Contenido de Unidad 1: Acentuación: 1. El Acento

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Contenido de unidad 1: Acentuación

1. El acento

El acento. El acento es un rasgo prosódico (fonético – fonológico) que realizamos en el acto


del habla y consiste en poner de relieve (o fuerza de voz) una sílaba determinada al interior de
una palabra.

Esa sílaba que recibe, la mayor intensidad de la voz es la acentuada o tónica, y la o las otras
que carecen de dicha energía articulatoria son llamadas inacentuadas o átonas. Por ejemplo, en
la palabra: pregunta,  la sílaba acentuada, es “-gun”, porque es la que recibe el golpe de voz, es
decir, la mayor energía articulatoria, las otras dos: pre- y -ta, son inacentuadas o átonas.

El español al ser una lengua de acento libre debido a que la intensidad de voz (o sílaba tónica)
puede recaer en cualquier sílaba al interior de la palabra.

Por ejemplo, si pronunciamos: término, termino o terminó. En la palabra “término”, el acento de


voz recae en la primera sílaba: tér-, en “termino” el acento está en la segunda sílaba –mi y en
“terminó”, el acento de voz está en la tercer sílaba -nó.  Como vemos el acento es un rasgo
diferenciador de palabras, que según la sílaba donde se sitúe origina cambios significativos a
las palabras. Gracias a la presencia del acento en una u otra sílaba, producimos palabras con
significados y funciones distintas.

1.1. Funciones del acento. En el español, el acento tiene dos funciones fundamentales:


la distintiva y la contrastiva.

a)    Función distintiva, gracias a que el acento puede recaer en la primera, segunda, tercera o
cuarta sílaba, tenemos palabras con funciones y significados distintos: hábito, habito, habitó. La
función del acento, en este caso, es llamada distintiva porque permite distinguir una de otras
palabras.

b)    Función contrastiva, al interior de la palabra el acento recae en una sílaba determinada, esa
sílaba es llamada tónica, y contrasta con la otra u otros sílabas que no tienen el acento y que
son llamadas átonas. A esta manera de contrastar sílabas tónicas de las átonas, dentro de una
misma palabra, se la llama función contrastiva.

1.2. Clasificación de las palabras según donde cae el acento de voz. Según la posición de la
sílaba acentuada o tónica, es decir, según donde recae el acento de voz, las palabras
polisílabas se clasifican en: agudas, graves o llanas, esdrújulas, y sobresdrújulas.

a)    Agudas, llevan el acento o la intensidad de voz en la primera sílaba, contando de derecha


izquierda: mujer, ciudad, café, comercial, etc.

b)    Graves o llanas, las que llevan el acento de voz en la segunda: casa, árbol, soporte, etc.

c)    Esdrújulas, las que llevan la intensidad de voz en la tercera sílaba: índice, máquina, médico,
etc.

d)     Sobresdrújulas, las que llevan la fuerza de vos en la cuarta sílaba: cómpratela, dígaselo,


explíquemelo.

Hay que diferenciar el acento fonológico (que se realiza en el acto del habla) y acento
ortográfico (que se realiza en la escritura) y representado con una tilde (´).
2. Sílaba

Se define a la  sílaba como cada uno de los golpes de voz que realizamos al momento de
producir una palabra, es decir, las divisiones fonológicas en las que se segmenta una palabra en
la cadena hablada.

2.1.  Estructura de la sílaba.  La sílaba, al ser  la primera unidad superior al fonema,  ella abarca
uno o varios de ellos, donde, por lo menos, uno es vocálico. 

Esta definición resalta que donde haya una vocal puede haber una sílaba, pero esto no significa
que la presencia de una vocal suponga siempre la existencia de una sílaba.

El Esbozo prescribe que el número de fonemas que componen una sílaba, en nuestro idioma,
varía de uno a seis. Por ejemplo, la palabra agriáis tiene dos sílabas: a – griáis, la primera sílaba
está estructurada con el fonema /a/ y la segunda tiene seis fonemas / g - r - i - á - i -s /.

El elemento fundamental de cualquier sílaba es siempre una vocal; por tanto, la vocal será
siempre núcleo silábico. Así:  trompeta  es una palabra que tiene tres sílabas: trom  -  pe  -  ta; el
núcleo de -trom  es la vocal:  o, de -pe:  e  y de –ta:  a.

2.2. Sílabas tónicas y átonas.  En una palabra polisílaba,  no todas sus sílabas se pronuncian con
la misma intensidad de voz. La sílaba que soporta la mayor fuerza de voz se llama  tónica  y la o
las restantes son  átonas.

Veamos con la palabra  resumen  (re-  su  –men); de la tres sílabas que conforman la palabra
resumen, la que lleva la mayor fuerza de voz es –su, ésa es la sílaba tónica y las  otras  –re  y
-men,  son átonas.

2.3.  Clasificación de palabras según el número de sílabas.  Conforme el número de sílaba, las
palabras se clasifican en:  monosílabas, bisílabas, trisílabas, y polisílabas.

a)            Monosílabas, las que tienen una sola sílaba:  pez, sal, con, mar, luz, sed, etc.

b)        Bisílabas, las que tienen dos sílabas:  pluma, casa puerta, torta, etc.

c)        Trisílabas, las que tienen tres sílabas:  cuaderno, sílaba, caracol, etc.

d)            Polisílabas, las que tienen más de tres sílabas:  cigarrillo, agricultura, etc.

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3. Tilde

Es un procedimiento ortográfico que se realiza en el lenguaje escrito en determinadas palabras,


y consiste en colocar el signo ortográfico (´)  llamado tilde para resaltar la sílaba tónica. El
hecho de colocar tilde en una u otra palabra obedece a ciertas normas y reglas establecidas por
La Real Academia De La Lengua Española.

Sabemos ya que las palabras polisílabas en español se caracterizan porque una de las sílabas
soporta la mayor intensidad de voz, es decir, porque tienen una única sílaba tónica, la misma
puede estar en cualquier lugar, el comienzo, al medio, o al final, indistintamente.

Conforme a la clasificación de las palabras según donde cae el acento de voz en: agudas,
graves o llanas, esdrújulas y sobresdrújulas; se debe tomar en cuenta las siguientes reglas
generales de atildamiento.
3.1. Tilde en agudas. Ya sabemos que todas aquellas que llevan la fuerza de voz o sílaba tónica
en la primera sílaba, contando de derecha a izquierda, se llaman agudas: seriedad,  sutil, reloj,
mandil, acentuar, mujer, etc.

Las palabras agudas llevan tilde cuando terminan en vocal o en consonantes n o s.

algún                         jardín                         estéis

budú                          salió                           rincón

comí                           llegará                       café

Nota: No llevan tilde las palabras agudas terminadas en y (v. Esbozo p. 135).

Carey                         Virrey                                     Monterrey

Convoy                     Uruguay                    Paraguay

3.2. Tilde en graves o llanas. Las que llevan la fuerza de voz o sílaba tónica en la segunda
sílaba, contando de derecha a izquierda, se llaman graves o llanas: significa,  casa, profeta,
dosis, resumen, crisis, etc.

Las palabras  graves  o  llanas  llevan  tilde cuando terminan en cualquier consonante,
que no sea: n, s o vocal.

álbum                        carácter                     débil

alférez                       lápiz                          mármol

débil                           tórax                          réquiem

3.3. Tilde en esdrújulas. Aquellas que llevan la fuerza de voz en la tercera sílaba, contando de
derecha a izquierda, se llaman esdrújulas. Todas las esdrújulas llevan tilde sin excepción.

águila                                    ímpetu                       pólvora

décimo                      lápices                       régimen

género                       música                      sílaba

3.4. Tilde en sobresdrújulas. Son aquellas que llevan la sílaba tónica en la cuarta sílaba,
contando de derecha a izquierda. Todas las palabras sobreesdrújulas llevan tilde sin excepción.

acercándoseme      demuéstremelo       hágamelo

comiéndoselo          dígaselo                    pídaselo

cómpremelo             explíquemelo           repítaselo

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4. Acento diacrítico

Acento diacrítico. Es un procedimiento ortográfico que se realiza en el lenguaje escrito, que


consiste en colocar una tilde en ciertas palabras homófonas. 

4.1. Palabras homófonas. En nuestra lengua hay vocablos que se pronuncian y se escriben del
mismo modo, pero tienen significado y función diferente, son
las palabras llamadas homófonas (igual sonido), por ejemplo: dé (del verbo dar),
y de (preposición).

Es en estos casos de homofonía se aplica el acento diacrítico para distinguirlas unas de otras
palabras. Este procedimiento hace con que diferenciemos unas palabras homófonas átonas y
las otras tónicas, porque en la escritura solo se coloca la tilde sobre la voz tónica.

Para el estudio del acento diacrítico, en palabras homófonas, se ha establecido dos grupos de
palabras con características similares: en ciertas monosílabas y en palabras interrogativas.

4.2. Diacrítico en monosílabas. Las palabras monosílabas, generalmente, no llevan tilde: pan,


pez, miel, son, fe, pie, fue, etc. (v. Esbozo, p. 140). Sin embargo, se exceptúan de esta regla
cuando existen dos monosílabos homófonos, iguales en su forma, pero con distinta función
gramatical y por lo tanto, distinto significado.

mí: pronombre personal.  Esta agenda es para  mí.

mi: adjetivo posesivo.  Están esperando  mi  llamada.

mi: nombre de una nota musical.  Concierto en  mi  menor.

tú: Pronombre personal.  No quiero que  tú  vengas.

tu: adjetivo posesivo.  Tu  libro está sobre la mesa.

él: pronombre personal.  Él  es muy estudioso.

el: artículo. El  lunes tengo examen.

sí: pronombre personal. Volvió en  sí.

sí: adverbio de afirmación. ¿Volvió? Sí.

si: conjunción. Si  puede comprarlo que lo compre.

si: nombre de una nota musical. Sinfonía en  si  menor.

sé: del verbo saber. Sé  tocar el piano desde hace mucho tiempo.

sé: del verbo ser. Sé  bueno con los demás.

se: pronombre personal. Se  cansó de jugar.

té: nombre o sustantivo. Volvimos a tomar el  té  contigo.

te: pronombre personal. Ya  te  lo he dicho varias veces.


 

dé: del verbo dar.  Dé  una limosna.

de: preposición. Viene  de  dar un buen examen.

más: adverbio de cantidad. Hoy se ha vendido  más  que ayer.

mas: conjunción. Se ha vendido mucho,  mas  no lo suficiente.

aún: adverbio. (todavía y en este caso es palabra bisílaba). Aún  no lo sabe.

aun: adverbio. (incluso, también, hasta, siquiera). Aun  los niños lo saben.

Nota: A partir de la reforma ortográfica de diciembre del 2010 la conjunción o y el adverbio solo,


no deben llevar tilde en ningún caso. La propia Academia, en sus Diccionarios y en el Esbozo de
una Nueva Gramática, escribe el adverbio solo, sin tilde.

Lo mismo sucede con los demostrativos desde las normas académicas de 1959, la obligación
de la tilde ya no existe para los pronombres demostrativos. La Academia en sus Diccionarios y
Esbozo de una Nueva Gramática, escribe todos ellos sin tilde.

4.3. Diacrítico en palabras interrogativas. Las palabras: qué, cuál, cuánto, cuándo, cómo,
dónde, adónde, quién por qué, porqué, que introducen oraciones interrogativas o exclamativas,
llevan siempre acento diacrítico o tilde. Pero, a estas mismas palabras, no se les aplica tilde
cuando carecen de dicha función.

a) Qué/ Que.

Qué. Se atilda cuando es pronombre, interrogativo o exclamativo, agrupado o no con un


sustantivo o adjetivo. Como pronombre interrogativo no solo aparece en preguntas directas,
sino también en indirectas.

Pronombre interrogativo en pregunta directa,  precede a verbos: ¿Qué buscan?

Pronombre interrogativo en pregunta indirecta, en este caso, no aparecen los signos de


interrogación (¿?), pero sí son preguntas: Quiero saber qué sucede.

Pronombre exclamativo, aparece en oraciones exclamativas: ¡Qué hermosa tarde!

Adjetivo interrogativo, se usa delante de nombres o sustantivos: ¿Qué libro prefieres?

Que. No se atilda cuando funciona como pronombre relativo o conjunción.

Pronombre relativo, encabeza las oraciones llamadas adjetivos de relativo. Con esta forma
abarca los géneros masculino y femenino, así como los números singular y plural; con el
artículo forma el relativo compuesto (el que, la que, los que, las que, lo que): El
muchacho que entró al curso, es mi vecino.

Conjunción, en las oraciones sustantivas va pospuesto al verbo: No quiero que andes por ahí.


Suponen que el mensajero se equivocó.

Conjunción, en las oraciones subordinas comparativas: Juan es más alto que José.

 
b) Cuál/ Cual (y sus plurales).                

Cuál (es). Se atilda cuando funciona como pronombre interrogativo; en preguntas. Y también


cuando está como adjetivo interrogativo acompañado de un sustantivo.

Pronombre interrogativo, en oraciones interrogativas va antepuesto al verbo y puede estar con


o sin preposición: ¿Cuál es el mío? con preposición: ¿De  cuáles me hablas?

Pronombre interrogativo en pregunta indirecta, en oraciones interrogativas indirectas: No


sé cuál es tu trabajo.

Adjetivo interrogativo, antepuesto al nombre o sustantivo: ¿Cuáles módulos has terminado?

Cual (es).  No se atilda cuando funciona como pronombre relativo y encabeza una oración
adjetiva.

-       Pronombre relativo, se lo reconoce porque generalmente, va acompañado de un


artículo: el, la, los, las: Llegaron a la casa, la cual estaba vacía. Esa es su opinión, con la cual no
estoy muy de acuerdo.

c) Cuánto/ Cuanto (con sus femeninos y plurales: a, os, as).

Cuánto, Se tilda cuando funciona como pronombre, interrogativo o exclamativo acompañado o


no de sustantivo.

Pronombre interrogativo, en preguntas va antepuesto al verbo: ¿Cuánto hay aquí?


¿Cuántas veces leíste ese artículo?

Pronombre interrogativo en pregunta indirecta, en oraciones interrogativas indirectas:


Dígame cuánto vale.

Pronombre exclamativo, en oraciones exclamativas: ¡Cuánto aumentó!

Adjetivo interrogativo, antepuesto al sustantivo: ¿Cuántos  alumnos dieron examen hoy?

Cuanto (a, os, as), No se tilda cuando desempeña la función de adverbio o pronombre relativo.

-       Adverbio, en oraciones subordinas, en correlación con (tanto y tan y agrupado con más,
menos, mayor y menor): Te daré cuanto tengo. Cuanto mayor energía positiva, más se puede
avanzar.

Pronombre relativo, con el valor de (todos los que, todas las que). Fueron
inútiles cuantas observaciones se le hicieron. Cuantos le oían le admiraban.

d) Cuándo/ Cuando.

Cuándo. Se atilda cuando desempeña la función de pronombre interrogativo o exclamativo (con


el sentido: en qué tiempo) tanto en preguntas directas o indirectas.

Pronombre interrogativo, generalmente, antepuesto al verbo (con el sentido: en qué tiempo):


¿Cuándo regresarás? ¿Cuándo piensas volver?

Pronombre interrogativo en pregunta indirecta: Confirmen cuándo llegarán. No sé cuándo.

Pronombre exclamativo en oraciones exclamativas: ¡Cuándo vas a trabajar!


 

Cuando, No se atilda cuando funciona como conjunción y encabeza oraciones subordinadas


adverbiales de tiempo (con el sentido: en el tiempo, en el punto, en la ocasión en que)

Conjunción: Lo haré cuando llegue a casa. Ven a buscarme cuando den las diez.

e) Cómo/ Como.                

Cómo. Se atilda, cuando  cumple  la función de pronombre interrogativo o exclamativo (con el


sentido: de qué modo, de qué manera; por qué motivo, causa razón; en fuerza o en virtud de
que) en preguntas directas o indirectas.

Pronombre interrogativo, antepuesto al verbo: ¿Cómo te va? ¿Cómo está el enfermo? ¿Cómo no


fuiste ayer al paseo?

Pronombre interrogativo en pregunta indirecto, en pregunta indirecta: No sé cómo hacerlo.

Pronombre exclamativo, en oraciones exclamativas: ¡Cómo se te ocurre! ¡Cómo llueve!

Como. No se atilda cuando funciona como conjunción encabezando oraciones subordinadas


de modo o en función de verbo.

Conjunción: No le gusta la forma como  trabaja. Como no llegues a tiempo, te


sancionarán. Como recibí tarde la noticia, no pude llegar a tiempo.

Verbo: Cada día que como engordo más.

f) Dónde/ Donde.              

Dónde. Se tilda cuando desempeña la función de pronombre interrogativo o exclamativo (con el


sentido: en qué lugar, qué lugar) en preguntas directas e indirectas.

Pronombre interrogativo, en oraciones interrogativas antepuesto al verbo: ¿Dónde lo


encontraste? ¿Dónde estamos?

Pronombre interrogativo en pregunta indirecta, en preguntas indirectas: No sé dónde estará.


Preguntó desde dónde podía disparar. No sabía hacia dónde lo llevaban.

-       Pronombre exclamativo, en oraciones exclamativas: ¡Miren dónde lo puso!

Donde.  No se atilda cuando cumple la función de adverbio relativo de lugar (con el sentido: en
que, en el que, el que, lo que, en el sitio donde, en el lugar donde).

Adverbio de lugar aparece en oraciones subordinadas de lugar: La plaza, donde hay árboles


altos y frondosos, es antigua.  La calle donde nací. La tierra por donde anduviste es muy
caliente. Donde no hay gente, todo es pendiente. Desde donde estaban, no veían nada.

g) Adónde/  Adonde/ A donde. 


