especie de esperanza
de que fuera de Rylann de la que estaban hablando. Y que tal vez, sólo tal vez, mi
gemelo que nunca lo hace bien, había decidido dejar de jugar un rato, y finalmente
perseguir a una mujer que valía la pena.
Ella negó.
258
mientras revisaba el mensaje entrante. Era de Rylann, su respuesta tan corta y dulce
como su texto original.
3418 CORNELIA, # 3
Tenía su dirección.
—Eso es genial, Jordo. Oye, por casualidad, ¿tienes alguna botella de India
Ink cabernet por ahí?
—No seas ridícula —se burló Kyle—. Simplemente pensé, que ya que he
oído cosas buenas sobre el vino, que le daría una oportunidad.
Bueno, lo que sea. Tal vez estaba tratando de impresionar a Rylann un poco.
259
—Oh. Es como ver a Bambi dar sus primeros pasos.
260
Capítulo Veinticinco
Los ojos de Rylann hicieron un barrido rápido por encima de su
apartamento mientras caminaba hacia la puerta principal. Definitivamente no era
un ático pero era bonito y acogedor y, por suerte, limpio. No era que Kyle fuera a
quedarse mucho tiempo, se recordó. El viernes por la noche había sido cosa de una
sola vez, con las bebidas y la iluminación romántica del club, y la forma en que él
había estado mirándola cuando le había dicho la frase de que era la chica más
bonita del bar, lo que significaba una especie de dejarse llevar por el momento. Pero
ahora, llegaba el momento de enfrentarse a la realidad.
Rylann abrió la boca para hablar acerca de no complicar las cosas, sin
importar lo geniales que las aventuras sexuales hubieran sido, cuando él levantó la
mano cortándole su respuesta.
—Oh. Wow. —No había esperado que el viniera con algún regalo.
Especialmente uno tan deslumbrante.
261
Él se movió incómodo en la puerta.
India Ink.
—No es nada. Jordan tenía un par de botellas ahí afuera, así que cogí una.
—No hay trampa. —Él se encogió de hombros—. No sé, sólo pensé que
podríamos… pasar el rato y hablar.
Buena pregunta.
262
—No lo sé. ¿Alguna vez has salido con una chica sin el sexo como
expectativa?
—Por supuesto.
Rylann sonrió.
Más tarde, Rylann podía decir que simplemente había sido absorbida por el
gesto de la botella de vino y lo mono que estaba Kyle cuando se exaltaba y enojaba
con ella de esa forma. Pero si fuera sincera consigo misma, tendría que admitir que
el hecho de que él hubiera querido contarle sobre su día le había derretido su
corazón pragmático y racional, sin que se enojara ni un poquito o un pedacito.
Así que sin decir una palabra, dio un paso atrás, haciendo sitio para que él
entrara. Con una sonrisa victoriosa, Kyle la siguió, estando de pie cerca, cuando
ella cerró la puerta.
Rylann señaló.
263
—Recuerda, tus manos en ti.
*****
—Me gusta estar aquí afuera —dijo Kyle, recostándose en su silla con su
vaso de vino—. Es la única pega de mi piso, no hay ningún espacio al aire libre.
Confía en mí, te das cuenta rápidamente de eso cuando estás arrestado en casa
durante dos semanas consecutivas.
Rylann se rió.
—Me parece que te da una cierta aura autoritaria que te pega. —Kyle captó
su mirada—. ¿Qué?
264
Rylann levantó su copa hacia él, emocionada con él.
—Felicidades. Eso es realmente genial, Kyle. ¿Cómo crees que fueron las
entrevistas?
Así que él le contó. Mientras estuvieron sentados allí, bebiendo vino, Kyle le
contó todo sobre el negocio de consultoría que planeaba comenzar. Por supuesto,
ella entendía la mitad de lo que le estaba diciendo, la otra mitad estaba codificada
con palabras informáticas y términos tecnológicos, pero no importaba. Él estaba
claramente entusiasmado por el tema y sumamente excitado, y eso hacía que toda
la conversación completa fuera absolutamente fascinante.
A Rylann se le ocurrió que había estado tan centrada estas últimas semanas
en que Kyle era un ex-convicto, y su testigo, que esta parte había sido eclipsada.
Ahora, de repente, ella lo estaba viendo, a este genio de la informática, convertido
en un multimillonario ejecutivo corporativo que planeaba tomar al mundo de la
tecnología por sorpresa.
Cuando terminó, Rylann les sirvió a ambos una segunda copa de vino,
sintiendo el punto caliente y relajado del cabernet.
265
—Está bien, lo admito. Estoy impresionada.
—Recuerdo más o menos todo sobre aquella noche. —Él se inclinó, y agarró
su copa—. Un fin de semana difícil de olvidar —dijo simplemente. Tomó un sorbo
y luego la miró.
—¿Es raro para ti estar cerca de mí? —Ella tomó su copa vacilando—- ¿Te
recuerdo todas las cosas malas que pasaron ese fin de semana?
—No. —Su tono se hizo más bien tranquilo, y sus ojos estuvieron
inusualmente serios cuando sostuvieron los suyos—. Estar cerca de ti me recuerda
la única cosa buena que pasó ese fin de semana.
266
Corre.
Había una parte de ella que seguramente creía que debería hacerlo. Tras la
puerta del piso, ella y Kyle no tenían ningún sentido, él era un ex-convicto famoso,
y ella una fiscal general.
Esta noche, sin embargo, dentro de su apartamento… eran sólo los dos.
—No se suponía que entraras en la sala del tribunal esa mañana, Rylann
Pierce. —Sus ojos encontraron los suyos—. Quiero ser completamente honesto. Me
gustas. Probablemente mucho más de lo que debería. Pero después de todo lo que
pasó con Daniela, planeaba como el infierno quedarme lejos de las relaciones, por
mucho, mucho tiempo.
Él esperó con expectación, con su cuerpo más tenso de lo que había estado
sólo hace unos momentos, como si estuviera armándose de valor, ya sea para un
argumento, un interrogatorio, o simplemente para una conversación sobre
sentimientos, era difícil decirlo.
267
—Apuesto a que parte del discurso de sin ataduras de Kyle Rhodes no
siempre cae bien con las mujeres con las que te citas.
Él entrelazó sus dedos por su pelo, sus ojos buscando los suyos.
Él asintió.
Ella esperaba que Kyle hiciera una broma, algo sobre fiscales y chicas
buenas, pero en cambio, su expresión seguía siendo seria.
268
—Curiosamente, parece que siempre lo olvido a tu alrededor —susurró
Rylann, cerrando los ojos cuando él comenzó a besarle el cuello. Verdaderamente
el hombre tenía la boca más perversamente talentosa—. No más Scene and Heard
—dijo ella, inhalando temblorosamente y esforzándose por permanecer enfocada
mientras sus labios rozaban contra el lóbulo de su oreja. Tenía que poner algunas
reglas—. Tenemos que tener más cuidado. Lo que pase en el apartamento, se
quedará en el apartamento.
—Oh, lo siento, así no es como funciona esto —dijo él con una sonrisa
burlona, repitiendo la conferencia que ella le había dado en el restaurante.
—¿Romperías tu promesa?
—Sabes que quieres que rompa esa promesa tanto como yo. —Cuando sus
pezones se tensaron en respuesta a sus caricias, una mirada de satisfacción brilló en
sus ojos.
Kyle hizo una pausa con sus manos tomando sus pechos.
269
—¿Lo dices en serio?
—Pídeme que te toque. Confía en mí, haré todas las clases de cosas que te
gustaran incluso más que esto.
—Cada día.
Cuidado, Pierce.
270
Ella apartó los pensamientos, lo que importaba ahora es que él estaba aquí
esta noche. Y planeaba disfrutar cada centímetro magro y duro de él.
Exactamente ese era su plan. Pero no aquí, afuera, en su balcón, en esa silla
que era demasiado restrictiva.
—Nunca dijiste nada de bocas —dijo él con astucia—. ¿Por qué no te quitas
esos vaqueros y extiendes tus piernas para que pueda lamerte hasta que grites?
271
—Tengo algunas ideas. —Mientras sostenía su mirada, se lamió los labios.
*****
Kyle sintió que el calor giraba en su abdomen cuando Rylann se movió más
abajo y se instaló entre sus piernas. Cristo, él deseaba esto, ella había estado
volviéndole loco con sus órdenes de nada de manos, desde que le había besado
antes.
Apoyado en las almohadas, con las manos detrás de la cabeza, ya que había
prometido no tocarla, vio como su largo pelo negro caía hacia adelante,
bloqueando su visión de ella.
—Mueve tu pelo, fuera del camino. —dijo él con voz ronca—. Quiero verte
cuando me tomes en tu boca.
Kyle miró, deseando sentir esos pechos con puntas rosadas en sus manos,
pasar su lengua sobre sus pezones tensos y puntiagudos.
272
Joder. Él palpitaba ya, y ella apenas había empezado.
—Justo así, Rylann. —Gimió él. Quería enredar sus dedos en su pelo, y
tomar su cabeza y dirigirla arriba y abajo. Pero todo lo que podía hacer era mirarla
—¿Trajiste un preservativo?
Tres, en realidad. Pero no estaba listo para eso todavía. Su mirada fija cayó
a sus bragas.
273
—Muy mandón —dijo ella. Pero lo hizo de todos modos, jadeando cuando
él rodeó su lengua alrededor de su pezón, jugando con él hasta que fue un pico tieso
y duro. Por instinto, ella comenzó a deslizarse contra él, su polla se acomodó
directamente en su núcleo caliente y mojado. Estaba tan cerca de estar dentro de
ella, pero quería el control, quería todo de ella. Ella gimió otra vez, mientras él
hacía rodar su otro pezón en su boca y se empujaba contra ella.
Sus ojos destellaron ante sus palabras y ella se deslizó sobre él y se echó en la
cama, mirando cuando él bajó al suelo y tomó sus pantalones. Tomó un condón de
su cartera y lo abrió, poniéndoselo.
274
—Ponte de rodillas —dijo con voz ronca. Le dio un golpe con su polla en la
entrada mojada entre sus piernas, deslizándose dentro y fuera, mientras su estrecho
y resbaladizo pasaje se estiraba para adaptarse a él, apretando cada centímetro a su
paso.
—Te tengo. —Él llegó abajo, entre sus piernas y comenzó a juguetear con
ella. Ella se apoyó en sus antebrazos y se empujó atrás contra él, lanzando un grito
cuando su orgasmo la golpeó. Ola tras ola apretó su polla, hasta que él explotó, la
fuerza del orgasmo tan grande que él tuvo que reducir la velocidad y sostenerla
fuertemente contra él, su mandíbula apretada cuando gimió y finalmente se
estremeció hasta pararse.
