Bases Pedagógicas Agustinianas (Comentario)
Bases Pedagógicas Agustinianas (Comentario)
Bases Pedagógicas Agustinianas (Comentario)
pensando o discurriendo,
sino que ella misma
se manifiesta a los
que la desean.
(La Verdadera religión 39, 72)
B. PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS 7
C. PRINCIPIOS METODOLÓGICOS 13
1. El educador. 25
2. El alumno. 27
3. El entorno. 30
Conocer la Verdad, vivir en la verdad 5
A. Pedagogía Agustiniana
Este proceso actúa en una dimensión espiritual, cuando ayuda Ayuda a encontrar la verdad
a encontrar «la verdad eterna donde el Maestro bueno y único ins- donde el Maestro único
instruye
truye a todos sus discípulos» (Confesiones 11, 8, 10).
Actúa en una dimensión intelectual, cuando lleva al conoci- Lleva al conocimiento de las
miento de las cosas en primer término para después llegar al cosas y al conocimiento de
Dios
conocimiento de Dios.
Actúa en una dimensión moral, cuando orienta al hombre hacia Orienta hacia una conducta
una conducta ejemplar por encima de meras palabras o inten- ejemplar
ciones.
B. Principios Pedagógicos
Partir de las necesidades reales del alumno conectando con sus aspiraciones
1activa.
e inquietudes más hondas, desarrollando un aprendizaje reflexivo y una escucha
1. Partir de las necesidades reales del Este aprendizaje se basa en la escucha ac-
alumno conectando con sus aspira- tiva que realiza el alumno atendiendo a su
ciones e inquietudes más hondas, educador y dialogando con él con el fin de
desarrollando un aprendizaje re- asegurar que el modo en que se ha recibido
flexivo y una escucha activa el mensaje es el correcto. San Agustín busca
en la educación una mutua colaboración en-
tre educador y alumno.
A pesar de que a todos se debe la misma
caridad, no a todos se ha de ofrecer la
misma medicina” 2. Convertir al alumno en el protago-
(La catequesis a los principiantes 15, 23) nista de su proceso de enseñanza y
aprendizaje, respetando y estimu-
En educación es fundamental el recono- lando sus singularidades y adaptán-
cimiento del alumno como persona, situarlo dose a su ritmo evolutivo
en sus enclaves de familia, curso, grupo, etc.
Una educación que no ignore la singulari- Si a un niño se le alimenta en proporción
dad de cada persona con su nombre y su his- a su capacidad, se le va disponiendo para
toria propia. El alumno es el sujeto y autor tomar más según va creciendo; pero si se
de su educación. le da más de lo que tolera su capacidad,
perecerá antes de desarrollarse.”
1.1. Necesidades reales (La Ciudad de Dios 12, 15, 3)
La acción educativa gravita sobre el
alumno y se ha de ajustar a su perfil y a sus
necesidades concretas. Entran aquí las no- La educación para San Agustín implica la
tas diferenciales de la cultura, el momento presencia de un alumno con unos síntomas
evolutivo y el ambiente familiar y social que concretos, una personalidad y unos caracteres
acompañan y singularizan a cada persona. singulares. Será pues, fundamental aprender
a situarse ante lo que realmente tenemos, es
1.2. Las inquietudes más hondas decir, niños y jóvenes reales.
La finalidad de la educación para San 2.1. El alumno como protagonista
Agustín es despertar el “hombre interior” en
los alumnos cuando son estimulados y cuan- Protagonista es el personaje principal de
la acción. Desde una perspectiva agustinia-
do se provoca en ellos el interés y la curiosi-
na el alumno es el protagonista de la ac-
dad cognoscitiva. ción educadora, la persona que desempeña
el papel fundamental. Protagonista en la
1.3. Aprendizaje reflexivo/escucha activa educación no hay más que uno: el alumno.
El aprendizaje reflexivo busca desarrollar Toca a los educadores el papel de actores
en el alumno la capacidad del diálogo inter- secundarios.
no para entender y asimilar los conceptos
que se reciben dentro y fuera del aula. De
este modo el alumno adquiere el papel pro-
tagonista en su propia educación.
