Estudios Sobre El Estado y Democracia-Analitica X
Estudios Sobre El Estado y Democracia-Analitica X
Estudios Sobre El Estado y Democracia-Analitica X
y la democracia
Estudios sobre el Estado de Derecho
y la democracia
E D T O R A L T R O T T A
CONTENIDO
Diseño
Joaquín Gallego
ISBN: 978-84-8164-397-8
Depósito Legal: P-244!2000
Impresión
Impulso Global Solutions, S.A.U.
7
PRÓLOGO
1,
(
9
RAFAEL DE AGAPITO SERRANO
El enfoque desde e! qL:e el autor lleva a cabo estos estudios es d
de una interpretación jurídica constitucional, aplicada aquí al
profunda y extensa formación en la tradición del pensamiento
constitucional occidental sobre el Estado y e! Derecho, Bockenforde
hace suya la exigencia fundamental de justificar en la teoría, y hacer 10
viable en la práctica, la idea de la «primacía del derecho». Tal es e! PRÓLOGO
17
E S T U DIO S S O B R E E l ESTADO DEDERECHO Y lA D EH O C R A
C lA
«El término ha aparecido una vez este comparte con otros conceptos teóricos fundamentales de l.a
que la realidad estaba ya en marcha. teoría de! Estado y de la Constitución: la de pode~ e.stablecer
Pero ha de designar algo que todavía diferencias entre tipos de Estado de De.recho qu~, se dIstmguen
no es, o en todo caso algo que aún no entre sí no solo por rasgos accidentales SIDO tamblen estructurales.
está concluido, que aún ha de Se trata de un rasgo que es propio de ciertos .conc~ptos algo
desarrollarse. Por eso el concepto
vacila tanto: porque cada uno tiende ,dlf~sos y no enteramente delimitables desde e! sent.ldo mIsmo de!
a introducir en él sus propios ideales termIDO, que no se dejan definir «objetivamente» ni de forma.
jurídicos». conclu~ente desde sí mismos, sino que permanecen abiertos al
fluJ~ ca.n;brante de las concepciones teóricas sobre e! Estad? y la
(Orto Mayer, Deutsches Verwaltungsrecht r, 1895, p. 61) ConstltuCIon. Son así susceptibles de concreciones diversa~, Sl~ que
ell? suponga que cambie por entero su contenido, es deCir, sm que
pierdan su continuidad o se degraden a meras fórmulas vacías 2• De
e~ta forma solo e! conocimiento de su desarrollo histórico hace cho surge. en la teoría del Estado del liberalismo temprano
posible una comprensión sistemática de! concepto. . ' , alemán, q.ue se orienta desde planteamientos propios de la
Las consideraciones que se ofrecen a contlDuaClOn pre:enden concepción raCional de! derecho: Robert von Mohl la
poner al descubierto aquellos ;lspectos singulares de las dIversas utiliza en su Staatsrecht des Kanigsreichs Württemberg de
determinaciones progresivas de! concepto de! Der.echo que se han 1829 y con ello la introduce en la discusión general sobre
ido sucediendo unas a otras, así como las concepcIOnes la política y e! derecho de! EstadoS.
fundamentales de la teoría de! Estado y de la Constitución Incluso se puede indicar con exactitud la primera ocasión
vinculadas a e!~~s. Por el contrario, al no constituir algo específico en que se utiliza este término. Lo utiliza por primera vez Cad
de la concepCIOn del Estado de Derecho, pasan aquí a segundo Th.
plano los elementos comunes Que están presentes también en la Welcker en 1813\ y reaparece luego en 1824 en e!
reflexión sobre e! Estado de D~recho y sus concreciones en la Staatsrecht der ~o~stit~tionellen Monarchie de Joh.
tradición 0~cid~ntaI3del pensamiento sobre e! Estado y de su Christoph Freiherr van AretID . Ninguno de estos tres
autores entiende e! Estado de Derecho como una f0rma
desarrollo constitucIOnal.
especial de Estado, como por ejemplo en e! sen::do de!
status mixtus, o como una forma de gobierno. Lo entienden
más bien como una nueva «especie» de Estado. El Estado
de Derecho es, como indica Welcker 8, el «Estado de la
razón» e! «Estado de! entendimiento» (Mohl)9, «en e! que
El término «Estado de Derecho» es una construcción lingüística y se gobierna se~ún la voluntad general racional y solo se
una acuñación conceptual propia de! espacio lingüístico alemán que busca lo mejor de modo genera!» (von Aretin)!O. Sobre esta
no tiene correlatos exactos en otros idiomas4 • Y también aquello qUe base el uso de este término se explica bien: el Estado de
trata de designarse con este concepto es una creación del Derecho es el Estado de! derecho racional, esto es, e! Estado
pensamiento alemán sobre el Estado. El concepto del Estado de que realiza los principios de la razón en y para la vida en
Dere- común de los hombres, tal y como estaban formulados en la
tradición de la teoría del dere¿ho racional.
2. Otros ejemplos de estos conceptos -cor;lpuerta» podrían ser el de la "cláusula de Esta definición básica de! término de! Estado de
libertad r propiedad» de las consriruciones Eberales, el concepto de'seguridad y orden público» Derecho incluye los siguientes aspectos:
para el derecho policial, así como el del «orJen fundamental libre y democrático» que aparece
en la Ley Fundamental. .
3. Estos elemenrüs se encuentran ""¡'!lestos con detalle en U. Scheuner, "Die neuere 1. La renuncia a toda idea u objetivo transpersonal del
Entwicklung des Rechtstaats in DeurschLmd», en HUllden rahre delltscnes Estado. El Estado no es una creación de Dios ni un orden
Ri'chtslelJi'll 2 Karlsruhe, 1960, pp. 235 's. divino sino una comunidad (res publica) al servicio del
4. El n:li' ollal/' del derecho anglo'di{'n no es una cOI1Strucció,tl conceptual de interés comú~ de todos los individuos. El punto de partida
cn'1tcn¡uo paralelo, y el lenguaje juri¿¡C0 ir,mcé, no conoce nlI1gun terlTIlI10 o l pncepto
comparable. y la referencia obligada del ordena~iento estatal es e!
individuo singular, libre,
¡gual, autodetermmado, y sus objetivos en la vida terrenal;
18 promoverlos es preCisamente el por qué del Estado, el
lb fundamento que lo legitima. «Las inclinaciones
suprasensibles de los hombres,
•
ORIGEN Y CAMBIO DEL CONCEPTO DE ESTADO DE DERECHO
? 5. R. von Mohl, Das Staatsrecht des K6nigreichs í'Cíírttemberg 1, legisJativo14. La "división de poderes» se defiende y se acepta
Tübingen, 18~9, p. 8. Y esto vale con l!1depend~ncla de las indicaciones de
H. Krüger, Staatslehrl', Stuttgart, 1964, p. 776.
solo por lo que se refiere a la organización autónoma de! poder
6. C. Th. Welcker, Die letzten GTÜnde van Recht Staat ItIld :,trafe Giessen legislativo. Pero, considerada en sí misma, esta idea se rechaza
1813, libro 1, cap. 6, p. 25. ' , como una amenaza para la unidad de! poder Lid Estado -tan
7. J. Chr. Freiherr von Aretin, Staatsrecht der kOJlstitutionellell Monarchie 1,
trabajosamente lograda-, pues, tomando pie en Montesquíeu, el
p. 11, nota 3.
principio de la división de poderes se entiende más en el sentido
8. C. Th. Welcker, op. cit., p. 25. Cf. también H. Krüger, op. cit., p. 777.
de una distribución de competenóas estataks entre las diferentes
9. R. von Mohl, op. cit. 1, p. 11, nota 3. fuerzas políticosociales15 que en el de una mera articulacióil de
10. J. Chr. Freiherr \'on Aretin, op. cit. 1, p. 163. funciones I 6.
19 11. R. von Mohl. op. cit. 1, p. 9; \'On .\retin, op. cit. 1, pp. 163 s.
ESTUDIOS SOBRE El ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA 1L R. van Mohl, op. cit. 1, pp. 8 s.: k .. Die Pnlizeiwíssenschaft !laeh den
Gnmdsiítzel1 des [lee!;tstJcltes 1, Tübingen.'1866, pp. 4-7; J. (.hr. Freiherr von
la ética y la religión, están fuera del ámbito de competencias del Aretin y H. C. von Roneck, Das StaJtsraht deT kOllstitutionellen Monarchie n,
Altenburg, 1827, pp. 11'7 SS.; ¡,íd. adcm.ís n. Krüger, op. cit., p. 780.
Estado de Derecho» 11. , U. Detalladamente en R. von "10hl. ('p. cit. 1, par. 63, pp. 268 ss.
2. La limitación de los objetivos y las tareas del Estado H. ¡bid. /, pp. 451 ss. (453 ss.). 529 s.; von Aretin, op. cit., pp. 165-168.
a la libertad y la seguridad de la persona y d~ la propie~a.d.' esto 15. Vid. M. Orad,. "Die Gew;lltenteiL.n:; im heutigen deurschen Staatsrécht»,
es, a asegurar la libertad individual y a garantIzar la poslbl\¡da~ en F,¡/!toren des Machtbildllllg, Berlin. 195 ~.
d~ .un desarrollo individual desde sí mismo. No obstante, esto no lb. R. van "1oh!. op. cit. 1, pp. 18 (O~ nota 10,23,453 con nora 5; J. Chr.
slgmflca necesariamente una limitación de los objetivos del
Estado a la función de protección jurídica. W. von Humboldt no
es realmente representativo del pensamiento temprano sobre el 20
Estado de Derecho. En los objetivos del Estado que se legitima ORIGEN Y CAMBIO DEl CONCEPTO DE ESTADO DE DERECHO
23. Van Aretin. op. cit., pp. 159 s.: R. \'on Mohl, op. Cit. l, pp., .'LL) S. Es 24. Vid., por ejemplo, J. C. Bluntschli, Allgemeilles Staatsrecht r,
significativo que :\lohl plantee el Clpítuic' completo dediCado a la poslClOn y 41863, pp. 318-324. Los derechos políticos del pueblo han de instaurar el
compClc'nci,ls de la representación de! l'ueb'c' Q,,;,0 e! título Siguiente: "~c la dominio de la razón a través de su mediación por las clases dotadas de
formación. Ahí se encuentra una jllstifi:ación del derecho electoral
deknsa de
censilario aceptada de modo general. , 2). R. von Mohl, op. cit., par. 36 y
l0' dC'rt'éhos del pueblo ,1 tra\'és de la ",n1blea estamental», p . ..¡q.
37; von Aretin y von Rotteck, op. cit. 1, -1838, p. 169; K. Th. Welcker, voz
j
"Gesetz», en Staatslexikon 6, ed. por Ro¡reck Weld--er, } 838, pp. 7~9,
..,.., 743; L. von Stein, Die Venvaltll,ng<lehre 1, '1869, pp.
ORIGEN '( CAMBIO DEl CONCEPTO DE ESTADO DE DERECHO
4 S., 85-8/. La coneXlOn lllsepc>.rable entre los aspFCtoS material-
sustantivo y formal-procedünpntal en el concepto de ley del Estado de
Derecho no aparece e'l la teoría de la Constitución de C. Schmitt. El
civil, donde esta s.e pone en peligro o, en otras palabras, concepto de ley del Estado de Derecho aparece allí (únicamente) como
donde deja de dar preferenCIa a la razón y se inclina a favor "norma gcnerai», como 'atio contra volllntas conrraponiéndose así al
de los meros deseos o intereses24 • concepto formal de ley como concepto "político» de I~ ley.
El concepto de ley tiene un significado central para la 26. CL U. Scheuner, op. cit., p. 243. Tomando pie en la distinción de H.
conformación y concreción ulterior de este concepto del r. \\"o!ffs, VenlJiI!Wllgsrecht 1, '1967, señala ql1~ en I':ualquier caso
Estado de Derecho. Es el eje de la constitución del Estado de regía la <degalid~d en sentldo negativo», pero podía cuestionarse en qué
Derecho. Y el concepto de ley propio del Estado de Derecho medida tenía vigencia la "lega!Jdad en sentido positivo», es decir, la
tampoco permite dIferenCIar entre un concepto material o reserva de ley .
formal de la ley, sino que es una categoría unitaria. En ella
se vincula un aspecto material o de contenido con un aspecto
formal o procedimental en una unidad inseparable: la leyes 23
EL ESTADO DE DERECHO Y LA DtMOCRACIA
una regla general (norma general) que surge ~o~ el ESTUDIOS
SOBRE
56. H. Heller, Rechsstaat oelu Diktat¡¡r ~1930], en Ges. Schr. n,. 1971: p. 460; C.
mar se ponen al descubierto los límites y las debilidades . de d un Schmitt, Verfassungslehre, 1928, [l. 142. IJ., Legal:tdt ll11d Leg/tllmtat, 1932, pp. 8, 24, 30
ss.
concep ' t o puramente formal del Estado de Derecho. Este, d' .
57. H. Heller, Staatslehre, 1934. p. 221. , .
orienta o de forma primaria hacia la delimitación y los proce
58. R. Smcnd, Verf,¡sslIIlg Imd \-¿rf~)S_'!t,lgsrecht, 1928; Id .. Suatsrechtilche
Imlentos, una
AhlhllullulIgell. '1968, ?p. 265, 267; F. );c.:nHnn, «Die SQZ. Bedéurung der
. que desaparece su contrario, la monarqUla, no puede ofrecer Grundrc.:htc in dn \'7 cilllarer Verfassllng" [1 ~ -~¡)l. en Wirtschaft, Staat, Demokratte,
vez l' . ORIGEN '( CAMBIO DEL CONCEPTO DE ESTADO DE DERECHO
ninguna idea propia sobre el orden po, 1~1C0. .. _ '
Para la crítica, los presupuestos polmcos, espI:ltuales y La crítica socialista ataca además este concepto formal
economicos, a partir de los cuales surgió y ~e configuro este Estado del Estado ?e .Derecho porque había consolidado y
de Derecho, habían de considerarse decaldos en el ~omento en que se reforzado la posición
llega al final de la monarquía, a las transformacIOnes estructurales eCOnOlnICa de la burguesía. Desde sus consecuencias
y las secue!as que trajo consigo la gue~ra, y cuando.' Junto ~.todo prácticas, como hemos Visto, su carácter formal no
esto, con la instauración de la democraCia el antagolllsmo s.oClal representaba una «forma vacía»
~e proyecta políticamente. La crítica se vuelve contra el vaCiado de
smo una conformación y objetivación de la seguridad de
contenido y la formalización del concepto de .1a ~e~, dond.e la
la libertad y de la propiedad. Para la crítica socialista
r~ferencia material y la fuerza legitimadora del pnnClplO del
radical mantenía aún solo, el valor de una fase de
«lmpe;1O de la ley" de! Estado de Derecho y de sus desa~rollos se
«transición»: en tanto una clase ya no podla mante':ler la
habl~n reformulado reduciéndose a la mera fllnción téclllca de la
56 exclusividad de su sistema político, y la otra aún
garantla de la seguridad y calculabilidad jurídicas . De es~ forma no era lo sufiCientemente fuertes9• Por su parte, la
<<la leg~lidad del Estado de Derecho se presentaba como lOca paz crítica socialista moderada quiere mantener los derechos
de sustituir a la legitimidad,,-\7. . de libertad del Estado democrático de Derecho como
Este vacío de legitimidad provoca por otra parte qu~ surjan garantes del valor del individuo y
nUevas definiciones materiales del Estado de Derecho que SIO de que la voluntad del pueblo solo se descubra de forma
duda reflejan las ideas de justicia que están detrás de .cada una d,e democrática; pero además plantea que el Estado de
las ideologías políticas. Y, cara al pluralisill? .~tico-e.splf1t~al Y, Derecho debe abrirse a las «exigencias de la democracia
polmco, dejó de ser posible el recurso a una tradlClOn racIOnal social del proletariado», es decir
comUl:, como ocurrió en el concepto temprano del Estado de a que la ordenación del trabajo y de los bienes se someta a un;
~erecho onentado desde e! individualismo. Hasta qué punto se d¡Juye o,rganización basada en la igualdad material, económica y
entonces el concepto tradicional del Estado de Derecho puede social.
hacerse pate~,te de modo especial en el cambio qUt.' se produce en la
IOterpretaclOn de los derechos fund~mentales: si los derechos
~on ello se convertirá en un «Estado social de Derecho»,
que es la Ul1lca forn,a en la que puede sobrevivir60.
fundament~les. s.e interpretaban como una garantía que delimita?: la I!
bertad IOdlVIdual frente al Estado, ahora, junto a esa funclOn de
6. Frente a este desarrollo, en Suiza, y bajo unas del Estado democrátic061 • Con ello, y SIn negar a eXIstencIa e
condiciones políticamente más tranquilas y momentos de tensión, encontramos dentr? del co~cepto del Estado
econémicamente más seguras, la Idea del Estado de de Derecho un centro de gravedad pecultar, consIs~ente en l~ ten~
Derecho no padeció ('stas ataques críticos ni se puso en dencia a una vinculación entre derecho y democracIa, que esta
cuestión su concepción tradicional. El concepto del caSI ausente en la reflexión alemana sobre el Estado de Derecho.
Estado de D~recho se vio aquí mucho menos sometido
que en Alemania a los llltentos de reducirlo a un
concepto puramente formal, y en lo f'senClal mantuvo su III
contenido básico liberal, caracterizado por Illcorpor~r en
sí tanto elementos formales (división de poderes, Después de la supresión y quiebra del Estado de Derecho por el
vlOculaclOn a la ley, control jurídiCO de la régimen '1acional-socialista62, la reflexión sobre .e~te concepto en
Administración) como materiales (derechos individuales la etapa contemporánea se ha esforzado p~r redefInIdo y
de libertad que vinculan de modo mmedlato). El Estado d~sarrollarlo en dos direcciones: por un lado haCIa un Estado
de Derecho se mantuvo corno tal con una continuidad socIal de Derecho en sustitución del Estado de Derecho liberal
ininterrumpida. (burgués), y por el otro en favor de un concepto material en lugar
Ahora bien, su fundamentación deriva aquí no tanto del concepto formal del Estado de Derecho.
del Derecho racional como de una concepción política
que es parte de la Idea de un Estado libre enraizada en el a) El Estado de Derecho liberal (burgués) c~~o t~po constitu-
pueblo suizo. La libertad individual (civil) y la libertad cional tal y como surgió a partir del concepto ongInano del
política, que cristaliza en la demo• Estado de De~echo, no podía desde sus propios principios dar
respuesta a la cuestión social que él mismo provocó. L.a .t~í~da
1973, pp. 57-75; E. R. Huoer, «Sedelltung der Grllndrechte»: AóR NF formada p.?r la igualdad jurídica, la libertad civil (de adqUlslClO~) y
23 (1933), pp. 1 Y espeCIalmente 84; d. también R. Th0ma, "Die
jllristische Sedelltllng der grunarechr/¡chen Siitze der dtsch. la garantla de la propiedad adquirida, el núcleo de las garantlas
Reichsverfassllng im allgemeinen», en H. C. NI- del Est~do de Derecho no solo supuso la emancipación respecto de
~perdey (ed.), Die GrtUidrechte IInd Gnmelpflichten der Detttschen los vInculas feudal-e;tamentales y corporativos, sino que abrió
r, 1929, pp. 1,'4. espeCIalmente 9, 11. 45. también p~ra.los fines de lucro y --como consecuencia de la
supresión de los hr~llt~s jurídicos estamentales- para la
S;'. O. Kirchheimer, "SeJelltungswandel des desigualdad natural de l~s IndIviduos la vía de un desarrollo pleno
Parlamentarismlls» (1929], en \fOil Jer "!!(marer Republik zltm Faschis! solo limitado por la ltb~rtad igual del otro. El principio de la
lllls, 1976, p. 63. personalidad jurí~Ica.m.ente libre, igEal y formadora de capital se
60. H. Heller, Rerhsstaat oder Diktatllf, cit., pp. 451 Y 462. declaró como el pnnCIpIO de todo el Derecho civil61•
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
.
_IIII_IIII ________________________ ..
aparecen como elementos que se condicionan y se apoyan
.. III _________ .. ,'~\O!,~,~:
33
craCla, . d . 1b
recíprocamente. Los derechos de liberta , que ~onstltuyen a ~se d
Estado democrático tanto en un sentido Ideal como fUn~I?-
61. F. Flciner, SC/¡¡l'(íz, Bmdessta.1t5fecht, 1923, pp. 15 ss.: 25 y 318 ss.;
elun presentan al mismo tiempo límites jurídicos frente a la aCClon Z. Giacometti, nas SU.¡tsrecht der K.antclle, Züri,~h, 1941, pp. 162-.168. .'
na, re . l" d
62. Por distintas Llzones no se ha ('sm,liado aún de forma clentlflCa la
CrItica qlle se lleva a cabo en la teoría alemana del Derecho del Estado a partir de elemento~ constitucionales esenciales de este; y no
1933. hay tampoco acuerdo sobre cuáles de entre estos
63. L \'on Stein, Gegemuarl ¡md Zuba;/t der Rechts- Imd elementos sociales estructurales en parti-
StaatswIssel1schajten J)eutsch!and. Stllttgart. 1 g76, p. 141. cular han de tomarse en consideración. Las posiciones sobre esta
cuestión, por citar solo algunas de ellas, se mueven dentro de un
amplio abanico de opciones: desde la afirrlJdción de la
3-+ «incompa-
ORIGEN Y CAMBIO DEL CONCEPTO DE ESTADO DE DERECHO
El movimiento histórico que se puso ~n marcha con 64. Vid. E. W. Bockertforde, "Lorenz von Stein als Theoretiker der
ello condujo necesariamente no solo a la desigualdad Bewegung von Staat und Gesellschaft zum Sozialstaat», en Alteuropa IInd
die modeme Gesel!schaft. FS Bnll1ller, Gottingen, 1963, reeditado ahora en
sori'll basada en la posesión, sino que, con su Recht, Staat, Freiheit, Frankfurt a. M., 1992.
estabilización y agudización llevó también al 65. E. Forsthoff, Verfassungsproblem» des Sozialstaats, Münster.
antagonismo clasista de la sociedad, y con ello; una '1966 .• , 66. La .aportación de la historia de la génesis de la Ley
nueva Fund2.mental para ulla lmerpretaclon del concepto del,Estadl> social de
falta de libertad, ahora social, sobre la base de la igué! Derecho» es prácticamente nula. O. la exposición de Werner Weber, "Die
verfassungsrechr1ichen Grenzen sozialstaatlicher Forderungen»: Der St,wt 4
ldad jurídica. L. von Stein y K. Marx fueron los primeros (1965), pp. 411-416.
en comprender plenamente este movimiento en su 67. AfirmaCIOnes sobre el concepto del Estado social o del Estado social de
dialéctica histórica64• Ya ello se añadió la pérdida de Derecho. hasta 1965 pueden verse en \'\7. Weber, op. cit., pp. 419, nota 9 y
espacio vital que provocó el desarrollo industrial 420 nota 10., ReCIentemente Klaus Stern, en la voz «Sozialstaat'<, en
(Forsthoff)6s. Ambas consecuencias remiten más allá del Evangelísches Staatslex¡kon, 1966, y en P. Badura, "Auftrag llud Grenzen
der VerWaltllng im sozialen Rechtsstaat»; DoV (1968), pp. 446 ss.
Estado de Derecho burgués y plantean la exigencia de un
Estado que intervenga en la sociedad, que asuma
funciones de procura asistencial y de redistribución; un
Estado que opere activamente contra la desigualdad 35
SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA ÚEMOCRACIA
social, para que la igualdad jurídica y la libertad
individual, . incluidas en las garantías del Estado de
Derecho , no se convIertan en una fórmula vacía para un tilia 'b'l'd d e ntre el Estado de Derecho y el Estado social ., a
número de ciudadanos cada I
nivel I constltuCIOna . . », (Forsthoff) pasando por la de una
vez más amplio. «atencIOn . a o
El problema queda así claramente formulado, pero su SOCia», . I (Menger) de un «mandato de configuración " ".. socia!» y .
solución se enfrenta a dificultades de distinto tipo. La de protección de los «social y económicament~ mas deb¡.les»
apelación a lo social (Nlpperdey) como rasgo específ~co del Estado social de Derecho,
que deriva del concepto del Estado social de Derecho, es hasta llegar a la posición que lo Illte~~ret~, como u,n r.nandato
desd; luego una apelación de carácter general 66• Pero, pleno ~8e redistribución social y de plamfIcacIOn economlca
como puede verse en la discusión actual, muy viva y en (Abendroth) .
modo alguno cerrada67 no existe aún acuerdo sobre en Si se quiere evitar que la discusión. sobr~ ~ste tema
qué medida se pueden incorp~rar estructuralmente desemboque en una serie de equívocos sin referenCIa objetiva al
elementos «sociales» en el edificio constitucional del concepto, resulta necesario aclarar si en el concepto del Estado
Estado de Derecho sin que con ello se pierdan otros social de Derecho el elemento del Estado de Derecho tiene que
manteners: fren.te al Estado social con el mismo rango, en cuyo
caso las eXigencias y ampliaciones derivadas del Estado social taciones sociales y derechos de participación n.o es posible sin
tendrían que acomodarse a las garantías, formas y procedimientos desmontar las garantías propias del Estado de Derecho.
del Estado d: D.e~echo; o bien si el Estado social se presenta como Así, por ejemplo, la garantía jurídico-constitucional
un nuevo pnnClpIO constitucional, que se contrapone al Estado del «derecho al trabajo», junto a la consecuencia de fundar
de Derecho y que solo conserva de este algunos elementos como una obligación estatal a favor del subsidio de paro, implica
un mero adorno -pe~o en tal caso ya no debería hablarse con también que, en caso de escasez de trabajo, pudiera
propiedad de Estado sOCIal de Derecho. . ponerse en práctica sin más una intervención estatal en el
Si se parte de la primera posición, gana un peso específIco la ámbito de la elección de profesión y una administración de
tesis de Forsthoff de que el Estado social y el Estado de ~erecho las plazas de trabajo, y con ello una limitación ~sencial del
son incompatibles a nivel constitucional. En ella no .se d~ce nada derecho fundamental reconocido en el artículo 12.1,
contra la justificación o la nece:;idad del Estado SOCIal, SIllO mcluso desde el punto de vista económico. La
solo que, si se mantieGen las condiciones propias del. E~tado de socialización de los medios de producción po es
Derecho la realización del Estado social no puede (111 tiene que) concebible como principio constitucional sin que se vean
plantea:se a nivel constitucional, sino solo y específicamente a afectadas de modo esencial la libertad civil de adquirir
través ~e la legislación y de la Administración 69• En su estructura bienes y la garantía de la propiedad (como objetivación de
de ga~antla de la libertad el E~taJo de Derecho está vinculado de la libertad de adquisición), y sin que los correspondientes
forma mmcJiata e inqu;brantable 3 garantía~ procesos de trabajo y de decisión sean organizados y
dirigidos directamente por el Estado o en forma de
jurídico~co~s.titucion.ales, y en especial a las tres colectivismo social.
garar.tías de la Igualdad JurH}¡ca, la hbert~d de adquisición y la ¿Dónde se encuentra la causa interna de este problema? L.
propiedad. Atribuir igual ~arácter de Illmed/lat~z, igual naturaleza de von
inquebrantab!es r
de, ejecutables ~esde SI ll11Smas a las garantías
70
Steic ha señalado que con la Constitución del EstaJo de
jurídico-consntucIOnales que se refIeren a pres- Derecho se ha alcanzado ya la forma de la libertad. La
resolución de las contradicciones sociales de la sociedad no
puede por tanto buscarse en el ámbito de la Constitución,
68. E. Forsthoff, «Begriff und Wese'1 des sozialen Rechtsta8tes»: VVDStRL 12 sino que tiene que rastrearse allí donde haya surgido esta
(18 )-4) ,pp. 8-.',. '6' l~hr .Fr. Menger ,De-: Begriff des soúa/en . Rechtsstaates J d mz P
contradicción: en la ordenación de la relación entre capital
BOlmer .. l
y trabajo, y en la posibilidad de que el trabajo pueda llevar a
e ,
JrtlJt e
d gese t--<., Tt"1b;I1' 'G:en ' ' 1953,· H . . "Jipperdev ~ .. ' "FreIe Entfa tung ~ er • la posesión a través de la adquisición. Ciertamente esta
erson Z ID 1chkeit~ en Die GrrllIdrechte r//2, Berlin, 1962, PF. 806, 808; W.
Abenurotn," u gegr:íf 'des Jemokrarischen und sozialen Rechtstaats im Grundgesetz der
tesis de la Constitución como forma de la libertad puede
Bundesr~ resultar discutible para la época en que se mantiene un
['llblik Delltschlan,h, en NFS Bergstraesser, 1954, pp. 279 ss. • _. derecho electoral restringido por el censo, pero es
69. E. Forsrhdí, "Begriff und Wesen des sozlalen Rechtstaates», en Id., Recht" SUd! plenamente acertada para una Constitución del Estado
íll1 \'i',lI1dcl. S¡\'ttgart, 1964, pp. 38 ss.; Th. Tomandl, Der E/I1bau sozraler democrático de Derecho, que incluye un derecho de
(;l1l11drcchk /11 ,1.1; !.ositille Recht, Tübingen, 1967, pp. 12 ss.
sufragio igual y univel~al. Por ello, si no se quiere
renunciar a ia libertad propia del Estado de Derecho o
reducirla, el Estado social solo puede tener un significado:
36 el de crear los supuestos sociales de esta misma libertad
ORIGEN Y CAMBIO DEL CONCEPTO DE ESTADO DE DERECHO
para todos, esto es, el de suprimir la desigualdad social.
Parece por tanto algo necesario a nivel de la
Administración, incluyendo la legislación, y desarrolla aquí la tendencia a convertirse en un proceso autónomo y a
toda su fuerza. • condensarse en UlI sistema de prestacione~ sociales y de
La jurisprudencia del Tribunal Constitucional federal se ha obligaciones jurídicas que CIertamente no cancelan formalmente
desarrollado hasta el momento presente de acuerdo con las conse- las garantías de libertad de! Estado de Derecho, pero que se
imponen sobre su contenido. . .
No obstante, el Eswdo social de Derecho así entendIdo
Invade en dos aspectos el edificio constitucional de! Estado de
70. L. von Stein, Geschichte da sozialen Bewegullgel1 in Frankreích von
Derecho. El primero de eIJos es e! de la re[1unci~ a~ concep,tG de
1789 f¡is auf unsere Tage III, ed. Salomon, reimpr. Darmstadr, 1961, pp. 193-
195, 143. la l~y como norma general para e! ámbito de la aumullstraCIO!1
prestacIOna~, e~ el que se admiten las llamadas «leves-medi?d», de
Vid. sobre eIJo también E. W. Bockenforde, "Lorenz \'on Stein als
Theoretiker. .. », cit., p. 271. ndturalez~. Jundi ca especial en tanto dirigen y regulan
directamente sItuaCIOnes concretas. Estas <<leyes-medida» son
un instrumento necesano par.a un legislador que interviene en la
economía y la s?cied?_d configurando, dirigiendo o promo\-ienJo
37 objetivos proplOS del Estado
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
c.uenClas . d enva . das de esta concepción?l. Ha mantenido . de -: 1. Ver la exposición introduccoria '" el anaiisis de la jurisp[lldencia dd Triounal
forma Comtítucional sobre estJ cuestión en \'V. Weber, «Ole vertassungsrechthchen Cremen
sozialstaatlicher Forderuqg», clL. ?p. 419-443. Vid. wmblén P. Badura, "Die
contllluac.... . .,' , que el reconocimiento del Estado social en la . Rechtsprechung des BverfG ZlI den \aiassungsrechdichen Gremen
Ley . Fun-1 1 damental contiene en primer término un ma~da~o. wIrtschaftspolítíschcr Gesetzgebung im sozialen Re-:n:sraat»: AóR 92,(1967), pp,
constltuCl~~a .a legislador que obliga a este a atend~r a la Just1c~a y 382 ss. .
