Bases Pedagógicas Agustinianas (Comentario)

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A la verdad no se llega

pensando o discurriendo,
sino que ella misma
se manifiesta a los
que la desean.
(La Verdadera religión 39, 72)

ASÍ SOMOS, ASÍ


QUEREMOS SER
Nuestra escuela, crisol de
potencialidades y amor
Indice
A. PEDAGOGÍA AGUSTINIANA 3

B. PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS 7

1. Partir de las necesidades reales del alumno conectando con sus


aspiraciones e inquietudes más hondas, desarrollando un aprendizaje
reflexivo y una escucha activa. 9
2. Convertir al alumno en el protagonista de su proceso de enseñanza
y aprendizaje, respetando y estimulando sus singularidades y
adaptándose a su ritmo evolutivo. 9
3. Establecer la interioridad como un eje fundamental para desarrollar la
capacidad de reflexión, poniendo el énfasis en lo positivo y buscando
la superación de lo negativo. 10
4. Fomentar un modelo basado en aprender a escuchar e interrogar
haciendo conectar el interior con la realidad exterior para así
modelarla, interactuar y transformarla. 11

C. PRINCIPIOS METODOLÓGICOS 13

1. Desarrollo de destrezas didácticas encaminadas a despertar el interés


ante los propios deberes, y fomentar el diálogo en una relación fluida
educador-alumno. 15
2. Fomento de la autonomía personal en el aprendizaje en sintonía con
el educador que se convierte en impulsor, facilitador y mediador del
entusiasmo. 16
3. Adecuación del proceso de enseñanza-aprendizaje a las capacidades
individuales de todos y cada uno de los alumnos atendiendo a su
diversidad y desarrollando su propia personalidad. 18
4. Establecimiento del amor, la alegría, el entusiasmo y la cercanía como
elementos dinamizadores de una enseñanza positiva y eficiente. 19
5. Creación de un entorno cooperativo de aprendizaje con un alto
nivel de compromiso interpersonal que impulse las expectativas del
alumno y del educador. 20

D. LOS AGENTES EN LA EDUCACIÓN 23

1. El educador. 25
2. El alumno. 27
3. El entorno. 30
Conocer la Verdad, vivir en la verdad 5

A. Pedagogía Agustiniana

a pedagogía Agustiniana se basa en un proceso integral (espi-


L ritual, intelectual, moral y de la voluntad) encaminado a hacer
emerger y dinamizar, mediante la fuerza cognitiva del amor, todas las
potencialidades latentes en el alumno.
Conocer la Verdad, vivir en la verdad 7

Esta pedagogía no es un proceso desinteresado con un fin en sí Conlleva una


mismo. Es un proceso que conlleva una responsabilidad con la responsabilidad
con la vida
vida. De ahí la amplitud de su alcance y de sus objetivos.

Este proceso actúa en una dimensión espiritual, cuando ayuda Ayuda a encontrar la verdad
a encontrar «la verdad eterna donde el Maestro bueno y único ins- donde el Maestro único
instruye
truye a todos sus discípulos» (Confesiones 11, 8, 10).

Actúa en una dimensión intelectual, cuando lleva al conoci- Lleva al conocimiento de las
miento de las cosas en primer término para después llegar al cosas y al conocimiento de
Dios
conocimiento de Dios.

Actúa en una dimensión moral, cuando orienta al hombre hacia Orienta hacia una conducta
una conducta ejemplar por encima de meras palabras o inten- ejemplar
ciones.

Actúa en una dimensión de la voluntad reorientándola, ya que Reorienta las voluntades


el saber no es suficiente para mejorar, desear o amar a Dios.

La pedagogía agustiniana encuentra en el amor el principal El amor como principal motor


motor para su desarrollo. El amor arrastra y potencia la actividad de desarrollo
de conocer y a la vez da sentido y dinamiza la búsqueda que el
hombre emprende: aproximarse al amor de Dios.

La pedagogía agustiniana encuentra su ámbito de actuación Perfecciona la naturaleza


en el hecho de que la naturaleza humana se puede perfeccionar humana, hace aflorar
potencialidades
y que el alma contiene en sí infinitas potencialidades que puede
hacer aflorar.
Conocer la Verdad, vivir en la verdad 9

B. Principios Pedagógicos

Partir de las necesidades reales del alumno conectando con sus aspiraciones
1activa.
e inquietudes más hondas, desarrollando un aprendizaje reflexivo y una escucha

2a suConvertir al alumno en el protagonista de su proceso de enseñanza y


aprendizaje, respetando y estimulando sus singularidades y adaptándose
ritmo evolutivo.
Establecer la interioridad como un eje fundamental para desarrollar la
3ración
capacidad de reflexión, poniendo el énfasis en lo positivo y buscando la supe-
de lo negativo.
Fomentar un modelo basado en aprender a escuchar e interrogar, ha-
4 ciendo conectar el interior con la realidad exterior para así modelarla,
interactuar y transformarla.
Conocer la Verdad, vivir en la verdad 11

1. Partir de las necesidades reales del Este aprendizaje se basa en la escucha ac-
alumno conectando con sus aspira- tiva que realiza el alumno atendiendo a su
ciones e inquietudes más hondas, educador y dialogando con él con el fin de
desarrollando un aprendizaje re- asegurar que el modo en que se ha recibido
flexivo y una escucha activa el mensaje es el correcto. San Agustín busca
en la educación una mutua colaboración en-
tre educador y alumno.
A pesar de que a todos se debe la misma
caridad, no a todos se ha de ofrecer la
misma medicina” 2. Convertir al alumno en el protago-
(La catequesis a los principiantes 15, 23) nista de su proceso de enseñanza y
aprendizaje, respetando y estimu-
En educación es fundamental el recono- lando sus singularidades y adaptán-
cimiento del alumno como persona, situarlo dose a su ritmo evolutivo
en sus enclaves de familia, curso, grupo, etc.
Una educación que no ignore la singulari- Si a un niño se le alimenta en proporción
dad de cada persona con su nombre y su his- a su capacidad, se le va disponiendo para
toria propia. El alumno es el sujeto y autor tomar más según va creciendo; pero si se
de su educación. le da más de lo que tolera su capacidad,
perecerá antes de desarrollarse.”
1.1. Necesidades reales (La Ciudad de Dios 12, 15, 3)
La acción educativa gravita sobre el
alumno y se ha de ajustar a su perfil y a sus
necesidades concretas. Entran aquí las no- La educación para San Agustín implica la
tas diferenciales de la cultura, el momento presencia de un alumno con unos síntomas
evolutivo y el ambiente familiar y social que concretos, una personalidad y unos caracteres
acompañan y singularizan a cada persona. singulares. Será pues, fundamental aprender
a situarse ante lo que realmente tenemos, es
1.2. Las inquietudes más hondas decir, niños y jóvenes reales.

