Historia de Aragón
Historia de Aragón
Historia de Aragón
Bloque I: Medieval
Tema I: Introducción: Historia e historiografía del Aragón
medieval.
I.1. El Concepto de Comunidad Imaginada y la Construcción de la
Identidad Nacional
Las categorías sociales son generadas por la propia sociedad para describirse a sí
misma, y en el caso de la identidad colectiva el referente territorial es un elemento capital. De
este modo, se produce de manera sistemática la identificación entre la sociedad y el territorio
que aquélla ocupa: nuestra tierra es el legado de nuestros antepasados, el marco de nuestras
raíces.
Así pues, esa comunidad imaginada vendría determinada por la acción plenamente
consciente del grupo o la clase dominante dentro de cada contexto. Debe mucho a la acción de
la monarquía, pero también a los diferentes grupos sociales que dentro de los Estados
monopolizan el poder político.
Dentro del papel relevante de la monarquía cabe destacar que, junto con el rey se
desarrolló un entramado de relaciones conocido como la casa del rey, un sequito de personas
al servicio de este y con una serie de cargos domésticos, como el mayordomo que actúa como
mano derecha del rey, es decir, literalmente es un mayordomo doméstico, pero también tiene
poder político, encargándose de ciertas funciones políticas en ausencia del rey; así como el
canciller o el camarlengo.
En el caso concreto de la Corona de Aragón podemos observar otra serie de factores que
contribuyeron a la creación de una identidad común:
Las lenguas, entendidas como lenguas derivadas del latín, serian otro ejemplo, aunque
es cierto que entre los territorios de la corona había grandes diferencias entre lenguas,
aunque la lengua franca era el catalán, pues era la lengua predominante en las
cancillerías y por parte de los reyes.
Al ocupar el mismo soberano la cúspide del poder, la política exterior de todos los
territorios estaba subordinada al interés del rey y por tanto eran los mismos. Por
ejemplo, para defender Valencia de un ataque granadino, el rey convoca a sus súbditos
y vasallos de toda la corona. Es decir, tanto para ampliar como para defender sus
territorios e intereses de política exterior, el monarca recurre por igual a todos sus
súbditos. Cabe destacar, por ejemplo, que la excomunión afectaría a todo el territorio
si se aplicaba al rey.
El hecho de que distintos estratos sociales se identifiquen con un mismo aspecto sirve
para diluir las tensiones sociales entre distintas clases sociales, económicas, etc. En el mundo
feudal, que la identidad aragonesa se asuma por parte de distintos estratos sociales no tiene
detrás una intención política como en el caso moderno, sino que se remite a otros aspectos.
Para que una identidad se construya hacen falta dos factores: el propio, es decir, un
contexto que nos influya y que nos haga convencernos e identificarnos con una identidad; y
por otro lado un contrapunto, un elemento que genere alteridad, otro con el que compararse.
Marta Serrano trata el discurso del poder real y su simbología, viendo como estos
elementos sirven para concitar el espíritu de la colectividad.
La tesis principal que estamos exponiendo es, pues, que las clases dominantes son las
elaboradoras de este discurso y de esta identidad colectiva, la comunidad imaginada. Pero ojo,
esto no significa que las masas no hayan jugado también un papel importante, ya que asimilan
y adaptan ese discurso juegan un papel protagonista a la hora de asimilar este discurso y
adaptarlo.
En resumen, la diferencia entre las dos líneas historiográficas se basa en el motor o los
agentes históricos protagonistas en la creación de la identidad colectiva. Para la primera teoría
son el Estado y los grupos dominantes, mientras que, para la segunda, vinculada al mundo
moderno y contemporáneo, sería las clases populares.
No se puede entender la historia de Aragón sin tener en cuenta que forma parte de un
conjunto de estados o reinos. Un mismo rey para toda la corona, una corona que no tiene un
documento o acto fundacional, aunque sí que podríamos entender el casamiento entre Ramón
Berenguer II y Petronila como punto de partida, desde el cual la cúspide del poder seria
común.
Las grandes crónicas (ss. XIII y XIV): identificación entre monarquía (casa real de
Aragón) y cuerpo social
El panorama anterior cambió a finales del s. XII y sobre todo en el s. XIII. El primero de
los documentos narrativos que podemos inscribir en esta época son las Gestas de los condes
de Barcelona y reyes de Aragón. Además de adoptar un lenguaje narrativo (ahora se narra, no
se nombra), la novedad que supone es el reconocimiento como monarca de Alfonso II. La
introducción de estas Gestas explicita que Alfonso II era el fundador de una nueva línea, en su
persona el linaje quedaba de alguna manera refundado.
Pero lo verdaderamente importante son las denominadas cuatro grandes crónicas son:
Crónica de Bernad Desclot. Desclot era un barcelonés del séquito de Pedro III. La
crónica está sólo centrada en Cataluña hasta el reinado de Pedro III. Históricamente,
es la menos verosímil; las tergiversaciones residen, por ejemplo, en la narración de la
conquista de Mallorca y Valencia. Es una crónica que mana del entorno regio, pero no
está supervisada por el rey, no fue utilizada por la monarquía.
Un ejemplo significativo de esto es la creación a finales del s. XV del cronista oficial del
reino de Aragón, cargo promovido por la diputación y no por el rey. Identificándose como algo
distinto a la monarquía, las oligarquías quisieron hacer su propia historia (en todo caso, la del
grupo dominante, claro). El primer cronista oficial fue Gualberto de Vagad (elegido en 1495),
que ya tenía experiencia como cronista, además de que era un poeta formado. En 1499
escribió la primera historia oficial de Aragón, donde el protagonista es el reino, entendido
como el devenir histórico de los grupos que habían ostentado el poder en este estado feudal.
Esta tradición la continuarían otros como Jerónimo Zurita, el más historiador de los
narradores de la historia de Aragón.
A partir de entonces, los monarcas se valdrían de esta misma asociación San Jorge-
Monarquía aragonesa de forma cada vez más intensa, lo que sirvió para identificar el terreno
de la divinidad con la monarquía aragonesa. Cabe destacar que el monarca que más recurrió a
esta apelación a la divinidad fue Pedro IV, quien además estableció que el día de San Jorge
fuera día de celebración.
Así pues, aunque San Jorge sea un santo de la Iglesia católica, fue una figura impulsada
por el poder real aragonés.
Vienen a decir que, en un orden primordial utópico, los aragoneses luchaban contra los
musulmanes de “modo pacífico”, pero con el paso del tiempo se rompió la concordia. Ante
esto, los aragoneses reunieron a unos sabios y éstos les recomendaron acudir a una serie de
juristas lombardos y al Papa para que les dieran consejo. Éstos aconsejaron a los aragoneses
elegir un rey que los gobernara, pusiera paz y legislara, y el producto de esa legislación serían
los fueros de Sobrarbe.
Este mito, que nace en el primer tercio del s. XIII, se incluye en el prólogo del Fuero
General de Navarra (1238). Esto fue así porque pocos años antes, en Navarra, había tenido
lugar un cambio dinástico con Teobaldo de Champaña, rey procedente de Francia, y por tanto
extranjero. Así, se intentó legitimar la preeminencia navarra frente a la intromisión de una
dinastía extranjera a través de estos fueros míticos, que rezan que el rey no es superior a la
aristocracia, es sólo como un árbitro.
Desde este momento, los Fueros de Sobrarbe fueron utilizados siempre en coyunturas
históricas específicas, en momentos de conflicto con la monarquía. Pasamos a ofrecer dos
ejemplos. Primero, cuando a mediados del s. XV el príncipe de Viana ordena redactar una
crónica en la que de nuevo aparece la leyenda de los fueros de Sobrarbe, esta vez porque
estaban inmersos en pleno conflicto con Cataluña. Segundo, en 1499, cuando Gualberto de
Vagad los rememora. Se habían sucedido poco antes varios conflictos importantes: Fernando II
había introducido la Inquisición, y algunas de sus prácticas chocaban con los fueros de Aragón;
había intentado implantar la Santa Hermandad, que no fructificó porque las Cortes lo echaron
para atrás; había nombrado virrey de Aragón a un catalán en 1482, aunque tampoco fructificó,
etc.
Todo esto supuso que la oligarquía se reafirmara en el mito de los Fueros de Sobrarbe:
“todos somos igual que vos, y todos juntos somos más que vos”.
Algo similar sucedería de nuevo bajo el reinado de Pedro III, que tuvo que hacer frente
a una revuelta nobiliaria muy potente. Por ello, Pedro III impulsó la creación de un poema
épico que narra este acontecimiento, mostrando este hecho como precedente de la utilización
de la violencia.
*Ramiro no se llamó nunca a sí mismo rey (sí lo hicieron luego los demás), pero sí
Sancho Ramírez, por la legitimidad que le dio el papa, esto que decimos: se creció.
En cuanto al escudo, las cuatro cabezas de moro aparecen junto a la cruz de San Jorge
(roja sobre fondo blanco), en referencia a la creación mítica que sitúa a San Jorge en la Batalla
de Alcoraz. En cuanto a la cruz de Íñigo Arista (blanca sobre fondo azul), proviene del primero
de los reyes navarros del que hay memoria, del que quedó registro. Recordemos que en origen
Aragón estuvo muy unido a Navarra.
Códice de Roda, que incluye la genealogía condal aragonesa y pamplonesa hasta el s.X.
Pamplona, donde encontramos una dinastía que remite al primer monarca del que se
guarda memoria en las genealogías: Íñigo Arista. Es la figura a quien remiten los
símbolos más antiguos que forman parte del imaginario del poder real y son más
antiguos. De su relación con los musulmanes destacan sus pactos con los Banu Qasi.
Gracias a estas crónicas se ha podido reconstruir una serie de referencias sobre lo que
ocurrió en esta zona de la península nada más llegar los musulmanes. El momento en el que
más se describe la zona del valle del Ebro es la campaña de Carlomagno contra la Saraqusta
islámica.
