Temario Archivística
Temario Archivística
Temario Archivística
El proceso evolutivo de la Archivística discurre desde la práctica de la archivística, desde que aparece la
escritura, hasta la actualidad en donde se configura como ciencia a partir del siglo XIX.
El objeto de la archivística son los archivos y los fondos documentales. Desde el surgimiento de la escritura ha
sido necesario la recopilación y almacenaje de documentos escritos. Esto localiza el origen de la archivística a
finales del cuarto milenio antes de cristo, el denominado periodo pre archivístico, hasta el siglo XIX cuando ya
se establece como ciencia.
I. La periodización de la Archivística
Para la periodización entre diferentes autores no ha existido unanimidad.
Teoría de Robert Henri Bautier, Establece la división de la archivística según la edad clásica de la Historia.
Antigüedad: archivos de palacio.
Edad Media: época de los cartularios o tesoros de cartas.
Edad Moderna: época de los archivos como arsenal de autoridad
Edad Contemporánea: época de los archivos como laboratorios de la historia.
Elio Lodolini y Leopoldo Sandri. Establecen las etapas según sus valoraciones,
Antigüedad Siglo XVIII: concepto patrimonial y administrativo de los documentos.
Ilustración-Romanticismo: valoración del archivo como fuente histórica.
Romanticismo y nacionalismo hasta la actualidad: dividiendo los archivos en los que son un
instrumento para definir la realidad histórica de las naciones y los que permiten la transparencia e
impide el arbitrio de los poderes públicos.
Según dos autores diferentes:
1. La Archivística como instrumento funcional, desde las primeras formalizaciones de archivos hasta la
época de los Trastámara en la Edad Media.
2. La Archivística como doctrina patrimonial y jurídico-administrativa, desde la Baja Edad Media hasta la
segunda mitad del s. XVIII.
3. La Archivística como desarrollo historiográfico y teoría especulativa, desde la segunda mitad del siglo
XVIII hasta la primera mitad del s. XX.
4. Archivística integral en la sociedad del conocimiento que se aplicaría en la archivística actual.
- La archivística como instrumento funcional.
Se caracteriza por ausencia de un corpus teórico archivístico. La Archivística es una práctica funcional y útil. Este
periodo se extiende desde la Antigüedad hasta la Baja Edad Media, el archivo es un lugar donde se conservan
documentos. Se localizan en época antigua palacios y templos, mientras que en la Alta Edad Media en catedrales
y monasterios. La teoría archivística de este momento se reduce al funcionamiento de un archivo, mediante la
conservación de documentos y su administración.
Ya en la antigüedad el archivo se empieza a ver como un sujeto individual, en Grecia se denomina Archeion y
en Roma Tabularium. De esta forma cuentan con un personal propio y especializado. Un ejemplo es el edificio
Metroon en Atenas, en donde en el año 350 a.C. se centraliza las escrituras públicas. Este era un templo por lo
que se une el poder político y religioso. En Roma en un principio se usaba el Templo de Saturno para almacenar
los documentos, pero de forma posterior se creó un edificio propio para un archivo, el Tabulario.
El archivo funciona como un agente de la función administrativa. Los diferentes documentos son creados y
conservados por necesidades de los gobiernos y la administración. Además, conserva otro tipo de documentos
que avalan y salvaguardan lo derechos de los ciudadanos. Esto da lugar a la aparición del concepto de archivo
público, no solo porque el propietario sea el Estado, sino porque sus documentos se dotan de fe pública y de
carácter probatorio.
Decadencia del documento escrito en la Alta Edad Media
Tras la desaparición del Imperio romano se impone el derecho germánico frente al romano en Europa. Frente
al valor probatorio del documento, se impone el procedimiento oral y la prueba testimonial. Se produce un
descenso generalizado del nivel cultural y retroceso de la administración romana y pérdida del concepto de
archivo público en tanto que el estado como res publica pasa al Estrado como propiedad personal.
Situación de los archivos
Los nuevos centros donde se almacenan documentos y hacen de archivo son principalmente los centros
religiosos como archivos catedralicios, monasterios o abadías. Esto se debe a que era en estos sitios en donde
se encontraban las personas con un importante nivel cultural y con el conocimiento para leer, escribir y realizar
documentos. A pesar de esto, se mantuvo esta vigencia de la administración romana en la cancillería pontificia
gracias a su gran producción de documentos.
