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LA MUJER EN LA EDUCACIÓN

Dirección General del Frente de Estudiantes

1. EL PAPEL HISTÓRICO DE LA MUJER EN LA docente, o investigadora) se inicia en el siglo XIX,


EDUCACIÓN: época de pugna en España entre las estructuras
feudales y las liberales capitalistas que finalmente
A lo largo de las distintas etapas de nuestra histo- se asentarían.
ria, la participación de la mujer en todos los ámbi-
tos de la sociedad ha estado condicionada por 1.1 El siglo XIX
la división sexual del trabajo, elemento que nace
casi a la vez que la propia historia y que ha posicio- El reconocimiento del derecho a la educación de
nado a la mujer en un plano secundario respecto al las niñas
hombre. Durante la Edad Antigua, Media y Moderna,
en los distintos contextos occidentales, el mundo Iniciada ya la decadencia de las estructuras feuda-
del saber y de la enseñanza estuvo prácticamente les en España, los primeros ideólogos y represen-
reservado para los hombres, aunque existe un tantes del liberalismo español seguían estipulando
pequeño porcentaje de notables mujeres intelec- que el papel de la mujer en la sociedad se limi-
tuales, poco estudiado y por ello también invisibili- taba únicamente al ámbito doméstico, tal como se
zado. declara en un decreto de 1814 de la Comisión de la
Instrucción Pública de las Cortes de Cádiz:
En occidente y concretamente en España, país
donde la tradición católica goza de un mayor calado No se ha olvidado de la educación de aquel sexo (…)
social, el papel secundario a nivel económico asig- que puede contribuir en gran manera a la mejora
nado a la mujer, legitimado ideológicamente por las de las costumbres, y que apoderado casi exclusi-
tradiciones y los dogmas de la Iglesia Católica, ha vamente de la educación del hombre en su niñez,
pesado profundamente sobre las posibilidades del tiene un gran influjo en la formación de sus prime-
acceso de la mujer al mundo de la enseñanza y la ros hábitos y, lo sigue ejerciendo después en todas
educación hasta prácticamente finales del siglo las edades de la vida humana.
pasado. La división sexual del trabajo consiste en
asignar al hombre el llamado papel productor y a la (…) la moral, principal objeto de la [educación] que
mujer el papel reproductor. Todas las estructuras de debe darse a las mujeres. Tampoco pudo desen-
poder en España han sacralizado y promovido esa tenderse de que este plan solo abraza la educación
división hasta tiempos muy recientes, relegando el pública, y que cabalmente la que debe darse a las
papel de la mujer en la sociedad a algo puramente mujeres ha de ser doméstica y privada en cuanto
privado y doméstico. Decimos “hasta tiempos muy sea posible, pues que así lo exige el destino que
recientes” porque, de hecho, tras la Transición, tiene este sexo en la sociedad, la cual se interesa
parece confirmarse una pauta sociológica a nivel principalmente en que haya buenas madres de
laboral: el acceso de las mujeres al mundo laboral, familia.
ya casi completado, aunque con características
propias, se está dando mayoritariamente mente Pero como además de la educación doméstica de
a través de su formación, que hoy en día ya es en las mujeres, que necesariamente se ha de mejo-
términos estadísticos superior a la de los hombres rar con el progreso de la instrucción nacional y el
en España. El resultado de esta formación, mayo- fomento de la riqueza pública, convenga que el
ritariamente en niveles superiores de enseñanza, Estado costee algunos establecimientos en que
es la incorporación laboral sobre todo en el sector aprendan las niñas a leer y escribir, y las labores pro-
servicios (mucho más que en el sector industrial y pias de su sexo (…).
agrario).
Este era el papel que el capitalismo incipiente en
Pero el camino recorrido hasta aquí ha sido largo y España reservaba a las mujeres. Al no interesar
los obstáculos no han sido pocos. Exceptuando a todavía como mano de obra en casi ningún sector,
las pocas pero notables mujeres de clases altas que su papel económico seguía reducido al mante-
tuvieron acceso a una enseñanza y llegaron a reali- nimiento de la familia y el hogar, su función en la
zar investigaciones en diversos ámbitos científicos enseñanza era puramente doméstica y privada y
y humanitarios e incluso ejercieron como docentes, su acceso a la enseñanza pública, que la proveía
parece que el acceso de la mujer al mundo de la de otros niveles de formación, se encontraba clara-
enseñanza (ya fuera como estudiante, trabajadora, mente restringido. Eso sí: este es el inicio del reco-
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nocimiento del derecho de la mujer a la educación niñas enseñándoles a rezar, hacer calceta y labores
en España. Con este decreto y otros posteriores domésticas, por maestras profesionales, aunque
(sobre todo de los gobiernos liberales progresis- solo fuera en niveles primarios de la enseñanza y
tas bajo el reinado de Isabel II, 1833-1868), se regu- las profesoras estuvieran aún muy lejos del recono-
larizaba el acceso de la mujer a una educación cimiento social y de los derechos laborales de los
sexuada, pues educaba en función del sexo del hombres.
alumnado, que determinaba el papel que cada uno
debería desempeñar en la sociedad. Con este fin En las dos últimas décadas del siglo se empezaron
educativo comenzaron a surgir en España escue- a celebrar Congresos Pedagógicos a los que asis-
las para niñas, donde aprendían a leer y escribir, a tieron intelectuales y profesores universitarios muy
realizar las “tareas propias de su sexo” y a formarse influenciados por el krausismo, una doctrina filosó-
moralmente para ser la transmisora de valores fica relacionada con la Ilustración que defendía la
católicos en el seno del hogar. tolerancia académica y la libertad de cátedra. Estos
intelectuales y profesores comenzarían a dar forma
La Ley de Instrucción Pública de 1857, conocida a la célebre Institución Libre de Enseñanza. Aun
como Ley Moyano y que tendría vigencia hasta representando la corriente más avanzada y progre-
prácticamente 1970, consolidaba esa separación sista que existía en el mundo intelectual liberal del
entre materias a aprender por niños y niñas, instru- momento, no se cuestionaba esa división entre la
yendo a los primeros en nociones de agricultura, educación para el ámbito privado y doméstico de la
industria y comercio, geometría, física e historia mujer y la educación para el ámbito público para el
natural, y a las segundas en “labores propias del hombre. Sin embargo, en el último congreso, el de
sexo”, “nociones de higiene doméstica” y algunos 1892, que contó con bastante más presencia feme-
“saberes de adorno” (música, costura,…). A pesar nina que los anteriores, se consiguió fijar la meta
de sus carencias, la Ley Moyano obliga, por primera de la igualdad educativa y el derecho del ejercicio
vez en España, a escolarizar a las niñas, previendo profesional para las mujeres. Este pequeño triunfo
la creación de colegios en todos los núcleos de más se produjo en el momento en el que las reivindica-
de 500 habitantes para niños y de otros, también ciones de la primera ola feminista se encontraban
obligatorios “aunque fueran incompletos”, para en auge en Europa. Estas reivindicaciones también
niñas. Esta distinción manifiesta que la educación influirían sobre la propia Institución Libre de Ense-
de las mujeres, aunque solo fuera para que aprenda ñanza, que era quien más repercusión tenía en los
a ser una buena ama de casa católica, sigue impor- Congresos, y que a finales del siglo XIX ya acogía
tando poco a mitad del siglo XIX, por lo que toda- a mujeres como Concepción Arenal, Emilia Pardo
vía no hay conflictos ni opositores respecto a esta Bazán, etc. También emitía colaboraciones de auto-
segregación sexual educativa. ras, aunque pocas, en sus publicaciones, algunas
de las cuales eran alegatos a favor de la coeduca-
Aun con todo, y pese al elevado absentismo esco- ción y del derecho de la mujer a ser educada con y
lar que se documenta en esos colegios femeni- como el hombre.
nos, una pequeña minoría frecuenta el instituto,
algunas jóvenes cursan estudios especializados El Magisterio se convirtió en la principal profesión
(sobre todo musicales, de magisterio o de matrona) ejercida por esas mujeres que reivindicaban su
y unas pocas se atreven y se pueden permitir pisar derecho a realizar estudios superiores y a que éstos
las aulas universitarias. Sin embargo, costó mucho les brindaran una oportunidad laboral. El proceso
aceptar que los conocimientos adquiridos por la de feminización de la docencia en los niveles edu-
mujer la habilitaban profesionalmente, incluido el cativos básicos se aceleró en los últimos años del
ejercicio de docencia en cualquier nivel educativo. siglo XIX.

