COMPARECENCIA
COMPARECENCIA
COMPARECENCIA
LA COMPARECENCIA
Concordancias:
CPP: arts. 266, 268, 288, 291.
A r s e n io O ré G u a r d ia
Las medidas de coerción procesal y, dentro de ellas, las medidas cautelares, respon
den a ciertos parámetros que, hasta cierto punto, se apartan de las reglas generales propias
del proceso penal común.
Y es que si bien, según las reglas del proceso penal común, toda condena debe estar
precedida del enjuiciamiento, resulta que con las medidas de coerción procesal, paradó
jicamente, los efectos materiales de la condena pueden preceder al enjuiciamiento, bien
para asegurar la realización de esta etapa o bien para discutir en dicha instancia la proce
dencia o no de la condena.
Este divorcio entre la dinámica del proceso penal común y las medidas de coerción
procesal responde al peligrosismo procesal que este último instituto debe procurar, motivo
por el cual resulta justificada la flexibilización de ciertas exigencias que, a la luz del pro
ceso penal común, serían irrenunciables.
De ahí que, además, no sea aconsejable estudiar las medidas de coerción procesal a la
luz de una herramienta metodológica que se concibió a partir de la estructura del proceso
penal -los sistemas procesales tradicionales-, toda vez que, de seguir este lincamiento, se
podrá evidenciar ciertas particularidades privativas de las medidas de coerción procesal
que, por ejemplo, pueden resultar inconsistentes según las reglas de un sistema acusatorio.
Con ello, evidentemente, no se niega la utilidad que tiene el sistema acusatorio para
dar cierto sentido a la configuración legal del proceso penal y de las medidas de coerción
procesal, sino que se destaca el carácter limitado de dicha herramienta metodológica para
explicar todas las particularidades propias de las medidas de coerción procesal™, dentro *1
(*) Texto vigente según modificatoria efectuada por el art. 3 de la Ley N° 30076, publicada el 19-08-2013.
(1) Con ello, lo que se pretende es brindar una explicación del funcionamiento de las medidas de coerción procesal 899
ART. 286 LAS MEDIDAS DE COERCION PROCESAL
de las cuales, por ejemplo, la comparecencia ocupa un lugar singular, al advertir que su
aplicación se produce al margen del principio de rogación de parte, es decir, sin necesi
dad de que el Ministerio Público tenga que formular un requerimiento motivado, ni con
vocarse a una audiencia en la que se debata la eventual procedencia de la comparecencia.
Algo, evidentemente, inconcebible a la luz del sistema acusatorio, según el cual toda deci
sión judicial aflictiva de un derecho debe promoverse a instancia de parte legitimada. En
las siguientes líneas explicaremos esta particularidad.
Dada la intensidad de la afectación de los derechos del imputado que importa la apli
cación de la comparecencia, como sostiene Del Pozo®, se puede afirmar que mientras la
prisión preventiva consiste en un estatus de sujeción, la comparecencia se resuelve en un
estatus de obligación. De ahí que, a decir de la Corte Suprema, la aplicación de la compa
recencia, evidentemente, resulte menos aflictiva que la propia prisión preventiva®.
En esta línea, Del Río Labarthe explica que “[1]a comparecencia es la medida, por
antonomasia, alternativa a la prisión preventiva. Cuando se dan los presupuestos necesa
rios para aplicar una medida cautelar, personal, la prisión preventiva es la elección subsi
diaria, y la comparecencia la medida prioritaria, porque sin duda se está ante una medida
-q u e globalmente considerada- es significativamente menos intensa y cumple los mismos
fines”(6). Con esto, se ingresa al estudio de los fines de la comparecencia y de los presu
puestos procesales.
sin necesidad de llegar a razonamientos, explícitos o implícitos, fundados en relaciones de regla-excepción, tal
y como se ha dejado en evidencia en el siguiente fragmento del Expediente N.° 05267-0-2001-JR-PE-2- Piura,
según el cual se ha indicado que “(...) con arreglo al principio acusatorio, no resulta factible exigirle al fiscal
que en los casos de acusación directa se vea obligado a solicitar una medida coercitiva. En todo caso, si no se
señala, resulta de aplicación la regla general establecida en el artículo 286 del CPP, esto es, si el fiscal no soli
cita presión preventiva, la medida es de comparecencia simple”. Expediente N.° 05267-0-2001-JR-PE-2, Piura,
citado por ARBULU MARTÍNEZ, Víctor (2017). Comparecencia restringida: criteriospara su adecuada aplicación.
Lima: Gaceta Jurídica.
(2) Por su parte, niega dicha naturaleza cautelar, DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo (2016). Prisión preventiva y
medidas alternativas. Lima: Alternativas, pp. 344-353.
(3) En: BARONA VILAR, Silvia (1998). Prisión provisional y medidas alternativas. Barcelona: Bosch, p. 177.
(4) Casación N° 631-2015-Arequipa, fojas 8.
(5) SERRA DOMÍNGUEZ, Manuel, citado por BARONA VILAR, Silvia (1998). Ob. cit., p. 178.
900 (6) DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo. Ob. cit, p. 337.
LA COMPARECENCIA ART. 286
Sin embargo, lo que varía es la forma en la que se busca alcanzar dicho objetivo, toda
vez que, conforme ya se señaló, mientras que con la prisión preventiva se somete al pro
cesado a un estado de sujeción de su persona en sentido corpóreo al proceso a través de la
privación de su libertad, con la comparecencia se genera un estatus de obligación, a través
de los mandatos que el procesado está llamado a cumplir en el tiempo y modo.
De otro lado, la regulación de los mal llamados “presupuestos” presenta cierta incon
sistencia desde el punto de vista de la coherencia que debe mantener la técnica legislativa
adoptada. Y es que, al entender que los “presupuestos” son aquellas exigencias de confi
guración legal cuyo concurso es imprescindible para la generación de un efecto jurídico,
resulta que, para el tema que nos interesa, la procedencia de la comparecencia -esto es,
el efecto jurídico- depende de la no concurrencia de todos o alguno de los presupuestos,
a partir del cual surge la siguiente interrogante: ¿qué presupuesto procesal es aquel cuya
inconcurrencia habilita la imposición de la comparecencia? ¿Aquello que la ley y la doc
trina acordaron denominar “presupuestos” son, en realidad, presupuestos?
Este asunto, que pareciera trivial, se complica cuando la ley contemplada en el último
párrafo del mencionado artículo 286 exige que el juez debe “(...) motivar los fundamen
tos de hecho y de derecho que sustenten su decisión”, se entiende en función de los presu
puestos cuya no concurrencia genera un efecto jurídico (¿?).
Esta falta de coherencia se resuelve al entender que el objeto de regulación del artículo
286, en realidad, se trata de óbices procesales, esto es, impedimentos de configuración
legal cuya concurrencia en un caso concreto impide que el juez pueda decretar alguna
medida®. De ahí que el tenor de la mencionada disposición apunte, precisamente, a exi
gir la inconcurrencia de dos supuestos particulares que, al manifestarse en un caso con
creto, autorizan al juez para decretar una medida de coerción alternativa a la prisión pre
ventiva: la comparecencia.
Así las cosas, los mencionados óbices procesales se presentan cuando el fiscal no
requiere la prisión preventiva dentro del plazo previsto en el artículo 266 (artículo 286,
inciso 1 del CPP) o cuando, de haberse formulado el requerimiento de prisión preventiva,
no concurran los presupuestos previstos en el artículo 268 (artículo 286, inciso 2 del CPP).
(7) MANZINI, Vincenzo (1949). Tratado de Derecho Procesal Penal. Tomo III. Buenos Aires: Ejea, pp. 566-567.
(8) Para mayor detalle, véase CHOZAS ALONSO, José Manuel. Los presupuestos procesales en el proceso penal y
su tratamiento procesal. Recuperado de: < http://ruc.udc.es/dspace/bitstream/handle/2183/1900/ AD-1-10.
pdf?sequence=1>.
ART. 286 LAS MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL
Con relación al segundo supuesto, tenemos que el juez podrá ordenar la comparecen
cia cuando el requerimiento de prisión preventiva no haya alcanzado los fundados y graves
elementos de convicción del delito materia de investigación, el delito no acarree una pena
superior a los cuatro años o la intensidad del peligro que se busca procurar es muchísimo
menor que la aflicción que el encarcelamiento podría producir con relación al derecho a la
libertad personal del imputado. En cualquiera de estos supuestos, siempre y cuando, ade
más, el fiscal no haya requerido alguna medida de coerción alternativa más aflictiva que
la propia comparecencia o cuando, de haberla solicitado, no hayan concurrido los presu
puestos correspondientes.
Ahora bien, dado que ambos óbices procesales se fundamentan en omisiones por
parte del Ministerio Público no atribuibles en absoluto al imputado, surge la siguiente inte
rrogante: ¿decretar la comparecencia sobre la base de omisiones atribuibles al Ministerio
Público afecta el principio de mínima intervención indiciaría, a través del cual el peligro
procesal que debe procurarse debe estar sustentado en un mínimo estándar probatorio?
Como decíamos al inicio de este comentario, una lectura de las medidas de coerción
procesal a la luz de las pautas generales del proceso penal común nos llevaría a sostener
que, en efecto, la incoación de oficio de la comparecencia y la propia configuración de los
óbices procesales sí violarían el principio de suficiencia probatoria, trastocando, incluso, la
naturaleza cautelar de la propia comparecencia, al hacer depender su imposición directa
mente de la comunicación de la disposición de formalización de investigación preparatoria.
