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Historia del Movimiento

sindical uruguayo

Contenidos
p4 / El sindicalismo uruguayo en el proceso histórico nacional (1870-2006)
Rodolfo Porrini
p4 / 1. Una mirada sintética de la evolución histórica del sindicalismo en
Uruguay
p12 / 2. Algunos elementos identificatorios del sindicalismo en Uruguay
p14 / 3. Legados de la historia, desafíos del presente
p15 / Para saber más
Rodolfo Porrini

El sindicalismo
uruguayo en
el proceso
histórico 1. Una mirada sintética de
la evolución histórica del
nacional (1870- sindicalismo en Uruguay 2
2006) Orígenes. Se toma con frecuencia 1870 como pun-
to de partida de los “orígenes” del movimiento obrero
uruguayo, al constituirse en forma permanente una
organización formada exclusivamente por trabajado-
res y para su defensa, como fue el caso de la Sociedad
Tipográfica Montevideana. Desde entonces se formaron
sociedades de socorros mutuos vinculadas a diferentes
Un proceso histórico social singular oficios o actividades y orígenes nacionales o regionales.
A lo largo de más de cien años de existencia el Algunas de estas terminaron constituyendo verdaderas
asociacionismo de los trabajadores uruguayos organizaciones de clase. También hubo cooperativas de
ha adoptado muy diferentes formas. El actual producción, como la de los tipógrafos entre 1889 y 1892.
PIT-CNT, Plenario Intersindical de Trabajadores Y existieron múltiples experiencias de clase a través de
(PIT) / Convención Nacional Trabajadores (CNT), reclamos, situaciones de conflicto y hasta huelgas que
nació con esa denominación el 1º de mayo de ambientaron, en algunos casos, la génesis de “socieda-
1984. Puede considerarse que, de esa forma, se des de resistencia”.3
incorporaba la experiencia inmediata de las luchas  Por otra parte, desde 1872 existieron contactos con
de los trabajadores contra una brutal dictadura miembros de la Sección Mexicana de la Asociación In-
civil-militar (1973-1985) y, al mismo tiempo, recogía ternacional de Trabajadores anarquista, con sede en
las tradiciones históricas del movimiento obrero Suiza. Desde 1875 se creó en Montevideo la Federación
uruguayo y mundial. El PIT-CNT se constituía así Regional de la República Oriental del Uruguay. En una
en el referente indiscutible de las distintas luchas, sociedad de criollos e inmigrantes, estos “internaciona-
experiencias de clase y corrientes del movimiento listas”, con una ideología política más definida que los
sindical uruguayo y de su proceso de unificación en impulsores de las “sociedades mutuales”, intentaron
torno a un Programa y una organización.1 organizar y concientizar a los trabajadores de luchar
contra la “explotación del hombre por el hombre”. Entre
  sus acciones se destaca el apoyo a la “primera huelga
de todo un gremio”, la de los fideeros en 1884, la edi-
ción de periódicos como “El Internacional” (1878) y “La
Lucha Obrera” (1884), y la organización de secciones en
Paysandú y en Las Piedras. Al año siguiente constituye-
ron la Federación Local de los Trabajadores de la Región
Uruguaya, que editó el periódico Federación de Traba-
jadores. En 1890 se intentó crear una “Unión Obrera” a
partir del periódico El Partido Obrero.
 A partir de la década de 1890 se fueron formando
sociedades de resistencia, animadas por ideologías
anarquistas, aunque también asomaban en algunas de
ellas, los luchadores y organizadores socialistas, de raíz
“marxista”. A comienzos del siglo XX los católicos, ade-
más de organizaciones en las que participaban juntos
obreros y patronos, promovieron la formación de “unio-
nes gremiales” solo de obreros.

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Manifestación obrera, Montevideo (1905)

  La impronta hegemónica de la FORU, el anar- en los sindicatos por oficio predominantes entonc-
quismo. es, pero también en “centros de estudios”, ateneos y
  Intentos de los socialistas con la creación de la bibliotecas, expresando sus distintas corrientes de
Unión General de Trabajadores y de los católicos con la pensamiento y acción. El Centro Internacional de Es-
Confederación de Uniones Gremiales de Obreros, am- tudios Sociales fue creado en 1897 por un grupo de
bos de 1905, no tuvieron gran desarrollo. En cambio, la sastres italianos,  predominando los anarquistas pero
propuesta de los anarquistas fructificó en la creación también participaron socialistas y miembros de otras
de la Federación Obrera Regional Uruguaya (FORU) tendencias del movimiento obrero y cultural de la épo-
entre marzo y agosto del mismo año, momento este úl- ca. El mismo albergó hasta gran parte del decenio de
timo en que ocurrió su congreso fundacional. En sus 1920 debates, controversias y conferencias, fue sede de
Estatutos planteaba organizarse “para destruir todas periódicos y brindó apoyo concreto a las luchas obre-
las instituciones burguesas y políticas, hasta llegar a ras de entonces.
establecer en su lugar una Federación Libre de produc-  La estructura organizativa de sindicatos “por ofi-
tores libres”4. En esos años se desarrollaron, además cios” convivía en una estructura económica con un
de firmes relaciones fraternas con organizaciones de desarrollo fabril aun débil –aunque había importantes
la región –como con la ‘hermana’ Federación Obrera concentraciones de obreros, como en los saladeros, y
Regional Argentina, FORA- importantes acciones so- desde inicios del decenio de 1910, también en los frig-
lidarias con el movimiento obrero fuera de fronteras, oríficos-, con predominio de talleres y la producción
por ejemplo ante la detención y el posterior asesinato artesanal. Algunos “servicios” en el transporte –tran-
de pedagogo y anarquista catalán Francisco Ferrer i vías, ferrocarriles- llegaban a tener importante número
Guardia en 1909, o en rechazo a la aplicación contra de trabajadores.
sindicalistas extranjeros de la “ley de residencia” de la  
Argentina y en apoyo a estos.   El impacto de la Revolución Rusa de Octubre. 
 En esas primeras dos décadas del siglo XX, a pesar
de altibajos en su fuerza y organización, puede afir- Luego de antecedentes que se remontaban a fines
marse que existió una importante implantación del del siglo XIX, en 1910 se constituyó en forma perma-
polimorfo movimiento anarquista a través de la FORU nente el Partido Socialista –ese año, en el marco del