~l eqUllIbno sociales en el marco de la ConstituclOn~ y .q~e, mas alla -2. W. W~ber, op. cit .. pp. 430-432. Una confIrmaClon reclcnte de esta POSIe',)"
puede enCOllllarse en la Sentenci.' sl,b~é la constitucionalidad de la regulaCión del
de e~t.?, en cuanto fin del Estado, representa un pnnClplO de "lugcndwohlfal,rt5- und Sozi'11hil[c- ;c'ctz», en BverfGE 22, p. 187 (204).
IllterpretaCl?n de la Constitución y la ley. Ahora bien, de él n~ ORIGEN Y CAMBIO DEl CONCEPTO DE ESTADO DE DERECHO
puede denvarse
. 'n derecho o institución que vincule constItucIOnalmente de
nlllgu . . . . 72 El . . forma directa -es decir, sin interposlttO social. Quizá puedan entenderse aún en un sentido formal
legts/atons- '. pnnClpio del Estado social necesita que su como norn~as abstractas-generales, pero en ellas se
contenido sea preClsad,o por el legislador y la Administración y, pierde la generalidad pr~pla del conce~to de la ley del
en esta tarea, ambos estan sujetos a las garantías constitucionales Estado de Derecho en lo que se refIere a la materIa y al
de! ~s~~do de Derecho. contenido73.
No se puede afirmar que con esta sUJeclOn al Est~do de
Derecho se prive de eficacia al principio del Estad~ SOCIal, y que. El ~tr~ aspecto se refiere a la separación por
principio de la soberama fIscal y la garantía de la
:1 Estado social de derecho quede en e! vacío. PreClsame.nte propiedad74, El acceso del Estado al producto social y a los
ingresos por medio de su potestad fiscal, ante: de que caiga
la actlvIdad del legislador en este terreno ha puesto de m~mfIesto
en Alemania lo contrario. Baste citar aquí, a modo de ejemplo, l~ como «~ropiedad» bajo la protección de la garantIa del
densa legislación en materia de igualdad, la norma~iva so.bre derecho a la propiedad por el Estado de Derecho es una
pensIOnes y seguridad social, incluyendo aquí la autogestl?n bas.e ineludible para la actividad social del Estado por
SOCIal; o la ~eforma del derecho sobre la asistencia social. Más p~rte del legIslador y de la Administración, y en esptcial
bien podna deCirse ~ue esta actividad social de! Estado manifiesta para las medidas de redistribución social que el legislador
pone continuamente eI¡ marcha para salir al paso de la rebajar y vaciar la garantía de la propiedad, del mlsmo
desigualdad social y establecer el deno- modo que la creación de un sistema de seguridad social
minad? equilibrio social. La tesis mantenida por la puede afectar a la garantía de la libertad propia del Estado
jurisprudencia del TrIbunal Constitucional Federal, la de que de
la carga de los im- Derecho, En ambos casos es decisiva la cuestión de la medida
puestos y tributos especiales no afecta en principio a la co[,<,cta: solo descubriendo y concretando jurídicamente esta
garantía de la propiedad del Estado de Derech0 7'>, es el medi-
precio inevitable que
hay que pagar por garantizar la seguridad social y la
premoción del progreso social que, legitimado por e!
•
73. Un tratamiento fund;:mental del problema pUede encontra"se en K.
mandato cOllstitucional del principio del Estado social, se Huber, Rechigesetz Imd MasSflahmegesct¡, Berlin, 1963; K. 7eidler,
espera del Estado. El Estado no puede llevarlo a cabo sin Klc/ssisches Geset;: und Massnahmegesetz, Karlsruhe, 1961.
asumir al mismo tiempo una facultad de disposición sobre .74. Señalado en primer término por ForsdlOff, en «Begriff und Wesen des
el producto social y su distribución76• sozlalen Rechtsstaates», cit., pp. 52-53, Y también p. 9.
E~ta compuerta abierta a la activación del «Estado _ 75. Sobre ello,. con matices críticos, W. \'Veber, "Die verfassungsrechdichen (,renzen
fiscal» es una condición necesaria de la posibilidad de! sozlalstaatl!cher Fordetung», cit., pp. 436-438.
Estado social de Derecho. Pero desde luego e! problema de 76. Ver sobre esto también C. Schmitr, Verfassrmsrechtliche Allfsiitze, 1958, pp.
una coexistencia continuada del Estado de Derecho y el .196 ss. y 503 s, (el trabajo vNehmcn, Teilen, Weiden» y la nota final a él).
Estado social <10 puede Considerarse aún resuelto. La
pretensión de una ilimitada potestad fIscal del Estado que
responda a los objetivos de una redistribución social puede 39
DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA ORIGEN Y CAMBIO DEL CONCEPTO DE ESTADO DE DERECHO
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO
Pues si las
vincula~ión Con ello se abre paso sin duda a una nueva totalidad80 •
da correcta puede garantizarse una a gerecho y u.na prescripciones materiales de una Constitución se entienden como un delimitación recíproca entre la actividad
sOCIal del Estado y ,la in-
«orden objetivo de valores», o como la condensación de unos
princitangibilidad del Estado de Derecho, que es lo qu: se enunCIa en
1 concepto del Estado social de Derecho. Es aqUl dond~ se ofre- pios de justicia suprapositivos, entonces --como ha expresado el Tri ~e un amplio y fructífero
campo para la discusión ulterior sobre bunal Constitucional Federal, que se reconoce vinculado a esta conel concepto del «Estado social de de:echo~} y para su
formula- cepción de la COl1stitución- ese sistema de valores tiene que tener
7 «validez para todos los ámbitos del derecho»81. Más aun, de acuerdo
ción como un concepto jurídico maneJable con la lógica propia de una concepción vinculada a valores y a la
!.
b) El giro hacia un concepto material del Estado de Derecho justicia, la Constitución concebida desde el principio del Estado material de Derecho incluye en
sí la pretensión de una validez inconditoma pie en la renuncia al positivismo jurídico q~e se pla~tea ~a al
cionada, que se extiende a todos los ámbitos de la vida social. Y con
Alemania. y esta tendencia se vio reforzada por ~a experl~nCla de ello la Constitución sanciona unas determinadas convicciones polítila quiebra del Derecho
que se produjo con el ré?lmen naclOnalso- co-éticas, atribuyéndoles una validez jurídica general, y discrimina a cialista. Por debajo de la pluralidad de
formulacIOnes, el concepto las que se oponen a aquellas, La Constitución no garantiza ya la limaterial del Estado de Derecho se caracteriza por el hecho ~e que
bertad de una forma incondicionada a través de una delimitación el poder del Estado se entiende comO vinculad? a determmados jurídico-formal, sino solo la
que cabe dentro del sistema de valores principios Y valores superiores del Derecho, aSI c~mo porque el reconocido por ella: quien se sitúa fuera de este sistema
de valores, centro de gravedad de la actividad estatal no se ,entiende ya como positivado entre otros en la cláusula de intangibilidad (art. 79, III en orientado
primariamente a asegur~~r las garantlas formales de. la relación con el art. 20 LF), deja de tener derecho a la libertad política libertad sino a establecer una
(art. 2, r y n, arto 18 LF)82.
situación jurídica justa en sentido
final de la República de Weimar y que se extIende ma~ all.a de
material78. La garantía de la libertad se incluye como ~n momento De esta forma la estructura constitucional tradicional del Estade est;l situación jurídica, pero
de esa fo:m.a se v~. al mls~o ~lempo do de Derecho se diluye, y se inicia una creciente tensión en relarelativizada. La Constitución ya no se hmna a ÍlJar l?s
lImItes. del ción con el sentido fundamental que tenía la garantía de la libertad poder del Estado frente a la libertad civil, y a orgalllzar la articu- en el concepto
originario del Estado de Derech083• Y, sin embargo, lación y los limites de la formación polít~ca de la volunt.a?, y .d,el
ejercicio del dominio, sino que se convIerte en la pOS1t17aClOn SO. Vid. H. Quaritsch, "Kirchen lInd Staat, Verfassungs- und staatstheorttische jurídica de los «valores
fundamenules» del orden de la Vida en Probleme der sta:>tskirchenrechtlichen Lehee der Gegenwart»: Der Staat 1 (1962),
pp. 184 S.
común79, 81. BverfCr 7, 198 (205).
82. H. Quaritsch (en «Kirchen und Slaat ... ", cit, p, 185) lo expresa de un mo'
77. Un interesante intento de iUIlciamentar la necesidad y los límites de la do preciso: "Una ordenación de la vida a tr;wés de normas jurídico'constitucionales administración del Estado social desde bs
der
prantías del Estado de Derecho, y que basad.1s en valore5 es algD que no se puede discutir, es algo que no se puede acept[,r aún sigue teniendo interés, puede encontrarse en L van Stein, Handbuch Yerwal~
wttgslehre
o :echazar con relevancia j1lrídica, solo se la pUédl': acatar. Y quien no quiera m, 51888: Die soziale VenilJltullg. En la doctrIna actual Viii. H. J. Wolff, hacerlo, no puede ;nantener la pretensión de ser
oído en el ámbito jurídico».
Venwltuttgsrecht, cit., pp. 50 ss. . ' 83. Por ejemplo, considerado desde el punto de vista de la libertad jurídica, el
78. ef. entre otros W. Kaegí .. "R"ch[~~.u[ lInd Den\okratIe~.' ,en Dem~kratl~ derech" de partidos del Estado de Derecho democrático y libre actual es infe¡ior a
IIml Rechsstaat. FS Giacometti, Ziínch. 19.'.,. pp. 107·14",-, eS?edalmente b3 ss., la regulación de las leFs socialista,; del Imperio bajo Bi:;marck. Según el artículo
.. ' 1 . I ü -'O , • m ",:,9 s 72-7'''' er; un 2l.l1, IDS partidos políticos que intenten perjudic.lr o suprimir el orden fundamental comentario de Maunz y Dung a a[[!CU ¡Jum ... ar". ., •
, sentido crítico para esta descripción del E,r.dD materIal de Derecho como Estado d~ la demDcracia libr~ pueden ser prohibidos mediante una sentencia del Tribunal de justicia vid. Scheuner, "Die neuere E 11['\,
h:klung des Rechtsstaates 111 Deutsch· Constitucional Federal, llevando aparejadas las consecuencÍ:ls de ,u disolución, de land», cit., p. 248, dDnde se Dpone .1 \JI'. rec,onOClmlentD de valores matenales en la
prohibición de presentar candidatos a las elecciones en adeíante y de la pérdida el desarrDllo jurídico europeo. _ . . :' s. de los mandatos parlamentarios que tuvieran (par. 49 de la Ley electoral federal).
79. fundamental para esta idea R. ~menJ, "Das Rechr de.r frelen Mel11l1ngsa~ Frente a ello, en la monarquía autoritaria de la etapa de Bismarck, la incompatibiserung»: \/VDStRL 4 (1928), pp. 46·4S:
,
Id" \ ':,rfússung ItIld Vertassungsrech!, 19:-8, lidad de los objetivos políticos del Partido Social Demócrata con sus propias conpp. 44 SS.; Íd .. Staatsrechtliche AblhllIdi;¡ ,;:s,'I:. 1955 ~p. j 60 ss.; :'Id. tamblen
Dung vicciDnes valorativas se tradujo en una prohibición de los partidos, de sus reuniones en comelltarío de Matl11Z y Dürig ,11 .lrricuk' 1.1, numo margo )'16. \ de sus publicaciones, pero no se llegó a Ilna
supresión de la libertad de votar a
-+O 41
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA de que la libertad jurídica r;é:JJ sus períiles y su (apacldad de dlferCIKilción (¡'id. especialmente
pp. 85 s, l.
el concepto material del E~tado d~ r:>erecho fu~dado .en valo~es obtiene pese
a todo un amplIo asentimiento, especialmente a~oyandose en el argumento 42
de que el Estado de Derecho tendna que subsanar su falta de contenido y su ORIGEN Y CAMBIO DEL CONCEPTO DE ESTADO DE DERECHO
vaciamiento !ormaI84• Ahora bien, esta apelación a un Estado de Derecho
matenal pasa por alto o infravalora el significado del Estado de Derecho, y
~e un ~?do particular el significado material que tienen las garantlas materiales, y~ ~ue l~s v1.Iores como tales no Son susceptibles de
JundICoformales y los procedimientos regulados. . una fundamentaclOn racIOnal medlilri;l intersubjetivamente85. En
Las garantías y los procedimientos formales s~n precisamente lo que último ex~rem~ se apoyan más bien en vivencias, en el sentimiento,
ampara y protege la libertad individual y s?~lal, e~ tanto son un medio de en eVidenCias, y con ello se retrotraen a convicciones compartidas y
defensa frente a los at;:¡ques que se dlrtgen directamente contra individuos
a.bren ,la puerta de pa~ .e~ par a opiniones y actitudes personales
y grupos sociales en nombre ~e c~nt~mdos materiales, o de supuestos valores,
establecid~s ~ m~enonzados como algo absoluto; se revelan, pues, como (ldeol?glCas), a un I,>0sltlvlsmo de las valoraciones cotidianas, pues
l~stltuclO~es de la libertad, que tienen poco que ver con el forma~lsmo o 1l1c1~so. ademas 110 hay un sistema racionalmente fundado para resolver los
el positivismo. La supresión de la libertad en los reglmenes tota!ltarlOs no conflICtos entre esos valores'%.
comienza nunca con un respeto escrupuloso a las garantla~ formales y los Ciertamente esta tesis está expuesta a la objeción que formuló
procedimientos, sinu más bien co~ ~u quebra.ntamlento en nombre de un Adolf Arndt: la votación como vía para la formación de la voluntad
derecho material y pre-posltlvo supenor, ya sea este el de la «religión política y la creación del Derecho presupone un acuerdo en torno a algo
verdadera», el de la «com~nidad popular de miembros de la misma especie» o sobre lo que no cabe votarS7• y esto es sin duda cierto. Pero la verdadera
el del «proleranado». S?lo en una segunda fase, cuando el nuevo derecho se cuestión aquí es la de si este acuerdo unánime, al que
ha convertl~? en un sistema de dominio como instrumento de la transformaclO~
revolucionaria, se llega al positivismo y al legalismo de los reglmenes no puede sus~raerse una comunidad política, no tiene que ser pre-
totalitarios. SlIpuest?, y SI, en el caso de que se vuelva discutible, puede ser
Si se dota a los postulados ético-morales o a los valores mat~ríales de mantel1ldo o creado por un mandato de la Constitución o del Derecho,
una vinculatívidad jurídica que va más allá de la garantla de Id libertad que en caso de conflicto se establece mediante una mayoría. ¿No se abre
igual de todos y de las ~xlg~ncias fundamentales ?e una vida en común entonces la puerta a un totalitarismo constitucional? ¿Q~é clase ~.e
ordenada, se llega mevltablemente a una sOCIalización de la libertad y de seguridad en sí mismo tiene un pueblo que se cree oblIgado a ftJar como
la autonomía individuales .. Estas q~edan sometidas al dominio de lo~ que intangibles, con la coacción del Derecho, los llamados valores
ejercen el monopoho de la. mterpretación de estos postulados o yalores, o fundamentales de la regulación de la vida y de s~ organización política,
que se lo. ~proplan. ~ esto vale también de un modo espt'cial para la tanto para sí mismo como para las generacIOnes futuras, a las que con
apelaclOn a valores ello está negándoles desde el principio el reconocimiento de su propia
madurez?
La situación que se presupone aquí es la de una anarquía o la de una
los candidatos democrático-sociales ni de su o<,rricip'lción en las elecciones políticas, ni a la pérdida revolución total, en la que todo queda en el aire y nada se
de los manJatos alcanzados en el Retchstag.
84. Vid., por ejemplo, E. Schellner, ,,[>;e nClIere Entwicklung des Recht~taat~ in DClltschland»,
entiende ya por sí mismo. Si se da de hecho una situación semejante,
cit., p. 243; Kaegi, "Rech'éJ<lt llnd DemokratIe», Cit., pp. 13.) ss., K Hcsse "Der Rechtstaat im entonces puede resultar ineludible adoptar una actitud defensiva de este
VetfassungS5\Srem des Grundgesetzes», en Staatsver- tipo, para que la comunidad política pueda sobrevivir. Pero
. .., , .. : 962 78 84 s Ulen
(asslIlIg l/lid Kirchellordnllllg. FS R SIl/Clh1. Tl:b,ngen, 1 ,pp, s., ., q sin
el11bargo intenta vincular los rasgos íorr..';les y materIales del Estado de Derecho, pero el CO~[;l
142 ss., así como A. Podlech, «Grundreck" llnd Staat»: Der St{!at 6 (1967), pp. 348 ss.
¿en qué medida no~ encontramos entonces aún ante una regulaci6n ~e
. 86. CÍo también C. Schmitt, «Die Tyrannci der Werte», pn Sdku/arisation Iflld Ltopie. Erbracher
la !tbe~tad propia de un Estado de Derecho? Tan cierto es que la Stlldien, Stuttgart, 1967, pp. 57 ss.
IIbertau que el Estado de Derecho, gar;mtizada mediante delimitaciones,
8~.~ A. ~rndt, Christ/icher G/al/be palitische E,¡tscheidltllg, München, 1957,
necesita, para poder persistir, de toda la fuerza interna de su regulación, IlIId
pp .. Ll, s.; Id., «Demokratie - Werts:,'stem des Rechts», en Natstal1dgesetz _ abn [{ter, Koln, 1960,
como que el Estado de Derecho descans::t sobre la p. 12.
"
85. Fid. entre otros A. Brecht, Politische Theorie, Tiibingcn, 1959, pp. 155 ss.,
43
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
competencia para decidir en última instancia de forma vinculante
(sobeldnía), y de que solo a través de esta, estableciendo y asegurando
base de que esta regulación surge de él mismo, a partir de la sustancia un<l situación de normalidad -de pa7 dentro del Estado-, se cred la
moral de los individuos y de la homogeneidad de la sociedad. Sus condición necesaria para la validez de las normas de! derecho legal y con
instituciones están construidas sobre este criterio. Y si esta confianza se ello también de! derecb0 89• De estz forma se pasa por alto la dialéctica
manifiesta como una mera ilusión, si hay que garantizar estas fuerzas ~ntre Dere-
reguladoras con la mera coacción de! derecho, entonces la libertad de!
Estado de Derecho ha llegado a su fin. 88. A. Arndt. "Dernokratie - \ver;sys(cI1l des Rechts», en Notstandsgesetz (Iba wíe?, cit., p.
10.
S'i. \X'. Kaegi. "Rechstaat unJ Dernokr.ltie .. , cit., pp. IlF-142.
IV
47
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
autonomo ~e la comunidad política basada en el pueblo
hizo valer su capaCIdad para disponer sobre la forma y
tam blen · , en una relación de tensi6n, .. y la . Ley la config~ración de su propia. ordenación. En los teóricos
del Derecho racIOnal la Idea determlll.ame fue la de
Fundamental i l' trata . ,., de resolverla desde un criterio de que la justificaci6n del dominio político tenía que
eqUlhbno v desde una (e ImltaclOn denvarse de la autonomía y la autodeterminación de los
entre ellos4• llldlVlduos, ~~n independencia de las autoridades
existentes. La autodetermmaclOn individual se
transformó, por mfc110 de la fIgura del contrato de
l.
su CONEXIÓN CON EL PRINCIPIO
DE LA SOBERANÍA POPULAR
4. \·id. i¡¡frJ. PI'. 118 ,;5.
Con el enunciado nuclear de que «todo el poder de!
Estado procede del pueblo» (art. 20.2.1), la Ley
Fundamental toma expre.samente el principio de la -tS
LA DEMOCRACIA COMO PRINCIPIO CONSTITUCIONAL
soberanía popular co~o punto de partida para
determinar la forma de Estado. Este pnnclplO. se
proclama como la idea directriz vinculante a la hora de sociedad y de gobierno, en un poder social a cuya disposición quedaba
constitUIr el poder del Estado en la República Federal también el objetivo, la razón de ser de la fundación del Estado y de la
de Alemania. organización de este5.
En el desarrollo ulterior estas ideas se separan en dos direcciones.
Para una de ellas, la que culmina en Rousseau, e! principio de la
1. El contenido del principio de 1,1 soberanía popular autonomía ~e los individuos se traslada al pueblo, y este aparece
como una ullldad y un todo, que disfruta de aquella libertad, de aquella
El principio de la soberanía del p~eblo ~~ apoya en autodeterminación y soberanía que correspondía al individuo en el
dos !deas: la d~ que el poder que ejerce el domllllO estado de naturaleza. La libertad de los individuos se realiza en su plena
poht~c~ -el domllllO de hom bres sobre hombres- no es participación en la voluntad colectiva soberana. Para la otra dirección,
algo que este simplemente dado o 9ue haya de representada por John Locke y la Declara ci~n ?e. Independencia de los
suponerse, sino que. es a1~~ que necesita s~r ded.u.CId~
Estados de New England de 1776, el prlllclplO de autonomía determina
mediante una justificación (legltImaclOn), y b. de que
no solo la génesis del dominio político sino también su objetivo: este se
esta le?lt1ma ción solo puede partir del pueblo misn:o
comprende como la garantía de los derechos naturales del individuo y
y no de ~ualqUler I!1stancia ajena a este. La ordenación
actúa de esa forma como límite del poder político.
de la Vida .en cOI?un de un puebl? tiene que poder
retrotraerse al reconoClmte~to de aquellos que VIven bajo La Declaración francesa de los Derechos del Hombre y del
ella, tiene que ser expre~ión de la lIbertad y la Ciudadano de 1789 intentaba reunir estas dos ideas, en la medida en que
autodeterminación del pueblo. , . . , proclamaba por una parte la plend soberanía de la Nación expresada en la
Históricamente en la baja Ed::d Media este volonté générale de la ley (arts. 3 y 6), y por la otra establecía como
postulaoo se dmgla en primer término contra las objetivo de toda comunidad política el respeto a los derechos inalienables
pretensiones de supremacía del ~a~a y de la Iglesia, del hombre (art. 2). No obstante, en la Europa continental tanto la
especialmente '~onrra el derecho del Pa~a a destitUIr a fundamentación teórica como la realización práctica ulterior de la
los señores temporales; frente a ello, el poder soberanía del pueblo siguieron la dirección marcada por Rousseau. A ello
contribuyó, en primer término, la transformación, durante el Absolutismo prtnCIP.I? de la soberanía popular se refiere de manera
europeo, del poder supremo en poder soberano dd Estado, cuya ,pnma~ta a la cuest~on de la titularidad de! poder del
titularidad, atribuida en principio al monarca, heredó el pueblo. Y, en Estado. Con el se .aflrma que la tnsta,u!"ación y la
segundo término, aquella idea de la Naci6n (entendida en el sentido de organización del dominio que ~jerce el poder polmco
una unidad colectiva que ha alcanzado su alltoconciencia política) como tienen que poder retrotraerse al plJeblo mismo, esto es, a
titular de la soberanía, que se convirtió con la Revolución Francesa en una una legitimación y a una decisión que surgen del pueblo.
fuerza histórica que dominó el siglo XIX y que ha seguido operando hasta Esto no quiere decir que tenga que ser el ~ueblo el qu~
hoy6.
gobierne de forma inmediata -ya sea de for~a directa o
Desue luego, el reconocimiento del principio de la soberanía ~edlante instituciones de la democracia representatlva-;
popular, que efectúa el artículo 20.2.1 de la Ley Fundamenfal, se basa y pero SI que e! pueblo tiene que ser y tiene que mant~nerse
se inserta en esta tradición política y espirind. Pero la cilesti6n de en qué ~n todo caso co~o titular del poder constituyente (potluolr
medida se asumen y se reconocen aquí los constttuant). En e! ejercicio de este poder constituyente e!
poder de gobernar puede luego transferirse a un monarca o
5. Cf. sobre esta cuestión y en lo que sigue P. Graf Kielmansegg, Volkssotlveriinitiit. a una asamblea, y esto puede hacerse con un alcance
Eine Untersllchung zu den Bedi:zgungell demokratischer Legitimitiit mayal" o menor y de una forma temporal o permanente. El
J 977. pp. 69 ss., 100 ss., 148 ss. ' principio de l~ soberanía p01?~lar no. queda cancelac10
. 6 .. F. Schnabel, Deutsche Geschichte ¡m 19. Jahrhundert 1, 'J 951, pp. 87 ss. por esta transferencia mientras la declslOn de transfe-
(.Ole hlstonsche Bedeutung der Franzosischen Revolution»). ·i
rir el poder de gobernar se mantenga jurídicamen~e
CO?;O ~lgo revocable, es decir, mientras no represente
49 una enajenaCIOn Irrevocable. ..,
ESTADO DE DERECHO Y LA DEMbCRACIA
ESTUDIOS SOBRE
EL En este sentido la figura del contrato de domInIO de
la !eona del Estado de la Edad Media y de los comienzos
~e .la. Epoca Moderna puede ya entenderse com:). un
tulados teóricos de esta tradición es algo que no se
refle!~ del pnnCIpIO. de la soberanía del Plleblo: en una
puede de~i~r a partir de ese mero reconocimiento, sino
comumdad polmca ya constitUIda el poder de gobernar se
solo compr~ba?~o cómo se configura y se delimita más transfería a tran:s de él a un señor. La. C~n~titución
concretamente este pnnCIplO de la soberanía popular en la francesa de 1791, que partía expresamente del pnnCIplO
Ley Fundamental. de ia soberanía del pueblo (Tít. III. arto 1), transfería al
Re~ ,e! poder ejecutivo y lo reconocía como
representante ~e l~, NaCIon (Tít. IIJ, arts. 2 y 4). Y en el
2. Soberanía popular y poder constituyente del pueblo mismo sentido la COnSt1tUCI~n belga de 1831 instauró
la monarquía sobre la base de la soberama pOPU-
No se hace justicia al principio de la soberanía de! pueblo LA DEMOCRACIA COMO PRINCIPIO CONSTITUCIONAL
diciendo que el poder del Estado se ejer~e en interés de!
pueb~~ y para su blenes. · tar La máxima . «salus pubhca lar (art. 2~):. el rey belga era.' y es aún hoy, «rey de los belgas», no
suprema lex» tamblen 1 se M puede realiZdr sin que el «rey de Belglca». Algo semejante ocurre al elaborarse la
poder del Estado derive del pueblo; a anarquía ilustrada Constitución de la Paulskirche en los años 1848-1849: por decisión
(<<todo para el pueblo, pero sin el pu~bl.o>~) puede de la Asamblea Nacional alemana se estableció la figura hereditaria
servir de ejemplo para ello. Por el con~rari~ e! del
Emperador como una de las instituciones de la Constitución -y no Constitución se mantengan en el tiempo, se renueven de forma acorde
como algo previo a ella-, y se designó como su titular a la casa de los con las circunstancias de su existencia o se vean erosionadas. La
Hohenzollern7• fuerza normativa de la Constitución depende de ello.
El poder constituyente del pueblo, considerado así como la . E! ~ignificado de esta definición, que delimita el siglllficado
form~ necesaria de expresión de la soberanía popular, no puede de{ prtnclplO democrático y al mismo tiempo expresa su relación
redUCIrse desde la perspectiva de la teoría del Derecho a una norma con la soberanía popular, consiste en que lo que determina el
fundamental que haya que presuponer como hipótesis para explicar el fundamento y la cohesión del orden político y social no es ya un
he~~o de la vigencia normativa de la Constitución. Y tampoco es orden dIVIno del mundo o un orden natural, como algo dado
sufICiente entenderlo únicamente como un fundamento ideal nor~ativo previamente; en su lugar se reconoce al pueblo, en cuanto sujeto
n~cesario (por ejemplo de tipo iusnaturalista), que confiere o retira a la humano, un poder pleno de disposición sobre la configuración del
Constitución su fuerza para vincular normativamente. An:e~ bien, el orden p~lítlco y social. A él le corresponde establecer las bases de la
~oder constituyente del pueblo tiene que poner de manIfIesto ordenación política de la vida en común iU•
también, y de modo específico, su referencia al pueblo real como
magnitud política. 7. E.R: Huber, Deutsche Verfassl1ngsgeschíchte seit 1789 II, 1960, pp. 817 ss.
Tiene, pues, que definirse como la fuerza y la autoridad que 8. Ct. mira «El poder constituyente del pueblo», pp. 159 ss.
corr~sponden al pueblo (en el sentido de una competencia 9. M. Kriele, Einfühnmg in die Staatslehre, 21981, apdos. 28 y 57.
preconstltuclOnal) para est;¡blecer una Constitución con pretensión . 10. Aquí puede encontrarse un caso de «teología política» en su sentido originano: el
normativa de vigencia, para mantenerla y cancelarlas. Y como tal no de la trasposición de conceptos teológicos en conceptos jurídico-políticos,
es algo que actúe de una vez por todas, en el acto de establecer la
Constitución, sino que se mantiene como algo dotado de existencia 51
permanente9• De él deriva el que las decisiones fundamentales de la
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
El principio democrático, que en la formulación de! artículo
20.2 de la Ley Fundamental aparece como una configuración más precisa de
3. El desarrollo de la soberanía popular en la democracia como la soberanía popular, está referido al ejercicio del poder de! Estado en la
forma de Estado y de Gobierno República Federal de Alemania. No tiene que ver con la democracia como una
forma de vida, ni tampoco con una «democratización de la sociedad» como la
que podría exigirse al amparo de una comprensión del principio democrático
La democracia como forma de Estado y de Gobierno significa algo más
como principio univcrsaJl2. La democracia erigida como forma de Estado y de
que la atribución al pueblo de la titularidad del poder constituyente.
Gobierno no prohíbe ni obliga desde un punto de vista jurídico a una
Quiere decir que el pueblo no es solo el origen y e! portador último del
democratización de la sociedad, sea cual sea e! conténido que se atribuya a
poder que ejerce el dominio político, sino que además él mismo ejerce ese
esta democratización en particular; y sin embargo podría entenderse que esta
poder, que lo tiene y que ha de tenerlo en todo momento. El pueblo no
idea está sugerida en el hecho de que
solo domina, sino que también gobierna. Con ello e! principio de la
soberanía popular adquiere una configuración más concreta, que está ya
insinuada en su idea fundamental. El artículo 20.2 de la Ley Fundamennl pues se trasladan atributos propios de Dios (patestas constiiuens, ordo ordinalls, etc.) al hombre O al
expresa de forma consecuente esta idea. En su primera frase proclama e! pUéblo. Cf. C. Schmin, Politische Theologie, 21934, pp. 49 ss.
principio de la soberanía popular, y en la segunda establece que e! pueblo 11. Cf. ro. Badura, «Die parlamentarische Demokratie», en HdbStR l, 1987,
mismo ejerce e! poder de! Estado que deriva de él, y ,>eñala cómo lo "pdú 23, nÍlm. margo 27 SS., 34 ss.
hace; expresa su decisión en favor de la democracia como forma de 12. En el mismo sentido K. Hes:;e, Gnmdziige des Verfassungsrechts der BUIldesrrtmblik
Delltschland, 17 1990, apdo. 5, l; K. Stern, Das Staatsrecht der BundesrePllblik Deutschland l,
Estado y de Gobierno. La democracia aparece como consecuencia y 21984, apdo. lS. Ill. pp. 627 ss.; R. Herzog, en Maunz y
realización de! principio de la soberanía popular, está anclada en esta y Diirig. comentario II al arto 20, nÍlm. m.lrg. 52; M. Kriele, "Das demokratis~he
encuentra en ella su fundamento y justificación!!.
Prinzip i111 Grundgeset7><: VVDStI. 29 (19-1), pp. 46 ss. En una dirección distinta, H. RiJder, . ra len, se orgalllza de tal f' r ~ ' . . constituye se legitima 1 o. me.
Die soziale Ordl11l11g des Grudgesetzes, 1975, pp. 35 SS., Y 48, Y críticamente respecto a esta
afirmación ¡'id. E. Th. Emde, Die de1110kmtische Legitimalioll der ¡/lIIktiollaleJl que su eJerCICIO se ciudadano~, y se prese:rac~:t:~t: ro~r e!