Sin embargo, como hemos venido sosteniendo, conviene señalar que la opción legis
lativa adoptada, al margen de la inconsistencia de la fórmula legal denunciada con rela
ción a los presupuestos, no supone trasgresión alguna al principio de mínima interven
ción indiciaría, toda vez que, en estos casos, el objeto de cautela de la comparecencia va
más allá del peligro procesal que tradicionalmente se busca procurar a través de las demás
medidas de coerción más aflictivas.
(1) En igual sentido, Sánchez Velarde sostiene que la comparecencia se aplica para “(...) casos en donde las nece
sidades de aseguramiento del imputado no son tan rígidas o los delitos no son estimados graves o siendo
de gravedad, no se satisfacen los requisitos para imponer un mandato de prisión preventiva". SANCHEZ
902 VELARDE, Pablo (2009). El nuevoprocesopenal. Lima: Idemsa, p. 345.
LA COMPARECENCIA ART. 286
^ BIBLIOGRAFÍA
ARBULU MARTINEZ, Víctor (2017). Comparecencia restringida: criterios para su adecuada aplicación. Lima:
Gaceta Jurídica; BARONA VILAR, Silvia (1998). Prisión provisional y medidas alternativas. Barcelona: Bosch;
CHOZAS ALONSO, José Manuel. Los presupuestos procesales en el proceso penal y su tratamiento procesal. Recu
perado de: < http://ruc.udc.es/dspace/bitstream/handle/2183/1900/AD-l-10.pdf?sequence=l> ; DEL RÍO
LABARTHE, Gonzalo (2016). Prisión preventiva y medidas alternativas. Lima: Alternativas; M ANZINI,
Vincenzo (1949). Tratado de Derecho Procesal Penal. Tomo III. Buenos Aires: Ejea; SÁNCHEZ VELARDE,
Pablo (2009). El nuevo proceso penal, Lima: Idemsa.
¿ ¡¡a JURISPRUDENCIA
Con arreglo al principio acusatorio, no resulta factible exigirle al fiscal que en los casos de acusación directa se vea obli
gado a solicitar una medida coercitiva. En todo caso, si no la señala resulta de aplicación la regla general establecida
en el artículo 286 del NCPP, esto es, si el fiscal no solicita prisión preventiva, la medida es de comparecencia simple.
Exp. N° 2009-05267-0-200l-JR-PE-2-Piura.
9(
Artículo 287.- Comparecencia restrictiva^
1. S e im p o n d r á n la s r e s tr ic c io n e s p r e v i s t a s e n e l a r tíc u lo 2 8 8 , s ie m p r e q u e e lp e lig r o d e
f u g a o d e o b s ta c u liz a c ió n d e la a v e r ig u a c ió n d e la v e r d a d p u e d a r a z o n a b le m e n te
e v ita r s e .
2. E l j u e z p o d r á i m p o n e r u n a d e l a s r e s t r i c c i o n e s o c o m b i n a r v a r i a s d e e ll a s , s e g ú n
r e s u l t e a d e c u a d a a l c a so , y o r d e n a r á l a s m e d i d a s n e c e s a r i a s p a r a g a r a n t i z a r e l
c u m p lim ie n to d e la s r e s tr ic c io n e s im p u e s ta s a l i m p u ta d o .
3. S i e l i m p u t a d o n o c u m p l e co n l a s r e s tr ic c io n e s im p u e s t a s , p r e v i o r e q u e r i m i e n t o r e a l i z a d o
p o r e l f i s c a l o p o r e l j u z g a d o r e n s u caso, se r e v o c a r á l a m e d i d a y s e d i c t a r á m a n d a t o d e
p r is ió n p r e v e n tiv a . E l tr á m i te q u e s e g u ir á e lj u e z s e r á e lp r e v is to e n e l a r tíc u lo 2 7 1 .
4. E l j u e z p o d r á im p o n e r l a p r o h ib ic ió n d e c o m u n ic a r s e o a p r o x im a r s e a la v íc t im a o
a a q u e l l a s p e r s o n a s q u e d e t e r m i n e , s i e m p r e q u e e llo n o a f e c t e e l d e r e c h o d e d e f e n s a .
5. T a m b i é n p o d r á d i s p o n e r s e , a l t e r n a t i v a m e n t e , l a u t i l i z a c i ó n d e l a v i g i l a n c i a e le c
tr ó n ic a p e r s o n a l q u e p e r m i t a c o n tr o la r q u e n o se e x c e d a n la s r e s tr ic c io n e s im p u e s
ta s a la l i b e r t a d p e r s o n a l, d e c o n f o r m id a d a la le y d e la m a t e r i a y su r e g la m e n to
( D E R O G A D O ) <**>.
Concordancias:
CPP: arts. 167, 286, 288, 291.
A r s e n io Oré G u a r d ia
Los artículos 287, 287-A(1) y 288 del Código Procesal Penal de 2004 (en adelante
CPP), que rigen en todo el país®, regulan una modalidad de comparecencia más aflictiva
que la comparecencia simple, pero aun así, no más intensa que el impedimento de salida
del país, la detención domiciliaria o la prisión preventiva.
(*) Texto vigente según modificatoria efectuada por la cuarta disposición complementaria modificatoria del
Decreto Legislativo N° 1229, publicado el 25-09-2015.
(**) Numeral 5 derogado por la segunda disposición complementaria derogatoria del Decreto Legislativo N° 1514,
publicado el 4-06-2020.
(1) Artículo incorporado por el artículo 4 del Decreto Legislativo N° 1514, publicado el 4 junio 2020.
(2) Ambas disposiciones comenzaron a regir en todo el país desde el 25 de setiembre de 2015, luego de la entrada
en vigencia de la cuarta disposición complementaria y modificatoria del Decreto Legislativo N° 1229.
(3) A decir de Del Río Labarthe, la comparecencia restrictiva sí es una medida cautelar personal del proceso penal
que incorpora limitaciones a la libertad personal, de tránsito o de propiedad. De ahí que esta modalidad de
comparecencia, continúa dicho autor, “(...) persigue los mismos fines que la prisión preventiva: la evitación
de la fuga del imputado e impedir la obstaculización probatoria. Lo que a su vez confirma una idea base
en su configuración: es una medida alternativa a la prisión preventiva -la alternativa por antonomasia-, y
904 en aplicación del subprincipio de necesidad, debe ser utilizada con carácter prioritario, cuando sea capaz de
LA COMPARECENCIA ART. 287
Con todo ello, se tiene que la comparecencia restrictiva, aun cuando no suponga pri
vación de libertad, sí se puede materializar en diversos grados de afectación de la libertad
del procesado, dependiendo de la cantidad y la calidad de restricciones ordenadas por el
juzgador, en función a la intensidad del peligro que deba procurarse.
Ahora bien, toda vez que las restricciones autorizadas por los artículos 287 y
288 del CPP se traducen, básicamente, en mandatos dirigidos al procesado, es pre
ciso destacar que la ejecutabilidad de dichos mandatos debe estar supeditada a la cla
ridad y precisión con que fueron formulados, de modo que solo podrá catalogarse
como incumplimiento de una restricción aquel supuesto en el que la propia restric
ción haya sido accesible para el ciudadano medio, independientemente de su forma
ción intelectual o profesional.
cumplir -con eficiencia- esos (mismos) objetivos”. DEL RIO LABARTHE, Gonzalo (2016). Prisión preventiva
y medidas alternativas. Lima: Alternativas, p. 366.
(4) Expediente N° 05698-2009-PHC/TC, Arequipa, fundamento jurídico 9 (caso: Elva Catalina Valdivia Dávila).
(5) Expediente N° 00160-2014-282-5201-JR-PE-01, considerando 1. 905
ART. 287 LAS MEDIDAS DE COERCION PROCESAL
De otro lado, los requerimientos decretados por el juez surten sus efectos desde ese
momento, motivo por el cual no es necesario el emplazamiento fiscal para que el impu
tado recién cumpla con lo ordenado judicialmente. Y es que “(...) admitir lo contrario sería
suponer que este comportamiento omisivo constituye un derecho al imputado, circuns
tancia que desnaturaliza las medidas de coerción procesal y, particularmente, la medida
de comparecencia con restricciones”(6).
A través del artículo 287-A del CPP, la vigilancia electrónica es regulada como una
restricción más dentro del catálogo de restricciones de la comparecencia, cuyo objeto con
siste en controlar los imputados respecto del cumplimiento de las demás restricciones que,
se entiende, fueron formuladas en lenguaje llano, sin ambigüedades y de manera explícita.
Así las cosas, en cuanto a la fórmula legal adoptada cabe indicar que esta cumple
una función pedagógica, en tanto explicita los criterios que el juzgador debe evaluar al
momento de decidir imponer la vigilancia electrónica, tales como “(■•■) las condiciones de
vida personal, laboral, familiar o social, o las condiciones de salud, de la persona proce
sada; si con ella se garantiza en el mismo grado el normal desarrollo del proceso” (artículo
287-A, inciso 1, del CPP).
(6) Expediente N° 08-11416-25 (fundamento jurídico 3.1), pronunciado por la Sala de Apelaciones de Arequipa.
(7) OBISPO GARCÍA, Rosamaría (2012). El sistema de vigilancia electrónica como sustitutivo penal para evitar el haci
namiento de los centros de cumplimiento de condenapara la ejecución depenas deprisión. (Tesis para optar por el título
de abogada y notaría). Ciudad de Guatemala: Universidad de San Carlos de Guatemala. Recuperado de:
906 < http://biblioteca. usac.edu.gt/tesis/04/04_9785.pdf>.