Estatutos, Fueros Sindicales, Negociación Colectiva y Salud Laboral | 5


Emilio Frugoni, uno
de los fundadores del
Partido Socialista del
Uruguay (1910)

abstencionismo electoral del Partido Nacional, obtuvo embre de 1920 y abril de 1921-, formaron en ese último
un diputado-, organización que fue insertándose len- año el Comité Pro Unidad Obrera (CPUO). Este proceso
tamente en el ambiente sindical. A fines de los años confluyó luego, en 1923, en la Unión Sindical Uruguaya
diez, un acontecimiento internacional, la Revolución (USU), de mayoría anarco-sindicalista y una presencia
Rusa de Octubre de 1917 marcó al movimiento obrero comunista menor. En un “llamamiento” de octubre de
mundial y también el uruguayo. En 1918 se formó un 1923 la USU establecía: “En el Congreso obrero union-
importante gremio con influencia socialista, la Fed- ista recientemente realizado, quedó sellada la unidad
eración Obrera Marítima. También fueron tiempos de del proletariado del país. De ese memorable congreso
fuertes luchas y represión –como la semana roja en surgió la Unión Sindical Uruguaya, institución obrera
agosto de 1918 con varios muertos en enfrentamientos revolucionaria, llamada a encauzar las fuerzas unifica-
entre trabajadores en conflicto y las fuerzas policiales-, das de los trabajadores y orientarlas frente a las fuer-
en un marco regional también conmovido y sangrien- zas regresivas del Capitalismo y el Estado”.6 Poco años
to, como la denominada Semana Trágica en la Buenos después, dentro de la USU los comunistas formaron
Aires de enero de 1919.5 el “Block de Unidad Obrera” que expulsado de aquel-
 Al interior de la FORU y también de organizaciones la, convocó a formar una nueva organización. Así, en
como el Partido Socialista, se produjeron interesantes e mayo de 1929 constituyeron la Confederación General
intensos debates en torno a la revolución que estaba en del Trabajo del Uruguay (CGTU). Su estrategia sostenía
curso en Rusia. De la FORU se separó el sector anarquis- “Perseguir por la lucha de clases el mejoramiento y la
ta que acompañó inicialmente la revolución rusa, confi- liberación final de la clase obrera. Esto último sólo es
ados e interesados en la “revolución y la “dictadura del posible por el derrumbamiento del poder capitalista y
proletariado” desde los soviets y el poder desde abajo. la toma de la dirección de la sociedad por el proletaria-
Este sector, junto con la pequeña pero activa militancia do en alianza con los campesinos pobres”.7
comunista –cuyo Partido se había fundado entre seti-  

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Crisis económica, dictadura e industrialización. las alianzas de las grandes potencias en la Guerra, el
  20 de marzo de 1942 se produjo el inicio del Congreso
Con la crisis económica mundial de 1929, se produ- fundacional de la UGT, con participación de comunis-
jo el golpe conservador del Presidente colorado Gabriel tas, socialistas y sindicalistas afines de los partidos Co-
Terra del 31 de marzo de 1933, apoyado por el Partido lorado y Nacional, además de “independientes”. En la
Nacional Herrerista y las principales cámaras empre- Declaración de Principios de la UGT se sostenía: “que
sariales. En ese entonces el sindicalismo estaba expre- la aspiración suprema del proletariado uruguayo es la
sado en tres pequeñas “centrales”, las mencionadas instauración de un régimen social y económico que
FORU, USU y la CGTU, que no realizaron una fuerte ni aseguren al hombre el pleno desarrollo de sus faculta-
coordinada resistencia al golpe de Estado ni más ad- des creadoras y a la humanidad su progreso incesante
elante al régimen dictatorial instalado desde marzo de hacia la sociedad sin clases, lo que solo puede alcan-
1933. El deterioro de las condiciones de vida, la reba- zarse aboliendo toda forma de explotación y opresión
ja salarial, la importante desocupación, fueron facto- del hombre por el hombre”.9
res que contribuyeron a debilitar más el sindicalismo.  Los gobiernos de la época -en los años cuarenta y
Junto a ello y con antecedentes de los años previos, la parte de los cincuenta-, intentando volver a una con-
represión antisindical se acentuó durante los primeros cepción de “estado de bienestar” desarrollaron políti-
años de la dictadura terrista: con detenciones, deport- cas de integración y concertación social, aprobándose
aciones de sindicalistas e izquierdistas, censura de la en noviembre de 1943 la ley de Consejos de Salarios,
prensa obrera, y el apoyo estatal que contribuyó a la mecanismo que integró consejos por sector -en la in-
derrota de la larga huelga de los gráficos de diarios en- dustria y los servicios- integrados en forma tripartita
tre agosto y diciembre de 1934, a pesar de un paro gen- por siete miembros con representantes mayoritarios
eral unitario, también acompañado por la Federación del Poder Ejecutivo (3), las patronales (2) y los traba-
de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU, fun- jadores (2), y que sobreviviera un cuarto de siglo hasta
dada en abril de 1929). fines de los años sesenta.10
 Con el impulso a las políticas de industrialización  Finalizada la Segunda Guerra en 1945, y luego del
desde mediados de los años treinta, y cierta amor- clima de paz y esperanza mundial que se vivió –del que
tiguación de la represión, comenzó a producirse, había nacido la Federación Sindical Mundial (FSM) en
además de un crecimiento de la clase obrera industrial un congreso en París ese mismo año- vinieron los tiem-
-que acompasaba la formación de una nueva clase tra- pos de la “guerra fría” y en el sindicalismo internacio-
bajadora, en la industria y los servicios-, un nuevo mov- nal de la FSM hubo escisiones que llevaron a crear en
imiento organizativo y de luchas de los trabajadores8. 1949 la Confederación Internacional de Organizaciones
Fue así que entre otras huelgas, se produjeron la de los Sindicales Libres (CIOSL) y en 1951, vinculada a esta,
tranviarios y de la construcción en 1936 que resultaron la Organización Regional Interamericana del Trabajo
victoriosas. La guerra civil española (1936-1939) y el (ORIT); ya existía desde 1920 una organización de cuño
combate al franquismo sublevado contra la Repúbli- católico, la Confederación Internacional de Sindicatos
ca Española, ambientó, mayoritariamente, un acer- Cristianos. 
camiento entre los pro-republicanos que en general,  Este clima también se expresó en el caso urugua-
también eran antiterristas. En esos años se produjo un yo. Del corto periodo de acercamiento entre el sindi-
aumento de la influencia de las corrientes marxistas calismo mayoritario y los gobiernos, y en ciertos casos
-socialistas y comunistas- en el medio sindical. también con algunas patronales –ubicable entre 1938
  y 1946-, se pasó a la emergencia de tensiones y luego
Tiempos de luchas obreras y división sindical. a situaciones de enfrentamiento en el medio laboral y
entre sindicatos y el Estado. Asimismo, de la hetero-
  Un intento de unificación importante, en el con- geneidad constitutiva de una importante (pero no to-
texto de la Segunda Guerra Mundial (1939-45) se pro- tal) unidad organizativa sindical que duró demasiado
dujo a comienzos de los años cuarenta con la creación poco, se vivió el enfrentamiento entre tendencias po-
de la Unión General de Trabajadores (UGT). En el mar- líticas e ideológicas y la división en los ámbitos gre-
co de una difícil situación marcada por los cambios en miales de los trabajadores. En muchas oportunidades

