The Prince, New Document

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder popular para la educación


Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos
(UNERG)
Sección (5)

El Príncipe, Nicolás Maquiavelo

Integrant
es
Cordero María: C.I 28.053.123
Flores Freddy: C.I 21.337.625
Ludo Edgar: C.I 25.573.789
Puerta Emily: C.I 30.162.555
Rojas Marcos: C.I 11.155.359

San Juan de los Morros; Abril 2020


Introducción
El Príncipe; The Prince; Il Príncipe; No importa el idioma en el que este escrito esta excelsa
y majestuosa obra literaria que al ser una “guía política”, refleja más bien la realidad y las
verdaderas acciones de aquellos individuos que ostentan, anhelan, o mantienen el poder.
Si podemos definir esta obra en una frase seria “el fin justifica los medios”; Frase que tiene
aplicación política que además se encuentra contenida en el tratado, y significa que cuando
el objetivo final es importante, cualquier medio para lograrlos en valido. Maquiavelo
expresa en las líneas de este tratado las verdaderas prácticas del que conlleva el poder y
muestra la forma en que frecuentemente dicho ejercicio contradice u obvia los preceptos
morales.
En este tratado Maquiavelo contradice la tradición filosófica del pensamiento político
antiguo, los cuales idealizaban con gobiernos y ciudades utópicas. Establece por lo tanto,
que la práctica de la política real conlleva a situaciones y pueblos reales y diversas en
donde las conductas, la toma de decisiones y las actividades no responden por lo general ni
completamente a la moral sino a las leyes de poder. Por lo tanto Maquiavelo logra exponer
a detalle la manera en que un gobernante puede hacer frente a diversas acciones o
adversidades que se le puedan presentar y lograr establecer que el fin principal de la
política es conservar con éxito el poder.
Desarrollo
Análisis del libro
Podemos definir la obra (El Príncipe) como un tratado de doctrina política, la cual fue
escrita por Nicolás Maquiavelo.
Escrita en 1513 durante el confinamiento de Maquiavelo en San Casiano, por acusaciones
de estar señalado de conspirar contra los Medici. Dicho libro fue publicado póstumamente
en Roma, y el libro en cuestión funciona como una respuesta a dichas acusaciones.
Dirigida a Lorenzo de Medici, quien es conocido como “el Magnífico”, a quien Maquiavelo
explica cómo debe actuar y que se debe hacer para unificar a Italia y sacarla de la crisis en
que se encuentra.
Su tiempo histórico es real y corresponde al proceso de transito de la Europa medieval a los
tiempos modernos, sobre cuyas bases surgió posteriormente el modelo capitalista.
Ya entrando en materia, el escritor Nicolás Maquiavelo, al inicio del libro expone la
variedad de gobernantes, que él denomina príncipes, el escenario político y cuál es la
manera de adquirir el poder. Menciona además que la manera de tener durabilidad en el
poder es ser aceptado por el pueblo mediante la conservación de las costumbres.
Maquiavelo hace una separación entre estados: repúblicas o principados. Dentro de los
principados tendríamos dos cauces, un principado heredado o nuevo. Los nuevos se
adquieren porque nace el estado de la separación de otro y ahí se da el principado, y en el
caso de los hereditarios como su nombre indica por herencia familiar.
Aborda además el tema de los Principados Mixtos, los cuales son definidos como aquellos
principados que constituyen una novedad, pues contemplan la asunción de una nueva figura
al poder, la cual puede conservar a su lado personajes del principado anterior, por lo que
son una mezcla entre nuevo y viejo. Cabe destacar que esta carga de tradición, implican un
verdadero reto en cuanto a la conservación del poder, puesto los súbditos pueden rebelarse,
así como encontrar fuertes obstáculos por parte de los gobernante anteriores. En este caso,
Maquiavelo aconseja algunas estrategias que pueden ser interpretadas actualmente como
radicales.
