Problemas Filosóficos de La Mecánica Cuántica
Problemas Filosóficos de La Mecánica Cuántica
Problemas Filosóficos de La Mecánica Cuántica
Douglas Moya
INTRODUCCIÓN
Así que la Ciencia, en un contexto cuentista, es el esfuerzo por superar a la ideología que
se presenta como su antípoda. Tenemos allí la contradicción entre Ciencia y Mito, por
ejemplo.
Lo anterior señala la pretensión humana de sentirse distinto del Todo. El problema del
conocimiento científico se basa en una sublimación del Ego en su afán de justificar su
permanencia en la defensa de aquello que lo define: la partición de la realidad en entes
independientes y autosuficientes antológicamente del resto:
Esta es la base ideológica del análisis científico tradicional de occidente.
Además, la ubicación del objeto del conocimiento científico está localizado en el ámbito
de la cultura, y por lo tanto, de la historia. El hombre no puede colocarse, en el contexto
de lo profano, fuera de su propia piel. Así que, más explícitamente, el objeto del
conocimiento está señalado en el campo de la ideología. Esto lo entenderemos mejor al
mirar los elementos estructurales de una teoría científica: encontramos los conceptos
indefinibles, aquellos que son intuitivamente captados por la razón, las definiciones, los
postulados, los axiomas, los teoremas y los corolarios. Es los conceptos indefinibles,
aquellos que se presentan en el contexto kantiano como juicios sintéticos a priori, es
donde las nociones ideológicas penetran en la ciencia. Así que ésta no es sino la
reproducción vergonzante de la ideología quien (…)
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para explicar todos los hechos.
Es esta reflexión la que lleva a Popper a validar las ciencias por la prueba a la
falsibilidad, es decir, al demarcar hasta donde son útiles los modelos científicos, puesto
que señalando el lindero de las posibilidades del discurso se ponen los hitos del desarrollo
de la ciencia en el futuro y su posibilidad.
Esta concepción maniqueísta es introducida en la iglesia cristiana por San Agustín quien
cristianaza a Platón, y luego aplicada por ella como instrumento ideológico de
justificación y preservación del sistema feudal durante la edad media. Es necesario
indicar que la obra de Santo Tomás al cristianizar a Aristóteles, si bien es cierto se
levanta en la crítica del pensamiento agustino, no supera esta concepción dualista. Al
contrario, la santifica, puesto que vincula lo sublunar al mundo de lo terrenal y al
pecado, y por otro lado que lo divino, el reino de los cielos lo vincula al supralunar,
mundo coronado por el motor inmóvil cuya esencia es la de Dios.
El principio Hermético unifica los cielos y la tierra sometidos bajo las mismas leyes de la
naturaleza.
El cosmos debe expresarse mediante leyes matemáticas y geométricas, pues Dios hace el
mundo con número y medida. La geometría debía ser el lenguaje divino del Verbo.
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c) La concepción burguesa del individuo que se hace a sí mismo, separado de la
naturaleza y colocado como Rey de la creación. Esta es la idea central que desarrolla el
sistema cartesiano.
Toda la complejidad de las curvas puede ser reducida a su simple evidente de suyo que
es la recta. Referida cualquier curva a un par de rectas, por medio de ellas es posible
representarlas matemáticamente. Y tal expresión o representación debía ser algébrica.
Bajo esta necesidad construye la geometría analítica.
Bajo esta metodología estudia la Física tomando como punto de partida al objeto de
estudio del movimiento puro, sin tomar en cuenta las causas que lo producen que se que
ya no son simples. De allí la necesidad de hacer cinemática.
Es necesario indicar que en tanto la extensión cartesiana es la esencia del mundo físico,
el espacio no podía ser vació en absoluto pues la esencia del ser no puede ser el no ser.
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el estado de movimiento debe ser el rectilíneo uniforme, puesto que tan sólo un agente
externo puede cambiarlo. Este agente externo es la fuerza, cuya medición se lo realiza
por los efectos que produce, es decir, por la rapidez con la que cambia el estado del
movimiento. El principio de acción y reacción es una consecuencia lógica de los dos
principios anteriores de inercia y de fuerza.
El espacio, en tanto atributo divino, debe ser infinito en acto. Aquello que es infinito no
tiene espacio adicional para moverse, por lo tanto debe estar en reposo absoluto. Este es
el origen del espacio absoluto en la física de Newton.
El abordar cualquier problema mecánico tenía por propósito el encontrar las ecuaciones
diferenciales que lo describían en su evolución /temporal. Son ecuaciones de segundo
orden, que dan soluciones completamente determinadas si se señalan dos condiciones
iniciales: la posición y la velocidad en el instante considerado como punto de partida.
De aquí que conociendo la ley de la fuerza y las condiciones iniciales, se podía deducir
con pasmosa exactitud la situación del sistema físico en cualquier instante del futuro o
del pasado. Esta cosmovisión nos lleva naturalmente al determinismo matemático.
El determinismo filosófico sostiene que no hay ningún efecto sin causa o grupo o conjunto
de causas. Es una afirmación muy general que sostiene la continuidad del ser. En cambio,
el determinismo científico busca la unicidad de los efectos cono resultado de sus causas.
Tal concepción la encontramos formalizada en la física clásica y en el hecho de que la
tomaran como modelo de la ciencia otras disciplinas intelectuales, tales como a
economía o las ciencias sociales. Dentro de esta percepción ideológica cae incluso el
marxismo, quien se formula como una teoría determinista de la historia.
