Manual de Manejo Integrado de La Papa Final
Manual de Manejo Integrado de La Papa Final
Manual de Manejo Integrado de La Papa Final
Presentación.
La papa (Solanum tuberosum) es una especie originaria de la cordillera de los Andes, que
se extendió por todo el mundo hasta convertirse en base de la alimentación humana. En
Colombia, el consumo per cápita de este tubérculo es de 41Kg/persona/año (Nielsen
Homescan, 2018). Es también uno de los cultivos más importantes en el país, centrándose
principalmente en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y Nariño, los cuales
concentran cerca del 80% del área sembrada (ICA, 2011). Para el año 2019, se sembraron
en Colombia 161.964,35 hectáreas, las cuales tuvieron una producción total de
3´694.789,02 toneladas, distribuidas así: 37.47% en Cundinamarca, 29.52% en Boyacá,
19.29% en Nariño, 5.32% en Antioquia y el porcentaje restante en los demás departamentos
cultivadores; adicionalmente, el cultivo de papa en Colombia tuvo un rendimiento por
hectárea de 22,81 ton/Ha (Agronet, 2019).
En nuestro país, este producto agrícola se cultiva en la parte alta de las cordilleras dado las
condiciones de suelo y clima que favorecen su desarrollo; sin embargo, estas mismas
condiciones favorecen factores bióticos y abióticos que interfieren en la producción y
calidad del tubérculo, dentro de los factores bióticos se incluyen plagas y enfermedades que
reducen la calidad y el rendimiento del tubérculo. Por otra parte, factores abióticos como
excesos de lluvia y humedad, temporadas de sequía, acidez de los suelos, entre otros
también limitan los resultados deseados a la hora de establecer un cultivo.
Las buenas prácticas agrícolas son prácticas aplicadas en las unidades productivas
desde la planeación del cultivo hasta la cosecha, el empaque y el transporte de los
alimentos, con el objetivo de asegurar la inocuidad, la calidad, la conservación y
reducción del impacto negativo en el medio ambiente; y la seguridad y salud de los
trabajadores (MADR, 2009).
Las BPA surgen como consecuencia de las exigencias del mercado en cuanto a
higiene, trazabilidad y demás información importante para la salud de los
consumidores y productores. Esto a su vez, significa un valor agregado para los
productores que puedan garantizar un producto inocuo, ya que permite
comercializar un producto diferenciado (CCB, 2015).
Las Buenas Prácticas Agrícolas se basan en tres ejes principales sobre los cuales se
constituyen las mismas. Estos tres ejes son:
2.1.5 Calidad y manejo del agua: El uso eficiente del agua es un compromiso de
las buenas prácticas y esto se relaciona con las cantidades utilizadas, la
disminución de pérdidas y la protección de los recursos hídricos
superficiales y subterráneos, así como con la calidad del agua requerida
para las diferentes labores de la producción agrícola (ICA, 2005).
2.1.6 Manejo integrado del cultivo: Las buenas prácticas agrícolas que se realizan
en cada una de las etapas del cultivo son:
- Manejo de los suelos: protección de los suelos con labranza mínima,
coberturas vegetales, incorporación de residuos de cultivo, etc.
- En el material de propagación: registro de plantas madres, uso de
cemilla certificada.
- En la nutrición de las plantas: Fertilización adecuada del cultivo,
decisiones basadas en análisis de suelos y de tejidos y requerimientos
del cultivo.
- En la protección del cultivo (MADR, 2009).
2.1.7 Manejo integrado de plagas: El Manejo Integrado de Plagas, o MIP, es la
utilización de manera criteriosa y adecuada de todas las técnicas de
tratamiento y manejo disponibles de los problemas sanitarios que afectan el
cultivo. Dicho manejo incluye métodos físicos (mecánicos), químicos
(productos fitosanitarios), biológicos (promoción de predadores naturales),
legales, culturales, etc. (Red de BPA, 2015).
