Documento de La Mujer en La Educación
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nocimiento del derecho de la mujer a la educación niñas enseñándoles a rezar, hacer calceta y labores
en España. Con este decreto y otros posteriores domésticas, por maestras profesionales, aunque
(sobre todo de los gobiernos liberales progresis- solo fuera en niveles primarios de la enseñanza y
tas bajo el reinado de Isabel II, 1833-1868), se regu- las profesoras estuvieran aún muy lejos del recono-
larizaba el acceso de la mujer a una educación cimiento social y de los derechos laborales de los
sexuada, pues educaba en función del sexo del hombres.
alumnado, que determinaba el papel que cada uno
debería desempeñar en la sociedad. Con este fin En las dos últimas décadas del siglo se empezaron
educativo comenzaron a surgir en España escue- a celebrar Congresos Pedagógicos a los que asis-
las para niñas, donde aprendían a leer y escribir, a tieron intelectuales y profesores universitarios muy
realizar las “tareas propias de su sexo” y a formarse influenciados por el krausismo, una doctrina filosó-
moralmente para ser la transmisora de valores fica relacionada con la Ilustración que defendía la
católicos en el seno del hogar. tolerancia académica y la libertad de cátedra. Estos
intelectuales y profesores comenzarían a dar forma
La Ley de Instrucción Pública de 1857, conocida a la célebre Institución Libre de Enseñanza. Aun
como Ley Moyano y que tendría vigencia hasta representando la corriente más avanzada y progre-
prácticamente 1970, consolidaba esa separación sista que existía en el mundo intelectual liberal del
entre materias a aprender por niños y niñas, instru- momento, no se cuestionaba esa división entre la
yendo a los primeros en nociones de agricultura, educación para el ámbito privado y doméstico de la
industria y comercio, geometría, física e historia mujer y la educación para el ámbito público para el
natural, y a las segundas en “labores propias del hombre. Sin embargo, en el último congreso, el de
sexo”, “nociones de higiene doméstica” y algunos 1892, que contó con bastante más presencia feme-
“saberes de adorno” (música, costura,…). A pesar nina que los anteriores, se consiguió fijar la meta
de sus carencias, la Ley Moyano obliga, por primera de la igualdad educativa y el derecho del ejercicio
vez en España, a escolarizar a las niñas, previendo profesional para las mujeres. Este pequeño triunfo
la creación de colegios en todos los núcleos de más se produjo en el momento en el que las reivindica-
de 500 habitantes para niños y de otros, también ciones de la primera ola feminista se encontraban
obligatorios “aunque fueran incompletos”, para en auge en Europa. Estas reivindicaciones también
niñas. Esta distinción manifiesta que la educación influirían sobre la propia Institución Libre de Ense-
de las mujeres, aunque solo fuera para que aprenda ñanza, que era quien más repercusión tenía en los
a ser una buena ama de casa católica, sigue impor- Congresos, y que a finales del siglo XIX ya acogía
tando poco a mitad del siglo XIX, por lo que toda- a mujeres como Concepción Arenal, Emilia Pardo
vía no hay conflictos ni opositores respecto a esta Bazán, etc. También emitía colaboraciones de auto-
segregación sexual educativa. ras, aunque pocas, en sus publicaciones, algunas
de las cuales eran alegatos a favor de la coeduca-
Aun con todo, y pese al elevado absentismo esco- ción y del derecho de la mujer a ser educada con y
lar que se documenta en esos colegios femeni- como el hombre.
nos, una pequeña minoría frecuenta el instituto,
algunas jóvenes cursan estudios especializados El Magisterio se convirtió en la principal profesión
(sobre todo musicales, de magisterio o de matrona) ejercida por esas mujeres que reivindicaban su
y unas pocas se atreven y se pueden permitir pisar derecho a realizar estudios superiores y a que éstos
las aulas universitarias. Sin embargo, costó mucho les brindaran una oportunidad laboral. El proceso
aceptar que los conocimientos adquiridos por la de feminización de la docencia en los niveles edu-
mujer la habilitaban profesionalmente, incluido el cativos básicos se aceleró en los últimos años del
ejercicio de docencia en cualquier nivel educativo. siglo XIX.