—Infiernos, sí.
275
Ya era hora.
276
Julie James - Sobre Esa Noche - Serie FBI/Atornney III
Capítulo Veintiséis
Tres días después, Rylann se reunió con Rae en el Starbucks en la calle
frente al Edificio Federal para un descanso a media tarde. Estaba en una misión
súper secreta, Operación Amaño46, e, inspirándose en los agentes del FBI con los
que a menudo trabajaba, había diseñado la coartada perfecta: había afirmado que
quería obtener consejos de Rae acerca de la situación con Kyle. La verdad, sin
embargo, era que lo había preparado, lo cual era necesario, porque si Rae captaba
una pista de la Operación Amaño, se largaría en dos segundos.
Ella y Rae se sentaron en una mesa que se veía desde la barra, donde Cade
las vería. Naturalmente, él vendría a decir hola, y en ese momento ella,
“casualmente”, le presentaría a Rae. El resto era cosa de ellos.
—¿Así que el martes fue la última vez que lo viste? —preguntó Rae.
Rae la estudió.
46
En inglés Setup. Arreglo, Configuración.
277
—Estás brillando intensamente otra vez.
—Te gusta.
—Nos divertimos juntos. No estoy dispuesta a llamarlo nada más que eso
todavía. —Ella vio la mirada de Rae—. ¿Qué?
—¿Por qué la gente no le dice eso a los hombres cuando quieren mantener
algo casual? ¿Las mujeres no pueden divertirse, también?
—Por supuesto que pueden. Pero he aquí una regla general: si sigues
sonriendo como el maldito gato Cheshire tres días después de ver al tío, las cosas
han cambiado un pelo más allá de la diversión.
Ja, ja.
—Está bien. Si tú lo dices —dijo Rae, no parecía del todo convencida—. Así
que, ¿cuándo estás sonriendo hasta mostrar los hoyuelos es que se verán otra vez?
278
—Dos citas en una semana.
Rylann negó.
—No es una cita. Él irá al partido de los Bulls con el novio de su hermana y
le pregunté si podría dejarse caer después. Es sólo sexo.
Rylann miró su reloj. 2:59. Lo que significaba que el sujeto B estaba a punto
de dejar su oficina y pronto se dirigiría al punto de encuentro con el sujeto A. En
cuestión de minutos, la Operación Amaño estaría totalmente en marcha.
Hasta que todo el ataque sorpresa estallase. Rae vio a Rylann comprobar su
reloj e hizo lo mismo.
—Sin embargo, tal vez deba ponderar los pros y los contras.
279
—Tendrás relaciones sexuales. Gran sexo. Con un hombre que te trae vino
caro. Pro, pro, pro —Contando, levantó tres dedos—. Sí, estoy bien con la
situación.
—¿Por qué de repente eres tan insistente en que me quede? Hablamos todo
el tiempo. —Ella ladeó la cabeza—. Y ahora que lo pienso, ¿por qué has estado
revisando tu reloj todo el tiempo? Es como si estuvieras esperando a alguien.
Sus ojos se abrieron de par en par, entonces abrió la boca y señaló con el
dedo.
—Vamos. Después de todos los sistemas de búsqueda de parejas por las que
me has hecho pasar desde la universidad, me lo debes.
280
—Eso es probablemente cierto. Pero aún así, me voy de aquí. —Rae dio un
paso atrás de la mesa.
—Rae, mira…
—Buen intento, Pierce. Pero tendrás que esforzarte un poco más para
conseguir atraparme. —Con una sonrisa de satisfacción, se dio la vuelta y… chocó
contra el pecho cubierto del traje de diseño que llevaba el resistente agente especial
Sam Wilkins.
Él suspiró.
—Tenía que ser en uno de los trajes de Varvatos47. —Luego miró hacia
abajo a Rae, viendo su rostro por primera vez.
—Oh. Hola.
—¿Servilleta?
47
Diseñador de ropa masculina.
281
—Esos serían mis movimientos sigilosos. —Le tendió la mano.
De vuelta a la mesa, Rylann vio esa interacción con interés. ¿Rae Ellen? Eso
iba en serio. Saludó alegremente a Wilkins.
—Claro que sí. —Wilkins limpió los restos del café de su traje con la
servilleta mojada—. Trabajamos juntos.
—En realidad, sí —dijo Wilkins—. Estuve frente al gran jurado esta tarde
durante tres horas y necesitaba un poco de cafeína antes de regresar a la oficina del
FBI. Vi a Rylann y pensé en venir a saludar.
—Oh. —Rae señaló su traje, poniendo cara de disculpa—. Siento que tengas
que ir a la oficina de esa manera.
282
—Voy a pensarlo.
Ella sonrió.
—¿Desde cuándo los agentes del FBI saben sobre encuentros bonitos?
—Creo que encontrarás que no soy el agente típico del FBI. —Levantó su
mano en despedida.
Rae estuvo en silencio mientras las dos salían de Starbucks juntas. Cuando
salieron, por fin cedió.
—Es un poco joven. Pero esa sonrisa es mortal. —Le lanzó una mirada
tímida a Rylann—. Eso fue realmente muy suave.
283
Los verdaderos detalles tácticos de la Operación Amaño se irían con Rylann
a su tumba.
—Por supuesto que lo fue. No eres la única que es un genio malvado de las
citas.
—Rylann, hola.
Ella miró y vio que Cade Morgan se acercaba. Hizo un gesto a sus espaldas.
—Me encontré con Sam Wilkins, cubierto de cappuccino. ¿Dijo algo acerca
de un encuentro bonito? No tengo ni idea de lo que eso significa. —Se detuvo junto
a ella frente al Starbucks—. Entonces, ¿qué me perdí?
Rylann sonrió. Pobre Cade. Tan cerca y sin embargo tan lejos.
*****
Para entretener a los clientes, Rhodes Network Consulting LLC, alias Kyle,
había comprado un palco premium en el United Center. El lugar incluía cuatro
asientos privados con vistas perfectas a sólo veintiocho filas por encima del suelo,
tenía servicio de camareros, y una mesa reservada en el salón exclusivo del estadio
y un bar.
284
Por supuesto, ya que Rhodes Network Consulting LLC no tenía
actualmente ningún cliente, el lugar no había visto mucha acción en los últimos
tiempos.
Tal vez no siempre las mejores palabras por las que guiarse.
—Qué bien —le dijo a Nick—. Has traído al tipo que casi me rompió el
tobillo al ponerme el dispositivo de vigilancia.
Nick se volvió hacia el hombre alto, de pelo y ojos oscuros junto a él.
—Sólo dijiste que te sobraba una entrada —le dijo a Nick—. No dijiste
quién más estaría aquí.
285
—¿Puedo traerles algo de beber?
—Una cerveza.
Después de que la camarera se fuera, Nick y Jack tomaron los dos asientos
de la última fila, justo detrás de Kyle y Dex.
—En mi defensa —le dijo Jack a Kyle— te cuento que estabas coqueteando
con mi novia de ese entonces. Y me llamaste Lobezno.
Puesto que la Fiscal Federal era la primera mujer que Jordan Kyle veía en
cuatro meses, y no habiéndose dado cuenta de que ella y Pallas estaban juntos,
podía haber lanzado uno o dos comentarios insinuantes, perfectamente inofensivos,
en su dirección.
—¿Tal vez podríais dejarlo pasar? —sugirió Nick, mirando entre Kyle y
Jack.
286
Kyle le lanzó a Nick una mirada horrorizada.
*****
—Entonces, ¿qué está pasando contigo y Rylann estos días? —preguntó Dex
por casualidad.
287
Aún así, estaría condenado si descubrían lo que tenían. Le había prometido
a Rylann que mantendría su relación, como una aventura caliente y sin ataduras…
como un secreto, y tenía la intención de cumplir esa promesa. Porque si ella
pensaba que su jefe sospechaba que algo estaba pasando, sin duda habría dado al
traste con todas las citas futuras.
—Nada está pasando, por desgracia. Ella me derribó esa noche en el club.
Algo acerca de no mezclar los negocios con el placer.
Dex se detuvo un instante, luego sus ojos se movieron hacia Jack y Nick,
que parecieron comprender que algo estaba pasando. Así que él también le quitó
importancia.
—Tú no eras el único —dijo Kyle con una sonrisa—. Simplemente no estaba
destinado a ser, supongo.
La pregunta vino de Jack. Kyle miró por encima del hombro y vio que el
agente del FBI lo estudiaba con curiosidad.
288
—En realidad no. Nombre inusual. Además, sé que trabajaste con ella. Mi
compañero es Sam Wilkins, mencionó que Rylann te había entrevistado como
parte de la investigación Quinn.
Los agentes del FBI y los fiscales adjuntos de Estados Unidos, al parecer,
eran uña y carne cuando se trataba de conocer de todos los demás negocios.
—Es una buena. La historia recorrió todas las oficinas del FBI —dijo Jack—
. Al parecer, hace unos años, tu amiga Rylann estaba trabajado en un caso grande
de drogas en San Francisco, un grupo del crimen organizado estaba dirigiendo un
laboratorio de metanfetamina en medio de una zona boscosa con mucha
vegetación. De todos modos, les dijo a los agentes que trabajan en la investigación
que quería ver el laboratorio en persona. Pero el día en que todo estaba listo para
salir al laboratorio, llegó tarde a causa de un juicio o algo así, y ella apareció para
reunirse con ellos con traje de falda y tacones.
—Así que estos dos agentes, pensando que era algo presumido y engreído de
su parte, deciden no decirle a Rylann la configuración exacta de este laboratorio de
metanfetaminas —continuó Jack—. Así que la llevaron hasta el centro del bosque y
la condujeron a este agujero de un metro de ancho en el suelo que estaba cubierto
289
por una puerta de metal, como una especie de escotilla de un submarino. Y cuando
se abre la puerta, no hay más que una escalera que baja cinco metros bajo tierra.
—Así que Rylann y estos dos agentes están de pie sobre la escotilla, y
señalan el agujero en el suelo y ella les pregunta: ¿Es ahí a donde vamos? Y ellos
dicen que sí, y por supuesto que estaban mirándola con su traje y zapatos de tacón
y pensando que iba a negarse a todo el asunto. Pero en cambio, ella se quitó los
zapatos y los metió en la parte trasera de su falda como si nada, y les dijo: ¿Qué tal
si voy primero? De esta manera chicos, no se sentirán tentados a buscar en mi
falda. Y luego bajó por la escalera.
Kyle se echó a reír duro con eso. Hombre, esa chica impresionaba hasta el
infierno a veces. En realidad, todo el tiempo.
