La Lectura y Escritura Académicas
La Lectura y Escritura Académicas
La Lectura y Escritura Académicas
un tema determinado.
De la teoría a la práctica, coordinado por Juan Antonio Núñez Cortés y con la autoría
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puede comunicarse con la suficiente solvencia inferencial y críticovalorativa para que en cada hecho
realizativo de la lengua ponga en
conducta para el buen hablar, para una buena lectura y para una
obligaciones morales para con los demás, en vez de ser una lengua
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banco.
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ambiente físico super adecuado, sino no leo. El lector que lee por
vocación lo hace en cualquier espacio físico. Internamente, es
subjetivas.
Los libros, por lo regular, siempre nos salen al paso, aunque alguien
de la lectura de otro lector por más que nos encamine con la más
cualquier texto, por pobre que sea, siempre nos sorprende con
alguna novedad.
las mismas para otro lector; cada lector descubre sus propias
siglo VI, cuando leía la Biblia, san Isaac de Siria, citado por Alberto
Manguel:
lo que señala San Isidoro, citado por Manguel: “Las letras tienen
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Un texto, según sea el lector, tiene una información que necesita ser
lectora:
libro. (2018, p. 4)
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2016) para que sea su razonar y su emocionar los que dan cuenta de
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121), del ser humano que piensa, que reflexiona, que actúa, y que
texto escrito.
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“dulces” que son los que más humanismo portan porque recogen
que alguna vez dijo Francis Bacon, citado por Camila Henríquez
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imprime en el texto.
está inmerso.
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saber lector.
vida.
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47), y que es deber del docente explicar esos modos de escritura que
debe entender que “el hecho de que escribir sea uno de los medios
más poderosos para que los alumnos elaboren y hagan propios los
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voz, ajena a la del profesor, y, sobre todo, porque interviene la voz del
primario.
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hora de la lectura.
mutuamente al día.
hacer nada, prefiere leer lo que tenga a mano sin importarle qué tipo
esencial de lo leído.
bien sea para rendir una evaluación, para explicar un tema, para
60).
Es verdad que para leer se necesita ver las letras y las palabras
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e inferir un texto. Por esta razón es muy difícil que sólo con ver las
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significativos.
Si bien es cierto que los ojos cumplen un papel vital para el
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pragmáticamente.
actitud lectora que nos lleva más allá del texto explícito, porque lo
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sistemáticos y consistentes.
Leer desde una actitud crítica no consiste sólo en leer las letras sino
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con el texto en sí, sino con otras fuentes bibliográficas que se haya
leído o que el lector esté aún por leer. Desde esta actitud se puede
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2009, p. 13).
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que no sean las pautas que el propio texto le ofrece pero que el
Como dice Paula Carlino: “La escritura está más descuidada que
ve obligado a realizarla.
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distancia.
3.1.1. La reseña
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publicación.
lectura.
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Sebastián, España).
3.1.2. El resumen
escrita (s/f) manifiesta que el orden del resumen no tiene que seguir
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para captar las ideas y luego poder afirmar en nuestros apuntes con
que una vez que hayamos escrito la idea principal, se puede ir dando
inicial, sin olvidar que el resumen debe ser lo más explícito, es decir,
El abstract
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3.1.3. El comentario
imaginamos.
cuanto comentamos.
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comentario.
prevé lo que puede pasar y dicta lo que debe hacerse para evitar que
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informativo.
3.1.4. La crítica
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criticado sin decir por qué, no es crítica: a lo mucho será una simple
injustos e irreflexivos.
Como podemos apreciar, son tantos los aspectos que tiene que
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sensible y comprensible.
3.2. La monografía
del tema.
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135).
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asignatura.
nos permita.
