Puig Jaguaribe
Puig Jaguaribe
Puig Jaguaribe
RESEARCH ARTICLE
Hélio Jaguaribe y Juan Carlos Puig son dos autores claves para comprender los planteos autonomistas
en las políticas exteriores de Brasil y Argentina así como también, los nexos que articulan autonomía e
integración. Sus trabajos constituyen la piedra basal de lo que suele denominarse ‘teoría de las relaciones
internacionales desde el sur y para el sur’. El objetivo principal de este trabajo es mostrar las concepciones
de autonomía e integración en la propuesta teórica de cada uno de los autores y la forma en la que ellos
vinculaban ambos procesos. Consideramos que los vínculos entre autonomía e integración que proponen
son de tipo instrumental. Es decir que la integración era pensada al servicio de la autonomía como una
dimensión agregada y una de sus principales funciones consistiría en operar como ‘reaseguro’ o ‘garantía’
de los cursos de acción autonomizantes frente a una posible intervención de la potencia hegemónica
en el hemisferio en aquella época. De esa manera, el inicio de procesos de integración entre los países
latinoamericanos incrementaría los costos de realizar una intervención para interrumpir políticas de corte
autonomista.
Palabras Claves: Autonomía; Integración; Teorías del sur; Hélio Jaguaribe; Juan Carlos Puig; Política Exterior
Hélio Jaguaribe and Juan Carlos Puig are two key authors to understand the autonomist proposals in the
foreign policies of Brazil and Argentina as well as the links that articulate autonomy and integration. His
works constitute the cornerstone of what is usually called ‘theory of international relations from the
south and for the south’. The main objective of this work is to show the ideas of autonomy and integra-
tion in the theoretical proposal of each authors and the pathway in which they linked both processes.
We consider that the links between autonomy and integration are instrumental. That is, integration was
thought to serve autonomy as an aggregate dimension and one of its main functions would be to operate
as ‘reinsurance’ or ‘guarantee’ of autotomizing courses of action in the face of a possible intervention
by the hegemonic power in the hemisphere at that moment of time. Thus, the beginning of integration
processes among Latin American countries would increase the costs of carrying out an intervention to
interrupt autonomist policies.
Keywords: Autonomy; Integration; Southern Theories; Hélio Jaguaribe; Juan Carlos Puig; Foreign Policy
supone la posibilidad de que las investigaciones realicen los desafíos y los caminos por los que pueden optar los
hallazgos que no eran esperados y que, pese a ello, los gobiernos regionales en función de dos condiciones
tomen en consideración. estructurales fundamentales: viabilidad nacional y per-
En suma, el eje de la cuestión radica en el camino que misibilidad internacional.
se elija para alcanzar los objetivos de los Estados: la vía
tradicional guiada por las teorías clásicas o, una vía alter- 3.2. Viabilidad nacional y permisibilidad internacional
nativa que como en el caso de Jaguaribe y Puig busca En lo que respecta a la viabilidad nacional de un país,
construir una episteme propia que guíe la praxis de los ésta “depende, para un determinado momento histórico,
gobernantes latinoamericanos (Lorenzini & Pereyra Doval de la medida en que disponga de un mínimo crítico de
2013; Simonoff 2011). recursos humanos y naturales, incluida la capacidad de
intercambio internacional” (Jaguaribe 1979: 96). El con-
3. Hélio Jaguaribe: Desarrollo Autónomo e cepto refiere al conjunto de condiciones internas que
Integración como Alternativa para Latinoamérica deben disponer los países dependientes y que el autor
3.1. Cosmovisión del sistema internacional califica como indispensables para que la elite nacional y
Para comprender la propuesta autonomista-integracionista autonomista pueda iniciar un proceso gradual de desar-
de Jaguaribe,1 es preciso presentar el modo a través del rollo superador de la dependencia en el mediano plazo.
cual el autor visualiza el sistema internacional. Él considera En lo que respecta a la noción de ‘masa crítica’, Jaguaribe
que el sistema internacional es estratificado y que se carac- señala: territorio, población, recursos naturales, recursos
teriza por la existencia de cuatro niveles decrecientes en la estratégicos y la capacidad de intercambio internac-
capacidad de autodeterminación de los Estados (Jaguaribe ional. Alude así, a un conjunto de requisitos precisos
1979). El nivel de mayor grado de autodeterminación es para satisfacer las necesidades básicas y de producción
la primacía general, ocupado por Estados Unidos (EE. UU.) de bienes, asignándole un rol muy activo al Estado –
y la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas responsable de impulsar políticas públicas para mejorar
(URSS). El segundo, es la primacía regional, ocupado por la inserción internacional-. Asimismo, señala que la via-
la URSS por el rol hegemónico sobre los territorios de bilidad nacional es un concepto relativo vinculado con
Europa Oriental, India, Indochina, Cuba y algunos países los estándares socioculturales y tecnológicos de cada
africanos. También se ubicó allí la República Popular época. De lo expuesto se infiere que sólo quienes dis-
China a partir de la década del setenta del siglo XX. El pongan de viabilidad nacional estarán en condiciones
tercero es la autonomía. Integraban este grupo Europa de iniciar estrategias de desarrollo autonomizantes. Esta
Occidental, Japón desde los años ochenta y China. El con- reflexión introduce cierto grado de selectividad que se
junto de Estados ubicados en esos tres niveles conforma el visualiza en la identificación de tres grandes grupos de
oligopolio de poderes2 que, con sus acciones, condicionan países.
las posibilidades de desarrollo y autonomización de aque El primero, integrado por Estados que lograron condi-
llos otros Estados que cuentan con ese potencial. A su vez, ciones suficientes para asegurar su viabilidad económica
la autonomía puede clasificarse en regional y sectorial. La autónoma o que alcanzaron un desarrollo autónomo –EE.
