La Cuarentena y El Sentimiento Trágico de La Vida
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Miércoles 25 De Marzo
Coronavirus en Bogotá
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La cuarentena permite hacer un corte, como si detuviéramos el tiempo, y nos permite mirar atrás: todo
lo que hemos hecho bien y mal sale a flote, se patentiza y se hace visible.
Don Miguel de Unamuno, quien escribió "Del sentimiento trágico de la vida" en 1913. / Cortesía
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Por estos días de cuarentena cuando todo lo que
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de acuerdo como “normalidad” ha dejado ver sus
con esta Política
profundas fracturas, cuando muchos Estados han desnudado su incapacidad estructural de garantizar la
Entendido
ENTENDIDO
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vida digna de sus ciudadanos, cuando se nos enrostra la inhumanidad que atraviesa el capitalismo y la
manera como la economía se convirtió en la teología de los tiempos modernos, pues determina todo,
desde la decisión de quién vive o no hasta la capitalización de los miedos más insondables, el estado
de ánimo de la gente oscila entre la resignación frente al “estado de cosas” y la más inquieta esperanza
en el ser humano y en su capacidad para superar las adversidades, pues, al fin y al cabo, como especie
superamos el siglo XX, el siglo de las catástrofes, donde, según recuerda Boaventura de Sousa Santos,
murieron alrededor de 99 millones de personas en 237 guerras.
Si está interesado en leer más de Cultura, ingrese acá: Sigmund Freud: Matar al padre
La cuarentena permite hacer un corte, como si detuviéramos el tiempo, y nos permite mirar atrás: todo
lo que hemos hecho bien y mal sale a flote, se patentiza y se hace visible. Sentir el tiempo, el cual con
el aburrimiento y la angustia se padece más hondamente, nos puede abrumar. El tiempo, como decía
María Zambrano, “no deja en paz a nadie”. Menos en estos días. Sobre él tendremos que arrastrar
nuestro malestar, y será dentro de él donde, de darse, donde se produzca una apertura, un claro, una
iluminación. Por el momento, estamos atrapados. No queda más que hundirnos en su pasar, y
adentrarnos en su “centro”.
Si está interesado en leer otro texto de Cultura, ingrese acá: La esquina delirante X (Microrrelatos)
Estos tiempos son, por eso, un reencuentro con los ínferos del alma, que nos permite bucear en las
entrañas, en los adentros. Un tiempo para aceptar y reconciliarnos con el pasado, un tiempo para ir
desnudándonos desde adentro hacia afuera y desembocar en la parálisis del presente, en su
complejidad, en su pasmoso quietismo, en ese reposo repentino que ha frenado esa forma vida frenesí
de la modernidad. Es un tiempo de perplejidad y de tribulación ante el futuro, una tribulación ante la
incertidumbre por nuestra existencia colectiva futura.
Esta situación me recuerda ese combate interior que don Miguel de Unamuno expuso en su magnífico
libro Del sentimiento trágico de la vida de 1913, libro en que se nos muestra teatral con sus
dubitaciones, sus luchas internas y hasta sus exasperaciones. Pero, ¿qué era lo que inquietaba a
Unamuno? El problema de la inmortalidad del alma, de su alma.
En un tiempo donde se vivía el marasmo de España, la crisis de 1898, y cuando su patria intentaba
ingresar a la modernidad y así ponerse a la altura de los tiempos, como pensaba Ortega y Gasset, Don
Miguel combatía con sus dudas más íntimas, como cualquier hombre de carne y hueso. Decía: “Porque
no quiero morirme del todo, y quiero saber si he de morirme o no definitivamente. Y si no muero, ¿qué
será de mí?; Y si muero, ya nada tiene sentido”. La inmortalidad del alma al perpetuar la vida, el no
morirse del todo, al continuar con la vida si bien de una manera radicalmente diferente, le ofrece un
sentido a la vida. Pero la mortalidad de la misma, tal como pensaron, por ejemplo, Epicuro o
Nietzsche, desvalorizaba ésta existencia misma. Por eso Unamuno considera de “estúpidos afectivos” a
quienes buscaban sustitutos para la inmortalidad. Decía: “todo eso de que uno vive en sus hijos, o en
sus obras, o en el universo, son vagas elucubraciones conque sólo se satisfacen los que padecen de
estupidez afectiva […] estos estúpidos afectivos con talento suelen decir que no sirve querer, ahondar,
en lo incognoscible, ni dar coces contra el aguijón”.
Esa postura por el sentido de la vida, esa agonía, esa lucha, parece tener una respuesta distinta en La
agonía del cristianismo. Allí dice: “porque al morir se deja un esqueleto a la tierra, un alma, una obra a
la historia”. Esta postura, la de dejar una “obra a la historia”, ¿no implicaba asumir la inmortalidad en
los demás, dejar una huella nuestra en los hijos, en lo construido? Unamuno, al parecer, también
sucumbió ante la “estupidez afectiva”. Pero ¿qué sucede cuando la posibilidad misma de una
existencia futura se pone en entredicho, tal como sucede hoy?, ¿qué ocurre con el sentido cuando es
posible que no haya humanidad, ni historia misma, pues donde no hay hombres no hay historia? En ese
caso, la inmortalidad en la obra perderá todo sentido, pues al no haber tradición, ni transmisión de la
misma, al desaparecer la intersubjetividad, queda el olvido absoluto o, mejor, la nada. Nos habremos
fundido en la nada, y el nihilismo, o el silencio eterno habrán triunfado.
La vida en sí misma no tiene sentido, la humanidad tampoco, la historia menos. Somos nosotros, como
decía Nietzsche, quienes la dotamos de sentido, somos los dadores de valor. Si morimos, todo se
resuelve en el absoluto misterio. Esta es la verdad. Puede que, al morir, alguien nos recuerde, nuestra
obra permanezca, tal como hoy recordamos a Platón. Pero si la humanidad se extingue, todo se habrá
perdido, nada sobrevivirá. Y los múltiples esfuerzos humanos, sus guerras, sus esfuerzos, la fealdad, el
horror y la belleza, se habrán ido para siempre y quedará sólo el vacío. Tenía razón Vladimir
Jankélévich en su libro Pensar la muerte cuando decía: “las cosas tienen una finalidad en el interior de
la vida, en relación con la vida. Es una finalidad inmanente”. Si no hay vida humana, entonces, no hay
sentido. La vida humana, histórica, no aparecerá incrustada en ningún campo de sentido…y la nada se
habrá impuesto.
De todas formas, el hombre parece incapaz de vivir sin sentido. Por eso actúa, se esfuerza, lucha por su
vida. Pues bien, esto es lo que está en cuestión hoy, pues el futuro mismo, ese “lugar” temporal donde
podría darse el sentido, no está asegurado. Como en Unamuno, si no hay inmortalidad del alma
después de fenecer, el sentido de ésta vida podría desvanecerse.
Entre la resignación y la “inquieta esperanza”, particularmente me situó más cerca de esta última. Pues
como dijo María Zambrano en Notas de un método: “La esperanza es el vacío activo de un ser
insuficiente para sí mismo, de un ser que no es todavía. De un ser que no se es, de un ser sin entera,
cumplida unidad, y que en ciertas etapas ni tan siquiera se le presenta”.
dpachons@uis.edu.co
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El aclamado dramaturgo estadounidense, autor de icónicas obras de teatro musical como "Kiss of the
Su portavoz, Matt Polk, informó que el escritor, de 81 años, y quien vivía en la ciudad floridiana de Sarasota con su esposo, el
productor de teatro Tom Kirdahy, murió debido a complicaciones derivadas del Covid-19. / AP
"La pérdida de Terrence McNally nos ha roto el corazón. Se fue un gigante en nuestro mundo, quien
dominó obras musicales y dramáticas con excelencia. Estamos agradecidos por su increíble obra y su
indomable amabilidad", dijo.
McNally, que padeció cáncer de pulmón y tenía problemas crónicos en su sistema respiratorio, fue una
de las voces más potentes en el teatro estadounidense contra la discriminación de las personas de la
comunidad LGBTQ y los enfermos de sida en los años 80.
Además de obras como Anastasia (2017), "Mothers and Sons" (2014), "Catch Me If You Can" (2011),
"Master Class" (1995, 2011), "Ragtime" (1998, 2009), "The Full Monty" (2000), "Corpus Christi"
(1997) "Love! Valour! Compassion!" (1995), "Kiss of the Spider Woman" (1993)o "And Things That
Go Bump in the Night" (1965), entre muchas otras, McNally también incursionó en el cine.
cuarentena
Algunas de sus películas más conocidas fueron "The Ritz" (1976), "Frankie and Johnny" (1991) y
"Love! Valour! Compassion!" (1997). Asimismo, estuvo detrás de telefilmes como "Andre's Mother"
(1990), "The Last Mile" (1992), "Common Ground" (2000) y "Mama Malone" (1984).
En 2018, la televisión pública de Estados Unidos estrenó un documental sobre la vida del dramaturgo
con el nombre de "Every Act of Life", en el que dieron testimonio sobre su impacto estrellas de la talla
de Nathan Lane, Bryan Cranston, Edie Falco, John Glover, Larry Kramer, Marin Mazzie, Audra
McDonald, Billy Porter, Micah Stock, Meryl Streep y Richard Thomas.
McNally es una de las figuras más reconocidas que ha fallecido durante la actual pandemia generada
por el COVID-19, una enfermedad que ya deja en el mundo más de 350 mil contagiados y
aproximadamente16 mil muertos, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud
(OMS).
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El filósofo francés Michel Onfray publicó en 2011 el libro El Crepúsculo de un ídolo, con la editorial
Taurus, en el que pone en tela de juicio el pensamiento y la obra de Sigmund Freud. El siguiente texto,
a propósito de la nueva serie de Netflix que cuenta parte de su historia, titulada "Freud".
Según el filósofo francés Michel Onfray, los archivos de Freud (foto) que ha exhibido la biblioteca del Congreso de Estados
Unidos, y algunos de sus objetos personales, expuestos en la Casa Museo de Freud, en Londres, han sido seleccionados con
sumo cuidado para preservar su leyenda. / Cortesía
Falsario, mentiroso, simulador, propagandista, plagiario, padre incestuoso, obsesivo del sexo, el dinero
y los honores. Sigmund Freud. El hombre y su teoría, la verdad y la leyenda. Sus exégetas, sus
hagiógrafos, el interés de que sus descubrimientos y conceptos lo sobrevivieran, el poder sobre los
demás, los cientos de miles de dólares que hubo, hay y habrá en juego, las ventas de sus libros, las
interminables sesiones de psicoanálisis con sus respectivos pagos. El odio que proviene de las
convicciones destrozadas, las convicciones destrozadas que llevan a una investigación de años y años.
Matar al padre. Freud no fue el Hombre, en mayúsculas, que multiplicaron sus biógrafos, ni el genio
que inventó el psicoanálisis. Sus grandes victorias, las victorias que le dieron veracidad a sus teorías,
fueron grandes derrotas. Y error y muerte y mentira. Ni el hombre lobo dejó de ser lobo, hasta el punto
de que en 1974 ese hombre, Serguéi Pankejeff, le dijo a una periodista, Karin Obholzer, “Sabe usted,
me va tan mal, en los últimos tiempos tengo siempre estas horribles depresiones”; ni Emma Eckstein
se curó, ni el Hombre de las Ratas dejó sus neurosis obsesivas.