—Tenías razón. Esa es una buena historia. —Teniendo presente el papel que
todavía tenía que jugar, sacudió la cabeza con fingida tristeza—. Es una pena que
no haya funcionado. Ella y yo podríamos habernos divertido mucho.
Morgan.
290
Su némesis.
Kyle agarró el brazo de su silla con tanta fuerza que le sorprendió no haberlo
roto con la mano.
*****
—Creo que tu amigo Jack tiene que ocuparse de sus propios asuntos.
48
Marca de whisky.
291
—Pero su prioridad número uno es, y siempre será, proteger a la Fiscal
Federal Y si piensa que hay algo sobre lo que Cameron querrá saber, como que uno
de sus fiscales está jugando con el terrorista del Twitter, seguirá encima de eso.
Él asintió cuando el camarero deslizó los dos whiskies frente a ellos y le dio
uno a Kyle.
—¿Es cierto lo que dice Pallas? ¿Hay rumores dando vueltas acerca de
Rylann y Morgan?
La idea de que Rylann, de que ella podría estar “cerca” de Cade Morgan, lo
que sea que significara eso, tocaba una fibra sensible de Kyle.
—No es así.
—Entonces realmente ¿no importa lo que está haciendo con Morgan, no?
292
—¿Qué es esto, otro interrogatorio?
—Lo siento. Hábito. —Se hizo el silencio entre ellos hasta que Nick se
aclaró la garganta.
Nick sonrió.
293
Capítulo Veintisiete
Rylann abrió la puerta para encontrar a Kyle de pie en el pasillo, mirándola
duramente una vez más.
Rylann cerró la puerta detrás de él, sin saber lo que eso significaba.
—Jack Pallas dijo que había oído que tú y Morgan estaban muy juntos.
—Creo que la mejor pregunta es por qué tú y Jack Pallas estaban hablando
de Cade y de mí en primer lugar.
294
Rylann exhaló lentamente. Para algo que se suponía que debía ser sencillo y
divertido, esto se estaba poniendo repentinamente muy complicado.
Su mandíbula se crispó.
—Sin ánimo de ofender, abogada, pero esta no sería la primera vez que me
pillan por sorpresa.
Tan pronto como comprendió sus palabras, Rylann se sintió como una
completa idiota. Había olvidado momentáneamente que la última novia de Kyle le
había engañado, casi de la peor forma posible. Nunca habían hablado de Daniela,
Kyle no parecía estar particularmente cómodo con el tema, y Rylann ciertamente
podía entender por qué. Pero ver a su novia con otro hombre, algo que provocó que
lo metieran en la cárcel, había dejado, sin duda, unas cuantas cicatrices
emocionales.
Con eso en mente, ella se acercó a él. No podía deshacer lo que Daniela
había hecho, pero podía asegurarle a Kyle que algo como eso nunca pasaría
295
mientras estuviera con ella. Así que descruzándole los brazos no queriendo nada
entre ellos, ella se acercó más. Elevó la mirada y lo miró directamente a los ojos.
—No hay nada con Cade. Trabajamos juntos y somos amigos, pero eso es
todo.
Oh... mierda. Cuando Rylann vio el destello de dolor en los ojos de Kyle,
supo que había sido lo peor que podía haber dicho.
—¿Eso significa que por un momento estás pensando en... lo que sea que
hay entre nosotros? —Cuando ella no respondió enseguida, Kyle le tomó la
barbilla, haciendo que su mirada fuera hacia él.
296
Su rostro seguía estando inseguro, como si necesitara convencerse.
—¿Está segura?
Ella asintió.
Rylann tiró de su camiseta por encima de su cabeza y luego pasó las manos
por los músculos sólidos de su pecho mientras sus bocas se unían de nuevo. Gimió
su nombre, necesitando sentirlo todo contra ella, deseando estar tan cerca de él
como fuera posible.
297
Sus lenguas se enfrentaron y lucharon, ella empujó sus vaqueros hacia abajo,
y un escalofrío de excitación la recorrió cuando su pesada y dura polla rozó su
estómago. Él metió la mano en el bolsillo trasero de su pantalón, sacó su billetera y
encontró un condón.
—Es perfecto.
*****
Más tarde esa noche, Kyle se sentó solo en la sala de estar de Rylann,
jugando distraídamente con su copa de vino mientras esperaba. Al parecer, ella era
el “asistente de guardia” esa noche, en la que a juzgar por la llamada de emergencia
298
que había recibido de un equipo del FBI que quería una orden de registro, era algo
así como ser un médico de guardia.
El pánico que sintió cuando su mente estableció esa relación, hizo que se
imaginase huyendo y corriendo tan rápido como un rayo, como si fuese un dibujo
animado. Ella habría salido de la habitación después de terminar su llamada y no
encontraría ni rastro de él, excepto un vaso de vino medio vacío y el agujero que un
hombre haría al salir corriendo a máxima velocidad a través de la puerta principal.
299
No cabía duda de que era una propuesta arriesgada. Ni siquiera estaba
seguro al cien por cien de que estuviera listo para un compromiso, y más importante,
no tenía ni idea de cómo, o si, encajaría en el mundo de Rylann. A ella le
encantaba su trabajo, cualquiera podía ver eso. Incluso cuando el teléfono sonó a
las diez de un viernes por la noche e interrumpió una sesión muy buena de magreo,
ella había tenido un brillo en sus ojos que decía algo travieso, como que iba a servir
un plato humeante del trasero pateado de alguien.
—Lo hicimos.
Por supuesto, era eso. Porque todo el mundo recibía llamadas del FBI y
ayudaban a atrapar a terroristas radicales a las diez de la noche del viernes mientras
usaban pantalones de yoga y bebían casualmente un vaso de vino.
300
Ella podía establecer todas las reglas que quisiera, pero se trataba de un
enfrentamiento contra un fiscal federal y él tenía la intención de ganar.
301
Capítulo Veintiocho
Cuando el fin de semana terminó, el deber llamó una vez más.
—¿Te irás a San Francisco? —le había preguntado ella—. ¿Para qué?
A pesar de sus valientes esfuerzos, Kyle se había negado a revelar nada bajo
interrogatorio. Había mucho en juego en este viaje, ya que las próximas
veinticuatro horas afectarían drásticamente el lanzamiento de Rhodes Network
Consulting. Ya fuera que sus acciones quedaran como una de las ideas más
inteligentes de comercialización de la historia, o que estuviera a punto de hacer
completamente el ridículo.
302
La recepcionista levantó la vista del teclado, su repentino reconocimiento
fue evidente, entonces volvió a escribir.
—¿Podría hacer arreglos para que tenga una salida tardía mañana? —le
preguntó—. Tengo una reunión mañana que podría alargarse. —O tal vez no. En
este punto, le daba un 80/20 probabilidades a que ni siquiera pasaría más allá de la
puerta principal.
—¿Hay algo más que pueda hacer por usted esta noche? —preguntó la
recepcionista del mostrador.
Poco antes de las diez a la mañana siguiente, Kyle se subió a un taxi afuera
del hotel.
303
Con el portafolios en la mano, empujó las puertas dobles y tomó el ascensor
hasta el sexto piso. Observó mientras el indicador del piso contaba hacia arriba en
lo que parecía ser un ritmo terriblemente lento, finalmente se abrió para revelar una
zona de recepción minimalista y simple.
Kyle había pasado horas al teléfono con la compañía de abogados sólo para
obtener la cita, de ninguna manera iba a retirarse después de pasar por esa tortura.
Kyle miró el sofá marrón de gamuza con dos cojines azules que tenía tejidas
a punto de cruz las palabras "Home Tweet Home".
304
Lo llevó más allá de la recepción, a través de un conjunto mate de puertas de
cristal, y luego hacia el área de la oficina principal. Todo estaba prácticamente
pintado de blanco a excepción de los pisos de madera de color arce claro. La
oficina contenía varias hileras de cubículos, con cada fila dividida en cuatro
estaciones de trabajo.
—Buena suerte.
—Te diré algo: tienes las bolas del tamaño de sandías, Rhodes. —Hizo un
gesto para que Kyle tomara asiento, y luego asintió hacia la recepcionista, quien
cerró la puerta después de irse.
Una vez que estuvieron los dos solos, Donello fue directo a los negocios.
—Tienes sesenta segundos para decirme por qué tengo que hacer otra cosa
además de tirarte de las orejas.
Todo bien con él. Kyle estaba perfectamente feliz de evitarse todas las
tonterías.
305
—Como la mitad del mundo vio hace siete meses, tienen grietas en la red a
través de las que podría conducir a un camión. Mi empresa te puede ayudar con
eso.
—No soy idiota, Rhodes. Actualizamos todo después de que nos pirateaste.
Dudo que nos encuentres tan fácil de piratear ahora.
—¿Así que tu propuesta es que te contrate, al hombre que nos hizo parecer
unos gilipollas despistados hace siete meses, y le pague a tu empresa unos
escandalosos honorarios de consultoría para venir aquí y arreglar nuestros
problemas de seguridad? ¿Eso es lo que estás sugiriendo?
306
Donello hizo una pausa ante eso.
—Gratis.
—Sí. Y tú también.
*****
Era cierto que el cliente no le pagaría, pero Kyle era un hombre feliz de
todos modos. Como lo había esperado, al final de la jornada Donello había actuado
como el hombre de negocios que era y aprovechado la única oportunidad que Kyle
le había ofrecido: una mejor seguridad y una tonelada gratis de publicidad que
destacara ese hecho. Incluso habían elaborado la redacción de una nota de prensa
conjunta que se enviaría a los medios de comunicación a las ocho de la mañana,
hora del Este de la mañana siguiente.
307
Él se había aferrado a la información de contacto de una determinada
persona que le había solicitado una entrevista precisamente para esa ocasión.
308
Capítulo Veintinueve
Por segunda vez desde que Rylann había comenzado a trabajar en Chicago,
la Oficina del Fiscal Federal bullía con chismes sobre Kyle Rhodes.
Había, por supuesto, escuchado la historia que había hecho arder Internet,
más temprano esa mañana del martes: que el Terrorista del Twitter y Twitter se
habían besado y arreglado. Había estado en la cocina, comiendo Rice Krispies y
poniéndose al día sobre las noticias en su iPad, cuando había leído el comunicado
de prensa. Se había reído en voz alta, y luego le había enviado inmediatamente un
mensaje de texto a Kyle:
Dijo las palabras sin darle importancia, sólo un comentario; pero Rylann sin
embargo, se sentía... como una soplona. Un poco culpable, incluso. Mientras
generalmente creía que la vida personal de una persona no era asunto de nadie,
sino suya, tampoco le gustaba engañar a la gente. Después de trabajar con Cade
durante casi dos meses, lo consideraba un amigo, iban a Starbucks juntos, hablaban
309
de las estrategias de casos, e incluso había intentado juntarlo con Rae. Pero ahora
allí estaba ella, a punto de mentirle al hombre.
