Actividad Eje 4 Salud Publica

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ACTIVIDAD EVALUATIVA EJE 4

Integrantes:

Tutor:
Víctor Hugo Piñeros Báez

Fundación Universitaria del Área Andina


Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte
Escuela de Posgrados en Salud
Optativa Interdisciplinar II Salud Pública
2021

Introducción

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Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de su interés. 

Salud y Bienestar

La Organización Mundial de la Salud se congratula por la puesta en marcha de Agenda 2030


para el Desarrollo Sostenible y se compromete a trabajar codo a codo con sus asociados de
todo el mundo para alcanzar estos nuevos objetivos de desarrollo sostenible.

La Agenda, que retoma los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), tiene un alcance y
una ambición sin precedentes. Se mantienen algunas prioridades como la erradicación de la
pobreza, la salud, la educación, la seguridad alimentaria y la nutrición, pero se establece
además una amplia gama de objetivos económicos, sociales y ambientales y se prometen
sociedades más pacíficas e inclusivas.

La propia formulación del ODM 3 («Garantizar una vida sana y promover el bienestar
para todos en todas las edades») expresa que la salud es un bien que debe alcanzarse por el
valor que representa en sí mismo. No obstante, la Agenda nos recuerda que la salud es
también un medio para alcanzar otros objetivos y un indicador fiable de los progresos
logrados a escala mundial en favor del desarrollo sostenible.

El objetivo relativo a la salud incluye nuevas metas para cuestiones importantes en las que se
lograron grandes avances en el marco de los ODM. Se han reducido las epidemias mundiales
de tuberculosis y paludismo y la causada por el VIH. A nivel mundial, la mortalidad infantil y
la mortalidad materna han disminuido drásticamente desde 1990, con descensos del 53% y el
40%, respectivamente.

Pero aún queda mucho camino por recorrer. A menudo, los informes sobre los progresos
realizados a nivel mundial no reflejan las distintas velocidades con que avanzan los países y
las regiones dentro de un mismo país. En la actualidad se reconoce la necesidad no solo de
que las personas logren sobrevivir, sino también de que prosperen en la vida.

También se ha hecho evidente que el mundo sería un lugar mucho más saludable si fijamos
metas que engloben una gama mucho más amplia de cuestiones. Uno de los aspectos más
destacables del nuevo objetivo es que incluye metas dirigidas a luchar contra las
enfermedades no transmisibles. Además, abarca la seguridad sanitaria; la salud reproductiva,

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de la madre, el recién nacido, el niño y el adolescente; las enfermedades infecciosas, y la
cobertura sanitaria universal.

La OMS espera colaborar con sus asociados para alcanzar estas metas y se felicita en especial
de la inclusión de la cobertura sanitaria universal, una aspiración que refleja el espíritu de la
nueva agenda de desarrollo centrado en la equidad y en una sociedad inclusiva que no deje a
nadie de lado. (Organización Mundial de la Salud, 2015)

Desarrollo

La malaria

En el marco del pilar de equidad del actual Gobierno Nacional este Ministerio estableció
dentro de sus líneas estratégicas prioritarias la salud pública,  considerando como una gran
meta a alcanzar para el año 2022 la eliminación de malaria en territorios priorizados, lo cual
se alinea con el Plan Decenal De Salud Pública que planteó la reducción de mortalidad por
malaria al año 2021. 

Malaria en Colombia 

En el territorio colombiano la transmisión de la malaria es del tipo de zonas inestables con


patrones endemo-epidémicos variables y focales en las diferentes regiones eco-
epidemiológicas. El comportamiento de la morbilidad por malaria en Colombia en los últimos
diecisiete años, ha mantenido una tendencia descendente y registrado un comportamiento con
promedios anuales de 50.000 a 100.000 casos.
Desde 1974, los casos de malaria producidos por Plasmodium vivax predominan en el país
(60 a 65%), aun cuando en regiones como la Costa Pacífica la relación favorece a P.
falciparum. La transmisión de malaria que se registra en el país se caracteriza por la presencia
de ciclos epidémicos que ocurren cada 2 a 7 años, relacionados con la ocurrencia del
fenómeno del Niño-Oscilación Sur. En los últimos años el evento malaria ha mantenido una
tendencia al descenso, pasando de 171.960 casos en el 2000 a 50.301 casos en el 2017 y en las
primeras 48 semanas de 2018 se han notificado 54.545 casos, lo que demuestra una reducción
cercana al 70% en el número de casos. Durante este periodo se presentaron dos aumentos en
el número de casos, el primero (año 2010) asociado al mejoramiento de la red diagnostica en
los departamentos endémicos del país (Proyecto Malaria Colombia) y el segundo durante el
año 2016 debido a la intensificación de la minería ilegal en los departamentos de la región
pacífica, sobre todo en el departamento del Chocó (15 de 31 Municipios), que reporto el 67%
de los casos registrados en el país. (Ministerio de Salud, 2021)
Regiones históricamente más afectadas

