A. Aplica en Latinoamerica
A. Aplica en Latinoamerica
A. Aplica en Latinoamerica
En esta lista, nunca exhaustivos, podemos ver que la penetración de los antropólogos en
cuestiones de intervención social es espaciosa y amenazada con seguir creciendo. En
América Latina, los antropólogos sociales no se limitan a sus conocimientos y solicitudes
en comunidades indígenas o rurales, sino que su presencia y su necesidad en la sociedad
moderna que estamos vivos han sido diagnosticados.
Además de los enlaces esenciales de los etólogos contra el cambio social, su posición está
mucho o menos asociada con la transición, sin poder ignorar como una sociedad convertida
y, para el "laboratorio" bueno o malo, el "laboratorio" del antropólogo ya no es similar.
El reconocimiento global de las empresas y los gobiernos sobre la necesidad de conocer y
administrar sus activos, identidad y cultura muestra que los antropólogos sociales tienen
tierras fértiles para su desarrollo y las cuestiones y oportunidades están actualmente
existentes y vienen, requieren el reconocimiento de estos aspectos, como:
Enfoques teóricos: Que pongan de manifiesto la complejidad de la sociedad en la cual
vivimos y que permitan poner en perspectiva la labor de la antropología social aplicada.
Metodologías: Relacionadas con el empleo de medios computacionales de análisis de
datos, de medios audiovisuales y de actualización creciente de conocimientos (empleo de
bases de datos).
Perspectivas: Con las cuales los antropólogos amplíen su visión de los fenómenos
culturales a mayor escala, reconociendo que las transformaciones sociales han ocurrido
en todas las sociedades a lo largo de la historia, y que actualmente se precisa redefinir a la
usanza de nuestros tiempos, qué es lo que nos otorga específicamente la “mirada cultural”.
Posiblemente estas tareas ya estén en marcha y, quizás, sólo sea cuestión de tiempo para
que nuestra disciplina cobre mayor relevancia, ya no únicamente en proyectos y
programas, sino que en decisiones sociales de mayor alcance. Pero antes de todo, hay que
reconocer que nuestra labor afecta tanto al interés público como científico y que para ello
se necesita un esfuerzo declarado.