Decidir qué productos fitosanitarios se van a aplicar al cultivo resulta de
gran importancia, ya que se debe tener en cuenta: razón por la que se aplica
el agroquímico, monitoreo de las plagas y enfermedades y severidad de los
mismos; categoría toxicológica del producto, pues se deben procurar
aquellos con categorías bajas (categorías III y IV); rotación de ingredientes
activos y modos de acción de los mismos para evitar resistencia de las
plagas, y competencia y conocimiento en la materia de quien recomienda el
producto (técnico debidamente calificado) (FAO, 2021).
2.1.8 Bienestar de los trabajadores: Se debe garantizar un lugar de trabajo limpio
y ordenado y que brinde las condiciones de seguridad necesarias para que
los trabajadores puedan desarrollar sus labores sin estar expuestos a ningún
riesgo (Red de BPA, 2015). El personal debe recibir capacitaciones
constantes acerca del adecuado uso de agroquímicos, herramientas de
trabajo que puedan o sean peligrosas, conceptos básicos de primeros
auxilios y uso de extintores (MADR, 2009).
2.1.9 Protección ambiental: Un compromiso esencial de las buenas prácticas
agrícolas es la protección del ambiente en búsqueda de la sostenibilidad de
la explotación agrícola y de su entorno. El sistema de producción debe
contemplar el manejo adecuado de los recursos como suelo, agua, flora y
fauna mediante la agricultura de conservación, la gestión integrada de los
nutrientes y de las plagas y enfermedades, entre otros componentes (ICA,
2005).
2.1.10 Documentación, registros y trazabilidad: Es el rastreo que se realiza a un
producto desde su fase de producción hasta su distribución final. Es una
herramienta muy eficaz de cara a obtener la máxima seguridad y calidad. La
trazabilidad busca aumentar la eficiencia de la explotación ya que permite
un mayor análisis de los resultados obtenidos con los tratamientos
adecuados (Agriculturers, 2019).
3 Caracterización por zonas de acción.
3.1 Caracterización de la zona de acción departamento de Cundinamarca.
La papa es uno de los cultivos agrícolas más importantes de esta región. Este
departamento tiene alturas entre 2.700 hasta los 3.300 msnm con temperaturas
entre los 7° C hasta los 18° C en las zonas productoras, lo cual hace que sea un
lugar propicio para el cultivo de este tubérculo. Esta región se destaca por producir
la mayor cantidad de papa del país, con una participación del 37% del total
nacional y un área sembrada que representa el 38% de la superficie del país.
3.1.1 Variedades
Superior: es la cuarta variedad de papa que más se está comercializando en
las principales centrales mayoristas paperas a nivel de Colombia.
Criolla: representa el 5,3% del área sembrada en Cundinamarca es una
importante fuente de empleo e ingresos, ya sea como producto comercial o
incluido en programas de seguridad alimentaria en áreas marginales rurales.
Se puede consumir en fresco o en forma procesada, como alimento animal o
como materia prima para fines industriales.
Diacol Capiro: se adapta a altitudes entre los 2,000 y 3.200 metros. El
periodo vegetativo es de 4 meses y medio a 6 meses, según la altitud del
lugar donde se cultive. Requiere de buena precipitación. El rendimiento
comercial oscila entre 25 y 30 t /ha; el tamaño predominante de tubérculo es
el de primera (grande).
3.1.2 Actividades del cultivo
Planeación: En el momento de establecer un cultivo, el primer paso que se
debe seguir es la planificación: se identifican las variedades a producir, el
área a cultivar, el momento de instalar el cultivo, el manejo que se realizará
durante el ciclo productivo, los costos de producción y se define el mercado
objetivo (FEDEPAPA, 2014).
Además se debe tener en cuenta los suelos recomendados para el buen
desarrollo del cultivo de la papa son aquellos de textura liviana (francos o
franco arenosos), profundos, con buena disponibilidad de materia orgánica
(10%), sueltos y aireados, ligeramente ácidos y con buena capacidad de
retención de agua
Preparación del terreno: El suelo debe ser preparado con anterioridad, con
el fin de promover la aireación, además de eliminar malezas y plagas.