Sl'ibswerwaltllllg. 1<.)91, pp. 37 ss. ~ueblo, en suma por los
y autogobierno del pueblo 1 ma COmo autodetermInación participar en
52 condiciones d;~g~:ld~~ t~do~ ,los ciud~danos pueden
LA DEMOCRACIA COMO PRINCIPIO
CONSTITUCIONAL de Es~ado y d G b' , . a emocraCla como forma e e o lerno es aSI un . .. d
la titularidad y e! ejercicio del o¡n~ClrlO .., e organización sobre
l~ capacidad de funcionamiento de la de . , determina de un f ,P er e Est"do. Su contellldo se enunciados
dlent d d . d mocraCla n0.es Indepen- fund:;~::l~as concreta a través de una pluralidad de
1 e e etermIna os presupuestos sociales 13 Pero 1 d' el a que estos tructurales de la d s. que aparecen como características esemocraCIa.
presupuestos puedan ser' '. ,. a me 1,'" en
regulaciones del legislador es un ,~ntroduCldos, a traves de
acuerdo con la libertad de' confi a cue.s;lOn q~~ ha de resolverse de L El pueblo como titular del poder del Estado
al legislador democrátl'co 19uraclOndPolltlCa que corresponde en e
marco e la C . . ,
garantías de los derechos fun :! 1 J0n.stltuclOn. y las ~~:~¡a~~e~~oc~:a;l :eo~~~do~ y e! titu,l.ar de! poder
, . ( amenta es entran en Juego e .
termInO como límites a esta posibilidad. ' n pnmer ~el Estado es un
a emocraCla. Este enunCIado incluye en
or;~i~~~os:g~~~~: d~t ~;t~~~~ sí la proclamación de un principi.o ~e.l orde.n ~~lítico, pero tiene
también en esa misma forma un signIfIcado jundICo, y este se despliega en
El poder del Estado un ya >1edter~l~adda °hrganbización de ese una serie de direcciones. ~.
dominio:
, l: omllllO e om res sobre 1 b 1.1. Su delimitación frente a otros titulares del poder del Estado
va unido a él, se mantiene también en 1 . 10m res que en toda su
efectividad' no se d' 1 a de~ocra~Ia y se conserva dida) entre En un sentido negativo, esta afirmación se dirige contra otros posibles
gobernant~s Isue ve en ~na Identidad (mal entendominio 14 Aho b' y portadores y titulares del poder que ejercen el dominio del Estado,
gObe:nados, nI en un dIscurso libre de excluyéndolos. El portador y titular del poder del Estado no ha de ser ya
el Monarca, ni un estrato social determinado (la nobleza), ni La una legitimación democrática efectiva
tampoco una determinada clase, sino el pueblo mismo. El principio para e! ejerCICIO del poder del Estado
democrático condensa ahora en el Estado la contribución de todas
las luchas históricas y políticas en torno al poder. También se
excluye aquí el dominio de determinadas ideas o ideologías, como El enunciado de que e! pueblo es e! portador y e! titular de! poder ~e!
por ejemplo las que se amparan en la idea del "domi n~o de la ~stado establece como Derecho positivo, y en un sentido constitUtiVO,.
razón», del "dominio del progreso» o de un «derecho divino», y
bajo las cuales siempre surge el derecho de algunas personas a que la posesión y e! ejercicio del poder del Estado tienen I que denvar de!
interpretarlas o realizarlas. Desde luego en una democracia puede pueblo de un modo concreto . El cump l" ImIento d e as ta.reas del
establecerse el dominio de la razón, de la ley del progreso o de un Esta~o. y el ejercicio qe las competencias estatales
derecho divino, y cualquiera de ellos puede determinar en un
sentido material la regulación de la vida en común, pero solo necesita de u~a legItlmarón que se retrotrae al pueblo mismo o que p~rte
cuando y en la medida en que el pueblo lo quiera así y lo haga suyo de el \a. ello . ~e alude con la idea de una cadena ininterru~plda de
como titular del poder del Estado. ' legItlmaclOn democrática); y en este sentido se ha
Este rechazo se extiende también al principio que proclama el manIfestado con. todo énfasis el Tribunal Constitucional alemán 16. ~na
dominio de Dios, cuando este se entiende como un ejercicio
inmediato del dominio, ya sea en su nombre o a través de un vez es~ableClda esta legitimación, no puede volverse autónoma,
mediador. Dios puede ser e1)t~ndido y reconocido como ra;¡;ón Sl110 q~e tiene que poder retrotraerse siempre y de una forma
última y como autor de la creación en su conjunte, así como del determl11able a la ~oluntad de! pueulo y ha de ser responsable ante e~
orden estatal y del poder del Estado; pero esto no implica que pueda ~~eblo. S~lo bajO esta presuposición puede considerarse que la al:ClOn
enténdérselo como e! titular del poder del Estado, en el sentido de
que ejerce e! Estado a través de sus órganos diferenciados y separados
que sea él quien lo ejerce a través de un mediador de la voluntad
divina misma, quien lo pueda trasmitir para su ejercicio o, en su ~rgánica~ente por e! pueblo, es de tal ~aturaleza que e! pueblo actua
caso, retirar. En esa medida la democracia está estrechamente a traves de esos órganos del Estado (art. 20.2.2 LF).
vinculada a la secularización del dominio político. En la
democracia la voluntad de Dios como ley suprema no riene por sí a) El objeto de la necesidad de legitimación democrática
misma validez política y jurídICa, sino solo si y en tanto en cuanto
el pueblo hace de la voluntad de Dios el contenido de su propia El objeto d~ ,esta necesaria legitimación democrática se extiende a rod.a
voluntad.
la acclOn, est~tal. El ejercicio del «poder del Estado» no se lImIta a
La apelat.:ión a Dios que aparece en el Pr"ámbulo de la Ley
fundamental no se opone a estas aiirmaciones. Al margen de la ~quel ambJto de su actuación como autoridad en el cual el Estado .
cuestión de su vinculatividad \. de su alcance jurídico, aquí no se (l11cluyendo aquí a los distintos titulares, jurídicarne~te in-
eSLl hablando de un "dominio 'de Dios», sino de la responsabilidad
del pueblo alemán ante Dios. Y este! responsabilidad presupone sin ~eFendl.entes, de 18s co~p:tencias del Estado) hace valer su
posiCJon ul1l1at~r,,! de ~upenondad como autoridad en las formas de!
Derecho publIco, SInO que abarca también el cumplimiento de todas las
54 tareas que corresponden al Estado o que este asume de hecho en su
LA DEMOCRACIA COMO PRINCIPIO CONSTITUCIONAL conjunto.
E? e! caso del mandato de legitimación democrática lo que está en
duda una decisión propia, no predeterminada, que podría ser así o de pnmer J.>1c'.l10 ?O es la protección de la libertad de los ciudadanos .ante
1.2.
otro modols. necesi.da~ ~e
l11jerenClas no justificadas --este es primariamente un cometIdo del [ d f >" - e: le ntwort er oan esver a:sung», en Id. (ed.), 30 Jahre Verfassung von Baden
>
Estado de Derecho como tal-, sino que, en un sentido Württemberg 1984 pp. 42 r 4) s. , ,
16. BverfGE 47, 253 (275); 77, 1 (40); 83, 60 (72 s.).
15. Cf. A. Hollerbach, «Religion - Christenh¡m Klorch dO A
J
55
ESTUDIOS SOBRE El ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
pura auton a , c . -_ I . bros de! Gobierno en e! ámmlem manifestaciones
ofICIales de oSd d excluidas aquellas actibito olítico. No obstante, pue
. 1 ción y la dirección vinculante del poder del en que ar .
E más d ampllO, orgamcen i ~cupa en or d en a re solver los asuntos vidades puramente consultivas que sin.'e? úmcamente( para. ar pre~~
comunes . I del sta o se, .. del Estado en su conjunto, que mc uye en las decisiones, pero sin llegar a partlcI?ar en ,est~s ~m eJemp . ' Ir as Juntas
pueblo. El d.ommlO e tos asuntos comunes y no solo la promul- . consu Itivas)" , , <o aquellas de caracter tecmco . , mstrumental que ejercen
general el cUIdado dt' s h'b" s ha de derivar del pueblo en m;::ras funciones auxiliares para esa acclOn.
" , de mandatos y pro I IClOne , '1 I
gaClon lo que se refiere a su ejercicIO, .y. .tIene que dejar que sea e e que b) La instauración de la I eglumaclOn .. ., d em ocrática
I determine sus contemdos. h
contro D e esta y forma la aCClOn ., diE e s tado en el campo del Derec El fin de la legltlmacJOI1 . . " d emocratlca ' " no es otro ique poner ' en ..
mar-d I cha ~ -y asegurar una influenCIa . e f ecuva . de! . pueblo en I e
o . e I de la denominada política fiscal se encuentra tam p:~vado y eJercICIO t fin e Poder del Estado. Y hay diferentes cammos para
~~ e I andato de la legitimación democrática. El que se adcanlza~ ~s e 'ó~
f
bIen d sometl tar a a por m una d' etermma . d a forma de organización (, ]:'n consecuenCIa . se (:lstmguell \.. d' I e rente~
e formas e egItlmacl f " nal
,.
que, SI se exceptu~ .1a e ~ , mediata ue disel pueblo. no hay ninguna forma 22. Vid. supra, pp. 55 s.
de legItlmaclOn . d.qd de curra a l marg~n · de la función del Parlamento como
o 23. C:sta es la consecuencia necesaria (¿co'1,cientemenre planteada') de la con. cepción
me la or legitimación. defendida por R. Herzog e~ su comentario al artículo 20, en Maunz y
Dürig, núm. margo 54 s.: «aún (sería) asumible» un derecho de propuesta (vinculante), en el
caso de que las propuestas contengan él doble o el triple de personas en relación con las
posiciones a ocupar; d., por ejemplo, par. 5 y 7 de la PústVU/G y
par. 10 de la BbG. Vid. además VerfGHNR\'I/, en DVBI, 1986, p. 1196, soure la
inconstitllcionalidad del artículo IIl, apdo. 2 de la Ley sobre la cogestión en erapre,as públicas,
) I R. Herzog. Allr;emeine Staatslehre. L. 9-1 • p. 210' ,., Íd en Maunz y Dürig, que establecía la elección de miembros del consejo de administración de las Cajas de Ahorro
é(}I11~I1~.lri.) al arrí~lljo 20, núm. margo 50-53. por su personal; las decisiones del B!lerfG que se citan en é1la (BverfGE 38, 258 [271J; 47,
253 [272, 27 5]; 52, 95 [130]), según las cualet 1.1 legirim2ción democrática exige una
cadena ininterrumpida de legitif'1ación dtsde el Dueblo para los órganos y cargos encargados
de rareas estatales, permiten cierra;nente una interpretación tan amplia, pero no la exigen; la
58 decisión ceneral en este tema (B!lerfGE, 47, 253) se ocupaba de peculiaridades del derecho
LA DEMOCRACIA COMO PRINCIPIO CONSTITUCIONAL electoral de los entes locales, pero no entraba a decidir la cuestión de si es admisible la
delegación en ravor de miembros individuales que no quedan vinculados al pueblo mediante
lina cadena ininterrumpida ne legitimación, en un ó~ganu colegiado cuyos restantes
b) La legitimación democrática orgánico-personal no opera solo miembros poseen esta legitimación. Sobre esta cuestión !lid. también J Oebbecke, ;reislllzgs-
en favor de sí misma, sino que tiende a hacer efectiva la legitimación lmd unterrichtungsfreie R¿¡ume in der Venualtung, 1986, pp. 92 ss.
democrática de la acción del Estad0 22• Por eso se plantea la cuestión de
si esta legitimación (y las cadenas de legitimación que se incluyen en
ella) tiene que aplicarse a todos los que participan de algún modo en la
toma de las decisiones de un determinado órgano, o si se refiere (solo)
a la legitimación de la decisión del ór-
gano como tal. Esta distinción tiene una especial importancia por lo
que se refiere a la composición de los órganos colegiados competentes
para tomar decisiones. y se podría decir que solo en la
segunda de estas dos opciones cabría la posibilidad de que pertenezcan
a un órgano dotado de competencias de decisión también miembros
que no se han acreditado mediante un acto individual de designación
S9
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
LA DEMOCRACIA COMO PRINCIPIO CONSTiTUCIONAL
25. Cf., por ejemplo, par. 96 BBG, plf. _'-' SchwbG, par. 14 ~G. en ellos se JundICamente depende del voto de una instancia que no está legi-
ción competente para realizar 10s nombralT'.ienws. Vid. tamblen mfra pp. 61 s. , 27. También según esta pOSición a la comisión para la selección de jueces en
21>. \"id. E. \'{7. Blickcníürde, VerjaS5fl';g5[TJgen der R¡chtenvahl, 1974; IhabrIa Baden-Wiirtremberg y Rheinland-Pfalz le falta la legitimación
de~ocrá¡ica orgánico,¡ue considerar en qué medld,l . las aflrmacwC'és . . eXpl'est8s . a 11 " no oe b erIan ' comp etarse , personal, ya que aquí, según su
I
composición y su forma de tomar decisiones, los ,eiialando que no es suficiente que (en 12' decisiones que se, toman con mayona por miembros sí mismos
legitimados (d. nota democráticamente 24). no pueden llegar a una decisic 1n posirivil simple) la n1.lHJfÍa de los miembros estén :E"irimJ.dos
demcxrancamente, ~1I10 que,
IlLís ,1!Li de esto. la propia decisión tenc::-:d .;UC apoyarse en una mayona ~e los 28. Vid. sobre ello también BverfGE 9, 268 (279·28';). donde se declaró iJ;'
nlÍcmbro, elegidos del11ocdricall1ente (el 1:2__ 71.,,',) principio de la doble mayon,,). compatible con el "principio del Estado democrático de Jerecho» la
cransmisió'1 general de las competencias de decisión en asuntos de ¡:asonal referente a los
61
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
La legitimación democrática material o de contenido
puede llevarse a cabo a través de dos vías: por un lado
aquellos derechos de participación de las instanci~s que mediante la atribución de la legislación al Parlamento
van más allá de la mera cooperación (derechos de como el órgano de la representación del pueblo,
asesoramIento, derechos a hacer propuestas abiertas, legitimado mediante una elección directa, y la vinculación
entre otros) y se entienden como derechos de codecisión de todos los otros órganos del Estado a las leyes
-jurídicamente no revisables29• establecidas de este modo (art. 20.3 LF); Y por el otro
mediante una responsabilidad sancionada
democráticamente, con los contro-
3) Legitimación democrática material o de contenido 3
0 les correspondientes, y adecuada para el tipo de tareas
La forma material o de contenido de la legitimación asumidas •
democrática tiene por objeto asegurar que, por lo que se Esta responsabilidad incumbe a los representantes del
refiere a su contenido, el ejercicio del poder del Estado pueblo cara al pueblo mismo, y se hace efectiva a través
deriva del pueblo o se concilia con la voluntad del pueblo, de las elecciones periódicas (art. 38.1 LF). Para el
y que de esta forma se garantiza el ejercicio del poder del Gobierno y los Ministros se plantea ante la representación
Estado por el pueblo. Como tal, se añade a la legitimación del pueblo en una doble dirección: de una forma
democrática orgánico-personal de los órganos estatales, inmediata en lo que concierne a su propia acción, y de
completándola.
tuncionarios que realizó el Gobierno a favor de una «comisión para la acción (ejecutiva) del Estado o, de un modo especial, donde
acuerdos» dentro de la Administración, que estaba compuesta de forma atribuye delegaciones o ámbitos de discrecionalidad nc determinados
paritaria por la AdmI' nistración y por los consejos de personal, \- se
proponía como independiente en su actividad v libre de todo control. de un modo preciso, entonces, de acuerdo con el criterio material o de
29. Él BVG en dos ,entencias sobre el nombramiento de jueces de contenido, la responsabilidad y la dependencia de instrucciones
tribunales de honor (BverfGE, 26, 186 [194·197]: E/:rwgerichtshote (lir aparecen como algo ineludible para que se mantenga la legitimación
Rechtsanwa/te; 27, 312 [320 s.]: Kassel1arztliche Sozialrichter) ha democrática.
declarado que, según su intención, los derechos de propuesta definitiva
son algo conforme a la Constitución, pero con la ¡imitación de que Lis Si faltaran ambas -la estricta vinculación a la ley y la
listas de propuesta, aunque tienen que contener al menos una mitad más responsabilidad equipada con sanciones-, entonces se abriría la puerta
de propuestas d" los puesto, de juez que han de GCl'parse, no pueden a una tendencia hacia la formación de ámbitos de deósión exentos de
ser definitivas. La Administración encarg,da del nombramiento tiene
legitimación democrática. Y este supuesto sólo puede darse en casos y
que poder exigir otras propuestas, cuando a su juiciu Id propuesta
original no contenga suficiente, candidatos adecuados, porque solo así de forma excepcionales, por razones de carácter ineludible basadas en
se asegura de forma suficiente b Influencia estatal en el nombramiento él tipo de actividad (por ejemplo, en materia de concursos u
de los jueces . oposiciones), o bien en prescripciones jurídico-constitucionales
.lO. ef. "'1. Kriele, Ei¡¡(li/mmg in die S!JJtslehre, pp. 63 S., donde sin embargo específicas (como, por ejemplo, la del arto 5.1.2 LF para la radio y
!l() se di,tingue entre legitin1.lción ¿emocr iri..:a orgánico-personal y material o de
televisión públicas), pero tales cas()~ no pueden ser establecidos por
\.."()nrt'nidn.
disposición propia del legislador o dei ejecutivo mismo.
62
LA DEMOCRACIA COMO PRINCIPIO CONSTITUCIONAL
31. L. \'on Stein, Die Verwaltullgslehre l/l, 2]869, pp. 345 ss.
una forma mediata para los órganos y cuerpos administrativos 32. M. Kriele, op. cit., p. 64.
subordinados a él, en la medida en que están sometidos a un poder de
dictar instrucciones o de inspección por parte del Gobierno o de los
ministros. Ambas formas se hacen efectivas mediante los derechos de 63
control y de destitución reservados a la representación del pueblo. La ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
el poder ejecutivo actúe «en el espíritu de la representación del entre las diversas formas de legltImaclOn
pueblo» (L. von Stein)3I. democratlca
Bajo el punto de ~ista de la legitimación democrática material o de
cont'oido existe una correlación entre la responsabilidad democrática y Para que exista una legitimación de la acción del
la dependencia de instrucciones, por un lado, y la vinculación a la ley, Estado por parte del pueblo tienen que operar
por el otro. Así, en el caso de la Jurisdicción, en el que no son de conjuntamente los C?~po~~ntes orgánico-personal Y
aplicación la responsabilidad democrática y la sujeción a instrucciones material o de contenido de la legltlmaclOn. Pue~,
debido a lo específico de su función y a su garantía, tiene que darse, tomada en sí misma, la legitimación orgánico-
como correlato necesario de esta independencia y preciSamente por personal solo contnbuye a que las personas o los
exigencias del criterio democrático, una vinculación estricta a la ley titulares de la decisión que ejercen el poder del Estado
(determinada materialmente), sin que queje margen de juego alguno12• estén legitimados por el pueblo e~ ~u acceso al
Y, a la inversa, allí donde la ley no establece explícitamente la puesto. y si no se quiere que el poder ejerza el
finalidad y el contenido, sino que ,eñala solo el marco y los límites de dommlO de forma autónoma, independiente en su
contenido de la voluntad del p~eblo es además 64
necesaria la legitimación material o de contentdo qu: LA DEMOCRACIA COMO PRINCIPIO CONSTITUCIONAL
39: Vid. infra, pp. ,174 ss: d' e~~_ D;¿j"lIlo,l.:.ratische •.• Legitimutioll der HdbStR
(u/lkllo/U!' 41. R. Grawert, «Staatsvolk und Staatsangehorigkeit», en r, 1987, apdo. rnarg.
40. CL sobre 14, núm. 112margo S. 11 ss,; ]. Isensee, «Staat und Verfassung», en ibid. 1, apdo. 13, núm.
ello E. Th. Em 1m
Seibstuenualtullg, cit.,
pp. 364,.:>" ,'. 42. La regulación del artículo 116 LF no se opone a ello. En este p,ecepto, y
LA DEMOCRACIA COMO PRINCIPIO CONSTITUCIONAL ,'n ,elación con las situaciones que se produjeroG después de la Segunda Guerra
b)
en a I os grup os y asociaciones sOCiales
que son parte --como mediadores_o Pero el que lleven a cabo esta
" d ocrátIca , se re f' ler e al pueblo en su actividad no les legitima para ocupar el lugar del conjunto de los
conjunto, I II ciudadanos del Estado, ni siquiera aunque dispongan de un poten-
Si la legitimaclOn em d' d d os no pueden ape ar a e a, cial «democrático» considerable. Desde el pUnto de vista democrá-
los grupos y orgaIllzaCl, ' 'ones <.- cm a an número tico son y siguen siendo Pouvoirs de faits: sus fines y aspiraciones
consl 'd era bl e d e aun en el supuesto e, n no son algo ya de por sí legitimado democráticamente, sino que en
cualquier caso están necesitados de la legitimación democrática del
determinadas caracten~tIca:" e conjunto de los ciudadanos48•
d que lIlcorporen un " (d
La exigencia de una democratización de las asociaciones políticas
ellos. Lo que les hace llIllrse so, ' _ o sociales o más 49 influyentes resulta así problemática en su propio plantea-
aspIraCIOnes. mient0 • Sin duda esta propuesta toma pie en el problema que plantea el
De esta forma pue, 1Il
la voluntad, en el que partICIpan y e{
formación de la oplIllOn y¡~, bros y de evitar que la estructura interna de la asociación se con-
' ¡.'
1)' teteses economlcos crecimiento del poder y de la influencia política de los
grupos Y asociaciones, que en la democracia moderna es conse-
espirituales tipo profeslOna o SO~Ie I ,1Il les - " y en cuencia necesaria del hecho de que parte de las decisiones políticas
su caso "políticas. I 'tI'mación de Se la se refiere a objetivos propios del Estado social y prestacional. Pero
forman I'b l erta d en. G u~':.:' e,\.:." el intento de legitimar democráticamente esta posición de poder a través
~, ' cu ~' tura d d den van su egl , de una democracia interna de los grupos Y asociaciones no
y resuelve, sin embargo, el problema. Desde un punto de vista de-
ámbito de dla i) a de lOS 1'd' Il IVI 'd UOS para actuar , mocrático la legitimación que se obtendría con ello solo sería una
para orgaIllzat: s" ..... rídico-fun amenta , , . s o legitimación aparente. Pues esta sigue siendo una legitimación in-
terna de los grupos o asociaciones que cuncierne a los intereses o
concepciones comunets/ ce para defender y hacer e~ fUDciones de los correspondientes miembros o interesados, pero
valer d~ lIltber~se el proceso abierto de hl:~ ,/,." que no contiene ninguna referencia al conjunto de los ciudadanos.
", d 'Hu'r tam len en , , dl El sentido de esta exigencia de democratización se traduce en un
intento de reforzar la posición jurídica individual de los miem-
.:~¡ naturahzauon m~ _ ";~: w vida,
3 tiene que
46, Sobre este prob I em" e, -f I a ponenCLl 'ublik Del:rschland», cié J losef Isensee así '«Die como
1Staatliche a d' ISCUSI;¡;,;' St~ '6n' resolv~se ;ne~:n~~le a l~ilicen ,es" posibilidad, o
"
lIung der Auslander 1I1 der Bundesrep 91 ss \' 108 ss, En particular, e1proble~, b~n ,me~~n~i'lr
P mediante la recomen aClon '_ ¡liS soli en l.iS causas de la a,
"U~ Integrda~~,:"
osterior, en WDStRL 32 (1974), Pp.', "é éncuentran plenamente qUISICIO ':,,¡' adopción de elementos, prof'os d~17 Pero si
de los extranjeros ' d e s," egund . 1 generaCIOn. la Re ública '1' Fednal y tlt'nen , en e E
el éxrranjero r,0 esta dlspu;sto a/I~ [)~;~r ~~'
11a " _' el • centro 'f cile su" ,' en las condICIOnes de Vida de , f osibilid"d de Ulla
nacionalidad (cf, Bv:rfC: 8.), 37 la dé.:isión de perrenec([ al
pU,eDlo " naturalizado, ni esta Ulspue>ro a ro desdé ,üngún
punto de Vlst2 razon Jun ,'1,.; República Federal, entonces no hay arre en le.s influencia política, una especie de mandato político
derechos políticos de partlclPaCl6~, alguna para que se le permlld. general. Todo ello llevaría a que estas
roma;b~ -ie"rameme la discriminación por razon:Sn~' ,; organizaciones, entre ellas por ejemplo los
sindicatos, asumieran una posición análoga a, y una
b~1 relación de competencia con, las instancias políticas
47, El d artículo 7t EWGi es solo prohll ap!Ca e.1 ' d c.¡.L ,,;'1105 supuestos a los. do que común, se
legitimadas a través de la democracia representativa,
exu)e,,:.:
h
a que estas mismas se vieran debilitadas y, además,
el nacionalida ámbito de , ap pero 1IcaelO , es ., o n del Trata '__; d o ( , a que se dificultara su función fáctica y necesaria de
imriJ'-'Ll.::ión t-'t 9, de un merca ."1, ,.,AI " .:' sobre ello Bven-
•.
mediadoras en la formación de la voluntad política.
uG, en D1,RL 198), p,
e) La legitimación democrática de la
70 Administración autónoma
vierta en una oligarquía. y este es un efecto indudablemente posi-
tivo. Per0 si se lo presentase como una pretensión de Las formas específicas de legiti.mación que
legitimación caracterizan a la organización de los dist~htos tipos de
Administración autónoma no se refieren al pueblo
democrátic~, la de dar valide¿ a una cieita participación como a un todo. Su punto de referencia personal se
en la for- basa en un tipo de generalidad distinta, pues está
mación de la voluntad POlítica, entonces 110 se estaría formada por sus propios miembros o por
engranando a estas asociaciones en la estructura democrática de representantes de intereses. En qué medida pueda
la Constitu- hablarse aquí de una legitimación comparable a la
democrática es algo que resulta cuestionable, y a lo
ción, sino que se les atribuiría, más allá de su poder sectorial de
cual no puede responderse de una forma unitaria.
Además no cabe ignorar la diferencia que existe
48, Esto vale a pesar de la creciente interrelación entre Est.ldo y entre la autonollÚa de la Administración local y la
economía en la democracia del Estado prestacional, así como a pesar de la de las entidades de la Adm;ni"tración funcional
importancid g~UpGS política que cobran a partir de ell" las autónoma. ¡
asocÍ3CÍones económi.::o-sociales y los de intereses, Cf sobre ello E, W. _fl
Bóckenfórde, "Die politische Funktion wirtschaflich_ sozialer aa) La autonomía de la Administración local
Vebande und Inttressentrager b der sozialstaatlichen Demokratie», en Íd.,
Staat, \'erfassullg, Demokratie, cit., pp. 408 ss. Vid. además R. Herzog, --n
Aflgemeille Staats. Ichre, cit., pp, 220·225: H, Krüger, Aflgemeine Staatslehre, La legitimación de las corporaciones representativas
21966, pp. 379-407, locales y del titular del cargo municipal elegido
49, Una panorámica con indicacióll de las diferentes posiciones puede encono
directamente emana del conjut;l,:¡{ ro de los
'r,¡rse en G. Teubner, «Yerbandsdemokratie durch Recht? (Die Diskussion um ein ciudadanos del municipio o del distrito. Esta
erz
legitimación no se articula en razón de unas
Vcrhiindeges in demokratischer Sicht [1957·77])>>, en R. Steinberg (ed.), Staat
I!!ld Ferbdnde, 1985, pp, 257.283,
determinadas características perso; nales (profesión),
de unas funciones e intereses de los iudividuos,{) de
una agrupación que responde a estos supuestos, sino
qllerepr~j senta más bien una generalidad no
71
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMDCRACIA determinada, una generalidad que se vincula
meramente al hecho de pertenecer por residencia. al
municipio o al distrito, que son unidades descentralizadas de.JA configurar a los distrit~~n;sio sta
Administración y constituyen corporaciones territoriales. Sobre esta
exp~e~IOn no tiene el sentido de política en
base, todos los ciudadanos se encuentran implicados e incluidos de sí misma al o ,~mUI1l~lpIOS co~o. una
modo igual, sin que quepa atender a diferencias derivadas de caraf'
terÍsticas personales, de tunción o de intereses. Este es el correla:t() comunidad pilar de la estructur~ fe~er:~1
de que la autonomía de la Administración de los municipios .(y ~~~~~:~los con~~rtIera en un tercer
correspondientemente de los distritos, aunque en forma más débil) danos del distrito y de los . . ..' 0, y ~tn uyera a los ciuda-
se extienda a «todos los asuntos propios de la comunidad 10c31,. Pueblo , pero en f ormata re dmu.I1IcIPIOS UCIdo)]
LA DEMOCRACIA COMO PRINCIPIO
1
CONSTITUCIONAL
An a mIsma b' naturaleza que al ~:~o~~a
liaridades de determiJ11dos d . '. e~truc.tura de legitimación ~ara:;fa
además no dejan en esto de s~~Ut~fS . ed~n?lvlduos de!
pueblo, que ~e~ ~:t;~~~~ P:~t~;~
se t:ata de una generalidad al mar e;~~ IVlduos ~ingulares, re res/ e expresar. ~ue la autonomía de la
sino que Administración local P ntla una porClOn de
o
72
73
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA Dtl10CRACIA as Instl
cos de industna . o com erClo) '1 o
. 'd'
' 1 ervisión correspon dlente, ' y que se la cua- también las UmversJ a~
, 1 lempeo per ",
Estado-' -. - y o sUjeta una AdmInlstracl a a ~up 'ón autónoma
cial la oficina federa para e S' 'rganos de
~ esto es, como algo que forma lltIque parte com d e 1 po der
decisión, y esto
eJ'ecutivo en su conjunto. ' d ' omas us o
des con carácter e auton, . -1 t n a partir de
bb) La Administración funcional autónoma , aquellos que d t nomIa se rec u a '" forma parte
'd1 ue ocurre en la Administración local, la e su au o , d peñan estas admImstraclO~
AdmIA diferenCIa e ' o q 1 tónoma se ocupa de tareas que s~ 1 tareas que esem corporat1v~~ .. ven
no se espe- afectados , por as la gener al es t'n a
nistración funCIOna au,. . 'ales (ni implican organizados , .o. nes los cuales, por reg d', b os
competen- de tales instituCIOnes.
1 ., n ambItos ternton . d ' . d"'n emIemr " ')
cifican en re aClOn co d 1 nl'cipios) SinO de acuer o , mente y tienen la con IClO 'o es en sí misma
1 caso e os mu, d cias una legItlill<l;~
universales, como en e . atribuyen a los titulares e La legitimaciól1 que se d,adaqduI n le derive
deter~~na ' d funCIOnes que se . del pueblo, ni mue~: ción democratIca, en
1 1~~ al J'ante a esta. Se trata e un~
con unas as, 54 A ella pertenecen por eJemp o, tal '' el sentl o e q l d .,
Administr~clOn autontn~a n~les (de artesanos, t estructur se me 'fi'
tra ningún componen e dependiendo de la espeCI
abogado~, mecI : ,,;
I
Colegios o Camaras pro e~1O 1 ' 'tuciones de la segundad ~u t'noma ~ (en su caso, y
"
una espeCI, 'e de metamor 0SlS de a I c, ome '1"i71lyráticos "'," L \ ,'t' . dament'lles no
deben que con se fu utiliza n d' me para_ con la la
Las libertades de opinión (incluyendo la libertad de prensa .'eh/alld, 67. cit., Vid. apdos. K. Hesse, 5, n, Gnmdzüge 4. des
e información), de reunión y de asociación son derechos Verfassungsrechts der BllIldesrepublik Deut-
fundamen_ tales de naturaleza tanto liberal como democrática.
