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Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Filosofía y Letras.

Sistema Universidad Abierta y Educación a Distancia-SUAyED.


Licenciatura en Pedagogía

Administración Educativa.

Asesora: Minerva Nava Amaya.

Unidad 1; Actividad 1.

Jean Carlo Medina Pérez.


420043652
Un Siglo de Educación en México.

La concepción del sistema educativo mexicano se haya basado en el pasado mismo de este
y sus altibajos en el desarrollo de la educación, pues posee una identidad específica, la cual
data de sus inicios y son los que le han dado paralelismo respecto a los sistemas educativos
propiamente dicho. A lo largo del siglo XX, México ha atravesado cinco modelos, los
cuales son parte de su historia y apreciación actuales.

En primer lugar, encontramos el llamado “Proyecto Vasconcelista”, mismo que se ubica en


el periodo de tiempo de 1921, con el cual el impulso de la educación y cultura, hasta el
punto de decir el mismo Vasconcelos “Solo los libros sacarán de la barbarie a este país”, y
es que se afrontaba un periodo postrevolucionario en el que el objetivo principal fue la
reconstrucción; de tal manera que esta situación acarreo a la postre la creación del
ministerio de Educación Pública, a la vez que se buscaba implementar modelos que
condujeran, mediante la apuesta hacia la alfabetización y aumento de presupuesto para
contratar maestros, crear bibliotecas y expandir el sistema educativo, aumentar e impulsar
la cultura; y el desarrollo de la Secretaría de Educación Pública, la aplicación de la llamada
“escuela activa” todo ello por medio de las fuerzas impulsoras que condujeron a
Vasconcelos fueron por un lado las demandas populares en que se insistía que la educación
era necesaria para el México de esa época, mientras que por otro lado la obtención de
recursos por medio de la alfabetización de los mexicanos a la vez que las ideas extranjeras
influenciaban al proceder nacional en la formación cultural y de arte.

En segundo término, “El Proyecto Socialista” concebido para el año 1934- 1946, con el
cual se buscaba la defensa de la educación en función de la equidad social, la cual se
encontraba fundamentada e influenciada es el pensamiento de Marx y Lenin la cual
pretendía una transformación de las estructuras sociales , aunado con la concepción
contraria y opuesta a lo ya establecido, es decir la influencia y acción de la Iglesia Católica
en la educación, esto sin tomar en cuenta que este modelo no solamente brindaba la
educación en cuanto al sistema educativo, sino que también proveía de edificios, escuelas,
maestros y demás , todo lo anterior, desemboco en la reforma del artículo tercero de la
Constitución Política y para el año 1933, la elaboración de un proyecto claramente
socialista por parte los diputados; sin embargo el entonces presidente constitucional
Abelardo Rodríguez, considero como improcedente, al llamar a este proyecto y toda idea
socialista como irrealizable y desadaptada, lastimosamente, para el periodo presidencial de
Calles, es retomado el proyecto y para el periodo presidencial de Lázaro Cárdenas, se
adopta la educación nacional socialista al estar emparejado con sus ideales políticos, lo cual
rápidamente tuvo respuesta negativa por parte de diversos grupos y actores sociales.

De este modo, la implementación de la escuela racionalista sustentaba que la enseñanza


debería de regiré y basarse en el trabajo con ideales de justicia y solidaridad; atrajo posturas
contrarias en los magisterios

Para el caso del proyecto socialista, las fuerzas impulsoras se encaminaron en 3 ejes
principales de los cuales las demandas por incrementar el marco de educación mexicano, la
necesidad de que el pueblo de México se convenciera y actuara a favor de aumentar y
colaborar en el trabajo, así como de manera central, la tendencia de progreso que
encontraba su fundamento en la educación y fuera del sistema social propiamente dicho; sin
embargo la educación gratuita y obligatoria sentaron las bases para que el crecimiento de la
misma, fuera exponencial y cuya idea aún se considera como vigente aunque sea solamente
de palabra.