La finalidad de la educación para San 2.1. El alumno como protagonista
Agustín es despertar el “hombre interior” en
los alumnos cuando son estimulados y cuan- Protagonista es el personaje principal de
la acción. Desde una perspectiva agustinia-
do se provoca en ellos el interés y la curiosi-
na el alumno es el protagonista de la ac-
dad cognoscitiva. ción educadora, la persona que desempeña
el papel fundamental. Protagonista en la
1.3. Aprendizaje reflexivo/escucha activa educación no hay más que uno: el alumno.
El aprendizaje reflexivo busca desarrollar Toca a los educadores el papel de actores
en el alumno la capacidad del diálogo inter- secundarios.
no para entender y asimilar los conceptos
que se reciben dentro y fuera del aula. De
este modo el alumno adquiere el papel pro-
tagonista en su propia educación.
12 Bases Pedagógicas Agustinianas

2.2. Las singularidades y el ritmo 3. Establecer la interioridad como un


evolutivo del alumnado eje fundamental para desarrollar la
capacidad de reflexión, poniendo
La pedagogía agustiniana considera las
el énfasis en lo positivo y buscando
distintas capacidades e idiosincrasias del la superación de lo negativo
alumno. Se trata de una enseñanza que se
adapta a las condiciones psicológicas, cul-
turales y sociales de cada uno para indivi- No quieras derramarte fuera; entra
dualizar el proceso de enseñanza y apren- dentro de ti mismo, porque en el hombre
dizaje. Este proceso de adaptación implica interior reside la verdad; y si hallares que
claramente una pedagogía no abstracta, sino tu naturaleza es mudable, trasciéndete a ti
concreta porque para san Agustín todo lo mismo, mas no olvides que, al remontarte
que no sea una educación que contemple la sobre las cimas de tu ser, te elevas sobre tu
alma, dotada de razón.
singularidad de cada alumno será como un
(La Verdadera religión 39, 72)
mensaje sin destinatario.

Es especialmente importante para la pe- Nos encontramos ante el valor central


dagogía agustiniana la consideración de de la pedagogía agustiniana. El ser humano
los distintos ritmos evolutivos del alumno. que entra dentro de sí mismo es capaz de
Los alumnos son seres humanos que evo- conocer y conocerse. La ventana de los sen-
lucionan y se hacen a sí mismos de forma tidos solo permite asomarnos hacia afuera.
diferente cada uno de ellos, con su propia Podemos conocer el mundo que nos rodea y
originalidad y desde sus propios dones y li- no saber nada de nosotros mismos. Por eso
mitaciones. Para San Agustín, la educación el ser humano sin interioridad es un ser sin
flexible, adaptada y sobre todo diversificada identidad. La interioridad es el lugar de las
es la única respuesta ante un entorno educa- grandes preguntas y de las grandes certezas y
tivo variado. El mismo san Agustín no era convicciones.
partidario de dar la misma lección a todos
los alumnos y menos la elaboración de mo- 3.1. La Interioridad como eje para
delos de lecciones que año tras año se repi- desarrollar la capacidad de reflexión
ten sin cambiar nada.
El camino agustiniano de la interioridad
se caracteriza por tres momentos: No salir
fuera de sí mismo, volver al corazón y tras-
cenderse.

No salgas fuera de ti, significa no re-
nunciar a ser uno mismo a pesar de las
distracciones exteriores. La interioridad es
la capacidad de reconocer y juzgar desde
uno mismo los sentimientos interiores y
Conocer la Verdad, vivir en la verdad 13

las situaciones exteriores que uno está vi- 4. Fomentar un modelo basado en
viendo. La interioridad así comprendida no aprender a escuchar e interrogar
desconecta al individuo de las situaciones haciendo conectar el interior con la
en las que se encuentra inmerso, sino que realidad exterior para así modelar-
profundiza la perfección de estas situacio- la, interactuar y transformarla
nes: se vuelve capaz de comprender cómo
afecta cada situación a su vida y a la vida “Pues siendo el mejor método de
de los demás y del mundo. Buscar tiempo investigación de la verdad el de las
para estar y hablar consigo mismo, no ol- preguntas y respuestas”.
vidar que somos la tarea y el proyecto más (Soliloquios 2, 7, 14)
importante.