- La Archivística como doctrina patrimonial y jurídico-administrativa
Se inicia en la Baja Edad Media y llegará hasta las revoluciones burguesas del siglo XVIII. El archivo adquiere una
función jurídico-política, pues ofrecía a los reyes una información útil para la afirmación de los derechos de la
Corona y del Estado y para el ejercicio del poder en sus territorios. La Archivística está al servicio de la
administración. El desarrollo de su organización administrativa es la siguiente: recuperación del derecho
romano (compilación de Justiniano), recuperación del documento como fundamento de la organización
jurídico-política y los archivos de Estado, que aglutinan la documentación de las coronas que hasta entonces
habían estado dispersas.
Studium Generale de Palencia. Primera universidad de la Península. Representa la vuelta de los archivos, las
leyes, nivel cultural bla bla bla
El primer gran archivo Real o de Estado es el Archivo de la Corona de Aragón (ACA). En 1192 existió un
precedente, la liber feudorum mauior, compilación de los orígenes de los reyes y condes antepasados de la
Corona de Aragón.
Jaime I el Conquistador (1213-1276) fue el primer monarca de Aragón que conservó los registros reales de la
Cancillería aragonesa, siendo a partir de 1252 cuando se registra regularmente toda la documentación. Hay que
tener en cuenta que no existía un único archivo real, sino varios.
Jaime II de Aragón crea el Archivo de la Corona de Aragón, para custodiar los privilegios y registros de la
cancillería, con sede en el Palacio Real Mayor de Barcelona en 1318. Siguiendo la tradición dada desde la Edad
Antigua este archivo estaba localizado en una capilla.
En el reinado de Pedro IV el Ceremonioso (1336-1387) se establecen unas ordenanzas que rigen el
funcionamiento del archivo real. En primer lugar, define el papel del archivero, como oficial de la cancillería
subordinado al canciller, además de la función del archivo que era la conservación y administración del
patrimonio real. También regulaba el sistema de confluencias de escrituras de sus dependencias
administrativas, el sistema de ordenación, el lenguaje de identificación y la forma de realizar copias de los
documentos.
- Archivos del poder: “la función coercitiva del archivo”
Es el depósito en donde se custodia el patrimonio real, por lo que es un mecanismo más del poder de la
monarquía. Tiene un carácter secreto y de inaccesibilidad.
También existe un importante desarrollo de la literatura archivística, desde finales del siglo XVI hasta el XVIII.
Se buscan respuestas concretas a problemas reales a fin de una correcta clasificación, ordenación y descripción
de los papeles. Un ejemplo son las Ordenanzas del Archivo general de Simancas de 1588, en donde se definen
las tareas del archivo, establece la clasificación de los documentos y las funciones de conservación y
restauración. Otros archivos copiaron estas ordenanzas como el Archivo de las Indias.
El principal objetivo del archivo es la eficacia administrativa de los Estados, ya que es necesario para el
funcionamiento administrativo de las diferentes organismos e instituciones.
- Archivística integral en la sociedad del conocimiento
En este periodo la archivística se establece como una ciencia, cuenta con unos principios teóricos, además de
una aplicación práctica. Su cronología es desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad. Bebe de dos
tradiciones, la europea vinculada a la historia y al derecho y la norteamericana/anglosajona especializada en la
gestión administrativa.
Ampliación del campo de actuación de la Archivística
Esta disciplina se ha expandido a la gestión administrativa, ya no solo interesa el documento histórico, sino una
concepción global del mismo, desde su producción hasta su conservación. Además, se le da valor a cualquier
documento y sea cual sea su edad o cronología.
Expansión científica de la Archivística
Desde el último tercio del siglo XX es la época de los grandes manuales de esta disciplina, proliferan numerosas
publicaciones especializadas. Es importante el desarrollo de la normativa y leyes específicas para los archivos
desde la Constitución de 1978, como la Ley del patrimonio histórico español de 1985 o las diferentes leyes de
Archivos y Patrimonio Histórico y Cultural de cada una de las CCAA.
