Creación Del Fútbol
Creación Del Fútbol
Creación Del Fútbol
Pero mientras nadie duda que el fútbol moderno nació en tierras británicas, no hay
tantas certezas con respecto a qué civilización fue la primera en jugar al balompié.
La teoría se basa en los hallazgos del sacerdote español Bartomeu Meliá, quien
asegura que el registro más antiguo que existe sobre el balompié está en el primer
diccionario de la lengua guaraní, escrito en 1639 (es decir, más 200 años antes de que
los ingleses crearan la FA).
Allí se describe el manga ñembosarái, un juego que practicaban los indígenas en San
Ignacio Guazú, la primera misión jesuita fundada en Paraguay.
El juego consistía en dos equipos que se pasaban con los pies una pelota de goma,
hecha del caucho.
"El objetivo era que la pelota no dejara de saltar, que no parara", le dijo a BBC Mundo
la historiadora Margarita Miró, funcionaria de la Secretaría Nacional de Cultura quien
estuvo a cargo de la investigación histórica del documental.
"Lo jugaban los varones los domingos por la tarde después de la misa y había apuestas
a ver quién ganaba", describió Miró.
Sin arcos
A diferencia del fútbol actual, el manga ñembosarái se jugaba sin arcos. Era más
parecido a lo que hoy llamaríamos "hacer jueguito", y el equipo que perdía era el que
primero se cansaba.
"Creemos que los ingleses pudieron haber sacado la idea para crear el fútbol después
de ver a los guaraníes que fueron llevados a España por los jesuitas, y que pudieron
haber demostrado el juego ante la realeza, con la presencia de algún inglés que estaba
de visita", afirmó Máximo Génez, concejal municipal y miembro de la comunidad
guaraní de San Ignacio, quien ha investigado los orígenes de su pueblo.
También en el libro "Las Misiones del Paraguay", publicado en 1771 por el jesuita José
Cardiel, aparece una descripción del manga ñembosarái, juego al que además se
menciona en varias de las "cartas anuas" que los jesuitas enviaban a sus superiores.
Además, existen evidencias artísticas.
En el documental se muestra una pintura de una misión jesuita que ilustra cómo se
jugaba al balompié en la plaza.
Allí los guaraníes aparecen vistiendo pantalones oscuros y camisas blancas, según
Génez el atuendo tradicional que usaban en las misiones.
Pero ¿cómo pueden los expertos saber que fueron los guaraníes los que
inventaron el juego y no los propios jesuitas?
Para Meliá, la prueba definitiva surgió tras el hallazgo de una tribu en Brasil que
nunca había estado en contacto con otras civilizaciones y que jugaba al balompié
de la misma forma descrita en los textos guaraníes.
"Tenemos un testimonio preciso e inequívoco que nos dice que (…) una actividad
singularmente parecida al fútbol moderno existía, no ya en tiempos remotos, sino
con toda probabilidad en el siglo XVII e incluso a mediados del siglo XVIII.
¿Dónde? Precisamente en Paraguay, el país cuya selección jugó contra Italia —
campeona del mundo— el partido inaugural del grupo F del Mundial
sudafricano", afirmó la nota.
Y concluyó: "En resumen, los guaraníes de hace tres siglos seguramente ya
jugaban al balón con maestría. En el fondo, son los descendientes de los
verdaderos inventores del fútbol".
Un aval que los paraguayos esperan sea reconocido pronto por el resto del
mundo.
La historia moderna del fútbol, como actualmente se lo concibe, abarca casi unos 150
años de existencia. Comenzó en el año 1863, cuando en Inglaterra se separaron los
caminos del "rugby-football" y del "association football" y se fundó la Asociación de
Fútbol más antigua del mundo: la "Football Association".
Ambos tipos de juego tienen la misma raíz y un árbol genealógico de muy vasta
ramificación. Esta prehistoria conoce al menos una media docena de diferentes juegos,
en algunos aspectos más o menos similares, que pueden ser la fuente originaria del
fútbol y de su desarrollo histórico. Dos cosas son claras: el balón se jugaba con el pie
desde hace ya miles de años y no existe ningún motivo para considerar el juego con el
pie como una forma secundaria degenerada del juego "natural" con la mano.
Todo lo contrario: aparte de la necesidad de tener que luchar con todo el cuerpo
(empleando también las piernas y los pies) por el balón en un gran tumulto,
generalmente sin reglas, parece que, ya muy al comienzo, se consideraba una cosa
extremamente difícil y, por lo tanto, muy hábil, dominar el balón con el pie.