Adónde, Con tilde y formando una sola palabra, si tiene valor interrogativo lleva tilde (con el
valor: a qué lugar): ¿Adónde  vas tan deprisa?

-       Adonde, Se escribe junto, formando una sola palabra y sin tilde, cuando se expresa el
antecedente: En el lugar adonde nos dirigimos.

-       A donde, Se escribe separado y sin tilde, si el antecedente no se expresa: Nos dirigimos a
donde están ellos. - Iré a donde tú quieras.

h) Quién / Quien (y sus plurales).

Quién (es). Se tilda cuando desempeña la función de  pronombre interrogativo o exclamativo en


preguntas directas o indirectas.

Pronombre interrogativo, aparecen en oraciones interrogativas, se refieren a personas o a


cosas personificadas y van antepuesto al verbo. En algunos casos puede ir acompañado de
preposición: ¿Quién ha llamado antes? ¿Para  quién has comprado este bolso?

Pronombre interrogativo en pregunta indirecta, aparecen en preguntas indirectas:


Pregunto quién llamó.  Dime con quién andas.

Pronombre exclamativo, aparecen en oraciones exclamativas: ¡Quién lo hubiera dicho!


¡Quien supiera escribir!

Quien (es). No se atilda cuando funciona como pronombre relativo y encabeza una oración
subordinada adjetiva (referido a personas equivale a: a que, el que, la que y a veces, al cual y
sus variantes).

Pronombre relativo, se lo reconoce porque puede substituirse por: el que, el cual, los cuales, las
cuales: La persona en quien piensas no es confiable. Los alumnos a quienes se citó no se
presentaron. Mi padre a quien respeto. Quien mal anda, mal acaba.

i) Por qué/ por que:

Por qué. Lleva tilde en pregunta directa o indirecta.

Pronombre interrogativo, en preguntas interrogativas directas antepuesto al verbo: ¿Por qué  lo


hiciste?

Pronombre interrogativo  en pregunta indirecta, en oraciones interrogativas indirectas: Quiero


saber  por qué  has hecho esto.

Por que. No lleva tilde como pronombre relativo y como conjunción.

Preposición  más pronombre relativo, (grupo átono formado por la preposición por más


pronombre relativo que, en este caso siempre es posible intercalar un artículo
determinado: ¿Cuál es la razón  por  (la)  que  te fuiste?

-       Conjunción subordinante que aparece cuando el verbo antecedente rige la


preposición por: Se decidió  por que  viniera Pepe.

j) Porqué/ porque:
Porqué, Lleva tilde cuando está en calidad de sustantivo común y se lo reconoce porque,
generalmente, va acompañado de un artículo.

Sustantivo: Quiero saber el  porqué.

Porque. No lleva tilde cuando es conjunción de causa.

Conjunción: Vino  porque  la llamé.

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5. Hiato

Hiato. Es el encuentro de dos vocales contiguas al interior de la palabra que se pronuncian y


pertenecen sílabas distintas: flúor,  leo,  oía, correo, caos, maíz, etc.

Haya dos clases de hiato: uno de vocal cerrada + abierta o abierta + cerrada; y otro de  dos
vocales abiertas.

5.1. Hiato de vocal cerrada.  Es aquel que está conformado por una vocal abierta +  una cerrada
o viceversa, pero donde la mayor energía articulatoria o acento de voz está en la vocal
cerrada: Raúl, reía,  tía, etc.

5.2. Hiato de vocales abiertas,  Es aquel que está conformado por dos vocales abiertas, el
acento de voz puede recaer en cualquiera de las vocales indistintamente: recaer, tarea, caos.

Para cuestiones de separación silábica en la escritura, en español se pueden presentar dos


casos.

1º. Cuando en una palabra concurren dos vocales contiguas de la serie /a, e, o/, se escriben en
sílabas separadas, porque cada una de ellas constituya núcleo silábico diferente:

                                      jalea               : ja - le - a

                                      proeza           : pro - e - za

                                      bacalao         : ba - ca – la- o

2º. Las vocales contiguas están también en hiato, cuando una de la serie /i, u/ lleva el acento
de intensidad (tónica) y la otra vocal, de la serie/ a, e, o/ es abierta (átona):

                                      ateísmo         : a- te- ís- mo           

                                      poesía           : po- se - í- a

                                      proteína         : pro- te- í- na

Observe que la tilde se coloca en la vocal cerrada para destacar que se pronuncian ambas
vocales en sílabas separadas. El acento hiático no sigue las reglas generales de atildamiento,
de ahí que llevan tilde: Saúl, María, transeúnte, etc.

-        

Nota: La h intermedia no evita el hiato, así en:

                                      búho              : bú – ho
                                      ahogado        : a- ho- ga- do

                                      rehén            : re- hén

                                      mahometano: ma- ho- me- ta- no

El fonema /i/ cuando constituye por sí solo palabra se escribe y: María y José. También se
escribe y cuando va en posición final de palabra siguiendo a otra vocal con la que forma
sílaba: hoy, doy, soy, muy, ley, etc. En cambio, no se pone y sino, i, cuando el fonema /i/ forma
sílaba independiente, en: ahí, caí, oí, reí, etc.

-        

La letra y puede ser consonante y también vocal. Es vocal cuando va después de vocal y en la


continuidad no hay otra vocal: ley, voy estoy, etc. Es consonante cuando le sigue otra
vocal: yacimiento, payaso, rayuela, yerno,  etc.

5.3. Atildamiento de palabras con hiato. Si al interior de la palabra,  dos vocales están en hiato,
estos vocablos se rigen por las siguientes normas de atildamiento.

a)    Hiato de vocal cerrada, si una palabra está formada por una vocal cerrada tónica: í, ú, más
una vocal abierta átona: a, e, o,  y viceversa  como en: alegría, baúl, búho, caída, cahíz, cardíaco,
freír, filosofía, gradúe, policía, moría, llevarían, poderío, período, Raúl.  Esta llevará siempre tilde.

b)    Hiato de vocales abiertas, si una palabra está formada por dos vocales abiertas, como
en: caer, cráneo, línea, peor, petróleo, teatro, rehén. Estas palabras acatan las normas generales
de atildamiento.

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6. Diptongo

Diptongo. Es el encuentro de dos vocales contiguas al interior de una palabra que se pronuncia
en un solo golpe de voz y conforma una sílaba o parte de ella. Para que se forme el diptongo, es
necesario que una de las vocales de la serie /i, u/ aparezcan combinadas entre sí: viuda,
cuidado, etc. o se hallen en contacto con una vocal de la serie /a, e, o/: dueña, pionera, agua etc.

El requisito fundamental para que haya diptongo es, que la vocal abierta (a, e, o) presente la
mayor abertura, la mayor energía articulatoria, o fuerza de voz y constituye el núcleo
silábico: aire, labio,  auto, bailarín, deuda, etc. En cambio, los diptongos de vocales cerradas (u,i)
como en: ciudad, ruido cualquiera de ellas puede recibir el acento o intensidad de voz.

Por ejemplo, la palabra aire, el diptongo ai- está conformado por la vocal abierta a- que


presenta la mayor intensidad de voz (vocal tónica); por tanto, es el núcleo silábico; y la vocal
cerrada –i, de esa misma sílaba, que se encuentra en una posición posnuclear presenta menor
energía articulatoria y menor intensidad de voz (vocal átona); pero por tratarse de un diptongo
ambas vocales se pronuncian en un solo golpe de voz. Los diptongos se clasifican
en: crecientes y decrecientes.

6.1. Diptongos crecientes.     Son los que empiezan con una vocal cerrada seguidos de una
vocal abierta, es decir, que la vocal que forma el núcleo silábico está situada en posición
secundaria, por lo que los órganos articulatorios, se desplazan desde una posición cerrada a
una abierta: sucia, diente, ruido, antiguo, etc. La vocal cerrada recibe el nombre de
semiconsonante, y ocupa una posición silábica pre-nuclear.
Observe que en radio, la primera vocal del diptongo /io/ es la vocal cerrada /i/, está ubicada en
posición pre-nuclear, por ello se lo llama semiconsonante; la segunda vocal es /o/ y es el
núcleo. Por tanto, el movimiento articulatorio va del cierre a la abertura, por eso el diptongo es
creciente (>) (semiconsonante + vocal). En español se conocen ocho diptongos crecientes:

                                               ia: hacia                                ua: guarda

                                               ie: tiene                                 ue: muerte

                                               io: labio                                 ui: ruido

                                               iu: viuda                               uo: arduo

Nota: Si se asocian dos vocales cerradas /i, u/ como en: triunfo viuda, cuidado, ruido; una de
ellas la primera, se cierra y se acota más, y el segundo elemento se hace más perceptible, es
por ello que pasan a ser diptongos crecientes.

Las palabras anteriores son llanas que terminan en vocal, por ello no llevan tilde. Pero, si el
diptongo se situara en la antepenúltima sílaba pasa a ser una palabra esdrújula: casuístico,
cuídalo, huíamos, en esos casos sí. (v. Esbozo p. 138).

Lo mismo sucede con las palabras aguda benjuí. Como es aguda se acentúa (uì). La academia
prescribe que ambas vocales (u/i) no sean separadas nunca en la escritura, por constituir
diptongo.

Pero, hay unas palabras que histórica y tradicionalmente se pronuncian manteniendo la u y
la i en las sílabas separadas: huir, huida, hui. Se las debe pronunciar como si estuviesen en
diferentes sílabas, pero no se las puede separar al momento de escribirlas.

Si el diptongo es: ui, iu, la tilde se coloca sobre la última vocal. Esto sólo ocurre en las palabras
agudas o esdrújulas que contenga diptongo.

6.2. Diptongos decrecientes.      En los diptongos decrecientes la vocal que forma el núcleo
silábico está situada en primera posición, por lo que los órganos articulatorios se desplazan de
una posición abierta a una cerrada: traiga, seis, boina, deuda, etc. La vocal más cerrada recibe,
en este caso, el nombre de semivocal y ocupa una posición silábica posnuclear.

En la palabra cauce, la primera vocal del diptongo es abierta y está en posición nuclear porque
lleva la intensidad de la voz; en cambio, la segunda es cerrada y está en posición posnuclear
llamada también semivocal. El movimiento de los órganos va de la abertura al cierre (>). El
diptongo es decreciente (vocal + semivocal). Existen seis diptongos decrecientes:

                                    ai: aire                                   au: causa

                                    ei: peine                               eu: feudo

                                    oi: soy                                   ou: bou

Nota: la letra h intermedia no impide la formación de diptongo:

                                    sahu- me- rio                                   prohi.- bi- do

                                    des- ahu- ciar                      cohi- bi- do

Los sonidos: gue, gui; que, qui; no se consideran diptongos porque en estos casos la letra u  es
muda (no representa ningún fonema):
                                    gue- rra                                 que- ri- do

                                    gui- ta- rra                            qui- ró- fa- no

Pero, cuando la u deja de ser muda como en las sílabas: güe, güi; entonces sí forman diptongo,
poniendo sobre la u el signo ortográfico (…), llamado diéresis:

                                    a- güe- ro                             lin- güis- ta   

                                    ver- güen- za                       pin- güi- no

Contenido de unidad 1: Acentuación


7. Triptongo

Triptongo. Es el encuentro de tres vocales contiguas de la categoría: cerrada + abierta + cerrada


al interior de una palabra.  Estas vocales conforman una sílaba o parte de ella. El requisito
fundamental para que haya triptongo es que la mayor energía articulatoria debe recaer en la
vocal central que deberá ser, necesariamente, una abierta: asociáis = a-so- ciáis. La sílaba –
ciáis, está constituida por tres vocales: cerrada + abierta + cerrada. Los triptongos de mayor uso
son:

                                    iai: cambiáis                        uai: amortiguáis

                                    iei: limpiéis                          uei: averigüéis

Hay otros tres de rarísimo uso: ioi: hioides, iau: miau, uau: guau 

Es condición necesaria, en cualquier triptongo, que la vocal central sea de la serie abierta y lleve
la intensidad de la voz para que sea el núcleo silábico; las otras dos vocales serán
semiconsonante o semivocal, según vayan situadas antes o después del núcleo. Así en: buey, la
vocal cerrada u es la semiconsonante porque está en posición pre-nuclear, la vocal e el núcleo
silábico, pues lleva la intensidad de la voz, por último la vocal cerrada y es la semivocal porque
está en posición posnuclear.  

Sin esa condición no se produce el triptongo: averiguaríais: a – ve –ri – gua – rí – ais (acento en


hiato en la vocal i).

Nota: El triptongo no se separa en sílabas diferentes por constituir por sí solo sílaba o parte de
ella: averiguáis: a- ve- ri- guáis.

7.1. Atildamiento de palabras con diptongo y triptongo.- Las palabras que contienen diptongo
y triptongo acatan las reglas generales de atildamiento.

Contenido de unidad 1: Acentuación


8. Atildamiento de palabras compuestas

Atildamiento de compuestas con verbo más pronombres átonos. Las palabras compuestas por
un verbo + los pronombres átonos: me, te, se, nos, os, lo, la, los, las, le, les, adheridos, formando
con él una sola palabra: escúchalo, tómala, cómpraselas, etc.  Acatan las siguientes reglas de
atildamiento.
a)  Si un verbo monosílabo o no en su forma simple lleva tilde al aumentarle un pronombre
átono, se mantiene la tilde.

                                               dé + le           = déle

                                              reír + te          = reírte

b)  Si el verbo monosílabo en su forma simple no tiene tilde, al aumentarle un pronombre átono,
forma una palabra compuesta, este tampoco se atilda.

da + me         = dame

ir + se            = irse

c)  Si a un verbo monosílabo se le aumentan dos pronombres átonos, forma una palabra
esdrújula, esta lleva tilde.

da + me + las           = dámelas

ver + se +la              = vérsela

di + me + lo              = dímelo

d)  Si a un verbo que está en el gerundio se le aumenta uno o dos  pronombres átonos, formará
una palabra esdrújula o sobresdrújula, esta lleva tilde.

comiendo + se         = comiéndose

trayendo + nos        = trayéndonos

dando + me + los     = dándomelos

e) Si a un verbo que está en el imperativo, se le aumenta uno o dos pronombres átonos, formará
una palabra esdrújula o sobresdrújula, esta llevará tilde.

llama + lo                  =  llámalo

refugia + te               = refúgiate

comunique + se + lo = comuníqueselo

f) Si a un verbo en el infinitivo (que no está conjugado) se le aumenta un pronombre átono,


formará una palabra grave o llana, por lo tanto, no se le coloca tilde, porque acata las normas
generales de atildamiento.

amar + te = amarte

decir + le = decirle

cambiar + nos = cambiarnos

g) Si a un verbo en el infinitivo (que no está conjugado) se le aumentan dos pronombres átonos,


formará una palabra esdrújula, por lo tanto, llevará tilde.

decir + se + lo          = decírselo

repetir +me + lo       = repetírmelo


Nota: Si la palabra compuesta está en hiato, donde la vocal cerrada tiene el acento de
intensidad, esta palabra mantiene la tilde de hiato: cortaúñas, paracaídas, etc

Contenido Unidad 2: Morfología de la palabra


1. Morfología

Entre los estudios gramaticales de la lengua española, hay una gran mayoría de tratadistas que
explican el campo de la morfología como la rama de la lingüística que estudia la forma de las
palabras, sus variaciones y derivaciones, es decir, su estructura gramatical; por ello, esta
disciplina tiene como centro de estudios los morfemas que conforman las palabras.

Al estudiar la forma de las palabras, la morfología analiza el conjunto de morfemas que las
conforman y, sus reglas de combinación en las mismas. En este sentido, la morfología
responde a las preguntas,  ¿cuáles son los componentes mínimos significativos de las
palabras? y ¿cómo están combinados esos componentes al interior de cada una de ellas?

En el marco de la gramática de la palabra, capítulo al que está dedicado esta unidad, se


distinguen dos esferas en principio diferentes: una que está relacionada con la formación de las
palabras: morfemas lexemas, prefijos y sufijos; sus tipos y familias de palabras, y la otra,
relacionada con la creación de las palabras (simples, compuestas, derivadas y parasintéticas).
La primera esfera es denominada ciencia de la formación de las palabras; la segunda,
morfología propiamente dicha.

1. Morfología

1.1. Morfemas.

Los morfemas han sido definidos como: “unidades mínimas significativas que componen las
palabras”. Este concepto de morfema fue introducido por I. A. Boudoin de COURTENAY como
un concepto unificador de los conceptos particulares de lexema, prefijo y sufijo.

1.2. Clasificación de los morfemas

Desde el punto de vista de su distribución en la cadena del habla, los morfemas son de dos
clases: lexemas, prefijos y sufijos, estos dos últimos también denominados afijos.

Morfemas

Prefijo lexema sufijo sufijo


inter- nacion- -al  -es
afijo     afijo

1.3. Lexema

También llamado raíz, es la parte común a todas las palabras afines, este morfema es el centro
de la expresión y de la formación del significado léxico de la palabra porque constituye el
núcleo semántico de la misma.

Los lexemas pertenecen a las clases llamadas abiertas porque hacen parte de un inventario
ilimitado ya que son infinitos. Ellos no existen, en realidad, de un modo aislado, sino que tiene
relación de dependencia con los afijos que lo rodean.
Por ejemplo, si agrupamos:  blanco, blancas, blancura, blancote, blanquear, etc. Se puede
advertir desde el principio que el lexema blanc- (que significa ausencia de color) está presente
en las distintas palabras, ya que aparece como parte común en los vocablos afines; este
morfema es el que lleva el peso de la significación léxica, por ello se lo denomina lexema o raíz.