Partimos de una premisa que la labor del archivero es facilitar el acceso a los documentos, esto se consigue por
medio de instrumentos de descripción (catálogos, fichas) y búsqueda de los fondos documentales y van
precedidos de las tareas de clasificación y ordenación documental.
¿Por qué es importante la organización archivística?, un archivo desorganizado, aunque contenga los fondos
más ricos del mundo, no favorece ni la perdurabilidad de la documentación, ni las búsquedas documentales. De
esta manera, disminuye las pérdidas, favorece la conservación y mejora las búsquedas de información.
Tenemos tres objetivos de la organización de un archivo:
1. Coadyuvar con el servicio de consulta, considerando que los documentos aportan mayor información si
se encuentran integrados con su contexto (ya vimos que una de las características era la interrelación).
2. Dar a cada unidad archivística su lugar correspondiente, bien mediante la aplicación del principio de
procedencia y orden original, si se trata de fondos institucionales o bien, según la distribución lógica de
agrupación, en el caso de las colecciones.
3. Evidenciar o reconstruir la disposición de un archivo, a partir de las relaciones funcionales y estructurales
que, de manera natural, se producen entre los documentos durante su ciclo vital.
Básicamente el proceso desde la desorganización de un archivo, se organiza y finalmente el resultado es un
archivo bien organizado e instalado. Que veremos este proceso a continuación, teniendo como resultado un
archivo bien organizado e instalado.
La organización archivística consta de dos etapas en una primera fase de identificación: la clasificación y la
ordenación. Habitualmente los términos clasificar y ordenar se emplean de manera indistinta en el lenguaje
coloquial. Desde el punto de vista archivístico existen muchas y muy importantes diferencias que hay que
conocer.
Primero, identificamos los grupos atendiendo a una serie de criterios y después, establecidos esas distintas
clases ordenamos esos grupos. La clasificación de un fondo documental supone establecer clases o grupos
diferentes entre sí, que tengan unas características comunes y sean diferentes a los demás. Mientras que la
ordenación implica alinear, distribuir, enfilar dentro de cada uno de esos subconjuntos, de esos grupos (y luego
los ordenamos).
Métodos de organización: el mejor método de organización de un archivo es recrear o respetar el orden
originario (el principio de procedencia) que tuvieron o debieron tener los papeles en cada una de las oficinas
productoras. Si se emplea este método, independientemente de la persona que acometa esta tarea, el
resultado siempre es el mismo. Si se desorganizara mil veces, el resultado de organizarlo conforme al orden
natural y originario sería igualmente el mismo. De esta manera, el archivo tiene una estructura objetiva.
Clasificación
Consiste en establecer clases o grupos de documentos, únicos y diferentes entre sí, de modo que queden
integrados formando parte de la estructura de un todo, que es el fondo documental. Esta parte es anterior a la
ordenación. Según el Diccionario de terminología archivística, es la operación archivística que consiste en el
establecimiento de las categorías y grupos que reflejan la estructura jerárquica del fondo, es el primer paso del
proceso de organización, dentro de la fase del tratamiento archivístico denominada identificación. Esta
separación por grupos documentales se efectúa según el principio clave de la Archivística: el “respeto a la
procedencia de los fondos documentales”.
Principio de procedencia y principio del orden natural de los documentos: los dos principios básicos de la
Archivística.
Mientras que las bibliotecas se clasifican por materias o contenidos, los archivos se clasifican:
Por fondos (conjunto documental producido por una institución, órgano, entidad).
Por series dentro de los fondos (libros, expedientes o documentos caracterizados por materializar
funciones, competencias y procedimientos característicos y distintos).
Por expedientes dentro de las series (los documentos referidos al procedimiento de un asunto).
Hasta llegar a la unidad documental simple, al documento suelto, sobre todo en el caso de la correspondencia
epistolar recibida y emitida.
Ordenación
Una vez efectuada la clasificación damos paso a la ordenación, que consiste en unir y relacionar los distintos
elementos de cada clase o grupo creados inicialmente, de acuerdo con una unidad-orden establecida de
antemano. Según el Diccionario de terminología archivística, es la operación archivística realizada dentro del
proceso de organización, que consiste en establecer secuencias naturales cronológicas y/o alfabéticas, dentro
de las categorías y grupos definidos en la clasificación. Se encuentra, por lo tanto, dentro de la fase del
tratamiento archivístico denominada identificación.
