2da. Herida Del Alma EL ABANDONO

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Segunda

herida
emocional:
EL
ABANDONO
Reto7 [Sanando mis heridas del alma]

El Abandono: La herida emocional que más perdura


El abandono de nuestros padres en la
infancia, de nuestra pareja, o incluso
de la propia sociedad, genera una
herida que no se ve, pero que uno siente
latir cada día. Porque es una raíz
arrancada, un vínculo roto por donde
antes se nutrían nuestras emociones y
nuestra seguridad.
Ahora bien, hay un aspecto que
debemos tener en cuenta: el abandono
no solo se produce por una ausencia
física. El abandono más común es aquel donde deja de existir una autenticidad
emocional, ahí donde aparece el desinterés, la apatía y la frialdad. La percepción de
este vacío no tiene edad, es algo que todo niño va a percibir y que por supuesto, llega
a devastar a cualquier adulto.

¿Qué significa abandonar?

Abandonar a alguien significa apartarse de él, dejarlo, no desear más tener que ver con
él. A veces el abandono se confunde con el rechazo, pero hay una diferencia.
- Si decides rechazar a alguien lo repeles, para no tenerle junto a ti.
- Si decides abandonarlo a alguien te alejas, te marchas, para tomar distancia de
forma temporal o definitiva.

Según Lise Bourbeau existen estas diferencias:


- La herida del RECHAZO se vive con el progenitor del mismo sexo, ya que esa
madre o padre está rechazando el hijo de manera inconsciente. Rechaza algo
que no quiere ver y que tiene dentro de sí.
- La herida del ABANCONO se vive con el progenitor del sexo opuesto. Es muy
probable que de niño la persona se haya sentido rechazada por el progenitor
del mismo sexo y abandonada por el otro, en cuanto no hizo nada para evitar el
rechazo.

Suele decirse que para entender lo que supone ser abandonado, «uno tiene que ser
abandonado». No obstante, eso algo que nadie merece, porque con cada ausencia
perdemos una parte de nosotros mismos, y ninguna persona debe padecer dicho
sufrimiento.
Las implicaciones emocionales que se derivan de una vivencia temprana asociada al
abandono suelen ser por lo general, bastante graves. Aunque cada niño afronta los
hechos de un modo, es común que quede la huella de un trauma, y los traumas, no los
cura el tiempo, sino un adecuado afrontamiento. Una batalla íntima y personal que
puedes estar viviendo en estos mismos momentos…

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Reto7 [Sanando mis heridas del alma]

Cómo se da el abandono

El sentimiento de abandono puede darse de


muchas formas. Nos trasformamos en barcos
a la deriva cuando, por ejemplo, perdemos
nuestro empleo y no encontramos forma de
reintegrarnos al mercado laboral. Quedamos
varados, como perdido queda ese niño que a
una edad temprana es abandonado por su
madre, o como ese hombre que un día al
llegar a casa, descubre una casa vacía y la
ausencia de la mujer que amaba.

Detrás de un abandono se percibe por encima de todo un trauma acaecido en edades


muy tempranas: la muerte del padre o la madre, el tener un progenitor alcohólico o el
haber crecido prácticamente en soledad… El hecho de sufrir algún tipo de abandono en
la infancia es algo determinante. Tanto, que los expertos comentan que es como un
segundo nacimiento. Si el primero fue doloroso pero esperanzador, el segundo supone
tener que «renacer» en mundo donde no nos sentimos amados, donde hemos de
aprender a valernos por nosotros mismos sufriendo la ruptura de ese cordón umbilical
que nos unía a un corazón, a unas emociones, a unas necesidades que debían ser
satisfechas….