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predominó el paralelismo sindical en las fábricas y en el litoral y el este del país. Y a nivel regional, ocurrió la
los gremios, la existencia de varias organizaciones que victoria de la Revolución Cubana y su posterior defini-
reclamaban para sí la exclusiva representatividad del ción “marxista-leninista”, que influyó en todo el conti-
sindicalismo, algunas de ellas clasistas y otras no, y nente americano, incluido el Uruguay.
muchísimos sindicatos “autónomos”, de muy diversa  
conformación ideológica y comportamientos. Fue así La CNT. De la coordinación a la organización
que además de la UGT, se constituyó en enero de 1951 unificada. 
la Confederación Sindical del Uruguay (CSU), afiliada
luego a la CIOSL y a la ORIT, central interamericana   Desde 1959 asumieron los gobiernos del Partido
orientada por los sindicatos de EEUU (AFL-CIO) y ofici- Nacional (1959-1967) con sus experiencias de neolibe-
nas del gobierno de ese país. También ese año se formó ralización e ingreso a las políticas del Fondo Moneta-
una coordinación de gremios autónomos y clasistas rio Internacional (FMI). Los problemas económicos, el
que se denominó “Gremios Solidarios” que impulsó alza del costo de vida y la baja del salario real, y los
en octubre una “huelga general” en apoyo al nacien- reclamos populares obtuvieron respuestas represivas
te sindicato en Ancap –que resultó triunfante-, y otra desde el Estado. En un contexto mundial complejo,
en setiembre de 1952 que ambientó la aplicación de en los inicios de la década de 1960 se desarrollaron
Medidas Prontas de Seguridad -la primera vez ante un acciones violentas de la derecha, surgieron grupos
conflicto gremial-, y que fue derrotada. Muchos otros armados de izquierda, al tiempo que los partidos po-
sindicatos continuaron siendo “autónomos”, o eran líticos se fragmentaban más y avanzaba el proceso de
“asociaciones” de trabajadores –algunas de ellas de “politización” de las Fuerzas Armadas del país. Desde
los ya numerosos empleados públicos y posiblemente el campo de los trabajadores, se intensificaron las lu-
con elevada composición de origen blanco y colorado-, chas sindicales y las marchas de los cañeros de Bella
o también de raíz católica, no acercados a ninguna de Unión a Montevideo, desde 1962, mostraban “otro Uru-
estas organizaciones. guay”. También aumentaron las coordinaciones entre
  los funcionarios públicos -se creó la Confederación de
 Nuevos intentos de acercamiento y unificación.  Organizaciones de Funcionarios del Estado, COFE, y
la Mesa Sindical Coordinadora de Entes Autónomos y
 La división comenzó a revertirse desde mediados Servicios Descentralizados- y, ocurrieron acercamien-
de los años cincuenta, en medio del reconocimiento tos entre las principales tendencias sindicales. Entre
general de la “crisis” en todos los renglones de la ac- fines de junio y setiembre de 1964 se fue conformando
tividad económica. Fue así que en 1956, luego de una la Convención Nacional de Trabajadores, la CNT, como
huelga frigorífica que usó la inédita medida de lucha organismo permanente de coordinación y de lucha. Se
de la “huelga de hambre” -así como de la marcha a aprobó en agosto una Plataforma reivindicativa, y en
pie de los obreros frigoríficos desde Fray Bentos a la setiembre ya existía la Mesa Representativa.
capital-, desde la Federación Autónoma de la Carne  
se convocó a una reunión de la cual surgió la “Comi- El Congreso del Pueblo y el Congreso de
sión Coordinadora pro Central Unica” que, si bien no Unificación Sindical. 
unificó las fuerzas sindicales, retomó las prácticas de
acción conjunta, realizando nueve medidas de paro so-  La CNT fue afianzando su organización, y preparó
lidarias entre 1956 y 1958.11 A partir de ese último año, en abril de 1965 un paro que tuvo un gran impacto en
y disuelta la coordinación, se inició otro proceso de la población. En agosto se convocó a un Congreso del
acercamiento entre importantes tendencias sindicales, Pueblo participando representantes de organizaciones
llevando, entre 1959 –año en que se disolvió la UGT- y sindicales, estudiantiles, cooperativistas, de jubilados,
1961, a la formación de la Central de Trabajadores del de la educación, de la cultura y de pequeños producto-
Uruguay (CTU). Desde mediados de los años cincuenta res. Del mismo surgió el “Programa de Soluciones a la
y comienzos de los sesenta también se dieron luchas y Crisis” que sostenía la necesidad de realizar importan-
huelgas entre los trabajadores rurales, y la formación tes reformas en el agro, el comercio exterior, la indus-
de sindicatos de cañeros, remolacheros y arroceros en tria y la banca, la tributación, la educación y levantaba