De calceteras a profesoras Pero las profesoras aún tendrían que luchar para
que sus condiciones laborales mejoraran y se equi-
La Ley Moyano disponía la necesidad de formar parasen a las de los profesores varones. Esa lucha
maestras que se encargasen de la educación de dio como resultado que diversas legislaciones
las niñas. Ese fue el inicio de la profesionalización de finales de siglo igualasen las posibilidades de
de la educadora, pues se sustituía a las viejas cal- acceso de ambos sexos al ejercicio del magisterio
ceteras que se encargaban de la educación de las en los diversos niveles educativos e incluso que se
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igualasen los salarios de las profesoras con los de sor y se sentaban delante, apartadas del resto de
los profesores, aunque su trabajo seguía conside- la clase. Estos problemas favorecieron la creación
rándose menos valioso. de algunos institutos femeninos en los años veinte,
algunos de los cuales fueron impulsados o funda-
El tímido acceso de la mujer a enseñanzas dos por la Institución Libre de Enseñanza, que entre
medias y universitarias 1900 y 1936 protagonizó una defensa generalizada
por parte de todos sus miembros de una educación
Ya hemos mencionado algunos de los avances que de la mujer exactamente igual a la del hombre.
facilitaron esa tímida entrada de las mujeres a las
enseñanzas superiores. Lo cierto es que las pio- A pesar de estos avances, muy pocas mujeres cur-
neras tuvieron que aprovechar un vacío legal exis- saban el bachillerato, pues su principal utilidad
tente en el Sexenio Democrático (1868-1874), en el era el paso a la universidad, que resultaba incohe-
que ninguna legislación prohibía explícitamente la rente con la ideología de las familias acomodadas
presencia de mujeres en estudios medios y univer- e inasumible para las proletarias y campesinas. El
sitarios. interés mayoritario se dirigía a los estudios secun-
darios, que ofrecían una salida profesional, como
Probablemente este vacío legal se debía a que esta el comercio, los idiomas y la taquigrafía, de manera
situación era tan impensable para las autoridades que se generalizó la creación de centros de estu-
que no hacía falta regularla, pero la realidad fue que dio donde se impartían estas enseñanzas en casi
durante el último cuarto del siglo XIX el número de todas las capitales de provincia. Este proceso, que
mujeres matriculadas en estudios medios y supe- va de la mano de un cierto avance de la inserción de
riores creció de forma lenta pero continua en los la mujer en el mundo laboral como asalariada, está
centros de comercio, de telégrafos, y sobre todo de relacionado con el desarrollo comercial e industrial
enseñanza, pero también en niveles universitarios: que vive España en este primer tercio de siglo. El
en los años ochenta y noventa consiguen terminar capitalismo industrial que se desarrolla en esta fase
con éxito sus estudios unas quince mujeres espa- comienza a necesitar a la mujer para algunos traba-
ñolas. Es una cantidad ínfima y que comprende jos: mecanografía y taquigrafía, labores comercia-
solo a mujeres de clases altas, pero es un dato que les y contables, etc.
a principios de siglo hubiera sido impensable.
Aun con todo, estas mujeres representaban un 25%
de las matriculadas en esos estudios, y no debe-
mos olvidar que solo las clases más o menos aco-
1.2 El primer tercio del siglo XX y la Segunda modadas se lo podían permitir. Sobre las familias
República obreras y campesinas no pesaban solo los prejui-
cios ideológicos, sino también una precaridad eco-
Hacia la igualdad educativa nómica que llevaba a las niñas no sólo a no poder
cursar estudios secundarios, sino a seguir repre-
Nada más comenzar el siglo XX se dan los prime- sentando una altísima tasa de absentismo escolar
ros pasos hacia la igualdad educativa mediante la al tener que ayudar desde pequeñas en el trabajo
uniformización de las materias en la enseñanza en el campo y en las labores domésticas. A pesar
primaria. En la primera década, a través de varias de que las leyes de principios de siglo recalcaron
legislaciones que modifican disposiciones de la la obligatoriedad de la escolarización hasta los 12
Ley Moyano, que sigue vigente, se incluye el mismo años desde 1909, las limitaciones para estas fami-
programa de magisterio para docentes de ambos lias siguieron existiendo, aunque el nivel de alfabe-
sexos y se igualan las materias a aprender por niños tización de las niñas aumentó a partir de entonces y
y niñas en los colegios, aunque estas siguen man- hasta los años treinta.
teniendo las que se refieren a labores domésticas.
