Apuntes de Lázaro Cárdenas. Año 1941.
Apuntes de Lázaro Cárdenas. Año 1941.
Apuntes de Lázaro Cárdenas. Año 1941.
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gía; por su parte los republicanos españoles refugiados en México
han sabido cumplir con su deber absteniéndose de cualquier ac-
ción política en el país de su asilo; la inmensa mayoría de ellos
aportan su colaboración al trabajo nacional en las más variadas
manifestaciones, actuando cada uno según su capacidad. Así vie-
ne a comprobarse en la experiencia la demostración de que el go-
bierno que presidí sirvió a móviles de interés nacional cuando atrajo
esta inmigración española, cuya raza y calidad es la que ahora,
como en otro tiempo, puede mejor asimilarse en el pueblo mexi-
cano de tan acusada estirpe hispánica.
Dificultades de ejecución, agravadas hasta lo insuperable por
causas del estado de guerra surgido en Europa, no han dejado
hasta ahora llegar a México más que algunos contingentes de re-
fugiados españoles, cuya suma no excede de diez mil. Des-
venturadamente una enorme cantidad de españoles permanecen
en Francia y sus colonias, en situación angustiosa que el gobierno
que presidí trató de aliviar por todos los medios, estableciendo
compromisos con el de Vichy encaminados a la protección, sus-
tento y embarque de aquéllos. La responsabilidad económica de
esta asistencia fue asegurada por organismos de auxilio aquí cons-
tituidos por los refugiados españoles.
Tal es el único y exclusivo contacto de carácter económico que
el gobierno que presidí tuvo con los fondos de la indicada proce-
dencia. Cuantos recursos pecuniarios hayan podido entrar en el
país han sido custodiados y administrados por sus poseedores, sin
injerencia ni intervención ninguna del gobierno mexicano. Sin
desconocer, ni mucho menos, los títulos que éste podría exhibir
para inmiscuirse en la gestión y destino de los aludidos recursos,
hube de preferir que la administración se abstuviera de ello radi-
calmente, pensando que la actitud generosa del gobierno no de-
bía quedar obscurecida por ninguna falsa apariencia interesada.
En consecuencia, las oficinas de intereses refugiados queda-
ron instaladas bajo un régimen de mera tolerancia, al modo seme-
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jante como se establecieron en Europa hace una veintena de años
para protección de otras emigraciones políticas en masa. Pero mi
gobierno, atento a consideraciones previsibles, sin dificultad de-
cidió abstenerse y se abstuvo radicalmente de tomar iniciativa,
participación ni responsabilidad en el manejo de esos caudales,
cuya disponibilidad y aplicación, dentro de los límites de la ley,
quedó en la iniciativa de sus poseedores. Cuantas veces se acerca-
ron éstos a las oficinas públicas en demanda de orientaciones téc-
nicas o económicas para dirigir sus inversiones, fueron aconseja-
dos, sin caer de nuestra parte en injerencia alguna, ni siquiera la
de preguntar si los consejos recibidos habían sido aprovechados o
no.
Sin que esta situación así constituida tuviera influjo directo ni
indirecto con la actitud política adoptada por mi gobierno en cuan-
to al no reconocimiento del español actual, es lo cierto que para
definirse negativamente en este punto la administración por mí
presidida no tuvo más que abstenerse de entablar relaciones di-
plomáticas con la actual administración española. Para ello el go-
bierno de México no tuvo que entrar en aquellas delicadas consi-
deraciones que tocan a la discutida legitimidad de origen de un
gobierno arribado al poder por hechos de violencia; tampoco se
detuvo a considerar si el gobierno rebelde triunfador había conse-
guido dominar en su país por consentimiento general de sus go-
bernados o por artes de terror. Ha sido suficiente, por el contra-
rio, para llegar a la situación comentada, que el gobierno de
México, con cabal visión de las circunstancias internacionales de
su tiempo, apreciara sin salirse de su estricta competencia, la ino-
portunidad de establecer comunicación diplomática con un go-
bierno cuyo apresurado reconocimiento podría causar graves en-
torpecimientos a la posición democrática que América afirma
resueltamente desde el punto de vista de la solidaridad continen-
tal.
La adhesión a este principio político que México ratificó du-
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rante la etapa de mi gobierno, en cuantas ocasiones fuera dable,
no sólo representa la firmeza de su ideal democrático, sino que
significa también su estado de conciencia en defensa de la integri-
dad americana. Ésta puede ser puesta en peligro no tanto por he-
chos de conquista bélica, como por actos de penetración política
que acechan en todo momento y ocasión de los muchos que brin-
dan en cualquier país las diferencias de ideologías y la pugna de
intereses contradictorios. Demasiado propicios éstos y aquéllos a
olvidar, en etapas de los supremos motivos de interés nacional.
Por cuanto éstos coincidían enteramente con la política de
solidaridad americana, es por lo que el gobierno de mi presiden-
cia se adscribió a dicha política con firme decisión. Al ponerla en
práctica jamás hizo nada semejante al abandono de sus prerroga-
tivas soberanas, cualesquiera que fueren los riesgos, o las incomo-
didades que pudieren sobrevenir al sustentarlas. Inclusive cuan-
do las fricciones surgían con algún Estado de mayor potencia. En
éste como en todo caso, fue norma inderogable, para aquel go-
bierno la que manda observar los dictados del honor nacional, sin
caer ni siquiera en desfallecimientos de tal índole que pudieran
parecer excusables.
El gobierno se creyó obligado a sostener en todo instante la
integridad de sus derechos de soberanía, sin perjuicio de tener la
mejor disposición de ánimo hacia soluciones de buen entendimien-
to. En sus diferencias internacionales con otros países, la adminis-
tración que presidí jamás abdicó de una razón, pero nunca exhi-
bió una intransigencia. Y así fue mejorando el estado de las
diferencias existentes, particularmente con el país vecino del nor-
te.
En la historia de las reclamaciones internacionales sufridas por
México, no ha sido la época de la administración de mi cuidado la
que menos ha tenido que contestar. A las ya existentes bajo la
jurisdicción de algunas comisiones mixtas, se agregaban otras nue-
vas provenientes principalmente de expropiaciones agrarias y de
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la expropiación del petróleo. Simultáneamente existían también
reclamaciones de México contra los Estados Unidos de
Norteamérica.
Tan complejo sistema de cuestiones tiene siempre un trato di-
fícil a través del protocolo diplomático. Cada reclamación parti-
cular se recubre de una serie de principios, cuya abrumadora esti-
mación cualitativa no guarda a veces proporción ninguna con la
cuantía inferior del asunto concreto de reclamación. Por otra par-
te, las negociaciones se substancian entre funcionarios autoriza-
dos, cuya palabra oficial, aun desviada ocasionalmente del senti-
do preciso que sustenta la instrucción de su gobierno respectivo,
obliga a éste, por razones de prestigio, a sostener aquélla.
Mi gobierno hubo de percibir claramente cómo el camino de
los arreglos parciales sufría un voluntario colapso de parte del
gobierno norteamericano, a raíz de la expropiación de las compa-
ñías petroleras el 18 de marzo de 1938, forma en la que este go-
bierno hubo de manifestar en un principio su desagrado ante tal
medida.