3.3.1. La relatoría
2.4.7. «Tener cada uno lo suyo»: otros errores en cuanto al uso de los posesivos Eso es lo que debe
ocurrir con los posesivos, puesto que cada uno de ellos debe concordar con su referente en número y
persona, de tal modo que lo correcto es Pedro se salió con la suya y yo con la mía; Juan, a su vez,
respondió con una negativa mientras que yo, a mi vez, asentí al respecto; iba cada uno a lo suyo y yo a lo
mío; hizo de las suyas después de que yo hiciera de las mías. Lo mismo ocurre con los pronombres
personales en casos como los siguientes: Vas a dar de sí las mangas; Yo no doy más de mí, pero tú sí das
más de ti aún. Y también en estos otros: Ante la noticia, yo no cabía en mí de gozo, pero tú tampoco en
ti. O ella volvió en sí pronto, pero tú tardaste mucho más en volver en ti y estuvimos muy asustados.
2.4.8. «De ciento en viento»: los cuantificadores numerales Muy frecuentemente se incurre en el error
de utilizar un partitivo con valor de un ordinal. Así se dice *Voy por el doceavo capítulo cuando lo
correcto es Voy por el duodécimo capítulo, puesto que lo que se expresa ahí es orden y no alguna
fracción. También conviene recordar que las formas de los numerales terminadas en -un se apocopan
solo delante de sustantivos masculinos (veintiún países). Pero si utilizamos un sustantivo femenino,
debemos usar la forma femenina correspondiente; por tanto, frente a *veintiún nación, lo correcto sería
veintiuna naciones. Por último, cuando el ordinal no se escribe totalmente integrado, los dos términos
deben concordar con el sustantivo al que acompañan, tal y como anotamos en el ejemplo siguiente: Esta
es la vigésima tercera edición del DRAE. 2.4.9. ¿«Le precede la fama a estos chicos» o «Les precede la
fama a estos chicos»? En este apartado pretendemos hacer conscientes a los lectores de otra regla
también relacionada con la concordancia, aunque esta vez nos 65 referimos a la que debe existir entre
los pronombres clíticos 42 y la realidad a la que se refieren. Dicha regla de concordancia se podría
formular del siguiente modo: los clíticos han de concordar siempre con su referente en número y
persona. A Juan le asustan los perros. // A ellos les asustan los perros. A María le gusta bailar. // A ellos
les gusta bailar. Si pudiéramos preguntar al lector sobre la supuesta corrección de las oraciones que
preceden, probablemente todos estarían de acuerdo en que no hay incorrección en ellas... y así es en
efecto. Pero entonces, ¿por qué aparecen con tanta frecuencia errores como *Dile a tus padres que
vengan o *Le das el aviso tú a los alumnos, cuando lo correcto es Diles a tus padres o Les das el aviso tú?
Desde aquí no podemos más que recomendar la conveniencia de cuidar la concordancia de los clíticos,
de tal forma que si nos referimos a un plural, deberemos utilizar Les precede la fama y no la forma en
singular. 2.4.10. Leísmos, laísmos, loísmos En el ámbito de la cultura, se conoce como los ismos a varios
movimientos de las vanguardias de principios del siglo XX; pero en gramática el sufijo -ismo suele
utilizarse para formar los nombres que designan errores gramaticales como leísmos, laísmos,
dequeísmos, quesuismos, etc. Por eso, cada vez que aparezca algo designado como tal hemos de
entender que se está hablando de un error. Si esto es así, se entiende que leísmo consiste en el uso
incorrecto del pronombre le o les; laísmo, en el uso incorrecto de la o las y loísmo, el uso incorrecto de
los pronombres lo y los. Por tanto, habrá que tener clara la siguiente tabla en la que se señalan los usos
correctos de estos tres pronombres, para detectar lo que se aleja de ello y poderlo corregir. TABLA 2.5
Leísmo, laísmo y loísmo Pronombre Función Ejemplo correcto Error Ejemplo incorrecto 66 LE / LES
Complemento indirecto (CI) Dale el libro Usarlo como complemento directo (leísmo) *¿Ves a mis
amigos? ¿Les ves? LA / LAS Complemento directo (CD) La he visto hoy Usarlo como complemento
indirecto (laísmo) *La dije demasiadas cosas LO / LOS Complemento directo (CD) Me lo han denegado
Usarlo como complemento indirecto (loísmo) *Al balón lo patada tan fuerte que se perdió FUENTE:
elaboración propia. Ahora bien, existen tres casos de leísmos que se consideran permitidos porque
vienen avalados por el uso y la tradición. Esto solo ocurre en el caso de los leísmos, no en los errores con
los pronombres la y lo, que se consideran siempre incorrectos. Los casos de leísmos permitidos son por
tanto estos tres: 1. Leísmo de persona masculina en singular. La razón por la que la Real Academia
Española legitima este tipo de leísmo es que tal uso se documenta, entre otros, en grandes literatos
españoles del Siglo de Oro, tales como Lope de Vega, Quevedo o Cervantes y, además, es un fenómeno
lingüístico mantenido en grandes zonas de España y América en la lengua culta. Sin embargo, si se utiliza
en plural o referido a persona femenina no se considera admisible precisamente porque está y estuvo
bastante menos extendido. Por tanto, se admite el uso de A tu hermano le vi ayer y no *A tus hermanos
les vi ayer. Lo correcto en este segundo caso será usar el pronombre los. 2. Leísmo «de cortesía».
