Macroeconomía y Políticas - Examen 2
Macroeconomía y Políticas - Examen 2
Macroeconomía y Políticas - Examen 2
Investigación
6to. “A”
Turno: Vespertino
Alumna: Elda Asunción Poot Yeh
Lic.: Administración de Empresas
Profesor: Eulogio del Carmen Vázquez Gutiérrez
Introducción
Las políticas macroeconómicas procíclicas profundizan los ciclos de la economía y
conllevan enormes costos económicos y sociales. Particularmente, ante fuertes
choques negativos, esta inestabilidad aminora el crecimiento económico de largo
plazo, originando así importantes perjuicios sobre la evolución de la actividad
productiva. Más aún, la prolongación y profundización de las crisis pueden, a su
vez, implicar un detrimento al bienestar social, en tanto incrementa los índices de
pobreza, desigualdad en el ingreso, tasa de desempleo y conflictos internos.
Entendemos por política fiscal al efecto global de los resultados del presupuesto
en la actividad económica. Sus objetivos primordiales siempre deben ser: aportar
al crecimiento económico, ocupar los recursos productivos de la sociedad y la
estabilidad de los precios en el país.
Los medios que el gobierno utiliza en la política fiscal son, el Gasto público, que
resulta ser la suma de los gastos realizados por las instituciones, entidades y
organismos integrantes del sector público y Los impuestos, que son una clase de
tributo regido por derecho público.
Política
fiscal
El Diccionario de Economía Aplicada de Galindo Martin, define a la política fiscal
como el “conjunto de variaciones en los programas de ingreso y gastos públicos
que lleva a cabo el decisor político, con el objeto de alcanzar los diferentes
objetivos de política económica, tales como un cierto nivel de empleo, una tasa
tolerable de inflación, crecimiento económico, etc.” Por otra parte, el Diccionario
Enciclopédico de Economía, Finanzas y Empresa de Merino Peral y López García
define a la política fiscal de la siguiente manera: “Junto con la monetaria, forman la
base de actuación de la política económica de un gobierno para conseguir la
estabilidad y los objetivos de política macroeconómica. Puede ser también un
instrumento eficaz para lograr la redistribución de la renta y de la riqueza”.
La combinación que se logra con los elementos del gasto público y los impuestos
produce efectos directos en la economía a corto plazo como se mencionan a
continuación:
“El conjunto de acciones que el Banco de México lleva a cabo para influir sobre las
tasas de interés y las expectativas inflacionarias del público, a fin de que la
evolución de los precios sea congruente con el objetivo de mantener un entorno
de inflación baja y estable”.
Vera menciona cuatro principales beneficios que se presentan ante una buena
política monetaria y son los siguientes:
Cambio.
El tipo de cambio es el precio relativo de una moneda. El tipo de cambio de un
país se expresa en términos de la unidad monetaria de otro país. Por ejemplo, la
paridad del dólar se expresa en términos de la moneda mexicana, como la
cantidad de pesos que pagan los mexicanos por un dólar. El siguiente cuadro
presenta la paridad dólar peso.
Tipos de cambio:
Existen varios regímenes de tipo de cambio que la economía mexicana ha
experimentado, entre los que podemos encontrar los siguientes:
Este régimen se puede definir como una combinación de los dos anteriores.
Cuando la moneda presenta síntomas de debilitamiento, pero no se desea la
inestabilidad que significa un tipo de cambio perfectamente flexible, y tampoco se
desea mermar las reservas internacionales, se opta por una banda cambiaria. Se
determina una trayectoria del tipo de cambio, en donde se fija una depreciación
máxima de la moneda (límite superior de la banda), y por otro lado una tasa
mínima de depreciación (límite inferior de la banda).
Cuando no existen las suficientes reservas para mantener un tipo de cambio fijo, o
una banda cambiaria y además se quiere evitar devaluar, se recurre entonces a la
imposición de controles de cambios. Esto además de postergar la devaluación,
modera la volatilidad y especulación en el mercado cambiario, imponiendo un tipo
de cambio para ciertas transacciones y otro o más tipos de cambio para otras
operaciones. Un tipo de cambio elevado (moneda doméstica débil) normalmente
se aplica a los flujos de capital y actividades turísticas. Un tipo de cambio más
bajo (moneda doméstica fuerte), se aplica a la exportación de mercancías y
créditos externos.
Conclusión.
El diseño y aplicación de la política fiscal y monetaria es de suma importancia,
sobre todo para garantizar que éstas no generen distorsiones sobre las decisiones
de los individuos. Esta investigación ha desarrollado un modelo de agente
representativo en una economía pequeña y abierta, con perfecta movilidad de
capital, que ha permitido examinar las acciones del gobierno en materia fiscal y
monetaria que son compatibles con las decisiones del sector privado.