primera se distingue porque su ejercicio está limitado a UU., URSS, China, Japón, Comunidad Económica Europea,
una región geográfica, como en los casos de Irán y Brasil Gran Bretaña- y que operan en el escenario internacional
sobre sus respectivas regiones en los setenta. La segunda, como un oligopolio de poderes. El segundo, compuesto
se caracteriza porque su ejercicio se limita a la dimensión por un conjunto de países que aún no cuentan con posibi-
económica y se explica por la existencia de ventajas com- lidades de alcanzar las condiciones mínimas que aseguren
parativas sobresalientes como el caso de Arabia Saudita su viabilidad nacional pero que tienen el potencial para
con su abundante riqueza petrolera. El último nivel es hacerlo – los países grandes y medianos de Latinoamérica,
la dependencia, aquí los países “poseen nominalmente países árabes-. Finalmente, aquellos Estados que dis-
la condición de Estados soberanos, dotados de órganos ponen de una escasa posibilidad de alcanzar un desarrollo
propios de gobierno y acreditados como interlocutores autónomo viable, tal es el caso de los pequeños países de
independientes ante los otros Estados y organismo inter- América Central y Caribe, África y parte de Asia (Jaguaribe
nacionales” (Jaguaribe 1979: 94). Pese a ello, estos países 1969).
se encuentran sujetos a diversas modalidades de control En lo que respecta a la permisibilidad internacional, el
y dominación en sus decisiones, por parte de los actores autor considera que:
externos, con primacía general y regional, así como
Estados ubicados en el estrato de autonomía, quienes […]. Se refiere fundamentalmente a la medida en
conforman el oligopolio de poderes y condicionan, en que, dada la situación geopolítica de un país y sus
diversos grados, sus PE. relaciones internacionales, este país disponga de
La imagen del sistema internacional que construye condiciones para neutralizar el riesgo proveniente
Jaguaribe muestra un grupo de países desarrollados – de terceros países, dotados de suficiente capacidad
Centro o Norte- y un grupo de países dependientes – del para ejercer sobre él formas eficaces de coacción
Sur, Tercer Mundo o periferia- (Jaguaribe 1988). De todos –como el desarrollo de una apropiada capacidad
modos, Jaguaribe piensa que la estratificación interna económico-militar, o también externas, como el
cional es dinámica y, en virtud de ello, detenta una mirada establecimiento de convenientes alianzas defensi-
moderadamente optimista sobre las oportunidades, vas (Jaguaribe 1979: 97).
Simonoff y Lorenzini: Autonomía e Integración en las Teorías del Sur 99
La permisibilidad alude a las condiciones de posibilidad y social de las masas. Es decir que la relación elite-masa
de un Estado o de un conjunto de Estados para empren- se modificaría en la medida que la primera pierda parte
der una estrategia autonomizante tomando en cuenta el de sus privilegios y, la segunda incremente su margen de
estado de situación – flexibilidad/rigidez- o el grado de participación y de representación en el sistema político.
condicionamientos que el sistema internacional, especí- Así, afirma que el desarrollo económico sólo es posible
ficamente los Estados que conforman el oligopolio de en la medida que exista una relación de correspondencia
poderes, ofrece. En este sentido, podemos pensar que cultural y social con el sistema político. Esto nos permite
no tendría el mismo significado que el país que busque contar con los fundamentos políticos, en ese caso, de un
ensanchar sus márgenes de maniobra sea México, Brasil o concepto de desarrollo multidimensional.
Argentina puesto que la capacidad de intervención directa En consonancia con lo señalado, el autor agrega que
de EE. UU. como potencia hegemónica es mucho mayor “[l]a planeación del desarrollo nacional de un país es
en el caso de México que en el de los dos restantes. tanto más necesaria cuanto menos integrada es la política
y menos desarrollada es la sociedad” (Jaguaribe 1964:
3.3. El camino autonomista-integracionista como 331). Por tanto, las sociedades de los países periféricos
opción latinoamericana se enfrentan con obstáculos y resistencias al momento
En función de lo expuesto, los países latinoamericanos de que los actores políticos planeen sus estrategias de
tienen un menú de tres posibilidades dentro de un plazo desarrollo y autonomía. De acuerdo con el autor “[e]n
histórico de 30 años. Las alternativas disponibles guardan términos estructurales, el acceso a la autonomía depende
relación con la disponibilidad o no, de viabilidad nacional. de dos condiciones básicas: la viabilidad nacional y la per-
Tal como se señaló, el autor identifica un grupo de países misibilidad internacional” (Jaguaribe 1979: 96).
– pequeños Estados de América Central y Caribe- que care- Ahora bien, hay dos cuestiones centrales para tener
cen de la mencionada condición estructural. Para ellos, en cuenta para comprender el planteo autonomista de
entonces, sólo está disponible la opción de la ‘depend- Jaguaribe. La primera, es que todo Estado que decida
encia satelizante’.3 Las otras dos alternativas consisten emprender el camino autonomizante debe ser viable a
en la revolución y el desarrollo autónomo. Ambas repre- nivel nacional y contar con cierto grado de permisibilidad
sentan opciones autonomizantes aunque los tiempos internacional. La segunda, es que el autor concibe a la
históricos4 y los caminos para alcanzarla son diferentes. autonomía en un doble sentido: a-referida a la capacidad
En este trabajo, centramos la atención en el desarrollo de tomar decisiones propias basadas en los intereses de
autónomo puesto que Jaguaribe sostenía, ya a fines de cada país, con libertad de criterio y conforme a sus propias
los años sesenta del siglo XX que en América Latina no perspectivas y, b-la autonomía como sistema simbólico a
estaban dadas las condiciones necesarias y suficientes través del cual el MADIAL representa una alternativa que
que garantizaran el triunfo del modelo revolucionario. De evita la polarización Este-Oeste y no adscribe acríticamente
lo expuesto, se infiere que uno de los aportes claves en ni al modelo de desarrollo neoliberal ni al comunismo
términos teóricos y prácticos es el desarrollo autónomo sino más bien opta por un modelo de desarrollo hetero-
aunado a la integración regional. doxo (Jaguaribe 1969: 4).