Pero esta doble 68. Vid. el par. 143 de la Constitución de la Paulskirche, edición
de E. R. Huber, Dokllmente zur deutschen Verfassullgsgeschichte
naturaleza no implica que cada una de ellas tienda a garantizar
un Contenido diferente; antes bien, como derechos r, 1978, pp. 375 ss.; artícu-
le, 118 de la Constitución de Weimar.
fundamentales de libertad son derechos unitarios, que
despliegan su contenido garantista en una doble dirección: por
una parte, hacia la protección de las libertades comunicativas
de los individuos COntra intentos de 79
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
intromisión y abuso por parte del Estado y, por otra parte, también
hacia la puesta en marcha de un proceso abierto de formación de
la libertad autónoma colectiva del pueblo en su
la opinión y de la voluntad políticas de abajo arriba~es conjunto .. La voluntad común democrática, que
decir, desde los individuos y desde la sociedad hacia el poder
surge sobre la base ~e la ltbertad de participación
político de deci-
sión del Estado. democrática, no está vinculada prevIa~ente a
contenido alguno, pues su contenido se establece a
El que estos derechos fundamentales no garanticen solo p~:tIr del proceso libre y ahierto de la formación
libertades «pre-estatales», sino también y de un modo especial la de la voluntad polltl,ca. y ~e.ta toma de decisiones
liber- estatales. La libertad como autononlla llldIvIdual
tad política, es algo de lo que siempre se ha sido consciente. Por de las personas se traslada así a la comunidad
ello han sido reconocidos siempre Como derechos de los política y reaparece en
ciudadanos o de los alemanes, y no como derechos humanos68. la libertad autónoma colectiva del pueblo
Solo la Ley Fundamental se ha distanciado de esta tradición en soberano. . ,
lo que se refiere a las libertades de opinión, información y La libertad democrática entraña, pues, una
prensa (art. 5.1 LF), facultad de dISPOSIción sobre el orden político y
mientras que en la regulación de las libertades de reunión yasocia- jurídico. Y, de acuerdo ~on ello, las exigencias
alemanes. ción (arts. 8 y 9 LF) se sigue atribuyendo la titularidad solo a los jurídicas que se derivan del principio de la
hb~rt~d para la democracia tienen que ver con e!
b) El paso de la libertad de participación democrática modo y el procedI~Iento. a través del cual se
a la libertad de la autonomía colectiva constituye la voluntad común democratlca: tIenen
que ver con el hecho de que este procedimiento ~e
basa en la libertad democrática de cooperación de todos los democrático, el cual, según el artículo 29.2 LF, se
clUdadano~ .y tiene su fundamento en los derechos establece como un elemento formal del
fundamentales democr~t1COS69 • Desde sí mismos estos derechos ordenamiento constitucional o bien si tal
contenido solo puede entenderse como resultado
no prefiguran el cont:~do de las decisiones que surgen del d; la interrelación entre.diferentes principios
ejercióc del poder democ~at1co, sino que solo aseguran la formales, que se encuentran vinculados y se
posibilidad de renovar tales contell1d~s o de mantener los equilibran entre srl . El orden fundamental de la
existentes. De este modo, y por lo que se refIere a los contenidos, la democr~cia libre, en, el ~entido del artÍCulo 21.2 LF,
democracia es formal y abierta: en la forma de! dominio se plantea para e! Tnbunal ConstItucIOnal como
«una ordenación del dominio propia del Estado de
democrático los contenidos responden e~ cad.a caso a lo que los Derecho y sobre la base de la autodeterminación
ciudadanos (libres) o sus. repres~ntantes deCIden mcorporar, y del pu~blo a través. de la vol~ntad de la corresp?
que se mantendrá mientras sIga h~blendo consenso al resyecto. ndiente mayoría, de la lIbertad y la Igualdad» ; y
A estas afirmaciones se opone la Idea de que la democraoa con ello se deftne como una combinación de
9~e establece la Ley Fundamental incluye también una elementos democráticos y del Estado de Derecho.
«concepClOn valorativa llena de contenidos materiales»70 y que, Las cláusulas de intangibilidad del anículo
por lo tanto, no puede definirse solo en un. sentido formaL y esto 79.3 LF no son un reflejo de la libertad
democrática, sino más bien una limitación
puede ser ve~dad, pero no atina con el aspect0 decisivo. Sin sustantiva de esta, en tanto se sitúan más allá de
duda la democra~la de la Ley Fundamental, tal y como ella las condiciones constitutivas de la formación
misma la establece y conh~ra, está sujeta a obligaóones y democrática de la voluntad. Tienen como objetivo
limitaciones en relación c~n determma~ dos contenidos, como impedir una «revoluóón legal», esto es una
s transformación que destruya por medios legales
resulta por eJemplo de los artIculo 1.1, d~ los derechos los fund~mentos del orden político y jurídico,
fundamentales, 20.3 Y 79.3. Se trata, pues, de una democracia que y por eso pretenden vincular jurídicamente
está obligada al respeto de la dignidad humana y vinculada a los también a las generaciones futuras73• Son en
principios del Estado de Derecho Y del Estado realidad un signo de que una comunidad política
--en este caso la del pueblo alemál1 después ?e
social. Pero la cuestión que impoita aquí tiene que ser, Slll . en: b 1918 y, especialmente, después de la perversión
a:g?, la de si esto ha de considerarse ya como un contenido del de! ordenamIento estatal en la época de 1933-
1945- ha perdido la confianza en sí misma.
prmcIpIO
2.3. Las condiciones procedimentales de la
formación democrática de la voluntad
69. Vid. supra, pp. 78 ss.
política
70. E. Benda. "Demokratie n,., en S:.;.ltsJexikonl, ed. Gorresgesellschaft, 1984, col. 119.'0.
1 polios que pongan en '1 oder de los media, al po er e a too Y esto vale este r ' : 'dades y a la ampllaLlón recono~imiento de su derecho a l' a 19ua Id :1., d ~~ C f
tanto ca.r: a p 'as veces se encuentra fun- algl'nas de las decisiones w re e en)b~ el.elec('~""S6'7)·' \1~~.
Prensa y de la informaclO~, que no p~c I poder de los partidos
' d" !ca como cara a . .
sta más allá de Buerf~E la participaci6n 2~3 ,1 , l' ;al11~" v-', , '20 , 56 (116); 44, 125 s.); esta
materia: Je la prensa y de algunos m, I'UMI en es
dido con el po er econom '1 uede scr la de suprInur en Políticos. . , 6 (280 .",
Pcro la vía para lograr o no ,P, de poder -pues este es
. ral toda f ormaCIon 47 198 (225 s.); )2, 63 (89), En e , f. ¡'eaar. :~i~do
La literatura sobre este re,na pa;ticlllar !.ls
este ámbIto, o en gene 'd u'vI'dad más intensa y comprosión e una ac l' . soluciones adecuadas eslun ro: cf por ejemplo W. Hoffmann'
a menudo una 1 l'b expre t d S1110 . esta bl' eCIen do límites para e 1 ' b -able v las propuestas son de m.b ° ~ ~
.":~' ,'d' 35 Sobrc las razones que lna are , , , Hdb VerfR
Il. 1 /, ,¡p o" , Bóckcn'
ejerCI-1 metida con a 1 er a -, . . d. eriamente o se exc uya, a cio del poder Riem, ,,;\lassenmedlen», en , , , "lución adecuada, !luJ. E, W. ",
explican ¡ la
'órde úFreiheitsslcherung d 1'f' IC11 I ta d d e enconrrar gegenclber.3'. ," aqlll
allí donde se lmpl ~ :ción de 0;;:-OS74. En definiti- aesells-:::.litlicher " t,n~ ,C ;\hcht» [1 97:'j ', e n Staut , .tr
P
osibilidad del acceso y de la partlc Po- en su plena integridad la d d de
que se mantenoa . va, todo epén e . d democráticamente, y esta
(assltllg
'
llI1d Demokratle, . Uf.,
-'
pp, _, ) ~ _ "\ '" , ..
conSlSgarantía de la libertad estableCl a, patible con la libertad (igual) te
en que la libertad de uno sea COI'i1 del otro. 01 0_
LA DEMOCRACIA COMO PRINCIPIO CONSTITUCIONAL
7 es establecer la igualdad jurídica para un ámbito determinado, esto
autodeterminación \ tiene que tratarse en ella de una libertad igual es, para el de la participación en la formación de la voluntad política y el
y de una autodeterminación para todos; democracia significa ejercicio del dominio, y por lo tanto no incluye la exi-
también, aquí y siempre, igualdad en la libertad. gencia de que también tenga que aplicarse a todos los otros ámbitos de la
vida y a todas las materias, como por ejemplo al acceso a la
3.1. El objeto de la igualdad democrática: profesión de hombres y mujeres o al derecho óe familia. La igualdad
los derechos políticos de participación democrática tampoco significa igualdad social. Puede coexistir
con la existencia de estratificaciones dentro de un pueblo, e incluso (on
diferencias entre ricos y pobres. Ahora bien, la igualdad de los derechos
La igualdad que implica y exige la democracia se refiere a la políticos de participación descarta todos los obstáculos que se oponen a la
posibilidad de alcanzar (o mantener) el poder político que se ejerce en realización de la igualdad social. Tiene comtJ ctecto el que los distintos
los órganos y los cargos estatales. y su principio fundamental es el aspectos de la vida social, incluido el
de asegurar 76 la igualdad de oportunidades para ejercer el poder establecimiento de la igualdad social, puedan convertirse, sin
polític0 . De acuerdo con ello, la igualdad se extiende a todos los impeclimentos, en el contenido de la política, y de hecho esto es así a
derechos que hacen posible llegar al poder político o que tienen a :Tlenudo en la lucha por el consenso de los electores. Bajo las
este como su objeto: a los derechos políticos de participación. Entre
ellos se cuentan el derecho de sufragio (activo y pasivo) (art. 38.1
LF), el derecho de acceso a los cargos públicos (art. 33.2) y la 75, Vid. supra, pp. 76 ss.
participación en los derechos de la libertad democrática (arts. 5.1, 76. Sobre el significado de la "igualdad de OPOrtunidades en la Contienda por ! poder
8.1, 9 LF), como base de una libertad democrática de participación político», !lid. C. Schmitt, Lega/itat und Legitimitdt, 1932, pp. 30.40.
igual. Además, y tomando pie en lo anterior, se incluye también
la igualdad de los partidos políticos y, en especial, su derecho a la
igualdad de oportunidades (art. 3.1 en relación con el 38.1 y 21 LF). 83
La igualdad democrática es igualdad política, y como tal no puede
equipararse a la igualdad jurídica general. Lo que ella hace
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
a) La igualdad esquemática
. a específicamente por que es criterios e 19m. a , 'de una igualdad pondera a, pro., too ~ en esa.
La igualdad democrática se c~r~cte) nz medIda no .s~~~~~ estricta, esquemát~ca, y tiene un
además una igualdad espe- porclOnal, ' f SIlla 1 78de En una esto Ig cons1ste . e 1 r asgo
igu~ Id d . t (esquematIca; es, , igualitano de la democaracter orma. I d decisiones vinculantes, no
cífica una dIferente a estnc de la a. pue,eracia: en tanto afecta a a fama. ~ danos o sus votos, sino solo
Igua Id a d g eneral entre los hombres. de ni quiere ponderar a os Clu a
79 as HZ'er!, "
(risprudencia . constante. Cl. . entre o t r. 44 1;' (1 4 6)' 58,177
contarlos • d sufra io satisfaga las exigencias de (337)-
la Para que el derecho e g configure como
(190); 82,322 É
361)' 14 121 (132); 28, 220 (225),. '. -:. de 'los partidos políticos, BVer(G
general; " 1 ." con la fmand.luon
,. o basta con que se di' especialmente en re aClOn. . _; 40 (71 's.). _
libertad democratIca n d' d d no qll'" hava 8
alcanza o a t ibuya a to o Clu a Y '1 (69)' 24 300 (360); )2, 63 (88). ".. nd nicht zahlen", über fragwur.
,J " "'1 II Stlmmen w.¡gen u
a. ~. b"
es decir, que se a r d tatar sin posible ar 79. U. K. Jacobs, " " an so " . ~ NJW 1989. pp. 3205 ss. dige
o
ciudadanos a una participación igual en la natura 1eza repreresentación del pueblo. y ~s,to cds lasl bl
formación de la voluntad política, y deriva de Si los parlamentarios
él. El derecho PntaClOn e pue o. . d
a la igualdad de oportunidades no Contiene por [o tanto una sentativa de 1a represe , _., n del pueblo» autonza a
exigencia de igualdad absoluta o esquemática para todo partido; , 1to da representaelO constituyen en
se trata de una igualdad diferenciada según el número de partida- conJUl. ' _. samente por ello pueden repreor la ciudadanía
rios o de votos, y tampoco se plantea como una igualdad que activa, Y sldPrecl 1 rlamentario individual le
afecta P bl unida a caua pa ' 1 sentar al pue o c?mo d ho
a los resultados sino solo a las oportunidades84. Esta es la razón (democrático) a participar en as corresponde el mlsm~, ,ere~
de que, por ejemplo, en la atribución de tiemoos de emisión en de la representación popular. Este sesiones y en las
deClslOne sté recogido en el Reglamento derecho no se
justifica solo porque ~ 'ste' el Reglamento solo
80. BverfGE 1, 208 (244 ss.), que ,e , . que es antenor a ee . . l'
mantiene como jurisprudencia constante; \' de las Camaras, smo d' I En él pueden mc Ulrse regula la f
recientemente BverfGE 79, 169 (170 s.). orma Y el . .' modo e ejercer ue resultan o. de que los derec
81. BverfGE, 1, 208 (256); y en un h os d e desde luego ciertas hnlltaclOnes q . necesariamente
sentido menos tlrme 82, 322 (338). en común, los miembros del Parlamento :e e!~rcenlena de
82. E. Friesenhahn, "Parteien und este derecho en la
Parlamentarismus nach cien' Grundgesetz», en A.
Randelzhofer (ed.), Deutsch-spanisches Pero no es a d mis . . ible lo una para pnvaclOn I os pa p
10
Verfassungsrechtskol/oqllimn vom 18.
Llciona)". ¡¡mi 1980 in Berlin, 1982, p. 23 (35), afirma que no puede
rlamentaríos sm . f raeClon ., 1 86 . práctica ,-:-por eJemp d
"justificarse como 'a con lo anterior, es fundam~nta que
En loglca correspon .encdl dicción parlamentana de los la~
83. Ph. KlInig, "Parteien», en HdbStR . umda es e a a 'd
TI, 1987, apdo, 33. núm. margo 62 ss.
fracclOnes, como a todos los organos e
1'184, 84. p. H. 85 H. (87)von . Amim, "Der strenge und der formale " d 1 tarios tengan acceso .,
Gleichheirssatz», en DdV grupoS e par amen, .. ) ---en proporclOn a su
. . , d I P r1amento (coml~lones . ' 1 dehberaclOn e a. . d d
ducirse limltaCloues para a y d xlgenCla pue en e . di'
fuerza-., e esta e. I Parlamento. Las .' 1 d' . ón de S. Magler..: .,. . 00
desviaCiones e prm~ autonOmla 104. En
reglamentana de , . I son admisibles por contrIbUCIOnes fer Deutsch-spamsc a a ISCllS¡I \1
secuencia de 10<' . '. eguran así normativam ' lid l 'fllg" . 'O,. b Lle por eJ'emplo la que puede p 1antearse d es d e 1a res-
on e- 111.1UOIl, \..01110 ., 'f P
"cas. pnnClplOS de la libertad la i
v ente, como con- '\' l· I \' la preocupacIOn por las generacIOnes uturas. ero r on,a
El . '. y gualdad democrá_ 111 Il '. ,H • , 1 en sí mismas un carácter deCISiVo, .. S1110 . so I o aCCI 'd
010 d P~IllCIPIO de gobierno del Iider r ,
enestas no tlL I1ll " d
.' solo lo tienen en tanto V mIentraS sean asumI as por t ¡\ esto
" ~ e la democracia. Debid azg,) es la razon del dina . cs, . '
lluuadanos opera ' tirnación la dem , , \', I 'lctual de consenso. y esta voluntad ha de lograrse una b \'() lInt.ll
cOo:o pnnclpl0 .? .a de que su la •.'. hL
Para la forma de gobIerno democratlco este eClio
úrganl'z igualdad . po l' mca . de mlSlos l
,oO.)
Los límites externos del principio de la 108. Expresado de forma clásica por Carl Schmitt, Lega/itat und Legitimitat,
30-40 (<<Legalitat und gleiche Chance der Machtgewinnung»j.
L:t., pp,
mayoría consisten en excluir que esta se 109. En esta dirección apUnta también la descripción que se hace del orden
imponga en cada caso jurídicamente como :"ndamental de la democracia libre en Bver(GE 2, 1 (12); la democracia naufraga ,."
algo absoluto. Si toda convicción política la dictadura de la mayoría.
ha de respetarse como jurídi- 110. l/id. supra, pp, 78 s, 111. l/id, supra, pp. 82 ss.
camente igual, y si corresponde a todos los
ciudadanos la misma libertad política de
participación, entonces no cabe de que la 95
actual mayoría se imponga a sí misma como ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMÓCRACIA
el todo, y de que, haciendo uso de las
ventajas que la posesión legal del poder le
2) En articular más allá de los
atribuye, entrólOS. cierre tras de sí la puerta
abierta a través de la que ella misma la Ley Fundamental (art .. 20.1 y ~stituP ente en l~s artículos
79.2
El derecho de la mayoría a tomar decisiones límites trazado~ po~ elleglsl;~o{ ~~áusul: de
vinculantes de modo general y a disponer de la
legalidad se basa precisamente en intangibilidad)1I2, no
que ella se encuentra con la minoría en una (reforma constltucIOna!) ~ . '. ún mandato jurídico en favor de
situación de (continua) competencia por el cabe deducir de este pnnCIplO nmg d nsenso para la toma de la
liderazgo político, y est::\ tiene las mismas necesidad de un grado maydor e ~oreversibles. Otra cuestión
oportunidades para convertirse en mayoría.
Si se ponen en CUestión las condiciones 1, . de enverga ura o Ir , . decisiones po ItICas . .
para que la minoría pueda seguir siendo una sentido como maxlma
mayoría potencial, no solo se produce un sería de prudencIa la de ~i un pohtIca ~~ndat~ y e de cu
quebrantamiento del {air play
democrático, sino que se saca de quicio el
~~::I~~l;:~c~e democrática l13 •
principio democráticolo9. Los derechos de
la libertad democrática, la igualdad de los b) LímItes . .Internos de la decisión mayoritaria
derechos políticos de Cooperación 110,
forman parte de ese núcleo no disponible
para la decisión democrática mayoritaria 11 J,
Y entre ellos se cuenta dé' lllodo especial la
. .. d la mayoría , ,, laJo lo, trabajos de B, Guggenberger y Cl~us
112. Ilíd. sobre esta dlseuslon por un "j',; A. den Crellzen der Mehrhelts-
l.ír~'lÍtes internos. de!.
aparecenomo Los ( 1' d t do por e,t~ ti _,mo, nIl c; h
)ffe en d volumen co ectlvo e la.:, 707 . por otra parte H. "a ner,
pr~~c~~~o Ií~ites externos. Entre ellos.:e 8 15 O ss 184 " .. _ ss., , ._
condICIOnes de la eficaCIa d d que demokratie, 1984, pp. ss., Z ., L "m-rionsproblematik des Mehrhcltspnn "Sozialer
su propia concepclOn Wandel und Konse~t ,- ~rd ~g:¡~chd,eitsprínziP, Koltsens Imd
Id die pue a preten er , Verfassllng, zíps», en Hattenhauer y Kaltc elter e 1s.~. : ['nd Mind~rheiten in
incluye e e que na" 'lidos el de que no se rehuse der parlamenta1986 pp. 93,s.; H. Obsrr~llter, ,,~ehllr eIte~_':fehrheit
co.ny objetivos sean los UOICOS va , y I'tico la An den Crenzen par/amenrischen ' Oemokratle'" " Jen 1 • (e J) ., \Va rJe,: Vd' "-
dignidad de la dIS- u,, : >P G . Kielmannsegg,« O as R ee ht tarischer Demokratle, '198' 0, pp. 67h' ss.
I 'ón de! oponente po 1 . erd \1 <'Jlewski "mas.. y M, Schroder '.. (e d) s., D' le nst
'd ' d d' ·hte Mehr elt» en. . J
ceder . , a a . concepCI I u derec h o a I a VI 'd a {der úr die Mehrhelt Ceschlchte. un Ce le rdeee n k se h ni' 'ft l' für
W;altlw ,'iubatsch, 1985, pp. 301 ss. ,.
democrática. Esto no ImpI f 1e cuslOn o InC
113. Vid. supra, PP', 92 s,, f ' ,octal de la tesis de que el relativIsmo 114. En esta
uso S . . d n considerarse como a ~
ideareslde el aCierto d und~":i\ presupone, defendida por H. Kel-
q . y objetivos pue a . sen, es una Demokratie concepción IInd del SOZlaltsmlls, ,mundo que:a Cit.,
ue otras concepCIOnes b 'd Solo implica la e~~~'é';"s., r" y , G. Radbruch, «Die politischen
renunCIa d· de ser com atI as.
sas, peligrosas y Ignas . políticas y a las propias
pro,; ,
'b' 1 pias concepCIOnes I 96
LA DEMOCRACIA COMO PRINCIPIO CONSTITUCIONAL
a atn u!r d a as l pro ·, una pretenslOn " d e
validez objetiva Ique 'exc uya puestas e so
uClOn . D forma se negarían a mIsmo atribuir a su propia concepción un valor ideológico absolut~~
discuslO~ . , I ompromlSO e otra d f entonces no es que le falte solo la disposición para llegar a compro-
la y e c . ualdad olítícas del que piensa e orma misos, sino que le falta sobre todo el respeto a la igualdad de
tiempo la bbertad y la Ig P" u reconocimiento oportunidades de otros en la pugna por alcanzar el poder
como distinta, y en último ext;~mo se negarla s , político. En este caso la disposición a entrar en coaliciones y a
moverse en el terreno democrático se convierten en un mero
¡ compromiso táctico, que solo se justifica y se mantiene porque,
y en tanto que, no
sUJ'ero en el proceso PObtICO· , la
se es (aún) lo suficientemente fuerte para ejercer el dominio en solitario.
democracia va unida al d'd de a f¡rmar
Ya la mera expectativa fundada de que el respeto a los
que , En esa me 1 a se pue 1 ',' que no
aÍecta a la con- límites externos de la decisión mayoritaria no esté asegurada hace
vacilar la lealtad democrática y provoca la desintegración de la
. . P t ata de un re am'Ismo , . relatiVismo.
ero 'Se r, I dimensión político-pragmatl: democracia 115.
cepción del mundo, SInO so o a una la mayoría El Tribunal Constitucional ha reconocido acertadamente el
pretende ca 114. Y si, en c:ontra de ello, un gmpo o significado de estos límites internos del principio de la mayoría
en su sentencia sobre la prohibición de la KPD (Partido
Comunista Alemán). La prohibición no se ha 97
apoyado en que, por ejemplo, la KPD negara ESTUDIOS SOBRE El ESTADO DE DERECHO y LA DEMOCRACIA
«intelectuahzar» a desarrollada. Esto no ~l?ru acceso igual a los centro sI y, en 'o 'n- van así unidas de
llca que ntendimiento humano (comdemocracia. 1 de la esco anzaCl libertad respecto a costye l
Pues tambJen e sano e formación democrática de C stitución francesa de 1791 pres-
'mportante para una , , d 1 la forma más estrecha. aa on _ pl'lbll'C'l y gratuita en <
inevitable bajo la existencia de condiciones político-sociales diferen'; Frente a ello, la democracia moderna se caracteriza por una ciadas, todo
esto reposa sobre un determinado presupuesto: el de creciente especialización de los conocimientos sobre las distintas que existe una relación, en
principio (aún) racional, por .una parte materias (competencia profesional) y de la correspondiente capaci-
entre el saber y la experiencia de los ciudadanos (o de los tltula~es de dad de decisión. La razón de que sea así hay que buscarla en las ;¡. , I la decisión legitimados
por ellos) y, por la otra, entre las cuestlOnes peculiaridades propias de la realidad de la vida actual, que se pre '.
planteadas en la decisión y sus consecuenc.ias. Si f~l.t~ esta relaci?n, senta como una civilización científico-técnica, en sí misma
altamenentonces no existe la posibilidad de dctermmar y dmglr el conterudo te organizada y diferenciada. Sus procesos de trabajo y producción,
de la acción del poder del Estado a través de los titulares democráti así como sus sistemas de acción, reposan en la capacidad de argucos, o
legitimados democráticamente, de la decisión, y del m!smo mentación dentro de ramas especializadas de la ciencia, y por ello modo los
controles democráticos ruedan en el vacío. Por debajo de solo pueden ser reguladas, transformadas o desarrolladas de esta las formas
democráticas, que se convierten en mera fachada, se im forma. Ninguna decisión política de alcance pued.e ya tomarse ponen entonces otros
detentadores del dominio ya n? Jegit~ma?os «without foundation in expert knowledb;::».
democráticamente, que quedan fuera de la responsablhdad mstltu, y esta circunstancia vale hoy no solo para determinados camcional exigible a
través de los procedimientos previstos. pos de la política y de la actividad profesional, sino que práctica-
Desde esta perspectiva es necesario sacar a la luz tres cuestiones mente se impone en todos los ámbitos. Vale tanto para establecer que se
refieren a diferentes aspectos de la vigencia de estos presu" el tipo de construcción que requieren los ingenios atómicos como puestos político-
estructurales de la democracia y que, sin embargo, para decidir sobre Íos sistemas armamentísticos y sobre las estratienden a difuminarse hoy de
un modo creciente. Es en ellas donde tegias orientadas hacia la disuasión; vale tanto para la elección e se plantean algunos de los problemas
básicos de la democracia introducción de métodos de indagación como para combatir las moderna. Y en la base de estas cuestiones se encuentra
la pregunta amenazas contra el medio ambiente, tanto para la adaptación y el de si, y en qué medida, la democracia puede persistir y mantenerse
desarrollo de la seguridad de las pensionf's como para la protección como algo vivo incluso b;1jo las condiciones propias de las estruc de la
salud y la aprobación de los medicamentos.
turas tecnocráticas de una civilización técnico-científica135• Lo que resulta problemático aquí no es que la fundamentación misma de las
decisiones políticas tenga que basarse necesariamente
2.1. ¿Es posible un juicio propio sobre las cuestiones en el conocimiento, sino que este asume hoy una dimensión y una que se someten a la decisión
política? complejidad especiales. Sobre esta base surge, por un lado, una
creciente discrepancia enrre el saber especializado y su
coordinaEn el modo de organizar ia formación democrática de la voluntad ción y, por el otro, entre la decisión política y la responsabilidad. y la
distribución de las competencias para tomar decisiones SE pre El conocimiento especializado tiene solo funciones de asesorasupone que los
llamados a decidir en cuestiones políticas tienen miento, se articula en consejos, gremios de expertos y comisiones capacidad para entender
objetivamente sobre las materias incluidas especiales, pero no se encuentra implicado en los mecanismos de la en la decisión, para formar un
juicio desde su propio conocimiento, responsabilidad legitimada democráticamente. Por su parte los órexperiencia y ponderación, y para asumir
la cmrespondiente res ganos políricos legitimados para tomar la decisión no tienen, por ponsabilidad. Solo así la formación de la voluntad y la
búsqueda de regla general, ese saber superior que haría posible la integración y
decisiones democráticas pueden ir unidas a una expectativa funda coordinación del saber especializado con los objetivos políticos, 'Y da de
que las mismas responden a lIna acción racional y responsa que podría permitir p0J1derar de forma autónoma el margen de ble, basada en un
examen de la cuestión y en una ponderación juego que queda abierto para la decisión. De esa forma el poder de racionales que la hacen
susceptible de ser impuesta. configuración política que se les atribuye constirucionalmente se desplaza de un modo inadvertido hacia los
expertos1l6,
135. Vid. H. Schelsh, Der M.ensch in der wissenschaftlichen Zivilisation, 1961;
E. Forsthoff, Der Sta<lt' ,ier Indllstriegcsel/schaft, 21971. pp. 30 ss.; G. Rickelt, 136. D. Schindlcr, Verf<lsstmgsrecht und soziale Stmktur, cit., p. 106, considera
Teclmokratie 1I11d Demokutie, 1983. ,¡ue "el mayor poder en lo social" es el criterio que decide sobre 18 soberanía del
108 109
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
Esta dlsmlOuclOn de la Pd ,', / política se produce hoy en todos
l tean en a eClslon la deClslOn , '/ d emocra :(l
, , ,/ l ror;a capacidad para enjuiciar las tiones que se p an ,/ l I d de
cues- o l d l f rmaClOn de a vo unta y /
los mve es e a o l ' '/ de un «tercero que esta por en- " d d industrial se caracteriza por una creEl desarrollo
' , ierde a pOSlClOn dI' de la sOCle a , bSl'stemas v procesos de ae-
cas: el EjecutIvo P , pasa a depender e conOCIl tos e ' " / 1 nume-osos su J d
IOformantes, y / l ciente diterenclaclOn el o por un grado ca a vez
o L/,
cima" de os exper / d' 'ble en la economla y en a miento especializado que ' d f 'nalmente aSI t:om d
e~~a Ispom t al sino que a menudo se ción onenta os unclO '/ 137 'Este hecho lleva a un aumento e más elevado de
'd no es poJ¡tlcamente neu r , orgamzaclOn . l : b't s de la vida y las matela interdependencia entre todos ?S
sOCleda ,pero que, El Parlamento por su parte, com- anl ,pi eOndencia se amplía hasta l d'd que esta IOter dc . od
' , lado a IOtereses, '" d rias. Y en a me I a en , , entra vinculada con t o
encuentra VIOCU d ' ues esta / re f en 'd o a l trabajo prevIO e espeparte IqUler cosa se ent:u ,
el extremo en que cua 1/ ' b e las distintas rnatcndS se lo demás, las decisiones
esta depen ,encla" ~ de la burocracia; y, si quiere ele-:ar,se por po IUcas so r .
cialistas y al trabajo auxIJ¡ar, de expertos espeClahzados
' ,'/ n necesita a su vez ,
encima de esta sltuaclO , 'd l' dividuos asumen SIO emf '/) Est~do en el intenor; ' E. Forlst h Oc tí '¡'"lnte onstata dependencia una transformaClon de
que sIen o so o 10 , las '. deels,odnt del " «Ií· $
(ahora de una raCClOn ,'f l t de los representantes par- floder del
I f;'io eonstItw:lOnal " delT'ocra ' • ¡'eo I por a cr , e l' 0:lo en "Strukturwan di unge n er
' '/ eClal rente a res o l
'. 1, ,'miento especIa lzal , "90 ss,; políticas respecto de coaocl d n Íd Re,htstaat ¡m \Vande/, '1976,
bargo una pOSlClOn esp "/" de una formación genera
pp, modernen DemokratIe .. , publIca o e " , ,.,d, 16 núm, marg, 31 ss, Id.
' Y 'dividuaJ¡zaclOn unpl l
lamentanos. esta 10 P l q e se refiere a los e ectores, ,\\7 Brohm, "Sae,¡\'erstan L "d' Ige Beratung<> S' ~':1O eIt '1 .. .lf ' des o, politischen )• vstems»,
en.
' d l Parlamento. or o u , , '1 F N, Luhmann, "Gesellschaft, 0,,110. , .
de la volunta en e , l / b' ro de su propia expenencla y ..
Sozíologische ' , AutHmmg, '" -'1971 , pp ' !J' ss L~4 ss,
y ~r,escin~iendo de e,xc~p~IO,:,:~s'lfa~~n:e rebasado;
I
los procesos de formación de la voluntad y de decisión democráticas. y
en tanto esta reducción ya no se logra, o solo se consigue de forma
insuficiente, los órganos democráticos pierden la capacidad de tomar
decisiones que marquen el futuro; se ocupan más bien de lo que «aún»
es perceptible y de lo que (en apariencia) es dominable; se atienen así a
detalles y a síntomas. El resultado es que las relaciones dadas,
por lo que se refiere a su racionalidad funcional y a su interrelación,
quedan abandonadas a un decurso autónomo. El control democrático,
que corresponde en primera línea al Parlamento,
pierde por entero su eficacia 138 y amenaza convertirse en una cás-
cara vacía que solo sirve de coartada.
