Hornos de Tratamientos Termicos y Endurecimiento Superfial
Hornos de Tratamientos Termicos y Endurecimiento Superfial
Hornos de Tratamientos Termicos y Endurecimiento Superfial
ENDURECIMIENTO SUPERFICIAL"
PROCESOS DE FABRICACION
Ventajas
1. Costo inicial comparativamente bajo
2. Sencillez de uso y mantenimiento
3. Economía de combustible
4. Calentamiento razonable
5. El calentamiento es más uniforme que en el tipo de horno de hogar abierto.
6. Control atmosférica limitado, variando la mezcla de gas/aire mediante un
sistema de compuertas
7. Control razonable de la temperatura
Limitaciones
1. El calentamiento es todavía comparativamente desigual, en comparación
con tipos de hornos más perfeccionados.
2. Aun cuando la oxidación puede reducirse mediante un control cuidadoso
de la mezcla gas/aire, tendrá lugar algún escamamiento, habrá
contaminación de la carga, causado por los gases que circulan por los
conductos.
Este tipo de hornos pueden ser calentados por electricidad (electrodos sumergidos
o resistencias) o por gas. Pueden contener las sales fundidas en crisoles de acero
o de tabique refractario.
Estos hornos son muy versátiles ya que se pueden utilizar para diversos rangos de
temperaturas, desde 140°C hasta 1230°C además, se pueden procesar piezas de
distintos tamaños en base a su capacidad. Los hornos de sales fundidas tienen un
alto rango de aplicación, se pueden realizar todos los tipos de tratamientos
térmicos, tales como recocido, normalizado, relevado de esfuerzos, cementado,
revenido, nitrurado, pavonado, temple y austempering.
Para que las capas duras queden bien adheridas al resto del material y evitar
descascaramientos superficiales debidos a la transición demasiado brusca de las
zonas duras a las blandas, conviene que el contenido de carbono de los aceros
esté comprendido entre 0,30 y 0,60 % de C.
Existen dos métodos de calentamiento por llama oxiacetilénica y por corrientes
Inducidas.
Temple a la llama
Se emplean instalaciones que constan de uno ó varios sopletes que calientan las
partes de la pieza que se desea endurecer, y varios chorros de agua o depósitos
que enfrían rápidamente las zonas calientes que quedan templadas y con gran
dureza. El foco de calor o la pieza se mueven constante o alternativamente para
calentar y templar sucesivamente todas las zonas que hay que endurecer.