Unidad II Apuntes Bolilla II de Derecho Penal I Argentino
Unidad II Apuntes Bolilla II de Derecho Penal I Argentino
Unidad II Apuntes Bolilla II de Derecho Penal I Argentino
En primer término, debemos entender por "fuente" el "sujeto" que dicta o del cual emanan las
normas jurídicas
En segundo lugar, el modo o medio por el que se manifiesta la voluntad jurídica, es decir, la
forma como el derecho objetivo se cristaliza en la vida social.
Este doble significado da lugar a la distinción entre fuentes de producción y fuentes de cognición
o de conocimiento.
Fuentes de Producción
Siendo monopolio del Estado la facultad de acuñar delitos y fijar sus penas, él se constituye en la
única fuente de producción del Derecho Penal.
En la Argentina es el Estado, de modo excluyente, quien está facultado para producir el Derecho
Penal. Esta afirmación no ha de ser entendida, sin embargo, como referida al Congreso; no es
privativo del Congreso el derecho de castigar, sino el de dictar el Código Penal. Por disposición
expresa del artículo 75, inciso 12, de la Constitución Nacional, el Congreso es el órgano
encargado de dictar el Código Penal para toda la República
c) Ser ineludible, puesto que las leyes sólo se derogan con otras leyes.
d) Ser igualitaria, ya que la Constitución Nacional proclama la igualdad de todos los habitantes
ante la ley.
e) Ser constitucional, desde que la ley inconstitucional se excluye para el caso concreto.
A los caracteres señalados, agregaremos una peculiaridad de las leyes penales: la autonomía de
cada precepto, dentro del mismo sistema jurídico-penal; es decir, no hay comunicabilidad entre
los mismos. Toda acción que no se identifica con un tipo penal es para el Derecho Penal
indiferente.
Principio de legalidad “nullum crimen nulla poena, sine praevia lege” significado y alcance
Art. 18 C.N: “Ningún habitante de la nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley
anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacados por los jueces
designados por la ley antes del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí
mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad competente… ”
Supone que solo la ley “previa” aprobada por el Poder Legislativo, puede definir las conductas
que se consideran delictivas y establecer sus penas, medidas de seguridad y causas de
agravación.
autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la nación será obligado a hacer lo que no
manda le ley, ni privado de lo que ella no prohíbe”
La individualización no exige, tratándose de penas medibles por razón del tiempo, que su
finalización esté predeterminada, sino que basta que la ley señale si la pena es temporal o
perpetua.
En cambio, las penas medibles en razón de su cantidad deben estar siempre determinadas en su
monto.
En virtud de la prohibición de la aplicación de la ley penal por analogía, al Poder Judicial le está
vedado castigar un hecho por su analogía con otro que la ley castiga (analogía legal) o por
analogía de la necesidad de protección en el caso concreto (analogía jurídica)
La analogía legal conduce a la aplicación de la pena conminada por la ley para un determinado
tipo delictivo, a otro hecho que no se adecúa al previsto en dicho tipo, pero respecto del cual,
por la semejanza de las respectivas situaciones, existe la misma razón para castigarlo.
La analogía jurídica no parte de la semejanza del hecho tipificado por la ley penal con el no
tipificado, sino que, en razón de la exigencia de protección de un interés por una razón política, a
un hecho no tipificado penalmente se le aplica la pena correspondiente al tipo delictivo de
significación más semejante. Aquí funciona el principio de que la similitud de la necesidad de
protección, es una razón para castigar con arreglo a la ley que reprime el hecho de significado
más parecido, otro hecho no previsto legalmente como delito.
Artículo 205. Será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas
adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una
epidemia.
Artículo 206. Será reprimido con prisión de uno a seis meses el que violare las reglas
establecidas por las leyes de policía sanitaria animal.
En la ley penal en blanco, el precepto existe pero está incompleto, y para completar su
contenido, la ley penal en blanco se remite a otra ley (penal o no) o a un decreto o a un
reglamento
La ley penal en blanco solo cobra valor y puede ser aplicada, cuando se ha dictado la ley, decreto
o reglamento a los cuales remite (es una norma condicionada en su obligatoriedad y aplicación a
la existencia de otras disposiciones a la cual remite).
Si la ley penal en blanco remite a disposiciones emanadas del Poder Legislativo, dichas
disposiciones son consideradas fuentes mediatas del Derecho Penal.
La Costumbre
La costumbre no es fuente de Derecho Penal.