La campaña la empieza a forjar en torno al 770, según cuentan los anales carolingios,
en la marca superior de Al-Ándalus se produce una rebelión contra el poder cordobés cuando
un potentado andalusí, Suleyman, junto al gobernador de Huesca, Abu Tawr, decidieron
presentarse ante Carlomagno y ofrecerle Saraqusta como sumisión. Carlomagno diseño una
expedición militar a Zaragoza guiando a su ejército por dos frentes, Pamplona y Cataluña.
Tras 4 años y una vez frente a Zaragoza, el valí de la ciudad no abrió las puertas de esta
y el ejército dio media vuelta por ambos flancos, con la mala suerte de que una emboscada en
la zona de Roncesvalles, muy probablemente vascones indígenas, diezmo esa parte del ejercito
franco acaudillado por Roldán, quien murió en el enfrentamiento.
Ésta es una de las pocas informaciones de las que disponemos en el s.VIII, si bien es
cierto que sabemos que en torno al año 778 en la franja norte de los Pirineos existía un
gobernador, un comes, de nombre Oriol o Aureolo asociándolo con el topónimo Peña Oriol de
Jaca, pudiendo remitir a este conde. Amrus Ben Yusuf sería un general que en 809 que lanza
un ataque desde Huesca en el que el conde Oriol pierde la vida según las fuentes.
A finales del s.VIII este tipo de noticias son nuestras únicas referencias. Pero lo
verdaderamente importante es que estas fuentes nos permiten identificar a los primeros
poderes condales de Aragón, además del contexto en general, del juego de fuerzas.
Tanto calo el discurso de reconquista, que en el prólogo del Fuero General de Navarra
aparece este tipo de discurso a modo de justificación de las conquistas, a imitación asturiana.
En este momento existía esa verdad operativa de la perdida de la Hispania visigótica y la
voluntad de los pueblos que permanecieron en el norte de recuperarla. En los fueros de los
monarcas aragoneses del s.XI, e incluso en época de Ramiro, también se transmite esta idea a
través de fórmulas más cortas.
En el año 905 comienza el reinado del primero de los monarcas cuya labor podemos
seguir con algo de precisión: Sancho Garcés I, el primer rey de la llamada dinastía Jimena. Su
reinado supone una ruptura con la tradición anterior por diversos aspectos.
En primer lugar, una ruptura dinástica, con el fin de la dinastía Íñiga (Descendientes de
Iñigo Arista) y el comienzo de la dinastía Jimena, siendo Sancho Garcés el primer monarca de la
misma. No por medios violentos
¿Cómo pasó el condado de Aragón a formar parte de los dominios de Sancho Garcés I?
Las noticias son indirectas y escasas. Por entonces los comes tenían control por el
territorio que se extendía por el valle de Echo y Canfranc. Respecto a lo que nos preguntamos,
en el año 921 el condado de Aragón ya aparece documentado como parte de los dominios de
Sancho Garcés I. Es también una noticia incluida en una confirmación de unos términos
concretos: las tierras pertenecientes al monasterio navarro de Fuenfría.
La referencia a la anexión de Aragón la encontramos en el Comienzo del Reino de
Pamplona, señalando que en el año 921 tomo para si el condado de Aragón, y desde el 921
hasta el 925, existen documentos relativos a la donación de terrenos a monasterios de Aragón
que mencionan a que el conde Galindo Aznárez II estaba junto al rey en el momento de la
donación, hasta la muerte del conde en el 922. Desde la muerte de este es el rey de Pamplona
quien gobierna y transmite el territorio del Condado de Aragón.
Además, en la siguiente generación este pacto se ratificó con una alianza dinástica
cuando la reina Toda Aznárez y la condesa de Aragón, Sancha Garcés, arreglaron un
matrimonio entre Andregoto, hija del conde Galindo Aznar, y el rey García Sánchez I, hijo de
Sancho Garcés I. Debió estar promovido por las mujeres, ya que la condesa y el rey de
Pamplona eran hermanos.
García Sánchez I se casa por segunda vez con Teresa Ramírez, y fruto de ese
matrimonio nace un tal Ramiro, que sería rey de las tierras conquistadas por su abuelo, rey de
Viguera (975-991). Esto revela o destaca una costumbre aristocrática o de la realeza, desgajar
territorios y dejarlos en manos de varios sucesores. También es relevante que Ramiro, su
madre Teresa y su padre García Sánchez I, son reconocidos como reyes sin problema, por lo
que el apelativo rey/reina engloba a miembros de una familia. Es importante toda esta
iconografía del poder real (rex, regina, regulus) que comparte toda la familia real que procede
del Códice de Albelda, es decir, todos los que pertenecen a la casa y la familia del rey.
Por otra parte, en este momento, durante las décadas centrales del s. X, y ya desde el
reinado de Sancho Garcés I, se inicia una particular ofensiva contra el Islam: la guerra contra la
Marca Superior se intensifica. Así, son incorporados Nájera, Calahorra, Estella y Arnedo, entre
otras ciudades en la época Sancho Garcés I y Sancho Garcés II Abarca. Además, la sede de los
monarcas pamploneses se traslada a Nájera: el rey de Pamplona residiría habitualmente en
Nájera y no ya en Pamplona.
Sancho Garcés II Abarca, primer monarca de Pamplona que abarca el Condado de
Aragón dentro de las posesiones del monarca pamplonés, no tendrá distinción como monarca
y conde. Esto es destacable pues años después será el ejemplo en el que se fijen las
generaciones futuras para justificar su dominio.
Dentro del Libro de los Hechos de Jaime I de Aragón, en torno a 1270, se destaca un
evento de la monarquía aragonesa, un levantamiento dirigido por Pedro de Ahonés, y
en cuyo relato el rey intercala un discurso que dio a los ciudadanos de Huesca, tras
haber pacificado la revuelta, en el que hace referencia a 14 generaciones previas de
reyes, llegando a Sancho Garcés II. Es decir, recurre entre sus credenciales como rey a
14 generaciones que lleva su familia reinando, poniendo el origen en Sancho Garcés II.
Otro episodio destacable se inscribe en otra crónica, la Crónica de San Juan de la Peña,
un texto casi de caballería del s.XIII, pues constituye una amalgama de historias
distintas. Data de 1360 aprox. Es una introducción a la Crónica de Pedro el
Ceremonioso, la cual data de 1376.
Al ser previa, tenía como fin contar desde el origen de la humanidad hasta la
coronación de Pedro el Ceremonioso. La historia que esta cuenta de cómo llega al
trono Sancho Garcés II, según la cual, en un pasado mitificado, el rey y la reina
esperaban un hijo cuando los musulmanes atacan en una batalla en la que murieron
rey, reina y nobles. Tras la batalla un pastor encontró al bebe saliendo de la tripa de la
reina muerta y lo crio. Tiempo después la nobleza navarra que quedaba se organizó
para elegir nuevo rey, le puso unas abarcas al joven, pues el pastor pertenecía a la casa
Abarca y lo presento, siendo elevado como rey. En esta historia encontramos
referencias a historias como al del Rey David de la Biblia o la de Hércules de Disney.
Sancho Garcés III el Mayor comenzó su reinado en el año 1004 a la edad de 12 años.
Por tanto, debido a su minoría de edad, quienes ejercían el poder eran su madre Jimena y su
abuela Urraca. Dentro de los reinos cristianos, Sancho el Mayor pretendió la unificación de los
mismos bien por vínculos de vasallaje o bien bajo por su propio mando. Durante su reinado el
reino de Pamplona experimentaría una expansión, y la autoridad del monarca experimentó
una consolidación.
Línea castral
En este contexto, Sancho el Mayor levantó una línea castral entre los dominios
pamploneses y aragoneses como consecuencia de una decidida tarea de expansión frente al
islam. Esa línea castral, que se articulaba en torno a las honores, comprendía tres grandes
sectores fronterizos:
El valle de Funes, sector controlado por Fortún Velázquez, el primer delegado del
poder real con autoridad supralocal.
Las altas Cinco Villas (en torno a Uncastillo), sector controlado por Jimeno Garcés,
quien había sido el ayo (Tutor legal, “padre de hecho”) del monarca. Cabe mencionar
que este cargo palatino nos informa de la primitiva construcción de la casa real.
Así pues, es importante destacar la incipiente casa real y la decidida estrategia militar
concretada en fortalezas, este entramado castral, que es más ofensivo que defensivo.
Descendencia
Por tanto, este mapa se configuro entre la década de 1010 hasta 1035 de forma
fragmentada. Sancho III anexiono territorios desde el antiguo Condado de Castilla hasta
Sobrarbe y Ribagorza, a veces por herencia natural, como es el caso del reino de Pamplona y el
Condado de Aragón por parte de su padre, mientras que el Condado de Castilla se incorporó
por herencia de su esposa, doña Muniadona, hija de Sancho García, conde de castilla.
Algo similar ocurrió con Ribagorza, lo recibió por herencia de su tía. Sobrarbe es
desconocido como lo heredo. Ribagorza mantenía una identidad condal que se remontaba
bastantes años, teniendo una diócesis particular.
Gonzalo recibió Sobrarbe y Ribagorza, pero su temprana muerte hizo que esos
territorios fueran a parar a su hermano Ramiro.
Fernando recibió el condado de Castilla, aunque también fue rey de León poco
después por enlace matrimonial.
Durante el s.X, esa idea de distinción frente a la aristocracia y el valor de las conquistas
territoriales como un hecho que distingue a la monarquía sigue formando parte de los
elementos que regulan las acciones entre el rey y la aristocracia. A finales del reinando de
Sancho Garcés II, y de García Sánchez II (994-1000/1004) y Sancho Garcés III empezamos a ver
un cambio significativo.
Las vinculaciones con el rey estaban comenzando a virar desde un Pallatium visigótico,
que giraba en torno a una vieja configuración romana, hacia un nuevo rumbo, basada en una
configuración feudataria. Pasamos de cargos palatinos a tenentes y tenencias.
Un señor podía ser feudatario de una plaza concreta pero no era extraño que se
cambiase de plaza, pues estas no eran hereditarias. Tenían la potestad de poner en cultivo
todas aquellas tierras que quisiesen, pero no tenían tanta libertad para construir
fortificaciones. Este sería el mayor honor del que podía hacer gala un varón aragonés.
