0% encontró este documento útil (0 votos)
72 vistas22 páginas

Iguanodon

Descargar como txt, pdf o txt
Descargar como txt, pdf o txt
Descargar como txt, pdf o txt
Está en la página 1/ 22

Iguanodon

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Symbol question.svg Iguanodon
Rango temporal: 126 Ma - 113 Ma
PreЄЄOSDCPTJKPgN
Cretácico inferior
Iguanodon NT.jpg
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Sauropsida
Superorden: Dinosauria
Orden: Ornithischia
Suborden: Neornithischia
Infraorden: Ornithopoda
(sin rango): Iguanodontia
Superfamilia: Hadrosauriformes
Familia: Iguanodontidae
Género: Iguanodon
Mantell, 1825
Especie tipo
Iguanodon bernissartensis
Boulenger, 1881 (neotipo)
Otras Especies
Iguanodon galvensis Verdú et al., 20151
Iguanodon anglicus Holl, 1829 (dudosa)2
Sinonimia
Delapparentia Ruiz-Omeñaca, 2011
Iguanoides Conybeare vide Cadbury, 2000
Iguanosaurus [Anonymous] 1824
Proiguanodon van den Broeck, 1900
Therosaurus Fitzinger, 1840
Jguanodon Yuryev, 19543
[editar datos en Wikidata]
Iguanodon (gr. "diente de iguana"), o el iguanodonte, es un género con 2,
posiblemente 3 especies de dinosaurios ornitópodos iguanodóntidos, que vivieron a
principios del período Cretácico, hace aproximadamente 126 a 113 millones de años,
entre el Barremiense y el Aptiense, en lo que hoy es Europa. Iguanodon está a medio
camino entre los primitivos de los hipsilofodóntidos, bípedos y rápidos, y la
culminación de los ornitópodos en los dinosaurios de pico de pato. Se han descrito
muchas especies de Iguanodon, datadas desde el Kimmeridgiense, a finales del
Jurásico, al Cenomaniense del Cretácico Superior en Asia, Europa, y Norteamérica.
Sin embargo, desde la primera década del siglo XXI se tiende a reconocer una única
especie, Iguanodon bernissartensis bien fundamentada, que vivió en el Cretácico
inferior de Europa. La principal característica de Iguanodon son sus grandes garras
en los pulgares, que fueron utilizados posiblemente para defenderse de los
depredadores, combinadas con los quintos dedos prensiles largos capaces de buscar
comida..

Descubierto en 1822 y descrito tres años más tarde en 1825 por el geólogo inglés
Gideon Mantell, Iguanodon fue el segundo dinosaurio nombrado formalmente, después
de Megalosaurus. Junto con Megalosaurus y Hylaeosaurus, es uno de los tres géneros
usados originalmente para definir Dinosauria. Fue bautizado por Gideon Mantell con
el nombre Iguanodon, el cual se deriva del término iguana y de la palabra griega
odontos, diente, debido a que los dientes de Iguanodon son similares a los de la
iguana. Fueron herbívoros grandes y robustos. Iguanodon es un miembro del grupo más
grande Iguanodontia, junto con los hadrosáuridos. La taxonomía de este género
continúa siendo un asunto de estudio mientras que se nombran nuevas especies o las
de muchos años se reasignan a otros géneros.
La comprensión científica de Iguanodon ha evolucionado a través del tiempo, a
medida que nueva información se obtiene de los fósiles. Los numerosos especímenes
de este género, incluyendo los esqueletos casi completos a partir de dos niveles
fosilíferos bien conocidos, han permitido que los investigadores formulen hipótesis
con respecto a muchos aspectos de la vida del animal, incluyendo la alimentación,
el movimiento, y el comportamiento social. Como uno de los primeros dinosaurios
bien conocidos por la ciencia, Iguanodon ha ocupado un lugar pequeño pero notable
en la opinión pública sobre los dinosaurios, dado que sus representaciones
artísticas han ido cambiando perceptiblemente en respuesta a las sucesivas
interpretaciones de su anatomía.

Índice
1 Descripción
1.1 Cráneo
1.2 Extremidades
1.2.1 Pulgares con garras
2 Descubrimiento e investigación
2.1 Gideon Mantell, Sir Richard Owen y el descubrimiento de los dinosaurios
2.2 La mina de Bernissart
2.3 Descubrimientos alrededor del mundo
2.4 Especies
2.4.1 Especies válidas de Iguanodon
2.4.2 Especies dudosas de Iguanodon
2.4.3 Especies reasignadas
3 Clasificación
3.1 Filogenia
4 Paleobiología
4.1 Alimentación y dieta
4.2 Postura y locomoción
4.3 Comportamiento social
5 En la cultura popular
6 Véase también
7 Referencias
8 Enlaces externos
Descripción

Iguanodon bernissartensis comparado con un ser humano.


Iguanodon fue un robusto herbívoro que podía alternar entre las marchas bípeda y
cuadrúpeda.4 Se ha estimado que los adultos de la especie mejor conocida, I.
bernissartensis, pesaban un promedio de 3 toneladas,5 y medían cerca de 10 metros
de largo, pudiendo alcanzar en algunos casos los 13 metros.6 La espina dorsal y la
cola estaban reforzadas y rigificadas por tendones osificados cilíndricos, que se
omiten generalmente en los montajes y dibujos esqueléticos.4 En general, su aspecto
y estructura del cuerpo no difería de los posteriores hadrosáuridos.

Cráneo
Este género tenía un cráneo grande, alto pero estrecho, con un desdentado pico
cubierto probablemente con queratina, y los dientes como los de una iguana, pero
mucho más grandes y juntos en paquetes.4 El cráneo estaba estructurado de tal
manera que cuando cerraba la mandíbula, los maxilares, huesos del cráneo que
sostienen los dientes superiores, se arqueaban hacia fuera. Esto causaría que las
superficies más bajas de los dientes superiores frotaran contra la superficie
superior de los dientes de la mandíbula, moliendo cualquier cosa entre ellos y
proporcionando una acción equivalente a la masticación de los mamíferos.7 Debido a
que los dientes siempre eran sustituidos, el animal habría podido utilizar este
mecanismo toda su vida y podría comer material vegetal resistente.8 Por otro lado,
la parte frontal del hocico era desdentada, y estaría probablemente cubierta por un
pico córneo, apto para arrancar ramitas y brotes,9 ubicado sobre los huesos
premaxilar, en el cráneo y predentario, en la mandíbula, cada uno de los cuales
formaba una punta arqueada rugosa que le servirían de base.4

Cranéo de Iguanodon del Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford.


Iguanodon poseía un robusto aparato masticador, dotado con la dentición típica de
un reptil herbívoro.10 El mismo Mantell notó que los restos con los que trabajaba
eran distintos a los de cualquier reptil moderno, especialmente en la mandíbula
inferior con una sínfisis en forma de cuchara, que comparó con el perezoso de dos
dedos y el extinto perezoso terrestre Mylodon. Mantell sugirió que Iguanodon habría
tenido una lengua prensil que podrían utilizar para recolectar el alimento,11 como
las jirafas actuales. Restos más completos que los estudiados por Mantell han
demostrado que esto no podía ser correcto. El hueso hioides de Iguanodon, en el que
se insertan músculos de la lengua, tenía una estructura robusta, implicando una
lengua muy musculosa, no prensil, incapaz para realizar los movimientos sugeridos.
12 La idea de la lengua prensil ha sido atribuida erróneamente a Dollo.13

Iguanodon tenía un único diente de reemplazo por cada pieza dentaria en uso, a
diferencia de los hadrosáuridos, que tenían varias filas de dientes de reemplazo.
Poseían 29 dientes en cada maxilar, 58 dientes superiores, y 25 en cada dentario,
50 dientes inferiores, mientras que en el premaxilar y el predentario, que formaban
el "pico", no poseían ninguno. El mayor número de dientes superiores se compensa
con una mayor longitud de los dientes de la mandíbula, lo que permitía la oclusión
de las filas dentales en toda su longitud, necesaria para la masticación eficaz.14
Debido ciertos detalles anatómicos y a la profunda inserción de los dientes desde
el exterior de las mandíbulas se supone que, al igual que la mayoría de los demás
ornitisquios, Iguanodon tenía algún tipo de estructura similar a la mejilla,
muscular o no, para conservar el alimento en la boca durante la masticación.1516

Extremidades

Una mano de Iguanodon mostrada en Bruselas; con el dedo prensil extendido.


Las piernas eran poderosas, pero no aptas para la carrera, y tenían tres dedos en
cada pie. Los brazos eran largos, hasta 75% de la longitud de las piernas en I.
bernissartensis y robustos,6 con las manos poco flexibles construidas de modo que
los tres dedos centrales, dedos II, III y IV, formando un casco, pudieran soportar
el peso en posición cuadrúpeda.4 El dedo meñique, el dedo V, era alargado y
flexible, y habría podido ser utilizado para manipular objetos y de ayuda en la
recolección del alimento.4 Se encontró evidencia de una fractura de hueso de la
cadera en un espécimen de Iguanodon, que tenía una lesión en su isquion. Otros dos
individuos se observaron con signos de osteoartritis como lo demuestran los
crecimientos óseos en sus tobillos que se llaman osteofitos.17

Pulgares con garras


Una de las características de Iguanodon es el gran dedo pulgar, dedo I o pollex,
cuya segunda falange formaba gran una garra cónica, muy desarrollada y
probablemente dotada con una gruesa cubierta córnea.18 Los pulgares estaban
dirigidos hacia fuera, perpendiculares a los tres dedos centrales.

Este pulgar es tradicionalmente explicado como un elemento defensivo contra los


predadores94 o contra otros Iguanodon,6 aunque pudo usarlo también para partir
semillas y frutas.4 Se ha propuesto también la posibilidad de que la garra
estuviera asociada a una glándula venenosa,19 pero la hipótesis está en entredicho,
ya que ni la falange es hueca6 ni existe ningún tipo de estría o conducto que
pudiera conducir el veneno.20 En las reconstrucciones iniciales Mantell confundió
la última falange del pulgar con un cuerno que ubicó sobre la nariz, así, con
aspecto de rinoceronte, apareció representado Iguanodon en las primeras
recreaciones, hasta que se hallaron los ejemplares completos en Bernissart y Dollo
se dio cuenta del error, colocando el hueso en el lugar correcto de la mano, un
pulgar modificado.9 Ésta no sería la vez última que la garra modificada del pulgar
de un dinosaurio era mal interpretada; Noasaurus, Baryonyx y Megaraptor son
ejemplos desde la década de 1980, cuando las garras agrandadas del pulgar fueron
puestas en el pie, como en los dromeosáuridos.