Posterior a la preparación del suelo, es necesario armar surcos, los cuales
son guía para ubicar el tubérculo semilla a una profundidad apropiada y
facilitar la fertilización la cual se puede realizar en el fondo del surco o en
corona alrededor de los tubérculos (Herrera, 2000)
Siembra: la siembra de los tubérculos-semilla se realiza de manera manual
teniendo la precaución de no lastimar los brotes, depositando una semilla
por cada uno de los sitios de siembra y a una profundidad que depende de
las condiciones de humedad del suelo en su momento: esta puede ser de 15
centímetros si el suelo se encuentra seco, en razón de que a más
profundidad la humedad es mayor, o 10 centímetros si la humedad
disponible en el suelo es suficiente (capacidad de campo). Es de anotar que
a esta profundidad se asegura una emergencia más rápida de la planta y se
reduce la pudrición del tubérculo.
Es importante recordar que «las distancias de siembra más recomendadas
van de 90 centímetros a un metro entre surcos y 40 centímetros entre
plantas, correspondiendo a 25.000 plantas o sitios de siembra por hectárea,
si la humedad es favorable se puede usar papa mediana (60-70 gramos); es
decir 14 cargas/ha; pero si la humedad es desfavorable, es recomendable
sembrar semilla grande (100 gramos); aproximadamente 20 cargas/ha.
Finalmente, se realiza el tapado de la semilla con tierra mediante el uso del
azadón; con esto se busca estimular el enraizamiento y proteger el tubérculo
de la luz solar y de las aves.
Deshierba: Con la deshierba se busca que el cultivo esté libre de malezas
para evitar la competencia especialmente por nutrientes y luz, estimulando
así un buen crecimiento de las plantas y, de paso, reduciendo el riesgo de
enfermedades y plagas. Por esta razón, la deshierba se debe realizar como
una práctica cultural para eliminar las malezas, durante el periodo
comprendido entre la siembra y el aporque
Aporque: consiste en agregar suelo alrededor de la planta y levantar la
altura del surco; se busca brindar mejores condiciones como: facilitar la
aireación del suelo, mantener la humedad cerca a las raíces, proporcionar
soporte a la planta para evitar el volcamiento y mejorar el drenaje del agua
que se presente en exceso, evitando el encharcamiento. Con esto se logra
que la planta desarrolle raíces y tubérculos, se evita que los estolones
queden en la superficie convirtiéndose en tallos y no en tubérculos.
Requerimientos de nutrientes: los elementos nutricionales que requiere la
planta de papa para su buen desarrollo y producción son en su orden de
importancia: nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca) y magnesio
(Mg); y los elementos llamados menores porque la planta los demanda en
menor cantidad: zinc (Zn), boro (B) y cobre (Cu). Por lo tanto, las
cantidades a aplicar de estos elementos dependen de los rendimientos6
esperados en la producción (necesidades del cultivo) y del resultado del
análisis de suelo (disponibilidad de nutrientes en el suelo); es decir, la
diferencia entre las necesidades del cultivo y los nutrientes disponibles en el
suelo determina el tipo y la cantidad de fertilizante que se debe aplicar.
Controles fitosanitarios: el primer principio del manejo integrado del
cultivo de la papa así como el del manejo integrado de plagas es el
desarrollo saludable del cultivo. Según Corpoica (2003). El primer
requerimiento para un cultivo sano es mantener la salud del suelo9 y utilizar
semilla sana. De igual manera, la sanidad del cultivo se mantiene también
fertilizándolo y previniéndolo de plagas y enfermedades, un cultivo sano es
capaz de defenderse así mismo del ataque de plagas y enfermedades, así
como de compensar cualquier daño y rendir una producción satisfactoria.