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Los principales focos de transmisión de malaria en el país se encuentran situados en la Región
Pacifica (Departamentos del Chocó, Cauca, Nariño y el distrito de Buenaventura) 50 al 60%,
seguida por la región Urabá – Bajo Cauca –Alto Sinú (Antioquia y Córdoba) 20 al 30%,
Amazonia 5 al 10%, Orinoquia – Centro Oriente y Atlántica 5%. (Ministerio de Salud, 2021)

Medidas generales para la prevención y control de la malaria:

 Usar toldillo, para evitar picaduras de zancudos mientras duerme.


 Uso de ropa adecuada: manga larga y pantalones largos, en las áreas de transmisión.
 En las zonas endémicas no exponerse a picaduras de zancudos, sobre todo en las
primeras horas de mañana (5:00 a. m a 8:00 a. m.) y al entrar la noche (5:00 p.m. a
8:00 p.m.)
 Eliminar criaderos cercanos a la vivienda.
 Ante la presencia de síntomas como fiebre, escalofrío, dolor de cabeza y malestar
general, acudir lo más pronto posible a su IPS.
 Suministrar al personal médico la información solicitada sobre la procedencia, durante
los últimos 15 días sobre todo si ha permanecido en zonas con transmisión activa.
 En caso de ser diagnosticado con malaria, ingerir el tratamiento completo y No auto
medicarse.  (Ministerio de Salud, 2021)

Con el fin de acelerar el avance hacia la eliminación, la OMS insta a los países afectados y a
la comunidad mundial interesada en la malaria a que maximicen los efectos de los
instrumentos y estrategias existentes que sirven para salvar vidas. Mientras no se obtengan
instrumentos y métodos nuevos y mejores, es urgente la necesidad de adoptar y ampliar las
estrategias recomendadas por la OMS a fin de aumentar la eficacia de las respuestas y acabar
con las muertes evitables por malaria. La estrategia se basa en tres pilares y dos elementos de
apoyo que orientan las actividades mundiales para avanzar hacia la eliminación de la malaria,
los cuales se resumen a continuación. (Organización Mundial de la Salud, 2015)
• Pilar 1. Lograr el acceso universal a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la
malaria. El conjunto de intervenciones básicas recomendado por la OMS —control vectorial,
quimioprofilaxis, pruebas diagnósticas y tratamiento, todas ellas de buena calidad— puede
disminuir extraordinariamente la morbilidad y la mortalidad. En las zonas de transmisión
entre moderada y alta, el objetivo primordial de los programas nacionales contra la malaria
debería ser lograr el acceso universal a las intervenciones por parte de los grupos en riesgo.
Los descensos de las tasas de incidencia y mortalidad maláricas son indicadores del éxito. La
OMS recomienda aplicar las dos series de intervenciones en forma complementaria: 1)
estrategias de prevención basadas en el control vectorial y, en determinadas circunstancias y
ciertos grupos de población, la administración de quimioprofilaxis; y 2) el diagnóstico
universal y el tratamiento eficaz y rápido de la malaria en los establecimientos sanitarios
públicos y privados del nivel comunitario. La estructuración de los programas con arreglo a la
estratificación determinada por la carga de morbilidad malárica e incluyendo el análisis de los
datos anteriores de incidencia, los determinantes del riesgo relacionados con el huésped
humano, los parásitos, los vectores y el medio ambiente, todo ello aunado al análisis del