La forma más antigua de fútbol se remonta a la China de los siglos II y III A.C. Existe un
libro de instrucción militar (de la época de la dinastía Han) en el cual figura, bajo el
apartado de “ejercicios físicos”, el Ts'uh Kúh, que significa “dar patadas”. Era este un
ejercicio en el cual una bola de cuero rellenada con plumas y pelos tenía que ser
lanzada con el pie a una valla hecha con largas varas de bambú, de unos 30 a 40 cms
apertura y con una pequeña red. Esto implicaba ya una muestra de habilidad que
requería mucha destreza y técnica.
Existe también otra versión, según la cual los jugadores estaban obstaculizados en el
camino a su meta, pudiendo jugar el primitivo balón con los pies, el pecho, la espalda y
los hombros - pero no con las manos -, teniendo que salvar los ataques de un contrario.
Del Lejano Oriente proviene otra forma diferente, el Kemari japonés, el cual es
mencionado por primera vez unos 500 a 600 años más tarde y que aun se juega hoy
en día. Es este un tipo de fútbol en círculo, mucho menos espectacular, pero mucho
más digno, solemne y cortés, más parecido a un ejercicio ceremonial, que bien exige
cierta habilidad y equilibrio psicofísico, pero que no tiene ningún carácter competitivo
como el juego chino y no representa ninguna lucha por el balón. En una superficie
relativamente pequeña, los actores, entre seis y ocho, vestidos de seda, se pasaban el
balón, llamado mari, que estaba hecho con una ubre de cierva, tenía unos 22
centímetros de diámetro y estaba relleno con desechos orgánicos, sin dejarlo caer al
suelo.
Mucho más animado era el "Episkyros" griego, del cual se sabe relativamente poco,
salvo el hecho de que idearon una eficaz pelota sin relleno (rellena de aire) y que su
juego dio origen al balonmano, al rugby y también al hockey, pues llegaron a arrastrar
el balón con un pequeño palo curvo. Mientras tanto en Persia los juegos de “pelota”
similares al fútbol y el polo se jugaban con las cabezas de los criminales o los
prisioneros de guerra.
Por su parte los romanos tenían una versión similar del juego al que llamaban
Harpastum, se jugaba con un balón más chico y dos equipos (cuyo número de
integrantes era variable) se medían en un terreno rectangular, limitado con líneas de
marcación y dividido con una línea mediana, teniendo que ser la pelota lanzada detrás
de la línea de marcación del adversario. Se hacían pases, se eludía, los miembros de
un equipo se repartían una serie de tareas tácticas y el público los incitaba, con gritos,
en sus rendimientos y resultados. Este deporte fue muy popular entre los anos 700 y
800 y se utilizaba en la milicia como divertimento y ejercicio físico.
Este juego fue introducido más tarde en Bretaña, pero es muy dudoso que pueda ser
considerado como el precursor del fútbol, al igual que el Hurling, que era muy popular
entre la población celta y que se practica, todavía hoy, en Cornwell y en Irlanda. De
todas maneras, el desarrollo decisivo del juego que hoy conocemos bajo el nombre de
fútbol tuvo su origen en Inglaterra y Escocia.
El juego que floreció desde el siglo VIII hasta el siglo XIX en las Islas Británicas,
practicado en las formas más diversas según el lugar o la región, y que luego se
perfeccionó hasta el fútbol que conocemos hoy - y en otra dirección al rugby - se
diferenciaba notoriamente en su carácter de las formas conocidas hasta entonces. No
estaba regulado, era más violento y espontáneo y no tenia limitación en el número de
participantes. Muchas veces se jugaba ardientemente entre pueblos enteros y
pequeñas ciudades, a lo largo de las calles, a campo traviesa, a través de zarzales,
cercados y riachuelos.
El tamaño y el peso del balón fueron determinados recién nueve años después de la
primera fijación de las reglas de fútbol, en 1863. Hasta ese entonces la reglamentación
se decidía siempre cuando se acordaba una competición (como en un partido entre
Londres y Sheffield, en 1866, evento donde además se acordó, por primera vez, la
fijación de la duración del partido en una hora y media).
A la categoría del "fútbol masivo", sin limitación del número de participantes y sin reglas
demasiado estrictas (según un antiguo manual de Workington, Inglaterra, todo estaba
permitido para llevar el balón a la meta contraria, con excepción de asesinato y el
homicidio), pertenece, por ejemplo, el Shrovetide Football, que se practica todavía hoy
los martes de carnaval en algunos centros tradicionalistas, pero de manera mucho más
atemperada y sin las muertes que esta práctica provocaba en sus inicios. Según se
cree, este juego tiene origen anglosajón.
Sin embargo, existe otra posibilidad de origen: mientras que en los primeros siglos se
jugaba este tipo de fútbol masivo en la Isla, en Francia, principalmente en Normandía y
Bretaña, se practicaba un juego que no tenía conexión con el harpastum romano y se
llamaba soule. Era practicado por todas las clases sociales y fue prohibido en 1319 por
el rey Felipe V y después en 1369 por Carlos V debido a la violencia que entrañaba.