3.1.3 Manejo integrado de plagas, enfermedades y malezas.
Dentro de las prácticas para el control de las plagas y enfermedades en el
cultivo de la papa, Fedepapa (2010) recomienda: el uso de semilla
certificada o de origen conocido libre de plagas y enfermedades; semillas
tratadas con insecticidas biológicos o químicos; preparación del suelo con
labranza reducida, con profundidad adecuada, destrucción de terrones y
tiempo suficiente previo a la siembra que permita la exposición al sol y el
consumo por parte de las aves de huevos, larvas, cámaras pupales o pupas
de insectos plaga; aporque elevado a manera de barreras físicas; regulación
de la humedad del suelo bien sea favoreciendo un buen drenaje o
proporcionando riego suplementario; establecimiento de cultivos trampa;
manejo de fuentes de infestación, recolección de residuos de cosecha y
arvenses; eliminación de toyas; trampeo con feromonas sexuales para
atrapar machos, captura de adultos; cosecha oportuna; rotación con cultivos
no hospedantes de las plagas (maíz, repollo, pastos, lechuga y cebolla);
fertilización balanceada sin exceder aplicaciones de fertilizantes
nitrogenados o de materia orgánica, y control bilógico, entre otras.
3.1.4 Fertilización y riego.
La mayor absorción de nutrientes se da durante los primeros cincuenta y
seis (56) días después de siembra. En el período anterior a la floración
empieza la extracción de nitrógeno por parte de la planta, por lo que es
conveniente fertilizar antes de que aparezcan las primeras flores. El fósforo
se extrae durante todo el ciclo del cultivo (Cortéz, 2002). En términos
generales el cultivo de papa necesita 132 kg/ha de nitrógeno, 200 kg/ha de
P2O5 y 195 kg/ha de K2O. De acuerdo con esto se sugiere aplicar 390 kg/
ha de sulfato de potasio, 1.050 kg/ha de fosfato simple y 390 kg/ha de
nitrato de amonio (Haifa group, 2014).
La papa es un cultivo sensible a los cambios bruscos en el contenido de
humedad en el suelo. El exceso de agua favorece la proliferación de
bacterias y hongos, mientras que el déficit de agua ocasiona deformaciones
en los tubérculos y fomenta el ataque de larvas de polillas de la papa. Por
esto se recomienda mantener el nivel de humedad entre un 30% y 35%
(Cortéz, 2002).
3.2 Caracterización de la zona de acción departamento de Boyacá.
Según los Resultados por PIB Departamental del DANE del 2018, las actividades
agropecuarias en el departamento de Boyacá representan el 11% de la economía
total de esta región y cerca del 16% del área total del departamento es apta para la
siembra de papa. Para el año 2020 contaba con 34.175 hectáreas con una
producción de 751.276 toneladas obteniendo un rendimiento de 21,98 ton/ha. Del
total producido el 95% se destina al consumo en fresco y el 5% al procesamiento
industrial.
3.2.1 Variedades
Criolla: de acuerdo con FEDEPAPA la papa criolla presenta un 22,3% de
materia seca, peso específico de 1,090 y 0,1% de azúcares reductores. Esta
variedad es precoz (120 días a 2600 msnm), su potencial de rendimiento en
condiciones óptimas de cultivo es de 15 a 18 t ha
Diacol Capiro: por sus apropiadas características industriales como la
concentración de azúcares reductores y rendimiento actualmente es la papa
más utilizada para procesamiento.
Superior: es una variedad altamente cultivada por su rendimiento, se
siembra mayormente en el altiplano Cundiboyacense, se desarrolla en
suelos humíferos, es decir, que encierren suficiente agua y mantengan a la
raíz de la planta suficientemente húmeda
3.2.2 Actividades del cultivo
La decisión de siembra de un cultivo de papa debe considerar la planeación
integral de las diferentes actividades, que permita minimizar los riesgos de
pérdidas por efectos ambientales, así como considerar las necesidades de
recursos económicos, de insumos, mano de obra, que responda a los
requerimientos de sostenibilidad ambiental y de los mercados.
Preparación del suelo: en lo posible evaluar la posibilidad de implementar
prácticas de labranza de conservación o labranza reducida o mínima, como
el arado de chuso, siembra en contra de la pendiente, establecimiento de
barreras vivas con especies de la zona (cobertura permanente, mínimo
movimiento de suelo y rotación con abonos verdes). El arado de cincel
rígido o vibratorio es una buena opción para la adecuación de suelos.