Cuando el interlocutor recibe el trato de usted, suele mantenerse este tipo de leísmo para evitar la
ambigüedad en el tratamiento. Por eso es adecuado escribir Le saludo atentamente (referido a usted).
También es frecuente encontrarse este tipo de leísmo si el referente es plural (Les saludo atentamente)
o si se trata de persona femenina. 3. Leísmo en las oraciones impersonales con se. Este tipo de leísmo se
registra en hablantes no leístas y es de uso mayoritario en casi todas las áreas americanas de habla
hispana, así como en el español 67 europeo (RAE, 2009). Son ejemplos como los siguientes: Se les puede
localizar en la facultad los lunes; No se le oye bien; Se les ha informado de todo puntualmente. Para
otros tipos de leísmos, se recomienda consultar el apartado 16.9 de la Nueva gramática de la lengua
española 43 . 2.4.11. Otros «ismos»: queísmos y dequeísmos Si el lector aplica la «regla de los -ismos»
enunciada al comienzo del apartado anterior, fácilmente deducirá que el dequeísmo consistirá en el
«mal uso de la preposición de más la conjunción que», de tal modo que este tipo de error es el que
explica por qué son incorrectos los ejemplos siguientes: *Recordaba de que hoy tenía tutoría contigo;
*Es seguro de que vendrá: ese profesor nunca falta; *Mi problema es de que no me acuerdo o *Confío
de que llegues pronto. En todos ellos es incorrecto el uso de la preposición de. En casi todos los casos lo
que hay que hacer es omitirla (recordaba que...; es seguro que...; mi problema es que...) y solo en uno,
cambiarla por la preposición adecuada (confío en que...). Por el contrario, el queísmo consiste en la
supresión indebida de la preposición de (y en general de cualquier preposición) delante de la conjunción
que. En este sentido es un fenómeno contrario al dequeísmo y hoy está mucho más de moda que este
segundo, por lo que resulta habitual encontrarse oraciones como las siguientes: *Me alegro que vengas;
*No cabe duda que has estudiado o *Confío que todo vaya bien. Para detectar y corregir ambos errores
la academia ya había sugerido lo mismo que recomiendan, siguiendo su doctrina, Paredes et al. (2013, p.
317) que consiste en «transformar la oración en una pregunta: si en la transformación la pregunta debe
ir introducida por preposición, esta es necesaria en el enunciado no interrogativo; en caso contrario, hay
que suprimirla». O sea, si nos encontramos con la oración *Me di cuenta que no estabas aún,
deberíamos formular una pregunta sobre ella: ¿De qué me di cuenta? Y precisamente constataríamos
que la expresión darse cuenta necesita la preposición de que ha sido omitida indebidamente,
constituyendo un caso de queísmo que debe ser corregido del siguiente modo: Me di cuenta de que no
habías llegado aún. Del mismo modo proponemos al lector que formule las preguntas 68
correspondientes sobre cada ejemplo que se ha ofrecido dentro de este apartado. 2.4.12. No hay dos sin
tres: quesuismo Del mismo modo que los errores anteriores lo eran en cuanto al uso de las
preposiciones, el quesuismo es una incorrección gramatical que se refiere a los pronombres relativos.
