INVESTIGACION
INVESTIGACION
INVESTIGACION
LA MOLINA
ESCUELA DE POSGRADO
MAESTRÍA EN RECURSOS HÍDRICOS
Presentada por:
OMAR EFRAIN GUTIERREZ CORI
Lima - Perú
2018
UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA
LA MOLINA
ESCUELA DE POSGRADO
MAESTRÍA EN RECURSOS HÍDRICOS
Presentada por:
OMAR EFRAIN GUTIERREZ CORI
______________________________ ____________________________
Dra. Lia Ramos Fernández Ph.D. Jhan Carlo Espinoza Villar
PRESIDENTE PATROCINADOR
______________________________
Ph.D. Waldo Lavado Casimiro
CO-PATROCINADOR
______________________________ ____________________________
Ph.D. Eduardo Chávarri Velarde Dr. Néstor Montalvo Arquiñigo
MIEMBRO MIEMBRO
DEDICATORIA
Mis agradecimientos al Dr. Jhan Carlo Espinoza patrocinador de la tesis, por todo su
apoyo, por la oportunidad y la confianza. Sus conocimientos, orientaciones y paciencia han
sido fundamentales para mi formación.
Al Dr. Waldo Lavado co-patrocinador de la tesis, por todo el apoyo brindado, las críticas y
el interés mostrado antes y durante todo el proceso de mi investigación.
Al Dr. Raul Espinoza por todo el interés mostrado en mi trabajo, el apoyo incondicional y
el tiempo para las charlas sobre sensoramiento remoto.
A Hans Segura por todas las críticas, observaciones, por el apoyo en el procesamiento de
datos y la iniciación en programación con MATLAB.
A mis Padres Mercedes y Eusebio, a mis hermanos Jimena y Henry, quienes estuvieron al
pendiente de todas las dificultades que he podido pasar durante todo este tiempo lejos de
casa.
A mis tíos Mery y Ernesto, a mis primos Dennis, Kevin y Maylen, por su compañía
durante todos estos años. Sin su apoyo hubiese sido imposible culminar este trabajo.
A todos mis amigos de la “casita verde”, del Instituto Geofísico del Perú y del post-grado.
A la Univeriadad Nacional Agraria la Molina y a la maestría en Recursos Hídricos.
I. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 1
II. REVISIÓN DE LITERATURA........................................................................................... 5
2.1. DEFINICIÓN DE SEQUÍA .................................................................................................. 5
2.2. CLASIFICACIÓN DE SEQUÍA .......................................................................................... 5
2.2.1. SEQUÍA METEOROLÓGICA................................................................................... 6
2.2.2. SEQUÍA AGRÍCOLA ................................................................................................ 6
2.2.3. SEQUÍA HIDROLÓGICA ......................................................................................... 6
2.2.4. SEQUÍA SOCIOECONÓMICA ................................................................................ 7
2.3. PRINICIPALES MÉTODOS DE CUANTIFICACIÓN DE SEQUÍAS ............................... 7
2.4. ESPECTRORADIÓMETRO PARA IMÁGENES DE RESOLUCIÓN MODERADA
(MODIS) EN EL ESTUDIO DE SEQUÍAS......................................................................... 8
2.4.1. ANTECEDENTES...................................................................................................... 8
2.4.2. PROGRAMA EOS ..................................................................................................... 9
2.4.3. SENSOR MODIS ..................................................................................................... 10
2.4.4. NIVELES DE PROCESAMIENTO ......................................................................... 12
2.4.5. LOS PRODUCTOS MODLAND ............................................................................. 13
2.4.6. PRODUCTOS MOD11 Y MOD13 .......................................................................... 14
2.4.7. ORGANIZACIÓN DE LOS PRODUCTOS MODLAND ....................................... 15
2.5. TROPICAL RAINFALL MEASURING MISSION - TRMM ........................................... 17
2.6. INDICADORES DE SEQUÍAS DERIVADOS DE SENSORAMIENTO REMOTO ....... 20
2.6.1. NDVI (NORMALIZED DIFFERENCE VEGETATION INDEX) ......................... 20
2.6.2. TVDI (TEMPERATURE VEGETATION DRYNESS INDEX) ............................. 20
2.6.3. VTCI (VEGETATION TEMPERATURE CONDITION INDEX) ......................... 21
2.6.4. WDI (WATER DEFICIT INDEX) ........................................................................... 21
2.7. SEQUÍAS EN LA CUENCA AMAZÓNICA ..................................................................... 21
2.8. SEQUÍAS EXTREMAS Y LA VEGETACIÓN AMAZÓNICA........................................ 22
2.9. INTENSIFICACIÓN DE LAS SEQUÍAS Y SUS IMPACTOS EN LA VEGETACIÓN .. 23
2.10. ALARGAMIENTO DE LA ESTACIÓN SECA EN LA CUENCA AMAZÓNICA ........ 26
2.11. LA DEFORESTACIÓN Y EL CLIMA REGIONAL ....................................................... 26
2.12. SEQUÍAS EXTREMAS, VEGETACIÓN E INCENDIOS .............................................. 27
2.13. EQUILIBRIO VEGETACIÓN-CLIMA Y PERSPECTIVAS FUTURAS DE LOS
BOSQUES AMAZÓNICOS .............................................................................................. 28
III. MATERIALES Y MÉTODOS .......................................................................................... 30
3.1. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL ÁREA DE ESTUDIO.................................... 30
3.2. DATOS ............................................................................................................................... 33
3.2.1. DATOS DEL SENSOR MODIS .............................................................................. 33
3.2.2. DATOS DE PRECIPITACIÓN – TRMM ................................................................ 38
3.2.3. DATOS DE PRECIPITACIÓN DIARIA BASADOS EN OBSERVACIONES
(HOP) .................................................................................................................................. 39
3.3. METODOLOGÍA ............................................................................................................... 40
3.3.1. PRE PROCESAMIENTO DE DATOS .................................................................... 41
3.3.2. ANÁLISIS ESPACIO TEMPORAL DE LOS DATOS ........................................... 43
3.3.3. ESTIMACIÓN DE ÍNDICES DE SEQUÍA ............................................................. 44
3.3.4. ESTIMACIÓN DE ÍNDICES DE LA FRECUENCIA DE DÍAS SECOS (DDF) .. 46
V. CONCLUSIONES ............................................................................................................. 86
VI. RECOMENDACIONES .................................................................................................... 91
VII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ............................................................................... 93
VIII. ANEXOS ........................................................................................................................ 111
ÍNDICE DE CUADROS
Cuadro 5: Porcentaje de área con sequías extremas basadas en el VCI durante los años
2005 y 2010 ...................................................................................................... 68
Cuadro 6: Porcentaje de área con sequías extremas basadas en el PCI durante los años
2005 y 2010 ...................................................................................................... 68
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1: Caudal medio de marzo a mayo (azul), de septiembre a agosto (negro) y agosto a
octubre (rojo) medido en la estación de Tamshiyacu período 1970-2014.. .......... 3
Figura 3: Longitudes de onda de las 7 primeras bandas del sensor MODIS. ...................... 11
Figura 5: Nomenclatura utilizada para los nombres de los productos MODIS de nivel 2G o
superior. .............................................................................................................. 16
Figura 8: Anomalías de TSM y de flujos de vapor de agua entre el suelo y 300 hPa durante
el año hidrológico 2010 ..................................................................................... 24
Figura 17: Flujo de procesamiento para la obtención del producto MOD13C1. Datos de
1km de buena calidad, con nubosidad y mixtos como valores de entrada.. ..... 37
Figura 18: Promedio anual de los valores de NDVI de la cuenca amazónica calculado a
partir del producto MOD13 considerando el periodo 2001-2015. ................... 38
Figura 20: Distribución espacial de la precipitación media anual para toda la cuenca
amazónica calculados a partir de los datos diarios del SO- HYBAM. ............. 40
Figura 25: Series históricas de temperatura de superficie de suelo (LST) de 8 días (A),
valores históricos de NDVI de 16 días (B) y valores de lluvia diaria estimada
por el TRMM (C).............................................................................................. 54
Figura 26: Regímenes anuales de temperatura de superficie de suelo (A), condición de
vegetación (B) y precipitación (C) para toda la cuenca de Tabatinga . ............ 55
Figura 31: Valores de temperatura de superficie de suelo por encima del tercer cuartil
durante los años 2005 y 2010 desde enero (1) a diciembre (12). ..................... 62
Figura 32: Valores de NDVI por debajo del primer cuartil durante los años 2005 y 2010
desde enero (1) a diciembre (12). Condiciones de sequías severas en la
vegetación se presentaron durante los meses de agosto a octubre.................... 62
Figura 33: Valores de precipitación por debajo la media climática y por debajo del primer
cuartil durante los años 2005 y 2010 desde enero (1) a diciembre (12). ......... 63
Figura 39: Diagrama de dispersión entre las lluvia acumulada TRMM 3B42 (periodo Ene a
Sep) y las condiciones de vegetación (NDVI) del periodo seco (A-S-O) para
toda la cuenca de Tabatinga. Periodo 2001-2016. ............................................ 72
Figura 40: Correlación entre el NDVI (A-S-O) y la Frecuencia de Días secos (DDFs HOP)
menores a 1mm (A), menores a 2mm (B) y menores a 3mm (C), obtenidos a
partir de datos HOP para todo Tabatinga. ........................................................ 74
Figura 41: Correlación entre el NDVI (A-S-O) y Frecuencia de Días secos (DDFs HOP)
menores a 1mm, 2mm y 3mm a escala de sub-cuencas (Tabatinga, Marañón y
Ucayali). La línea roja representa el valor de r crítico al 95 por ciento de
significancia. ..................................................................................................... 74
Figura 42: Correlación entre el NDVI (A-S-O) y Frecuencia de Días secos (DDFs)
menores a 1mm (A), menores a 2mm (B) y menores a 3mm (C), obtenidos a
partir de datos TRMM 3B42 para todo Tabatinga............................................ 76
Figura 43: Correlación entre el NDVI (A-S-O) y Frecuencia de Días secos (DDFs)
menores a 1mm, 2mm y 3mm a escala de sub-cuencas (Tabatinga, Marañón y
Ucayali). La línea roja representa el valor de r crítico al 95 por ciento de
significancia. ..................................................................................................... 76
Figura 44: Correlación entre el NDVI (A-S-O) y Frecuencia de Días secos RT (DDFs RT)
menores a 3mm (A), menores a 2mm (B) y menores a 1mm (C), obtenidos a
partir de datos TRMM 3B42-RT para todo Tabatinga. .................................... 78
Figura 45: Correlación entre el NDVI (A-S-O) y Frecuencia de Días secos (DDFs RT)
menores a 1mm, 2mm y 3mm a escala de sub-cuencas (Tabatinga, Marañón y
Ucayali). La línea roja representa el valor de r crítico al 95 por ciento de
significancia. ..................................................................................................... 78
Figura 46: Relación entre la Frecuencia de Días Secos (Ene a Sep) 3B42, 3B42-RT e