Según Nicolás Maquiavelo existen dos formas de adquirir los principados: con las armas
propias y con virtud, o con las armas y la fortuna de otros. En el primer caso, señala que, si
bien estos principados son más difíciles de adquirir, son, a la larga, más fáciles de
mantener, siempre y cuando se disponga de las suficientes fuerzas.
Ya relacionado con el segundo caso, explica que los principados adquiridos con las armas y
la fortuna de otros aunque resultan muy fáciles de obtener, son, al contrario, difíciles de
mantener, pues se depende de un conjunto de factores que lo condicionan.
Si el Príncipe en cuestión es extranjero y no está familiarizado con las creencias propias de
sus gobernados, este deberá realizar un esfuerzo en adquirirlas y tomar acción en el caso de
no existir mutua cordialidad o entendimiento entre ambas partes.
Sin embargo, el príncipe de Maquiavelo expone que es contraproducente tomar el poder a
través de la fuerza, ya que el gobernante debe tener los recursos como el dinero, la milicia y
conexiones que le ayuden a mantenerse en el poder. Como ejemplo expone a Alejandro
Magno, un conquistador que luego de su exitosa batalla se aseguró de extraer los antiguos
simpatizantes del reino de Darío. Los sucesores de Alejandro conservaron los estados que
este había conquistado debido a la inteligencia y ambición que mostraron.
Expone en su tratado que existe un buen y mal uso de la crueldad y la forma en que esta
debe ser aplicada. Sostiene que es bien usada si se cometen todos los crímenes al principio,
lo que permite que luego, poco a poco, se pueda empezar a otorgar beneficios a los
súbditos, para hacerlos olvidar las ofensas recibidas previamente.
Maquiavelo no descarta que el poder pueda adquirirse también por medio de crímenes,
circunstancia que no le resta legitimidad al poder obtenido, aun cuando este escritor
advierte sobre la importancia de usar bien la crueldad. En este sentido, deberá usarse toda
junta, a fin de que una vez se han eliminado los opositores y afianzado el poder, generar
una etapa en donde por el contrario se hace gala de la bondad, a fin de que los súbditos
olviden lo malo, y se entreguen a disfrutar del nuevo principado. Por el contrario, si no hay
límite en la maldad, y se erige un principado que constantemente infringe dolor en los
súbditos, tarde o temprano estos encontrarán la forma de erradicar el principado.
En el mismo orden de ideas, Maquiavelo reconoce también el Principado civil, el cual
puede ser definido como aquel que se conquista por ayuda o petición del pueblo o los
poderosos. Este no requiere de virtudes especiales, y aunque en apariencia pudiese
presentar menos dificultades sí se necesita de gran astucia, a fin de neutralizar a los
poderosos que hayan ayudado a ascender al poder, mientras que se entabla amistad con el
pueblo.
El autor considera importante y hace énfasis respecto a la capacidad del Principado para
valerse por sí mismo, a fin de poder competir y medir fuerzas de igual a igual con otros
principados, a fin de estar preparado ante otros que quieran atacarle. Igualmente deberá
tener siempre presente estrategias bélicas que le permitan resistir ataques, en caso de
encontrarse con contrincantes más fuertes. Sin embargo, también puede suceder que el
Principado sea adquirido por la intervención del poder religioso, o por ser parte de él. Estos
en principio muestran gran oposición, pero si logra pasarse el primer momento, constituyen
después principados fáciles de mantener, pues se manejarán a los súbditos en torno a leyes
que coincidan con los propios principios religiosos.
En el tratado se hace referencia a que es sumamente necesario que el principado sea
respaldado con leyes y armada propia los cuales hagan frente en la defensa de su soberanía,
ya que una milicia débil puede representar un estado débil. Es por esto, que en todo
momento un príncipe debe tomar en cuenta, las armas, las estrategias en tiempos de paz y
sumado a esto la adquisición de nuevos hombres. Brevemente hace referencia y describe al
libro “El arte de la guerra” escrito por “Sun Zi”, él se pude tomar como una inspiración
para Maquiavelo.