111
•
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO '( LA DEMUCRACIA
LA DEMOCRACIA COMO PRINCIPIO CONSTITUCIONAL
. 139
. ndiciones de funcionamIento • .
una estabilización de sus. propIas co í esa capacidad de direc- ,
1, . - qUIere mantener aqu por ejemplo, si se analiza el modo !e actuar de los órganos del
Si el sistema h po Jt¡eo 'bl establecer regu I aCl 'ones abarcan tes, buscar b . un Estado legitimados democráticamente frente ~~ ¡eto ecológico y sus ción que
ace pOSI e. .. cambios frente a los su slste- situaciones límite, o bien frente a la ineludible reorganización de la equilibrio o plantear hmltaclOl;es Yd un punto
de referencia que
. . duna autonomla y e financiación de las pensiones sobre la base de un COntrato que mas, necesIta e no o varios subsistemas. abarca a tres
generaciones, así como -en el ámbito europeo_ le permita no depender de. u f a de Estado y de Gobierno,
f' '1 b' nmguna orm frente al patente sinsentido de la política comunitaria en lo que se
Y esto I d no es -aCl -'a aJo plantea pro bl em as específicos. Pues la demo-l refiere al mercado agrario.
pero en a emocra~l. ue tiende a alcanzar, a ejercer y a ecracia, como
orgaOlzaClón qd 1 I ntad del pueblo, fácilmente
I d lítico des e a vo u gitimar e po er po . l d I I -ha por llegar al poder y man- 3. Presupuestos éticos
cae bajo la lógica bll~l?na
~e :o~, etencia, que se realiza perió~
tenerse en él en condl~lOne\acia la'~oluntad de los electores. En La pervivencia de la democracia como forma de Estado y de Godicamente y
que se on.enta 1" funcional _y está en la nala medida en que domma esta dogl~a el poder político de de-
bierno depende también de presupuestos éticos. y entre estos pre-
d I d racia que omme-, b supuestos pueden incluirse, por un lado, la efectividad de un ethos
tu raleza e a emoc ,. conviene en un mero su _
cisión organizado democrattcamente se sin una lógica objetiva democrático ent:-e los ciudadanos y en los cargos políticos, y, por
sistema entre otros y actúa en. consecdue ncia lI ' el otro, la disposición de estos últimos a tomar decisiones políticas
1
desde el interés común de todos.
.d e desv ncu l e e e os. '.
que los. transClen ,a. y s ' elaborar los efectos y las eXIgenCIas d
c
El SIstema pohtlco trata, e los que se mueven los pro- 3.1. La efectividad de un ethos democrático que surgen de los otros
subsl~t.em~ -e~s ciudadanos bajo sus co-
Pios dispensadores de su legltlm~clOn, . de tal 'modo que su
. I ~. trata aSI de reaccIOnar La democracia como forma de organizar la cooperación de los rrespondlentes ro es-, fu' 1 no se vean puestas en cues-
Propia estabilidad y su 10gICa dnclOna. poder de decisión que hombres en la legitimación y ejercicio del dominio político no se t no pue e surgIr un aplica
solo a aspectos orgánico-institucionales y de procedimiento,
tión. En este contex o I le y los mantenga dentrq
I bsistemas que os regu d sino que afecta también a determinados modos de comportarse los abarque a os otros su " . I signo propio de un po er
' . s lo que constltuve e . hombres. Estos modos de comportamiento, en los que se incorpode sus lImItes, que e: , diE d Hl) El sistema político se
mantlCorganizado del doml11lO , e. ~a ~ 'daptación teniendo en cuenta
ran los principios y los criterios de ordenación de la democracia, ne Y se fija
a estrategIas !t~lta as e a las ~Iecciones. constituyen el ethas de la democracia. y este ethas no es otra Cosa
' I nCIas cercanas para l que la cultura política en la que aqueila vive y se apoya. Las piezas
únicamente as consecue s' dera-iones entendiéndo as despach~r, e~~~:le~~~ai alej~da sobre las que está construida la presuponen como
principio Susten-
Se podrían de la realidad. Pero
tador, y su observancia es lo único que hace posible internamente
que como son una algo mera real, construcclOn, y hasta que punto I o s on , puede hacerse parente, la existencia de esta ordenación del Estado J41 •
s
El contenido del etho democrático se desarrolla así a partir del reconocimiento de
los principios estructurales sobre los que se basa
'1" d la reandad " soc.a : I acma. ,1 que Luhmann ha , planteado ., repeti-1 que la democracia, especialmente la libertad democrática y la igualda<;i
damente 139 . El en an" termInes ,. lSlS e(1e I a teor! l'a de d os ' 1 I SlstenUS, 'e 'eflej'" desde r • ~ el así .. ue una se SmlaClOG propone. rea, Cf ., por ' política. y de acuerdo Con ello se
trata de un ethas de la interlono puede ignorarse por I a d'f 1 '~U I la d I e Theo~ie en'!ll.lj sozialer Systeme», .., en Id., , Sovo:-. t . cución (Partnerschaft).
fkl
ejemplo, N. Luhmann, «S~z'o ogle a s 'bJ 'os aludidos en la nota 137. Vid. ade s
" 21971 aSl como l os lra a ~1 35 ss
sche Au artmg, '.. Íd Poiitische Plant!1lg, 191 , pp., :'6
«Komplexirat und DemOKrdtle», en ¡:'. e expreso de la reciente lflvesUgao n 141. Vid. sobre ello E. W. Bockenforde, «Das Erhos der modernen Dcmokratie 140. Este es el resultado. más lmp !CIto q: .' 198'
Kirche
6 que para ser entendido 11l1d die Kírche» [1957J, en Íd., Schri(ten Zt, Staüt - Gese//schaft _ r, 1988, pp.
O .. k I I KOIn m o
correctamente de N. Luhmann en I en o que a. tiene O"ISC o' de lJe d esa '. f' 10 d U11I",1tIOIl, h a h. d, , ser sistemas), leido analíricümel1te , (y no com en 27 FS ss. (Sobre ür Fritz la Tillmann,
distinción 1949entre , pp. elIJo419s y Ethik ss,; M. uid. Honecker, W. Scholl«Demokrarisches gen, «Ethik lJnd Ethos Ethos», in
una construcción abstracu de a teona el' Dp. der Sichr 101 ss. chrisdicher Erhib, en Íd., Sozialethik zwischen TraditiOf/ Itl/d Verlllmft, cit.,
112
113
ESTUDIOS
DERECHO Y LA DEMOCRACIA SOBRE EL ESTADO DE
contenl o ,', e r a ' h pretensión II , :1 ea 1oglca /' d e previa para ello / es la lito
de renulnoa a as propIas ',.', c 'oncepcio nes y objetivos. ' 1 atribuir - E un I estar
específicos de este ethos pueden describirse '
Los componentes ' caracter bler a )so u 1, b' " 'queda o 'n y al de compromIso una deClslOn. , '/ en
S' a I
..:onlO sigue: ,
to a la argumentao
, 'nes políticas Y al derecho Igual a
alas convlCClO f'
a
_ E I respe to ', do se rechace con Irmeza, o la vida po 1/ \tIca ' confrontaclO , / n po lítica en , tornO a dere,'ho a us igual a partiCIpar , '
del otro "d aun cuan d sus concepciones, La con d' ICLOn '/ incluso se com, bata el en 1a
, d 1 d mocraCla es un ~ , t n etho~ e a m el\..' d ti ' es necesananlen e u '1' ' no la hostilida po
lo proplO e a e lítica esto exige que se pregunt~ y se formación de la / voluntad Id" nca.
po, / n correcta para los problemas eXlstenbusque en comun a eClslO, 'ue es posible '" po ltlca pero 1
en la demo-
oposl~lOn
tes' el recurso final a la proplal~ayo:la~ qo sino solo al final. Pues, mite sin duda , 1, a n ca v I a 1uc h: 1 po I¡'u'ca se desenvuelven en '
, d lantearse a comlenz e
cracia, no pue e ~ / 'd la confrontación con los otros siendo la deliberaclOn co~rartl La confrontaclOn po I 1 , ' d le' "ara alcanzar el poder d e l ü ~ ¡'gualdad de
Y oportum al ~ i'
al d ho igual a la participación, d ha de reahzarse e erec . / ellugar d on e , d d 1
terreno
disposición a escucnarse reCl-
político, no a su costa,
, . que realizarse es e a ,
estas uencn llegar a compromisoS.
procamente y, en su caso, a d " le la mavoría que se toman _ La lealtad frente a ~as 114
,:ClSlO?eS l , se m~ntengan vigentes. LA DEMOCRACIA COMO PRINCIPIO CONSTITUCIONAL
lidad de camblarl~ e,uando: se p s de ias reglas de juego demo~ no puede, si" embargo, 'ser dejada en manos de los participantes en la
_ El reconOCImiento Sin r,~slervd al· aldad de oportunidades
L> confrontación política, y especialmente no en la del que tenga la mayoría en
cráticas, yen d n modo espeCia l' ' _ E's~e e a reconocimiento \: .. U constituye ' 1e oara ese momento, pues con ello el principio quedaría en la práctica sin ningún
valor. La decisión, si parece necesaria, tiene que ser tomada a través de un
o b tener e 1 Poder po "L ltleo, ' L ald' d de oportunl 'd a d es par a ~úcleo del ethús procedimiento formal y por una instancia que no participe en la lucha política
democ~atlco, a I~U , apuesta en cuestión a nin- actual y que sea, por lo tanto, independiente.
conseguir el poder polítICO no pue e ser 'Imponer «valores absolu~
, " . '~ra para asegurar o " i,2. Disposición a tomar decisiones políticas desde los
gun preclO, 11l Slquk I 1 ' '¡dad democrática, SIDO qu~ intereses comunes de todos
'11 010 se cance a a Igua '
tos». SID e a no S i l ' 'n )ría ha de respetar y seguU;
L La efectividad de este ethos democrático afecta a uno de los componentes de
'/1 zón por a que ,1 ml l • los presupuestos éticos de la democracia: se refiere a los fundamentos y al
I procedimiento de formación de la voluntad democrática. Pero junto a él hay
decae tam blen a ra , " I " la democracia queda en las decisiones d e a ma Yon'l' ' , 'd v que incluir además una determinada orientación ética que se refiere al
en tdJ \,.,1:,0 1 ethos de la democracIa • contenido mismo de las decisiones que han de tomarse a tf<lvés de la vía
'd s eVI ente que e. democrática.
el aire, En este senn o e di', t r\) 'ución' este soporta 'f per-
a) La r('ferencia normativa de las decisiones políticas Esta orientación normativa no quiere decir simplemente que haya que
olvidar los propios intereses y necesidades. Solo significa que los intereses
Fsta orientación no puede reducirse en un sentido primario al interés propio de uno tienen que implicarse en un proceso de mediación tendente a lo general, y
mismo o a L'l utilidad individual. Los ciudadanos ejercen sus derechos democráticos que este proceso tiene un punto de referencia más amplio, que va más allá
con el fin de determinar conjuntamente las decisiones correctas y necesarias para la Je esos intereses y necesidades., En él tienen derecho a estar presentes los
ordenación de la vida en común de todos, esto es, lo hacen en un sentido racional. intereses propios, pero incluye además el equilibrio necesario entre ellos y,
Actúan, pues, no como meros titulares de intereses personales, sino como miembros sobre todo, aquellos presupuestos y condiciones-marco comunes de tipo
del pueblo (ciudadanos del Estado) con jurídi~ co, político y socio-económico que preceden a la activi.dad libre, a
la persecucióll de intereses individuales, y la hacen pOSible. Representan el
interés común de todos los ciudadanos.
142, También pueden ?éoducirse deformaciones por pane de los ciudadanos, l'or ejemplo cuando
a causa de la inscripción de varios domicilios se obtiene y se l.tiliza un doble derecho de sufragio en
las elecciones estatales o federales, Ahí se ¡-·roduce una clamorosa ruptura de la igualdad
democrátÍCa, l43. Vid. M. Drath, voz ,.Staat 1», en Et.lI:g¿[íscbes Staatslexikol1, 31987, cols.
3306 ss.
115
ESTUDIOS SOBRE El ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
116
LA DEMOCRACIA COMO PRINCIPIO CONSTITUCIONAL
146. E. Kanfmann, 2ur Problematik des L<kswillells, 1931, pp. 272, especial·
117 mente 2/5 ss.; C. Schmitt. \'erfasslil1gslchre. ,'¡[ .• pp. 277 s.
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
147. E. W. Bockenforde. "Demokr3tiscbe \\'illensbildung lIod Reprasentdtioo"
en HdbStR 11, 1987, apdo, 30. p, 42,
En este caso lo decisivo es que se presenten con claridad a los ciudadanos las
cuestiones que se plantean en su acción representativa. Pues forma parte de la
existencia política de la ciudadanía activa e! que, para que esta pueda dar a su
lIS
LA DEMOCRACIA COMO
voluntad una expresión concreta y determinada, se le hayan hecho previamente PRINCIPIO CONSTITUCIONAL
propuestas y que estas hayan calado 146. Si los dirigentes políticos no ofrecen estos
planteamientos, si no tienen el coraje suficiente y orientan sus propuestas solo y D
primariamente de acuerdo con los intereses individuales de los electores o de los 1. Democracia y Estado de erec h o
grupos electorales, los ciudadanos no tienen la posibilidad de obrar de otra forma,
esto es, no tienen la posibilidad de orientarse según los intereses de la generalidad. .. De acuerdo con su contenido la d ' cho no operan ni en sentido
La responsabilidad de que se logre que la dem' cracia funCIOne desde sus ;oinci~:ocra~Ia y el Estado de Derente
presupuestos éticos corresponde por tanto en primer término a los grupos que responden a una finalidad dl'f ' d DI contrapuesto, sino que
ejercen la dirección política, a los representantes legitimados democráticamente " erenCla a Se en .
J47
•
en una re I aClOn que se caracteriza t . cuentran por lo tanto como elementos
que se oponenl4R.anto por poseer rasgos comunes
IV. LA RELACIÓN DE LA DEMOCRACIA
. núm 'h' ma rg. 3 ~ , ss. Sobre el desarrollo ' "er ec histórico tsstaat» el 1cit " apd o. 24 y
1.1 Los rasgos diferenciales de la d ' y e! Estado de Derecho
espeCIalmente ' e o, y específicamente sobre la sec' e concepto del Estado de Dere'.'oncepto
emocracJa referido a una «es ecie uenCla que Vd del Estado de Derecho como
123
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
124
LA DEMOCRACIA COMO PRINCIPIO CONSTITUCIONAL
poder político a~tónomos en manos de determinados grupos, estratos, etc. ;
Su relación con el principio democrático excluye que, desde el punto de vista b) Limitación de la democracia por las garantías
de la distribución política de los poderes, las fuer-o zas sociales y los grupos de del Estado de Derecho
poder políticamente relevantes, como sindicatos, empresarios, iglesias, prensa,
Las garantías del Estado de Derecho, tales como el reconocimiento de derechos " ,'o te se ve Imita o por .dd
fundamentales de tipo material y procesaP64, la garantía de terminadas formas de democratlC.arr. 1, d Derecho la libertad de los cm a anos competenClal al
organización y tipos de procedimiento, la separación de la legislación y la Estado e. 1 '.loble dirección l66 • Por una
ejecución de la ley, o la prohibición de la retroactividad, entre otras, no solo se ve a flanza · d a, por así . deor o ' en una puede utomar de! Esta 'o
configuran de un modo más preciso el poder de decisión del Estado legitimado ne- parte todas las deClswnes qU~at~~~:t:d de participación
democráticamente, es decir, no solo lo ajustan a un orden y le dan form~, sino que
democránen que poder retrotraerse \udadanos como miembros de la
además lo vinculiln y limitan en cuanto a su contenido y alcance. La ley
cotica que corresponde a los c 1 'timarse a partir de ella. Y, por
Fundamental ha reforzado expresamente estas vinculaciones y limitaciones al
hacerlas valer también para el legislador (art. 1.3 LF), y al hacer que puedan ser munidad estatal, y uene~ qu.e, e~1 1 E tado como tal tiene limitaotra
exigidas judicialmente a través del control constitucional de normas (arts. 93.1.2 y parte, e! poder de ec~sdwn e.• sr de la libertad de los indiciones a
100 LF) y del recurso de amparo constitucional (art. 93.1.4 a LF). La democracia 1as que e stá someU o en f a\ o . _. ~ democrátlca-. . S' I
se convierte así en una democracia «moderada», limitada y equilibrada a través del . d dencia de su orgamzacwn viduos -con m epen. .
Estado de Derecho. nes a e!ando al carácter democrático no se respetan
Las vinculaciones y limitaciones del poder del Estado procedentes del Estado estas~lmlltaclOtado' p ue implica en sí mismo la codel poder de
de Derecho están ya contenidas en parte en el principio democrático, en la medida n
deCISlO de! Es 1 'r~ tad se reduce entonces a la operación de los
en que los derechos de libertad e igualdad democráticos son condiciones
constitutivas de la democracia misma165• Pero, más allá de esto, estos derechos ClU~a?an?~, a I ecrrática y en tal caso ya solo l1'b erta d d ~ P
representan auténticas limitaóones para el poder político que ejerce el dominio aruClpaClon 1 d emo _ democrático, . pero no como mera
constituido democráticamente. Esto resulta particularmente evidente en el supuesto . ., libertad en e proceso ,
de los derechos fundamentales que afectan a los ámbitos de la libertad personal y
social (como por ejemplo los arts. 4 y 6.2-4 LF), a la ordenación de la vida eXlsuna como l' d' 'dtlo se convertina por entef te proceso'b; e
económica y social, así como a los supuestos regulados en los artículos 14 y 12 Y m IVI , liberta d rente a es , d 1 omunidad político-democraro y
---con algunos límites- el artículo 9 LF, e incluso a las garantías institucionales, únicamente en un esta on ~ a c nca . o b' len del colectivo
como por ejemplo la del funcionariado (art. 33.5 LF). La voluntad de democranco.
configuración política, a pesar de su legitimación democrática, encuentra en ellos
límites y mesura. Y esto vale en todo caso en tanto los derechos fundamentales y
las garantías análogas a estos se entienden y se aplican primariamente, o inclusO' 2. Democracia Y República
C0ll10 mandatos del Estado de Derecho, con el significado de detecbos de defensa
que cumplen una función delimitadora frente a las injerencias del poder del . . el principio de la forma
Estado. republiLa relación de la democraCladcon d' do de si el concepto
de Recana d e 1 F ~sta d o es diferente epen . J for;nal len o
material. pública se entiende en un sentl o '
164. E. W·. BOckenféirde, ,Grundrechtstheorie und Grundrechtsinrerpretation>, 11974], en Stúat,
VerfassUllg und Demokratie, cit., pp. 117 ss. El concepto formal de República Y la democracia
165. Vid. supra, pp. 121 ss. 2.1.
. 1 l· Re ública se define por su oposición a
125 Como concept~ torma, a _ p Re ública se caracteriza por el la
DERECHO Y LA DEMOCRACIA OBRE EL Monarquía 10. E! Estado c~m~nte ~rente a la Monarquía.
S
ESTADO DE ESTUDIOS Y.est2 hecho de que se detme negatl\ aro . . I 'uando al introdUCir
'd 1 poder político de decisión legitima?o el oposición tiene su origen en ;'o,laqGlave o Cl~t'co del Derecho
del
E.: la medl a en que I~ . d esta vinculaci ón de! ámbito
~ br amo concepto po l I d según los intereses de los ináividllos o de un determinado grupo, sino en razón
término de Repu lca c'l . ,1 1 t'tular del poder de! Esta o de lo que es mejor para la comunidad l7l ; ¿demás la constitución del Estado se
Estadoll;X, se refiere con e por Igua a , comprende' como una ordenación de los cargos públicos a través de la ley -sobre
la base de la libertad e igualdad de los ciudadanos-, con tareas y competencias
. .' to de vista de la distinción entre Estado específicamente circunscritas, y en la que no se ejerce un dom{nio personal sino
166 . \lid. con mas detalle, , Y baJO ',' d el ' F pun <rado d e D cree h o, E .W ' B6ckenfOrde, que se persiguen objetivos en interés del orden y la libertad en la vida en común;
, DI/' d y sociedad vinculado .¡ las garannJt el .. \t t tll1d G2sellschaft als BedmgUltg er finalmente, implica una forma corres-
;,erlassullgst/;eoretisc!.'c Unterscheli .I/!'S '011 ~ aa
indil'iduelleJl Freilleit. 1973, pp . .J.' ': bl'b> n HdbStR 1, 1987, apdo. 2!. 167. \'ici. tambi¿L \\'.
Henkc. "DIe Rwu I e 169. R. Herzog, Allgemeine Staatslebre, cit., comentario llI, núm. margo 5 ss.
170. W. Henke, "Die Republíb>, cit., apdo. 21, núm. margo 8 ss. 171. Vid. entre otros J. Isensee,
nún1. Dl~H[> N. i\iachi,nclli. 7. I '[ prll1CI . . I "~O . l' 1.;1. caps. 1 \'-. ) «Republik - Sinnporential eines Begríffs", en JZ 1981, pp. 249 ss.
168.
126 127
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
LA DEMOCRACIA COMO PRINCIPIO CONSTITUCIONAL
y al jefe del Estado. En la historia política de la época el monarca era al mismo tiempo pondiente de enten d er e 1 Estado como res pu bltea ' por parte de los
titular del poder de! Estado y del Gobierno así como jefe de! Estado. Pero e! contenido
de este concepto se ha restringido con el desarrollo hacia la democracia, en el que se ciudadanos. , o iamente no como forma de
hizo posible la existencia de configuraciones distintas de la Monarquía como forma La República aparece aq~1 pr p de Estado (como régimen
externa del Estado. El concepto de República se vincula hoy solo al de la Jefatura del . una espeCIe nueva . 1d
Estado y a la forma exterior del Estado que aquella condiciona169• Estado SIllO como la Monarquía SIllO e es-
De acuerdo con esta definición, entre democracia y principio republicano no se da P '1 t opuesto no es ya
una relación de competencia ni son algo idéntico; afectan a cosas distintas, sin que sus olítico); e concep d .. o d 19un , grupo. S e refl'ere ,
, ,
contenidos se entremezclen. La decisión en favor de la forma republicana del Estado pues , a la razon potismo .0 el o mlll 10.. e ~ 1 Estado, al principio que
que se recoge en el artículo 20.1 LF prescribe para la República Federal de Alemania conforma.su
(y a través del arto 28.1 LF) una Jefatura del
Estado no monárquica. El principio democrático no se ve afectado ni reforzado con de ser mIsma del domllllO ~, ta de acuerdo con este prm-
ello, pues la República en este sentido podría configurarse también como una 'd nfiguraClon concre 1 ..
aristocracia o como una democracia popular balo la forma de una dictadura del contem o y a su co Re ública están incluidos -re atlvlzancipio. En este
proletariado. Por e! contrario, sí se excluye con él la posibilidad de una democracia con concepto de p d 1 Estado de Derecho, pero, f d E t do- elementos e " ,
«un vértice monárquico», como existe hoy por ejemplo en Gran Bretaña o en los ,
do la orma e s a ft· n d establecer una onentaclOn más allá de esto, tiene
Estados escandinavos. la lOdclOl e. , del Estado. Y en este
. , finalidad e a aCClOn J
2.2. El cOilcepto material de República y la democracia sentido normatIva la democraCIa para Id. pue d e y debería . ser
republicana, pero no
En la discusión jurídico pública de los últimos años, sin embargo, el concepto de 1 ra que sea democraCIa. .
República se utiliza y se define en un sentido materia1l 70• La clave de esta definición
tiene que ser o pa . 1 d Re ública no es un concepto propIO
-defendida por Cicerón, y más tanle acentuada sobre todo por Kant- es la idea de que el
Estado es una comunidad pública (res publica): en ella el dominio no debe ejercerse
II como expreslOn de as é on eC'SlOnc 'bl :le una concreción ulterior, y, en su ca:: ' yente y
dogmática del Derecho de a .' se establece como tal en la de la teoría del Estado. nota . kenféirde, Gesetz It;td gesetzgeuen e <,: l. Hdb5tR 1, 1987, apdo. 25.
No d ut! l~'f~~o este contenido no puede 173. H. F. Zacher, «Das sozlale St.u!>z¡e " en 128
se
d t I y de mo o espeCl I ,1 LA DEMOCRACIA COMO PRINCIPIO CONSTITUCIONAL
17 4. Esta idea básica del Estado social se formuló y justificó ya tempranamente en el movimiento
social del siglo XIX: ',La libertad solo es una libertad real en la medida en que incluye sus propias 129
SOBRE EL ESTA DO DE DERECHO y LA DEMOCRACIA
'lUmente e mve d
J~, • lIC se mantenga aC¡IV,I,~ o,', 'd d del Estado, que pasa e ser
q de signo en la a la defensa frente a pertur Para resolver la cuestión de los límites y el equilibrio de las a un Cllll J(l res¡'\,¡ es(O es, wngl a , esto es a
g.¡lr.lnfí.l
orientarse actividades y fines del Estado social solo se puede COntar con la ente rep . " , 't preventIvo, , . .
'1
I Illcr.tlll 1 .,) as, , . m1ir 1111 carac er lleva en SI a necesidad de suprurur d eficacia de las garantías del Estado de Derecho, y ello porque, y en
',leIOI ' tilles l " po. siti\"(IS, cosa .. que l ue es d esea ble . Al término e este al la medida en que, estas delimitan el poder político de decisión
,l, E
"q,!lI/l IlIll¡{C' \ le oriel1urse segun t arse o q un « ,s t a do cuantitativamente , tot legitimado democráticamente. En este terreno, jUnto al criterio de la
'11 f
proporcionalidad en relación con las limitaciones de las libertalc,.lfro o () puede '1' Cl1con I I r que asun1e (:l> e o rma creciente mas tareas I'n'ca des
jurídico-fundamentales, es decisiva sobre todo la garantía de la
' al",
qlrgllI ll' ela debl . n'\ le de ellas porque ( ya ) no tiene fuerza po I I
'0(.1.1 " 1l., .. . v se encart>' 'eas dIE e stado. l77 , 'd d propiedad tal y como se recoge en el Estado de Derecho, El con ,','
1
l' lr.l ru.
. 'Inzarlas ,.. 1 como tal se plantea en a ampliación de la dIE actlvl d a tiempo tenido y las los posibilidades límites que establece y los límites esta garantía de
esa acción determinan del Estado al mismo so-
. ()rro prob em;! que.. nsi uiente dependencia e, sta o
cial,
">el,¡ " I del Estado es el de " expansIva la co ,g cu 'ya aportación (creCIente) , se la sociedad. que se orienta hacia el equilibrio social y la
redistribución en rC'I1CCto de una economl.l . de ¿btener los recursos nec~san?s I ¡ce imprescindible con el f1l1 d garantía del Estado SOCIal, sm El
modo, y también el alcance, de la coexistencia entre el Esp;¡ra 1, , la , realización 'la de las tare~s aSlgnacIOn e., de bienes vigente. Y , esto tado de
Derecho y el Est3do social dependen esencialmente de la
medida en que el Estado de Derecho deje abierta la puerta a una (Cller l que
inte~vdem~f~n 'o'n parcial int1uen~la entre Estado y econo~alla, y,a intervención apropiadora sobre el producto social con cargo a
conl uce 1 a 1una Y I las entl pOSICIOn ICaCI 'es de " . economlC " 'o l't'ca_ SOCI es se prestaciones económicas públicas incluso Con fines de redistribu_ transformen
que e poe er en un po d er (indirecto) de deCIsIOn po I I I78 . . ción 179, Si OCurre así, el Estado social puede realizarse bajo la forma
del Estado fiscal y puede asumir el incremento de su presupuesto
, 'ites ara el mandato de acción como instrumento para la redistribución Social. En relación con
3,2, La ausencIa de. hlm p rte de la democracia
del Estado SOCIa por pa esta cuestión, resulta significativo que el Tribunal Constitucional, a
lo largo de una jurisprudencia constante, tome como punto de
, , " b olítical11ente la puerta a la re~El principIO deI?ocratlco a reo~ial yen el fondo la hace necesan~ partida que el objeto de la
protección que se establece en el artículo
ción del principIO del Est~do s . " :lisposición legitimadora DI 14 LF no es el patrimonio como tal, sino derechos singulares vin-
P . í mIsmo mnguna ( l' . " culados al patrimonio; y que, por lo tanto, el que se impongan instituciona ero no contIene 1 que en apun s. te J a su • pOSI d 'bl
de e el l'mitación, Ipunto de dUna vista lI1utaaon emocra-' obligaciones de aportación económica que no limiten o supriman semejante solo pue de pro( I u
clrse l' ' es ecesario al que están sornen .. das tales derechos no afecta de modo fundamental a la garantía de la
las ~ico decisiones a partir del que consenso }lan u 'e legItImarse , p~ ~tlCO
' n , d em " oc:áticamente. embargo una Ahora ten d ena bien, 'a
fiscaPSl. las propiedad opiniones ISO. y en se contra ha mantenido de la doctrina en esta posición jurídica incluso constitucional a pesar de y
1"
demacratlco tIene S1I1 1E d
el consenso po ItIco l ' .. rl'entada hacia e sta o
. J f de a aCClon o II
no solo a amphar os mes \ s n1edios necesarios para e o
. b' / rocurarse 10 'al
social, S1l10 tam len a p . tel<7otador al producto SOCl ,
rso progreslvamen
o mediante mediante un intervencIOnes recu, , re d"b
,b isten
Istn U1 'Joras en la aSlgnaclOn . , , ex te de los hienes.
179, Fundamental aquí E, Farsthoff, «Begriff und Weser¡ des sazialen Rechts-
177, La fórmula «quantltanv " tor aler eutschland" Sta.u 3US Schwache», (1933) .. , en ~n Id., e ", h1assungsr~ s e hmitt 'dt-.Wei HdbStR S¡.lars» [1954]1, 1987, en , apdo. Íd., Rechtsstaatim 27,
núm, m2rg. V::ande!, 69 ss. 21976, pp, 65 ss., esp. 85 s.; K. Vogel,
terentwicklung de~ tatalen ?~.,~rs In ~Cialmenre 361 s.; uid. también P. ~~~o 108180 (154). BuerfGE , 4, 7 (17); 30, 250 (271 s,); 65, 196 (209); 72, 175 (193 ss,); 75,
' ¡ Ja (tI' ¡J-so-ialer Verbande ... , LIt., pp, margo "11 p, Kirchhof 153 ss. sobre v H, el S6hn apdo, (eds.), 2. Einkommensteuergesetz. Kommel1tar, 1987, núm.
130
DEMOCRACIA Y REPRESENTACIÓN.
CRÍTICA A LA DISCUSIÓN ACTUAL
SOBRE LA DEMOCRACIA
1. EL CONCEPTO DE DEMOCRACIA
133
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEI10CRACIA 1. K. Eichenberger, Der Staat der Gege"wart, Basel-Frankfurt a. M.,
1980,
p. 96.