—No me digas que también te ilumina los ojos. ¿Qué tiene ese tipo?
¿Quinientos millones de dólares? ¿El cabello? ¿Sabes que recibía amenazas de
muerte de locas, mujeres enojadas que me llamaban el Anticristo y que exigían que
Rhodes fuera puesto en libertad de la prisión de inmediato? —Levantó la mano—.
Lo juro por Dios.
310
—Eso es definitivamente algo que el Anticristo no haría.
Cade se rió.
311
sorprenderse, accedía a la petición del acusado de suprimir todas y cada una de las
mil y una tarjetas de crédito que se habían encontrado en la residencia.
Nada bueno.
Después de eso, había pasado el resto del día, escuchando los enojados
desvaríos de los dos agentes del Servicio Secreto que se habían hecho cargo de la
investigación de la policía de Chicago, luchando para ver si quedaba alguna
evidencia que les permitiera de alguna manera salvar el caso y, en última instancia,
sintiendo los inicios de una migraña. En el momento en que salió del trabajo a las
seis y media, la cabeza le latía, sentía nauseas, e incluso la brumosa luz exterior
hacía que sus ojos le dolieran.
—Eso no suena bien. Tal vez deberías sacar una pistola Taser invisible y
acabar con el hijo de puta.
312
—No me hagas reír, duele demasiado. Tengo migraña —explicó.
—Sí, me imaginé que era algo así. Voy de camino a Firelight a encontrarme
con Dex. Vamos a tomar unos cócteles para celebrar mi nueva asociación con
Twitter. ¿Puedo llevarte algo?
Awww.
—Eso es dulce. Pero estoy bien. Sólo tuve un supremo mal día en el trabajo,
eso es todo. Ve a divertirte con Dex. Te lo has ganado. La cosa con Twitter fue una
genialidad.
*****
—Dex puede esperar unos minutos para divertirse. Está en el bar cada
noche. No es como si estuviera allí sólo para encontrarse conmigo. —Cerró la
puerta tras él y la miró—. Así que estás sin ocurrencias, ¿eh? No creía que eso fuera
incluso posible.
—Bueno, eso es porque tú... —Rylann luchaba por sacar al menos una
réplica semi-decente de la niebla palpitante que era su cerebro... pero estaba seco
313
como un hueso. Se dejó caer exhausta contra la parte de atrás del sofá—. No tengo
nada. Sal con tus ocurrencias, vuélvete loco con el sarcasmo, estoy total y
completamente indefensa.
Con una sonrisa curvando los bordes de sus labios, Kyle levantó una taza de
Starbucks.
—Bebe esto. Mi madre solía tener migrañas. Recuerdo que decía algo acerca
de que la cafeína ayudaba.
Había tenido suerte con cafeína antes pero no había tenido la energía para
314
—Acuéstate. Pon tu cabeza en mi regazo. —Vio la ceja levantada—. No
seas mal pensada, abogada. Esto no es algo sexual.
—Oh Dios... eso se siente tan bien —suspiró—. Por favor no pares. Nunca.
—Puedo hacer esto toda la noche, nena —dijo él con una risa suave—. Ya te
lo dije, te tengo.
*****
Una chica podría enamorarse a lo grande de un tipo que hiciera algo así.
315
Levantó la cabeza para mirarlo fijamente a través de la oscuridad, las
sombras de la luna resaltaban los planos fuertes de su cara.
—Puedo salir con Dex en cualquier momento. —Él levantó una mano y
pasó un dedo por un lado de su cara. Su voz fue un murmullo, apenas más que un
susurro—. Quiero estar aquí, Rylann. Lo sabes, ¿verdad?
—Lo sé. —Y sabía una cosa más allá de cualquier duda—. Me alegro de que
estés aquí. Me estoy acostumbrando a tenerte alrededor, Hoyuelos.
—Kyle, yo no…
Él la cortó.
316
Tal vez era el hecho de que el dolor de cabeza había debilitado sus defensas.
O tal vez era sólo él.
—Sí.
317
Capítulo Treinta
Rylann pasó la mayor parte del día siguiente revisando los informes de
investigación de la ATF en un nuevo caso que acababa de recoger, once chicos en
un suburbio vendiendo armas ilegales de un almacén, sí, sí, muy mala cosa,
mientras secretamente trataba de no preguntarse dónde planeaba llevarla Kyle esa
noche. Él había estado muy misterioso sobre sus planes, lo que parecía ser su
modus operandi, el único indicio fue cuando había preguntado si podía dejar el
trabajo a las cuatro y media.
Por un breve momento, golpeó a Rylann cuán surrealista era que un jet
privado fuera siquiera una posibilidad. Seguro, había visto el ático y los trajes de
dos mil dólares, pero la mayor parte del tiempo no pensaba en el dinero de Kyle.
Francamente, debido a que habían pasado la mayor parte de su tiempo como una
pareja dentro de su apartamento, el hecho de que él tuviera millones de dólares, y
algún día heredara medio billón más, no había importado para nada.
—Supongo que ningún jet privado —le dijo a Rae—. Los viajes de avión
requieren permisos de seguridad y listas de pasajeros. Iremos de incógnito en eso.
318
—Hey. ¿Yo soy la amante en esta situación?
Eso había sido todo un reto particular, viéndose cómo ciertamente alguien
que había recibido cero pistas acerca de a dónde iban. Rylann había decidido
mantener las cosas sencillas.
—Oh, por favor, ¡deja que sea el enlazar vacas! Ya puedo verte, montando a
caballo con tus tacones y dándole vueltas a una cuerda sobre tu cabeza, mientras
por tu móvil amenazas con citar a alguien.
—Si se trata de enlazar vacas, esta será mi primera y última cita con Kyle
Rhodes.
*****
319
—Está bien, Hoyuelos —respondió ella—. ¿Y ahora qué?
—Sea lo que sea esto, consigues puntos extra por hacerlo emocionante —
dijo ella, esquivando un bache con sus tacones mientras cruzaba la calle.
320
Con una sonrisa, Rylann tomó su mano. Subió, se deslizó a través del
asiento, y colocó su maletín en el suelo junto a sus pies.
—¿Tú? Pagaría medio billón de dólares por ver eso —Él puso su mano sobre
la rodilla de ella, acariciando su piel suavemente con sus dedos—. Entonces sobre
esta noche... me he estado preguntando si esta es una de esas ideas que suena mejor
en mi cabeza de lo que es en la verdadera ejecución. Espero que no te decepciones.
—Si ese es el caso, prometo que fingiré estar entusiasmada tan bien que
nunca sabrás la diferencia.
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lleno de gente. Viendo que este es nuestro aniversario, o algo así, pensé que
deberíamos volver a la proverbial escena del crimen.
Ella sonrió suavemente, luego se inclinó para rozar sus labios sobre los de él.
—Es perfecto.
*****
—Querías permanecer fuera del radar —Kyle señaló hacia el bar—. Así que
así es cómo funcionará. Dex solía ser el gerente aquí, y conoce al tipo que está
322
ahora a cargo. Ese tipo nos llevará arriba por la escalera trasera para empleados, y
entonces tendremos todo el segundo piso para nosotros.
—En caso de que se me olvide decírtelo más tarde, esta fue la mejor primera
cita que he tenido.
—¿Alguien alguna vez te ha dicho que puedes ser muy dulce cuando
quieres?
323
El gerente sonrió mientras los llevaba, entonces extendió su mano hacia
Kyle una vez que estaban dentro.
Rylann levantó una ceja hacia Kyle mientras llegaban a la cima de las
escaleras.
—¿Instrucciones?
Joe los llevó alrededor de un corto pasillo, dentro del área principal del bar.
Kyle dio vuelta a la esquina con Rylann, complacido cuando vio que lo
habían conseguido a la perfección. Pilares de velas blancas, unos cientos, cubrían
las mesas y la barra, echando a todo el espacio una luz cálida y romántica. En la
esquina trasera más alejada de la barra había una mesa cubierta con un mantel de
lino blanco, dos copas de cristal, y una cubitera de hielo que enfriaba una botella de
Perrier-Jouët Fleur de Champagne Rosado, por recomendación de su hermana, la
experta en vinos.
324
Con expresión de asombro, Rylann contempló todo.
—Esto es... increíble —Caminó hacia la mesa con el champaña, luego miró
por encima de su hombro hacia Kyle—. Esta es la mesa en que estaba sentada esa
noche.
Rylann sonrió.
*****
—Elegí mal —dijo Rylann, mirando el plato de Kyle desde el otro lado de la
mesa—. Debería haber ido con las patatas fritas rizadas en vez de las regulares.
325
—Tienes que vivir con las consecuencias de tus decisiones. ¿Cómo
aprenderás si no? —sonrió y metió otra patata rizada en su boca.
—He tenido curiosidad por algo. ¿Qué fue lo que te hizo cambiar de opinión
sobre el mundo corporativo? En el pasado, cuando nos conocimos por primera vez,
te recuerdo diciendo que querías enseñar.
326
Era una pregunta perfectamente inocua. Y Kyle sabía que podía contestarla
vagamente, de la misma manera que había respondido esa pregunta muchas veces
antes. Pero mientras se sentaba al otro lado de Rylann, a un día del aniversario de
la muerte de su madre nueve años atrás, pensó que tal vez había llegado el
momento de abrir esa parte de su vida. Seguía diciéndose a sí mismo que quería
todo de Rylann, tal vez, entonces, tenía que dejar caer algunas de sus propias
barreras.
—Mi punto de vista sobre las cosas cambiaron después que mi madre murió.
Fue un tiempo difícil para mi familia —comenzó él.
Había sabido al instante por la voz de su padre que era serio. Su agarre se
había apretado alrededor del teléfono. —¿Qué ha pasado?
327
La voz de Kyle era un susurro.
—Papá.
—Es malo, hijo. Siento que debería estar haciendo algo, pero ellos... dicen
que no hay nada...
Había irrumpido por la puerta y encontrado a su padre de pie allí con una
expresión pálida.
Sacudió su cabeza.
—No.
328
hermana—. La llamé después de mi examen —Ella había estado tan malditamente
orgullosa de él.
Él no dijo nada.
—Yo... no... —La voz de su padre se fue apagando. Se pasó la mano por la
cara y respiró hondo.
329
Kyle se dio cuenta rápidamente, ya desde esos primeros momentos en el
hospital, que su padre estaba teniendo dificultad para manejar las muchas
decisiones que debían tomarse con respecto al velorio y el entierro de su madre.