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La historia del desamor entre el filósofo Michel Onfray y Freud comenzó a escribirse una tarde
cualquiera en una vieja y perdida librería de Orne, Francia. Y al principio fue de amor, un amor de
rebeldía, de romper con lo establecido. Freud, Nietzsche y Marx. “Conocí a Freud en el mercado de la
subprefectura de Argentan, cuando tenía unos 15 años. El hombre había asumido la apariencia de una
figura de papel que firmaba los títulos de obras ajadas, compradas por unas monedas en el puesto de
una librería de viejo que, probablemente sin saberlo, fue el genio bueno de mis años de adolescencia
triste. Me acuerdo como si fuera ayer de la compra de ‘Tres ensayos de teoría sexual’, con la cubierta
negra y violeta del libro de bolsillo de la colección Idées de Gallimard. Tengo todavía el precioso
volumen con el precio indicado en lápiz en la primera página”.
Luego, o antes, había comprado otro par de libros de Nietzsche y de Marx. El fuego en el hilo de la
explosión comenzaba a recorrer su camino. Nietzsche le gritó “Romped, rompedme las viejas tablas”.
“Todo desprecio de la vida sexual, toda mancilla de ésta con el concepto impuro es el auténtico pecado
contra el espíritu sano de la vida”. Marx lo persuadió de que la historia, desde siempre, tuvo por motor
la lucha de clases. De un lado, el patricio; del otro, el plebeyo. De un lado, el opresor; del otro, el
oprimido. Freud podía, debía ser una carta de liberación. “Lavaba con agua lustral años de mugre
mental. Su libro —escribiría Onfray— borraba una mancha”. Los tres eran, fueron, sus luces, como las
de tantos otros intelectuales, escritores, profesores, pensadores o diletantes a través del siglo XX, y
más allá del bien y del mal, de los prejuicios y la ignorancia, desde sus letras marcaron a la humanidad.
Si está interesado en leer más de Cultura, ingrese acá: De la angustia y lo trágico en Kierkegaard y
Miguel de Unamuno
Si lo escribían en letra impresa y lo enseñaban en las universidades debía ser cierto, dijeron. Por eso
creyeron. Por otro lado, las cartas y documentos y pruebas de Freud o sobre Freud fueron escondidas,
borradas, destruidas y, algunas, mantenidas en absoluto secreto hasta el próximo año 2057. Los
archivos de Freud que ha exhibido la biblioteca del Congreso de Estados Unidos, y algunos de sus
objetos personales, expuestos en la Casa Museo de Freud, en Londres, han sido seleccionados con
sumo cuidado para preservar la leyenda. Según Onfray y los historiadores críticos de Freud, de su vida
y su obra, “El doctor vienés mintió mucho, disfrazó, trabajó en su propia leyenda, y destruyó
correspondencia, una actividad ardorosamente practicada en vida con sus discípulos y su hija, y luego
retomada y desarrollada con mayor amplitud por los suyos hasta el día de hoy”.
“Freud procuró hacer desaparecer cartas, en especial las de su intercambio con Wilhelm Fliess, que lo
muestran adepto a teorías extravagantes, de la numerología al ocultismo pasando por la telepatía, y
esos intercambios epistolares fueron expurgados, reescritos de conformidad con la leyenda y
difundidos durante años sólo en su versión hagiográfica”. Para el círculo freudiano, que se inició con
menos de 10 adeptos y 90 años más tarde contaba con más de cinco mil socios regados por el mundo,
las críticas contra Freud provenían de facciones de derecha y de antisemitas. Pretendieron aniquilar a
las personas para fulminar sus tesis. Lo lograron por décadas. Cuando Freud murió, en 1939, entró en
la gran historia como el hombre que había descubierto el inconsciente y sus maneras de comprenderlo
y tratarlo.
Por aquellos tiempos se estudiaba que Sigmund Freud había nacido el 6 de mayo de 1856 en Freiberg,
Austria. Que era hijo de Jakob Freud, un comerciante de lanas, y de Amalia. Que sus padres eran
judíos, que lo habían circuncidado, que tuvo una infancia normal y estudios como los de cualquier niño
de su edad. Que estudió medicina sin saber hacia qué especialidad inclinarse, que realizó diversas
investigaciones sobre la sexualidad de las anguilas, que prestó servicio militar y tradujo algunos textos
de Stuart Mill, que indagó sobre los efectos de la cocaína y, tiempo después, intentó curar a un amigo
de su adicción a la morfina con cocaína. Sus conclusiones las publicó en una revista. Afirmaba que la
cocaína era capaz de resolver la totalidad de los problemas de la humanidad. Resolvía los suyos —
señalarían sus detractores—, sus neurosis y angustias, de ahí que elaborara una doctrina universal
basada en su experiencia personal.
Así construyó, algunos años más tarde, su teoría del complejo de Edipo, la génesis del psicoanálisis,
aparecida por vez primera en Contribuciones psicológicas del amor, 1910. Freud tenía dos o tres años
cuando sintió el primer corrientazo de amor-deseo-pasión hacia su madre. Viajaba en un tren. Su
madre se desnudó frente a él. Una escena imborrable, un recuerdo lacerante. “Se despertó mi libido
hacia marem, y ello en ocasión de viajar con ella de Leipzig a Viena, en cuyo viaje pernoctamos juntos
y debo haber tenido la oportunidad de verla nudam”, le escribió a su amigo Fliess el 3 de octubre de
1897. Dos o tres años más tarde, el niño Freud entra en la habitación de sus padres a altas horas de la
madrugada. Don Jakob le dice a su mujer que ese niño jamás servirá para nada. Freud crecerá y vivirá
para demostrar lo contrario, marcado por una relación de odio y amor hacia sus progenitores. Las
grandes decisiones suelen provenir de pequeñas razones, y las pequeñas razones de Sigmund Freud
fueron verdades absolutas y universales por años y años. Porque habló de la sexualidad como del día
tras día, porque intentó quitarle el velo a los sueños, porque supo construir un nombre y una leyenda.
En fin, porque creyó en sus propias vaguedades.
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Los profetas de hoy, aquellos que vemos en las esquinas vociferando sobre la segunda venida del
Señor, solo sirven para pedir plata.
El filósofo rumano Mircea Elíade, quien decía que el origen de todas las religiones tiene una base mítica. / Cortesía
Pensar que después de esta vida encontraremos una más tranquila y placentera es otra forma de
prolongar los sueños y mantener viva la esperanza. Y lo es porque el hombre ha sido siempre un
soñador, un amante de la fantasía y un temeroso de lo inexplicable. Quizá esto pueda darnos unas
pistas sobre el gran éxito editorial y cinematográfico de sagas como ‘Harry Potter’ y ‘El señor de los
anillos’. Quizá en nuestros retorcidos cerebros de simios la magia siga siendo un elemento primario y
fundamental para la vida como lo fue para nuestros antepasados, y de paso nos dé una posible
respuesta del por qué gastamos millones de pesos anuales comprando el Baloto.
Si está interesado en leer otro texto de Cultura, ingrese acá: Frente al coronavirus, ¿cabe encomendarse
a la virgen? (Tintas en la crisis)
Las historias de los milagros que cuenta la Biblia parecen sacadas de la mente febril de un guionista de
cine o de ese listado de creencias absurdas del personaje cervantino que se vuelve loco por leer libros
de caballería. Resucitar muertos, levantar paralíticos, caminar sobre el agua y producir una lluvia de
alimentos en medio del desierto tiene los mismos ingredientes míticos que los relatos homéricos, los
cuales fueron durante muchísimos años incorporados a la conciencia colectiva del pueblo griego como
paradigmas de una realidad.
Hoy, estoy seguro de que nadie cree que Gea y Urano hayan existido de la misma manera como sí lo
hicieron Platón y Aristóteles. Ni mucho menos que los rayos que atraviesan la atmósfera durante las
tormentas eléctricas sean producidos por Zeus, ni que Hefestos tenga algo que ver con los terremotos y
tsunamis que se producen en algunos lugares del planeta. Sin embargo, no dudo de que muchos
piensan que el relato que cuenta la historia de Moisés abriendo con una vara el Mar Rojo sea tan cierta
como la resurrección de Lázaro.
Si está interesado en leer más de Cultura, ingrese acá: La esquina delirante X (Microrrelatos)
Los antiguos griegos creían en los relatos homéricos porque estos les ayudaban a comprender algunos
aspectos de la realidad o la naturaleza. Creían que las deidades vivían en un lugar paradisíaco, alejado
de los débiles mortales como hoy se cree que Dios habita en el ‘reino de los cielos’.
Para el filósofo e historiador rumano Mircea Eliade, el origen de todas las religiones tiene una base
mítica. Y el mythos, para los compatriotas de Homero, no insertaba lo que entendemos hoy como
fantasía, sino, por el contrario, este hacía parte de una verdad sagrada como lo es hoy la historia oficial
de los pueblos.
Con el paso de los siglos, el mito dejó de ser una verdad inmodificable para entenderse como “todo
aquello que no puede existir en la realidad” [M. Eliade]. De ahí quizá que los milagros que cuenta la
Biblia sean tan espectaculares como los efectos visuales de algunas producciones cinematográficas
gringas, y los milagros de hoy, aquellos que se les atribuye a algunos santos de dudosa reputación, no
pasen de ser como aquellos montajes de teatro donde, a falta de presupuesto, cualquier cartón sirve de
cortina.
Las religiones, desde sus orígenes, fueron concebidas como instrumentos de control social. El
cuentecito del cielo y el infierno se constituyó para la Iglesia Católica, durante muchos siglos, en una
herramienta que le permitió ejercer el poder absoluto sobre los cinco continentes y masacrar, en
nombre de Dios, a todo aquel que se alejaba de su esquema cuadriculado y perverso que sentaba sus
bases sobre dos palabritas tan abstractas como la imagen del Creador: cielo e infierno.
No sé si hoy alguien crea en milagros, pero debo recordarles que desde hace ya más de dos mil años,
los descendientes de Homero superaron esa tara. Tampoco podría explicar cómo es posible que una
institución que le ha hecho tanto daño a la humanidad, que presenció cómo los soldados españoles
mataban a latigazos y tiros a miles de nuestros indígenas, que se confabuló con Adolfo Hitler para
asesinar a seis millones de judíos, que persiguió a Nicolás Copérnico y a Galileo Galilei, que creó una
cámara de tortura para herejes y que llamó felizmente la Santa Inquisición, que mantuvo a Europa
sumida en un atraso de ocho siglos, que tiene en sus filas a cientos de pedófilos que abusan a diario de
cientos de niños, pueda parir en realidad un santo, o, en el mejor de los casos, hacer un milagro.
Hace ya varios años, la revista El Malpensante publicó un ensayo polémico del Nobel de física, el
neoyorquino Steven Weinberg que llevaba por título ‘Sin Dios’. En este, el científico estadounidense
se planteaba la pregunta ¿qué pasaría si se admitiera unánimemente la inexistencia de Dios?
“En la ciencia tenemos héroes como Einstein, que fue ciertamente el mayor físico del siglo pasado,
pero para nosotros no son profetas infalibles. Para quienes respetan en su día a día la independencia
intelectual y están abiertos a la contradicción, rasgos que Emerson admiró –especialmente llevados a la
religión–, el ejemplo de la ciencia arroja una luz desfavorable sobre la deferencia hacia la autoridad de
la religión tradicional. El mundo siempre necesita héroes, pero la pasaría mejor con menos profetas”.
