Los Peligros de La Lengua 5 Parte
Los Peligros de La Lengua 5 Parte
Los Peligros de La Lengua 5 Parte
I. La Adoración a Dios
El versículo 9 comienza diciendo: Con ella bendecimos a nuestro Señor y
Padre…
Esta era la práctica cotidiana de los judíos, y es también lo que Dios espera
de todos Sus hijos: bendecir a Dios con sus voces, con sus palabras, con sus
mentes, con sus acciones, en general con sus corazones.
Pero notemos además algo de suma importancia que dice Santiago. Los
hombres a los que maldecimos han sido creados a la misma imagen de
Dios. Esto obviamente nos remonta a Génesis 1:26 donde Moisés registra
lo que Dios dijo: Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar,
sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo
reptil que se arrastra sobre la tierra.
Esta es la razón tan importante por la que Santiago se levanta para hacer
esta advertencia. No es correcto, dice en el versículo 10: de la misma boca
proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
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¿Acaso una fuente por la misma abertura echa agua dulce y amarga? 12
¿Acaso, hermanos míos, puede una higuera producir aceitunas, o una vid
higos? Tampoco la fuente de agua salada puede producir agua dulce.
Planteada de una forma diferente, ¿Cuál es la fuente de donde obtienes tus palabras?
Si tu amo es Dios, entonces únicamente debes hablar palabras de bendición. De
bendición a Dios y a los hombres, sin importar si no han sido regenerados.
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Pero, si tu amo no es Dios, entonces lo único que podrás esperar de tu boca son
palabras de maldición, palabras hirientes, palabras engañosas, palabras sutiles para
engañar a otros y apartarlos de Dios.
Este es el peligro de la lengua. Que la lengua engaña con el fin de apartar de Dios a
las personas y dirigirlas por otro camino. Si la lengua no es controlada por el poder
del Espíritu, entonces será un instrumento del infierno que engañará y destruirá
familias, iglesias, etc.