De calceteras a profesoras Pero las profesoras aún tendrían que luchar para
que sus condiciones laborales mejoraran y se equi-
La Ley Moyano disponía la necesidad de formar parasen a las de los profesores varones. Esa lucha
maestras que se encargasen de la educación de dio como resultado que diversas legislaciones
las niñas. Ese fue el inicio de la profesionalización de finales de siglo igualasen las posibilidades de
de la educadora, pues se sustituía a las viejas cal- acceso de ambos sexos al ejercicio del magisterio
ceteras que se encargaban de la educación de las en los diversos niveles educativos e incluso que se
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igualasen los salarios de las profesoras con los de sor y se sentaban delante, apartadas del resto de
los profesores, aunque su trabajo seguía conside- la clase. Estos problemas favorecieron la creación
rándose menos valioso. de algunos institutos femeninos en los años veinte,
algunos de los cuales fueron impulsados o funda-
El tímido acceso de la mujer a enseñanzas dos por la Institución Libre de Enseñanza, que entre
medias y universitarias 1900 y 1936 protagonizó una defensa generalizada
por parte de todos sus miembros de una educación
Ya hemos mencionado algunos de los avances que de la mujer exactamente igual a la del hombre.
facilitaron esa tímida entrada de las mujeres a las
enseñanzas superiores. Lo cierto es que las pio- A pesar de estos avances, muy pocas mujeres cur-
neras tuvieron que aprovechar un vacío legal exis- saban el bachillerato, pues su principal utilidad
tente en el Sexenio Democrático (1868-1874), en el era el paso a la universidad, que resultaba incohe-
que ninguna legislación prohibía explícitamente la rente con la ideología de las familias acomodadas
presencia de mujeres en estudios medios y univer- e inasumible para las proletarias y campesinas. El
sitarios. interés mayoritario se dirigía a los estudios secun-
darios, que ofrecían una salida profesional, como
Probablemente este vacío legal se debía a que esta el comercio, los idiomas y la taquigrafía, de manera
situación era tan impensable para las autoridades que se generalizó la creación de centros de estu-
que no hacía falta regularla, pero la realidad fue que dio donde se impartían estas enseñanzas en casi
durante el último cuarto del siglo XIX el número de todas las capitales de provincia. Este proceso, que
mujeres matriculadas en estudios medios y supe- va de la mano de un cierto avance de la inserción de
riores creció de forma lenta pero continua en los la mujer en el mundo laboral como asalariada, está
centros de comercio, de telégrafos, y sobre todo de relacionado con el desarrollo comercial e industrial
enseñanza, pero también en niveles universitarios: que vive España en este primer tercio de siglo. El
en los años ochenta y noventa consiguen terminar capitalismo industrial que se desarrolla en esta fase
con éxito sus estudios unas quince mujeres espa- comienza a necesitar a la mujer para algunos traba-
ñolas. Es una cantidad ínfima y que comprende jos: mecanografía y taquigrafía, labores comercia-
solo a mujeres de clases altas, pero es un dato que les y contables, etc.
a principios de siglo hubiera sido impensable.
Aun con todo, estas mujeres representaban un 25%
de las matriculadas en esos estudios, y no debe-
mos olvidar que solo las clases más o menos aco-
1.2 El primer tercio del siglo XX y la Segunda modadas se lo podían permitir. Sobre las familias
República obreras y campesinas no pesaban solo los prejui-
cios ideológicos, sino también una precaridad eco-
Hacia la igualdad educativa nómica que llevaba a las niñas no sólo a no poder
cursar estudios secundarios, sino a seguir repre-
Nada más comenzar el siglo XX se dan los prime- sentando una altísima tasa de absentismo escolar
ros pasos hacia la igualdad educativa mediante la al tener que ayudar desde pequeñas en el trabajo
uniformización de las materias en la enseñanza en el campo y en las labores domésticas. A pesar
primaria. En la primera década, a través de varias de que las leyes de principios de siglo recalcaron
legislaciones que modifican disposiciones de la la obligatoriedad de la escolarización hasta los 12
Ley Moyano, que sigue vigente, se incluye el mismo años desde 1909, las limitaciones para estas fami-
programa de magisterio para docentes de ambos lias siguieron existiendo, aunque el nivel de alfabe-
sexos y se igualan las materias a aprender por niños tización de las niñas aumentó a partir de entonces y
y niñas en los colegios, aunque estas siguen man- hasta los años treinta.
teniendo las que se refieren a labores domésticas.
Las universitarias: de excepción a minoría
Los institutos donde se cursa el bachillerato son en
general mixtos, lo que implicó la que muchos padres Ya hemos mencionado que el acceso de las pri-
se opusieran a la voluntad de sus hijas de realizar meras mujeres a la universidad en España se dio
estudios secundarios. Además, en estos centros las gracias al vacío legal existente durante el Sexenio
niñas entraban al aula acompañadas por el profe- Democrático (1868-1874). Tras este periodo, durante
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la Restauración, aunque seguía sin existir esa pro- • Se implementó un plan masivo de creación de
hibición expresa, era necesario que la mujer que escuelas y colegios.
quisiera matricularse pidiera permiso a la Adminis-
tración Central. En la práctica había una gran diver- • Aparecieron las primeras aulas mixtas en las
sidad de casos, de dificultades y facilidades que enseñanzas primarias, con la consiguiente opo-
dependían de la posición social, los contactos de la sición, poco flexible, de la Iglesia y los sectores
familia, el Rector de cada universidad, etc. conservadores. Por estas dificultades no llegó a
completarse en los niveles primarios hasta fina-
Antes de 1910, fueron 36 las universitarias que aca- les de la República.
baron su licenciatura, de las cuales solo 16 pudie-
ron matricularse de las asignaturas de Doctorado, y • Sí se consiguió extender el modelo de escuela
solo 8 de ellas llegaron a defender su Tesis y obte- mixta a otros niveles: en los institutos de bachi-
ner el título de Doctor. llerato y las escuelas de otras enseñanzas
secundarias.
Se dio un paso adelante en esta regulación con la
Real Orden de 8 de marzo de 1910, que reconocía el • La formación de maestras y maestros se mejoró
derecho de toda mujer que quisiera cursar estudios enormemente y se igualó la formación nece-
universitarios a matricularse libremente en todos saria para ambos. En los manuales de colegio
los centros de enseñanza oficial. Esto no supuso e instituto se empezaron a incluir enseñanzas
un avance tan claro como pudiera parecer, pues las que recalcaban la igualdad jurídica entre hom-
barreras y los prejuicios continuaban y, en la prác- bres y mujeres.
tica, la aceptación de las mujeres en las universida-
des dependió en buena medida de la voluntad de • Las mujeres vieron totalmente reconocido tam-
los respectivos Rectores. Durante el primer tercio bién, de facto, su derecho a estudiar en la uni-
del siglo XX, el porcentaje de mujeres universitarias versidad.
no superó el 5%. Pese a seguir sufriendo insultos y
menosprecios, las mujeres en la universidad deja- En este ámbito, se empieza a aceptar con natura-
ron de ser una excepción anómala a una minoría lidad a la mujer y se generaliza que su formación
muy pequeña pero representativa. universitaria conlleve la posibilidad de realizar un
ejercicio profesional relacionado. Se extienden
Dentro de la Institución Libre de Enseñanza, es cada sobremanera, o aparecen por primera vez, las pro-
vez más normal que estas universitarias aparezcan fesoras de bachillerato, las inspectoras de educa-
como autoras en sus publicaciones. Entre 1900 y ción, e incluso las profesoras universitarias.
1915 son muchos los escritos y las tesis publicadas
desde esta institución defendiendo la coeducación Quizá sobra decir que la mayoría de estos procesos
y el derecho de la mujer a la educación; a partir de (la implantación de la educación mixta en colegios
1915, estas publicaciones descienden, pero no por e institutos, el acceso de la mujer a la universidad,
la pérdida de interés en el asunto, sino porque pre- su posibilidad de adquirir un título profesional) aca-
cisamente la mujer ya estaba introducida en todos rrearon una serie de acalorados debates, pues se
los niveles educativos y en condiciones de más o trastocaban no solo los principios ideológicos sino
menos igualdad con respecto al hombre, así que no las estructuras sociales y económicas tradicionales
eran tan necesarias esas publicaciones en defensa de la sociedad española. Sin embargo, es impor-
de estos derechos. tante recalcarlo aquí y tenerlo en cuenta, pues no
fue poco el valor que tuvieron que tener para defen-
Los avances en la Segunda República der estos avances los movimientos socialista, anar-
quista y socialdemócrata, ya fuera en el parlamento
Durante la década de los años treinta se produce o en otros ámbitos de la vida política. Asimismo
un salto cualitativo en la situación de la mujer en la fue importante un cierto asociacionismo de muje-
educación, sobre todo por la legislación que la favo- res que emerge en ámbitos relacionados con la
recería en la Segunda República. Durante el Bienio enseñanza: mujeres que organizaban bibliotecas
Progresista (1931-1933) se realizó una gran labor populares, asociaciones femeninas que defendían
legislativa que provocó una serie de cambios: la educación mixta, etc. No solo en el Parlamento,
también en las calles, las mujeres, como estudian-
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tes, profesoras y trabajadoras de la enseñanza, Las autoridades franquistas y sus instituciones