Creo que Weinberg tiene razón. Particularmente, me identifico con ese personaje escéptico que dijo
ver para creer. Y empezaré a hacerlo cuando presencie un milagro como los que narra la Biblia:
cuando un brazo, arrancado de cuajo, retoñe como el rabo de una lagartija, o un ciego recobre la vista
con el solo hecho de que alguien colocó un dedo sucio de saliva sobre sus párpados, o que un muerto
putrefacto como Lázaro vuelva a la vida.
Pero creo que esto no pasará porque los profetas de hoy, aquellos que vemos en las esquinas
vociferando sobre la segunda venida del Señor, solo sirven para pedir plata, como los curas que cada
domingo lanzan sus sermones desde el púlpito y aseguran que las bendiciones serán tan grandes como
sus diezmos y limosnas.
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CUENTOS DE MOCHILA
Hoy nos sentamos a almorzar. Re cocina delicioso, hace muchos meses no probaba sus comidas
especiales con ingredientes mexicanos que desconozco. El trabajo absorbía tanto su tiempo que apenas
llegaba con ganas de cortar un banano, ponerle dos cucharadas de yogurt y, si no tenía sueño, se
agachaba por el frasco de cereal.
En tiempos de crisis, han regresado los viejos tiempos para comer y conversar en torno a la mesa. / Pixabay
Día 3.
Ahora que el tiempo va lento y las ocupaciones obligadas disminuyeron, volvimos a sentarnos juntos
en la mesa, regresaron los platillos con mucho picante, las verduras frescas a los platos y las charlas sin
finales azarosos: "luego me cuentas, corre que se te hizo tarde".
Si está interesado en leer otro de los textos de esta serie, ingrese acá: Primer ataque de ansiedad (Tintas
en la crisis)
En el plato hubo arroz, maíz, zanahoria, espinacas y aguacate. Era una montaña muy bien armada de
los ingredientes con salsa casera de limón y chile serrano. En el vaso de vidrio, con hielo, había agua
de panela fría con gotas de limón. Hace un año mis papás nos visitaron y trajeron a México un bloque
de panela que ha aguantado cuatro estaciones.
Los almuerzos de estos días han sido sencillos. Para pasar la cuarentena con los ahorros hemos tenido
que moderarnos y distribuir la comida, volver a lo simple. Y así como han sido sencillos, también
especiales y únicos, pues jamás habíamos almorzado en circunstancias como estas.
Estoy acostumbrada a los panes baratos con queso (del más barato también) y tomate. Viajando
siempre fue así, para ahorrar no compraba yogurt, ni panes multigrano, ni ningún queso que valiera su
precio como un mozzarela. Así que no me siento con hambre, no me aterra pensar que comeré pasta al
burro todos los días.
Si le interesa leer otro texto de esta serie, ingrese acá: Vivo en una burbuja letal (Tintas en la crisis)
Por supuesto que extrañaré en esta cuarentena la leche de almendras, los huevos revueltos con más
queso que huevo y los panes de Das Brot, una panadería alemana donde venden unos bollitos veganos
de pan por 10 pesos mexicanos cada uno (50 centavos de usd). Pero no me importa, mis niveles de
nena consentida (sí, a veces se me sale), son iguales e incluso menores a mis niveles de fuerza mental
y física. Disfruto espiritualmente la escasez material, pues es el mejor momento para darme cuenta de
que soy abundante, que somos abundantes sin importar la cantidad de dinero o de cosas que tengamos.
Las situaciones extremas nos llevan a valorar lo que teníamos y lo que tenemos. Al ver la montaña de
arroz quise comerla pero me detuve. Aunque nunca lo hacemos, sentimos que era el día para agradecer
antes de la primera cucharada.
“Gracias porque tenemos arroz para todo el mes”. Es una fortuna que, aunque el mundo esté
aparentemente detenido, tengamos como comer. Gracias por el dinero ahorrado para sobrellevar esta
crisis. Por tener una casa donde refugiarnos hasta que todo pase. Por la terraza para salir a respirar y
ver el azul del cielo, el brillo del sol y las manchas de la luna.
Gracias porque nos estamos reconociendo entre seres humanos. Porque nos estamos escuchando y
viendo a los ojos para hablar. Gracias por tener a alguien con quien compartir estos días de
incertidumbre. Porque volvimos a tener tiempo para cumplir auto promesas, para llevar a cabo eso que
siempre quisimos empezar: hacer ejercicio, aprender un idioma, ver una película sin dormirnos,
meditar, cocinar, escribir, pintar.
Lloré de nuevo, ayer les conté que la alexitimia no es lo mío. Hay personas hoy que no pueden comer,
algunos no tienen ahorros y están contando los últimos centavos, muchos están llorando a sus muertos
a la distancia, otros están solos, hay miles que se encuentran lejos de su país y no tienen refugio. Lloré
de tristeza y de alegría, me siento feliz por lo que tengo. Gracias, mil y mil gracias a la vida por ese
plato de arroz que trajo consigo tanto agradecimiento.
Yo soy abundante, ustedes también. Cuando se sientan apabullados por la zozobra, agradezcan por
algo, por lo que se les ocurra, entre más agradecimientos hagan más fácil se les hará sonreír.
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Algunas de las alternativas para leer en casa son: "El destino de los héroes", "1793", "El secreto de la
casa del río", entre otras.
/ Pixabay
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La crisis que ha generado la pandemia del coronavirus (Covid-19) a nivel mundial ha llevado a los
gobiernos a tomar como principal medida de contención el aislamiento social. “Trate de encontrar
actividades como manualidades y juegos para compartir tanto con los más jóvenes como con los más
viejos. Siga moviéndose. Estar físicamente activo es fundamental para estar saludable, pero también
para tener un buen estado de ánimo”, dijo Lea Waters, experta en crianza consultada por The
Guardian.
La lectura es una de las mejores opciones para pasar el tiempo que estaremos en casa, por eso traemos
algunas recomendaciones:
Escrita por Chufo Lloréns. Es una novela que se desarrolla en Europa durante el siglo XX, época en la
que nacen dos historias de amor. Una de ellas es la de Gerhard, un joven alemán que sueña con pintar
como los maestros franceses, se enamora perdidamente de Lucie, la decidida hija de su casera. Por otro
lado, en las calles señoriales de la capital de España, el aristocrático José Cervera cae rendido a los
pies de Nachita, la hija de un indiano que está de paso por la ciudad. Todos parecen a punto de
alcanzar la felicidad, pero el destino, a veces cruel, les depara auténticas sorpresas.
La saga nos cuenta sus vidas y las de sus hijos, afectadas por los conflictos bélicos que azotan la vieja
Europa y enfrentan a España y Marruecos en la cruenta guerra del Rif.
1793:
Es un libro que fue premiado en Suecia como Mejor Libro del Año y considerado mejor debut por la
Academia Sueca de Novela Negra en 2017. Escrito por Niklas Natt Och Dag. Relata la historia de
Mickel Cardell, un veterano de la guerra contra Rusia, que descubre un cuerpo mutilado en un lago de
Estocolmo. También esta Cecil Winge, abogado que se hace cargo de las pesquisas, pero el tiempo
apremia: su salud es precaria. Cardell y Winge estarán inmersos entre ladrones, ricos, pobres y
pescadores. Juntos se enfrentarán contra la corrupción.
Su autora es Sarah Lark y narra la historia de una mujer que tiene que descubrir el pasado de su familia
para poder encontrarse a sí misma. Ellionor descubre un secreto oculto, debido a la enfermedad de su
prima. Su abuela materna fue adoptada, por eso viaja a Dalmacia a buscar sus orígenes. Durante su
travesía descubre que su bisabuelo, Franzo Zima, desapareció en medio de la noche probablemente
rumbo a Nueva Zelanda.
Un pueblo traicionado:
El creador de es Paul Preston, historiador británico que lleva cincuenta años estudiando el pasado de
España. Habla de la clase política española entre la restauración borbónica de 1874 en la figura de
Alfonso XII y el comienzo del reinado de su tataranieto Felipe VI en 2014. La historia abarca temas de
la influencia del ejército y de la Iglesia, el rechazo popular a las clases dirigentes, el conflicto social, el
atraso económico y las tensiones territoriales, y que los sitúa en su contexto internacional.
La escritora Isabel Allende cuenta la vida de un joven médico, Víctor Dalmau y Roser Bruguera,
pianista, quienes se ven obligados a abandonar Barcelona, exiliarse y cruzar los Pirineos rumbo a
Francia. En este se hace un viaje a través de la historia del siglo XX y en el que sus personajes se darán
cuenta que lo difícil no es huir sino volver.
Círculo De Experiencias
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Una imagen reiterada en Colombia, dentro de un panorama incierto lleno de complejas consecuencias. / Archivo
Aunque el virus no es desconocido o algo nuevo en nuestra sociedad, lo que si es nuevo es la cepa o
clase de este virus, como ejemplo de lo anterior el famoso SARS que tuvo impacto en el mundo entre
2002 y 2003, y que hace parte de los coronavirus.
Esta nueva cepa de coronavirus tuvo su brote en la ciudad de Wuhan, provincia China de Hubei, a
finales de noviembre, y con toda certeza, a principios de diciembre de 2019, cuando se reportaron los
primeros casos.
Los coronavirus son comunes en ciertas especies de animales, como el ganado y los camellos. Sin
embargo, la transmisión de los coronavirus de animales a humanos es rara, esta nueva cepa
probablemente vino de los murciélagos.
Aunque aun no está claro exactamente como se propagó el virus inicialmente entre los humanos,
algunos reportes ubican los primeros casos en el mercado animal y de comida marina de Wuhan. Es
posible que los murciélagos hayan transmitido el virus a algunos animales del mercado, así, puede ser
de allí que el Sars-CoV-2 haya iniciado la propagación entre los humanos.
Expansión
Cuando las personas con el virus exhalan, estornudan o tosen, expulsan pequeñas gotas que contienen
el virus, estas gotas o partículas pueden entrar en la boca o nariz de alguien sin el virus, causándole la
infección.
La enfermedad es mas contagiosa cuando los síntomas de una persona se encuentran en su pico,
incluso es posible para alguien sin síntomas esparcir el virus, aunque esta ultima es una posibilidad
poco probable de ocurrir.
Las gotas portadoras del virus también pueden aterrizar en objetos y superficies cercanos, donde otras
personas pueden adquirir el virus al tocar estas superficies u objetos. De esta manera, la infección es
probable si la persona luego toca su nariz, ojos o boca.
Prevención
Como ya ha quedado claro, la forma de transmisión del virus se da entre seres humanos, que se
encuentren en cercanía, dentro de un mismo entorno y compartiendo al menos un mismo espacio.
Igualmente, el contagio se da a través de partículas (gotas) que son expulsadas por un individuo y
adquiridas por otro dentro del mismo lugar o que comparten elementos u objetos.
Por tanto, y luego de ver los ejemplos que se han dado a lo largo del mundo, principalmente en China,
España, Italia (principales afectados) y luego Francia, Estados Unidos, Alemania, Rusia y si se quiere
en la gran mayoría de países, ha quedado claro que la mejor alternativa para afrontar esta crisis de
salubridad global, es el aislamiento entre los individuos, lo cual conlleva la disminución del riesgo de
contagio, al ser menor la cantidad de personas que pueden encontrarse dentro de un mismo espacio.
Es claro que, desde el 11/mar/2020, el coronavirus ha sido declarado como una pandemia, lo cual ha
generado que se tomen medidas por los gobiernos de cada país.