HYBAM para la cuenca de Marañón (A), Ucayali (B) y Tabatinga (C). Periodo
2001-2016 para datos TRMM, y 2001-2009 para datos HOP. ......................... 80
Figura 47: Correlación por punto de grilla entre valores de NDVI y serie DDFs de datos
HOP (A), TRMM 3B42 (B) y 3B42-RT (C). Los puntos localizan
correlaciones significativas al 95 por ciento. La línea roja indica el límite a los
6°S. ................................................................................................................... 81
Figura 48: Dinámica espacial de la Frecuencia de Días Secos (en días) para toda la cuenca
amazónica, considerando el periodo de 01 de enero hasta el 30 de septiembre
para los años 2005 (B), 2010 (C) y 2016 (D). El promedio climatológico de
DDFs se muestra (A). ....................................................................................... 82
Figura 49: Anomalías de la Frecuencia de Días Secos (en días) para toda la cuenca
Amazónica considerando el periodo de 01 de enero hasta el 30 de septiembre,
para los años 2005 (B), 2010 (C) y 2016 (D). El promedio climatológico de
DDFs se muestra (A). ....................................................................................... 83
Figura 50: Evolución temporal del número de días secos (DDF) para la cuenca del
Amazonas (Tabatinga). En gris se muestra los umbrales máximo y mínimo,
línea azul muestra el comportamiento durante el 2005, en rojo para el 2010 y
en verde para el 2016. ....................................................................................... 84
Figura 51: Evolución temporal y monitoreo del número de días secos (DDF) para la cuenca
de Marañón (San Regis). En gris se muestra los umbrales máximo y mínimo,
línea azul muestra el comportamiento durante el 2005, en rojo para el 2010 y
en verde para el 2016. ....................................................................................... 84
Figura 52: Evolución temporal y monitoreo del número de días secos (DDF) para la cuenca
de Ucayali (Requena). En gris se muestra los umbrales máximo y mínimo,
línea azul muestra el comportamiento durante el 2005, en rojo para el 2010 y
en verde para el 2016. ....................................................................................... 85
ÍNDICE DE ANEXOS
Anexo 1: Distribución espacial del ciclo anual del índice de vegetación de diferencia
normalizada (NDVI) de enero a diciembre para toda la cuenca amazónica. .... 111
Anexo 2: Distribución espacial de la Frecuencia de Días Secos (DDFs) para toda la cuenca
amazónica, calculados a partir de datos 3B42-RT para los años 2001 a 2008. 112
Anexo 3: Distribución espacial de la Frecuencia de Días Secos (DDFs) para toda la cuenca
amazónica, calculados a partir de datos 3B42-RT para los años 2009 a 2016. 113
This research analyzes the spatial and temporal variability of extreme drought indicators in
the Peruvian Andean-Amazon basin obtained by remote sensors during the period 2001-
2016. Data from the TERRA satellite were used to provide Land Surface Temperature
(LST) and vegetation index (NDVI) data: products MOD11 and MOD13. Additionally,
was used information from the TRMM satellite that provided daily precipitation: products
3B42 and 3B42-RT. In addition, was used observed and gridded precipitation information
from the HYBAM observatory (HOP). Based on remote sensing, three indices were
developed to characterize the interannual behavior of droughts in the basin: the
Temperature Condition Index (TCI), the Vegetation Condition Index (VCI) and the
Precipitation Condition Index (PCI). Based on these indices, levels of drought intensity
were categorized as mild, moderate, severe and extreme. Through a basin-scale analysis,
the indices show that the years 2005 and 2010 were years of extreme category droughts
with +-30 percent of the basin area affected during 2005 and +-50 percent during the
drought of 2010. On the other hand, the relationship between rainfall and vegetation was
analyzed, and the volume of cumulated precipitation explains moderately the development
of Andean-Amazonian vegetation (r = 0.34). However, the Dry Days Frequency (DDF)
and NDVI values are significantly correlated (r = -0.86 for HOP data, r = -0.75 for 3B42
data and r = -0.68 for 3B42-RT data). This shows that high DDF values involve a decrease
in vegetation conditions. This relationship is particularly significant in the south of the 6°S,
which suggests that the vegetation in much of the Peruvian Amazon is limited by water
factors. Finally, using a real-time precipitation estimation (TRMM 3B42-RT), an indicator
(Dry Days Frequency - DDF) was developed for the continuous monitoring of extreme
droughts with possible impacts on the vegetation of the Andean-Amazon basin.
EL 16 por ciento del territorio peruano hace parte de la cuenca hidrográfica del Amazonas,
la cual es la mayor cuenca del mundo, abarca alrededor de 6 000 000 km2 y su caudal
medio es el más grande en el mundo con 210 000 m3/s (Callède et al., 2010).
Recientemente, se ha documentado una intensificación de los eventos extremos ocurridos
en la cuenca (Marengo y Espinoza, 2015), como fue el caso de inundaciones registradas en
el 2006, 2009 y 2012 (Marengo et al., 2011; Espinoza et al., 2012; Espinoza et al., 2013;
Marengo et al., 2013). Pero también se han evidenciado sequías extremas ocurridos
durante el 2005 y 2010 (Zeng et al., 2008; Marengo et al., 2008; Espinoza et al., 2011;
Marengo et al., 2011). Estos últimos han sido reconocidos como las sequías más severas y
extensas de los últimos años que provocaron la mortalidad de árboles y la pérdida del
bosque en hasta 2.5 millones de km2 de la cuenca durante el 2005 y alrededor de 3.2
millones de km2 durante la sequía del 2010 (Lewis et al., 2011).
Científicos de diferentes centros de investigación del clima en el mundo han sugerido que
es muy probable que la causa principal de la sequía del 2005 en la Amazonía corresponda a
un aumento de la temperatura superficial del océano Atlántico tropical Norte (Marengo et
al., 2008). Además, El Niño ha sido frecuentemente reconocido como una causa de eventos
de sequía en la Amazonía (Marengo y Espinoza, 2015). En efecto, la sequía del 2010, la
más severa que se haya registrado en la Amazonía peruana, comenzó a principios de
verano austral durante un evento El Niño y se intensificó como consecuencia del
1
calentamiento del Atlántico tropical Norte (Espinoza et al., 2011). Es necesario entender
que tanto las sequías y las inundaciones corresponden a eventos que se producen como
parte de la variabilidad natural del clima. Sin embargo, las sequías ocurridas durante las
últimas décadas en la Amazonía fueron de carácter recurrente y se prevé que en el marco
del calentamiento global estos eventos serán aún más frecuentes y de mayor intensidad
para finales del siglo 21 (IPCC 2013; Guimberteau et al., 2013; Boisier et al., 2015). Este
escenario traería consigo impactos severos en la sociedad y en el bioma amazónico.
Durante los últimos años se han desarrollado varios estudios para una mejor comprensión
de los impactos de las sequías en los bosques tropicales. Sin embargo, aún persisten
procesos que no están claros en relación a los impactos que estas sequías producen en la
vegetación. Durante las recientes sequías se ha reportado la pérdida de bosques,
alcanzándose tasas de incendios forestales de hasta 400 por ciento más que durante años
normales (Betts et al., 2004; Davidson et al., 2012; Brando et al 2014). En relación a ello,
recientes estudios muestran que la respuesta del bosque amazónico ante un escenario de
sequías extremas, se manifiesta con la interrupción en el crecimiento y la mortalidad de
algunas especies si el evento es prolongado (Nepstad et al., 2007; Brando et al., 2008;
Phillips et al., 2009; Samanta et al., 2010). Sin embargo, las interacciones lluvia-
vegetación involucran procesos complejos y no lineales que todavía están poco
representados por modelos (Scheffer et al., 2005; Van nes et al., 2014).
Según recientes investigaciones, los impactos de las sequías podrían ser lo suficientemente
perjudicial para el mantenimiento y la integridad del ecosistema amazónico. De hecho,
escenarios futuros en el marco del cambio climático plantean que los disturbios en el clima
podrían tener el potencial para amplificar e intensificar fuertemente los impactos en el
bosque, provocando incluso el colapso del ecosistema amazónico (Cox et al., 2000; Cox et
2
al., 2004) y su transformación en un bioma de sabana o bosque estacional (Nobre et al.,
1991; Oyama et al., 2003; Nobre et al., 2016).
En la región andino-amazónica del Perú, las sequías se han convertido en uno de los
desastres naturales más graves que han causado daños significativos a la sociedad (Federal
Emergency Management Agency, 1995; National Climatic Data Center, 2003). Se han
documentado investigaciones científicas que evidencian la ocurrencia de sequias extremas
también en esta región, las que han ido en aumento desde finales de la década de los 80
(Espinoza et al., 2009a y b), como es el caso de los ocurridos en los años de 1998, 2005 y
2010, y que resultaron muy perjudiciales para la agricultura y los ecosistemas andino-
amazónicos (Marengo, 2008; Marengo, 2011; Xu et al., 2011; Espinoza et al., 2012;
Espinoza et al., 2013; Marengo et al., 2013; Marengo y Espinoza, 2015).
Figura 1: Caudal medio de marzo a mayo (azul), de septiembre a agosto (negro) y agosto a
octubre (rojo) medido en la estación de Tamshiyacu para el período 1970-2014. Los años
con sequía e inundaciones están indicados con líneas discontinuas.
Fuente: Marengo y Espinoza, 2015.
Así también se reportaron incendios forestales ocurridos a finales del 2016 en las regiones
de Cajamarca, Pasco, Lambayeque, Áncash, Ayacucho y Huancavelica (El Comercio
2016). Los que se intensificaron debido a las condiciones más secas de lo normal en la
cubierta vegetal, acelerando la expansión del fuego (La Amazonía se hace humo, Caaap
2016).
3
sequía en sus condiciones más extremas que sean útiles, sencillos y de fácil aplicabilidad
para el monitoreo y previsión de posibles impactos en la vegetación. Para ello se han
desarrollado los siguientes objetivos:
Objetivo general
- Analizar espacial y temporalmente las sequías en la cuenca amazónica del Perú y sus
impactos en la vegetación mediante el desarrollo de índices derivados de
sensoramiento remoto.
Objetivos específicos
4
II. REVISIÓN DE LITERATURA
Una sequía se produce por la disminución de las precipitaciones durante largos periodos de
tiempo, generando un déficit en la disponibilidad de agua en los estados del ciclo
hidrológico. Sin embargo, sus efectos pueden ser amplificados por los niveles de
evaporación (dependerá de la radiación solar, la temperatura, viento, etc.), las
características del suelo y el tipo de cobertura vegetal (Kundzewicz et al., 1993).
Las sequías difieren de otros riesgos naturales ya que tiene la particularidad de ser de lento
desarrollo temporal y amplia cobertura espacial, lo que hace difícil precisar con exactitud
su duración y extensión (Beran y Rodier, 1985).
6
concentración), las mediciones hidrológicas no pueden ser utilizadas como un indicador
del inicio de la sequía, pero sí de su intensidad (Valiente, 2001).
Linsley et al. (1975) toman en consideración estos aspectos al definir sequía hidrológica
como el período durante el cual los caudales son inadecuados para satisfacer los usos
establecidos bajo un determinado sistema de gestión de aguas.
Un índice de sequía es definido como aquel valor que permite cuantificar y categorizar
mediante rangos el grado de afectación de la ocurrencia de una sequía. Los índices resultan
útiles en la toma de decisiones (Hurtado, 1986; Cadena, 2006).