Las universitarias: de excepción a minoría
Los institutos donde se cursa el bachillerato son en
general mixtos, lo que implicó la que muchos padres Ya hemos mencionado que el acceso de las pri-
se opusieran a la voluntad de sus hijas de realizar meras mujeres a la universidad en España se dio
estudios secundarios. Además, en estos centros las gracias al vacío legal existente durante el Sexenio
niñas entraban al aula acompañadas por el profe- Democrático (1868-1874). Tras este periodo, durante
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la Restauración, aunque seguía sin existir esa pro- • Se implementó un plan masivo de creación de
hibición expresa, era necesario que la mujer que escuelas y colegios.
quisiera matricularse pidiera permiso a la Adminis-
tración Central. En la práctica había una gran diver- • Aparecieron las primeras aulas mixtas en las
sidad de casos, de dificultades y facilidades que enseñanzas primarias, con la consiguiente opo-
dependían de la posición social, los contactos de la sición, poco flexible, de la Iglesia y los sectores
familia, el Rector de cada universidad, etc. conservadores. Por estas dificultades no llegó a
completarse en los niveles primarios hasta fina-
Antes de 1910, fueron 36 las universitarias que aca- les de la República.
baron su licenciatura, de las cuales solo 16 pudie-
ron matricularse de las asignaturas de Doctorado, y • Sí se consiguió extender el modelo de escuela
solo 8 de ellas llegaron a defender su Tesis y obte- mixta a otros niveles: en los institutos de bachi-
ner el título de Doctor. llerato y las escuelas de otras enseñanzas
secundarias.
Se dio un paso adelante en esta regulación con la
Real Orden de 8 de marzo de 1910, que reconocía el • La formación de maestras y maestros se mejoró
derecho de toda mujer que quisiera cursar estudios enormemente y se igualó la formación nece-
universitarios a matricularse libremente en todos saria para ambos. En los manuales de colegio
los centros de enseñanza oficial. Esto no supuso e instituto se empezaron a incluir enseñanzas
un avance tan claro como pudiera parecer, pues las que recalcaban la igualdad jurídica entre hom-
barreras y los prejuicios continuaban y, en la prác- bres y mujeres.
tica, la aceptación de las mujeres en las universida-
des dependió en buena medida de la voluntad de • Las mujeres vieron totalmente reconocido tam-
los respectivos Rectores. Durante el primer tercio bién, de facto, su derecho a estudiar en la uni-
del siglo XX, el porcentaje de mujeres universitarias versidad.
no superó el 5%. Pese a seguir sufriendo insultos y
menosprecios, las mujeres en la universidad deja- En este ámbito, se empieza a aceptar con natura-
ron de ser una excepción anómala a una minoría lidad a la mujer y se generaliza que su formación
muy pequeña pero representativa. universitaria conlleve la posibilidad de realizar un
ejercicio profesional relacionado. Se extienden
Dentro de la Institución Libre de Enseñanza, es cada sobremanera, o aparecen por primera vez, las pro-
vez más normal que estas universitarias aparezcan fesoras de bachillerato, las inspectoras de educa-
como autoras en sus publicaciones. Entre 1900 y ción, e incluso las profesoras universitarias.
1915 son muchos los escritos y las tesis publicadas
desde esta institución defendiendo la coeducación Quizá sobra decir que la mayoría de estos procesos
y el derecho de la mujer a la educación; a partir de (la implantación de la educación mixta en colegios
1915, estas publicaciones descienden, pero no por e institutos, el acceso de la mujer a la universidad,
la pérdida de interés en el asunto, sino porque pre- su posibilidad de adquirir un título profesional) aca-
cisamente la mujer ya estaba introducida en todos rrearon una serie de acalorados debates, pues se
los niveles educativos y en condiciones de más o trastocaban no solo los principios ideológicos sino
menos igualdad con respecto al hombre, así que no las estructuras sociales y económicas tradicionales
eran tan necesarias esas publicaciones en defensa de la sociedad española. Sin embargo, es impor-
de estos derechos. tante recalcarlo aquí y tenerlo en cuenta, pues no
fue poco el valor que tuvieron que tener para defen-
Los avances en la Segunda República der estos avances los movimientos socialista, anar-
quista y socialdemócrata, ya fuera en el parlamento
Durante la década de los años treinta se produce o en otros ámbitos de la vida política. Asimismo
un salto cualitativo en la situación de la mujer en la fue importante un cierto asociacionismo de muje-
educación, sobre todo por la legislación que la favo- res que emerge en ámbitos relacionados con la
recería en la Segunda República. Durante el Bienio enseñanza: mujeres que organizaban bibliotecas
Progresista (1931-1933) se realizó una gran labor populares, asociaciones femeninas que defendían
legislativa que provocó una serie de cambios: la educación mixta, etc. No solo en el Parlamento,
también en las calles, las mujeres, como estudian-
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ciencias sociales, siendo muy minoritarias en ense- alfabetización femenina como el aumento de matri-
ñanzas técnicas. culadas en niveles educativos medios y superiores
se da a través de la enseñanza privada. La conclu-
1.4 La evolución de la alfabetización femenina sión que se extrae de estos datos es que la clase
social, de nuevo, es muy determinante a la hora de
Todos los retrocesos que pudieran darse en los que las mujeres puedan disfrutar de ese derecho
derechos de la mujer durante el franquismo, por a recibir una educación, ya sea más primaria o en
tanto, no conseguirían eliminar unas reivindicacio- niveles superiores.