LA COMPARECENCIA ART. 287
^ BIBLIOGRAFÍA
DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo (2016). Prisión preventiva y medidas alternativas. Lima: Alternativas;
OBISPO GARCÍA, Rosamaría (2012). El sistema de vigilancia electrónica como sustitutivo penal para evitar el
hacinamiento de los centros de cumplimiento de condena para la ejecución de penas de prisión. (Tesis para optar por
el título de abogada y notaría). Ciudad de Guatemala: Universidad de San Carlos de Guatemala. Recupe
rado de: < http://bibíioteca. usac.edu.gt/tesis/04/04_9785.pdf>.
JURISPRUDENCIA
En la regulación de la revocatoria de la medida de comparecencia por la de prisión preventiva, debe cumplirse previa
mente con el requerimiento por tratarse de una norma procesal de obligatorio cumplimiento cuya inobservancia afectaría
el debido proceso. Que, en el caso de autos, habiéndose evidenciado el incumplimiento a dicha norma procesal, la revoca
toria de la comparecencia resulta improcedente. Incidente N° 2009-4280-15-2001-JR-PE-l-Piura.
907
A r tíc u lo 287-A .- C o m p a r e c en cia r e str ic tiv a con v ig ila n c ia e le c tr ó n ic a
p e r so n a l^
1. E l j u e z p u e d e im p o n e r l a m e d i d a d e c o m p a r e c e n c ia r e s tr i c ti v a co n v ig i la n c i a
e le c tr ó n ic a , a n te s q u e la m e d i d a d e p r i s i ó n p r e v e n t i v a , s i d e la v a lo r a c ió n d e la s
c o n d ic i o n e s d e v i d a p e r s o n a l , l a b o r a l , f a m i l i a r o s o c i a l, o l a s c o n d i c i o n e s d e s a l u d ,
d e la p e r s o n a p r o c e s a d a ; s i co n e lla se g a r a n t i z a e n e l m is m o g r a d o e l n o r m a l d e s a
r r o llo d e l p ro c e s o .
2. E l j u e z p u e d e d i s p o n e r l a c e s a c ió n d e l a p r i s i ó n p r e v e n t i v a p o r l a c o m p a r e c e n c i a
r e s t r i c t i v a c o n v i g i l a n c i a e l e c t r ó n i c a p e r s o n a l , s i, a u n c u a n d o s u b s i s t a n lo s p r e s u
p u e s t o s d e l a r t í c u l o 2 6 8 , l a p e r s o n a p r o c e s a d a a c r e d i t a q u e t i e n e c o n d ic i o n e s d e
v i d a p e r s o n a l , l a b o r a l , f a m i l i a r o s o c i a l, o l a s c o n d i c i o n e s d e s a l u d , q u e p e r m i t e n
c o n c lu ir q u e co n e s ta m e d i d a se a s e g u r a l a f i n a l i d a d d e l p r o c e s o e n e l m is m o g r a d o .
3. E n a m b o s ca so s, e l j u e z i m p o n e l a s m e d i d a s r e s t r i c t i v a s d e l a r t í c u l o 2 8 8 , c o n j u n t a
m e n t e c o n l a s d is p o s ic i o n e s q u e r e g u l a n l a v i g i l a n c i a e l e c t r ó n i c a p e r s o n a l .
Concordancias:
CPP: arts. 286 al 292
T e o d o r ic o C l a u d io C r is t ó b a l T á m a r a
908 (*) Artículo incorporado por el arr. 4 del Decreto Legislativo N° 1514, publicado el 4-06-2020.
LA COMPARECENCIA ART. 287-A
(1) SAN MARTÍN CASTRO, César Eugenio. (2020). Derecho Procesal Penal. Lecciones. 2a edición. Lima: Inpeccp-
Cenales, p. 707.
(2) Así también, se puede señalarse ejemplos tales como: emisores geográficos, sistema de alarmas, indicadores de
movimientos y vigilancia nocturna. ROXIN, Claus y SCHÜNEMANN, Bernd (2019). Derecho Procesal Penal.
Traducción de la 29a edición alemana. Buenos Aires: Didot, p. 454. 909
ART. 287-A LAS MEDIDAS DE COERCION PROCESAL
También, desde el punto de vista del Derecho Procesal Penal y su relación a las medi
das cautelares (medidas coercitivas personales), la vigilancia electrónica personal implica
un dispositivo o medida alternativa a la prisión preventiva que conlleva a su imposición
conjunta con una serie de restricciones y, por ende, su finalidad esencial es que el proce
sado no deba ingresar a la cárcel como regla general, evitando estigmatizaciones o prejui
cios sociales inútiles en la personalidad del investigado.
(1) PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso (2016). Manual de Derecho Procesal Penal. 4a edición. Lima: Instituto
910 Pacífico, p. 552.
LA COMPARECENCIA ART. 287-A
prisión preventiva pese a que puedan concurrir los presupuestos para la aplicación de la pri
sión provisional; en ese sentido, el juez de investigación preparatoria puede (es facultativo)
imponer comparecencia con restricciones conjuntamente con la vigilancia electrónica; asi
mismo, el juez debe evaluar la vida personal del procesado (cualidades éticas y morales de
vida), circunstancias laborales (relaciones profesionales y de servicios remunerados), fami
liares (relaciones generadas por el matrimonio, uniones de hecho, patria potestad, filiación,
entre otros) o social (circunstancias de representación o mandatos públicos), o las condicio
nes de salud (estado físico y psicológico del individuo), todos estos tendientes a garantizar los
objetivos del proceso penal (presencia del imputado en el proceso, disminución del riesgo o
peligro procesal, y el cumplimiento de la futura y eventual pena).
Una vez concedida la prisión preventiva en contra de un individuo, este puede solicitar
la cesación y su sustitución por una medida de comparecencia con restricciones, debido a que
existen nuevos elementos de convicción que demuestren que no concurren los presupuestos
para que siga vigente la prisión preventiva; sin embargo, y al igual que el inciso anterior, a pesar
de subsistir los presupuestos contenidos en el artículo 268 (presupuestos materiales de la pri
sión preventiva) del CPP, y de acuerdo a las condiciones de vida personal, laboral, familiar o
social, o condiciones de salud del investigado, con la finalidad de asegurar el normal desarro
llo del proceso penal, el juez puede disponer el cese de la prisión preventiva y aplicar vigilancia
electrónica personal conjuntamente con la comparecencia restrictiva.
El mencionado precepto legal hace referencia que ante los dos supuestos indicados deben
estar sujetos a las restricciones establecidas en el artículo 288 del CPP, tales como: i) la nece
sidad del imputado de someterse al cuidado y vigilancia por parte de una persona o institu
ción determinada, quien informará periódicamente en los plazos designados; ii) la obliga
ción del imputado de no ausentarse de la localidad en la que reside, además de no concurrir
a determinados lugares o, en su caso, de presentarse ante la autoridad en los días que se esta
blezcan en la resolución correspondiente; iii) la prohibición de comunicarse con personas
determinadas, siempre que no afecte el derecho de defensa; y, iv) la prestación de una cau
ción económica, de acuerdo a las posibilidades del imputado o, en su defecto, dicha caución
podrá ser sustituida por una fianza personal idónea y suficiente.
Ahora bien, otro proceso al cual puede circunscribirse la vigilancia electrónica per
sonal, es el proceso especial de colaboración eficaz, así la Corte Suprema, en el Acuerdo
Plenario N° 02-2019/CJ-116, ha manifestado que: “En el proceso de colaboración eficaz,
mientras dure su tramitación, también permitiría la aplicación, como medida de coerción
personal, de la vigilancia personal. Es de tener presente que una de las fases más impor
tantes de este proceso penal especial es la corroboración, de suerte que, durante su inte
rregno, si se cumplen determinado - o todos- presupuestos y condiciones de imposición
de la vigilancia electrónica personal será posible hacer uso de ella”.
§ 5 BIBLIOGRAFÍA
PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso (2016). Manual de Derecho Procesal Penal. 4a edición. Lima: Instituto
Pacífico; ROXIN, Claus. y Schünemann, Bernd. (2019). Derecho Procesal Penal. Traducción de la 29a edi
ción alemana. Buenos Aires: Didot; SAN MARTÍN CASTRO, César Eugenio. (2020). Derecho Procesal
Penal. Lecciones. 2a edición. Lima: Inpeccp-Cenales.
A rtícu lo 288.- L as restriccion es0,0
L a s r e s tr ic c io n e s q u e e l j u e z p u e d e im p o n e r so n la s s ig u ie n te s :
1. L a o b lig a c ió n d e s o m e te r s e a l c u id a d o y v ig i la n c i a d e u n a p e r s o n a o in s titu c ió n
d e t e r m i n a d a , q u i e n i n f o r m a r á p e r i ó d i c a m e n t e e n lo s p l a z o s d e s i g n a d o s .
2. L a o b lig a c ió n d e n o a u s e n ta r s e d e l a l o c a l id a d e n q u e r e s id e , d e n o c o n c u r r ir a
d e t e r m i n a d o s lu g a r e s , o d e p r e s e n t a r s e a l a a u t o r i d a d e n lo s d í a s q u e s e le f i j e n .
3. L a p r o h ib ic ió n d e c o m u n ic a r s e co n p e r s o n a s d e te r m i n a d a s , s ie m p r e q u e n o a fe c te
e l d erech o d e d e fe n sa .