estaban empezando a identificarse como un sujeto quisieron implantar el modelo más tradicionalista
común y a ver la necesidad de organizarse, de de la familia, con el hombre a la cabeza, “librando
manera aún muy exigua y coyuntural, para defender a la mujer del taller y de la fábrica” (esto decía el
sus reivindicaciones. Fuero de los Españoles), y volviendo a convertirla
en la sacrificada ama de casa que no toma ninguna
1.3 El gran retroceso del franquismo decisión ni pinta mucho en la mayoría de ámbitos
públicos. Todas las medidas educativas fueron
Si los avances en el acceso de la mujer a la edu- encaminadas a situar a la mujer en esa posición
cación, en todos sus sentidos y niveles (como económica, social y familiar; pero los avances en las
niña o adulta, como profesora o estudiante, como estructuras sociales y económicas, y la normaliza-
estudiante de primaria o de estudios superiores), ción de la mujer que estudiaba y trabajaba fuera de
habían sido lentos y puntuales desde 1800 hasta casa, que se habían vivido en el siglo XX y se desa-
la Segunda República, la victoria del fascismo en rrollaban en otros ámbitos internacionales, no se
la Guerra Civil supondría un paso atrás enorme en podían obviar por mucho tiempo.
casi todos los derechos conquistados lentamente
en 130 años de historia Muchas mujeres de clase media seguían queriendo
estudiar enseñanzas medias que las habilitasen
Por un lado, la Iglesia, aliada de las oligarquías que para puestos de trabajo que requerían formación.
empujaron el Golpe de Estado fascista, recuperó el En los años cincuenta, de la mano de otros cam-
modelo tradicional de familia, que de todas mane- bios que vinieron con el Desarrollismo, se llegaron a
ras ni de lejos había desaparecido en cinco años de crear institutos y escuelas femeninos destinados a
periodo republicano. La Iglesia se hizo con el con- la enseñanza secundaria para las mujeres. El desa-
trol ideológico total sobre la enseñanza. rrollo industrial creciente hacía necesaria también
la mano de obra femenina, así que comenzó a res-
Se prohíbe la coeducación, se separa a los niños y quebrajarse tímidamente ese esquema del hombre
a las niñas en las aulas de enseñanza primaria, y la que trabaja y la mujer que cuida del hogar. La ses-
formación de las futuras maestras queda en manos gada emancipación femenina que se da en este
de la Sección Femenina de la Falange, la cual se modelo familiar afecta sobre todo a clases medias,
encarga de volver a situar a la mujer en la sociedad pues se da a través de esa formación en enseñan-
en un lugar totalmente secundario. Las materias zas secundarias para el desempeño de puestos
que aprenden las niñas y que enseñan las maestras de trabajo cualificados. Solo en estas clases se
son la economía doméstica, las labores del hogar, la empieza a ver en los años cincuenta y sesenta con
música y cierta formación política y social. más naturalidad a la mujer que estudia y trabaja
fuera de casa, y aún con todo, solo suele aceptarse
El destino de muchos de los maestros de la Repú- si son mujeres solteras sin responsabilidades fami-
blica es de sobras conocido. Estos se veían por liares.
las élites españolas que habían animado el Golpe
de Estado, como los transmisores de unos valo- Las mujeres de familias obreras y campesinas aún
res nefastos para sus intereses, y fueron unas de tendrían que esperar dos décadas para que se
las primeras víctimas de la represión fascista en la reconociese ese derecho a una educación que las
guerra y la posguerra. La mayoría de las mujeres habilitase para desempeñar puestos de trabajo
que se habían incorporado al ejercicio del magiste- más o menos cualificados. Pero mientras tanto,
rio en la República tenían unas ideas progresistas estas mujeres más acomodadas empezaban a con-
y emancipadoras, tanto del género femenino como formar la tendencia en los estudios femeninos que
de las clases populares. Muchas de estas mujeres, seguirá siendo una constante tras la Transición y
que representaron la primera generación de maes- hasta nuestros días.
tros donde había un porcentaje femenino signifi-
cativo, acompañaron a sus colegas hombres en su Tanto en la universidad como en otras enseñanzas
destino. medias y superiores, las mujeres elegían materias
relacionadas con el cuidado y la salud (medicina,
El desarrollismo de los cincuenta y sesenta enfermería, farmacia…), y ramas de humanidades y
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ciencias sociales, siendo muy minoritarias en ense- alfabetización femenina como el aumento de matri-
ñanzas técnicas. culadas en niveles educativos medios y superiores
se da a través de la enseñanza privada. La conclu-
1.4 La evolución de la alfabetización femenina sión que se extrae de estos datos es que la clase
social, de nuevo, es muy determinante a la hora de
Todos los retrocesos que pudieran darse en los que las mujeres puedan disfrutar de ese derecho
derechos de la mujer durante el franquismo, por a recibir una educación, ya sea más primaria o en
tanto, no conseguirían eliminar unas reivindicacio- niveles superiores.
nes ya asentadas en ciertos sectores de la pobla-
ción femenina, ni parar la introducción de la misma El siguiente cuadro ilustra esta situación, aunque
en diversos niveles educativos, ni por supuesto, solamente en el caso de las niñas de 6 a 11 años
los avances en cuanto a alfabetización y escolari- en dos momentos concretos: 1885 y 1952. Como
zación primaria recorridos en las últimas décadas. se observa, a pesar de que en esas décadas se va
Sí se intentaría segregar la educación por sexos igualando la tasa femenina de escolarización en
de nuevo, y dificultar el acceso de la mujer a cier- esa edad a la masculina, siempre es mayor la canti-
tos niveles educativos; pero ya no se podía negar dad de mujeres que tienen que hacerlo a través de
la necesidad y el derecho de que la mujer recibiese la enseñanza privada, lo cual supone una serie de
una educación primaria obligatoria, que supu- dificultades para aquellas mujeres de familias obre-
siera una igualación de su alfabetización y de sus ras y campesinas.
conocimientos básicos respecto a los del hombre.
Durante el franquismo, de hecho, la tasa de alfabe-
tización femenina no solo no disminuye, sino que
mantiene una igualación a la del hombre y en oca-
siones la supera.