Por eso podríamos formularlo como el error que consiste en el empleo del relativo que
desfuncionalizado 44 junto con un determinante, que normalmente es el posesivo su, en lugar del
relativo cuyo. En casos como *Se ha presentado un libro que su autor es famoso lo correcto es utilizar el
relativo cuyo: Se ha presentado un libro cuyo autor es famoso. Además, hay que tener en cuenta que la
secuencia que su no siempre es un error: solo si se establece una relación de pertenencia con un
antecedente, que no resulta bien expresada. Véanse los siguientes ejemplos: Me dijo que su abuelo
estaba enfermo. Estos son los apuntes que sus compañeros le dejaron. ¿Cómo se llama el autor que su
obra principal es La regenta? = Solo aquí se puede hablar de quesuismo, puesto que es el único caso en
el que se relaciona un determinante (su) con su antecedente, en este caso autor; por eso admite el uso
de cuyo. Por último, hay que señalar que también puede aparecer con otros determinantes en lugar de
con el posesivo (*Tengo un primo en Barcelona que la mujer es gallega) y además, separado (*He leído
un libro que me han gustado sus teorías). Lo correcto, respectivamente, debe ser Tengo un primo en
Barcelona cuya mujer es gallega y He leído un libro cuyas teorías me han gustado. 2.4.13. «Decirte que
no sé usar el imperativo»: dudas respecto al infinitivo Así exponía un alumno sus problemas al respecto,
al tiempo que cometía un error en cuanto al infinitivo, que invitamos al lector a señalar. 69 Y es que son
dos los errores frecuentes respecto a esta forma no personal del verbo que puede acabar en -ar, -er o
-ir: usarlo para expresar mandato y utilizarlo como verbo principal, sin serlo. El primero —usarlo para
expresar mandato— consiste en el uso de expresiones como *Leer este artículo para mañana; *Callaros
ya o *Ir yendo vosotros, en lugar de utilizar las formas del imperativo, mucho más adecuadas para
dirigirse a la segunda persona del singular o del plural precisamente cuando se quiere formular una
orden afirmativa 45 . Es decir, la forma correcta en estos casos es la siguiente: Leed este artículo para
mañana, Callaos 46 ya o Id 47 yendo vosotros. El segundo error recibe el nombre de infinitivo
radiofónico o audiovisual por ser muy frecuente en los medios de comunicación. Nos referimos a casos
como los siguientes: *Para terminar, decir que me siento muy agradecido a toda la comunidad
educativa; *Solo avisaros de que se ha cambiado la hora de la reunión; *Señalar que las conclusiones
han sido elaboradas a la luz de la bibliografía comentada. En todos estos ejemplos el infinitivo es
incorrecto porque le falta lo fundamental para actuar como verbo pleno: la conjugación. Por eso este
error frecuente debe ser corregido añadiendo previamente un verbo conjugado (quiero decir, he de
avisaros, debo señalar) o bien conjugando el verbo en cuestión (os digo, os aviso, señalo). Por tanto, el
alumno que dejó anotado el epígrafe que encabeza este apartado debería haber elegido una de las
propuestas que se sugieren a continuación, sin perjuicio de las que el lector quisiera añadir: Quiero
decirte [...]; He de decirte [...]; No sé cómo decirte [...]; Deseo decirte [...]. 2.4.14. «Burla burlando»... al
gerundio llegamos Aquí también, como Lope de Vega 48 , estamos a punto de acabar nuestro particular
recuento de errores habituales entre los que se encuentra el denominado gerundio de posterioridad. Se
incurre en ello en los casos en los que la acción del gerundio se realiza en un tiempo posterior al de la
acción principal, como en el ejemplo siguiente: *Estudié mucho, aprobándolo todo en junio. El gerundio,
por carecer de conjugación, debe ser una forma verbal 70 subordinada en todo a la del verbo principal.