Al agregar al lexema blanc- otras unidades mínimas significativas de diferentes clases:


-o  (masculino singular), -as (femenino plural), –ura (cualidad), -ote (aumentativo) –
ear (infinitivo); estos morfemas modificarán o matizarán el concepto básico denominado
lexema o raíz y servirán para formar nuevas palabras.

Hay que hacer notar que no todas las palabras constan de un lexema o raíz, por ejemplo: hasta,
por, que, etc.

Los morfemas afijos, en cambio, son unidades mínimas significativas que componen las


palabras, ellos preceden o siguen al lexema con la finalidad de variar la significación de éstas;
son acompañantes secundarios que tienen como única finalidad modificar y concretar en
determinado sentido la idea general del lexema.

Los afijos no poseen significado léxico independiente; no pueden existir sin la presencia del
lexema o raíz. Su significado puede ser gramatical derivativa (formadores de palabras,
derivativas) o gramaticales propiamente dichas (indicadores de género y número). Según el
lugar que ocupan en la palabra los afijos se clasifican en: prefijos, sufijos,  infijos. Este último no
es motivo de estudio en este tema porque son morfemas carentes de significación.

1.4. Clasificación de los prefijos

Los prefijos están clasificados en dos grupos significativos  y  prefijos raíces.

 Significativos. 

Son morfemas que anteceden al lexema y portan un significado objetivo en la palabra que lo


conlleva. Se caracterizan porque ellos ayudan a formar las palabras derivadas y no pueden
aparecer solos, sino presos o trabados en los sustantivos, adjetivos y verbos.

Paradigma de prefijos  significativos

Prefijo                           Significado                                        Ejemplo

a-, ad-                          : aproximación, unión                       atraer, adjunto

a-, an-                         : privación, negación                          asimétrico

ab-, abs-                      : separación                                        abstener, abdicar

 anti-                            : opuesto                                             anticristo

con-, com-, co-           : compañía                                           consocio, coautor

de-                              : dirección de arriba  abajo                decaer, devaluar

des-                             : privación, negación                          deshacer, decolorar

dis-                              : negación, contrariedad                    disconforme

 en-, em-                     : dentro de, interioridad                      encestar, embotellar

entre-                          : situación intermedia                         entrecruzar


ex-                                : fuera, más allá                                 extender

extra-                           : fuera de, sumamente                      extraoficial

hipo-                            : debajo de, escasez de                      hipotenso

in-, im-, i-                     : negación, al interior                         infeliz, impago, ilegal

inter-                            : entre varios, en medio                     intercambio

pos-, post-                    : posterioridad                                   posponer

pre-                              : anterioridad                                      prejuicio

pro-                             : por, en vez de,  delante de               pronombre

re-                               : repetición, otra vez                            reconsiderar

sin-                              : unión                                                sincronía, sinestesia

sub-, -so-, son-,           :bajo, debajo, inferioridad                 subdesarrollado

sos-, sus-, su-              :bajo, debajo, inferioridad                 sostener soasar

trans-, tras-                 : al otro lado, a través de                   transponer

 Raíces

Son también, morfemas que anteceden al lexema y portan un significado objetivo en la palabra


que lo conlleva. Se caracterizan porque derivan directamente del griego y del latín y por lo
general, algunos de ellos pueden aparecer solos como palabras autónomas.

La Real Academia De La Lengua Española, a estos prefijos los denomina elementos de


composición porque la mayoría de ellos se los utilizan para formar las palabras compuestas.

Prefijo                                      Significado                             Ejemplo

aero-                                       : aire                                          aeropuerto

anfi-                                          : alrededor, ambos                  anfiteatro, anfibio

ante-                                       : anterioridad                         anteponer      

antropo-                                  : hombre                                   antropología

auto-                                       : por uno mismo                      autobiografía

bi-,bis-,biz-                              : dos veces, doble                   binomio, bisabuelo

centi-                                        : centésima parte                    centígrado

circun-,circum-                       : alrededor                             circunferencia

crono-                                      : tiempo                                   cronología

cuadri-, cuatri-, cuadru-             : cuatro                                   cuadrilátero

deca-                                        : diez                                       decalitro

deci-                                         : décima parte                         decímetro

endeca-                                    : once                                      endecasílabo

enea-                                      : nueve                                     eneasílabo


ferro-                                      : hierro                                   ferrocianuro

foto-                                         : luz                                           fotografía

gastr-                                       : estómago                               gastronomía

geo-                                          : tierra                                      geología

hecto-                                      : ciento                                    hectómetro

helio-                                        : sol                                           helioterapia

hemato-,hemo-                      : sangre                                    hematoma

hemi-                                        : medio                                     hemiciclo

hepato-                                  : hígado                                    hepatitis

hepta-                                      : siete                                        heptágono

hetero-                                     : otro, desigual, diferente       heterosexual

hexa-                                        : seis                                         hexágono

hidro-                                       : agua                                       hidrofobia

hiper-                                      : superioridad, exceso            hipersensible

histo-                                        : tejido, órgano                        histología

homeo-                                   : semejante, parecido            homeopatía

homo-                                      : igual                                     homólogo

infra-                                       : inferior, debajo de               infrahumano

intra-                                       : dentro de, en el interior      intravenoso

iso-                                           : igual                                       isomorfo

kilo-                                          : mil                                        kilómetro

macro-                                     : grande                                   macrobiótica

maxi-                                        : muy grande                          maxifalda

mega-                                     : grande, ampliación             megafonía

meta-                                      : junto a, después de              metatórax

micro-                                      : muy pequeño                        microscopio

mili-                                         : milésima parte                     milímetro

mini-                                        : pequeño, breve, corto         minifundio

miria-                                       : diez mil, muy numeroso       miriámetro

mono-                                     : uno solo, único                      monosílaba

multi-                                       : muchos                                 multimedia

necro-                                      : muerto                                  necrológico

neo-                                          : nuevo                                   neofascista

neuro-                                      : nervio                                   neurología


oligo-                                       : poco, insuficiente                            oligarquía

penta-                                      : cinco                                                 pentágono

pluri-                                         : pluralidad, varios                              plurilingüe

poli-                                          : pluralidad, abundancia                    polifacético

proto-                                       : prioridad, preeminencia, primer     prototipo

psico-                                       : alma, actividad mente                    psicoanálisis

retro-                                         : hacia atrás                                       retroactivo

semi-                                       : medio, casi                                        semicírculo

seudo-                                      : falso                                                   seudónimo

sobre-                                       : superposición, exceso                    sobrecarga

super-                                        : encima de, exceso                          superestructura

supra-                                       : arriba, encima de                             supranacional

tele-                                         : a distancia, lejos                                televisión

termo-                                      : calor, temperatura                            termómetro

tetra-                                      : cuatro                                               tetracampeón

tri-                                            : tres                                                     trimestre

uni-                                           : uno                                                     unicelular

ultra-                                       : más allá, al lado de, exceso              ultrasensible

vice-, vi-, viz-                           : en lugar de, en vez de                     vicepresidente, virrey

xeno-                                        : extranjero                                         xenofobia

2. Sufijos

Son morfemas que aparecen en la palabra después del lexema o raíz, y se consideran afijos
formadores de palabras. Se caracterizan porque ellos van presos o trabados en los sustantivos,
adjetivos, verbos y adverbios.

2.1. Clasificación de los sufijos

Se reconocen cuatro clases de sufijos formadores de palabras: significativos,


apreciativos,  raíces-sufijas  y flexivos.
Esquema de los sufijos
 Sufijos Significativos
Son morfemas afijos que modifican substancialmente la noción expuesta por el lexema.
Ellos sirven para formar palabras derivadas; por esta razón, algunos estudiosos del
lenguaje los llaman sufijos derivativos.
Estos sufijos se caracterizan porque, no solo le dan un significado a la palabra que lo
conlleva, sino que también, contribuyen para que se identifique morfológicamente la
clase de palabra a la que pertenece, es decir, su categoría gramatical y también, nos
indican la ortografía cómo se escribe.
Los sufijos significativos, generalmente, aparecen en los sustantivos, adjetivos,
verbos (que están en infinitivo, gerundio y participio)  y, en los adverbios que terminan
en –mente.
A continuación, se presentarán (en cinco grupos distintos) los principales sufijos
significativos con sus respectivos significados.
En el primer grupo aparecen los sufijos que forman exclusivamente los sustantivos; en el
segundo, aquellos que forman sólo de los adjetivos; en el tercer, están los sufijos que bajo la
misma forma, pero que con diferente significado, aparecen tanto en los sustantivos como en
los adjetivos; en el cuarto, se presentan los que forman los verbos (en infinitivos, gerundio y
participio) en el quinto, y último grupo, aparece el único sufijo que forma los adverbios.
Todos ellos han sido tomados del Diccionario de La Real Academia de Lengua Española[1]

Sufijos Significativos de
sustantivos
 -aje.   Forma sustantivos, en unos casos expresa acción:  abordaje, en otras, significa
conjunto: plumaje.
-ambre. Forma sustantivos que indican abundancia: enjambre,
-anza. Forma sustantivos que derivan de verbos. En unos casos indica acción y
efecto: matanza, en otros señala cualidad: añoranza.
-azo/a. Forma sustantivos, en su mayoría son derivados de otros sustantivos. Expresa
golpe: Flechazo. En cambio, en forma femenina -aza, generalmente, connota un valor
aumentativo a veces con sentido despectivo: bocaza.
-ción.   Forma sustantivos que derivan de verbos. En ciertos sustantivos presenta las
variantes [-ación, -ición, -oción –ución], según que el verbo base sea de la primera,
segunda o tercera conjugación. En unos casos expresa acción y efecto: producción, y en
otros, objeto: habitación.
Por cuestiones ortográficas, el sufijo  –ción, y sus variantes se  escribe con la letra “s”,
pero siempre mantendrá su significado: agresión. 
-dad. Forma sustantivos abstractos derivados de adjetivos. Presenta las variantes  [–
edad, -idad]. Significa cualidad: actividad, ansiedad, agilidad.
-dura. Forma sustantivos derivados de verbos. Presenta las variantes [-adura, -edura,
–idura], según que el verbo base sea de la primera, segunda o tercera conjugación.
Significa acción y efecto: soldadura, en otros casos denota objeto: cerradura.
-eda/o. Forma sustantivos colectivos, en general derivados de nombres de árboles o
plantas, y designa el lugar en que abunda el primitivo: rosaleda.
-ento/a. Forma sustantivos derivados de verbos. Significa “que ejecuta la
acción”: pegamento.
-erío/a.  Forma sustantivos señala el local donde se ejerce: brujería; en otros casos,
sobre todos cuando aparece –erío, indica  pluralidad o colectividad casi siempre de
signo peyorativo: griterío.
-erio. Forma sustantivos derivados de otros sustantivos. Indica lugar: ministerio.
-ez. Forma sustantivos abstractos femeninos, designa la cualidad expresada por el
adjetivo del que deriva: honradez. 
-eza. Forma sustantivos abstractos femeninos. Indica la cualidad expresada por el
adjetivo del que deriva: pureza.
-ia.  Forma sustantivos femeninos, generalmente, abstractos: eficacia. Aparece
también en nombres propios de personas como de ciudades, territorios y
naciones: Alemania.
-ía.      Forma sustantivos derivados de adjetivos o de sustantivos. En unos casos suele
indicar, estado de ánimo: valentía. Los derivados de sustantivos expresan, en general,
lugar donde se ejerce: cancillería.
-ío.      Forma sustantivos con el significado conjunto: gentío.
-ismo. Forma numerosos términos científicos. Significa doctrina: capitalismo; escuela
o movimiento: atletismo.
-itis. Forma sustantivos. Significa inflamación: faringitis.
-mento/a. Forma, frecuentemente, nombres concretos. Presenta las variantes [-
amento/a, -imento/a]. Puede significar acción y efecto: juramento; en otros casos
conjunto: reglamento.
-miento. Forma sustantivos derivados de verbos. Presenta las variantes [-amiento,
-imiento]. Suele significar acción y efecto: aburrimiento, estacionamiento.
-ncia. Forma sustantivos femeninos abstractos, de significado muy variado. Presenta
las variantes [–ancia, -encia]: En su mayoría pasa a significar cualidad: arrogancia,
adolescencia.
 
-o/-a.   Forma sustantivos que designan las plantas o sus frutos: banano/ banana.
 
-oma. Forma sustantivos. La patología lo ha tomado como nuevo sufijo con el
significado de tumor o de otras alteraciones: hematoma.
-ud. Forma sustantivos. Presenta las variantes [-tud, -itud]. Significa cualidad: altitud,
juventud.
-umbre. Forma sustantivos, significa relacionado con. Presenta la variante [–
dumbre]: costumbre, servidumbre. 
-ura.     Forma sustantivos derivados de verbos o de adjetivos. Los derivados de verbos
pueden significar acción: apretura; o cosas concretas:  escultura, abertura y los
derivados de adjetivos suelen denotar cualidad relacionada con la palabra de la que
deriva:  ternura.
 Sufijos significativos de
adjetivos
-a.        Forma adjetivos gentilicios, significado natural de: belga.
-aco/a. Forma adjetivos gentilicios, significado natural de: austriaco.
-áneo/a. Forma adjetivos que indican relación o pertenencia: contemporáneo.
-átil.    Forma adjetivos. Indica, entre otros matices, posibilidad (que puede
ser): bursátil.
-ble.     Forma adjetivos casi siempre derivados verbales. Presenta las variantes [-able,
-ible]. Indica posibilidad (que puede ser): agradable, bebible, comible.
-e.        Forma adjetivos gentilicios, significado natural de: árabe.
-ense. Forma adjetivos gentilicios, significado natural de: estadounidense; en otros,
relación o pertenencia: circense.  Presenta la variante [-iense]
-eño/a. Forma adjetivos gentilicios con el significado natural de:  madrileño.   En otros
casos, significa hecho de, relacionado con: navideño.
-és/a. Forma adjetivos gentilicios con el significado natural de:  albanés; en otros casos,
significa relacionado con:  descortés.
-í.         Forma adjetivos gentilicios con el significado natural de: iraní, israelí.     
-iento/a. Forma adjetivos. Indica condición (que posee lo designado por la
raíz): amarillento, calenturiento, hambriento.
-il.      Forma adjetivos, indica relación, pertenencia: ágil, débil, dócil.
-nte. Forma adjetivos que derivan de verbos. Significa que ejecuta la acción expresada
por la base: Presenta las variantes [-ante, -ente, -iente], cuando el verbo base es de la
primera, la segunda, o tercera conjugación: Amante, influyente, paciente.
-o/a.    Forma adjetivos gentilicios, significado natural de: argentino, búlgaro.
-ol/a.   Forma adjetivos gentilicios, significado natural de: español, mongol.
-ón/a. Forma adjetivos gentilicios, significado natural de: anglosajón, nipón, sajón.
-oso/a. Forma adjetivos que derivan de sustantivos o de verbos, significado abundancia
de lo significado por la base: amoroso. En la nomenclatura química, designa
compuestos en los que el elemento principal actúa con la valencia mínima: aceitoso.
-ú.      Forma adjetivos gentilicios, significado natural de: hindú, vudú, zulú.
-udo.   Forma adjetivos derivados de sustantivos, indica abundancia, (intensifica lo
significado por la raíz): barbudo, bigotudo, petacudo.
-uz.      Forma adjetivos gentilicios, significado natural de: andaluz.