4. L a p r e s t a c i ó n d e u n a c a u c ió n e c o n ó m i c a , s i l a s p o s i b i l i d a d e s d e l i m p u t a d o lo p e r
m ite n . L a c a u c ió n p o d r á s e r s u s tit u id a p o r u n a f i a n z a p e r s o n a l id ó n e a y s u f ic ie n te .
5. L a v ig i la n c i a e le c tr ó n ic a p e r s o n a l, d e c o n f o r m id a d a la le y d e la m a t e r i a y su
r e g la m e n to , la q u e se c u m p lir á d e la s ig u ie n te f o r m a :
a) L a e je c u c ió n s e r e a l i z a r á e n e l d o m i c i l i o o l u g a r q u e s e ñ a l e e l i m p u t a d o , a p a r
t i r d e l c u a l s e d e t e r m i n a r á s u r a d i o d e a c c ió n , i t i n e r a r i o d e d e s p l a z a m i e n t o y
tr á n s ito .
b) E l i m p u t a d o e s t a r á s u j e to a v i g i l a n c i a e l e c t r ó n i c a p e r s o n a l p a r a c u y o c u m p l i
m i e n t o e l j u e z f i j a r á l a s r e g l a s d e c o n d u c t a q u e p r e v é l a le y , a s í c o m o t o d a s
a q u e lla s re g la s q u e c o n s id e r e n n e c e s a r ia s a f i n d e a s e g u r a r la i d o n e i d a d d e l
m e c a n i s m o d e c o n tr o l.
c) E l i m p u ta d o q u e n o h a y a s id o a n t e r i o r m e n t e s u je to d e s e n te n c ia c o n d e n a to r ia
p o r d e l i t o d o lo s o p o d r á a c c e d e r a l a v i g i l a n c i a e l e c t r ó n i c a p e r s o n a l . S e d a r á
p r io r id a d a:
i. L os m a y o re s d e 65 a ñ o s.
ii. L o s q u e s u f r e n d e e n f e r m e d a d g r a v e , a c r e d i t a d a c o n p e r i c i a m é d i c o le g a l .
iii. L o s q u e a d o le z c a n d e d is c a p a c id a d f í s ic a o p e r m a n e n t e q u e a fe c te s e n s ib le
m e n te su c a p a c id a d d e d e s p la z a m ie n to .
iv . L a s m u je r e s g e s ta n te s d e n tr o d e l te r c e r tr im e s tr e d e l p r o c e s o d e g e s ta c ió n .
I g u a l t r a t a m i e n t o t e n d r á n d u r a n t e lo s d o c e m e s e s s i g u i e n t e s a l a s f e c h a d e
n a c im ie n to .
v. L a m a d r e q u e s e a c a b e z a d e f a m i l i a c o n h i j o m e n o r o c o n h ij o o c ó n y u g e
q u e s u f r a d e d is c a p a c id a d p e r m a n e n te , s ie m p r e y c u a n d o h a y a e s ta d o b a jo
su c u id a d o . E n a u s e n c ia d e e lla , e l p a d r e q u e se e n c u e n tr e e n la s m is m a s
c ir c u n s ta n c ia s te n d r á e l m is m o tr a ta m ie n to .
d) E l i m p u t a d o d e b e r á p r e v i a m e n t e a c r e d i t a r la s c o n d ic io n e s d e v i d a p e r s o n a l la b o r a l,
f a m i l i a r y s o c i a l c o n u n i n f o r m e s o c i a l y p e r i c i a p s ic o ló g ic a ( D E R O G A D O / * * * . *()
Concordancias:
CPP: arts. 273, 286, 287, 402 inc. 2, 411, 474 inc. 3.
(*) Texto vigente según modificatoria efectuada por la cuarta disposición complementaria modificatoria del
Decreto Legislativo N° 1229, publicado el 25-09-2015.
(**) Numeral 5 derogado por la segunda disposición complementaria derogatoria del Decreto Legislativo N° 1514,
publicado el 4-06-2020.
ART. 288 LAS MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL
A r s e n i o O r é G u a r d ia
El artículo 288 del Código Procesal Penal (en adelante CPP) prescribe las restric
ciones que el juez puede decretar con ocasión de la comparecencia. De ahí que, en cum
plimiento del principio de legalidad en materia de coerción personal, el juez se encuentre
impedido de decretar cualquier otra medida distinta de las establecidas taxativamente en
dicha disposición, evidentemente, sin perjuicio de las medidas que, en virtud del artículo
287, inciso 2, del CPP, está autorizado a ordenar con el objeto de “(••■) garantizar el cum
plimiento de las restricciones impuestas al imputado”.
Debido a ello, Gálvez Villegas entiende que sería de mucha utilidad la incorporación
de una disposición legal que reglamente las responsabilidades en que puede incurrir el encar
gado de cuidar o vigilar al procesado(1), aspecto que comparto, sobre todo, dado el princi
pio de legalidad por el cual se rige el régimen de las medidas de coerción procesal personal.
(1) GÁLVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS, William y CASTRO TRIGOSO, Hamilton
'14 (2009). El Código Procesal Penal. Comentarios descriptivos, explicativos y críticos. Lima: Jurista Editores, p. 578.
LA COMPARECENCIA ART. 288
Cabe indicar que estas obligaciones no tienen carácter absoluto, ya que, dependiendo
de las circunstancias, el juez puede autorizar que el procesado se movilice a otros lugares
por razones de salud, trabajo, estudios, familiares, entre otros motivos o que, en cualquier
caso, tales movilizaciones se produzcan previa comunicación recibida por la autorización
competente. La exigencia de cualquiera de ambas modalidades -contar con la aprobación
judicial o bastar con comunicarle a la autoridad competente de la decisión del imputado
de movilizarse- deberá ser precisada por el juez al momento de decretarse la restricción.
Con esta restricción se busca evitar que el procesado pueda influir en la declaración
que brinden ciertas personas, siempre y cuando ello no afecte el derecho de defensa. Así,
el imputado deberá evitar mantener comunicación con los testigos, víctimas, coprocesa
dos o los familiares de cualquiera de ellos, siempre y cuando así lo precise el juez en aten
ción al caso concreto, lo que implica, por ejemplo, que se deba individualizar previamente
a estos últimos.
En el cuarto lugar está la siguiente restricción: “[l]a prestación de una caución eco
nómica, si las posibilidades del imputado lo permiten. La caución podrá ser sustituida por
una fianza personal idónea y suficiente”.
91
ART. 288 LAS MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL
§5 BIBLIOGRAFÍA
CREUS, Carlos (1996). Derecho Procesal Penal. Buenos Aires: Astrea; GÁLVEZ VILLEGAS, Tomás Ala
dino; RABANAL PALACIOS, William y CASTRO TRIGOSO, Hamilton (2009). El Código Procesal Penal.
Comentarios descriptivos, explicativos y críticos, Lima: Jurista Editores; GARCIA RADA, Domingo (2009). Ins
tituciones de Derecho Procesal Penal. 2a edición. Tomo II. Lima: Mercurio Peruano; LORENCES, Valentín
H. (2002). Excarcelación y exención de prisión. Buenos Aires: Universidad; MANZANARES SAMANIEGO,
José Luis (1976). “La caución penal”. En: Anuario de Derecho Penal y Ciencias Penales. Tomo 29. Recuperado
de: < http://dialnet.unirioja.es/servlet/ articulo?codigo=2789279>.
EÜa JURISPRUDENCIA
La naturaleza y modo de comisión del delito revisten el contenido apreciable del injusto, lo que conlleva a estimar
la personalidad del agente y forma convicción de que debe extremarse el asegurar el cumplimiento de las obligaciones
impuestas y las órdenes de la autoridad. Exp. N° 2008-01606-15-2301-JR-PE-l-Tacna.234
(2) MANZANARES SAMANIEGO, José Luis (1976). “La caución penal”. En: Anuario de Derecho Penal y
Ciencias Penales. Tomo 29. Recuperado de: < http://dialnet.unirioja.es/servlet/ articulo? codigo=2789279>-
En igual sentido, García Rada sostiene que la caución es la garantía que se ofrece para asegurar el
cumplimiento de una promesa pactada o convenida. GARCIA RADA, Domingo (2009). Instituciones de
Derecho Procesal Penal. 2a edición. Tomo II. Lima: Mercurio Peruano, p. 284.
(3) Por su parte, Creus considera que la caución también puede ser juratoria. CREUS, Carlos (1996). Derecho
Procesal Penal. Buenos Aires: Astrea, pp. 337-342. En la misma línea, LORENCES, Valentín H. (2002).
Excarcelación y exención de prisión. Buenos Aires: Universidad, pp. 634-636.
(4) Si bien el Código de Procedimientos Penales de 1940 y el Código Procesal Penal de 1991 no hacen ninguna
referencia a tales exigencias, entendemos que dichos criterios pueden aplicarse mutatis mutandi en virtud del
principio de necesidad y proporcionalidad que sustenta toda medida de coerción.
A rtícu lo 289.- L a cau ción
1. L a c a u c ió n c o n s is tir á e n u n a s u m a d e d in e r o q u e se f i j a r á e n c a n t i d a d s u f ic ie n te
p a r a a s e g u r a r q u e e l i m p u t a d o c u m p l a l a s o b li g a c io n e s i m p u e s t a s y l a s ó r d e n e s d e
la a u to r id a d .