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Huelga General (1973)

un reclamo de mayores libertades sindicales y para los


sectores populares. Entre el 28 de setiembre y el 1º de
octubre de 1966 se realizó el Congreso de Unificación
Sindical: al disolverse la CTU, la CNT se constituyó en
el organismo unificado de los sindicatos uruguayos. El
Congreso aprobó una Declaración de Principios, el Pro-
grama de Soluciones a la Crisis –emanado del Congreso
del Pueblo-, y el Estatuto. En este se proponía garanti-
zar la democracia sindical, la independencia frente al
Estado, los patronos y los partidos, la no afiliación a
ninguna central sindical internacional, y la promoción
de la unidad sindical internacional.
 
El periodo 1968-1973, el golpe de Estado y la
huelga general. 
 En el marco de la nueva Constitución de 1967 que
creó un Poder Ejecutivo fuerte, se intensificaron las
luchas sociales, se produjo el descaecimiento de las
formas de convivencia pacífica y el aumento de la vio- Fuerzas Armadas y sectores políticos y patronales. La
lencia política, en particular el enfrentamiento entre la clase obrera y la CNT, junto a estudiantes y sectores po-
guerrilla de izquierda y el gobierno. Con el “pachequis- pulares respondieron con la huelga general, ocupando
mo” –Jorge Pacheco Areco asumió la Presidencia de la lugares de trabajo y locales universitarios hasta el 12 de
República en diciembre de 1967 ante la muerte de su julio en que fue levantada para “continuar la lucha por
titular, Oscar Gestido- se produjo una fuerte represión otros medios”.
estatal (a través de un decreto se ilegalizó cinco gru-   ¿Cómo fue posible tal respuesta obrera? En otro
pos de izquierda y clausuró su prensa), la aplicación lugar he sostenido que la génesis, extensión y larga
permanente de “medidas prontas de seguridad” con- duración de la huelga “fue posible merced a un persis-
tra los movimientos sociales y políticos opositores, la tente proceso de preparación y reflexión (sindical y po-
contención y baja salarial, y la eliminación de mecanis- lítica) así como de construcción de un ‘espíritu’, tal vez
mos de concertación como los Consejos de Salarios. En ‘desde abajo’, que abarcó un amplio conjunto de traba-
medio de intensas luchas populares en 1968 y 1969, el jadores. En dicho estado de ánimo así como en la inter-
movimiento sindical debatió enérgicamente “táctica y nalización de la posible medida influyeron, en parte, la
estrategia” entre una orientación mayoritaria –orienta- masiva participación en las intensas luchas sociales de
da por los comunistas- y otra minoritaria, la “tendencia los años previos, y la demostrada vocación de los sindi-
combativa”. En medio de estas controversias se produ- catos de enfrentar el autoritarismo y asumir la defensa
jo el Primer Congreso de la CNT en mayo de 1969, y el de los derechos sociales y democráticos a los que había
Segundo en junio de 1971, logrando a pesar de las polé- contribuido a instalar a lo largo de décadas.”12
micas el ingreso de nuevos sindicatos y una dirección  
elegida por unanimidad. Las elecciones de noviembre La resistencia a la dictadura y la
de 1971 dieron la victoria colorada al candidato conser- reorganización sindical. 
vador Juan María Bordaberry. Desde allí recrudeció la
lucha entre el MLN y las fuerzas armadas del Estado y  Llegalizada la CNT y sus dirigentes desde el 30 de
creció la politización e intervención de estas últimas, junio, hubo dos militantes muertos durante la huelga,
que las llevaron al “golpe” de febrero de 1973, desco- centenares de detenidos, miles de huelguistas despe-
nociendo al Presidente y obligando a crear el incons- didos sin indemnización y destituidos públicos. Ante
titucional “Consejo de Seguridad Nacional”. El golpe un decreto del gobierno dictatorial en agosto de 1973,
de Estado del 27 de junio fue dado por Bordaberry y las los trabajadores volvieron a afiliarse a los sindicatos

Estatutos, Fueros Sindicales, Negociación Colectiva y Salud Laboral | 9


Huelga General- Cristalerías del Uruguay (1973)

