Pacto Eterno Guía Devocional
Pacto Eterno Guía Devocional
Pacto Eterno Guía Devocional
Albi María, Carmen Salleres, Cynthia Zavala, Delsis Zulay Ojeda, Dina Flores,
Érica Cárdenas Cueto, Grethel Elías, Guissete Hurtado, Ileanis Martínez, Jéssica
M. Jiménez Barragán, María Marichal, Natalia Gómez, Rachel Franyutti, Silvana
Elizabeth de Acevedo, Silvia Sánchez, Tatiana Salgado, Yaneth Olivares,.
En nuestro mundo tecnológico sería fácil estudiar la Palabra de Dios solas sin
apoyo ni ánimo de otros, pero no es esa la intención de nuestro ministerio. Dios
nos creó para vivir en comunidad con Él y con las personas a nuestro alrededor.
Nos necesitamos unas a otras y vivimos mejor juntas. A causa de esto,
¿considerarías hacer este estudio con alguien más?
Todas tenemos mujeres en nuestra vida que necesitan amistad, comunión y que
tienen el deseo de sumergirse en la Palabra de Dios en un nivel más profundo. Ten
la seguridad de que estaremos estudiando junto a ti, aprendiendo contigo,
animándote, disfrutando de nuestra relación y sonriendo de oreja a oreja mientras
vemos a Dios unir mujeres – conectando de manera intencional corazones y
mentes para su gloria. Esto nos da la oportunidad no solo de crecer y acercarnos a
Dios a través del estudio, sino de acercarnos también unas a otras.
Pactos de Bendición
Yo establezco Mi pacto con ustedes, y nunca más volverá a ser exterminada toda carne por las
aguas del diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra».
“Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente
que está con vosotros, por siglos perpetuos: Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal
del pacto entre mí y la tierra.”
Así que, cuando esto pasó y pudieron salir del arca y volver a pisar tierra seca, el
Señor hizo un pacto incondicional con todo ser viviente. Jamás volvería a destruir
a los seres vivos con aguas de diluvio y la señal escogida por Dios para recordar
este pacto fue el arcoíris. Es una hermosa señal que hasta hoy en día podemos
observar en el cielo luego de una lluvia intensa. Una belleza que me recuerda que
el Señor es fiel en cumplir Sus promesas y me dice que después de una gran
tormenta hay esperanza.
Hoy estamos viviendo en un mundo destrozado y asolado por mucha maldad. Me
atrevo a decir que mucho más que en los días de Noé. Tanta maldad que hasta el
hombre ha usado esta señal de esperanza del arcoíris y ha torcido su significado
para justificar sus actos pecaminosos. Pero, gracias a la multiforme gracia y
misericordia de Dios, tenemos una promesa más grande en Cristo, quien vino a
vivir una vida santa y sellar con Su sangre derramada en la cruz el pacto más
sagrado y bendito de todos, el pacto de redención.
Gracias, Padre, por tu fidelidad, has demostrado una y mil veces que Tu palabra es
fiel y tienes cuidado de Tu creación. Gracias porque eres un Dios de pactos, que
cumples Tus promesas y no nos dejas desamparadas. Gracias por Cristo, nuestra
gran y bendita esperanza de redención.
Natalia Gómez
MIÉRCOLES – La Promesa a los Descendientes
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La vida de Abram, (llamado luego Abraham por el mismo Dios, Gen. 17:5), es una
historia hermosa llena de altibajos como suele sucedernos a nosotras. Abraham
llegó a ser importante por el solo hecho de ser escogido por Dios.
Recordemos que Abram salió de su tierra y llevó con él a su sobrino Lot, quien se
fue a vivir a Sodoma y allí fue secuestrado. Abram supo y de inmediato salió a su
rescate, persiguiendo y venciendo a los que se lo habían llevado.
Después de esto, Dios le habla a Abram en una visión y le dice “No temas”; quizás
Abram tenía temor de una venganza por parte de los reyes que había derrotado.