Vuelve al corazón, entra dentro de ti La pedagogía del diálogo está basada en
mismo, es una invitación a la reflexión so- la mayéutica socrática donde educar quiere
segada, al encuentro con la verdad de uno decir “sacar fuera”. Agustín asumió la pers-
mismo. La convocatoria del corazón. Por- pectiva de Sócrates de ayudar a dar a luz la
que en la interioridad es donde el ser hu- verdad que el hombre lleva dentro de sí. Para
mano juzga, busca, decide su propio des- ello presenta el diálogo como herramienta
tino. El corazón es el lugar del afecto pero pedagógica para el aprendizaje sabiendo que
también de la inteligencia y el talento. la verdad se busca y se construye a través de
la discusión y mediante el uso de preguntas.
Trasciéndete a ti mismo. Trascender es
empeñarse en la construcción de quien to- 4.1. Aprender a escuchar e interrogar
davía no somos. Es un camino de supera- El alumno es un ser activo que oye, que
ción. El ser humano aprende por sí mismo, escucha. Para la pedagogía agustiniana es vi-
mirando en su propia interioridad, ayu- tal el juego de las preguntas en la dinámica
dado por el educador. El hecho de que el que se establece entre el alumno y el educa-
educador, en una perspectiva agustiniana, dor. Corresponde al educador la capacidad
tenga la función de “matrona” , hace que de entregarle a cada estudiante una especie
la docencia se convierta en alumbramien- de hilo conductor e irlo acompañando de
to de la verdad que cada uno descubre en tal manera que, en el proceso educativo el
su interior. Así pues, la meta de la educa- discípulo pueda descubrir lo que ya está en
ción es despertar personas. Una persona se su interior y así pueda captar lo que esté a su
suscita por una llamada, no se fabrica por alcance, sobre todo el descubrimiento de sí
domesticación. El ser humano alcanza su mismo y el entramado de las múltiples re-
madurez cuando dialoga consigo mismo y laciones que pueda establecer. Para que esta
se formula en su interior la pregunta por el dinámica sea eficaz es importante aprender a
sentido de su existencia; pregunta que solo dialogar porque el diálogo, dentro del marco
tiene respuesta en el encuentro último con de esta pedagogía, se erige como el gran pro-
el verdadero maestro, con Dios. tagonista del aprendizaje humano y la con-
14 Bases Pedagógicas Agustinianas

vivencia. La interacción entre el educador y experiencias son aquellas reflexiones interio-


el alumno se entiende como la ayuda que un res que deben llevar a que los alumnos vean y
hombre puede prestar a otro en su camino entiendan las conexiones entre los diferentes
hacia la verdad. mecanismos que integran el aprendizaje así
como el vínculo entre los conocimientos que
4.2. Conectar con la realidad exterior se van dando y la vida que les rodea.
para modelarla, interactuar y
transformarla Las relaciones en el ámbito educativo de-
Los alumnos interiorizan todo lo que ob- ben estar conectadas con su tiempo. Según
servan y todo lo que escuchan. La pedagogía San Agustín, “los tiempos somos nosotros, según
agustiniana contempla un método reflexivo seamos nosotros, así serán los tiempos” (Sermón
de comunicación. Este se basa en la escucha 80, 8) Esta afirmación equivale a decir que
activa que realizan los alumnos con respecto también los alumnos están vinculados a una
a los contenidos que van recibiendo de los cultura, a un paisaje geográfico y humano.
educadores en el desarrollo de las materias. Por consiguiente su tarea, la consecuencia
En esta escucha activa, el oyente atiende a la de la conexión con la realidad, implica desde
persona que habla, al educador, y dialoga ac- una perspectiva agustiniana interactuar con
tivamente con él de manera que este pueda esa realidad para transformarla positivamente
comprender el modo en que se ha entendido desde una actitud de esperanza. En una so-
su mensaje. ciedad dinámica y sometida a cambios ace-
lerados el ámbito educativo centra su trabajo
En este proceso de comunicación, y una en la capacidad de adaptación y de selección
vez que los aprendizajes se van interiorizando, críticas con la realidad circundante para evitar
se avanza un paso más. San Agustín nos habla el desajuste del mundo personal del alumno
de las “experiencias transformadoras”. Estas con la vida, con la realidad exterior.
Conocer la Verdad, vivir en la verdad 15

C. Principios Metodológicos

Desarrollo de destrezas didácticas encaminadas a despertar el inte-


1 rés ante los propios deberes, y fomentar el diálogo en una relación fluida
educador-alumno.
Fomento de la autonomía personal en el aprendizaje en sintonía con el
2 educador que se convierte en impulsor, facilitador y mediador del entusiasmo.
Adecuación del proceso de enseñanza-aprendizaje a las capacidades in-
3 dividuales de todos y cada uno de los alumnos atendiendo a su diversidad
y desarrollando su propia personalidad.
Establecimiento del amor, la alegría, el entusiasmo y la cercanía como ele-
4 mentos dinamizadores de una enseñanza positiva y eficiente.
Creación de un entorno cooperativo de aprendizaje con un alto nivel
5 de compromiso interpersonal que impulse las expectativas del alumno y
del educador.
Conocer la Verdad, vivir en la verdad 17

1. Desarrollo de destrezas didácticas encaminadas a


despertar el interés ante los propios deberes,
y a fomentar el diálogo y una relación fluida
profesor-alumno.

1.1. Despertar el interés frente a los propios deberes.


En la obra “La catequesis a los principiantes” (De Catechizandis Evitando instalarse en la
Rudibus), San Agustín anima a su discípulo Deogracias a que repetición
procure suscitar el interés y la atención de sus alumnos. Pero
el interés que aconseja no es tanto la participación activa del Cambiando el lenguaje
alumno sino la destreza didáctica para suscitar el gusto por la
Renovando la disposición
enseñanza. Para ello San Agustín pide al maestro no instalarse interior hacia lo que se ha de
en la repetición sino renovarse en el lenguaje y en la disposición comunicar
interior hacia lo que debe comunicar a sus discípulos.

Se trata, pues, de un proceso de enseñanza y aprendizaje marca- Estimulando las


damente estimulador donde el estímulo tiene un papel principal potencialidades interiores de
frente a la imposición y conlleva la realización de las tareas de cada uno
forma libre y voluntaria. Será este estímulo el que despertará las
potencialidades interiores del alumno.

Para San Agustín uno de los postulados que deben estar pre- Fomentando la afición libre, el
sentes en el proceso de enseñanza y aprendizaje no es tanto la interés, frente a la exigencia
realización de las tareas académicas por obligación sino como el
resultado del interés que el educador ha despertado en el alumno
para llevarlas a cabo. Es más importante la libera curiositas que la
meticulosa necessitas. Es decir, más la afición libre que la obligada
exigencia. Así es como debemos entender el concepto de educa-
ción (educere, sacar de.)