No hay rastro de que los señores, los propietarios de la tierra, tengan otras
atribuciones. Es decir, ejercen ese dominio concedido por el rey o formas más antiguas de
colonato, que se basa en la explotación de ese terreno que dominan por aparte de los
campesinos, pero no va mas allá. Sin embargo, tras el cambio de milenio (COMPLETAR)
A finales del s.X y comienzos del XI encontramos una aristocracia de servicio, plagiada
de Asturias, en la que se forja otra relación basada en la cesión de una serie de territorios y
distritos castrales, que comportan el control de una fortificación y el disfruté de una renta
aportada por la población de la zona.
Auxilium, ayuda militar (“y cuanto más me dé el rey, más tendré que ayudarle yo”).
Favor. Más general. Su consecuencia más directa se resume en “no hacer daño”.
Vamos, no perjudicar de ninguna manera al señor.
*Salto temporal 1: es importante decir que, a finales de este siglo, bajo el reinado de
Pedro I, estas honores comienzan a convertirse en hereditarias. Dado que la élite feudal es
reducida y que las honores no crecían a un ritmo elevado, es lógico pensar que se acaben
sucediendo de padres a hijos más de facto que de iure. Aunque finalmente sí acabó siendo de
iure: las honores se acabaron convirtiendo en señoríos. Cabe destacar que la diferencia entre
ambas es que las honores son más “libres”, dependen más del monarca que de otra cosa,
mientras que los señoríos son algo más patrimonial (Seguía pudiéndose dar el caso de que un
monarca privara a una familia de un señorío, pero sólo pasaría esto si era una situación
extraordinariamente grave; los casos fueron escasos y supusieron grandes crisis políticas).
*Salto temporal 2: un siglo más tarde, en torno al 1200, se produjo un gran cambio
respecto a las honores. La forma de los feudos que la aristocracia recibe de la monarquía dejó
de ser un territorio en torno a una honor y pasó a ser una renta anual, los llamados “feudos de
bolsa”. Así pues, se pasa de una situación inicial en la que
Esto son referencias para dirigirse a la aristocracia en vísperas del reinado del sancho
III
-Omni Militia Palatii (985) (toda la milicia del palacio). El palacio en el sentido de los
miembros de la aristocracia que gobiernan junto al rey. Militia en el sentido de que hacen la
guerra en nombre del rey o que tienen cargos militares.
-Omnes Seniores Aragonenses vel Pamilonenses in unum (989) (todos los señores
aragoneses y pamploneses en uno). Referencia a una reunión del rey con miembros de la
nobleza pamplonesa y aragonesas. Con la integración del condado de Aragón en el reino de
pamplona, aun así, pervive la noción de territorialidad en Aragón, lo que afloraría en un futuro.
Desde mediados del s. X, en el conjunto de los incipientes estados feudales del norte,
se extiende el convencimiento de que la guerra contra el islam no se basa en
“conquistar” sino en “recuperar”, por lo que su objetivo sería restaurar un antiguo
reino visigodo de matriz cristiana, pues los poderes soberanos del norte se sentirían
obligados a ello.
En el reino de Aragón esto tiene un hito significativo en el año 1064, con la campaña
con sentido de cruzada dirigida por Sancho Ramírez contra la ciudad de Barbastro. Esta
campaña tiene por primera vez la consideración de cruzada: el papado trata de
reorientar la violencia feudal llevándola a la periferia de la cristiandad y santificando
cualquier lucha contra el islam. También se santificó como cruzada la campaña contra
Zaragoza de 1118 de Alfonso el Batallador en el año anterior en un concilio en
Toulouse.
En este sentido, los poemas épicos que se transmitían en los círculos palatinos y
castrales servían para recordar a los barones de la aristocracia que su función social es
el combate y generan la cultura caballeresca. La canción de Roldán es un ejemplo de
estos poemas.
Era fundamental para los monarcas contar con la legitimidad y el respaldo suficiente
como para hacerse reconocer entre las parentelas militares. Para ello era fundamental
desplegar lo que la historiografía denomina “políticas de carisma”: rituales, performances
públicos que rodearan de un aura espiritual al monarca y en los que la población viera en él
una figura que mercería el reconocimiento que solicitaba. En este sentido, los reyes se
vincularon siempre a monasterios. Por ejemplo, Ramiro I se vinculó al monasterio de San Juan
de la Peña (Es el monasterio clave para la monarquía aragonesa. Fue fundado en el año 1025
por Sancho el Mayor), y allí llevó a cabo estas ceremonias de las que hablamos; ceremonias
que, en definitiva, sitúan a la monarquía en un plano de superioridad espiritual.
Con todo esto tratamos de subrayar la voluntad expansionista del rey y los vínculos
ideológicos de éste con la Iglesia, que la hacen posible. En definitiva, la monarquía está
totalmente imbricada con la institución eclesiástica, sobre todo con los monasterios, como
vemos, y esto lo desmarca totalmente del resto de la aristocracia y la pone por encima.
Principio de homología: es fruto del consenso. Dice que los bienes que pertenecen al
fisco regio de la taifa musulmana pasan directamente a ser propiedad de la
monarquía, aquellos que son de las mezquitas, pasan a la Iglesia, los que son de las
aristocracias, pasan a las aristocracias, y las propiedades libres pasan a formar parte a
los barones que contribuyen en las huestes de conquista.
Se explica así un proceso de larga duración que dura más o menos un siglo entre los ss.
XI y XII. Hay un impulso muy potente liderado por una aristocracia feudal ansiosa de
multiplicar su poder a costa del desmoronamiento de al-Ándalus.
En conclusión, los aspectos claves del factor político son: fundación de monasterios,
ceremonias y control el territorio a través de la distribución de propiedades con cierta
magnificencia.
3. Pedro I (1094-1104)
Una expansión sin precedentes que vendrá apoyada por un crecimiento demográfico
sostenido. Además, también se dará un proceso de feudalización que permitirá a los señores
apoyar a su rey con sus propias huestes.
La lucha constante contra el Islam explicara la expansión. La voluntad por adquirir ese
nuevo territorio y ampliar las fuentes de ingresos y crecer a costa del Islam será un rasgo
destacable. La conquista del Valle del Ebro es un objetivo secular e intergeneracional. No se
logró en una única batalla ni en una campaña ni en una generación. El concilio de Toulouse
favoreció esta situación, por supuesto, pero era un proceso iniciado previamente.
Esto hizo que la sociedad feudal que estaban intentando controlar a unos cuantos
siervos, acabaron controlando uno de los territorios con mayor potencial de crecimiento de la
Plena Edad Media.
Por trazar una cronología de la expansión, nos damos cuenta de que los avances en
época de Ramiro son minúsculos en comparación a los posteriores, destacando los del
Batallador.
Con Sancho Ramírez, hijo y sucesor de Ramiro I, quien murió en el asedio de Graus, en
1064 tuvo lugar uno de los hitos de la expansión de Aragón, e incluso de la Península Ibérica, la
cruzada de Barbastro.
Esta guerra contra el Islam fue santificada por la Santa Sede, aunque hay quien duda
de la existencia de cruzadas previas a la Primera Cruzada. A esta cruzada acuden miembros de
todas las aristocracias de la cristiandad. Por tanto, todos estos soldados se lanzaron y logaron
tomar la ciudad bajo el mando de Sancho Ramírez.
Esta campaña quedo en la mentalidad colectiva, ya que hay una versión de un cantar
de gesta de finales del s.XIII titulada el Sitio de Barbastro, que es relevante pues se crea
durante la época en la que se configura el modelo caballeresco sobre el guerrero honorable de
las justas y las aventuras épicas, como el ciclo artúrico.
Hay una fuente árabe de Ibn Idari que cita el registro de Ibn Hayyan, quien vivió el
momento, por lo que debe ser tomada con cuidado. Según esto la llegada del ejercito cristiano
frente a Barbastro culmino con la conquista de la plaza gracias a lo que podríamos denominar
una traición. Los cristianos cortaron el suministro de agua de la ciudad, y la población
reacciono ofreciendo la ciudad a cambio de agua. Sancho Ramírez se negó y un vecino de la
ciudad traiciono a está abriendo las puertas. La ciudad fue saqueada y la población arrasada en
gran cantidad.
Dos años más tarde Sancho Ramírez conquistó Alquézar, conquista que sí tuvo
continuidad. Cabe mencionar que cada una de las plazas que se iban conquistando, por
pequeñas que fueran, eran fundamentales en el discurso de la lógica feudal: cada
incorporación contribuía a restaurar poco a poco el orden visigótico, la “monarquía isidoriana”,
y, en todo caso, a ampliar la cristiandad.
De la conquista de Alquézar hay que destacar su carta puebla de 1069, documento por
el cual Sancho Ramírez concedió una serie de prerrogativas a los nuevos habitantes de
Alquézar: lo más importante es que se diferencia a los habitantes de Alquézar del estatuto
jurídico de la servidumbre, que es aquel que sustenta el dominio de la aristocracia feudal. Esta
mejora del estatus jurídico tenía el objetivo implícito de dar más valor a esa localidad y, por
tanto, a esa conquista. Además de que les permite a sus pobladores apropiarse de las tierras
que puedan frente a los musulmanes y trabajarlas.
A partir de 1067, más que una conquista territorial y una colonización (algo que no
veremos de nuevo hasta finales de su reinado), asistimos a una intensificación de las políticas
de carisma y sobre todo a una sofisticación de la estructura del Estado. En este sentido, vamos
a nombrar algunas cuestiones.
1. Tras conquistar Alquézar, Sancho Ramírez viaja a Roma a infeudar el reino de Aragón al
Papado para conseguir una mayor legitimidad.
2. En el año 1076 tuvo lugar una conspiración nobiliaria que termina con la muerte del
rey de Navarra, Sancho Garcés IV asesinado en Peñalen. Esto se saldó con la
intervención de Alfonso VI de Castila y Sancho Ramírez de Aragón, que se repartieron
tanto las lealtades de la aristocracia navarra como el reino en sí. Así, asistimos a una
inversión: ahora es el rey de Aragón quien sitúa bajo su órbita a esa parte de la
aristocracia navarra parte del territorio en la órbita aragonesa hasta época de Alfonso
el Batallador.