L a c a l i d a d y c a n t i d a d d e la c a u c ió n se d e t e r m i n a r á te n ie n d o e n c u e n ta l a n a t u r a
le z a d e l d e lito , la c o n d ic ió n e c o n ó m ic a , p e r s o n a lid a d , a n te c e d e n te s d e l im p u ta d o , e l
m o d o d e c o m e te r e l d e lito y la g r a v e d a d d e l d a ñ o , a s í co m o la s d e m á s c ir c u n s ta n c ia s
q u e p u d ie r e n i n f l u i r e n e l m a y o r o m e n o r in te r é s d e e ste p a r a p o n e r s e f u e r a d e l
a lc a n c e d e la a u t o r i d a d f i s c a l o ju d i c ia l .
N o p o d r á im p o n e r s e u n a c a u c ió n d e im p o s ib le c u m p lim ie n to p a r a e l i m p u ta d o , e n
a te n c ió n a su s itu a c ió n p e r s o n a l, a su c a r e n c ia d e m e d io s y a la s c a r a c te r ís tic a s d e l
hech o a tr ib u id o .
2. L a c a u c ió n s e r á p e r s o n a l c u a n d o e l im p u ta d o d e p o s ita l a c a n t i d a d f i j a d a e n la
r e s o lu c ió n e n e l B a n c o d e l a N a c i ó n . S i e l i m p u t a d o c a r e c e d e s u f i c i e n t e s o l v e n c i a
e c o n ó m ic a o fr e c e r á f i a n z a p e r s o n a l e s c r ita d e u n a o m á s p e r s o n a s n a tu r a le s o j u r í
d ic a s , q u i e n e s a s u m i r á n s o l i d a r i a m e n t e c o n e l i m p u t a d o l a o b l i g a c i ó n d e p a g a r
l a s u m a q u e s e le h a y a f i j a d o . E l f i a d o r d e b e t e n e r c a p a c i d a d p a r a c o n t r a t a r y
a c r e d i ta r s o lv e n c ia s u fic ie n te .
3. L a c a u c i ó n s e r á r e a l c u a n d o e l i m p u t a d o c o n s t i t u y a d e p ó s i t o d e e f e c to p ú b l i c o o
v a lo r e s c o tiz a b le s u o to r g u e g a r a n t í a r e a l p o r la c a n t i d a d q u e e l j u e z d e te r m in e .
E s t a c a u c i ó n s o lo s e r á p r o c e d e n t e c u a n d o d e l a s c i r c u n s t a n c i a s d e l c a s o s u r g i e r a l a
i n e f i c a c i a d e l a s m o d a l i d a d e s d e l a s c a u c io n e s p r e c e d e n t e m e n t e e s t a b l e c i d a s y q u e ,
p o r la n a tu r a le z a e c o n ó m ic a d e l d e lito a tr ib u id o , se c o n fo r m e co m o la m á s a d e c u a d a .
4. C u a n d o e l i m p u t a d o s e a a b s u e l t o o s o b r e s e íd o , o s i e n d o c o n d e n a d o n o i n f r i n g e l a s
r e g l a s d e c o n d u c t a q u e l e f u e r o n i m p u e s t a s , l e s e r á d e v u e l t a l a c a u c i ó n c o n lo s r e s p e c
t i v o s i n t e r e s e s d e v e n g a d o s , o e n s u c a so , q u e d a r á s i n e f e c to l a g a r a n t í a p a t r i m o n i a l
c o n s titu id a y la f i a n z a p e r s o n a l o to r g a d a .
Concordancias:
CPP: arts. 285, 288 inc. 4, 290 inc.3, 318 inc.3, 479 inc.3.
E lky A lexander V il l e g a s P a iv a
I. Concepto y naturaleza
El Código Procesal Penal de 2004 (en adelante CPP) ha establecido la imposición
de una caución en los casos en que se dicte la medida de comparecencia con restricciones
(art. 296), así como al disponerse la cesación de la prisión preventiva (art. 283 concordante
con el art. 285.4). Igualmente, al imponer la comparecencia sujeta a vigilancia electrónica
(arts. 287.5 y 288.5 concordantes con la Ley de Vigilancia Electrónica, Decreto Legislativo
N° 1229), así como también en la detención domiciliaria (art. 290.6). Asimismo, se hace
referencia a esta figura en los supuestos de devolución de bienes incautados (art. 318.3.a)
y en el proceso especial de terminación anticipada (art. 479.3).
Ahora bien, se tiene que el CPP de 2004 menciona en el artículo 288.4 a la caución
como una restricción (autónoma) que se puede imponer cuando se establezca la medida
ART. 289 LAS MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL
Esta regulación, que resulta -e n palabras de Del Río Labarthe(1)- “curiosa”, pone en
evidencia la discusión en torno a determinar cuál es la naturaleza jurídica de la caución.
Esto es, si se trata de una medida restrictiva o, más bien, si se trata de una garantía de
cumplimiento de las medidas restrictivas.
Agrega el referido autor que, eventualmente, la caución garantiza -tam b ién - el cum
plimiento de las obligaciones de carácter patrimonial, como cuando se solicita el desem
bargo (levantamiento de embargo), o la sustitución de los bienes embargados al procesado
o tercero civil para garantizar el pago de la reparación civil a que hubiera lugar; en este
último caso solo es admitida la garantía real®.
(1) DEL RIO LABARTHE, Gonzalo (2016). Prisiónpreventiva y medidas alternativas. Lima: Instituto Pacífico, p. 379.
(2) GÁLVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino (2017). Medidas de coerción personales y reales en el proceso penal. Lima:
Ideas, p. 564.
(3) ídem.
(4) DEL RIO LABARTHE, Gonzalo (2016). Prisión preventiva y medidas alternativas. Ob. cit., p. 380.
L8 (5) Ibídem, p. 381.
LA COMPARECENCIA ART. 289
Finalmente, cabe indicar que con la caución, si bien en forma mediata se busca lograr
el aseguramiento de las obligaciones personales del imputado, lo que directamente se garan
tiza o asegura es el cumplimiento de la obligación pecuniaria (subsidiaria) determinada
por el juez a cargo del imputado. Pues, el cumplimiento de las obligaciones personales
del procesado solo se podrá lograr a través de una medida coercitiva de carácter personal
y no patrimonial o económica como la caución. Pero claro, con la obligación económica
impuesta y con la garantía de cumplimiento (caución), indirectamente se busca condicio
nar para que el imputado cumpla sus obligaciones personales y evite evadir la acción de
la justicia; apelando obviamente a la racionalidad económica del imputado, quien podrá
concluir que no le resulta eficiente, en términos económicos, evadir la acción de la justicia
porque ello significaría perder la caución económica®.
Mientras que la caución real se constituye mediante la afectación de los bienes pro
pios o de terceros como garantía de cumplimiento de las demás restricciones. Este tipo de
caución procede cuando, de acuerdo a las circunstancias del caso, se advierte que la apli
cación de la caución personal es ineficaz para la finalidad que se busca asegurar, además
de que, por la naturaleza económica del delito atribuido, la caución real sea la medida más
adecuada (art. 189.3 del CPP)(8).
Si lo que se otorgó fue una fianza, entonces se obligará al fiador a hacer efectivo el
monto de la obligación pecuniaria garantizada.678
(6) GÁLVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino (2017). Medidas de coerción personales y reales en elprocesopenal. Ob. cit.,
p. 565.
(7) ORE GUARDIA, Arsenio (2016). Derecho Procesal Penal peruano. Análisis y comentarios al Código Procesal Penal.
Tomo II. Lima: Gaceta Jurídica, p. 180.
(8) Ibídem, p. 181. 9]
ART. 289 LAS MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL
En esa línea, se entiende que la devolución de la caución con sus respectivos intereses
devengados opera en dos situaciones: i) cuando el imputado sea absuelto o sobreseído, o ii)
siendo condenado no infringe las reglas de conducta que le fueron impuestas.
Ahora bien, por un lado, las denominadas “reglas de conducta” a que hace referencia
este apartado legal no son las “reglas de conducta” que se imponen cuando se emite una
sentencia con la ejecución de la pena suspendida o con reserva del fallo condenatorio. Las
medidas a las que se refiere el artículo 289.4 del CPP son, en puridad, las restricciones que
prevé el artículo 288 del mismo cuerpo normativo.
Y, por otro lado, no parece correcto que aun cuando infrinja las restricciones impues
tas, se le deba devolver la caución, pues ello va en contra de la propia naturaleza de este
instituto que es garantizar precisamente el cumplimiento de las reglas procesales; si estas
son incumplidas, entonces debe operar la ejecución de la caución, al margen del resul
tado del proceso.
De igual manera, si el sujeto fuera declarado culpable, pero no infringió las reglas
impuestas, entonces se le deberá devolver la caución, mientras que si las infringió, entonces
no procederá tal devolución, pues lo relevante no es el resultado del proceso sino el cumpli
miento de las obligaciones procesales que hayan sido decretadas en el desarrollo del proceso.
Al respecto señala Gálvez Villegas: “El cumplimiento de sus obligaciones por parte
del procesado, no depende de si, al final, resulta responsable del delito o no; pues, puede
ser inocente de los cargos imputados, y sin embargo, no haber cumplido con sus obliga
ciones procesales, en este caso de todas maneras se ejecutará la caución y perderá el bien
afectado con la misma; por el contrario, puede ser culpable y sin embargo haber cumplido
Í20
LA COMPARECENCIA ART. 289
§5 B IB L IO G R A F ÍA
DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo (2016). Prisión preventiva y medidas alternativas. Lima: Instituto Pacífico.
GALVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino (2017). Medidas de coerción personales y reales en elproceso penal. Lima:
Ideas. ORE GUARDIA, Arsenio (2016). Derecho Procesal Penal peruano. Análisis y comentarios al Código Pro
cesal Penal. Tomo II. Lima: Gaceta Jurídica.