Descubrimiento e investigación

Iguanodon bernissartensis montado en su postura cuadrúpeda correcta, museo del Real


Instituto Belga de Ciencias Naturales, Bruselas.
Debido a que Iguanodon es uno de los primeros géneros de dinosaurio en haber
recibido un nombre, son numerosas las especies que le han sido asignadas. Si bien
Iguanodon no se considera un taxón cajón de sastre, al estilo de otros géneros de
dinosaurio como Megalosaurus, su historia ha sido compleja y su taxonomía es
revisada constantemente.21222324 Los restos de las especies más conocidas han
surgido en Bélgica, Inglaterra, España y Francia. Restos de animales similares,
posiblemente pertenecientes a este género o a uno muy similar han sido encontrados
también en Mongolia y de especies diferenciadas en Utah, Estados Unidos.

Iguanodon anglicus fue la especie tipo original, pero el holotipo estaba basado en
un solo diente y desde entonces solo se han encontrado restos parciales de la
especie. En marzo de 2000, la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica
cambió la especie tipo a la mejor conocida I. bernissartensis, con el nuevo
holotipo IRSNB 1534. El diente del Iguanodon original es guardado en el Te Papa
Tongarewa, el museo nacional de Nueva Zelanda en Wellington, aunque no está
exhibida actualmente. El fósil llegó a Nueva Zelanda luego que el hijo de Gideon
Mantell se estableciera allí.25 En el reconocimiento de la semejanza de los dientes
a los de la iguana, Mantell nombró su nuevo género Iguanodon o "dientes de iguana",
a partir de Iguana y del griego odontos, "diente".6 .

Gideon Mantell, Sir Richard Owen y el descubrimiento de los dinosaurios

Ilustración de los fósiles de dientes de Iguanodon junto a los de una iguana


moderna en el trabajo de Mantell de 1825.
El descubrimiento de Iguanodon ha sido acompañado a lo largo del tiempo por una
popular leyenda. El primer rastro de un Iguanodon fue un diente fosilizado
encontrado por la esposa de Gideon Mantell, Mary Ann Mantell, en los estratos del
Bosque Tilgate, en Cuckfield, Inglaterra, mientras su marido revisaba un paciente.
Sin embargo, no hay evidencia de que Mantell llevara a su esposa con él mientras
veía a sus pacientes. Además, admitió en 1851 que él mismo había encontrado los
dientes,26 aunque previamente había declarado en 1827 que la Sra. Mantell había
encontrado el primero de los dientes más tarde llamados Iguanodon.27 Otros autores
posteriores están de acuerdo en que la historia no es ciertamente falsa.28 Sin
importar las circunstancias exactas, inspeccionó el área en busca de más fósiles, y
consultó a los expertos sobre fósiles de su tiempo en cuanto a qué clase de animal
pudieron pertenecer los huesos. La mayor parte de los científicos, por ejemplo
William Buckland y Georges Cuvier, pensaron que los dientes eran de pez o mamífero.
Sin embargo, Samuel Stutchbury, un naturalista del Real Colegio de Cirujanos,
reconoció que se asemejaban a los de una iguana pero veinte veces más grande.5 Por
sus cuadernos se sabe que Mantell adquirió grandes huesos de fósiles de la cantera
de Whitemans Green en 1820. Como también se encontraron dientes de terópodos,
pertenecientes a carnívoros, al principio interpretó estos huesos, que intentó
combinar en un esqueleto parcial, como los de un cocodrilo gigante. En 1821,
Mantell mencionó el hallazgo de dientes herbívoros y comenzó a considerar la
posibilidad de que un gran reptil herbívoro estuviera presente en los estratos. Sin
embargo, en su publicación de 1822 Fossils of the South Downs aún no se atrevió a
sugerir una conexión entre los dientes y su esqueleto muy incompleto, suponiendo
que sus hallazgos presentaban dos formas grandes, una carnívora, «un animal de la
Tribu Lagarto de enorme magnitud» y la otra herbívora.29Mantell no describió sus
descubrimientos hasta 1825, cuando presentó un trabajo en la Royal Society de
Londres.1026

Restos encontrados en Maidstone en 1840, reclasificado en el género Mantellodon.


En mayo de 1822 presentó por primera vez los dientes herbívoros a la Royal Society
de Londres, pero los miembros, entre ellos William Buckland, los descartaron como
dientes de pescado o como los incisivos de un rinoceronte de un estrato terciario.
El 23 de junio de 1823, Charles Lyell mostró algunos a Georges Cuvier, durante una
velada en París, pero el famoso naturalista francés los rechazó de inmediato como
los de un rinoceronte. Pese a que al día siguiente Cuvier se retractó, Lyell solo
informó del rechazo a Mantell, quien se mostró un tanto tímido al respecto. En 1824
Buckland describió a Megalosaurus y en esa ocasión fue invitado a visitar la
colección de Mantell. Al ver los huesos el 6 de marzo, estuvo de acuerdo en que se
trataba de un sauriano gigante, aunque todavía negaba que fuera un herbívoro. Sin
embargo, envalentonado, Mantell volvió a enviar algunos dientes a Cuvier, quien
respondió el 22 de junio de 1824 que había determinado que eran reptiles y que
posiblemente pertenecían a un herbívoro gigante. En una nueva edición ese año de
sus Recherches sur les Ossements Fossiles Cuvier admitió su error anterior, lo que
llevó a una inmediata aceptación de Mantell, y su nuevo sauriano, en los círculos
científicos. Mantell intentó corroborar aún más su teoría al encontrar un paralelo
moderno entre los reptiles existentes.30 En septiembre de 1824 visitó el Royal
College of Surgeons.Pero al principio no pudo encontrar dientes comparables. Sin
embargo, el curador asistente Samuel Stutchbury reconoció que se parecían a los de
una iguana que él había preparado recientemente, aunque veinte veces más.5

En el reconocimiento de la semejanza de los dientes a los de la iguana, Mantell


nombró su nuevo género Iguanodon o "dientes de iguana", a partir de Iguana y del
griego odontos, "diente".6 Basándose en una escala isométrica, estimó que la
criatura habría alcanzado los 12 metros de largo.10 La idea inicial fue llamarlo
Iguanasaurus, "lagarto iguana ", pero su amigo William Daniel Conybeare le sugirió
que ese nombre era más aplicable a la misma iguana y que sería mejor llamarlo
Iguanoides, "como una iguana ", o Iguanodon.3031 Tuvo el descuido de no asignar
nombre a la especie para formar la apropiada nomenclatura binomial, así que el
nombre fue suministrado en 1829 por Friedrich Holl como Iguanodon anglicum, que fue
enmendado más adelante como I. anglicus.2

Mantell envió una carta que detallaba su descubrimiento a la Sociedad Filosófica de


Portsmouth en diciembre de 1824, varias semanas después de establecerse en un
nombre para la criatura fósil. La carta fue leída a los miembros de la Sociedad en
una reunión el 17 de diciembre, y se publicó un informe en el Hampshire Telegraph
el lunes siguiente, 20 de diciembre, que anunciaba el nombre, mal escrito como
"Iguanadon".32 Mantell publicó formalmente sus hallazgos el 10 de febrero de 1825,
cuando presentó un documento sobre los restos a la Royal Society de Londres.1026

Reconstrucción de Mantell de Iguanodon basada en los restos de Maidstone.


Un espécimen más completo de un animal similar fue descubierto en una cantera en
Maidstone , Kent, en 1834, parte inferior de la formación Greensand Inferior, que
Mantell pronto adquirió. que Mantell adquirió e identificó basado en el diente que
tenía. La losa de Maidstone permitió las primeras reconstrucciones esqueléticas e
interpretaciones artísticas de un iguanodonte. El error más famoso fue la adición
de un cuerno, también descubierto por la esposa de Mantell, sobre la nariz del
dinosaurio.33 El descubrimiento de muchos mejores especímenes de I. bernissartensis
en 1878 reveló que el cuerno era en realidad un pulgar modificado, quizás usado
para la defensa, a modo de puñal contra los depredadores de su ambiente. Dicho
error puede observarse en las esculturas preparadas para la gran exposición de 1851
del Palacio de Cristal de Londres, conservadas actualmente como testimonio
histórico. Para conmemorar el descubrimiento el distrito de Maidstone incorporó un
Iguanodon como soporte en su escudo de armas en 1949.34 Este espécimen se ha ligado
al nombre I. mantelli, una especie nombrada en 1832 por von Meyer en lugar de I.
anglicus, solamente porque procedía de una formación rocosa diferente que el
material original de I. anglicus.31 El espécimen de Maidstone, también conocido
como "Mantel-piece" de Gideon Mantell, y etiquetado formalmente NHMUK 3741,3536 fue
posteriormente excluido de Iguanodon. Se clasifica como cf. Mantellisaurus por
McDonald en 2012,37 como cf. Mantellisaurus atherfieldensis por Norman en 2012,35 y
fue el holotipo de una especie separada Mantellodon carpenteri por Paul en 2012.36

El famoso banquete de Benjamin Waterhouse Hawkins dentro del Iguanodon.