Para ayudar a aliviar esa carga, se mudó a la casa de su padre y se hizo cargo de la
mayor parte de los arreglos. Fue una época sombría y emocionalmente agotadora,
y ciertamente algo que nunca se hubiera imaginado atravesar a la edad de
veinticuatro años, seleccionar las lecturas y oraciones para el funeral de su madre, y
el traje que usaría en el ataúd, pero juntos, él y Jordan, lograron hacer lo que había
que hacer.
Pero cuando esa primera semana pasó, las cosas todavía no parecían
mejorar. Su padre mostraba poco interés en recibir visitantes o hablar con amigos y
familiares por teléfono, prefiriendo en cambio pasar los días a solas en su estudio o
ir a dar largos paseos alrededor de los terrenos de la propiedad.
—Tal vez necesita hablar con alguien. Un profesional —le dijo Kyle a
Jordan una noche cuando estaban sentados en la mesa del comedor de sus padres
picoteando a medias una lasaña que alguien había dejado caer el día anterior.
Podrían alimentar a una pequeña nación durante un mes con el número de guisos,
lasañas, y macarrones con queso que habían apilado en el refrigerador y
congelador. No importaba que su padre prácticamente pudiera comprar una
pequeña nación.
330
—Ya he intentado sugerirle eso —dijo Jordan—. Dice que sabe lo que está
mal: que mamá está muerta —Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero rápidamente
se las quitó de encima.
Por lo tanto, no fue ninguna sorpresa cuando, tres semanas después del
funeral de su madre, Chuck Adelman, el asesor general de Rhodes Corporation,
llamó a Kyle y le pidió reunirse con él. Además de trabajar para la empresa, Chuck
era el abogado personal de su padre y había sido uno de sus mejores amigos desde
la universidad. Kyle aceptó reunirse con él para almorzar en un restaurante a sólo
unas pocas manzanas de la sede central de la compañía.
—Por lo que sé, no le devuelve las llamadas a nadie —dijo Kyle con la
mayor naturalidad.
331
Chuck habló en un tono tranquilo, sus ojos amables. —Mira, lo entiendo.
Yo estaba allí cuando tus padres se conocieron, era Miércoles de Ceniza, y
estábamos en el patio. Tu padre divisó a tu madre sentada bajo un árbol, en una
manta con sus amigas, y dijo: “Esa tía es totalmente guay”. Se acercó y se presentó
a sí mismo, y eso fue para ambos.
—Oh, Dios mío. Mis padres nos dijeron a mí y a Jordan que se habían
conocido en una librería, luchando por el último ejemplar de las Civilizaciones
Clásicas. ¿Estaban colocados49 en ese momento?
—Civilizaciones Clásicas.
—De acuerdo —dijo Kyle—. Ahora, además de marcarme con una cicatriz
de por vida y arruinar cada esterilizada y sana imagen que tenía del primer
encuentro de mis padres, ¿por qué más querías reunirte hoy?
49
Drogados (con marihuana)
50
Cada primavera el patio principal de la Universidad de Illinois, se segregaba de la nación y se convertía
en un país independiente... donde fumar marihuana y beber alcohol era legal... para todas las edades.
La última noticia que hemos localizado sobre este acontecimiento data de 2011. Desconocemos si se
sigue celebrando en la actualidad.
332
—Y como CEO, creo que tiene derecho a un poco de tiempo personal —
gruñó Kyle protectoramente—. Mi madre acaba de morir hace tres semanas.
—Así es. Pero eso no cambia el hecho de que esta es una empresa de capital
privado. Tu padre es Rhodes Corporation —Se movió en su silla, como si se
Kyle sintió el ardor en sus ojos. Había sabido, obviamente, que su padre
siempre había querido que trabajara para Rhodes Corporation, pero no tenía idea
de que tenía tanta fe en él. Era un honor y también una increíble responsabilidad,
pero sobre todo, no podía creer que las cosas hubieran llegado a un punto dónde él
y Chuck necesitaran tener esta conversación. Es cierto que su padre no era el
mismo en estos días. Pero no importaba cuán mala fuera la situación, había una
cosa que necesitaban corregir, justo en ese momento.
51
CEO – Director Ejecutivo
333
—Yo no soy el enemigo aquí, Kyle. Estoy tratando de ayudar. Tienes razón,
él construyó un imperio. Y ahora alguien tiene que empezar a dirigirlo. De lo
contrario, la gente empezará a decir todo tipo de cosas, aunque a ti y a mí no nos
guste.
Kyle recibió el mensaje, alto y claro. Y durante los treinta minutos del viaje
en coche a lo largo del Lago Michigan de regreso a la finca de su padre en la rivera
norte, debatió qué postura tomar.
—Un tipo en McHenry vende un Shelby '68 —dijo Grey en tono moderado.
Cada vez que su padre hablaba, golpeaba a Kyle cuán diferente parecía.
Desanimado. Apático. Sombrío. Un crudo contraste con el hombre dinámico y casi
más grande que la vida que Kyle había conocido durante veinticuatro años.
—McHenry está a sólo una hora de distancia. Tal vez podamos conducir
hasta allí mañana y echarle un vistazo —dijo Kyle.
—Tal vez.
Kyle había estado sugiriendo excursiones como ésta durante las últimas tres
semanas, ninguna de las cuales había llegado a buen término. Aunque su padre
hablaba sobre reconstruir un coche, no parecía tener mucho interés en adoptar
334
ninguna medida para dedicarse a eso realmente. Por otra parte, no tenía mucho
interés en nada.
—Tal vez podrías conducir hasta allí y echar un vistazo al coche por mí.
Necesitas salir de esta casa tanto como yo.
—En realidad, salí hoy. Me encontré con Chuck Adelman para el almuerzo.
Su padre era un hombre adulto, tal vez era hora de un poco de amor firme.
—Creo que sería bueno para ti tratar de volver al trabajo, papá. Te servirá
para tener tu mente ocupada en otras cosas.
335
—No deshonraremos a mamá si seguimos adelante con nuestras vidas. Eso
es lo que ella hubiera querido que hiciéramos.
—No tanto como la amaba a ella. Ella era... todo. Sólo espero que supiera
eso.
—No lo hagas. Estoy bien —dijo Grey. Se secó los ojos, rápidamente
recomponiéndose a sí mismo.
—Papá…
336
viniendo de regreso desde la ciudad. Así que le dije que lo haríamos el año que
viene en su lugar. Y podría seguir y seguir sobre todos los momentos perdidos —
Miró por encima hacia Kyle, con la cara llena de lamento—. Sé lo que estás
tratando de hacer, y te lo agradezco, hijo —Sus ojos eran de un azul distante y
frío—. Pero toda la maldita compañía puede pudrirse por lo que a mí respecta.
Nada de esto significa nada sin ella.
Kyle sabía por el tono tranquilo, pero firme de su padre que la conversación
había terminado.
337
En muchos sentidos, ser el CEO de facto de Rhodes Corporation no fue tan
difícil como Kyle había imaginado.
—Realmente podrías hacer esto, sabes —le dijo Chuck una noche en la
reunión semanal del “estado de la compañía” que Kyle había establecido para ellos
dos. Por conveniencia, y para evitar las preguntas que pudieran surgir si se reunían
con demasiada frecuencia en la oficina de Grey, estaban de vuelta en el restaurante
donde Chuck se había acercado para proponerle hacerse cargo de su padre—.
Kyle hojeó un informe que había recibido ese día del vicepresidente de
seguridad de contenidos, detallando los resultados de las ventas iniciales de un
nuevo criterio de valoración basado en suscripciones y servicio de protección de
correo electrónico que recientemente habían lanzado.
—¿Estás seguro de eso? Has tenido tu nariz metida en ese informe de ventas
tanto tiempo que tu bistec se está enfriando.
—O tal vez ese gen de negocios pasó a los dos gemelos Rhodes.
338
pasar más tiempo con su familia tras la muerte de su esposa. Kyle se mantenía en
contacto con el equipo ejecutivo detrás de la escena, a menudo respondiendo
correos electrónicos o revisando las propuestas y los informes por la noche mientras
trabajaba desde una de las habitaciones para huéspedes en la casa de sus padres. En
varias ocasiones, intentó abordar el tema con su padre, pero no llegó más allá de lo
que lo había hecho el día en que su padre le dijo que dejara a la compañía pudrirse.
El sentimiento de culpa.
Kyle se apiñó con Jordan una noche en la cocina mientras ideaban su plan.
—Oh, recuerdo una vez cuando alguien lloró durante días después de que le
dijeran que no podía tener La Casa de Ensueño de Barbie porque era demasiado
grande para su dormitorio.
339
—¿Recibiste La Casa de Ensueño de Barbie? —preguntó Kyle
intencionadamente.
Más tarde esa semana, su padre tuvo su primera cita con un psiquiatra, que
le recetó un antidepresivo, estableció sesiones semanales de terapia, y también lo
envió a un grupo local de apoyo. Los cambios no ocurrieron de la noche a la
mañana, pero lentamente Kyle comenzó a ver más y más destellos del antiguo
Grey Rhodes. Primero fue el chiste sobre el número de lasañas todavía
almacenadas en el congelador, luego también hubo un día en que Kyle regresó a
casa después de una reunión con Chuck y encontró a su padre al teléfono con el
director de un refugio para mujeres maltratadas, haciendo arreglos para donar la
ropa de su madre.
52
Director Financiero
340
—¿Esos son los valores financieros más recientes?
Kyle se dio la vuelta, tan sorprendido por la voz que estuvo a punto de
atragantarse con el camarón pad thai. Su padre estaba junto al refrigerador; cuánto
tiempo había estado allí nadie lo sabría.
—Sí —Tomó un sorbo del cóctel nocturno que se había servido, vodka con
hielo, y trató de parecer indiferente cuando su padre se sentó en el taburete al lado
de él.
Grey se volvió hacia él con un brillo agudo que Kyle reconocía bien. Señaló
—Tal vez deberías mostrarme qué demonios has estado haciendo con mi
compañía todo el verano.
Kyle sonrió. Gracias jodido Dios. Sin más preámbulos, le entregó las finanzas
a su padre.
—Ya era hora. Leer esta cosa es tan divertido como ver secarse la pintura.
Nada sorprendente fue que lo siguiente de lo que Grey quiso fue hablar
sobre la facultad.
341
—Sé que tus clases comenzaron hace un par de semanas. Probablemente es
el momento de que pienses en regresar a Champaign.
Kyle había sabido que este momento al final llegaría, al menos siempre
había esperado que llegara, y había pensado un montón acerca de sus opciones.