Por más que los eruditos disputen sobre el origen del juego y sobre las influencias de
los cultos, una cosa está clara: el fútbol floreció hace más de mil años en sus diferentes
formas primarias en Inglaterra y Escocia, esa zona que consideramos hoy como la
patria de este deporte. Pero también lo hizo en Irlanda y Gales. Una serie de
prohibiciones y severas advertencias nos demuestran la gran popularidad que tenía el
deporte y lo poco que podían hacer las autoridades más altas contra este juego, a
pesar de las severas amenazas de castigo.
Durante la guerra de los cien años que mantuvieron Inglaterra y Francia entre 1338 y
1453, el fútbol no fue bien visto en la Corte, pero esta vez por otras razones: Eduardo
III, Ricardo II, Enrique IV y Enrique V impusieron una pena a todos los que practicaran
el fútbol, ya que este entretenimiento privaba a sus súbditos de practicar los mucho
más útiles ejercicios militares, principalmente el tiro con arco, ya que los arqueros eran
una pieza muy valiosa e importante en el ejercito inglés de aquella época.
Todos los reyes escoceses del siglo XV se sintieron obligados a emitir duras
advertencias y prohibiciones contra el fútbol. Muy famoso es el decreto publicado por el
parlamento convocado por Jaime I en Perth, en 1424: "That no man play at the Fute-
ball" (Que ningún hombre juegue al fútbol). Todo esto no sirvió de mucho. El amor
hacia la lucha por el balón no pudo ser extirpado.
Este juego se disputaba entre dos equipos de 27 jugadores con seis árbitros. Aquí se
permitía el uso tanto de las manos como de los pies, estaba mejor reglamentado y era
un espectáculo muy impresionante cuando en ciertos días festivos en Florencia, se
enfrentaban en la Piazza della Novere los equipos vestidos en galante manifestación
con libreas de colores.
Por esa época, en Inglaterra, el juego siguió siendo rudo y poco elegante, pero
encontró a un seguidor prominente, que lo alababa por otras razones diferentes a las
de los jugadores, con su simple placer en la lucha por el balón. Richard Mulcaster, el
famoso pedagogo, director de los renombrados colegios de Merchant Taylors' y de St.
Pauls, le adjudicó a la causa valores educativos positivos: señaló que el fútbol
fomentaba la salud y la fuerza, que había que eliminar las brusquedades y la gran
dureza, que sería ventajoso para el juego limitar el número de participantes y que se
necesitaba un árbitro.
De ahí en adelante, el fútbol será una cosa tabú los días domingo y una serie de
edictos reales llegarán a suprimir estos juegos que tuvieron su auge durante los
períodos Tudor y Estuardo. Pero más adelante, con la etapa de la restauración y el
reinado de Carlos II, fueron rehabilitados y trescientos años después se los pudo
practicar de nuevo, primero en forma no oficial y luego oficialmente, aceptado por la
"Football Association", pero dentro de una medida sumamente modesta.
A mediados del año 1681 volvió a Londres el Conde Albermale, procedente de Italia
donde había ejercido larga misión diplomática en nombre de Inglaterra, su país, informó
entonces al Rey Carlos II sobre un juego de gran belleza, no exento de violencia que
era pasión en tierra italiana, sobre todo en Florencia; era el “calcio”. A diferencia de los
ingleses, que practicaban un deporte mucho más violento y agresivo, jugado por las
clases incultas del país, en Italia el calcio era practicado por nobles e intelectuales,
hasta el punto de que tres famosos jugadores de “calcio” : Julio de Médicis, Alessandro
Octaviano de Médicis y Maffeo Barberini, fueron después elevados a jerarcas máximos
de la iglesia católica con los nombres de Clemente VII, León XI y Urbano VIII.
trip02
No obstante todas estas influencias no pudieron extirpar el fútbol de la Isla, por más
duras que ellas fueran. En Derby, por ejemplo, las autoridades intentaron
continuamente, entre 1731 y 1847, poner fin al fútbol masivo en las calles, teniendo que
aplicar al final una ley contra la insurrección para alcanzar su meta.
Durante varios siglos no se registró casi ningún desarrollo perceptible en el fútbol. Este
deporte, prohibido durante 500 años, no pudo ser eliminado, pero tampoco salió de su
rudeza, violencia y falta de reglamentación. Recién a comienzos del siglo XIX se
vislumbra un cambio: el fútbol fue ganando cada vez más terreno en los colegios,
principalmente en los "public schools", y fue en este ambiente que se renovó y refinó.