El concepto de desarrollo propuesto comprende Ahora bien la autonomía entendida como la capacidad
múltiples dimensiones y es pensado como un proceso de tomar decisiones convenientes al interés nacional y
social global que abarca lo económico, lo político y lo orientada a superar los condicionamientos objetivos de
sociocultural. la realidad internacional –el poder y la influencia de los
En la dimensión económica toma en consideración el Estados y las empresas transnacionales que forman parte
crecimiento y la evolución de los diversos sectores como del oligopolio internacional de poderes-, alude a la sólida
el primario, el industrial, el exportador y el científico-tec- convicción de la elite para elegir libremente el modelo
nológico. Sin embargo, distingue con claridad crecimiento económico y político que considere más apropiado para
(alude al aumento cuantitativo de la riqueza pero supone conducir a la sociedad hacia un proceso de desarrollo
la continuidad de un mismo modelo productivo) y desar- autónomo integral. Para que esto sea posible, los gobier-
rollo (implica la posibilidad de modificar el modelo pro- nos deben ser conscientes de cuál es su verdadera situación
ductivo teniendo en cuenta el nivel tecnológico alcanzado medida en términos de viabilidad nacional individual y
y la forma de utilizar esa capacidad tecnológica) (Jaguaribe cuáles son los márgenes de maniobra de los que dispone
1964). en términos de la intensidad con la que operan los con-
En la dimensión política y social, toma en consideración dicionamientos externos. Jaguaribe piensa, que el mayor
el grado de integración sociocultural, el nivel moral y edu- riesgo consiste en una intervención militar directa de EE.
cacional de la población: la forma en la que se vinculan UU en el territorio del país que inicie un proceso de auton-
las distintas clases sociales, la participación y el nivel de omización progresiva. Dicha acción frustraría el proyecto
representatividad social en el sistema político, el acceso a autonomista en el país periférico. Por eso recomienda
los servicios públicos básicos. Al respecto afirma que “[e]n el camino de la integración como una suerte de rease
gran medida el desarrollo social económico implica y a guro de la autonomía. La integración – como dimensión
la vez conduce a una redistribución de la riqueza, la edu- agregada al proyecto de desarrollo autónomo- incremen-
cación y la influencia” (Jaguaribe, 1964: 334). Esto supone taría los costos de una intervención directa y contribui-
que la conducción política del proceso de desarrollo debe ría a multiplicar los recursos y los mercados; mejoraría la
estar dispuesta a aceptar una mayor participación política escala de producción; aseguraría el desarrollo y reforzaría
100 Simonoff y Lorenzini: Autonomía e Integración en las Teorías del Sur
la viabilidad individual a través de una viabilidad colectiva reducción de sus espacios de permisibilidad internacional
de carácter regional. vis a vis la consolidación de la condición de primacía por
Cabe preguntarnos, entonces, de qué manera concebía parte de EE. UU. (Jaguaribe 2009).
Jaguaribe la integración en sus obras ‘clásicas’ y cómo lo Así en ‘Argentina-Brasil: una alianza necesaria’, con-
hace en sus trabajos contemporáneos. struye el concepto de alianza estratégica. Allí afirma que
En sus primeros trabajos, el autor pensaba a la inte- una asociación de estas características demanda una
gración como reaseguro de los procesos de desarrollo fuerte voluntad política, fundada en un proyecto indus-
autónomo y como un instrumento que fortalecería la trial conjunto como estrategia de largo plazo y sobre una
viabilidad nacional, agregando la dimensión regional o evaluación realista de las capacidades productivas de cada
colectiva. Además, Jaguaribe pensaba que el proceso de una de las economías (Jaguaribe 2009).
integración debía permanecer abierto a la incorporación Entonces, es la alianza argentino-brasileña la base sobre
de los países latinoamericanos en la medida que éstos la cual se proyectan los otros dos círculos concéntricos:
contaran con viabilidad nacional y fueran avanzando en el Mercosur y la Unasur. Siguiendo a Jaguaribe, de dicha
la implementación de procesos de desarrollo autónomos. alianza dependen la consolidación y el éxito operacional
También debería ser gradual y la imagen más clara es pen- del Mercosur lo que, a su vez, “tiende a asegurar la consoli-
sar la evolución de la integración latinoamericana como dación y el éxito operacional de un sistema sudamericano
círculos concéntricos. Dada la heterogeneidad intrarre- de libre comercio y cooperación” (Jaguaribe, 2009: 14). Un
gional, sería inviable una integración que supusiese la sistema con estas características, en la medida que logre
adhesión inicial de todos los países que la componen mantener satisfactoriamente la unidad en su interior,
(Jaguaribe 1969). podría llegar a convertirse en un protagonista importante
En los últimos años, observamos algunos ajustes en la del sistema internacional del siglo XXI dado que la puesta
idea de integración del autor. Uno de los más destacados en común de las capacidades de sus miembros les per-
es que Jaguaribe pensó, hasta la década de los noventa, la mitiría ensanchar su viabilidad nacional, sus márgenes
integración en términos latinoamericanos, abarcando al de permisibilidad internacional, es decir, su autonomía
gran grupo de países desde México hasta Tierra del Fuego. (Jaguaribe 2009).
Años después del lanzamiento de la Iniciativa para las Por último, nos interesa subrayar otra cuestión clave
Américas (1991) y previo a la realización de la I Cumbre que plantea Jaguaribe y es que “(…) la autonomía no es una
del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) convo- conquista estable y permanente” (1979: 96), lo que nos
cada en 1994 por Clinton, Jaguaribe como representante permite inferir que los países que decidan transitar ese
del mundo académico y el gobierno de Brasil comen- camino deben hacerlo como un proyecto nacional plani-
zaron a trabajar para resituar el foco de la integración ficado, ampliamente compartido por las elites y las masas
regional, reemplazando Latinoamérica por Sudamérica. y, concebido como una política de Estado en un horizonte
En 1993, Brasil propuso la conformación del Área de Libre temporal de mediano y largo plazo.