de la CNT. Esta actuó en forma clandestina, promovió  Del PIT al PIT-CNT: “un solo movimiento sindical”. 
paros en los primeros años, organizó movilizaciones  
“relámpago” los Primeros de Mayo de 1974 y 1975. La En 1983 un grupo de sindicatos organizaron el pri-
dictadura –coordinada con otras fuerzas armadas del mer acto público por el 1° de Mayo, con las banderas
continente- produjo una represión y control estatal de “Libertad, Trabajo, Salario y Amnistía” y nació el
contra toda forma de oposición política, social y cul- Plenario Intersindical de Trabajadores (PIT). En un
tural, hubo miles de detenidos y presos, torturas y casi marco de efervescencia social creciente, se produjeron
doscientos desaparecidos. La resistencia adoptó múlti- acciones como la movilización del PIT prohibida y re-
ples formas en todo el periodo. En noviembre de 1980 primida el 9 de noviembre de 1983, el multitudinario
fracasó el proyecto constitucional de la dictadura –en acto opositor en el Obelisco el 27 de ese mes y el exi-
plebiscito que obtuvo 42% de votos emitidos frente al toso primer paro general promovido por el PIT el 18 de
56% que lo rechazó- y se abrieron nuevos espacios para enero de 1984. La conmemoración del 1° de Mayo de
la lucha antidictatorial. En las elecciones internas de 1984 expresó la unión simbólica entre el PIT y la CNT
los “partidos habilitados” en 1982 triunfaron los secto- –desde entonces PIT-CNT-, bajo la consigna “un solo
res opositores. Un decreto-ley de mayo de 1981 permitió movimiento sindical”. Luego vino el “pacto” del Club
crear “asociaciones profesionales” que aprovecharon Naval y las elecciones con proscriptos y presos en no-
los trabajadores para organizarse y reorganizarse. Un viembre de 1984 en que triunfó el Partido Colorado y el
nuevo estado de ánimo se produjo entre 1982 y 1983. candidato Julio María Sanguinetti. Se recuperaron las
En abril de 1982 se creó la Asociación Social y Cultu- libertades y se liberaron los presos políticos, retornan-
ral de Estudiantes de la Enseñanza Pública (ASCEEP), do muchos emigrados forzados. También durante ese
renacieron y se reactivaron “políticamente” las coope- gobierno se convocaron los Consejos de Salarios, fun-
rativas de la FUCVAM (Federación Unificadora de Coo- cionando hasta 1991 bajo el gobierno de Lacalle (1990-
perativas de Vivienda por Ayuda Mutua), se conoció la 1995) en que dejaron de llamarse. El PIT-CNT realizó,
larga lucha de organizaciones de derechos humanos en medio de fuertes discusiones, el Tercer Congreso en
como el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ) y los familiares noviembre/diciembre de 1985. En diciembre del año si-
de presos y desaparecidos. guiente, participó, junto con sindicatos de Argentina,

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Sello editado por la Administración Nacional de Correos, en


conmemoración del 1° de mayo de 1983
Brasil, Bolivia, Chile y Paraguay, en la creación de la (Fuente: www.correo.com.uy)
Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur.
Una ley votada el 22 de diciembre de 1986, la de “ca-
ducidad de la pretensión punitiva del Estado”, impidió
el juzgamiento de los acusados por violar los derechos
humanos durante la dictadura. El vasto movimiento
social, sindical, popular y político por el referéndum
contra la ley, se expresó en abril de 1989, pero no al-
canzó a derogarla pues casi un 56% la reafirmó. En un
contexto de cambios en la clase trabajadora, de fuerte
desindustrialización y de crecimiento de la exclusión
social, se produjeron cambios en el sindicalismo, per-
diendo peso los sindicatos obreros fabriles y ganando
espacio los de funcionarios públicos y de los servicios.
Durante los congresos sindicales de 1987, 1990 y 1993,
la afiliación sindical fue decreciendo, el punto más
bajo fue el de 2003 cuando alcanzó los 102 mil afiliados. 
A partir de la nueva coyuntura abierta en 2005 con
un gobierno de izquierda, se produjo la formación de
nuevos sindicatos, creció notoriamente la afiliación
sindical -el congreso del PIT-CNT de 2006 tuvo 240
mil trabajadores representados- y aumentó la partici-
pación organizada gremialmente de los asalariados.
Desde marzo de 2005 se convocaron nuevamente los
Consejos de Salarios –más adelante ampliados al sec-
tor rural y del servicio doméstico, y creando espacios
de negociación en el público- y se aprobaron nuevas
leyes laborales, entre ellas la de “fuero sindical”.13 En
2005-2006 parece comenzar otro proceso, cuyo conoci-
miento exigirá profundos abordajes y cierta “perspecti-
va” temporal, también desde el conocimiento histórico
más general del Uruguay hasta el más específico de la
historia social y del mundo del trabajo.