Podía volver a Champaign y pasar los próximos años en un campo de maíz,
obteniendo su doctorado. O, si no quería estar tan lejos de su familia, podía
La verdad de la cuestión era que, los puntos de vista de Kyle sobre lo que
quería habían cambiado mucho en los últimos tres meses y medio. Él, Jordan, y su
padre eran ahora un equipo. No tenía dudas que habría momentos más difíciles por
delante, ya estaba temiendo esta próxima temporada de vacaciones, pero pasara lo
que pasara, estarían juntos. Trabajar en Rhodes Corporation le daría la tranquilidad
de saber que estaba al lado de su padre, todos los días, incluso si su padre no lo
necesitaba. Por no hablar que sabía que le haría feliz, y el tipo se merecía un poco
de felicidad en ese momento.
342
Pero sus motivos no eran del todo altruistas. Sorprendentemente, durante los
últimos dos meses se había dado cuenta de que en realidad disfrutaba trabajando
para Rhodes Corporation. Es cierto que el poder había sido ilusorio mientras había
asumido temporalmente el papel de su padre, pero encontró que la emoción que
venía con estar en la cima y liderar a otros era bastante... atractiva.
*****
343
su padre, pero le contó lo suficiente como para darle una imagen clara de la
situación por la que había atravesado su familia hace nueve años.
Y la pregunta de los sesenta y cuatro mil dólares era si ella era esa mujer.
—Te ves tan seria, abogada. ¿Una historia demasiado pesada para una
primera cita?
—Sólo si no quieres que me vaya de esta cita pensando que eres realmente
un tipo increíble.
344
*****
Más tarde, esa noche, Rylann se acurrucó contra Kyle en la parte de atrás de
la limusina mientras se dirigían de vuelta a Chicago.
La besó suavemente, sus labios rozando ligeramente los suyos, y por una vez
Sus manos y boca se movieron tiernamente sobre su cuerpo hasta que ella
sufrió por él. Cuando finalmente se colocó entre sus piernas y entró en ella,
llenándola completamente, enredó sus manos en su pelo y le susurró con voz ronca
en su oído.
345
Capítulo Treinta y uno
A la mañana siguiente, Rylann se vistió para ir al trabajo mientras Kyle
realizaba un flujo constante de llamadas telefónicas en su sala de estar. Finalmente
se tomó un descanso y entró en el baño justo cuando ella terminaba de enderezar su
cabello.
—Por el sonido de las cosas, diría que hay un montón de personas deseosas
de meterse en la cama con el Terrorista Twitter —bromeó ella.
—Es como una orgía en este momento —Él deslizó sus brazos alrededor de
Él sonrió ampliamente.
—Sip. El reportero con el que he estado hablando sólo llamó para decir que
su editor ha firmado para ello. Planean sacar mi foto con el título “La Nueva Cara
de Network Security”. Simplemente esperemos que no usen mi ficha policial —
bromeó.
346
—La portada del Time —repitió Rylann. Luego se volvió y le plantó un beso
justo en la boca—. Eso es impresionante.
Ella, entrando al trabajo la mañana en que la historia del Time golpeara los
quioscos, los otros fiscales chismeando sobre ello en los pasillos. Cade dejándose
caer para hablar, molesto por ser lanzado como el villano, y Cameron muy
posiblemente frustrada por que la integridad de la oficina sobre la que había estado
trabajando duramente por reconstruir desde la salida de su predecesor, estuviera
una vez más en entredicho.
Sí, siempre podía pedirle a Kyle que no lanzara ninguna calumnia sobre su
oficina durante la entrevista. Pero hacerlo se sentía mal. Ya sea que estuviera de
acuerdo con él o no, debería tener el derecho de expresar sus opiniones sobre el
347
tema… sobre todo porque sabía que Cade, de hecho, había ido tras él
particularmente duro debido a su apellido y a su situación financiera.
Él maldijo por lo bajo. —Debería atender esta. Lamento que las cosas estén
tan locas en este momento.
—Debo irme —dijo—. Tengo que correr a casa, tomar una ducha rápida, y
dirigirme a la oficina. Según Sean, ya hemos recibido treinta llamadas en la línea de
negocios esta mañana —La atrajo más cerca—. Voy a cenar esta noche con mi
348
familia. Es una tradición que Jordan y yo empezamos hace ocho años, como una
manera de asegurarnos de que mi padre no estuviera solo en el aniversario del
accidente de coche de mi madre. ¿Puedo llamarte después?
Rylann asintió, pensando que probablemente no era tan mala idea que
pasaran la noche separados. Claramente, ella tenía mucho en qué pensar.
—Se ha hecho más fácil con los años —La besó como despedida, largo y
profundo, luego gimió y se retiró—. Nunca conseguiré salir de aquí si sigo con eso.
—Uno secreto.
—De acuerdo. Lo que sucede en la sala del gran jurado se queda en la sala
del gran jurado. Recuerdo el discurso bien —Con un guiño, dio media vuelta y
salió de su apartamento.
Quizás Kyle ha olvidado algo, pensó. Con eso en mente, se bajó del taburete y
salió de la cocina.
349
Cortó a través de su sala de estar y abrió la puerta, esperando ver un par de
penetrantes ojos azules y unos hoyuelos.
—Sorpresa.
350
Capítulo Treinta y dos
Rylann parpadeó sorprendida.
—Está bien, era demasiado esperar una cálida recepción. Estoy aquí porque
me gustaría hablar.
Él señaló, sonriendo.
—Ah, ahí está ese sarcasmo que extrañaba. Ya probé el teléfono, ¿recuerdas?
Me colgaste.
—Porque no creía que hubiera algo más que tuviéramos que decirnos —
Pero ahora, a juzgar por el hecho de que estaba allí de repente, en su puerta, había
estado muy equivocada al suponer eso.
351
Jon sonrió.
—Gracias.
—Bonito lugar —dijo. Miró por encima hacia la encimera, sus ojos
deteniéndose en el solitario tazón de cereales y en el iPad. Desayuno para uno.
—¿Cómo me encontraste?
—Creo que cometí un error. Con nosotros. Italia no ha resultado ser lo que
pensaba que sería —Dio un paso hacia adelante, su voz se volvió más suave—.
Realmente te extraño, Ry.
Al oír las palabras, Rylann sintió una mezcla de emociones en ese momento:
pesar, simpatía e incluso algo de tristeza.
Pero no amor.
352
—No podemos hacer esto, Jon. Se acabó. Estuvimos de acuerdo en eso
cuando te subiste al avión con destino a Roma. He seguido adelante ahora.
—Sí.
—¿Es serio?
—Podría ser.
Al ver eso, Rylann no estaba segura de qué decir. Lo que sea que estaba
pasando con su ex en ese momento, él estaba obviamente confundido y no en un
buen lugar.
—Jon, lo lamento.
—Estoy cansado. Un largo vuelo. ¿Tal vez podrías darme un vaso de agua?
Le entregó el agua.
353
—Gracias —Él la abrió y tomó un sorbo, después dejó la botella sobre la
encimera—. Sólo dime una cosa. Cuando estábamos juntos, ¿eras feliz?
Sí, lo había sido. Ellos, obviamente, habían tenido sus problemas, como todas
las parejas, pero habían salido durante tres años, habían vivido juntos, e incluso
había querido casarse con él. Pero luego lo había superado con el plan de los seis
meses, algo que probablemente había sido más fácil de hacer de lo que debería
haber sido.
—No habrá una segunda oportunidad, Jon —dijo en voz baja, pero con
firmeza—. Ya no estoy enamorada de ti.
—Si la tocas otra vez lo lamentarás mucho más que esa noche en Jardiniére.
Rylann miró y vio a Kyle de pie en la puerta de la cocina, sus ojos azules
parpadeando furiosamente. Parecía enfadado y tenso y listo para la pelea.
354
—Kyle —dijo ella con sorpresa cuando Jon instantáneamente dejó caer su
muñeca.
—Uh-oh, parece que toqué una fibra sensible allí —replicó Jon.
—Está bien.
355
Salieron fuera de la puerta delantera y al pequeño descanso interno que
contenía apenas algo más que su alfombra de bienvenida y sus dos cuerpos. En el
extremo opuesto del descanso había una escalera que conducía a los apartamentos
del primer y segundo piso.
Primero lo primero.
—¿Qué estás haciendo aquí? —susurró ella después de cerrar la puerta detrás
de ellos.
—Bueno, asumí que tu interrogatorio sería bastante largo, así que pensé en
hacer todas mis preguntas y sacarlas del camino primero.
Él señaló.
—No trates de ser agradable cuando estoy cabreado. Y para que conste,
volví porque olvidé mi reloj en tu mesita de noche. Oí la voz de un hombre dentro
de tu apartamento, y la puerta estaba abierta, así que entré.
¿En serio?
—Me parece bien. La próxima vez que oiga a un hombre extraño dentro de
tu apartamento y encuentre la puerta misteriosamente abierta, no me aseguraré de
que no te estén robando o hayas sido retenida a punta de pistola por algún
delincuente lunático que hayas procesado.
356
—Tal vez este no es el mejor momento para discrepar con toda la cosa de la
posesividad.
—Oh, estaba furioso al principio cuando entré y los vi a los dos parados allí
—Antes, cuando Jon y yo estábamos juntos, sí, pensé que nos casaríamos —
Cuando vio a Kyle apretar su mandíbula, continuó—. Pero parece que haya pasado
una eternidad desde eso ahora. Han pasado tantas cosas desde entonces.
Ella dio un paso más cerca porque no quería pelear por Jon.
—Se irá pronto. Te lo prometo. Pero voló durante la noche desde Italia para
hablarme de esto, no puedo simplemente echarlo a la calle.
357
—Kyle, hace siete meses una mujer te trató como mierda y actuó sin
consideración por tus sentimientos. Sé que las circunstancias son diferentes, pero yo
no soy tan cruel. No puedo simplemente cerrarle la puerta en la cara a Jon sin darle
la conclusión que obviamente necesita —Lo miró a los ojos—. Además, puedes
confiar en mí.
—Está bien.
Rylann exhaló con alivio. Si eran una pareja oficial o no, acababan de
*****
—¿Quieres tener esta discusión ahora? ¿Aquí mismo? —le preguntó Rylann.
358
Él quería todo de ella, así de simple. Y esta vez, no iba a conformarse con
menos.
—Tú sabías cuando nos juntamos por primera vez cómo eran de
complicadas las cosas a causa de mi trabajo —dijo ella.
—Pensé que las cosas habían cambiado. Sobre todo después de anoche.
Su expresión se suavizó.
—Podría ser de esa forma todos los días, Rylann —Kyle puso las manos
—Después de todo lo que ocurrió con Daniela, me dije que no iría en serio
con nadie durante mucho tiempo. Pero entonces llegaste y cambiaste todo. Ya no
quiero ser más algún tipo con el que estés tonteando, Rylann. Quiero estar contigo
todo el camino.
359
dijera esas palabras, “estoy enamorado de ti”, algo que nunca antes le había dicho a
nadie, estarían ahí para siempre.