7
Severidad de la Sequía de Palmer (PDSI), ampliamente utilizado para medir las
condiciones de humedad (Palmer, 1965). El Índice Hidrológico de Sequía de Palmer
(PHDI), que surge de introducir modificaciones al PDSI, utilizado para detectar las
anomalías de humedad que afectan el flujo de agua superficial, la disponibilidad de agua en
el suelo y el nivel de agua en lagos o embalses (Valiente, 2001).
2.4.1. ANTECEDENTES
Con una serie de acuerdos el EO-ICWG expandió su propuesta y en 1988 estableció una
misión de órbita polar llamada Sistema Internacional de Observación de la Tierra
8
(International Earth Observing System, IEOS). De acuerdo con Sadeh (2002), esta misión
tiene como principal objetivo monitorear de forma constante la totalidad de la superficie
terrestre para poder determinar los factores del cambio de uso de suelo y sus
consecuencias. En la tabla 1 se aprecian las diferentes misiones del IEOS.
Existen otras misiones fuera del contexto del IEOS, complementarios a la observación de
la Tierra como el Radiómetro de Exploración en el Sentido de la Trayectoria (Along Track
Scanning Radiometer, ATSR), Espectrómetro de Imágenes de Media Resolución (Medium
Resolution Imaging Spectrometer, MERIS), y el Satélite de la Tierra (Land Remote-
Sensing Satellite, Landsat) (Kaufman et al., 1998).
Otro proyecto más reciente para generar una base de datos a escala mundial lo desarrolló la
ESA (Agencia Espacial Europea) y es el llamado Cobertura de la Superficie Terrestre
2000. Este proyecto está basado en los productos diarios del SPOT 4 VEGETATION de
1km de resolución espacial (Bartholomé y Belward, 2005).
Uno de los acuerdos del EO-ICWG fue la creación de una misión espacial denominada
Sistema de Observación de la Tierra (Earth Observing System, EOS). Poner en órbita tres
plataformas: EOS-AM (Terra), EOS-PM (Aqua) y EOS-CHEM (Aura) para el estudio de
los cambios globales. Esta misión es desarrollada por la NASA.
9
El EOS marcó el desarrollo de la ciencia y la tecnología con la creación de plataformas
orbitales con varios sensores a bordo para colectar diferentes tipos de datos relacionados al
medio ambiente. Estas plataformas fueron desarrolladas para operar por un largo período
de tiempo (Rudorff et al., 2007).
Dentro del proyecto EOS sobresale el sensor denominado MODIS (Moderate Resolution
Imaging Spectroradiometer) a bordo de dos plataformas, que por sus características
espaciales y espectrales es uno de los más importantes para el monitoreo de los procesos de
cambio en la tierra (Rudorff et al., 2007). MODIS fue diseñado por un equipo
interdisciplinario de científicos y trabajó por cerca de 10 años para finalmente definir los
requisitos para la toma, calibración y procesamiento de los datos (Xiong, 2008).
MODIS cuenta con una alta sensibilidad radiométrica (12 bit) en 36 bandas espectrales, en
un rango de longitud de onda que va de los 0.4μm a los 14.4μm (Ver tabla 2). Las primeras
19 bandas están posicionadas en la región del espectro electromagnético situado entre
0.405nm y 2.155nm. Las bandas de la 1 a la 7 son útiles para las aplicaciones terrestres
(Figura 3); las bandas 8 a la 16 para las observaciones oceánicas y las bandas 17 a 19 para
las mediciones atmosféricas. Las bandas 20 a la 36, cubren la porción del infrarrojo
térmico del espectro de (3660-14385nm) (NASA, 2008).
10
Figura 2: Esquema del cubrimiento de la tierra por el sensor MODIS.
Fuente: http://earthobservatory.nasa.gov/Features/OrbitsManeuver/
11
2.4.4. NIVELES DE PROCESAMIENTO
Los productos MODIS son divididos en cinco niveles (0 a 4) en función del grado de
procesamiento (Mas, 2011):
- Nivel 1B: Son los productos que contienen las radiancias calibradas y con geolocalización
(MOD02) para las 36 bandas generadas por el nivel 1A. Es por lo tanto una imagen
radiométricamente corregida y calibrada a unidades físicas Datos adicionales incluyen
estimaciones de calidad, del error y datos de calibración.
- Nivel 2: Productos que contienen variables geofísicas. Estos productos se generan a partir
del producto nivel L1B aplicando correcciones atmosféricas.
- Nivel 2G: Productos que contienen variables geofísicas proyectadas en una malla
uniforme. Los datos se adquieren durante un periodo fijo de tiempo (12 o 24 horas).
- Nivel 3: Son productos de valor agregado que describen variables biofísicas. En algunos
casos, se realiza un remuestreo a una menor resolución espacial que las bandas originales y
se elaboran compuestos de intervalos de tiempo establecidos (1, 8, 16 y 30 días).
- Nivel 4: Productos generados por la incorporación de los datos MODIS en modelos para
así estimar variables biofísicas (NASA MODIS Web, 2008).
12
Cuadro 2: Características de las bandas espectrales del sensor MODIS
Uso principal Banda Ancho de banda1
1 620 - 670
Limites de Tierra/Nubes/aerosoles
2 841 - 876
3 459 - 479
4 545 - 565
Propiedades de Tierra/Nubes/aerosoles 5 1230 - 1250
6 1628 - 1652
7 2105 - 2155
8 405 - 420
9 438 - 448
10 483 - 493
11 526 - 536
Color del océano /fitoplancton/bioquímica 12 546 - 556
13 662 - 672
14 673 - 683
15 743 - 753
16 862 - 877
17 890 - 920
Atmosférica Vapor de agua 18 931 - 941
19 915 - 965
Temperatura de la Superficie/nubes 20 3.660 - 3.840
21 3.929 - 3.989
22 3.929 - 3.989
Temperatura Atmosférica
23 4.020 - 4.080
24 4.433 - 4.498
25 4.482 - 4.549
Nubes Cirrus Vapor de agua
26 1.360 - 1.390
27 6.535 - 6.895
Propiedades de las nubes 28 7.175 - 7.475
29 8.400 - 8.700
Ozono 30 9.580 - 9.880
31 10.780 - 11.280
Temperatura de la Superficie/nubes
32 11.770 - 12.270
33 13.185 - 13.485
34 13.485 - 13.785
Altitud de las nubes
35 13.785 - 14.085
36 14.085 - 14.385
1
Bandas de la 1 a la 19 se expresan en nm; Bandas de la 20 a la 36 en µm
Con base en los datos MODIS, se elabora una gran variedad de productos enfocados al
estudio de los océanos (MOCEAN), la atmósfera (MODIS Atmosphere), la criósfera y las
cubiertas terrestres (MODLAND). Estos son elaborados por un grupo de científicos
encargados de producir los datos enfocados a la investigación del complejo terrestre y el
cambio global (Justice et al., 2002).
13
Los productos MODIS pueden dividirse en tres grandes grupos (Morisette et al., 2002):
Cabe indicar que desde finales de la década de los 1980, se llevaron a cabo proyectos para
el monitoreo y mapeo de las coberturas terrestres utilizando datos del sensor Advanced
Very High Resolution Radiometer (AVHRR) a bordo de los satélites de la serie NOAA
14
(National Oceanic and Atmospheric Administration), proporcionando así información de
NDVI (Cihlar, 2000). Sin embargo, los datos AVHRR no fueron los más idóneos para
estudios de las coberturas, porque presentan una baja resolución espacial, un ángulo de
barrido muy amplio, problemas geométricos y radiométricos en las imágenes resultantes,
además de problemas de contaminación atmosférica de los pixeles (Chuvieco, 1995).
Cuentan con una baja resolución espectral y una alta predisposición a la saturación (Ichoku
et al., 2003).
La mayoría de los productos de MODLAND son del nivel 2G, 3 y 4 y están organizados en
una retícula de 1200 x 1200km (10° por 10° al ecuador) en proyección sinusoidal (SIN)
(Figura 4). Cada cuadro, llamado tile, se localiza por un número de columna (h) y fila (v).
Algunos productos llamados Malla de Modelado Climático (Climate Modeling Grid, CMG
por sus siglas en inglés), representan toda la superficie terrestre a una resolución espacial
baja (0.05º que corresponden a 5600 m aproximadamente) en proyección geográfica.
15
Los productos MODIS se nombran a través de la convención adoptada por la NASA. Las
diferentes porciones del nombre del archivo permiten conocer la plataforma, el nombre del
producto, su fecha de adquisición, versión y localización (Figura 5).
Figura 5: Nomenclatura utilizada para los nombres de los productos MODIS de nivel 2G o
superior. Modificado de Mas, 2011.
1: Las tres primeras letras hacen referencia a la plataforma: MOD para Terra, MYD para
Aqua y MCD para datos combinados Terra/Aqua. El número se refiere al tipo de producto.
CMG indica el producto global “Climate Modeling Grid”.
16
2: Después de la letra A aparece la fecha de adquisición (año y día juliano en los cuatro
primeros y tres últimos dígitos respectivamente). Por ejemplo, A2007364 indica el año
2007, día juliano 364 (29 de diciembre).
3a: En los productos en gránulos (nivel 2) sigue la hora (hora, minutos) del inicio de la
colecta de datos.
3b: En los productos organizados en tiles aparece las coordenadas h y v del tile. Por
ejemplo, h08v07 indica la retícula 08 es el horizontal y 07 en la vertical. Este campo no
existe para los productos CMG.
El satélite TRMM cuenta con tres instrumentos: sensor de microondas pasivo (TRMM-
TMI), Radar de Precipitación (PR) y escáner infrarrojo visible (VIRS). Los datos del PR-
TRMM se agrupan en niveles, distinguidos por el procesamiento en las mediciones. Los
productos del nivel 3 (3B42-3B43) ofrecen estimaciones de precipitación diaria y mensual
con resolución de 0.25° (Figura 6).
17
Los productos TRMM Análisis de precipitación multi-satélite (TMPA), con base diaria
(3B42 V7) y estimaciones de lluvia en tiempo real (3B42-RT), corresponden a datos de
estimaciones de lluvia más utilizados en el mundo, con una cobertura casi global (50° N y
50° S). Combinan estimaciones de precipitación de varios sistemas satelitales, además
calibrada con datos de precipitación observados en tierra con el objetivo de proporcionar la
mejor estimación posible (Huffman et al., 2007; Huffman et al., 2010).
Figura 6: Flujo de procesamiento de productos del satélite TRMM (Chiu et al., 2006a).
18
mayor grado de precisión (Huffman et al., 2007; Milewski et al., 2015). Ambas versiones
de los productos se han extendido durante un periodo suficientemente largo, lo que ha
permitido desarrollar diversas aplicaciones y estudios de validación que emplean una o
ambas versiones (Huffman et al., 2010).
Los datos TMPA han sido ampliamente utilizados en investigaciones amazónicas, y es que
la variabilidad espacio-temporal de las lluvias están pobremente representadas en estas
regiones (Collischonn et al., 2008), con una baja densidad en la red de pluviómetros para
una región donde la precipitación convectiva es espacialmente muy variable (Paiva et al.,
2011a). En consecuencia, el entendimiento de los procesos hidrológicos en esta región se
torna complicado (Coe et al., 2008; Collischonn et al., 2008; Buarque et al., 2011; Getirana
et al., 2012).