No decide nadie que se contraponga al pueblo, revestido de 2. Ver, por ejemplo, la descripción de la democracia
alguna autoridad propia frente a él, sino que es el pueblo ateniense que ofrece H. Kurz, \'olkssouveral1itdt :md
Volksreprasellt.ltiofi. K6In-Berlin-Bonn-Miinchéfl, 1965, pp. 28 ss.
mismo, los ciu- . dadanos, los que han de decidir. Y en Sobre la composición de la rabi leiÓI¡ del Ática, de la cual un tercio o
consecuencia la democracia en sentido auténtico, pleno, es la incluso un cuarto a lo sumo eran ciudadanos atenienses, vid. V.
democracia directa, la unidad (identidad) de gobernantes y Ehrenberg, Der St<l<lt der Griechen, Ziirich-Stuttgan. '1965, rr. 37 ss.;
gobernados. Kurt Eichenberger ha constatado que esta T. Tarkiainen, Die athenische Demokratie, München, 1972, pp. 43 s.,
concepción de la democracia es también la más extendida y 51 s.
dominante en Suiza: 3. J.-J. Rousseau, Contrat Sociül, libro I1L cap. 15.
puede influir
puede responder Con un s' a ormu ación de la pregunta· solo
« 1» o un «no» El bl ..' 117
y
Á
LA
e~ por lo tanto el del derech 1 • pro ema DEMOCRACIA ESTADO DE DERECHO
ESTUDIOS SOBRE EL
deCISIVO aquí el d h o a p antear la pregu t .
., I
er:c o a plantear una consulta al uebl n, a:. équren tiene práctica de la . de lo que es buena muestra a 9 o para
en que momento y con qu' f 1 ~, o, en que cIrcunstancias gn~pOS soc~al~~ consultas populares en Suiza •
E e ormu aClOn 8;> , sta .d.ependencia respecto de la clase d mocraCla a traves
e t( s en favor de la tesis
d~ propuesta
a las declSlones populares s' 1 e e pregun,a no afecta solo
b) a pie El en segundo la dlSCUSlO . de . los , n Y argumen en los d resu ), l
. , IDO que va e tambié f 1
ta d liado os de esta la teoría de mot pluralista :l o espel.1a " de I
que SostIene una amplia m _ , n, rente a a opinión pueblo.
tO m I mo se ha esarro . , la democracia, ta y co / l ralista de la
Toda petición del ~or~r' ~ara el derecho de petición del la dCl110craCla tomo
pone eu marcha Es esta 1 e o epende de una iniciativa que U' d s 10 La teona p U l nto
petición popular Yest : .. a .que est.ablece el planteamiento de la
. a InICIatIva es slemp d
en los Esta d os m o . " de los intereses genera es COm? 1 1 teamlento e oS h radora:
pu la participación y la relcva~C!a ara el proceso de la tampoco e p an ¿ encuentran implicados, se ace
formaClon de la de partida Y como mode o P 'ltimo fundamental, en. los que to ~s se n cualquier caso de
extremo se corresponde con voluntad política --cosa que órganos de por sí mismo, S100 que necesita e
en u . directa-o No obstante, la
. 1"" v,¡nol-n¡'
. 1d la democraCia t , . dh t I'lebi<7Jt lmd p ¡¡ralltare (; d
u n enfoque vmcu 1 a T' o a mpmco, . s 11 evaro n ya 9. V¡'d . sobre ello por ejemplo L L. 'C ¡-';Cl, ulll'l ,.l[ '. pupu l~'l'rt' ~ .
entonces a consta . d ar observación y e ana lSIS e b~sada dms ' la révision total . p e tíe Bern, 1970; J. F. Aubert,~, ~r~ er~:r"e~
Der Stuat der Gegenwart, Clt., p .
en elites: solo determma as la existencia de una
19'72/74»: ZSR 93¡i (1974); . \C en ,,'
estructurad . . ación dadas y articulan de elites agotan las .I Ut pie ¡¡Hd Anpassllng.
posibílidadesell~ ;l~r:~~~n una posición de 103 s,. Sh f Demokratiet!Jeone ~WISC lel1 o
primacía e sa forma sus intereses. 1/ . Con proceso que se 10 Vid. R. W. e arp, '1 . I
desarrolla en el mvel en el proceso po mco, un el estata 111 . '7 - 29 ss Y epIlogO. '1 "ía plurahsta de a
Kronberg, -19 ), pp. ,., resultado, en el Hlarco ue ateo, nd power
. I . municipal no menos que en b a que la realización Y a 11 Este era el lmporta~te D hl \\'170 Gouemsr Democracy
uU- a
. ,'tígaclOn de R. A. .1 '
Otro de sus resultados apunta a ., ión política basada
democracia, d e 1a 1m es 1961
en ización del marco general de esa . C't New Haven, .
parutlnCalpaseCgmentación de la for- in an Arnencal1 t y, . 48 s;-..
l 12 Vid. F. W. Scharpf, op. Cit., pp.
. s provoca dd
un pluralismo de mterese r' J2 Si los grupOS de intereses a
os mación de la volunt~d ~o ltlCa : constitutivos de la us
DEMOCRACIA Y REPRESENTACIÓN
formación ~e
son los factores determmantes ?'so político le falta el dirección que los propongan como preguntas y los formulen
como problemas susceptibles de discusión y decisión. Ahora
espacIo ce bien, esto plantea sus dificultades en un marco político de
la voluntad política, entonces aflP,ro "arácter participación que se realiza sobre la base del pluralismo de
fundamental. Es- intereses. La confrontación sobre y con cont1ictos de tipo
de
1 los con lct05 '- d' necesario para fundamental no se enfrenta a uno u otro interés
fesO ver ue solo pueden articularse me la~r.e q toS quedan específicamente, sino que se entremezcla con estos intereses, y
desplazados, p.or . d' 1 ciudadanos, Y esta movt!l- el resultado es que el potencial de disposición para articular
•' •/ .1
I conjunto e os .I./ la estos conflictos políticamente se ve poco a poco absorbido y
ahogado por aquellos.
una movlhzaclOn ue d" 'o/n con la artlCU aClon Y
zación conjunta entrar~a , en contra _ ICC! -'hca en cada
>
La pregunta por la razón última a la que se debe esta
es situación conducía a la idea, documentada empíricamente, de
caso, h aClen . d o confrontación de los mteres \:specl que el interés en la participación política no tiene para los
saltar su sistema. . :\ )treccrse una explic;;¡ción aela- ciudadanos un carácter fundamental, en el sentido de que se
También para esta teslS Pl~C( e '-"¿ I ' conflictos de carácter
o superponga a y domine sobre todos los demás intereses. Más
bien se da en competencia con otros intereses de los individuos,
y esta situaciól1 de concurrencia es precisamente algo
fundamentaP3. La vida de los individuos no se agota en la
participación política, y tampoco tiene en ella su centro de
~anr",d", de a",?n .r dec~~~~~~
14
el pwblema de la demomc~a
gravedad -en oposición quizá a la dem0cracia ateniense, cuyos
ciudadanos disponían, como señores, de esclavos y
servidumbre-o La actividad política y la movilización que ller . En su d anahsls 1 to se de vista , d e 1a ciencia social y
prende en ella es, de modo casi natural, asunto de minorías. Y de la teona directa de la organIZaClOn, des ' e e " pun yeseal d
esto es así especialmente en materia de asuntos políticos d h' se replantea la pregunta por su
cotidianos, ilun cuando hoy haya aumentado la transcendencia
de los efectos y el significado de estos. A todo ello se añade fundamento. " de la génesis y la existencia de las Heller se
además la cantidad y la complejidad reciente de las decisiones plantea la ~uestlOnl 'd común de los hombres.
que han de tomarse; ambas cosas contribuyen a
«profesionalizar» aún más la participación . '1 líticas en a VI a en 'd d
También de esto se desprende una importante consecuencia. unidades SOCIa es y po 'mantienen como UnI a es
Es cierto que el postulado de la posibilidad general de la Para él estas unidades no surg~n n~ se basadas
participación polftica para los individuos (y de un marco meramente en
jurídico-constitucional que se configure de modo ' propia nI como f dotadas de una
correspondiente) remite, visto desde fuera y ell un sentido sustancia " 'dades de acción y e ec-
normativo, a una democracia directa, pero en la realidad ' b'etivas smo como UnI "
política, sin embargo, con ello sólo se está justificando una representacIOnes su J , . de organizaclOn, esto es, tividad.
legitimación y un campo de jllego apropiado para el desarroilo Aparecen a través dedJ?roc~~ons articulada de un modo
de las posiciones de poder y de influencia políticos de' las
1 'fi 'ón la IreCCIO - 1
minorías activas. El manto de la democracia dir("cta vela la
estructura oculta de la representación que se desarrolla en a través de a UnI caCI , ndiente actualización de una p
estilo ,ituación. uradeterminado- y la correspo, humanos!5, El resultado es
. comportamientos .ti
lidad de accIOnes y d' 'dad de acciones se UnI ca
e) La tercera de las razones puede encontrarse al analizar la
' , el que una IverSI 1 un nexo de acclOn
forma bajo la que existe la realidad social, así como la naturaleza
en , , es a artir de ella como surge a en una estructura de
acc,lOn, y de s~s efectos. Si no se produce
13. Sobre ello, ibid., pp. 57 ss.
unidad más o menos ~rtlculada 'entación dentro de una es-
·ti ., se unpone una on . d' 'd
110
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMO'CRACIA
esta Ulll d caclOn ' , nI 010 que d a 1a mera coexistencia de III
IVI , uos J d tructura e aCClOn, s , d" , El grupo como una
uruua
, 1e~:a ~dea olíticas como unidades or- ' sm coor maclOn. , f
ro ia de las formaciones, S?CIa que debemos a H. He- 'd que ac.túan para SI y , . teracción dirigida y re en
a
.d 1 da medIante una m 11 b
delimIta a, so o se, , de ella como se eva a ca o, a los individuos
entre SI: es ~ trav: 'dad del gfllpO (como una
s
modo determinado mediante aquella. ~T Heller añade
•
como se establece y se ~a?tlene a UnI
Con razón!? que la voluntad de unión que existe entre
d ., efectlVldad). _, d todú:. los participantes (la llamada voluntad de
unidad e acclOn y . d f' b 1 o de una comparua e d n aqUlpo e asociación) tampoco es suficiente para dar lugar a una
ut o . 1 unidad de acción y de efectividad de este tipo. Para
El supuesto e u \.. h . nstituye un buen eJemp c. soldados que llegue a formarse una unidad de acción es preciso
que se encue
ntra
~ en . , marc ., a co que orienta y re. fi ere e I además que se haya tomado una decisión conforme a un
'd dlrecC'on UnItana, .d plan sobre el tipo y
el fin de la ordenación común, sobre la orientación material de la
Solo a traves e una ~ d 'hos individuos haCIa actualización que ha de realizarse y mantenerse en común (y de
eter- ese modo también sobre la exclusión de otras pOSibilidades),
comportamiento de algunos o e muc a unl'dad de así como
acción que sobre los medios que han de utilizarse para ello.
f m~ntlene un
Ahora bien, en esta acción necesaria de los órganos
minados fi.nes, se orma y se u: opera como tal.
" de dirección estos proceden actuando por sí mismos, con
es perceptible desde fuera y q 'd d de acción lleguen a produ- autonomía. Su actuación puede verse estimulada, o
Ahora bien, el que estas U~I a .es 'e uno o varios órganos incluso puede considerarse
de d z de la eXIstenCIa u . ., como inducida de modo evidente por la situación dada y por sus
cirse depen e a su ve fu ,., d unificación v de desafíos, por la existencia de una determinada voluntad o por un
organIzaclOD elenco de expectativas. Pero en cualquier caso tiene que producir-
. , man esa nllon e . fi . 16 Eso direcclOn que asu l"d d la se como una iniciativa concreta y determinada en sus contenidos,
unidad de su e caCla . pues solo así da lugar a, y desarrolla, la unificación de la
a través de la cual cobra rea fl a,., no es ya expresión de que voluntad y la unidad de sus efectos; ella misma es algo
. . o de esta unClOn d ce creativo, no mera
sí el mero e¡erCICI . ' . 1 de que esta se pro u ejecución o aplicación de lo ya establecido!8. Esto explíca Una de
' . UnIdad SIDO so o d las peculiaridades que afectan necesariamente al modo en que
exista previamente una . l d d'" dos \. acuñados e un como un operan y como se cúnforman en la realidad las unidades
nex O de efectos umnCa os. Irlgl '. < sociales y políticas de acción: por su propia naturaleza, en
ellas se da de
modo contmuo y con carácter necesario una relación
H. Heller, Staatslehre, Lerden.' 19-1. pp. 8 ~3s;:, 228 ss. entre pregunta y respuesta, entre la acción de unos pocos
.
1514 . ¡b'i 1 (pp " , 83 ss. , y , refendo dI Luje. en p. y la aprobación o reprobación de muchos.
16, ¡bid" pp, 88 s" 230.
El mismo Heller ha oplicado estas ideas a la democracia
como forma de Estado y de Gobierno. En su teoría del Estado
se incluye
140 la siguiente afirmación:
DEMOCRACIA Y REPRESENTACiÓN i'
También en la democracia con igualdad de Oportunidades el construcción del concepto algo que es demostrablemente
pueblo sólo puede ejercer su dominio por medio de una irreal, y consecuentemente se formaría un concepto de la
organización del democracia cuyo contenido nuclear (y cuyo auténtico telas)
mismo, Toda organización necesita de una autoridad, y todo ejer- carecería por principio de la posibilidad de su realiZdciÓn.
cicio del poder está sometido a la ley de su uso por un número Cara a este concepto, cualquier forma real de la democracia se
reducido; aquellos que ejercen el poder unificado en la
organización'
convertiría en una mala realidad, en algo deficitario o incluso
tienen siempre que disponer de un cit>rto grado de libert<ld ilegítimo; y esa democracia permanentemente incumplida
de decisión, y con ello de un poJer no vinculado aparecería como un componente ineludible del concepto de
democráricamente • democracia. No veo que esto pueda tener sentido para la
l9 construcción científica de un concepto.
Si la democracia, como forma de Estado, representa una
17, forma de dominio político y un modo de organizar el
[bid., dominio, entonces bajo cualquier circunstancia tiene que
pp. constituirse una unidad de decisión y de acción, y tiene que
89.90,
18. surgir UD sistema para lograr una unificación relativa de la
[bid., voluntad20• Para ello res'llt3 necesaria, e incluso ineludible , la
p. 233.
existencia de órganos de dirección que actúen por sí mismos .
19, H, HelIer, op, cito, p, 247; cE, además H, HelIer, "Polítische Demokratie y que, en esa medida, habrán de tener un carácter represe~tatl:o.
Darmstadt, lInd sOZÍale 19Homogeneitat», /3, p, lO, en U, Matz (ed.), Grundproblcme der Estos órganos son condición de la posibilidad de una
Demo/;:ratie, organIzaCIón democrática del dominio. Y, desde luego, no
como una «segunda vía» o como una concesión a condiciones
meramente técnicas, basadas en ei número o en el territorio,
sino como una necesidad en sentido originario. .
141
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA La tarea de una organización democrática de la
comUnIdad política no consiste por lo tanto en desmontar ese
poder de dirección independiente de instrucciones, así como a
y destaca que esto vale tanto para la configuración del los representantes que actúan por sí, ni siquiera reducirlo al
Estado mínimo imprescindible -como aproximación a la democracia
como para la estructura del poder en los partidos políticos. auténtica-o La tarea consIste
a) El resultado podría resumirse en que la democracia más bien en admitir la existencia de ese poder de dirección y
como concepto propio de una forma de Estado no puede ser de esos representantes, en conferirles estabilidad en lo
entendido en el sentido de la democracia directa. El plébiscite posible, pero, al mismo tiempo, en someterlos a la
de tous les jours no es una forma de Estado (c. Schmitt). Si se legitimación democrática en un proceso abierto de formación
hiciera así, se tomaría como punto de partida para la de la voluntad democrática, así como en vincularlos a la
responsabilidad y a los controles democráticos, para que su 23. R. Herzog, Comentario al artículo 20 LF, en Maunz, Diirig,
acción pueda valer como una acción autorizada por el pueblo Herzog y Scholz, Grundgesetz Kommentar, núm. margo 48 ss., habla
atinadamente del principio de una "cadena de legitimación democrática».
y en nombre del pueblo, e incluso simplemente para que esa
acción pueda darse21 • Es este concepto realizable de la
organización y del ejercicio democrático del dominio, que
implica a la representación como elemento constitutivo de la
143
ESTUDIO S SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
democracia, el que tiene que incorporarse y expresarse en el
concepto d~ la democracia, y no un modelo utópico basado en
la ilusión y pensado a la contra de la realidad y de las den~mlll~do~ . c~r:f . onentes
condiciones de realización de la democracia.
e~ plebiscitarios de la, ~eel pueblo -los la
organización democratlCa mocracia- desempena aSI u p p
b) Los elementos específicos de una organizaclOn
democrática principio fundamental de su d 1 E ~sta d· no
realizable del poder del Estado se pueden resumir en tres como un
condiciones básicas22• del poder . ,e . o. un elemento corr ector o de
1) En ella, en primer lugar, tiene que ser posible una contrapeso . construcClOn, SIllO como d omo
permanente remisión al pueblo del poder de decisión y de deben incorporarse estos t"do como pue en y c ,. 24
dirección de los órganos representativos que actúan por sí; componentes Es en este sen en I la orgamzaclOn .. d ,
esto es, tiene que incorporar la existencia de una estructura de co nstitucional una organizaclOn democratlca . 'd
jurídico-legitimadora del poder del Estado y de los cargos emocra. . 'tl'ca
públicos que opere de abajo ¿Cuál es, pues, el resulta o d ., del Estado y el eJer-
arriba"3• Y . ara la or enaClO11
realizable de este tipO p _ encia es que
2) En segundo lugar, ha de excluir que los
11
representantes que actúan por sí mismos se deslicen hacia una con e a se d d I Estado;l La consecu . 'd'
posición de soberanía, por lo que su poder de dirección no cicio del po er . e . , democratlca . " que s 'e configura ¡un
debe configurarse sino como una competencia adecuada al
cargo y limitada jurídicamente. lCamente , crea una autonzaclOn . reiterada para los organos
3) y, en tercer lugar, tiene que incluir también la de manera contlllua y 'tS
posibilidad de que el poder de decisión y dirección Y que se otorga d d dirección siendo aSI que es o de
representativo se pueda corregir y contrapesar dirección y para su po er e 'mismos si es que ha de tienen
democráticamente, ya sea mediante la posibilidad de retirar a que actuar ineludible~entdel p °ErstSaldo En l~
los representantes, ya sea mediante la decisión directa sobre medida en que
ciertos asuntos por el pueblo mismo. Esta decisión directa por 'd dd cClOn e .
ser posible la Ulll a ea b d na sola vez y al
d d
mo o e
21. En este "entido la conclusión fin,,: del informe de la . ., lleva a ca o eu l'
Enquettekommis<ion Verfassungsre(orm del Bundestag. BT-Drs, VIV5914:
«Beratungen llnd Empfehlungen zur Verfassungsreform (I), Parlament llnd
esta autoflzaCl0n no se Th H bbes25 sino que se rea Iza
Regierung». Sobre el asunto tratado aquí 3/76, p. 49. . , ocurre en . o, d
22. Vid. sobre ello también H. HeIler, "Polirischc Demokratie ... », d' una enajenaclOn, como . . oncreta
cit., pp. 1011, Y M. Kriele, Ein(ühr/111g in die Staatslehre, 1975, pp. 244- en formas e ren Ir d . ado la misma se c
246.
bl
de un mo o COntlllU , ., d esta forma se ,:sta ecen cuentas h h a. t beares l' reir 'n ,; 'ión de H. Hottmann,
L.O , .. R" eprasL 'l/tallOn,
Y 4uthor 01 whatsoever e, t
y exigir resp?nsablhdades'd '~putación. Los órganos
de e"lsta un nexo e I f ' (cursiva del autor; ) u/{. 'i nmblen , la e . ara I eX, ' [" ,',.c ,'6 ss
BerLn, ' 1974, ,pp. 382-392, Y espeCIa men , ,e
las bases para que", " autorizados de esta orma, dirección
•
amplio b) ., d mocrática? AqUl se p l antea un problema de 'ación y con ello la representaclOn Lsebh 1- 'D _' der Reprásentatioll ulIter
democrático. Cf. por o . " tatil",.<tems Berlin, 1929, pp. 32 ss.; y e besonderer
una representaclOn e 1 Por una parte para que se Beriicksichtigung des Reprasen '. ';" d' anke und Demokratiebegriff., iorma
'h iste a ser resue too , . que aun oy se res " t ial es semejante . en su en f oque. W '.. Hennb. '.-..ntsge ,_ lunt'ld «empírica» y la ~ h'
necesario elevarse por encIrealice la representaclOn ma e; . t é.
Ipot ¡¡
¡ral y de las vinculaciones
1 luntad emplflca na 1 .
" ~Jemp . lG el o L. ~, TV~esel1 W ¡1
de 10 estatal, la representación de la soc;edad S~ polariza sobre las e) El proceso de la repcesentación democrática y su estructura
asociaciones y los grupos: no puede realizarse en una institución estatal, sin pueden describirse con claridad a partir de este planteamiento.
solo fácticamente C0mo représentatioll de (ait. (J. ]. Kaiser, \'oz
Representación democrática significa la actualización y la
«Rerrásentation», cir., col. 867, y tambIén su Die Reprdsentatiol1 der
orgallisierter Intere..'sen, 21979, pp. 338 ss. Prosigui~ndo la tradición de la manifestación de la identidad misma del pueblo, sita en los
problemática ~onstin:ciona1 del siglo XIX, tampoco aquí ocupa u:-: lugar central ciudadanos, y significa asimismo la actualización y la
el problema de la representación democrática. . . manifestación de UDQ cierta idea, viva en la conciencia de los
38. Vid. H. Eulau et al., "The Role oí the Represenrati\'e: Sorne ciudadanos, sobre cómo deben tratarse las cllestiones generales
Empmcal Observations 0n the Theorv of Edmund Burlze»; Am. PoI.
SciellCe Review 53 (1959), pp. 742 ss.; Íd., "Changing Views of
y cómo debe llevarse a cabu la mediación entre l8.s necesidades
Reptesentation», en De Sola Pool (ed.), COlltemporary Politica! Sciellce: e intereses y lo general. Está presente cuando, en la acción de
toward empine.;! :heory, New York, 1967, pp. 53 SS.; H. Eulau y Paul D. los representantes, en sus reflexiones, en sus decisiones y en sus
Karps, "The Puzzle of Representation Specifying Compor.ents of consultas al pueblo, los individuos reconocen su propio yo
Responsiveness»: Legisl,ltit.·e Studies QIIJrt<'rly 2 (1977), pp. 233 ss.
como ciudadanos (citayen en sí) y el pueblo reconoce su propia
identidad (valanté générale)41. Aparece, pues, como el proceso
'Cle
150
DEMOCRACIA Y REPRESENTACiÓN
dd temen rocedimiento democráticO . de la incluso sobre la disposición a someterse a los procedimientos existentes y a las
leg\tlml a ,p J " decisiones tomadas. La responsabilidad sobre el destino de la
.• 1 I d y de sus democracia, sobre su éxito o su ruina, reposa por tanto el. primera
eCiSiOnes. . . línea sobre los órganos representativos de dirección, sobre los
forrnaclOn de a vo nnta d': ' el que cons:gulented zea esta representantes parlamentarios elegidos y responsables, sobre el
e\..eOClon y , d Gobierno y -en una democracia basada en el Estado de partidos-
sobre los partidos políticos50•
Pero el q:le se pro u,'; idad d identificación, no depende e
Ahora bien, estas consideraciones pueden suscitar la
p
mente, se dificulte la poslb'll d' - co'lnc'I'denc'a plena impresión de que los problemas teóricos y político-prácticos di': la
sobre el democracia se desplazan sin más al ámbito de la moral; de que se
. d' . d se e una ' que en cada caso In IVl elude un análisis en profundidad del déficit de la democracia
ua '1' Jo, por los representames y so- representativa y se sustituye por una apelación moral. E incluso
conteI1l 'd o d e 1os arg umentos , utl ' lzaú ~' , .. el puede plantearse otra objeción: si la realización efectiva de la
mito de la concor d' la representación democrática (material) forma parte de las
.' o esta aqul en \..llestlOn d .. condiciones de funcionamiento y de legitimación de la
bre sus d eClslOnes; n . 49 1 ' '~ d una vez más, lo eC1SIVO o democracia representativa, ¿tiene e&ta en principio más
lDC . 1uso d~ ... c- la conformldad . DSlsncD o posibilidades reales de realización que el concepto de la
democracia directa y de la identidad que ha sido descartado
previamente? Y planteado así, ¿no se construye también ella sobre
47. Vid. E. W. Bockenforde, Da StJ.:.t .ds ,ittliche; Staat, Berlin, 1978, pp. premisas y supuestos ilusorios?
Este tipo de objeciones no deben tomarse a la ligera: ponen de
38 ss. .. ' l" ba'o Id que se discute generalmente este relieve una vez más el problema de la democracia como forma de
48 La expreslQn «techo estata , ,1 d _. _ '. No se nata de tedIO res·
Estado y de Gobierno. La crític~ al concepto de la democracia
, . l \ l il a de tor-nJ. J. en'Joa. . b' d al
fenómeno, no deSIgna e pro em. .. Je dominio de los partidos, de I
directa como forma auténtica de la democracia se basabaS! en que
o está en contradicción con las condicioneS de formación y
pecto del Estado, sino respecto de.l sl~tema .. ti -a material en la manifest8ción de la voluntad del pueblo y de la forma de
actuación de los constatado déficit de rep~esentac[On emc>..:r,l ~ existencia de las unidades políticas de ac-:ión, tal como resulta
partidos políticos. . . 1 \, e 'e'idad de evitar malentendidos ro'
comprobable desde
49 En este terreno Í1ayquc sena ~ ·~o~ ~ '1\1 Drath, "Die Enrwicklung cec mánticos o
también tOtal"ttJ.(lOs. Acerta 3D.d.re, j
,'
Volksreprasentation», <.:it., pp, 292-296. Vid. también K, Eichenberger, Der Staat der
Gegenwart, cit" p, 510,
50. U. Scheuner señala de forma enérgica la responsabilidad de los
154 Parlarllcn' tos: "Es algo plenamente accrtado mantener que el destino del
DEMOCRACIA '( REPRESENTACIÓN Estado moderno basado en la libertad está inextricablemente unido con el de
su~ Parlamentos» (<<Das reprasentative Prin7ip in der modernen
Demokratie», cit., p. 246),
es que las cuestiones que hay que tratar se elaboren y se resuelvan 51. Vid., supra, apdo. l, 2 sobre la critica al concepto de la democracia
de un modo que, incluso persistiendo diferencias de opinión, sea directa
viable y se refuerce la idea de que se trata de asuntos que afectan \" de la identidad,
al común y que se deciden desde este punto de vista; se trata en
suma de que se dé una mediación hacia lo general.
y en este sentido la representación democrática no puede 1\\
sustituirse por nada; sus fallos o su descomposicíón afectan de un
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
modo absoluto a la legitimidad de la democracia y, con ello, a la
d i cienCIa . y 1a teona 'social. Pero los
1 como . 'd puen que es la onentaclOll . . , e'tl'co-normativa se
problemas . . ,la perspectiva e a. . 'n de la quede , en d un d slmp 1 e
democracia representatIva tIenen . que afectan a la postuladO Impl en. abstracto y f aCI Tt I an " ru
~e~hzac~ se mueven en el ámbito de los hechos una realización 13 práctICa, es e uego
naturaleza dIstinta. Je la estructura social, sino en el . h I die el esfuerzo de esta' .
plano y pOSt 'b'l'dades ti . efectiVOS . SIn a orrar e a na . . . dible orientación ético-norma-
En la democraCia esta Impresclll . 'd ' "
ético-normatIvo. 'b'lidades ético-normativas formen L
El que tales hechos y pOd~I.1 ,de realización de una forma . , . en la representaclOn emocratlCa. o peculiar de
P esta forma consiste en qu b' 1 está 1iJ.u<.:ho Por un
arte en todo caso d parecer de las con en pnnclp ! procedimiento (formal), pero pn cam 1.0 o nte la tarea 1
ClOnes . . io paradójico. . .No .o b stante,
de Estado pue. e I aparece la vieja expenenCla,
m~t~uc7a~:da '" 1 ya que esenCia 1me
Clertamenen esta afirmaCión so ~ rde 1 E t do y de las formas [iva adqUIere forma etectlv~, e ciertamente está
de Estado a soportada
. d la teona e sa 1 d 1 'd
te olvIda a . en I Xlv52 d e que una ordenación aceptab e e
a 1VI a
partir del slg o " , b ede crearse y articularse so o a
~~i~:t~a~:~: menos en el
etlCotambién de onentaclOnes, ~o . i~portancia crucial 669.736.' .' • . Je las formas de Estado en G. Jellinek, A¡¡g~meme
en la vida Staat~J:~:;, t.~ ~~cisamente por ello establec.e
53. Aristóteles pernbío este nexo e , ,.' "buenas» y liegeneradas de la
. Aquello que tiene una 1f pollS desde este criterio la diferenCia entre las torm . .>. lo rerog' refiriéndose al
normatIVO. II d cide sobre el éxito o e racaso
Estado (Política, Libro lIJ, cap: 7 . [1179 ~ al) 1 .. L i \'Or. .'.' )'óm 1 des'ribir
Je los individuos, aque ~ qule e ni quedar olvidado '" el concepto del cargo y Je la monarquía constItUCional de slg o. ~L,:_.ll'
en la vida ide~a verd.1Jera y pura del Estado de su natura 1eza d es d e su Prca '. de
J .d no puede ser Irre evan te , «repre>emdJ. . a [J quieren explotar e 1 po d er y dentro del Estado frente a
1
e 1~u , . VI a" mun de os h om b res. En la vida aquellos elemento, ,:¡tl.e. ·~~reses,. (Die Verwaltlmgslehre.
el derecho de los cargos en tavor de sus pDp:O> In
organizada 1en 1comun 1po , ltica ,figuracIOnes co. , . cit., p. 208).
1
.lllstltuclOna . . es, desempeñan . , un papel re l'" evante . as
con t que con d ucen d e la orienta"IOD. ~ , a la rea IzaclOn, ,
156 a corto plazo, en lugar de la apelación a la identidad
DEMOCRACIA Y REPRESENTACiÓN auténtica de ia volonté ;;énérale, Sé' ofrecé' una y otra vez
como un escape, y la democracia no conoce prescripción
también, el riesgo de que esto no Ocurra. En realidad, para institucional alguna que pueda
que se logre esta posibilidad tienen que Superarse dos
dificultades que no
54. También aquí hay que remitirse a G. W. F. Hegel (Grundziige
deben ser infravaloradas . der Phi. losophie des Rechts, cit., pars. 254-256), a una parte de su
Filosofía del Derecho aún no estudiada a fondo. La corporación es para "1
Una de ella consiste en la falta de formas previas de el eslabón ineludible de la. mediación entre sociedad civil y Estado, en la
la representación como mediación hacia lo general, algo
que sí se daba, al menos como idea, en las antiguas
medida en q~Ie en ella la actividad
orientada a la ganancia se desvía de los objetivos meramente rrivados y sc
corporaciones'4. La sociedad eleva ;! la actividad consciente er. favor de un objetiva común. Con ello no
actual está organizada y estructurada de forma trata Hegel, en modo alguno, de mantener el orden prerrevolucionario, sino
individualista y desde un pluralismo de intereses. Las de atribuir a las formas antiguas que continúan existiendo un nuevo sentido,
ganado a partir de 1:1 disociación aparecida entre SocIcdad y Estado, y de
asociaciones o grupos consideran que su propia tarea, o atribuirles una nueva tarea, la del «desarrollo de la eticidad inmediata a través
incluso su obligación, no es otra que la de de la disociación de la sociedad
hacer valer sus propios intereses, de luchar para que se civil" (par. 256, nota).
reconozcan Y para imponerlos. Abandonan así la 55. Vid. sobre ello el análisis fundamental, aún no superado, de ]. A.
consideración de lo general a las instancias estatales, y Schum. perer. Kapitalismlls. Sozialisl11l1s, Demokratie, '1972, pp. 427 ss,
ciertamente aceptan sus decisiones en el
marco del orden democrático. Pero esto significa que la
mediación hacia lo general solo queda concentrada en, y ha de
ser llevada a
cabo por, los órganos estataíes de dirección y en el
ámbito de la política; no puede realizarse de forma
escalollada y paso a paso. y Con ello resulta evidente que
los órganos representativos se v~n a menudo, o quizá
continuamente, sobrecargados; la tarea y las exigencias
propias de la acción representativa, que se les impone
casi en exclusiva a ello,>, se vuelven demasiado pesadas.