Sin embargo, los fundamentos de ésta eran de tan evidente
validez, desde el punto de vista jurídico interno e internacional,
que el gobierno norteamericano no pudo desconocer un solo ins-
tante ni la razón de soberanía que autorizaba la expropiación, ni
el carácter de sociedades mexicanas que tenían casi todas las com-
pañías, motivos ambos que se oponían substancialmente al ejerci-
cio de la protección diplomática norteamericana.
En cuanto al sentido general de esta magna operación de res-
cate de tan importantísima fuente de riqueza nacional, el mismo
gobierno norteamericano tenía que reconocer en su fuero inter-
no, la justificación con que procedía el gobierno de México.
Desde la declaración constitucional de 1917, exponente de la
más solemne reivindicación revolucionaria a favor de la soberanía
y de la independencia nacionales, quedaba decretado el deber de
todo gobierno legítimo en el sentido de rescatar la riqueza del
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suelo y del subsuelo de la tierra mexicana. Circunstancias que por
notoriamente conocidas no es preciso repasar aquí, habían ido
haciendo posible, de hecho, que esta riqueza fuera a parar a ma-
nos del capitalismo extranjero. Gestores de éste, poco o nada es-
crupulosos, fueron creando sus títulos de pretendida propiedad,
muchas veces teñidos de sangre mexicana. La explotación del
subsuelo a la par que la del trabajador indígena, se llevó en condi-
ciones de enorme iniquidad. La economía del país, tan quebran-
tada y débil al salir de tantos años de lucha revolucionaria, pugna-
ba en vano por rehacerse bajo el dictado extranjero que controlaba
a su exclusivo beneficio la primera riqueza nacional.
Sin embargo, siempre que la administración mexicana intentó
avanzar en el camino de este rescate, tenía que tropezarse con una
fuerza que parecía irresistible y tan poderosa que era capaz de
conseguir engendros que inconstitucionalmente volvían a reco-
nocer, a favor de titulares extranjeros, derechos y prerrogativas
que les negaba la Constitución.
En tal estado de cosas, sobrevinieron los hechos que dieron
lugar al decreto de 18 de marzo de 1938, cuya fecha permanecerá
por siempre grabada en el sentimiento patriótico del pueblo
mexicano.
Las compañías petroleras adoptaron a la sazón una actitud de
desacato a las leyes y a las instituciones de México. Por negarse a
cumplir una sentencia basada en autoridad de cosa juzgada, die-
ron lugar aquéllas a que las autoridades competentes, en cumpli-
miento de deberes constitucionales, tuvieran que declarar rescin-
didos los contratos de trabajo de dichas empresas con sus
respectivos obreros. De esta suerte, se provocaba por hecho im-
putable a las compañías, la paralización de la industria del petró-
leo, se privaba de abastecimiento de este elemento de necesario
consumo a numerosas ciudades y otros centros de población, se
dañaba, en fin, la propiedad en perjuicio de la colectividad, es
decir, se producían varios de los supuestos previstos como causas
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de utilidad pública justificativas de la expropiación forzosa, se-
gún la ley vigente desde 1936 sobre la materia.
Llegado este caso, no vacilé un instante. Después de medir y
aquilatar cuanto fuera posible las repercusiones positivas y nega-
tivas de la determinación que había de adoptar, resolví decretan-
do la expropiación de las empresas petroleras que habían promo-
vido la enorme dificultad por ellas creada.
Recordaré siempre con emoción profunda el movimiento es-
pontáneo de adhesión con que el pueblo mexicano respaldó tan
importante resolución del poder público. Sin esa asistencia que
presuponía la voluntad general de aprestarse a sufrir todos los
sacrificios que sobrevinieran al país, como consecuencia de aquel
acto de liberación nacional, es posible que el gobierno hubiere
carecido de la capacidad de resistencia necesaria para contestar
los numerosos ataques que le fueron planteados en distintas esfe-
ras de la vida de la nación, en el ámbito social, en el orden político
y en el internacional.
En este último aspecto el gobierno norteamericano no dejó
de insinuar que los deberes de protección diplomática a favor de
sus ciudadanos cubren a éstos, incluso en su calidad de accionis-
tas de compañías extranjeras, por lo que también los accionistas
norteamericanos de aquellas compañías mexicanas podrían ser am-
parados, en términos de derecho internacional, por la protección
de su gobierno. Por otra parte, la indiscutible prerrogativa inter-
na de cada Estado al ejercicio de la expropiación de bienes radi-
cados dentro de su soberanía, había de entenderse subor-
dinadamente a que el Estado expropiante cumpliera la obligación
de indemnizar a los expropiados efectivamente. Siendo esto el
verdadero propósito del gobierno mexicano, dentro de sus pro-
pias leyes, cuya demora en la aplicación sólo era imputable a la
obcecada resistencia opuesta por las compañías interesadas, que
usaron de todos los recursos procesales a su alcance para entorpe-
cer la delicada tarea de tasar la indemnización debida, es obvio
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que la condición relativa alegada por el gobierno norteamericano
podía ser fácilmente contestada, así como también podía serlo
aquella otra que venía a desconocer para los efectos útiles, que el
inversionista extranjero que suscribe capital en sociedades me-
xicanas ha de quedar enteramente sometido a las leyes y tribuna-
les de nuestro país.
En atención a consideraciones de esta índole; el gobierno mexi-
cano pudo responder a la nota del gobierno norteamericano (abril-
mayo 1949), en que por primera vez se planteaba claramente un
principio de reclamación sobre este asunto, al mismo tiempo que
invitaba a someterlo a un arbitraje internacional. Objeté, en efec-
to, la tesis americana y rehusé esta propuesta de compromiso que
en el fondo contravenía no sólo el vigente tratado sobre la mate-
ria, sino también la doctrina expresamente reservada por México
al suscribirlo, en el sentido de que no se someterían a este modo
de decisión internacional aquellos asuntos de orden doméstico
que debían ventilarse ante la jurisdicción interna del país donde
surgiere el caso.
Mientras tanto el gobierno mexicano mantuvo su mejor dis-
posición en la vía de los arreglos directos y extrajudiciales, si las
compañías se acercaban a él para tratar las negociaciones condu-
centes a fijar el monto de la indemnización respectiva y la forma y
condiciones de pago.
Con alguna de ellas se llegó a un acuerdo definitivo que entró
seguidamente en fases de normal cumplimiento. Las otras, en cam-
bio, mantuvieron todavía su actitud de no negociación con el go-
bierno mexicano, esperando, acaso indefinidamente, la puesta en
marcha de una acción diplomática de su pabellón, respecto de la
cual sería verosímil juzgar, a la hora presente, que está pasada su
oportunidad y exenta de motivos jurídicos.
En tales condiciones, ya claramente establecidas al final de la
administración de mi ejercicio, pudo darse nuevo y más eficaz
impulso al proyecto de un arreglo total de las cuestiones pendien-
12
tes entre México y los Estados Unidos de América y en este senti-
do trabajó aquélla intensamente todavía en el último trimestre de
su mando.
Se pudo ganar, por fin, el convencimiento de los funcionarios
norteamericanos a favor de un tratamiento conjunto y una deci-
sión total sobre las diferencias existentes, como paso previo a es-
tablecer las bases de una efectiva colaboración continental tan
necesaria para la seguridad y el progreso de América.
De nuestra parte se fijó claramente un sistema de negociación
que abarcaría:
a) La determinación de una cantidad total que cubriere el sal-
do correspondiente al capítulo de reclamaciones, tanto de los Es-
tados Unidos contra México como de éste contra aquéllos, que-
dando sin embargo la determinación de abonos y plazos en que
deba cubrirse aquella suma para cuando pudieran estimarse las
ventajas económicas que pudiera reportar a México la ejecución
de las demás bases.