El caso de China es el mejor ejemplo en cuanto a control, disminución y cura de la enfermedad, pues a
la fecha, en la ciudad de Wuhan, el contagio ya se detuvo y quedan las últimas personas en proceso de
recuperación, aclarando que dentro de este proceso varias de ellas fallecieron por causa del
coronavirus.
El éxito del caso chino se dio debido a la cuarentena obligatoria que fue decretada a sus ciudadanos, lo
cual les impidió salir de sus casas, evitando el contagio y propendiendo por el cuidado.
Por otro lado, Rusia, desde el primer momento cerró sus fronteras a partir del brote del virus: dicho
cierre de fronteras fue total, impidiendo la entrada o salida de individuos a su territorio, sin importar el
medio de transporte. Tal situación ha permitido que no se adopten medidas como cuarentenas
absolutas, que sus eventos públicos no sean cancelados y su economía siga en completa marcha.
Igualmente están los casos de España e Italia, donde se decretaron cuarentenas, las que no fueron
asumidas con total seriedad en un momento inicial, ni por el gobierno como órgano facultado para su
ejecución, ni por sus ciudadanos como receptores de las medidas.
Como efecto, de la intensidad del problema que se dio, los gobiernos se vieron obligados a tomar
medidas extremas y coactivas relacionadas con una cuarentena y aislamiento obligatorio como medida
gubernamental, la que de haberse tomado desde el momento inicial se hubiese evitado el aumento
exponencial de "infectados" y con ello el cuasi-colapso del sistema, que se dio.
El caso colombiano, no dista mucho del español o italiano. Es claro cómo el gobierno nacional, como
ya se ha convertido en costumbre, tan solo ha dado paños de agua tibia a un problema de la magnitud
de una pandemia.
Desde que se dio el primer caso de coronavirus en Colombia, ha sido evidente el crecimiento rápido y
exagerado de los casos de personas contagiadas.
Conclusión
De esta forma, la cuarentena tiene que estar revestida de medidas de carácter legal y judicial que
obliguen a la gente a cumplirla y donde se contemplen ciertas excepciones por las cuales pudiera
acudirse a lugares de trabajo, centros de salud y/o supermercados.
Adicionalmente, dada la realidad social que vive el país, la economía se ha visto fuertemente afectada
por factores macro, como la dependencia internacional del mercado del petróleo, lo cual ha hecho que
el peso sufra una devaluación considerable (más del 30%) frente al dólar estadounidense.
Pero esto no es todo, a nivel de la economía interna: el hecho de darse una cuarentena va a afectar a un
sinnúmero de personas, cuya economía personal y familiar depende de la "utilidad" o ganancia que
obtengan en el pago diario, producto del desarrollo de sus labores.
Aquí aparecen los casos de Francia e Italia, donde los gobiernos, en cabeza de sus presidentes, para
hacer frente al problema económico, han decidido asumir los créditos, suspender el pago de alquileres,
pago de impuestos, pago de recibos de servicios públicos.
Posición similar debe adoptarse como política nacional, por parte de Iván Duque, pues la medida de
aislamiento, que no se ha cumplido como debería ser, va a llegar a un punto en que tendrá que hacerse
imperativa y necesaria, pero que, sin duda será traumática para la economía de los hogares
colombianos, dado el cierre de los negocios y establecimientos comerciales, con la consecuente
ralentización de la economía y del flujo de capitales.
En ese sentido, el gobierno debe, si no asumir, adoptar al menos medidas tendientes a la suspensión o
que generen alivio con relación al pago de obligaciones de carácter dinerario, tales como impuestos,
hipotecas, créditos, alquileres, servicios públicos, entre otros.
Por último, no sobra decir que, si bien Colombia tiene alta devoción religiosa, ante todo, y con
fundamento en la Constitución, es un país laico, lo cual lleva a que, desde un punto de vista legal,
económico y práctico, "encomendarse" a la virgen de Chiquinquirá no comporte utilidad alguna,
además de demostrar la falta de seriedad del gobierno nacional (reflejada en muchos casos en los
gobiernos locales) hacia la mayoría de sus ciudadanos. Así, frente al coronavirus, se reitera, ¿cabe
encomendarse a la virgen? ¿Es un acto político responsable? ¿No se muestra ahí, más bien, la
frivolidad de ciertos “gobernantes” criollos?
*César Alejandro Giraldo Orduz: Abogado graduado de la Universidad Externado de Colombia (pero
no abogado por decisión), explorador de otras dimensiones y realidades para lograr mejorar la realidad
social actual. Ambientalista de nacimiento y músico aficionado, buscador de la justicia social.
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Ni siquiera el celebérrimo poeta Dante Alighieri, que marcó en el imaginario de generaciones la idea
universal del infierno, podría imaginar las circunstancias de la celebración del Dandtedì, la primera
jornada dedicada en Italia al autor de la Divina Comedia.
"E quindi uscimmo a riveder le stelle" (y entonces salimos a volver a ver las estrellas) es el verso con
el que concluye el Infierno de la Divina Comedia, y es a esa esperanza tras los tiempos oscuros a la
que se agarran los italianos que hoy celebran desde sus casas este día, con lecturas compartidas y actos
por streaming.
Escritores, académicos y cientos de estudiantes de todo el país se han sumado a la lectura colectiva de
la gran obra del poeta toscano, compartiendo en las redes sociales sus versos favoritos y resaltando la
importancia de leer la Divina Comedia en una situación que perfectamente podría definirse como
dantesca.
"Dante es nuestra lengua, es la idea misma de Italia y en estos días necesitamos tenerla viva", escribió
en Twitter el ministro de Cultura e impulsor de la iniciativa, Dario Franceschini, animando a participar
en una jornada que se celebra por primera vez, en previsión del 700 aniversario de la muerte del poeta
el 25 de marzo de 2021.
La idea nació en 2017 del escritor y periodista Paolo di Stefano, quien reivindicó la actualidad del
autor de la Comedia, ya que según su vídeo compartido en las redes sociales, "cada día se publica un
nuevo ensayo sobre su obra, una prueba de que todavía nos sigue haciendo palpitar el corazón".
A las 12:00 todos los estudiantes italianos, que desde hace semanas realizan sus clases a distancia,
estaban invitados a leer a Dante y compartir con el hashtag #IoLeggoDante sus versos más
queridos. En la planificación original de la jornada se incluían decenas de actividades en museos,
teatros y centros culturales, pero desde las medidas de confinamiento decretadas para hacer frente al
coronavirus, muchas se han cancelado y otras se están realizando desde casa.
Ahora todos los esfuerzos tienen como punto de mira el año que viene, la gran efeméride del autor
italiano más universal, y para la que se han preparado ya un vocabulario de los términos usados en la
Divina Comedia por parte de la Accademia della Crusca, la institución lingüística más prestigiosa del
país.
"Dante está con nosotros en nuestras casas y será él quien nos guíe cuando por fin podamos salir",
señaló en un vídeo el profesor Carlo Ossola, presidente del Comité Nacional para la celebración de la
efeméride, quien esperó que estos días sean una lección de "quietud y simplicidad" siguiendo el
ejemplo del poeta.
El escritor que dio nombre al término universal "dantesco" murió hace 699 años precisamente por el
contagio de una epidemia, la malaria en su caso, y lo hizo en Rávena, lejos de su Florencia natal,
exiliado por los conflictos políticos e ideológicos de su época.
Los escritores italianos, como Sandro Veronesi o Giorgo Montefoschi, han hecho públicos vídeos en
reconocimiento al que se considera el padre de la lengua italiana, ya que muchas de las normas que
unificaron este idioma se redactaron con base en su obra.
También los grandes museos del país, que llevan días enseñando sus obras a través de Internet, se han
volcado en la difusión del arte relacionado con el poeta, como han hecho las Galerías de los Uffizi de
Florencia con obras de Botticelli o Cimabue.
Los italianos han decidido no recordar, de momento, el que es posiblemente el verso más famoso del
poeta: "Abandonad toda esperanza quienes aquí entráis", y se han decantado por celebrar las estrofas
que el "Sumo Poeta" dedicó al amor y a la esperanza en uno de los momentos más difíciles para el país
en su historia reciente.
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Eventos Culturales en casa Eventos vía streaming Sandro Veronesi Giorgo Montefoschi
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Falleció el director de películas de culto de terror de los 80 como "Re-animator" o "From beyond",
ambas basadas en relatos de H.P. Lovecraft.
Stuart Gordon además de ser director fue también guionista y productor estadounidense. Falleció este
martes 25 de marzo en su casa en Chicago a los 72 años de edad, según informó hoy la revista Variety.
Procedía del teatro, fundó su primera compañía en 1968, Screw Theater, con la que hizo una
adaptación antibelicista de Peter Pan que le llevó a ser detenido por obscenidad, junto a su esposa
Carolyn Purdy. Después formaron Organic Theater que mantuvieron en activo durante 16 años y con
la que, entre otras cosas, impulsaron la carrera de David Mamet al estrenar en Chicago en 1974 sus
"Perversiones sexuales".
"Re-animator" (1986) fue su debut como director de cine. Al principio iba a ser una obra de teatro,
después una serie de televisión y finalmente una película. Su combinación de 'gore', con sangre a
espuertas, y humor salvaje la convirtieron en obra de culto.
Le siguieron, con menos éxito, "From beyond" y "Dolls", pero fue un golpe de timón lo que le hizo
triunfar de nuevo, la comedia "Honey, I Shrunk the Kids" ("Cariño, he encogido a los niños"). Fue uno
de sus guionistas y después produjo la secuela y dirigió un "spin-off" para la televisión.
No obstante, no abandonó su pasión por el género y siguió estrenando títulos como "Robot Jox"
(1990), "Fortress" ("Fortaleza infernal") (1992), con Christopher Lambert, o la comedia "Space
Truckers"(1996) que presentó en el Festival de Sitges y que protagonizaba Dennis Hopper. En 2011
convirtió "Re-animator" en un musical de éxito.
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El mundo vive momentos atípicos que invitan a repensar el uso del tiempo libre, por ello, la Red
Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá trabaja incansablemente para garantizar el acceso al
conocimiento y circulación de información de calidad. Así, BibloRed ha diseñado una agenda de
programación virtual, con la que quiere ofrecer a las familias bogotanas actividades para que se unan
en torno a la palabra, la lectura y la escritura.
Cafés literarios
La Red seguirá ofreciendo sus Cafés Literarios, que ahora serán un espacio virtual para encontrarse
con la lectura en voz alta y el análisis literario. Estarán dirigidos por los mediadores de lectura de
BibloRed y en sus próximas sesiones se hablará sobre la escritura afro y crónicas terrícolas: ciencia
ficción en la literatura. La cita será todos los miércoles, a partir del 25 de marzo, a las 3:00 p.m. en los
canales digitales de la Red.
Palabras en movimiento
BibloRed tiene mucho que contar, así que a través de podcasts quiere conectar a la ciudadanía con las
historias de vida de usuarios de las diferentes bibliotecas de la Capital, además de relatos del
Bogotazo. Este material estará en circulación constante a partir del 26 de marzo y a disposición de
todos en plataformas como Spreaker, Spotify y Deezer.
Esta también será una oportunidad para que los bogotanos hagan sus propios podcasts y los compartan.