La otra dificultad resulta de que los órganos
representativos de dirección en la ff~presentación
del pueblo y en el Gobierno se encuentran en 11l1a
competencia abierta sobre su posición, y de
que el mantenimiento de esta posición depende de los votos de los
electores,5. y el empeño que requiere la acción
repres~ntativa no
se ve facilitado con ello. La apelación a la identidad natural de la
volonté de tous, que promtte un éxito en apariencia más cómodo
y
lS7
E S T U DIO S S O B R E E L E S T A D O D E D E R E H O Y LA
C D E M-Ó CR ACI A
1. Entre otros, vid. W. Kagi, Die VerfassulIg als rechtliche Gnmdordmmg des
Staates, 1945; Íd., Die Vprfassl/ng als rechtliche Gnmdordmmg des Gemeillwesens;
K. Hesse, Grtmdzüge des Verfasstlllgsrechts der Bundesrepubl¡k Deutschland, 1S1985,
p. 10.
En este punto y en los siguientes solo se aportarán ;lotas para las indicaciones
que resulten necesarias.
158 159
ESTUDIOS SOBRE El ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
160
ÉL PODER CONSTITUYENTE DEL PUEBLO
La Constitución --como se pone de manifiesto echando un simple vistazo a
la historia constitucional- surge más bien dentro de un proceso llÍstórico datos prejurídicos, el problema del missing link entre normatividad y facticidad,
político determinado, se ve sostenida y configurada por determinadas fuerzas, y se da en el caso de la Constitución de forma ineludible. Tiene en ella, y
en su caso puede ser también invalidada 2 por ellas. Tanto su pretensión de justamente en ella, su posición sistemática.
validez como su cualidad jurídica especial no derivan del mero factum de su
nacimiento, sino de una magnitud que la precede y que aparece como un poder
o autoridad especial. Desde la Revolución francesa a esa magnitud se la 2. Como cuestión límite del Derecho constitucional, la pregunta por el
denomina poder constituyente (pouvoir constituant)3. La pregunta por el poder poder constituyente puede plantearse desde distintas perspectivas. Si se atiende
constituyente, que es la que ha de ocuparnos ahora, contiene, pues, en sí misma a un punto de vista genético, la cuestión gira en torno al origen histórico-
la cuestión del origen y la razón de la validez de la Constitución jurídica. político de la Constitución, a su aparición ya las fuerzas que participaron en
ella. Desde el punto de vista de la teoría del derecho lo que se plantea es la
Es esta una cuestión de naturaleza jurídico-constitucional, puesto que
pregunta por el fundamento normativo de la validez de la Constitución, de! que
deriva de la misma Constitución; pero al mismo tiempo es algo más. En la
deriva la pretensión de tal validez. Si esta pregunta va más allá del terreno
medida en que se remite al fundamento, a la fuerza y a la legitimación de las
form:!, entonces se pasa a una perspectiva propia de la filosofía del derecho, la
que deriva la Constitución, rebasa el ámbito del derecho positivo vigente (aquí
cual se interesa por el fundamento de la validez normativa de la Constitución. y
por lo tanto de la Constitución jurídica existente) elel que ella parte. Ahora
si la Constitución se entiende, como ocurre hoy día, como el orden jurídico
bien, y pese a todo: esta cuestión mantiene su significado jurídico-
fundamental de la comunidad, la pregunta se amplía hasta cuestionar el
constitucional. También el fundamento del derecho pertenece al derecho, como
fundamento jurídico (material) del derecho en general.
ha señalado acertadamente W. Henke4•
En una dirección semejante, aunque no igual, la teoría de la Constitución se
Ningún ordenamiento jurídico vigente se sustrae a la necesidad de
fundamentarse y legitimarse a partir de datos prejurídicos; de otra forma ocupa del tema de la instancia y de la fuerza subyacente que presta a la
perdería su fuerza y su pretensión de vigencia. La remisión del derecho al Constitución su legitimación (democrática) y su legitimidad. Pero, finalmente,
derecho puede hacerse, sin duda, dentro del ordenamiento jurídico, por ejemplo la pregunta puede ser planteada también desde el punto de vista de la
entre reglamento y ley, o entre ley y Constitución; pero esta remisión no cabe dogmática constitucional, y entonces lo que interesa es la posibilidad de
ya para el escalón superior del ordenamiento jurídico'. La vinculación del diferenciar entre una reforma ordinaria de la Constitución, que se realiza a
derecho a través del poder de reforma previsto en la propia Constitución, y una reforma
fundamental que altera el núcleo esencial de la Constitución o que incluso la
deroga. Aquí se indagará esta posibilidad de diferenciar entre ambas desde el
punto de vista de que este último supuesto ya no corresponde al poder de
2. Vid. sobre este aspecto H. von \"\edeL Das Verfahrcli der demokratischen
Verfassl/ngsgpbllng, 1976, pp. 85 ss., referido d los momentos constituyentes de 1848/1849,
reforma, sino que está reservado solo al legislador constituyente (al pouvoir
1918/1919, J948/1949. constituant).
3. Sobre el desarrollo de la teoría del pOlll'oir constitllallt antes y durante la Para un análisis que se oriente desde la perspectiva del Derecho del Estado,
Revolución francesa, uid. la obra fundamental de Egon Zweig, Die LeiJre uom POltvoir COlIstituant. que es el que me interesa ahora, tienen relevancia las cuestiones que se
Eill Beitrag ZIIII1 Sta,ltsr,"c;,t der Frallzósíschell RevolulÍon, 1905. plantean la (eoría de la Constitución y la dogmática constitucional sobre el
4. W. Henke, én Der Staat 7 (1968), r. 1'"'1; pero ¡¡'-,l., también, W. Henke, en Der Staat poder cOl1stituyente. En el terreQO del Derecho del Estado el concepto del
19 (1 nO), p. 181. poder con:;tituyente se presenta, por un lado, como referido a la legitimdción, a
5. Esta afirmación ni siquiera ha ,ide) dis<:utida por H. Kelsen, precisamente porque este
mantiene de forma consecuente su normativismo orientado desde una per,pccriva positivista. Cf. H. la justificación
Kelsen, Hallptprobleme der Staatsrechtslehre, 21923, PP'. 9·10: "Es extraordinariamente significatin'
ql¡e la pregunta por el comienzo y el tinal. por la génesis y la des:rucción del deber ser solo puede
responderse en la medida en ljllt: se sale del mundo del deber ,er v se entra en d del ser; y que la misma pregunta planteada en relación con el ser obliga a entrar en el mundo del deber ser. De ello
resulta claramente que la cuestión [... ] de la génesis y la destrucción del deber ser no se asienta
únicamente en el pbno de la observación dirigida ya solo al campo del deber ser, dentro del método 161
de conocimiento normativo».
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
' 'd' supenor a e a d dora de una norma Jun Ica 'bl sino de
r
¡potetlL, .' n
ue en ' ca , , a caso " e I tividad normatIva. , El poder constituyente I C como una norma u de Derecho natural. flene que e _ como una norma
se
ConstltuclOn su vmeu a l ' 'deal normativo para a ons- fundamenta, ' d lítica real que fundam~nta tenderse también como una
', , punto de anc aje I ,, magmt~, , po Como tal no puede eXIstIr la validez normativa de la
reducma aqUl a un 'un lado por principio la coneXlOn titución, y con ello Constltuuon,
que~~na ~ ,~ normativa que es de lo que se entre lo fáctico y la leglt:lmaelO
rt~ía de la esfera de lo 203
t El concepto se apa , L trata en este concep o. e de forma , H Kelsen Reine Rechtslehre" '1%0. pp, d ,St' del poder constituyente
necesana. a 6' Así "10 \'e .dcertadamente k ' Das Gnllldrec - b' dJ o 1,'[ , el .n '> punto r
I obstante pertenec I Ktiegsdiellstvenueigenmg e VIS a aus G e U/I$' del pt:cblo- R, El' 'crtz, I , 19S6 pp, 222-224,
político, a a ql!e n? f normativa y su fuerza regu a- 5CllsgrúJlden a I s G ren:.:.. 'p ro blem des RecrJ[" ,
C
Irme~a
onstitución no obtiene su '11 o de una sanción espe-
162
EL PODER CONSTITUYENTE OH PUEBLO
dentro o sobre la base de la Constitución, por ejemplo, Como un «órgano» constituyente es, por su origen y contenido, un concepto democrático y
creado por la Constitución, sino que tiene que preceder a la Constitución y a revolucionario, que solo tiene su lugar en conexión con una
los Pouvoirs COllstitués normados y limitados teoría de la Constitución democrática. Fue desarrollado por prime-
por ella. Es precisamente esta posición previa y superior frente a los pouvoirs ra vez en 1788-1789 por el abate Sieyes. Su intención era la de oponer al dominio
constitués lo que constituye el carácter específico del del monarca y de las instituciones de la monar-
poder constituyente. quía, basadas en el derecho y la tradición, el poder político de decisión
originario y no vinculado de la nación como la fuerza que crea la Constitución9•
3. Una vez realizadas estas necesarias delimitaciones y estas aclaraciones
previas, se puede intentar ofrecer una definición del
8, Esta definición se diferencia de la que ofrece C. Schmitt, Ve;fassUllg /ehre, 51970, p, 7.1',
poder constituyente: el poder constituyente es aquella fuerza y en la medida en que no se limita ai aspecto de la toma de decisiones s políticas, sino "!"e atiende
autoridad (política) capaz de crear, de Sustentar y de cancelar la Constitución también a los aspectos de la producción, el malltenimien_ • ro o la superación de la pretensión
en su pretensión normativa de validez8. No es idéntico al poder establecido del normativa de validez. El poder constituyente se concibe así como un concepto referido a ia
Estado, sino que 10 precede. Pero, cuando se manifiesta, influye sobre él y legitimación. Otra;; definiciones, en U. Steiner, ~'erfassunggeb/lng ;md
opera también dentro de verfassunggebende Gewalt des Volkes, 1 66, pp.
él según la forma qUe le corresponda para actuar. 82 s" 91; D. Murswiek, Die ve.'fassrmggebende Gewalt nach dem Gm:ldgesetz
9
für die
Bltlldesr¿pub/ik Deutsch/alld, 1978, pp. 163 s, Cf. también K. Stern, Das Staatsrecht der
BlIlldesrepublik Deutschlalld 1, 1977, apdo, .1'12, pp. 120 ss., así como
rechts, --escéptico .. , cit.. fn·nte pp. 16al s. concepto en gencral- K. Hesse, Grulldzüge des Verfasst/Ilgs_
Il. EL TITULAR (SUJETO) DEL PODER CONSTITUYENTE
9. K. Loewensttin, Volk ulld Parlament lIach der Staatstheorie der franzasischen
1. La mera pregunta por el titular o el sujeto del poder constituyente implica Nationaluersammlung l/Oll 1789, 1922, pp. 49 ss.
que puede h;-¡ber Una diversidad de titulares. Y, no obstante, esto plantea ya
aquí un problema. El concepto de poder
1hi
o y LA DEM-oCRACIA P
SOs , 1 d b nsiderárse e corno su d
oE EL ESTADO DE DERECH ESTUDIOS "
rico y SOCia, e e ,co ,' no se determina de acuer o con tollo El
.. d l ouvoir constituant, el abate Sieyes orden social y pohtlco ya, del mando sino que los , , d" de la
f
contemd~ "e ueblo determinados atrib~t~s de (él mismo
Al definir, el
naturaleza y ,
una ordenaclOn lvma d ." soberana toman en s·:s hombres, desde su
teologo) trans~mo: ~rrol1ado en la teología cnstl~a: voluntadlY su, eClslOdnenación d~1 mundo.
1
Dios, tal y corno se hablan es creatio ex nihilo. El sentido potestas constz 't uen s , , d t' Y a misma or a~í entendido era a go
norma normans, l' icos a categonas , po l' lucas ' manos su propiO es 100 't
," de conceptos teo og I 1 Un concepto d e Poder constituyen ndía e ' a los monarcas, ya que
de esta transposlclOn , excelencia 10_ es c aro: a 'bl I poder que correspo ,h ' I
or incompatl e con e " '1 1 tener su sobe rama aCla e
-un casO de «teología polítlC,a» Ph se le debe reconocer , '/ d d mmlO mc uso a sos 1
'd un sUjeto umano, l' su pOSlCIOn e o , df damentación comp
P ueblo, enten dI o ' como "'n sobre I a con fl'guraóón del orden po ' Ileno poder d e etamente
dISpOS1CiO l creador en sentido estnc- , ' n un nexo e un ~ f
-
=
exterIOr, se moVla e , e a 1815 en la con rondistinto. N o o b s t an, te en la b familia podían aparecer como legitimados de forma sacral, es decir, como
época 'd que I slgu puehlo como , dos pnnclplOS " . representantes o delegados de la voluntad omnipotente de Dios. Para una
, , quía y so eraOla e , I ordenación secular del Estado esto ya no es posible. En su Teoría del Estado
taClOn entre manar "1 . s pretendieron asumir e políticos formales, tamblénb,os Hermann Heller habla de la «dificultad insuperable que se plantea, en el marco
monarhL~ho sólo da fe de hasta qué de una concepción inmanente de lo universal, al querer atribuir el poder
' t Ahora len este eL I po d er constltuyen e. " d' d 'ión que surgieron constituyente por la gracia de Dios a una familia» n.
en a
rinCipiOS e or enaL , 'bl 2. De acuerdo con todo ello, a la hora de señalar quién es el titular (sujeto)
del poder constituyente, solo puede entrar en consideración el pueblo. El poder
Punto I os " nuevos f P e habían convertl 'd o ya en algo indlscun l e. constituyente es conceptualmente poder constituyente del pueblo. Pero ¿qué
RevoluclOn rancesa s dí defender de forma p au- significa pueblo en este contexto?
, " d 1 onarca ya no se po a , 'd' La pOslClon e m las posiciones Jun ICas El concepto de pueblo no se agota en el de la ciudadanía activa
sible más que adoptan.dodlos conc~p~:1 ~rincipio de la soberanía (de los legitimados para participar en las elecciones), por mucho que esta
fundamentales desarrolla as a pafnr a el monarca]2. y objetivadel pueblo e mantenga su relevancia. Tampoco se identifica con el significado de pueblo en
intenta..'1do reclamar as par mente esto no podía res~I,t~r. . saba sobre una un sentido natural o étnico: como un grupo de hombres vinculados por un
instauración con- lenguaje, ur,a procedencia o una cultura comunes. Con el término de pueblo se
asocia más bien ia idea del pueblo en sentido político, de la nación, esto es, de
El monarca, cuya pOSICiOn repo una institución monárquica
un grupo de hombres que se delimita y se reúne políticamente, que es
"d' ote esto es so b re .. figura d a ¡un !Carne 'd .' , no puede ser 1 , ,
consciente de sí mismo como magnitud política y que entra en la historia
conced d lOado e sth .. eSlOn, actuando como tal. Este pueblo en sentido político puede, pero no tiene que ser
basada en un or en eter~1 I fwnte coillO aquello que no bido también ~omo el al mismo tiempo un pueblo en sentido natural. Suiza es el ejemplo más claro de
on~e~ Y a I ~rd~n jurídico y político, tal ello14•
También puede ser titular del poder constituyente un determinado grupo o
tiene forma y sm embargo c a orn~,a, d fu a damentar T n poder en constitutivo T un estrato social que exista en el pueblo. Pero esto solo puede ocurrir cuando al
el marco d e de! un mismo le es posible presentarse con éxito como representante del pueblo
. n la onstltuuon, u político y, con ello, obtener reconocimiento. En tal caso está en lugar del
Pue puehlo, el cual se mantiene como auténtico titular del pouvoir constituant.
y como ocurre co monarca como este ~~ se d e D n en el aue el monarca y su Esta era la posición del T crcer Estado (la burguesía) en la Revolución fran-
orden del mundo legmma o por lOS, ~
cesaJ5 •
En la teoría política del marxismo-leninismo el poder constitu-' yente
. ¡ .. h Th logie :19.'>4. pp, 49 ss, lO, C. Schmltt, Po Itlse e e~ ~' 142 S,~ E, W, corresponde al proletariado. El proletariado, que ha pasado por la alienación
Bockenforde, "Org3n,
extrema, encarna la voluntad real y verdadera de
11, C. Sehmitt, Die D¡ktatur, 19~8: P:' \li.IX" en Geschichtliche Grundbe· Organlsmus,
Organisation, pohnscher Korp,r ,
13. H, HeHer, Staatslehre, 31971, p, 273,
griffe IV, ~p, 567-569. d ll:le 10_ -:onsideraciones que expone C.
14. A ello corresponde la distinción entre nación-estado y nación-rultural, tan usual en la
12, Dicho sea esto como esarro o e,,,: " 8 . l' 1 30 S de su obra citada bibliografía,
5¡¡pr~ ,n nota ' 15. Así fue políticamente postulado y al mismo tiempo desarrollado en el panfleto de E.
Se 1mltt ef' as pp, ' Sieyes, Qu'est-ce que le tiers état?, que apareció a comienzos de 1789 (al principio de forma
anónima) y que actuó como detonante de la situación,
ESTUDIOS SOBRE El ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
164
EL PODER CONSTITUYENTE DEl PUEBLO
I h b es Ya no enajena . d a por un condicionamiento . clasista, 16 P su y os om r ' . ' allá-día del pro ctanauv, " '1 de nlarzo v ;-4 de a n, como
del ueblo en su conjunto . or "" l' d 1 Parlamento Dé .' ; , l
17. Tanto las reso UClOnes e 845 h ¡"I de la «asamblea naCIOnal (a e-
es en esa medida. repre~enta~~eunid;d de acción en el Partido Co- ', fd I d l 7 de abnl de 1 a_, an . .(
parte el proletarIado tiene j' por lo tanto en el mo- la resoluclOJl e era. e . b (d) Dokllme,¡te zur dell/5chen '\e,¡assungsmana) constituyente»: d. E. R. Hu er
e .. , _" de la Con;tiitlción del Deutg 171 174 Y la proillU¡i:aclOn , l eschichte 1, 1961, pp. '9 . , _ -n e'r
. tituye su vanguart la y, ' d mUnIsta, que cons 1a acclOn . , ~ olítico-práctica, , 1 frase: "La asamblea naclOna sches Reich de 28 d e marzo 184, , comlenZd ('b'd _0, '(4) "
le correspon e a mento de consumar este e I eJerCICIO . .. del poder constituyente.
p.
alemana constltuyente , ' bId II ha deCIdIdo , -e' ... ,,[ ,> J I e I l .. pu_ "\-"0 ~1 ~, -, ~ ,Iemán " de ¡os . Esta d
' [ en
os d "", 1 '
constituyen~ d ~o~~t~tu¿onal I blo como concepto del De- 18. En el pream o se IL, ... l' . 'lblceer und nueva or
3. El poder desempeña su papel recho del Estado y del Derec °b" I (ies:rrollo enaclOn
constitucional
F . smo tam len en e .
\'ir;ud ce su potestad constltuyen.e ' 'v J : e 'on ha e dddo 1m ut d e,r, sí mismo esta Ley
no solo en ranCla, . , I movimiento constltuS I él por prImera vez en e . Fu;~dan1enta l del ESláuo en esta etapa tranSIto na, » [N del T: El Preámbulo h,l sido mod¡flCado
alemán. e ape a a " , la convocatoria de eleccIOnes cional del año de la República Federal de AlemamUa " . d "1 J~ 1-"O'tO de 1 91, amphand0 la l T t' do de nlon e., ""~
9
, , od l
1848'dLalex~:~~~~!che se realiza para elegir una eh - '" "
posteriormente por e ra a dI" 'ia de la ConstitllClon a.t o e referencia del poder constltuyente YE e La .'
P
ara el Parlamento e a , , te v la Asamblea Na- lF~~~'~ '~'ental deJ'ará de regir el día en Pueblo alemán»]. E l artlcu '1 o 146,'" '" sta e\ 'h', ~>,~~L.
. 1(1 na) constituyen ",} "" libremen~e aproba d a por el
«Asamblea NaclOna a ema . ' te de la nación que asume cional elegida apela al que en¡re en vIgor ' una C ons -ntllClOn que j "~'" d\ ~ >cue ',d 1 " este ['rec:epto d e l a L e Y
poder cWon~tItuyenoclama en su P~eámbulo el l7 . ,., d elmar pr ' "d l T· La nueva reU,l_",." u- u .~"~ u.. ",e ,• , te
para sí • La ConstltuclOn e 1 ' 'omo su auténtico funda- pueblo aleman» [l>. e.. dlT j '" ¡ es 1,1 siguiente: "La presen
Fund'lmental en base al artículo 4 e ral3, ü
. te del pue bl o a eman c , , )
poder constituyen , ha Jado esta ConstituclOn» .
mento (<<El pueblo alemfn ["i~ se ste poder constituyente de un La Ley 166
Fundamenta ape " da e a expresa en el Preámbulo El PODER CONSTITUYENTE DEl PUEBLO
Uí7
ESTUDIOS SOBRE El ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
168
El PODER CONSTITUYENTE DEL PUEBLO
concepto del Derecho del Estado? ¿Puede haber una magnitud en el Derecho de!
Estado que se sustraiga a toda vinculación 'a una forma y a un procedimiento, a una que la Constitución jurídi,ca, sin desvincularse de su legitimación por el poder
limitación y encauzamiento dados? Y, una vez que ha legitimado y otorgado constituyente, pueda no obstante proteger el fundamento y la persistencia de su
validez a la Constitución, para que pueda asegurarse la validez y la persistencia de validez frente a las oscilaciones de un poder no vinculado normativamente, de
la Constitución cara a las acciones de las fuerzas políticas no limitadas un poder que puede manifestarse y se manifiesta en acciones y emociones
normativamente y por lo tanto no previsibles, ¿no tendrá entonces que silenciarse al políticas elementales, o incluso simplemente en una «vida» que fluye sin cesar.
poder constituyente?
Si no se quiere rehuir el problema, hay que asumir que este objetivo no puede 2. Para lograr el objetivo de limitar y canalizar el poder constituyente, pero
alcanzarse nunca de forma absoluta. Si el poder constituyente del pueblo tiene por sí sin pretender desconectarlo, hay diferentes vías y posibilidades:
mismo la fuerza de legitimar la Constitución jurídica -y se puede apelar a él para
ello-, entonces hay que reconocer que tiene también la fuerza de cancelar esta a) Una de estas vías es la de distinguir y delimitar el pouvoir constituant de
legitimación, ya sea por completo y de forma abrupta (eliminación de la los pouvoirs constitués. Esta distinción representa una pieza clásica del trabajo
Constitución), ya sea por partes y sucesivamente (vaciamiento de la Constitución). jurídico conceptual sobre el Derecho del Estado democrátic024• Desde el
En este sentido hay que reconocer que la política es el destino de todos nosotros 23, y momento en que ¡os poderes regulados, y en esa medida limitados, por la
de un modo especial en una época democrática. Constitución indu-
No es posible, por principio, romper la imbricación de un concepto límite y
fundamental del Derecho del Es(ado con lo político. Lo que sí se puede lograr, y lo
que representa un cometido importante del Derecho del Estado, es lo siguiente: que 23. En este sentido también W. Henke, en Der Staat 19 (1980), pp. 208 ss. 24. C. Schmitt, "Die
legale WeltrevolurÍon'>: Der Staat 17 (1978), pp. 321 ss. (p. 337); K. Stern Das Staatsrecht der
las acciones del poder constituyente del pueblo, que no cabe excluir nunca, puedan Bundesrepublik Deutschland, cit., apdo. 513 b, pp, 125 ss.; y desde un punto de vis,,, histórÍco para
ser limitadas de algún modo y, mediante disposiciones adecuadas, se logre que sus la época de la Revoluc¡ón francesa, K. Loewenstein, Volk IInd Parlamel/t ... , cit., pp. 278 ss.
manifestaciones, cuando aparecen, desemboquen en procedimientos preparados a tal
efecto, que sean encauzadas a través de ellos y que, haciéndose valer a través de
estos cauces, tengan también abierta de este modo la posibilidad de su actualización. 169
Interesa, pues, ahora prestar una atención más detallada a esta cuestión.
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
3) finalmente, se restringe la capacidad de esta magnitud polí- b :~?I? ¡,eneral e i e a~uerdo Con lo r P~r l~ Asamblea a:v
e~ el año tica para intervenir en
cualquier momento sobre la Constitución d re ICIembre de 1~~a. En la etapa : PfInc~pios de Un d aCIonal de jurídica legitimada por él, por ejemplo, bajo el ropaje de la
reforma t amen tales: se hab' 8) se habían yeVOIUCIOnaria pre . erecho de I ega I d e I a C onstltucIOn . . , o d e 1 que brantalmento ' constltuclOna .. 1. fo orma de una R.ep'
la bt exclu'd 1 o la 1\10 a tomad o las de VIa . . (no VIem_ .
Las acciones que afectan de modo sustancial a la Constitución se to r~a del Estado u u . IC~ democráti:.:~rquÍa y se había CI~Iones fUnven de esta forma
reducidas a situaciones extraordinarias, y necesi- za~Ia te l~s eleccion nItafIO, e igualme ' se había dejad a~ordado la tan de una especial energía para hacerse valer frente
~ a formula deles para la ASambl nt~ ~on la mis~ e lado la titucional organizada, vinculada al derecho y a los procedimientos. Co a emocracia
a la vida COllS- Un par]
SIStema de COns e~ - ~CIonal_ Se h ~~onvoca_
As
n~reto estas decis.amCntaria. La eJ~~, Inclinándose a ;a recha_
b) Una segunda vía consiste en el desarrollo y en la práctica de
aquellos procedimientos democráticos que sirven para una más pre- me' Segundo pror:~~le~. am ea Nacional d a avor dE
te Un U111¡¡ent S esarrolJ '
Clsa . artlcu . I aClOn, . , preparaclOn . , orea l'" IzaClOn d e 1as d eCISlOnes ., dI' e tltu- ca !) ' a asamble ~ o: e COn o en lar del poder
constituyente. Las manifestaciones del pouvoir cons- ti~o: para elaborar a, una Convenció voca, o Se elige d tiruant, especialmente cuando se plantean en conexión con
una mi clonal se SOmete Un proYecto de C n cO~o se denom~mocráticatrans f ormaclOn . , pro f un d a d e 1a C onstltuclOn . . , o con una derogaclOn ' , smo L,
sob re Su ado como . , pr opuesta al onStItu Clon, -' , Y el t Ina en e ste de la Constitución vigente hasta el momento, tienen un carácter ele- W as COnstitueion Pc~on ()
rechazo pueblo, quien de e~to cons_ ü mental. Normalmente solo tienen un significado unívoco cuando se Bre rttemberg-Baden e~ e los Estados'd 1 CI e Por sí
plantean de modo negativo, pero cuando, por el contrario, asumen Die;~n y Nordrheid_w essen, Rheinl e SUr de AJemani B .
~ada e/;c¡~n d una formulación positiva, su sentido queda, más allá de
la mera indi- Con a e. Estado estfalen, se -Pfalz), así ca a ( a VIera, cación de UIJa determinada dirección, como algo difuso y dependien- de ¿enel?
n a la qUe ' qUe tenía al mis or~ron y decidie mo las de te de planteamientos previos. Por ello la clave está en sacar lo antes Dul o~St¡tución. y lu correspondía la
m
ta o tIempo el carác;on par la posible estas manifestaciones de su indeterminación yen traducirlas 195~r. ua~do se fon::f!° fueron aprob r~a de redactar Un er de
Una
a formulaciones dEterminadas y a un orden realizable. Y esto puede ~ad ,reunIendo a io o el Estado de B a as mediante Vot P~?Yecto
11 b d' " . d' en y 'W" s anter' a d en-W" aCIOn p
evarse a ca o me lante aCCIOnes prenas y preparatorias, o me lan· 'clci' Urttember -l-[ lOres Estad d Urttemberg _0-
te una acción posterior, en su fa~e de ejecución. Pero en anlbos casm Job on ~el Pueblo L g ohenzolJern "os e Baden, Württen el ano
h ace f a I ta e 1 proce d·· umento a d ecua d o. Dns( ~ oraCIón d e la Con' . a repr . :sentación ' J d a 1no s e SOmetió 1emb e rg-
La praxis de los Estados democráticos, orientada según el 3 Iiente. stltucIOn aSumió 1 e P.u~blo elegida a apromodelo de la época d" la RevolUCIón
francesa. ha contigurado7a • ercer Procedi . a POSICIÓn de una a para la diferentes procedimientos para ello. Y C. Schm;tt los ha descrito laP~opue.sta para la
para ello o bien, en el caso de las iniciativas populares, de. un determinado 176
número de ciudadanos o de grupos de ciudadanos. Vincular su acción a la EL PODER CONSTITUYENTE DEL PUEBLO
Constitución y controlarla desde esta no arroja ningún problema que afecte al
pueblo como soberano. De este modo se puede lograr que solo se planteen al
pueblo como órgano del Estado (y como soberano presente también en él) Sieyes a la Nación como titular del poder constituyente. Con este concepto no
propuestas constitucionales para que responda y decida. Pero para ello es se pensaba en la voluntad natural de una población empírica, sino en la
imprescindible una verificación y un enjuiciamiento previos, y no a posteriori, conciencia conjunta del pueblo que se ha vuelto consciente de sí mismo como
sujeto político. La Nación en este sentido se configura como voluntad política
de la propuesta que vaya a formularse al pueblo.
desde concepciones y convicciones culturales, éticas y espirituales. La
«voluntad de la Nación» no se entendía como la mera adición de voluntades
IV. LA 'LIMITACIÓN JURÍDICA DEL PODER CONSTITUYENTE
particulares de muchos (volonté de tous), sino como una voluntad común
(volonté générale) en el sentido de Rousseau, en la que se expresaban los
1. Si se toma como punto de partida el sentido originario que tiene el concepto principios reconocidos para la configuración y la dirección de la vida pública36•
del pouvoir constituant en una Constitución democrática y para una teoría de la
Constitución democrática, entonces no puede señalarse para él ningún límite 2. Ahora bien, la experiencia, entre tanto, de situaciones de degeneración
jurídico previo. La Constitución jurídica surge y se legitima por un acto de la soberanía, o incluso de casos de degradación de los soberanos
originario del poder constituyente, no es algo previo a este. También la idea de democráticos, y, junto a ello, la disminución de la confianza en unas
la soberanía del titular del poder constituyente y la traslación de atributos concepciones fundamentales comunes e indubitables, han hecho que en el
divinos a él, a las que hemos aludido, excluyen toda vinculaci6n jurídica previa momento presente -sobre todo a partir de 1945- se plantee el interrogante de si
para el pouvoir constituant. no habrá que trazar límites e imponer vinculaciones al pouvoir constituant
No obstante, en esta teoría del pouvoir constituant no hay cabida para algo recurriendo a principios elementales de justicia o a un Derecho natural. Las
así como una magnitud o una fuerza arbitraria, incluso caprichosa. Y ello por vinculaciones y límites que se postulan así para el poder constituyente se
entienden, bien como obligaciones jurídicas impuestas desde fuera, pn virtud
dos razones. Una de ellas, porque el pouvoir constituant, como su propio
de un derecho suprapositivo, bien como limitación imema de esa libertad del
nombre indica, está determinado por una voluntad de Constitución. Y
"Constitución» significa ordenación y organización jurídica del poder político pouvoir constituant en sí mismo omniabarcante. Hoyes sobre todo el
del Estado. Significa también, con ello, su articulación. y limitación, pues reconocimiento de los derechos humanos lo que se postula como vinculación
ambas son algo inmanente a toda ordenación jurídica, con independencia de la jurídica impuesta o como limitación interna del pouvoir constituant,,7. Pero
forma o el modo en que se configure esta ordenación. Un poder absoluto, y que no cabe entrar aquí a discutir la cuestión de una vinculación del pouvoir
quiera seguir siendo absoluto, no cabe en una Constitución 35• De esta forma, en constituant al Derecho internacional, que representa un problema especial.
el concepto mismo del poder constituyente está ya incluida y presupuesta una En una de sus primeras sentencias el Tribunal Constitucional
cierta medida de constitucionalidad, y esta representa una delimitacirín frente al Federal afirma que no es posible imponer limitaclones desde fuera a una
ejercicio arbitrario del poder o frente al dominio puro y duro de la arbitrariedad. asamblea constihlyente que está en posesión del pouvoir constituant; pero
La otra razón puede salir a la luz evocando la referencia de señala también que este se encuentra vinculado a «los principios jurídicos
suprapositivos que prc:ceden a todo derecho escrito» (BverfGE, 1, 14 [61]).