Por tanto, en los casos en los que la acción del gerundio se realiza después de la del verbo principal, se
ha de cambiar el gerundio por un verbo con plena conjugación; o sea, en el ejemplo indicado se debería
haber escrito: Estudié mucho y aprobé todo en junio. 2.4.15. Preposiciones y conjunciones Las
preposiciones y las conjunciones son palabras esenciales especialmente en los textos académicos,
puesto que, como conectores que son, contribuyen a la cohesión del texto porque permiten vincular
adecuadamente unas ideas con otras. Sin embargo, son numerosas las dudas planteadas por los
alumnos, relacionadas con el uso de las preposiciones y conjunciones. Ofrecemos aquí un listado de las
más frecuentes y una sugerencia de corrección. Para profundizar y ampliar información, remitimos al
lector a la bibliografía seleccionada para este capítulo. Así, la tabla 2.6 atiende a los errores frecuentes
en cuanto a las preposiciones y locuciones preposicionales y la tabla 2.7 se centra en los errores
frecuentes en cuanto a las locuciones conjuntivas TABLA 2.6 Errores frecuentes en cuanto a las
preposiciones y locuciones preposicionales Error Propuesta de corrección Explicación posible *a +
infinitivo (problema a resolver) Usar otra preposición o un pronombre relativo: Problema por resolver/
Problema que resolver La preposición a más un infinitivo como complemento de un sustantivo es una
galicismo sintáctico que debe evitarse. * a nivel + adjetivo En relación con lo Solo será correcta esta
locución cuando se utilice con el significado de ‘nivel’ o ‘altura’ (al nivel del mar; un 71 (a nivel
económico) *a nivel + de + sustantivo (a nivel de economía) económico En la economía En el ámbito
económico Con respecto a la economía puesto de trabajo a nivel de graduados), pero nunca con el
significado de ‘con respecto a’, ‘en el ámbito de’, ‘en lo relativo a’,‘entre’ o ‘en’. *de cara a (que vas a
hacer de cara al verano) Con vistas al verano Para el verano Es correcta cuando expresa posición física,
pero no tiene carácter temporal. Por eso es erróneo *de cara al verano. *en base a (en base a sus
declaraciones lo han condenado) Según sus declaraciones De acuerdo con sus declaraciones Existen
locuciones como a base de, con base en la base de; pero esta combinación no tiene justificación
gramatical ni semántica. *en relación a En relación con Con relación a La preposición con es necesaria
para el término relación. *por contra Por el contrario Es un galicismo que debe evitarse. FUENTE:
elaboración propia. TABLA 2.7 Errores frecuentes en cuanto a las locuciones conjuntivas Error Propuesta
de corrección Explicación posible es, *cuanto menos, denunciable Es, cuando menos, denunciable Se
confunde cuando menos, que significa ‘como mínimo’ con la locución cuanto menos, por parecer que
expresa cantidad *en cuanto que lo sepa En cuanto lo sepa No es necesario añadir la conjunción que 72
FUENTE: elaboración propia. Actividad 8 (Descargar o imprimir) Señale las incorrecciones gramaticales
que encuentre en el siguiente texto y proponga una posible corrección en cada caso. Veniros detrás mía
a este aula, please. Necesito ya de que acaben los exámenes: tengo que pensar en otras cosas. Tú podías
unirte conmigo, en cuanto que vuelvas en sí, ¿ok?, para organizar una fiesta celebrando también mi
cumpleaños. No pueden faltar canapés que su sabor sea variado, con diferentes fuagrases, sándwichs,
cruasans con mucha azúcar, confetis: se nota que no hemos comido. ¡Vámonos! De todos modos, en
relación a las asignaturas el problema a resolver es que me he dado cuenta que no sé cómo aprobar
todo en tiempo récord. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Carratalá, F. (1997). Manual de ortografía
española. Acentuación. Léxico y ortografía. Madrid: Castalia. — (2013). Tratado de didáctica de la
ortografía de la lengua española: la competencia ortográfica. Barcelona: Octaedro. Cassany, D. (1995).