La Red publicará algunos consejos de cómo hacer sus audios y propone que toquen temas como:
plantas que podemos usar en la cocina y para aliviar dolores del alma, juegos y retahílas populares para
Estos relatos se pueden hacer entre todos, es una ocasión para escuchar a los abuelos, papás y a la
familia, la voz de todos es una oportunidad de construir memoria. Se recomienda permanecer atento a
los canales digitales de BibloRed para conocer el inicio de la convocatoria.
Booktubers
A partir del jueves 26 de marzo se compartirán algunos videos que muestran el resultado de los
laboratorios de co-creación de la Red, que han sido espacio de encuentro con los usuarios para
compartir conocimientos. Mamás y papás, acompañados de sus hijos, han creado sus propios videos en
los que cuentan cómo cuidarse, ideas para jugar con los bebés, compartir libros y explorar la biblioteca
del hogar. Se espera que todas las familias envíen nuevos consejos, así que la Red estará atenta a
recibir los productos.
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Más de cien “tesoros” documentales de Colombia en un nuevo proyecto digital del Banco de la
República. Esta es una nueva propuesta que busca la promoción de la investigación en el país.
El Banco de la República se suma a la iniciativa de habilitar contenido vía streaming. / Banco de la República
Las colecciones fotográficas de Nina de Friedeman, Sady González o Gumersindo Cuéllar; los
archivos personales de Andrés Caicedo, Julio Arboleda, Eduardo Santos, por ejemplo, entre muchos
otros, que hacen parte de los más de cien “tesoros” documentales referenciados en esta herramienta de
acceso libre que busca incentivar la consulta y promover la investigación y apropiación social del
patrimonio documental colombiano.
Si le interesa, lo invitamos a leer: Ígor Stravinsky y el vano intento por huir de sí (Como de cuento)
En este proyecto digital se pone a disposición de los usuarios información sobre archivos, colecciones
y piezas documentales destacadas por su valor patrimonial. Los conjuntos han sido empaquetados en
diversas categorías temáticas y tipos documentales que facilitan la presentación y navegación de los
materiales a través de todo el sitio web. Adicionalmente, cada temática cuenta con una línea de tiempo
en la que el usuario podrá encontrar todos los conjuntos y piezas distribuidas cronológicamente.
La Red de Bibliotecas cuenta con un acervo patrimonial integrado por piezas y conjuntos
documentales que se constituyen en valiosas fuentes primarias y de gran importancia para la
investigación, producción y difusión de nuevos conocimientos. Cada conjunto documental tiene una
página propia con una ficha técnica; la descripción detallada de las personas o instituciones
productoras, así como del contenido del conjunto documental; una galería de imágenes; referencias de
material complementario disponible en la Biblioteca Virtual, entre otros.
Adicionalmente, este proyecto cuenta con una novedosa herramienta: un Visor Interactivo que le
permite a los usuarios crear sus propias rutas de búsqueda y navegación a través de los conjuntos
documentales. Esta herramienta relaciona visual y textualmente los conjuntos, a partir de los intereses
del usuario, haciendo más accesible la información para un variado rango de usuarios, desde los
visitantes ocasionales hasta los expertos investigadores.
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El Museo Metropolitano de Nueva York (MET) pidió este martes al Congreso de EE.UU. que incluya
a los museos e instituciones culturales dentro del paquete de estímulos que prepara para aliviar los
efectos de la crisis desatada por la expansión del COVID-19.
/ EFE
"El MET y las organizaciones de arte en todo el país están afrontando retos financieros sin precedentes
debido a los efectos del coronavirus en nuestro sector y en la economía en general", aseguraron en una
carta a los socios de la institución cultural el director ejecutivo del MET, Daniel Weiss, y el director,
Max Hollein.
En esta misiva, informan que el MET va a lanzar una campaña para que se incluya una partida de
"alivio financiero" para las organizaciones culturales, dentro del paquete de dos billones de dólares de
ayudas que discute el Congreso federal. El MET, que cerró sus puertas el pasado 13 marzo, anunció
que calcula unas pérdidas de al menos 100 millones de dólares.
La MET Opera de Nueva York despidió el pasado 19 de marzo a todos sus músicos y cantantes del
coro a la vez que ha anunciado la cancelación del resto de su temporada como resultado de la
propagación del coronavirus. "Somos conscientes de que nuestro museo es más grande y más estable
que otras miles de pequeñas instituciones que constituyen el alma de nuestro panorama cultural y que
juntas empleamos a 725.000 personas", asegura el comunicado.
La campaña se lanzará en las redes bajo la etiqueta #CongressSaveCulture (El congreso salva la
cultura, en español) y el MET ya está en contacto con líderes políticos así como con otras instituciones
culturales, la Alianza Americana de Museos y la Asociación de Directores de Museos de Arte.
"Esperamos que te unas a nosotros y a un coro de voces en todo el país para recordar a nuestros líderes
políticos por qué estas organizaciones culturales son críticas y por qué necesitamos un alivio
(financiero) al igual que otras muchas industrias que están siendo tomadas en consideración", concluye
la nota.
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En la serie Historias de Vida, creada y producida por Isabel López Giraldo, presentamos a Jórge
Cárdenas Gutierrez. "Fui un pésimo estudiante porque a todos nos comparaban y a mí eso no me
gustaba."
ORÍGENES
Mi origen es antioqueño por lo mismo soy muy familiar. Me gusta involucrarme en los temas de
interés para las personas que me rodean o los más cercanos, pero también en temas país y me dediqué
con mi esposa a construir hogar para que nuestros hijos tuvieran oportunidades importantes de vida.
Mi papá, Rafael Cárdenas Villegas, era robusto, fumador y un poco menos alto de lo que somos
nosotros. Hijo del médico municipal, se educó en Medellín siendo de Chocontá, pues mi abuelo lo
mandó a estudiar desde su bachillerato a la universidad a Medellín hasta hacerse ingeniero en la
Escuela de Minas. Vivió su vida en Medellín y su mundo fue el tabaco y el cigarrillo, pues desde muy
joven se vinculó a la Compañía Colombiana de Tabaco, la principal empresa antioqueña en materia de
industria y comercio con fábricas de cigarros y cigarrillos en las principales capitales de Colombia. La
Colombiana, así se le llamaba, fue la primera corporación de inversión en Colombia, promotora de
otras industrias de bancos, seguros y asociaciones de empresarios como la ANDI. Fue pues la
Colombiana de Tabaco un interesante centro de trabajo para un profesional, joven como mi padre, que
ocupó varios cargos dentro de la compañía hasta su muerte en 1941, una muerte inesperada a sus 41
años, con una familia en que el mayor era yo, de once, y quedando mi mamá con cinco hijos más. El
diagnóstico de su muerte, fulminante infarto pulmonar, porque fue un fumador de tres paquetes diarios
de cigarrillos. Desde allí yo entendí este riesgo y jamás fumé.
Mi madre, Conchita Gutiérrez Gómez, en ese momento una mujer joven, de 30 años, se hizo cargo de
la familia y fue ella quien siempre entendió que fumar en exceso era un grave riesgo, pero no logró que
su esposo abandonara ese hábito. Muerto mi padre, ella tomó las riendas de la casa, ordenada y de
buena formación pues se había educado en los colegios de Bogotá de las hermanas de La Presentación,
hablaba francés e inglés, aprendido en épocas de colegio.
INFANCIA
Fuimos muchos en la casa y todos muy seguidos, llevamos una vida de campo porque buena parte la
pasamos en una casa en el Poblado cuando este eran fincas. Asistimos a la escuela más cercana hasta
que tuvimos que irnos para Medellín para estudiar el colegio formal en primaria y bachillerato.
Vivimos en función del barrio, de los vecinos, de los equipos que formábamos para jugar. Llevamos
una vida muy fácil y sencilla hasta los once años cuando murió mi papá, tres días después de
matricularnos en el colegio cuando apenas terminaban nuestras vacaciones en la finca cuando se
infartó. Este fue un impacto muy grande, también para los hermanos cristianos de La Salle del colegio
San José. Mi padre había venido temprano a su oficina, un poco antes que nosotros, pero cuando
llegamos nos encontramos con la preocupación de que se sentía mal, el médico lo había visitado y lo
llevaba a la casa en ambulancia. Esto fue muy duro para nosotros que estábamos tan pequeños, no fue
fácil verlo salir bien y llegar con angina de pecho. En esa época no se contaba con las facilidades que
hoy en día, lo atendieron con un sistema de ventosas moviéndole el pulmón bajo presión. Murió en la
casa dos horas más tarde.
Vi a una mamá muy vigorosa que vistió el luto de rigor, al tercer día nos acompañó al colegio para
presentarnos al rector y a los Hermanos profesores, y se dedicó con entrega a la familia en la casa en la
que ella ya estaba completamente instalada. Su mamá y sus hermanas la apoyaron y acompañaron
mucho, su hermano, José Gutiérrez, empezó a ser figura muy importante en Medellín y mi referente, y
le ayudó a organizarse, aunque mi papá fue una persona muy responsable, igual mi mamá tenía que
atender los asuntos de bienes y recursos que él le había dejado. La Colombiana de Tabaco también nos
apoyó mucho, brindándonos los colegios, nos asignó conductor y otras cosas. Mi tío Jorge vino de
Estados Unidos y estuvo muy cerca de nosotros, respaldó muchísimo a mi mamá. En general todos
fueron muy observadores de la familia.
ACADEMIA
Fui un pésimo estudiante porque a todos nos comparaban y a mí eso no me gustaba. Uno de mis
hermanos era muy sobresaliente lo que nos exigía más al resto. Eso sí, fui de muchos amigos, participé
de equipos deportivos lo que consideraban el distractor de mis responsabilidades, pero gané los años al
tiempo que disfruté de todas las actividades y excursiones, y mantuve muy buena relación con mis
profesores y compañeros.
Gran parte de los jóvenes de la Costa Atlántica iba a estudiar a Medellín y llegaban a través del río
Magdalena. Conocí a cualquier número de ellos pues además se quedaban durante la época de
vacaciones dado que el viaje era muy largo y demorado, entonces se instalaban en el internado. Y yo
también estuve interno los dos últimos años de bachillerato porque mi mamá decía que era muy
disperso, muy distraído, y que no iba a salir adelante. Decidió que esa experiencia me iba a formar y
resultó cierto pues las disciplinas que imponían me ayudaron mucho. Pero, siendo fiel a mi natural
sentido de la amistad y de las relaciones sociales, invité a todos mis amigos a que pasaran con nosotros
los fines de semana en la casa y en la finca, así, salíamos a pasear gracias a que los profesores les
daban la autorización de ir con nosotros.
En mi casa fuimos muy buenos deportistas, jugamos fútbol, básquet, practicamos el ciclismo, que
fueron la gran diversión para mí y para mis hermanos, Juan Rafael, trabajó en la Coltabaco por
cincuenta años, también fumador; Francisco, médico que se fue a vivir a Estados Unidos; Clara Teresa,
muy vinculada a la actividad cultural de Bogotá; Jaime, arquitecto; Sergio, ingeniero agrónomo; y
María Helena, dos años mayor a mí pero que murió muy niña. Tuvimos excelentes amigos deportistas
que luego dirigieron equipos, siendo también profesionales de la medicina, la ingeniería y el derecho.
Recuerdo que las pilatunas de los muchachos eran fumar, ahí estaba su desespero especialmente en las
noches, pero yo nunca me enredé con ese problema. No fui distante a las matemáticas, ni al álgebra, a
la geometría, a la física y a la química, que podían resultar tan complejas, pero yo las pasaba porque,
además, los profesores fueron sumamente buenos. Hice parte de los grupos culturales, de teatro, era de
los que armaba la función, también de los que escribía artículos para el periódico interno, de los que
divulgaba temas y de los que se interesaban por los temas políticos, y de los que generaba discusiones
que salían interesantes pues muchos de mis compañeros pertenecían a familias vinculadas a la política.
