Resumen de Discurso Del Método de Descartes
Resumen de Discurso Del Método de Descartes
Resumen de Discurso Del Método de Descartes
La segunda parte quiere poner remedio a esta situación de las ciencias proporcionándoles
una metodología, un fundamento firme, unos cimientos indiscutibles para cualquier mente
racional. Su método será la duda, pero su objetivo será muy diferente del de la duda
escéptica. Si el escéptico duda para permanecer en la duda, Descartes dudará (o fingirá
dudar) para alcanzar justamente lo contrario: la certeza, la ausencia de posible error, el
fundamento seguro. Es esta duda metódica radical la que le llevará al establecimiento de
un nuevo método simple y claro.
La primera de las cuatro reglas de su método está en íntima relación con esa "duda
metódica": no admitir como verdadera cosa alguna sin conocer con evidencia que lo es,
evitando la precipitación; es preciso partir de principios racionalmente evidentes, es decir,
claros y perfectamente inteligibles.
Las tres reglas siguientes formulan el cauteloso procedimiento que lleva al conocimiento
cierto: dividir los problemas en sus elementos primarios, los cuales se revelarán como
verdaderos o falsos (análisis); reunir y organizar ordenadamente los conocimientos
elementales así obtenidos para ir ascendiendo poco a poco, como por grados, hasta el
conocimiento de los compuestos (síntesis); enumerar y revisar todas las verdades
conocidas para estar seguro de no omitir nada y comprobar si se relacionan las unas con
las otras (enumeración y prueba).
La tercera parte del Discurso del método contiene las denominadas máximas de la moral
provisional. Ello no contradice para Descartes la regla de la duda metódica; ocurre
simplemente que, mientras no se alcance la verdad, es necesario establecer normas
provisionales para dirigir nuestros actos. Estas normas incluyen obedecer siempre las leyes
y costumbres del país; permanecer fiel a las opiniones aceptadas como verdaderas,
mientras no se demuestren como falsas, evitando así las incertidumbres en la
investigación; aceptar las verdades halladas y los hechos inevitables, adaptándose a ellos
en lugar de pretender que se adapten a nosotros; y, por fin, aplicar nuestras vidas al
cultivo de nuestra razón y adelantar todo lo posible en el conocimiento de la verdad según
el método expuesto anteriormente.
La sexta y última parte nos narra las incidencias en la elaboración de la misma obra,
explicando las razones por las que retrasó tres años su publicación (temor a provocar
escándalo, como Galileo, y a ser turbado con eventuales polémicas) y las razones que le
inducen finalmente a publicarlo: mostrar honestamente el resultado de sus estudios y dar
a otros la posibilidad de continuarlos.