1.2. Fomentar la relación fluida y el diálogo


En la educación, frente al educador no se halla un objeto que Reconociendo la igualdad
pueda él manipular a su antojo, sino una persona, que en su sus- entre educador y alumno
tancia, es de la misma categoría que él, porque es un ser personal
al que debe una infinita consideración. Esta idea de igualdad en
el aula establece un espacio idóneo para una comunicación bidi-
reccional directa. Por ello, desde un punto de vista agustiniano, Potenciando la relación
como alumno y educador comparten tiempos, espacios y bús- interpersonal y el diálogo
quedas, se debe establecer entre ellos una relación interpersonal
fluida que conlleve la consecución de valores.
18 Bases Pedagógicas Agustinianas

Este proceso que se establece entre alumno y educador es de


tal naturaleza que ambas partes salen mutuamente enriquecidas
haciendo realidad el principio “docendo discitur” (enseñando “Enseñando aprendo”
aprendo). El educador no es solo el que educa sino aquel que, en
tanto educa es educado a través del diálogo con el alumno, quien
al ser educado también educa. Así ambos son sujetos del proceso Evitando la autoridad
en el que crecen juntos y en el que ya no rigen los argumentos
de la autoridad.

Es necesario el fomento del diálogo: “el mejor método de la Acogiendo cariñosamente las
investigación es el de las preguntas y respuestas” (Soliloquios 2, 7, inquietudes e interrogantes
del alumno
14) pues en este proceso, el alumno encuentra las respuestas a los
interrogantes que se le plantean con una acogida cálida por parte Promoviendo la reflexión
del educador, a sus preguntas e inquietudes. Este no impone
sus conocimientos y criterios al alumno, sino que le estimula y Acompañando en la
búsqueda de las respuestas,
acompaña a que encuentre la respuesta a sus interrogantes de la verdad

2. Fomento de la autonomía personal en el aprendizaje


en sintonía con el educador que se convierte en
impulsor del entusiasmo, facilitador y mediador

2.1. Fomento de la autonomía personal


Una de las principales funciones del educador agustiniano es Ayudando para alumbrar el
ayudar a sacar a la luz las potencialidades ocultas del alumno a conocimiento
la luz y actualidad del día. “Ayudar”, porque el sujeto y prin-
cipal agente y constructor del aprendizaje significativo, quien
realmente saca o extrae esas capacidades es el propio alumno. El Construyendo su aprendizaje
educador “ayuda”. Es el alumno el que alumbra el conocimiento
que le es propio o innato. De todo ello se deduce la importan- Viviendo el propio proceso
cia que tiene el fomento de la autonomía personal en el ámbito educativo
educativo desde una perspectiva agustiniana. El alumno asume
el protagonismo de su propia educación. Con frecuencia los Asumiendo el protagonismo
alumnos no viven su propio proceso educativo. Simplemente lo de su educación
aguantan porque no logran superar la sensación de que se les está
imponiendo desde fuera algo que está al margen de sus intereses
reales y sentidos. Y todo ello porque en el proceso de enseñanza y
Requiriendo las fuerzas
aprendizaje está ausente el requerimiento de las fuerzas interiores interiores para alumbrar el
del alumno para alumbrar el conocimiento. conocimiento
Conocer la Verdad, vivir en la verdad 19

El fomento de la autonomía personal y el consecuente logro Transmitiendo que el


progresivo del conocimiento no pueden estar exentos de los aprendizaje está en relación
con los intereses y sentidos
apremios y controles que afianzan el trabajo individual del alum-
no en la búsqueda de este conocimiento.

Lograr la autonomía del alumno es uno de los primeros ob- Apremiando en la


jetivos del educador. Y, en la medida en que el objetivo se va consecución individual de
conocimiento
alcanzando, el educador ha de saber colocarse en segunda fila,
asumiendo el papel de acompañante y permitiendo que el alum- Acompañando en el proceso
no se abra camino por sí mismo.

2.2. El educador como impulsor del entusiasmo, facilitador


y mediador
La acción del educador debe basarse en una función “de estí- Suscitando estímulo,
mulo, de provocación, de arrastre” (El Maestro 14, 46) provocación y arrastre

Como la educación es un proceso interior personal, el educa-


dor es un guía que orienta para que se dé la transformación en Presentándose como guía
cada alumno porque aprender es algo personal donde educador
y alumno se intercambian signos y palabras. Su trabajo es animar
y provocar el retorno del discípulo a su propio centro interior Provocando el retorno a su
porque la educación tiene como finalidad la búsqueda y con- propio centro
quista de la verdad, y por ello la educación no es una simple
transmisión de conocimientos. El educador transmite forma- Promoviendo ideales y
ción y sabiduría, promoviendo ideales y actitudes teniendo pre- actitudes
sente que su mejor lección es el buen ejemplo y que su misión
Actuando como ejemplo
es personal y personalizada para llegar a un sano equilibrio que
permite entender la educación como proyecto y proceso. Es un Presentando la educación
mediador del aprendizaje, es decir, alguien que tiene la necesaria como proyecto y como proceso
pericia para llevar al alumno a sus más profundas y significativas
posibilidades. Estableciéndose como
mediador del aprendizaje
El educador debe facilitar el paso de la luz de la verdad para
Facilitando el paso de la luz
que la propia verdad sea descubierta por el alumno e ilumine su para descubrir la verdad
alma de forma que afloren sus propias capacidades.
20 Bases Pedagógicas Agustinianas

3. Adecuación del proceso de enseñanza-aprendizaje a


las capacidades individuales de todos y cada uno de
los alumnos atendiendo a su diversidad y desarro-
llando su propia personalidad

El proceso de enseñanza-aprendizaje en clave agustiniana no La enseñanza como una


se presenta como un elemento abstracto, sino como una práctica práctica no abstracta
concreta y personalizada que tiende a superar el concepto de
grupo buscando las cualidades y posibilidades de cada alumno La enseñanza como práctica
individualizada
haciéndolo así más eficiente.