nes ya asentadas en ciertos sectores de la pobla-
ción femenina, ni parar la introducción de la misma El siguiente cuadro ilustra esta situación, aunque
en diversos niveles educativos, ni por supuesto, solamente en el caso de las niñas de 6 a 11 años
los avances en cuanto a alfabetización y escolari- en dos momentos concretos: 1885 y 1952. Como
zación primaria recorridos en las últimas décadas. se observa, a pesar de que en esas décadas se va
Sí se intentaría segregar la educación por sexos igualando la tasa femenina de escolarización en
de nuevo, y dificultar el acceso de la mujer a cier- esa edad a la masculina, siempre es mayor la canti-
tos niveles educativos; pero ya no se podía negar dad de mujeres que tienen que hacerlo a través de
la necesidad y el derecho de que la mujer recibiese la enseñanza privada, lo cual supone una serie de
una educación primaria obligatoria, que supu- dificultades para aquellas mujeres de familias obre-
siera una igualación de su alfabetización y de sus ras y campesinas.
conocimientos básicos respecto a los del hombre.
Durante el franquismo, de hecho, la tasa de alfabe-
tización femenina no solo no disminuye, sino que
mantiene una igualación a la del hombre y en oca-
siones la supera.
centros femeninos serían propiedad de la Iglesia mujeres que cursan Formaciones Profesionales
(17), con las modalidades de peluquería y cosmé- escogen estudios relacionados con el cuidado
tica, ayudantes de laboratorio, corte y confección, personal o de la comunidad (imagen personal, ser-
cerámica y abaniquería, escaparatistas, delinean- vicios socioculturales, servicios a la comunidad,
tes, electricidad, electrónica y textil. Así, aunque la auxiliar de enfermería), y son minorías en grados
presencia de la mujer en la industria se venía ele- que aportan cualificación técnica (mecánica, infor-
vando, seguían sin tener formación para ese tipo mática, electricidad y electrónica).
de profesiones y se seguía incentivando, esta vez
mediante el estudio, una serie de roles que siguen Tanto las primeras leyes educativas de la democra-
hoy presentes y que limitan la actividad de la mujer cia, como la más completa LOGSE (1990), recono-
al ámbito de cuidados y servicios. cen la necesidad de acabar con la discriminación
por sexos en la educación y de realizar una activi-
En el curso 1964-65, la matrícula en formación pro- dad educativa que brinde una verdadera igualdad
fesional seria de 5.895 alumnas, frente a los 96.076 de oportunidades, tanto entre etnias como entre
alumnos. A pesar de que la ley ya recogía el derecho clases o sexos. En lo que aquí nos concierne, que
de acceso a la educación sin distinción de sexo, es esa diferencia por géneros, cabe preguntarnos si
no era real: el que fuera necesario tener profeso- realmente las leyes educativas de los años noventa
ras para Educación Física y enseñanzas del hogar y dos mil han conseguido esa igualdad entre sexos
suponía un gasto que no todos los centros podían de la que se vanaglorian.
realizar.
Muchas de las autoras que han estudiado este pro-
1.6 De los años setenta hasta hoy. ceso, sobre todo el de los años de la Transición,
afirman que la implantación de la escuela mixta y la
Las tasas de escolarización y alfabetización feme- igualdad de oportunidades de las mujeres en todos
nina siguen aumentando, al igual que las masculi- los niveles educativos con respecto a los hombres,
nas, a partir de los años sesenta, consiguiéndose no fue resultado ni de un debate pedagógico en
una igualación en estas dos tasas. Ahora las dife- el que participase la comunidad educativa como
rencias de la mujer con respecto al hombre dentro tal, ni de una lucha reivindicativa de mujeres. La
del sistema educativo serán muy diferentes a las implantación de la escuela mixta y de la igualdad
que había desde el siglo XIX, y los retos de la mujer de condiciones y oportunidades es resultado de la
en la educación serán otros. necesidad de legitimar un sistema educativo en el
que, al menos formalmente, haya desaparecido la
En 1970 se reconoce la igualdad de oportunida- diferencia de trato de los individuos. Pero treinta
des en materia educativa para hombres y mujeres, años después comprobamos que esos objetivos
rompiéndose con esa segregación por sexos. En el no se han cumplido: ni las posibilidades de acceso
curso 1984-1985 se hace efectiva la escolarización a las enseñanzas superiores son las mismas para
mixta obligatoria, así como la aplicación de currícu- todas las clases sociales, ni todos los niños sean
lums exactamente iguales para niños y niñas, que de familia rica o pobre reciben la misma educación
comparten profesores y espacios. ni en las mismas condiciones en el colegio de su
barrio, ni mujeres y hombres acceden a los mismos
También en los años ochenta, la cantidad de muje- tipos de estudios, ni tienen las mismas oportunida-
res en todos los niveles educativos empieza a igua- des de acceso al mundo laboral con el mismo título.