Comercio Sudamericana (ALCSA) como estrategia para Esta reflexión clásica del autor guarda una estrecha
enfrentar las negociaciones del ALCA; como una política coherencia con sus trabajos contemporáneos, específica-
reactivo-defensiva frente a la incorporación de México al mente, con su propuesta de conformación de una alianza
North America Free Trade Agreement (NAFTA) y como una argentino-brasileña como proyecto de largo plazo y como
expresión de liderazgo regional5 en Sudamérica. El ALCSA base sobre la cual proyectar la integración sudamericana
no tuvo repercusiones positivas en aquel momento semi- para ganar presencia y visibilidad en el escenario interna
nal, pero, la idea se mantuvo latente y Cardoso la reflotó cional del Siglo XXI.
en la Cumbre de Brasilia en septiembre de 2000. Ese fue
el primer paso hacia lo que hoy conocemos como la Unión 4. Juan Carlos Puig: el Binomio Autonomía-
de Naciones Suramericanas (Unasur). Integración como Ejes Ordenadores de las
Jaguaribe, parece seguir pensando la integración como Políticas Exteriores Latinoamericanas
círculos concéntricos en la actualidad. Esto puede obser- 4.1. Sus aportes a la conformación del campo de la
varse en las recomendaciones respecto del Mercado política exterior argentina (PEA)
Común del Sur (Mercosur) y las sugerencias para que El punto de partida que tomamos para comprender el
dicho proceso pueda resolver satisfactoriamente las difer- planteo de este autor es que su obra constituye, junto a las
encias entre sus Estados-Parte. de Jaguaribe, una de las contribuciones más originales en
Ahora bien, el primer círculo concéntrico es la alianza el desarrollo de la Teoría de las Relaciones Internacionales
Argentina-Brasil ya que ninguno de los países está en con- en Latinoamérica.6 La peculiaridad de la obra de Puig se
diciones de resistirse ni de oponerse individualmente al entiende como el resultado de una lectura y reflexión
sistema imperial conducido por EE.UU. (Jaguaribe 2009). crítica del Realismo Clásico, de la Teoría del Desarrollo
Esto es así porque ni Argentina ni Brasil alcanzaron un cepalina y de las Teorías de la Dependencia. Las fuentes
desarrollo autónomo, aún durante la primera década de su pensamiento muestran elementos realistas y de
del Siglo XXI. El plazo histórico de 30 años, planteado otras fuentes, como Raymond Aron, Morton Kaplan, Klaus
en sus obras clásicas, ha caducado y ambos países sólo Knorr y Weiner Goldschmidt.
cuentan con un limitado horizonte temporal para inten- Los fundamentos del realismo en el planteo del autor se
tar alcanzar el desarrollo autónomo de manera colectiva. visualizan en la lógica del poder, expresada en la existencia
Ambos países, también, se enfrentan con una acelerada de asimetrías entre los actores del sistema internacional
Simonoff y Lorenzini: Autonomía e Integración en las Teorías del Sur 101
–y leídos críticamente–. Esto le permitió concebir la Para Puig, la acción autonomizante es un proceso donde:
autonomía como la búsqueda de márgenes de maniobra
en el marco de una relación dialéctica con la inserción en […] el logro de una mayor autonomía supone un
el régimen internacional, así como un instrumento válido juego estratégico previo de suma cero, en el cual
para romper con la subordinación a la influencia y al alguien gana lo que otro pierde […] la maniobra
poder del oligopolio de las potencias. estratégica que éste –el antiguo cliente- debe
La aparición del concepto de autonomía determinó la poner en movimiento sólo será exitosa en la
construcción de instrumentos de saber que permitió la medida en que el diagnóstico político referido al
aparición de una forma explicativa y, también, constituyó adversario –la potencia dominante- sea correcto
el campo disciplinar de la PEA. y, como consecuencia, movilice recursos de poder
Esta obra fue un salto cualitativo frente a sus predece- que sean suficientes para dominar la voluntad del
soras, la historia diplomática y la geopolítica, ya que la PE, oponente (Puig 1984: 44).
gracias a que el concepto de autonomía estuvo más próx-
imo a una reflexión teórica, desde la crítica a los estudios 4.3. El concepto de autonomía y las 4 categorías
cepalinos y las teorías de la dependencia, donde se insta- De la reflexión acerca del régimen internacional y de la
laron los pilares de una episteme para la PE (Simonoff autonomía, el autor elabora una serie de categorías para
2010). comprender los diversos tipos de PE: Dependencia Para-
Desde los años sesenta la disciplina fue determinando colonial, Dependencia Nacional, Autonomía Heterodoxa y
un espacio propio por la construcción de un objeto de Autonomía Secesionista.
estudio y por la elaboración de teorías y metodologías La Dependencia Para-Colonial, es el modelo en el cual:
para su análisis. A ello contribuyeron de manera determi-
nante muchos estudiosos, entre los que se contaron Puig el Estado posee formalmente un gobierno
y sus discípulos, que aportaron “una buena dosis de com- soberano y no es una colonia, pero en realidad
ponentes teóricos, un manejo riguroso de las conceptual- los grupos que detentan el poder efectivo en la
izaciones y metodologías” (Colacrai 1992: 33). sociedad nacional no constituyen otra cosa que un
Puig observó que eran necesarios análisis que apuntaran apéndice del aparato gubernativo y de la estructura
a comprender “estructuralmente mediante la selección de del poder real de otro Estado (Puig 1984: 74).
variables relevantes y significativas” para que permitieran
“por lo menos delinear las tendencias relevantes profun- La Dependencia Nacional, es la categoría en la cual “los
das y apreciar los errores y aciertos en función del logro de grupos que detentan el poder real racionalizan la depend-
una mayor autonomía para el país” (Puig 1984: 91). encia y, por tanto, se fijan fines propios que pueden
llegar a conformar un proyecto nacional compartido
4.2. Cosmovisión del régimen internacional globalmente en sus rasgos esenciales” La existencia de un
La percepción de Puig del sistema internacional está proyecto nacional marcó la diferencia con la dependen-
enmarcada en una cosmovisión que mixtura elementos cia para-colonial, ya que “se impusieron algunos límites
tomados del realismo –particularmente en la vertiente a la influencia, en principio determinante, de la potencia
de Raymond Aron- y de la teoría trialista del derecho imperial” (Puig 1984: 74–78).