Así las cosas, tras estos dos hechos, Sancho Ramírez desplegó una política de carisma
muy relevante: quería equiparar su reino a ese complejo sistema de monarquías, lo que se
tradujo en lo siguiente. Primero, en 1076 el monarca emite un peaje que se aplica
simultáneamente en Pamplona y Jaca, una forma de equiparar ambas civitates. Prorrogando
esta idea, en 1077 el monarca concede un fuero específico para la ciudad de Jaca, cuya
intitulación distingue a Jaca del resto de los dominios: cambia el estatus jurídico de la
localidad, de villa a ciudad, y el estatus jurídico de sus pobladores.
*Se acuñan los dineros, que es la unidad de cuenta general. Doce dineros hacen un
sueldo, y las transacciones más comunes se miden en sueldos (pero un sueldo como tal, como
moneda, no existe. Es simplemente la forma de llamar a 12 dineros: no es lo mismo unidad
física que unidad de cuenta). Asimismo, 20 sueldos (240 dineros) hacen una libra, que es una
unidad de cuenta principalmente institucional, utilizada por los concejos y la tesorería real. Por
debajo de los dineros están los óbolos o miaja (y de ahí viene decir “no tienes ni miaja de
algo”).
Entre 1083 y 1089 Sancho Ramírez vuelve al campo de batalla y se incorporan algunas
plazas, incluso más significativas que Alquezar, como Graus o Naval. En paralelo, el infante
Pedro se hará con Monzón en 1089, Ayerbe, etc., llegando a constituir la fortaleza de Castellar
en 1091. El castillo de Montearagón se comienza a construir en 1086 con la finalidad de
hostigar la taifa, aunque cabe destacar que ya se están cobrando parias sobre la taifa saraqusti,
y aunque ya se piensa en la conquista de Zaragoza, lo significativo de este reinado es el sitio
sobre Huesca.
En 1096 Pedro I durante una batalla campal, la batalla de Alcoraz, ayudado por las
tropas de Alfonso VI de Castilla vence y es tomada Huesca.
Alfonso I se había formado durante su infancia con su tía doña Sancha, y su formación
había sido fundamentalmente religiosa. Por tanto, adquirió rápido una mentalidad de monje-
soldado, de cruzado, que va a condicionar todo su largo reinado. Cabe destacar que poco antes
se habían fundado las órdenes militares cristianas: Temple, Santo Sepulcro y Hospital.
Desde el punto de vista técnico, el asedio es descrito por pocas fuentes, aunque
podemos destacar a Ibn Idari, quien explica que el Batallador uso máquinas de asedio como
torres o gatos y trabuquetes. También conocemos sobre estas máquinas en la Crónica de
Alfonso VI de Castilla, en las que se habla de las ballestas de asedio.
Zaragoza era importante de conquistar ya que la antigua sede diocesana estuvo allí, y
existía una relevante comunidad mozárabe en donde ahora se sitúa el Pilar. Se da un proceso
de mitificación de la antigua Saraqusta en las crónicas islámicas.
Entre 1118 y 1120 todo el Valle del Ebro pasa a quedar bajo dominio feudal, y si ya era
complejo controlar la ciudad, controlar el territorio del valle lo fue más. El problema de la
generación del Batallador y de la siguiente fue precisamente el reparto de los territorios de la
taifa. Hubo ocasión para una reacción almorávide, al mando de Ali Ben Yusuf quien dirigió
tropas almorávides contra los cristianos aragoneses.
Zaragoza en 1118.
Tudela, Tarazona, Soria, Calatayud y todo el valle del Jalón entre 1118 y 1120.
La línea entre Molina de Aragón, Daroca, Alcañiz, etc., aunque no se consolidaron esas
conquistas.
A mediados de la década de 1020’ llega con una expedición hasta Córdoba, y gracias a
ella se atrajo a mozárabes del sur de la península a los que se les cedió propiedades en
Zaragoza.
Se llegó a planear una cruzada que debía tener como objetivo la anexión de Tierra
Santa, de Jerusalén, lo que incluiría conquistar Tortosa y Valencia y de ahí lanzarse al
Mediterráneo. Obviamente no se hizo, pero da buena idea de la potencia de esa
aristocracia feudal que había conquistado Zaragoza, así como de la mentalidad de
cruzado del monarca.
Dejando a un lado las conquistas, las relaciones de Alfonso I estuvieron más orientadas
a lo diplomático que a lo dinástico. En este sentido, casó con Urraca de Castilla en 1108:
durante los seis años siguientes, Alfonso I sería rey consorte en Castilla e imperator. Así, se
hallaba en la cúspide del poder sobre los estados feudales cristianos en el norte.
Antes de la muerte del Batallador estas órdenes tenían arraigo en zonas de los
condados catalanes, pero no tanto en Aragón, ya que, como mucho, los Hospitalarios tenían
parte de la zuda de Zaragoza. Este testamento no se aceptó y la mayor parte de la aristocracia,
que creía más oportuno que el reino pasara a manos de su hermano, Ramiro, que era
arzobispo de Roda de Isábena, por lo que debía aceptar el trono.
Los navarros pensarían lo mismo, pero en lugar de aliarse con la nobleza aragonesa,
recurrieron a un ricohombre descendiente del sucesor de Sancho III el Mayor, es decir, de
García Sánchez de Nájera, que tuvo un bastardo, del cual este descendía. Este García Ramírez,
según las crónicas de Alfonso VI fue uno de los que trato de salvar a Alfonso I en Fraga.
Ramiro el Monje tuvo que ceder varias conquistas a Alfonso VII (Soria y un pequeño
territorio por esa zona más o menos) y reconocerle como imperator hispaniae. Además, se
hizo su vasallo, y por eso de ahí en adelante el rey de Castilla tendría siempre la primacía en el
juego de fuerzas Castilla-Aragón.
El fuero regulaba a la aristocracia por dos medios, por un lado, los barones de alta
aristocracia, como feudatarios del rey, se les obligaba a prestar un servicio de 3 meses a su
costa cuando eran convocados. A los infanzones este código les obligaba igual, pero solo 3 días
al año solo en caso de batalla campal y otro momento en caso de que un castillo este siendo
asediado, en peligro.
El hecho de detentar una honor por concesión real se justifica en el auxilium que los
barones se ven obligados a ofrecer al rey, por lo que es la cuestión militar lo que justifica este
contrato feudo-vasallático. Aunque esto a priori excluye a las mujeres en tanto que no
empuñan las armas, en realidad no sucedía así, pues podían poseer una honor por concesión
regia o señorial. En caso de que los varones estuvieran en la guerra, gestionaban los dominios
feudatarios
Además, este mismo autor explica que cuando las honores aun no eran hereditarias, se
registran pocas mujeres al frente de un feudo, pero cuando a finales del s. XI se produce el
proceso de señorialización (prima el linaje a la voluntad real) y las honores se convierten en
hereditarias, esto cambió totalmente: cada vez más mujeres de los linajes aristocráticos
asumen el gobierno de estos feudos cuando se van convirtiendo en patrimonio de linaje.
Por otra parte, cabe destacar que algunas de las mujeres tenentes lo eran en tanto que
prioras o gestoras de los dominios monásticos fundados por la monarquía, sobre todo a partir
de mediados del s. XII, tras la conquista del Valle del Ebro.
Campesinado y servidumbre
Introducción
Los siervos conforman un grupo social sometido a reglas muy estrictas. En un contexto
de pugnas entre parentelas aristocráticas “era necesario” que los campesinos, a cambio de
protección, se vincularan a este régimen servil. No es una denominación exclusivamente
económica, pues es también algo simbólico, hace referencia a alguien en un estatus menor, en
sentido degradatorio.
La servidumbre implica la identificación personal de todas las casas de los siervos por
su nombre: que en el s. XI un aristócrata sea capaz de conocer por su nombre a todos sus
siervos nos remite a una realidad pequeña. En este sentido, destaca el cap breu, un registro
llevado a cabo por la aristocracia en el que se recogían los nombres propios de los siervos para
identificar a todas las casas sometidas.
Recordemos que la unidad familiar servil está vinculada a la renta; es decir, el siervo y
la tierra que ha de proporcionar esa renta son indisociables, por lo que los cap breu recogen el
nombre del siervo y lo que paga. Así pues, si ese siervo muere sin descendientes muchas veces
tenían que asumir esa tierra y renta otros siervos. Es decir, una casa sometida a servidumbre
siempre tenía que proporcionar una renta al señor.
El pago del censo: el pago que realizan los siervos a su señor, símbolo de humillación y
dependencia. Es el rasgo fundamental que caracteriza a los siervos. Las formas y
cuantía del censo contemplan una casuística muy amplia; en todo caso, hace
referencia al pago de una parte de la cosecha.
*Las ordalías eran excepcionales y sólo se hacía si no había forma de demostrar una
acusación (y recordemos que la palabra de los siervos no vale nada). Juicio con hierro
candente: la persona acusada que está intentando hacer valer su testimonio debe
agarrar el hierro candente, se le venda la mano y, si tras un tiempo estipulado (unos
días) no se le ha curado la mano, miente. La existencia de las ordalías no implicaba que
esto ocurriese, muchas veces la amenaza de someterse a estos procedimientos servía
para acobardar a los siervos y favorecer su sometimiento.
La población que acumulo un mayor grado de privilegio, y más alejada del estatuto de
la servidumbre, fue la población de Zaragoza. Como era una ciudad tremendamente relevante,
el estatuto de sus pobladores tenía que estar a su altura.
En 1119 Alfonso I el Batallador otorga el Fuero de los Infanzones de Aragón que iguala
a los pobladores de Zaragoza con los infanzones. Una consecuencia seria que los vecinos y
ciudadanos de la ciudad comparecerían en el brazo de las villas y ciudades en las cortes, pero
quitando este hecho, eran prácticamente iguales a los infanzones, sin ningún tipo de
dominación o sometimiento servil.