Pero aparte de esto, existen ciertos criterios que debe manejar el conquistador y que de no
ser así son mal vistos por los ciudadanos.
Ahora bien, es cierto que no es posible encontrar un principado que cumpla con todas las
cualidades que se desea, y que no siempre puede mantenerlas debido al poder que acá se
maneja. Pero que genere prosperidad, que implemente castigos con motivos reales y que
trate de mantener la simpatía del pueblo a través de acuerdos económicos y mejoras en la
política interna de la república, pero eso sí, sin llegar a doblegar la moral, son algunos que
destaca el autor Nicolás Maquiavelo.
En este sentido, Maquiavelo sigue insistiendo en la necesidad del Príncipe de transmitir a
otros la idea de que él cuenta con virtud. De esta forma, Maquiavelo señala la importancia
de parecer que practica la generosidad, a fin de ir ganando adeptos, sin necesidad de poner
en riesgo las arcas públicas.
Así mismo, dentro de la virtud que debe exponer y mantener el Príncipe, se encuentra sobre
todo el valor de la palabra dada. En este sentido, Maquiavelo le explica al soberano las
estrategias que puede seguir para en todo momento cumplir con lo dicho, o cómo no quedar
como mentiroso aun incumpliendo lo prometido. Pero debe destacarse, que Maquiavelo
expone al principado que para mantener su poder debe fingir como un zorro, aparentar
virtudes que no posee con la finalidad de ser amado por el pueblo, que no es lo
verdaderamente ideal, pero a pesar de que se encuentre gracioso es lo más cercano a la
realidad.
Teniendo en cuenta también que el Príncipe es un ser humano, el cual comete errores, y en
ocasiones debe tomar decisiones que no dejan a todos felices, Maquiavelo toma un capítulo
de su obra para explicarle a los posibles Príncipes cómo evitar que el odio sea un
sentimiento que nazca hacia él, pensando nuevamente en que todo Príncipe debe ser amado
por su pueblo y súbditos. “Hace odioso el ser ladrón y apoderarse de los bienes y de las
mujeres de los súbditos, de todo lo cual convendrá abstenerse. La mayoría de los hombres
mientras no se vean privados de sus bienes y de su honor, viven contentos” y “Hace
despreciable el ser considerado frívolo, voluble, afeminado, pusilánime e irresoluto de
defectos de los cuales debe alejarse e ingeniarse para que en sus actos se reconozca
grandeza, valentía, seriedad y fuerza. Con respecto a los asuntos privados de sus súbditos,
procurar que sus fallos sean irrevocables y empeñarse en adquirir tal autoridad”. Cabe
destacar entonces que para ser respetado, el príncipe, tiene necesariamente que ser bueno y
querido por los suyos.
Un príncipe debe temer dos cosas: que se le subleven los súbditos y que lo ataquen
potencias extranjeras. En el interior estarán aseguradas las cosas cuando lo estén en el
exterior. En lo que se refiere a los súbditos, ha de cuidar que no conspiren secretamente.
El no ser odiado por el pueblo es uno de los remedios más eficaces de que dispone un
príncipe, ya que el conspirador siempre cree que el pueblo quedará contento con la muerte
del príncipe.
Así mismo, Maquiavelo sigue insistiendo en que un Príncipe debe contar con una
reputación que lo resalte como un ser virtuoso, digno de ser amado y ejercer el poder. En
este sentido, despliega otras estrategias, que le permitirán al Príncipe seguir ganando estima
de aquellos que lo rodean, sobre todo de los miembros de su gobierno.
Según Maquiavelo un príncipe nunca debe aliarse con otro más poderoso para atacar a
terceros. El príncipe también debe mostrarse amante de la virtud y honrará a los que se
distingan en las artes. Dará seguridades a los ciudadanos para que puedan dedicarse a sus
profesiones; y que unos no se abstengan de embellecer sus posesiones por temor a ser
robados, y otros de abrir una tienda por miedo a los impuestos.