Las heridas emocionales se generan desde la infancia y de hecho un niño puede sentir
la herida de abandono en estas situaciones:

- Cuando la madre tiene otro bebé. Es natural que la madre necesite cuidar más
el recién nacido, pero el otro niño se siente abandonado, ya que su madre no le
presta la atención que quiere.
- Cuando los padres trabajan y tienen poco tiempo para él.
- Cuando el niño está en el hospital y los padres tienen que dejarlo allí un tiempo.
- Cuando los padres lo dejan con alguien durante las vacaciones. Por ejemplo, los
padres se van unos días de viaje y el niño se queda con la abuela.
- Si la madre está enferma y el padre tiene que dedicarle mucho tiempo. De esta
manera le quita tiempo al niño, que tendrá que hacer las cosas por sí mismo.

Puedes observar que estas situaciones, suelen pasar a lo largo de la infancia, pero
afectan de manera diferente cada persona según diferentes factores que dependen de
la percepción de cada quién. Lo que a mí me hace daño puede ser que a ti no te afecte
o viceversa.
Ejemplo: Un padre que le compra todos los juguetes a su hijo, y lo complace en todo,
pero no le da afecto y caricias. El padre estará convencido de hacer lo mejor para él,
mientras que el hijo estará sufriendo por no recibir el amor de la manera que esperaba.

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Reto7 [Sanando mis heridas del alma]

Cómo saber si tengo esta herida


Cuando iniciamos un trabajo de autodescubrimiento hacia ti mismo, todos llegamos a
la misma conclusión: las heridas emocionales vienen de nuestros padres.
Muchas personas cuando se dan cuenta que todas sus carencias vienen de la relación
con los padres, les tienen mucho rencor, les echan la culpa para sentir dolor y
sufrimiento en su interior.

Existen tres características principales de quien sufre de la herida de abandono, y de


dependencia emocional:
- Se considera que no es querido.
- Se siente insuficientemente nutrido de un punto de vista afectivo.
- En su vocabulario utiliza mucho la expresión: no lo soporto y las palabras sola
o ausente y comer o consumir. Por ejemplo, me consume toda la energía, el
trabajo me consume todo el tiempo etc…
- Se cierra a recibir amor, ya que tiene miedo de no poder sostener la situación.
- Tiene miedo de las emociones y sabotea su felicidad.

Características físicas del cuerpo da herida de abandono:


El cuerpo manifiesta exactamente el estado interior de la persona. El dependiente
piensa que no puede hacer nada solo y necesita alguien que lo pueda sostener; en él
puedes ver el niño pequeño que necesita ayuda. No te olvides que todo esto es
inconsciente.
Una persona que sufre de dependencia emocional, nunca te dirá que necesita a otro al
revés, es muy probable que intentará demostrar a todo el mundo que es independiente.

- La característica es la falta de tonicidad física.


- Su cuerpo camina siempre encorvado.
- Suelen tener el cuerpo delgado y alargado.
- Cuerpo sutil, delgado, falta de tono muscular, una parte del cuerpo parece
blanda, la sensación es que esta persona necesita ayuda para sostenerse.
- Ojos grandes y tristes.
- Piernas débiles.
- Impresión que los brazos son demasiado largos, parecen que cuelgan pegados
al cuerpo.
- Cuerpo con flacidez o caídas: senos, vientre, glúteos, escroto en el hombre.

Cuando notas una parte del cuerpo blanda puedes ver que allí está la máscara del
abandono para esconder la herida.

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Reto7 [Sanando mis heridas del alma]

Para no confundir con otras heridas mira siempre la postura. Si una persona es flaca
puedes ver que es dependiente por su postura: no camina bien recta y el tono muscular
es flácido, de otra manera estamos hablando de otra herida que ya veremos más
adelante.
Claramente el cuerpo no lo es todo: si tienes varias heridas, lo cual es muy probable,
hay una mezcla de diferentes características. A parte, hay personas que intentan
esconder muy bien sus heridas emocionales, por ejemplo, yendo al gimnasio, pero si
las observas bien puedes reconocerla.

La máscara del Abandono: La dependencia


La intensidad de la herida del
abandono determina el espesor de
la máscara.
Si la persona es muy dependiente
tendrá muchas de las
características físicas o
emocionales, si lo es poco se
notará menos.