Para ese momento en el país se dio el gran debate por la segunda elección de Alfonso López Pumarejo
que compitió con el doctor Carlos Arango Vélez y que terminó en que el doctor López renunciara y
encargan a Alberto Lleras de la Presidencia. Había unos líderes muy importantes en Antioquia que
serían los sucesores de López y como los hijos de sus familias estudiaban en el colegio, hizo que
viviéramos muy de cerca esos procesos. Luego vino la elección del doctor Mariano Ospina Pérez y su
gobierno hasta el año 50 y los grandes conflictos que se dieron después. Yo ya iba a manifestaciones
pues los directorios políticos quedaban alrededor del colegio, entonces nos acercábamos a escuchar a
los grandes líderes de la política del momento. Estudiando Derecho me interesé aún más por estos
temas, aunque nunca estuve involucrado con cargos públicos, sino que lo hice desde la barrera.
Recuerdo que pensaba estudiar economía, pero eran los primeros años de esa carrera en Medellín, así
que me puse a vacilar y el día de la matrícula alguien me dijo que era mucho más sólido ir a la escuela
de Derecho tomando cursos de economía. Tuve muchos diálogos evaluando la posibilidad hasta que
tomé la decisión y adelanté mi carrera que me hizo abogado de la Universidad de Antioquia. Me
encantó mi carrera, en especial el derecho público y comercial, y en aquel entonces comenzaba con
fuerza el derecho financiero, daban los primeros cursos que se hacían con cierta especialización, y me
gustaron también. Por supuesto, pasamos por el derecho penal, el internacional y el laboral, y fue una
buena combinación.
Estudiábamos durante el día, pero muchas veces recibíamos clases al final de la tarde pues la mayoría
de los profesores eran catedráticos que se desempeñaban en el ejercicio de su profesión. Los días
comenzaban tan temprano que desayunábamos con frecuencia cerca de la universidad y repetidas
veces el tiempo no nos daba para almorzar en la casa. Nos pasaban contenidos en mimeógrafo y uno
de los compañeros hizo negocio con eso, vendiéndole la copia de libros y documentos a los amigos.
Una vez terminé materias hice el año rural, la judicatura, en Copacabana que para esa época era un
pueblo pequeño, muy rural, hoy una ciudad industrial. Fui juez municipal promiscuo y alcancé a ser
juez del circuito por pocos meses. Viajaba a diario pues seguí viviendo en Medellín, iba todas las
mañanas en mi carro pequeñito que había comprado desde que estaba en la facultad. Atendí problemas
generalmente muy simples, por ejemplo, de linderos que eran comunes, cosas realmente sencillas, pero
durante ese año me familiaricé con el pueblo, con sus veredas y también con todos los que hacían su
rural como odontólogos y médicos.
Cuando saqué el título, me inscribí como abogado en el Tribunal de Antioquia porque adelanté todos
los trámites para que el día en que me graduara pudiera salir a ejercer la profesión, aunque siempre
pensé más en trabajar en empresa o en el gobierno, en alguna cosa de esa naturaleza, pues el ejercicio
profesional no lo vi tan cercano. Le puse mucho interés a las figuras del derecho público de la época
para tener más familiaridad sobre los temas de gobierno y desde la carrera, como mencioné, conocí a
muchos funcionarios, figuras centrales de los gobiernos departamental y municipal que en su mayoría
eran profesores, entre otros, recuerdo al doctor Lázaro Tobón, lo heredó su sobrino, el doctor Diego
Tobón Arbeláez que fue muy famoso en el país como banquero, vicepresidente de la ANDI, un gran
jurista y persona. También a Miguel Moreno Jaramillo, otra gran figura antioqueña, gente
supremamente buena. Así varios otros ilustres profesores Samuel Barrientos, presidente de la Corte
Suprema, Eudoro González, J.E. López, etc. Todos muy reconocidos.
Los profesores eran muy accesibles, llegaban quince minutos antes de la clase y se quedaban después,
compartían tinto con los estudiantes, aclaraban dudas, mantenían un diálogo muy permanente. Yo no
me perdía conferencia en la facultad de economía, conformamos un grupo magnífico de profesores y
alumnos, como Edgar Gutiérrez Castro, el primer director de Planeación; Diego Calle, gran gerente de
las Empresas Públicas de Medellín, gobernador de Antioquia, ministro de Hacienda; Jorge Valencia
Jaramillo, ministro de Desarrollo, alcalde de Medellín y senador de la República y muchos otros
distinguidos economistas.
Siempre pensé que viajaría a Estados Unidos a estudiar algo que me sirviera profesionalmente, y seguí
considerando icetxeconomía, pero la vida da muchas vueltas. Estando en la escuela de leyes, ya
bastante al final de la carrera cuando dirigía la revista de la Universidad con dos amigos más como
responsables y en la que además estuve al frente de la gerencia, un poco en lo literario y en temas de la
facultad, haciendo la tarea de conseguir patrocinadores que la financiaran con avisos me encontré con
el doctor Gabriel Betancourt Mejía, una persona muy importante, años después papá de Ingrid
Betancourt y presidente de Peldar.
Gabriel me contó del proyecto de lo que sería el Icetex, iniciativa que hacía parte de su vida, y que
desde 1950 al final del gobierno del doctor Ospina cuando él era secretario económico de la
Presidencia, había dejado las bases, la ley y el estatuto para crear la institución que les financiaba a los
estudiantes su especialización en el exterior, me contó vida y milagros de cómo financió su colegio y
demás. Entonces le pedí un artículo para la revista contando toda la historia para que la gente se
enterara y así impulsarlo. Finalmente me dio el aviso, escribió el artículo y construimos una amistad
muy estrecha, pese a que él era mucho mayor a mí.
Para entonces se estaba promoviendo un congreso universitario en Medellín del que fui su secretario y
en el que se decidió que uno de los temas centrales sería el del Icetex. Se conformó un comité de
cuatro personas, viajamos a Bogotá para invitar al presidente Urdaneta Arbeláez, le hablamos del gran
interés nuestro en que se promoviera en el congreso la institución que estábamos organizando. Nos
dijo muy amablemente que él no podía asistir, pero sí el ministro de educación, nos dijo también que a
él le gustaría poner en marcha la idea del Icetex, que entendía bien su importancia, pero que sólo lo
haría si el propio doctor Gabriel Betancur aceptaba ponerse al frente de dicha empresa, que era la
persona que haría crecer en grande esa tarea.
A nuestro regreso le transmitimos a Gabriel Betancur el mensaje del presidente, dijo que lo pensaría y
pocas semanas después había renunciado a su cargo de presidente de Peldar y se disponía a iniciar su
labor en la organización del Icetex. Fue pues su fundador, director y gran impulsor. En el Congreso
Universitario todos conocieron de esta nueva iniciativa.
Fui su beneficiario pues en 1955 viajé por sugerencia de Gabriel, ya ministro de Educación, a estudiar
a la Maxwell School en Syracuse University. El Icetex autorizaba la compra de dólares por que existía
un control de cambios. El apoyo que recibí fue más que una beca.
Terminando los estudios en Syracuse pasé un tiempo en Washington, donde mi tío José Gutiérrez
Gómez que desempeñaba exitosamente la embajada ante el Gobierno de los Estados Unidos y la
Organización de los Estados Americanos. Allí viví con mi esposa, Cecilia Santa María, unos meses,
nació nuestra hija Patricia Eugenia e hice varios cursos generales en el Banco Mundial, sobre
Desarrollo Económico. Cecilia había estudiado en Milwakee y Syracuse. Nos casamos en Medellín en
1957 y regresamos a continuar los estudios. A finales de 1958 regresamos a Medellín.
Gabriel Betancur había estudiado en esa universidad con patrocinio de la Coltabaco, y como gozaba de
gran prestigio nos abrió espacio, así pues, nos recibieron muy bien, aunque hoy es mucho más
complejo y competido entrar a una universidad. Comencé estudios en octubre después de haber
tomado por años inglés en mi casa, pero al llegar vi que definitivamente no tenía el idioma, entonces
me matriculé en una escuela donde lo estudié tres meses.
VIDA LABORAL
Una vez en el país comencé a trabajar en el Banco de Bogotá en Medellín cuando Martín del Corral,
un prohombre, era su presidente, estaba en la vicepresidencia Augusto Restrepo Garay, y en la
gerencia regional Mario Villa. Estando ahí fui nombrado secretario de Hacienda del municipio, así que
pedí una licencia no remunerada pero jamás volví, pues me la extendieron después de un año y así
durante varios períodos. Y fue que me trasladaron a Bogotá después de posesionarse como presidente
el doctor Alberto Lleras, cuando nombraron una comisión que buscaba reestructurar el gobierno
nacional. Ya había nacido Jorge Hernán, el segundo de nuestros cuatro hijos, en el año 60, dos años
Nos adaptamos bien a la ciudad y yo a mi trabajo que compartí con grandes personalidades de
Medellín, enfocado en temas de planeación nacional, servicio civil y escuela de administración
pública, fue un equipo dirigido por Guillermo Bernal, de altísima categoría. Crearon y dirigí el
Departamento Administrativo de Servicios Generales de la presidencia, una copia del gobierno
americano que centralizaba el manejo de todos los edificios públicos, la imprenta nacional, las
compras del gobierno y la flota de vehículos, lo que se llamó la Ley 19 del 59 que transformó cada
ministerio.
Recuerdo que, entre otros personajes, el doctor Víctor G. Ricardo - padre, entonces ministro de Minas,
me decía que para qué iba a volver al banco, que mejor me quedara en el gobierno y, faltando un mes
para acabarse el gobierno de Lleras, me llamaron a ocupar la vicepresidencia financiera de Ecopetrol, a
mis 32 años, cuando se retiraron Fernando Gaviria y Eduardo Suárez, figuras muy importantes. A
partir de ese instante decidimos, Cecilia y yo, cerrar la casa que habíamos dejado abierta en Medellín,
pues hasta ese momento nos sentíamos en tránsito.
Estando en Ecopetrol un día me citó a su despacho el doctor Arturo Gómez Jaramillo, gerente general
de Federacafé. Para mi sorpresa me ofreció el cargo de gerente Auxiliar de la Federación, le dije que
sí me interesaba, pero luego se precipitó la renuncia del doctor Samuel Arango Reyes a la presidencia
de Ecopetrol y la huelga. Debido a las ocupaciones del cargo en la ANDI, Galán se tomó cuatro meses
para posesionarse como nuevo presidente de Ecopetrol, por lo que la Federación amablemente me
esperó por seis.
Cuando llegué a la Federación en 1963, su gerente general, Don Arturo Gómez Jaramillo, nombrado
en 1957 para reemplazar a Don Manuel Mejía, un ícono del mundo del café y quien murió
repentinamente, había puesto en marcha un gran programa de modernización pues venía de Europa
donde por diez años representó a la Federación y traía una visión clara de cómo estaban evolucionando
los negocios del café, su comercio, sus empresas en la época de la posguerra, y de la necesidad de una
relación muy estrecha con países productores y consumidores del café. Sin saber mucho de café me
integré a un equipo que encabezaban Gustavo Arango Bernal, Gustavo de los Ríos, Germán
Valenzuela y, por supuesto, Don Mario Aníbal Melo, quien venía siendo el gran apoyo de los gerentes.