Kyle sonrió y la atrajo hacia sí... hasta que se dio cuenta de que no había
terminado.
—¿Pero?
—Pero necesito más tiempo. Estás en todas las noticias con tu nueva
Rylann señaló.
—¿Qué quieres que diga, Kyle? Haber cerrado Twitter puede haber sido
gracioso para algunas personas, y sé que tuviste tus cinco minutos, pero de hecho
360
eres un ex-convicto. Y he sido clara contigo desde el principio, que presenta desafíos
para mí.
—No quise decir eso. Es sólo que me estás presionando por respuestas que
no tengo. Tuvimos una visita inesperada de mi ex-novio esta mañana, y ahora, de
repente, estás tirando el guante. Pero esto es tan nuevo, hemos estado saliendo sólo
361
Se acercó y suavemente le tomó la barbilla.
Luego endureció su corazón, sin mirar hacia atrás cuando ella dijo su
nombre, y salió de su apartamento para siempre.
362
Capítulo Treinta y tres
Más tarde esa noche, Kyle entró en EPIC, un restaurante estilo galería
ubicado en el área de River North de la ciudad, y divisó a su familia, incluido su
futuro cuñado, sentados en una mesa cerca de la parte trasera.
Jordán lo había llamado más temprano y le había dicho que había invitado a
Nick a unirse a ellos para la cena. Lo había dicho de modo indeciso, como si le
preocupara que él pudiera sentirse ofendido de que lo había incluido en su tradición
anual.
—Sip.
—Nada. Solo estoy distraído con el trabajo —Le había mentido—. Te veré
más tarde, en el restaurante —Entonces había colgado el teléfono antes de que ella
pudiera hacer alguna pregunta más. Simplemente quería pasar a través de la cena
con su familia de la manera menos dolorosa posible, para así poder llegar a casa y
tratar de olvidar el verdadero día de mierda que había tenido.
363
—Lamento llegar tarde. El tráfico de camino era criminal —Se sentó en el
asiento vacío entre Nick y su padre. Y recogió el menú frente a él—. Entonces, ¿qué
se ve bien?
Cuando nadie le contestó, miró por encima de su menú y vio tres pares de
ojos mirándolo incrédulamente.
Oh. Correcto. Había olvidado que no había hablado ni con su hermana ni con
su padre sobre eso todavía. Ellos habían llamado tan pronto como la prensa lo
había sacado, pero había estado muy ocupado hablando con futuros clientes y, más
tarde, en su cita con Rylann.
Era difícil de creer que habían pasado menos de veinticuatro horas. Anoche
había sido increíble y luego, en un abrir y cerrar de ojos, todo había cambiado.
—¿Eso es todo lo que vas a decir? Por lo general no eres tan modesto.
364
Jordán lo miró con recelo.
—Nunca eres tan modesto —Le arrojó una mirada. ¿Qué está pasando?
Sentado entre Jordan y Kyle, Nick arqueó una ceja, viéndose como el agente
del FBI en ese momento.
—Eso es muy bueno de escuchar, Nick. Entonces, ¿eso significa que harás
una mujer honesta de mi hija a corto plazo? —Grey preguntó de repente.
—Papá.
365
Él inclinó su copa hacia el agente del FBI.
—Bienvenido a la familia.
—No creas todo lo que lees en los periódicos, papá —se quejó Kyle. A pesar
de que eso en especial había sido muy real.
—Bien. ¿Qué hay de lo que veo en los periódicos? Unas semanas antes de la
bomba morena, había una bonita asistente de la Fiscal Federal Aquella cuyos
pechos estás mirando en esa fotografía —Grey lo miró con intención—. Eres un
CEO ahora, Kyle. Tal vez sea hora de que pienses en lidiar con tu vida personal tan
seriamente como con la profesional.
Kyle tomó una respiración profunda, contando hasta diez en silencio. Era la
misma conferencia que había oído de su padre durante años.
Normalmente, esta era la parte donde sonreía y decía: Claro, papá, luego
dejaba la cena y llamaba a cualquier chica que fuera el sabor de la semana de
regreso a casa.
366
probablemente debió ser el primer momento en que debería haberme dado cuenta
de que estaba totalmente perdido. En cuanto a ponerme serio, bien, aquí hay una
sorpresa para ti: lo intenté. Pensé que tenía algo realmente grande. Pero, ¿adivina
qué? Ella no quiere salir en serio conmigo. Descubrí eso justo esta mañana. Así que
si esta noche, por una vez, todos pudiéramos saltarnos la rutina de Kyle es un
Idiota Divertido, yo realmente lo apreciaría mucho.
Kyle sabía que su familia tenía buenas intenciones, pero esto era peor que el
sarcasmo. Expresar las emociones y entrar en contacto con su lado suave no había
funcionado tan bien para él esa mañana, y lo último que quería hacer era volver a
vivir la experiencia. Así que se levantó de la mesa.
*****
Kyle se paró contra la pared de ladrillo en el extremo más alejado del salón
del restaurante, mirando hacia la impresionante vista nocturna de edificios de gran
altura que se alzaban a su alrededor.
367
No había esperado que ella llamara después de la forma en que había dejado
las cosas, pero sin embargo, su mente había comenzado a evocar todo tipo de ideas
sobre lo que podría haber sucedido después de que había dejado su apartamento. Y
ninguna de ellas era buena.
Tal vez debería haber pensado en eso antes de lanzar el guante mientras el
hombre con el que una vez había querido casarse estaba esperando en la cocina.
—Se suponía que te llamaría después de que la nota de prensa saliese, pero
el día simplemente se me escapó —Kyle hizo una pausa, tratando de decidir la
mejor manera de explicarlo—. Y antes de eso... esta compañía era algo que tenía
368
que construir por mi cuenta. Sin ninguna entrada del poderoso empresario de
negocios Grey Rhodes.
—Vale. Podría, tal vez, tener unos pocos pensamientos ocasionales que
vocalizo cuando se trata de ti y de tu hermana —señaló él enfáticamente—.
¿Alguna vez has visto “Keeping Up with the Kardashians”53? Bien, yo sí. Pesqué un
episodio una vez, en una habitación de hotel. Me dio pesadillas durante semanas.
Dios me libre de dejar caer la pelota y que ustedes dos terminen de esa forma.
—Lo lamento.
53
Programa muy famoso en TV de reallity sobre una familia de millonarias.
369
—Aunque hiciste un infierno de trabajo cambiando las cosas —Él levantó su
vaso en un brindis, sus ojos azules brillaron con picardía—. Por el nuevo rostro de
la seguridad de la red.
—Claro que lo sé. El periodista me llamó esta tarde, solicitando una cita
para la historia. Sobre todo, quería saber cómo me siento acerca del hecho de que
mi hijo está comenzando su propio negocio de consultoría.
—Que supe hace nueve años que serías un excelente director general. Y que
era una bendición y un privilegio, entrar en mi oficina todos los días y tenerte como
mi mano derecha —Sonrió descaradamente—. También añadí que esperaba que
siguieras recomendándoles a todos tus clientes los productos de Rhodes Corp.,
viendo como nosotros protegemos a uno de cada tres ordenadores en Estados
Unidos.
Kyle se echó a reír, por supuesto que su padre había conseguido manejar el
asunto.
—Gracias, papá.
Cada uno tomó un sorbo de whisky, y luego hubo una larga pausa entre
ellos.
Grey se inclinó.
370
Kyle dejó su bebida sobre el alféizar y metió sus manos en los bolsillos de
sus pantalones.
—Sip. Y ahora, esta es la parte donde te doy las gracias, pero creo que ya he
dicho todo lo que quería decir acerca de ella esta noche. Lo que, convenientemente,
estaría seguido por la parte donde una camarera se acerca y pregunta si nos gustaría
algo más de beber, eliminando toda discusión sobre ese tema.
Kyle sonrió.
—Le pagué doscientos dólares para que venga tan pronto como me pusiera
las manos en los bolsillos. Sabía que tú y Jordan no podrían quedarse fuera de mis
asuntos por mucho tiempo.
*****
371
aunque pareció molesto y herido e incluso un poco frustrado, finalmente pareció
aceptar lo que ella estaba diciendo.
—Así que metí la pata, entonces. Para siempre —Él pasó la mano por su
boca—. Creo que ese es el precio que tengo que pagar por haber sido un trasero
egoísta hace siete meses.
Rylann lo estudió.
—Jon, no te lo tomes a mal, pero ¿realmente qué está pasando aquí? Sé que
debería sentirme halagada de que te hayas subido a un avión para tratar de
recuperarme, pero... ¿puedo ser honesta?
—Siempre lo eres.
—No lo sé. Siento que hay algo que me falta. Italia estuvo genial los dos
primeros meses, pero luego se disipó el entusiasmo. Supongo que pensé que si tú y
yo pudiéramos recuperar lo que teníamos, al menos esa parte de mi vida se sentiría
bien de nuevo —La miró por encima del cristal—. Lo lamento, sabes. Teníamos
algo bueno, y lo arruiné.
Era tentador dejarlo tomar toda la culpa. Y, sin duda, se merecía mucho de
eso. Pero mientras Rylann estaba sentada allí, mirando al hombre con el que una
vez había creído sinceramente que quería pasar el resto de su vida, se dio cuenta,
por primera vez, que compartía un poco de responsabilidad por la desaparición de
su relación también.
372
Él ladeó su cabeza.
Ella suspiró.
—Hubo algo que faltaba. No creo que ninguno se haya dado cuenta en ese
momento y, francamente, todavía no estoy segura de que puedo poner mi dedo
sobre esto. En el exterior parecíamos felices, pero tenía que haber algo mal,
¿verdad? De lo contrario, no habrías querido irte a Italia sin mí, y yo... habría
tratado de hacer que te quedaras.
Él consideró eso, luego le dio una media sonrisa que fue agridulce.
—Muy cierto.
Jon asintió.
—Sea lo que sea que estés buscando, espero que lo encuentres —dijo Rylann
con toda sinceridad—. Quiero que seas feliz.
373
—Tú también, Ry —Él tocó su mejilla en despedida, entonces se subió al
taxi que lo llevaría de vuelta al hotel en el que se había registrado para la noche.
Recordó un día similar hace siete meses, cuando se habían despedido afuera
del apartamento que habían compartido en San Francisco. Sólo que entonces, el
taxi lo llevó directamente al aeropuerto y a su nueva vida en Italia.
Una vez que el coche desapareció de la vista, caminó las pocas manzanas a
su apartamento, su mente fue a la deriva de nuevo a todo lo que había pasado esa
mañana. Varias semanas atrás, le había dicho a Rae que nunca, ni una vez había
Pero eso no era del todo cierto. Estos últimos dos meses, con Kyle, había
estado haciendo un montón de cosas que no habían tenido mucho sentido desde
una perspectiva práctica. Por él, había estado dispuesta a doblar las reglas, a ir
contra la lógica, y simplemente seguir a su corazón.