Sufijos significativos de sustantivos y adjetivo con la misma forma y diferente


significado
-ada/o. Forma sustantivos y adjetivos, en los sustantivos, cuando derivan de otro
sustantivo connota conjunto:  alumnado; en cambio, cuando se forma de verbo de la
primera conjugación indican acción: llegada. En los adjetivos indica
semejanza: adinerado.   
-al.     Forma sustantivos y adjetivos. En sustantivos, indica el lugar en que abunda el
primitivo o conjunto: rosal. En adjetivos indica pertenencia o relación: anormal.
-án.    Forma sustantivos y adjetivos. En sustantivo indica profesión u
ocupación: guardián.  En los adjetivos forma los gentilicios con el significado natural
de: alemán. En otros casos, significa cualidad: charlatán.
-ano/a. Forma sustantivos y adjetivos. En sustantivos designa
hidrocarburos: propano. En adjetivos presenta la variante [–iano], significa gentilicio
(natural de): boliviano.  En otros casos, pertenencia o relación: urbano, vegetariano.
-ato/a. Forma algunos sustantivos y adjetivos. En los sustantivos significa acción y
efecto: asesinato, o también, instituciones: sindicato. En los adjetivos significa
cualidad: homeópata, novato, psicópata.
-ino/a. Forma sustantivos y adjetivos. En los sustantivos suele tener valor
diminutivo: cervantino. En adjetivos, forma los gentilicios, significado natural
de: cochabambino: en otros casos, indica pertenencia o relación: adivino.
-ar.     Forma sustantivos y  adjetivos. En  sustantivos indica el lugar en que abunda el
primitivo: salar.  En adjetivos significa condición o pertenencia: bipolar.
-ario/a. Forma sustantivos y adjetivos. En sustantivos significa, relativo a:  novenario,
operario. En otros casos, señala el lugar donde se guarda lo significado por el
primitivo: anticuario. En adjetivos indican relación con la base derivativa: millonario,
bancario, parlamentario
-dero/a. Forma sustantivos y adjetivos verbales. Presenta las variantes [-adero, -edero,
-idero], según que el verbo base sea de la primera, segunda o tercera conjugación. En
los sustantivos significa, por lo común, en forma masculina, lugar donde se realiza la
acción: comedero; instrumento: regadera.   En los adjetivos significa
posibilidad: duradero.
-dor/a. Forma sustantivos y adjetivos derivados verbales. Presenta las variantes [-ador,
-edor, -idor], según que el verbo base sea de la primera, segunda o tercera conjugación.
En sustantivos señala lugar: comedor. En adjetivos señala el agente que realiza la
acción:  jugador.
-eno/a. Forma sustantivos y adjetivos. En  sustantivos designa términos
químicos: acetileno. En adjetivos indica relación o pertenencia: chileno, moreno;  en su
forma femenina indica numerales ordinales: noveno, novena.
-ero/a.  Forma sustantivos y adjetivos. En sustantivos, indica ocupación o
profesión: algodonero, ingeniero. Lugar donde abunda o se deposita algo: basurero,
billetero. En adjetivos significa carácter o condición moral: embustero.
-ico/a. (átono) Forma sustantivos y adjetivos. En los sustantivos aparece en la forma
femenina [-ica], y adjetivos se presenta en la forma masculina [-ico]. En ambos,
presenta las variantes [-tico/a]. En sustantivos  significa ciencia o técnica: aritmética. 
En adjetivos. Indica terminación genérica relación con la base derivativa: artístico,
lunático.
-ido/a. Forma sustantivos y adjetivos derivados de sustantivos y verbos de la segunda o
de la tercera conjugación. En sustantivos significa acción: ladrido, latido. En adjetivos
significa cualidad, generalmente, de naturaleza física: leído, sufrido.
-ístico/a. Forma sustantivos y adjetivos. En adjetivos indica  pertenencia o
relación: artístico, humanístico. Estos mismos adjetivos se sustantivan en la forma
femenina: característica, logística.
-ista. Forma sustantivos y adjetivos. En los sustantivos significa ocupación, profesión u
oficio: activista, violinista. En adjetivos (habitualmente se sustantivan) suele significar
partidario de o inclinado a: capitalista, comunista.
-ivo/a. Forma adjetivos y algunos sustantivos. Presenta las variantes [-ativo/a o
-itivo/a]. En los sustantivos, indica posibilidad: alternativa. O cargos o
profesiones: ejecutivo.  En los adjetivos puede significar capacidad para, inclinación a,
disposición para recibir lo significado por la base: ahorrativo.
-izo/a. Forma sustantivos y adjetivos. Presenta las variantes [-adizo, -edizo, -idizo]. En
los sustantivos designa algún objeto: pasadizo. En los adjetivos significa propenso a, en
otros, cualidad: cobrizo, enfermizo.
-or. Forma sustantivos y adjetivos. Tanto en sustantivos como en adjetivos suele
significar agente que realiza la acción, con la característica que en los sustantivos
aparece en sustantivos abstractos masculinos: amor, autor, corrector, director.
-sco. Forma sustantivos y adjetivos Presenta las variantes [-asco, -esco, -isco, -izco,
-usco, -uzco]. En los sustantivos, a veces tiene valor despectivo:  chubasco,
mordisco. En adjetivos indica relación o pertenencia y a veces tiene matiz
despectivo: gitanesco, marisco.
-torio/a. Forma adjetivos y sustantivos verbales. Presenta las variantes [-atorio, -itorio],
dependiendo si el verbo base es de la primera, segunda o tercera conjugación. En los
sustantivos suele significar lugar: dormitorio, escritorio.  En los adjetivos denota relación con la
acción del verbo base:  obligatorio, transitorio.

Sufijos significativos de
verbos en el infinitivo
Los sufijos significativos de verbos en el infinitivo se presentan bajo las formas: -ar, -er,
-ir. Estos morfemas aparecen tanto en los verbos regulares como en los irregulares y
sirven para indicar que el verbo no está conjugado
-ar.     Este sufijo, forma los verbos de la 1era. conjugación como: cantar.  Presenta
variantes [-ear, -izar, -ificar]: bromear, evangelizar, electrificar.
-er.     Este sufijo, forma los verbos de la 2da. conjugación como: tener. Presenta
variantes [-cer, -ecer]: hacer, adormecer.
-ir.      Este sufijo forma verbos de la 3era. conjugación como: salir. Presenta
variantes [-eir, -gir, -luir]: freír, elegir, diluir.
Hay sufijos verbales que, de forma general, denotan desprecio o burla: orrear,
-urrear: chismorrear, canturrear; -otear: gimotear, bailotear; -uquear: besuquear.
Sufijos significativos de verbos
en gerundio
-ado/-ido. Los sufijos significativos de verbos en el participio se presentan bajo las
formas invariables –ado, -ido, para indicar que está formando el participio del verbo. En
cambio, se presentan como formas variables cuando forma los adjetivos.
Los sufijos -ado/ -ido, cuando están como participio del verbo, se los reconoce porque
son palabras invariables van acompañados del verbo haber para formar las formas
compuestas del sistema verbal español; he ganado, había vendido, haya bailado, etc. En
este caso, es también llamada forma no personal del verbo.
En cambio, los sufijos –ado/ -ido, cuando están formando los adjetivos, ahí aparecen
como palabras variables y están al lado de un sustantivo o de cualquier otro
verbo: amado/ amada, dormido/ dormida, bebido/ venida, etc.
Sufijo significativo de
adverbios
-mente. Este sufijo significativo, significa: de manera y forma adverbios a partir de los
adjetivos. Esto sucede cuando se le aumenta el sufijo -mente a un adjetivo lo convierte
inmediatamente en adverbio: ágilmente, hábilmente. etc.

 Sufijos apreciativos

Indican una apreciación subjetiva de la persona que los utiliza. Ellos aparecen en los
nombres o sustantivos para denotar mayor o menor tamaño, afecto o desprecio, e
intensidad en los adjetivos.
Hacen parte de los sufijos apreciativos los: diminutivos, aumentativos, despectivos,
superlativos.
a) Sufijos diminutivos. Forman los sustantivos y adjetivos, estos morfemas se
posponen al lexema o raíz de la palabra con la finalidad de modificar su significación en
el sentido de pequeño o menor tamaño. Pero, en ciertos contextos connotan cariño o
desprecio.
Los sufijos diminutivos de nombres y adjetivos son: -ito/a, -illo/a, -ico/a, -ín/a, -ingo/a,
-uelo/a.
-ito/a. Tiene valor diminutivo o afectivo. Presentan las variantes [–cito, -ecito,
-ececito]: agachadita, agüita, tirita.
Nota: En mineralogía y en química, forma nombres de minerales: grafito, magnetita,
pirita, dinamita. 
-illo/a. Tiene valor diminutivo o afectivo. Presentan las variantes [-cillo, -ecillo,
-ececillo]: aceitunilla, bastoncillo, cabecilla, camilla, pasillo.
-ico/a. Tiene valor diminutivo o afectivo. Presentan las variantes [-cico, -ecico, 
-ececico]: barrica, besico, cieguecico,  cubico, gatico, huevecico, pequeñico.
-in/a Tiene valor diminutivos y despectivos. Presenta las variantes [-cín, -ecín, -ececín].
En otros casos, a partir de infinitos denota agente: andarín, bailarín.
-ingo/a. Pospuesto a los adjetivos y sustantivos, con valor diminutivo o
afectivo: boningo, bichingo, casinga.
-uelo/a. Tiene el valor diminutivo. Presenta las variantes [-zuelo, -ezuelo, -ecezuelo]. Algunas
de palabras formadas con estos sufijos tienen valor despectivo: arroyuelo, brazuelo, pecezuelo.

b) Sufijos aumentativos. Forman sustantivos y adjetivos, este sufijo pospuesto al


lexema o raíz que lo conlleva significa mayor tamaño,  superior en calidad, despreciable
o ridículo por su tamaño excesivo.
Los aumentativos de mayor uso son: -ango/a, -azo/a, -ón/a, -ote/a, -udo/a.
-ango/a. Pospuestos a sustantivos y adjetivos tiene valor aumentativo y a veces
despectivo: casanga, bullanga.
-azo/a. Aparece pospuesto a los sustantivos expresa sentido aumentativo
despectivo: puñetazo, bocaza, martillazo.
-ón/a. Aparece en sustantivos y adjetivos (Ellos derivan de sustantivos, adjetivos y
verbos) con la finalidad de indicar mayor tamaño e intensidad: agujón. Sin embargo, en
algunos casos asumen un valor “despectivo”: bribón. Forma derivados numerales, que
significan edad: cuarentón.
-ote/a. Aparece en los adjetivos y sustantivos con la finalidad de indicar mayor tamaño
o desprecio: angelote, blancote, cabezota.
-udo /a.  Aparece en adjetivos derivados de sustantivos, indica abundancia, gran
tamaño:  cejudo, forzudo, repolludo, zapatudo.
c) Sufijos despectivos. Aparecen pospuestos a los sustantivos o adjetivos para indicar
desprecio. Los sufijos despectivos son: -aco/a, -acho/a, -ajo/a, -astro/a, -ejo/a, -ete/a,
-sco/a, -uco/a, -ucho/a.
-aco/a. Forma sustantivos con valor despectivo: libraco, pajarraco.
-acho/a. Aparecen en los sustantivos y adjetivos para indicar desprecio: amigacho,
ricacha, vivaracho.
-ajo/a. Forma sustantivos y adjetivos con valor despectivo: escobajo, espumarajo,
migaja.
-astro/a. Forma sustantivos, con significado despectivo: hijastro, lastra, latastro,
madrastra, pilastra.
-ejo/a. Forma sustantivos y adjetivos. Tiene valor diminutivo y despectivo: animalejo,
alguacilejo, tipejo.
-ete/a.  Aparece en los sustantivos y adjetivos con significado despectivos. Sin
embargo, muchas palabras han perdido esos valores. Presenta la variante [–
cete]: adulete, canaleta, tijereta, vejete.
-sco/a.  En adjetivos indica relación o pertenencia y a veces tiene matiz de desprecio. En
los sustantivos, a veces, tiene valor aumentativo. Presenta las variantes [-asco, -esco,
-isco, -izco, -usco, -uzco], (ver p. 28).
-uco/a. Aparece en sustantivos y adjetivos con la finalidad de indicar menor tamaño o
desprecio: beatuco, casuca, feúco.
-ucho/a. Pospuesto a los adjetivos y sustantivos indica menor tamaño o
desprecio: casucha, flacucho, periodicucho, pueblucho.
Sufijos superlativos. Aparecen en los sustantivos y adjetivos, significa máximo
grado.  Denotan intensidad o cualidad en grado supremo. Los sufijos superlativos son:
-ísimo y - érrimo.
-ísimo/a. Significa cualidad en grado superior: altísimo, malísimo, violentísimo.
-érrimo. Aparece en adjetivos para denotar máximo grado: celebérrimo, paupérrimo.

 Sufijos Raíces

Llamados también sufijos  cultos debido a su origen grecolatino; se caracterizan porque,


de una forma general, por sí solos,  tienen una significación autónoma y pueden, en
algunos casos, aparecer como palabras aisladas. Son llamados elementos de
composición, en razón de que, a estos sufijos se los utiliza con mucha frecuencia para
formar las palabras compuestas.
Principales sufijos raíces de
sustantivos y adjetivos
Sufijo                   Significado                                                          Ejemplo
-algia                          : dolor                                                            neuralgia
-céfalo                        : cabeza                                                          bicéfalo
-cidio                           : acción de matar                                           homicidio
-cida                            : matador, exterminador                               homicida
-cracia                        : dominio o poder                                          democracia
-crata                          : partidario                                                     demócrata
-dromo                        : carrera                                                         velódromo
-emia                          : presencia anormal en la sangre                  alcoholemia
-fagia                          : acción de comer                                           disfagia
-fago                           : que come                                                     antropófago
-gamia                        : unión                                                             poligamia
-geno                          : que genera produce o es producido            lacrimógeno
-genia                         : origen o proceso de formación                   patogenia
-gono                          : ángulo                                                          polígono
-grafía                         : escritura                                                      tipografía
-logía                          : tratado, estudio, ciencia                             lexicología
-manía                        : inclinación excesiva                                     piromanía
-mano                         : apasionado, inclinado                                 grafómano
-metría                       : medida                                                         cronometría
-metro                        : unidad de longitud                                       kilómetro
-mancia                      : adivinación                                                  cartomancia
-nomía                        : conjunto de leyes                                        autonomía
-oide                           : en forma de, parecido                                 ovoide
-ónimo                        : nombre                                                       seudónimo
-patía                          : dolencia, enfermedad                                  homeopatía
-scopio                        : instrumento para ver o examinar               microscopio
-teca                           : lugar donde se guarda algo, caja                 biblioteca
-tecnia                        : ciencia, técnica                                            electrotecnia
-terapia                       : tratamiento                                                 hidroterapia
-tomía                         : corte, incisión                                              dicotomía
-voro                           : que come                                                     carnívoro

 Sufijos Flexivos

Se llaman sufijos flexivos  a aquellos morfemas que aparecen en tres clases de


palabras: sustantivos, adjetivos y verbos flexivos.
a)      Sufijos Flexivos en nombres o sustantivos y en adjetivos, son los que señalan
el género y número. Poe ejemplo: gatos. Este sustantivo consta de dos morfemas
flexivos que se presentan anexados al lexema gat-, el sufijo flexivo –o indicador de
género masculino, + el sufijo flexivo –s, indicador de plural.
b)      Sufijos flexivos en verbos que están conjugados, indican variantes de, tiempo, persona,
modo, aspecto; se los llama así porque están encargados de las inflexiones verbales: amo,
amaba, amaría, amé, etc. Hay también quienes prefieren denominarlos también desinencias.

3. Familia de palabras

Tanto los prefijos como los sufijos cuando están unidos a los lexemas, tienen una función
derivativa, sirven básicamente para formar nuevas palabras y constituir, en consecuencia; lo
que corrientemente se denomina: familia de palabras.

Por ejemplo: ojo, ojos, ojeroso, ojito, ojazo, reojo, anteojo.

4. La Palabra

A pesar de que es fácil el reconocimiento de la palabra como unidad independiente tanto en la


expresión oral como en la escrita. Es un término difícil de definir en pocas palabras porque son
diversos los criterios que se usan para caracterizarla. Unas van desde que se asocian a las
pausas en la entonación, hasta las que se basan en el orden de sus constituyentes. En este
curso usaremos un concepto amplio de ella que abraca los distintos niveles del lenguaje.

“Se define a la palabra como: Una unidad lingüística autónoma, tanto del punto de vista de su
forma, de su función y de su significado; susceptible de ser aislada mediante pausas, tanto en
el plano oral como en el escrito”[1]. Por ejemplo: agua, color, yo, café, feliz, sombrero, etc.

4.1. Clasificación

Existen diversas clasificaciones de las palabras, depende del nivel lingüístico en el que nos
situemos.

 Clasificación fonética-fonológica

Desde el punto de vista fónico, se hace una doble clasificación de las palabras: Por un lado, se
las clasifica como: tónicas y átonas. Y por el otro,
en: agudas, graves, esdrújulas y sobresdrújulas.

a)      Usando como base el acento de voz en la cadena del habla las palabras tónicas serían
aquellas que, en la cadena del habla, tienen la intensidad de voz.

b)      Las átonas, en cambio, no tienen autonomía fónica porque se apoyan en las tónicas. Sin
embargo, a este concepto se lo observa la dificultad de reconocer en el discurso una palabra
átona.

Por otro lado, la sílaba que lleva la mayor energía articulatoria (el acento de voz) puede ocupar
distintas posiciones en la palabra, por ejemplo: término, termino, terminó. Al colocar el acento
en sílabas diferentes, se producen palabras con sentido y funciones distintas, como vimos en
los vocablos anteriormente mencionado, de ahí que nace la clasificación en:

a)   Agudas, las que llevan la fuerza de voz en la primera sílaba (contando derecha a


izquierda): salud, feliz, café.

b)   Graves, las que llevan la fuerza de voz en la segunda sílaba: casa,  lápiz,  plano, unidades.

c)    Esdrújulas, son las que llevan la fuerza de voz en la tercera sílaba: héroe  sílaba,  plátano.

Sobresdrújulas, son aquellas que llevan la fuerza de voz en la cuarta sílaba: cómpremelo.


 Clasificación morfológica de las palabras

Conforme su estructura morfológica y su forma que presentan las palabras, se hace una triple
clasificación de ellas, en: 1) Variables  e  invariables, 2)  Monomorfemáticas  y  polimorfemáticas,
3) Simples, derivadas, compuestas  y  parasintéticas.

1)      Variables e invariables: Dependiendo, si aceptan o no modificaciones de género y número,


las palabras se clasifican en variables e invariables.

a)    Variables, son las que aceptan modificaciones al interior de su estructura, tanto de género
como de número, es decir, aquellas susceptibles de cambiar porque pueden ir acompañadas de
afijos (prefijo o sufijos) a su alrededor.

Estas palabras se caracterizan porque tienen un elemento formal constante (el lexema o raíz) y
otro u otros afijos (prefijos o sufijos). Por ejemplo: azul, es variable porque puedo decir, azules,
azulado, etc. Son consideradas palabras variables los sustantivos, adjetivos, verbos artículos y
la mayoría de los pronombres.

Pertenecen a esta categoría: los sustantivos, adjetivos, verbos, algunos pronombres,


algunos artículos.

b)    Invariables, son aquellas, que presentan estructuras rígidas, es decir, no aceptan


modificaciones en su estructura interna, ni de género ni de número; en consecuencia, desde el
punto de vista formal son inalterables.

Pertenecen a esta categoría las preposiciones, conjunciones,  los adverbios,


algunos pronombres, algunos artículos, así como también los números cardinales: uno, dos,
tres, etc.