Tuve desde un principio la confianza de Don Arturo, del Comité Nacional y de quienes conocían en
detalle todas las operaciones relacionadas.
De ese proceso salió una Federación con una gran visión regional del papel de los comités
departamentales que se vieron fortalecidos con el apoyo a un movimiento cooperativo nacional como
puente entre productores e instituciones cafeteras, también se inició un esfuerzo que con los años fue
trascendental en la vida del negocio, la imagen de Juan Valdez, una iniciativa exclusiva de Arturo
Gómez con Andrés Uribe Campuzano, representante de la Federación en la Estados Unidos. Fue pues
una oportunidad única para llegar a una empresa a una posición de liderazgo dentro de la organización.
Me involucré por completo para vivir toda una vida en el mundo cafetero.
El momento no era fácil, el doctor Ignacio Betancur Campuzano, una personalidad en el mundo
empresarial, se retiraba de la gerencia auxiliar, el segundo cargo dentro de la institución, para asumir la
presidencia de la ANDI. Él por varios meses había ocupado la gerencia general dado que Don Arturo
Gómez se movía entre Washington, New York, Río de Janeiro y Londres, uniendo países, gobiernos y
diferentes cafeteros para poner en marcha el Primer Gran Acuerdo Internacional de Café cuya
operación se inició en octubre de 1962. Fue el lugar en el que inicié en el café y en particular en la
Federación.
La Federación es una institución gremial, creada por los productores de café en 1927 y no obstante su
importancia en el manejo de un sector que es fundamental en lo económico, en lo social y aún en lo
internacional, no ha perdido su condición de empresa privada, de organismo gremial, sin embargo,
como desde los años cuarenta administra el Fondo Nacional del Café, que se alimenta de recursos
públicos o parafiscales como son las contribuciones cafeteras y de los recursos provenientes del
comercio del café, por lo tanto su tarea es no solo privada sino que por esta razón hace parte de
Ha sido también muy importante su función en el desarrollo de la agricultura, del comercio del café y
su papel como una institución de mucha trascendencia económica y por eso hacer parte de su equipo
directivo era algo trascendente y afortunado.
La Federación es una institución gremial, creada por los productores de café en 1927 y no obstante su
importancia en el manejo de un sector que es fundamental en lo económico, en lo social y aún en lo
internacional, no ha perdido su condición de empresa privada, de organismo gremial, sin embargo,
como desde los años cuarenta administra el Fondo Nacional del Café, que se alimenta de recursos
públicos o parafiscales como son las contribuciones cafeteras y de los recursos provenientes del
comercio del café, por lo tanto su tarea es no solo privada sino pública cuando
Nacional del Café y que por esta razón hace parte de entidades y organismos del Estado
comprometidos con el desarrollo de políticas públicas y es el organismo regulador de las políticas
cafeteras, a través del Comité Nacional de Cafeteros en el cual participa el Gobierno Nacional en
forma paritaria con el gremio cafetero. Esto no le ha hecho perder la condición de institución privada y
gremial. Es algo que Directivos de la Federación y el propio Gremio Cafetero han sabido manejar a lo
largo de noventa años y que hoy el país acepta y además le sirve de ejemplo para la administración de
recursos parafiscales. Por eso, trabajar en una institución con un perfil tan importante y especial era
una oportunidad muy valiosa.
Capítulo muy importante de los años sesenta fue el Acuerdo Internacional del Café, que estuvo vigente
por treinta años a partir de 1962. El Acuerdo fue producto de los grandes objetivos de la Alianza para
el Progreso de las Américas, iniciativa del presidente Kennedy y de la cual fueron protagonistas
importantes personalidades colombianas como Carlos Lleras, Carlos Sanz de Santamaría y José
Gutiérrez.
Alrededor del acuerdo giró la política cafetera mundial durante treinta años, transformó la vida
colombiana porque valorizó el café, se creó el principio de ser el gran transformador. La decisión de
almacenar café obligó al productor a entregar sin costo un porcentaje de su producto, faena bien
compleja que solo se había hecho en el país cuando la Segunda Guerra Mundial cuando fue financiado
por el Banco de la República. El gobierno no puso un peso y la Federación con su prestigio y con su
nombre comprometió a todos los productores a guardar el 10%, según el tamaño de la cosecha y todo
de acuerdo con las cuotas de exportación que este fijaba.
Con un talento enorme, los cafeteros dijeron: “Vamos a hacer el esfuerzo, pero como compensación se
realizará un programa de desarrollo social de las regiones cafeteras en el cual los Comités
Departamentales juegan un papel importante en su formulación y seguimiento”. Los recursos, en parte,
eran producto de la venta del café para el consumo nacional que se impulsaría y otras rentas. Los
dineros se aplicarían en proporción a la producción de cada departamento o región cafetera.
Y es que el mercado interno no tomaba café, lo mezclaba con panela, y en las fincas cafeteras la gente
tomaba chocolate, por lo mismo fue necesario educar al consumidor. Como no tenían cafeteras, se les
enseñó a las familias a usar la media velada sobre la tasa de café, luego vino el filtro, después la
cafetera eléctrica y, más adelante, las máquinas europeas que producían café expreso, también las
italianas que trabajan bajo presión.
Las primeras marcas en el país fueron Bastilla –Antioquia, Sello Rojo, Colonial, Águila Roja,
Almendra Tropical, Universal, etc., el consumo inició y la Federación se ocupó de apoyar su
crecimiento y calidad. Ordenar el mercado fue labor importante pues había mucho fraude, el café se
mezclaba con frijol y otros granos. Se le quiso dar al mercado nacional las reglas del internacional que
estaba más consolidado.
El café nace en el oriente colombiano pues llega vía Venezuela por el Orinoco, y a Antioquia cuando
se acabó la minería de oro que reemplazó ese empleo, empezó a bajar hasta el Eje Cafetero que se
convirtió en la región más importante. Santander, Cundinamarca y Tolima también fueron relevantes.
La etapa cafetera, la de los treinta años del acuerdo del café, fue enormemente trascendente para el
desarrollo del país. Cuando se inició este acuerdo el café era vital en la economía colombiana, pero sin
desconocer su importancia en el país tomó la decisión de impulsar el desarrollo de otros sectores
económicos, surgió entonces Proexport y con él un gran plan de incentivos que diversificaron las
exportaciones: flores, palma de aceite, productos industriales como confecciones, banano y otros
productos agrícolas.
importante es que Colombia no es conocida como productor de café, los aplausos y los
reconocimientos son casi todos para Brasil.
Ha venido ya una competencia grande y las organizaciones que se tenían, como la Oficina
Panamericana de Café que funcionaba en N.Y. y de la cual hacían parte todos los países de América
Latina, de México al sur, eran muy locales, por lo tanto debíamos llevar el esfuerzo de promoción, de
imagen y de consumo, al acuerdo, para que no solo fuera un organismo de regulación y de
estabilización de precios y tranquilidad para el mercado, sino también de promoción de consumo hacia
áreas que no lo acostumbraban tomar y a los países nuevos que no hacían parte.
Cualquier exportación que se hacía no contaba, como a Corea, Japón y a muchos de los países
asiáticos; los socialistas también significaron un problema pues allí no había un mercado abierto y
libre, sino que era manejado por el Estado que limitaba enormemente el consumo de café porque
consideraban que facilitarlo tenía un costo grande para la economía, le asignaban impuestos altísimos
y se veía afectado por las divisas. La misión era abrir estos mercados y no solo llegar a ellos sino a
algunas áreas de Europa como países escandinavos y a España.
En las economías en proceso de crecimiento había que ayudar a impulsar su consumo, así el acuerdo
hizo las veces de facilitador. Ahí Federación llegó a crear una serie de foros buscando los mecanismos
para lograrlo, para darle marca a nuestro producto que, si bien era importante, no podemos olvidar que
era genérico, es decir, no se diferenciaba entre un café suave, robusta o arábico.
La Federación adelantó entonces dos políticas supremamente importantes, una fue la creación de una
campaña permanente financiada con sus propios recursos y que se dirigió inicialmente a Estados
Unidos, después a Europa, para luego extenderla al mundo. Hablo de la campaña de Juan Valdez que
nació en 1960, que toma fuerza dentro del acuerdo y que se orienta a mostrar los parámetros de la
caficultura colombiana, primero deja en evidencia su calidad y, segundo, que se trata de una industria
familiar, porque en Colombia no hay grandes conglomerados, ni latifundios, ni grandes extensiones,
son los campesinos los que están al frente de la producción, son ellos los que le ponen toda la atención
a su producto. Juan Valdez es un campesino que está en su finca, con su familia y con su cafetal.
El equipo de mercadeo y comunicaciones, después de adelantar un estudio, decidió que la figura que se
debe promocionar es la de un campesino. La mayor dificultad fue encontrar un nombre que los
americanos pudieran pronunciar sin problema, por lo mismo el apellido, que se escribe con Z. Después
de que se elabora la imagen y se construye la campaña, don Arturo Gómez y Andrés Uribe
Campuzano, entonces Representante de la Federación en Nueva York, llegaron a Colombia a
presentarla a los cafeteros, a los medios nacionales, al gobierno y a todos cuantos tenían que opinar,
pero no gustó mucho pues no querían proyectar esa imagen tan coloquial, tan rural y campesina,
cuando consideraban el café una joya, un producto sobresaliente. Fue realmente un proceso de
revisiones, una y otra vez, hasta que don Arturo decidió convocar a los mejores publicistas del
momento (años 60), Sancho, Época, Ultra y otras, y después de una reflexión de varias semanas,
concluyeron que sí, que era muy buena, que no se podía vacilar, entonces hablaron con los directores
de los periódicos para presentar los argumentos.
Cuando salió el primer aviso de Juan Valdez en Nueva York, ocupó la primera página del New York
Times, se trataba de un campesino con una mula apoderados de la Quinta Avenida. Todos los
fotografiaron y a todas horas, incluso a las dos de la mañana.
La campaña fue creciendo en la medida en que hubo recursos, con el tiempo se volvió muy importante
en el mundo. Después de diez años de tenerla y obtener los logros que se propusieron, cuando se
consideró que ya había logrado crear una imagen de alta calidad y de una caficultura socialmente justa,
se mueve hacia otros escenarios más especiales, lo cultural, los deportes, los grandes eventos sociales,
etc., dio un giro muy importante a escala mundial.
Fue cuando aparecieron los sellos en las distintas marcas de café: “100% café de Colombia”, éxito
total. Los tostadores saben que ese sello abre mercados y muestra calidad, y fue tan importante en
términos de consumo, que se logró que el café de Colombia tuviera una prima constante en el mercado
internacional.
La propaganda era tan bonita que, en uno de los programas nocturnos más conocidos de Estados
Unidos y en un momento de crisis de recursos, se decidió suspender el aviso que salía de costa a costa,
pero la compañía llamó a decir que estaban tan comprometidos con el aviso que lo dejaron sin costo
por tres o cuatro meses. Se patrocinaron el Roland Garros, los campeonatos de tenis en N.Y. y
Londres, además se pusieron servicios de café diarios. Se llegó a tener la exclusiva en Disney Word
donde abrió el programa de promoción colombiano Juan Valdez y su mula. Más tarde se llevó la
campaña a Japón y a Corea, a toda el Asia, a la China, fundamentalmente a Hong Kong.