Continuando con los modelos, para los años de 1942- 1970, se desarrolla el proyecto
denominado de “unidad nacional” con el cual se acompañó a la conciliación nacional en los
mandatos presidenciales de Manuel Ávila Camacho y de Adolfo Ruiz Cortines
respectivamente, en los cuales se tenía un interés mayoritario en la educación urbana frente
a la rural con miras a fomentar la industrialización y formación de clases medias así como
superar las consecuencias hasta cierto punto fatalistas del modelos educativo socialista. De
tal manera que para el año 1939 con la aprobación de la Ley Orgánica, representó un
intento inicial por terminar con los conflicto aun latentes especialmente por las posturas
antirreligiosas, así estableciendo el principio de fraternidad universal, del mismo modo en
que Torres Bodet, designado por Ávila Camacho como secretario de Educación, logra la
aprobación del articulo 3 constitucional en el cual se abolía el termino “socialista” y se
sustituye por los principios de educación humanista, laica, nacionalista, democrática e
integral con aun la persistencia de restricciones clericales y religiosas hasta su derogación
para los años 1991 y 1992.

Para el caso de la “Unidad Nacional”, la necesidad de incrementar las posibilidades de


estudio por parte de la política nacional, las exigencias del magisterio en función de la
atención vocacional, los conflictos por los intereses magisteriales y gubernamentales en
relación con la educación por sectores (urbano-rural), las tendencias de progreso que
buscaban una incipiente “orientación vocacional y educativa” con frutos de formación
técnica, así como buscar refrenar las tensiones con la Iglesia, fueron los actores de las
fuerzas impulsoras para este periodo de tiempo.

Sin embargo, el proyecto de “Unidad Nacional”, se enfrento a circunstancias de conflicto


económico, social y político, lo cual refreno en cierto punto el proceder de este, no
obstante, los avances y logros en tanto la expansión del sistema educativo y la creación de
instituciones, acarreo la creación del Instituto Federa de Capacitación del Magisterio, así
como la implementación de campañas de alfabetización, la renovación de planes de estudio,
en resumen, una educación para todos.

Durante la presidencia de Lázaro Cárdenas del Río, la creación del Instituto politécnico
nacional para el año de 1936, marcan el inicio de un proyecto nacional en la producción y
empleo de la enseñanza general con la finalidad de ubicar el trabajo productivo dentro de
las instituciones con un enfoque en la clase trabajadora, esto con la finalidad de que la
población se considerara competente en el ámbito laboral. Con la creación del IPN, se
comienza la creación de varias escuelas prevocacionales y vocacionales, así como institutos
tecnológicos regionales que formaron parte de la SEP.

El proyecto técnico, se vio enmarcado por la pretensión del gobierno a la educación total
frente a la postura magisterial en el camino a seguir en el tema educativo, así como por el
crecimiento de la misma formación hasta la educación profesional en torno a la
productividad masificada y la concepción nacionalista frente a la internacional que
desembocaron en la mira puesta en las competencias profesionales pueden ser consideradas
como las fuerzas impulsoras para el periodo comprendido para el “Proyecto técnico”.
Mientras que las principales deficiencias que se puede mencionar son la baja escolaridad de
la fuerza de trabajo, lo cual denota una segregación en los diversos sectores, desajuste de
programas de capacitación frente el desempleo y el crecimiento masivo de la llamada
economía informal, así como la deficiencia de los programas educativos, la baja calidad de
capacitación resulta en este periodo.