Al mismo tiempo, la tensión comenzó a crecer entre Mantell y Richard Owen, un
científico ambicioso con una mayor financiación y mejores conexiones sociales en
los turbulentos mundos de la ciencia y la política británicas de la era del Acta de
la Reforma de 1832. Owen, un firme creacionista, se oponía al "transmutacionismo",
una versión primitiva de la evolución, que entonces estaba siendo discutida y
utilizó a los dinosaurios, el nombre lo acuñaría él mismo algo más tarde, como arma
en este conflicto. Con la definición de Dinosauria redujo las dimensiones de los
dinosaurios desde los excesivos más de 61 metros y determinó que no eran
simplemente lagartos gigantes, proponiendo que eran tan avanzados como los
mamíferos, características dadas por Dios y según la comprensión de su tiempo, no
habrían podido ser "transmutados" desde reptiles a criaturas como los mamíferos.38
39

Poco antes su muerte en 1852, Mantell argumentó que Iguanodon no era un pesado
animal similar a un paquidermo40 como Owen proponía, pero no fue invitado a
participar en la reconstrucción de los dinosaurios de The Crystal Palace, que
impusieron la imagen de los dinosaurios de Owen en la imaginación popular.38 Junto
a Benjamin Waterhouse Hawkins, crearon casi dos docenas de esculturas de tamaño
natural de varios animales prehistóricos, construidos en hormigón sobre una
estructura de acero y ladrillo. Incluyeron dos Iguanodon, uno erguido y otro a
cuatro patas y antes que este último fuera terminado, se llevó a cabo un banquete
en su interior para veinte selectos comensales.414243

La mina de Bernissart
Artículo principal: Yacimiento de Bernissart

Fotografía del primer montaje de un esqueleto de Iguanodon de Bernissart.


El mayor descubrimiento de restos de Iguanodon ocurrió en 1878 en la mina de carbón
de Bernissart en Bélgica, a una profundidad de 322 metros,9 cuando dos mineros,
Jules Créteur y Alphonse Blanchard, se tropezaron accidentalmente con un esqueleto
que inicialmente tomaron por madera petrificada. Con el aliento de Alphonse Briart,
supervisor de minas en la cercana Morlanwelz, Louis de Pauw comenzó el 15 de mayo
de 1878 a excavar los esqueletos y en 1882 Louis Dollo los reconstruyó. Se
recuperaron al menos 38 individuos de Iguanodon,4 la mayoría de ellos adultos.44 En
1882, el espécimen holotipo de I. bernissartensis se convirtió en uno de los
primeros esqueletos de dinosaurios montados para su exhibición. Se colocó en una
capilla en el Palacio de Carlos de Lorena usando una serie de cuerdas ajustables
unidas a los andamios para que se pudiera lograr una postura realista durante el
proceso de montaje.35 Este espécimen, junto con varios otros, se abrió por primera
vez en un patio interior del palacio en julio de 1883. En 1891, fueron trasladados
al Real Instituto Belga de Ciencias Naturales en Bruselas, donde todavía están en
exhibición, 9 se muestran como monturas de pie, y 19 más todavía están en el sótano
del Museo.9 Réplicas de estos se exhiben en Museo de Historia Natural de la
Universidad de Oxford y en el Museo Sedgwick de Ciencias de la Tierra en Cambridge.
Otro de los ejemplares originales montados está expuesto en un pequeño museo ad hoc
en la ciudad de Benissart. La mayoría de los restos fueron referidos a una nueva
especie, I. bernissartensis, de Bernissart, un animal más grande y mucho más
robusto de lo que los restos ingleses habían revelado todavía. Un espécimen, IRSNB
1551, se refirió al principio al nebuloso, gracil I. mantelli, pero actualmente se
refiere a Mantellisaurus atherfieldensis. Estos restos fueron algunos de los
primeros esqueletos completos de dinosaurio conocidos. Junto a los Iguanodon fueron
encontrados restos de plantas, insectos, peces, anfibios y de otros reptiles,9
incluyendo el cocodriloformo Bernissartia.18

Iguanodon bernissartensis. Dibujos de los fósiles de 1882.


Cuando se dispusieron a reconstruir y conservar los restos de Bernissart, el
conocimiento de la conservación de restos fósiles estaba en sus inicios y estaban
mal equipados para tratar lo que se conocía como "la enfermedad de la pirita". La
pirita, sulfuro de hierro, en los huesos se alteraba a sulfato de hierro dañando
los restos, haciéndolos agrietarse y desmenuzándolos. Cuando estaban aislados en la
roca, los huesos se encontraban en un ambiente anoxico gracias a que se encontraban
aislados por la arcilla húmeda que evitaba el proceso, pero cuando fueron expuestos
al aire, la reacción química natural comenzó a tener lugar. Para limitar este
efecto, de Pauw inmediatamente, aún en la galería de minas, volvió a cubrir los
fósiles excavados con arcilla húmeda, sellándolos con papel y yeso, reforzado con
anillos de hierro, formando un total de aproximadamente 600 bloques transportables
con un peso combinado de 130 toneladas. En Bruselas, después de abrir el yeso,
impregnó los huesos con gelatina hirviendo mezclada con aceite de clavo como
conservante. Eliminando la mayor parte de la pirita visible, las endureció con
pegamento, terminando con una capa final de lámina de estaño. El daño fue reparado
con papel maché.45 Este tratamiento tuvo el efecto no deseado de sellar la humedad
y extender el período de daño. En 1932, el director del museo, Victor van Straelen,
decidió que los especímenes debían ser completamente restaurados nuevamente para
salvaguardar su preservación. Desde diciembre de 1935 hasta agosto de 1936, el
personal del museo en Bruselas trató el problema con una combinación de alcohol,
arsénico y 390 kilogramos de goma laca. Esta combinación estaba destinada a
penetrar simultáneamente en los fósiles, con alcohol, prevenir el desarrollo de,
moho con arsénico y endurecerlos con laca. Los fósiles entraron en una tercera
ronda de conservación desde 2003 hasta mayo de 2007, cuando se eliminaron las
lacas, la goma de ocultación y la gelatina y se impregnaron con acetato de
polivinilo, cianoacrilato y epoxi.46 Los tratamientos modernos para este problema
generalmente involucran el seguimiento de la humedad del almacenamiento de fósiles
o, en el caso de muestras frescas, la preparación de un recubrimiento especial de
polietilenglicol que luego se calienta en una bomba de vacío, para que la humedad
se elimine inmediatamente y los espacios de los poros se infiltren con
polietilenglicol para sellar y fortalecer el fósil.9

Uno de los varios esqueletos mostrados en Bruselas.


Los especímenes de Dollo permitieron que se demostrara que los paquidermos
prehistóricos de Owen no eran la imagen correcta de Iguanodon. En su lugar diseñó
los montajes esqueléticos basándose en el emú y el walabí, y puso la púa que había
estado en la nariz correctamente en el pulgar.4748 Sus montajes no fue totalmente
correctos ya que tenía la desventaja de ser el primero en enfrentarse a un
dinosaurio completo. Un problema que fue reconocido más adelante fue la curvatura
que introdujo en la cola. Este apéndice era más o menos recto, como se muestra en
los esqueletos que él excavaba, y la presencia de tendones osificados. De hecho,
para conseguir la curva de la cola más parecida a la del walabí o canguro, tendría
que haber estado rota. Con su cola y parte posterior correctas, rectas, el animal
habría caminado con su columna vertebral horizontal, paralela a la tierra, con los
brazos para apoyar el cuerpo si fuera necesario.9Las excavaciones en la mina
pararon en 1881, aunque no por haber quedado agotada de fósiles, como han
demostrado recientes operaciones de perforación.49 Durante la Primera Guerra
Mundial, cuando la ciudad fue ocupada por los alemanes, se hicieron preparativos
para abrir de nuevo la mina para la paleontología y Otto Jaekel fue enviado desde
Berlín para supervisarlas. Cuando los aliados recuperaron Bernissart apenas la
primera capa fosilífera estaba a punto de ser destapada. Otras tentativas de
reabrir la mina fueron obstaculizadas por problemas financieros y se detuvieron
definitivamente en 1921 al inundarse la mina.9

Descubrimientos alrededor del mundo


Las investigaciones sobre Iguanodon disminuyeron durante la primera parte del siglo
XX, cuando las Guerra Mundiales y la Gran Depresión envolvieron a Europa. En 1925
R. W. Hooley describió una nueva especie, I. atherfieldensis, procedente de
Atherfield Point en la Isla de Wight, que suscitó una intensa controversia
taxonómica.50 Sin embargo, el que había sido un género exclusivamente europeo
empezó a ser identificado en todo el mundo, con material procedente de África, a
partir de dientes en Túnez,51 y en otras partes del Desierto del Sahara,52
Mongolia, I. orientalis,53 y en América del Norte, I. ottingeri de Utah, Estados
Unidos.54 Otra especie de Norteamérica, de Dakota del Sur, I. lakotaensis,55 fue
posteriormente reasignada al género Dakotadon.24Investigación de finales del siglo
XX y siglo XXI y la división del género Iguanodon no fue parte del principio del
renacimiento de los dinosaurios que comenzó con la descripción de Deinonychus en
1969, pero no fue olvidado por mucho tiempo. El trabajo sobre mecanismos de
alimentación de los ornitópodos de David B. Weishampel proporcionó una mejor
comprensión de su alimentación,7 y David B. Norman trabajó muchos aspectos de
Iguanodon, haciéndolo uno de los dinosaurios más conocidos.129564 Además, el
hallazgo de numerosos esqueletos de Iguanodon, en Nehden, Renania del Norte-
Westfalia, Alemania, proveyó la evidencia de comportamiento gregario, en manada, en
este género ya que los animales en el área del hallazgo parecían haber estado
próximos unos a otros cuando una inundación repentina los mató. Se encontraron al
menos 15 individuos, de 2 a 8 metros de largo, aunque algunos de ellos son
iguanodóntidos gráciles y pertenecen al género relacionado Mantellisaurus o
Dollodon, descrito inicialmente como I. atherfieldensis, por creerse en aquel
momento que se trataba de otra especie de Iguanodon.4424 Una revisión importante de
Iguanodon traída por el Renacimiento sería otra revisión de cómo reconstruir el
animal. Un defecto importante en la reconstrucción de Dollo fue la curva que
introdujo en la cola. Este órgano era más o menos recto, como lo muestran los
esqueletos que estaba excavando, y la presencia de tendones osificados. De hecho,
para obtener una postura más parecida a la de un canguro, la cola debería haberse
roto. Con la cola y la espalda correctas y rectas, el animal habría caminado con su
cuerpo en posición horizontal al suelo, con los brazos en su lugar para sostener el
cuerpo si fuera necesario.