Pese a todo, el fútbol continuaba siendo una práctica caótica y sin reglamentación, es
decir, no existía una forma determinada de juego. Cada colegio aplicaba sus propias
reglas, las cuales divergían, a veces, de manera considerable. Aparte de aferrarse a las
tradiciones, los terrenos de juego a disposición determinaron cierto tipo de manera de
jugar este deporte dado que en colegios como Charterhouse, Westminster, Eton,
Harrow, Winchester y Shrewsbury se jugaba en amurallados patios de suelos
empedrados que no permitían la práctica de partidos en masa, siendo más importante
la habilidad en el dribbling que la potencia del tumulto. Surgen así diferentes
modalidades futbolísticas como el Eton wall game, el Eton field game, o el Harrow y
Winchester football. Por otro lado, los colegios como Cheltenham y Rugby tendían más
hacia el juego rudo, donde el balón se podía jugar y hasta llevar con la mano.
Todas estas formas primarias experimentaron un auge cuando en los círculos
educacionales se dejó de considerar el fútbol como un simple medio de desahogo de la
juventud y se le comenzó a reconocer valores educacionales. Primero sirvió para
distraer a sus participantes de otros pasatiempos poco deseables, tales como la bebida
y los juegos de azar, pero luego se introdujo un modo de ver que llevó a una especie
de "culto del juego" en los public schools. En el fútbol, juego de equipo, se descubrió un
excelente medio de fomentar la lealtad, la facultad de sacrificio, la colaboración mutua y
la subordinación a la idea de equipo. El deporte comenzó a figurar en los horarios y la
participación en el fútbol se hizo obligatoria. Una contribución esencial al respecto
provino de parte del Dr. Thomas Arnold, director del colegio de Rugby.
En 1846 se hizo el primer intento formal para establecer un reglamento, promovido por
H. De Winton y J.C. Thring, en la Universidad de Cambridge; ellos prepararon un
encuentro entre representantes de las escuelas públicas más importantes, buscando
crear un juego de reglas estandarizado. Llegaron a un acuerdo y formularon diez,
conocidas como “las reglas de Cambridge”.
Sin embargo, el juego se mantuvo rudo: por ejemplo, estaba permitido patear la pierna
de adversario debajo de la rodilla, pero no estaba permitido sujetar al adversario y
patearlo al mismo tiempo. También estaba permitido jugar con la mano y, desde que en
1823, para sorpresa de su equipo y de los adversarios, William Webb Ellis corrió con el
balón debajo del brazo, se permitió llevar también el balón con la mano. Muchos otros
colegios adoptaron las reglas elaboradas en Cambridge, otros se opusieron a este tipo
de fútbol, por ejemplo, Eton, Harrow y Winchester, donde no se permitía llevar el balón
con la mano y donde figuraba en primer lugar el dominio de la pelota con el pie.
También Charterhouse y Westminster apoyaron el juego sin las manos, pero no se
aislaron como algunos colegios, sino que fueron los puntos de partida para la difusión
de su propia versión del juego.
En 1855 se fundó el club de fútbol más antiguo del mundo, el Sheffield Football Club,
mientras que en 1862 surgió el Notts County, que viene a ser el club de liga más
antiguo. Al año siguiente, en 1863, el desarrollo se fue acercando a una decisión.
Nuevamente en la Universidad de Cambridge se trató de hallar una base común y fijar
reglas aceptables para todos. La mayoría se pronunció contra los métodos rudos, tales
como hacer zancadillas, patear la canilla del contrario, etc., y también contra el juego
con la mano. La fracción de Rugby se retiró después de estos resultados. Ellos
hubieran prescindido de patear la pierna del adversario - cosa que se suprimió más
adelante de las reglas del rugby -, pero no querían prescindir del juego con la mano y
de llevar la pelota debajo del brazo.
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Los eternos puntos de discordia - patear la canilla, hacer la zancadilla, llevar el balón
con la mano - fueron discutidos en detalle en esta reunión y en otras similares.
Finalmente, en la última reunión del 8 de diciembre, los férreos defensores del rugby,
que estaban de todas maneras en la minoría, se retiraron definitivamente. No querían
participar en un juego donde no estaba permitido hacer la zancadilla, patear las canillas
de los adversarios o llevar el balón con la mano. En este punto divergían
definitivamente la opiniones. El 8 de diciembre de 1863 fue el día en que el fútbol se
separó del rugby. Esta separación fue más evidente seis años más tarde, cuando en
las reglas de fútbol se prohibió en general el juego con la mano (no sólo llevar el balón
con la mano).
Hasta 1892 casi todas las finales se celebraron en Kennington Oval, Londres, que es
más conocido por el críquet. Hasta 1883 todos los ganadores fueron clubes de
aficionados. Los Wanderers ganaron seis veces; los Old Etonians obtuvieron la victoria
en dos ocasiones y fueron segundos en otras seis. Otro evento importante fue la
creación de la Liga de Fútbol en 1888, que se convirtió en un modelo para otros países
que posteriormente la imitaron.
