Universidad Iberoamericana UNIBE

Valerie P. Maltés (18-0408)

Prácticas Supervisadas (01)

Santo Domingo, D.N.

Jueves 20 de febrero, 2020

Tabla de contenido
INFORME DEL LIBRO ¨CARTAS A PEDRO¨...........................................................................................1
Introducción.......................................................................................................................................1
Carta 1. La base para ser psicoterapeuta...............................................................................................................1
Carta 2. Tu espacio de terapia...............................................................................................................................1
Carta 3. El modo de hacer sentirse bienvenido al paciente..................................................................................1
Carta 4. El clima emocional....................................................................................................................................2
Carta 5. El terapeuta ¨tonto¨.................................................................................................................................2
Carta 6. Los miedos de terapeuta..........................................................................................................................2
Carta 7. Qué decir en las sesiones…sobre señalamientos e interpretaciones......................................................3
Carta 8. Los casos en que no deseé ser terapeuta................................................................................................3
Carta 9. ¿Qué encuadre teórico escojo? Acerca del uso del diván y otras técnicas..............................................3
Carta 10. El uso del tiempo y sus secuencias.........................................................................................................3
Carta 11. Fechas especiales a trabajar...................................................................................................................3
Carta 12. El préstamo de las palabras a los pacientes a los que les es difícil hablar.............................................4
Carta 13. Cuando a veces conviene no escuchar...................................................................................................4
Carta 14. Contando historias.................................................................................................................................4
Cuento 15. Algunas técnicas gestálticas que te pueden ayudar...........................................................................4
Carta 16. Cosas sueltas...........................................................................................................................................4
Carta 17. Para terminar..........................................................................................................................................5

Conclusiones......................................................................................................................................5
 INFORME DEL LIBRO ¨CARTAS A PEDRO¨
Introducción
Queremos acompañarlos en esta ocasión en la lectura y reflexión del libro Cartas a Pedro, de la autora y
psicoterapeuta peruana Loretta Cornejo. Publicado por primera vez en noviembre del año 2000, Cartas
a Pedro se propone como una guía para aquellas personas que se deciden estudiar psicología y trabajar
como psicoterapeuta, para ayudarlos y acompañarlos en el comienzo de su desempeño profesional.

Es un libro que inicialmente la autora lo escribe para uno de sus sobrinos que tienen la intención de
estudiar psicología pero que a la vez trasciende ese hecho familiar y resulta ser un libro para cualquier
persona que tenga la necesidad de conocer y quiera emprender el camino de la psicoterapia. En él, la
autora brinda sus principales criterios sobre cómo tratar a los pacientes, cuál es el papel del terapeuta
frente a un paciente, y lo que también representar el paciente para el profesional que ejerce este
trabajo.

Está compuesto por 17 cartas, que estaremos analizando y aportando nuestros criterios personales en
cada uno de estas para el final mostrarles las conclusiones e ideas más importantes de este texto.

Carta 1. La base para ser psicoterapeuta

Aquí tenemos la primera gran idea del libro: para la autora, y coincido con ella plenamente, la base para
ser psicoterapeuta es amar al ser humano en general, estar dispuesto a sacrificarse por ese amor. El
papel del psicoterapeuta es ayudar, acompañar en el proceso de crecimiento del paciente en lo que
necesite, sostenerlo y contenerlo. No importa lo que el terapeuta sepa, gane o el éxito que tenga. Lo
que importa es que el paciente pueda llevar el proceso adelante, lo que importa es lo que logra el
paciente, él es el protagonista de todo acto psicoterapéutico.

Carta 2. Tu espacio de terapia

Pareciera trivial hablar sobre el espacio de terapia, porque al final estamos hablando de un espacio físico
donde se va a realizar la consulta o la relación entre el paciente y el terapeuta. Sin embargo, el espacio
de terapia da lugar al comienzo de la relación, y su decoración y manera de estar organizado debe
garantizar que sea cómodo para el terapeuta pero también que sea cómodo y agradable para el
paciente. De esta manera en el espacio de terapia, el paciente se debe sentir que está es un lugar seguro
y cálido, para la conversación entre los dos y el crecimiento personal que debe ocurrir dentro de él. No
quiere decir que esta es la única manera de hacerlo, simplemente en la que la autora, a lo largo de su
experiencia, concibe como la mejor forma de acercarse al paciente y de hacerlo sentir cómodo. Pienso
que tiene toda la razón, y que es de suma importancia que el paciente se sienta seguro, resguardado y
cuidado por nosotros