(9) GÁLVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino (2017). Medidas de coerciónpersonales y reales en el proceso penal. Ob. cit.,
p. 573.
Artículo 290.- Detención domiciliaria^
1. S e im p o n d r á d e te n c ió n d o m ic ilia r ia c u a n d o , p e s e a c o r r e s p o n d e r p r i s ió n p r e v e n tiv a ,
e l im p u ta d o :
a) E s m a y o r d e 65 a ñ o s d e e d a d ;
b) A d o le c e d e u n a e n f e r m e d a d g r a v e o in c u r a b le ;
c) S u fr e g r a v e in c a p a c id a d f ís ic a p e r m a n e n te q u e a fe c te s e n s ib le m e n te s u c a p a c id a d
d e d e s p la z a m ie n to ;
d) E s u n a m a d r e g e s ta n te .
2. E n to d o s lo s m o t i v o s p r e v i s t o s e n e l n u m e r a l a n t e r i o r , l a m e d i d a d e d e t e n c i ó n
d o m i c il ia r ia e s tá c o n d ic io n a d a a q u e e l p e lig r o d e f u g a o d e o b s ta c u liz a c ió n p u e d a
e v i t a r s e r a z o n a b l e m e n t e c o n s u im p o s i c i ó n .
3. L a d e t e n c i ó n d o m i c i l i a r i a d e b e c u m p l i r s e e n e l d o m i c i l i o d e l i m p u t a d o o e n o tr o q u e
e l j u e z d e s i g n e y s e a a d e c u a d o a esos e fe c to s , b a j o c u s t o d i a d e l a a u t o r i d a d p o l i c i a l
o d e u n a in s titu c ió n - p ú b l ic a o p r i v a d a - o d e te r c e r a p e r s o n a d e s ig n a d a p a r a t a l
e fe c to . E n e s t e s u p u e s to , e l j u e z p u e d e r e e m p l a z a r l a c u s t o d i a d e l a a u t o r i d a d p o l i c i a l
o d e u n a in s titu c ió n o d e te r c e r a p e r s o n a , p o r la m e d i d a d e v ig i la n c i a e le c tr ó n ic a
p e r s o n a l , d e c o n f o r m i d a d a l a l e y d e l a m a t e r i a y s u r e g l a m e n t o (**K
4. T a m b i é n p o d r á d is p o n e r s e la d e te n c ió n d o m i c i l i a r i a d e l im p u t a d o b a jo l a u t i l i z a
c ió n d e la v ig i la n c i a e le c tr ó n ic a p e r s o n a l, d e c o n f o r m id a d a l a le y d e l a m a t e r i a y
s u r e g l a m e n t o (D E R O G A D O )* * * * * .
5. C u a n d o s e a n e c e s a r io , s e i m p o n d r á l í m i t e s o p r o h i b i c i o n e s a l a f a c u l t a d d e l i m p u t a d o
d e c o m u n i c a r s e c o n p e r s o n a s d i v e r s a s d e a q u e l l a s q u e h a b i t a n c o n é l o q u e lo a s i s t e n .
6. E l c o n tr o l d e l a o b s e r v a n c ia d e la s o b lig a c io n e s im p u e s ta s c o r r e s p o n d e a l M in is te r io
P ú b lic o y a l a a u t o r i d a d p o li c ia l . S e p o d r á a c u m u l a r a l a d e te n c ió n d o m i c il ia r ia
u n a c a u c ió n .
7. E l p la z o d e d u r a c ió n d e d e te n c ió n d o m i c il ia r ia es e l m is m o q u e e l f i j a d o p a r a la
p r i s i ó n p r e v e n t i v a . R i g e , e n lo p e r t i n e n t e , lo d i s p u e s t o e n lo s a r t í c u l o s 2 1 5 a l 2 1 1 .
8. S i d e s a p a r e c e n lo s m o t i v o s d e d e t e n c i ó n d o m i c i l i a r i a e s t a b l e c i d o s e n lo s l i t e r a l e s
b) a l d ) d e l n u m e r a l 1 ), e l j u e z —p r e v i o i n f o r m e p e r i c i a l — d i s p o n d r á l a i n m e d i a t a
p r is ió n p r e v e n tiv a d e l im p u ta d o .
C oncordancias:
CPP: arts. 215 al 211.
S a n d r a M a r ib e l B r in g a s F l o r e s
I. Concepto
El artículo 290 del Código Procesal Penal (en adelante CPP) contempla la figura pro
cesal de detención domiciliaria dentro del Título IV referida a la comparecencia. Y refirién
dose a su procedencia, precisa que se impondrá esta medida restrictiva cuando corresponda
(*) Texto vigente según modificatoria efectuada por la cuarta disposición complementaria modificatoria del
Decreto Legislativo N° 1229, publicado el 25-09-2015.
(**) Texto vigente del numeral 3 según modificatoria efectuada por el art. 5 del Decreto Legislativo N° 1514,
publicado el 04-06-2020.
(***) Numeral 4 derogado por la segunda disposición complementaria derogatoria del Decreto Legislativo N° 1514,
922 publicado el 04-06-2020.
LA COMPARECENCIA ART. 290
Cabe señalar que en pleno estado de emergencia sanitaria generado por el COVID-
19, mediante Decreto Legislativo N° 1514, publicado el 4 de junio de 2020, se adoptaron
medidas sustentadas en la prevención de contagios y el cuidado a la salud de la población.
De ahí que se hizo hincapié en la necesidad de la vigilancia electrónica personal como
medida alternativa frente al problema de hacinamiento en penales.
(1) DEFENSORÍ A DEL PUEBLO (2013). Detención domiciliaria y la libertadpersona. Informe de Adjuntía N° 010-
2013-DP/ADHPD.
(2) NEYRA FLORES, José Antonio (2015). Tratado de Derecho Procesal Penal. Tomo II. Lima: Idemsa, p. 203. 923
ART. 290 LAS MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL
Además, se deben considerar los dos presupuestos materiales adicionales que la Casa
ción N° 626-2013-Moquegua ha señalado, tales como i) la proporcionalidad de la medida
y ii) la duración. Ello, en concordancia con el deber de motivar las resoluciones judicia
les y requerimientos fiscales, tal como lo exige la Constitución Política en el artículo 139:
“Son principios y derechos de la función jurisdiccional: (...) 5. La motivación escrita de
las resoluciones judiciales en todas las instancias (...)”. De allí que se exija lo propio para
el Ministerio Público, al señalarse en el artículo 203, inciso 2 del CPP que “los requeri
mientos del Ministerio Público serán motivados y debidamente sustentados”. Este dispo
sitivo legal es concordante con el artículo 253 del CPP, que señala en su inciso 2: “que la
restricción de un derecho fundamental requiere expresa autorización legal y se impondrá
con respeto del principio de proporcionalidad”.
Ahora bien, conforme al artículo 290, inciso 1, la detención domiciliaria está condi
cionada además de lo ya señalado en el párrafo anterior, a que se presenten cuatro supues
tos de hecho, relacionados con las características personales del procesado a saber: i) es
mayor de 65 años de edad; ii) adolece de una enfermedad grave o incurable; iii) sufre grave
incapacidad física permanente que afecte sensiblemente su capacidad de desplazamiento;
o iv) es una madre gestante. Aclarando que no deben ser concurrentes o copulativos, sino
que cada requisito es independiente del otro, tal como se ha señalado en el Expediente N°
1622-2016-HC/PJ Lima, “basta con tener uno de ellos, para hacerse acreedor de este dere
cho”. No obstante, puede que se presenten de manera simultánea dos situaciones como,
por ejemplo, la condición etaria y la grave enfermedad.
Esto último, es importante en la medida que a efectos de que se imponga una pena
privativa de libertad -term inado el proceso- el condenado tenga derecho a que se des
cuente lo que corresponda al tiempo que ha pasado privado de su libertad ya sea por pri
sión preventiva o detención domiciliaria, de ser el caso.
Es importante señalar que el artículo 290, inciso 1, literal d) del CPP no discrimina,
pues no hace diferencia en cuanto a la nacionalidad del imputado, siendo irrelevante la
nacionalidad o procedencia del encausado, pues la propia disposición legal reconoce que
la detención domiciliaria puede llevarse a cabo no solo en el domicilio del imputado, lugar
donde debe encontrarse privada de su libertad, sino también en otro ambiente adecuado
que el juez designe, bajo custodia de la autoridad policial o de una institución -pública o
privada- o de tercera persona designada para tal efecto (inciso 3). Empero, un problema
real es la falta de establecimientos que, sin ser el domicilio del procesado, puedan brindar
las condiciones adecuadas para el cumplimiento de esta medida restrictiva de derechos®.
(3) Al respecto, se sugiere revisar -por ejemplo- el Informe de Adjuntía N° 010-2013-DP/ADHPD que en el
año 2013 recomendó, en referencia a la falta de infraestructura y condiciones para el cumplimiento de la
detención domiciliaria, que “[l}a tensión entre el aseguramiento de los fines del proceso y el respeto de los
derechos del ciudadano debe resolverse armonizando ambos intereses. En atención a esta premisa, podemos
señalar que luego de la supervisión efectuada a la Guardia de Prevención del Establecimiento Penitenciario
de Lurigancho, dicho ambiente no reúne las condiciones previstas por la ley para ejecutarse las medidas de
detención domiciliaria dispuestas por los órganos jurisdiccionales”. 925
ART. 290 LAS MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL
Ahora bien, la Constitución Política del Perú de 1993 establece como núcleo y fun
damento de la sociedad y del Estado a la persona humana y el respeto de su dignidad
(artículo 1). Por ello, hombres y mujeres se convierten en el centro de la imputación jurí
dica que limita no solo la acción y el arbitrio de los demás, sino también el ámbito de la
ley como suprema expresión de la voluntad estatal®.