De 1129 sería el Privilegio de los Veinte que sería una ampliación del original de 1119,
en el que se incluyen cosas relevantes como la libre explotación de recursos en todos los
dominios del rey, es decir, les exime de todo tipo de carga, servicio, etc. en relación con el
transporte, salvo en los puertos, en el comercio con Francia; y algo propio de Zaragoza fue que
permitió movilizar por su cuenta una milicia, es decir, un cierto grado de autonomía militar, de
modo que la ciudad podría salir en defensa de sus pobladores si consideraba oportuno esto.
Por tanto, entre estos lugares que reciben privilegios para diferenciarse de la masa
campesina y servil, Zaragoza se desmarca la que más, aunque no implicaba que Zaragoza fuese
una isla de libertad.
Hasta finales del s.XII el poblamiento nuevo no sería patente, pues quedaba huella aun
de la Zaragoza de los almorávides. Zaragoza desde época romana tiene una muralla de piedra
que s uso en época musulmana y época cristina. En la Baja Edad Media se documentan fuentes
de restos de una muralla de ladrillo bajomedieval y el recinto que protege será referido por
primera vez en 1178.
En la zona más al sur del pre-Pirineo nos encontramos, pues, con un mapa diferente
del dominio feudal, sin servidumbre. En consecuencia, en el VME se crean los concejos rurales,
igual que en el medio urbano, y a partir de entonces los señores van a recibir rentas no de las
personas individualmente sino de las comunidades, que se articularon en torno al concejo.
Durante el proceso de conquista del Valle del Ebro, se supera el régimen de la
servidumbre en cierto modo. Eso no significa que desapareciese, pues al norte de Aragón y en
Navarra encontramos documentación de gente que seguía pagando los censos serviles, etc.
Pero es cierto que a partir de 1200 aprox. ese estatuto servil pasa a ser más bien un recuerdo
en lugar de un conjunto de normas totalmente operativas. En algunos documentos podemos
atestiguar el desconocimiento de algunas personas acerca de este régimen, y para ellos en su
imaginario, tal y como lo explican, lo entendía como una cosificación de las personas bajo
régimen.
Según algunos testimonios, en el Fuero General de Navarra del s.XIII, los siervos
estaban en tal grado de sometimiento, que los señores podían partir por la mitad con un
cuchillo a estos si así lo deseaban. Por tanto, el grado de inferioridad era tal, que les llegan a
comparar con corderos. Estamos en un momento en que la servidumbre ha pasado al
imaginario de la población, una situación pasada que ya no es contemporánea.
A pesar de esto, no podemos ver este testimonio como una simple mitificación, pues
en documentos similares se habla de particiones de tierras, y las comunidades que incluían
esos lotes. Si un mismo territorio se quería entregar a dos señores o a un señor y una
comunidad eclesiástica, se podía dar la mitad del territorio y media familia de siervos a uno y a
otro.
Un cambio importante viene determinado por el cambio del cobro del censo a cada
familia al cobro de una renta recaudada no por las familias sino por un poder intermedio que
se gesta durante el s. XII: los concejos, una representación oligárquica de los pobladores de los
nuevos lugares. De esta manera, los señores, y el monarca en su caso, van a organizar la
percepción de la renta feudal en torno a una cantidad más o menos fija que se exige al
concejo.
Con este cambio, los señores renunciaron a la presión directa siervo por siervo porque
no era operativo sostener semejante coerción: era más fácil asegurarse el ingreso a través de
la corporación municipal, del concejo. Además, el hecho de que los concejos se organicen
como tales va a abrir un proceso de fortalecimiento de las instituciones del poder local que
pone en manos de la oligarquía un repertorio bastante amplio de posibilidades de actuación
política.
Hasta ahora nos referíamos a privilegios que se expedían para pobladores de una
comunidad. Esto tenía dos consecuencias:
Por un lado, un cambio político que en estas comunidades acogidas a estatutos que
invocan la infanzonía más que la servidumbre, se van a crear conceptos y categorías de
representatividad comunitaria. Un ejemplo sería el concilium o concejo, un cuerpo político
conjunto a nivel local. Junto a esta categoría va a funcionar también la categoría de universitas,
que procede del derecho romano, cuya extensión por los territorios del imperio aragonés tiene
que ver con la actividad legislativa de Raimundo de Peñaford. Si el concejo remite a la
institución jurídica que gobierna la ciudad, el concepto de universitas o universidad es más
abstracto. Se refiera a toda comunidad política que tenga derecho o capacidad legal de
autorregularse. Autorregularse en referencia a imponerse normas a sí mismo, lo cual no
implica que este fuera del aspecto de la soberanía, sino que es capaz de dictar órdenes.
Este es importante también a nivel feudal, pues los señores ya no cobran a la renta
feudal. La cuestión es que no se renuncia totalmente al cobro de la renta feudal. Lo que sucede
es que los señores y el rey renegocian las exacciones que reciben y las acciones que realizaran
sobre sus vasallos en base al concejo y la universitas. En lugar de exigir el censo a las familias
serviles, el sujeto de cobro será el concejo de la comunidad. La comunidad que se representa a
través del concejo será con la que traten los señores. La exención más importante que
encontramos tras este cambio es la pecha, que se pagaba al señor o al rey y que se cobraba a
las entidades, a las comunidades, y no a las personas.
Este cambio político por tanto tiene una importante dimensión en el ámbito feudal, y
por ello decimos que hay un cambio relevante en la dinámica entre señores y campesinos.
Por otro lado, en relación con la propiedad de la tierra. Cuando estos privilegios se van
extendiendo, que se harán comunes a algunas comunidades rurales, la categoría ceso se usar
para referir a algo distinto. Ya no refería a ese decimo que se exigía a los campesinos, sino que
en el s.XII se extenderá la enfiteusis, una forma de propiedad compartida, codificada en el
derecho romano y en el código de Justiniano, que a partir del s.XII los privilegios atenúan lo
que los señores podían recibir y se reestablece la enfiteusis, es decir, se comparte la propiedad
con alguien que paga a cambio una pequeña cantidad, a veces cantidades casi testimoniales. El
que trabaja la tierra paga una cantidad por poder disfrutar esta. Esto lo codifica la mentalidad
o imaginario medieval con la palabra que ya conocen, el censo. La palabra censo pasa a referir
a este pago enfitéutico. En época moderna pasa a denominarse treudo en Aragón.
Sobre estos dos pilares se va a configurar el mapa de dominación social de esta nueva
forma de feudalismo en el reino de Aragón: expansión del treudo y los concejos y universitas.
Las pechas en tanto que tributo señorial se fosilizan, es decir, que el rey tiende a exigir lo
mismo y el concejo a pagar los mismo. Si en un año hay 100 fuegos, pagan X, y al año siguiente
hay 120 se paga menos por cabeza. Esto cambiara años más tarde cuando las tendencias
demográficas se inviertan.
La evolución de la servidumbre pirenaica
De todas maneras, es probable que esta servidumbre fuera en la última época más
laxa que la que conocíamos, pues las villas y lugares más importantes van desarrollándose en
torno a instituciones comparables a las que encontramos al sur del somontano, y sobre todo
en torno a la pecha colectiva pagada por los concejos. Es decir, el dominio señorial tiende a
cambiar también en el norte.
Tema IV: Orígenes y Consolidación de la Corona de
Aragón (1134-1238).
Partimos de 1134, de la crisis dinástica a la muerte de Alfonso el Batallador, y
concluiremos en 1238, momento en que se produce la conquista de la ciudad de Valencia ante
el ejército de Jaime I.
El estado feudal que conocemos como reino de Aragón, a partir de 1137, va a formar
parte de una entidad mayor. Sera la Corona de Aragón, un conglomerado de territorios que
van a mantener rasgos identitarios, jurídicos y políticos propios, pero que van a desarrollar
muchos elementos en común, siendo más estos últimos que los primeros. La Corona de
Aragón es algo más que una alianza dinástica que pudo salir o no. Podría haberse dado mucho
antes, con el matrimonio de Alfonso el Batallador con Urraca, y sin embargo no tuvo esa
repercusión. Los territorios de la Corona de Aragón compartirán una cúspide de poder, pero
con una identidad diferenciada debido a su origen.
Según los Acuerdos de Barbastro (1137), los documentos públicos que refrendaban
jurídicamente la alianza entre Ramón Berenguer IV y Ramiro el Monje (Petronila era una niña),
se establece la cesión de la potestas regia de Ramiro II a Ramón Berenguer IV para “que actúa
en todo como rey”, dicen las fuentes. Ahora bien, Ramón no se intitula rey, sino que se declara
princeps aragonum, pero actuó como tal dirigió la conquista feudal de una parte del sistema
ibérico y parte de la Cataluña nueva, tomo juramento a las entidades políticas que se
formaban, a las entidades aristocráticas, que no ha dejado rastro porque se debió hacer
oralmente, y concedió cartas de poblamiento como sus antecesores.
Cabe destacar que el matrimonio no se consumó hasta bastantes años más tarde,
momento en que nació el heredero, que ya sí fue conde de Barcelona y rey de Aragón: Alfonso
II el Casto.
En 1137 Ramiro II reconoció, en tanto que rey de Aragón, la supremacía de Alfonso VII,
encomendándose a él como vasallo nominal a cambio de que se retirara de Zaragoza.
Finalmente, así sucedió, además de que Castilla logro vincular a su reino algunas conquistas
aragonesas del Valle del Ebro, la zona en torno a Soria.
La relación con Castilla no se rompe, pues para establecer una alianza que no implicase
la unión de los reinos, pero dejase abierta la puerta para el futuro, una hija de Alfonso VII,
Sancha de Castilla, fundadora del monasterio de Sigena siendo reina de Aragón, y el hijo de
Petronila y Ramón, Alfonso II, se casarían.