Carta 3. El modo de hacer sentirse bienvenido al paciente

Mi madre suele decir que no hay segundas oportunidades para una primera buena impresión, y eso es
justamente lo que sucede cuando el terapeuta le da la bienvenida al paciente. Las bienvenidas son muy
importantes, de manera general para entablar cualquier relación interpersonal. En la relación entre
paciente y terapeuta cobra mucha importancia porque es la base de ese vínculo que se va a establecer
entre los dos. Muchas son las teorías acerca de la relación entre paciente y terapeuta, de cómo debería
ser, y la autora es partidaria de que a los pacientes hay que darles la bienvenida de una manera alegre y
afectuosa para poder establecer el clima emocional necesario, siempre respetando las individualidades y
tratando incluso de aprovechar la bienvenida para obtener información de cómo llega el paciente a
nuestra consulta.

Y sin duda puedo estar de acuerdo con ella en qué no implica algo poco profesional que el terapeuta se
incline hacia el paciente, se tome el tiempo para recibirlo, para despedirlo, incluso si el paciente lo
necesita, puedo hacer saludado con un apretón de manos o un abrazo. La calidez en los procesos
terapéuticos provoca que la persona se sienta más a gusto y pueda abrirse más en las sesiones de
trabajo y se pueda lograr efectivamente un proceso de crecimiento o de sanación.

Carta 4. El clima emocional

En esta carta hay dos ideas que me parecen las más significativas y que no debemos perder de vista en
nuestra terapia: la primera es que el clima emocional favorable para el paciente debe mantenerse
siempre, a pesar o a costa de cualquier otra cosa que suceda; la segunda que es que el ambiente
emocional que creemos parte del principio de que el paciente se sienta aceptado a pesar de sus
vergüenzas, sus dolores o sus problemas, y todo esto comienza con una escucha atenta. El paciente
merece toda nuestra atención, y en nuestra consulta no hay cabida ni deben importan otras personas
más que nuestro paciente. Pero hay que tener algo claro también, lograr el clima emocional no es algo
fácil, y dependerá siempre de las características de cada paciente.

Carta 5. El terapeuta ¨tonto¨

Esta carta me resulta muy interesante, porque además la considero muy acertada, pero que a su vez,
muchas veces los terapeutas pierden eso de vista. Si partimos del amor al ser humano de la primera
carta y de cada ser humano es un mundo, es un ente particular y cada vida es única, es ridículo pensar
que el terapeuta lo sabe o lo entiende todo. Una famosa frase dice: ¨yo solo sé que no sé nada¨ y a esto
es justamente lo que se refiera la autora cuando habla del terapeuta ¨tonto¨, para ser realmente bueno.
Es una realidad lamentable que muchos terapeutas piense que lo saben todo, que su verdad es la
verdad, que son dueños de la razón, pero eso hay que evitarlo a toda costa, aunque se lleven años de
labor profesional. Hay que preguntar, porque cada realidad es única para cada paciente.

Carta 6. Los miedos de terapeuta

La autora reconoce el miedo del terapeuta, no lo niega, incluso, considera que es positivo para el
proceso, pero en la misma medida explica que el mayor miedo lo tiene el paciente y que debemos dejar
el nuestro de lado para hacernos frente al del paciente, que es el que realmente importa. El terapeuta,
sobre todo en sus comienzos, suele tener miedo a fallar, a no tener respuestas, a no poder darse cuenta
de todo, pero tiene que sobreponerse a eso y saber que es más importante y mayor el miedo que tiene
el paciente de enfrentar sus problemas y abrirse. Hay herramientas para que el terapeuta pueda
enfrentar sus miedos preparándose, supervisándose con otros especialistas de más experiencia y
aprender de ellos. Hay solución para todo, y el terapeuta debe sentirse seguro, confiado y creer en que
se pueden lograr buenos resultados en la consulta, a su tiempo y de la manera adecuada para cada
paciente.
Carta 7. Qué decir en las sesiones…sobre señalamientos e interpretaciones
En esta carta la autora vuelve a hacer importante énfasis en el clima emocional y la empatía que hay que
desarrollar con el paciente, más allá de tratar de interpretar todo lo que él dice. Incluso, en relación con
lo que el terapeuta debería decir, Loretta considera que a veces es mucho más importante la respuesta
empática y afectiva y no realmente lo que se habla en una consulta, aunque no niega la teoría. Su
experiencia personal lo ha demostrado y yo estoy completamente de acuerdo con ella en que la empatía
que uno puede generar hacia el paciente tiene más importancia y prevalece sobre la teoría. Esto no
significa que el terapeuta no tiene que estar preparado solo que ella cree que esa no es la única o la más
valiosa de sus herramientas.