19
Sin embargo, en los últimos años, estos productos satélites han facilitado cada vez más la
estimación de precipitaciones en gran parte del mundo y se han convertido en una
alternativa complementaria para investigaciones y aplicaciones hidrometeorológicas,
además de estudios sobre clima en las regiones con escaza o nula información de
pluviómetros (Zubieta et al., 2015).
𝑹𝑰𝑹𝑪 − 𝑹𝑹
𝑵𝑫𝑽𝑰 = [1]
𝑹𝑰𝑹𝑪 + 𝑹𝑹
Dónde:
RIRC y RR corresponden a los valores de reflectancia de la superficie para las bandas del
infrarrojo cercano y rojo (Tucker, 1979).
∆𝑳𝑺𝑻𝑵𝑫𝑽𝑰𝒊 − ∆𝑳𝑺𝑻𝑵𝑫𝑽𝑰𝒊.𝒎𝒊𝒏
𝑻𝑽𝑫𝑰 = [2]
∆𝑳𝑺𝑻𝑵𝑫𝑽𝑰𝒊.𝒎𝒂𝒙 − ∆𝑳𝑺𝑻𝑵𝑫𝑽𝑰𝒊.𝒎𝒊𝒏
Dónde:
20
2.6.3. VTCI (VEGETATION TEMPERATURE CONDITION INDEX)
∆𝑳𝑺𝑻𝑵𝑫𝑽𝑰𝒊.𝒎𝒂𝒙 − ∆𝑳𝑺𝑻𝑵𝑫𝑽𝑰𝒊
𝑽𝑻𝑪𝑰 = [3]
∆𝑳𝑺𝑻𝑵𝑫𝑽𝑰𝒊.𝒎𝒂𝒙 − ∆𝑳𝑺𝑻𝑵𝑫𝑽𝑰𝒊.𝒎𝒊𝒏
El índice de déficit hídrico (WDI, Water Deficit Index), es propuesto por Moran et al.,
(1994) y puede aplicarse en zonas semiáridas cubiertas por superficies mixtas (vegetación
y suelo desnudo). El WDI cuantifica la tasa de evapotranspiración, presentando valor 0
para superficies completamente húmedas y 1 para superficies secas donde no existe flujo
de calor latente (Verstraeten et al., 2001).
∆𝑳𝑺𝑻𝑵𝑫𝑽𝑰𝒊.𝒎𝒊𝒏 − ∆𝑳𝑺𝑻𝑵𝑫𝑽𝑰𝒊
𝑾𝑫𝑰 = [4]
∆𝑳𝑺𝑻𝑵𝑫𝑽𝑰𝒊.𝒎𝒊𝒏 − ∆𝑳𝑺𝑻𝑵𝑫𝑽𝑰.𝒎𝒂𝒙
La ocurrencia de sequías extremas en la cuenca del río Amazonas son más frecuentes
durante los últimos años, en particular desde los años 1980s (Espinoza et al., 2009a y b;
Espinoza et al., 2011; Espinoza et al., 2016), perjudicando a la agricultura y a los
ecosistemas amazónicos (Phillips et al., 2009; Asner y Alencar 2010; Lewis 2011; Xu et al.
2011). Estos eventos en general ocurren por la variabilidad natural del clima. Sin embargo,
en esta región las sequías extremas de los años 2005 y 2010 fueron acontecimientos
inusuales con impactos severos en ecosistemas amazónicos (Nobre et al., 2016).
21
La sequía del 2010 es considerada una de las más devastadoras a sólo 5 años después de la
sequía del 2005 que fue descrito previamente como el evento del siglo (Marengo et al.,
2008; Lewis et al., 2011). La sequía del 2010 fue acompañada por el aumento de las tasas
de incendios, disminución en la productividad de la vegetación y un incremento sustancial
en la mortalidad de árboles (Lewis et al., 2011; Xu et al., 2011; Brando et al., 2014).
Recientes estudios han mostrado evidencias de que las sequías del 2005 y 2010, en general,
se asocian a anomalías positivas de la temperatura superficial del mar en el Atlántico
tropical Norte (Figura 8) y a eventos El Niño (Marengo y Espinoza, 2015). Es así que la
sequía del 2010, comenzó a principios de verano austral durante un evento El Niño y se
intensificó como consecuencia del calentamiento del Atlántico tropical Norte (Espinoza et
al., 2011; Marengo et al., 2011).
A pesar de los avances en las investigaciones de los últimos años, las interacciones lluvia-
vegetación siguen siendo complejas y no lineales. Entender los efectos de cambio en las
precipitaciones en el bosque amazónico es todo un desafío (Asner y Alencar, 2010). Por
ello, artículos recientes ilustran las diversas complejidades referida a la respuesta y
vulnerabilidad de la vegetación amazónica a las sequías, siendo objeto de intenso estudio a
la actualidad (Phillips et al., 2009; Samanta et al., 2010a y 2010b; Brando et al. 2010;
Anderson et al. 2010; Espinoza et al., 2016).
La sequía ocurrida durante el 2010 impactó en casi toda la región tropical de América del
Sur. A diferencia de la sequía del 2005, que afectó prioritariamente al suroeste de la
Amazonía (Xu et al., 2011). Durante el 2010, alrededor del 41 por ciento del área en la
región 10°N-20°S y 45°W- 80°W presentó anomalías negativas en la vegetación (4.94
millones de km2) en comparación con el 25 por ciento durante el 2005 (3.0 millones de
km2) (Xu et al., 2011) (Figura 9). Además, se presentaron incendios de alta intensidad en 5
por ciento de los bosques del sudeste del Amazonas durante la sequía del 2010 (Brando et
al., 2014).
22
Además, basándose en el área que afectaron las anomalías negativas de precipitación, la
sequía del 2010 fue más grande que la sequía del 2005, y se estima que la selva amazónica
perdió aproximadamente 38 por ciento más biomasa durante la sequía 2010 que durante el
2005 debido a los incendios forestales ocurridos durante esos años (Lewis et al., 2011)
(Figura 10).
Por otro lado, la pérdida de bosques amplifica e intensifica las sequías (Spracklen et al.,
2012; Bagley et al., 2014), debilitando el reciclaje de humedad en un 25-50 por ciento de la
precipitación total en la cuenca amazónica (Zemp et al., 2014). Como consecuencia, una
disminución en el flujo de entrada de humedad oceánica podría conducir a la pérdida de
bosques amazónico, lo cual completa un ciclo de retroalimentación positiva entre sequías,
pérdida del bosque, intensificación de sequías, pérdida del bosque, etc (Zemp et al., 2017).
23
Figura 8: Anomalías de TSM (en °C, a la izquierda) y de flujos de vapor de agua (kg m -1
día-1) entre el suelo y 300 hPa (derecha) durante el año hidrológico 2010 de octubre a
diciembre (Figuras 8A y 8E), de enero a marzo (8B y 8F), de mayo a junio (8C y 8G) y de
julio a septiembre (8D y 8D).
Fuente: Espinoza et al., 2011.
24
Figura 10: Distribución espacial de anomalías de precipitación calculada a partir de datos
TRMM durante las sequías del 2005 (A) y 2010 (B). En C y D se muestra el máximo
déficit de agua (MCWD), medida alternativa de la intensidad de la sequía durante los años
2005 y 2010 respectivamente. Fuente: Lewis et al., 2011. Editado por UNEP/GRID.
25
2.10. ALARGAMIENTO DE LA ESTACIÓN SECA EN LA CUENCA
AMAZÓNICA
En la cuenca amazónica existe una importante diferencia entre la época seca y la sequía
propiamente debido a la geografía y la persistencia de déficit de precipitaciones (Asner y
Alencar, 2010). Típicamente, hay una estación seca que dura entre 4 a 5 meses (cuando las
precipitaciones son <100mm por mes) sobre gran parte de la cuenca (Marengo et al.,
1998). Durante la estación seca se producen cambios de estructura, fisiología y fenología
en la vegetación (Dantas y Phillipson, 1989; Meir et al., 2009).
Los estudios de modelos sugieren que una disminución en las tasas de evapotranspiración
y un aumento en la temperatura fueron causados por la sustitución a gran escala de los
bosques del Amazonas por pastos (Nobre et al., 1991; Sampaio et al., 2007; Costa et al.,
2007). La deforestación de pequeña escala puede conducir a un aumento en la
precipitación local por el denominado “efecto del viento” (Roy y Avissar, 2002; Da Silva
et al., 2008). Sin embargo, la deforestación a gran escala puede actuar para disminuir las
tasas de precipitación a escala regional.
26
El impacto del cambio de uso del suelo en la precipitación se produce principalmente
durante la estación seca (Lee et al., 2011). Reducir la deforestación puede ayudar a
aumentar la resistencia de los bosques en un clima cambiante. La posibilidad de que el
patrón de intensas sequías en la Amazonía continúe, significaría que una gran parte de la
selva desaparezca en las próximas décadas convirtiéndose en un ecosistema de Sabana
(Nepstad, 2008). Los cambios en el alargamiento de la estación seca, sequías intensas, el
calentamiento global y la deforestación podrían causar estragos en la estabilidad de los
ecosistemas tropicales y cambios que serían irreversibles (Nobre et al., 2016).
Se han realizado un gran número de estudios para comprender mejor los impactos de las
sequías extremas en los bosques tropicales. Sin embargo, las preguntas importantes todavía
permanecen. Las observaciones in situ de los efectos de la sequía extremas “naturales” y
las sequías inducidas artificialmente demostraron que los bosques responden con la
interrupción del crecimiento y la mortalidad de algunas especies durante una sequía
prolongada (Nepstad et al., 2007; Brando et al., 2008; Phillips et al., 2009). Los resultados
de las sequías inducidas artificialmente y naturales han demostrado que los árboles más
grandes, junto con lianas, son los más vulnerables (Nepstad et al., 2007) debido a una
exposición significativa a la radiación solar durante las sequías extremas (Rowland et al.,
2015). Ello indicaría que las sequías pueden actuar de forma selectiva, poniendo en peligro
la biodiversidad local (Phillips et al., 2009).
27
En condiciones normales de precipitación y humedad atmosférica, la aparición espontánea
de fuego en el bosque tropical es bastante inusual (Ray et al., 2005). Las zonas forestales
sometidas a sucesivos incendios experimentan un cambio en la prevalencia de la
vegetación secundaria y la aparición de especies de ciclo vegetativo estacional (Barlow y
Peres, 2008). Esta transición es más recurrente en zonas donde las perturbaciones son
frecuentes y la estación seca es más larga (> 4 a 5 meses) (Brando et al., 2014). En otras
palabras, en regiones al sur de la cuenca amazónica, donde el crecimiento de la vegetación
es limitadada por el agua (Espinoza et al., 2016; Nobre et al., 2016).