Pero Dios aquí le promete dos cosas: 1 Que lo defendería (“Yo soy tu escudo”),
2 Que lo recompensaría grandemente (tu galardón será sobremanera grande).
Así mismo nosotras, debemos confiar plenamente en el Señor Jesucristo, solo por
la fe en Él, Dios nos declara justas. Nuestras obras no nos salvan. Las buenas
obras vienen como consecuencia de nuestra fe en Jesús.
Dios espera que creamos en Él como Abram lo hizo. Aunque no hemos visto en
persona a Jesucristo, debemos creer en Él para ser salvos. Dios salvó a Abram por
medio de su fe, Dios ha bendecido al mundo a través de Abraham.
Estos versículos nos hacen ver que este mundo NO es nuestro hogar, NO
pertenecemos aquí; es algo que ya sabemos, pero lamentablemente se nos olvida;
nos establecemos y empezamos a echar raíces como si esta tierra fuera el paraíso
celestial, nos encantan las bendiciones terrenales de Dios, pero la Biblia nos desafía
a centrarnos en las cosas de arriba. Creo que la mayoría de las personas llevamos
una vida apresurada y saturada, cada día queremos alcanzar metas, cada día
necesitamos más cosas, desde que nacemos nuestros padres quieren prepararnos
para un futuro prometedor, pero lo más importante es prepararse para el encuentro
con el Altísimo
Debemos tener presente que somos extranjeras y peregrinas en este mundo, es
decir, no podemos servir a dos amos, si nos gustan las cosas del mundo, estas nos
alejarán y nos desenfocarán del objetivo principal, la vida eterna en Cristo, a veces
creemos que podemos manejar ambas cosas, pero solo nos estamos engañando.
No se trata de ser radicales y pasar por esta vida con los ojos cerrados o con un
corazón insensible, convirtiéndonos en mujeres religiosas, tenemos en nuestras
manos la Palabra de Dios, en la que encontraremos ayuda para vivir sabiamente
sobre la tierra y prepararnos para el encuentro con el Padre.
Aprendamos del ejemplo de Abraham, que paso por la tierra sin hacer de ella su
hogar, sin enamorarse de sus bondades, el no echó raíces, no buscó la comodidad
y riquezas, mucho menos desarrolló un sentido de pertenencia a las cosas de esta
tierra, él esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor
es Dios.
Cada una de nosotras fuimos llamadas para ser luz en medio de la oscuridad, para
compartir las buenas nuevas del Evangelio, para decirles a las personas que Cristo
los ama y quiere darles vida eterna.
Abraham sabía que tenía que esperar con paciencia la promesa de Dios, algunas
veces se desesperó y cometió errores, pero no busco ayuda en personas extrañas o
en cosas, fue con Dios y le expuso su necesidad, ser pacientes y obedientes no se
consigue de la noche a la mañana, es un hábito que hay que practicar
permanentemente.
Padre, gracias por esta revelación, Su Palabra es espada que viene a nuestras vidas
para penetrar en lo profundo de nuestros pensamientos, ayúdenos a depender de
usted, en medio de esta sociedad confusa y turbada, dirija nuestros pasos por el
camino correcto. Amén.
Bendiciones de lo alto
Albi María Tadeo López
VIERNES – La Bendición de Cristo
LECTURA: Génesis 22:15-18 Efesios 1: 3-14
DEVOCIONAL: Efesios 1:11-12
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En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que
hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su
gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.
La Biblia nos revela a un Dios que obra de maneras sorprendentes. Vemos esto
desde el principio de la historia de Abraham. Siendo escogido y sacado de una
tierra insignificante, con una esposa estéril, y le hace promesas asombrosas. Sin
duda Abraham no llegó a comprender todo, pero obedeció. Estas promesas que
bendicen a todas las familias de la tierra no se cumplieron plenamente sino hasta
la llegada del Mesías.
Como afirma el apóstol Pablo en este primer capítulo, en el verso 3: “Bendito sea
el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo.”
Entonces al profundizar en el versículo11, tenemos una hermosa verdad. Él nos
da una herencia, es decir, somos recompensadas por algo que no hemos hecho. Es
el plan y el propósito de Dios que tú y yo tengamos una parte en la herencia de
Cristo. En la epístola a los Romanos capítulo 8, versículo 17, Pablo declara: “Y si
hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que
padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.”