El dependiente emocional se caracteriza por:


- Ser víctima y crear dramas.
- Crea problemas de cualquier cosa, sobre todo de salud para atraer
atención, inconscientemente crea estos problemas para sentirse en el derecho
de pedir atención.
- Dramatiza todo, lo exagera.
Por ejemplo, si la pareja no llama, para avisar que llegará más tarde, el
dependiente pensará lo peor y sufrirá mucho pensando en por qué su pareja no
lo avisó.
- Busca el apoyo de los demás, cuando tiene que tomar una decisión pide consejo.
- No le gusta hacer actividades o trabajo solo, necesita alguien que lo sostenga.
- Siente mucha pena cuando se acaba una actividad placentera con alguien:
quisiera seguir.
- Llora fácilmente sobre todo hablando de sus problemas y de las pruebas que
tiene que superar en la vida.
- Acusa a las personas o incluso a Dios de abandonarle, cuando tiene un
problema.
- No se da cuenta que suele abandonar a personas, relaciones o abandona sus
proyectos.
- Tiene miedo a las autoridades, asocia la voz autoritaria a una persona fría e
indiferente, por lo tanto, es muy entusiasta con los demás; de esa manera piensa
que los demás harán lo mismo con él.
- Puede sostener situaciones y relaciones insostenibles a cambio de recibir amor
o por el contrario tener miedo al compromiso.

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Reto7 [Sanando mis heridas del alma]

- Es muy empático, por esto se siente responsable de la felicidad o infelicidad de


los demás. Está convencido que el otro es responsable de su felicidad.
- Puede padecer de agorafobia, el miedo a los lugares abiertos y públicos, que
produce ataques de pánicos como taquicardias, sudoración, náusea, etc. y tiene
miedo a la muerte o a la locura.
- Una persona dependiente, hombre y mujer, puede no desear hijos con la excusa
de mantener su independencia. Si es hombre se esconde el miedo a no recibir
más la atención de la mujer, si es mujer esconde el miedo de sentirse ahogada
para toda la incumbencia que un hijo conlleva.
- A nivel sexual utiliza el sexo para enganchar el otro: si se siente deseado por el
otro se siente más importante.
Ejemplo: Le gusta sentarse a leer solo, pero le molesta si lo hace su pareja. Si elige
irse solo a unos lugares todo va bien, a cambio si lo hace su pareja se siente
abandonado y piensa que no es lo suficientemente importante.

Cuando vemos a alguien que actúa como víctima, porque siempre le ha pasado algo de
“malo” nos preguntamos cómo puede ser que, a menudo, le pasen tantas cosas. Pero
el dependiente emocional no los ve como problemas, sino más bien como
oportunidades para atraer atención hacia él.
Muchas veces la víctima pasa a actuar de salvador: por ejemplo, se puede portar como
un padre con sus hermanos, o quiere salvar una persona que ama si tiene dificultades.
Son medios sutiles para obtener atención.

Cuando el dependiente emocional


hace mucho por otra persona
realmente lo hace para que le digan
que es bueno. Si hace algo por
alguien es para recibir afecto, Tiene
altibajos emocionales: pasa de ser
feliz a ser triste, sin saber el
porqué, su miedo más grande es la
soledad. La emoción que vive de
manera más intensa es la tristeza y
no entiende de donde viene, es una
emoción muy profunda que siente
en su corazón.

Si es mujer, y está en el papel de víctima, puede poner una voz infantil y hacer muchas
preguntas, y cómo le cuesta aceptar un no como respuesta puede ser persistente y
llegar a manipular y hacer chantaje emocional para obtener lo que quiere.

En su interior tiene un conflicto: por un lado, quiere atención, por el otro piensa que se
pide muchas lo puedan abandonar por esto, se cree que de una manera le guste sufrir
porque, puede tolerar ciertas situaciones, aunque no quiere.
Por ejemplo, un alcohólico que pega a su mujer. Ella sufre, pero si deja la pareja puede
sufrir más, así que se queda en la relación. (Si estás pensando que no es cierto,
acuérdate siempre que todo esto es inconsciente).