El fundamento de esta condición estriba en que en ningún
caso mi gobierno quiso asumir obligaciones internacionales que
pudieran ser superiores a su capacidad de pago, a fin de evitar
que, después de establecido el convenio, México tuviera que sus-
pender sus pagos o acudir a otros expedientes análogos, siempre
perjudiciales. Cuidado de este convenio relativo a las reclamacio-
nes, había de ser el de estipular claramente que el gobierno norte-
americano se abstendría en lo sucesivo de recurrir al ejercicio de
la protección diplomática en aquellos casos en que la legislación
agraria se aplique a tierras propiedad de norteamericanos que las
hubieren adquirido con posterioridad a la fecha de este arreglo.
b) El otorgamiento de un acuerdo de estabilización monetaria
mediante convenio de cinco años entre el Banco de México y la
institución americana adecuada al caso, por medio de un crédito
de cerca de treinta millones de dólares y formas de liquidación
ajustadas a la especial finalidad de este crédito.
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c) Elevación de la cuota de importación asignada por Estados
Unidos al petróleo de México, gozando de la exención del 50%
del impuesto correspondiente, todo ello sin perjuicio de que el
gobierno mexicano mantenga su buena disposición a tratar en arre-
glos particulares con cada una de las compañías expropiadas, a
fin de solventar la indemnización respectiva en la forma y condi-
ciones que en cada caso se estipulen, análogamente a lo conveni-
do con el grupo Sinclair o con otra modalidad, siempre que el
control de dirección y de administración de la industria quede en
manos de nuestro gobierno.
d) Convenio de compra de plata mexicana de extracción re-
ciente, que deberá adquirir el gobierno de Estados Unidos duran-
te cinco años y a precio mayor que el que venía rigiendo.
e) Finalmente, el arreglo definitivo de las cuestiones pendien-
tes entre ambos países con motivo del uso y disfrute de las aguas
de los ríos internacionales, así como el evitar o reparar los perjui-
cios que habría de provocar a México la construcción norteameri-
cana del canal de gravedad y almacenamiento en el Valle del Bra-
vo, tal como se proyecta.
Fue siempre instruido el embajador en Washington de que los
diversos asuntos pendientes entre los gobiernos de los Estados
Unidos y México debían ser tratados y resueltos en conjunto. La
conveniencia de tal procedimiento es obvia si se observan los an-
tecedentes de nuestras relaciones con el gobierno norteamericano
y la oportunidad de dejar finiquitados nuestros problemas en oca-
sión de un mutuo interés para ello.
Recaído en principio acuerdo satisfactorio sobre este breve
aunque importante programa, quedaba abierta una vía amplia y
clara para entrar en otras formas de colaboración, que si bien im-
periosamente reclaman las circunstancias actuales, esto no ha im-
pedido que el gobierno de México las tratara y las siga tratando
con la entera salvedad de su soberanía y recabando las ventajas
que en justicia corresponden a su posición moral, política, econó-
14
mica y geográfica.
De este modo la administración que presidí hizo el tránsito
difícil de un periodo repleto de cuestiones y diferencias con el
país vecino a una situación como la presente, pletórica de pers-
pectivas de amistad y de fecunda colaboración.
MÉXICO, 1941.
2 DE FEBRERO
3 DE FEBRERO
De Pátzcuaro a Uruapan.
4 DE FEBRERO
5 DE FEBRERO
6 DE FEBRERO
De Apatzingán a Galeana.
7, 8 Y 9 DE FEBRERO
En Galeana.
10 DE FEBRERO
11 DE FEBRERO
16
12 DE FEBRERO
13 DE FEBRERO
14 DE FEBRERO
15 DE FEBRERO
16 DE FEBRERO
17
ta en mis propósitos.
Alicia se manifiesta gustosa y Cuauhtémoc encantado corrien-
do a caballo.
Con la fracción de Galeana crearé otra nueva unidad plantán-
dola de limoneros y palmas de copra, para donarla como California
en beneficio del Hospital de Apatzingán.
En 1926 adquirí en dieciocho mil pesos San Antonio hoy
California, que fraccioné creando el ejido y repartiendo a distin-
tas personas que quisieron tierras, reservando una fracción, plan-
tando parte de ella de limoneros y palma; y ya en producto cerca
de veinte mil plantas, la doné al Hospital de Apatzingán para ayu-
dar a la atención de los numerosos enfermos de la zona. Dejé una
parte de dicha fracción denominada Galeana, que empiezo a cul-
tivar de palma y limoneros con igual propósito.
17 DE FEBRERO
18, 19 Y 20 DE FEBRERO
En Galeana.
21 DE FEBRERO
18
22 DE FEBRERO
23 DE FEBRERO
24 DE FEBRERO
25 DE FEBRERO
21
Uruapan a Parácuaro 66 km
Parácuaro a Apatzingán 22
Apatzingán al río Tepalcatepec 37
Del río a Tumbiscatío 60
Tumbiscatío a Arteaga 51
Arteaga a Los Encinos 30
–——
Total: 266 km
26 DE FEBRERO
27 DE FEBRERO
28 DE FEBRERO
1∞ DE MARZO
2 DE MARZO
3 DE MARZO
En Pátzcuaro. Yunuén.
Salió hoy para México Efraín Buenrostro, que encontré ayer
aquí.
Como gerente de Petróleos Mexicanos está demostrando gran
capacidad con la organización que viene dando a la industria.
4 DE MARZO
23
Alicia y Cuauhtémoc visitamos las Yácatas de Tzintzuntzan, cons-
truidas durante el reinado indígena. Tzintzuntzan, como es sabi-
do, fue la capital del reino tarasco o purépecha, que concluyó con
la dominación española.
Las Yácatas o monumentos son de importancia por sus di-
mensiones. Se empezó su reconstrucción en 1937 bajo la direc-
ción del señor licenciado Caso, director del Instituto de Antropo-
logía.
Hoy están suspendidos los trabajos. Gestionaremos se prosi-
gan.
Estuvieron a saludarme los señores ingenieros Morales, Ávila
y de la Peña, gerente y empleados del Banco Nacional de Crédito
Ejidal, que van para Apatzingán a inspeccionar la instalación del
ingenio azucarero y molino de arroz.
5 DE MARZO
24
La participación de extranjeros nulificará la nacionalización
del petróleo.
Tengo la esperanza de que sea un proyecto que el señor presi-
dente no conozca a fondo y que al enterarse del alcance que encie-
rra lo reconsidere.
Durante mi administración llegó a ocurrir que en algunos pro-
yectos confié en los secretarios de Estado, por no haber tenido
tiempo de revisarlos personalmente y que tuve que retirarlos cuan-
do llegué a enterarme de su improcedencia y del mal que causaría
su vigencia.
Cuánto me habría arrepentido si no hubiera procedido así.
Mientras que el extranjero inversionista en nuestra patria que-
de sometido sólo por su buena fe a las leyes mexicanas y a las
autoridades del gobierno y mientras no se ponga coto al ejercicio
inmoderado de la protección diplomática de que es ejemplo in-
grato la generosa historia de las reclamaciones internacionales su-
fridas por nuestro país, debemos ser prudentes ante el deseo de
penetración extranjera.