Surcada: luego de preparar el suelo es importante realizar el rayado que
consiste en la guía para colocar las semillas a la distancia y profundidad
adecuada y facilitar la aplicación de nutrientes. Cuando el rayado se realiza
en lotes planos, se puede hacer con maquinaria o el azadón, siguiendo la
poca inclinación del terreno. Cuando el lote esta en pendiente, se
recomienda realizar curvas a nivel. En este caso, los surcos quedan con una
ligera inclinación, que permite conservar la humedad en épocas prolongadas
de sequía, o un drenaje lento, en épocas de abundantes lluvias.
Siembra: la distancia de siembra recomendada para producir
papa (Solanum tuberosum) para el consumo en fresco es de 40 cm entre
plantas y 1 m entre surcos; en papa criolla la distancia de siembra
oscila entre 20 - 25 cm entre plantas y 1 m entre surcos. La semilla de papa
se deposita en el rayado a lo largo del surco, a una profundidad entre15 a 20
cm, se agregan los fertilizantes y/o materia orgánica de acuerdo al resultado
del análisis del suelo y las recomendaciones del Ingeniero Agrónomo; la
semilla se tapa con suelo para garantizar la emergencia de la planta.
Fertilización: para realizar un programa de fertilización de papa, se deben
tomar como base los requerimientos nutricionales del cultivo con base en un
análisis de suelos, para tener un uso racional de los recursos y evitar la
contaminación de aguas y suelo.
Aporque: el aporque se realiza aproximadamente dos meses después de la
siembra con el uso de azadón manual; es una labor que favorece el
desarrollo de nuevos tallos aéreos, raíces y estolones para la tuberización,
control de arvenses, evitar el verdeamiento y el ataque de plagas y
enfermedades.
3.2.3 Manejo integrado de plagas, enfermedades y malezas.
La protección de los cultivos contra insectos plagas, enfermedades
y malezas, se debe desarrollar con la mínima cantidad de pesticidas, con el
menor impacto ambiental y utilizando en lo posible métodos no químicos
(biológico, cultural y mecánicos)
Para el manejo se requiere el uso de variedades resistentes o tolerantes, uso
de semilla certificada, fertilización balanceada reforzando, disminuirlas
distancias de siembra, eliminar plantas hospedantes de patógeno, rotar
ingredientes activos de fungicidas curativos y otros productos, de diferentes
mecanismos de acción, uso de coadyuvantes para mejorar el
comportamiento de los fungicidas, evitar fungicidas en presencia de agua
libre sobre el follaje y en mezcla con fertilizantes.
La mayor parte de las plagas son insectos, entre los que se destacan la
polilla guatemalteca de la papa, que se considera el principal agente de daño
del tubérculo en Colombia, tanto en cultivo como en almacenamiento, en
todas las regiones productoras; el gusano blanco de la papa se restringe a
zonas altas y su control se realiza mediante el uso de insecticidas en las
fases iniciales del cultivo.
La enfermedad de mayor importancia económica del cultivo es la gota de
papa, cuyo control se realiza mediante aplicaciones preventivas y curativas
en condiciones de cultivo, especialmente en variedades susceptibles como
Diacol Capiro.
3.2.4 Fertilización y riego.
La fertilización del cultivo es una práctica que tiene un alto impacto en el
rendimiento y la calidad del tubérculo. Se hace necesario atender las
recomendaciones de una nutrición balanceada basada en épocas, frecuencia,
dosis y sistemas apropiados de aplicación de nutrientes. La primera
fertilización se aplica entre 15 y 20 días después de la siembra,
inmediatamente antes de la primera atierrada, que se hace con chuzo
arrastrado por bueyes; la segunda fertilización se aplica de 45 a 60 días
después del retape, con la segunda atierrada.