Por sí sola, las sequías podrían ser lo suficientemente perjudicial para el mantenimiento y
la integridad del ecosistema. Su acción conjunta y los efectos sinérgicos con otros
conductores antropogénicos como la deforestación y los incendios tienen el potencial para
amplificar estos impactos provocando el colapso del bosque (Cox et al., 2000; Cox et al.,
2004) y su transformación en un bioma de sabana, seco y pobre (Nobre et al., 1991;
Oyama y Nobre, 2003). Dependiendo de la escala, estos cambios podrían conducir a que el
clima local cambie, acelerando la ruptura del ecosistema (Scheffer et al., 2001).
La Amazonía ha sufrido una sucesión de fenómenos climáticos extremos desde los años
1990s y un aumento de la frecuencia de incendios durante las sequías, que causan estragos
a la capacidad de recuperación de la Amazonía (Nobre y Borma, 2009). Esto es apoyado
por una tendencia al aumento de la mortalidad de árboles (Brienen et al., 2015) junto al
hecho de que las frecuencias de incendios no han disminuido (Alencar et al., 2015).
28
transición de bosque tropical a sabana, conocido como el proceso de “sabanización”
(Nobre et al., 1991).
Este escenario es alarmante dato que el bosque amazónico ejerce un rol determinante para
la estabilidad del clima local, regional y global. Los cambios en las condiciones
vegetativas debido a la deforestación y la variabilidad climática potencializan la pérdida
del bosque y su capacidad regenerativa. Acelerando la deforestación y rebasando el punto
de no retorno, se estima que en pocas décadas el clima cambie (Coe et al., 2013). Es
necesario intensificar la investigación en estos temas debido al alto impacto que estos
cambios podrían conllevar en un futuro no muy lejano.
29
III. MATERIALES Y MÉTODOS
La cuenca del Amazonas es la más grande cuenca del planeta, se extiende desde los Andes
orientales hasta el Océano Atlántico (5° N y 20° S) (Espinoza et al., 2009a), con un área de
drenaje más de 6 000 000 km2 y con una descarga media anual de 206 000 m3/s (Callède et
al., 2010). Se divide en tres grandes unidades morfológicas: el 44 por ciento de su
superficie pertenece a los escudos geológicos guyanés y brasilero, el 45 por ciento en la
llanura amazónica, y el 11 por ciento en los Andes. Esta cuenca cubre siete países: Brasil
(63 por ciento), Perú (16 por ciento), Bolivia (12 por ciento), Colombia (6 por ciento),
Ecuador (2 por ciento), Venezuela y Guyana (1 por ciento) (Espinoza et al., 2009a).
31
Las zonas de mayores precipitaciones son encontradas en regiones ecuatoriales. Los
regímenes de precipitación evidencian la fuerte oposición entre las regiones tropicales
norte y sur, como consecuencia del calentamiento alterno de cada hemisferio y del monzón
Sudamericano. Las máximas precipitaciones en marzo, abril mayo y las mínimas en
septiembre, octubre y noviembre están asociadas con la migración estacional de la Zona de
convergencia intertropical (Espinoza et al., 2009a).
La parte sur de la cuenca muestra un claro régimen tropical con un ciclo anual que en
general inicia en agosto, un periodo de lluvias de diciembre a marzo y una estación seca de
mayo a septiembre (Figura 13a y 13b). En el norte, en la parte alta del río Marañón (Figura
13d) se observa un régimen intermedio entre tropical sur y ecuatorial con un período muy
lluvioso de enero a abril.
32
En las regiones cerca de la línea ecuatorial, se observan períodos de lluvias más
prolongados, como en la estación de Gualaquiza (Figura 13e), que registra un período de
lluvias durante febrero a julio y sin período seco. Hacia el este, en Iquitos (Figura 13f), se
describe un típico régimen ecuatorial, con lluvias durante casi todo el año. Un tipo de
régimen bimodal se muestra en la Figura 13g, con dos periodos de lluvias comprendidos
durante los meses de febrero a mayo y septiembre a noviembre.
3.2. DATOS
Para la presente investigación se integraron varios tipos de información, los cuales pueden
clasificarse en datos provenientes de sensores remotos (MODIS y TRMM): 1) datos de
índices de vegetación, 2) Temperatura de Superficie del Suelo, y 3) datos de precipitación
estimada TRMM con base diaria (V7) y a tiempo real (RT). Por otro lado, se usaron datos
de precipitación diaria basada en observaciones provenientes del observatorio SO-
HYBAM.
33
Figura 14: Producto MOD11 – Temperatura de Superficie de Suelo en proyecciones
sinusoidales. Los valores muestran la temperatura media anual de la superficie del globo
terrestre medida en kelvin.
Fuente: Elaboración propia.
34
a. Temperatura de Superficie de Suelo (MOD11)
Para los datos de NDVI de esta investigación, se ha utilizado el producto MOD13C1 del
sensor MODIS. El producto MOD13C1 corresponde a datos globales que cubren toda la
superficie terrestre (Climate Modeling Grid, CMG por sus siglas en inglés) de 0.05° de
resolución espacial, datos de nivel-3, desarrollado a partir de promedios espaciales de los
35
compuestos de 16 días del producto MOD13A2 de 1km de resolución (Solano et al., 2010).
El producto MOD13C1 es considerado de mayor calidad, ya que utiliza un algoritmo que
elimina pixeles contaminados por presencia de nubosidad mediante un remuestreo espacial
de los píxeles de mejor calidad y de un proceso de llenado de datos vacíos, basado en los
registros históricos, teniendo como resultado un producto continuo (Mas, 2011).
El algoritmo funciona de la siguiente manera: Si todos los píxeles de entrada son de buena
calidad, todos se promedian para producir un valor de salida; Si todos los píxeles de
entrada son contaminados, el valor de salida es obtenida a partir del valor climático de la
base histórica; y, si los píxeles de entrada son mixtos, sólo los píxeles de buena calidad son
considerados y se promedian para producir el valor de salida (Solano et al., 2010).
MOD13C1 utiliza todo el registro histórico de datos MODIS para calcular un valor de
relleno fiable si es que no existiesen algunos valores de entrada o se encuentren con
presencia de nubosidad. El valor de relleno es calculado a partir del promedio de datos de
buena calidad de años anteriores para producir información fiable (Figura 18).
36
Figura 16: Temperatura promedio anual de la superficie de suelo (LST) de la cuenca
Amazónica calculado a partir del producto MOD11 considerando el periodo 2001-2015.
Los valores reflejan las condiciones térmicas de la superficie de suelo medidos en Kelvin.
Fuente: Elaboración propia.
Figura 17: Flujo de procesamiento para la obtención del producto MOD13C1. Datos de
1km de buena calidad, con nubosidad y mixtos como valores de entrada. Filtro de calidad
(QA) a nivel de pixel, remuestreo a 0.05° y llenado de datos vacíos con promedios
climatológicos.
Fuente: Solano et al., 2010.
37
Figura 18: Promedio anual de los valores de NDVI de la cuenca amazónica calculado a
partir del producto MOD13 considerando el periodo 2001-2015. Los valores reflejan
condiciones de escaza vegetación (cercanos a cero) y condiciones de mayor vegetación
(valores cercanos a 1).
Fuente: Elaboración propia.
38
Figura 19: Distribución espacial de la precipitación media anual (en mm/año) de la cuenca
amazónica calculado a partir del producto diario TRMM 3B42 V7 para el periodo 2001-
2015.
Fuente: Elaboración propia.
39
En la Figura 20 se presenta el comportamiento promedio de la precipitación total anual,
calculado a partir de los datos HYBAM considerando todo el periodo de registro de la
información (1980 – 2009). La información fue obtenida en http://www.so-hybam.org/.
Figura 20: Distribución espacial de la precipitación media anual (en mm/año) para toda la
cuenca amazónica. Periodo 1980-2009. Calculados a partir de los datos diarios del SO-
HYBAM (http://www.so-hybam.org/).
Fuente: Elaboración propia
3.3. METODOLOGÍA
40
3.3.1. PRE PROCESAMIENTO DE DATOS
a. Datos de LST
Al tener información cada 8 días, se hicieron promedios para obtener datos mensuales.
Además de un remuestreo (resample) de 1 km a 0.25° para homogeneizar la resolución
espacial a la de los datos TRMM.
b. Datos de NDVI
41
MOD 11A1 MOD 13C1 TRMM 3B42
LST NDVI
Preparación Land Surface Índice de
Lluvia diaria a
de Datos Temperature a 1km Vegetación a 5km
0.25°
8 dias 16 dias
Compuesto mensual MVC mensual Lluvia acumulada
Resample a 0.25° Resample a 0.25° mensual
Para reducir distorsiones por nubosidad y mejorar la calidad de los datos MOD13C1, y
tener información cada 16 días, se elaboraron compuestos multitemporales (MVC)
mensuales, que básicamente realiza una selección de las mejores observaciones de cada
píxel en el mes; de forma que, al perder resolución temporal, se incrementa la calidad
global de los datos a escala mensual (Holben, 1986). También se implementó un método
simple pero robusto basado en el filtro temporal propuesto por Zavitsky y Golay (1964) a
nivel de pixel, para suavizar las distorsiones y el ruido en los datos de NDVI causados por
la contaminación de las imágenes principalmente por presencia de nubes y la variabilidad
atmosférica presente aun en las imágenes (Chen et al., 2004).
42
filtro podría verse como uno de media móvil ponderada o como un polinomio de cierto
grado. Este filtro puede aplicarse a cualquier serie de datos consecutivos cuando los puntos
de datos están situados a intervalos fijos y uniformes. La curva formada por la
representación gráfica de los puntos debe ser continua y más o menos lisa. En este estudio,
los puntos consecutivos fueron valores de NDVI a intervalos mensuales en un pixel dado.
El algoritmo es el siguiente:
𝒊=𝒎
∑ (𝑪𝒊 ∗ 𝒀𝒋+𝒊 )
𝒊=−𝒎
𝒀𝒋 = [5]
𝑵
Dónde:
43
3.3.3. ESTIMACIÓN DE ÍNDICES DE SEQUÍA
Se han desarrollado y adaptado tres índices de sequía interanual a partir de las condiciones
de vegetación, temperatura de superficie de suelo y precipitación del TRMM, con la
finalidad de caracterizar el porcentaje de área en condiciones secas y condiciones húmedas
durante años de sequias extremas.
𝑵𝑫𝑽𝑰−𝑵𝑫𝑽𝑰𝒎𝒊𝒏
𝑽𝑪𝑰 = [6]
𝑵𝑫𝑽𝑰𝒎𝒂𝒙 −𝑵𝑫𝑽𝑰𝒎𝒊𝒏
Dónde:
NDVI, NDVImin y NDVImax corresponden al valor del mes, el mínimo y máximo valor
climatológico. El VCI varía de 0 a 1. Un valor de 0 representa condiciones de estrés
(sequía) en la vegetación. Un valor de 1 indica óptimo desarrollo de la vegetación debido a
condiciones climáticas favorables. Un VCI de entre 0.4 y 0.6 refleja condiciones de
vegetación intermedia.