Carta 8. Los casos en que no deseé ser terapeuta

En esta carta hay una idea especialmente significativa: ser terapeuta no es un trabajo fácil y muchas
veces tiene un alto costo para el psicoterapeuta. En realidad, aunque aún no ejercido, a veces pienso
que si debería haber escogido otra profesión y en esta carta la autora cuenta dos desgarradores
ejemplos de personas a las que tuvo que ayudar, historias como esas que a veces te hacen dudar de lo
que has escogido dedicarte. Pero estos dos casos, al contrario de lo que se esperaba, le enseñaron
mucho y la hicieron mucho más fuerte y segura de que la psicología era la mejor profesión que había
escogido.

Carta 9. ¿Qué encuadre teórico escojo? Acerca del uso del diván y otras técnicas.
Hay muchas corrientes psicológicas, Loretta no considera que haya una que sea mejor que las otras, sino
que cada una tiene sus diferentes técnicas y sus diferentes maneras de ver lo mismo. Para ella, en
esencia intentan lograr lo mismo con las personas que se le acercan a consulta. De acuerdo con la
autora, creo que lo más importante es tener al menos un conocimiento básico de las principales
corrientes psicológicas y técnicas terapéuticas y luego escoger con lo que uno se siente más cómodo o lo
que le da mayor confianza y resultados. Para ella es más importante tener un encuadre bien definido y
que sea mantenido durante todas las sesiones y respetado por ambas partes.

Carta 10. El uso del tiempo y sus secuencias

Cada paciente tiene su ritmo, cada uno realiza su proceso de manera particular, por eso es importante
saber diferenciar algunos estados en la relación entre el paciente y el terapeuta como el estancamiento
o las resistencias o las sensaciones de cansancio durante un proceso terapéutico. Lo más importante en
este sentido es el respeto del ritmo y del tiempo del paciente, todo tiene que ser en el momento, el
tiempo y con las frecuencias adecuadas y todo saldrá bien.

Carta 11. Fechas especiales a trabajar

Realmente no había pensado en el tema de esta carta, no exactamente como que algunas fechas
pueden resultar contradictorias o complicadas para los pacientes de manera general. Como lo explica la
autora, todas estas fechas pueden desequilibrar de alguna manera a las personas. Desde ahora ya sé
que debo tenerlo en cuenta, no solo porque sé que son fechas que pueden despertar determinadas
emociones, sino para entender las reacciones de personas cercanas a mí y poder tener empatía con
ellos.
Carta 12. El préstamo de las palabras a los pacientes a los que les es difícil hablar
Algo muy común en las consultas terapéuticas y en los pacientes que se reciben o que piden ayuda son
sus problemas de comunicación o la falta de espacios y relaciones para comunicarse correctamente, por
eso la autora hace en esta carta alusión a algunas técnicas y algunas ideas importantes sobre cómo
caminar en el proceso terapéutico hacia una mejor comunicación y hacia la posibilidad de que las
personas logran expresar con palabras lo que sienten. Algo muy importante que ella reitera, es que lo
que nunca debe suceder es que el terapeuta deje de hablar, tiene que hacerlo de manera correcta, con
cariño, con cuidado del estilo, pero no puede tener miedo a hablar con el paciente.

Carta 13. Cuando a veces conviene no escuchar

En esta carta la autora cuenta una experiencia muy singular en relación con lo conveniente que tiene a
veces no escuchar, y no exactamente no escuchar, más bien prestarle atención a toda aquella
información que no viene exactamente a través del lenguaje verbal, sino a través de los dibujos o los
elementos gráficos y también de la expresión no verbal y de todo lo que el paciente nos transmite sin
tener en cuenta las palabras. Entonces, a veces cuando ¨no escuchamos¨ podemos captar otras
informaciones igualmente importantes.