En el caso petrolero tocó en suerte a mi gobierno que las com-
pañías petroleras dieran oportunidad tan brillante para ejecutar
la verdadera nacionalización consignada en el artículo 27 consti-
tucional.
6 DE MARZO
7 DE MARZO
25
Aparece en la prensa de San Antonio, Texas, un artículo: “Se
atribuyen actividades políticas al ex presidente Cárdenas”. Éstos
y otros ataques vendrán con frecuencia, como consecuencia natu-
ral de la lucha de siempre entre los grupos antagónicos.
Los conservadores haciendo tiros en contra de los hombres de
la Revolución y éstos, a su vez, lanzándolos sobre las cabezas que
apoyan a sus enemigos.
Hace días habló en un banquete el ex presidente Rodríguez
atacando a los directores obreros.
Por su parte el ex presidente Portes Gil, que milita como el
general Rodríguez, en el campo capitalista, escribió Quince años
de política mexicana, obra en la que resalta su propia defensa y
ataques apasionados a sus enemigos ideológicos.
Con esta conducta se provocan agitaciones inconvenientes que
pueden evitarse si dejan de hacer política y se dedican sólo a los
numerosos negocios que tienen en sus manos.
Yo declaré, estando en el poder, que todo el que llegue a asu-
mir la primera magistratura de la República debía retirarse en lo
absoluto de la política. Sigo pensando igual.
8 DE MARZO
9 DE MARZO
10 DE MARZO
18 DE MARZO
27 DE MARZO
27
1∞ DE ABRIL
2 DE ABRIL
5 DE ABRIL
13 DE ABRIL
28
15 DE ABRIL
16 DE ABRIL
18 DE ABRIL
19 DE ABRIL
29
Hidalgo y Zinapécuaro, está dotada de numerosos manantiales
medicinales que organizados debidamente para balnearios van a
ofrecer para enfermos y turistas un campo de descanso muy im-
portante.
Actualmente están ya comunicados en su mayoría por carrete-
ras, encontrándose a la fecha en construcción los balnearios de
San José Purúa, del municipio de Jungapeo, y los de Agua Calien-
te, del municipio de Zinapécuaro.
Los municipios de Ciudad Hidalgo y Tuxpan tienen varias
posibilidades para irrigar una mayor extensión de tierras con la
construcción de algunos almacenamientos y canales de derivación
que viene estudiando el señor Modesto González, agricultor de la
región, estando por iniciarse algunas de ellas con la cooperación
de la Comisión Nacional de Irrigación, el gobierno del Estado y
los ejidatarios.
Sólo aprovechando las aguas que hoy se pierden se podrán
mejorar las condiciones del campesino que obtiene escasas cose-
chas por la falta de riego.
Sigue el desmonte y el incendio de los bosques que debieran
todos cuidar para bien del país y de la población. No hay com-
prensión del grave problema que va a crearse con la tala inmode-
rada que está cambiando sensiblemente las condiciones cli-
matéricas del territorio.
Lo que más contribuye a disminuir nuestros bosques son las
talas que se hacen para dedicar las tierras montañosas a cultivos.
Una acción enérgica del Estado prohibiendo las siembras en te-
rrenos accidentados ayudaría grandemente a conservar los bos-
ques.
La madera que se emplea en atenciones domésticas también
está agotándolos. Podrá reducirse su gasto al aprovecharse el gas
que se tiene en los campos petroleros y que hoy se pierde casi en
su totalidad.
El gobierno a través de Petróleos Mexicanos está organizando
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su aprovechamiento por medio de tubería que se propone tender
desde los campos hasta México.
El cultivo de viveros y un programa de constante forestación
en todo el país, vendrá a salvar a México de quedar talado y sus
bosques y sus tierras desérticas.
La escuela debe hacer conciencia en el niño para que sea el
mejor defensor del árbol.
A mi paso hoy por el hermoso bosque de Bosencheve, Esta-
do de México, lo encontré incendiándose y pedí al señor Lorenzo
de la O fuera con varios campesinos a extinguirlo, lo que desde
luego atendió.
En mi último recorrido por Morelos, Distrito Federal, Esta-
dos de México y Michoacán, vi las humaredas en numerosos pun-
tos de los incendios que matan los bosques.
El ejército viene contribuyendo a extinguir los incendios.
Falta más sentido de responsabilidad y de patriotismo en las
autoridades municipales y en lo general en todos los ciudadanos,
que ven con indiferencia el incendio de los bosques.
El jueves pasado que fui con Alicia por el Desierto de los
Leones vi cómo talaron varias porciones de hermosos bosques
inmediatos a la carretera, no obstante la prohibición. Hoy son
campos cultivados de maíz que no compensarán siquiera el es-
fuerzo que pusieron los campesinos en destruirlos. Estos desmon-
tes, por lo que observamos, fueron hechos hace más de seis meses,
es decir, dentro de mi propia administración, que se empeñó en
proteger los bosques del país.
Grandes extensiones de bosques fueron declarados “Par-
ques Nacionales y Reservaciones Forestales” y decretadas vedas
en regiones aún boscosas como Michoacán.
Para los bosques de la Sierra de Uruapan se señalaron vein-
te años de veda a partir de 1937. Ojalá y se conserve en vigor.
Ciertamente que hay talas a pesar de la prohibición, pero es
conveniente que el Estado mantenga la veda y aumente las
31
reservaciones. Los explotadores de los bosques y los empleados
secundarios que no secundan al Ejecutivo federal en tan benéfi-
cos propósitos, consumen gran parte de lo que el gobierno federal
mantiene como nacional. Si no existiera la prohibición, explota-
dores y autoridades inferiores dejarían arrasados los bosques que
han podido librase hasta hoy.
21 DE ABRIL
22 DE ABRIL
23 DE ABRIL
24 DE ABRIL
25 DE ABRIL
33
El 19 Batallón inició hoy los trabajos de reconstrucción de la
carretera a Tepalcatepec, que fue obstruida en más de 30 km. Este
Batallón es uno de los que más trabajo ha desarrollado en las ca-
rreteras del país. Tiene muy buena gente y un gran espíritu de
disciplina y de trabajo. Lo comanda el C. general brigadier Adol-
fo Etchegaray.
26 DE ABRIL
27 DE ABRIL
30 DE ABRIL
1 ∞ D E M AY O
A las 11 horas llegó el capitán Cabañas con carta del señor presi-
dente de la República que me hace el encargo de dar algún auxilio
34
a las gentes más necesitadas de los pueblos afectados por los tem-
blores. Con su carta me entregó cincuenta mil pesos.
3 D E M AY O
4 D E M AY O
5 D E M AY O
35
un grupo de campesinos acampados bajo los frondosos tamarin-
dos, en el sitio que fue la plaza de la antigua ciudad, se está tratan-
do de que se finque una nueva ciudad agrícola que podrá fácil-
mente prosperar debido al desarrollo que va a tener el plan de
Tierra Caliente con la llegada del ferrocarril de Apatzingán.
El señor gobernador ofreció ordenar la rápida tramitación
del expediente agrario y que se facilita resolver sin demoras en
atención a que el propietario de la hacienda Parandeán, que resul-
tará afectada por la dotación a Pinzándaro, tiene la mejor disposi-
ción para que se den los ejidos.
Ingenieros que comisionará el propio señor gobernador se
encargarán de trazar la zona de urbanización del nuevo pueblo en
Pinzándaro, que dispondrá del antiguo fundo legal de la ciudad
desaparecida.