Estatutos, Fueros Sindicales, Negociación Colectiva y Salud Laboral | 11


La unidad y la unificación sindical.
2. Algunos elementos  
identificatorios del A los anarquistas de la FORU en las primeras dos
décadas del siglo XX no les preocupó la “unidad sin-
sindicalismo en Uruguay 14 dical”, pues además de constituir la mayoría de las so-
ciedades de resistencia de la época pensaban más en
la coherencia ideológica y práctica de su federación y
no en incluir a “todos” los trabajadores pensaran como
pensaran. Algunos autores se han referido a este tra-
mo (1906-1923) como de “sindicalismo hegemónico”, y
al siguiente (1924-1929) como “la hora del anarco-sin-
dicalismo”.15  Durante el “sindicalismo hegemónico”
pareció imperar solo la corriente anarquista, aun en
diversas tendencias de ese movimiento, en tanto uno
Pensar el sindicalismo en Uruguay en clave históri- de los sindicatos bajo influjo socialista, la Federación
ca nos ayuda a comprender una parte del país, una ex- Obrera Marítima, permaneció al margen de la FORU.
periencia social significativa y extendida en el tiempo, El siguiente tramo vio la conjunción de anarco-sindi-
que cuanto más conocida es por las ciencias sociales y calistas con la militancia comunista en la USU, coe-
la historia nos abre posibilidades de comparación con xistentes al menos por la circunstancial interpretación
otros lugares y otras expresiones del fenómeno. común del proceso revolucionario ruso, que duró poco
  En distintos momentos se han señalado como más de un lustro. Cuando esta se modificó y divergie-
características y elementos identitarios del sindicalis- ron los análisis, la alianza de los sindicatos comunis-
mo uruguayo aspectos como el “clasismo” y la inde- tas –Block de Unidad Obrera- fue expulsada de la USU.
pendencia de clase; el internacionalismo obrero y su No obstante ciertos planteos comunes y algunos acer-
vínculo con el nacionalismo; el carácter programático camientos la FORU y la USU no volvieron a unificarse.
junto a la faz reivindicativa. Entre los aspectos que se Del mencionado Block nació la tercera organización,
han construido y modificado con el tiempo o según las la CGTU (mayo de 1929) de influencia (supongo) exclu-
coyunturas, se puede reconocer: el pluralismo ideoló- sivamente comunista. Los socialistas, dispersos en el
gico; la “unidad sindical” frente a la divergencia y a nivel sindical, no llegaron a constituir una “central”,
la diversidad organizativa; la variación de las formas pero tuvieron militancia, influencia y hasta dirigieron
de lucha y de negociación colectiva (bipartita, triparti- algunos gremios. Tal el caso de la Federación Uru-
ta); la ubicación en el territorio (la radicación urbana y guaya de Empleados de Comercio e Industria (FUECI)
especialmente capitalina del sindicalismo, sus expre- creada en 1930. Es probable que también por esos años
siones en ciudades y pueblos del Interior; la emergen- –quizá más hacia fines de los treinta- hubiera algunas
cia intermitente y débil en el ámbito rural); la relación iniciativas católicas de formar asociaciones de trabaja-
con el Estado y los partidos políticos, y con el modelo dores bajo su influencia, y también existieran institu-
económico-social. Cada uno de estos aspectos puede ciones de trabajadores constituidas con simpatizantes
transformarse en un caleidoscopio para observar el o miembros de los partidos Colorados y Nacional, en
sindicalismo en Uruguay y comparar con el afuera, ya especial entre el funcionariado público.
sea en la región -la Argentina y el Brasil- o los Estados  Aunque faltaría un análisis más preciso –y profun-
Unidos, los países latinos de Europa o los escandina- do- puede decirse que “no había condiciones” para un
vos. Y, al mismo tiempo, pueden ser temas para repen- organismo único y unificado. Las intensas divergen-
sar y discutir. Consideremos uno de ellos. cias ideológicas de las principales tendencias actuan-
  tes en el “movimiento obrero”, en medio de una fuerte
represión estatal durante la “república conservado-
ra” (1916-1929) y luego durante la “dictadura terrista”
(1933-1938), no ambientaron la unidad, aunque hubo
tímidos intentos, acercamientos y actos unitarios. El

12 | Estatutos, Fueros Sindicales, Negociación Colectiva y Salud Laboral


complejo marco entre la Depresión económica, el as- La crisis económica comenzó a afectar las condi-
censo de los fascismos y la Segunda Guerra influyó ciones de reproducción del modelo económico, social
en las dificultades del sindicalismo en Uruguay, cuya y político. Agrietada la base económica y pasada la faz
peripecia sería difícil explicar en este acotado espacio. de bonanza, desde el Estado se comenzó a resquebra-
Lo cierto es que la experiencia unitaria y plural de la jar las formas de concertación y negociación que había
UGT –de la que no participaron los ácratas- pronto se creado e impulsado.
frustró y quedó limitada a los comunistas y sus círculos  Se produjeron cambios ideológicos en los partidos
de afinidad: en 1943 se retiraron los socialistas, cuya y organizaciones políticas. Desde el Gobierno que vio
militancia sindical junto a otros sectores formaron el comenzar a tambalear su “modelo” y recurrió más a la
Comité de Relaciones Sindicales.  represión que al diálogo. En el Partido Colorado y en el
  ¿La industrialización sustitutiva de importacio- Partido Nacional avanzaron las ideas neoliberales y re-
nes –esto es, un factor económico- y el modelo que la ordenamientos fraccionales hacia ese lugar, al tiempo
impulsó, favoreció la unificación sindical? No podría que también se insinuaron virajes hacia la izquierda.
decirse esto, pues el enfrentamiento entre tendencias En la izquierda “tradicional”, de particular relevan-
se profundizó desde fines de los cuarenta y parte de cia en el movimiento sindical por su fuerte presencia,
los cincuenta -durante la “guerra fría”-, pero sí facilitó disminuyó el “sectarismo” entre los partidos de origen
la formación de sindicatos de industria o por rama – marxista –PC y PS- y en el caso del PS se distendieron
como proponía la propia estructura de los Consejos de sus lazos con los referentes internacionales. También
Salarios-, algunos de ellos masivos y poderosos, frente ocurrió un aggiornamiento en las corrientes anarquis-
a los ya anticuados sindicatos “por oficio”, caracterís- tas que construyeron en 1956 una organización especí-
ticos de las primeras décadas del siglo XX. En verdad fica, la Federación Anarquista Uruguaya (FAU). Estos
fue la política laboral y social del Estado que pergeñó e cambios contribuyeron tal vez a procesar los acerca-
impulsó esta forma particular de negociación colectiva mientos entre las tendencias izquierdistas, así como
tripartita y de concertación que obtuvo aprobación en el vivir el clima de la América en procesos revolucio-
parte importante del sindicalismo y a la que accedie- narios (Bolivia, Guatemala, y finalmente la revolución
ron las patronales involucradas. Y esa estructura fue cubana).
un factor ambientador en el que surgieron nuevos sin-  En los sesenta, el conflictivo contexto internacio-
dicatos. Nacieron importantes gremios en frigoríficos y nal y regional americano –en 1962 la “crisis de los mi-
ferroviarios –“autónomos”-, en metalúrgicos y textiles siles” en Cuba; en 1968 el “mayo francés” y la revuelta
–comunistas y socialistas-, en FUNSA y en las asocia- estudiantil mundial, la invasión de Checoslovaquia;
ciones de funcionarios públicos como en la ANCAP, dictaduras militares de nuevo tipo y movimientos ar-
UTE y el Magisterio, o mixtos -público y privado- como mados de izquierda- se anudó al que vivía Uruguay.
AEBU. Visto desde otro ángulo, las políticas estatales  Para entender un poco más y calibrar por qué no
-laborales, sociales y económicas del Estado, identi- se rompió la unidad sindical tan reciente –soportando
ficadas por algunos como “de bienestar”- ayudaron a las fuertes polémicas de 1968-1969, las de febrero con
crear una importante y potente clase obrera, transfor- los “Comunicados 4 y 7” y en julio de 1973 al levantar
mando el mundo asalariado. la huelga general, se deberá indagar profundamente
  ¿Qué cambió desde mediados de los años cin- la “nueva clase trabajadora” de los sesenta: sus lazos
cuenta para ayudar a la unificación sindical y permitir invisibles, su experiencia de clase, su vida más allá del
el proceso –no lineal por cierto- que llevó a formar la trabajo, sus deseos más profundos y no solo la espuma
Central de Trabajadores del Uruguay (CTU), las confe- de la ola, revolucionaria o rebelde, sin duda, de esos
deraciones de sindicatos públicos, los sindicatos rura- años difíciles. En una mirada más amplia, esto puede
les, los autónomos de línea anarquista, a marxistas y exigir una historia radical, “tan buena como la historia
a independientes a participar entre 1964 y 1966 en la pueda ser” como planteó Edward P. Thompson.16
construcción de esa peripecia novedosa en el país de  
unificación expresada en la CNT, y muy rara en el mun-
do?
 