La costumbre puede ser de 3 tipos:
- Contra legem: Es la que se forma en contra de lo que dice la Ley
- Praeter legem (o supletoria): Es la que se forma cuando la ley nada dice
- Secundum legem (o integrativa): Es la que rige o integra una rama del Derecho, cuando la Ley
se refiere a ella y dice que tiene valor
Sin embargo, la costumbre integrativa, puede erigirse en fuente mediata, cuando la ley penal es
de las llamadas en blanco, y se remite a otras, civiles o comerciales, regidas por la costumbre.
Jurisprudencia
Es la doctrina establecida, por vía de interpretación, por los tribunales superiores de justicia a
través de sentencias reiteradas y coincidentes. La jurisprudencia no es fuente de Derecho Penal
en el sistema codificado.
Puede asumir influencia en la interpretación y en la reforma y sanción de las leyes penales, pero
no es fuente de Derecho.
La situación creada por este tipo de disposiciones autónomas y por las que dictan las provincias,
en forma fragmentaria, si no existiera principio alguno ordenador de las normas mismas,
resultaría confuso, porque cada disposición penal tendría que ser acompañada por un conjunto
de principios generales relativos a su forma de aplicación, a los principios de culpabilidad y de
justificación, a los que rigen la tentativa y la participación, al nacimiento y a la extinción de la
Conectado con este principio está el “carácter fragmentario del derecho penal” según el cual el
derecho penal no ha de proteger todos los bienes jurídicos, ni penar todas las conductas lesivas
de los mismos, sino sólo los ataques más graves a los bienes jurídicos más importantes.
Principio de proporcionalidad:
Indica que la gravedad de la pena ha de ser proporcional a la gravedad del hecho antijurídico, a
la gravedad del injusto. Acá cuenta fundamentalmente la gravedad intrínseca del hecho, por el
grado de disvalor del resultado y de la acción, pero también puede influir la gravedad extrínseca
del hecho, esto es, el peligro social. Este principio deriva de los principios de necesidad y de
eficacia pero además responde directamente al principio de igualdad.
Principio de culpabilidad:
Contiene una doble limitación:
a) Que no hay pena sin culpabilidad.
b) Que la pena ha de ser proporcional al grado de culpabilidad, normal o disminuida.
Funcionalmente este principio está conectado estrechamente a los de necesidad, eficacia y
proporcionalidad. En caso de disminución de la culpabilidad, disminuye correlativamente la
necesidad y también la eficacia de la prevención general.
Significa que el derecho penal sólo tutela aquellos derechos, libertades y deberes
imprescindibles para la conservación del ordenamiento jurídico, frente a los ataques más
intolerables que se realizan contra él mismo. Representa no sólo un límite al Ius puniendi, sino
que además, sitúa al Derecho Penal como la última instancia a la que pueden acceder los
ciudadanos para dirimir sus conflictos para alcanzar una sociedad democrática.
Principio preventivo:
Siendo la pena básicamente una privación de bienes que se impone como retribución por el
hecho cometido, no es incompatible con las finalidades de prevención general y especial, pero
con ciertos límites. Por lo tanto, para realizar la función preventiva que le es peculiar, el Derecho
Penal debe incorporar al sistema medidas específicamente preventivas, carentes de base
retributivas y con vocación de futuro. Por lo tanto, este principio significa que el Estado de
Derecho no sólo debe castigar, sino también, prevenir el delito mediante un sistema preventivo
que tienda a evitar la comisión de futuros delitos.
Bibliografía:
Fontan Balestra, Carlos
Núñez, Ricardo
Lazcano, Carlos
Creus, Carlos
Una vez sancionada la ley penal, es necesario interpretarla, lo cual es tanto como "comprender"
lo que ella dice en abstracto, para ser aplicada al caso concreto. Es indudable que cuando la
ley se interpreta, la operación se integra con un subjetivismo inevitable.
Clases y reglas
Se acostumbra distinguir la interpretación desde tres puntos de vista:
a) Según quién la realiza, el intérprete
1) Interpretación auténtica o legislativa
2) Interpretación Judicial
3) Interpretación doctrinal
b) Por el medio o método empleado
1) Interpretación gramatical o exegético
2) Interpretación teleológica
3) Interpretación sistemática
4) Interpretación progresiva o histórico
c) Por los resultados obtenidos.