En el aula partimos siempre de la influencia mutua que se ge- La enseñanza como influencia
nera entre el educador y los alumnos que lo escuchan. Esto da mutua educador-alumno
lugar a situaciones variadas puesto que los oyentes son variados
y por ello el educador debe entender, en todo momento, que su La enseñanza que es
mensaje es diferente según quien lo recibe y por ello tendrá en diversificada
cuenta las distintas capacidades de los alumnos. La individuali-
zación es fundamental en la pedagogía agustiniana. Adaptarse a
las condiciones de cada alumno supondrá establecer un camino
diferente para cada uno. El educador habrá de responder a la
singularidad de cada uno de sus alumnos.

Este planteamiento tiene unas consecuencias directas en la si-


tuación de aula. Supone:

– La eliminación de modelos de lecciones magistrales dirigidas La enseñanza que no impone


a un grupo que entenderíamos como homogéneo. lecciones magistrales

– Estar preparado para diversificar la enseñanza y adaptarla a La enseñanza que es adaptada


los diferentes alumnos, tendiendo a la individualización.

– Establecer dinámicas de clase que puedan dar cabida y res- La enseñanza que es dinámica
puesta a los distintos perfiles de alumnos, a las distintas in-
quietudes, a los distintos ritmos, a los distintos estilos de
aprendizaje, a la diversidad en definitiva.

-– Un desafío directo para el educador que se debe presentar La enseñanza que supone un
abierto en todo momento a la renovación, al aprendizaje per- reto para el educador
manente, a la formación y al conocimiento.
Conocer la Verdad, vivir en la verdad 21

4. Establecimiento del amor, la alegría, el entusiasmo


y la cercanía como elementos dinamizadores de una
enseñanza positiva y eficiente

4.1. El Amor
La vida de San Agustín tuvo como centro principal el amor, Haciendo uso del amor como
amar y ser amado era lo más importante. Dios es amor, y el generador de entusiasmo
mandamiento del amor es el núcleo sustancial y específico de la
vida y doctrina de Jesús.

Ama y haz lo que quieras (Comentario al Ev de Jn. tr. 8, 8) por-


que tu amor y entusiasmo educan por sí mismos.

Es evidente, pues, que una pedagogía agustiniana no podría en-


tenderse sin el establecimiento del amor como elemento dinami-
zador de la enseñanza.

Cuanto más amamos a nuestro alumnos, tanto más deseamos que


aprovechen nuestras enseñanzas y en consecuencia, tanto más em-
peño ponemos en enseñarles lo que necesitan (La catequesis a los
participantes. 10, 14).

El amor adquiere unas connotaciones especiales en la tarea edu-


cativa. Se podría hablar de un amor pedagógico. Se trata del amor
desinteresado del educador por el alumno que se manifiesta en Haciendo uso del amor como
entrega y admiración mutua. Se trata de un amor paterno filial entrega y admiración
por ese alumno que nace y progresivamente va creciendo en una
nueva vida a medida que adquiere los conocimientos y las cualida-
des personales. Considera San Agustín que a la eficiente enseñanza Haciendo uso del amor como
y a la buena educación del alumno se llega solo por esta vía. vía que lleva al desarrollo y la
buena educación

4.2. La alegría y el entusiasmo


Indisolublemente unida a esta concepción del amor está la ale-
gría.

Se nos escucha con mayor agrado cuando también nosotros nos


recreamos en nuestro propio trabajo, porque el hilo de nuestro dis-
curso vibra con nuestra propia alegría y fluye con más facilidad y
persuasión (La catequesis a los principiantes 2, 4).
22 Bases Pedagógicas Agustinianas

El entorno educativo debe trasmitir la alegría, alegría por vi- Haciendo uso de la alegría
vir, alegría por descubrir. La alegría abre fácilmente las puertas a como llave que abre puertas
cuanto se ofrece en su contexto. La tarea educativa es difícil y no
faltan los problemas e incluso las tensiones y decepciones. Todo
ello no debe enturbiar nunca la maravillosa labor de descubrir,
puesto que la grandeza de aprender y descubrir va mucho más
allá de un simple momento de dificultad aunque no esté exento
de ellos. Se debe poder desdramatizar situaciones, romper cade-
nas, arrojar semillas, sanar heridas y mantener viva la esperanza.

Si Dios ama al que reparte con alegría la limosna material, ¿con Haciendo uso de la alegría
cuánta más razón amará al que distribuye con alegría lo espiri- como catalizador de los
tual?” (La catequesis a los principiantes 2, 4.) problemas

Para San Agustín la alegría hace que la enseñanza suscite en el Haciendo de la alegría un
educador y en el alumno las mejores disposiciones mentales y estimulante de la buena
disposición académica
personales para que sea lo más eficaz y agradable posible. Se da
mayor aprobación a un mensaje cuando este va impregnado de
ese componente.

5. Creación de un entorno cooperativo de aprendizaje


con un alto nivel de compromiso interpersonal que
impulse las expectativas del alumno y del educador

5.1 Un entorno cooperativo de aprendizaje


El proceso de enseñanza-aprendizaje conlleva una estrecha rela- Estableciendo una
ción de cooperación entre el educador y el alumno que se inter- comunicación cooperativa
y formativa que implica una
cambian signos y palabras con la finalidad de buscar la Verdad. formación integral
Pero para San Agustín, la educación no es una mera transmisión
de conocimientos, sino una relación y una comunicación coope-
rativa y formativa, es decir, una llamada desde, con y para todo
lo que implique una formación integral.

Educar para la participación y la colaboración es una aporta- Construyendo un entorno


ción básica de la escuela agustiniana. Entendida así, la educación cooperativo de enriquecimiento
mutuo
se convierte en una aventura colectiva. Cuando alumnos y edu-
cadores adquieren un papel activo de cooperación y participa-
Conocer la Verdad, vivir en la verdad 23

ción en el proceso de enseñanza-aprendizaje, la consecuencia es


el enriquecimiento mutuo.

La colaboración y cooperación entre educadores y alumnos Estableciendo la cooperación


crean una resistencia a la debilidad y vulnerabilidad de la edu- como resistencia a la debilidad
de la educación
cación en la actualidad. Esta colaboración crea condiciones que
ayudan al desarrollo de la autonomía y la libertad de los alum-
nos para que sepan hacer sus elecciones. El educador busca las
estrategias metodológicas basadas en la colaboración tanto para
buscar las verdades y descubrirlas como para eliminar obstáculos
y dificultades.

