Modulo Ii. Definicion Derecho Comercial SND

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MODULO II.

DEFINICIÓN DE DERECHO COMERCIAL

1. CONCEPTO DE DERECHO COMERCIAL

El catedrático español de derecho mercantil RODRIGO URÍA, define el derecho comercial de


la siguiente manera: “Derecho ordenador de la actividad económica constitutiva de la
empresa, o, para ser más precisos, derecho ordenador de la organización y de la actividad
profesional de los empresarios en el mercado”.

Es necesario aclarar que no es fácil adoptar una definición del derecho comercial que
comprenda todos sus aspectos principales o que sobreviva al tiempo sin sufrir
modificaciones sustanciales, máxime si tenemos en cuenta que nuestro entorno está en
permanente transformación. Después de la segunda guerra mundial ha nacido un nuevo
orden económico internacional que afecta lo social, lo político y, por supuesto, el derecho
comercial; de ahí que adoptar definiciones es no solo difícil, sino inconveniente. No
obstante, los conceptos doctrinales citados nos sirven de referencia para hacernos una idea
de esta disciplina del derecho privado.

La Internacionalización es el proceso que conduce a la intensificación de los intercambios


de cualquier naturaleza entre estados naciones definidos con referencia a un territorio. Una
economía internacional liga mercados nacionales territorialmente circunscritos a través de
flujos transfronterizos de capitales, de mercancías de personas y de informaciones.

La Globalización es la planetarización de la economía de empresa apoyada en la


globalización financiera, es decir la constitución de un mercado de capitales proceso
ampliamente no intencional, la globalización de la actividad de empresa conlleva el asunto
de formas de regulación públicas y privadas adaptadas.

Algunos autores sostienen que no hay ninguna diferencia y que mas bien se trata de una
moda semántica e idiomática, aunque se podría concluir que visto desde la óptica de que
internacionalización es el resultado del comercio entre países y la globalización es el
comercio a nivel planetario que va unido al concepto de las grandes corporaciones
multinacionales si hay diferencia.

2. EVOLUCIÓN RECIENTE DEL DERECHO MERCANTIL

Con la producción a gran escala, la globalización de los mercados, los avances en


telecomunicaciones, la revolución cibernética, la multinacionalización de las grandes
empresas, y el proceso de constitucionalización general del derecho, el derecho mercantil
empieza a sufrir mutaciones trascendentales, y dando origen a nuevas áreas del derecho.
De la complejidad de estas relaciones comerciales y de la globalización surgen nuevas
respuestas para atender las necesidades del comercio y los negocios. En este sentido vale
la pena destacar, entre otros: el derecho de los negocios, el derecho económico, el derecho
financiero y el derecho de empresa.
El derecho de los negocios surge como disciplina autónoma e independiente del derecho
mercantil por la mayor complejidad de las operaciones empresariales. Con la
transnacionalización de la gran empresa capitalista y la producción a escala global, las
normas atinentes a la empresa y el comercio en general se quedan cortas ante la realidad;
los códigos de comercio de corte nacionalista se vuelven insuficientes para regular los
negocios internacionales y de gran envergadura, por lo que fue necesario repensar el
derecho comercial a partir de la realidad económica, para edificar un arquetipo jurídico que
satisficiera las nuevas necesidades de los empresarios.

Hubo que reconocer que en los negocios intervenían no solo normas de carácter comercial,
sino también de orden tributario, constitucional, administrativo, cambiario, laboral y hasta
penal. Eso significó una ruptura fundamental con los conceptos seculares del derecho
mercantil, pues ya no se tuvo en cuenta a las personas según su profesión (comerciante),
sino la naturaleza misma de las operaciones económicas. Además, se combinó la técnica
jurídica con la gestión empresarial, con el único fin de agilizar y viabilizar los proyectos de
negocios empresariales. Como ejemplo, podemos citar las franquicias, las alianzas
estratégicas o el outsourcing, el leasing, el factoring, entre otros. En todos y cada uno de
estos negocios se conjugan elementos de alta gerencia, economía, finanzas y, por supuesto,
del derecho de los negocios, lo cual involucra naturalmente el derecho comercial, el
tributario, el administrativo, etc.