En sintonía con el pensamiento que dice que no hay peor enemigo que el que se tiene cerca,
Maquiavelo también expone sus apreciaciones sobre los secretarios y ministros que
acompañaran al Príncipe en el ejercicio del poder, explicando cómo deben escogerse y
manejarse, a fin de evitar traiciones.
En última instancia, todo buen soberano se rodea de buenos consejeros o ministros,
¿honestamente, esto qué quiere decir?; un Principado no rige de forma solitaria, a no ser en
el caso de los tiranos, por lo que es necesario rodearse de opiniones honestas y que busquen
el bien común, y aquí entran los errores cometidos por muchos soberados.
Los llamados aduladores, aquellos que solo buscan el beneficio propio a través de engaños
y que se destacan en las épocas de los perversos, abundan en todas las cortes. Los hombres
se complacen tanto en sus propias acciones de tal modo que se engañan y cuando quieren
defenderse, se exponen al peligro de hacerse despreciables. No hay otra manera de evitar la
adulación que el hacer comprender a los hombres que no ofenden al decir la verdad, y
resulta que cuando todos pueden decir la verdad, faltan al respeto.
La fortuna es la juez de la mitad de nuestras acciones, pero nos deja gobernar la otra mitad.
Y aunque esto sea inevitable, no basta para que los hombres, tomen sus precauciones con
diques y reparos. Con la fortuna se manifiesta todo suponer allí donde no hay virtud
preparada para resistirle y dirigirse sus arrebatos. Un príncipe q hoy vive en la prosperidad
y mañana en la desgracia se debe a que confía ciegamente en la fortuna. Es feliz el que se
concilie con su manera de obrar con liándole de las circunstancias.
Los hombres para lograr el fin que se proponen proceden de manera distinta: con cautela,
con ímpetu, por violencia o por astucia. Dos que actúan de distinta manera obtienen el
mismo resultado y de otros dos que actúan d igual manera uno alcanza su objetivo y el otro
no.
No existe hombre lo suficientemente flexible como para adaptarse a todas las
circunstancias. El hombre cauto fracasa cada vez que es necesario ser impetuoso. Que si
cambiase de conducta junto con las circunstancias.
La fortuna varia y los hombres se empeñan en proceder de un mismo modo, serán felices
mientras vayan de acuerdo con la suerte, e infelices cuando estén en desacuerdo con ella.
Maquiavelo al final de este tratado exhortar a los líderes italianos a continuar la lucha por
regresar al poder, librando la patria de los bárbaros y extranjeros, retornando éste a manos
legítimas italianas.

Capítulos Resaltantes
 Las repúblicas y los principados: Los primeros capítulos de la obra están
dedicados a explicar las distintas clases de principados que hay y las maneras en que
estos pueden adquirirse. Comenta que los Estados pueden ser repúblicas o
principados, y que pueden ser hereditarios, cuando se trasmiten a través del linaje, o
nuevos, cuando se obtienen por herencia o conquista, mediante las armas propias o
las ajenas, por fortuna o por virtud.
 El poder absoluto o compartido: Maquiavelo considera que existen dos formas
esenciales de gobernar un principado según las circunstancias políticas: detentando
el poder absoluto o administrándolo conjuntamente con un grupo de barones de
nobleza propia (no adquirida por gracia del príncipe). Aconseja optar, de ser
posible, por la primera de las opciones: detentar el poder absoluto, pues con la
segunda, el príncipe ostentará una menor autoridad y deberá sofocar frecuentemente
rebeliones internas.
 Sobre los Estados que se regían por leyes propias: Analiza Maquiavelo la forma
en que se debe proceder en un Estado que, antes de su conquista, se gobernaba por
leyes propias, y, enumera las tres opciones que tiene el gobernante: 1) destruirlo, 2)
radicarse en él, o 3) mantener las leyes y costumbres anteriores, pero obligándolo a
pagar tributos y ser gobernado por un grupo leal al príncipe. Advierte que, sin
embargo, este tipo de Estados o ciudades tienen un gran orgullo por su libertad,
razón por la cual siempre estarán dispuestos a levantarse para reconquistarla. Así,
pues, la única opción segura que tiene el príncipe para mantener el poder es
arrasarlo y dispersar a la población.