Esta adopción se desarrolló con rapidez en Europa y muchas otras partes del mundo a
finales del siglo XIX. Los soldados británicos, así como los marineros, funcionarios de
las colonias, hombres de negocios, ingenieros y maestros exportaron el juego a través
del mundo, como hicieron con el críquet y otros deportes. La pauta fue la misma:
mostraban una pelota, comenzaban a jugar y luego invitaban a los locales a unírseles.
Mientras que en el continente europeo y en otras partes del mundo casi no se hablaba
de fútbol organizado, en Gran Bretaña se organizaban ya partidos internacionales,
siendo disputado el primero el 30 de noviembre de 1872 en Glasgow entre Inglaterra y
Escocia. Considerando estrictamente el asunto, los ingleses no tenían ninguna
asociación análoga con la que pudieran haber competido. Escocia e Inglaterra se
enfrentaron, cuando todavía no existía una Asociación Escocesa, la cual se fundó
recién tres años más tarde. Contra Inglaterra jugó el equipo de club escocés más
antiguo, el Queen's Park FC. Como dato anecdótico cabe agregar que en 1878 se
realizó el primer partido con luz eléctrica.
La primera referencia al respecto data del año 1879, cuando un pequeño club de
Lancashire, Darwen, alcanzó dos veces un empate sensacional contra el imbatible Old
Etonians, antes de que los famosos aficionados londinenses pudieran asegurarse la
victoria. Dos jugadores del equipo de Darwen, los escoceses John Love y Fergus
Suter, parecen haber sido los primeros en haber recibido dinero por su arte futbolístico.
Estos casos se multiplicaron y ya en 1885, la F.A. estuvo obligada a legalizar
oficialmente el profesionalismo. Esto fue cuatro años antes de que se fundaran las
primeras asociaciones nacionales fuera del sector británico, la de Holanda y la de
Dinamarca.
Dinamarca fue otro de los países europeos que comenzó pronto a practicar el juego.
En 1879 había un club inglés de fútbol en Copenhague, en tanto que la FA danesa se
fundó en 1889. En 1891 se fundo la Asociación Futbolística en Nueva Zelanda.
En Argentina el juego fue introducido por los residentes ingleses en Buenos Aires, y la
A.F.A. se fundó en 1891. Sin embargo, arraigó con cierta lentitud y al final fueron los
emigrantes italianos los que hicieron popular el juego.
dip01
En 1992 eran 179 las asociaciones nacionales adheridas y en el año 2000 su número
llegó a 204, practicando este deporte de manera más o menos reglamentada unos
doscientos cincuenta millones de personas en el planeta.
Según Desmond Morris, “Hay tribus futbolísticas en todos lados, en cualquier remoto
lugar del planeta, convirtiendo el juego del fútbol asociado en el más grande y exitoso
deporte de todos los tiempos. Cada vez más culturas lo adoptan, más gente lo juega y
mucho más gente lo ve.”
Desde prohibir a los jugadores tocar el balón con la mano, hasta animar a los
guardametas a usar los pies, el guardián de las Reglas de Juego del fútbol, el
International Football Association Board (I.F.A.B.), ha desempeñado un papel
clave en el desarrollo de este bello deporte. De entre sus 118 años de historia,
hemos destacado diez fechas principales en la evolución del deporte más
popular en todo el mundo.
1863: Fundación de la Football Association en Londres (Inglaterra)
Desde principios del siglo XIX, los partidos se disputaban inicialmente en las canchas,
patios de recreo y claustros de las escuelas privadas de Inglaterra, pero el modo de
jugar en Eton difería del de Harrow; estos a su vez del de Winchester, del de
Charterhouse y así sucesivamente hasta el caso más extremo de Rugby.
Ambas selecciones emplearon lo que hoy podría considerarse más bien como
formaciones ofensivas (Escocia un 2-2-6 e Inglaterra un 1-1-8); pero por entonces el
juego aún conservaba muchas de las características de ‘patadón y a correr’ del mob
football, y, al menos en lo táctico, quizás recordaba más al rugby de nuestros días que
al fútbol.
Aunque el nuevo deporte tenía un mayor desarrollo en Inglaterra (donde el año anterior
se había celebrado la primera competición futbolística, la F.A. Challenge Cup -Copa de
Inglaterra-, entre un número creciente de equipos), fue la revolucionaria táctica de
pases de Escocia la que se reveló más eficaz. No se marcó ningún gol aquel día, pero
el número de espectadores que pagaron por ver el choque implicó su continuidad, y los
del norte llegarían a conquistar 8 victorias en los 12 primeros Inglaterra-Escocia.