Yen una sentencia algo po~terior (BverfGE 3, 225 [232 s.}), al ;:¡ludir a este
Yl. Significativamente en la Alemania que siguió a 1933 no se intentó, ni era posible, nexo de fllndamen-
incorporar el poder del Fii/;rer que Hitler asumió en una Constitución, ni se intentó elaborar una
"Constitución» para este Fiihrerstaat. E. R. Huber, en su "erfassungsrecht des Grof3deutschell
36. Sobre el significadu normativo de la volonté générale de Rousseau, vid. 1. Fetscher, CaD su tesis de que el titular del pouvoir constituant no está sometido a
Rousseaus politische Philosophie, 1960, pp. 111 ss. ninguna vinculación externa, sino únicamente a «principios jurídicos
37. K. Hesse, Grundzüge des Verfassungsrechts ... , cit., pp. 262 S.; Th. Maunz y G. Dürig,
Grundgesetz, cit., ilúm. margo 26; en sentido crítico B.-O. Bryde, Comentario al artículo 79, núm. suprapositivos», el Tribunal Constitucional Federalha ofrecido quizá una
margo 24-27, en I. V. Miinch (ed.), Gnmdgesetz-Kommentar 1Il, 31983. formulación del problema y de su solución más clara de lo que él mismo
pretendía. Los principios jurídicos sllprapositivos, si se los toma en serio, no
son (aún) parte del derecho positivo, sino precisamente pre-positivos;
177 preceden al derecho positivo y le prestan la legitimación necesaria.
ESTUDIOS SOBRE El ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA Hcrmal1n
i:: Do
Co~~~~e~~i~:~r~:~:~i~:
a otros, el reconocimiento de la idea de un orden divino del mundo, del que no
se puede disponer y en el que el derecho tiene su fundamento. Pero entretanto
en el mundo moderno esta concepción se ha abandonado, y ha sido sustituida
por un pluralismo de concepciones diversas dentro del cual ninguna puede
hrOstubd~r:;~f:~~~~~~_1 pretender ur:a vinculatividad exclusiva. En una situación semejante resulta
ol r decisi\'o el recurso 2. la herencia cultural y espiritual incorporada en la Nación.
atinda pd:: unta y las . lImana y de l'd ' Y, ciertamente, esta herencia puede mantenerse a lo largo de las generaciones
., concepCIOnes d i . a VI a en COm un' y puede convertirse en un suelo firme, pero también puede disolverse y
C10n concreta no tienen en mod e Plouvolr COllstituant en una sl·tu . desaparecer. El recurso a valores, o a valoraciones fundamentales, que hoyes
o a guno m.' aelO caracter fáctico no tan frecuente, no contribuye en nada a la estabilización. Pues los «valores» son
una catl'goría propia de aquello que vale; señalan, en forma muy abstracta, la
er ' existencia de un consenso previo o postulado, pero no pueden fundar;,entarlo
338 . H . Hell , Staatslehre cir
9. Las slgui~ntes .' .. , pp. 255 ss., p. 22?
desde sí mismo$41.
~ la visión del problem~o~s:de;aclones pueden entender:~ tamb" _
1''' .c< n:Jnterpretación del contenido de una norma constitucional, titucional que prevé y regula expresamente un procedimiento de,. . . " ," norma tenga (solo)
efectos diferentes en una realidad trans terminado para la reforma (de! contenido) de la Constitución, es
1-"/ ~,,'"
; /.,,~,~" d que se colmen lagunas existentes en el Derecho constitu posible admitir un cambio de contenido al margen de este proce-
I'J¿" ,
lDcIuso también la no observancia de hecho, pero con éxito; dimiento, sin que la Constitución pierda con ello su pretensión de f '"2ndatos
constitucionales existentes, En este contexto el con validez normativa y su vigencia positiva.
·f
~ambio constitucional no contiene elementos que permitan Planteado así dentro de este marco de referencia, el concepto
, ,:ínciones jurídicas; tiene ciertamente un significado heurís de cambio constitucional tiene que ser precisado para que sea
1, '
',":' ' , '>010 como
teoría constitucional. posible operar dogmáticamente con él. Y, de acuerdo con las con-
'.', :Jlanteamiento pone el cambio constitucional en pie de sideraciones anteriores, se lo ha de entender y delimitar en e! úl , ' " "<,~ 'con la reforma
expresa de la Constitución, sin hacerse timo de los sentidos indicados: el cambio constitucional se refiere
" ,,' ",2., ni sobre su constitucionalidad (quis iudicabit?) ni sobre a ia modificación de! contenid.o de normas constitucionales sin que : ' '::o:s de un cambio lícito
de la Constitución. Esto explica se produzca una .dorma del texto constitucional (en el procedi-
1"
(", ... - ::¡ue en la fase del constitucionalísmo tardíoS la teoría del miento prescrito para ello). Los otros significados vinculados al
/1' r del Estado haya ofrecido un tratamiento sólo «fáctico», término de «cambio constitucional» no quedan por ello privados de
¡ r" ' ,,-,slderado insuficiente, del concepto del cambio constitucio sentido; pero persiguen otros intereses de conocimiento, y debe-
(,' ' ::1:'JY a menudo se pasa por alto también que las considera rían por lo tanto expresarse mediante fórmulas diferentes. , ",,' J: R. Smend y de su discípulo
Hsü Dau-Lin sobre el cambio "';" -:::,'::JOnal~ -publicadas en 1928 y 1932- se refieren a un
1, i' ',~::;'l1ento constitucional en el que no se ha ir.stituido ni desa 11. DELIMITACIÓN DEL CONCEPTO DOGMÁTICO, u' n, ,,: U:la jurisdicción constitucional.
¡,
CONSTITUCIONAL
, . ~ :2:; ordenamicnto constitucional que dispone de jurisdicción
, '" ".:¡':lClna!, esto es. que atribuye a la Constitución los atributos Si se toma este concepto de cambio constitucional como punto de
1, ",. t:.'\' ,. V que se ..:onvierte así plenamente en un ordenamiento partida de un análisis propio de la dogmática jurídico-constitucio 1',1 ,'" ~()mtitucional. el concepto de
cambio constitucional alean nal, conviene hacer una serie de precisiones para que el concepto ;.: ' ,/ _ contr3rio los perfiles de un concepto dogmático. Ya no se
defina y se delimite de un modo más riguroso. Pues comproba-
." él aprchcr.Jcr. como una mera constatación, las transfor mos que en el uso de la terminología científica se designan como ir ' ,'~l::" dd
ordenam1ento constitucional (incluidas las de la rea cambio constitucional algunos fenómenos que no tienen nada que II .. ,. ' ,rh(jtllcional), sin atender a sus
causas y a la forma en que ver con este concepto en su sentido jurídico-dogmático.
. ::;Iccn, sino que se plantea la cuestión de su admisibilidad 'y
,mccuencias juádicas. Se ve, pues, inmerso en el campo de L En primer término no estamos ante un cambio constitucional !, '11' :le la interpretación
constitucional y la reforma formal de cuando se modifican los supuestos de hecho incluidos en la figura i, l."" ;:ltllciún. La Lllestión dogmática qee se plantea
aquí en e! que tipifica una norma constitucional o bien una garantía jurídicola de en qué medida, en un ordenamiento jurídico cons fundamental. Aquí no se
modifica e! contenido de la norma constitucionai, su programa normativo, sino e! contenido de aquello que se toma como referencia para la norma por
considerarlo j~rí
W, r'iedler, S:,~i,ller \Valldel, 'verfassung51l',lIIdel, Rer:htsprechllllg, 1972, ciicamente relevante, esto es, el ámbito de la realidad o de la vida
<, !-((-sse, "Gr¡cnzen der Verfa511I1gs\\',wdlung", cit., pp. 128-131. A su que abarca la reguiación de la normal l. Esto puede dar lugar a que
_'JO un ordenamiento COJls'itucional sin jurisdicción constinlCional alude .:Ir.
lomuschar. \ 'f'rfílsslIlIgsgewolmheit:raht i, 1972, pp. 148 s.
'. Sn,enJ, l'er¡:15s:mg lllld i'erfasSl/JIgsr,'cI.'t, 1 )28, pp. 78 ss.; Hsü Dau,Lin, 1 L Sobre la expresién "programa normativo» (Normprogram) y su función en
"óungswandlzmg. 1932, el marco de una teoría de la interpretación vid, F. Müller, jurístische Methodik,
¡'orstboff, Di,' [rmbildllllg des Vert:¡55;1I:~5gesetzes, 1959; también en "1990, pp, 142 ss.; K. Hesse, 0{J, IIlt. cit., p. 138, En un sentido coincidente, D.
i! un WClIuld, '19-b, pp. 130 s.; K. Schldich, "Die Verfassungsgerichtsbar' Murswiek, Die verfi./5slIl/gs,'<',ebende Gewalt lIach dem Gnllldgeset~ (tir die BlIlldesre-
"'clge Jer Staars".JDktionel1»: VI'DStL 3'1 '¡'iS1), pp. 106,
¡i/lb/ik Deutschland, 1978, pp. 118 s,
184 18S
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
a una configuración distinta de la realidad ordenada por la norma, pero no está implicado
aquí un cambio del contenido mismo de la norma.
la norm~, constitucional tenga otros efectos en la realidad social, puede dar Otro ejemplo que puede aduClrse es e! de la garantía del derecho de asilo recogida en el
lugar a una «realidad constitucional» diferente y provocar un cambio de artículo 16.2 LF. La promesa de protección para los persegllidos por mori\'os políticos
significado y de función de la norma constitucional. Pero, en todo caso, este contenida en este precepto aicanza y corresponde ho\', en una época de tráfico aéreo mundial
cambio no deriva de una modificación del contenido de la norma, sino que y de una movilidad liberalizada, a los perseguidos de todo el mundo, y asume así la
surge de la misma norma cara a una realidad social que ha cambiado. función .le un derecho de entrad,.
Un ejemplo claro de este supuesto puede verse en la modificación de!
supuesto «radiodifusión», que se toma como referencia en la garantía del
artículo 5.1 Y 2 de la Ley Fundamental (LF). El frenético desarrollo 12. No es necesario entrar aquí en la di"c5:,in en torno al contenido de la ,libertad de radiodifusi0n» --dececho de
tecnológico que está teniendo lugar en el ámbito de los medios de liberu.:' ![,dividual, garantía institucional marco--. En esta discusión controvertida, llevJ.c2 2 término medúnte informes,
ha participado también P. Lerche. Ci., por ejempk. :' Lerche, RUlldtímkmollopol, 21/1 ZIIL¡sSlIl1g privater
comunicación ha dado lugar aquÍ a la aparición de numerosas y nuevas formas Femsehverallstallllngen, 19-,:,: "Die Kircher, und die nC\lclO
de comunicación mediática, y ha modificado las condiciones de la difusión de Elllwicklllngen im Ründfunkbereich - vcrLb5',:r;scechtlich :;csehen», en Ess('tl< r Gesprdche zum Thema Slaal /lid
los medios existentes. Si se pretende definir ahora el contenido de la garantía Kirche 13, 1'''-8. ~", 8'1; Íd., "T\etci¡;gUI~g Priv<ltcr im Rllndfllnkbereich Ltnd VielfaltstandardH, e,; .\--,,'1:' 82, pp.
de esa «Iibertad de comunicación radiofónica» 12, habría que aclarar la 1976 ss. Sobre C,Li
cuestión de si los nuevos medios de comunicación caen aún bajo el concepto ,Ji,cllsión bajo el aspecto del mtwdo de la imé~?:'é:,lCión ver el recitnte trabajo ,1,
de «radiodifusión», que aparece en e! artículo 5.1 Y 2 LF, Y de qué \". Brugger, «Rundfllnkfreiheit llnJ Verfas'lln;5:~:é[pretation»: Forum RechtsU'l' 5i'l1sc/¡aft 25 (1991).
NOTAS SOBRE El
consecuencias jurídicas han de extraerse del contenido normativo de la libertad
CONCEPTO
en cuestión fn::nte a este cambio bajo las nuevas condiciones de la difusión 13 • ]" DE «CAM
Esto afecta a una modificación de los efectos que provoca la norma, y con ello Imitado B lOCO N sr I TU
la Política~o~ in,dependencia de C/ONAL. dice almi~"1lüPlt~dad Se garantiz;cda en el artículo 14 c1laLndad en la
en Una am . Inmlgración_ J~s decisiones . orno un .
s' 'lempo . F C·
eran estable 'd qUe el Cont'd Instituto ju 'd' . lCrta_
mism~l~a medida. Pero ~oC~mblan así
de la SUs lador, de a CI Os mediante le em o y los límites d n lCO, pero se
efe~~~s eXlst~n sobre los perseguido~rma, de la la configur~Cc~eo,rdo Con ello, ti:~ees decir, Por el legis/a,t propiedad
la
ata ' si empre qUe «n -Ca m b' lante_ d Un 1 d111p]" 10 campo , d 'or .' El 1egls- .
misma /r de Una norma d~' ~ln duda,
obtiene Una n ' Por motivos polit. omesa de protecc" IstInta, sino COmo tal recore;:ete el reconoci;:' a regulación de 1 e Juego P<lra social
tos se reE1 . UeVa función I)r . lCOS, que actual' IOn para COnkT]i:~ ú en el artículo l~e~t~ Lde la pr()Pie~:SoPledad,
todos t eXIOn . eClsam IZa Su e mantenga ambos en el apartado 2 d' J' ,F, así C01110 el pnvada Dentro d en Una
ormal del a ' a y se diSCUte s b ente Por ello en ' s electos propor'" e artIculo 11 . mandato
y rtlculo o re la . estos m n' amIento d 1e este ",arco, el l~ CIon . 1 ad ecuada14. ' y sJemp re que I11
th j
que regula el d neceSIdad de omen_ aYor atenci' e a Pl"Op' le d ad en un ~glS ado. r Puede cOIlfi
2 . T ampoco erecho de as'l 1 o Una reforma Cuando las bienes po Ol} a SI] «vincu! " sentIdo «liberal gb urar el orde_ rentero d 1 -aclon s .
n se trata de Un . tes, la POSibil~~mas 1 » o len
crear fOrm e derech d OCIa ". Pued con llna nados ob' as específicas y d' e O e
cOnstitucional/erda~ero cambio c . la realidad y d ~d
U. \lid. E. Renda, "Die \"c:rfasslll1g H': _o: Herallsforderllngen ll10dernrr . . ,na '1 conclusi6n' n dment;:¡l para la ir¡tcrp. . e ¡II/le n d as Techllologien (arll Beispiel der Rllndfllnkfreihe~: .01: H. P. Schneidcr
y R. 1 einbcfI: c'peciain • Sistemática . d . ttacl6n de J.
! nk), \'crt;¡ssllIlgsrccht ~láschc¡1 \Vissensc!w{t ;, ';.: ,'Jc:hterklll1st, 1990, pp. ".1 1. , J ~r J' lente 336e:·I. 3 j ademá~~ ogmári - J a a garantía T~F d J a propi~dad a
,e !cher Sichr,,: 38). ef. sentencia cid y l/e
.l. Bue:1GE - . F. Baur (ed) r' . Bohmer ,,[... , BuerGl:. 'i8 ,g
)8, 3UU (39) . , ,).lS Ei"f'I¡f ' ·Jgelltum allS ' -' ",00
1!-l6 '. ,lttn, 1989, P p. ,9, 3 . 46\ c;Ic¡SSUllg,s. s_
!/
prooiedad. e excluir ciertos
d.e Configurar d s admIten, dentro d O~stJtucional ' ' Jetos de 11erenciad d- pnvada 1c
la prOpia ca ~. esta, según la . a.s e P;:opiedad ,o Puede Dara 1. . ?a~ldad de d' .
mOdificació~l ~evlda, y e~ legisla~::;~do,s mtensldad dI, . para determ'
diferentes ~nc~~~~ lími_ , .a proplCdad de b' ISpO~IClón Por " e a UtIlIdad pr; 1 llenes raíces; p ?emplo
lOS considerabl Su COn[¡gUració ace uso de esta .. I~O de de llJOd . vac a y
n d
COnstitucionales es .e la realidad ju~,~~ga1, que Puede 14. Es fu d. ara a propiedad ~. general
DE DERECH O Y LA DE 110 C R A C I A
llPOslbI1ldad.
qUe se mantl' mISmas, sino SIl lca, no modJ'f' eVar a camene b . d'
ESTADO te
1 o o el d lea la O S S O B R E EL 'orrespon len
qUe permanecen . ~J,o ~ cobertura d Or enamiento jur'd~ ESTUDI do con la e b'o en la
normas Esta situ . IUentlcas e unas normas 1 leo legal garantía de acuer un cam
16e esta forma, y uede operarse < constituclOn 1 . ,
cló
d' la l1 Se Pon~ d . cOnstitucionales e a pr' e manlfi~ mente la de alquiler . Dü' del legislador, Pilo también en la < no implica d la pwpi,da , y d
ro' °Pledad reco i ~sto Con toda' . meotal. p,," to a<!, pm la Ley
o,',otae~~n " po tlca d con e do esto f m ma indeter-. seno b ~I~ oa úoica
so
qU:o~'te,mioaeión,
1
ordenaClO? de n a p. rople ded» a la de garantIa. la Ley 'e Fdunl a a
propiedad nte abIerta . asegur a esas posibles mod¡u cambIO d en l que es
ode vloeu a ~~ . oentizano.
tá preClsame en él. nOd" pu,d" y sólo P':t:"li;eo dlfeeem" tanto estas tcen"na Zas posihilldad de y
P7,:1. m,nada. encia d, su lnado) de aq
menta, _ 1 uan- nes es. la consecu 1 contem .d o (indeterm no modifican e
Fun a . osotucwoa e
¡Icanon". d, eambw eo 6tucionalcs bl
tampoco ptos cons . 1 S ~ Zlllblndung des Elgentums, lente l~tituClonal 322Enteignung ,,' • 127 s.
3. pr~ducen No se po ede cambios ha ar al ap 1Kac 6 E W. Boekenfo rde. I ft «Elgentum, Fret/:ert, 19/6, , p . 318el Tribunal , especa m COI. lIá de la tome mera
¡o;'al ,n t~~'::6tucional
Mmo u, " dla m" I >972), p.im"i,
l. 01"",00 n d, n" """"'<0,,,1 ,,,,,,. q h Com"",,"'", Di, Methu. COl11u fun , El Tnbunal COd ga"
° tieno la d partir de Boekenfórde, "taal im"p". 'taClon. ocqo' , ",lo p'" e lUZ idieo [",1. Ct ... E ". "d K,,,," [1976] 'h en
pu,d, y, como 1. "",o
cubieeta pOt. tlen, caogo con al" El conctpto I oúcl,o del nada; d'''o,
perodnOmateria eonstituclOn.fl 00,." .
o ;ecortado 1R a Plor me ("dI'da ConstltllClOn, PI denamlento ¡ur dSdutn.lhme u 'n entre Bae o, d" J V,,,,,,,,,,,, 1991, pp. ~9 llU 79 ,." . , In
valora- 18,. ",b" '" d,hm
con KW. d sólo pe; ,a u d f odlblcs eo 'gu S. lo toma 'n ind"",mna ,ob , .. b l· " Y e or "''',p'''''''''". Bestan ,,¡ 'omo" I dl>CUSIO .. . , f 'D\ ,t J . 'cleo (1981)\' , ámb,w • p. del d
ha e e. 1 de sus o Jd,. , . .
nal
i~a auoque constituclOna d cambio
g Z:~cher,,, G ,' ,rrellabut ,1 )r , '1985, I 198np. en ~ 2lsenset 4 J - 55 ,
constltuclO «desa- !JI.. c/u
) 4') \ ' /[ i , Drew,. \X'acke, nte V °d el H y F. Marren, i s -n"', D "'¡,'k , oZlale Delltschlal1d S raa rSZle J, ". /, ap d
.o""",,,,,
; ",h ó, m",:d ;" ~. ¡,,, d" "m" e,. . d""" """ "'"
al~a ho hajo 1a - ,; , H""dh",.· , " .
5. Mads pyrodeba distinglllr de Se lleva República lo pue a D 'ho enns ho y , ,. ","'" p ,,,., , '''>< .,,,,,,
eo . 1 ' 1" h,,, nIÍm. ", mar. g 19II "., del ,,8. Derec ',""""'''W"."". 10 • pecto c< 1 """',, l'
" . -dico, del ec" .. '. 1 del d"" .' 1 Con"itunona , oollolun d"",,ollo lud,na es del
Tnhuoa 'os pcopios
"'"""''' 1'J72, pp. , II "
-,. o - El desarro o, del1ll1ltaclOn res _ ?, ,,/ "i'e¡tsrec 't" i E \Xl BOl kcn
- a de un f te a trav t os proce"
Fedeeal torm d e m_ odo . pce ede "en eeahza"e a través '" de su o difmona ',i ,,,crudmano'"''1''' . ' . '" b, ,,,,,,,. ~ 'd I :¡ eh dehrmraclon S,,'''' ,. T""":,, ", ""
e .'. con el cam. tamblen PÜ 'E qué conSIS . d ""'que .
del Estado, , o i " h tatea e respe~men" " VU,"" . ", , d, . ,m"" b , [1'. 'I'1l' . "",, " . , ,~ _,"'",,,,,. ,
de la pemus . oal? ho eonseinmooa do diEeceo. hio eoos"tuew . ddieo del D"ee S"",. t 'N','''''''. . , ' ',,, .. """" 'm
o"iMiooal da .: ooa ) 6, So re , al, Grnndsarzno
El de",eollo lU . 1 Deeeeho eo. . teep"'anon y
- Grn ndrechte , rurde, " lR6 \ jueidieo del Deceeho eonstitueiooal. En el curso de la intecPtetación de
nou 8). ::i', 1991, p. , "
los decechos fundamentales se
190
tueión, aunque, advenida o ioadvectidaenente, el/o pUede
Nodocie. se en Una ciena n<editEa, Peco es una
' n'n'., 27. d, 1'1 ", %1","" d'd" """ con""""" '''''d",,,,,,,,,, o,k
"OC >t"" >t' "'"
,nnn,o"" ye, y " d " ce,' eO""''''''n 'm'", d, "' "d" y 'loo r'" '>ti" "n,
aplic~áón, medida eoosideeable",eote '""'''id." ", b C",n",,,,ió,, I"'idh b b c"">t'md6,, " 0''''0 Me"."" de ,,,,
,e"C;ngida, po'que inteep'·etación y si <e'ponden a su
peopia denominación, se maotieoen vinculad" al Contenido ce,,,,,,,,,,,, '''d''''d"", d, b I,y '''''''''''''"''"!. CE. C. S'hm'", V"f"""''''!oh",
nOe-
'''., "'"",eI"'/i "pdo. 8 3, fiá ,,' 'om" U. S'h",,,,,, 1'. R,do", !973'''ce""" , p. 19, ""d Y
mativo de los P""pto, Con"itucionales esPecificos y a las decisio.
"pec'"'meme Miig'''''e''", pp. 'le< 32Rid""'''h"" "
sistema nes fUnd"ne"'al" COlJstituciolJaJ27. de la COO"itueión en su en
COnjunto -<n suma al
nOta 2anterior. . B','e"'o b" '>" d"", "Bo
'm
"1",, o,
dd d""." q", hoy '1m "eo ,,,h,,
'od" "",,, d'''''oB" i",l'd" dd do,n/"" e., el '''b.,io de P. 8,d,,,,, e'''do '" 1"
El de'''''ol/o ema jueidico de) Deced,o eon"itueional es
asi Un as. pecto del p'obl general del de"'"ollo ex<talegal
2.9. E"" ey ,<>, "" lo 'oc " "lb, " 1", d'''cho. '''''d'm", "l,e, ""Oda y d"d, el ""''''''''" ",
del deeedlO deOteo de un oedenamiento 'u'idieo legal", h
objetivas de valor o normas de principio, con validez para todos los ámbitos
del Derecho. cuencia sería que este tipo de cambio constitucional tendría que admitirse, por principio,
Esta doble cualificación de los derechos fundamentales podía encontrar como ajustado al Derecho constitucional, y solo quedaría en pie el problema de trazar para
un apoyo expreso en la Ley Fundamental solo para e! artículo 6.1, que según él ciertos límites. Ahora bien, de esta forma queda oculto el auténtico problema que la
su formulación literal garantiza algo más que un derecho de libertad; pero, por dogmática plantea cara al concepto del cambio constitucional: e! de la admisión, y no solo
lo demás, no podía considerarse fundado ni en e! artículo 1.3 LF ni en e! el de la mera limitación, de la modificación del contenido de las normas constitucionales
reconocimiento de los derechos humanos del artículo 1.2 LF. Sobre la base de sin que se reforme formalmente la Constitución.
esta llueva interpretación (material) de los derechos fundamentales, que
implicaba un cambio constitucional, y por la vía de! desarrollo ju·· rídico del
Derecho constitucional, se ha acabado por llegar a una ampliación 1lI. CAMBIO CONSTITUCIONAL E INTERPRETACIÓN
interpretativa de esta (nueva) cualidad de los derechos fundamentales como
CONSTITUCIONAL
normas objetivas de principio: se formularon el efecto de irradiación, el
denominado efecto frente a terceros de los derechos fundamentales y los
mandatos de acción y las obligaciones de protección en el ámbito jurídico Prescindiendo de la delimitación que se ha propuesto para el concepto de cambio
fundamental33• No obstante, este desarrollo no era (ya) un c.ambio innovador constitucional, sigue en pie la necesidad de aclarar la relación er.tre este (como concepto de
del conte1lido, sino una aplicación y un desarrollo de lo ya establecido, y la dogmática constitucional) y la interpretación de la Constitución.
condujo ciertamente a una diferenciación y enriquecimiento más amplio de
esta materia. 1. Para ello hay que partir de que la interpretación de la Constitución tiene que ver COG
la elucidación, el desarrollo y, en su caw. el perfeccionamiento de algo que está dado
6. Pero lo que importa aquí, desde el punto de vista de la dogmática (normativamente) con anterioridad, y no solo de algo meramente propuesto. En ocasiones,
jurídica, es diferenciar y delimitar los fenómenos expuestos respecto del y dependiendo de la mayor o menor determinación o indeterminación material de la norma
cambio constitucional. Si se incluyeran dentro Je este concepto solo porque se constitucional, esto puede convertirse en un proceso difícil, en e! que la interpretación se
trata de modificaciones en el ámbito constitucional, e! concepto se cargaría de ve llevada a su límite. Ahora bien, aun en este supuesto, sigue siendo algo diferente de la
sentidos múltiples y perdería con ello toda su daridad 14• Incluiría también reforma o de un desarrollo nuevo de lo dado con .1ntcríoridad. Y si se declara que esta
fenómenos cuya necesidad y admisibilidad en modo alguno pueden entrar en diferenciación ha quedado superaua, o que es irrealizable 35, entonces se está cancelando
cuestión en el marC0 del ordenamiento constitucional vigente. La conse- también la posibilidad de distinguir entre interpretación y reforma constitucional: la
competencia para la interpretación de la Constitución, que en la República Federal reside
en e! Tribunal Constitucional como intérprete último y auténtico, se va transformando sin
32. BverfGE 7, 198 (205 ss.). solución de continuidad en una compé'tencia para modificar la Constitución. Esto no solo
33. E. W. Bóckenfórde, Zlfr Lage da Gnllldrechtsdogmatik ... , cit., pp. 30-41. implica
34. Muy claramente así en Maunz y Zirrelílls. Deutsches Staatsrecht, 2'1990, apdo. 6 N, pp.
49 s. Bajo el término «cambio constitucional» se engloban en esta f'osición la interpretación
jurídica de los supuesros cuando queda un margen para ;a decisión la analogía el desarrollo del 3:;. Esta es la tendenc;a subyacente, y en parte también explícita, de las afirmaciones al respecto de P.
derecho mediante decisiones de la jurisdicción c'.msritucional, 'la ~oncretización de la Haberle, en «Zeit und Verfassu'lg», c:t., p. 83, en ,,verfassungsinterpretation als óffenrlicher Prozep», en ibid., pp.
Constitución por el legislador, así C0'110 ,.; Derecho constitucional consueflldinario. 121 Y especialmente 122 ss., o en "Die offene Gesellschaft der Verfassungsinterpceten», en ¡bid., pp. 155-181.
En un sentido crítico, E. W. Bockenféirde, «Die Methoden der Verfassung"interpretarían ... », cit., pp. 66 s,. Una
posición más atenuada, pero en todo caso Favorable a una estrecha conexión entre interpretación y cambio
192 constiwcional, en W. Héifling, Offene Gnmdrechtsillterpretatioll, 1987, pp. 187 s.
" :-',<,~'''''''' " ",\e~,~,/,
193
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCRACIA
196
197
ÍNDICE
199
ESTUDIOS SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA DEMOCR'ACIA tNDICE
I
2. Contenido y realización de la representación
1.2. Presupuestos espi~ituales y de la formación cutural 105
democrática.................................................................... 147
2. Presupuestos político-estructurales ................................. 107
3. La representación democrática y el pwblema de la
2.1. ¿Es posible un juicio propio sODre las cuestiones
disociación ...................................................................... 157.
que se someten a la decisión política? ................... 108
lII. Problemas actuales de ia representación democrática ........ 154
2.2 . ¿Es posible aún delimitar la interdependencia de las
decisiones políticas? .......................... ".................... 110
EL PODER CONSTITUYENTE DEL PUEBLO. UN CONCEPTO
2.3. ¿Es posible dirigir los subsisten13.ssociales
LÍMITE DEL DERECHO CONSTITUCIONAL ............................ 159
mediante decisiones políticas? ................................ 111
3. Presupuestos éticos ............... .... ....... ..... ......... ........ ..... .... 113 1. El problema y el concepto del poJer constituyente .......... 159
3.1. l.a efectividad de un ethos democrático ................ 113 1 . ~l tihtlar (suje;:o) del poder constituyente ......................... 163
3.2. Disposición a tomar decisiones políticas desde los IlI.
1 L3 acción y las formas de actuación del poder
intereses comunes de todos ..... .... ......................... 115 constituyente del pueblo ........ ............... ............................. 167
IV. La relación de la democracia con el E ';¡clc!O de Derecho, IV. La limitación jurídica del poder constituyente................... 176
la forma republicana y el Estado social.. ...................... ..... 118
1. Democracia y Estado de Derecho ........ ................... ...... 119 NOTAS SOBRE EL CONCEPTO DE "CAMBIO CONSTITUCIONAL·, 181
1.1. Los rasgos diferenciales de la democracia y el
1. Pluralidad de significados y concepto dogmático
Estado de Derecho ....... .............. ............................ 119
constihlcional........................... ........ ............ ........................ 181
1.2. íZasgos comunes a la democraéi.1 .,' al Estado de
II Delimitación del concepto dogmático-constitucional......... 185
Derecho ...................................... ............................ 121
Uf. Cambio constitucional e interpretación constitucional...... 193
1.3 . La conexión entre democracia \. Estado de
Derecho .................................................................. 122
Fuentes .......................................... .............................................. 197
1 Democracia \' República ................................................ 126
Índice ........................................................................................... 199
2. l. El concepto formal de RepúblicJ y la democracia 126
)) El cOllcepto material de RepúHlc.l v la democracia 127
200 201