 Sobre la adquisición de principados con armas propias o ajenas: Según Maquiavelo
existen dos formas de adquirir los principados: con las armas propias y con virtud, o
con las armas y la fortuna de otros. En el primer caso, señala que, si bien estos
principados son más difíciles de adquirir, son, a la larga, más fáciles de mantener,
siempre y cuando se disponga de las suficientes fuerzas. En el segundo, explica que
los principados adquiridos con las armas y la fortuna de otros aunque resultan muy
fáciles de obtener, son, al contrario, difíciles de mantener, pues se depende de un
conjunto de factores que lo condicionan.
 La generosidad y la avaricia: Hace también referencia a la generosidad y la
avaricia, y realiza consideraciones sobre cuál es más conveniente. La primera, por
un lado, suele ser tenida por buena, pero a la larga resulta perjudicial, pues para
mantener esta reputación, el príncipe habrá de gastar todo su patrimonio. En
cambio, si opta por la avaricia, entonces también podrá ahorrarle impuestos al
pueblo, lo cual lo ayudará, en momentos decisivos, a financiar empresas y ganar
guerras, de modo que acabará por ser amado por la mayoría.
 La crueldad y la compasión: Un aspecto central en la administración de la justicia
del príncipe es el asunto de la crueldad y la compasión. La compasión, que es una
virtud apreciada, puede llevar con el tiempo a verse obligado a la crueldad. A la
crueldad, por su parte, la considera más efectiva que la compasión siempre y cuando
sea bien administrada. Mucha crueldad aplicada al principio ahorra crueldades
futuras, mientras que si se prefiere ser compasivo en un inicio, es posible que se
tengan que cometer más y más crueldades para conservar el Estado.
 Sobre ser amado o temido: En este sentido, aconseja Maquiavelo ser amado y
temido simultáneamente, pero afirma que, puestos a elegir, lo mejor es ser temido
que amado, pues el pueblo siempre puede olvidar el amor, pero nunca el temor, y
gracias a esto disminuyen las posibilidades de ser destronado.
 Alegoría sobre el león y el zorro: Maquiavelo, con relación a la forma de
conducirse en los asuntos del Estado, aconseja poseer la fuerza y la cautela al
mismo tiempo. Lo ilustra empleando la alegoría del león y el zorro. El león no sabe
evitar las trampas, mientras que el zorro no sabe cómo defenderse de los lobos, por
ello, el príncipe debe ser capaz de evitar las trampas, como el zorro, pero también de
aterrorizar a los lobos, como el león.
 Sobre las virtudes y el poder: El auto habla sobre la importancia de las virtudes en
el ejercicio del poder, advierte que poseerlas es bueno, pero que es más importante
aparentarlas. De hecho, afirma que no toda virtud es buena para el poder y que, en
todo caso, la mayoría de la gente solo juzga por las apariencias y los resultados, de
allí que se atribuya a Maquiavelo la frase “el fin justifica los medios”, aunque no la
exprese con estas mismas palabras.
 Sobre ser odiado y menospreciado: Advierte que los únicos defectos que deben
evitarse son el ser menospreciado y odiado, pues son estos los defectos que pueden
llevar a que el pueblo, los nobles o los soldados puedan ir contra su propio príncipe.
 Sobre las fortalezas: Maquiavelo también discurre sobre la utilidad de armar o
desarmar a los súbditos, y sobre la eficacia de las fortalezas, que solo son útiles
cuando se teme más al propio pueblo que a los invasores.