2)    Monomorfemáticas/ polimorfemáticas: Esta clasificación obedece a su estructura


morfológica, es decir, de acuerdo a la cantidad de morfemas que contenga, la palabra.

a)      Monomorfemáticas, son las palabras que en su estructura gramatical contienen un solo


morfema: así, de, sol, hasta, rey, si, sal, muy, etc.  Para el académico Manuel Seco, las
monomorfemáticas se caracterizan porque estas palabras no tienen lexema, sino morfema
gramatical. Entre las monomorfemáticas hay dos categorías: unas que son variables  y otras
que son  invariables.

b)      Polimorfemáticas, son categorizadas como variables porque no sólo portan morfema


lexema, sino que también pueden estar acompañadas de uno, dos o más morfemas afijos
(prefijos o sufijos).

Pertenecen a esta categoría de palabras polimorfemáticas el nombre o sustantivo, el adjetivo y


el verbo. Por ejemplo, en el caso de las palabras: portador, importó; en el primer caso, el
lexema port- está acompañado del morfema sufijo –ador; en el segundo caso, en importó,
vemos que inmediatamente delante del lexema port- está el prefijo im- y, detrás del mismo
lexema, el sufijo –ó.

3) Simples, derivadas, compuestas, parasintéticas. Esta clasificación se hace en base,


exclusivamente, en su forma.

a)      Simples, son las palabras que tienen sentido comunicativo por sí solas, sin que
necesariamente, estén acompañadas de prefijos o sufijos, se las llama simples porque están
formadas por una palabra sin morfemas derivados, pero son susceptibles de ser génesis de
otros: agua, azúcar, carpeta, color, calle, carne, látigo, mar, mármol, mártir, mes, pizarra, plan, pez,
sol, etc.

 
b)     Derivadas, son palabras que aglutinan afijos en su alrededor donde, por lo menos, uno de
los elementos (prefijo o sufijo), no es susceptible de ser empleado en forma independiente. Es
decir, se da el fenómeno de la derivación cuando a una palabra simple o a un lexema, se le
añade un afijo. La estructura de las palabras derivadas puede darse de dos maneras: Una
palabra simple más un afijo o Un lexema más un afijo.

Una palabra simple más un afijo: desdicha, florero.

Un lexema más un afijo: cuchillada, rosal.

c)      Compuestas, se da el fenómeno de la composición cuando dos a más palabras de


significación independiente se unen para formar una nueva: Altamira, cualquier, anteayer,
fotocopia, etc.

El procedimiento para formar palabras compuestas se da de dos maneras: 1) Por un prefijo o


sufijo raíz más una palabra simple: aeronave, multimedia. 2) Por la suma de dos o más palabras
simples: limpiabotas, guardabosque.

d)     Parasintética. Se llaman palabras parasintéticas a aquellos nuevos vocablos que se han
formado a partir del uso simultáneo de la composición y derivación, o de la prefijación y de la
sufijación. Ellas están estructuradas de dos maneras: 1) una palabra compuesta + un
sufijo: automovilista, cuentacorrentista, narcotraficante.  2) prefijo + palabra simple + un
sufijo:  anaranjado, aprisionar,  endulzar.

 Clasificación semántica de las palabras

Desde el punto de vista semántico, el lingüista, Ullmann[1], considera a las palabras como
verdaderas unidades semánticas, vale decir, que palabra sería aquella unidad lingüística que
porta significado. Tomando en consideración esta definición, es decir, por su significado las
palabras se clasifican en:  monosémicas, polisémicas, homónimas, parónimas, sinónimas,
antónimas e hiperónimas.

a)      Monosémicas, significado único: aspirina, lápiz.

b)      Polisémicas, bajo la misma forma una palabra puede contener varios significados: sierra.

c)      Homónimas, igual forma, igual producción, pero distinto significado: (Lima / lima). Las
homónimas pueden ser:

d)      Parónimas, parecida forma, distinto significado: (calavera/ carabela). Las parónimas


fonéticamente suenan parecido, es decir, se parecen por el sonido, pero se escriben de forma
diferente y significan cosas distintas.

e)      Sinónimas, distinta forma, pero parecido significado: (cara/ rostro).

f)       Antónimas, significado contrario: (frío/ calor).

g)      Hiperónimas, aquellas que semánticamente incluyen a otra: madre (incluye hijo).

 Clasificación sintáctica. 

Por su forma y el papel que desempeñan en la oración, es decir, por su función gramatical, las
palabras se clasifican en: nombres o sustantivos, adjetivos, pronombres, verbo, adverbio,
preposición, conjunción, artículo
Contenido Unidad 3: El sustantivo
1. Definición

El sustantivo, también conocido como nombre, es una categoría gramatical (clase de palabra)
que sirve para denominar a las personas, animales y cosas concretas o ideas abstractas; son
unidades de pensamiento autónomas que reciben directamente la acción del verbo admitiendo
acompañantes (artículos, adjetivos calificativos u otros determinantes) que concuerdan con él
en género y número.

Contenido Unidad 3: El sustantivo


1. Definición

1.1. Morfología del sustantivo

Desde el punto de vista morfológico, es decir, tomando en cuanta exclusivamente su forma, se


define al sustantivo como la clase de palabra variable, donde generalmente, se combinan: un
lexema, más morfema de género (masculino/ femenino) y un morfema de número (singular/
plural). Por ejemplo: el sustantivo gatos, morfológicamente está estructurado por el morfema
lexema gat- más un morfema sufijo –o indicador de género masculino, y otro morfema sufijo –
s marcador de número.

El sustantivo al ser una palabra variable está sujeta a modificaciones en su forma, es decir, es
susceptible de aceptar modificaciones al interior de su estructura; es por esta razón que al
lexema gat-, (de la palabra gato) se le puede anexar el morfema sufijo diminutivo –ito, o el
aumentativo –azo, resultando: gatito, gatazo.

El lexema es el que aparece de forma obligatoria en el sustantivo y porta el significado léxico,


en cambio, los morfemas afijos (prefijos y sufijos) serán potestativos.

Sin embargo, no todo sustantivo está dotado de un lexema, porque hay sustantivos carentes de
él. Por ejemplo: ají, pared, sol, etc.; estos vocablos no portan lexema, pero sí son palabras
variables puesto que se puede decir, ajíes, paredes, solazo, etc.

1. Definición

1.2. Género del sustantivo

Según el Esbozo[1], los sustantivos se clasifican de acuerdo a su género, en masculino y


femenino; se considera que la presencia de la terminación –o, es característica de los
sustantivos masculinos y la terminación –a de los femeninos: alumno /alumna.
Sin embargo, el género gramatical masculino/ femenino de los nombres o sustantivos es
arbitraria y no sólo se presenta con las terminaciones –a para el femenino y –o para el
masculino, sino que también puede presentar otras terminaciones.
Para el estudio y comprensión del género del sustantivo, se presentan cuatro grupos: 1)
masculinos y femenino, 2) de género común, 3) epicenos, 4) ambiguos.
Masculino y femenino. 
Hay un grupo de sustantivos donde la presencia del género está marcada por el morfema
–o para el masculino, y el morfema -a para el femenino: gato/gata.
Pero también, hay aquellos que presentan diferentes terminaciones, y sólo se reconoce
su género cuando se le antepone un artículo. Los presentamos en tres grupos: a)
Aquellos que terminan en consonante, b) los que finalizan en vocales átonas, c) Y, por
últimos los que acaban en vocales tónicas.
a)    Hay una buena cantidad de sustantivos que presentan terminaciones en consonante
y pueden ser femenino o masculino, dependiendo del caso, aunque con mayor
frecuencia el masculino. 
Paradigma de las terminaciones de sustantivos en consonantes

b)    Otros sustantivos presentan terminaciones en vocales átonas y tónicas, ellos pueden


ser, dependiendo del caso, femenino o masculino.
c)  Por último, hay un grupo, no muy numeroso, de sustantivos que terminan en vocales
tónicas: –á, -é, -í, -ó, -ú. La mayoría de ellos pertenecen al género masculino y unos
pocos son de género femenino.  
Paradigma de las terminaciones de sustantivos en
vocales tónicas

El hecho de que determinado sustantivo sea de género masculino o femenino, obedece,


en términos generales, a la influencia del género de la lengua madre de donde proviene
el sustantivo, (por ejemplo, copa es femenina porque se origina en el sustantivo
femenino latino cuppa); pero puede deberse también a la influencia de otro sustantivo
con el cual está relacionado, ya sea por su sinónimo (por ejemplo, lumbre, era neutro en
latín, pero es femenino en español por influencia de su sinónimo femenino luz); ya sea
por estar englobado en éste como su término genérico (por ejemplo, lunes es masculino
o por influencia del sustantivo genérico masculino día)[1].
Sin embargo, el género masculino/femenino, no debe confundirse con sexo; el género es
un rasgo gramatical y en muchos casos el género y el sexo no coinciden, pues el rasgo
gramatical es inherente al sustantivo que no tiene reflejo con la realidad, por
ejemplo, la pared/ el muro. En este caso el primer término es femenino y el segundo
masculino; Sin embargo, ambos se refieren al mismo objeto aunque con géneros
gramatical distintos.
 Género común. 
Hay un buen número de sustantivos de género común, denominados así porque  pueden 
ser masculino o femenino dependiendo del contexto al que se refiera: el /la colega, el/la
Nobel.
Las terminaciones características de ellos son: –a: artista, espía, policía. En –e: agente,
badulaque, estudiante. En –o: jurado, modelo, piloto. En –n: barman, guardalmacén.
En  –r: canciller, escolar, líder.
Existen, además, otras terminaciones muy diversas para el género común: capataz,
comensal, concejal, cónsul, general, juez, oficial, prez, réferi.
Son también considerados de género común los apellidos personales. Por
ejemplo, María López y Juan López. En ambos casos, el apellido López, no cambia, a
pesar de estar referido a femenino como al masculino indistintamente.
Epicenos. 
Este grupo de sustantivos cuyo único género gramatical expresa los dos géneros, es
decir, que con el mismo nombre o sustantivo puede referirse tanto a machos como a
hembras, a varones o mujeres.
Por ejemplo: ballena, si bien posee el género gramatical femenino, este término está
referido indistintamente al macho y/o hembra; lo mismo sucede con búfalo, a pesar de
poseer el género gramatical masculino, con este vocablo se usa para ambos sexos.
Las terminaciones características de estos sustantivos son: –a, -e, -o, (átonas): alpaca,
liendre, armiño, en: –é, -í, ú (tónicas): chimpancé, tapetí, pacú, y las consonantes: –z,
-n: avestruz, halcón.
 Ambiguos. 
Son aquellos que se refieren a un grupo de nombres de cosas no animadas que carecen
de género gramatical definido, por ejemplo, puede decirse indistintamente: el mar o la
mar, ambas formas están referidas al mismo objeto, pero utilizando géneros
gramaticales distintos. Pertenecen a esta categoría las siguientes palabras: ábside,
aneurisma, apóstrofe, armazón, arte, azúcar, dote, enzima, esperma, estambre, herpes,
lavaplatos, lente, linde, mar, margen, mimbre, monzón, orden, pelambre, prez,
psicoanálisis, radio, reuma, teletipo, testuz, trípode, tilde, vertiente, vodka.
Hay también un gran número de sustantivos que son considerados de género común,
porque poseen ambos géneros, pero en los cuales la diferencia de género implica
también una diferencia de significado: capital, clave, cólera, cometa, cura, doblez,
frente, génesis, orden, parte.
1. Definición

1.2. Género del sustantivo

Según el Esbozo[1], los sustantivos se clasifican de acuerdo a su género, en masculino y


femenino; se considera que la presencia de la terminación –o, es característica de los
sustantivos masculinos y la terminación –a de los femeninos: alumno /alumna.
Sin embargo, el género gramatical masculino/ femenino de los nombres o sustantivos es
arbitraria y no sólo se presenta con las terminaciones –a para el femenino y –o para el
masculino, sino que también puede presentar otras terminaciones.
Para el estudio y comprensión del género del sustantivo, se presentan cuatro grupos: 1)
masculinos y femenino, 2) de género común, 3) epicenos, 4) ambiguos.
Masculino y femenino. 
Hay un grupo de sustantivos donde la presencia del género está marcada por el morfema
–o para el masculino, y el morfema -a para el femenino: gato/gata.
Pero también, hay aquellos que presentan diferentes terminaciones, y sólo se reconoce
su género cuando se le antepone un artículo. Los presentamos en tres grupos: a)
Aquellos que terminan en consonante, b) los que finalizan en vocales átonas, c) Y, por
últimos los que acaban en vocales tónicas.
a)    Hay una buena cantidad de sustantivos que presentan terminaciones en consonante
y pueden ser femenino o masculino, dependiendo del caso, aunque con mayor
frecuencia el masculino. 
Paradigma de las terminaciones de sustantivos en consonantes

b)    Otros sustantivos presentan terminaciones en vocales átonas y tónicas, ellos pueden


ser, dependiendo del caso, femenino o masculino.
c)  Por último, hay un grupo, no muy numeroso, de sustantivos que terminan en vocales
tónicas: –á, -é, -í, -ó, -ú. La mayoría de ellos pertenecen al género masculino y unos
pocos son de género femenino.  
Paradigma de las terminaciones de sustantivos en
vocales tónicas

El hecho de que determinado sustantivo sea de género masculino o femenino, obedece,


en términos generales, a la influencia del género de la lengua madre de donde proviene
el sustantivo, (por ejemplo, copa es femenina porque se origina en el sustantivo
femenino latino cuppa); pero puede deberse también a la influencia de otro sustantivo
con el cual está relacionado, ya sea por su sinónimo (por ejemplo, lumbre, era neutro en
latín, pero es femenino en español por influencia de su sinónimo femenino luz); ya sea
por estar englobado en éste como su término genérico (por ejemplo, lunes es masculino
o por influencia del sustantivo genérico masculino día)[1].
Sin embargo, el género masculino/femenino, no debe confundirse con sexo; el género es
un rasgo gramatical y en muchos casos el género y el sexo no coinciden, pues el rasgo
gramatical es inherente al sustantivo que no tiene reflejo con la realidad, por
ejemplo, la pared/ el muro. En este caso el primer término es femenino y el segundo
masculino; Sin embargo, ambos se refieren al mismo objeto aunque con géneros
gramatical distintos.
 Género común. 
Hay un buen número de sustantivos de género común, denominados así porque  pueden 
ser masculino o femenino dependiendo del contexto al que se refiera: el /la colega, el/la
Nobel.
Las terminaciones características de ellos son: –a: artista, espía, policía. En –e: agente,
badulaque, estudiante. En –o: jurado, modelo, piloto. En –n: barman, guardalmacén.
En  –r: canciller, escolar, líder.
Existen, además, otras terminaciones muy diversas para el género común: capataz,
comensal, concejal, cónsul, general, juez, oficial, prez, réferi.
Son también considerados de género común los apellidos personales. Por
ejemplo, María López y Juan López. En ambos casos, el apellido López, no cambia, a
pesar de estar referido a femenino como al masculino indistintamente.
Epicenos. 
Este grupo de sustantivos cuyo único género gramatical expresa los dos géneros, es
decir, que con el mismo nombre o sustantivo puede referirse tanto a machos como a
hembras, a varones o mujeres.
Por ejemplo: ballena, si bien posee el género gramatical femenino, este término está
referido indistintamente al macho y/o hembra; lo mismo sucede con búfalo, a pesar de
poseer el género gramatical masculino, con este vocablo se usa para ambos sexos.
Las terminaciones características de estos sustantivos son: –a, -e, -o, (átonas): alpaca,
liendre, armiño, en: –é, -í, ú (tónicas): chimpancé, tapetí, pacú, y las consonantes: –z,
-n: avestruz, halcón.
 Ambiguos. 
Son aquellos que se refieren a un grupo de nombres de cosas no animadas que carecen
de género gramatical definido, por ejemplo, puede decirse indistintamente: el mar o la
mar, ambas formas están referidas al mismo objeto, pero utilizando géneros
gramaticales distintos. Pertenecen a esta categoría las siguientes palabras: ábside,
aneurisma, apóstrofe, armazón, arte, azúcar, dote, enzima, esperma, estambre, herpes,
lavaplatos, lente, linde, mar, margen, mimbre, monzón, orden, pelambre, prez,
psicoanálisis, radio, reuma, teletipo, testuz, trípode, tilde, vertiente, vodka.
Hay también un gran número de sustantivos que son considerados de género común,
porque poseen ambos géneros, pero en los cuales la diferencia de género implica
también una diferencia de significado: capital, clave, cólera, cometa, cura, doblez,
frente, génesis, orden, parte.
1. Definición

1.4. Clasificación morfológica del sustantivo

Conforme a su estructura morfológica, es decir, por su forma los sustantivos pueden ser de


cuatro clases: simples,  derivados, compuestos y parasintéticos.
Simples. 

Estos sustantivos tienen sentido comunicativo por sí solos, sin que necesariamente estén
acompañados de prefijos o sufijos. Ellos no preceden de otros sustantivos del español. Se los
llama también primitivos porque están formados por una palabra sin morfemas derivativos,
pero son susceptibles de ser génesis de otros: agua, azúcar,  carpeta,  color, calle, carne,  débil,
látigo,  mar, mármol, mártir, mes, pie,  pizarra,  plan, pez, sol,  etc.

  Derivados. 

Son palabras que aglutinan afijos en su alrededor donde, por lo menos, uno de sus elementos
(prefijo o sufijo), no es susceptible de ser empleado en forma independiente. En otras palabras,
se da el fenómeno de la derivación cuando se añade a una palabra simple o a su lexema un
afijo.

La estructura de las palabras derivadas puede darse de dos maneras: 1) una palabra simple
más un afijo: mar/ marina, marinero; pizarra  /pizarrón, látigo  / latigazo, azúcar /azucarera; 2) un
lexema más un afijo: cuchillo/ cuchillada, rosa /rosal.