5.2. Un compromiso que impulsa las expectativas del alum-


no y del educador
Compromiso y colaboración en el proceso de enseñanza y Propiciando el compromiso
aprendizaje son elementos que propician la participación activa, como elemento de
el trabajo en equipo y el buen manejo de la interdisciplinariedad, participación, superación y
enriquecimiento
superan el individualismo, avivan la voluntad de participar, enri-
quecen el espíritu comunitario y afianzan la corresponsabilidad
y la coherencia en la vida.

Esta fértil red de posibilidades impulsan indudablemente las


expectativas derivadas del proceso de enseñanza-aprendizaje tan-
to en el alumno como en el educador. Al alumno, la interacción
con el educador lo convierte en el protagonista de su aprendizaje
que busca con inquietud su verdad. El educador lo guía en su
descubrimiento fomentando con sus actitudes el deseo de apren- Afianzando la relación
der y el amor por descubrir la verdad en definitiva. A medida educador-alumno para ampliar
las expectativas de ambos, en
que la relación educador-alumno se afianza se amplían las expec- sus respectivos papeles
tativas de ambos. Esto garantizará en gran medida el éxito final.
El educador por su parte, amplia sus expectativas cuando ha lo-
grado que el alumno alcance este protagonismo de su educación,
sabiendo en todo momento que enseña, pero que él mismo ne-
cesita aprender siempre a medida que el alumno aprende.

“Al darte la libertad de preguntar lo que quisieres, lo hago, no


porque sea doctor perfecto, sino para perfeccionarme con los discípulos”
(Carta 266, 2, 4)
Conocer la Verdad, vivir en la verdad 25

D. Los Agentes en la Educación

El educador. El educador agustiniano cree en el hombre y en sus posibilidades,


1 se considera mediador y, desde una perspectiva alegre, humana y compren-
siva, suscita el diálogo que encamina al alumno hacia el conocimiento, hacia
la verdad. Basa su misión en la creencia absoluta de que el amor potencia el
conocimiento y el conocimiento potencia el amor.
El alumno. El alumno agustiniano ama la verdad y por ello la busca desde
2 la inquietud y la libertad responsable. Humilde y receptivo pero dialogante y
participativo, comienza su camino en el conocimiento de sí mismo para dirigir su
vida con sentido trascendente.
El entorno. El entorno de aprendizaje agustiniano propicia un clima
3es edificante
de seguridad y confianza que favorece las relaciones interpersonales, que
y fomenta la implicación de toda la comunidad educativa. Se
centra en un proceso formativo basado en la amistad, la participación, la
flexibilidad y el equilibrio humano y material mediante una “ecología edu-
cativa” necesaria, discreta y responsable.
Conocer la Verdad, vivir en la verdad 27

1. El educador

cree en el hombre y en sus posi-


Ealegre,
l educador agustiniano
bilidades, se considera mediador y, desde una perspectiva
humana y comprensiva, suscita el diálogo que enca-
mina al alumno hacia el conocimiento, hacia la verdad. Basa
su misión en la creencia absoluta de que el amor potencia el
conocimiento y el conocimiento potencia el amor.

El enfoque de la educación para San Agustín requiere un tra- Ama su misión


bajo constante y una buena capacidad intelectual por parte del
educador. El educador agustiniano ama su misión. Este amor es
el punto de partida de una labor genuinamente educativa. Amar
su misión implica disfrutar de su trabajo y del éxito de sus alum-
nos, porque en ello encuentra su autorrealización.

“Cuanto más amamos a las personas a las que hablamos, tanto más
deseamos que les agrade lo que les exponemos para su salvación; y si
esto no sucede así, nos disgustamos y durante nuestra exposición per-
demos el gusto y nos desanimamos, como si nuestro trabajo resultara
inútil” (La catequesis a los principiantes 10, 14)

El educador agustiniano es capaz de responder a las exigencias Responde a exigencias y


y retos que plantea la sociedad actual. No se concibe como una retos
persona conforme con lo que es, posee un corazón inquieto que
le anima a buscar a medida que encuentra. No es conformista Posee un corazón inquieto
ni mediocre. Como educador no se considera frente a sus alum-
nos como alguien que lo sabe todo sino que está abierto a otros
puntos de vista, a los cambios, presentando actitudes de escucha, Es receptivo y tolerante
tolerancia, fraternidad y decisión.

1.1 Cree en el hombre y en sus posibilidades


El educador agustiniano sabe que sus alumnos llegan con co-
nocimientos, virtudes, aspiraciones y deseos que aún no están
agotados ni ejercitados en su totalidad. No son vasijas vacías que
hay que llenar, sino personas que están dispuestas a aprender
pero también tienen la posibilidad de aportar. Por ello enfoca su
misión a animar, impulsar, dirigir, orientar, conducir y señalar el Anima, impulsa y orienta
camino que el alumno debe seguir.
28 Bases Pedagógicas Agustinianas

El educador debe saber que, a veces, el alumno puede presen-


tar dificultades o conflictos de valores. Su actitud no debe ser, en
este caso, la de negar la ayuda adecuada para que el alumno se
supere sino que debe corregir deficiencias e infracciones sin dejar Corrige deficiencias y aplaude
de aplaudir logros, e incentivar aspiraciones. logros

1.2. Como mediador, suscita el diálogo que lleva hacia la


verdad
El educador agustiniano es un mediador del aprendizaje que Es mediador del aprendizaje
ayuda al alumno a descubrir y sacar fuera las potencialidades
que lleva en su interior y captar lo que está a su alcance. Es
alguien con capacidad de comunicar, pero también con capaci- Se muestra buen
dad y disposición para escuchar. Nada estimula tanto al alumno comunicador y buen oyente
como saber que el educador escucha con atención y de forma
receptiva sus preguntas e inquietudes. El método más apropiado
para transmitir valores y saberes y sobre todo para formar perso- Educa en el diálogo
nas es el dialogo abierto, sincero y en igualdad. Este encuentro
amigable con el alumno debe procurar no tanto ofrecer conoci-
mientos, como despertar en este la inquietud por la búsqueda Despierta inquietudes
de la verdad.