Estas son verdades tremendas por parte de Dios. No podemos llegar a
comprenderlas ni asimilarlas en su magnitud. Se nos eleva del lugar en donde
estamos sentadas hasta el mismo cielo. Todas las cosas son nuestras por Él ¡Cristo
es nuestra bendición!
Dios ha predestinado todo esto. Él lo ha determinado. Esta es una provisión llena
de gracia.
Recordemos que Dios nunca predestinó a una persona para que se perdiera. Él lo
ha decidido allí en la eternidad.
Es algo que no merecemos, esto sólo proviene de su Gracia y no de nuestros
propios méritos.
Ésta es la voluntad de Dios, y constituye la única base en la cual todo se hace
realidad.
Así que, recapitulando, estas son las tres obras maravillosas que Cristo ha hecho
por ti, por mí y nos bendicen grandemente:
Que Cristo nos redimió con Su Sangre.
Nos ha revelado el misterio de Su Voluntad.
Nos recompensa con una herencia.
Somos elegidas para alabanza de Su Gloria.
Gracias, Padre eterno, Dios de Pacto eterno cumplido en la persona y obra de
Jesucristo. Gracias porque tus designios serán llevados a cabo. Gracias porque Tú
cumplirás tus propósitos en nuestras vidas. Oramos por los méritos de Cristo
Jesús. Amén
Silvana Elizabeth
Semana 2
El haber estudiado Hebreos antes de este estudio, nos permite hoy leer y entender
un poco más cómo solamente Jesús, vino a cumplir todos los requisitos de la ley.
Cuanto se requería y demandaba del hombre a través de aquella ley entregada por
mano de Moisés, no pudo cumplirse, no hubo uno solo capaz de satisfacer todo
lo requerido.
“Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.” - Marcos
10:18
Desde que vine a Jesús he escuchado muchas prédicas tratando de aclarar si Él
anuló la ley, si seguimos bajo ella puesto que seguimos los mandamientos, en fin,
hay tantas opiniones y formas de explicarlo, no pretendo hacerlo también.
Solamente iré a lo que la palabra me hace entender. Jesús vino a darle el verdadero
sentido a todos esos mandatos. Vino a ampliar esas reglas aparentemente frías y
rígidas, poniéndolas en perspectiva, aclarando los conceptos. Por ejemplo, y
parafraseo un poco, vemos en Mateo 5:21-22: “Oíste que fue dicho no matarás …más
yo les digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio…”
Otro más, Mateo 5:27-28: “Oíste que fue dicho no cometerás adulterio. Pero yo os digo que
cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en el corazón.”
Jesús no estaba echando por tierra mandamiento alguno, a lo largo del capítulo
cinco Él está ampliando el significado de cuanto fue dicho en el pasado. Está
llevando todo de solamente lo exterior, a lo interior. Ahí es donde Dios quería que
se le obedeciera, que se le amara, que se le honrara. Ese es el lugar donde dijo que
escribiría Su ley, en nuestros corazones. Jesús entonces no vino a cumplir rituales
o fórmulas hechas por el hombre sobre lo establecido por Dios. Él no vino a
agradar a los hombres, Él vino verdaderamente a hacer lo que estaba, no escrito
solamente en aquellas piedras, sino en el mismo corazón del Padre. Jesús hizo lo
establecido en lo exterior sí, pero guardó su corazón, su vida entera para honrar lo
que sabía agradaría y honraría al que lo envió, y eso mismo fue lo que enseñó…
“…porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus
ojos, pero Jehová mira el corazón.” - 1 Samuel 16:7b
El concepto del Día de reposo surgió en el AT, fue en sábado, instituido luego de
un proyecto creativo que el Señor mismo encomendó a los israelitas para construir
el tabernáculo y todo lo que era necesario para su uso (Ex. 31.7-11).
Les explicó que era un día apartado, un día santo, dedicado al Señor.
Tenían seis días en la semana para hacer su trabajo habitual, pero el séptimo día
sería un día de descanso absoluto.
“Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y
la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.” - Ex 31.17
Quien quebrantare esta disposición, moriría (vs. 14,15).
Así que el sábado fue para descanso y beneficio del cuerpo, al tiempo que tomaran
esta jornada para una obra santa que ayudara a tener una comunión más íntima
con el Señor. Posteriormente, surgieron una serie de “ridículas interpretaciones de
rabinos estrictos” y cargas insoportables sobre las actividades permitidas ese día,
según explica el comentarista Mathew Henry.
Con el paso del tiempo, viene la dispensación de la gracia. “Porque vosotros, hermanos,
a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino
servíos por amor los unos a los otros” - Gál. 5.13
Ahora no seremos juzgados por la ley, sino que seguimos los mandamientos por
amor al Salvador.
En el NT la iglesia primitiva lo empezó a guardar el domingo porque fue el día de
la resurrección, querían recordar el evento que simboliza nuestra esperanza en la
vida eterna.
En el evangelio de Marcos en el que meditamos, los fariseos cuestionan porque los
discípulos comen en día de reposo, pero ahí y en los siguientes versículos les
contesta que están sirviendo a Dios y están satisfaciendo su necesidad física, y
señala que Dios sigue obrando aunque sea Día de reposo.
El domingo es un día para iniciar la semana diferente, concentrados en asuntos
espirituales. Por ejemplo, los ministros y servidores de Dios trabajan en domingo
cuando nos congregamos, podemos hacer el bien al prójimo, honramos al Señor
con nuestro vestir diferente para ir a alabarlo. Hay mujeres que no cocinan ese día,
las tareas escolares se concluyen antes.
Puede haber varias interpretaciones de cómo llevarlo.
“Del mismo modo, algunos piensan que un día es más sagrado que otro, mientras que otros creen
que todos los días son iguales. Cada uno debería estar plenamente convencido de que el día que
elija es aceptable.” - Rom 14.5
Ayúdanos Señor a honrarte de la mejor manera, en la que Tú has señalado, con
limpia conciencia, que nos lleve a acercarnos más a Ti. En el nombre de Jesús,
amén.
Dios ayudó a David para que lograra la paz con sus enemigos, y pudiera vivir
tranquilo en su palacio. Pero David estaba afligido ante la comodidad que él tenía
mientras el arca del pacto estaba en una carpa, y le manifestó al profeta Natán que
sería más apropiado construir un templo que reemplazara el tabernáculo.
Recordemos que cuando Israel estuvo en el desierto por más de 40 años fue Dios
quien ordenó a Moisés construir un tabernáculo de reunión de acuerdo a un patrón
específico.
“Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. Conforme a todo lo que yo te
muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis” - Éxodo
25:8-9
Vemos que Dios no tenía en sus planes un edificio permanente para reemplazar el
tabernáculo, pero David quería hacerlo para Dios.
Quizás David pensó que en el tiempo del desierto estaba bien el tabernáculo,
porque tenían que moverse constantemente; pero ahora estaban en Jerusalén,
“Metieron, pues, el arca de Jehová, y la pusieron en su lugar en medio de una tienda que David
le había levantado” - 2 Samuel 6:17a. Por eso, David creyó conveniente y más
apropiado construir un templo para el tabernáculo.
La respuesta de Natán pudo ser apresurada, le dijo que vaya y lo haga, porque
Jehová estaba con él. La intención parecía buena y razonable.
Esa misma noche Dios respondió a través del profeta, ¿Tú me has de edificar casa en
que yo more? David quería hacer más de lo que Dios pedía, y eso muchas veces es lo
que queremos hacer. La intención es buena, pero nosotros no podemos vivir por
intenciones sin antes confirmar la voluntad de Dios.
Dios conoce los corazones, y a pesar de negar que David le edificara un templo, le
promete un legado perdurable “la casa de David (dinastía) duraría y sería más
gloriosa que el templo que él quería construir” de esta manera Dios honró a David.
Su hijo Salomón fue quien lo construyó, y así vemos cumplido “yo afirmaré para
siempre el trono de su reino”.