Por la tarde volvimos a Galeana despidiéndose el señor go-
bernador con sus acompañantes, señores licenciado Martínez
Uribe, Cano y Marín, Ernesto Ruiz Solís y ayudantes.
6 D E M AY O
36
no fueron auxiliadas con los recursos oficiales y que me consta
carecen de lo indispensable para levantar sus casas.
Todos estos donativos los están recibiendo a nombre del
señor presidente de la República, que espontáneamente los envió
por mi conducto o sean los cincuenta mil pesos.
El señor gobernador viene atendiendo personalmente a la dis-
tribución de los recursos del Estado y de la Federación entre ele-
mentos carentes de recursos y a la reconstrucción de obras de
servicio público afectadas por los sismos.
1 1 D E M AY O
37
La Secretaría de Comunicaciones dio principio en 1936 a la
construcción de la vía férrea Uruapan - Zihuatanejo, teniendo a la
fecha construido el tramo Caltzontzin - El Marqués y su ramal a
Apatzingán.
La construcción de la vía férrea hasta Zihuatanejo y Acapulco
se impone por hacerse necesario contar con una vía de penetra-
ción por la costa de Michoacán y Guerrero, principalmente para
la transportación de minerales cuando se exploten los yacimien-
tos ferríferos de los dos Estados.
La propia Secretaría de Comunicaciones ordenó abrir una bre-
cha-carretera que facilitará el tránsito hacia la costa, iniciándose
los trabajos en 1938, partiendo del río Tepalcatepec en el paso de
La Cofradía. Esta línea llega ya a 18 km de la playa y formará parte
de la carretera central Morelia, Ario de Rosales, Huacana, Arteaga,
costa del Pacífico, que conectará con la nacional proyectada a lo
largo de la costa que se principió ya en Acapulco por el gobierno
federal.
El día 6 del actual a las 8 horas salí de Apatzingán hacia
Arteaga con los señores general José Tafolla Caballero, jefe de la
Zona Militar, general Pedro Pizá Martínez, ingeniero Rubén
Estrada, José María del Río, de los representantes del señor go-
bernador, licenciados Alberto Cano, Luis Marín y Martínez Uribe
(Ignacio) y Ernesto Ruiz Solís; de los señores doctor Álvaro Uribe,
Miguel Chávez, teniente Lino Salcedo, Quintín Herrera y capitán
Valle. Nos acompañó también don Avelino del Río, encargado de
la construcción de la carretera.
Nos detuvimos dos horas en Tumbiscatío, llegando a Arteaga
a las 17 horas.
El día 7 a las 9 horas emprendimos el viaje hacia la costa,
recorriendo en coche 52 kilómetros hasta la Loma de las Cenizas,
continuando de allí a caballo por la barranca de la Maromita, por
Brisamar y Acalpican, llegando a Playa Azul a las 15:30 horas (tres
y media horas de camino).
38
Playa Azul es hoy una población de cuarenta familias de
ejidatarios que viven pobremente.
Nos acampamos en la playa bajo una pequeña enramada.
Este sitio reúne muy buenas condiciones para balneario, princi-
palmente en los meses de enero a mayo. A muy larga distancia
puede penetrarse al mar con el agua con menos de un metro de
profundidad.
El día 8 a las 10 horas montamos y salimos con rumbo a los
yacimientos de fierro de Santa Clara y de Las Truchas. Después
de dos horas de camino por todo el cauce del río del Carrizal,
bordeamos el cerro de Santa Clara y subimos al de Las Truchas,
que está separado del de Santa Clara por el arroyo que lleva el
mismo nombre de Las Truchas.
Sobre este último cerro existe un camino de 3 metros de
ancho y con longitud de 3 km construido por la Compañía de
Minas de Fierro del Pacífico, S. A., que en 1907 inició trabajos de
exploración, perforando varios túneles en ambos cerros, suspen-
diendo sus actividades en 1923.
Regresamos por la ranchería de La Mira en donde la misma
compañía estableció en aquella fecha sus oficinas y laboratorios.
A la fecha no existe ningún edificio en este lugar ni sobre el cam-
po de Las Truchas. De Las Truchas a La Mira hicimos una hora a
caballo.
El caserío de La Mira está fincado sobre el lomerío con vista
al mar, siendo uno de los mejores lugares para una población ma-
yor por su ventilación y por contar con manantiales de agua pota-
ble.
Señalé la conveniencia de que la carretera cruce por este pun-
to para acercar la comunicación a los yacimientos ferríferos de
Santa Clara y Las Truchas.
Volvimos por el camino del lomerío a Acalpican, encontrán-
donos de regreso en Playa Azul a las 17 horas, después de dos
horas a caballo desde La Mira.
39
El día 9 a las 7 horas salimos a caballo de Playa Azul hacia
Melchor Ocampo. Seguimos la playa pasando por las barras ce-
rradas de Pichi y de Santa Ana, distantes una de otra tres y medio
kilómetros, llegando a Melchor Ocampo a las 13 horas. Sobre la
barra de Pichi proyectó, la compañía que iba a explotar Las Tru-
chas y Santa Clara, dragar para acondicionar allí un muelle para
embarcar los metales.
La obra de puerto es costosa por ser mar abierto, pero se pue-
de hacer. Sin embargo, un ramal del ferrocarril que se construye
de Caltzontzin a Zihuatanejo, derivado de algún punto convenien-
te, podría hacer costeable la explotación del fierro.
Visitamos el plantío de palma de coco en el rancho El Manglito,
situado a la orilla del mar, propiedad del señor Wulfrano Aburto,
que empezó su cultivo hace tres años. Tiene actualmente seis mil
palmas que son un ejemplo de lo que puede el esfuerzo de un
hombre de voluntad.
Existe interés entre la gente de los lugares recorridos por ha-
cer nuevos plantíos de palma.
Hace dos años que el gobierno de la República ha venido do-
nando cantidades de semilla de coco entre los habitantes de la
costa de Michoacán y de Guerrero en las cercanías del Balsas. Y
he encontrado en viveros buena cantidad de palma que se planta-
rá en el presente año.
3 1 D E M AY O
40
obras que realiza la administración de la Sociedad Agrícola In-
dustrial Ejidal que, como la de Nueva Italia, está en manos de los
campesinos que recibieron las tierras en 1937, adquiriendo los
propios ejidatarios las instalaciones para beneficiar el arroz, las
plantaciones de limoneros, el ganado que asciende a 18 000 cabe-
zas, etcétera, en dos millones de pesos, que han venido cubriendo
de las utilidades obtenidas en estas dos importantes unidades
ejidales, que son hasta hoy las más completas que el gobierno de
la Revolución ha puesto en manos de los campesinos.
Escuelas, plantas de energía, caminos, agua potable, son obras
que vienen realizando estas sociedades ejidales que, además, han
ofrecido un millón de pesos al gobierno federal para la obra de
irrigación que se proyecta sobre el río Marqués, para aprovechar
32 metros cúbicos por segundo que en pleno estiaje corren por
este río, abajo de la unión del río Parotas. Con esta obra podrán
irrigarse cuarenta mil hectáreas que hoy carecen de agua.