En el siglo XXI, el material de Iguanodon se ha utilizado en la búsqueda de


biomoléculas de dinosaurios. En 2003, Graham Embery et al., en búsqueda de ADN y
otras biomoléculas conservadas en fósiles, encontraron en una costilla de Iguanodon
restos identificables de proteínas típicas del tejido óseo, como fosfoproteínas y
proteoglicanos.<57

Especies
Especies válidas de Iguanodon
Solo unas pocas de las especies originalmente asignadas a la familia de los
iguanodóntidos son actualmente consideradas válidas, y de ellas, solo dos
corresponde al género Iguanodon.424

Iguanodon bernissartensis: descrito por George Albert Boulenger en 1881, siendo el


neotipo para el género. Esta especie es la más conocida por los numerosos
esqueletos completos descubiertos en Bernissart, pero también se conoce por
abundantes restos de otras localidades de Europa. Esta incluye a:
Delapparentia turolensis: nombrado en 201158 basa en una muestra previamente
asignado a Iguanodon bernissartensis,59 se adujo a ser distinto de este último
sobre la base de la altura relativa de sus espinas neurales.60 Sin embargo, un
estudio de 2017 observó que esto se encuentra fácilmente dentro del rango de
variación individual, y que la diferencia también puede deberse a que D. turolensis
sea un adulto más viejo que otros especímenes de I. bernissartensis.61
Iguanodon seelyi: también mal deletreado I. seeleyi, descrito por John Hulke en
1882, también es considerado sinónimo de Iguanodon bernissartensis, aunque esto no
es universalmente aceptado.2462
I. orientalis: especie dudosa de Mongolia,63 a la que David Norman sugiere que se
incluya en I bernissartensis,64 pero esto no ha sido refrendado por otros
investigadores.24
Iguanodon galvensis: descrito en 2015, se basa en restos de adultos y juveniles
encontrados en depósitos de Barremiense en Teruel, España.1
Especies dudosas de Iguanodon
Iguanodon anglicus, descrita por Friedrich Holl en 1829,2 es la especie tipo
original de Iguanodon, pero, como se mencionó antes, fue remplazada por I.
bernissartensis, que es ahora el neotipo. En el pasado ha sido escrita como I.
angelicus por Lessem y Glut, 1993 e I. anglicum por Holl en 1829 corregido por
Bronn en 1850. Los únicos restos son los dientes encontrados en el bosque de
Tilgate de Sussex del Este, Inglaterra del Valanginiense-Barremiense, del Cretácico
inferior. Ha sido reclasificado en el género Therosaurus por Fitzinger en 1840,
como T. anglicus es un sinónimo objetivo junior , un nombre posterior para el
material de I. anglicus.
Especies reasignadas
"Iguanodon albinus" o "Albisaurus scutifer": descrito por el paleontólogo checo
Antonin Fritsch en 1893, es un dudoso reptil no dinosauriano ahora conocido como
Albisaurus albinus.65
"Iguanodon atherfieldensis": descrito por R. W. Hooley en 1925,50 era más pequeño y
menos robusto que I. bernissartensis, con espinas neurales más largas. Su nombre se
cambió a Mantellisaurus atherfieldensis en 2007.23 El espécimen de Bernissart RBINS
1551 se describió como Dollodon bampingi en 2008, pero McDonald y Norman
reasignaron Dollodon como sinónimo Mantellisaurus.6667
"Iguanodon dawsoni": descrito por Lydekker en 1888,68 se conoce a partir de dos
esqueletos parciales que se encuentran en East Sussex, Inglaterra,4 de la mitad del
Valanginiano en el Cretácico Inferior de la arcilla Wadhurst.24 Ahora es la especie
tipo de Barilium.66
"Iguanodon exogyrarum": descrito por Fritsch en 1878. Es dudoso basado en un
material muy pobre y pasó a llamarse Ponerosteus en 2000.69
"Iguanodon fittoni": Lydekker lo describió en 1889.70 Al igual que I. dawsoni, esta
especie se describió a partir de la Arcilla Wadhurst24 de East Sussex.4 Ahora es la
especie tipo de Hypselospinus.66
"Iguanodon hilli": acuñado por Edwin Tully Newton en 1892 para un diente de la Tiza
Inferior del Cenomaniano en Hertfordshire , ha sido considerado un hadrosáurido
temprano de algún tipo.71 Sin embargo, trabajos recientes lo colocan como
indeterminado más allá de Hadrosauroidea fuera de Hadrosauridae.72
"Iguanodon hoggi": también escrito "I. boggii" o "I. hoggii": llamado así por Owen
a partir de una mandíbula inferior del Titoniense al Berriasiense proveniente de
las Camas Purbeck de Dorset en 1874, ha sido reasignado a su propio género,
Owenodon.73
"Iguanodon hollingtoniensis", también deletreado "I. hollingtonensis": descrito por
Lydekker en 1889, ha sido considerado como un sinónimo de Hypselospinus fittoni466
o una especie distinta asignada al género Huxleysaurus.36 Se basa en un espécimen
de la Formación de Arcilla Wadhurst del Valanginiense,36 asignado de manera diversa
a "I. hollingtoniensis" y "I. mantelli" a lo largo de los años, tiene una
combinación inusual de mandíbula inferior tipo hadrosaurida y extremidad delantera
muy robusta.24 Norman en 2010 asignó este espécimen a la especie Hypselospinus
fittoni,66 mientras que Paul en 2012 lo convirtió en el holotipo de una especie
separada, Darwinsaurus evolutionis .36
"Iguanodon lakotaensis": David B. Weishampel y Philip R. Bjork lo describieron en
1989.55 La única especie norteamericana bien aceptada de Iguanodon, "I.
lakotaensis", fue descrita a partir de un cráneo parcial de la Formación Lakota del
Barremiano de Dakota del sur. Su clasificación ha sido polémica. Algunos
investigadores sugieren que era más basal que I. bernissartensis, y relacionado con
Theiophytalia,74 pero David Norman sugirió que era un sinónimo de I.
bernissartensis.21 Gregory S. Paul ha dado a la especie su propio género,
Dakotadon.24
"Iguanodon mantelli": descrito por Christian Erich Hermann von Meyer en 1832, se
basó en el mismo material que I. anglicus31 y es un sinónimo objetivo de este
último75 Varios taxones, incluyendo el holotipo de Mantellisaurus y Mantellodon ,
pero también el dudoso hadrosauroide Trachodon cantabrigiensis, Hypsilophodon y
Valdosaurus , fueron asignados incorrectamente a I. mantelli.
"Iguanodon mongolensis": es un nombre inválido de una foto en un libro de Whitfield
en 199276 de restos que más tarde se llamaría Altirhinus .77
"Iguanodon orientalis": descrito por A. K. Rozhdestvensky en 1952,,53 se basa en el
material pobre, pero un cráneo con un hocico arqueado distintivo que había sido
asignado a ella se renombró Altirhinus kurzanovi en 1998.21 Al mismo tiempo, se
consideró que I. orientalis era un nomen dubium porque no se puede comparar con I.
bernissartensis.2164
"Iguanodon ottingeri": descrito por Peter Galton y James A. Jensen en 1979, es un
nomen dubium basado en los dientes de la posiblemente aptiana Formación Cedar
Mountain de Utah.54 En parte es considerado Eolambia caroljonesa,78 el resto como
un hadrosauriforme no Iguanodon.79
"Iguanodon phillipsi": fue descrito por Harry Seeley en 1869,80pero más tarde lo
reasignó a Priodontognathus.81
"Iguanodon praecursor": también escrito "I. precursor": descrito por E. Sauvage en
1876 a partir de los dientes de una anónima formación la Kimmeridgiense en Pas-de-
Calais , Francia , es en realidad un saurópodo , a veces asignado a Neosodon,82
aunque los dos proceden de diferentes formaciones.83
"Iguanodon prestwichii": también deletreado "I. prestwichi": descrito por John
Hulke en 1880, ha sido reasignado a Camptosaurus prestwichii o a su propio género
Cumnoria prestwichii.
"Iguanodon suessii": descrito por Emanuel Bunzel en 1871, ha sido reasignado a
Mochlodon suessi.4
"Iguanodon foxii": también escrito como "I. foxi": fue descrito originalmente por
Thomas Henry Huxley en 1869 como la especie tipo de Hypsilophodon, Owen en 1873 o
1874 lo reasignó a Iguanodon , pero su misión pronto fue anulada.84
"Iguanodon gracilis": nombrada por Lydekker en 1888 como la especie tipo de
Sphenospondylus y asignada a Iguanodon en 1969 por Rodney Steel, es un sinónimo de
Mantellisaurus atherfieldensis,4 pero hoy en día se considera dudosa.5667
"Iguanodon major": una especie nombrada por Justin Delair en 1966,85 basada en
vértebras de la Isla de Wight y Sussex, originalmente descrita por Owen en 1842
como una especie de Streptospondylus, S. major , es un nomen dubium.62
"Iguanodon valdensis": un cambio de nombre de Vectisaurus valdensis por Ernst van
den Broeck en 1900.86 Originalmente nombrado por Hulke como un género distinto en
1879 basado en restos vertebrales y pélvicos, era de la etapa Barremiana de la Isla
de Wight.87 Se consideró un espécimen juvenil de Mantellisaurus atherfieldensis,88
o una especie no determinada de Mantellisaurus,24 pero es indeterminado más allá de
Iguanodontia.67
"Proiguanodon": considerado inválido , nombrado por van den Broeck, en 1900 también
pertenecería a iguanodon.89
Clasificación
Iguanodon le da al nombre al clado sin clasificar Iguanodontia, un grupo muy
populoso de ornitopódos con muchas especies conocidas del Jurásico Medio al
Cretácico Superior. De este grupo, Iguanodon es el mejor conocido, en el cual se
incluyen también Dryosaurus, Camptosaurus, Ouranosaurus, y los dinosaurios pico de
pato o hadrosáuridos. En fuentes antiguas, Iguanodontidae aparecía como una familia
independiente.9091 Esta familia ha sido usada tradicionalmente como un taxón cajón
de sastre, incluyendo ornitopódos que no eran hipsilofodóntidos o hadrosáuridos. En
la práctica, animales como Callovosaurus, Camptosaurus, Craspedodon, Kangnasaurus,
Mochlodon, Muttaburrasaurus, Ouranosaurus y Probactrosaurus fueron usualmente
asignados a esta familia.91 Con el advenimiento del análisis cladistico se demostró
que Iguanodontidae, como se estaba interpretado tradicionalmente, era un grupo
parafilético y que en un cladograma, refiriéndolos a los hadrosáuridos, estos
animales se separaban en diversos clados, en vez de estar agrupados en un único
clado.144 Esencialmente, el concepto moderno de Iguanodontidae incluye solamente al
género Iguanodon. Los grupos como Iguanodontoidea todavía se utilizan como clados
sin clasificar en la literatura científica, aunque muchos iguanodóntidos
tradicionales ahora se incluyen en la superfamilia Hadrosauroidea. Iguanodon es
ubicado entre Camptosaurus y Ouranosaurus en cladogramas, y desciende probablemente
de un animal similar al Camptosaurus.4 En este punto, Jack Horner sugiere, basado
sobre todo en las características del cráneo, que los hadrosáuridos forman dos
grupos relacionados separados, con Iguanodon en la línea de los de las cabezas
aplanadas hadrosaurinos, y Ouranosaurus en la línea de los crestados
lambeosaurinos, 92 pero esta propuesta ha sido rechazada.144 pero su propuesta ha
sido rechazada.414