12 Bases Pedagógicas Agustinianas
las situaciones exteriores que uno está vi- 4. Fomentar un modelo basado en
viendo. La interioridad así comprendida no aprender a escuchar e interrogar
desconecta al individuo de las situaciones haciendo conectar el interior con la
en las que se encuentra inmerso, sino que realidad exterior para así modelar-
profundiza la perfección de estas situacio- la, interactuar y transformarla
nes: se vuelve capaz de comprender cómo
afecta cada situación a su vida y a la vida “Pues siendo el mejor método de
de los demás y del mundo. Buscar tiempo investigación de la verdad el de las
para estar y hablar consigo mismo, no ol- preguntas y respuestas”.
vidar que somos la tarea y el proyecto más (Soliloquios 2, 7, 14)
importante.
Vuelve al corazón, entra dentro de ti La pedagogía del diálogo está basada en
mismo, es una invitación a la reflexión so- la mayéutica socrática donde educar quiere
segada, al encuentro con la verdad de uno decir “sacar fuera”. Agustín asumió la pers-
mismo. La convocatoria del corazón. Por- pectiva de Sócrates de ayudar a dar a luz la
que en la interioridad es donde el ser hu- verdad que el hombre lleva dentro de sí. Para
mano juzga, busca, decide su propio des- ello presenta el diálogo como herramienta
tino. El corazón es el lugar del afecto pero pedagógica para el aprendizaje sabiendo que
también de la inteligencia y el talento. la verdad se busca y se construye a través de
la discusión y mediante el uso de preguntas.
Trasciéndete a ti mismo. Trascender es
empeñarse en la construcción de quien to- 4.1. Aprender a escuchar e interrogar
davía no somos. Es un camino de supera- El alumno es un ser activo que oye, que
ción. El ser humano aprende por sí mismo, escucha. Para la pedagogía agustiniana es vi-
mirando en su propia interioridad, ayu- tal el juego de las preguntas en la dinámica
dado por el educador. El hecho de que el que se establece entre el alumno y el educa-
educador, en una perspectiva agustiniana, dor. Corresponde al educador la capacidad
tenga la función de “matrona” , hace que de entregarle a cada estudiante una especie
la docencia se convierta en alumbramien- de hilo conductor e irlo acompañando de
to de la verdad que cada uno descubre en tal manera que, en el proceso educativo el
su interior. Así pues, la meta de la educa- discípulo pueda descubrir lo que ya está en
ción es despertar personas. Una persona se su interior y así pueda captar lo que esté a su
suscita por una llamada, no se fabrica por alcance, sobre todo el descubrimiento de sí
domesticación. El ser humano alcanza su mismo y el entramado de las múltiples re-
madurez cuando dialoga consigo mismo y laciones que pueda establecer. Para que esta
se formula en su interior la pregunta por el dinámica sea eficaz es importante aprender a
sentido de su existencia; pregunta que solo dialogar porque el diálogo, dentro del marco
tiene respuesta en el encuentro último con de esta pedagogía, se erige como el gran pro-
el verdadero maestro, con Dios. tagonista del aprendizaje humano y la con-
14 Bases Pedagógicas Agustinianas
C. Principios Metodológicos
Para San Agustín uno de los postulados que deben estar pre- Fomentando la afición libre, el
sentes en el proceso de enseñanza y aprendizaje no es tanto la interés, frente a la exigencia
realización de las tareas académicas por obligación sino como el
resultado del interés que el educador ha despertado en el alumno
para llevarlas a cabo. Es más importante la libera curiositas que la
meticulosa necessitas. Es decir, más la afición libre que la obligada
exigencia. Así es como debemos entender el concepto de educa-
ción (educere, sacar de.)
Es necesario el fomento del diálogo: “el mejor método de la Acogiendo cariñosamente las
investigación es el de las preguntas y respuestas” (Soliloquios 2, 7, inquietudes e interrogantes
del alumno
14) pues en este proceso, el alumno encuentra las respuestas a los
interrogantes que se le plantean con una acogida cálida por parte Promoviendo la reflexión
del educador, a sus preguntas e inquietudes. Este no impone
sus conocimientos y criterios al alumno, sino que le estimula y Acompañando en la
búsqueda de las respuestas,
acompaña a que encuentre la respuesta a sus interrogantes de la verdad
En el aula partimos siempre de la influencia mutua que se ge- La enseñanza como influencia
nera entre el educador y los alumnos que lo escuchan. Esto da mutua educador-alumno
lugar a situaciones variadas puesto que los oyentes son variados
y por ello el educador debe entender, en todo momento, que su La enseñanza que es
mensaje es diferente según quien lo recibe y por ello tendrá en diversificada
cuenta las distintas capacidades de los alumnos. La individuali-
zación es fundamental en la pedagogía agustiniana. Adaptarse a
las condiciones de cada alumno supondrá establecer un camino
diferente para cada uno. El educador habrá de responder a la
singularidad de cada uno de sus alumnos.