El penal como tal no existió hasta 1891. Se daba por hecho que un caballero educado
en los colegios públicos de la Inglaterra victoriana jamás cometería una falta
deliberadamente. Aunque la llegada del profesionalismo en 1885 había servido para
incrementar la presencia de futbolistas de la clase obrera, la inclusión del penal (o,
como fue llamado originalmente, el “golpe mortal”), fue más probablemente una
consecuencia del aumento de la competitividad y un compromiso con la justicia. Se
trataba de uno de los varios cambios espectaculares que experimentaron las Reglas de
Juego en 1891.
Los penales, naturalmente, tenían que indicarlos alguien. Así, tras una propuesta de la
Asociación Irlandesa, se autorizó la figura del árbitro en un terreno de juego. En un
principio, fielmente a sus orígenes de deporte entre caballeros, las disputas se
arreglaban entre los dos capitanes de equipo; pero conforme iba aumentando lo que
estaba en juego, también lo hacía el número de quejas. En la época en la que se
celebraron la primera Copa de Inglaterra (F.A. Cup) y el primer encuentro internacional,
se empleaban dos árbitros, uno por equipo y al que cada conjunto podía reclamar. Pero
no era la solución ideal, ya que las decisiones, algunas más favorables que otras, sólo
se producían tras varias reclamaciones y prolongados retrasos.
Muchas de las líneas que hoy vemos en los terrenos de juego de todo el mundo son
una consecuencia directa de estas y otras reglas, según el fútbol iba rápidamente
perfilándose a sí mismo. Desde los campos de los pueblos hasta los parques y las
canchas de críquet, el tamaño de la zona de juego se había ido reduciendo
paulatinamente con el paso de los años.
La decisión de 1902 de conceder un penal por una falta cometida dentro de un área de
18.9 metros desde la línea de gol por 40.2 metros de ancho, hizo surgir tanto el área de
castigo como el punto penal. Otro ‘área de gol’, comúnmente conocida como “área
pequeña”, de 5.5 metros de largo por 18.3 metros de ancho, sustituyó al semicírculo en
la boca de gol.
Sin embargo, no sería hasta dentro de otros 35 años cuando se crearía la última pieza
del rompecabezas: la media luna en la frontal del área, para permitir al lanzador del
penal tomar carrerilla sin ser estorbado.
dip02
Mientras los reyes y los políticos desplegaban un sistema defensivo de alianzas que
acabaría conduciendo a la guerra mundial, el fútbol contribuía a hacer amigos. Hubo
muchas más asociaciones del Viejo Continente que se afiliaron a la FIFA antes de que
Sudáfrica (1909/1910), Argentina y Chile (1912), y Estados Unidos (1913) se
convirtieran en los primeros miembros no europeos.
Puede que Lenin viera el fútbol como una forma de diversión para apagar la conciencia
política del proletariado, pero el deporte iba despegando en países en los que el nuevo
concepto de ocio iba dotando a la población de tiempo libre. Se celebraron los primeros
encuentros internacionales en Norteamérica, donde Canadá derrotó a Estados Unidos
por 1-0 en Nueva Jersey, en 1885; en Sudamérica, donde Argentina y Uruguay
empataron 0-0 en Buenos Aires, en 1905; y en Asia, donde Filipinas se impuso a China
en Manila en 1913.
En gran medida fue gracias a esta filosofía por lo que, pese a la turbulencia de las tres
décadas siguientes, que condujeron a dos guerras mundiales y a una enorme
convulsión social, el fútbol no sólo sobrevivió sino que prosperó, con el sueño de una
competición internacional finalmente hecho realidad en 1930, en Uruguay.
En los primeros sistemas tácticos, los equipos sacaban al campo hasta ocho
delanteros, ya que la única manera de avanzar con el balón era driblando o mediante
melé. Sin embargo, hubo una fuerte oposición a esta propuesta desde Sheffield, cuyas
reglas no incluían el fuera de juego. Las diferencias se acabaron resolviendo a finales
de la década de 1860, cuando la F.A. tomó la trascendental decisión de adoptar la
regla de los tres jugadores, según la cual a un atacante se le declaraba en fuera de
juego si estaba situado por delante del tercer último defensor.