Compuestas. 

Se da el fenómeno de la composición cuando dos o más palabras de significación


independiente se unen para formar una nueva: plataforma.

En nuestra lengua, los nombres o sustantivos compuestos, se forman en la base de: a) dos
sustantivos: baloncesto, b)  adjetivo + sustantivo: altavoz,  c) sustantivo + adjetivo:
padrenuestro,    d)  verbo + sustantivo: lavaplatos,  e)  adverbio + sustantivo: malhumor,  f)
preposición + sustantivo: parasol,    g) prefijo + sufijo culto: autobús,  h)  frases enteras: vaivén,

Parasintéticas. Estas palabras hacen uso simultáneamente de la prefijación  y de la sufijación.


Se trata de sustantivos formadas por composición + derivación. Este procedimiento consiste
en formar palabras nuevas añadiendo algún sufijo a una palabra compuesta: pordiosero. En
nuestra lengua, estas palabras no son muy numerosas.

2. Funciones del sustantivo

Los nombres o sustantivos desempeñan funciones en el Sintagma Nominal (SN), y  en el 


Sintagma Verbal (SV).

2.1. Funciones en el sintagma nominal (SN). En este sintagma el sustantivo funciona


como: núcleo (o sujeto), aposición, vocativo, sintagma preposicional.

a) Núcleo o sujeto (N), es la palabra más importante del SN y concuerda en género y  número


con el verbo de la oración.

b) Aposición (Apos.), es el término que sirve para explicar, aclarar o especificar  algo del núcleo
del SN.
c) Vocativo, (Voc.), el nombre o sustantivo se encuentra en vocativo cuando se lo utiliza para
invocar o llamar a alguien, es como una especie de reiteración del sujeto de la oración. En el
lenguaje escrito va entre comas, en otros casos puede ir aislado fuera de todo enunciado. El
vocativo siempre aparece en enunciados u oraciones exclamativas.

d) Sintagma preposicional (S. Prep.), en esta función el sustantivo se encarga de especificar o


aclarar algo del núcleo, y se caracteriza porque va acompañado de una preposición.

2. Funciones del sustantivo

2.1. Funciones en el sintagma verbal

Dentro de un sintagma verbal el sustantivo puede funcionar como: complemento directo,


indirecto, circunstancial, atributo, complemento de régimen preposicional y complemento agente.

a)    Complemento directo. (CD), el sustantivo está en esta función cuando recibe directamente
la acción verbal. El complemento directo es aquel que está exigido por el verbo y completa su
significado al designar la entidad que afecta directamente la acción verbal. Generalmente, se
construye sin preposición.

Sin embargo, en determinadas circunstancias se utiliza la preposición “a” cuando se trata de


una persona o algo personificado.

El complemento directo puede sustituirse y a veces co-aparecer, con los pronombres átonos
(que en tercera persona adoptan las formas: lo, los, la, las). Algunos estudiantes  los  lanzaban
en la marcha.  La  esperaba a mi madre.

a)    Complemento indirecto. (CI), se caracteriza por ir acompañado de la preposición “a” o


“para”, dependiendo de la exigencia del verbo. Este complemento puede sustituirse o co-
aparecer con los pronombres átonos: le, les, se.
b)    Complemento circunstancial (CC), normalmente, las palabras que cumplen la función de
complemento circunstancial son los adverbios, caso contrario, serán los sustantivos los que
harán esta función, acompañados o no de preposiciones y/o artículos. Es fácil reconocer a este
complemento  porque responde una  de estas preguntas: dónde, cómo, cuándo, cuánto.

Complemento del verbo exigido o no por el significado de éste; expresa las circunstancias de
lugar, tiempo, modo, instrumento, medio, causa, finalidad, cantidad, etc., relacionadas con la
acción verbal: Trabajo en un banco. Amanece a las cinco.

a)    Atributo (Atrib.), atribuye una cualidad al núcleo (o sujeto) del SN, y concuerda con éste en
género y número. Normalmente, esta función la desempeña un adjetivo, pero en algunos casos,
el sustantivo también puede ejercer esta función.

Se lo reconoce porque aparece en la estructura del SV acompañando a un verbo de estado: ser,


estar o parecer.

b)    Complemento de régimen preposicional, (C.Prep.), también se lo llama suplemento; se lo


construye siempre con una preposición. Para reconocerlo hay dos reglas muy sencillas. 1) El
complemento directo y el suplemento son incompatibles, es decir, no pueden aparecer los dos
en la misma oración, en cambio, el complemento circunstancial sí puede aparecer con el
suplemento.

c)  Complemento Agente, (C.A.), aparece únicamente en oraciones en voz pasiva y siempre está
acompañado de la palabra “por” para indicar la persona, animal o cosa que realiza la acción
denotada por el verbo.

En este ejemplo, el sujeto paciente es La carretera y padece la acción de ser destruid, la  que
ejecuta el complemento agente la lluvia.

2. Funciones del sustantivo

2.2. Sustantivación

Cuando la palabra no pertenece a la categoría morfológica del nombre o sustantivo, pero


funciona como tal, se produce la sustantivación. Este fenómeno sucede al anteponer un
artículo u otro determinante a la palabra que se va a sustantivar.

Por ejemplo, El azul  de tus ojos me encanta. El adjetivo azul está antecedido por el artículo “El”,
en estos casos, se dice que se ha sustantivado ya que lo ha desplazado y está ejerciendo
funciones propias de éste. En la oración cualquier palabra: adjetivo, verbo, adverbio, etc., puede
sustantivarse y ejercer las funciones de él

a)    Adjetivos, la sustantivación más frecuente es la de los adjetivos que pueden aparecer


antecedidos de cualquier determinante: El menor es arrogante. La buena es la otra.  Pero,
especialmente va antecedido del artículo neutro “lo”. Lo interesante, lo absurdo, lo increíble.

b)    Verbos en el infinitivo, el infinitivo, precedido de determinantes o no, funcionan como


sustantivos, se ha advertido que por eso pierde su carácter verbal, pero sigue admitiendo
complementos exclusivos del verbo (complemento directo e indirecto): Visitar exposiciones me
encanta. Querer es poder.

c)    Adverbios, estas palabras también se sustantivan anteponiéndoles un artículo o cualquier


otro determinante. Tu  sí  no me convence.

Al sustantivarse cualquier palabra admite el plural: Los porqués de tus explicaciones no me


convencen.

3. Significado del sustantivo

Desde el punto de vista semántico, el sustantivo es la palabra que de manera independiente y


autónoma, designa cosas concretas  o ideas abstractas. Esta independencia puede ser real
(puerta, río, cartera, etc.) o puede existir sólo en nuestra mente cuando designamos ideas
abstractas (amor, candidez, paz, etc.). Cuando decimos puerta, el término es independiente.

4. Clasificación semántica

Según ciertos rasgos semánticos que son inherentes a su significado, vale decir,  a su
contenido, los sustantivos se encargan de designar a un ser animado  u  objeto
inanimado: hombre/ lápiz; o también,   real / irreal,  mujer/ bondad.

Los sustantivos se clasifican en base a una oposición semántica que existe entre ellos
en: animados/animados;  concretos/abstractos;  comunes/propios;  colectivos /individuales.

Animados/ Inanimados. 

Los primeros (animados) se refieren a seres que tienen vida  como: piloto, gusano, niño, etc., en
cuanto los segundos (los inanimados) designan a objetos  o ideas como: cuchillo, mechero,
concepto, etc.

Concretos/ Abstractos.  

Los concretos designan seres u objetos perceptibles, reales o palpables al sentido del
tacto: mesa, hombre, árbol, estrella.  En el caso de los abstractos, el referente sólo existe en
nuestra mente. Suelen aludir a cualidades como consecuencia de un proceso de abstracción
mental: bondad, calidez, pensamiento, etc.

Hay que aclarar que, muchos sustantivos son difíciles de clasificar como abstractos o
concretos: viento, semana, luz, etc.

Comunes/ Propios. 

En el caso de los comunes, éste expresa los rasgos semánticos comunes a todos los
miembros de su especie: cuadro, tierra, hojas, nariz, etc.  Y tienen mayor posibilidad de flexión
de género y número, que los propios. Dada sus características semánticas abundan, en torno a
cada uno de ellos las connotaciones, así si decimos. Hoja, podemos pensar en la hoja de un
árbol, como también de un en la hoja de papel, pues ambas tienes cosas en común.
En cambio, los propios designan el nombre particular de personas, ciudades, montañas,
países: Mario, Amazonas, Venus. Los propios son individualizadores y están subdivididos
en: topónimos y antropónimos.

a)    Topónimos,  son los nombres propios de los lugares: Santa Cruz, Madrid, Montero, etc.

b)    Antropónimos, son los nombres propios de las personas: María, Luis, Pedro, etc.

Tanto los topónimos como los antropónimos, salvo excepciones, no suelen ir acompañado de
los artículos, a diferencia de los comunes que sí pueden estar acompañados de artículos.

Colectivos/ Individuales. 

En singular designan una pluralidad o conjunto de seres o cosas: alumnado, ejército, olivar, etc. 


En cambio, los individuales, designan una sola cosa: taza, dedo, cigarro, etc.

Contenido de la Unidad 4: El adjetivo


1. Definición

Se llama adjetivo a la clase de palabra cuya principal función es la de adyacente del nombre o
sustantivo; es decir, es su modificador directo, pues lo acompaña antepuesto para
determinarlo:  Estos  perros son de mi vecino.  O pospuesto, para poner de manifiesto sus
atributos: Casa  grande. El hombre  triste

1. Definición

1.1. Morfología del adjetivo

Desde el punto de vista morfológico, o sea, de su forma, el adjetivo, al igual que el sustantivo, se
lo define como la clase de palabra variable, donde se combinan, un morfema lexema, uno de
género (masculino/femenino), y otro de número (singular/plural). Por ejemplo, el
adjetivo blancas, morfológicamente está estructurado por el lexema blanc-, más un morfema –
a indicador de género femenino y el morfema –s como marcador de número plural.

.2. Género de los adjetivos

Los adjetivos, al igual que los sustantivos,  unos son de género masculino, otros femeninos y
otros de género común. De acuerdo a cómo se verifique en ellos la alternancia de género, se
los  puede clasificar en tres grupos basados en el siguiente sistema: a) -o, para el masculino, -
a  para el femenino; b) género común,  c) –a para el femenino y  diferentes terminaciones para
el masculino.

Masculino –o, femenino –a.- 

A este grupo pertenece la mayor parte de los adjetivos de nuestra lengua: alerto/alerta;
bueno/buena; despierto/despierta.  Íntegro /integra; correcto/correcta; perfecto/ perfecta.

 Género común. 

No existe variación entre las formas masculinas y femeninas, puesto que presentan una
terminación única para ambos. Son llamados de género común, los adjetivos que no cambian
de género gramatical ante un sustantivo masculino o femenino. Por ejemplo: Este muchacho es
amable. Esta muchacha es amable. Se puede observar que en estos dos casos, el adjetivo
“amable” se usa indistintamente, tanto para calificar a muchacho como a muchacha. 
Los adjetivos de género común presentan las terminaciones: -a: aimara, -e: aceptable, -í            
(tónica): marroquí, -l: actual,  -r: angular, -z: aprendiz  y unos pocos que terminan en  -n: joven   -
ú: zulú.

La mayoría de los adjetivos de género común, pertenecen a la categoría de los calificativos. Sin
embargo, hay algunos determinativos que también son de género común: Mi, tu, su y sus
plurales, mis, tus, sus: Mi hermano. Mi hermana.

En cuanto al género algunos de los adjetivos que están apocopados pertenecen a la categoría
del género común: Gran hombre. Gran mujer.

Femenino en –a y masculino con diferentes terminaciones. 

 Los adjetivos masculinos que pertenecen a este grupo, no tienen una única terminación que
los caracterice a todos ellos, sino que serán diferentes unos de otros. Sin embargo, para
referirse al femenino siempre serán representados por el morfema –
a: grandote/grandota. Estos adjetivos masculinos terminan con los sufijos:

-án, -ín, -ón: holgazán /a. guardián /a saltarín /a; mandón /a; coquetón /a.

-dor, -tor, -sor: admirador /a; consultor /a; conservador/ a; delator /a; difusor /a; delator/ a; 
doctor /a;  impresor /a;  impostor /a;  perforador /a;  relator /a; seductor/ a; sucesor /a;
tomador /a; vibrador /a; violador /a; volador /a.

-ete,  -ote: regordete / regordeta; grandote / grandota.

-és      : cordobés /a; irlandés /a; danés /a; francés /a; holandés /a; japonés/a, libanés /a;
pequinés /a; portugués /a.

1.3. Número de los adjetivos

El plural de los adjetivos se hace con –s o –es, bajo las siguientes normas.

a) Como norma general, se añade –s,  a  los adjetivos que acaban en vocal átona.

cavernícola                           cavernícolas

amable                                  amables

cursi                                                                              cursis

cariñoso                                cariñosos

b) Se añade, -es a los adjetivos que terminan en las vocales tónicas -í, -ú.

marroquí                                                              marroquíes

hindú                                                                          hindúes

c) Se añade, -es a los adjetivos acabados en consonante.

azul                                                                                azules

burgués                                                                burgueses

alemán                                                                    alemanes

regular                                                                      regulares
1.4. Apócope de los adjetivos

 Los adjetivos sufren variantes morfológicas, es decir, un acortamiento en su forma, cuando


pierden al final de la palabra una sílaba o un morfema. A este tipo de alteraciones se llama
“apócope”. Los que se apocopan son:

a)    adjetivos posesivos: (en masculino y femenino, plural y singular): mío/ mía=mi, 


tuyo/tuya=tu, suyo/suya=su, míos/mías= mis, tuyos/tuyas= tus, suyos/suyas= sus. Por ejemplo:
amigos míos = mis amigos.

b)    adjetivos indefinidos: cualquiera=cualquier, cualesquiera= cualesquier,  alguno=algún, 


ninguno=ningún.

c)    Adjetivos numerales: numeral ciento=cien, primero=primer, tercero= tercer.

d)    Adjetivos calificativos: grande=gran, santo=san, bueno=buen, malo= mal.

2. Significado de los adjetivos

Desde el punto de vista semántico, es decir, atendiendo a su significado,


tradicionalmente, se han considerado dos grandes grupos de adjetivos:
los calificativos y los  determinativos; ambas clases de adjetivos tienen la función de
delimitar el concepto del sustantivo al que acompañan.
Hay que remarcar que, la mayoría de estos últimos, son idénticos formalmente a los
pronombres.

Clasificación semántica y funcional


de los adjetivos
2. Significado de los adjetivos

2.1. Calificativos

Se caracterizan porque, generalmente, van pospuestos al sustantivo: Es un hombre  dócil. Pero,


también pueden ir antepuestos al sustantivo con valor explicativo. El  inteligente  muchacho
está ahí.

Atendiendo a los grados de significación de los adjetivos calificativos, ellos se subdividen


en: cualitativos, gentilicios, comparativos y superlativos.

Cualitativos.  

En el cual el adjetivo expresa una cierta cualidad, positiva o negativa: bonito, feo, bueno, malo,
alto, bajo, grande, pequeño, exterior, interior, cruel, tonto, hermoso, etc.

Gentilicios. 

Los adjetivos gentilicios indican la procedencia geográfica de las personas o su nacionalidad;


en el lenguaje escrito se escriben con minúsculas. Por ejemplo: cruceño, madrileño, boliviano,
etc. Ellos pueden señalar diferentes grados respecto al lugar de origen:

a) Ciudad: beniano, pandino, paceño.

b) País: argentino, español.

c) Continente: americano, europeo.

Comparativos. 

En el cual el adjetivo expresa una cierta cualidad comparando dos o más individuos o cosas: Mi
cuarto es mejor que aquél.  Pertenecen a esta categoría: mejor, peor, superior, inferior, mayor,
menor.

Los comparativos también se expresan mediante estructuras de: igualdad, de inferioridad y de


superioridad.

a)    De igualdad: tan + adjetivo + como: Tus estudios son tan complicados como los de José.

b)    De inferioridad: menos + adjetivo + que: Tus tareas son menos complicadas que las mías.

c)    De superioridad: más + adjetivo + que: Tus tares son más complicadas que las mías.

Superlativos. 

En el cual el adjetivo expresa una cualidad que cierto individuo posee en mayor medida que
otros: óptimo, pésimo, supremo, último, máximo, mínimo, ínfimo.

También hacen parte de los superlativos aquellos adjetivos que llevan adheridos el sufijo –
ísimo, o –érrimo: buenísimo, feísimo, grandísimo.

2. Significado de los adjetivos

2.2. Determinativos

La función primordial de estos adjetivos es la de determinar al sustantivo que acompañan y


generalmente, van antepuesto a éste. Este libro es mío. Es por esta razón que se dice que
presenta una colocación relativamente fija al interior del lenguaje, que es la anteposición al
sustantivo. Salvo los adjetivos posesivos que algunas ocasiones pueden ir pospuestos: Hijo
mío.

Los determinativos tienen una característica especial; pueden funcionar como adjetivos,
cuando van acompañados al sustantivo y como pronombres, cuando lo substituyen.

Los adjetivos determinativos se subdividen en: demostrativos, posesivos, indefinidos,


numerales, interrogativos y exclamativos.

 Demostrativos. 

Como todos los determinativos se colocan, normalmente, antes del nombre. Ellos se encargan
de determinar la situación espacial de proximidad o lejanía del objeto designado por el nombre
o sustantivo con respecto al hablante:  Esta mujer es encantadora. Además, presentan
variaciones de género y número.