Estatutos, Fueros Sindicales, Negociación Colectiva y Salud Laboral | 13


¿“Culturas trabajadoras en una sociedad de
“clases medias”? 3. Legados de la historia,
 
La emergencia de una “cultura obrera” puede ser
desafíos del presente
visualizada en ciertos momentos del proceso político
y social del Uruguay. Desde una perspectiva política,
se la puede encontrar en las grandes huelgas y movi-
lizaciones -las que involucraron a miles de trabajado-
res y sus familias-; en impactantes conflictos, algunos
prolongados y otros que afectaron la vida cotidiana de
la población; y en interrupciones más globales del pro-
ceso económico, como en los años sesenta. Pero una
mirada social -más incisiva y que debería recurrir al
análisis microhistórico- permitiría percibir fenómenos A lo largo de décadas se fue creando un movimien-
más complejos y sutiles, subterráneos, difíciles de per- to sindical clasista, plural -con referencia de izquierda
cibir en una primera vista: la cultura obrera en el tra- pero con participación de trabajadores de un amplio
bajo, la vida cotidiana en el barrio, las redes sociales espectro ideológico-, con fuertes tendencias unitarias
constituidas en las contradictorias y complejas relacio- y unificadoras, no sin tensiones también relevantes y
nes familiares, territoriales, de género y edad; la vida presentes. Ha sostenido ser independiente de los go-
en el lugar de trabajo y en los centros de sociabilidad biernos y los partidos, y ha levantado, además de pla-
y del tiempo libre; en la creación y reelaboración de taformas coyunturales, un Programa de Soluciones y
tradiciones; en las conmemoraciones, símbolos e imá- aprobado una Declaración de Principios en 1966 que
genes comunes, atravesando –y a veces diferencian- sostuvo: “La Convención Nacional de Trabajadores
do- el conjunto de las clases trabajadoras.17 Son temas (C.N.T.) expresa en su unidad combativa, en su inde-
a conocer, a investigar, desde un presente donde ha pendencia de clase y en su carácter profundamente
habido cambios importantes desde los años sesenta y solidario, las experiencias de casi 100 años de lucha
setenta en la estructura y el proceso de trabajo, y en la organizada de nuestra clase trabajadora, forjada en
misma clase trabajadora del país. las mejores tradiciones históricas de nuestro pueblo”
  y que bregaría por avanzar “en el camino hacia una so-
ciedad sin explotados ni explotadores”.
 
Esas y otras fueron “banderas” construidas por los
luchadores sociales a lo largo de una trayectoria de
más de cien años, que deberán examinar, además de
los investigadores en su proceso de conocimiento, las
presentes generaciones y, al fin de cuentas, constitu-
yen desafíos de reflexión para los tiempos por venir.

14 | Estatutos, Fueros Sindicales, Negociación Colectiva y Salud Laboral


Para conocer más  
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CORES, Hugo, La lucha de los gremios solidarios  
(1947-1952), Montevideo, Editorial Compañero/EBO, SALA, Lucía-LANDINELLI, Jorge, “50 años del movi-
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1965), 2ª edición, Montevideo, Centro de Estudiantes de blicadas en Trabajo & Utopía (Organo de difusión del
Derecho, 1966 [1965]; El arraigo de los sindicatos, Mon- PIT-CNT elaborado por el Instituto Cuesta-Duarte) [2002-
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TURIANSKY, Wladimir, El movimiento obrero urugua- mentos sobre el Movimiento Obrero Uruguayo, Montevi-
yo, Montevideo, EPU, 1973. deo, CLAEH-FESUR, s.d, 11 Volúmenes (¿1985?).
   