Filogenia
El siguiente cladograma sigue un análisis de Andrew McDonald de 2012. 93
Iguanodontia

Rhabdodontidae




Tenontosaurus


Dryomorpha

Dryosauridae


Ankylopollexia

Camptosaurus


Styracosterna

Uteodon





Hippodraco



Theiophytalia





Iguanacolossus




Lanzhousaurus




Kukufeldia




Barilium


Hadrosauriformes

Iguanodon



Hadrosauroidea (incluye Mantellisaurus y Xuwulong)













Paleobiología
Alimentación y dieta
Uno de los primeros detalles notados sobre Iguanodon fue que tenía los dientes de
un reptil herbívoro,10 aunque no siempre ha habido consenso sobre cómo comía. Como
observó Mantell, los restos con los que estaba trabajando eran diferentes a
cualquier reptil moderno, especialmente en la sin dientes y con forma de cuchara
sínfisis de la mandíbula inferior, que encontró mejor en comparación con la de los
perezosos de dos dedos y el perezoso terrícola extinto Mylodon. También sugirió que
Iguanodon tenía una lengua prensil que podía usarse para recolectar comida,11 como
una jirafa. Los restos más completos han demostrado que esto es un error, por
ejemplo, los huesos hioides que soportaban la lengua están construidos en gran
medida, lo que implica una lengua musculosa y no prensil que se utiliza para mover
alimentos en la boca.12 La idea de lengua jirafa también se ha atribuido
incorrectamente a Dollo a través de una mandíbula inferior rota.13

El cráneo estaba estructurado de tal manera que, al cerrarse, los huesos que
sujetaban los dientes en la mandíbula superior se doblarían. Esto causaría que las
superficies inferiores de los dientes de la mandíbula superior frotaran contra la
superficie superior de los dientes de la mandíbula inferior, triturando cualquier
cosa atrapada en el medio y proporcionando una acción que es el equivalente
aproximado de la masticación de mamíferos.7 Debido a que los dientes siempre fueron
reemplazados, el animal pudo haber usado este mecanismo durante toda su vida y
podría comer material vegetal resistente.8 Además, los extremos frontales de las
mandíbulas del animal no tenían dientes y estaban inclinados con nodos óseos, tanto
superiores como inferiores,4 proporcionando un margen aproximado que probablemente
fue cubierto y alargado por un material queratinoso para formar un pico de cultivo
para cortar ramitas y brotes.9 Su recolección de alimentos se habría ayudado con su
dedo meñique flexible, que podría haber sido usado para manipular objetos, a
diferencia de los otros dedos.4

No se sabe exactamente qué comió Iguanodon con sus mandíbulas bien desarrolladas.
El tamaño de las especies más grandes, como I. bernissartensis, les habría
permitido acceder a los alimentos desde el nivel del suelo hasta el follaje de los
árboles a una altura de 4 a 5 metros.6 David Norman sugirió una dieta de colas de
caballo, cícadas y coníferas,9 aunque los iguanodontes en general se han
relacionado con el avance de las plantas de angiospermas en el Cretácico debido a
los hábitos inferidos de los dinosaurios. Crecimiento de angiospermas, según esta
hipótesis., se habrían alentado con la alimentación de iguanodóntidos porque se
eliminarían las gimnospermas, permitiendo más espacio para que crezcan las
angiospermas tempranas, como las malas hierbas . [92] Sin embargo, la evidencia no
es concluyente.494 Cualquiera que sea su dieta exacta, debido a su tamaño y
abundancia, Iguanodon es considerado como un medio dominante a gran herbívoro para
sus comunidades ecológicas.4 En Inglaterra, esto incluía al pequeño depredador
Aristosuchus, los depredadores más grandes Eotyrannus, Baryonyx y Neovenator , los
herbívoros de baja alimentación Hypsilophodon y Valdosaurus, el Mantellisaurus, el
herbívoro blindado Polacanthus , y saurópodos como Pelorosaurus.95

Postura y locomoción

Pintura de 1905 mostrando a Iguanodon en una pose «trípode» actualmente descartada


(Joseph Smit, From nebula to man).
Estos ornitópodos podían adoptar una postura bípeda, acercando los brazos al suelo,
ya que la columna vertebral se equilibraba horizontalmente, así podían caminar en
dos o cuatro patas. La cola también estaba en posición horizontal, estirada y
bastante rígida por encima del suelo. En un comienzo, los científicos pensaron que
los iguanodontes eran animales torpes, como un rinoceronte, al caminar en cuatro
patas. Más tarde, cuando en Bélgica se encontraron ciertos esqueletos, creyeron
erróneamente que se desplazaban erguidos con la cola apoyada en el suelo. Sus
brazos eran largos y sus dedos se doblaban hacía atrás para sostener el cuerpo al
caminar en cuatro patas. El quinto dedo era delgado y flexible.

Recreación de Iguanodon por Samuel Griswold Goodrich para Illustrated Natural


History of the Animal Kingdom (1859).96
En su revisión del género, David Norman demostró que la clásica postura vertical de
Iguanodon arrastrando la cola a modo de tercera pierna, según habían interpretado
Dollo y sus colaboradores a partir de los fósiles de Bernissart, era una postura
imposible debido a la presencia de los tendones osificados a lo largo buena parte
de la columna vertebral:12 para adquirir la postura en trípode, la cola debería
literalmente romperse.9 Al presentar al animal con la columna vertebral recta y
horizontal consiguió que muchos aspectos de los robustos brazos y cintura escapular
fueran más comprensibles. Por ejemplo, la mano y la muñeca eran relativamente
rígidas y capaces de la hiperextensión, con las falanges de los tres dedos
centrales agrupadas formando una especie de pezuña, le habrían permitido soportar
su peso repartido entre las cuatro extremidades. Todas estas características
sugieren que la postura habitual de estos animales fuera cuadrúpeda.12

Por otra parte, parece que la preferencia por posición cuadrúpeda de los
iguanodontes se incrementaba con la edad, según se hacían más pesados; durante la
etapa juvenil, I. bernissartensis, tenía los brazos proporcionalmente más cortos
que en la etapa adulta, el 60% de la longitud de las patas contra el 70% en los
adultos.4 Los pies de tres dedos de los iguanodontos eran relativamente largos.

Al caminar como cuadrúpedo, el animal habría llevado las manos con las palmas
enfrentadas, como se muestra por las icnitas y la anatomía de brazos y manos,9798 y
habría apoyado únicamente los dedos, tanto los de las extremidades delanteras como
los de las traseras, a la manera digitígrada.4 La velocidad máxima estimada para
los iguanodontes es de 6,7 m/s, unos 24 km/h,99 en modo bípedo, pues como
cuadrúpedo no habría podido galopar.4 Un rastro de icnitas en Inglaterra muestra lo
que pudiera ser la marcha tetrápoda de un iguanodonte, aunque las impresiones de
los pies son pobres, siendo su atribución directa incierta.12

Ilustración de Iguanodon como cuadrúpedo.


En sedimentos cretácicos de toda Europa se han encontrado huellas fósiles, icnitas,
atribuidas a Iguanodon, en muchos casos en regiones en las que también se
encuentran huesos fosilizados del este género.100101 sin embargo la atribución de
unas huellas a un taxón determinado tiene un cierto grado de incertidumbre y no hay
pruebas directas que permitan atribuir estas huellas a Iguanodon.9 Desde antiguo se
conocen huellas tridáctilas en rocas sedimentarias del Cretácico Inferior de Gran
Bretaña, especialmente en capas del Grupo Wealden en la Isla de Wight. Aunque
difíciles de interpretar en un principio, algunos autores las asociaron con
dinosaurios, y en 1846, E. Tagert fue más lejos, asignándolas a un icnogénero que
denominó directamente como Iguanodon.102 Un poco más tarde, Samuel Beckles, publicó
en 1854 que aunque tenían el aspecto de pisadas de ave, bien pudieran haber sido
originadas por dinosaurios.103 La posible identidad de los autores de estas huellas
quedó mucho más evidente tras el descubrimiento, en 1857, de los huesos de una pata
de un Iguanodon juvenil, cuyo pie mostraba claramente tres únicos dedos y que
posibilitaban, por tanto, aquellas huellas tridáctilas.104105 Las pistas asignadas
al icnogénero Iguanodon se conocen desde lugares que incluyen sitios en Europa
donde se conocen restos fósiles corporales de Iguanodon, hasta Spitsbergen,
Svalbard, Noruega.100101

Comportamiento social
Parece que Iguanodon bernissartensis pudo haber tenido hábitos gregarios, pues los
hallazgos de Nehden muestran un amplio abanico de edades individuales, a lo que se
suma la presencia de especies similares como Dollodon o Mantellisaurus. La
naturaleza geográfica confinada pudo haber registrado la mortalidad de una manada
de animales que emigraban a través de ríos.44

De igual manera se había interpretado la acumulación de restos de Bernissart, como


resultado de una sola catástrofe, si bien ahora se interpreta como resultado de
múltiples eventos. Según los nuevos análisis, se registran por lo menos tres
sucesos de alta mortalidad y, aunque numerosos individuos habrían muerto en un
periodo geológicamente breve, de entre 10 a 100 años,44 no prueba necesariamente
que estos iguanodontes vivieran en manadas.4 Otro elemento contra los indicios de
gregarismo en Bernissart es que los restos juveniles son muy infrecuentes, a
diferencia de casos modernos de mortalidad en masa de una manada. Eran más
probablemente víctimas de inundaciones repentinas periódicas, cuyos cadáveres se
acumulaban en una zona lacustre o pantanosa.44