3.3 Cosecha y poscosecha
La cosecha y poscosecha comprende todas las actividades desde la extracción y
manipulación del producto, partiendo de la recolección, clasificación, selección,
empaque, pesada y transporte, incluyendo almacenamiento, procesamiento y
consumo, como resultado del proceso productivo en condiciones óptimas para su
realización. Según Corpoica (2003), para lograr una cosecha de papa de buena
calidad y presentación aceptable, es necesario que en primer lugar el cultivo haya
llegado a su estado de madurez, el cual se reconoce en campo por la presencia de
tallos totalmente secos y dispuestos sobre el suelo, indicando que los tubérculos
están totalmente desarrollados y listos para su consumo. Por otra parte, por
razones de presentación del producto, la cosecha en lo posible se debe adelantar
preferiblemente en tiempo seco, y en condiciones similares debe estar el suelo;
esto garantiza contar finalmente con tubérculos limpios, sanos y con humedad
adecuada para su comercialización. En caso contrario, cuando se cosecha en
condiciones muy húmedas, los tubérculos y el empaque tendrán una mala
presentación, que es castigada por el mercado. El método para la cosecha más
comúnmente utilizado en Colombia es el manual, utilizando azadón, escarillo o
gancho. Después de extraída la papa del suelo, los productores adelantan la tarea
de seleccionar la semilla teniendo en cuenta su forma y tamaño (segunda y
tercera), para la nueva siembra. También, de manera inmediata adelantan la
clasificación de la papa para comercializar como producto fresco, separándolas de
acuerdo con las clasificaciones ya establecidas: primera (gruesa), segunda (pareja)
y tercera (mediana). Una vez clasificadas, se seleccionan con el fin de obtener un
producto de buenas condiciones y de calidad uniforme; para esto retiran las papas
que presentan deformidades, rebanadas o con rajaduras, picadas por polilla,
gusano blanco, chiza, etc. Una vez clasificada y seleccionada la papa, es empacada
en sacos de polipropileno tejido con capacidad de 62,5 kg. Es de anotar que este
tipo de empaque facilita la manipulación del producto durante el transporte, el
almacenamiento y su presentación durante la venta. Ahora bien, en la
comercialización de la papa, el transporte es el que mayor valor le agrega al
producto; generalmente es transportada en camiones con capacidad de 2 a 10
toneladas. Por otra parte, el transporte desde la zonas de producción a los centros
de mercado mayorista ubicados en Bogotá y otras ciudades se realiza utilizando
vehículos con capacidad hasta de 30 toneladas.
3.4 Costos de producción
Los costos más relevantes para los productores de papa son los fertilizantes
edáficos, los fungicidas, los insecticidas y los herbicidas que en conjunto
representan en promedio un 40% de los costos de los productores. Sin embargo, de
acuerdo a información de la Corporación Colombia Internacional, la estructura de
costos presenta variaciones de acuerdo a las regiones y tipo de productores.
Los fertilizantes tienen una participación dentro del costo mucho más significativa
que para los productores de las zonas del altiplano Cundiboyacense. No obstante,
el peso de los fertilizantes edáficos es significativo en todas las zonas productoras
de papa, en razón a que en este cultivo se aplican cantidades importantes del
producto que van desde 1.5 hasta 3 toneladas por hectárea.
Adicionalmente, el arriendo por hectárea y el jornal de trabajo para sembrar un
lote de papa, también presenta diferencias así:
Boyacá: esta región tiene un arriendo más bajo que Cundinamarca y está ubicado
en una región geográfica estratégica, siendo adyacente a Cundinamarca y
Santander, dos regiones consumidoras de papa que reciben la producción
boyacense. Lo que convierte a este departamento en ideal para el cultivo. En
promedio, el costo del arriendo por hectárea, es de $759.663. En algunas zonas es
más costoso el arriendo por la mayor demanda de tierras para la producción de
actividades agrícolas. Cabe resaltar que el valor del arriendo también depende de
características específicas de cada lote como la disponibilidad de agua, la
inclinación, la distancia a las urbes, entre otras.
En cuanto al jornal, el departamento tiene un valor medio de $33.908. A nivel
departamental, el valor del jornal en Boyacá es aproximadamente 20% menor que
en Cundinamarca y muy cercano al promedio nacional ($33.500). (FEDEPAPA,
2020). Los costos de producción promedio en Boyacá para el 2018 fueron de $
18,056,626 por Hectárea (FEDEPAPA, 2018).
Fuente:Proyecto “Nucleos progresivos para asistencia técnica en el subsector de la papa”-
Cálculos Sistemas de Información FNFP-Fedepapa.