Este índice asume que, en un evento de sequía, la humedad del suelo disminuye y causa un
estrés térmico en la superficie terrestre (Du et al., 2013). El algoritmo de TCI es similar al
VCI; sin embargo, a diferencia del NDVI, altas temperaturas de superficie indican
condiciones de sequía debido a un déficit en el contenido de humedad del suelo; y bajas
temperaturas indican condiciones húmedas en el suelo (Singh et al., 2003). Por lo tanto, la
ecuación del TCI se modifica de la siguiente manera:
44
𝑳𝑺𝑻𝒎𝒂𝒙−𝑳𝑺𝑻
𝑻𝑪𝑰 = [7]
𝑳𝑺𝑻𝒎𝒂𝒙 −𝑳𝑺𝑻𝒎𝒊𝒏
Dónde:
LST, LSTmax y LSTmin corresponden al valor del mes, el mínimo y máximo valor
climatológico. El TCI varía de 0 a 1, que corresponden a los cambios de temperatura desde
extremadamente altas, relacionadas con el menor contenido de humedad en el suelo; y
condiciones de bajas temperaturas que indican condiciones húmedas en el suelo.
𝑻𝑹𝑴𝑴−𝑻𝑹𝑴𝑴𝒎𝒊𝒏
𝑷𝑪𝑰 = [8]
𝑻𝑹𝑴𝑴𝒎𝒂𝒙 −𝑻𝑹𝑴𝑴𝒎𝒊𝒏
Dónde:
VCI/TCI/PCI Clase
0.0 - 0.1 Sequía Extrema
0.1 - 0.2 Sequía Severa
0.2 - 0.3 Sequía Moderada
0.3 - 0.4 Sequía Leve
0.4 - 0.6 No es Sequía
0.6 - 0.7 Humedad Leve
0.7 - 0.8 Humedad Moderada
0.8 - 0.9 Humedad Severa
0.9 - 1.0 Humedad Extrema
45
3.3.4. ESTIMACIÓN DE ÍNDICES DE LA FRECUENCIA DE DÍAS SECOS (DDF)
46
IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Respecto a LST, las mayores temperaturas del suelo se concentran en altitudes por debajo
de los 500m (región Amazónica), con valores casi uniformes que varían en promedio desde
los 296 a 300 K. Los valores bajos con una alta variabilidad y marcada estacionalidad se
presentan en altitudes por encima de los 500m (región Andina) con valores que varían en
promedio desde los 290 a 298 K (Figura 22A).
Como es bien sabido, existe una notable diferencia entre las condiciones de vegetación de
la región andina y las condiciones de vegetación de la región amazónica. Condiciones de
vegetación uniformes se concentran en regiones con altitudes por debajo de los 500m
(bosque amazónico) con los valores más altos de NDVI (por encima de 0.8). En la región
andina, las condiciones de vegetación son más estacionales y con valores bajos de NDVI,
los que varían de entre 0.58 (durante los meses de agosto a octubre) a 0.7 (durante los
meses de enero a abril) (Figura 22B).
Para ambas regiones las mayores precipitaciones se dan durante los meses de diciembre a
febrero y las precipitaciones son menores durante los meses de junio a agosto (Figura
22C). Estos procesos han sido ampliamente estudiados en investigaciones anteriores como
el realizado por Espinoza et al., 2009a.
48
Figura 22: Comportamiento de la temperatura de superficie de suelo (A), NDVI (B) y
precipitación mensual (C) diferenciando las región andina (>500 msnm) y amazónica
(<500msnm). Se muestra el Modelo digital de elevación SRTM90m y la línea de 500m (en
verde) como inicio de los andes del este.
49
a. NDVI y el gradiente altitudinal
En la latitud 3°S (sección A1–A2) el gradiente altitudinal varía desde los 0 a 3500m,
encontrando así que a medida que se incrementa en altitud, los valores de NDVI
disminuyen. Por lo tanto, valores altos de NDVI se concentran en altitudes por debajo de
los 1000m y valores bajos de NDVI se concentran en altitudes por encima de los 1000m
(Figura 23C). A lo largo de la sección se muestra 2 puntos de caída abrupta en los valores
de NDVI, lo que corresponden a cuerpos de agua de los ríos Pastaza y Napo (círculos rojos
en la Figura 23). En el punto 7.5°S (B1–B2), el gradiente altitudinal varía de los 0 a 4000m
(Figura 23D). En el punto 12°S (C1–C2), la sección respecto a la longitud disminuye aún
más y el gradiente altitudinal varía desde los 500 a 4500m (Figura 23E). Para las tres
secciones existe un claro contraste entre la altitud y la vegetación, y es que a medida que se
incrementa en altitud, las condiciones de vegetación tienden a disminuir, siendo el
contraste máximo entre los 2000 a 3000 m debido a la exposición de los vientos húmedos
del este, principalmente.
50
Figura 23: Comportamiento y variabilidad de NDVI promedio anual respecto al gradiente
altitudinal. En A se muestra el modelo digital de elevación, en B se muestra la distribución
espacial de NDVI promedio anual, en C, D y E se muestran el contraste Altitud-NDVI en
diferentes secciones transversales. Los círculos rojos representan puntos correspondientes a
cuerpos de agua (ríos) en el transecto.
51
Figura 24: Comportamiento y variabilidad de la temperatura de superficie de suelo
respecto al gradiente altitudinal. En A se muestra el modelo digital de elevación, en B se
muestra la distribución espacial de LST promedio anual, en C, D y E se muestran el
contraste Altitud-LST en diferentes secciones transversales.
52
4.2. ANÁLISIS DEL CICLO ANUAL DE LA TEMPERATURA DE SUPERFICIE
DE SUELO, VEGETACIÓN Y PRECIPITACIÓN A NIVEL DE LA CUENCA DE
TABATINGA
Se realizó un análisis de series temporales para cada una de las variables utilizadas. Los
datos involucran información cada 8 días de LST, información cada 16 días de NDVI y
datos de precipitación diaria correspondientes a la información proporcionada por TRMM.
El análisis permitió conocer la variabilidad de los datos respecto a la información histórica,
conocer el comportamiento estacional de las variables durante los meses de avenidas
(periodos de aguas altas) de diciembre a abril y meses de estiajes (periodos de aguas bajas)
de junio a octubre, principalmente.
Los datos de temperatura de superficie de suelo (LST) muestran una clara estacionalidad
para toda la cuenca de Tabatinga, en el que los máximos de temperatura de superficie para
datos cada 8 das, se dan durante los días correspondientes a los meses de agosto a octubre
debido a la escaza nubosidad presente durante ese periodo, mientras que los valores más
bajos se concentran durante los días de los meses de enero a marzo debido a la presencia de
nubosidad y las precipitaciones que se presentan durante ese periodo (Figura 25A).
El comportamiento temporal de las condiciones de NDVI cada 16 días para toda la cuenca
de Tabatinga, muestra un panorama similar a las condiciones de LST, pero de manera
opuesta, donde los mínimos valores de NDVI se concentran durante los meses de agosto a
octubre y los valores más altos se concentran durante los meses de febrero a abril,
principalmente (Figura 25B).
53
periodos secos y los periodos húmedos, ya que las mayores precipitaciones se concentran
durante los meses de diciembre a febrero y las menores precipitaciones se concentran
durante los meses de junio a agosto (Figura 25C). Esto es coherente con los resultados de
Espinoza et al., 2009a.
Figura 25: Series de valores históricos de temperatura de superficie de suelo (LST) cada 8
días (A), valores históricos de NDVI cada 16 días (B) y valores históricos de lluvia diaria
estimada por el TRMM (C) para toda la cuenca andino-amazónica delimitada hasta
Tabatinga.
Para una mayor comprensión del comportamiento del ciclo anual y regímenes de las
precipitaciones, la vegetación y la temperatura de superficie de suelo a nivel de toda la
cuenca andino-amazónica, se determinaron valores medios mensuales multianuales de
LST, NDVI y precipitación, considerando información del periodo de registro desde el
2001 a 2015.
54
La temperatura de superficie (Figura 26A), muestra una marcada estacionalidad, con bajas
temperaturas durante los meses de febrero a mayo (FMAM) y valores altos durante los
meses de septiembre a noviembre (SON). La vegetación muestra aún un mayor contraste y
marcada estacionalidad, aunque de manera opuesta a la temperatura de superficie,
diferenciando claramente los periodos secos y húmedos (Figura 26B), encontrando así los
valores altos de NDVI durante los meses de enero a abril (EFMA) y valores bajos de
NDVI durante los meses de agosto a octubre (ASO). En la precipitación, existe un
contraste entre periodos secos y húmedos, mostrando así una clara estacionalidad (Figura
26C), con altas precipitaciones durante los meses de diciembre a marzo (DEFM) y bajas
precipitaciones durante los meses de junio a septiembre (JJAS). Este análisis es coherente
con lo descrito en investigaciones previas realizados por Espinoza et al., 2009a y Lavado et
al., 2012.
55
4.3. EL CICLO ANUAL A ESCALA DE SUB-CUENCAS
Se hiso un análisis del ciclo anual de LST, vegetación y precipitación a nivel de las
principales sub-cuencas del área de estudio: Bella Vista, San Regis (Bajo Marañón), Borja
(Alto Marañón), Chazuta (Alto Marañón), Requena (Bajo Ucayali), Puerto Inca (Alto
Ucayali) y Lagarto (Alto Ucayali). Calculando así, para todas las variables, valores medios
mensuales multianuales para un periodo de registro desde el 2001 a 2015.
56
En cuencas andinas, el comportamiento de la vegetación es estacional (marcada
estacionalidad) durante todo el año, con información más dispersa y con un coeficiente de
variabilidad superior a 0.80 por ciento, las que corresponden a Borja (CV=4.21 por ciento),
Chazuta (CV=1.63 por ciento), Puerto Inca Ucayali (CV=0.81 por ciento) y Lagarto
(CV=8.62 por ciento).
57
Figura 28: Regímenes anuales del comportamiento de la vegetación a nivel de sub-cuencas
de enero (1) a diciembre (2). Se muestra el coeficiente de variabilidad y las barras de error
correspondiente a la desviación estándar. El nombre de cada sub cuenca es descrita
(nombre de red hidrométrica). Se muestra la ubicación y límite de cada sub cuenca.
Más hacia el sur, las precipitaciones tienen un comportamiento del régimen tipo tropical
sur (marcada estacionalidad diferenciando los periodos secos y húmedos), información
más dispersa y con un coeficiente de variabilidad elevado, las que corresponden a Borja
58
(CV=26.17 por ciento), Chazuta (CV=39.33 por ciento), Puerto Inca Ucayali (CV=50.07
por ciento), Lagarto (CV=63.82 por ciento) y Bajo Ucayali (CV=34.74 por ciento).
Figura 29: Regímenes anuales de las precipitaciones a nivel de sub-cuencas de enero (1) a
diciembre (12). Se muestra el coeficiente de variabilidad y las barras de error
correspondiente a la desviación estándar. El nombre de cada sub cuenca es descrita
(nombre de red hidrométrica). Se muestra la ubicación y límite de cada sub cuenca.
59
El coeficiente de variabilidad (CV) es una medida de dispersión. Tener un CV de 50 por
ciento significaría que los datos muestran un comportamiento relativamente homogéneo,
que, a diferencia de un CV del 100 por ciento, significaría que los datos son
completamente heterogéneos y con una alta variabilidad.