De otra parte el derecho económico es la rama especializada del derecho que está
conformada por el conjunto de normas y disposiciones jurídicas que regulan el ejercicio de
la actividad económica del Estado y de los particulares entre sí, orientada a objetivos de
bienestar social. Entendido así, el derecho económico es una rama cuyo tecnicismo y
especialización regula y ordena el acontecer económico respecto de la consecución de los
objetivos de la política económica, definida en un orden jurídico. Regula los actos
imputables a la política económica; es decir, aquellos mediante los cuales se intenta regular
o modificar los asuntos económicos del país. Sus normas son siempre de naturaleza
económica.

Con la evolución de la microeconomía, de las finanzas, del derecho privado y la interacción


transdisciplinar del conocimiento, el derecho económico deja de ser un soporte jurídico
exclusivo de lo público o de la economía política, puesto que el crecimiento empresarial
hace ineludible la conexión con lo privado. A partir de ese instante, el derecho económico
abarca tanto lo público como lo privado, y constituye una disciplina integral que comprende
un abanico muy amplio de sectores (inversión, transporte, banca, contratos,
comunicaciones, comercio, industria, hacienda) de la economía.

Finalmente, es necesario advertir que los avances en los servicios de telecomunicaciones y


banca, en materia de contratos, seguros, transporte, propiedad industrial, títulos valores,
comercio electrónico y sociedades, han hecho creer a algunos doctrinantes que el derecho
comercial se ha ido diluyendo para abrirle paso a un nuevo cúmulo de derechos. Sin
embargo, no puede predicarse que los títulos valores y el comercio electrónico sean una
disciplina autónoma como el derecho económico, pues ocurre que nuestro entorno ha
evolucionado y estamos asistiendo a un proceso de mundialización económica. Este no
significa el declive del derecho comercial, sino que implica una ruptura con los paradigmas
clásicos del derecho privado, la cual, nos obliga a repensar el derecho comercial
especialmente en dos aspectos: el de la humanización del contrato y de las instituciones
económicas y mercantiles y el de la internacionalización de las relaciones económicas y
empresariales.

Es fundamental el papel del contrato en las relaciones comerciales, esta radica en que se
trata de unos documentos escritos o electrónicos en el que quedan reflejadas las
obligaciones y las responsabilidades que asume cada una de las partes implicadas. Así, en
el caso de que alguna de las partes lo incumpla y sea necesario recurrir a la justicia, el
proceso será mucho más sencillo, corto y menos costoso.

Por ello, en las relaciones comerciales, los contratos son algo que las empresas no deben
dejar para después, ni tampoco en manos de cualquiera. Desde el principio, todas las
relaciones entre compañías deben quedar formalizadas, pues de esta forma, todos ganan
en seguridad, y se evitan posibles gastos futuros. Estas ventajas aumentan cuando de la
redacción del contrato se encarga un abogado especialista en contratos comerciales y
conocedor de la legislación vigente. El abogado estudiara las condiciones particulares del
negocio y redactará el contrato que mejor refleje el acuerdo alcanzado por las partes y que
garantice la seguridad y la tranquilidad de su cliente.

En conclusión, el contrato por escrito en las relaciones comerciales entre empresas y/o
entre profesionales es fundamental para el bien de ambas partes y del propio negocio en
tanto que:

 Deja constancia escrita de las características del producto o servicio prestado, así
como de las condiciones, obligaciones y responsabilidades de ambas partes.
 También evita malentendidos y reclamaciones innecesarias y, en caso de
discrepancia, siempre se puede acudir a él para zanjar la disputa.
 Al estar por escrito, no se olvidará ninguno de los puntos acordados, algo que sí
puede suceder con el contrato verbal y por lo tanto, en más sencillo de cumplir.
 Aporta seguridad y tranquilidad a ambas partes.
 Al redactar el contrato se plantean posibles situaciones futuras que podrían llegar a
ocurrir y que, de otro modo, tal vez no se considerarían.

A luz de la evolución mencionada, podríamos afirmar que el derecho comercial en la


actualidad es el conjunto de normas que regula las obligaciones y
la actuación de los operadores económicos en el mercado.