Seguimos de Lombardía por Casilda, pasando el río con el
auto arrastrado por los campesinos que nos acompañaron de
Lombardía. La corriente aumentada la noche anterior por la fuer-
te lluvia dificultó el paso, mojando todo el motor que nos detuvo
allí 3 horas hasta que se arregló, continuando nuestro viaje por La
Ibérica, pequeño ingenio azucarero afectado por una dotación
ejidal. El ingenio lo administra su propietario, señor Castaños.
Los ejidatarios, hostilizados por los acasillados que trabajan
con el propietario, han tenido serias dificultades para organizarse,
encontrándose en condiciones de miseria. La diferencia de este
ejido con los de Lombardía y Nueva Italia demuestra que no pue-
de prosperar un ejido cuando queda enclavado dentro de otra
propiedad que lo hostiliza. Si el propietario del ingenio no cambia
de actitud, ello apresurará que toda la unidad agrícola industrial
de La Ibérica pase a manos de los campesinos.
Nos detuvimos una hora en Nuevo Urecho, pueblo atracti-
vo, limpio, bien empedrado, cubierto de frutales, con sus calles
41
cruzadas por aguas cristalinas.
Saludamos a las autoridades y la comunidad agraria que,
dividida por cuestiones intrascendentes, ofreció unificarse.
Salimos a las 16 horas, pasando por Ario de Rosales a las 18
horas hacia Pátzcuaro, habiendo tenido que regresar por el mal
estado del camino descompuesto por la lluvia. Y precisándome
llegar a Pátzcuaro, tomamos un armón que nos llevó a Tacámbaro,
a donde llegamos a las 23 horas, siguiendo de allí por la carretera
a Pátzcuaro, que recorrimos en hora y media.
La ruta Morelia - Pátzcuaro - Ario - Nuevo Urecho - Nueva
Italia - Apatzingán, exige la construcción de una carretera. Es una
línea corta que comunica la capital del Estado con el plan de Tie-
rra Caliente, que es de grandes posibilidades agrícolas.
Parte de esta línea se seguirá en la comunicación de Morelia
con la costa del Pacífico. De Ario de Rosales continuará la carre-
tera por La Huacana -Las Estancias -San Salvador - Arteaga y la
Playa, línea ésta de las más importantes para Michoacán.
El gobierno del Estado, en cooperación con el gobierno fede-
ral, está ya abriendo la carretera de Pátzcuaro a Ario y se propone
llegar, al finalizar el presente año, hasta La Huacana y continuar el
año próximo hacia la costa.
Actualmente la Federación va abriendo una brecha a la costa
que comunica Apatzingán con Arteaga. Cruzó ya este último pun-
to y llegan los trabajos a doce kilómetros de la playa. Quedará
abierta hasta tomar el mar en tres o cuatro meses. Don Avelino del
Río es quien más se ha empeñado en esta línea y bajo su cuidado
se han hecho los trabajos de la brecha.
Para noviembre próximo nos proponemos hacer nueva excur-
sión a la costa utilizando esta brecha.
El señor general Plutarco Elías Calles, desterrado político en
1935, regresó al país procedente de Estados Unidos de
Norteamérica.
42
1∞ AL 4 DE JUNIO
En Pátzcuaro.
5 DE JUNIO
6 DE JUNIO
7 DE JUNIO
8 DE JUNIO
9 DE JUNIO
10 DE JUNIO
43
11 DE JUNIO
12 DE JUNIO
13 DE JUNIO
14 DE JUNIO
15 DE JUNIO
16 DE JUNIO
17 DE JUNIO
18 AL 22 DE JUNIO
En Jiquilpan.
44
23 DE JUNIO
24 AL 27 DE JUNIO
En Jiquilpan.
28 DE JUNIO
29 DE JUNIO
En Jiquilpan.
30 DE JUNIO
1, 2 Y 3 DE JULIO
En Jiquilpan.
4 DE JULIO
5 DE JULIO
45
6 DE JULIO
7 DE JULIO
8 DE JULIO
9 DE JULIO
10 DE JULIO
11 DE JULIO
Guadalajara.
12 DE JULIO
Guadalajara – Jiquilpan.
13 AL 16 DE JULIO
En Jiquilpan.
17 DE JULIO
46
18 DE JULIO
En Jiquilpan.
19 DE JULIO
Jiquilpan a Pátzcuaro.
20 DE JULIO
21 DE JULIO
22 DE JULIO
Tacámbaro – Pátzcuaro.
23, 24 Y 25 DE JULIO
En Pátzcuaro.
26 DE JULIO
27 DE JULIO
47
28 DE JULIO
29 DE JULIO
30 DE JULIO
31 DE JULIO
48
una personalidad honrosa que es digna de que se imite para bien
de los pueblos.
Fueron el licenciado Vargas Solórzano, Amador, Joaquín,
Cuauhtémoc y Nicolás Valencia.
Al volver a Pátzcuaro encontré al general Múgica, que llegó de
Baja California.
1O DE AGOSTO
49
desamparado y a la vez se ha dejado de aprovechar una fuerza
humana muy estimable, manteniéndola siempre al margen de la
civilización, para utilizarla sólo como mano de obra barata en la
producción.
Responsabilidad ésta de los hombres que han escalado el
poder en los países de población indígena.
El indio de México en lo general es inteligente, pero descon-
fiado por naturaleza. El trato que por siglos ha recibido y el des-
pojo de que ha sido víctima justifican su actitud.
Hay sectores de población indígena como el yaqui, fuerte, va-
liente, guerrero, que se muestra huraño y receloso ante el meztizo
y con todo el que no es de su raza, debido a su larga y penosa
lucha sostenida en defensa de sus tierras.
Desde que se sometió la tribu al régimen de la Revolución
viene conservando sus armas, temiendo un nuevo despojo.
Queda al tiempo y a la conducta moral de los gobiernos, que
llegue el yaqui a modificar su actitud desconfiada.
Tenemos en Oaxaca sobre la región del Istmo de Tehuantepec
la rama zapoteca, población de individuos vigorosos. Hombres y
mujeres trabajan con gran laboriosidad.
Son muy cordiales en su trato, alegres y de viva inteligencia,
amantes de instruirse y buenos soldados. De las ramas indígenas
del país es ésta una de las que mejor se alimentan.
Los tarascos, los chamulas, los tarahumaras y los otomíes cons-
tituyen un fuerte núcleo de población en el país.
Los primeros radican en Michoacán, en regiones de ricos bos-
ques explotados por los “madereros” que se llevan las utilidades.
Es la población tarasca un tanto retraída y desconfiada, pero
al tratársele es cordial y amistosa. Una buena parte se dedica a
labores del campo y otra a las pequeñas industrias de tejidos, ce-
rámica y pintura. Son músicos por naturaleza y sus melodías de
auténtico origen indígena son muy agradables. Sus versos senci-
llos y delicados. Hay comunidades como las de Zurumútaro,
50
Tiríndaro, Tarejero, La Cañada de Chilchota y otras, que se dis-
tinguen por su organización y trabajo. En música sobresalen las
orquestas de la isla de Jarácuaro Sevina, Aranza y Paracho; la Banda
de Zacán, famosa por el número de sus componentes y su adelan-
to. Sin embargo, la población tarasca es menos entusiasta a la ins-
trucción que la rama zapoteca.
Los tarahumaras, los chamulas y los otomíes son de los más
atrasados por sus escasos medios de subsistencia y por su carencia
de instrucción.
Los primeros habitan la parte montañosa de Chihuahua, con
tierras pobres, pobladas algunas de bosques.