Esa misma mañana, cuando él había hecho el comentario sobre que ella
sentía vergüenza de ser vista con él, ella se había sentido... mal.
374
Así que ahora era el momento de tomar una decisión. Podía dejar a Kyle
salir de su vida por segunda vez y preservar su reputación perfecta como Rylann
Laboratorio de Metanfetaminas, la fiscal estrella que nunca habían dado un paso en
falso en el trabajo y que había luchado duro para establecerse como una mujer que
debía ser tomada en serio en una profesión que a menudo no lo hacía. O podía
aceptar que su corona siempre se vería empañada, lo que podría disminuirla a los
ojos de su jefe y compañeros de trabajo, y salir del armario sobre el hecho de que
estaba saliendo con el Terrorista de Twitter, su anterior testigo y el más infame ex
convicto que se haya procesado por su oficina en su historia reciente.
La única pregunta que quedaba era hasta dónde estaba dispuesta a hacer
eso.
375
Capítulo Treinta y cuatro
A la mañana siguiente, Kyle estaba sentado en su escritorio en la oficina del
centro en Rhodes Network Consulting, mirando distraídamente por la ventana
hacia la vista del río Chicago.
De Rylann.
376
EN ALGÚN MOMENTO, HOYUELOS, ¿TIENES PLANEADO TENER
ALGÚN CONSULTOR REAL EN RHODES NETWORK CONSULTING?
Hmmm.
Él recordaba eso ahora; había dicho algo al respecto la noche del miércoles,
durante el viaje en limusina hacia Champaign.
377
—No dormí bien anoche.
Kyle hizo una pausa, pensando en eso, luego hizo un gesto hacia sus
espaldas.
—Sígueme.
Cuando Kyle vio que era su reloj, su corazón dio un vuelco. El había estado
esperando... bien, obviamente ya no importaba.
378
Ella le sostuvo la mirada significativamente.
—Y también vine aquí a decirte que estás equivocado —dio un paso más
cerca—. Quiero estar contigo, Kyle. Más que nada.
Él permaneció inmóvil.
Ella negó.
—No hay “pero” esta vez. Estoy dentro, todo el camino —Tomó una
respiración profunda—. Le contaré a Cameron sobre nosotros esta tarde.
—Rylann, estoy loco por ti, lo sabes —Él sostuvo su mirada, poniendo todo
sobre la mesa—. Pero si hacemos esto, me preocupa que un día te arrepientas. Y
eso me mataría.
Y aunque ella no dijo ni una sola palabra más, Kyle supo que nunca volvería
a dudar de la manera en que Rylann se sentía por él.
379
—La guardaste —dijo él en voz baja—. Todo este tiempo.
Ella asintió.
—¿Por qué?
Ella se detuvo vacilante, y luego con una tierna sonrisa, finalmente puso
todo sobre la mesa, también.
—Te amo, Rylann —Tomó su cara, mirando sus ojos—. Y ahora por fin
tengo una buena respuesta a la pregunta que siempre me hacen de por qué irrumpí
en Twitter. No lo supe en ese momento... pero lo hice para encontrarte de nuevo.
380
Capítulo Treinta y cinco
Esa misma tarde, Rylann se paró frente a la puerta de Cameron.
—Adelante.
381
Cameron lució preocupada.
—Sí, gracias. Pero hay algo que deberías saber, y quería que lo escucharas
directamente de mí —Hizo una pausa antes de soltarlo—. Kyle Rhodes y yo hemos
estado explorando una relación en una calidad no profesional —Ladeó su cabeza—
. Wow. Eso sonó mucho menos cojo cuando lo practiqué en mi cabeza. Déjame
intentarlo de nuevo, sin la licenciatura —Miró a su jefa a los ojos—. Estoy saliendo
con el Terrorista de Twitter.
—No —dijo Rylann con firmeza, queriendo asegurarse de que era clara en
eso.
Cameron asintió.
382
—Esa es una gran declaración —dijo Cameron.
Rylann exhaló.
Cameron la estudió.
—No. Pero estoy preocupada de que esto ponga una tensión en nuestra
Rylann parpadeó. Bien... era seguro decir que las cosas hubieran sido muy
diferentes bajo el anterior Fiscal Federal
383
—El punto es que —continuó Cameron— cuando me hice cargo de esta
oficina, me prometí hacer dos cosas: en primer lugar, eliminar la corrupción, y
segundo, ser la clase de fiscal que deseaba hubiese estado a cargo cuando era una
asistente. Así que sí, el hecho de que estés saliendo con Kyle Rhodes es un poco
raro. Cuando se corra la voz, ¿habrá gente que encuentre extraño que yo tenga una
fiscal saliendo con el Terrorista de Twitter? Probablemente. Pero en comparación
con todo lo que estaba pasando aquí cuando Silas estaba a cargo, creo que puedo
manejarlo. Somos un equipo en esta oficina, Rylann. Tú eres una abogada litigante
fantástica e increíblemente dedicada a este trabajo. Eso es lo más importante para
mí.
—Realmente estabas nerviosa sobre esto —dijo Cameron con una sonrisa.
—Es solo que si estuviera en tu lugar ahora mismo, estoy segura de que me
estaría preguntando por qué una mujer en mi posición habría optado por seguir con
esa relación.
Cameron sonrió.
384
—Hemos tenido un bajo perfil sobre eso. Acabo de empezar a decírselo a la
gente hoy, me imagino que el gato estará fuera de la bolsa el lunes de todos modos
cuando me presente a trabajar llevando un anillo de bodas. Ni Jack ni yo queríamos
mucha fanfarria. Sólo unos pocos amigos y familiares, una ceremonia pequeña y
cenar en la terraza del hotel Península.
—Es el lugar donde Jack y yo nos volvimos a encontrar. Casi. Otra historia
Después de que Rylann salió de la oficina y dio un paso al pasillo, cerró los
ojos y exhaló.
Había sobrevivido.
Ahora, sólo le quedaba un mea culpa después de eso, todo el mundo oiría
acerca de ella y Kyle de cualquier manera, estas cosas inevitablemente se sabían.
Con eso en mente, se dirigió por el pasillo a la oficina de Cade. Se detuvo en la
puerta abierta y llamó.
385
—Hola. Es un poco temprano para Starbucks.
—Necesito hablar contigo sobre algo. Y estoy advirtiéndote ahora que será
un poco incómodo. Tal vez demasiado incómodo.
—¿Rumores?
Rylann parpadeó, había asumido que Jack Pallas había estado haciendo eso
para interrogar a Kyle.
—Genial —dijo ella secamente—. Ahora habrá dos escándalos flotando por
los pasillos acerca de mí.
—Bien, ¿recuerdas esa cosa que leíste en la columna de Scene and Heard,
sobre la bomba morena que Kyle Rhodes está viendo?
386
Cade la miró durante un largo rato, esperando a que dijera algo más.
Entonces, algo hizo clic.
—Menos mal que no era mi novio en ese entonces. Entonces esto habría
sido realmente incómodo.
—Hace un par de meses, te dije algunas cosas sobre el caso de Kyle. Sobre el
hecho de que Silas me pidió que fuera por la sentencia máxima para hacer un
ejemplo con él —Miró condena en sus ojos—. ¿Le dijiste a Rhodes al respecto?
—Por supuesto que no. Eso fue algo que me dijiste en confianza. Sigo
siendo la misma persona con la que vas a Starbucks cada día, Cade. Solo... con un
novio ex convicto al que llamaste una vez una ciber-amenaza para la sociedad.
387
—Sabes que todo el mundo hablará de esto, ¿verdad? —le preguntó Cade.
—Oh, no tengo ninguna duda —dijo Rylann. No estaba contenta con este
hecho, pero lo enfrentaría. Tenía que hacerlo.
—En serio, ¿qué pasa con ese tipo? No es más que un friki de las
computadoras rico con buen pelo.
Rylann sonrió.
—En realidad, sí. Y luego iremos a comprar zapatos juntos y nos haremos
pedicura y manicura —Ella le lanzó una mirada de “sé realista”—. Hablaremos
sobre las mismas cosas que siempre hablamos.
388
—Bien. A las tres, Pierce. Pasaré por tu oficina.
*****
En su lugar, la gente tendría una historia mucho más jugosa que contar.
389
Le envió un mensaje de texto a Kyle diciéndole que había hablado con Cameron y
que le llamaría con los detalles cuando llegara a casa.
—Por favor, dime que la mirada en el rostro de Morgan fue tan inestimable
como me estoy imaginando.
—Eso me han dicho. Con niños, cónyuges, y otras parejas, y todo lo demás
—Rylann le entregó el efectivo al chofer—. Quédese el cambio —Salió del taxi y
cerró la puerta.
390
Con los brazos cruzados sobre su pecho, Kyle la miró con evidente
apreciación mientras se acercaba.
—¿Este es tu coche?
—Pasemos por la próxima semana primero. Veamos cómo van las cosas
después de que salga el artículo del Times.
Bueno... sí.
Él le tocó la barbilla.
391
—Seré prudente, abogada. Estamos en esto juntos —Sus ojos azules eran
cálidos mientras miraba abajo hacia ella—. Entonces, ¿qué dirías de salir a cenar
esta noche?
—¿Una segunda cita? Esto se está poniendo serio —dijo ella tímidamente.
Oh, muchacho.
Él vio su mirada.
—¿Qué?
—Tal vez podamos aprender una lección de mis padres y sondearla primero,
darle la versión sana de la historia. Una que haga hincapié en mis numerosas
cualidades buenas —Kyle reflexionó sobre eso—. Algo así como... “Erase una vez,
un tipo que conocí en un bar que llevaba una camisa de franela y botas de trabajo, y
resultó ser un príncipe disfrazado”.
392
el asiento trasero sacaba su culo desnudo por la ventanilla, moviéndolo, después el
coche arrancó.
—¿Qué voy a hacer contigo, Kyle Rhodes? —Deslizó sus brazos alrededor
de su cuello y miró hacia arriba para encontrarse con su mirada.
Fin
393
Serie FBI/Atornney
01 - Algo Sobre Tí
394
Pero cuando la investigación de Nick se ve comprometida, él y Jordan no tienen más
remedio que fingir ser una pareja, y lo que comienza como una simple asignación
comienza a parecerse mucho a algo más.
Él está jugando
395
Próximamente
Amor Irresistible
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Julie James - Sobre Esa Noche - Serie FBI/Atornney III
398
Julie James - Sobre Esa Noche - Serie FBI/Atornney III
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