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naturaleza deben ser sometidos y contenidos en las mismas leyes de la naturaleza. Este
es el sentido de la covarianza, que significa, que varían del mismo modo, sometidos a las
mismas leyes, independientemente de cómo éstas sean descritas en marcos de referencia
arbitrarios.
Las cosas son como son, independientemente de como las miremos. El concepto de
objetividad está íntimamente ligado al principio de la relatividad.
Sin embargo, Einstein fue uno de los constructores de los conceptos cuánticos. El los
miraba como una fenomenología cuya trascendencia profunda debía ser descubierta en el
futuro cuando haya más elementos de juicio para construir una teoría desde la cual
puedan ser explicados más no descritos.
Einstein era un militante convencido del determinismo filosófico, pues era impensable
que sucedan cosas sin causa alguna. Si en apariencia eso sucedía, era por que
ignorábamos los mecanismos profundos a los que respondía.
De allí se ve que el afirmar que sucedan cosas sin causa alguna era lo mismo que decir
que las cosas no son objetivas y, más aún, desconocer a la teoría de la relatividad.
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en principio medir con la precisión que queramos tanto la posición como la velocidad de
una partícula puesto que en principio podemos hacer nuestra interacción perturbadora en
el proceso de medida tan pequeña como sea necesario. Esto se sustenta en la hipótesis
de que la existencia de las cosas es independiente de nuestra existencia. Los objetos
tienen un existir liberal, independiente del resto, separable en principio de la totalidad.
El origen de esta percepción ideológica está, como va se ha visto, en Descartes.
Así que si queremos medir la posición de una partícula. No rodemos para nada saber de
su cantidad de movimiento o de su velocidad, puesto que en la interacción de medida
perturbamos tanto a la partícula que su cantidad de movimiento pueda totalmente
indeterminada.
Dado que la interacción mínima no pueda ser menor are del orden de una constante de
Plank nos índica que es imposible por principio separar el Todo en partes independientes.
En un trabajo mío he demostrado que cada partícula no es sino una expresión singular del
Todo1 Existe un campo de interacciones de fondo que llena el espacio, cuyo origen está
en todas partes, y que es de carácter estocástico, aleatorio como las olas del mar en una
tormenta. Este campo sujeta a todas las cosas a la red invisible de la totalidad. Y su
desviación estándar es la constante de Plank. De modo are la constante de Plank no es un
atributo de una partícula en similar sino de todo el universo, de allí su carácter universal.
Esto da un fundamento científico a la aserción Hermética:
Si bien es cierto que todo está en el Todo, no lo es menos are el Todo está en todas las
cosas. El que comprenda esto debidamente, ha adquirido gran conocimiento.
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La Mecánica cuántica, en la interpretación de la Escuela de Copenhague, sostiene en
cambio, que no hay una causa más profunda que explique este curioso comportamiento
de las partículas elementales. Esta posición, es extraño, es la oficialmente aceptada por
la mayoría de los tísicos en la actualidad, quIenes utilizan el aparataje matemático
pragmáticamente sin preguntarse por que y como funcionan
Para aclarar la divergencia entre estas dos formas de interpretar la Mecánica Cuántica,
supongamos tener dos estados cuánticos no degenerados, es decir, existen dos niveles de
energía a cada uno de los cuales les corresponde una y sólo una función de onda.
Imaginemos que el menos energético está ocupado por un electrón y el más energético
está desocupado. Sí un fotón incidente tiene una energía exactamente igual a la
requerida para are el electrón salte al nivel superior, este irá a aquel. Decimos que el
electrón se ha excitado y ha habido una causa para ello: el fotón incidente. El electrón
excitado está en un nuevo estado estacionario.
Sin embargo, si aceptamos que no hay un mecani5rtto más profundo que explique los
fenómenos cuánticos, significa que existen cosas y fenómenos que suceden sin causa
alguna, lo que por lo anteriormente argumentado, niega la objetividad y la realidad de
las partículas elementales. Entonces, en las palabras de John Gribhin, nada es real. Con
esta idea han jugado algunos divulgadores de las escuelas místicas de oriente para
popularizarlas con tina certificación “científica”, como es el caso de Fritjoff Capra
autor del TAO DE LA FÍSICA, sin darse cuenta de que al defender tales posiciones se
oponían a los principios herméticos, fundamentos de la espiritualidad del mundo.
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existe, en efecto, del Kibalión citamos:
“Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo ocurre de acuerdo con la
Ley. Azar no es más que el nombre que se da a una Ley desconocida; hay muchos planos
de la causación, pero ninguno escapa a la Ley”,
Por otro lado, el quedarnos con la interpretación oficial de Copenhague, a más de llevar
al pragmatismo hasta la categoría de criterio de verdad, significa el negar las
posibilidades de realizar investigaciones más profundas sobre la naturaleza de cuestiones
fundamentales como es el origen de la inercia, de la gravitación, sobre la naturaleza del
tiempo y del espacio, estudios que son necesarios realizar para desarrollar los
conocimientos que nos permitan poder viajar a las estrellas, de vuelta al hogar que nos
espera.
Así que personalmente, haciendo eco al Profesor Albert Einstein declaro mi militancia en
el determinismo filosófico repitiendo con él:
No, por lo menos, con aquellos manejados desde la comprensión del azar en el contexto
del siglo XIX.
BIBLIOGRAFÍA