(4) Resulta importante precisar que en reciente pronunciamiento la Corte Suprema, a través de la Primera Sala
Penal de Apelaciones Nacional Permanente Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios, al
resolver la apelación en el marco del Expediente N° 00019-2018-13-5201-JR-PE-03, revocó la resolución de
primera instancia que declaró fundada la prisión preventiva contra el expresidente Pedro Pablo Kuczynski por
el plazo de 36 meses; y dispuso la detención domiciliaria por ese mismo plazo. Pero, además, dictó reglas de
conducta referidas básicamente a hechos que puedan perturbar el normal desarrollo de la investigación, como
la comunicación con sus coimputados, dar declaraciones, entre otros; y además dispuso que estas reglas de
conducta sean controladas por el Ministerio Público y la Policía Nacional del Perú, bajo responsabilidad.
(5) SOLIS ESPINOZA, Alejandro (2004). Criminología. Panorama contemporáneo. Tema criminología y criminalidad
femenina. Lima: Editores B y B, p. 303.
(6) MESIA RAMÍREZ, Carlos (2004). Derechos de la persona. Dogmática constitucional. Lima: Fondo Editorial del
926 Congreso de la República del Perú, p. 19.
LA COMPARECENCIA ART. 290
Considerar a la imputada gestante es importante pues no solo el artículo 290 del CPP
presenta la adopción de un especial enfoque de género en sus procedimientos. El resultado
es bueno, pues permite darle una perspectiva diferente y fundada en equidad al sistema
garantista que la norma procesal penal lleva como impronta.
De este modo, cuando el CPP alude en el literal d) a la madre gestante, comporta un sig
nificativo cambio con el aún Código de Procedimientos Penales de 1940; y es acorde con las
exigencias internacionales de hacer que los sistemas procesales penales sean garantistas; y no se
exige más que el estado de gravidez; además de los requisitos aplicables para los otros supues
tos, como son el peligro de fuga o de obstaculización. Estos dos últimos presupuestos que se
exigen para la prisión preventiva, además de la exigencia de que el Ministerio Público sustente
en su requerimiento la proporcionalidad de la medida, así como su duración.
Se atiende así que las mujeres son especialmente vulnerables al ejercer sus derechos
como usuarias del sistema penal y más aún si se toma en cuenta que las mujeres procesadas
penalmente se encuentran en situación de mayor invisibilidad y/o vulnerabilidad cuando
están en conflicto con la ley.
B IB L IO G R A F ÍA
DEFENSORÍA DEL PUEBLO (2013). Detención domiciliaria y la libertad persona. Informe de Adjuntía N°
010-2013-DP/ADHPD] SOLÍS ESPINOZA, Alejandro (2004). Criminología. Panorama contemporáneo. Tema
criminología y criminalidadfemenina. Lima: Editores B y B; MESIA RAMIREZ, Carlos (2004). Derechos de
la persona. Dogmática constitucional. Lima: Fondo Editorial del Congreso de la República del Perú; NEYRA
FLORES, José Antonio (2015). Tratado de Derecho Procesal Penal. Tomo II. Lima: Idemsa.
(7) En esta línea, tenemos la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Convención Internacional sobre
Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, la Convención contra la Tortura y otros Tratos
o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer (Cedaw) y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar
la Violencia contra la Mujer “Convención de Belem do Para". 927
Artículo 291.- Comparecencia simple
1. E l j u e z p r e s c in d ir á d e la s r e s tr ic c io n e s p r e v i s t a s e n e l a r tíc u lo 2 8 8 , c u a n d o e l h ech o
p u n i b l e d e n u n c i a d o e s t é p e n a d o c o n u n a s a n c i ó n l e v e o lo s a c t o s d e i n v e s t i g a c i ó n
a p o r t a d o s n o lo j u s t i f i q u e n .
2. L a i n f r a c c i ó n d e l a c o m p a r e c e n c i a , e n lo s c a so s e n q u e e l i m p u t a d o s e a c i t a d o p a r a
su d e c la r a c ió n o p a r a o tr a d ilig e n c ia , d e t e r m i n a r á l a o r d e n d e s e r c o n d u c id o c o m
p u ls iv a m e n te p o r la p o lic ía .
C oncordancia:
CPP: art. 288.
D ie g o A l o n s o D ía z P r e t e l
I. Naturaleza jurídica
En principio, debemos tener en cuenta que las medidas cautelares son en sí mismas
medidas coercitivas; no obstante, no toda medida coercitiva es una medida cautelar. Siendo
así, tenemos que revestirán el carácter de medida cautelar en la medida que sirvan para
salvaguardar los fines del proceso y vendrán a ser coercitivas en la medida que impliquen
una injerencia en los derechos fundamentales del procesado.
Bajo estas precisiones, debemos señalar que la comparecencia simple viene a ser una
medida coercitiva, conforme está regulada por nuestro ordenamiento procesal penal(1).
Asimismo, diversos autores consideran a esta institución como una medida cautelar®; sin
embargo, la comparecencia simple no constituye una medida cautelar, pues para ser con
siderada como tal debe presentar algunas condiciones propias de las medidas cautelares.
(1) La comparecencia simple se encuentra regulada en el libro segundo referido a la “Actividad procesal”, en
la sección III denominada: “Las medidas de coerción procesal”, en el título IV referido a la comparecencia,
específicamente en los artículos 286 y 291 del Código Procesal Penal.
(2) Cfr. REYNA ALFARO, Luis (2015). Manual de Derecho Procesal Penal. Lima: Instituto Pacífico, p. 432; NEYRA
FLORES, José (2015). Tratado de Derecho Procesal Penal. Lima: Idemsa, p. 198; SÁNCHEZ VELARDE, Pablo
(2009). El nuevo proceso penal. Lima: Idemsa, p. 324; SAN MARTÍN CASTRO, César. (2015). Derecho Procesal
Penal. Lecciones. Lima: Inpeccp-Cenales.
(3) DEL RIO LABARTHE, Gonzalo (2016). Prisiónpreventiva y medidas alternativas. Lima: Instituto Pacífico, p. 351.
(4) Véase, artículo 253, inciso 2 del Código Procesal Penal: “La restricción de un derecho fundamental requiere
expresa autorización legal, y se impondrá con respeto al principio de proporcionalidad y siempre que, en la
928 medida y exigencia necesaria, existan suficientes elementos de convicción”.
LA COMPARECENCIA ART. 291
la medida. Por último, la comparecencia simple tampoco cumple con el principio de roga
ción, el cual se refiere a que las medidas cautelares deberán ser solicitadas por las partes®.
II. Condiciones
La comparecencia simple está regulada de manera negativa de tal forma que cuando
no se cumplan los requisitos necesarios para la aplicación de otras instituciones como la
prisión preventiva®, o la comparecencia con restricciones®, será obligatoria la aplicación
de la comparecencia simple. A continuación, describiremos las condiciones establecidas
en el artículo 291, inciso 1 del Código Procesal Penal (en adelante, CPP), para la aplica
ción de esta medida:
1. Sanción leve
El inciso 1 del artículo 291 del CPP establece que se aplicará la comparecencia simple
cuando el hecho punible denunciado esté penado con una sanción leve, no obstante, ¿qué
debemos entender por sanción leve? Algunos autores -e n concordancia con lo prescrito
por el artículo 268 del C P P - refieren que deberá entenderse como sanción leve a aquella
sanción no mayor a cuatro años de pena privativa de la libertad.
Sin embargo, desde una interpretación sistemática del ordenamiento penal peruano,
deberá entenderse por sanción leve a la sanción no mayor a dos años de pena privativa de la
libertad, este razonamiento en virtud con lo prescrito por el artículo 68 del Código Penal, el
cual establece que: “El juez puede eximir de sanción, en los casos en que el delito esté pre
visto en la ley con pena privativa de libertad no mayor de dos años (...)”; asimismo, según
lo prescrito por el artículo 52: “(...) el juez podrá convertir la pena privativa de libertad no
mayor de dos años en otra de multa (...)”, de estos artículos podemos notar que cuando
la sanción sea no mayor a dos años de pena privativa de la libertad, se podrá prescindir de
la privación de la libertad por otra alternativa menos restrictiva, por tanto, las sanciones
que tengan como pena máxima los dos años de pena privativa de la libertad, deberán ser
consideradas sanciones leves.
(5) Véase, artículo 255 del Código Procesal Penal: “Las medidas establecidas en este Título, sin perjuicio de las
reconocidas a la policía y al fiscal, solo se impondrán por el juez a solicitud del fiscal ( . . (El resaltado es
nuestro).
(6) Artículo 286, inciso 1 del Código Procesal Penal: “El juez de la investigación preparatoria dictará mandato de
comparecencia simple si el fiscal no solicita prisión preventiva al término del plazo previsto en el artículo 266”.