1.3. Cree que el amor potencia el conocimiento y el


conocimiento potencia el amor.
Del amor al conocimiento, del conocimiento al amor. Para Del amor al conocimiento, del
San Agustín, la base de toda acción educativa gira en torno al conocimiento al amor
amor y nace del amor. El amor del maestro al alumno es un
amor desinteresado que enseña y ayuda a aprender y que predis- Amor que enseña y ayuda
pone al alumno para una mejor recepción de los conocimientos.
Aprender es recordar y la enseñanza es el desencadenante de ese
recuerdo. El educador no enseña el saber sino el modo de adqui-
rirlo, llegar al conocimiento es una conquista personal del alum-
no, fruto del diálogo y la comunicación. El educador guía su Guiar la enseñanza a través
enseñanza a través del amor y conduce al alumno a la reflexión del amor
interior necesaria para el descubrimiento de la Verdad.

La posibilidad de descubrir el conocimiento sembrado en


el interior hará que el alumno muestre interés. El saber que el
alumno va adquiriendo potencia su amor que se manifiesta en El conocimiento potencia el
el deseo de compartir con los demás lo que ha aprendido y en amor
Conocer la Verdad, vivir en la verdad 29

el deseo de alcanzar la felicidad. Este deseo surge y se manifiesta


como consecuencia del amor hacia los demás.

El círculo se cierra cuando el deseo de compartir el conoci-


miento, lo aprendido, su verdad, se transmite a los demás guiado
nuevamente por el amor. Su conocimiento potenciará el amor.
Por amor se aprende y cuando se descubre la grandeza de lo que Por amor se aprende, por
se ha aprendido, por amor a los demás se comparte. amor se comparte

2. El alumno

ama la verdad y por ello la busca


Ereceptivo
l alumno agustiniano
desde la inquietud y la libertad responsable. Humilde y
pero dialogante y participativo, comienza su cami-
no en el conocimiento de sí mismo para dirigir su vida con
sentido trascendente.

Educar es despertar personas. El alumno agustiniano no es un


modelo de persona ya elaborado o un prototipo, sino un proyec-
to que se trabaja día a día, es el camino de aquella persona que en
inquieta búsqueda de la verdad, por el camino de la interioridad
y la libertad responsable, trabaja, estudia y se relaciona para lle-
gar a la trascendencia.

2.1. Busca la verdad desde la inquietud y la libertad


responsable
El alumno agustiniano es aquel que busca la verdad y desea al- Busca la verdad
canzarla. La verdad no es patrimonio de unos pocos. San Agustín
fue un incansable buscador de la verdad. Cuando el interés por
descubrir y aprender se ha suscitado en el alumno, la consecuen-
cia lógica es la constante inquietud. La vida plantea continuos
interrogantes y solo encuentran respuestas aquellos que con in-
quietud buscan las verdaderas respuestas. La enseñanza que no
responde a las inquietudes del alumno es inútil. Para aquellos
alumnos que buscan e interrogan los maestros les ayudan a bus-
car por sí mismos las respuestas. Para San Agustín, este sentido Encontrar es engendrar
de encontrar es sinónimo de engendrar. Es como si el mismo
alumno da a luz lo que ha encontrado. Es algo suyo que pasa a
30 Bases Pedagógicas Agustinianas

formar parte de su vida. La inquietud del alumno agustiniano


conlleva cuestionarse constantemente el significado profundo de
todo. El maestro de Hipona pide al alumno que se pregunte a
sí mismo, pregunte a los educadores, busque en los libros hasta
llegar al encuentro de la verdad que anida en cada uno.

El alumno agustiniano busca también desde la libertad respon-


sable. La libertad es conquista y superación de todo aquello que
impide crecer. “La libertad no es hacer lo que nos da la gana, sino
hacer lo que tenemos que hacer porque nos da la gana” (Sermón
344, 4) Que el alumno agustiniano se acerque a la libertad im-
plica que se acerque desde el autoconocimiento y el aprendizaje
del amor. No es una libertad vacía, o no comprometida. “Ama y
haz lo que quieras” dice San Agustín, quien proclama la sobera-
nía del amor como principio de la libertad. Amor y libertad no
son el punto de partida sino la meta final del alumno. Su libertad
se vigoriza cuando acepta sus obligaciones, se mantiene cuando
elige el bien y lo realiza y se consolida cuando su vida concuerda
con la verdad que va progresivamente descubriendo en él.

– El alumno agustiniano busca desde la libertad responsable Busca con sentido crítico
cuando busca con juicio crítico. Porque no es más libre quien
tiene más oportunidades de elegir, sino el que tiene más cri-
terios para seleccionar mejor.

– El alumno agustiniano busca desde la libertad responsable Busca desde el autodominio


cuando busca desde el autodominio. “Sólo puedo hacer lo
que quiero cuando dejo de querer lo que no debo” (Carta
10, 1)

– El alumno agustiniano busca desde la libertad responsable Busca desde la superación


cuando busca desde la superación. Nunca llega a la resigna-
ción y al desencanto porque las dificultades humanas siempre
tienen salida.

– El alumno agustiniano busca desde la libertad responsable Busca desde el compromiso


cuando busca desde el compromiso frente a la cultura del
fragmento, de la improvisación y la provisionalidad que con-
duce a un miedo hacia cualquier proyecto verdadero.
Conocer la Verdad, vivir en la verdad 31

En definitiva, el alumno agustiniano no solo tiene vida física,


biológica, sino, sobre todo, posee libertad de pensamiento, de
imaginación, de sentimientos. Se siente artífice de su vida sin
menospreciar ninguna de las posibilidades personales y constru-
yendo un aprendizaje unido a su capacidad de amar la verdad y
la libertad.