Documentales audiovisuales (conectados con la te- 1.Entre otras carencias de los estudios de historia
mática): del trabajo, es de notar el predominio de una historia
  política e ideológica delsindicalismo, y la falta así -como
Acratas, de Virginia Martínez (2000). la necesidad- de una historia social del sindicalismo que
  incluya o se contextualice desde el estudio más amplio
Hector el tejedor, de José Pedro Charlo y Universin- de la clase trabajadora en el Uruguay. Aún más acotadas
do Rodríguez (2000) y en menor número son las investigaciones y los traba-
  jos sobre la historia del gremialismo patronal y empre-
A las 5 en punto, de José Pedro Charlo y Universindo sarial y de las clases propietarias.
Rodríguez (2004) 2.En relación a este primer punto, un trabajo un
  poco más extenso que incluye la evolución sindical en
Textiles y papeleros de Juan Lacaze, de José Pedro Uruguay se encuentra en mi capítulo “La sociedad mo-
Charlo y Universindo Rodríguez (2006). vilizada” (Capítulo 8), en Ana FREGA y otros, Historia del
  Uruguay en el Siglo XX (1890-2005), 3ª edición, Monte-
Mujeres: trabajadoras y sindicalistas, de José Pedro video, EBO/FHCE, 2010, pp.285-316.
Charlo y Universindo Rodríguez (2006). 3.Sobre el tema en el periodo cfr. Carlos ZUBILLAGA,
  Jorge BALBIS, Historia del movimiento sindical urugua-
Jose D’Elía, Serie Testigos de TV Ciudad; Wladimir yo, 4 tomos, Montevideo, EBO, 1985, 1986, 1988, 1992;
Turiansky, Serie Testigos de TV Ciudad. Carlos ZUBILLAGA, Pan y Trabajo, Montevideo, Librería
  de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educa-
Materiales de apoyo: ción 1997, y Cultura popular en el Uruguay de entresiglos
  (1870-1910), Montevideo, Linardi y Risso, 2011. Una vi-
CENTRO URUGUAY INDEPENDIENTE, Documentos sión de las “tres vías” de este proceso, en Yamandú
sindicales, 10 volúmenes, Montevideo, CUI, 1985-1987. GONZÁLEZ SIERRA, “Primeras asociaciones: Rebeldías
  y esperanzas (II)”, Brecha, Montevideo, 13/2/1987, “La
GONZALEZ SIERRA, Yamandú, Cronología del mo- Lupa”.

16 | Estatutos, Fueros Sindicales, Negociación Colectiva y Salud Laboral


4.Fragmento del Pacto de Solidaridad de la FORU, 17.Para enfoques sobre culturas obreras en Bra-
aprobado en su Tercer Congreso realizado en mayo sil y Argentina, entre otros, cfr. Claudio H.M.BATALHA,
de 1911. Cfr. Carlos M. RAMA, Obreros y Anarquistas, Alexandre FORTES, Fernando TEIXEIRA DA SILVA, Cultu-
Montevideo, Editores Reunidos, 1969, p.28; y en Uni- ras de classe, Identidades e diversidade na formaçao do
versindo RODRÍGUEZ DÍAZ, “Los sectores populares en operariado, Campinas, SP, Editora da Unicamp, 2004;
el Uruguay del novecientos. Segunda Parte”, monogra- Mirta LOBATO, La vida en las fábricas, Buenos Aires, Pro-
fía para el curso de Historia del Uruguay III, año 1991 meteo libros/Entrepasados, 2001, y algunos textos en
(FHCE), pp.135-136. el libro por ella editado Buenos Aires. Manifestaciones,
5.Cfr. Fernando LÓPEZ D’ALESANDRO, Historia de la fiestas y rituales en el siglo XX, Buenos Aires, Editorial
izquierda uruguaya. La fundación del Partido Comunista Biblos, 2011; de Daniel JAMES, Doña María. Historia de
y la división del anarquismo (1919-1923), Montevideo, vida, memoria e identidad política, Buenos Aires, 2004;
Vintén Editor, 1992. y de Dora BARRANCOS, La escena iluminada, Buenos Ai-
6.Boletín de la Unión Sindical Uruguaya, Montevi- res, Editorial Plus Ultra, 1996
deo, N°1, 12/10/1923
7.Francisco R. PINTOS, Historia del movimiento obre-
ro del Uruguay, Montevideo, Corporación Gráfica, 1960,
p.213.
8.Un análisis específico de este proceso, se en-
cuentra en Rodolfo PORRINI, La nueva clase trabajadora
uruguaya (1940-1950), Montevideo, Facultad de Huma-
nidades y Ciencias de la Educación, 2005
9.Justicia, Montevideo, 27/3/1942, p.7: “Declara-
ción de Principios de la UGT. El proletariado en la defen-
sa de la democracia”.
10.El funcionamiento de la ley motivó diversas in-
terpretaciones y debates en la época y posteriormente;
puede considerárselo un mecanismo de integración
social, que contribuyó a elevar los salarios en el medio
urbano, y a electoralizar las prácticas sindicales, entre
otras consecuencias; ver Rodolfo PORRINI, La nueva cla-
se trabajadora, op.cit, pp.146-175: Cap.4 (Estado y tra-
bajadores: de la ‘acción directa’ al entendimiento); ver
también: Instituto de Derecho del Trabajo y la Seguridad
Social (varios autores), Los Consejos de Salarios: una
mirada actual, Montevideo, FCU, 2004.
11.Wladimir TURIANSKY, El movimiento obrero uru-
guayo, Montevideo, EPU, 1973, p.62.
12.Rodolfo PORRINI, “La resistencia a la dictadura
y el aporte obrero a la democratización (1973-1985)”
en Trabajo & Utopía Nº25, Montevideo, febrero 2003,
p.21.
13.República Oriental del Uruguay, Ley Nº 17.940. Li-
bertad sindical. Normas para su protección, promulgada
2/1/2006.
14.Parte de este punto ha sido tomado del capítulo
“Una mirada de largo plazo de algunas características
y evolución del movimiento sindical en Uruguay (1870-
2006)”, incluido en el volumen colectivo “El Trabajo y
el Bicentenario” que editará el Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social de nuestro país.
15.Cfr. Carlos ZUBILLAGA, Jorge BALBIS, Dossier de
documentos sobre el Movimiento Obrero Uruguayo,
Montevideo, CLAEH/FESUR, sd. [1985?]: Volumen III, Pri-
mera Parte (1906-1923) Sindicalismo hegemónico; Volu-
men IV (1924-1929) La hora del anarco-sindicalismo.
16.Edward P. THOMPSON, “Agenda para una historia
radical”, en Agenda para una historia radical, Barcelo-
na, Crítica, 2000, p.14.

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