A partir de ese momento, los pases se hicieron parte integrante del fútbol y, para
muchos, nació gran parte de la grandeza de este deporte. El número de goles
aumentó, ayudado por la regla de 1912 que impedía a los guardametas tocar el balón
con la mano fuera del área, y por otra de 1920 que prohibía los fueras de juego
procedentes de un saque de banda. En 1925, la regla del fuera de juego con tres
jugadores cambió a la de dos jugadores, lo que representó otro cambio radical que
propulsó aún más lejos el auge del fútbol.
trip05
1938 y 1997: Quitando las telarañas
En 1937 se pensó que, si se unía el más de medio siglo de cambios y enmiendas a que
las Reglas originales estaban redactadas en el lenguaje de la Inglaterra victoriana, las
Reglas del Juego, 17 en total, necesitaban un importante lavado de cara. Stanley Rous,
miembro del I.F.A.B. y el primer oficial que empleó el sistema diagonal de arbitraje, fue
elegido como el hombre ideal para esta labor colosal. El directivo inglés, que sería
nombrado Presidente de la F.I.F.A. en 1961, empezó por quitar las telarañas y redactó
las Reglas dentro de un orden racional. Tan concienzudo fue el trabajo de sir Stanley, y
tan escasos los cambios en el reglamento durante un período en el que se produjo el
auténtico despegue del fútbol, que sólo en 1997, casi 60 años después, volvió a
sentirse la necesidad de simplificar más el texto (en un 30 por ciento) y de modernizar
el lenguaje.
En la década de 1980, sin embargo, quizás por primera vez en la larga historia del
fútbol, había indicios de que las audiencias empezaban a descender. La rivalidad entre
tribus y el fervor nacionalista habían sido un subproducto del impacto social y
emocional del deporte, y en ocasiones la pasión se desbordaba en forma de violencia.
La popularidad y el dinero condujeron a una mayor profesionalización del fútbol y, en el
ámbito del juego, con todo basándose cada vez más en los resultados, las tácticas
defensivas eran las que dominaban, con lo que el espectáculo se resentía. A finales de
los años 80, todos estaban de acuerdo en que las Reglas del Juego necesitaban una
puesta a punto a la vista de estos acontecimientos.
Estas importantes enmiendas, a las que frecuentemente se alude con el lema “Por el
bien del fútbol”, fueron diseñadas para promover el fútbol de ataque. Comenzaron por
la regla del fuera de juego de 1990, con la que ahora se daba ventaja al equipo
atacante. Si el atacante estaba en línea con el penúltimo defensor, su posición era
correcta, en lugar de fuera de juego. Y ese mismo año, la ‘falta del profesional’ (la que
privaba a un oponente de una ocasión manifiesta de gol) pasó a ser una infracción
motivo de expulsión. A pesar de estos cambios, las tácticas empleadas durante la Copa
Mundial de la F.I.F.A. Italia 1990 sugirieron la necesidad de hacer algo más. Y dos
años más tarde, el I.F.A.B. realizó una de las jugadas más espectaculares de su
historia al prohibir a los guardametas atrapar los pases atrás intencionados.
dip03
Por un lado, tendremos dos líneas de marcación más largas que se denominan
líneas de banda. Las dos más cortas se llamarán líneas de meta. Por otro lado, el
terreno de juego estará dividido en dos mitades por una línea media que unirá los
puntos medios de las dos líneas de banda.
Hay que añadir que se podrá hacer una marcación fuera del terreno de juego para
señalar la distancia que se deberá observar en la ejecución de un saque de
esquina. Esta se situará a 9.15 m del cuadrante de esquina y perpendicular a la
línea de meta.
Los balones deben tener unas características y medidas específicas que constan
en las reglas del fútbol:
Será esférico.
Será de cuero o cualquier otro material adecuado.
Como nueva norma del reglamento del fútbol 2021, encontramos que en caso de
que haya un balón defectuoso, el juego se detendrá y se reanudará con un balón
a tierra. El cambio viene en que no será necesario hacerlo justo en el lugar donde
se detuvo el partido, como si era obligatorio hacer hasta este año.
Las reglas del fútbol establecen que los dos equipos que disputan un partido
deben tener, como máximo, once jugadores titulares. Uno de ellos será el
portero. El partido no comenzará si uno de los equipos tiene menos de siete
jugadores.
El árbitro es el encargado de dirigir el partido y, según las reglas del fútbol, debe
cumplir las siguientes normas:
Tiene poder absoluto cuando se cometan infracciones a las reglas, puede parar,
suspender o interrumpir definitivamente un partido cuando lo estime necesario
independientemente de las causas.
Tendrá poder total para expulsar definitivamente del campo sin advertencia previa a
todo jugador culpable de conducta violenta.
Las reglas del fútbol estipulan que se podrá designar a dos árbitros asistentes que
tendrán, bajo reserva de lo que decida el árbitro, la tarea de indicar: si el balón salió del
terreno de juego, tiros de esquina, fuera de juego, avisar de los cambios, infracciones
que no vea el árbitro, duración del partido, gol marcado y saques de meta.
Las reglas del fútbol profesional indican que el partido durará dos tiempos iguales de 45
minutos cada uno, salvo que por mutuo acuerdo entre el árbitro y los dos equipos
participantes se convenga otra cosa. Pero esto puede variar en función de la categoría
y la federación.