La familia de David reinó sobre Israel por mucho tiempo, pero lo más importante
esta en este pasaje en Isaías 11:1-2
“Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el
Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de concejo y de poder, espíritu
de conocimiento y de temor de Jehová”
Esta es la rama que reinará para siempre. ¡¡La promesa de Dios de una casa para
David es cumplida en su totalidad en nuestro Señor Jesucristo!!
Hoy amadas hermanas, dice Su Palabra que somos templo del Espíritu Santo y la
Iglesia es la nueva casa de Dios, por ello debemos honrarlo, permitir que Él sea el
Señor de nuestra vida y dejemos que la abundante gracia de Dios llene nuestro
corazón.
Lo más maravilloso al ver la respuesta a esta petición fue que del linaje de David
viene nuestro Salvador “Jesús”, el Hijo de Dios. Por el cual hoy en día tú y yo
somos salvas e hijas de Dios.
Nosotras como mujeres debemos ser valientes, esforzadas y depositar toda nuestra
confianza en Dios cada día, tanto en momentos buenos como en momentos no
tan buenos, debemos aprender a depender de Él.
¿Cuál es la petición que hay en nuestro corazón en este día? Seamos valientes y
pidámosle a Dios conforme a Su voluntad, porque sabemos que es un Dios fiel y
Soberano que no pierde el control de nada, sino que todo lo sostiene con Su
Palabra. Debemos trabajar en instruir a nuestros hijos en los caminos del Señor,
en orar por ellos y darles un ejemplo fiel de servicio y humildad.
Oración
Padre que grandioso y maravilloso es. Gracias porque es un Dios que cumple Sus
promesas y que cuando pedimos algo conforme a Su voluntad nos oye y trae Su
respuesta a Su tiempo.
Gracias por la vida de Su Hijo Jesús porque por medio de Él podemos acercarnos
confiadamente delante de usted.
Padre le pido que bendiga a mi familia y que cada día permanezcamos en Su
voluntad. Padre bendiga a mi descendencia para que sean personas que marquen
la diferencia para Su Gloria.
En el nombre de Jesús, amén.
Un Pacto Mejor
Lunes – La Debilidad de la Ley
LECTURA: Romanos 7:6, Romanos 8:1-4
DEVOCIONAL: Romanos 8:3-4
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“Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su
Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para
que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu. “
“Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré
mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por
pueblo. “
Qué Dios tan grande que tiene la iniciativa de hacer un pacto, que se define como
un acuerdo, un compromiso donde los involucrados respetan lo estipulado y se fija
la fidelidad en los términos acordados.
Dios hace todo nuevo y ésta no es la excepción, cuenta mucho lo que pide dentro
del pacto y estos sencillos aspectos:
1) Aprender de memoria sus mandamientos
2) Que sean parte de nuestro camino de vida
En esta iniciativa vemos el amor de Dios, la relación personal y el perdón total de
los pecados.
El Pacto anterior fue inválido por las faltas del pueblo, en este nuevo acuerdo lo
selló con la sangre de Su Hijo Jesús.
El nuevo pacto deja inválidas las ordenanzas y los sacrificios, ya que el propósito
de esa ley era mostrar la pecaminosidad y la necesidad de salvación través de Jesús.
Si vemos Dios hace la promesa varias veces dentro de este capítulo.
En Números 23:19 dice que Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre
para arrepentirse.
En 1ra de Samuel 15:29 dice que Él no es hombre para que cambie de propósito
Es por eso que este pacto debe tocar el interior, la mente y el corazón a través del
Espíritu Santo.
De esta manera cuando la mente asimile la verdad de Dios, los sentimientos
florecen, la voluntad es persuadida y se produce la obediencia que nos lleva a
conocer la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (Rom 12:1-2).
Este nuevo compromiso fue sellado con la sangre de Cristo, un pacto de Gracia,
que nos debe llevar a vivir una nueva vida de valores y principios (2 Co.5:17).
Como portadoras del evangelio necesitamos volver al primer amor, al Señorío de
Cristo.