1.5 La entrada de la mujer a la Formación Pro-


fesional.

A nivel histórico, la entrada de la mujer en la forma-


ción profesional se ha dado a pasos muy pequeños.
Los motivos son culturales y económicos en esen-
cia: en los años 50, en los que se da un empuje al
desarrollo de la Formación Profesional, todavía se
quería retener a la mujer al ámbito privado. No se
quería invertir en la educación de las hijas ni en el
gasto que suponía, teniendo preferencia los hijos, y
aunque el sueldo que la mujer pudiera ganar fuese
bajo, suponía una pérdida suficiente si dejaba de
En estos dos cuadros, podemos observar cómo la cobrarlo para estudiar. A pesar de la intención de
igualdad en alfabetización entre ambos sexos, que mantener a la mujer en casa, no se podía evitar su
se va alcanzando durante las primeras décadas inserción en el mundo laboral, estando así conde-
del siglo XX y en especial durante la República, se nada a trabajos no-cualificados y, por tanto, mucho
mantiene e incluso en las décadas de 1940 y 1950 peor valorados.
la tasa de alfabetización femenina supera a la mas-
culina. También se tienen datos del aumento de la El Ministerio de Educación Nacional creó en 1964 la
matriculación de estas mujeres alfabetizadas en Escuela Oficial Femenina de Maestría Industrial (la
estudios medios y superiores durante los años 50, primera), con las modalidades de Corte y Confec-
aunque en muchos casos, tanto el aumento de la ción y Peluquería y Cosmética. La mayoría de los
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centros femeninos serían propiedad de la Iglesia mujeres que cursan Formaciones Profesionales
(17), con las modalidades de peluquería y cosmé- escogen estudios relacionados con el cuidado
tica, ayudantes de laboratorio, corte y confección, personal o de la comunidad (imagen personal, ser-
cerámica y abaniquería, escaparatistas, delinean- vicios socioculturales, servicios a la comunidad,
tes, electricidad, electrónica y textil. Así, aunque la auxiliar de enfermería), y son minorías en grados
presencia de la mujer en la industria se venía ele- que aportan cualificación técnica (mecánica, infor-
vando, seguían sin tener formación para ese tipo mática, electricidad y electrónica).
de profesiones y se seguía incentivando, esta vez
mediante el estudio, una serie de roles que siguen Tanto las primeras leyes educativas de la democra-
hoy presentes y que limitan la actividad de la mujer cia, como la más completa LOGSE (1990), recono-
al ámbito de cuidados y servicios. cen la necesidad de acabar con la discriminación
por sexos en la educación y de realizar una activi-
En el curso 1964-65, la matrícula en formación pro- dad educativa que brinde una verdadera igualdad
fesional seria de 5.895 alumnas, frente a los 96.076 de oportunidades, tanto entre etnias como entre
alumnos. A pesar de que la ley ya recogía el derecho clases o sexos. En lo que aquí nos concierne, que
de acceso a la educación sin distinción de sexo, es esa diferencia por géneros, cabe preguntarnos si
no era real: el que fuera necesario tener profeso- realmente las leyes educativas de los años noventa
ras para Educación Física y enseñanzas del hogar y dos mil han conseguido esa igualdad entre sexos
suponía un gasto que no todos los centros podían de la que se vanaglorian.
realizar.
Muchas de las autoras que han estudiado este pro-
1.6 De los años setenta hasta hoy. ceso, sobre todo el de los años de la Transición,
afirman que la implantación de la escuela mixta y la
Las tasas de escolarización y alfabetización feme- igualdad de oportunidades de las mujeres en todos
nina siguen aumentando, al igual que las masculi- los niveles educativos con respecto a los hombres,
nas, a partir de los años sesenta, consiguiéndose no fue resultado ni de un debate pedagógico en
una igualación en estas dos tasas. Ahora las dife- el que participase la comunidad educativa como
rencias de la mujer con respecto al hombre dentro tal, ni de una lucha reivindicativa de mujeres. La
del sistema educativo serán muy diferentes a las implantación de la escuela mixta y de la igualdad
que había desde el siglo XIX, y los retos de la mujer de condiciones y oportunidades es resultado de la
en la educación serán otros. necesidad de legitimar un sistema educativo en el
que, al menos formalmente, haya desaparecido la
En 1970 se reconoce la igualdad de oportunida- diferencia de trato de los individuos. Pero treinta
des en materia educativa para hombres y mujeres, años después comprobamos que esos objetivos
rompiéndose con esa segregación por sexos. En el no se han cumplido: ni las posibilidades de acceso
curso 1984-1985 se hace efectiva la escolarización a las enseñanzas superiores son las mismas para
mixta obligatoria, así como la aplicación de currícu- todas las clases sociales, ni todos los niños sean
lums exactamente iguales para niños y niñas, que de familia rica o pobre reciben la misma educación
comparten profesores y espacios. ni en las mismas condiciones en el colegio de su
barrio, ni mujeres y hombres acceden a los mismos
También en los años ochenta, la cantidad de muje- tipos de estudios, ni tienen las mismas oportunida-
res en todos los niveles educativos empieza a igua- des de acceso al mundo laboral con el mismo título.
larse a la de los hombres, y en algunos casos la
supera. Se empieza a conformar así una tendencia Las mujeres han completado hoy su acceso al
que aumenta y dura hasta nuestros días, en la que mundo laboral en España, y lo han hecho sobre
las mujeres se han matriculado ligeramente más todo a través de trabajos del sector servicios para
que los hombres en la mayoría de los estudios pos- los cuales se requiere una formación superior. Esta
tobligatorios. tendencia, sin embargo, va acompañada de cier-
tas desigualdades que nos hacen preguntarnos si
En lo que sí que sigue habiendo notables dife- esa educación mixta y ese derecho de la mujer a
rencias es en la elección de estudios, lo cual va estudiar en cualquier nivel educativo han conse-
aparejado al proceso de feminización de ciertas guido los objetivos que supuestamente se perse-
profesiones tras la Transición. La mayoría de las guían. Las estadísticas confirman que la posesión
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de títulos de FP y universitarios ayudan antes a los del curso 2009-2010), porcentaje dividido entre las
hombres a encontrar trabajo, y a encontrar trabajos que estudiaban la ESO (11%) y el Bachillerato (79,5%).
mejores; además, se constata que el valor de los En el caso de 2009-2010, el 11,5% de mujeres de 17
ingresos profesionales de los hombres es superior años cursaba la ESO y el 74,3% en el Bachillerato.
al de las mujeres que tienen el mismo nivel de estu- El 0,9% estaban matriculadas en Escuelas de Adul-
dios. tos en 2015 frente al 1,7% en 2010, y el 0% frente al
0,1% en Educación Superior en ambos períodos de
2. LA MUJER ESTUDIANTE EN LA EDUCACIÓN tiempo, respectivamente.
ACTUAL.
Finalmente, por lo que respecta a la franja de los
2.1 En las Enseñanzas Medias. 18 años, el 81,3% de mujeres de esta edad estaban
escolarizadas en 2014-2015 frente al 78,1% de 2010.
En esta etapa educativa, la mujer estudiante juega El porcentaje de alumnas en ESO correspondía al
un papel muy importante que abordaremos en el 1,2% en 2015 frente al 1,1% de cinco años antes. El
presente documento a través de las estadísticas de 34,2% estudiaba en la educación secundaria pos-
los últimos años. El objetivo es examinar la presen- tobligatoria en 2015 frente al 34,7% del curso 2009-
cia de las alumnas tanto en la Educación Secunda- 2010. Por otra parte, el 42,1% de las mujeres de 18
ria Obligatoria como en el Bachillerato atendiendo años cursaba educación superior (2015) frente al
también a datos socioeconómicos, las tendencias 36,9% (2010), mientras que el 3,8% (2015) lo hacía
al optar por la salida al mundo laboral o por la con- en escuelas de adultos frente al 5,5% (2010).
tinuación de su formación y su rendimiento acadé-
mico, entre otros aspectos significativos. El porcentaje de mujeres estudiantes de Bachille-
rato que promocionaron curso durante el período
Estadísticas. de 2013-2014 fue del 82,8% en el primer curso y el
80% en el segundo, cantidad que supera a la de los
Durante el curso 2014-2015, 1.868.584 estudiantes hombres: 76,3% y 74,1% en cada curso, respectiva-
se matricularon en la Educación Secundaria Obli- mente.
gatoria y 694.224 en el Bachillerato. En el primer
caso, el 48,6% de matriculados fueron mujeres, En cuanto a la distribución porcentual del alum-
mientras que el porcentaje de alumnas que cursa- nado de Bachillerato según la modalidad cursada,
ron Bachillerato fue el 52,4%. Este último podemos comprobamos a través de los datos del curso 2014-
desglosarlo, a su vez, en dos porcentajes, que se 2015 que la modalidad de Humanidades y Cien-
corresponden con las modalidades del Bachille- cias Sociales es cursada por una mayor cantidad
rato presencial (donde el 52,6% eran alumnas) y de mujeres, en concreto, el 53,9% frente al 44,5%
del Bachillerato a distancia (donde el porcentaje de de hombres. Por su parte, un 38,9% de alumnas
mujeres estudiantes fue del 49,3%). de Bachillerato se decantan por la modalidad de
Ciencias y Tecnología, porcentaje menor que en el
Otro dato por considerar son las tasas netas de caso de los alumnos (un 50,8%). Finalmente, por lo
escolarización de 16 a 18 años en el sistema educa- que respecta a las Artes, un 6,6% de mujeres estu-
tivo. En cuanto a la franja de los 16 años, un 95,7% diantes elige cursarla, frente al 4,1% de los hombres
de mujeres estaban escolarizadas durante el curso estudiantes de Bachillerato.
2014-2015; de ellas, el 28,6% aún permanecía en la
ESO y el 66,9% estaban matriculadas en el Bachille- Cabe señalar del mismo modo el porcentaje de
rato. En el curso 2009-2010, las cifras eran diferen- mujeres aprobadas en las Pruebas de Acceso a la
tes y se aprecia una leve evolución desde entonces, Universidad el año 2015. Un 91,9% de las matricula-
pues observamos que el 95,1% de las mujeres for- das aprobaron en la convocatoria de junio frente al
maban parte del sistema educativo; 31,7% en la ESO 74,4% en la convocatoria siguiente correspondiente
y 63,2% en el Bachillerato. El resto, un 0,2%, estu- a septiembre. Esta cifra es algo menor que la de los
diaba en las Escuelas de Adultos (dato referente al hombres aprobados.
2015) frente al 0,3% que lo hacía en 2010.
El abandono tras la educación obligatoria es otro
En el pasado curso 2014-2015, un 91,3% de mujeres factor relevante digno de atención y análisis. Según
de 17 años estaban escolarizadas (frente al 87,5% las estadísticas oficiales, el porcentaje de mujeres
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de 18 a 24 años que no ha completado el nivel de al alumnado: la UNESCO recomienda un ratio de un