(7) Artículo 291, inciso 1 del Código Procesal Penal: “El juez prescindirá de las restricciones previstas en el
artículo 288, cuando el hecho punible denunciado esté penado con una sanción leve o los actos de investigación
aportados no lo justifiquen”. 929
ART. 291 LAS MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL
esta medida cuando el delito investigado no se encuentre sancionado con una privación
de la libertad, esto en mérito a que el imputado no podrá sufrir durante el desarrollo del
proceso una afectación a sus derechos fundamentales mayor a la que se le aplicaría en una
sentencia firme, entonces, si lo que se pretende evitar es una afectación mayor a la que se
impondrá en la sentencia, debería realizarse una prognosis de la pena valorando las cir
cunstancias personales del imputado, y demás características aplicables al caso particular®.
Mediante esta condición debemos entender que el juez después de haber realizado
un análisis de las circunstancias presentes en la investigación llega a la conclusión que no
es necesaria la aplicación de una medida cautelar adicional, pues se entiende que no existe
peligro en la prosecución del proceso; es decir, cuando estamos ante la ausencia de un peli
gro procesal el juez aplicará la comparecencia simple.
^ BIBLIOGRAFÍA
DEL RIO LABARTHE, Gonzalo (2016). Prisión preventiva y medidas alternativas. Lima: Instituto Pacífico;
REYNA ALFARO, Luis (2015). Manual de Derecho Procesal Penal. Lima: Instituto Pacífico; NEYRA FLO
RES, José (2015). Tratado de Derecho Procesal Penal. Lima: Idemsa; SÁNCHEZ VELARDE, Pablo (2009).
El nuevo proceso penal. Lima: Idemsa; SAN MARTÍN CASTRO, César. (2015). Derecho Procesal Penal. Lec
ciones. Lima: Inpeccp-Cenales.
C oncordancia:
CPP.art. 127.
D ie g o A l o n s o D ía z P r e t e l
En primer lugar, debemos señalar que en el texto original del Código Procesal Penal
(en adelante, CPP) se establecía que el órgano encargado de realizar las notificaciones del
mandato de comparecencia y las demás restricciones era la Policía Nacional del Perú; sin
embargo, a partir del año 2007, mediante la Ley N° 28924 se precisó que el Poder Judi
cial, el Tribunal. Constitucional, el Jurado Nacional de Elecciones y el Ministerio Público
ya no podrían disponer que los miembros de la Policía Nacional del Perú realicen las dili
gencias de notificación que son propias de sus órganos competentes en dicha función.
Bajo esta precisión, debemos tener en cuenta que según el artículo 155 del Código
Procesal Civil: “El acto de la notificación tiene por objeto poner en conocimiento de los
interesados el contenido de las resoluciones judiciales ( . . Siendo así, las notificaciones
especiales reguladas en el artículo 292 del CPP tendrán por objeto dar a conocer al impu
tado las restricciones que el juez le ha impuesto.
El artículo 292 del CPP, materia del presente comentario, regula dos supuestos de
notificación:
(*) Texto vigente según modificatoria efectuada por el art. 5 de la Ley N° 28924, publicada el 8-12-2006.
931
ART. 292 LAS MEDIDAS DE COERCIÓN PROCESAL
caso, la notificación podrá ser recibida por el mismo imputado o por alguna per
sona que se encuentre en el domicilio y tenga la posibilidad de entregarle la reso
lución judicial.
^ BIBLIOGRAFÍA
REYNA ALFARO, Luis (2015). Manual de Derecho Procesal Penal. Lima: Instituto Pacífico; NEYRA FLO
RES, José (2015). Tratado de Derecho Procesal Penal. Lima: Idemsa; SÁNCHEZ VELARDE, Pablo (2009).
El nuevo proceso penal. Lima: Idemsa; SAN MARTÍN CASTRO, César. (2015). Derecho Procesal Penal. Lec
ciones. Lima: Inpeccp-Cenales.
932
Artículo 292-A.- Comparecencia restrictiva para el Policía Nacional del
Perú(*)
S e im p o n d r á n la s r e s tr ic c io n e s p r e v i s t a s e n e l a r tíc u lo 2 8 8 a l P o lic ía N a c io n a l d e l P e r ú
q u e , e n c u m p lim ie n to d e su f u n c ió n c o n s titu c io n a l, h a c e u so d e su s a r m a s o m e d io s d e
d e f e n s a e n f o r m a r e g l a m e n t a r i a y c a u s e n l e s ió n o m u e r t e , q u e d a n d o p r o h i b i d o d i c t a r
m a n d a to d e d e te n c ió n p r e l i m i n a r j u d i c i a l y p r is ió n p r e v e n tiv a .
C oncordancias:
CPP: arts. 286 al 292.
E l k y A l e x a n d e r V il l e g a s Paiva
La redacción de esta norma podría hacer pensar a alguien que existe literalmente una
prohibición absoluta de imponer detención preliminar judicial y prisión preventiva a los
miembros de la Policía Nacional del Perú; sin embargo, como señala acertadamente García
Cavero: “[L]a incorporación del artículo 292-A del CPP tiene un efecto puramente sim
bólico. Si uno lee esta nueva disposición procesal, podrá constatar que no establece una
prohibición absoluta de la detención preliminar o la prisión preventiva para miembros de
la PNP que estén siendo investigados por delitos cometidos en el ejercicio de su función.
Esta prohibición solo procede cuando el agente policial, en cumplimiento de su función
constitucional, haya causado la lesión o muerte de una persona por medio del uso de sus
armas o medios de defensa en forma reglamentaria. En consecuencia, si existen elementos
de convicción graves y fundados de que la muerte o lesión se produjo al margen de la fun
ción policial o mediante un uso indebido de las armas, entonces no habrá ningún incon
veniente para que el fiscal le requiera al juez una prisión preventiva y este la conceda, en
caso de darse, claro está, los otros requisitos del artículo 268 del CPP”*(1).
Lo que señala el profesor García Cavero resulta correcto, pues en puridad lo que hace
el reciente artículo 292-A del Código Procesal Penal (en adelante CPP) es normar algo que
ya está regulado por el ordenamiento jurídico; esto es, quien actúa conforme con los pará
metros constitucionales, o aún más, quien actúa cumpliendo con la función que la Cons
titución le asigna, y bajo estos supuestos se tiene que no realiza un comportamiento delic
tivo, es más ni siquiera realiza un comportamiento ilícito, y si es así, entonces, en general
no puede ser sancionado por tal comportamiento, y si no puede ser sancionado, menos
podrán imponérsele medidas coercitivas o medidas cautelares que le priven de sus dere
chos, en particular que le priven de su derecho a la libertad personal con la imposición de
una medida grave como lo es la prisión preventiva.
En el caso en concreto, el reciente artículo 292-A del CPP señala que no podrá
imponérsele detención preliminar judicial ni prisión preventiva al efectivo policial que en
cumplimiento de su función constitucional hace uso de sus armas o medios de defensa
en forma reglamentaria y causen lesión o muerte, esto, en buena cuenta, significa que el
Entonces, con esto último, creo que se prueba lo necesario que resulta que en una
audiencia de prisión preventiva se pueda debatir la posible existencia de causas de atipici-
dad, causas de justificación, inculpabilidad o hasta de punibilidad.
Ahora bien, se debe insistir en que este nuevo artículo del CPP solo hace una decla
ración de algo ya previsto por el ordenamiento jurídico, no implica que no se podrá
imponer prisión preventiva a un efectivo policial bajo ninguna circunstancia, es decir,
que aun cuando exista alta probabilidad de haber actuado fuera del marco constitucio
nal o legal, no se le podrá imponer alguna medida cautelar personal, pues si así fuera
estaríamos ante una clara vulneración al principio de igualdad y, en cierto modo, coad
yuvando con la im punidad de los agentes policiales que presuntamente hubieren come
tido alguna actividad criminal.
Es por todo ello que insistimos en señalar que el artículo 292-A del CPP solo regula
un supuesto reconocido por la Constitución y las leyes infraconstitucionales, esto es, que
no se pueden imponer medidas cautelares que restrinjan a derechos contra personas que
han actuado conforme sus derechos constitucionales.
Lo que sí debe quedar claro, también, es que a ninguna persona que actúa conforme
a sus derechos constitucionales se le pueden imponer medidas que restrinjan sus derechos,
es decir, no solo a los efectivos policiales que actúan en el cumplimiento de su deber, sino
a cualquier ciudadano que actúa conforme a los parámetros constitucionales y legales.
Por otro lado, el mencionado artículo 292-A del CPP prescribe, también, que se
impondrán las restricciones previstas en el artículo 288 del mismo cuerpo legal, esto es, la
medida cautelar de comparecencia restringida al Policía Nacional del Perú que en cumpli
miento de su función constitucional hace uso de sus armas o medios de defensa en forma
reglamentaria y causa lesión o muerte. Este aspecto tampoco resulta correcto, pues la acción
descrita del miembro de la Policía Nacional del Perú, como hemos dicho, se subsume den
tro de una causa de justificación y, por lo tanto, resulta lícita, es decir, estamos ante un
supuesto no delictivo o, por lo menos, ha hecho decaer la fuerza de la imputación y, por lo
tanto, la restricción -e n caso de que el proceso penal siga en trámite hasta que se declare
la excepción de improcedencia de acción- debe ser mínima, pues ya no se cumpliría por
LA COMPARECENCIA ART. 292-A
^ BIBLIOGRAFÍA
GARCÍA CAVERO, Percy (2020). “Entrevista sobre la Ley N° 31012 - Ley de Protección Policial”. En:
Gaceta Penal & Procesal Penal. Tomo 131. Lima: Gaceta Jurídica; VILLEGAS PAIVA, Elky Alexander (2020).
Prisión preventiva. Fundamentos para el litigio en el sistema de audiencias. Lima: Gaceta Jurídica.
935