No existe una relación entre las anomalías de precipitación y vegetación (r=0.12; Figura
30F), ya que la respuesta de la vegetación estaría relacionado principalmente al contenido
de agua en el suelo que a la cantidad misma de las lluvias (Huete et al., 2006, Saleska et
al., 2007; Espinoza et al., 2016).
60
Figura 30: Variabilidad interanual de la temperatura de superficie de suelo (A),
condiciones de vegetación (B) precipitación total (C). Los años de sequía extrema son
señalados. Diagrama de dispersión de anomalías estandarizadas de precipitación,
vegetación y temperatura de superficie de suelo (D, E y F).
Analizando más profundamente las variables en relación a los años de sequías extremas de
enero a diciembre (años 2005 y 2010), la Figuras 31 muestra valores de LST por encima
del tercer cuartil durante esos años, siendo aún más intensas durante los meses de agosto a
noviembre en el 2010.
61
Figura 31: Valores de temperatura de superficie de suelo por encima del tercer cuartil
durante los años 2005 y 2010 desde enero (1) a diciembre (12).
Figura 32: Valores de NDVI por debajo del primer cuartil durante los años 2005 y 2010
desde enero (1) a diciembre (12). Condiciones de sequías severas en la vegetación se
presentaron durante los meses de agosto a octubre.
62
Así mismo se observa una clara disminución en las precipitaciones durante los años 2005 y
2010 (Figura 33), ya que fueron relativamente bajos respecto a la media climática y a otros
años, aunque no es muy clara, pudiendo variar durante los diferentes meses del año. El
déficit inicia en enero para el 2010 y en mayo para el 2005 (coherente con Marengo et al.,
2011). El análisis respecto al comportamiento de las lluvias durante los años 2005 y 2010,
fueron ampliamente estudiado en investigaciones anteriores como Marengo et al., 2008 y
Espinoza et al., 2011.
Figura 33: Valores de precipitación por debajo la media climática y por debajo del primer
cuartil durante los años 2005 y 2010 desde enero (1) a diciembre (12).
63
4.6.1. CONDICIONES TÉRMICAS Y LAS SEQUÍAS
Tanto el TCI, VCI y el PCI, muestran claramente que los años 2005 y 2010 fueron años de
sequías extremas para la cuenca amazónica peruana en términos de porcentajes
considerando las condiciones de temperatura de superficie, vegetación y precipitación. Una
descripción más detallada del análisis se muestra en la Tabla 4 (para el TCI), Tabla 5 (para
el PCI) y Tabla 6 (para el PCI), a nivel de las diferentes sub-cuencas analizadas, con
énfasis en los años 2005 y 2010, encontrando para este último el mayor porcentaje de área
en condiciones de sequías extremas tanto para el TCI, VCI y PCI.
64
Figura 34:Variaciones interanuales a escala de sub-cuencas del Índice de Condición de Temperatura (TCI) para el periodo 2001-2015 respecto al
porcentaje de área en condiciones de sequía y condiciones húmedas. Se evidencia sequías extremas durante los años 2005 y 2010.
65
Figura 35: Variaciones interanuales a escala de sub-cuencas del Índice de Condición de Vegetación (VCI) para el periodo 2001-2015 respecto al
porcentaje de área en condiciones de sequía y condiciones húmedas. Se evidencia sequías extremas durante los años 2005 y 2010.
66
Figura 36: Variaciones interanuales a escala de sub-cuencas del Índice de Condición de Precipitación (PCI) para el periodo 2001-2015 respecto
al porcentaje de área en condiciones de sequía y condiciones húmedas. Se evidencia sequías extremas durante los años 2005 y 2010.
67
Cuadro 4: Porcentaje de área con sequías extremas basadas en el TCI durante los años
2005 y 2010
Cuadro 5: Porcentaje de área con sequías extremas basadas en el VCI durante los años
2005 y 2010
Cuadro 6: Porcentaje de área con sequías extremas basadas en el PCI durante los años
2005 y 2010
68
Se analizó el comportamiento interanual de las condiciones de vegetación a partir de la
información de NDVI, pero considerando únicamente el periodo seco, comprendido entre
los meses de agosto a octubre durante el 2001 a 2015.
69
4.7. VARIABILIDAD INTERANUAL DE LAS ESTIMACIONES DE LLUVIA Y LA
VEGETACIÓN
Identificando el periodo seco de la vegetación y evidenciando que las sequias tienen sus
impactos directos sobre las mismas durante este periodo (agosto a octubre), se trató de
identificar si las lluvias para la cuenca andino-amazónica explicarían las condiciones de
disminución o incremento en la vegetación durante el periodo de agosto a octubre.
70
Figura 38: Relación entre la lluvia acumulada (Ene a Sep) de TRMM, TRMM-RT e
HYBAM para la cuenca de Marañón (A), Ucayali (B) y Tabatinga (C) durante el 2001 a
2016 para datos TRMM y 2001 a 2009 para datos HOP.
71
más complejos que condicionan las condiciones de vegetación como la disponibilidad y
retención de agua en el sub suelo y la evapotranspiración (mecanismos fisiológicos de la
vegetación ante situaciones de estrés hídrica).
Figura 39: Diagrama de dispersión entre las lluvia acumulada TRMM 3B42 (periodo Ene a
Sep) y las condiciones de vegetación (NDVI) del periodo seco (A-S-O) para toda la cuenca
de Tabatinga. Periodo 2001-2016.
Un análisis realizado respecto al número de días secos (Frecuencia de Días Secos, DDF en
inglés) a nivel de sub-cuencas, muestra que las condiciones de vegetación inferida
mediante el NDVI, tiene una respuesta directa ante esta variable. Es decir, con un mayor
número de días secos se esperarían impactos en las condiciones de vegetación.
La frecuencia de días secos (DDF) se define para esta investigación como el número de
días con lluvias inferiores a 1 mm, 2 mm y 3 mm, considerando para todos los casos el
periodo de enero a septiembre. El DDF es desarrollado y evaluado a partir de la
información de la precipitación media diaria a nivel de cuenca.
72
4.8.1. DDFs A PARTIR DE DATOS OBSERVADOS HYBAM (HOP)
Los resultados muestran que, para toda la cuenca de Tabatinga, la vegetación tiene una
respuesta significativa ante el número de días secos calculados a partir de datos
observados. Se determinó un r=-0.86 para DDF menores a 1 mm (Figura 40A), r=-0.81
para DDFs menores a 2 mm (Figura 40B) y una correlación r=-0.84 para DDF menores a
3mm (Figura 40C).
73
Figura 40: Correlación entre el NDVI (A-S-O) y la Frecuencia de Días secos (DDFs HOP)
menores a 1mm (A), menores a 2mm (B) y menores a 3mm (C), obtenidos a partir de datos
HOP para todo Tabatinga.
Figura 41: Correlación entre el NDVI (A-S-O) y Frecuencia de Días secos (DDFs HOP)
menores a 1mm, 2mm y 3mm a escala de sub-cuencas (Tabatinga, Marañón y Ucayali). La
línea roja representa el valor de r crítico al 95 por ciento de significancia.
74
4.8.2. DDFs A PARTIR DE DATOS TRMM 3B42
A partir de las estimaciones de lluvia diaria del producto TRMM 3B42 se determinaron y
calcularon el número de días secos registrados durante los meses de enero a septiembre,
considerando la información desde el 2001 a 2015.
Caso similar a los datos HOP, se determinaron valores de número de días secos con
precipitaciones menores a 1 mm (HOP DDF <1mm), número de días secos con
precipitaciones menores a 2 mm (HOP DDF <1mm) y número de días secos con
precipitaciones menores a 3 mm (HOP DDF <3mm) como umbrales para evaluar la
respuesta de las condiciones de vegetación durante los meses de agosto a octubre (A-S- O).
Los resultados de este análisis, al igual que los datos HOP muestran que para toda la
cuenca de Tabatinga la vegetación tiene una respuesta significativa ante el número de días
secos tal como se muestra en la Figura 42, con un r=-0.75 para los DDF menores a 1 mm
(Figura 42A), r=-0.65 para DDFs menores a 2 mm (Figura 42B) y una correlación r=-0.54
para los DDF menores a 3mm (Figura 42C). Sin embargo, estas correlaciones en general
no se comparan a las obtenidas con los datos HOP, siendo estas últimas mucho más
significativas.
75
Figura 42: Correlación entre el NDVI (A-S-O) y Frecuencia de Días secos (DDFs)
menores a 1mm (A), menores a 2mm (B) y menores a 3mm (C), obtenidos a partir de datos
TRMM 3B42 para todo Tabatinga.
Figura 43: Correlación entre el NDVI (A-S-O) y Frecuencia de Días secos (DDFs)
menores a 1mm, 2mm y 3mm a escala de sub-cuencas (Tabatinga, Marañón y Ucayali). La
línea roja representa el valor de r crítico al 95 por ciento de significancia.
76
4.8.3. DDFs A PARTIR DE DATOS TRMM 3B42-RT (EN TIEMPO REAL)
En la Figura 44 se muestra la relación entre los DDFs y los valores de NDVI para toda la
cuenca de Tabatinga, en el que la vegetación tiene una respuesta significativa ante el
número de días secos calculados a partir de datos RT, con un r=-0.68 para los DDF
menores a 1 mm (Figura 44A), r=-0.53 para DDFs menores a 2 mm (Figura 44B) y una
correlación r=-0.40 para los DDF menores a 3mm (Figura 44C).
Como en los casos anteriores, se realizó un análisis por sub-cuencas para evaluar la
respuesta de la vegetación respecto a los DDFs en tiempo real (RT), encontrando
correlaciones más significativas para los DDFs con precipitaciones menores a 1 mm (DDF
< 1mm), siendo mejores para la cuenca del Marañón y todo Tabatinga (Figura 45).
77
Figura 44: Correlación entre el NDVI (A-S-O) y Frecuencia de Días secos RT (DDFs RT)
menores a 1mm (A), menores a 2mm (B) y menores a 3mm (C), obtenidos a partir de datos
TRMM 3B42-RT para todo Tabatinga.
Figura 45: Correlación entre el NDVI (A-S-O) y Frecuencia de Días secos (DDFs RT)
menores a 1mm, 2mm y 3mm a escala de sub-cuencas (Tabatinga, Marañón y Ucayali). La
línea roja representa el valor de r crítico al 95 por ciento de significancia.
78
4.9. COMPARACIÓN DE LA FRECUENCIA DE DÍAS SECOS CON
DIFERENTES BASES DE DATOS
Se realizó una comparación temporal de la Frecuencia de Días Secos (DDF) para las
cuencas de Marañón, Ucayali y Tabatinga, considerando el periodo de enero a septiembre
durante los años 2001 a 2016 para los datos TRMM 3B42 y 3B42-RT, y los años 2001 a
2009 para datos HOP. El umbral de días secos es equivalente a precipitaciones < 1mm.
El resultado se muestra en la Figura 46, en el que para la cuenca de Marañón (Figura 46A),
las series resultan coherentes entre el número de días secos calculados a partir de datos
3B42 y 3B42-RT, siendo estos valores sobre estimados respecto al número de días secos
de los datos HOP. Sin embargo, las correlaciones entre los diferentes DDFs son
significativas.