Educación Secundaria de segunda etapa y que no orientador por cada 250 alumnos, siendo la media
sigue ningún tipo de formación fue en el año 2015 estatal de uno por cada 1,800.
del 15,8%; cifra que ha registrado una disminución
considerable desde hace varios años: en 2005, Una de las problemáticas que entra dentro de las
el porcentaje se situaba en el 24,7%. La diferencia que tienen las mujeres que enfrentar por el hecho
en el abandono educativo temprano con respecto de ser mujeres, es el acoso sexual en institutos a
a los hombres estudiantes es de casi diez puntos alumnas por parte de profesores. Este se da en
más para ellos. porcentajes más elevados que en otros niveles
educativos, y genera una especial preocupación a
Sobre las necesidades educativas especiales en el nivel social ya que en la mayoría de ocasiones no
curso 2014-2015, fueron un 1,7% de mujeres en la existe un mecanismo para que las víctimas puedan
ESO las que las necesitaron y un 0,3% en el Bachille- denunciar la situación, dándose el caso de que los
rato, frente al 3,2% y 0,6% de los hombres en uno y docentes implicados continúen dando clase en
otro nivel respectivamente. el mismo centro sin que se sepa más allá de las
paredes del aula, llegando a reincidir. Este es un
En cuanto al acoso escolar este es un fenómeno problema que afecta especialmente a las mujeres
de violencia interpersonal injustificada que ejerce estudiantes, y justo en la edad en la que cursan
una persona o grupo contra sus iguales en el con- sus estudios en institutos y CEIP las alumnas se
texto educativo y que tiene efectos de victimización encuentran en un grado de mayor vulnerabilidad,
en quien lo recibe. Esta violencia puede ser física o puesto que es durante la adolescencia cuando está
psicológica, y se produce de forma continuada en fraguándose la adulta que será en un futuro y la
el tiempo. La socialización diferenciada en función falta de autoestima e inseguridades propias de esta
del sexo, que comienza desde los primeros niveles etapa forman un caldo de cultivo del que el agresor
educativos, crea unos estereotipos de género que se aprovecha.
favorecen la desigualdad y contribuyen al acoso
escolar cuando el alumno o alumna no sigue dichos Otra situación a tener en cuenta son los embara-
estereotipos o pautas. En la Educación Secunda- zos adolescentes. En 2013, la Junta Directiva de la
ria es cuando se pronuncian en mayor medida las Federación de Planificación Familiar Estatal (FPFE)
diferencias entre los comportamientos de ambos advertía que los embarazos precoces podrían
sexos. Según datos de 2015, el 51% de los afectados aumentar con motivo de la crisis económica. En
por acoso escolar son chicas; los casos se produ- un contexto en el que a los estudiantes de familias
cen en su mayoría entre los 12 y los 13 años, edad a obreras cada vez les es más complicado estudiar
partir de la cual las niñas salen perdiendo en rela- y el bolsillo del pueblo trabajador hace mella, las
ción al bullying, aunque los datos que podemos perspectivas de futuro se desmoronan. Con esto,
tener son muy variables pues una importante can- la idea de maternidad y las relaciones sentimenta-
tidad de estudiantes no quiere o no puede recono- les tóxicas van cobrando una mayor importancia
cerlo. entre los adolescentes. Los recortes en programas
de educación sexual e incluso el peso que pueda
Debemos dedicar especial atención a problemas llegar a recuperar la religión en la educación termi-
que pueden llegar a tener las estudiantes, especial- nan por agravar la situación.
mente durante sus estudios en el instituto, y con
razón de su género, puesto que en muchas oca- Por otro lado, en el curso 2013-2014, 54 centros
siones se encuentran desprotegidas y no cuentan privados y concertados que segregan por sexo (16
con el apoyo de docentes y orientadores del centro. en Cataluña, 11 en Madrid, siete en el País Valen-
Esta desprotección se ve agravada por los constan- ciano, cinco en el País Vasco, cinco en Galicia, tres
tes ataques a la educación pública, ya que con la en Castilla León, tres en Navarra, dos en Murcia, uno
mayor carga de trabajo a los profesores (masifica- en Cantabria y uno en La Rioja) recibieron ayudas
ción de aulas, aumento de horas...) estos no tienen públicas. La mayoría de estos centros son de carác-
las suficientes herramientas para poder hacer ter religioso y aseguran que la educación diferen-
seguimiento o siquiera advertir determinadas situa- ciada aumenta el rendimiento de los alumnos; sin
ciones. De igual manera ocurre con el equipo de embargo, diversos estudios desmienten dicha afir-
psicólogos que en principio deben ayudar y orientar mación y ponen sobre la mesa que separar a niños
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y niñas aumenta los estereotipos de género y legi- A pesar del elevado rendimiento de las estudiantes
tima el sexismo institucional. en estos niveles educativos, por encima incluso que
el de los hombres, los datos también indican que el
Por último, y no por ello menos importante, es reve- índice salarial de las mujeres que tienen el título de
lador examinar el índice de salarios anuales en Educación Secundaria Obligatoria o el de Bachille-
2014 según el nivel de formación alcanzado y las rato es considerablemente menor que los hombres
diferencias entre hombres y mujeres, poniendo el con los mismos estudios. Esto es una evidencia de
foco sobre las Enseñanzas Medias. En el caso de la discriminación laboral y salarial hacia las muje-
las mujeres que han alcanzado la primera etapa de res, las cuales siempre salen perjudicadas sea
Educación Secundaria, si el índice medio salarial cual sea su formación. Hablamos de un problema
se encuentra en el 72,1, el de ellas se sitúa en 59,1, estructural cuyos síntomas afloran también en el
frente al 78,2 de los hombres que han cursado la ámbito educativo y pueden demostrarse a través de
misma etapa. Por otro lado, el índice salarial en el datos como los que hemos ido viendo más arriba.
caso de los asalariados que poseen estudios de la La mujer estudiante de Enseñanzas Medias, así
segunda etapa de la Educación Secundaria es de pues, no se mantiene al margen de este problema.
88,4, pero se reduce a 73,0 para las mujeres y se
eleva a 96,6 para los hombres. 2.2 En la Formación Profesional