Los segundos en las montañas de Chiapas con sus pequeños
valles. Tierras fértiles con nutridos bosques que destruyen incons-
cientemente ignorando su importancia, para hacer siembras de
maíz que les reportan escasas cosechas.
Los otomíes, cuya rama principal radica en el Estado de Hi-
dalgo, ocupan tierras muy pobres carentes de agua. Se mantienen
en condiciones de excesiva miseria.
Estos tres importantes núcleos indígenas requieren indudable-
mente más que otros, mayor atención de los gobiernos y que se les
ayude a levantar su espíritu y mejorar sus condiciones de vida,
hasta lograr que este contingente sea factor más activo en el desa-
rrollo del país.
Ha habido individuos que han pretendido cambiar las condi-
ciones de vida del indio simplemente con consejos, y cuando se
han cansado de verlos y seguir en su misma vida rutinaria han
creído haber hecho lo bastante por ellos.
En realidad han faltado hombres dispuestos a liberar al indio,
hombres que conozcan a fondo su psicología, formada a través de
su propia tragedia. Lo que el indio necesita es ante todo confianza
en quienes se dicen sus amigos, en los gobiernos, en las institucio-
nes que se interesan por ellos. Y esto sólo se conseguirá sin quitar-
les lo poco que tienen, con menos impuestos, con buen trato, ha-
51
ciéndoles obras que les beneficien.
Existen varios ejemplos que nos dan la razón:
Los indígenas de la isla de La Pacanda del lago de Pátzcuaro
recibieron en 1928 la visita del ingeniero Fernando Aramburu,
mandado por el gobierno del Estado para instalarles una bomba
para el riego de sus pequeñas parcelas, al mismo tiempo que se
comisionó al capitán Honorato Gutiérrez para forestarles de fru-
tales la isla.
Un día en actitud hostil notificaron al ingeniero abandonara
el lugar, que no querían mejoras, que se las ofrecían y hacían para
luego cobrarles más impuestos y aun para despojarlos de sus tie-
rras. Por las noches destruían la forestación que se había logrado
durante el día.
Y dos, tres, cuatro veces, el gobierno siguió enviando dele-
gados para convencerlos y hasta la quinta vez, en el tercer año de
prueba, ya dejaron los indígenas que los delegados trabajaran en
las obras ordenadas por el gobierno y ya en el quinto año de es-
fuerzos constantes y pacientes, empezaron los indígenas a ver con
interés los trabajos de riego y forestación y a la fecha está vencida
totalmente la desconfianza. La isla forestada de frutales y con sus
cultivos de hortalizas es alegre y llena mejor su cometido en la
pequeña economía de sus habitantes.
En mi gira de propaganda a la Presidencia de la República
me encontré en el hermoso Estado de Chiapas un pueblecito indí-
gena situado en un pequeño y fértil valle. Su población, laboriosa
y pacífica, debía su pequeña prosperidad a un sacerdote que lleno
de cariño por el indio los convenció de que debían de bajar de la
montaña a la tierra de cultivo. Adquirió para ellos las tierras y los
instaló en el pintoresco sitio que hoy lleva el nombre de Amatitlán
del Valle.
En 1935, en mi gira por el Estado de Coahuila, visité a la pe-
queña tribu Kikapoo, radicada en El Nacimiento, a orillas del río
y dentro de la jurisdicción del municipio de Múzquiz.
52
Me habían hablado de que el kikapoo era un holgazán que no
ponía interés en el cultivo de la tierra y que los consideraban como
malos vecinos.
Con estos informes llegué a sus chozas, me aparté a platicar a
solas con ellos. Me tuvieron confianza, me hablaron del trato que
recibían, del despojo que sus antepasados habían sufrido y que si
no trabajaban la tierra se debía a que carecían de ella.
Se acordó su restitución por medio de la dotación ejidal; se les
proporcionaron elementos para el cultivo, se designó delegado
cerca de ellos a su amigo Enrique Galán, y hoy son tan activos en
los trabajos del campo como el resto de los campesinos de la pro-
pia región.
Los yaquis, población rebelde despojada de sus bienes, luchan-
do desde la conquista por la restitución de sus tierras.
La Revolución les ofreció garantías y se sometieron. Se les dio
posesión de una gran extensión de lo que hace siglos perteneció a
la tribu y se les compensó de las tierras ya colonizadas con agua de
la presa La Angostura para la irrigación de sus tierras.
Va teniendo ya confianza la tribu con el trato recibido y de
seguir guardándoles su consideración el gobierno, llegará a ser la
yaqui una población muy valiosa para el país.
Los chamulas, población indígena del Estado de Chiapas, ha
vivido retrasada en su instrucción y en condiciones de pobreza
extrema, debido en gran parte a la explotación que de ellos se
hace tomándoles sus escasos productos agrícolas y su mano de
obra a cambio de bebidas alcohólicas.
Son indiferentes a la educación precisamente por el trato que
se les ha dado por las gentes que los explotan y por el abandono
en que han vivido.
Para el indio pocas veces ha habido exención de impuestos y
sí nuevas alcabalas que no pagan otros productores.
Después de los religiosos misioneros que los conquistaron “para
obedecer”, sólo una que otra “Brigada Cultural” ha penetrado en
53
sus pueblos y en realidad poco han logrado realizar en beneficio
de la comunidad.
Por todo ello es que en todos los sectores indígenas no se ha
podido extinguir la desconfianza nacida de la explotación que vie-
nen sufriendo desde antes y después de la conquista.
Los mayas de Yucatán, población inteligente que conserva res-
tos de su antigua y avanzada civilización, se distinguen por su aseo
y laboriosidad.
La historia de Yucatán nos revela cuánto crimen en la explota-
ción del indio.
Cuando la Revolución les restituyó sus tierras, sus detractores
de hoy, de ayer y de siempre, claman por la devolución de las
tierras llamando a la Reforma Agraria “la tragedia de Yucatán”.
Pretenden olvidar que los terratenientes yucatecos no fueron ca-
paces de evitar la decadencia en los campos henequeneros y tam-
poco supieron mitigar el hambre de sus peones. La tragedia de
Yucatán, si así quiere llamarse se debe al capitalismo criollo que
ha sido incapaz de elevar la economía de los pueblos.
En realidad ha faltado a la Revolución Mexicana barrer desde
sus cimientos a los enemigos de los trabajadores: quitarles el po-
der económico a los ricos de ayer y a los ricos de hoy.
1∞ DE AGOSTO
2 DE AGOSTO
3 DE AGOSTO
54
4 DE AGOSTO
En México.
5 DE AGOSTO
6 DE AGOSTO
7 DE AGOSTO
8 DE AGOSTO
En México.
9 DE AGOSTO
10 DE AGOSTO
11 DE AGOSTO
55
12 DE AGOSTO
En México.
13 DE AGOSTO
14 DE AGOSTO
15 DE AGOSTO
16 DE AGOSTO
17 Y 18 DE AGOSTO
En México.
19 DE AGOSTO
20, 21 Y 22 DE AGOSTO
En México.
23 DE AGOSTO
56
24 Y 25 DE AGOSTO
En México.
26 DE AGOSTO
27 DE AGOSTO
28 DE AGOSTO
29 DE AGOSTO
30 Y 31 DE AGOSTO
1∞ DE SEPTIEMBRE
2 DE SEPTIEMBRE
57
3 Y 4 DE SEPTIEMBRE
En Pátzcuaro.