Hoy adoremos a nuestro Padre y demos gracias infinitas por esta dádiva, pues no
quiero ni imaginar las personas que vivían con el pacto anterior, hoy por hoy somos
realmente bendecidas, y oremos porque aun en muchos lugares del mundo no se
permite la libertad de entrar al trono de gracia, mujeres son marginadas y lo que es
peor no les permiten leer la Palabra de Dios.
Nos encanta recibir buenas noticias y regalos, sin duda esta temporada de adviento
se asocia con ello, por lo que los versículos de hoy son la declaración de un gran
regalo que Dios nos ha dado.
El apóstol Pablo hace mención a que somos partícipes de un nuevo pacto, es
bueno tener claro que un pacto establece un compromiso y al hablar de un mejor
pacto es indicativo de la existencia de un pacto anterior.
El primer pacto en el Antiguo Testamento se refiere al que Dios hizo con Israel
a través de Moisés. Mientras que siglos después hizo uno nuevo con la humanidad
mediante Jesucristo.
La idea de un nuevo pacto fue profetizado en el Antiguo Testamento. Jeremías
31:31 dice: ¨Vienen días, declara el Señor, en que haré con la casa de Israel y con
la casa de Judá un nuevo pacto¨.
Èste representa los términos por los cuales podemos tener una relación con Dios
centrada en Jesús y Su obra redentora por nosotros. Él será siempre ese regalo,
porque Su sacrificio en la cruz y creer en Él nos da vida eterna a través del Espíritu
Santo.
Tendemos a olvidar por quién es posible la salvación, a veces consideramos alguno
que otro mérito propio o capacidades personales para hacerlo. Sin embargo, Pablo
no se consideró competente para la gran obra de cambiar vidas para Jesús.
El apóstol utilizó la palabra Pacto en esta carta a los Corintios, enfatizando la
soberanía de Dios para resaltar que no se trata de algo negociable, sino Su divina
voluntad.
Cuando algo se renueva lo que viene siempre será mejor, estos versículos muestran
la superioridad del nuevo pacto por encima del antiguo.
No es posible tratar de ser salvos guardando las leyes, ya que solamente al creer
en Jesucristo podemos recibir la vida eterna a través del Espíritu Santo.
Lo que la ley hace es tomar conciencia de nuestro pecado, pero no podemos
quedarnos ahí, porque de lo contrario, nos espera la muerte y condenación. La
promesa de Dios a través de Su Hijo en este nuevo pacto, viene del Espíritu Santo
que da vida a quienes creemos en Cristo.
Amado Padre, reconocemos que solamente Jesucristo ha sido capaz de hacer
esta obra tan grande y hoy te agradecemos por darnos el mejor regalo.
“Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión
de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia
eterna.”
En nuestro estudio anterior estuvimos aprendiendo que el antiguo pacto que Dios
había establecido con su pueblo requería de una fiel obediencia a la ley mosaica.
Los profetas Jeremías , Ezequiel y el líder Moisés predijeron que un día Dios iba a
restaurar estos pactos con un nuevo pacto, a pesar del fracaso de Israel (Dt 29:22-
28, Jer 31.31-34).
El nuevo pacto es la promesa que Dios le hace a la humanidad de perdonar el
pecado y restablecer la comunión con los que vuelven a Él.
Observamos a través de su palabra tres aspectos:
Primero, el nuevo pacto tiene un mediador, es imposible salvarnos a nosotros
mismos de nuestro pecado, ninguna de nuestras buenas obras son suficientes para
mediar entre nosotros y Dios, la única esperanza es Jesús (1 Tim 2:15).
En la cruz Jesús pagó nuestro pecado, nos declaró justos, Su mediación es la única
forma de salvación.
Segundo, el nuevo pacto tiene un propósito, cuando tomamos la cena del Señor lo
hacemos en memoria de lo que hizo por nosotros, al comer el pan, recordamos
como su cuerpo fue quebrantado, golpeado, atravesado para nuestra redención. Al
beber la copa, debemos recordar que Su sangre, Su vida fue derramada en el
Calvario por nosotros para perdón de pecados, por muchos, no solamente por los
apóstoles.