Conclusiones A continuación se inicia un apartado enfocado a los


ciclos de Formación Profesional. La FP a día de hoy
A la luz de los datos que se han aportado previa- de divide en tres niveles: Básica (no necesario el
mente, podemos extraer una serie de conclusiones graduado escolar), Media (se necesita el graduado)
sobre el papel de la mujer estudiante en las Ense- y Superior (se necesita haber cursado una FP Media
ñanzas Medias y su futuro una vez acabada esta o el Bachiller y con ella se puede acceder a la uni-
etapa. versidad). En líneas generales la presencia de la
mujer ha sido mucho menor, pero ascendente; y el
En primer lugar, destaca el rendimiento académico elemento más destacable es la división por género
de las alumnas de la Educación Secundaria Obliga- de las diferentes ramas.
toria y el Bachillerato, que por lo general supera al
de sus compañeros. Esto se aprecia no solo en el Estadísticas
elevado número de mujeres estudiantes que pro-
mocionan a los respectivos cursos; también por las La Formación Profesional es el nivel educativo que
menores necesidades educativas especiales y las más se intenta incentivar, y en el curso 2014-2015
relativamente bajas posibilidades de abandono del hubo un aumento respecto al curso 2009-2010 del
sistema educativo. 27,8% en Grado Medio y del 37,3% en Grado Supe-
rior. La mujer en Formación Profesional representó
También llama la atención que la mayoría de muje- ese curso el 28,6% del alumnado en FP Básica, el
res estudiantes de Bachillerato se decanten por 43,0% en Grado Medio y el 47,7% en Grado Supe-
la modalidad de Humanidades y Ciencias Socia- rior. Si bien cada vez tiene una mayor presencia, su
les y que más mujeres que hombres sigan la rama situación no difiere especialmente en comparación
artística, mientras que por el contrario la mayoría a otros niveles educativos, donde hay una división
de alumnos eligen cursar Ciencias y Tecnología. de grados según sexo, siendo en la FP titulaciones
En la sociedad actual todavía tiene un gran peso la con alta presencia femenina Imagen Personal, Ser-
perspectiva sexista como condicionante en la elec- vicios Socioculturales y a la Comunidad y Sanidad;
ción de estudios, una perspectiva basada en este- y siendo mucho más baja en Instalación y Manteni-
reotipos asociados al género (que consideran a la miento, Transporte y Mantenimiento de Vehículos, y
mujer menos capacitada para estudios técnicos, Electricidad y Electrónica.
relacionados con la ciencia y la tecnología, y más
predispuesta para estudios relacionados con los Actualmente, a nivel europeo, en 2014 casi el 48%
cuidados) y en la histórica división sexual del tra- de los estudiantes estudió FP, del que el 44% eran
bajo. mujeres. La menor presencia de las mujeres en la
FP es algo que se repite en todos los Estados de la
UE exceptuando Bélgica (52%). España es uno de
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los países con mayor presencia femenina en for- (86’07%), Técnico en farmacia y parafarmacia
mación profesional, con el 46% de alumnas, pero (84,73%) y Técnico Superior en Comercio Inter-
seguimos viendo una división en lo que respecta a nacional (59,49%). También llamaron la atención
la presencia de mujeres según el tipo de estudios. sobre la baja presencia en las FP relacionadas con
Siendo así, el pasado curso 2015-2016 cerraría con la industria. Actualmente, las estudiantes matricu-
las estadísticas de matriculación siguientes. ladas en FP a distancia suponen un 61,1%.

Ilustración 1: Distribución porcentual del alumnado matricu-


lado en Formación Profesional según sexo, por familia profe-
sional. Curso 2014-2015. Ciclos Formativos de FP Básica Ilustración 4: Porcentaje de módulos superados en relación
con los evaluados por enseñanza (presencial), sexo y titulari-
dad del centro. Curso 2013-2014

Si bien en los últimos años vemos un incremento


de mujeres estudiando en la FP, siendo un 38%
del total de los estudiantes en el 2013, y siendo el
porcentaje de módulos superados por las mujeres
Ilustración 2: Ciclos Formativos de Grado Medio mayores, como vemos en la anterior gráfica, esto
no se ha traducido en una mayor inserción laboral:

Ilustración 3: Ciclos Formativos de Grado Superior

Contrastando con datos del curso 2005-2006, la


brecha entre hombres y mujeres era aún mayor, lo Ilustración 5: Encuesta de Población Activa, Sexo Segunda
que viene llamando especialmente la atención en etapa de educación secundaria con orientación profesional
las ramas de edificación y obra civil (6,7%); madera (incluye educación postsecundaria no superior)
y mueble (4,7); fabricación mecánica (2,3); electrici-
dad y electrónica (2,2%); mantenimiento y servicios Conclusiones
a la producción (1,9%); mantenimiento de vehículos
(1,6%); y marítimo pesqueras (8%). Si atendemos a Con los datos anteriores podemos establecer una
datos del anterior curso 2013-2014, vemos cómo serie de conclusiones claras en torno a la situación
ha habido una leve variación en la representación objetiva de la mujer en la FP.
femenina en la FP, siendo del 43,2 en Grado Medio
(un aumento del 0,2%) y 48,1 en el Grado Superior En esta rama educativa se continúa observando las
(que supone un descenso del 0,4). consecuencias de la división sexual del trabajo de
una manera mucho más directa. Observamos cómo
Según el CEAC (Centro de Estudios a Distancia), en todavía permanecen determinados estudios donde
el grado de Laboratorio de diagnóstico clínico el la presencia de la mujer es residual o incluso nula;
85,53% eran mujeres, y junto al grado en Dietética así como otros estudios donde se da el proceso
(75,86), supondría uno de los títulos más feminiza- inverso.
dos. Otras titulaciones en la lista serían Adminis-
tración y Finanzas (84’38%), Gestión Administrativa
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La mujer no elige ciclos relacionados con el sector es, que la gran mayoría de las mujeres seguían sin
industrial, sino que predomina en el sector servi- tener acceso a la universidad.
cios y además en grados cuyo nivel de inserción
laboral es más bajo, ya que el número de mujeres Por otro lado, que aunque a día de hoy en la mayo-
que trabaja tras finalizar su FP es menor, y por tanto ría de ramas haya más mujeres universitarias que
las condiciones tras sus estudios serán peores. hombres, sigue existiendo esa idea de que hay
carreras más enfocadas al hombre.
2.3 En la Universidad
3. ESBOZO DE LA MUJER TRABAJADORA EN EL
El siguiente apartado se centra en el análisis de la SISTEMA EDUCATIVO.
situación de la mujer estudiante dentro del ámbito
educativo de la educación superior no obligatoria Hasta ahora se ha abordado la cuestión de la mujer
universitaria en tanto que estudiante. Sin embargo, y a pesar
de que el FdE es un sindicato de ámbito estudian-
Estadísticas til, cabe hacer un breve esbozo de la realidad de
la mujer trabajadora en el ámbito de la educación.
La mujer inicia su entrada en la universidad espa- ¿Por qué es importante esta cuestión para el estu-
ñola en el siglo XIX, pero no es hasta 1910 cuando se diantado? Es necesario que el sindicato estudian-
regula su situación. Tras ello el número de mujeres til y su militancia conozcan la realidad de los y las
ha aumentado muy rápido: en 1940, representaban trabajadoras de su centro de estudios. Por un
el 12.6% de los universitarios. En 1970, el 31%; en lado, porque las estudiantes de hoy, mañana sere-
2000, el 53% y el 54% en 2010. La tasa de éxito es mos esas trabajadoras a las que nos referimos,
mayor que la de los hombres. y es importante conocer la realidad de un sector
tan feminizado como lo es la educación. Por otro,
Al igual que en la FP, aunque no tan elevada, con- porque los y las estudiantes tenemos también que
tinua habiendo una clara tendencia a la división conocer la situación de esas trabajadoras con las
por sexo de determinadas titulaciones. Así vemos que compartimos nuestra realidad más inmediata
como mientras que en Ciencias de la Salud, Artes y y cuyas reivindicaciones debemos apoyar, tratando
Humanidades y Ciencias Sociales y Jurídicas el por- de avanzar hacia la unidad en la lucha del conjunto
centaje es mayor de mujeres que de hombres; en de la Comunidad Educativa.
Ingeniería y Arquitectura el porcentaje no alcanza el
30% debido a los roles históricos del ámbito privado Sin embargo, llegados a este punto, vemos que nos
a los que la mujer ha estado sometida. Como vemos enfrentamos a una importante barrera: la esca-
en la siguiente gráfica con datos actuales, vemos sez de fuentes de información que describan de
cómo esta tendencia se mantiene. forma global y objetiva cuál es esta situación. Pre-
cisamente éste, también es un elemento a desta-
car, pues aun siendo la enseñanza un sector con un
mayor porcentaje de trabajadoras, las instituciones
no se han ocupado en analizar en profundidad esta
cuestión. Como vemos, es un espectro muy amplio
que engloba diversas categorías laborales con una
realidad que, aunque común, es muy diversa. Dadas
Conclusiones estas circunstancias, abordaremos la cuestión
planteando un análisis tanto cualitativo como cuan-
Esto demuestra, por un lado, que el acceso a los titativo que nos permita estudiar esta cuestión de la
estudios superiores por parte de las mujeres fue forma más completa y rigurosa.
dificultoso y un logro y un avance de la sociedad.
Se ha de entender que, en un primer momento y 3.1. La mujer trabajadora en la Educación
hasta la democratización del acceso a la universi- Pública.
dad que se dio en los ochenta gracias a las luchas
estudiantiles, el perfil mayoritario de mujeres que En un primer lugar atenderemos a la mujer traba-
tenían acceso a la universidad eran pudientes, esto jadora en la educación en los puestos que com-
prenden los diferentes niveles de la Administración
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Pública, pues es de esta forma como mejor se anteriormente. Haremos una clara diferenciación
pueden organizar los datos estadísticos. entre Personal de Administración y Servicios (PAS)
y Personal Docente y de Investigación (PDI). Así, en
Cabe señalar que la educación es un ámbito en el cuanto al PDI observamos que el personal funcio-
que hay más mujeres que hombres, representan nario es de 27.877 hombres frente a 15.507 muje-
un 66,5% del total de trabajadores de la enseñanza res; el personal laboral de 31.110 hombres frente a
(EPA). Para analizar en profundidad esta cuestión, 24.744 mujeres; en cuanto a otro tipo de personal
nos remitimos a los datos objetivos incluidos en el encontramos 480 hombres y 349 mujeres. Por
Boletín Estadístico del personal al servicio de las otro lado, si miramos las cifras correspondientes al
Administraciones Públicas de julio de 2016, en el PAS, observamos que el personal funcionario es de
cual se incluyen tres categorías: personal funciona- 8.546 hombres y 16.936 mujeres; el personal labo-
rio, personal laboral y otro tipo de personal. ral es de 11.219 hombres y 9.028 mujeres; y otros
tipos de personal suponen 1.846 hombres y 4906
Enseñanzas no universitarias mujeres.