Ahora bien, debemos tener en cuanta como fue visto esto por los contemporáneos y
por las generaciones siguientes. Para ello podemos acudir a 5 obras historiográficas:
Aquí ya podemos sacar dos conclusiones y es que en esta época los cronistas
entendían la necesidad de incorporar Aragón tras la unión dinástica. Hay una voluntad
de integrar ambas memorias. La gesta comitum será la vertiente narrativa del
documento administrativo paralelo, indica que el monarca Alfonso no podía prescindir
de todo el patrimonio simbólico que suponía la historia de los condes de Barcelona
desde el s.IX, pues la legitimidad de su soberanía se basaría en esa herencia de
naturaleza condal. Así que, aunque el titulo real le veía por la rama aragonesa, y rey
supera a conde, necesitaba del origen condal para reivindicar su control sobre los
condados catalanes. Y ese es el sentido al que los monarcas de la Corona de Aragón no
van a renunciar jamás. Porque renunciar a todo ese capital simbólico sería un suicidio
político.
Gestas de los Condes de Barcelona y Reyes de Aragón (1270). En torno a 1270 tenemos
el reinado de Jaime I quien promueve una crónica de su reinado, el llamado Libro de
los Hechos. En esta obra se sigue la línea condal barcelonesa, pero es relevante que
cuando se llega al reinado de Ramon Berenguer vemos una clara importa de que había
cambiado algo radicalmente, además de que tras este se introduce la línea de los reyes
de Aragón entera.
Otros ejemplos serian Jaime I, quien, tras sofocar una revuelta de la nobleza
aragonesa, reclamara, en un discurso en Huesca, su legitimidad como rey, alegando las 14
generaciones de monarcas de Aragón que le precedían, refiriéndose a Sancho Garcés I o
Sancho Abarca como el primero de los reyes navarro-aragoneses.
Stefano M. Cingolani tiene una obra destacable en la que explica y sostiene una idea
para entender mejor la historiografía de la época catalana, y es que, a partir de la unión
dinástica, al seguir la línea condal barcelonesa, destaca a los soberanos de Aragón desde
Alfonso II de Aragón y previos como elementos importantes. Desde la óptica de esas fuentes
narrativas la alianza dinástica implica la anexión de un espacio nuevo, y los siguientes
monarcas aragoneses no renuncian ni una herencia ni otra, ya que el capital de la memoria
histórica aragonesa es clave en un espacio, pero la memoria condal barcelonesa también es
clave en otro espacio, nada desdeñable. Por lo que, desde esta óptica, el debate maniqueo de
que territorio anexiona cual no tiene sentido. No hay una memoria histórica que se ponga por
encima de otra.
También llegado un momento encarga una espada en cuya vaina incluye 19 rostros o
emblemas siguiendo la misma genealogía como las estatuas. Esta espada seria para coronar al
rey como monarca de Mallorca. Ahora, en el caso de la espada, ¿por qué sigue la genealogía
condal? Esto se debe a que la aristocracia condal había sido la que más había respaldado la
conquista, además de que, en 1115, el conde Ramón Berenguer II junto a la republica de pisa
había llevado a cabo una campaña contra pisa, que fracaso, pero esta campaña se mantuvo en
la memoria. En 1229 se materializa este recuerdo con Jaime I y por el apoyo de la aristocracia
condal se plasma a la genealogía catalana.
En primer lugar, la Corona de Aragón debe ser entendida como una unidad, un espacio
de soberanía común vinculado a la soberanía del rey de Aragón. Este espacio de soberanía, y
por extensión todas aquellas instituciones que derivan de la soberanía real como la Casa del
rey, es el primero de los elementos que permitieron perpetuar la Corona de Aragón a lo largo
del tiempo a pesar de las adversidades.
Otro elemento común, en este caso vinculado a la soberanía regia pero no dirigido por
los monarcas, son las asambleas generales. En este tipo de asambleas comparecían
representantes de todas las instituciones de todos los estados de la Corona. Es, pues, otro
elemento de unión entre los distintos territorios de la Corona.
Por último, un elemento quizás no tan formal como los anteriores, pero no menos
importante son las relaciones establecidas entre la gente, las relaciones de tipo social, y
particularmente las relaciones comerciales y financieras. Desde el s. XIII al menos, entre
Cataluña, Valencia y Aragón, especialmente, las élites urbanas de los distintos reinos
estuvieron muy relacionadas entre sí.
Las Diputaciones del General. Las diputaciones aragonesa, valenciana y catalana, que
surgieron en 1363-1365, monopolizaron una serie de funciones anteriormente propias
del poder real y entre las cuales destaca gestionar el producto de la fiscalidad
extraordinaria: cuando las Cortes concedían un subsidio al rey de forma colectiva, a
partir de 1365 serían las diputaciones quienes lo gestionarían.
Un marco jurídico propio en cada uno de los estados de la Corona, con compilaciones
jurídicas diferentes (fueros, usatges, etc.)
Una moneda distinta, pues fuera de Aragón no se acuñaba el sueldo jaqués, sino en
que en Cataluña nos encontramos con el sueldo barcelonés y en Valencia el sueldo
real. Cabe destacar que lo común es que la moneda más valiosa fuera el sueldo jaqués.
Un sistema monetario, pues, con una singularidad particular que hace que exista una
cierta variación en términos fiscales en el interior de la Corona (por ejemplo, en
Cataluña se empezaron a utilizar antes los impuestos indirectos que en Aragón).
Así, cada uno de los títulos no es un cargo que se ejerza, sino que está vinculado a la
fuerza simbólica del territorio bien aragonés bien catalán. Se entiende, pues, que la
relación entre los distintos estados de la Corona no es una relación jerárquica, y que
para nada Cataluña era “un estado de segunda”.
2. Onomástica real. No sólo los monarcas mantuvieron la prelación en su intitulación.
También es significativo que la onomástica de la sucesión de los herederos al trono sea
la propiamente aragonesa. Es decir, los nombres que se pone a los reyes desde
Petronila son como los de Aragón (Pedro, Alfonso, etc.) y no como los de Barcelona
(Ramón Berenguer, Berenguer Ramón, etc.). Recordemos que todo esto es importante
por el capital simbólico del reino de Aragón.
Pero esto no significa, como hemos dicho ya, que la monarquía renunciara al capital
simbólico de otros territorios como Cataluña. Tres hechos significativos:
La Orden del Temple fue la primera que recibió un señorío. De los que recibe, el más
importante es Monzón, tanto por la villa en sí como por su castillo, aunque también
destaca Tortosa. Cabe destacar que tras la desaparición de la Orden del Temple en
1309 todos los señoríos y posesiones de dicha orden pasaron a la Orden del Hospital.
La Orden del Hospital recibió Amposta, Caspe, Remolinos y Sigena, el gran enclave
simbólico de las mujeres de la monarquía aragonesa y uno de los grandes latifundios
del reino.
La Orden del Santo Sepulcro fue la menos beneficiada, pues sólo recibió un pequeño
priorato en Calatayud y unas rentas asignadas por Ramón Berenguer IV. Bien es cierto
que en Zaragoza una aristócrata fundó un convento urbano de canonesas, fundación
que se vinculó a la Orden del Santo Sepulcro.
Vemos, pues, que las fronteras del reino están en gran parte dominadas por señoríos
de estas órdenes militares.
Tratado de Cazola 1179. Firmado entre Alfonso VII y Alfonso II. Se estableció
definitivamente el área de expansión de cada una de las coronas, poniendo la
frontera en la actual comunidad valenciana.
Para acreditar y renovar el compromiso con la comunidad, cada año los hombres que
tenían caballo y arnés debían mostrar que aun podían formar parte de la elite de comunidad y
dirigirla. Por tanto, esta clase dirigente es distinta a la tradicional perteneciente a la
aristocracia, que se sitúa al lado de la aristocracia feudal, reproduce su modus vivendi, pero
siendo consciente de que es un grupo distinto. Esta acreditación la vemos plasmada en los
fueros que se aplican en Teruel y Cuenca.
Cabe destacar la relevancia de Teruel en este contexto, pero Teruel no es la única villa
que se articula en torno a esta nueva oligarquía local: esto también sucede en Daroca y
Calatayud.
Otra cuestión importante es que en esta segunda mitad del s.XII el resto del territorio
en torno a estas tres villas anteriores se articula conforme al modelo de “villa y alfoz”: la nueva
oligarquía de la que hablamos dota a las ciudades de un señorío, que está conformado por su
alfoz, un conjunto extenso de aldeas alrededor de la villa principal. Es decir, el concejo de la
ciudad ejerce su titularidad sobre un señorío que comprende la ciudad principal y su entorno
rural. El hecho de que estas villas y comunidades crearan señoríos colectivos, provocaba que
los impuestos que normalmente se pagarían al señor pasen a pagarse a los concejos, etc. Esto
genera conflictos entre la población y los concejos, llegando a enemistar a las aldeas y a las
villas.
Además, cabe destacar que a mediados del s.XIII, a diferencia de lo que sucedió en
Castilla, las comunidades de aldea de Calatayud, Daroca y Teruel se separaron de la titularidad
del dominio señorial de las villas y pasaron a tener sus propios órganos de gestión económica,
pudiendo recurrir a tribunales reales, se comunican con este, pueden ser convocadas acortes,
etc. Aunque bien es cierto que las ciudades conservaron algunas prerrogativas sobre las
aldeas como convocarlas para que acudieran a trabajar en obras de reparaciones públicas, por
ejemplo. Hay que decir que las ya nombradas no son las únicas comunidades de aldeas de
Aragón, también había más, por ejemplo, Sariñena.
Herejía cátara. El rey Pedro II la lio mucho yendo a ayudar a los señores cátaros que le
rendían pleitesía y la cagó y fue asesinado en Muret. *Key words: Felipe Augusto, Simón de
Monfort, Inocencio III, liarla mucho.
Una de las principales fuentes por no decir la única es la crónica de Jaime I, el libro de
los hechos, a pesar de ser crónica, es un relato narrativo, dirá que se ve obligado a dirigir la
conquista porque se lo piden. el rey argumenta que, en una cena con un oligarca de Tarragona,
unos ricos hombres alegan que hay que tomar la isla para evitar el ataque de los barcos
musulmanes.