larse a la de los hombres, y en algunos casos la
supera. Se empieza a conformar así una tendencia Las mujeres han completado hoy su acceso al
que aumenta y dura hasta nuestros días, en la que mundo laboral en España, y lo han hecho sobre
las mujeres se han matriculado ligeramente más todo a través de trabajos del sector servicios para
que los hombres en la mayoría de los estudios pos- los cuales se requiere una formación superior. Esta
tobligatorios. tendencia, sin embargo, va acompañada de cier-
tas desigualdades que nos hacen preguntarnos si
En lo que sí que sigue habiendo notables dife- esa educación mixta y ese derecho de la mujer a
rencias es en la elección de estudios, lo cual va estudiar en cualquier nivel educativo han conse-
aparejado al proceso de feminización de ciertas guido los objetivos que supuestamente se perse-
profesiones tras la Transición. La mayoría de las guían. Las estadísticas confirman que la posesión
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de títulos de FP y universitarios ayudan antes a los del curso 2009-2010), porcentaje dividido entre las
hombres a encontrar trabajo, y a encontrar trabajos que estudiaban la ESO (11%) y el Bachillerato (79,5%).
mejores; además, se constata que el valor de los En el caso de 2009-2010, el 11,5% de mujeres de 17
ingresos profesionales de los hombres es superior años cursaba la ESO y el 74,3% en el Bachillerato.
al de las mujeres que tienen el mismo nivel de estu- El 0,9% estaban matriculadas en Escuelas de Adul-
dios. tos en 2015 frente al 1,7% en 2010, y el 0% frente al
0,1% en Educación Superior en ambos períodos de
2. LA MUJER ESTUDIANTE EN LA EDUCACIÓN tiempo, respectivamente.
ACTUAL.
Finalmente, por lo que respecta a la franja de los
2.1 En las Enseñanzas Medias. 18 años, el 81,3% de mujeres de esta edad estaban
escolarizadas en 2014-2015 frente al 78,1% de 2010.
En esta etapa educativa, la mujer estudiante juega El porcentaje de alumnas en ESO correspondía al
un papel muy importante que abordaremos en el 1,2% en 2015 frente al 1,1% de cinco años antes. El
presente documento a través de las estadísticas de 34,2% estudiaba en la educación secundaria pos-
los últimos años. El objetivo es examinar la presen- tobligatoria en 2015 frente al 34,7% del curso 2009-
cia de las alumnas tanto en la Educación Secunda- 2010. Por otra parte, el 42,1% de las mujeres de 18
ria Obligatoria como en el Bachillerato atendiendo años cursaba educación superior (2015) frente al
también a datos socioeconómicos, las tendencias 36,9% (2010), mientras que el 3,8% (2015) lo hacía
al optar por la salida al mundo laboral o por la con- en escuelas de adultos frente al 5,5% (2010).
tinuación de su formación y su rendimiento acadé-
mico, entre otros aspectos significativos. El porcentaje de mujeres estudiantes de Bachille-
rato que promocionaron curso durante el período
Estadísticas. de 2013-2014 fue del 82,8% en el primer curso y el
80% en el segundo, cantidad que supera a la de los
Durante el curso 2014-2015, 1.868.584 estudiantes hombres: 76,3% y 74,1% en cada curso, respectiva-
se matricularon en la Educación Secundaria Obli- mente.
gatoria y 694.224 en el Bachillerato. En el primer
caso, el 48,6% de matriculados fueron mujeres, En cuanto a la distribución porcentual del alum-
mientras que el porcentaje de alumnas que cursa- nado de Bachillerato según la modalidad cursada,
ron Bachillerato fue el 52,4%. Este último podemos comprobamos a través de los datos del curso 2014-
desglosarlo, a su vez, en dos porcentajes, que se 2015 que la modalidad de Humanidades y Cien-
corresponden con las modalidades del Bachille- cias Sociales es cursada por una mayor cantidad
rato presencial (donde el 52,6% eran alumnas) y de mujeres, en concreto, el 53,9% frente al 44,5%
del Bachillerato a distancia (donde el porcentaje de de hombres. Por su parte, un 38,9% de alumnas
mujeres estudiantes fue del 49,3%). de Bachillerato se decantan por la modalidad de
Ciencias y Tecnología, porcentaje menor que en el
Otro dato por considerar son las tasas netas de caso de los alumnos (un 50,8%). Finalmente, por lo
escolarización de 16 a 18 años en el sistema educa- que respecta a las Artes, un 6,6% de mujeres estu-
tivo. En cuanto a la franja de los 16 años, un 95,7% diantes elige cursarla, frente al 4,1% de los hombres
de mujeres estaban escolarizadas durante el curso estudiantes de Bachillerato.