inspirada en los planteos de Goldschmidt. Ello le permitió La diferencia entre estas categorías está en que “es útil
determinar qué tipos de actores existían y cómo interac- distinguir entre una situación caracterizada porque el
tuaban, para evaluar las posibilidades de acciones autono- aparato gubernativo formal y los grupos que ostentan el
mizantes. El funcionamiento del régimen internacional “y poder real –repartidores supremos en la orbital nacional-
como en cualquier grupo humano –macro o micro-‘posee se sienten parte del régimen metropolitano”, y otra en que
una división de funciones’ ‘y criterios supremos de reparto’ la dependencia se encuentra racionalizada (Puig 1994:
–impuestos, aceptados o surgidos espontáneamente- que 57).
rigen las conductas de quienes integran el grupo, en este La Autonomía Heterodoxa se realiza en la aceptación
caso, la comunidad internacional” (Puig 1986: 54). Así, la de la conducción estratégica del bloque y en la discrep-
existencia de diversas funciones como la tensión entre ancia respecto de tres aspectos: a) el modelo de desa
anarquía y jerarquía del sistema internacional, le permitió rrollo interno puede no coincidir con las expectativas de
a Puig encontrar elementos que sustentaran la existencia la metrópoli; b) el país periférico puede establecer rela-
de condiciones para la autonomía y, caracterizar los actores ciones internacionales cuando éstas no sean globalmente
en tres grupos. Los repartidores supremos, son los gobi- estratégicas; y, c) separa el interés nacional de la potencia
ernos de las superpotencias mundiales. En ellos recae la dominante del interés estratégico del bloque (Puig 1984:
toma de decisiones y la supervisión del cumplimiento de 68). Es decir, no hay confrontación, ni desafío en los temas
las normas. Los repartidores intermedios, son los gobier- cruciales para la/s Potencia/s, incluso señaló: que “[…] no
nos de los demás Estados que ejecutan las decisiones. Los todas las políticas impuestas por el dominante tienen que
representantes de los dos primeros grupos conforman el ser necesariamente perjudiciales para el subordinado […]”
oligopolio de poderes y son quienes establecen las reglas (Puig 1986: 40).
a través de las cuales ejercen condicionamientos sobre las La existencia de niveles de conflictividad entre un Estado
PE del resto de los actores. Los recipiendarios, son el resto central y otro periférico, no deben ser despejados sin un
del mundo y quienes obedecen las normas (Puig 1984). criterio ordenador, la acción de estos últimos debe estar
102 Simonoff y Lorenzini: Autonomía e Integración en las Teorías del Sur
guiada por una estrategia adecuada “en donde el punto naturalmente, el nacionalismo del Estado-Nación –valga
de vista de un Estado periférico y dependiente, es la de la redundancia- ocupa prácticamente toda la escena y el
conocer con razonable exactitud el punto crucial en que nacionalismo regional, es sólo embrionario” (Puig 1981:
los intereses cotidianos se convierten en vitales […]” (Puig 94–95). El desarrollo de un nacionalismo regional, en con-
1980: 153). vivencia con el del Estado-Nación, resulta central para la
La Autonomía Secesionista “significa el desafío global. El construcción de una propuesta integracionista que tras-
país periférico corta el cordón umbilical que lo unía a la cienda las elites que la impulsan.
metrópoli” (Puig 1984: 78–79). Esta etapa no es recomen Por otra parte, Puig (1978: 94–95) realiza algunas
dable, para el autor, ya que agota los recursos nacionales observaciones sobre el proceso de integración regional,
y puede derivar en una situación absolutamente contraria destacando que:
a la deseada.
En resumidas cuentas, la autonomía fue percibida como 1. ‘Aunque ciertas características análogas favorecen
el desarrollo del interés nacional, objetivado por un uso un proceso asociacionista, su concreción es volitiva,
racional. Sus análisis del sistema internacional se con- querida, en cierto sentido fabricada.’
centraron en la asimetría existente en la relación entre 2. ‘Son las elites las que impulsan el elemento fabricado
América Latina y EE. UU., sus efectos negativos y, también, o volitivo.’
en los márgenes de maniobra que permitirían la conse- 3. ‘Tal impulso proviene de una percepción –
cución de los objetivos nacionales por parte de las elites equivocada o no, en la realidad- de las ganancias y
que conducen al Estado-Nación, siendo éste, su variable recompensas que producirá la asociación.’
de análisis. 4. ‘El comienzo exitoso puede producir una aceleración
La aparición de estos enunciados generales sobre la del proceso mediante una difusión de la actividad in-
autonomía, la determinación de regularidades o leyes tegrativa, tanto en su ámbito funcional cuanto en su
específicas que giran en torno a ella, de modelos empíri- intensidad.’
cos y herramientas conceptuales –como las categorías 5. ‘Inversamente, una reducción de las ganancias
puigianas- hace que la PE reúna los requisitos kuhnianos esperadas trae como consecuencia un retraimiento
(Kuhn 1990) para la formación de una instancia paradig- del ímpetu integrador.’
mática.7 No obstante, esta instancia paradigmática hay 6. ‘Cuanto más intensa es la comunicación entre las
que leerla en términos bourdeanos, como la construcción elites nacionales, más posibilidades concretas de
de la estructura del campo científico, en la cual existe “un asociación existen’.
campo de luchas para conservar o transformar ese campo
de fuerzas” (Bourdieu 2010: 125). Así, la comunidad de valores y acción son producto de
una lectura política de las élites que las engloba, pero
4.4. El rol de la integración la decisión de integrarse resulta insuficiente. Su éxito
Ahora bien, cabe preguntarse cuál es el lugar que ocupa la depende de la percepción que las sociedades involucra-
integración en el pensamiento de Puig. Para nuestro autor das tengan de las ganancias o pérdidas que ésta otorgue
la integración “es instrumental, y su sentido dependerá del porque no son producto de una ideología integracionista.
objetivo que se fije. Tal vez porque los objetivos no fueron La lectura puigiana de la integración requiere el desa
propiamente autonómicos es que no han avanzado decidi rrollo de un nacionalismo regional en el plano de las elites
damente los procesos de integración en América Latina” y en la sociedad civil, de decisiones políticas acertadas de
(Puig 1980: 154–155). aquellas y dependen de sus evaluaciones del proceso para
Para Puig, la integración posee tres características la asociación.
principales: es un fenómeno social; “no solo implica a Se subraya que para Puig, el proceso de integración es
los Estados sino también a cualquier agrupación, micro una condición que debe ser reforzada por sus promotores.