Los adjetivos demostrativos son: Esta, este, estas, estos, esa, ese, esas, esos, aquella, aquel,
aquellas, aquellos.

Los demostrativos neutros: esto, eso, aquello, sólo funcionan como pronombres y son siempre
invariables para concordancia: Esto que dices no lo entiendo. Prometió no hablar más de eso.

Posesivos. 

Este adjetivo concuerda en género y número con el sustantivo al que acompaña y establece
con él una relación de posesión o pertenencia. Se caracterizan del resto de determinantes por
contar con formas átonas y tónicas.

Los adjetivos posesivos son: Mi, mío, mía, mis, míos, mías, tu, tuyo, tuya, tus, tuyos, tuyas, su,
suyo, suya, sus, suyos, suyas, nuestro, nuestra, nuestros, nuestras, vuestro, vuestra, vuestros,
vuestras.

Las formas átonas apocopadas: Mi, mis; tu, tus; su, sus, se las considera de género común
porque siempre aparecen antes del nombre sustantivo masculino o femenino
indistintamente: Luis viaja en su automóvil. Marta está con sus padres.

De las formas tónicas: mío, tuyo, suyo, con sus respectivos femeninos y plurales; se colocan
detrás del sustantivo al que acompañan: Dos amigos míos fueron mis alumnos. Esa mirada tuya
me acobarda.

En cambio, los posesivos: nuestro y vuestro con sus correspondientes variaciones de género y


número, pueden ir antepuestos y pospuestos indistintamente: Nuestra vecindad está
intranquila. Esta es la casa nuestra.

En posición antepuesta, los posesivos no admiten más determinativos que todo/a o


todos/as: Toda mi fortuna. Todos nuestros amigos están esperando.

Indefinidos. 
Constituyen un grupo que determinan al sustantivo de manera concreta en algunos casos, y
vaga en otros. Añaden al sustantivo una información sobre la cantidad, la misma que no está
expresada de manera objetiva, sino subjetivamente, según el hablante perciba la cantidad del
nombre. Se subdividen en: gradativos, existenciales y distributivos.

a)    Gradativos.- La mayoría de estos adjetivos concuerdan en género número con el nombre al


que determinan. En general se sitúan antepuestos al sustantivo para indicar cantidad de forma
imprecisa: Veo pocas personas; Tengo mucha hambre. 

Los adjetivos gradativos son: bastante, cierto, cuanto, demasiado, mismo, mucho (muy), poco,
todo, tanto (tan)    varios.  Poca gente llegó temprano hoy.  Te veo tan contento como siempre.
Recorrió varias librerías antes de comprarse ese libro.

b)    Existenciales. Ellos se refieren a cantidad o identidad imprecisa de lo designado por el


nombre; se clasifican en:  algún, alguna, alguno, algunos, algunas, diverso (s), diversa (s), ningún,
ninguna, ningunas, ninguno, cualquier, otro, otra, otros, otras, raro (s), rara (s).

Todos ellos tienen variación de género y número, con excepción de cualquier y de ningún, este
último sólo cambia en género. Los adjetivos existenciales van antepuestos al nombre, salvo
ningún, que puede ir pospuesto y algún que, cuando va pospuesto adquiere valor negativo.

 Numerales.  

Se anteponen al sustantivo. Expresan cantidad mediante los números. Los numerales se


subdividen en: cardinales, ordinales y partitivos.

1) Cardinales. Designan números y la mayoría de ellos son invariables: dos, cinco, veinte, diez:
Hay dos mendigos merodeando la plaza.  El numeral  mil  es variable en número  a: miles.

Para cuestiones de ortografía, se escriben formando una sola palabra, desde uno hasta


el treinta: catorce, veintiuno, veinticuatro, veintidós, etc.  A partir de 31, sin excepción, las
unidades se escriben separadas de las decenas: treinta y ocho, cuarenta y dos, cincuenta y siete.
También se escriben en una sola palabra: doscientos, trescientos, cuatrocientos, quinientos,
seiscientos, setecientos, ochocientos, novecientos. En cambio, los demás deben escribirse
separadamente.

El cardinal uno y todos los terminados en uno, usados en función adjetiva, pueden variar de
género: En esta aula caben cincuenta y una alumnas.

Ordinales. 

Expresan orden, sucesión, jerarquía y son consideradas palabras variables en género y número:
primero/primera, etc. Actualmente, el uso de los ordinales es muy reducido: La planta
primera. El tercer piso. Pasó a segundo grado.

Los numerales ordinales que se escriben como una sola palabra son: primero, segundo, tercero,
cuarto, quinto, sexto, octavo, noveno, décimo, undécimo, duodécimo, decimotercero,
decimocuarto, decimoquinto, decimosexto, decimoséptimo, decimoctavo y decimonoveno. Los
restantes deben escribirse separadamente: vigésimo primero (21°), centésimo trigésimo
cuarto (134°), milésimo tercer centésimo vigésimo sexto (1326°). Sin embargo, es infrecuente el
uso de numerales ordinales más allá de vigésimo. Los numerales ordinales son los siguientes:

1º primero                 20º vigésimo                        80º octogésimo

3º tercero                  22º vigésimo segundo       90º nonagésimo

9º noveno                 30º trigésimo                        100º centésimo

10º décimo               40º cuadragésimo               1000º milésimo


11º undécimo          50º quincuagésimo             1.000.000º millonésimo

12º duodécimo        60º sexagésimo

13º decimotercero   70º septuagésimo

Partitivos. Designa una parte de la unidad. El partitivo medio debe concordar, con el sustantivo
al cual modifica: Un kilo y medio de harina: Media libra de chocolate.

Hacen parte de los adjetivos partitivos las formas fraccionadas: décimas centésimas y los
múltiplos: doble, triple, cuádruplo, quíntuplo, séxtuplo, séptuplo. Todos ellos admiten variación
de género y número: Ha dividido el queso en dos mitades. Hasta el número diez tienen las
mismas formas que los ordinales añadiéndole “parte”: Quinta parte. Para las fracciones
menores de una décima parte, se emplean los numerales cardinales con el sufijo –avo/-
a: Doceava parte.

Interrogativos. interrogativos.- 

Introducen oraciones interrogativas. Hacen parte de estos adjetivos: qué, cuál, cuáles, cuánto
(a), cuántos (as)

¿Qué  reloj has perdido?

¿Cuántos  profesores han faltado hoy?

 ¿Cuáles  lecturas has seleccionado?

Exclamativos. Exclamativos.-

 Introducen oraciones exclamativas, se caracterizan porque en el lenguaje escrito van entre


signos de admiración. Hacen parte de estos adjetivos: qué, cuánto(a), cuántos  (as).

¡Cuánto  dinero traes!

¡Qué  niño tan bonito!

3. Funciones del adjetivo

Desde el punto de vista sintáctico se llama adjetivo a la clase de palabra que su principal
función es de adyacente o modificador directo del nombre o sustantivo, pues lo acompaña en
posición inmediata antepuesto o pospuesto, para determinarlo o poner de manifiesto sus
atributos.  Casa grande.  Estos perros son bravos.

3. Funciones del adjetivo

3.1. Funciones de los adjetivos calificativos.

Estos  adjetivos pueden cumplir funciones tanto dentro del sintagma nominal  (SN), como
dentro del sintagma verbal (SV)

Dentro del Sintagma Nominal (SN).

a)    Adyacente (Ady.), como modificador directo del sustantivo en el sintagma nominal. Ellos,


generalmente, pueden ir antepuestos o pospuestos al sustantivo para modificarlo.
b)    Núcleo o sujeto, (N), muchos adjetivos calificativos precedidos del artículo se sustantivan y
pueden funcionar como núcleo o sujeto del SN.

Dentro del sintagma verbal (SV).

a) Atributo (Atr.), los adjetivos calificativos que están pospuestos a los verbos: ser, estar y
parecer tienen una función atributiva, se los reconoce porque concuerdan en género y número
con el núcleo del SN.

b) Complemento predicativo, (C. Pred.), esta función la desempeña un adjetivo calificativo  que


acompaña al verbo transitivo y concuerda en género y número con el núcleo o sujeto del SN. A
pesar de esta concordancia no debe confundirse con el atributo porque no se construye con los
verbos (ser, estar ni parecer).

c) Adyacente de otro adjetivo, un adjetivo puede calificar a un sustantivo y también a otro


adjetivo dentro de la oración.

 
 

d) Apelativo, (Apel.), un adjetivo calificativo cumple esta función cuando lo utilizamos para
llamar o apelar a las personas. Se lo llama así porque está al margen de la estructura oracional.

-¡Tonto!

3. Funciones del adjetivo

3.2. Funciones de los adjetivos determinativos

La única función que desempeñan estos adjetivos es la de determinante. Ellos pueden


aparecer dentro de la estructura del SN o del SV, pero siempre cumpliendo la misma
función de determinar al sustantivo. Los determinativos que desempeñan estas
funciones son: posesivos, indefinidos, demostrativos, numerales, interrogativos,
exclamativos.

  Determinante (Det.)

4. Adverbialización de los adjetivos

Es cuando a un adjetivo femenino o a uno de género común, se le añade el sufijo –mente,


configurándose en una sola palabra: activamente, buenamente, hábilmente, felizmente,
tiernamente, tristemente, etc. En este caso, gracias a la presencia del sufijo –mente, los
adjetivos: activa, buena, hábil, feliz, tierna, triste pasan a formar parte de la lista de los
adverbios.

5. El participio como adjetivo

El participio de los verbos, es decir, los verbos que terminan en –ado,  -ido, se caracterizan por
su doble valor a) como adjetivo, en unos casos, y b) como verbo en otros.

  Como adjetivo. El participio funciona como adjetivo calificativo cuando está


antepuesto o pospuesto al sustantivo para calificarlo: jugado, dormido, fumado,
bebido, etc.
 Como verbo. El participio está como verbo cuando va acompañado del
verbo haber en cualquier tiempo y modo.

Contenido de la Unidad 5: El pronombre


1. Definición

Tradicionalmente se define al pronombre como la clase de palabra que sustituye al nombre


propio o al sustantivo común y que puede realizar funciones en el SN o en el SV

1. Definición

1.1. Morfología del pronombre

Desde el punto de vista morfológico, es decir, por su estructura, se lo considera como una
palabra en su mayoría variable porque la mayor parte de ellos aceptan modificaciones de
género y/o número:  él/ ella, mío/ mía, ellos/ ellas;  míos/ mías.

Sin embargo, hay algunos que no aceptan modificaciones al interior de su estructura, por
ejemplo: yo, tú, usted, me, se, etc. son pronombres invariables en cuanto al género, puesto que
pueden referirse, indistintamente a masculino como a femenino.

Hay también, aquellos que son invariables en cuanto a género, número y persona como: nadie,
alguien, etc.

Género del pronombre. 

Los pronombres pueden ser de tres géneros diferentes, unos son masculinos: él, otros
femeninos: ella, y otros de género común: yo.

Existe un pronombre de género neutro, que designa cosas indeterminadas o un conjunto de


ellas, como el caso de ello.

Número del pronombre. 

Debido a la variedad de formas que presenta, no sólo variables e invariables según el número y
el género, sino también la persona: 1ª, 2ª, 3ª de singular y 1ª, 2ª, 3ª de plural; además de
masculino y femenino, es considerada una de las categorías gramaticales más heterogéneas.

2. Funciones del pronombre

Desde el punto de vista sintáctico, los pronombres pueden desempeñar distintas funciones en
la oración, tanto en el sintagma nominal como en el verbal.
Las funciones de los pronombres se presentarán, por separado, en el momento que se estudie
cada uno de ellos.

3. Significado del pronombre.

A esta categoría de palabra los gramáticos la definen por su valor semántico; como la palabra
que sustituye al sustantivo común o al nombre propio de las personas que intervienen en la
comunicación:

 Este  alumno es atento.

    Adj. Dem.

En este ejemplo, si retiramos el sustantivo alumno,  queda:

Este  es atento.

     Pron. Dem.

El demostrativo Este, está en función de pronombre demostrativo porque ha sustituido


a alumno. Incluso se puede cambiar el pronombre Este por un nombre propio: Mario es atento. 

También se define al pronombre por su valor deíctico como: “Se llama pronombre a una clase
de palabra no descriptiva (vale decir, que no explican carácter alguno de lo que designan), cuya
significación no es fija, sino que depende del contexto, de la totalidad del discurso en el que
aparecen”.

En la oración: Tú  dices siempre la verdad; la palabra tú puede referirse a María como a Juan,


dependiendo con quien hablo en ese momento; ya que tú es una designación provisional cuyo
contenido depende, en cada momento, de a quien dirige su mensaje el que habla. Es en este
sentido que, semánticamente, su significado no es pleno hasta que no se los relaciona con el
contexto lingüístico o extralingüístico en que son utilizados.

Otro concepto muy importante que define al pronombre desde el punto de vista del significado,
es el emitido por el académico, Manuel Seco, quien señala: “los pronombres son palabras que
señalan a los seres de una manera provisional y en otros señalan a los objetos”.

4. Clasificación de los pronombres

Hay una doble clasificación de los pronombres: una  fónica y otra semántica.

a)    Clasificación fónica. Desde el punto de vista fónico, se los clasifica en: tónicos y átonos.


Son considerados pronombres tónicos, algunos personales, los demostrativos, posesivos,
indefinidos, numerales, interrogativos y exclamativos. Son considerados átonos, algunos
personales, los relativos, reflexivos y recíprocos.

b)    Clasificación semántica. Desde el punto de vista semántico, los pronombres se clasifican
en: personales, demostrativos, indefinidos, numerales, interrogativos, exclamativos, posesivos,
relativos, reflexivos y recíprocos.
4. Clasificación de los pronombres

4.1. Pronombres Personales

Estos pronombres están referidos a personas que realizan la acción de hablar, cuyos nombres
no se los menciona. Por esta razón, desde el punto de vista semántico, lo definen como la
palabra que substituye al nombre propio de la persona o al sustantivo común.

Clasificación de los pronombres personales. 

Por el acento de voz se clasifican en: tónicos  y  átonos[1].

Pronombres personales tónicos. 

Estos pronombres, a su vez, están subdivididos en dos grupos formal y funcionalmente


distintos: Pronombres personales tónicos sin preposición y Pronombres personales tónicos con
preposición.

1) Pronombres personales tónicos sin preposición. Este primer grupo de


pronombres tónicos,  se caracterizan porque en la estructura oracional, no van acompañados
de preposición bajo ninguna circunstancia y siempre harán parte del sintagma nominal. Hacen
parte de ellos: yo, tú, usted, él, ella, ellos, nosotros (as), vosotros (as), ustedes, ellos, ellas.

La única función que desempeñan estos pronombres, en el discurso, es como núcleo o sujeto
del sintagma nominal, por ello estarán como la palabra más importante en la oración y
concuerda en número con el verbo.

En este ejemplo, el pronombre personal tónico “Él”, está en función de sujeto porque es de
quien se habla en la oración, es el núcleo del sintagma nominal (SN), y por lo tanto, concuerda
con el verbo en número.

2) Pronombres personales tónicos con preposición.  Este grupo de pronombres  se caracteriza


porque siempre van acompañados de preposición y pueden aparecer tanto en el sintagma
nominal como en el verbal. Hace parte de ellos: Mí, conmigo, contigo, ti, contigo, usted, sí,
consigo, ello, nosotros (as), vosotros (as), ustedes, ellos, ellas.

 Estos pronombres cumplen diferentes funciones en la oración dependiendo si están en el


sintagma nominal o verbal.

En el sintagma nominal. Cuando están en este sintagma cumplen la función de sintagma


preposicional.

En el sintagma verbal. Cuando están en el sintagma verbal SV, estos pronombres pueden estar
en función de complemento directo, complemento indirecto y atributo.

a)    Tónicos en función de complemento directo, estos pronombres van siempre acompañados


con una de las preposiciones y son nada menos que la reiteración del pronombre átono que le
antecede.
b)    Tónicos en función de complemento indirecto, estos pronombres también van
acompañados con preposición y reiteran el pronombre átono que le antecede.

En el SV, ellos pueden aparecer antepuestos o pospuestos al verbo, pero siempre forman parte
del sintagma verbal y en cualquiera de las funciones arriba mencionadas.

c)    Tónicos en función de Atributo, cuando están en esta función hacen parte del sintagma
verbal están acompañado de un verbo de estado:  Este regalo es para  ti.

 Pronombres personales átonos

Se los llama así porque en la cadena del habla son palabras inacentuadas. Ellos se caracterizan
porque al interior de la oración estas formas átonas sólo hacen parte del SV antepuestos o
pospuestos al verbo: Le  entregué el regalo. Cómpralo  al crédito.

Funciones de los pronombres personales átonos. 

Unos funcionan como complemento directo e indirecto indistintamente, otros solo como
complemento directo y otros solo como complemento indirecto, conforme el siguiente
esquema.

          Me, te, nos, os;                  lo, los, la, las,                  se, le, le

 Funcionan como CD o CI          solo como CD              solo como CI

Los pronombres: me, te, nos, os, pueden funcionar como complemento directo e indirecto y no
presentan cambio de género. En cambio, Lo, la, los, las, sólo funcionan como complemento
directo y presentan diferencia de género y número. Por último, le y les sólo funcionan como
complemento indirecto y tienen variación de número y no de género, dependiendo a quien se
refieran; en tanto que se, no cambien ni de género ni número.
a)    Átonos en función de complemento directo, cuando el pronombre personal átono, está en
función de complemento directo (CD) No lleva preposición y suele ir antepuesto o pospuesto al
verbo.