2014-2015; de ellas, el 28,6% aún permanecía en la
ESO y el 66,9% estaban matriculadas en el Bachille- Cabe señalar del mismo modo el porcentaje de
rato. En el curso 2009-2010, las cifras eran diferen- mujeres aprobadas en las Pruebas de Acceso a la
tes y se aprecia una leve evolución desde entonces, Universidad el año 2015. Un 91,9% de las matricula-
pues observamos que el 95,1% de las mujeres for- das aprobaron en la convocatoria de junio frente al
maban parte del sistema educativo; 31,7% en la ESO 74,4% en la convocatoria siguiente correspondiente
y 63,2% en el Bachillerato. El resto, un 0,2%, estu- a septiembre. Esta cifra es algo menor que la de los
diaba en las Escuelas de Adultos (dato referente al hombres aprobados.
2015) frente al 0,3% que lo hacía en 2010.
El abandono tras la educación obligatoria es otro
En el pasado curso 2014-2015, un 91,3% de mujeres factor relevante digno de atención y análisis. Según
de 17 años estaban escolarizadas (frente al 87,5% las estadísticas oficiales, el porcentaje de mujeres
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y niñas aumenta los estereotipos de género y legi- A pesar del elevado rendimiento de las estudiantes
tima el sexismo institucional. en estos niveles educativos, por encima incluso que
el de los hombres, los datos también indican que el
Por último, y no por ello menos importante, es reve- índice salarial de las mujeres que tienen el título de
lador examinar el índice de salarios anuales en Educación Secundaria Obligatoria o el de Bachille-
2014 según el nivel de formación alcanzado y las rato es considerablemente menor que los hombres
diferencias entre hombres y mujeres, poniendo el con los mismos estudios. Esto es una evidencia de
foco sobre las Enseñanzas Medias. En el caso de la discriminación laboral y salarial hacia las muje-
las mujeres que han alcanzado la primera etapa de res, las cuales siempre salen perjudicadas sea
Educación Secundaria, si el índice medio salarial cual sea su formación. Hablamos de un problema
se encuentra en el 72,1, el de ellas se sitúa en 59,1, estructural cuyos síntomas afloran también en el
frente al 78,2 de los hombres que han cursado la ámbito educativo y pueden demostrarse a través de
misma etapa. Por otro lado, el índice salarial en el datos como los que hemos ido viendo más arriba.
caso de los asalariados que poseen estudios de la La mujer estudiante de Enseñanzas Medias, así
segunda etapa de la Educación Secundaria es de pues, no se mantiene al margen de este problema.
88,4, pero se reduce a 73,0 para las mujeres y se
eleva a 96,6 para los hombres. 2.2 En la Formación Profesional
los países con mayor presencia femenina en for- (86’07%), Técnico en farmacia y parafarmacia
mación profesional, con el 46% de alumnas, pero (84,73%) y Técnico Superior en Comercio Inter-
seguimos viendo una división en lo que respecta a nacional (59,49%). También llamaron la atención
la presencia de mujeres según el tipo de estudios. sobre la baja presencia en las FP relacionadas con
Siendo así, el pasado curso 2015-2016 cerraría con la industria. Actualmente, las estudiantes matricu-
las estadísticas de matriculación siguientes. ladas en FP a distancia suponen un 61,1%.
La mujer no elige ciclos relacionados con el sector es, que la gran mayoría de las mujeres seguían sin
industrial, sino que predomina en el sector servi- tener acceso a la universidad.
cios y además en grados cuyo nivel de inserción
laboral es más bajo, ya que el número de mujeres Por otro lado, que aunque a día de hoy en la mayo-
que trabaja tras finalizar su FP es menor, y por tanto ría de ramas haya más mujeres universitarias que
las condiciones tras sus estudios serán peores. hombres, sigue existiendo esa idea de que hay
carreras más enfocadas al hombre.