–como sociedades y empresas- y macro –la comunidad Además, como no es un fenómeno unívoco, existe bajo
internacional-”, y tiene “como propósito lograr que los dos formas: comercialista y solidaria. La primera refuerza
grupos sociales en cuestión renuncien en determinadas el régimen internacional vigente y profundiza las asime
materias a la actuación individual para hacerlo en forma trías –inevitables- entre los socios al adoptar una perspec-
conjunta y con sentido de pertenencia” (Puig 1986: 41). tiva exclusivamente económica e interdependiente. Se
Puig no limita la acción de la integración a los Estado- trata de la integración comercialista que impulsó la CEPAL
Nación, ni a las cúpulas que los dirigen o a las elites y que para Puig, fracasó porque “no trataban de modificar,
funcionales al proyecto autonómico. Él considera que siquiera evolutivamente, el régimen internacional, que
debe ser producto de las sociedades que buscan la inte- era el verdadero productor de la injusticia” (Puig 1981:
gración.8 En este aspecto prefigura muchos de los análisis 135–136). En este sentido, como resaltó José Briceño
que ocurrieron en los 90’s, cuando la sociedad civil es Ruiz, a diferencia de los teóricos de la dependencia que
visibilizada por los analistas. criticaban la integración propuesta por la CEPAL por
El desafío de la integración consiste en que las socie- considerarla ‘inviable’, los autonomistas sostuvieron que
dades latinoamericanas, donde conviven nacionalismo ‘además de desarrollo industrial, se necesitaba promover
estatal y regional que no son ‘comparables en intensidad’, políticas a favor de una mayor autonomía para lograr
trabajen para lograr “el transcurso del Estado-Nación al mayor viabilidad nacional y consolidar el propio desarrollo
Estado-región, […] un transcurso, en el que al principio, industrial’ (Briceño Ruiz 2012: 112).
Simonoff y Lorenzini: Autonomía e Integración en las Teorías del Sur 103
Otro problema que observa Puig en este tipo de aso- liberación impositiva, coordinación en materias
ciación para América Latina es que se trata de una región de cambios, intercambios recíprocos de los princi-
donde el sistema mundial y el papel de EE. UU son impor- pales productos nacionales y facilidades crediticias
tantes pues ‘representa la ‘fuerza extra-regional’ que (Puig 1980: 198).
promueve u obstaculiza la integración (Puig 1981: 112).
Por ello, afirma que: Estos buscaban: “una integración económica selectiva,
no automática, sobre la base de concesiones que siempre
en gran medida la orientación comercia fueran recíprocamente provechosas”. Al respecto, cree-
lista impresa a las primeras manifestaciones mos muy importante mencionar que, luego del fracaso
asociativas, como la Asociación Latinoamericana evidente de la perspectiva comercialista de la integración
de Libre Comercio (ALALC) y el Mercado Común latinoamericana, se vuelve a considerar que el gradua
Centroamericano (MCCA), eran funcionales a las lismo negociado constituye una aproximación válida al
expectativas del gobierno estadounidense y de las tema (Puig 1980: 198).
empresas transnacionales, siguiendo la filosofía Rescató también el Acta de Uruguayana (1961) fir-
desarrollista imperante en ese momento (Puig mada por Arturo Frondizi y Janio Quadros y la reunión
1981: 114). de Alta Gracia (1964) por parte de la Comisión Especial de
Coordinación Latinoamericana (CECLA), pero subrayó sus
La integración solidaria, posee un marcado acento político características inconclusas.
y cultural por ser un instrumento para lograr autonomía, Aquellos primeros intentos de integración solidaria
basado en el reconocimiento de un mismo status y/o como el CECLA, el Pacto Andino y el Sistema Económico
valores. “La tendencia a la autonomía dentro del bloque Latinoamericano y del Caribe (SELA) se basaron en una
exige, en lo externo, estrategias solidaristas con los inte- ‘cooperación solidaria’ orientada a defender los ‘valores
grantes del bloque que aspiran a lo mismo, así como con compartidos’, entre los que se encontraba la autonomía.
otros grupos y Estados que podrían ensanchar la base de No obstante, todos ellos fueron languideciendo y desvián-
los propios recursos del país” (Puig, 1980: 208). Es decir, dose de los objetivos originales (Puig 1986).
la integración es un instrumento esencial para el logro Lamentablemente hasta ese punto llegaron los análisis
de la autonomía: “la integración solidaria se fundamenta realizados por Puig sobre la integración, pero en este
en alianzas, vale decir, en uniones de Estados decididos artículo se ha dado muestra de cuál era el sentido de su
a conseguir determinados objetivos sectoriales, pero que propuesta para poder avanzar en algunas conclusiones.
se fundamentan en valores compartidos, entre los que
descuella el de autonomía” (Puig 1986: 59–60). 5. Reflexiones Finales
Recientemente Jaguaribe reafirmó esta posición cuando El objetivo central de este artículo era mostrar el modo
sostuvo que: a través del cual autonomía e integración se vinculan en
el pensamiento de Jaguaribe y Puig. Para ello, reco
[…] Todos los países de América del Sur se encami- rrimos sus obras, tomando como punto de partida aquellos
nan, rápidamente, para volverse, como tantos trabajos que inspiraron la conceptualización y reflexión
otros, meros segmentos del mercado internac- autonomista-integracionista. Asimismo, exploramos
ional. Perderán la capacidad de asegurarse, aislada- sus cosmovisiones puesto que allí se encuentran los
mente, un destino nacional propio. Cuatro países fundamentos que, permiten comprender de un modo
de la región, en tanto, preservan, aunque en el integral sus concepciones autonomistas-integracionistas.