A diferencia de otros herbívoros gregarios no hay evidencias que apoyen un marcado


dimorfismo sexual, como en hadrosáuridos o ceratopsios. En un tiempo se llegó a
sugerir que I. mantelli o I. atherfieldensis, actualmente Dollodon y
Mantellisaurus, respectivamente, de Bernissart representaban hembras y los más
grandes y robustos I. bernissartensis machos de una misma especie,106 pero se
descartó posteriormente.12923 Un análisis de 2017 mostró que I. bernissartensis
exhibe un gran nivel de variación individual tanto en sus extremidades, escápula ,
húmero, uña pulgar, ilion , isquion, fémur, tibia y columna vertebral, axis,
sacro , vértebras de la cola. Además, este análisis encontró que los individuos de
I. bernissartensis en general parecían caer en dos categorías en función de si sus
vértebras de la cola tenían un surco en la parte inferior, y si sus garras del
pulgar eran grandes o pequeñas.61
En la cultura popular

Estatua de Iguanodon por Benjamin Waterhouse Hawkins, todavía visible en The


Crystal Palace, y un modelo moderno de Iguanodon del Museo de Historia Natural de
la Universidad de Oxford.
Desde su descripción en 1825, Iguanodon fue mundialmente conocido y las dos
estatuas de tamaño natural que se construyeron para el Palacio de Cristal en
Londres en 1852 contribuyeron en gran medida a su popularidad.107 Con las falanges
de los pulgares como cuernos en la nariz, sobre cuatro patas como un elefante,
fueron la primera reconstrucción en tamaño natural de un dinosaurio. En 1910,
Heinrich Harder incluyó a un grupo de Iguanodon en el clásico alemán de cartas
coleccionables sobre animales extintos y prehistóricos "Tiere der Urwelt".

Estatua de Iguanodon en la entrada al acuario del Zoológico de Berlín.


Ya que fue uno de los primeros dinosaurios descritos y es uno de los dinosaurios
más conocidos, Iguanodon ha servido como "barómetro" del cambio de la percepción
científica y popular sobre los dinosaurios. Sus reconstrucciones han pasado a
través de tres etapas, el reptil-elefante cuadrúpedo y con un cuerno sobre el
hocico de la era victoriana, un bípedo, pero todavía lento y torpe, que usa su cola
para apoyarse y, finalmente, su representación más ágil y dinámica, en la que se
desplaza tanto a dos como a cuatro patas. La segunda representación dominó hasta
mediados del siglo XX, pero fue cambiando a partir de los años 70.108

Han jugado un papel estelar en el libro de Arthur Conan Doyle El mundo perdido de
1912. También apareció en Red Raptor de 1995 de Robert Bakker, como presa de un
Utahraptor. Varias películas han representado iguanodontes. En la película de
Disney Dinosaurio, un iguanodonte llamado Aladar sirvió de protagonista junto a
otros tres iguanodontes, Kron, Bruton, Neera y muchos otros personajes. Junto a
Tyrannosaurus y Stegosaurus es uno de los tres dinosaurios que inspiraron a
Godzilla.109 Los iguanodontes también aparecen en la serie de películas de En Busca
del Valle Encantado y en algunos episodios de la serie homónima para televisión.

Aparte de sus apariciones en el mundo del cine, Iguanodon también ha aparecido en


televisión, como en la miniserie documental Caminando con dinosaurios de 1999
producida por la BBC, donde es mostrado que vivían por todo el mundo, eran cazados
por utarraptores y vivían asociados a dinosaurios nodosáuridos como Polacanthus.
Entre otros dinosaurios, se recrea un iguanodonte en una de las atracciones del
parque temático Animal Kingdom, Walt Disney World, Florida, Estados Unidos.