3. EL DERECHO COMERCIAL COLOMBIANO

Así concebido, podríamos afirmar que actualmente este conjunto normativo está integrado
por normas aplicables a la producción e intercambio de bienes y servicios (incluyendo tanto
las actividades industriales y de prestación de servicios como las propiamente mineras,
pesqueras, agrícolas, ganaderas, etc., estas últimas en cuando se configuren en el concepto
de empresa).

Las normas mencionadas se reúnen en textos de distinta índole: tanto las reglas integradas
en el Código de Comercio, como en leyes especiales, por ejemplo, aquellas que protegen la
libre competencia, prohíben la competencia desleal, regulan la propiedad industrial y
establecen un régimen protector de los consumidores en el mercado. Fenómeno
denominado la descodificación del derecho mercantil.

El derecho comercial o derecho mercantil en Colombia podemos decir que este se encarga
de hacer cumplir las leyes o normas estipuladas en el Código de Comercio de la República
de Colombia, las cuales rigen a las empresas, los establecimientos de comercio, a los
comerciantes y como tal a todos los actos de comercio.

Según el Decreto 410 de 1971 por el cual se expidió el Código de Comercio de la República
de Colombia, existen unas disposiciones generales en las cuales las costumbres mercantiles
o comerciales tienen una estrecha relación con el código de código general del proceso.

Según el Título I del libro primero del Código de Comercio de la República de Colombia en
los artículos 10 al 18, plantea que son comerciantes las personas que ejerzan alguna
profesión u oficio que la ley considere mercantil, sea que la actividad sea ejecutada por la
misma persona o por un tercero o apoderado.

Las normas comerciales cobijan a las personas que ocasionalmente realicen un acto
comercial, sin embargo, éstos por su carácter ocasional no son considerados comerciantes.

Para ser comerciante es necesario estar matriculado en el registro mercantil, que es el que
le permite acreditar públicamente su calidad de comerciante, además de darle acceso a
bases de datos de posibles clientes. Esta matricula es renovable. Para obtener este registro
es necesario cumplir con unos requisitos básicos que se estipulan en el Artículo 19 del
Segundo Capítulo. También se requiere tener un establecimiento de comercio abierto y
darlo a conocer por algún medio.

En este primer Título también aclara las situaciones en las que un comerciante puede ser
inhabilitado de su ejercicio. Dentro de ellas está el haber recibido una sentencia judicial que
le prohíba el ejercicio de su actividad mercantil.

El Código de Comercio también habla acerca de los libros y los papeles que deben manejar
los comerciantes en el Capítulo I del Título IV. Éstos reciben el nombre de Libros de
comercio. Del Artículo 48 al Artículo 60, menciona que todo comerciante debe llevar una
contabilidad, libros, registros contables, inventarios y estados financieros. Se exige que
estos libros sean llevados en idioma castellano, que es el español de Colombia. Además de
ser claros, completos y fidedignos.

Todas las operaciones que se asienten en estos libros deben llevar un soporte contable en
el cual se vea claramente fecha, descripción y cuantía, si es el caso. Los comerciantes deben
tener un archivo de todos sus libros de contabilidad, y éstos antiguamente debían estar
registrados en la cámara de comercio de la ciudad donde está ubicado el establecimiento
lo cual fue derogado por el Decreto Antitrámites 019 de enero de 2012, artículos 173 a
175, reformando por el Artículo 28 del Código de Comercio, pero igualmente deben ser
manejados por un contador y sometidos ante un revisor fiscal. Según el Capítulo II del
mismo Título cualquier sanción o incumplimiento en los Libros de comercio puede ser
sancionado con arreglo al Código Penal.

Lo anterior se hace con el fin de vigilar que el comerciante este cumpliendo con lo
estipulado en la ley y que el objetivo del derecho comercial y del Código de Comercio de la
República de Colombia logre su cometido.

Título VI aborda el tema de las cámaras de comercio, sus funciones, afiliación, entre otros,
el Titulo IV del registro mercantil y de las obligaciones del comerciante y por último en lo
atinente a este curso introductorio el Libro Tercero trata de los bienes mercantiles, el
establecimiento de comercio, la propiedad industrial y los títulos valores.

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