 Sobre la forma de conducirse para ser amado por el pueblo: Maquiavelo explica
que el príncipe debe conducirse de cierta manera para ser estimado y admirado por
su pueblo, los nobles y el ejército. Para ello, aconseja el acometimiento de grandes
empresas, el manejo adecuado de la política interna y realizar premiaciones o
castigos que sirvan de ejemplo para sus súbditos.
 Sobre la fortuna: Cabe mencionar también que Maquiavelo explica el poder de la
fortuna. Sin embargo, afirma que no todo debe dejarse en manos de esta, sino que se
ha de estar preparado para las adversidades de tal modo que se les pueda hacer
frente.
 Las causas de la pérdida de Italia y la importancia de recuperar: Maquiavelo
hace un balance sobre las causas por la cuales los príncipes de Italia han perdido sus
Estados, y enumera, entre ellas, carencia de ejércitos, mala relación con el pueblo,
así como falta de previsión y de decisión al actuar. Por todo lo anterior, cierra la
obra exhortando al príncipe, en este caso, Lorenzo de Medici, a quien va dirigida la
obra, a liderar Italia y liberarla de los bárbaros, es decir, de los extranjeros.

Frases Celebres
No podemos, en lo personal, terminar este breve análisis de uno de los más importantes
tratados políticos de la humanidad, sin antes hacer mención de algunas de las frases más
celebres que se destacan como contenido en dicho texto. Maquiavelo cita con sencillas
palabras como debería ser un principado ideal.
«Tienes por enemigos a todos los que has ofendido al ocupar el
principado, y no puedes conservar como amigos a los que te han
ayudado a conquistarlo»
«A los hombres hay que conquistarlos o eliminarlos, porque si se
vengan de las ofensas leves, de las graves no pueden; así que la
ofensa que se haga al hombre debe ser tal, que le resulte
imposible vengarse»
«El que menos ha confiado en el azar es siempre el que más
tiempo se ha conservado en su conquista»
«Un príncipe jamás debe dejar de ocuparse del arte militar, y
durante los tiempos de paz debe ejercitarse más que en los de
guerra»
«Todos los príncipes deben desear ser tenidos por clementes y
no por crueles»
«Los hombres, en general, juzgan más con los ojos que con las
manos porque todos pueden ver, pero pocos tocar»
«La mayoría de los hombres, mientras no se ven privados de sus
bienes y de su honor, viven contentos»
«Aquél que no es tu amigo te exigirá la neutralidad, y aquel que
es amigo tuyo te exigirá que demuestres tus sentimientos con
las armas»
«Un príncipe debe pedir consejo siempre, pero cuando él lo
considere conveniente y no cuando lo consideren conveniente
los demás»
Nunca intentes ganar por la fuerza lo que puede ser ganado por
la mentira
«Es mejor actuar y arrepentirse que no actuar y arrepentirse»

Conclusión
El Príncipe nos deja entonces unas complejas y atrevidas interpretaciones con respecto al
poder y los gobernantes. El realismo que implanto Nicolás Maquiavelo fue por exagerar
implacable, demostrando un sentido de orden, fines políticos e ideológicos que pueden ser
convenientes para la comunidad señalando métodos sagaces, inteligentes, astutos, lógicos y
eficaces para lograrlos a partir de situaciones reales que predominaban en aquel tiempo.
Podemos como lectores recurrentes a la materia, enmarcarlo como un clásico de la historia,
Maquiavelo se dio a conocer por escribir diversos textos que en relación a la política, es un
tema que desde tiempos antiguos fue complicado pero supo manejarlo de una forma
profesional.
Si bien es cierto en un libro excepcional, El príncipe debería ser un libro obligatorio para
los políticos, y de desde mi punto de vista, debería ser un libro fundamental de
conocimiento y cultura general. Es un clásico, y expreso, no por el hecho de que lo escribió
Maquiavelo es un clásico, sino porque la historia no miente, un buen gobierno es aquel que
sabe manejar con inteligencia y paciencia, y nada mejor que seguir los pasos que se
muestran en este tratado.

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