Ensayo Variadores de Frecuencia
Ensayo Variadores de Frecuencia
Ensayo Variadores de Frecuencia
Variadores de Frecuencia
Ismael Pineda, Gabriela Vintimilla, Universidad Politécnica Salesiana, Ingeniería Electrónica
Donde:
Aceleración controlada
RPM = Revoluciones por minuto
f = frecuencia de suministro CA ( Hercio ) La aceleración del motor se controla mediante una rampa de
p = Número de polos (adimensional) aceleración lineal o en «S».
Las cantidades de polos más frecuentemente utilizadas en Generalmente, esta rampa es controlable y permite por tanto
motores síncronos o en Motor asíncrono son 2, 4, 6 y 8 polos elegir el tiempo de aceleración adecuado para la aplicación.
que, siguiendo la ecuación citada resultarían en 3000 RPM,
1500 RPM, 1000 RPM y 750 RPM respectivamente para Composición de un variador de frecuencia
deslizamiento se puede realizar variando el voltaje de • Ascensores y elevadores. Para arranque y parada suaves
alimentación al motor o empleando un rotor de resistencia manteniendo la cupla del motor constante, y diferentes
variable, siendo ambos sistemas ineficientes y de altos costos velocidades para aplicaciones distintas.
operativos ó de mantenimiento. El método más eficiente de
controlar la velocidad de un motor eléctrico es por medio de • Centrífugas. Se consigue un arranque suave evitando picos
un variador electrónico de frecuencia. de corriente y velocidades de resonancia.
El variador de frecuencia regula la frecuencia del voltaje • Prensas mecánicas y balancines. Se consiguen arranques
aplicado al motor, logrando con ello modificar su velocidad. suaves y mediante velocidades bajas en el inicio de la tarea, se
Sin embargo, se debe tener presente que el cambio de evitan los desperdicios de materiales.
frecuencia debe estar acompañado por un cambio del voltaje
aplicado al motor para no saturar el flujo magnético dentro del • Máquinas textiles. Para distintos tipos de materiales,
rotor. inclusive para telas que no tienen un tejido simétrico se
pueden obtener velocidades del tipo random para conseguir
telas especiales.
VII. CONCLUSIONES