Las reglas del fútbol estipulan que al iniciarse el partido, la elección de campos y el
saque de comienzo se sorteará mediante una moneda. El bando favorecido por la
suerte tendrá el derecho de escoger, bien sea su campo o el saque inicial. En el
segundo tiempo, los equipos se intercambiarán los lados del campo y sacará de medio
el equipo que no lo haya hecho en la primera parte.
El saque desde el medio del campo deberá producirse al comienzo del partido, tras
haber marcado un gol o al comienzo del segundo tiempo del partido. También debe
hacerse al comienzo de cada tiempo suplementario, dado el caso.
La novena de las reglas del fútbol parece muy lógica, el balón está en juego mientras
no se marque falta y esté dentro de la cancha. No se interrumpe el partido si rebota en
un poste o banderín de esquina o si rebota en el árbitro.
Estará fuera de juego su cruza por completo una línea de banda o de meta, y si el
partido es interrumpido por el árbitro.
Las reglas del fútbol dicen que se habrá marcado un gol cuando el balón, estando en
juego, haya atravesado completamente la línea de meta entre los postes y por debajo
del travesaño, siempre que el equipo anotador no haya cometido previamente una
infracción a las Reglas de Juego.
El equipo que marque mayor número de goles será el ganador, si anotan los mismos o
no anotan, el juego termina empatado. En caso de que sea necesario un vencedor sólo
se permiten tres procedimientos: regla de goles marcados como visitante, tiempo
suplementario o tiros de penal.
El fuera de juego puede que sea la que más confusión crea de las reglas del fútbol.
Se concederá un tiro libre directo al equipo adversario si un jugador comete una de las
siguientes infracciones de una manera que el árbitro considere imprudente, temeraria o
con el uso de una fuerza excesiva:
Empujar a un adversario
Hacer una entrada a un adversario para ganar la posesión del balón tocándole antes
que al balón
Tocar el balón deliberadamente con las manos (salvo el portero en su área de penalti)
Sujetar a un contrario
Escupir a un adversario
Vuelve a tocar el balón con las manos después de haberlo puesto en juego y sin que
cualquier otro jugador lo haya tocado.
Toca el balón con las manos después de que el jugador de su equipo se lo haya cedido
con el pie.
Toca el balón con las manos después de haberlo recibido directamente de un saque de
banda lanzado por un compañero.
Se dará un tiro libre indirecto al equipo adversario, si un jugador en opinión del árbitro:
Comete cualquier otra infracción que no haya sido anteriormente mencionada en las
Reglas, por la cual el juego sea interrumpido para amonestarle o expulsarle.
El tiro libre directo o indirecto, se lanzará desde el lugar donde se cometió la infracción,
o en cualquier caso, atendiendo a las normas y reglas de juego al respecto.
Impedir con mano intencionada un gol o malograr una oportunidad manifiesta de gol
(esto no vale para el guardameta dentro de su propia área penal)
El equipo rival tiene derecho a colocar una barrera de jugadores, para resguardar al
portero y complicar el panorama para el cobrador, pero dicha barrera deberá estar a
una distancia indicada por el árbitro del partido.
El penal se origina al cometerse una falta y en la que el infractor sea un jugador del
equipo contrario en su área. El penal se tirara desde el punto de penal y antes que se
ejecute todos los jugadores a excepción del que va a ejecutar el castigo deben estar en
el campo de juego.
Las reglas del fútbol dicen que el saque de banda es una forma de reanudar el juego y
se concede a los adversarios del último jugador que tocó el balón antes de atravesar la
línea de banda por tierra o por aire. No se podrá anotar un gol directamente de un
saque de banda.
El saque de banda se sirve con las manos, el balón se lanza desde atrás por encima de
la cabeza, con ambos pies bien colocados sobre la línea desde el sitio donde salió del
terreno de juego.
Reglas del fútbol 17: Saque de meta
El saque de meta es una forma de reanudar el juego, cuando el balón haya atravesado
completamente la línea de meta, ya sea por tierra o por aire, después de haber tocado
por último a un jugador del equipo atacante, y no se haya marcado un gol conforme a la
Regla 10.
Cuando el balón pasa en su totalidad la línea de meta por aire o por tierra excluyendo
la zona entre los dos postes por el dueño de cancha se realiza un corner. Para este
saque la línea se divide en dos partes la derecha y la izquierda por la cual se elige por
cual de las dos respectivas esquinas se realizara el tiro de esquina.
Estas son las 17 reglas del fútbol realizadas por la FIFA. Son las normas que se utilizan
como general en todos los países del mundo siempre con alguna variación pero por
general son todas estas. Si conoces alguna regla que no este en el artículo no dudes
en ponerla en los comentarios, todas las recomendaciones posibles serán leídas.
También coméntanos como de útil y que os aparece el artículo sobre las 17 reglas del
fútbol de la FIFA.