Mallorca era un reino musulmán que tras la derrota almohade en 1212 había quedado
como un reino autónomo. En el litoral catalán, los piratas musulmanes mallorquines
intentaban sabotear el comercio con Italia. Así las cosas, Jaime I decidió acabar con ellos y
conquistar el reino, y las condiciones de la conquista se establecieron en las cortes de
Barcelona de 1228. La conquista de Mallorca, aunque involucró al resto de los súbditos, fue
una empresa de la monarquía; no es una guerra dirigida por la oligarquía catalana sino
pensada y dirigida por el poder real. Además, esta empresa consiguió la categoría de cruzada
gracias a una bula papal.
La campaña fue rauda, una campaña de golpe. Mallorca cayó ante las huestes de Jaime
I en 1229 con la toma de Palma tras la batalla de Portopí, aunque aún quedaron sin conquistar
algunos enclaves como Ibiza y Menorca que se conquistarían pocos años después. Tras su
conquista, Mallorca pasa a ser un reino propio dentro de la monarquía aragonesa.
Pau Caterna y Álvaro Santamaria son los únicos que se han atrevido a cuantificar el
número de hombres. Pau alega que un tercio de las fuerzas seria aragonesa. Aunque cuando
los datos proceden de una crónica es difícil delimitarlo. Cabe destacar que en esta empresa se
ha cifrado la participación aragonesa en aproximadamente en 300-350 efectivos de un total de
680.
El criterio de homología que se aplicó en la conquista del Valle del Ebro se ve igual en
ambas conquistas, Mallorca y Valencia. Tanto aportas tanto recibes. Para Mallorca solo hay un
libro de repartimentos que es complicado. El reparto de la isla fue 50% para el rey incluyendo
Mallorca, el 40% fue de origen catalán, 25% occitanos, 20% genoveses, 8% aragoneses y 7% de
otros. Aunque según Jaime I e su crónica, a la hora del reparto hubo miembros de la
aristocracia aragonesa que participaron, de hecho de la comisión de 6 catalanes original se
unieron 2 aragoneses.
Estamos, pues, ante una empresa dirigida por el rey pero que revierte en términos
materiales (bienes inmuebles y señoríos) en individuos catalanes, lo cual tiene su sentido por
proximidad geográfica. Además, pervivía el intento previo de Ramón Berenguer II junto a pisa
por conquistar Mallorca. Es decir, la aristocracia catalana seria la principal contribuidora y
financiadora de esta empresa. El éxito de la empresa y su materialización en recepción de
beneficios se reflejó en la aristocracia catalana.
Este caso no permite tener un registro tan claro de las fuerzas ya que son distintas
campañas. No obstante, en su segundo testamento, Jaime I dijo que el número total de
participantes aragoneses y catalanes que participaron en la conquista de Valencia con derecho
a recibir bienes fue de 380.
En cuanto a los colonos y su procedencia, las fuentes no son nada sistemáticas hasta
finales del s. XIII, cuando para documentar la colonización de los colonos contamos con tres
libros de repartimento, que eran documentos emitidos por la cancillería real en los que se
registraba “por aluvión”, desordenadamente, los nombres y apellidos de quienes habían ido a
conquistar la ciudad de Valencia. En la mayoría de los casos, determinar la procedencia de esta
gente es muy difícil, aunque los historiadores lo han intentado hacer por la antroponimia.
La polémica a señalar es que la interpretación es peliaguda pues vemos que hay una
enorme movilidad de los bienes inmuebles, pues los beneficiarios no tomaron posesión para
ocuparlos, sino que muchos inmediatamente los liquidaron, los vendieron o los cambiaron por
posesiones en su lugar de origen, por ejemplo aragoneses que buscarían bienes en Aragón. Por
ello aparecen cancelaciones, cambios, concesiones a una misma persona.
Observamos que el primer reparto hay un mayor peso de los aragoneses, pero tras 2
generaciones quienes verdaderamente señorializan Valencia son linajes de origen catalán. Es
decir, la movilización que se dirige a la conquista del territorio fue aragonesa, pero quienes de
verdad pueblan el territorio no lo son. Enric Guinot ha demostrado como los que recibieron en
primer momento estos territorios cambiaron o vendieron estos a catalanes, o bien quienes
poblaron esta zona volvieron a su lugar de origen y fue poblado por catalanes, etc.
Por último, hay que añadir que la mayor parte de la nobleza hereda en Valencia y se
desvincula de Aragón. Por su parte, la gran nobleza conserva en el mismo patrimonio los
señoríos aragoneses y valencianos. Es decir, la mediana nobleza se divide entre Aragón y
Valencia; la alta nobleza, no. Hay aun linajes de Aragón como los Alagón, los Urrea, los Luna,
además hay linajes que no son aragoneses ni catalanes con señoríos en muchos lugares como
Jaime Pérez, hijo bastardo de Pedro III. A finales del s.XIII hay 13 familias arraigados, 3 ricos
hombres y 10 familias de mesnaderos, peor lo normal eran las liquidaciones.
Un tal García Pérez de Figueruelas, devolvió al rey una heredad en Valencia y en 1258
a cambio por varias heredades en el valle oscense.
En 1289 los castillos y villas de Javier, de Huesca se cambian por el castillo y villa de
Almenar en Valencia
Bajo el reinado de Pedro IV el Rosellón y Mallorca fueron reintegrados por las armas
en 1344 a los dominios de la dinastía aragonesa. Esta campaña, que comenzó en 1342 y
culminó con la toma de Mallorca, fue una de las grandes expediciones militares del
Mediterráneo, una gran empresa dirigida por la monarquía en la que se integró el conjunto de
las élites de los estados de la Corona.
Para que esto no volviera a pasar, Jaime II de Aragón fue obligado a jurar por fuero la
indivisibilidad de la Corona: que aquello que había hecho su abuelo Jaime I no volviera a
suceder.
Por otra parte, es importante tener en cuenta que durante la reconquista el rey tenía
algo que dar a la aristocracia a cambio de sus servicios y potencial militar, pero tras la
conquista de Valencia ya no habría tierras que repartir. Entonces la aristocracia pasa a ser más
opresiva, tanto horizontal como verticalmente hablando. Así, desde el reinado de Jaime I, el
rey fragmenta sus ingresos ordinarios (la pecha cobrada a las comunidades de aldea) en
caballerías, lotes de 500 sueldos jaqueses que distribuye directamente entre la aristocracia a
cambio de que el beneficiado pusiera a disposición del rey un hombre a caballo. Estamos pues
ante un gran cambio: un feudalismo que descansa en la circulación de rentas económicas, no
ya de honores ni feudos, y que denominamos feudo de bolsa o feudalismo bastardo. Esto es
algo común al conjunto de los estados feudales europeos.
Además, esto supuso una reorganización del patrimonio real y de las relaciones entre
rey y aristocracia: ahora el objetivo de ésta será apropiarse de la mayor cuantía posible de
dinero del rey. Por su parte, la figura del rey pasó a ser fundamental, pues era quien pagaba y
hacía circular las rentas entre la aristocracia: la aristocracia dependía de él. Así pues, la
aristocracia pasó a vivir de las rentas reales sobre todo a partir de mediados del s. XIII.
Cabe destacar que los verdaderos perdedores de todo esto son las comunidades de
aldea y, en general, toda tierra de realengo, pues si el rey necesitaba más dinero para pagar
más caballerías aumentaba la presión fiscal sobre las tierras de realengo.
Este sistema quebró con la crisis bajomedieval, ya que las tierras de realengo ya no
podrían satisfacer las mismas rentas que antes.
El bovaje grava a todos los fuegos que son propietarios de bueyes o en general de
animales de tiro para el campo.
2. Poder ejecutivo. Las decisiones las tomaba los jurados, los responsables del poder
ejecutivo. La elección de estos oficiales dependía exclusivamente del municipio a
través de sus parroquias: cada parroquia aporta uno o dos jurados y se hace por
cooptación; es decir, en la práctica las élites urbanas se elegían entre ellas.
Recordemos que en la Edad Media la parroquia es la célula básica que organiza la vida
en sociedad.
Dominio sobre la producción. El eje de la renta feudal es la pecha, una renta más o
menos fija que los concejos han de entregar anualmente al monarca. En Aragón se satisface en
tres plazos. En el realengo, este principio se completa con la existencia de tributos a las
aljamas (de judíos o de musulmanes), que tributan más que la pecha que pagan los concejos
cristianos.
El dominio sobre la producción se rige también sobre las regalías, monopolios que el
rey conserva sobre los medios de producción y los recursos naturales, que a veces son
transferidos a señores (molinos, uso de aguas, uso de bosques, uso de pastos). Conforme se
avanza a la Baja Edad Media esta situación se vuelve insostenible y el rey los cede a los
municipios, que pasan a gestionarlos.
Otro derecho del rey es el cobro de un tributo por el cual, si el monarca pasa por un
dominio que le pertenece, tiene derecho a que sus vasallos le mantengan (itinerancia del rey).
Sin embargo, esto acaba derivando en que en Aragón el monarca cobra a los concejos un
tributo denominado cena, que se paga esté o no esté el rey.
Dominio sobre las personas. Aunque tiene su precedente en las corveas que los
señores del S. XI podían ejercer sobre los siervos, ahora cobra otro cariz. La disponibilidad d la
fuerza física de los vasallos se concentra en torno al derecho señorial de disponer de su fuerza
militar. Conforme se van alejando del estado estructural de guerra contra el Islam, se pierde la
especialización militar de las personas, y va perdiendo eficacia para el señor convocar a las
huestes municipales. La redención de hueste es un tributo que se cobra en Aragón, como
compensación, que sustituye poco a poco al servicio militar. No es que se negocie el cambiar el
servicio militar por el tributo, sino que se va imponiendo y se hace obligatorio y normal pagar
este tributo en concepto de redención de hueste.