En honor al género se denominó (9941) Iguanodon a un asteroide del cinturón de


asteroides principal 1989 CB .110111

Véase también
Anexo: Géneros válidos de dinosaurios
Referencias
Verdú, Francisco J.; Royo-Torres, Rafael; Cobos, Alberto y Alcalá, Luis (2015).
«Perinates of a new species of Iguanodon (Ornithischia: Ornithopoda) from the lower
Barremian of Galve (Teruel, Spain)». Cretaceous Research 56: 250-264.
doi:10.1016/j.cretres.2015.05.010.
Holl, Friedrich (1829). Handbuch der Petrifaktenkunde, Vol. I. Ouedlinberg.
Dresden: P.G. Hilscher. OCLC 7188887.
. B. Yuryev. 1954. Obzor sukhozhil'nykh i svyazochnykh okosteneniy u sovremennykh
i iskopayemykh rozvonochnykh [Review of tendinous and ligamentous ossifications in
modern and fossil vertebrates]. Uchenyye Zapiski, Leningradskogo Ordena Lenina
Gosudarstvennogo Universiteta. Seriya Biologicheskikh Nauk 181(38):198-215
Norman, David B. (2004). «Basal Iguanodontia». En Weishampel, D.B., Dodson, P.,
and Osmólska, H. (eds.), ed. The Dinosauria (2nd edición). Berkeley: University of
California Press. pp. 413–437. ISBN 0-520-24209-2.
Glut, Donald F. (1997). «Iguanodon». Dinosaurs: The Encyclopedia. Jefferson, North
Carolina: McFarland & Co. pp. 490–500. ISBN 0-89950-917-7.
Naish, Darren; David M. Martill (2001). «Ornithopod dinosaurs». Dinosaurs of the
Isle of Wight. London: The Palaeontological Association. pp. 60-132. ISBN 0-901702-
72-2.
Weishampel, David B. (1984). Evolution in jaw mechanics in ornithopod dinosaurs.
Advances in Anatomy, Embryology, and Cell Biology, 87. Berlin; New York: Springer-
Verlag. ISBN 0387131140. ISSN 0301-5556. PMID 6464809.
Bakker, Robert T. (1986). «Dinosaurs At Table». The Dinosaur Heresies. New York:
William Morrow. pp. 160-178. ISBN 0140100555.
Norman, David B. (1985). «To Study a Dinosaur». The Illustrated Encyclopedia of
Dinosaurs: An Original and Compelling Insight into Life in the Dinosaur Kingdom.
New York: Crescent Books. pp. 24-33. ISBN 0-517-468905.
Mantell, Gideon A. (1825). «Notice on the Iguanodon, a newly discovered fossil
reptile, from the sandstone of Tilgate forest, in Sussex». Philosophical
Transactions of the Royal Society 115: 179-186. ISSN 0261-0523. JSTOR 107739.
doi:10.1098/rstl.1825.0010.
Mantell, Gideon A. (1848). «On the structure of the jaws and teeth of the
Iguanodon». Philosophical Transactions of the Royal Society of London 138: 183-202.
doi:10.1098/rstl.1848.0013.
Norman, David B. (1980). «On the ornithischian dinosaur Iguanodon bernissartensis
of Bernissart (Belgium)». Mémoires de l'Institut Royal des Sciences Naturelles de
Belgique 178: 1-105.
Norman, D.B. (1985). The Illustrated Encyclopedia of Dinosaurs, 115.
Norman, David B.; Weishampel, David B. (1990). «Iguanodontidae and related
ornithopods». En Weishampel, David B.; Dodson, Peter; and Osmólska, Halszka
(eds.)., ed. The Dinosauria. Berkeley: University of California Press. pp. 510-533.
ISBN 0-520-06727-4.
Galton, Peter M. (1973). «The cheeks of ornithischian dinosaurs». Lethaia 6: 67-
89. doi:10.1111/j.1502-3931.1973.tb00873.x.
Fastovsky, D.E., and Smith, J.B. "Dinosaur paleoecology." The Dinosauria, 614–626.
Rothschild, Bruce. «Doctor to the Dinosaurs». Discover Magazine.
Bultynck, Pierre (1989). Bernissart et les Iguanodons (en francés). Lovaina:
Institut Royal des Sciences Naturelles de Belgique. p. 115.
Tweedie, Michael W.F. (1977). The World of the Dinosaurs. London: Weidenfeld &
Nicolson. pp. 143. ISBN 0688032222.
Naish, D. «Venomous & Septic Bites». Consultado el 14 de febrero de 2007.
Norman, David B. (January de 1998). «On Asian ornithopods (Dinosauria,
Ornithischia). 3. A new species of iguanodontid dinosaur». Zoological Journal of
the Linnean Society 122 (1–2): 291-348. doi:10.1006/zjls.1997.0122.
Norman, David B.; Barrett, Paul M. (2002). «Ornithischian dinosaurs from the Lower
Cretaceous (Berriasian) of England». En Milner, Andrew, and Batten, David J.
(eds.), ed. Life and Environments in Purbeck Times. Special Papers in Palaeontology
68. London: Palaeontological Association. pp. 161-189. ISBN 0901702730.
Paul, Gregory S. (2007). «Turning the old into the new: a separate genus for the
gracile iguanodont from the Wealden of England». En Kenneth Carpenter (ed.), ed.
Horns and Beaks: Ceratopsian and Ornithopod Dinosaurs. Bloomington: Indiana
University Press. pp. 69-77. ISBN 0-253-34817-X.
Paul, Gregory S. (2008). «A revised taxonomy of the iguanodont dinosaur genera and
species». Cretaceous Research 29 (2): 192-216. doi:10.1016/j.cretres.2007.04.009.
Royal Society of New Zealand. Celebrating the great fossil hunters. Archivado
desde el original el 26 de agosto de 2005. Consultado el 22 de febrero de 2007.
Sues, Hans-Dieter (1997). «European Dinosaur Hunters». En James Orville Farlow and
M. K. Brett-Surman (eds.), ed. The Complete Dinosaur. Bloomington: Indiana
University Press. pp. 14. ISBN 0-253-33349-0.
Mantell, Gideon (1827). Illustrations of the Geology of Sussex. London: Lupton
Relfe. pp. 71-78.
Lucas, Spencer G. (December de 1999). «Book review: Gideon Mantell and the
discovery of dinosaurs». Palaios 14 (6): 601-602. ISSN 0883-1351.
doi:10.2307/3515316. Consultado el 21 de febrero de 2007.
Mantell, G. A. (1822). "The fossils of the South Downs; or illustrations of the
geology of Sussex." Lupton Relfe.
Cadbury, D. (2000). The Dinosaur Hunters. Fourth Estate:London, 384 p. ISBN 1-
85702-959-3.
Olshevsky, G. «Re: Hello and a question about Iguanodon mantelli (long)».
Consultado el 11 de febrero de 2007.
Simpson, M.I. (2015). «Iguanodon is older than you think: the public and private
announcements of Gideon Mantell's giant prehistoric herbivorous reptile». Deposits
Magazine 44: 33.
Mantell, Gideon A. (1834). «Discovery of the bones of the Iguanodon in a quarry of
Kentish Rag (a limestone belonging to the Lower Greensand Formation) near
Maidstone, Kent.». Edinburgh New Philosophical Journal 17: 200-201.
Colbert, Edwin H. (1968). Men and Dinosaurs: The Search in Field and Laboratory.
New York: Dutton & Company. ISBN 0140212884.
Norman, David B. (2012). «Iguanodontian taxa (Dinosauria: Ornithischia) from the
Lower Cretaceous of England and Belgium». En Godefroit, P., ed. Bernissart
Dinosaurs and Early Cretaceous Terrestrial Ecosystems. Indiana University Press.
pp. 175–212. ISBN 978-0-253-35721-2.
Paul, G.S. (2012). "Notes on the rising diversity of Iguanodont taxa, and
Iguanodonts named after Darwin, Huxley, and evolutionary science." Actas de V
Jornadas Internacionales sobre Paleontología de Dinosaurios y su Entorno, Salas de
los Infantes, Burgos. p123-133.
McDonald, Andrew T. (2012). «The status of Dollodon and other basal iguanodonts
(Dinosauria: Ornithischia) from the upper Wealden beds (Lower Cretaceous) of
Europe». Cretaceous Research 33 (1): 1-6. doi:10.1016/j.cretres.2011.03.002.
Torrens, Hugh. "Politics and Paleontology". The Complete Dinosaur, 175–190.
Owen, R. (1842). «Report on British Fossil Reptiles: Part II.». Report of the
British Association for the Advancement of Science for 1841 1842: 60-204.
Mantell, Gideon A. (1851). Petrifications and their teachings: or, a handbook to
the gallery of organic remains of the British Museum. London: H. G. Bohn. OCLC
8415138.
Benton, Michael S. (2000). «brief history of dinosaur paleontology». En Gregory S.
Paul (ed.), ed. The Scientific American Book of Dinosaurs. New York: St. Martin's
Press. pp. 10-44. ISBN 0-312-26226-4.
Yanni, Carla (September de 1996). «Divine Display or Secular Science: Defining
Nature at the Natural History Museum in London». The Journal of the Society of
Architectural Historians 55 (3): 276-299. doi:10.2307/991149.
Norman, David B. The Illustrated Encyclopedia of Dinosaurs. p. 11.
Norman, David B. (marzo de 1987). «A mass-accumulation of vertebrates from the
Lower Cretaceous of Nehden (Sauerland), West Germany». Proceedings of the Royal
Society of London. Series B, Biological Sciences 230 (1259): 215-255.
doi:10.1098/rspb.1987.0017.
De Pauw, L.F., 1902, Notes sur les fouilles du charbonnage de Bernissart,
Découverte, solidification et montage des Iguanodons, Imprim. photo-litho, JH. & P.
Jumpertz, 150 av.d'Auderghem. 25 pp
Pascal Godefroit & Thierry Leduc, 2008, "La conservation des ossements fossiles :
le cas des Iguanodons de Bernissart", Conservation, Exposition, Restauration
d'Objets d'Art 2 (2008)
Dollo, Louis (1882). «Première note sur les dinosauriens de Bernissart». Bulletin
du Musée Royal d'Histoire Naturelle de Belgique 1: 161-180 idioma=francés.
Dollo, Louis (1883). «Note sur les restes de dinosauriens recontrés dans le
Crétacé Supérieur de la Belgique». Bulletin du Musée Royal d'Histoire Naturelle de
Belgique 2: 205-221 idioma=francés.
de Ricqlès, A. (2003). «Bernissart's Iguanodon: the case for "fresh" versus "old"
dinosaur bone.». Journal of Vertebrate Paleontology 23 (Supplement to Number 3):
45A. ISSN 0272-4634. Abstracts of Papers, Sixty-Third Annual Meeting.
Hooley, R. W. (1925). «On the skeleton of Iguanodon atherfieldensis sp. nov., from
the Wealden Shales of Atherfield (Isle of Wight)». Quarterly Journal of the
Geological Society of London 81 (2): 1-61. ISSN 0370-291X.
Lapparent, A. F. de (1951). «Découverte de Dinosauriens associés à une faune de
Reptiles et de Poissons, dans le Crétacé inférieur de l'Extrême Sud Tunisien».
Comptes Rendus Hebdomadaires des Séances de l'Académie des Sciences (en francés)
232: 1430. ISSN 0567-655X.
Lapparent, A. F. de (1960). «Les dinosauriens du "Continental Intercalaire" du
Sahara Central». Mémoires de la Socété Géologique de France (Nouvelle Série) (en
francés). 88A: 1-57.
Rozhdestvensky, A.K. (1952). «[Discovery of an iguanodont in Mongolia]». Dokladi
Akademii Nauk S.S.S.R. (en ruso) 84 (6): 1243-1246.
Galton, P. M.; J. A. Jensen (1979). «Remains of ornithopod dinosaurs from the
Lower Cretaceous of North America». Brigham Young University Geology Studies 25
(3): 1-10. ISSN 1041-7184.
Weishampel, David B.; Phillip R. Bjork (1989). «The first indisputable remains of
Iguanodon (Ornithischia: Ornithopoda) from North America: Iguanodon lakotaensis,
sp. nov.». Journal of Vertebrate Paleontology 9 (1): 56-66.
Norman, David B. (1986). «On the anatomy of Iguanodon atherfieldensis
(Ornithischia: Ornithopoda)». Bulletin de L'institut Royal des Sciences Naturelles
de Belgique Sciences de la Terre 56: 281-372. ISSN 0374-6291.
Embery, Graham; Milner, Angela C.; Waddington, Rachel J.; Hall, Rachel C.;
Langley, Martin S.; Milan, Anna M. (2003). «Identification of proteinaceous
material in the bone of the dinosaur Iguanodon». Connective Tissue Research (Suppl.
1): 41-46. PMID 12952172. doi:10.1080/713713598.
Ruiz-Omeñaca, J. I. (2011). «Delapparentia turolensis nov. gen et sp., un nuevo
dinosaurio iguanodontoideo (Ornithischia: Ornithopoda) en el Cretácico Inferior de
Galve». Estudios Geológicos 67: 83-110. doi:10.3989/egeol.40276.124.
Albert-Félix de Lapparent (1960). «Los dos dinosaurios de Galve». Teruel 24: 177-
197.
Gasca, J.M.; Moreno-Azanza, M.; Ruiz-Omeñaca, J.I.; Canudo, J.I. (2015). «New
material and phylogenetic position of the basal iguanodont dinosaur Delapparentia