5 DE SEPTIEMBRE
6 DE SEPTIEMBRE
7 DE SEPTIEMBRE
En Jiquilpan.
8 DE SEPTIEMBRE
9 DE SEPTIEMBRE
10 DE SEPTIEMBRE
11 DE SEPTIEMBRE
58
12 Y 13 DE SEPTIEMBRE
En Galeana.
14 DE SEPTIEMBRE
15 DE SEPTIEMBRE
En Galeana.
16 DE SEPTIEMBRE
17 DE SEPTIEMBRE
En Galeana.
18 DE SEPTIEMBRE
19 Y 20 DE SEPTIEMBRE
En Galeana.
21 DE SEPTIEMBRE
22 DE SEPTIEMBRE
Galeana.
59
23 DE SEPTIEMBRE
24 DE SEPTIEMBRE
25 DE SEPTIEMBRE
26 DE SEPTIEMBRE
En Galeana.
27 DE SEPTIEMBRE
60
varios obreros de Materiales de Guerra, que en manifestación se
presentaron queriendo ser recibidos por el Ejecutivo federal para
hacerle conocer sus quejas contra los jefes de la Dirección de
Materiales de Guerra. Se dice que en esos momentos pasaba por
allí una escolta del 47 Batallón, suscitándose un escándalo que
registró varias víctimas entre muertos y heridos, todos ellos obre-
ros.
Estoy seguro que esto ha causado una honda mortificación al
general Ávila Camacho, presidente de la República, como honda
será también la impresión que cause al país esta sangre derrama-
da.
Ojalá que el sacrificio de estas víctimas de la causa obrerista
venga a hacer más atentos y más humanos a los subalternos oficia-
les ante las quejas de los trabajadores.
28 DE SEPTIEMBRE
29 Y 30 DE SEPTIEMBRE
En Galeana.
1∞ Y 2 DE OCTUBRE
En Galeana.
3 DE OCTUBRE
4 DE OCTUBRE
Galeana – Pátzcuaro.
61
5 AL 13 DE OCTUBRE
En Pátzcuaro.
14 DE OCTUBRE
Pátzcuaro – Jiquilpan.
15 Y 16 DE OCTUBRE
Jiquilpan.
17 DE OCTUBRE
18 DE OCTUBRE
19 AL 31 DE OCTUBRE
En Jiquilpan.
1O AL 30 DE NOVIEMBRE
En Jiquilpan.
18 DE NOVIEMBRE
62
men de la Revolución durante el periodo 1934-1940, se formó
tras una auscultación al pueblo que eI candidato del Partido Na-
cional Revolucionario hizo recorriendo la mayor parte del país
(con los transportes de que entonces se disponía) y haciendo co-
nocer al propio pueblo el programa contenido en el Plan Sexenal
que el Partido formuló y que el candidato ofreció cumplir.
¿En materia política qué se hizo?
Se excitó a las masas a organizarse cívicamente para apoyar el
cumplimiento del programa. Y no se impidió la formación de par-
tidos políticos antagónicos, ni la crítica pública; hubo grupos que
usaron de la diatriba en contra del gobierno y se les dejó expresar-
se libremente.
Recuérdense las prácticas del partido de oposición en la calle
de San Juan de Letrán de la ciudad de México.
El gobierno se apoyó en los sectores obrero, campesino, maes-
tros, intelectuales revolucionarios y contó también con la simpa-
tía de núcleos ajenos a toda actividad política.
El gobierno sintió el apoyo popular y actuó interpretando el
programa aprobado en la Convención Nacional de Querétaro.
19 DE NOVIEMBRE
63
En este arreglo no se incluyó lo de El Chamizal que queda en
pie, recordando a los norteamericanos que están en deuda con
México desde el fallo internacional que dio la razón a nuestro
país.
1O AL 6 DE DICIEMBRE
En Jiquilpan.
7 DE DICIEMBRE
8 DE DICIEMBRE
64
9 DE DICIEMBRE
10 AL 13 DE DICIEMBRE
México.
14 DE DICIEMBRE
15 DE DICIEMBRE
Pátzcuaro – Jiquilpan.
16 Y 17 DE DICIEMBRE
18 DE DICIEMBRE
En Jiquilpan.
19 DE DICIEMBRE
65
co, que regresó de dicho lugar.
Tomé el tren a las 23 horas, llegando a Mazatlán a las 11 horas
del día 20.
20 DE DICIEMBRE
21 DE DICIEMBRE
22 DE DICIEMBRE
67
ble dotarlo de agua potable, contándose para ello únicamente con
la que existe en el llamado “Papalote” de Camargo, situado a 15
km sobre la carretera a Sonoíta. La Secretaría de Comunicaciones
buscó agua en las cercanías de Punta Peñasco y las perforaciones
sólo dieron agua salada.
Urge desarrollar con mayor población este puerto, para res-
guardarlo moralmente mejor ante la pretensión que siempre ha
tenido el Estado norteamericano de Arizona de adquirir una faja
que le dé salida al mar.
El gobierno mexicano previendo cualquier exigencia de Esta-
dos Unidos so pretexto de que existen lugares tan importantes
como éste sin aprovechamiento o abandonados, inició a la vez
que el ferrocarril de Fuentes Brotantes a Santa Ana, la carretera
de Sonoíta a Punta Peñasco, que ya hoy tiene más de 40 km pavi-
mentados. Carretera ésta que podría tener en el futuro gran movi-
miento de turistas y de carga, cuando se hayan realizado las obras
del puerto.
Además, Punta Peñasco es y será siempre un punto avanzado
en el Golfo de Cortés que a México le interesa conservar, y dadas
nuestras raquíticas condiciones materiales y militares, debemos
presentar aquí la fuerza moral de una población regularmente
numerosa. Igual deberá hacerse en la Bahía Magdalena, punto éste
que preocupa más a los Estados Unidos de Norteamérica.
De Santa Ana a Punta Peñasco nos acompañó el señor Celaya,
experto conocedor del desierto, que radica en Sonoíta.
Vienen en este viaje los ciudadanos generales Pérez Gallardo,
Antolín Piña Soria, coronel jefe Estado Mayor Luis Alamillo, te-
niente coronel Feliciano Flores manejando su avión, mayor Dávila,
capitanes Gomar y Pérez, licenciados Genaro Vázquez, Miguel
Vargas Solórzano, José Muñoz Cota, Gabriel García Maroto, te-
niente auxiliar Armando Herrera, subteniente auxiliar Argüelles,
Herrera y otros.
Desemboca el río Sonoíta a 23 km al sur de Punta Peñasco. Es
68
divagante la corriente y sólo tiene agua cuando hay lluvias.
Considero que el mundo ha llegado a un momento de crisis en
que se está definiendo la lucha entre la democracia y los sistemas
totalitarios. En este sentido, ningún hombre de América puede
permanecer indiferente. Nuestras tradiciones históricas, nuestra
psicología como pueblos libres y nuestras formas actuales de go-
bierno, están inspiradas en el más estricto sentido democrático.
Como mexicano, rechazo toda teoría que niegue la libertad a
los pueblos y a los hombres y me solidarizo con la actitud heroica
de los pueblos que están luchando por una democracia social en
el mundo.
23 DE DICIEMBRE
24 DE DICIEMBRE
25, 26 Y 27 DE DICIEMBRE
En Ensenada.
69
28 DE DICIEMBRE
29 AL 31 DE DICIEMBRE
En Ensenada.
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