– Establecer dinámicas de clase que puedan dar cabida y res- La enseñanza que es dinámica
puesta a los distintos perfiles de alumnos, a las distintas in-
quietudes, a los distintos ritmos, a los distintos estilos de
aprendizaje, a la diversidad en definitiva.
-– Un desafío directo para el educador que se debe presentar La enseñanza que supone un
abierto en todo momento a la renovación, al aprendizaje per- reto para el educador
manente, a la formación y al conocimiento.
Conocer la Verdad, vivir en la verdad 21
4.1. El Amor
La vida de San Agustín tuvo como centro principal el amor, Haciendo uso del amor como
amar y ser amado era lo más importante. Dios es amor, y el generador de entusiasmo
mandamiento del amor es el núcleo sustancial y específico de la
vida y doctrina de Jesús.
El entorno educativo debe trasmitir la alegría, alegría por vi- Haciendo uso de la alegría
vir, alegría por descubrir. La alegría abre fácilmente las puertas a como llave que abre puertas
cuanto se ofrece en su contexto. La tarea educativa es difícil y no
faltan los problemas e incluso las tensiones y decepciones. Todo
ello no debe enturbiar nunca la maravillosa labor de descubrir,
puesto que la grandeza de aprender y descubrir va mucho más
allá de un simple momento de dificultad aunque no esté exento
de ellos. Se debe poder desdramatizar situaciones, romper cade-
nas, arrojar semillas, sanar heridas y mantener viva la esperanza.
Si Dios ama al que reparte con alegría la limosna material, ¿con Haciendo uso de la alegría
cuánta más razón amará al que distribuye con alegría lo espiri- como catalizador de los
tual?” (La catequesis a los principiantes 2, 4.) problemas
Para San Agustín la alegría hace que la enseñanza suscite en el Haciendo de la alegría un
educador y en el alumno las mejores disposiciones mentales y estimulante de la buena
disposición académica
personales para que sea lo más eficaz y agradable posible. Se da
mayor aprobación a un mensaje cuando este va impregnado de
ese componente.
1. El educador
“Cuanto más amamos a las personas a las que hablamos, tanto más
deseamos que les agrade lo que les exponemos para su salvación; y si
esto no sucede así, nos disgustamos y durante nuestra exposición per-
demos el gusto y nos desanimamos, como si nuestro trabajo resultara
inútil” (La catequesis a los principiantes 10, 14)
2. El alumno
– El alumno agustiniano busca desde la libertad responsable Busca con sentido crítico
cuando busca con juicio crítico. Porque no es más libre quien
tiene más oportunidades de elegir, sino el que tiene más cri-
terios para seleccionar mejor.
– que su vida tiene un sentido bello, un fundamento sólido y Conoce el sentido bello de
una meta feliz pese a los inconvenientes del camino. la vida
– que su vida tiene una seguridad absoluta, porque ha aprendi- Conoce que el Amor nos guía
do que es el Amor el que nos guía, nos envuelve, nos trabaja
y nos protege.
– que su vida tiene asegurado un fin feliz, que alcanza pese a las Conoce el fin feliz de la vida
dificultades de la vida pues es el motor del camino y el fin del
camino.
3. El entorno
No podemos perder de vista que la labor educativa es básica- Educar es contagiar una
mente una actividad moral que supone en muchos casos conta- forma de vida
giar una forma de vida. Todos los elementos del entorno deben
compartir y entender esta forma de vida. Desde una perspectiva
agustiniana esto supone que trabajar y aprender en un entorno
educativo multidisciplinar es a la vez trabajar y aprender bajo un
mismo principio: El darse a los demás y anteponer los intereses
comunes a los propios. Concentrar los esfuerzos para la realiza-
ción del bien común no debe ser fruto de pactos ni acuerdos ni
documentos legales, sino fruto del amor al prójimo.