1) Interpretación declaratoria
2) Interpretación restrictiva
3) Interpretación extensiva
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2) Interpretación judicial. Es la que realizan los tribunales al aplicar la ley. Sólo obliga en el caso
juzgado.
3) La interpretación doctrinal. Es la efectuada por el especialista con el propósito de llegar al
verdadero sentido de la ley. No obliga en ningún caso.
b) Según el medio de que el intérprete se vale, o el criterio que lo inspira, se distingue en:
1) Gramatical. Se analiza cada palabra utilizada en la norma a fin de determinar su significado
real. Hay que tener en cuenta que el autor de la norma, a veces utiliza un lenguaje común y
otras un lenguaje técnico, que para su interpretación se necesita un diccionario jurídico.
2) Teleológica: Es aquella que se propone conocer la voluntad de la ley con arreglo al fin
perseguido. Resulta importante a esta forma de interpretación conocer el bien jurídico
tutelado, para una justa valoración de los elementos de la figura delictiva.
3) Sistemática: El método sistemático, considerando al derecho vigente como una totalidad que
se basta a sí mismo, busca el significado de las leyes tomando en consideración la jerarquía y
vinculación recíproca de ellas, de sus instituciones y preceptos.
4) Progresivo: Esta interpretación recurre:
a) A su nexo histórico, vale decir, a los hechos y valoraciones que la motivaron;
b) A los fines que se pretendió alcanzar con ella;
c) al proceso evolutivo de las fórmulas que emplea.
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4º El valor de una norma no debe apreciarse solamente por sí misma, sino recordando que
recibe limitaciones y es coloreada por todas las demás.
5º No es misión de la labor interpretativa beneficiar al delincuente, ni perjudicarlo, sino
desentrañar el verdadero sentido de la ley.
Bibliografía:
- Fontan Balestra, Carlos
- Núñez, Ricardo
- Lazcano, Carlos
- Creus, Carlos
Principio general
El principio general es que la ley, cualquiera que sea su naturaleza, rige para el futuro (C. C, 3º).
Respecto de la ley penal, este principio, siempre que sea en beneficio del imputado o
condenado, es una garantía constitucional.
A los efectos de la validez temporal de la ley penal, el momento de la comisión del delito es el de
la conducta del partícipe en él, cualquiera que sea su categoría, pues, entonces y no en el
momento del resultado, estaba sometido a la obligatoriedad de la ley.
Si la ley penal vigente en el momento del hecho es sustituida por otra, se produce una "sucesión
de leyes penales". Esta supone que entre el momento inicial de la comisión del delito y el
momento final de la sentencia o de la subsistencia de la pena, han regido, sucesivamente, en
relación a ese delito, dos o más leyes penales. La sucesión de leyes no es equiparable a la
coexistencia de leyes o disposiciones penales, que supone su vigencia simultánea.
El criterio de la ley más severa funciona para que la nueva ley más gravosa para el imputado no
tenga efecto retroactivo. Esto es una consecuencia de la garantía de legalidad (C.N. 18), según la
cual, con arreglo al lenguaje constitucional, la ley penal no puede tener el sentido de una ley ex
post Jacto o sea de una ley posterior al hecho que empeore la condición del acusado. Se trata,
por consiguiente, de una garantía constitucional que no puede ser alterada por el legislador
(C.N. 28).
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- La que exija más elementos para que una conducta sea delito
- La que admita más atenuantes o causas de justificación
- La que admita menos agravantes que la otra
- La que establezca un tiempo menor para la prescripción de la acción de la pena
De acuerdo con el art. 2º del C.P, si la ley vigente al tiempo de cometerse el delito es distinta de
la que existe al pronunciarse el fallo o en el tiempo intermedio, se aplica siempre la más
benigna; y si durante la condena se dicta una ley más benigna, la pena se limitará a la
establecida por esa ley.
La ley más benigna es la que, en la situación concreta, redunda en mayor beneficio para el
individuo.
Respecto del condenado por sentencia firme, el beneficio puede derivar de todo aquello que en
la nueva ley influya beneficiosamente respecto de la pena que le ha sido impuesta y cuyo
cumplimiento no se encuentra extinguido. El beneficio no rige para las medidas de seguridad,
salvo que su cumplimiento involucre una verdadera pena (por ej., art. 52 C.P).
Los efectos de la ley más benigna, así sean los de la ultra actividad de la ley derogada o los de la
retroactividad de la ley nueva, se operan de pleno derecho (C.P. 2º, § 3). La ley más benigna
debe, por consiguiente, aplicarse de oficio por el juez.