largo plazo, condiciones mínimas de autonomía Así, identificamos puntos de vista compartidos por
nacional: Argentina, Brasil, Chile y Venezuela. los autores bajo análisis. En primer lugar, presentan
Aisladamente, pierden ese resto de autonomía una cosmovisión del sistema internacional estratifi-
relativamente en el corto plazo. Les queda todavía cado: Primacía General/Primacía Regional/Autonomía
la posibilidad de sustentar su identidad nacional y Regional y Sectorial/Dependencia en el caso de
su destino histórico si se consolida el Mercosur – Jaguaribe; Repartidores Supremos/Repartidos interme-
eventualmente sin Chile- o, a partir de este –con dios/Recipiendarios y Criterios Supremos de Reparto en
Chile-, la Comunidad Sudamericana de Naciones Puig. Sobre este punto interesa resaltar que, si bien las
[…] (Jaguaribe 2009: 11–12). categorías elaboradas por los autores son diferentes, los
contenidos y significados exhiben similitudes. El men-
Esto significa que para que los países puedan disponer saje común que transmiten es la existencia de un sistema
de sus escasos márgenes de maniobra, es necesaria la internacional jerarquizado, compuesto por un grupo de
asociación para lograrlos en el largo plazo. Estados desarrollados, autónomos, que ejercen control
Volviendo al análisis de Puig, los primeros ejemplos sobre sus territorios y que poseen atributos materiales
de integración solidaria los encuentra en los acuerdos exclusivos y excluyentes –armas nucleares- que se ocupan
de integración económica regional impulsados por el ‘de hacer las reglas’. Su ubicación en el sistema interna
peronismo en la Argentina en 1953 y 1954, porque: cional en función de los atributos de poder que poseen
les permite ejercer grados variables de control sobre aque
adoptaban principios generales sobre comple- llos Estados que busquen PE autonomistas-integracionis
mentación económica, desgravación aduanera y tas. Un segundo grupo, con capacidades más limitadas
104 Simonoff y Lorenzini: Autonomía e Integración en las Teorías del Sur
que ‘transmiten el mensaje’ y colaboran en el cumplim- mejoras, adaptaciones e innovaciones permite a Lati-
iento de las reglas ejerciendo cierto grado de control e noamérica acceder y construir una forma de inserción
influencia sobre el resto de los Estados. Un tercer grupo, válida ante una realidad cambiante.
signado por la dependencia pero que cuenta con el poten- Ambos autores recogen las mejores tradiciones lati-
cial de alcanzar viabilidad nacional y, si sus elites así lo noamericanas, y sobre todo del Cono Sur, para elaborar
decidieran, podrían iniciar el camino de la autonomía, un concepto sustancial, la autonomía, y un instrumento
incrementando progresivamente sus márgenes de manio- indispensable, la integración, para permitirles a nuestros
bra individual y colectiva, a través de la integración. Esto pueblos un camino hacia el logro de sus aspiraciones y la
nos permite afirmar que la relación entre autonomía e superación de sus necesidades.
integración es inescindible puesto que ambos autores
coinciden sobre un conjunto de cuestiones claves: Notas
1 Académico brasileño, abogado de profesión, que ha
• la autonomía no es ilimitada en uso, ni en los países desarrollado múltiples trabajos de investigación orien-
capaces de ponerla en práctica y ejercitarla. Esto se tados hacia la búsqueda de márgenes de acción de las
observa con claridad en la importancia que le asignan elites latinoamericanas como herramienta para lidiar
a la viabilidad nacional y a la permisibilidad interna con la dependencia. Su trabajo se destaca por una
cional delicada y equilibrada mixtura de herramientas con
• la autonomía no puede ser reducida ni a una forma el objetivo de comprender las especificidades de las
de aislamiento, ni de confrontación. La autonomía es realidades latinoamericanas a través de lentes propias.
pensada como la búsqueda de la ampliación de los Es un pensador ecléctico que elabora categorías, con-
márgenes de maniobra de los países latinoamericanos ceptos, hipótesis y teorías desde y para ‘el sur’.
para insertarse en el sistema internacional para satis- 2 El análisis detalle de los modos a través de los cuales los
facer sus propios intereses Estados y las empresas transnacionales operan como
• los procesos de integración son instrumentos deseables condicionantes de las estrategias autonomizantes de
para la construcción de márgenes de acción para los los países latinoamericanos excede el objetivo pro-
países como Argentina y Brasil. Al respecto, coinciden puesto en este trabajo. Para mayores detalles sobre
en que la integración debe ser construida gradual y se- este tema ver: Jaguaribe 1969.
lectivamente para que los Estados ganen autonomía. 3 La dependencia satelizante o estabilización de la
Esto sucedió con el Programa de Integración y Coo dependencia, es entendida como la creencia de la
peración Económica Argentina-Brasil en 1986 y el elite nacional en la imposibilidad de un desarrollo
MERCOSUR en la última década del siglo XX. En ese independiente. La intellegentsia satelizante continúa
contexto, la idea de subordinar la integración a la au- alimentando la relación de causalidad circular
tonomía no resultó descabellada ya que obedecía a estancamiento-marginalidad-desnacionalización y, de
las necesidades de encontrar herramientas para que alguna, manera, racionaliza la dependencia (Jaguaribe
las sociedades dependientes lograsen sus objetivos. 1969).