-tecer doco seran las guerrasciviles y las tensiones internas. Caeb destacar que la corona
dearagon tiene pocas guerras civiles, ques e puedan llamar asi. La primera union 1282, ñla
segunda 1343-1348. Amplios grupos de poblacion urbana se enfrentan al rey, con nombre y
apellidos, reivindicando que cumpliera los fueros, tal y como se habian aprobado y lo piedne
atraves de las armas. Por ultimo habia otra guerra civil, la guerra civil catalana 1462-1472, con
una coalicion entrelas elites urbanas ye l conseill debarceona contra elrey, la aristocracia y la
sclases populares catalanas siendo rey juan ii. Seimpone el bandorealista, alque se diferencia
dela corona decastilla. Hayun sistema constitucional que funciona oq ueal menos es practico
donde hay pocos conflictos internos en los que se impondra elrey.
El cambio que tiene que ver dentro del mundo del derecho. La ejcucion del poder tiene mucho
ams quever con los siglos posteriores que con los siglos previos. Hemos visto como se
coconcedido fueros pedidos por las poblaciones en muchos casos. Este hecho de crecion de
grandes corpus juridicos noes solo exclusivo dela corona de araon, un claro ejemplo es el
trabajo en epoca de alfonso X.
El de araogon data de una reunion en huesca en 1247. Los añli reunidos con jaime i
encaragaron alobispo dehuesca quecompialara lasdistintas tradiciones forales aragonesas, que
no eran muy distintas, una era el fuero de jaca, que se habia ido recrecciendo, que se habia
aplicado con novedades en zaragoza, y en huesca, daroca albarracin se habian aplicado los
fueros de extremadura, sobr ecomo debian comportar los caballeros, etc. Aun asi no era muy
distintos. En 1247 se compilan en un unico texto en latin, ademas entre 1247 y 1300 tenemos
otras fuentes, el vidal mayor, un comentario en romance que realiza vidal decanellas dela
compilacion, enla que explica como se aplica cada fuero; ademas hay otra version delos fueros,
la de mirabete dela sierra, un texto en romance que compila en aragones todos los feuros. A
coluntad esla de crear un unico corpus juridico quese pueda aplicar a todo el reino. Esto no es
automatico, tras ahcer lacompilacion habriaque relaizarmas estudios, pero no perdieron
vigencia el resto de fueros. Durante el restodel siglo XIII la poblacion dej aca aun funcionaria.
No esmuy distitnto. Cuando empiezan a cabiar mas es a partdir de la scortes de 1300 con jaime
ii, en el quelos fuerosque se vayan aprobando hasta el find elos tiempos seañaden aese
corpus. Lastradiciones de fueros extensos previa y la compilacion tienen pocas diferencias. Lo
que cambia fundamentalmente es lasupremacia delpoder real sobre cualquier otro. Apartir de
1247 el rey es el que decidide cuando y contra uien sepuede guerrear. Las paces y guerras que
impone el rey ahora son mas relevantes. La aplicación del crimen de iesa maiesta ledotaba deu
poder tremendo.ademas aboles definitivamente las ordalias, algo muy relevante, hora bien es
posible que despues aun hubiese quien hiciera uso de esto, pero desapareceria. Lo qqu no
desaparece son los ius malectractandi, por lo que los señores podian tratar como viesen a sus
vasallos, pero del dicho al hecho hay un trecho.
Ademas de estecorpus juridico hay otros dos eventos relevantes. El privilegio general de 1283
es un conjuntode 30 ñeyes aprobadas en este año en unas cortes en zaragoza. Es el restultado
deunaserie deexigencias impuestas por los brazos en las cortes del mismo año. No es un fuero,
pero unaleye que entra en vigor y se aplica, de hecho todos los concejos guaradaran una copia,
siendo en la actualidad uno de los documentos guardados en cada poblacion mas antiguo. Es
una compilacion denormas queno tiene valor de fuero, pero que finalemete, con la segunda
union sieque es elevado a la categoria de fuero. Algunas de sus disposiciones a destacr nos
sirven para ver la evolucion del campo del derecho que se daba en este contexto:
-Por un lado en relacion al poder real y su regulacion. Se reclama que el rey solo
puede nombrar en aragon oficiales delegados suyos que sean oriundos de aragon.
-Se reclama que la cancilleria no pueda cobrar tasas excesivas por el hecho de expedir
documentos. Cualquier carta o documento expedido requería que se pagara un impuesto por
el sello.
-Se reclema que no pueda nombrar bailes generales ni bailes regionales,Se reclema
que no pueda nombrar administradores judíos
-Se reclama que deje de imponer tasas excesivas en relación de impuestos indirectos o
lezdas.
Por otro lado tenemos la figura del justicia de aragon, un ganarnte del funcionamiento de la
ley, pero no hay que verlo como juez supremo que se encuantra sobre el rey y que esta para
que se apliquen bien los fueros de aragon. Su origen lo encontramos en la propia corte del rey,
al iual que habia un mayordomo, un camarlengo, etc. habia un juez. Esto lo constatamos desde
el reinado de jaime i, 1265, ya que en unas cortes de ejea seimpuso la norma de que el rey
nombrase juez de su corte a un caballero. Desde entonces la funcion del justicia sera elmaximo
tribuanl deapelacion, condicionanado la arbitrariedad del poder real y poniendo un freno
alpoder deeste. Los justicias suelen ser xaballeros formados en derecho, juristas que escriben
obras en las que indican como deben cumplirse los fueros, pero son personas muy afinaes al
rey. Desde las cortes de Zaragoza 1442 se patrimonializa, quedando siempreen lamisma familia
los lanuza. También llevaba acabo otras funciones debido a su condicion social, como guerrear.
En cuanto al derecho de firma, hablabamos que cualquiera podia denunciar ante el justicia e
incluso acogerse bajo la protección de este, el derecho de firma, por elcual sehacia inventario
de la persona acusada y se salvaguardaba a integridad de esta persona y de sus bieneshasta
quese resolviese. El derecho de manifestación seria una evolución de esto.
Las cortes
Duramte el reiando de jaime i hubo varias sesiones de crotes, siendo unas de ellas las
encargadas de tomar juramento al joven rey, en otras s trato la necesidad de inicair la
campaña de mallorca, otrs fueron las que realizaron la compilacion de 1247, pordemos
emepzar aahabalr decortes con las asambleas de paz y tregua, pero a inicias del reinado de
alfonso II convoca una des estas reuniones en las que comparecen miembros de la aristocracia
y la iglesia asi omo de las ciuedes en huesca. Por lo tanto al estarreprresnetados los concejos al
margen de la aristocracoia y la ifglesia, por lo que son cortes. El rey convocaba a toda esta
egente paraque le dieran dinero para cosas, legislar, jurar al rey, etc. sus oriegens estarian en
las asambleas de paz y tierra de s.XI-XII.
Para fiscalizar el dominio real, el rey convoca cortes para exigir ayuda d e sus subditos , que se
traduce en ayuda militar. El rey pide.
Para que las tensiones se diluyan, evitar la violencia y el conflicto, es decir, pacificar. Se
lepueden deciral rey en cortes cosas que fuera no podrian.
Para legislar o abolir. Los fueros requieren del beneplacito del rey, pero estos surgen de
negociaciones, reclamaciones y quejas de los subditos, que el rey accede a poner como fueros.
Ademas de los fueros hay un tipo de leyes con caducidad que se negocia y se aprueba, los
actos de cortes.
Jaime ii muere en 1327 y en 1328 se celebran las primers cortes del reinado de alfonso Iv,
SIENDO EL MODELOS DE ESTAS el que perdurara. Hemos habaldo de dos tipos de cortes, las
privativas en las que solo se convoca a los de un sitio concreto, y las cortes generales, donde
convoca a todo cristo, estas son excepcionles ya que a cuantas mas perosnas te enfrentes a
negociar peor. Le interes convocar las cortes cada mucho y siempre privativas. Cuando el rey
convoca a uno d elos brazos es un parlamaneto ysuele serpara pedir dinero. Esto es actividad
parlamentaria ya que durante la expansion mediterranea se resolvieron la mayoria en
parlamaento.
Quien va?
La articualcion de los distintos ordenes en cortes constituye una alegoria del cuerpo umanao,
el rey e sla cabeza y preside las cortes y quienes particiaan son lps brazos: nobleza, clero y el
realengo. En aragon desde 1328 se organiza en 2 brazos: alta y baja nobleza, del estamento
militar, haciendo 4 brazos. La iglesia acude según sus cargos, es decir, convoca abedes obispos
y arzobispos, asi como a los comendadores de las ordenes, representandoese asi mismos y
asus señorios. Sus decisiones hablaran por sus vasallos, de manera coorporativa. Al igual que la
alta nobleza, que se convoca por linajes, e rey convoca siempre a losmismos linajes, y al
cancilleriatiene una lista de estos linajes. Con la baja nobleza hay diferencia, pues hay miembrs
de esta baja noblza con señorios, pero al mayoria no. Aunque el rey convoca a algunas de
estas familias, todos estos caballeros tienen derecho a acudir, aunque no sean convocados. En
el caso de las couedaees universidades y villas, el rey convocaba a lagunas de cada, no siempre
los mismos, pues solian cambiar, pero las grands ciudades eran convocadas siempre. Los
concjos enviaban procuradores con pleigos decuestiones en nombre de sus vecinos.
Con la scortes de 1328 spn las primeras en la scque seconvocan conlos 4 brazos, coincidiendo
conlacoronacion delrey.
Actas no tenesmos hasta 1557, pero sabemos que habia una estructura. El rey convoca,
normalemnete por motivos de pasta, cuando estan reunios, abra las cortes con un discursos de
saludo y explicacion deque hacen aquí, luegolos brazos responden con un procuarador
normalmente eclesiastico y piden que los agravios se resuelvan. El rey exige que la demenada
real se resuelva, se abren debates, se llegan acuerdos en ambos terrenos, se dan un donativo y
se imponen o derroga fueros, estos se incorporan a las actas y se firman o sellan. Este es el
guion. La resolución de agravios depende d ela coyuntura.
Ahora bien a las cortes en princio que se panos iban hombres, sobre todo con la aristocracia y
el celro, pero es probable que las muejres pudieran trasladar sus exigencias a las cortes a
traves de procuradores.
ABIZANDA MUSEO