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Reto7 [Sanando mis heridas del alma]

El dependiente es el número uno para no ver los problemas de pareja. Prefiere pensar
que todo va bien para no ser abandonado. Si le dejas sufre mucho, porque no ve donde
está el problema y no se espera esto. De hecho, tiene mucha esperanza emotiva,
cuando se siente abandonado piensa que no es suficientemente importante para
merecer la atención del otro.

Para el dependiente emocional la palabra “dejar” se asocia a abandonar. Le cuesta irse


si por ejemplo está pasando un buen rato con los amigos, quiere prolongar el momento
hasta lo máximo posible.

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Reto7 [Sanando mis heridas del alma]

¿Qué puedo hacer para sanar la herida del Abandono?


El primer paso fundamental es
reconocerla, entender que esta
herida la activó el progenitor del
sexo opuesto y, se activa cada vez
que tienes que relacionarte con
alguien del otro sexo. Hasta que no
sanes la relación con el progenitor
del sexo opuesto, tus relaciones
interpersonales y de pareja serán
muy difíciles.

El sufrimiento no está en el hecho, más bien en cómo lo percibes. Cambiar tu


percepción es la clave para sanar tu herida de abandono y la dependencia emocional.
La causa principal de las heridas emocionales es la incapacidad de perdonarnos a
nosotros mismos de lo que hacemos a los demás o a nosotros. Recuerda que tu mundo
exterior es el reflejo de tu mundo interior. Por lo tanto, todo lo que te molesta afuera
tiene que ver con tus heridas no reconocidas y no sanadas.

Alimentas tu herida de abandono cada vez que:


- Abandonas un proyecto que te gusta,
- No te cuidas, ni te prestas atención y no te escuchas.
- Alejas a los demás cuando quieres agarrarte a ellos y de esta manera te
abandonan.
- Reprochamos a los demás lo que hacemos nosotros y no queremos ver.
- Creas enfermedades físicas para atraer atención.

Para sanar la herida del abandono debes aceptar a tus padres tal como son, entender
que ellos han hecho lo máximo que han podido, de la mejor manera que supieron, según
sus propias creencias y condicionamientos.
Recuerda que ellos han pasado por lo mismo que tú, aunque de diferente manera. Todos
tenemos heridas emocionales que sanar y que duelen. A nuestros padres tampoco
nadie les ha explicado esto.
Para soltar la dependencia emocional es fundamental sanar la relación con los padres.

Conforme sanes tu herida de abandono contactarás con tu fortaleza interior, lo que


hace ser una persona independiente. Los nuevos comportamientos que adquirirás
serán:
- Será innecesario el amor de otro para sentirte segur@, válido y capaz.
- Dejarás de pedir lo que necesitas a través de la queja, el enfado o el dar
pena. Sabrás que, si la otra persona no te lo concede, no quiere decir que no te
ame.
- La vida se hace menos dramática.
- Tienes ganas de empezar nuevos proyectos y seguir adelante, aunque los
demás no te apoyen.
- Vivenciarás la diferencia entre complacer y amar.
- Será innecesario el sentirte validado y aceptado por todo el mundo.
- Podrás decir “no” sin miedo a que dejen de amarte o que sientas miedo o
preocupación y dirás “sí” solo cuando verdaderamente lo sientas.
- Dejarás de tratar de atraer la atención del otro por cualquier medio.

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Reto7 [Sanando mis heridas del alma]

- Tendrás cada vez mayor poder de decisión por ti mism@.


- Seguridad al tomar tus propias decisiones, aunque las personas de tu entorno
no te apoyen en ello.
- Vivirás la vida desde tu propia autonomía y dejará de ser imprescindible la
presencia de los demás para ello.
- Te sentirás a gusto estando sol@.

En el momento donde el dependiente se pone en contacto con los problemas causados


por su dependencia emocional, quiere ser independiente.

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