BIBLIOGRAFÍA
Agronet, 2019. Reporte: Área, rendimiento y producción nacional por cultivo. Extraído de:
https://www.agronet.gov.co/estadistica/Paginas/home.aspx?cod=1
Biarnès, A., Duchenne, T. 1995. El manejo agronómico del cultivo de la papa: un control
difícil. Ins. Res. Dev. https://www.researchgate.net/publication/32972855
Corpoica. 2000. Manejo integrado del cultivo de la papa. Manual técnico. Produmedios,
Bogotá D.C.
Cortéz, M., Hurtado, G. 2002. Guía técnica Cultivo de la Papa. San Salvador: Centro
Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal CENTA.
FAO, 2012. Manual de Buenas Prácticas Agrícolas para el productor hortofrutícola.
Chile. Tomado de: http://www.fao.org/3/as171s/as171s.pdf
FAO, 2021. Manual técnico. Buenas Prácticas agrícolas –BPA- en la producción de tomate
bajo condiciones protegidas. Colombia. Tomado de:
http://www.fao.org/3/a1374s/a1374s02.pdf
Herrera, C. A., Fierro, L. H., Moreno, J. D. (2000). Manejo Integrado del cultivo de Papa
Manual Técnico. Bogotá: Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria
CORPOICA.
Instituto Colombiano Agropecuario, ICA. 2011. Manejo fitosanitario del cultivo de la papa
(Solanum tuberosum subsp. Andina y S. phureja). Medidas para la temporada invernal.
Bogotá D.C. Colombia.
Lizarazo, P. 2020. Cultivos de papas son más productivos en altitudes medias. Agencia de
Noticias, Universidad Nacional de Colombia.
https://agenciadenoticias.unal.edu.co/detalle/article/cultivos-de-papa-son-mas-productivos-
en-altitudes-medias.html
MADR. 2009. Mis buenas prácticas agrícolas, “Guía para agroempresarios”. MADR,
ICA, CCI. Colombia.
Monómeros Colombo Venezolanos. 1980. Manual de abonamiento para el cultivo de la
papa. s.l.: Monomeros Colombo Venezolanos.
Red de BPA. 2015. Buenas prácticas agrícolas, lineamientos base. Argentina. Tomado de:
https://www.casafe.org/pdf/2015/BUENAS-PRACTICAS-
AGRICOLAS/BuenasPracticasAgricolas-LineamientosdeBase.pdf
Rikolto, 2019. Producción de papa con Buenas Prácticas Agrícolas. Guía Técnica No. 4.
Rikolto Latinoamerica, Managua, Nicaragua. Tomado de:
https://assets.rikolto.org/paragraph/attachments/guia_papa_1.pdf
Roman, M., Hurtado, G. 2002. Guía técnica. Cultivo de la papa. Centro Nacional de
Tecnología Agraria y Forestal. San Salvador, El Salvador.
http://www.centa.gob.sv/docs/guias/hortalizas/Guia%20Papa.pdf
Santos, M., Segura, M., Ñustez, C. 2010. Análisis de crecimiento y relación fuente-
demanda de cuatro variedades de papa (Solanum tuberosum L.) en el municipio de
Zipaquirá, Cundinamarca. Rev. Fac. Nac. Agron. Medellín vol.63 no.1. Tomado de:
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0304-
28472010000100004&lang=pt
SIAP. 2018. El aporque: labor cultural para una buena cosecha. Gobierno de México.
Tomado de: https://www.gob.mx/siap/articulos/el-aporque-labor-cultural-para-una-buena-
cosecha?idiom=es
Tinjacá, S., Rodrigues, L.E. 2015. Catálogo de papas nativas de Nariño. Facultad de
Ciencias Agrarias. UNAL.
Zuñiga Chila, S., Morales Espinoza, C., & Estrada Martínez, M. (2017). Cultivo de la papa
y sus condiciones climáticas. Gestión, Ingenio Y Sociedad, 2 (2), 140-152. Recuperado de
http://gis.unicafam.edu.co/index.php/gis/article/view/60