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acceso a los servicios, permitirá adaptar las intervenciones al contexto local y lograr el uso
eficiente de los recursos. (Organización Mundial de la Salud, 2015)
• Pilar 2. Acelerar los esfuerzos para lograr la eliminación y alcanzar el estado exento de
malaria. Los países tienen que intensificar los esfuerzos para evitar que las infecciones nuevas
en zonas geográficas definidas mantengan la transmisión continua, particularmente en
circunstancias de transmisión de poca intensidad.
• Pilar 3. Transformar la vigilancia malárica en una intervención básica. El fortalecimiento de
la vigilancia de la enfermedad es fundamental para la planificación y la ejecución de los
programas, y constituye un factor decisivo para acelerar el progreso. (Organización Mundial
de la Salud, 2015)

Desafíos

A pesar de que el número de casos y muertes relacionadas con la malaria ha ido disminuyendo
continuamente en los últimos 15 años, la enfermedad sigue causando más de 400 mil muertes
cada año, especialmente en África (90% de las muertes) y entre los niños (70% de las
muertes) según lo indica el Informe Mundial sobre el Paludismo 2015, de la Organización
Mundial de la Salud (OMS).

Para mejorar la prevención, el diagnóstico, el tratamiento, limitar la propagación del parásito


y abordar los desafíos que implica esta enfermedad, se requiere una combinación de múltiples
estrategias. (Cinco desafíos en la lucha contra la malaria, 2020)

1. El impacto del cambio climático

En 2012, 2014, y 2015, los equipos de MSF observaron picos de malaria significativos en
varios países del África subsahariana, incluyendo a la República Democrática del Congo
(RDC), República Centroafricana (RCA), Uganda y Mali. En Yida, Sudán del Sur, por
ejemplo, el número de casos de malaria tratados en las clínicas de MSF casi se triplicó entre
2014 y 2015 (de 7,500 casos a aproximadamente 20,000).

Aunque las causas de este incremento de casos son complejas y, a veces, específicas, el
fenómeno de El Niño -un evento climático responsable de aumentar las temperaturas y la
cantidad de lluvias-, parece cumplir un papel importante. Estas anomalías climáticas también
han incrementado el número de casos de malaria en regiones en las que la enfermedad no se
manifestaba.

2. Resistencia a insecticidas

Los esfuerzos para controlar a los vectores, un componente clave de las estrategias de control
de la malaria, buscan reducir la exposición humana a picaduras de mosquito por medio de
actividades como el uso de mosquiteros con insecticida, la aplicación de insecticidas dentro y
en los alrededores de las casas, y la eliminación de las larvas de mosquito.

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De acuerdo con la OMS, más de la mitad de la población de África tuvo acceso a mosquiteros
durante 2014, en comparación al apenas 2% en el año 2000. Sin embargo, la resistencia de los
mosquitos a los piretroides, el principal insecticida usado en los mosquiteros, va en aumento.
A pesar de que la documentación en cuanto a este desarrollo sigue siendo limitada, varios
países en los que MSF trabaja han reportado una disminución de la eficacia de los
insecticidas. A pesar de estas observaciones, los mosquiteros tratados con productos de
limitada eficacia, siguen siendo utilizados en varios países en donde la enfermedad abunda.

3. Prevención: estrategias efectivas, pero no duraderas.

En 2012, MSF organizó una de las primeras campañas de quimioprevención de malaria


estacional a gran escala, en Mali y Chad. Desde entonces, la estrategia ha sido incorporada en
las políticas nacionales de 13 países en el Sahel, y se espera que se beneficie a más de 15
millones de niños durante 2016.

La quimioprevención de la malaria estacional (SMC por sus siglas en inglés), se basa en la


distribución preventiva de tratamientos antimaláricos durante los meses de mayor transmisión
(“picos” de temporada) y ha mostrado resultados muy efectivos: hasta una reducción de un
80% en los casos de malaria simple y hasta un 70% en la disminución de casos severos.

Además, al combinar la SMC con otras actividades médicas (chequeos y tratamientos por
malnutrición, o vacunación) se puede tomar ventaja de este contacto con grandes cantidades
de niños para combatir diferentes causas de mortalidad infantil al mismo tiempo.

Sin embargo, esta estrategia no está pensada como una herramienta permanente en los
esfuerzos para combatir la enfermedad. El impacto de estas distribuciones sigue teniendo una
duración limitada.