Ley intermedia
Puede ocurrir que en el tiempo que media entre la comisión del delito y la de dictarse el fallo
definitivo, se hayan sucedido tres o más leyes. En tal caso, además de la ley vigente a la fecha de
cometerse el hecho y la que rige en el momento de la sentencia, existen una o más leyes
intermedias.
El Código argentino ha resuelto expresamente la cuestión en el mismo artículo 2º, al decir: "Si
la ley vigente al tiempo de cometerse el delito fuere distinta de la que exista al pronunciarse el
fallo o en el tiempo intermedio, se aplicará siempre la más benigna".
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2) Por las aguas interiores de la República Argentina y por el mar territorial argentino que se
extiende hasta una distancia de 200 millas marinas.
3) Por el subsuelo del territorio y por la plataforma continental, que comprende, el lecho y el
subsuelo de las áreas submarinas, que se extienden a todo lo largo de la prolongación natural
del territorio hasta el borde exterior del margen continental o hasta una distancia de 200
metros.
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Art.1 inc.1º porque los efectos del delito se producen en nuestro territorio.
La expresión efectos del delito es ambigua por ello es necesario distinguir tres hipótesis de
delito y dejar establecido a cual se refiere el art. 1 inc. 1º:
- Delitos cometidos en el extranjero, contra el Estado nacional: Los efectos dañan la seguridad
de nuestra nación, el orden constitucional, el patrimonio nacional por ejemplo: falsificación de
moneda Argentina
- Delitos consumados en el extranjero pero que afectan bienes intereses de ciudadanos
Argentinos: El delito es cometido y consumado fuera de nuestro territorio pero los intereses
afectados son privados, en esta hipótesis no se aplica el principio de defensa.
Art. 1 inc. 2º. Por delitos cometidos en el extranjero por agentes o empleados de autoridades
argentinas en desempeño de su cargo.
En este caso para aplicar la ley Argentina interesa las funciones que aplica el agente ya que debe
tener a su cargo el ejercicio de funciones en el interés del país, si en el cumplimiento de esas
funciones comete un delito estará afectando los intereses de nuestro país y conforme al
principio de defensa se le deberá aplicar la Ley Nacional.
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orden público estatales, se desprendía la norma de que las leyes penales extranjeras no eran
aplicables o ejecutables en territorio nacional. Sin embargo, una cada vez más intensa
cooperación internacional ha hecho que tratados y leyes internas hicieran cada vez menos
vigente aquel principio.
Extradición.
Definición: Es un Instituto de derecho internacional público, acto por el cual un Estado entrega
un individuo a otro Estado que lo reclama, a objeto de someterlo a un juicio penal o a la
ejecución de una pena
La convención interamericana sobre extradición expresa en su art. 1, los Estados partes se
obligan, en los términos de la presente convención, a entregar a otros Estados partes que lo
solicite a las personas requeridas judicialmente para procesarlas o para que cumplan una
condena.
Regla de la especialidad: El Estado requirente, una vez que tiene la persona debe limitarse a
juzgarla por el delito que motivó la extradición
Regla non bis in ídem: Como nadie puede ser procesado dos veces por el mismo hecho una
extradición denegada no puede ser pedida nuevamente.
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Aplicación de la ley penal con respecto a ciertas personas y a ciertos actos. Principio general,
limitaciones
El principio general que regula la eficacia del Derecho Penal con respecto a las personas, es que
las leyes son obligatorias para todos los que habitan el territorio de la República, sean
ciudadanos o extranjeros, domiciliados o transeúntes (art. 1º, Cód. Civ.). Resulta, por tanto, que
cualesquiera que sean las condiciones o calidades personales del autor, ni su nacionalidad,
queda sometido al imperio de la ley argentina.
Las razones que sirven de fundamento para que la ley penal ofrezca esos aspectos en su
aplicación, nacen de peculiares exigencias del derecho público del Estado. Deben diferenciarse
claramente los casos de exención de pena por no aplicabilidad de la ley:
a) Limitación personal: Nuestra ley penal no admite excepciones respecto de las personas a
cualquier habitante que cometa un delito se le aplicará la ley penal, sin embargo tratándose de
ciertos funcionarios, la ley limita su aplicabilidad en razón de su función, se las llama:
Limitaciones funcionales
Bibliografía:
- Fontan Balestra, Carlos
- Núñez, Ricardo
- Lazcano, Carlos
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- Creus, Carlos