Tema 2
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TECTÓNICA DE PLACAS.
La mayoría de las placas son mixtas, esto significa que están formadas por corteza oceánica
pero también continental.
Las placas se mueven como si estuvieran flotando sobre el manto plástico. Esto hace que las
zonas situadas en los limites sean muy activas.
En las dorsales hay una gran actividad volcánica: por ellas sale el material basáltico que se
incorporará a la litosfera oceánica, así la litosfera oceánica aumenta desde las dorsales hacia
los bordes continentales.
En las dorsales se produce una cierta actividad sísmica que da lugar a seísmos frecuentes,
superficiales y poco intensos originados por esfuerzos de tensión.
Cuando dos placas oceánicas colisionan se forma una fosa oceánica y un arco de islas
volcánico.
Este fenómeno ha originado archipiélagos como los de Indonesia, las Antillas o las Kuriles.
Se produce por el choque de dos masas continentales provocado por el cierre del océano que
las separaba, forma un orógeno de tipo alpino como el Himalaya. En este caso se da un
fenómeno de obducción.
La temperatura.
La Tierra libera el calor interno originado por el gradiente de temperatura que se establece en
el núcleo y las capas más superficiales, y por la desintegración de isótopos radiactivos
inestables.
Los materiales más fríos y densos tienden a hundirse y crear columnas descendentes que
alcanzan la base del manto.
El material caliente escapa de esas regiones y se producen flujos laterales que cuando
convergen dan lugar a columnas ascendentes calientes y poco densas.
De este modo se genera una convección general en todo el manto terrestre que ha podido ser
comprobada gracias a la tomografía sísmica computerizada.
La gravedad.
En el modelo moderno de convección del manto no existen celdas de convección cerradas que
arrastren a las placas, sino que ellas mismas son parte activa de su movimiento como resultado
de dos fuerzas:
4. EL CICLO DE WILSON.
Explica el proceso desde la fractura de un supercontinente para formar un océano hasta el
cierre del mismo, con el consiguiente choque continental.
Si colocamos los continentes en la posición que se supone que ocupaban entonces, podemos
ver que todas las rocas se encuentran en latitud coherente con las condiciones climáticas para
su formación.
Los fijistas no aprobaron la teoría de Wegener, ya que no admitieron las causas a las que él
atribuyó el desplazamiento de los continentes.
En 1929, Arthur Holmes propuso que la deriva continental podía deberse a la actuación de
corrientes de convección térmica en el manto.
Por otro lado, el conocimiento de los fondos oceánicos y del magnetismo natural de las rocas
aportaron las pruebas definitivas de la deriva continental.
Este concepto fue necesario en los años sesenta para poder explicar el desplazamiento de la
litosfera superior rígida, pero una vez que la tomografía sísmica demostró que el manto
terrestre en su conjunto es capaz de fluir a pesar de ser sólido.
Hoy en día llamamos astenosfera a todo el manto superior infralitosférico junto a la zona de
transición del manto.