2.3 En la Universidad
3. ESBOZO DE LA MUJER TRABAJADORA EN EL
El siguiente apartado se centra en el análisis de la SISTEMA EDUCATIVO.
situación de la mujer estudiante dentro del ámbito
educativo de la educación superior no obligatoria Hasta ahora se ha abordado la cuestión de la mujer
universitaria en tanto que estudiante. Sin embargo, y a pesar
de que el FdE es un sindicato de ámbito estudian-
Estadísticas til, cabe hacer un breve esbozo de la realidad de
la mujer trabajadora en el ámbito de la educación.
La mujer inicia su entrada en la universidad espa- ¿Por qué es importante esta cuestión para el estu-
ñola en el siglo XIX, pero no es hasta 1910 cuando se diantado? Es necesario que el sindicato estudian-
regula su situación. Tras ello el número de mujeres til y su militancia conozcan la realidad de los y las
ha aumentado muy rápido: en 1940, representaban trabajadoras de su centro de estudios. Por un
el 12.6% de los universitarios. En 1970, el 31%; en lado, porque las estudiantes de hoy, mañana sere-
2000, el 53% y el 54% en 2010. La tasa de éxito es mos esas trabajadoras a las que nos referimos,
mayor que la de los hombres. y es importante conocer la realidad de un sector
tan feminizado como lo es la educación. Por otro,
Al igual que en la FP, aunque no tan elevada, con- porque los y las estudiantes tenemos también que
tinua habiendo una clara tendencia a la división conocer la situación de esas trabajadoras con las
por sexo de determinadas titulaciones. Así vemos que compartimos nuestra realidad más inmediata
como mientras que en Ciencias de la Salud, Artes y y cuyas reivindicaciones debemos apoyar, tratando
Humanidades y Ciencias Sociales y Jurídicas el por- de avanzar hacia la unidad en la lucha del conjunto
centaje es mayor de mujeres que de hombres; en de la Comunidad Educativa.
Ingeniería y Arquitectura el porcentaje no alcanza el
30% debido a los roles históricos del ámbito privado Sin embargo, llegados a este punto, vemos que nos
a los que la mujer ha estado sometida. Como vemos enfrentamos a una importante barrera: la esca-
en la siguiente gráfica con datos actuales, vemos sez de fuentes de información que describan de
cómo esta tendencia se mantiene. forma global y objetiva cuál es esta situación. Pre-
cisamente éste, también es un elemento a desta-
car, pues aun siendo la enseñanza un sector con un
mayor porcentaje de trabajadoras, las instituciones
no se han ocupado en analizar en profundidad esta
cuestión. Como vemos, es un espectro muy amplio
que engloba diversas categorías laborales con una
realidad que, aunque común, es muy diversa. Dadas
Conclusiones estas circunstancias, abordaremos la cuestión
planteando un análisis tanto cualitativo como cuan-
Esto demuestra, por un lado, que el acceso a los titativo que nos permita estudiar esta cuestión de la
estudios superiores por parte de las mujeres fue forma más completa y rigurosa.
dificultoso y un logro y un avance de la sociedad.
Se ha de entender que, en un primer momento y 3.1. La mujer trabajadora en la Educación
hasta la democratización del acceso a la universi- Pública.
dad que se dio en los ochenta gracias a las luchas
estudiantiles, el perfil mayoritario de mujeres que En un primer lugar atenderemos a la mujer traba-
tenían acceso a la universidad eran pudientes, esto jadora en la educación en los puestos que com-
prenden los diferentes niveles de la Administración
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Pública, pues es de esta forma como mejor se anteriormente. Haremos una clara diferenciación
pueden organizar los datos estadísticos. entre Personal de Administración y Servicios (PAS)
y Personal Docente y de Investigación (PDI). Así, en
Cabe señalar que la educación es un ámbito en el cuanto al PDI observamos que el personal funcio-
que hay más mujeres que hombres, representan nario es de 27.877 hombres frente a 15.507 muje-
un 66,5% del total de trabajadores de la enseñanza res; el personal laboral de 31.110 hombres frente a
(EPA). Para analizar en profundidad esta cuestión, 24.744 mujeres; en cuanto a otro tipo de personal
nos remitimos a los datos objetivos incluidos en el encontramos 480 hombres y 349 mujeres. Por
Boletín Estadístico del personal al servicio de las otro lado, si miramos las cifras correspondientes al
Administraciones Públicas de julio de 2016, en el PAS, observamos que el personal funcionario es de
cual se incluyen tres categorías: personal funciona- 8.546 hombres y 16.936 mujeres; el personal labo-
rio, personal laboral y otro tipo de personal. ral es de 11.219 hombres y 9.028 mujeres; y otros
tipos de personal suponen 1.846 hombres y 4906
Enseñanzas no universitarias mujeres.
cualquiera de los ámbitos. Observamos cómo los Además de esta cuestión, cabe señalar que dentro
sectores laborales ocupados mayoritariamente por de los servicios externalizados encontramos algu-
mujeres responden a aquellos basados en labores nos de ellos muy feminizados, tales como la lim-
de cuidados. Esos roles que le son atribuidos a la pieza o en menor medida la reprografía; y otros
mujer en la economía doméstica, son posterior- tremendamente masculinizados como pueden ser
mente reproducidos en el momento en el que la los relativos a las cuestiones de seguridad.
mujer accede al mercado laboral.