Modos de ordenación: así pues, estableceremos dentro de las series, expedientes y documentos ya clasificados:
podremos ordenar la documentación atendiendo a varios criterios. El más frecuente utilizado es seguir una
secuencia natural (atendiendo a los distintos momentos en que se originaron los documentos por la gestión
que fueron creados), podemos ordenar con un criterio alfabético (cuando tengamos por ejemplo una serie
formada por expedientes personales o de materias establecidas), criterio geográfico (series y documentos
referidos a ciudades o barrios o calles) o numérica (documentos contables, documentos de correspondencia, el
orden numérico es cerrado y no permite interpolaciones ni pérdidas).
Instalación
Consiste en el alojamiento físico de los documentos en las estanterías mediante unidades de instalación, ya
sean cajas, legajos, carpetas o libros. Según el diccionario de terminología archivística, se refiere a dos
conceptos: ubicación de las unidades de conservación en el depósito previa organización del espacio y
conjunto de medios físicos dispuestos para la adecuada conservación de los documentos.
Antes de introducir un expediente en su caja hay que proceder a identificarlo, mediante una signatura que
haga referencia a la unidad de instalación que lo contiene y su orden dentro de la misma. En la instalación de
las cajas, legajos y libros seguiremos el sistema de numeración continua, el más indicado para un archivo en
crecimiento, mediante la numeración arábiga desde el nº1 en adelante, siguiendo la secuencia natural.
Ejemplo: un expediente ubicado en la caja o legajo 97, y que ocupa el nº3 de los que contiene, tendrá la
signatura: 97,3.
El cuadro de clasificación.
El elemento básico es el cuadro de clasificación. Debe elaborarse desde el conocimiento del contenido del
archivo. Se trata de un instrumento de consulta resultado de la fase de identificación, que refleja la
organización de un fondo documental o de la totalidad de los fondos de un archivo y aporta los datos esenciales
de su estructura (denominación de secciones y series, fechas extremas, etc.…). El cuadro de clasificación es un
instrumento técnico que refleja la estructura de un archivo con base en las atribuciones y funciones de cada
dependencia o entidad productora de los documentos.
La organización de los documentos se realiza de acuerdo con el mismo orden en que se dividen y subdividen las
diversas dependencias del organismo de procedencia, llegando hasta su grado inferior, respetando el principio
de procedencia: cada documento debe estar colocado en el fondo del que proviene y, en ese fondo, en su lugar
de origen, es decir, conservar el orden establecido por la persona física o moral que creó los documentos.
Debido a que las estructuras administrativas se modifican con el tiempo, no es posible contar con un
organigrama permanente y por ende el cuadro de clasificación se tiene que ir adaptando a los cambios
estructurales de la entidad generadora. Cada “cuadro” se realiza para un fondo concreto, por lo que si en un
archivo a varios fondos, se deben realizar cuadros para cada uno de ellos.
El fondo y sus divisiones
Fondo: Es el conjunto documental que proceden de una institución o una persona, conservado en el
archivo de dicha institución o de una institución de archivo. Es el resultado natural de la actividad que la
institución realiza. (Todo)
Sección: Es la primera división en que se ordena un fondo, la cual conforme al principio de procedencia
y orden original se organiza conforme a la estructura organiza o por la función de la institución u
organismo. (Subsecciones y Áreas) (Primera división)
Serie. Conjunto de documentos producidos en el desarrollo de una misma función o actividad
administrativa regulados por la misma norma de procedimiento, se refiere a un tema específico.
(Conjunto de documentos que recoge una misma función o actividad administrativa con la misma norma
de procedimiento)
Colección (serie facticia): Reunión de documentos de toda procedencia, agrupados en función de una
característica común, como el tema, lengua, soporte… Esto es fruto de la selección arbitraria de
documentos, y no siguiendo la organización típica de un archivo, basada en las institución o persona de
procedencia. Es típico de los periodos anteriores al nacimiento de la archivística como disciplina, como
por ejemplo en el siglo XIX.