turolensis from the Barremian (Early Cretaceous) of Spain». Journal of Iberian
Geology 41 (1). doi:10.5209/rev_jige.2015.v41.n1.48655.
Verdú, F.J.; Godefroit, P.; Royo-Torres, R.; Cobos, A.; Alcalá, L. (2017).
«Individual variation in the postcranial skeleton of the Early Cretaceous Iguanodon
bernissartensis (Dinosauria: Ornithopoda)». Cretaceous Research 74: 65-86.
doi:10.1016/j.cretres.2017.02.006.
Naish, Darren; Martill, David M. (2008). «Dinosaurs of Great Britain and the role
of the Geological Society of London in their discovery: Ornithischia». Journal of
the Geological Society, London 165 (3): 613-623. Bibcode:2008JGSoc.165..613N.
doi:10.1144/0016-76492007-154.
Rozhdestvensky, A. K., 1952, The discovery of iguanodonts in Mongolia: Doklandy
Akadamie Nauk SSSR, v. 84, n. 6, p. 1243-1246.
Norman, David B. (March de 1996). «On Asian ornithopods (Dinosauria,
Ornithischia). 1. Iguanodon orientalis Rozhdestvensky, 1952». Zoological Journal of
the Linnean Society 116 (2): 303-315. doi:10.1006/zjls.1996.0021.
Brikman, Winand (1988). Zur Fundgeschichte und Systematik der Ornithopoden
(Ornithischia, Reptilia) aus der Ober-Kreide von Europa. Documenta Naturae, 45 (en
alemán). Munich: Kanzler. ISBN 978-3-86544-045-7.
Norman, David B. (2010). «A taxonomy of iguanodontians (Dinosauria: Ornithopoda)
from the lower Wealden Group (Cretaceous: Valanginian) of southern England».
Zootaxa 2489: 47-66. doi:10.11646/zootaxa.2489.1.3.
McDonald, Andrew T. (2011). «The status of Dollodon and other basal iguanodonts
(Dinosauria: Ornithischia) from the upper Wealden beds (Lower Cretaceous) of
Europe». Cretaceous Research 33 (1): 1-6. doi:10.1016/j.cretres.2011.03.002.
Lydekker, Richard (1888). «Note on a new Wealden iguanodont and other dinosaurs».
Quarterly Journal of the Geological Society of London 44 (1–4): 46-61.
doi:10.1144/GSL.JGS.1888.044.01-04.08.
Olshevsky, George (2000). An annotated checklist of dinosaur species by continent.
Mesozoic Meanderings, 3. San Diego: G. Olshevsky Publications Requiring Research.
ISSN 0271-9428. OCLC 44433611.
Lydekker, Richard (1889). «On the remains and affinities of five genera of
Mesozoic reptiles». Quarterly Journal of the Geological Society of London 45 (1–4):
41-59. doi:10.1144/GSL.JGS.1889.045.01-04.04.
Horner, John R., David B. Weishampel and Catherine A. Forster. "Hadrosauridae".
The Dinosauria, pp 438–463.
Barrett, P., D. C. Evans, and J J. Head, 2014. A re-evaluation of purported
hadrosaurid dinosaur specimens from the 'middle' Cretaceous of England In The
Hadrosaurs: Proceedings of the International Hadrosaur Symposium (D. A. Eberth and
D. C. Evans, eds), Indiana University Press, Bloomington.
Galton, Peter M. (2009). «Notes on Neocomian (Late Cretaceous) ornithopod
dinosaurs from England – Hypsilophodon, Valdosaurus, "Camptosaurus", "Iguanodon" –
and referred specimens from Romania and elsewhere». Revue de Paléobiologie 28 (1):
211-273.
Brill, Kathleen and Kenneth Carpenter. "A description of a new ornithopod from the
Lytle Member of the Purgatoire Formation (Lower Cretaceous) and a reassessment of
the skull of Camptosaurus." Horns and Beaks, 49–67.
Norman, David B. (2011). «Ornithopod dinosaurs». En Batten, D. J., ed. English
Wealden Fossils. The Palaeontological Association (London). pp. 407-475.
Philip Whitfield, 1992, Children's Guide to Dinosaurs and other Prehistoric
Animals, Simon & Schuster pp. 96
Olshevsky, G. «Dinosaurs of China, Mongolia, and Eastern Asia [under Altirhinus]».
Archivado desde el original el 13 de febrero de 2005. Consultado el 7 de julio de
2016.
http://www.paleofile.com/Dinosaurs/Ornithopods/Eolambia.asp
http://www.paleofile.com/Lists/Dinosaurlists/Ornithopodalist.asp
Seeley, Harry G. (1869). Index to the fossil remains of Aves, Ornithosauria, and
Reptilia, from the secondary system of strata arranged in the Woodwardian Museum of
the University of Cambridge. Cambridge: Deighton, Bell, and Co. OCLC 7743994.
Seeley, Harry G. (1875). «On the maxillary bone of a new dinosaur
(Priodontognathus phillipsii), contained in the Woodwardian Museum of the
University of Cambridge». Quarterly Journal of the Geological Society of London 31
(1–4): 439-443. doi:10.1144/GSL.JGS.1875.031.01-04.30.
Sauvage, H. E. (1888). «Sur les reptiles trouvés dans le Portlandian supérieur de
Boulogne-sur-mer». Bulletin du Muséum National d'Historie Naturalle, Paris (en
francés) 3 (16): 626.
Upchurch, Paul, Paul M. Barrett, and Peter Dodson. "Sauropoda". The Dinosauria
Woodward, Henry (1885). «On Iguanodon mantelli, Meyer». Geological Magazine.
Series 3 2 (1): 10-15. Bibcode:1885GeoM....2...10W. OCLC 2139602.
doi:10.1017/S0016756800188211.
Delair, J.B. (1966). «New records of dinosaurs and other fossil reptiles from
Dorset». Proceedings of the Dorset Natural History and Archaeological Society 87:
57-66.
Van den Broeck, Ernst, 1900, "Les dépôts à iguanodons de Bernissart et leur
transfert dans l'étage purbeckien ou aquilonien du Jurassique Supérieur" Bulletin
de la Société Belge Géologique XIV Mem., 39-112
Galton, P.M. (1976). «The Dinosaur Vectisaurus valdensis (Ornithischia:
Iguanodontidae) from the Lower Cretaceous of England». Journal of Paleontology 50
(5): 976-984. JSTOR 1303593.
Norman, David B. "A review of Vectisaurus valdensis, with comments on the family
Iguanodontidae". Dinosaur Systematics, 147–161.
Olshevsky, G. «Re: What are these dinosaurs?». Consultado el 16 de febrero de
2007.
Galton, Peter M. (September de 1974). «Notes on Thescelosaurus, a conservative
ornithopod dinosaur from the Upper Cretaceous of North America, with comments on
ornithopod classification». Journal of Paleontology 48 (5): 1048-1067.
Norman, David B. "Iguanodontidae". The Illustrated Encyclopedia of Dinosaurs, 110–
115.
Horner, J. R. (1990). «Evidence of diphyletic origination of the hadrosaurian
(Reptilia: Ornithischia) dinosaurs». En Kenneth Carpenter and Phillip J. Currie
(eds.), ed. Dinosaur Systematics: Perspectives and Approaches. Cambridge: Cambridge
University Press. pp. 179–187. ISBN 0-521-36672-0.
McDonald, A. T. (2012). «Phylogeny of Basal Iguanodonts (Dinosauria:
Ornithischia): An Update». En Farke, Andrew A, ed. PLoS ONE 7 (5): e36745.
Bibcode:2012PLoSO...736745M. PMC 3358318. PMID 22629328.
doi:10.1371/journal.pone.0036745.
Barrett, Paul M.; Willis, K. J. (2001). «Did dinosaurs invent flowers? Dinosaur–
angiosperm coevolution revisited». Biological Reviews 76 (3): 411-447. PMID
11569792. doi:10.1017/S1464793101005735.
Weishampel, D.B., Barrett, P.M., Coria, R.A., Le Loeuff, J., Xu Xing, Zhao Xijin,
Sahni, A., Gomani, E.M.P., and Noto, C.R. "Dinosaur Distribution". The Dinosauria,
517–606.
Goodrich, Samuel Griswold (2004) [1859]. Illustrated Natural History of the Animal
Kingdom. University of Michigan Library. ISBN 1418158844.
Wright, J.L. (1996). Fossil terrestrial trackways: Preservation, taphonomy, and
palaeoecological significance. University of Bristol. pp. 1-300.
Wright, J.L. (1999). «Ichnological evidence for the use of the forelimb in
iguanodontians». En David M. Unwin, ed. Cretaceous Fossil Vertebrates. Special
Papers in Palaeontology, 60. Palaeontological Association. pp. 209-219. ISBN
0901702676.
Coombs Jr., Walter P. (1978). «Theoretical aspects of cursorial adaptations in
dinosaurs». Quarterly Review of Biology 53 (4): 393-418. doi:10.1086/410790.
Glut, Donald F. (2003). Dinosaurs: The Encyclopedia. 3rd Supplement. Jefferson,
North Carolina: McFarland & Company, Inc. pp. 626. ISBN 0-7864-1166-X.
Lapparent, Albert-Félix de (1962). «Footprints of dinosaurs in the Lower
Cretaceous of Vestspitsbergen — Svalbard». Arbok Norsk Polarinstitutt, 1960: 13-21.
Tagert, E. (1846). «On markings in the Hastings sands near Hastings, supposed to
be the footprints of birds». Quarterly Journal of the Geological Society of London
2: 267.
Beckles, Samuel H. (1854). «On the ornithoidichnites of the Wealden». Quarterly
Journal of the Geological Society of London 10: 456-464.
Owen, Richard (1858). «Monograph on the Fossil Reptilia of the Wealden and Purbeck
Formations. Part IV. Dinosauria (Hylaeosaurus)». Paleontographical Society
Monograph 10: 1-26.
«Bird-Footed Iguanodon, 1857». Paper Dinosaurs 1824–1969. Linda Hall Library of
Science, Engineering & Technology. Archivado desde el original el 28 de septiembre
de 2006. Consultado el 14 de febrero de 2007.
van Beneden, P.J. (1878). «Sur la découverte de reptiles fossiles gigantesques
dans le charbonnage de Bernissart, près de Pruwelz.». Bulletin de l'Institut Royal
d'Histoire Naturelle de Belgique 3 (1): 1-19.
Smith, Dan (26 de febrero de 2001). «A site for saur eyes». New Statesman.
Archivado desde el original el 30 de septiembre de 2007. Consultado el 22 de
febrero de 2007.
Lucas, Spencer G. (2000). Dinosaurs: The Textbook. Boston: McGraw-Hill. pp. 13.
ISBN 0-07-303642-0.
Snider, Mike (29 de agosto de 2006). «Godzilla arouses atomic terror». USA Today
(Gannett Corporation). Consultado el 21 de febrero de 2007.
«JPL Small-Body Database Browser: 9941 Iguanodon (1989 CB3)». NASA. Consultado el
10 de febrero de 2007.
Williams, Gareth. «Minor Planet Names: Alphabetical List». Smithsonian
Astrophysical Observatory. Consultado el 10 de febrero de 2007.
Enlaces externos
Ver el portal sobre Dinosaurios Portal:Dinosaurios. Contenido relacionado con
Dinosaurios.
Wikimedia Commons alberga una galería multimedia sobre Iguanodon.
Wikispecies tiene un artículo sobre Iguanodon.
Mucha más información acerca del Iguanodon
Excelente diseño e interesantes características del Iguanodon en Yahooligans! (En
inglés)
Ornithopoder - Iguanodon (En sueco)
Control de autoridades
Proyectos WikimediaWd Datos: Q130980Commonscat Multimedia: IguanodonWikispecies
Especies: Iguanodon
IdentificadoresMicrosoft Academic: 2779814621Diccionarios y
enciclopediasBritannica: urlBases de datos taxonómicasGBIF: 4823052Paleobiology
Database: 38749
Categorías: Dinosaurios del Cretácico InferiorDinosaurios de
EuropaIguanodontiaMegafaunaCiencia de 1825Reino Unido en 1825Ciencia y tecnología
de Reino Unido del siglo XIX
Menú de navegación
No has accedido
Discusión
Contribuciones
Crear una cuenta
Acceder
ArtículoDiscusión
LeerEditarVer historial
Buscar
Buscar en Wikipedia
Portada
Portal de la comunidad
Actualidad
Cambios recientes
Páginas nuevas
Página aleatoria
Ayuda
Donaciones
Notificar un error
Herramientas
Lo que enlaza aquí
Cambios en enlazadas
Subir archivo
Páginas especiales
Enlace permanente
Información de la página
Citar esta página
Elemento de Wikidata
Imprimir/exportar
Crear un libro
Descargar como PDF
Versión para imprimir
En otros proyectos
Wikimedia Commons
Wikiespecies

En otros idiomas
‫العربية‬
Čeština
English
हिन्दी
Magyar
Polski
Русский
Slovenčina
中文
46 más
Editar enlaces
Esta página se editó por última vez el 28 jul 2021 a las 08:15.
El texto está disponible bajo la Licencia Creative Commons Atribución Compartir
Igual 3.0; pueden aplicarse cláusulas adicionales. Al usar este sitio, usted acepta
nuestros términos de uso y nuestra política de privacidad.
Wikipedia® es una marca registrada de la Fundación Wikimedia, Inc., una
organización sin ánimo de lucro.

También podría gustarte