4. LAS REIVINDICACIONES DEL FRENTE DE
En este panorama tan feminizado, la universidad es ESTUDIANTES.
la excepción. En cuanto a PDI hay una mayoría de
hombres. Estos puestos coinciden con los de un El Frente de Estudiantes se posiciona al lado de toda
mayor salario. Sin embargo, los puestos referentes reivindicación que apoye la igualdad entre muje-
a la Administración y Servicios (PAS), el número de res y hombres dentro de los centros de estudio en
mujeres prácticamente duplica al de hombres. todos los sectores y niveles educativos. Nos opo-
nemos a cualquier tipo de discriminación y segre-
En conclusión, observamos que por un lado existe gación por cuestiones de género, interviniendo en
una brecha de género vertical por la cual las muje- nuestro trabajo diario y de base en las problemá-
res hegemonizan los puestos de trabajo donde el ticas de este ámbito que se den en los centros de
salario es más bajo y que, por otro, estos mismos estudio. El FdE apostará de manera decidida por la
puestos son la reproducción en el ámbito laboral de organización de la mujer en los centros de estudio
los roles socialmente atribuidos a la mujer. De esta para el trabajo de nuestras reivindicaciones, ase-
forma, sólo el 21% de profesoras universitarias son gurando la igualdad real en nuestra estructura sin-
catedráticas y únicamente existen 3 rectoras en dical y persiguiendo todo acto discriminatorio que
todo el Estado. pueda darse en la misma.
3.2. La mujer trabajadora en la Educación Pri- Desde el Frente de Estudiantes consideramos que
vada la mujer ha avanzado históricamente gracias a su
lucha, una lucha que heredamos y mantenemos
En materia de personal docente y de administración para poder llegar a las reivindicaciones posterior-
la situación es más o menos similar a la del sector mente expuestas. La mujer estudiante, en especial
público, si bien es cierto que existe una notoria aquella de extracción obrera y popular, ha conse-
diferencia salarial entre ambos sectores así como guido romper con roles y discriminaciones impues-
una diferencia y empeoramiento de las condicio- tos históricamente por la división sexual del trabajo,
nes laborales en el sector privado. Sin embargo, en pero muchos de estos continúan presentes y arrai-
cuestión de cifras y porcentaje de mujeres en los gados en nuestra sociedad y, por tanto, en nuestro
diferentes niveles, éstas se corresponden al análi- sistema educativo. La mujer ha entrado en el ámbito
sis realizado anteriormente. social público, pero en una situación de inferioridad
económica y en cuanto a los puestos de dirección,
Por otro lado nos topamos con los servicios exter- fruto, en muchas ocasiones, de las ramas educati-
nalizados, aquellos servicios públicos explotados vas o estudios que se eligen a raíz de la perpetua-
por empresas privadas. Esto no sólo tiene unas ción de estos roles en la actualidad.
nefastas consecuencias en cuanto a las condicio-
nes laborales de los y las trabajadoras del servicio En resumen, los avances de la mujer han sido
externalizado, así como de la calidad del propio muchos, pero todavía queda mucho por hacer y
servicio (que en el ámbito de la educación reciben conquistar. Por ello, desde el Frente de Estudiantes,
los estudiantes), sino que también supone ahondar destacamos las siguientes reivindicaciones y pro-
en la brecha salarial de género, mayor en el sector puestas concretas:
privado que en el sector público. Esto nos lleva a la
conclusión de que la privatización de servicios, de • Crear una Ley Educativa, con el aporte de toda
tendencia creciente en la educación y en especial la comunidad educativa donde:
en las universidades, favorece la discriminación
salarial de género.
LA MUJER EN LA EDUCACIÓN
Dirección General del Frente de Estudiantes
1. Estén contemplados todos los mecanismos • Anómala: anormal, que es distinto de lo general
necesarios para acabar con la discriminación o de lo común o se aparta de su estado natural
de género y respete la diversidad sexual. o de las condiciones que le son inherentes.