Antepuesto al verbo, va inmediatamente antes del verbo y (se lo llama también proclítico). Se lo
reconoce porque substituye al complemento directo en la oración. Cumplen esta función: me,
te, nos, os, la, las, lo, los.

El pronombre átono, en función de complemento directo (CD), cuando designa persona puede
ser reiterado en la oración por medio de la forma tónica del mismo pronombre con la misma
función, pero precedido de la preposición.

Pospuesto al verbo, llamado también en posición enclítica, va inmediatamente después del


verbo, formando con él una sola palabra, esto sucedo cuando el verbo  está en imperativo, 
infinitivo  o en  gerundio.

Si además del pronombre átono en función de complemento directo, aparece la forma se, en


función de complemento indirecto, ésta irá siempre delante.

Si ambos pronombres átonos, en función de complemento directo e indirecto aparecen


pospuestos a un verbo en el imperativo, infinitivo, y gerundio, éste se une al verbo formando con
él una sola palabra, pero la forma “se, va en primer lugar.
 

a)    Pronombre átono en función de complemento indirecto, cuando el pronombre personal


átono está en función de complemento indirecto (CI), al igual que el pronombre complemento
directo, se caracteriza por no ir precedido nunca de preposición y por colocarse, normalmente,
en la oración, delante o atrás del verbo. Pueden cumplir la función de pronombre complemento
indirecto las formas: me, te, se, nos, os, le, les.

Le, les, no presentan diferencia de género. Sin embargo, cuando coinciden los pronombres
complemento directo e indirecto en la oración, el complemento indirecto (le, les) cambia
para  “se” por razones fonéticas.

Antepuesto al verbo, al igual que ocurre con los pronombres átonos complemento directo, el
pronombre átono complemento indirecto puede aparecer antepuesto al verbo.

El pronombre átono en función de complemento indirecto, en algunas ocasiones, puede


aparecer reiterado, en la misma oración, por medio de la forma tónica acompañado de una
preposición. Con esta reiteración se pone de relieve en la frase a la persona designada por el
pronombre.

Cuando en la oración se quiere dar énfasis a la forma tónica, precedida de preposición, puede
situarse delante de la forma átona.

No es raro que en una misma oración se presente, además de un pronombre personal átono,


haciendo de complemento directo, otro pronombre átono haciendo de complemento indirecto.
Cuando uno de estos complementos es: lo, los, la, las, le, les, uno de éstos debe ocupar el
segundo lugar en la oración.
Cuando los pronombres  átonos están en función de complemento directo e indirecto aparecen
juntos, la forma le, les,   se transforma en se.

Pospuesto al verbo, sólo cuando el verbo está en: imperativo, infinitivo o gerundio.

Nota: No confundir el pronombre lo, complemento directo con el artículo neutro lo que puede


acompañar al adjetivo o un pronombre relativo: Me gusta lo dulce. Eso es lo mejor que puedes
hacer. Encontraron unos archivos muy antiguos, los cuales estaban bien estropeados.

[1] tónico quiere decir que en la cadena del habla reciben la mayor energía articulatoria, es decir,
la

mayor fuerza de voz.

4. Clasificación de los pronombres

4.2. Pronombres demostrativos

Son los mismos adjetivos demostrativos con función sustantiva al haberse omitido el nombre
al que determinan. Sin embargo, no permiten el uso del artículo antepuesto. Estos pronombres
indican referencia espacial de proximidad o lejanía con relación al emisor y receptor.

Los pronombres demostrativos son: Este, ese, aquel, estos, esos, aquellos, esta,    esa, aquella,
estas, esas, aquellas, esto, eso, aquello.

A partir de la reforma ortográfica de la Real Academia de la Lengua Española de diciembre del


2010, los pronombres demostrativos no deben llevar tilde.
Estructura de los demostrativos. 

Los demostrativos presentan variaciones de género (éste/ ésta) y número (aquél/ aquéllos).

Funciones de los demostrativos. 

Los pronombres demostrativos desempeñan en la oración cualquiera de las funciones propias


del sustantivo. En consecuencia, pueden desempeñar funciones en el sintagma nominal SN, así
como también el sintagma verbal. 

a)    Funciones en el sintagma nominal (SN): en este sintagma desempeña dos funciones: como


núcleo o sujeto, y como sintagma preposicional.

Núcleo o sujeto (N), es de quien se habla en la oración y se caracteriza porque va al lado del


verbo y concuerdan con él en número.

Sintagma preposicional (S. Prep.), en función de complemento de un nombre o sustantivo y va


acompañado de cualquier preposición.

b)    Funciones en el SV, en este sintagma, cumple la función de complemento directo (CD) y de


atributo (Atrib.).

Complemento directo (CD.)

Atributo (Atrib.), generalmente va acompañado del verbo ser y en algunos casos parecer  y


concuerda con el núcleo del SN en género y número.

4. Clasificación de los pronombres

4.3. Pronombres Indefinidos

Los pronombres indefinidos, sustituyen al nombre de la persona que interviene en la


comunicación, pero de una manera imprecisa. La imprecisión del significado se debe a que
expresan cantidad, no de un modo objetivo, sino subjetivo, según cómo percibe la cantidad el
que habla. ¿Están  todos  de acuerdo?

Desde el punto de vista semántico, se los clasifica en: animados e inanimados. Ambas formas
son consideradas palabras tónicas.
a)    Animados, también llamados existenciales, se los denomina así, por referirse a seres que
tienen vida, pero que no tiene nombre o no se quiere nombrar: ambos, alguien, alguno,
cualquiera, diverso, nadie, ninguno,  quienquiera, varios:

b)    Inanimados, también, llamados gradativos, el centro semántico de estos pronombres,


expresan el grado de cantidad, o intensidad con que se percibe una determinada realidad, se los
ha clasificado en: algo, bastante, demasiado, mucho, nada, poco, uno (s), una, (s) otro, todo.

Estructura de los indefinidos. 

Unos son variables en cuanto al género y número y otros no.

a)    Tienen variación de género y número:  alguno, uno, otro, diversos, mucho, poco. Unos están
contentos. Otros salieron tristes.

b)    No tiene variación ninguna, (siempre son masculinos singulares): Alguien, nadie, y algo, el
primero y el segundo designan a personas y el tercero a cosas: Nadie quiere ese puesto.   No
están marcados con morfemas de género y número: demasiado, bastante.

c)    Sólo tienen variación de número, tal, cualquiera, (cualesquiera). Cualquiera llenará el


formulario.

d)    Sólo tiene variación de género, varios. Varios cayeron en la trampa. Varias vinieron


temprano al encuentro.

Funciones de los indefinidos. 

Desempeñan funciones en el SN y en el primer caso como núcleo o sujeto, y en el segundo


como complemento directo, complemento indirecto.

a)    Funciones de los indefinidos en el SN, unos pocos tienen función exclusivamente  como
núcleo o sujeto.

- Núcleo o sujeto, dentro del SN, se los reconoce porque van antepuestos al verbo y concuerda
con él en número.

b)    Funciones de los indefinidos en el SV, dentro del sintagma verbal (SV), funciona como
complemento directo (CD) o como indirecto (CI).

- En función de complemento directo, (CD.)

 
- En función de complemento indirecto, (CI.)

Algunos de estos pronombres indefinidos suelen ir pospuestos al verbo: ¿Alguien está


adentro? No hay nadie.

4. Clasificación de los pronombres

4.4. Pronombres numerales

Este grupo de pronombres no tiene variación de número. Todos son plurales a excepción
de uno. Variación de género la tiene solamente uno o veintiuno y las series que terminan en –
cientos como: doscientos /as. Además de expresar el número exacto, sustituyen al nombre al
que corresponde tal determinación numérica. Se los clasifica en:
numerales cardinales y ordinales. Todas ellas son palabras tónicas.

a)    Cardinales. Nombran la serie natural de los números enteros y que pueden estar
constituidos por una palabra simple: dos, cuatro, diez, veinte, cien, etc., por ejemplo: Quedamos
a las cinco. Por una palabra compuesta: dieciséis, veintiocho, doscientos, trescientos,
setecientos, novecientos, etc. Por ejemplo: Los doscientos dieron su cuota.

b)    Ordinales. Indican orden dentro de la sucesión de números enteros. Llevan


obligatoriamente artículo y concuerdan en género y número con el nombre al que se refieren: El
décimo fue el que ganó el canastón navideño. Son ejemplos de ellos los siguientes:

                                    1°   Primero                          13°   decimotercero

                                    3°   tercero                            20°   vigésimo

                                    5°   quinto                            50°   quincuagésimo

                                    8°   octavo                            70°   septuagésimo

                                    10° décimo                           100°  milésimo

4.4.2. Funciones de los numerales. Desempeñan funciones en el SN y en el SV, en el primero


como  núcleo o sujeto y en el segundo como complemento directo.

a)    Funciones en el (SN), como núcleo o sujeto.

b)    Funciones en el SV, como complemento directo.


4. Clasificación de los pronombres

4.5. Pronombres interrogativos

Los pronombres interrogativos sirven, en el lenguaje,  para hacer preguntas directas o


indirectas e indicar la finalidad de ésta.

A través de ellos sabemos que, la oración de la que forman parte es una pregunta.

Estos pronombres se caracterizan porque, al no aparecer referido a sujeto alguno, hay una
indeterminación, en la estructura oracional, pero se los reconoce porque ellos siempre están al
lado del verbo y concuerdan con éste en número.

Los pronombres interrogativos son palabras tónicas o acentuadas que en el lenguaje escrito
siempre van acentuados gráficamente.

Los pronombres interrogativos son: qué, cómo, cuándo, cuánto (s), cuánta (s) cuál (es), dónde,
quién, quiénes.

Estructura de los interrogativos. 

Algunos son variables otros no.  Invariables: qué, cómo, cuándo, dónde e variables: cuál, quién,
cuánto, cuanta.

a)    Qué, se refiere siempre a cosas o ideas, la distinción entre masculino y femenino no existe.
Aparece en preguntas directas: ¿Qué  ha ocurrido? e indirectas: Quiero saber  qué  sucedió. A
veces, este pronombre, puede ir acompañado de la preposición por: ¿Por  qué lo hiciste?

b)    Cómo, se refiere a personas y a cosas. Aparece en preguntas directas: ¿Cómo  te va? e


indirectas: Quiero ver  cómo  lo hizo.

c)    Cuándo, se refiere a cosas. Aparece en preguntas directas: ¿Cuándo  regresarás? e


indirectas: Confirmen  cuándo  llegarán.

d)    Dónde, se refiere a personas y cosas. Aparece en preguntas directas: ¿Dónde  lo dejaste? e


indirectas: Dime  dónde  estuviste.

e)    Cuál/ cuáles, se refiere a personas y a cosas. Aparece en preguntas directas: ¿Cuál  es el


mío? e indirectas: Averigüe  cuál  es.

f)     Quién/ quiénes, se refiere exclusivamente a personas. Aparece en preguntas directas:


¿Quién  te avisó? e indirectas: Preguntó  quién  llamó.

g)    Cuánto (s), se refiere a personas y a cosas. Aparece en preguntas directas:


¿Cuánto  cuesta? e indirectas: Dígame  cuánto  vale.

h)    Cuánta (s), se refiere a personas y a cosas. Aparece en preguntas directas: ¿Cuántas has


comprado? e indirectas: No dijo  cuántas  le quedaron.

Funciones de los interrogativos. 

Generalmente cumplen la función de núcleo del sintagma nominal o sujeto, por tanto, estarán
siempre al lado del verbo y concuerdan con éste en número.

¿Quién ha dicho esa mentira?

¿Cuál es tu dirección?

¿Cuánto vale este traje?


4. Clasificación de los pronombres

4.6. Pronombres exclamativos

Las formas y funciones son las mismas del interrogativo, excepto cuál,  y con las mismas
reglas de acentuación.

¡Quién lo hubiera dicho!

¡Qué le vamos a hacer!

¡Cuántos aparecen en el examen!

¡Cómo fuiste capaz!

¡Mira dónde lo puso!

¡Cuándo vas a trabajar!

4. Clasificación de los pronombres

4.7. Pronombres Posesivos

Son los mismos adjetivos posesivos, pero indican una referencia a alguien de algo que posee.
Estas palabras son consideradas palabras tónicas y se caracterizan porque van pospuestos en
la estructura oracional y casi siempre acompañados del verbo “ser”. El error es suyo.

Estructura de los posesivos. 

Estos pronombres son palabras variables que aceptan modificaciones de género y número. Una
de sus características es el uso del artículo antepuesto al este pronombre: El mío se echó a
perder. Incluso, se utiliza el artículo cuando se trata de una elección entre objetos.  Éste es mi
abrigo y ése el tuyo.

Pronombres posesivos

Funciones de los posesivos. Desempeñan funciones en el SN y en el SV. En el primero como


núcleo o sujeto y en el segundo como complemento directo.

a)    Funciones en el SN: Núcleo o sujeto.


b)    Funciones en el SV: Complemento directo (CD.) y como atributo.

           

4. Clasificación de los pronombres

4.8. Pronombres Relativos

Son muy distintos a los otros pronombres porque ellos actúan como palabras de enlace y en la
oración reiteran a su antecedente. 

Desde el punto de vista fónico son consideradas palabras átonas y desde el punto de vista de
su significación, ellos se limitan a sustituir al sustantivo al que anteceden. Esto quiere decir que
pueden hacer referencia a una persona, animal o cosa enunciado antes en la proposición.

Además, los pronombres relativos admiten cualquier antecedente, masculino, femenino,


singular, plural o neutro. E incluso puede tener como antecedente un adjetivo o un adverbio.
¡Lo  listo  que es!, ¡Hay que ver lo  tarde  que has llegado!

Los pronombres relativos son:

Esquema de los pronombres relativos

Los pronombres relativos presentan algunas características especiales, tales como:

a)    Van, generalmente, antecedido de un sustantivo.

1.    Dame el dinero  que  lleves.

2.    El sillón que tengo en mi casa es de color naranja.

3.    Las chicas con quienes has salido, eran mis vecinas.

b)    En algunos casos no tendrá antecedente: Quien  mal anda, mal acaba:

 
c)    Pueden sustituirse unos a otros.

- El proyecto, que están estudiando, los inquieta.

- El proyecto, el cual están estudiando, los inquieta.

- Los policías quienes dispararon estaban bien armados.

d)    Pueden estar precedido de artículo.

- Que se vaya el que quiera.

e)    Aparecen en oraciones compuestas adjetivas.

- Tengo una amiga cuyo padre es piloto.

 Estructura de los relativos. 

Presentan formas variables e invariables, el relativo que es invariable en cuanto a género y al


número; quien y cual tienen variación de número (quien/quienes; cual/cuales); cuanto las tiene
de género y de número (cuanto, cuanta, cuantos, cuantas). Los relativos se refieren
indistintamente a personas y a cosas: que y cual; quien sólo a personas y cuanto se refiere solo
a cosas cuando va en singular y a personas o cosas cuando se usa en plural. Por ejemplo: La
casa que he comprado es muy pequeña; Mi hermano es quien nos lo ha dicho;  El hombre que ves
es mi padre.

a)    Que, invariable para masculino y femenino, singular y plural. Puede tener antecedente de


persona y cosa: Estoy leyendo un libro  que  es muy interesante. Tengo un hermano  que  vive en
París. Visité a unas primas  que  residen en  Montero que tú todavía no conoces. Puede también ir
acompañado de artículo: Que se vaya el que no esté de acuerdo. En otros caos, también puede
ir acompañado de preposición: La casa  a (la) que  te diriges es de mis primos; El
empresario  para el que  trabajo ahora en francés.

b)    Quien/ quienes, invariable para masculino y femenino, puede ir acompañado de


preposición: Vino la mujer a quien le debes.

c)    Cual/cuales, es indispensable la presencia del artículo para identificar al pronombre


relativo, cual, el mismo que puede aparecer como: (el/la) cual, (los/las) cuales: La maleta
la  cual  encontraron era de un comerciante.

d)    Cuyo (s), cuya(s) funcionan como adjetivos cuando concuerdan en género y número con el
sustantivo que viene después de él: Los Padres  cuya  hija conoces han llegado; Tengo una casa
en  cuyo  salón hay muchos cuadros.

Funciones de los relativos. 

Además de su función como nexo subordinante en la oración compuesta, desempeña en la


oración la función de sustantivo que le corresponde.

a) núcleo o sujeto del SN: El empleado que me atendió era muy amable.

b) complemento directo: Eso que dices no es cierto.

c) atributo: Por muy barato que sea ese coche, no lo compro.         

d) suplemento: Este es el libro de que te hablé.

e) complemento directo: Los asuntos a que te dedicas no son muy legales.

f) complemento circunstancial: El pueblo en que nací es muy pequeño.    

g) adyacente preposicional: Prestadme toda la atención de que seáis capaces.


4. Clasificación de los pronombres

4.9. Pronombres reflexivos

Estos pronombres átonos con sentido reflexivo designan al mismo ser designado por el sujeto,
y en consecuencia, repetir la misma persona a la que se refiere el verbo, en este caso el
pronombre reflexivo funciona como complemento objeto directo o indirecto. Presenta las
formas: me, te, se.

Esquema de los pronombres reflexivos

Los pronombres que sólo funcionan como complemento son: los átonos, reflexivos y
los recíprocos.

                                  

También pueden pertenecer a campos referenciales distintos, y en consecuencia, tener persona


distinta al verbo, en este caso el pronombre funciona como objeto indirecto.

4.10. Pronombres recíprocos. Sólo funcionan como complemento del verbo. Expresan la


reciprocidad de dos o más personas que realizan la acción dentro de una oración y sólo
presentan formas plurales bajo las formas: nos, os, se: Él y ella  se  miran. Tú y yo  nos  hablamos.
Tú y ella  os  amáis.

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