No obstante, esta subordinación de la integración 4 La alternativa revolucionaria tenía mayor relevancia
no condujo a su desvalorización, como sugerían los en el contexto histórico de los primeros trabajos de
críticos neoliberales, sino que fue central para el logro Jaguaribe –en los años 60’s y 70’s – y era congru-
de la autonomía ente con el clima de época latinoamericano signado
• Las elites ocupan un rol central en los estudios de por la Revolución Cubana. Jaguaribe afirma que una
Jaguaribe y Puig. Ellos comparten la idea que la condición sine qua non de la estrategia revolucion-
implantación y el mantenimiento de un modelo aria ‘a la cubana’ es la no intervención de la potencia
autonómico dependen de la voluntad, la decisión hegemónica del bloque. Y, agrega que ‘[e]n términos
y la convicción de las elites nacionales para iniciar operacionales, […], solamente en condiciones muy par-
cursos de acción domésticos y externos, centrados ticulares, que de ningún modo se encuentran actual-
en los objetivos e intereses propios de las naciones mente dadas, se podría concebir como susceptible
latinoamericanas. Así, la interpretación de las elites en de éxito el modelo revolucionario en América Latina’
los procesos de integración y la forma en la que per- (Jaguaribe 1969: 61).
ciben su evolución resultan centrales ya que cuando 5 Esta delimitación geográfica y política adoptada por la
los proyectos autonomistas comenzaron a desplazar diplomacia brasileña resultaba funcional a sus intere
a los neoconservadores y neoliberales en la región en ses: México representa un rival tradicional para Brasil
los albores del siglo XXI, el Mercosur realizó el cambio en el liderazgo regional. Hablar de Sudamérica, por
de modelo. definición, excluye a México por definición, excluye
a México y muestra a Brasil como el único candidato
Por ello, en este capítulo se coincide con Colacrai (2006) capaz de representar y ejercer el liderazgo regional.
cuando sostiene que es necesario reevaluar el pensamiento 6 Juan Carlos Puig (1928–1989) es un pensador im
de Jaguaribe y Puig. En este marco, se argumentó que prescindible para conocer el pensamiento autonómico
la autonomía funciona como un órganon –del griego sudamericano. Fue Licenciado para el Servicio Consular
antiguo όργανον-, es decir, una herramienta diseñada de la Universidad del Litoral (1950), y Doctor en Dere-
para llegar a una verdad, ya que producto de continuas cho de la Universidad de Paris (1954) y en Diplomacia
Simonoff y Lorenzini: Autonomía e Integración en las Teorías del Sur 105
(Universidad Nacional del Litoral, 1959). También contexto interdependiente y más complejo? En:
se desempeñó como Canciller argentino durante el Lechini, G, Klagsbrunn, V y Goncalves, W. Argentina
gobierno de Juan José Cámpora (1973). Asimismo, se e Brasil: vecendo os presconceitos. As variadas ares-
destaca su extensa labor universitaria desarrollada en tas de uma concepción estratégica, 33–49. Río de
Argentina, donde creó la primera Carrera de Ciencia Janeiro-Rosario: Revan.
Política y Relaciones Internacionales en la Universidad Jaguaribe, H. 1964. Desarrollo económico y desarrollo
Nacional de Rosario, y del Centro de Estudios Internac- político. Buenos Aires: EUDEBA.
ionales Argentinos (CEINAR), fundado en 1972. Este Jaguaribe, H. 1969. Dependencia y autonomía en América
último fue el espacio desde el cual publicó la Revista Latina. En: Jaguaribe, et al. (eds.), La dependencia
Argentina de Relaciones Internacionales. Fue obligado político-económica de América Latina, 1–85. México:
al exilio en 1976 y, ya en Venezuela, trabajó como Siglo XXI.
profesor en el Instituto de Altos Estudios de América Jaguaribe, H. 1972. Causas del subdesarrollo lati-
Latina de la Universidad Simón Bolívar. También allí noamericano. En: Matos Mar, J. (Compilador), La
colaboró y participó activamente en la publicación crisis del desarrollismo y la nueva dependencia,
Revista Mundo Nuevo. 173–188. Buenos Aires: Amorrortu.
7 Las primeras investigaciones sobre la PEA tuvieron un Jaguaribe, H. 1979. Hegemonía céntrica y autonomía
largo camino en la historia diplomática y la geopolítica. periférica. Estudios Internacionales, 12(46):
El predominio de la descripción o de esquemas poco 91–180.
ajustados alejaron estos estudios de marcos concep- Jaguaribe, H. 1988. La Relación Norte-Sur. Estudios Inter-
tuales adecuados para pensar en una instancia para- nacionales, 21(84): 425–438.
digmática en sentido kuhniano. El trabajo de Puig Jaguaribe, H. 2009. Brasil-Argentina, a indespensavel
operó como constructor de ese espacio de saber ya aliança. En: Lechini, G, Klagsbrunn, V y Goncalves,
que significó un salto cualitativo y, a la vez, delimitó su W (eds.), Argentina e Brasil: vecendo os presconceitos.
competencia. As variadas arestas de uma concepción estratégica,
8 En su escrito de 1986 sostuvo que uno de los ‘defectos’ 11–12. Río de Janeiro-Rosario: Revan.
de las propuestas de integración llevadas a cabo, Kuhn, T. 1990. La estructura de las revoluciones científicas.
además del unilateralismo y el economicismo inter- Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
dependiente fue que se apuntó sólo ‘a la integración Lorenzini, ME y Pereyra Doval, G. 2013. Revisitando los
‘entre Estados”’ (Puig 1986: 42). aportes de las teorías del sur: nexos entre teoría y
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¿La Autonomía es hoy una categoría en desuso orígenes disciplinares de la política exterior y sus
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106 Simonoff y Lorenzini: Autonomía e Integración en las Teorías del Sur
How to cite this article: Simonoff, A y Lorenzini, ME. 2019. Autonomía e Integración en las Teorías del Sur: Desentrañando el
Pensamiento de Hélio Jaguaribe y Juan Carlos Puig. Iberoamericana – Nordic Journal of Latin American and Caribbean Studies, 48(1),
pp. 96–106. DOI: https://doi.org/10.16993/iberoamericana.417
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