El personal funcionario de carrera sería aquel que


ha superado un proceso selectivo de oposición,
dispone de un nombramiento en el que se reco- Conclusiones
noce dicha condición y trabajan para la Adminis-
tración Pública. Aquí encontraríamos, en julio de Hasta ahora se han presentado los datos de las
2016, 115.520 hombres frente a 259.222 mujeres. En fuentes oficiales. Sin embargo es necesario ana-
cuanto al personal laboral -aquel que en virtud de lizarlos. En primer lugar, se atenderá a la cuestión
un contrato de trabajo presta servicios retribuidos de la igualdad económica, esto es, la igualdad sala-
por las Administraciones Públicas-, habría 8.617 rial entre hombres y mujeres en el ámbito de la
hombres y 33.927 mujeres. educación. En este sentido vemos que dentro de
este sector concreto, el de la enseñanza, se esta-
Por último, se engloban en la categoría de “otro per- blece una segregación vertical que determina que
sonal” las tipologías de personal eventual (quien, las mujeres ocupen los puestos peor pagados y
en virtud de nombramiento y con carácter no per- con menor valoración social. Si nos remitimos a
manente, realiza funciones de confianza o aseso- las cifras, vemos como en las primeras fases de la
ramiento especial); funcionarios interinos (quienes educación, peor remuneradas, nos encontramos
son nombrados para el desempeño de funciones a una mayoría de trabajadoras frente a una mino-
propias de personal funcionario de carrera cuando ría de hombres que, sin embargo, son mayoría en
se den las circunstancias recogidas en el artículo las enseñanzas universitarias y en concreto como
10 del Real Decreto legislativo 5/2015, de 30 de Personal Docente y de Investigación. Es decir las
octubre); funcionarios de plazas no escalafonadas diferencias salariales entre los primeros niveles
(declarados a extinguirse por la Ley 30/1984, de 2 educativos y la universidad son considerables,
de agosto). Sabemos, sin embargo, que la mayo- encontrándonos una mayoría de mujeres en el
ría de los puestos de trabajo englobados en esta escalón de los niveles peor pagados.
categoría se corresponden a los llamados interinos.
En total atendemos a las siguientes cifras: 33.823 Esto, por otro lado, no es casualidad. Si hacemos
hombres y 79.510 mujeres. una valoración cualitativa de los puestos en los
cuales nos encontramos a una mayoría de mujeres,
De estos datos se extrae que la enseñanza no son aquellos que están enfocados a los cuidados,
universitaria es un sector extremadamente femi- es decir, esas tareas que históricamente han estado
nizado, donde hay una gran mayoría de mujeres tra- asociadas a la mujer, de carácter reproductivo y
bajando. todo lo inmediatamente relacionado con ello (edu-
cación, enfermería, etc.), mientras que al hombre se
Enseñanzas universitarias le atribuía el trabajo productivo. Vemos una mayor
feminización en las enseñanzas no universitarias
Sin embargo, la otra cara de la moneda son las de tal forma que en las primeras fases, donde el
enseñanzas universitarias, en las cuales analiza- alumnado aún necesita de una mayor atención, es
remos las mismas categorías que las analizadas mayor el porcentaje de mujeres trabajadoras en
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cualquiera de los ámbitos. Observamos cómo los Además de esta cuestión, cabe señalar que dentro
sectores laborales ocupados mayoritariamente por de los servicios externalizados encontramos algu-
mujeres responden a aquellos basados en labores nos de ellos muy feminizados, tales como la lim-
de cuidados. Esos roles que le son atribuidos a la pieza o en menor medida la reprografía; y otros
mujer en la economía doméstica, son posterior- tremendamente masculinizados como pueden ser
mente reproducidos en el momento en el que la los relativos a las cuestiones de seguridad.
mujer accede al mercado laboral.
4. LAS REIVINDICACIONES DEL FRENTE DE
En este panorama tan feminizado, la universidad es ESTUDIANTES.
la excepción. En cuanto a PDI hay una mayoría de
hombres. Estos puestos coinciden con los de un El Frente de Estudiantes se posiciona al lado de toda
mayor salario. Sin embargo, los puestos referentes reivindicación que apoye la igualdad entre muje-
a la Administración y Servicios (PAS), el número de res y hombres dentro de los centros de estudio en
mujeres prácticamente duplica al de hombres. todos los sectores y niveles educativos. Nos opo-
nemos a cualquier tipo de discriminación y segre-
En conclusión, observamos que por un lado existe gación por cuestiones de género, interviniendo en
una brecha de género vertical por la cual las muje- nuestro trabajo diario y de base en las problemá-
res hegemonizan los puestos de trabajo donde el ticas de este ámbito que se den en los centros de
salario es más bajo y que, por otro, estos mismos estudio. El FdE apostará de manera decidida por la
puestos son la reproducción en el ámbito laboral de organización de la mujer en los centros de estudio
los roles socialmente atribuidos a la mujer. De esta para el trabajo de nuestras reivindicaciones, ase-
forma, sólo el 21% de profesoras universitarias son gurando la igualdad real en nuestra estructura sin-
catedráticas y únicamente existen 3 rectoras en dical y persiguiendo todo acto discriminatorio que
todo el Estado. pueda darse en la misma.

3.2. La mujer trabajadora en la Educación Pri- Desde el Frente de Estudiantes consideramos que
vada la mujer ha avanzado históricamente gracias a su
lucha, una lucha que heredamos y mantenemos
En materia de personal docente y de administración para poder llegar a las reivindicaciones posterior-
la situación es más o menos similar a la del sector mente expuestas. La mujer estudiante, en especial
público, si bien es cierto que existe una notoria aquella de extracción obrera y popular, ha conse-
diferencia salarial entre ambos sectores así como guido romper con roles y discriminaciones impues-
una diferencia y empeoramiento de las condicio- tos históricamente por la división sexual del trabajo,
nes laborales en el sector privado. Sin embargo, en pero muchos de estos continúan presentes y arrai-
cuestión de cifras y porcentaje de mujeres en los gados en nuestra sociedad y, por tanto, en nuestro
diferentes niveles, éstas se corresponden al análi- sistema educativo. La mujer ha entrado en el ámbito
sis realizado anteriormente. social público, pero en una situación de inferioridad
económica y en cuanto a los puestos de dirección,
Por otro lado nos topamos con los servicios exter- fruto, en muchas ocasiones, de las ramas educati-
nalizados, aquellos servicios públicos explotados vas o estudios que se eligen a raíz de la perpetua-
por empresas privadas. Esto no sólo tiene unas ción de estos roles en la actualidad.
nefastas consecuencias en cuanto a las condicio-
nes laborales de los y las trabajadoras del servicio En resumen, los avances de la mujer han sido
externalizado, así como de la calidad del propio muchos, pero todavía queda mucho por hacer y
servicio (que en el ámbito de la educación reciben conquistar. Por ello, desde el Frente de Estudiantes,
los estudiantes), sino que también supone ahondar destacamos las siguientes reivindicaciones y pro-
en la brecha salarial de género, mayor en el sector puestas concretas:
privado que en el sector público. Esto nos lleva a la
conclusión de que la privatización de servicios, de • Crear una Ley Educativa, con el aporte de toda
tendencia creciente en la educación y en especial la comunidad educativa donde:
en las universidades, favorece la discriminación
salarial de género.
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1. Estén contemplados todos los mecanismos • Anómala: anormal, que es distinto de lo general
necesarios para acabar con la discriminación o de lo común o se aparta de su estado natural
de género y respete la diversidad sexual. o de las condiciones que le son inherentes.

2. Se tenga en cuenta a las principales autoras • Exigua: que es escaso o insuficiente


y mujeres que determinen y hayan determi-
nado la historia y la ciencia u otras disciplinas • Coyuntural: que es, sucede o se hace en alguna
artísticas y literarias, así como contenidos en ocasión, pero no de forma habitual ni por cos-
torno a la lucha y los avances que la mujer ha tumbre.
dado a lo largo de la historia. Elemento que
debe darse de una manera obligatoria para • Emancipación: liberación respecto de un
todos los centros y docentes. · poder, una autoridad, una tutela o cualquier otro
tipo de subordinación o dependencia
3. Esta Ley deberá incidir en una educación
que conciencie desde los primeros años de • Vanagloriar: presumir o jactarse de los propios
la Educación Infantil y deberá estar dotada méritos o cualidades.
de formación especial en educación afecti-
vo-sexual. • Género: se refiere a los roles socialmente cons-
truidos, los comportamientos, actividades y
• Asegurar la igualdad salarial entre hombres atributos que una sociedad dada considera
y mujeres en todos los centros de estudio, así apropiados para los hombres y las mujeres.
como establecer los mecanismos necesarios
para que la mujer llegue a puestos de dirección • Sexo: se refiere a las características biológicas
en igualdad con los hombres. y fisiológicas que definen a hombres y mujeres.

• Establecer las medidas necesarias para asegu- BIBLIOGRAFÍA


rar la conciliación familiar en igualdad de géne-
ros, acabando así con el papel reproductor y Amo del Amo, María Cruz del, “La educación de las
cuidador asignado tradicionalmente a la mujer. mujeres en España: de la “amiga” a la Universidad,
en Participación Educativa, Madrid: Consejo Escolar
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fomenten la segregación sexual, ya que perpe-
túan los roles históricos y estereotipos tradicio- Puelles Benitez, Manuel de, Historia de la educa-
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la Revolución de 1868”, Ministerio de Educación y
• Exigir a todo centro e institución educativa que Ciencia, 1982.
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• Derogar: dejar sin efecto una norma jurídica o en España (1887-1950)”, Revista de Educación, nº
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