Lo anterior abrió la puerta para el “Proyecto modernizador” el cual comprende su inicio


para el periodo de 1970-1976 bajo el mandato presidencial de Echeverria, y es hasta el
periodo del entonces presidente Salinas de Gortari en que es redefinido y enfatiza algunas
características. Es destable la mención de tres líneas concretas de acción, de las cuales la
primera es la reforma educativa en el periodo presidencial de Luis Echeverria, la segunda,
el impulso de la educación primaria para todos los niños y la inclusión educativa mediante
la federalización, así como la calidad que se coloco en la educación fueron claves para su
desarrollo. Así mismo la búsqueda de la transformación de la economía nacional y la
búsqueda de un cambio de mentalidad y la distribución de las oportunidades fueron otras de
las características que han hecho resaltar este periodo; Por otra parte la adopción de la
concepción de aprendizaje a partir del constructivismo psicológico, los planes y programas
de estudio con objetivos precisos resultó con la elaboración de nuevos libros de texto y a
adecuación a cinco criterios: el carácter permanente de la educación a lo largo de la vida, el
desarrollo de la actitud científica, la conciencia histórica, la relatividad de todo
conocimiento como condición para adaptarse al cambio y preparación para una convivencia
tolerante y el énfasis en el aprendizaje activo (aprender-aprender), se colocaron
rápidamente en los diversos niveles educativos.

En el caso de este modelo, las peticiones de los gobernados en cuanto a las instituciones
capaces de desempeñar una labor educativa para con ello y mediante ello, aumentar y
cubrir las necesidades intelectuales de los mismos, el interés del poder, la tendencia
progresista basada en el anhelo y necesidad de <<progresar>> en la implementación de
carreras técnicas sociales y de investigación con miras al progreso, así como la influencia
global en la productividad, dictaron las fuerza impulsoras para el llamado proyecto
modernizador.

Por su parte, la orientación primordial del proyecto de desarrollo se asignan sentadas en el


Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica y Normal de 1992 y en la
Ley General de Educación promulgada un año después; los cuales pueden resumirse en
tres planos de los cuales el primero se relaciona con las nuevas coordenadas políticas,
económicas y sociales basados en la apertura y globalización de la economía hacia un plano
educativo y productivo; en segundo lugar, la federalización con la que se decide ampliar los
márgenes de autonomía que se conduce hacia “un ejercicio creciente de democracia
comunitaria”, mientras que en el plan de la acción pedagógica se avanza hacia una calidad
educativa que se basa en la atención al maestro y el sistema de actualización y superación,
la evaluación y promoción del magisterio, así como el incremento de salario, del mismo
modo que la reestructuración de planes y programas también fue fundamental.

De esta manera, la identificación de las fuerzas impulsoras es esencial para entender el


porque de la implementación de las reformas y estructuras en cada periodo de tiempo y
como es que buscaron impactar y crear modificaciones e lo largo del caminar de los
modelos educativos; de la misma manera, la trasnformación de la mentalidad aunado a las
influencias extranjeras se conjuntan para dar origen a ideologías y pretensiones en las que
como en todo hay aciertos y errores así como posturas a favor y en contra; para el caso de
las instituciones educativas, las fuerzas impulsoras principales, considero que son por una
parte las necesidades tanto de los docentes y de los discentes, así como la influencia social
y global de las estructuras sociales en su confluencia en cuanto a las prácticas educativas,
del mismo modo las presiones de los padres de familia y las condiciones socioculturales.

Como hemos podido observar, la conceptualización de la educación actual se ha afrontado


a retos con los cuales ha sabido salir adelante y sobre todo forjarse una identidad educativa
nacional, la cual si bien con sus altibajos, ha sabido y pretendido de alguna manera cubrir
las necesidades educativas propias de la sociedad mexicana en determinado tiempo y
espacio.

Por su parte los intereses particulares y nacionales influenciados por los intereses
internacionales, han detonado la historia educativa del país a lo largo de este siglo, teniendo
como punto central la Revolución Mexicana a inicios de este.

Bibliografía.
Latapí P. (1998). Un siglo de Educación en México. Biblioteca Mexicana. [PDF]
file:///C:/Users/Acer/Documents/UNAM%20Evo/sexto%20semestre/Administraci
%C3%B3n/un-siglo-de-educacion1.pdf

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