CHILACAYOTE

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HORTICULTURA Y FLORICULTURA

1.-El Chilacayote mexicano


( Cueurbita fzczfolia, Bouclzé; Sin: C. Mel(zrzosjeramaa, 13raun)

Es una cucurbitácea perenne trepadora, indígena, de México,


de semillas negras. Desarrolla guías muy largas y produce muchos
frutos, que son muy buenos, ya sea en su estado tierno, como calaba-
citas, o en estado de madurez completa, en dulce.

Cen n Chilacayote de dos años en el rancho de La Cruz (D. F.)

El Chilacayote es planta de tierra fría y vive varios años. Tie-


ne una raíz carnosa, gruesa y fuerte. Así es que a veces muere en el
invierno la parte aérea, pero el pie rebrota en la primavera siguiente.
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Hay dos variedades de Chilacayote, una de fruto blanco y otra


de fruto verde o, mejor, pinto.
Es una excelente enredadera para emparrados y enramadas.
Puede servir también como planta ornamental, presentando un bonito
aspecto con sus numerosos y gruesos frutos blancos o pintos, colgados

Chilacayote blanco

en los árboles o emparrados. Cultivado con las guías extendidas sobre


el terreno, produce también muchos frutos. Nosotros lo hemos culti-
vado de ambos modos, pero al que fué cultivado extendido en el suelo,
le hemos enterrado las guías en surcos por unos 3 o 4 metros a partir
de su pie, logrando aumentar su cabellera radical y, con esto, obtuvi-
mos mayor producción de frutos.
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Esta cucurbitácea mexicana, todavía desconocida en la horti-


cultura mundial , merece la atención del mundo hortícola por su gran
producción y buenas calidades.

I. No hay duda que esta Cucurbitáce es indígena de México.


Reproduzco lo que escribe a este respecto el Botánico Mexicano, Ga-
briel V. Alcocer, en su «Catálogo de los Frutos Comestibles Mexica-

Raiz de Chilacayote

nos:» «Cucurbita ficifolia.- Bouché; DC. Monog. Phaner. 111°, págs.


547. (Cucurbita Melanosperma , Braun). (Chilacayote , Cidracayote.
Esta especie perenne es para Mr . Cogniaux verosímilmente indígena
del Asia Oriental , y cultivada en las regiones cálidas y templadas;
para Mr. Alph. De Candolle su origen es incierto , y después de aludir
a su reciente introducción en los jardines de Europa (a mediados del
siglo anterior). llevando algunas veces el nombre de Melón de Siam,
concluye dudando que sea del Asia. «porque todas las especies cono-
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cidas de «Cucurbita» vivaces, son de México o de California» (op. c.,


p. 205).
En efecto , las especies vivaces del género determinadas hasta
hoy, están distribuidas del siguiente modo: la C. radican, Naud y la
C. galeotti, Cogn., son de México; la C. digitata, Gray. la C. balmala.
Wats. y la C. Californica, Torr. de
los Estados Unidos, región Oeste; y
común a ambas naciones la C. foeti-
dissimna, Kunth.: y no sería imposible,
por las leyes de la Geografía Botáni-
ca, que la especie de que nos ocupa-
mos, también vivaz, sea de América
y probablemente del territorio mexi-
cano.
Hay, para creerlo así, un dato
que juzgamos de suma importancia,
y es el nombre vulgar usado en Méxi-
co para designar esta planta y su fru-
to, chilacayote, corrupción de tzilaca-
yotli, nombre indígena recogido por
Hernández , y consignado en su artícu-
lo «De Ayotil, seu de Cucurbitarum
Indicarum natura et generibus» (ed.
mat. I , pág. 99 ); en el que enumera
y describe las diferentes calabazas que
distinguían los indios, haciendo notar
que omite las conocidas en el Viejo
Mundo. En primer lugar coloca el tzi-
lacayotli (calabaza que suena), llama-
da por otros cuicuilticayotli (calabaza
pintada) y por la corta descripción
que de ella hace y el tamaño que le
asigna, se ve que concuerda con los
caracteres específicos de la actual C.
ficafolia. El hecho de tener dos nom-
Chilacayote verde
bres en la misma lengua, lo que indi-
ca un conocimiento muy antiguo de la'
planta entre la raza conquistada, y los usos que de ella hacían, hace
presumir con toda verosimilitud que la planta era de la Mesa Central,
donde prospera muy bien, o que la trajeron consigo en sus largas pe-
regrinaciones desde el Norte; pero si esto hubiese sido así, los botáni-
cos y colectores norteamericanos que han explorado a uno y otro lado
de la frontera ya la habrían encontrado y señalado hace tiempo.
El interesante capítulo sobre el Ayotli no consta en el extracto
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de Hernández hecho por Recchi, y por lo mismo Mr . De Candolle no


pudo orientarse respecto de esta especie.
También Sagagún , en su « Historia General de las cosas de
Nueva España », al explicar las ofrendas qne los aztecas hacían a los
Tlaloques. dice lo siguiente , escrito poco después de la Conquista:
«Hay unas cabezas lizas, redondas , pecosas, entre verde y
blanco, o manchadas que las llaman tzilacayotli, que son tan grandes
como un gran melón , a cada una de estas partíanla por la mitad, y
sacábanle las pepitas que tenían dentro; y quedaba hecha como una
taza, y enchíanla de vino ( pulque ), y poníanlas delante de aquella ima-
gen o imágenes , y decían que aquellos eran vasos de piedras precio-
sas que llaman clzalchivitl». (Tom. I, Lib, i' Cap. 2I, pág. 3`7 de la
ed. Mex).
Con estas pruebas intachables puede asegurarse que el chila-
cayote se cultivaba en México desde antes de la Conquista ; y que su
área de vegetación no se extiende más allá de cierto límite al Norte,
lo manifiesta el hecho de estar excluída la especie de las numerosas
Floras que han publicado en los Estados Unidos, pues en la biblio-
grafía referente a la especie no cita ninguna de ellas Mr. Cogniaux, y
en las pocas que hemos podido consultar , algunas modernas , no figura
esta especie.
Llama la atención el hecho bien raro de que Mr. Cogniaux,
que para escribir su Monografía pudo reunir en el jardín Botánico de
Bruselas las Cucurbitáceas de veintiséis Herbarios de diferentes Esta-
blecimientos de las principales capitales europeas , no haya citado, tra-
tándose de la C. liicifolia, un solo ejemplar recogido en cualquier lugar
del mundo, lo que indica , si no es omisión involuntaria , y que nuestro
vulgar Chilacayote ha sido desdeñado por todos los colectores ,, cre-
yendo tal vez que es una planta introducida y naturalizada.

Extracto del informe del Profesor don

MARIO CALVINO

11.-Un ensayo de abonos para cebollas

La fórmula de abonos adoptada ha sido la siguiente, por ca-


da área:
Superfosfato al 45 por ciento de Anhídri-
do fosfórico -------------------- Kls. 2.000

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