2.2. Humilde y receptivo pero dialogante y participativo


comienza su camino en el conocimiento de si mismo
para dirigir su vida con sentido trascendente

El alumno agustiniano sabe que en su interior está la verdad Conocerse es ir al interior


y por ello se embarca en el camino hacia la interioridad, que es
el camino hacia las respuestas. Conocerse a sí mismo es dirigirse
al interior.

La interioridad, no obstante, no significa una introspección
superficial sino que abre las puertas al encuentro con Dios y de
los demás en él y, por tanto, es motor de auténtica implicación
en el mundo. Dirigirse hacia el interior nos permite dirigir la Ir al interior es dirigirse a la
vida con sentido trascendente. Este sentido trascendente que se trascendencia
abre en el camino hacia el interior tiene unos fundamentos sóli-
dos que el alumno agustiniano debe conocer:

– que su vida tiene un sentido bello, un fundamento sólido y Conoce el sentido bello de
una meta feliz pese a los inconvenientes del camino. la vida

– que su vida tiene una seguridad absoluta, porque ha aprendi- Conoce que el Amor nos guía
do que es el Amor el que nos guía, nos envuelve, nos trabaja
y nos protege.

– que su vida tiene asegurado un fin feliz, que alcanza pese a las Conoce el fin feliz de la vida
dificultades de la vida pues es el motor del camino y el fin del
camino.

Nos hiciste, Señor, para Ti, y nuestro corazón seguirá inquieto


mientras no te tenga a Ti (Confesiones 1, 1, 1).
32 Bases Pedagógicas Agustinianas

3. El entorno

agustiniano propicia un clima


Epersonales,
l entorno de aprendizaje
de seguridad y confianza que favorece las relaciones inter-
es edificante y fomenta la implicación de toda la
comunidad educativa. Se centra en un proceso formativo ba-
sado en la amistad, la participación, la flexibilidad y el equi-
librio humano y material mediante una “ecología educativa”
necesaria, discreta y responsable.

3.1. Propicia un clima de seguridad y confianza que


favorece las relaciones interpersonales, es edificante y
fomenta la implicación de toda la comunidad educativa
Alumno y entorno son elementos que se complementan. El en- Alumno y entorno son
torno lo conforman, no solo la familia, sino también los amigos complementarios
y el medio físico junto con todos los elementos que rodean al
alumno. Todo ello adquiere su naturaleza en razón a la presen-
cia del alumno y el alumno alcanza sus metas en virtud de su
entorno. La relación del alumno con el entorno fomenta unas
relaciones que van más allá de las paredes de un aula porque la
dimensión social y participativa del alumno se crea y se fomenta Dimensión social y
en tanto avanza en su formación. El descubrimiento de su yo y participativa
su interacción con el entorno irá vinculado intrínsecamente a su
percepción del entorno. Si este dificulta y obstaculiza el proce-
so de enseñanza-aprendizaje, dificulta y condiciona igualmente
los encuentros interpersonales y debilita por tanto la dimensión
personal y humana del alumno.

Es, pues, un reto para el entorno del alumno generar un senti-


miento de pertenencia que garantice la seguridad y la confianza
del alumno. Sentirse parte supone saberse incluido en un todo
en el que es uno de los protagonistas. A veces el ámbito educativo
reduce el sentido de la pertenencia olvidando que la pertenencia
es un componente de la identidad. El alumno agustiniano es y El alumno pertenece a su
realidad
además pertenece a un entorno concreto. Este entorno favorece
las relaciones interpersonales, favorece cauces de información y
participación y facilita y fomenta el ambiente de diálogo, co- Existe la voluntad de
laboración y autocrítica. Por ello se hace necesaria la voluntad convergencia
Conocer la Verdad, vivir en la verdad 33

de convergencia y el carácter integrador de los elementos que


conforman el entorno de enseñanza y aprendizaje agustiniano.

3.2. Se centra en un proceso formativo basado en la amis-


tad, la participación, la flexibilidad y el equilibrio huma-
no y material mediante una “ecología educativa” necesa-
ria, discreta y responsable

“El que quiere hacer un lugar al Señor no debe alegrarse de su


propio bien, sino del común” (Comentarios a los Salmos 131, 5)

El entorno en el ámbito educativo agustiniano lo conforman El entorno y el prójimo


una serie de fuerzas convergentes que deben favorecer el encuen-
tro con los demás, con uno mismo y con Dios. Educar no solo
educan las personas; también lo hace el ambiente. Esto supone
considerar dos aspectos importantes: por un lado, las relaciones,
la organización, el tiempo libre etc. Por otro lado, los diferentes
escenarios y contextos de aprendizaje así como los recursos y
herramientas digitales que proporcionan las nuevas tecnologías
aplicadas a la enseñanza y que conforma todo ello una amplia y
necesaria ecología educativa que debe tener una influencia dis- Uso responsable de recursos
creta y responsable en el proceso de enseñanza-aprendizaje

No podemos perder de vista que la labor educativa es básica- Educar es contagiar una
mente una actividad moral que supone en muchos casos conta- forma de vida
giar una forma de vida. Todos los elementos del entorno deben
compartir y entender esta forma de vida. Desde una perspectiva
agustiniana esto supone que trabajar y aprender en un entorno
educativo multidisciplinar es a la vez trabajar y aprender bajo un
mismo principio: El darse a los demás y anteponer los intereses
comunes a los propios. Concentrar los esfuerzos para la realiza-
ción del bien común no debe ser fruto de pactos ni acuerdos ni
documentos legales, sino fruto del amor al prójimo.

Desde el respaldo de una realidad comunitaria, manteniendo


cada uno sus características propias deben integrase plenamente
todos los elementos en la comunidad educativa y tener en ella La igualdad en el entorno
un trato de verdadera igualdad. Solo desde esta perspectiva se
garantiza la participación, la flexibilidad y el equilibrio humano
en el entorno de enseñanza-aprendizaje.
34 Bases Pedagógicas Agustinianas

Amor y Ciencia: educar la mente y el corazón


A la verdad no se llega pensando o discurriendo,
sino que ella misma se manifiesta a los que la desean.
(La Verdadera religión 39, 72)

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