Otra tarea muy importante, fue la de abrir mercado en los países socialistas, impulsar el mercado en
España, en Finlandia, en Escandinavia en general, pero muy orientado al mundo donde no había
moneda dura para comprar el café. Federación envió una misión, primero en los años 59/60, de
personajes importantísimos que recorrieron todo el mundo socialista. Se suscribieron convenios
comerciales de compensación. El pago se hacía en dólares no convertibles que manejaban los bancos
de los Estados y el Banco de la Republica en Colombia. Con estos recursos se hacían compras en los
países firmantes de los acuerdos, así fue creciendo el comercio y el conocimiento del café de
Colombia.
En el año 1967 se envió a una nueva misión a los países socialistas por iniciativa del presidente Carlos
Lleras para avanzar y profundizar esas relaciones pasando de lo comercial a las relaciones políticas, un
gran paso, pero difícil porque en el país había aún mucha sensibilidad por las relaciones con los países
comunistas. La misión, y debo decir que hice parte de ella con personas como Jorge Valencia
Jaramillo, Germán Botero de los Ríos, Álvaro Herrán Medina del lado oficial y un grupo valioso de
empresarios, logró muchos avances, y la Federación la aprovechó para lograr la apertura de centros de
promoción del café colombiano en lugares muy significativos de esos países: museos, teatros, etc.
Así se avanzó durante treinta años con el acuerdo internacional hasta el punto de que comenzaron a ser
países consumidores importantes, pero ahí viene uno de los problemas para el futuro del acuerdo del
café.
En los años 89/90 ya había países importantes como Japón, Corea, donde no contaban las cuotas y
todos los países llamados no miembros ya eran consumidores. Los americanos y los europeos decían
que esos países también tenían que hacer parte para que no se hiciera fraude, para evitar el contrabando
de los países no miembros hacia países miembros del acuerdo. Como las fronteras eran tan difíciles de
controlar, se fue creando una resistencia que lo desgastó, cómo evitar la resistencia, cómo repartir las
cuotas, cómo evitar el problema, esas eran las preguntas.
Al mismo tiempo, muchos de los productores que nacieron dentro de la época del acuerdo aspiraban a
tener su nueva cuota, lo que creó fricciones, el mundo fue cambiando, llegaron otras ideas, se
consideró que los temas del acuerdo ya no eran tan fundamentales, que el mundo tenía que participar
de mercados más libres, más abiertos, menos complicados. En un momento dado se acabó el acuerdo
después de agotar mil maneras de resolver, pero no se logró. Ahí cambió el cuadro cafetero del mundo,
ya con más café, con más competencia, con muchos países que querían participar y que mandaron los
precios al piso, hicieron replantear la economía cafetera en el mundo.
que reguló la industria cafetera por años, que garantizó volúmenes de exportación y que aseguró una
estabilidad de precios.
En esos treinta años sucedieron cosas muy grandes como que la Federación se volvió inmensamente
abierta y democrática. Como era una institución tan fuerte y monolítica en su administración, fue
abriendo espacios para que primero se eligieran los comités de cada departamento, lo que se hacía
internamente, una parte nombrada por la Federación y otra por los productores, lo que fue cambiando
hasta que ya no participó más. Entonces en los cuatrocientos municipios que producen café hay un
comité que los elige, lo que hace más democrática la elección, pero también más exigente.
También hay episodios muy importantes de cómo se manejaron las bonanzas cafeteras, pero también
se afrontaron crisis y la forma como la Federación contribuyó de manera sustancial a que viniera una
apertura de otras exportaciones para diversificar, fue decisiva. Hubo un impuesto directo sobre el dólar
del café que tenía un diferencial cafetero, cuando este valía diez pesos en la calle a los cafeteros se les
pagaba ocho y ayudó a construir país, a desarrollar proyectos, a brindar una solidez de balanza gradual.
Se creó el Decreto 444 de Carlos Lleras Restrepo, un cambio que va subiendo, pero también un
estímulo al exportador, CERT.
Mi paso por la Federación fue largo, quizás muy largo. Llegué a una Federación con cuarenta años de
antigüedad y me correspondió celebrar sus setenta y cinco. La crisis económica y financiera de 1998
afectó muchísimo la institucionalidad cafetera, la del Banco Cafetero, de la Flota Mercante
Grancolombiana y del propio negocio cafetero, obligó a hacer muchos ajustes. La Federación hizo
grandes esfuerzos por sostenerlas, pero las políticas de ese momento no facilitaron una solución de
muchos de los problemas.
Sólo hacia el año 2.000, el ministro de Hacienda Juan Manuel Santos, conocedor de los temas
cafeteros y muy vinculado con la actividad gremial, apoyó un programa que permitía una
remuneración adicional a los ingresos del productor, haciendo menos difícil la situación de la industria
pues la Federación pudo mantener otros programas asociados como la investigación y la extensión
agrícola.
Terminado el acuerdo y durante varios años, se insistió en agotar distintos caminos buscando
recuperarlo y reconociendo que era un tema tan sensible que requería cierto entendimiento para
Surgieron países como Vietnam, gracias a que el presidente Clinton le levantó el embargo comercial,
volvió a ser un actor en el mercado internacional desarrollando su caficultura para sumar hoy treinta
millones de sacos. Este desarrollo alteró todas las condiciones del mercado del café. Simultáneamente
Brasil, el país líder por excelencia en producción, amplió sus áreas cultivables llegando a zonas nuevas
en tamaños muy grandes y empresarialmente muy fuertes. Mientras Colombia tiene una caficultura de
pequeñas propiedades, Brasil crece como productor en áreas nuevas con condiciones económicas muy
positivas.
Aquí el reto es muy grande, lograr que pequeños productores sean eficientes y conserven la calidad del
café.
El café colombiano siempre será necesario por su calidad y estabilidad en los negocios.
En el mercado mundial actual no hay un control de oferta, cada cual vende en la forma que quiere, en
competencia abierta y buscando su propio espacio. Colombia ha ido modernizando su caficultura para
mantenerse en los niveles de catorce millones de sacos. Dentro de ese gran cuadro nosotros estamos en
gran reflexión y preguntándonos qué hacer, cómo no salirnos de la caficultura, haciendo un esfuerzo
gigantesco tratando de elevar la producción por hectárea.
Nos aporrea muy fuerte el que recolectamos los granos rojos únicamente, para garantizar el sabor y la
calidad del nuestro, lo que no ocurre en otros países; cultivamos en ladera mientras que los otros países
están en pradera donde pueden mecanizar la recogida.
Se debe continuar estimulando variedades de café que resulten más productivas, investigando sobre
aquellas que sean resistentes a plagas, implementando tecnología que no dañe nuestra calidad.
Colombia va para una caficultura familiar, la del campesino, está volviendo a sus orígenes en vez de
crecer pues ya no genera prosperidad como otrora.
No fueron años fáciles de 1998 al 2002. La crisis fue profunda y no fácil de comprender por parte de
autoridades y del gremio cafetero. Por primera vez en muchos años la Federación, en vez de ser una
institución autosuficiente y con capacidad de apoyar aún la financiación de proyectos del mismo
gobierno como lo hizo desde 1958, tuvo que recurrir al apoyo de este.
Los cafeteros se sintieron muy afectados y para ellos el apoyo no fue suficiente. Todo eso generó un
clima difícil y de mucha inconformidad dentro del gremio y más aún en las propias regiones cafeteras,
acostumbradas a ver el apoyo de la Federación de los Comités de Cafeteros y de todas las instituciones
vinculadas con el sector en proyectos de infraestructura y de desarrollo social.
El país ha defendido a lo largo de la historia cafetera su calidad, su tipo suave de café y el buen manejo
de sus plantaciones. Eso es valioso y ha sido remunerativo, pero hacia adelante debe repensar si es
necesario ser un poco más flexible en calidades. Tener cafés con calidad superior, y otras menos
exigentes y aún de café no arábico sino robusta.
El mercado tiene espacios en todos los tipos de café y el consumo está señalando ya un balance entre
arábicos y robustas. Todo por las innovadoras formas de beneficio y torrefacción del café. El tema del
cultivo de robusta en el país sonaba mal y había oposición, pero la realidade de hoy es diferente. El
ejemplo de Brasil que ha combinado todo tipo de café es materia de observación y estudio.
En lo personal yo estaba tranquilo con lo que había sido mi labor de casi cuarenta años en la actividad
cafetera. Se habían superado con éxito épocas difíciles y otras donde las condiciones de precio y
Este fue un tema muy cercano porque fui testigo de la evolución del Etanol en Brasil y de cómo ese
país había sorteado su crisis del petróleo desarrollando la gran agroindustria del alcohol carburante,
llegan a casi un 40% de mezcla con la gasolina a la vez que era una fuente de empleo en el campo y en
la industria con millones de hectáreas sembradas en caña de azúcar y sin oposición alguna por
conductores y transportadores.
Pensé que mi participación podría aportar, más cuando el gobierno del presidente Uribe estaba
realmente comprometido con este proyecto. La visita del presidente Lula en ese momento a Colombia
facilitó que sectores empresariales brasileños se interesaran en el tema y ofrecieran vincularse con
empresarios colombianos del sector azucarero ya trabajando en él. Llegué a formar parte de los grupos
que con mayor conocimiento impulsaban esas ideas y esos proyectos.
Todo condujo a que con los doctores Amylkar Acosta y Jorge Bendeck se promoviera la Federación de
Biocombustibles y se inició un proceso de educación e información sobre las bondades y conveniencia
de esta industria. Hice parte de esa tarea inicial y fue otra oportunidad de aprender y conocer de un
sector importante.
Se hicieron estudios que exaltaban sus bondades y muchos debates para demostrar que no perdía
espacio la agricultura tradicional, que no se reemplazaban cultivos, que no se invadían zonas de
actividad potencial para la agricultura porque nos concentramos en tierras desaprovechadas o usadas
para ganadería supremamente extensiva y a distancias muy grandes que resultaban muy costosas para
los cultivadores de otros productos.
Actualmente le compiten el gas natural y los carros eléctricos, es el dilema del transporte. El diesel que
se consume en el país y que entrega Ecopetrol a través de las distribuidoras, es supremamente superior
en términos de ambiente a la inicial. Con la baja del precio del petróleo, que coincide un poco con
cierta parte del gobierno de Santos, el etanol ya no era tan atractivo, entonces hubo que competir en
otros términos. Igual sigo vinculado a la Junta y tomando café.
Me emociona evidenciar una familia que se ha mantenido muy compacta pese a la desafortunada
enfermedad de Cecilia que fue larga, tiempo durante el cual la rodeamos, la acompañé a sus viajes para
atención médica y nos unió aún más mientras los nietos crecían y se iban graduando de sus
universidades, pero siempre muy cercanos y amorosos, como los hijos que cada uno se fue
consolidando en sus tareas.
El ejemplo, que se transmite por generaciones, va dando una cierta escuela. Nos es muy propio el
consagrarnos a nuestras responsabilidades, asumiendo con gran interés y entusiasmo cada proyecto, lo
que para mí es una satisfacción muy favorable. Por fortuna, todos mis hijos se han sentido muy plenos
con sus carreras y con sus vidas, con una gran vocación de servicio al país, colaborando con la
administración pública, siempre en función de transmitir la inquietud por los temas que nos competen
como nación.
Como una buena persona que prestó servicios al país en forma oportuna en los frentes en que actuó.
Como alguien que aportó.
Cumplí con lo que me tocó, con mi tiempo, con mi gente, con mi obligación.
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