Respecto al número de días secos para la cuenca de Ucayali (Figura 46B), los valores
calculados para los datos 3B42, 3B42-RT y datos HOP resultan coherentes ya que las
correlaciones son significativas y superiores a 0.80.
Respecto al número de días secos para la cuenca de Tabatinga (Figura 46C), un panorama
similar que para la cuenca de Marañón. Las series resultan coherentes y con correlaciones
altas entre el número de días secos calculados a partir de datos 3B42 y 3B42-RT, y sobre
estimado respecto al número de días secos calculados con los datos HOP.
79
Figura 46: Relación entre la Frecuencia de Días Secos (Ene a Sep) 3B42, 3B42-RT e
HYBAM para la cuenca de Marañón (A), Ucayali (B) y Tabatinga (C). Periodo 2001-2016
para datos TRMM, y 2001-2009 para datos HOP.
A partir de los análisis previos, se realizó una correlación espacial por punto de grilla de
los datos interanuales de NDVI durante el periodo seco respecto a los DDFs con
precipitaciones menores a 1mm. Mostrando en general que existen correlaciones
significativas al 95 por ciento a nivel de toda la cuenca andino-amazónica, prioritariamente
al sur de los 6°S (Figura 47).
80
A B C
Figura 47: Correlación por punto de grilla entre valores de NDVI y serie DDFs de datos HOP (A), TRMM 3B42 (B) y 3B42-RT (C). Los puntos
localizan correlaciones significativas al 95 por ciento. La línea roja indica el límite a los 6°S.
81
4.10. FRECUENCIA DE DÍAS SECOS PARA EL MONITOREO DE SEQUÍAS Y
SUS IMPACTOS
Figura 48: Dinámica espacial de la Frecuencia de Días Secos (en días) para toda la cuenca
amazónica, considerando el periodo de 01 de enero hasta el 30 de septiembre para los años
2005 (B), 2010 (C) y 2016 (D). El promedio climatológico de DDFs se muestra (A).
82
En la Figura 49 se muestra el número de días secos climatológico (2001-2015) (Figura
49A) y las anomalías de número de días secos de los años 2005 (Figura 49B), 2010 (Figura
49C) y 2016 (Figura 49D). Se presentaron un mayor número de días secos respecto a la
normal durante el 2016, aunque no tan elevados como los años extremos 2005 y 2010.
Figura 49: Anomalías de la Frecuencia de Días Secos (en días) para toda la cuenca
Amazónica considerando el periodo de 01 de enero hasta el 30 de septiembre, para los años
2005 (B), 2010 (C) y 2016 (D). El promedio climatológico de DDFs se muestra (A).
83
En las Figuras 50, 51 y 52 se presentan la evolución temporal de la frecuencia de días
secos (DDF) calculados con información TRMM en tiempo real para las cuencas de
Tabatinga, Marañón y Ucayali, respectivamente. Se establecen umbrales de DDF máximo
y mínimo durante el periodo. Además de un comparativo de la evolución de los DDF del
2016 respecto al 2005 y 2010. Mayor número de días secos se ven reflejados en la cuenca
de Ucayali con valores similares al de los años 2005 y 2010.
Figura 50: Evolución temporal del número de días secos (DDF) para la cuenca del
Amazonas (Tabatinga). En gris se muestra los umbrales máximo y mínimo, línea azul
muestra el comportamiento durante el 2005, en rojo para el 2010 y en verde para el 2016.
Figura 51: Evolución temporal y monitoreo del número de días secos (DDF) para la cuenca
de Marañón (San Regis). En gris se muestra los umbrales máximo y mínimo, línea azul
muestra el comportamiento durante el 2005, en rojo para el 2010 y en verde para el 2016.
84
Figura 52: Evolución temporal y monitoreo del número de días secos (DDF) para la cuenca
de Ucayali (Requena). En gris se muestra los umbrales máximo y mínimo, línea azul
muestra el comportamiento durante el 2005, en rojo para el 2010 y en verde para el 2016.
85
V. CONCLUSIONES
86
Respecto a LST, se observó que la región amazónica (<500m) presenta temperaturas
uniformes que varían de los 296 a 300 K. En los Andes (> 500m) se observan valores con
una marcada estacionalidad, con valores que oscilan entre los 290 a 298 K. En la
vegetación, condiciones más uniformes se concentran en regiones por debajo de los 500m
de altitud (bosque amazónico), alcanzando valores superiores a 0.8 de NDVI. En la región
andina, la vegetación muestra una fuerte estacionalidad con valores bajos de NDVI de 0.58
durante los meses de agosto a octubre y de 0.7 durante los meses de enero a abril
principalmente. En la precipitación, el producto satelital TRMM 3B42 v7 muestra que en
la región amazónica los valores de precipitación estimada varían desde los 150 a 350
mm/mes. En los Andes, los valores varían de 50 a 250mm/mes respectivamente. Estos
valores son coherentes a los encontrados en la literatura científica usando datos
observacionales (Espinoza et al., 2009a, 2015; Lavado et al., 2012).
Mediante un análisis de las variables a nivel de las principales sub-cuencas del área de
estudio: Bella Vista (Napo), San Regis (Bajo Marañón), Requena (Bajo Ucayali), Borja
(Alto Marañón), Chazuta (Huallaga), Puerto Inca (Alto Ucayali) y Lagarto (Alto Ucayali),
se concluye que la temperatura superficial presenta un coeficiente de variabilidad por
debajo de los 0.40 por ciento (CV < 0.40%) en cuencas predominantemente amazónicas
(Bella Vista, San Regis y Requena). En cuencas predominantemente andinas (Borja,
Huallaga, Puerto Inca y Lagarto), el comportamiento de la LST es predominantemente
87
estacional, con un coeficiente de variabilidad superior a los 0.40 por ciento (CV > 0.40%).
Respecto a la vegetación, se determinó una débil estacionalidad con un coeficiente de
variabilidad inferior a los 0.70 por ciento (CV < 0.70%) en cuencas predominantemente
amazónicas, cuyos valores de NDVI superan los 0.8. En cuencas andinas, el
comportamiento de la vegetación muestra una marcada estacionalidad con un coeficiente
de variabilidad superior a 0.80 por ciento (CV > 0.80%).
Los años de sequía extrema 2005 y 2010 fueron años caracterizados por un incremento
notable en la temperatura de superficie, una clara disminución en las condiciones de
vegetación y disminución de la precipitación. Ello resulta coherente con las condiciones
hidroclimáticas reportadas en Espinoza et al. (2011) respecto a la ocurrencia de sequías
extremas durante esos años.
Las anomalías interanuales de las variables evidencian una asociación negativa entre LST
y la precipitación. Es decir, un déficit de precipitaciones involucra condiciones térmicas
superiores a la normal en la superficie de suelo (r = -0.40, no significativo). Respecto a la
relación entre las anomalías de NDVI y LST se ha encontrado una relación significativa y
negativa entre las condiciones vegetativas y la temperatura (r = -0.79; p < 0.01). Es decir,
anomalías positivas de LST corresponden a anomalías negativas de NDVI. La relación
entre las anomalías de precipitación y NDVI no es clara (r = 0.12), evidenciando que la
vegetación no dependería directamente de la cantidad de lluvia.
88
años 2005 y 2010. Así, más del 50 por ciento del área total de las diferentes sub-cuencas se
encontraron en condiciones de sequías extremas durante los años 2005 y 2010 respecto al
TCI, VCI y PCI. Los índices desarrollados resultan útiles para caracterizar y categorizar
condiciones de sequía extrema en un año específico.
El número de días secos o la frecuencia de días secos (Dry Day Frequency – DDF)
calculado para el periodo de enero a septiembre, se relaciona significativamente con las
condiciones de vegetación (NDVI) del periodo seco (ASO), calculados a partir de los datos
HOP (r = -0.86, p < 0.01), 3B42 (r = -0.75, p < 0.01) y 3B42-RT (r = -0.68, p<0.01)
respectivamente. Las correlaciones negativamente más significativas corresponden a los
días con lluvias menores a 1mm (DDF<1mm), considerando así el umbral para caracterizar
sequías con impactos en la vegetación. Las condiciones secas durante los años 2005 y 2010
mostraron una considerable disminución en la vegetación y un DDF superior a los 40 días.
Respecto la correlación espacial entre las condiciones de NDVI del periodo seco y los
valores de DDF calculados con HOP, 3B42 y 3B42-RT, se encontró que las correlaciones
negativamente más altas y significativas (p<0.05) se concentran en cuencas ubicadas al sur
89
de 6°S (Borja, Chazuta, Requena y Lagarto). Esto debido a que el comportamiento de la
vegetación en estas regiones tiene un comportamiento aún más estacional que en latitudes
al norte de los 6°S. Es decir, un marcado contraste entre el periodo seco y húmedo en la
vegetación se encuentran en latitudes inferiores a los 6°S.
Finalmente, este trabajo muestra que es posible calcular valores de DDF en tiempo real
(diariamente) en la cuenca andino-amazónica usando el producto satelital 3B42-RT. Esto
ha permitido el monitoreo de la variable DDF en la Amazonía peruana tanto en términos
de su evolución temporal y evolución espacial. Esta variable es por lo tanto un buen
indicador para la previsión y alerta en tiempo real ante la ocurrencia de sequías extremas
en la Amazonía, y poder ser utilizada para monitorear posibles incendios forestales en la
región andino-amazónica, además de proporcionar una herramienta útil para la toma de
decisión ante los impactos socio-económicos (producción de castañas en Madre de Díos
como ejemplo).
90
VI. RECOMENDACIONES
Los datos HOP cuentan con un registro más largo, proporcionando información a partir de
1980 al 2009. Sin embargo, se tuvo que considerar la información correspondiente al
periodo común que inicia a partir del 2001. Sería necesario actualizar la información
observada considerando estaciones pluviométricas in-situ del área de estudio para un
análisis más consistente.
Por otro lado, las sequías extremas e incendios forestales se han intensificado durante los
últimos años, lo que sin duda es perjudicial para la integridad de los ecosistemas
amazónicos. De hecho, existe un riesgo potencial en el remplazo del bosque tropical por un
ecosistema de sabana que provocaría incluso un potencial colapso del ecosistema
amazónico, afectando el balance y la disponibilidad de los recursos hídricos del Perú.
92
VII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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VIII. ANEXOS
Anexo 1: Distribución espacial del ciclo anual del índice de vegetación de diferencia normalizada (NDVI) de enero a diciembre para toda la
cuenca amazónica.
Anexo 2: Distribución espacial de la Frecuencia de Días Secos (DDFs) para toda la cuenca amazónica, calculados a partir de datos 3B42-RT para
los años 2001 a 2008.
112
Anexo 3: Distribución espacial de la Frecuencia de Días Secos (DDFs) para toda la cuenca amazónica, calculados a partir de datos 3B42-RT para
los años 2009 a 2016.
113
Anexo 4: Distribución espacial de anomalías (en días) de la Frecuencia de Días Secos (DDFs) para toda la cuenca amazónica, calculados a partir
de datos 3B42-RT para los años 2001 a 2008.
114
Anexo 5: Distribución espacial de anomalías (en días) de la Frecuencia de Días Secos (DDFs) para toda la cuenca amazónica, calculados a partir
de datos 3B42-RT para los años 2009 a 2016.
115