La cocina de la escritura. Barcelona: Anagrama. Gabarró, D. (2014). Dominar la ortografía. Barcelona:
Boira. Gómez Torrego, L. (2011). Hablar y escribir correctamente. Gramática normativa del español
actual. Madrid: Arco Libros. 2 vols. 4.ª ed. Montolío, E. (Coord.) (2014). Manual de escritura académica y
profesional. Barcelona: Ariel. 2 vols. Paredes, F., Álvaro, S. y Poudes, L. (2013). Las 500 dudas más
frecuentes del español. Barcelona: Instituto Cervantes/Espasa. Real Academia Española (2005).
Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana. — (2009). Nueva gramática de la lengua
española. Madrid: Espasa, 2 vols. — (2010a). Ortografía de la lengua española. Madrid: Espasa. —
(2010b). Manual de la nueva gramática de la lengua española. Madrid: Espasa. — (2013). El buen uso del
español. Madrid: Espasa. — (2014). Diccionario de la Lengua Española. Madrid: Espasa. 23.ª edición.
Reyes, G. (1998). Manual de redacción. Cómo escribir bien en español. Madrid: Arco Libros. 73 Sanjuán
Nájera, M. y Sanjuán Álvarez, M. (2002). Ortografía ideovisual. Adultos. Zaragoza: Yalde. Seco, M.,
Andrés, O. y Ramos, G. (1999). Diccionario del español actual. Madrid: Aguilar. NOTAS 1 Además del
caso citado, nos referimos a otros como los siguientes cuya sílaba tónica subrayamos: célebre-celebre-
celebré; amplio-amplío-amplió; último-ultimoultimó, pero también a monosílabos del tipo de sí-si o tú-
tu. Como puede observarse, en unos casos se distinguen los tiempos verbales y en otros, categorías
gramaticales diferentes, además de tonicidad o atonicidad entre sílabas o palabras. 2 «Las únicas
palabras españolas en las que se reconocen dos sílabas tónicas son los adverbios en -mente, que
mantienen la sílaba tónica del adjetivo base y la de la terminación -mente, que procede del sustantivo
latino mens, mentis (‘mente, ánimo, intención’): tristemente, velozmente, súbitamente. Esta
singularidad prosódica justifica asimismo la excepción que supone la acentuación gráfica de estos
adverbios con respecto a las reglas generales de acentuación» (RAE, 2010: cap. II § 2.3.). 3 En español no
interfiere en la separación silábica la presencia de la consonante hache. Así, teniendo en cuenta las
combinaciones vocálicas del español, se separarán las siguientes palabras del modo que señalamos con
independencia de la presencia de la h: prohi-bi-do; ahu-yen-tar; ca-ca-hue-te; vi-hue-la; va-hí-do; huirí-
ais; al-co-hol;ve-he-men-te; za-na-ho-ria. 4 Hay que tener en cuenta que el sistema ortográfico del
español señala únicamente el acento léxico o primario, es decir, el que corresponde a cada palabra,
mientras que los acentos secundarios (propios de las palabras compuestas) o los sintácticos (propios de
la secuencia oracional) y enfáticos (asociados con la pragmática) carecen de valor fonológico y se
consideran fenómenos fonéticos sin repercusión ortográfica (RAE, 2010: cap. II §2.1.4.). 5 Para una
revisión completa remitimos a la Ortografía de la lengua española (RAE, 2010), capítulo II, § 3.4.1.1. En el
apartado 2.1.5.1 del presente capítulo recogemos algunos casos de duda frecuente. 6 La clasificación
como aguda afecta a las palabras que tienen varias sílabas y nunca a las monosílabas. 7 Ya hemos
señalado que en español se clasifican según la dirección de la lectura desde el final de la palabra y así se
dice «última, penúltima y antepenúltima»