Eduardo Mitre
Eduardo Mitre
Eduardo Mitre
Biografía. -
Poeta boliviano nacido en Oruro en 1943.
Estudió Derecho en la Universidad Mayor
de San Simón y luego viajó a Francia donde
realizó estudios de literatura
francesa. Radicado posteriormente en los
Estados Unidos, se doctoró en la
Universidad de Pittsburgh con una tesis
sobre la poesía de Vicente Huidobro.
Ha sido profesor en Columbia University
de Nueva York, en la Universidad Católica
Boliviana de Cochabamba
y en Saint John"s University de Nueva
York. Es, además, Miembro de Número de
la Academia Boliviana de la Lengua.
Su obra poética comprende las siguientes
publicaciones: "Morada" en 1975,
"Ferviente humo" en 1976, "Mirabilia"
en 1979, "Desde tu cuerpo" en 1984, "El
peregrino y la ausencia" en 1988, "La luz
del regreso" en 1990, "Líneas de otoño"
en 1993 y "Camino de cualquier parte" en
1998.
Como antólogo publicó "El árbol y la
piedra" referente a la poesía boliviana
contemporánea.
Parte de su obra ha sido traducida al inglés,
francés, italiano y portugués
Al pie de la letra
Enero
a Guillermo Sucre Querétaro es ahora el tiempo
donde encarnan
La mujer que de pronto también nuestros cuerpos.
aparece en la esquina
como la pasante de Baudelaire. Atrás los días sin imagen,
Sus ojos de noche del Líbano, las puertas, los espejos,
brillosos como la piel las máscaras falaces
de los dátiles, que la ausencia ha disuelto.
enigmáticos como las líneas
que traza el destino Bajo el hondo sol de enero
en las hojas de coca. han vuelto Aries y Sagitario
Su cuerpo esbelto, a sernos favorables.
su talle fino,
su andar de palmera con brisa, Y es otra vez la dicha viajar junto a la
su cabellera que al aire luz
latiga y aroma, que salta entre las piedras y los árboles
sus largas piernas e ir con ella
presentidas bajo la falda roja, al encuentro del mar:
sus senos como dos olas azul abierto de par en par
rompientes a la medida del deseo.
a punto de perderse en el mar.
De "Líneas de Otoño"
Y el mantel que prolonga a la nieve
sobre la mesa del bar
bajo la mirada que lee
lo que al azar la realidad inventa.
De "Líneas de Otoño"
Casi la dicha
De "Líneas de Otoño"
Deshora
Desde un puerto
polvo serán, mas polvo enamorado Ese barco era un árbol
y ahora
Francisco de el mar piadoso
Quevedo en cada ola le borra
el recuerdo de un pájaro.
La cercanía infranqueable entre sus Así, en cada amante,
cuerpos. al indefenso ausente
Un puente de miradas donde se cruzan -sin rumor ni sangre-
y se separan. rasgo a rasgo
En sus labios: el tiempo borra.
un vaivén de palabras El tiempo, y el mismo amor
o de silencios que -ávido de ser-
-no la lenta fragua del beso. hunde su memoria en otra piel
No el hondo goce ya un cuerpo en otro inmola.
ni la dicha tersa
de las desnudeces enlazadas: Olvidar es morir
sólo el roce eléctrico y renacer otra persona.
de los muslos que se adivinan.
De "Líneas de Otoño"
Sólo el asombro de conocerse
en la esquina
de los tardíos encuentros.
De "Líneas de Otoño"
Epílogo
De "Líneas de Otoño"
Escritura
La ausente
Dejar caer una por una
todas las máscaras Emigran los pájaros
hasta la soledad desnuda pero se quedan
frente al tiempo sin cara. el árbol y el tiempo.
De "Líneas de Otoño"