4. La resistencia de los parásitos a medicamentos antimaláricos

Desde 2001, la OMS ha recomendado el uso de terapias combinadas basadas en la artemisina


(ACT, que usa un medicamento de la medicina tradicional china) para tratar la malaria. La
ACT remplaza los medicamentos anteriores, como la cloroquina y la sulfadoxina-
pirimetamina, que se han vuelto ineficaces porque el parásito plasmodium, causante de la
malaria, es cada vez más resistente a ellas.

 El uso de estos nuevos tratamientos contribuyó significativamente a la increíble reducción del
número de muertes relacionadas con la malaria en los últimos 15 años. Sin embargo, desde el
año 2000, se ha documentado la resistencia del parásito a la artemisina, especialmente en el
sureste de Asia y en Latinoamérica.

El uso de monoterapias (el uso de artemisina, sin combinarla con otros medicamentos), de
medicamentos falsos o de mala calidad, o la interrupción del tratamiento una vez que los
síntomas han desaparecido, aceleran esta resistencia. Y ya que no hay un tratamiento que

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remplace a la artemisina, la propagación de esta resistencia implica una amenaza significativa
para la salud pública.

5. La búsqueda de una vacuna efectiva

Después de décadas de investigación infructuosa, RTS, S (Mosquirix©) es la primera vacuna


contra la malaria que ha completado el desarrollo clínico. Sin embargo, su eficacia se ve
especialmente limitada contra las formas severas de la enfermedad y a causa de su complicada
forma de uso, que implica cuatro dosis y un periodo de espera de 18 meses entre la ingesta de
la tercera y la cuarta dosis.

En octubre de 2015, el Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización


(SAGE) recomendó una serie de proyectos piloto a menor escala usando esta vacuna para
estudiar sus condiciones de uso. MSF no ha querido participar en esta investigación, ya que
considera que sería muy complicado introducir la vacuna en países pobres, especialmente
teniendo en cuenta el bajo nivel de protección previsto y la limitada información disponible
sobre su seguridad.

MSF sigue haciendo un llamamiento para desarrollar una vacuna segura, eficaz y económica
que sea fácil de utilizar en países en desarrollo. (Cinco desafíos en la lucha contra la malaria,
2020)

Reflexión

Teniendo en cuenta el carácter focal y variable de la transmisión de la malaria en las


diferentes regiones eco epidemiológicas existentes en el país y la prioridad que representa la
malaria como problema de salud pública en el país para lograr impacto y resultados
sostenibles en la dinámica de endemo - epidemicidad de la enfermedad se requiere aplicar un
abordaje real e inteligente del problema de una manera lógica, específica, racional, integral y
participativo para lograr un impacto.

Desde esta perspectiva, se pueden realizar intervenciones permanentes con énfasis en la


prevención y control regular de las causas inmediatas, o factores de riesgo que determinan la
transmisión focal endémica del paludismo, y el control oportuno de contingencias ante la
aparición de eventos epidémicos cíclicos o estacionales. Se debe tener en cuenta que todas las
medidas de promoción, prevención, vigilancia y control de malaria que se planeen
implementar deben ser sensibles a las necesidades percibidas por la población, aceptadas
social y culturalmente, con mínimo impacto en el ambiente, costos efectivas, sostenibles,
planeadas y ejecutadas con la participación de la población afectada y los diferentes sectores
responsables del problema.

Bibliografía

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Organización Mundial de la Salud. (2015, 25 septiembre). Garantizar una vida sana y
promover el bienestar para todos en todas las edades. OMS.
https://www.who.int/es/news/item/25-09-2015-ensure-healthy-lives-and-promote-
well-being-for-all-at-all-ages

Ministerio de Salud. (2021). Malaria. MINSALUD.


https://www.paho.org/col/dmdocuments/PROTOCOLO_MALARIA.PDF

Organización Mundial de la Salud. (2015a). Estrategia Técnica Mundial Contra la Malaria


2016 - 2030. OMS.
https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/186671/9789243564999_spa.pdf;jsess
ionid=D17BA50492FE39ADA84FA178F83D6332?sequence=1

Cinco desafíos en la lucha contra la malaria. (2020, 14 mayo). Médicos Sin Fronteras.
https://www.msf.es/actualidad/cinco-desafios-la-lucha-la-malaria

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