Carta 14. Contando historias

Esta es una carta que especialmente cuenta algunas historias que la autora ha vivido con algunos
pacientes, sucesos reales o ficticios leídos en algún libro y que de acuerdo a cada caso al que se enfrenta
ha creído pertinente utilizarlas para ayudar al proceso de crecimiento del paciente. Son historias
geniales y creo que además de las historias de Loretta nosotros debemos ir cosechando nuestras propias
historias, nuestras propias experiencias personales y guardándolas como un recurso propio y valioso
para nuestras futuras consultas.

Cuento 15. Algunas técnicas gestálticas que te pueden ayudar

Esta carta, a diferencia del anterior que fue más es subjetiva, es bien práctica y concreta pues la autora
escoge algunas de las principales técnicas de esta corriente psicológica que la han ayudado a ella a
lograr buenos resultados a lo largo de sus años experiencia. Hay una aclaración particular que hace la
autora a este sentido y es que en cualquiera de las técnicas que se escojan no se puede perder de vista
que cada tarea o cada actividad tiene que ser en el momento apropiado, en el tiempo que se requiera y
que al ritmo del paciente como se había hablado antes. Además, la explicación o la consigna tiene que
ser lo más clara posible para que el paciente pueda entender lo que debe hacer y ejecutarla de manera
que podamos recibir con ella la información que estamos buscando. Creo que dependencia de las
necesidades, dolencias o problemas que cada paciente tiene, unas técnicas serán más apropiadas y más
útiles que otras, pero todas estas propuestas son muy interesantes.

Carta 16. Cosas sueltas...

En esta carta hay muchos consejos prácticos y profesionales importantes. Creo que de alguna manera
están dichos en las otras cartas pero son también puntualizados por la autora y son ideas claves que el
profesional debe que tener en cuenta y tiene que haber hecho a la hora de empezar a hacer
psicoterapia, por ejemplo, tener las necesidades personales cubiertas tanto materiales como afectivas,
vivir un proceso de terapia personal, mantener o darle la adecuada importancia a las supervisiones,
nunca dejar el estudio y la formación profesional, entre otros aspectos. Y el último punto de esta carta,
que es nuevamente la idea principal de la primera carta del libro: siempre quiere a tus pacientes,
mucho, para que esa empatía sea la real movilizadora el cambio.

Carta 17. Para terminar

En esta carta se habla sobre algo que yo considero que se debería haber hablado desde hace mucho
antes en el libro y es los motivos por los que las personas deciden estudiar psicología y ser
psicoterapeutas. Coincido con la autora, sobre todo en los dos motivos principales que ella dice, que es
la necesidad o el hecho de ayudar a otros por la ayuda y el acompañamiento que hemos recibido en
nuestra vida; y el deseo o la necesidad de ayudar a otras personas a partir de la carencia de ayuda que
tuvimos en algún momento de nuestra vida. En fin, que la psicoterapia es desde nosotros y para
nosotros.

Loretta dice en esta carta que lo más importante que tienes que entender como psicoterapeuta es que
tienes que creer en lo que estás haciendo, aunque te equivoques, aunque cambies, aunque te
replantees, pero siempre con la seguridad de que la psicoterapia ayuda.

Conclusiones
Quiero concluir este trabajo expresando mi reconocimiento y admiración al trabajo de toda la vida de
esta psicoterapeuta y agradeciendo a mi manera el haber compartido todos estos puntos básicos y
reflexiones más importantes, que realmente se convierten en una guía para aquella persona que decide
estudiar psicología y quiere ser psicoterapeuta.

Es un libro de fácil entendimiento y comprensión, con una lectura amena y sobre todo me parece muy
sincera, muy auténtica, muy representativa de lo que la autora ha estudiado, ha vivido y ha podido
experimentar en su trabajo y que es muy valioso para los que hoy estamos comenzando.

Creo que no hay nada que sea difícil de comprender en su lectura, sin embargo, creo que es un libro que
debo leer varias veces para rescatar todas las ideas, para ir creando poco a poco mis propias
experiencias. Recomiendo su lectura sin duda alguna, incluso para aquellas personas que ya puedan
tener años de experiencia en la psicoterapia, para que refresque y recuerden algunas de las cosas que
quizás, se pueden perder de vista en el proceso y en este quehacer de muchos años, porque como bien
ella reitera, la psicoterapia no es algo que se haga fácil.