Tercero, el nuevo pacto tiene una promesa, participamos en la herencia de Cristo
y disfrutemos de una continua y permanente relación con Dios, porque su
redención nos ha reconciliado con Dios, ahora podemos sentarnos a tener una
cena con Jesús y disfrutar de su compañía eternamente.
Jesús es el único que cumplió humildemente la ley a favor nuestro, a través de su
sacrificio en la cruz.
Por el nuevo pacto hoy pertenecemos al pueblo de Dios, por medio de Cristo,
como herederos (Ef 2:11-12).
Amada, rindamos nuestro corazón en verdadera adoración a Dios, por Su gracia
Salvadora.
Si estamos en aflicción y angustia recordemos la promesa de una herencia eterna.
Participemos de la Cena del Señor, evocando el gran sacrificio de nuestro Señor
Jesucristo, por quien tenemos este nuevo pacto.
Padre, gracias por este mensaje de esperanza, por haberme escogido para tener una
relación personal contigo y ser parte de Tu pueblo, permíteme servirte fielmente.
Creciendo en Su Palabra,
Erica Cárdenas
Viernes – Unidad en el Nuevo Pacto
Lectura: Lucas 22:14-20 - 1 Co 11:23-34
DEVOCIONAL: 1 Co 11:25-26
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“Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto
en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las
veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él
venga.”
Un corazón transformado,
Dina Flores.
Semana 4
Promesas Cumplidas
Lunes – El Anuncio del Mensajero de Dios
LECTURA: Lucas 1:1-25
DEVOCIONAL: Lucas 1:25
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“Así ha obrado el Señor conmigo en los días en que se dignó mirarme para quitar mi afrenta
entre los hombres”
Gracia y paz,
Ileanis Martínez
Martes– El Anuncio del Mesías
¿Cómo?
El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del altísimo te cubrirá con su sombra;
por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Lucas 1:35
¡Imposible!
Porque no hay nada imposible para Dios. Lucas 1:37
¡Te creo y te obedeceré!
He aquí la sierva del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra. Lucas 1:38
El pueblo de Dios contemporáneo a María, la madre de Jesús, podía pensar que ya
eran muchos años esperando al salvador. Ya estaban cansados por que luego de
volver del exilio, fueron oprimidos por Roma y una vez más estaban pasando
tiempos difíciles. Como en Egipto, como en el desierto, como en Babilonia.
Existía la promesa, los recuerdos de un Dios poderoso en gran manera, y de todas
formas había amor de ellos hacia Él; sin embargo, su sufrimiento era casi constante.
La soberanía de Dios y la historia relatada en este pasaje me dejan ver como Su
fidelidad y Su propósito no tiene límites.
Las palabras pronunciadas por el profeta Isaías, ahí y en ese momento, se estaban
haciendo realidad (Isaías 7:14).
Somos Su creación, Sus hijas amadas, las niñas de Sus ojos; y aunque hemos
pecado, Dios ha ideado un plan, donde Él mismo paga el precio de lo pasado y lo
por venir, con tal de volvernos a tener cara a cara en Su presencia.
Por la mente de María, en ese momento, debió pasar algo que le alertara, aunque
fuera un poco, sobre todo lo que ella debía entregar de sí misma para el bien de la
humanidad; pero era Dios quien la quería usar.
Ha comenzado, los primeros pasos del plan de Dios se están gestando, solo ella lo
sabía. Hoy tú y yo lo sabemos y podemos sentirnos gozosas de comprender lo
importantes que somos para Dios; así mismo podemos sentirnos amadas con el
amor más grande, Dios hecho hombre. Dios viniendo a poner Su cuerpo por
nuestras faltas, enfermedades, maldiciones, prisiones… por todo y por todos.
Gracias Padre Dios por Tu gracia y misericordia. Oro porque nuestra humanidad,
como María, se pueda rendir y doblar sus rodillas ante nuestro Señor y Salvador.
Siguiendo a Jesús,
Tatiana
Miércoles – María y Elisabet
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En relación con Elisabeth, las Escrituras nos dice poco, pero significativo e
importante. Fue una mujer de fe y confianza en Dios, que tuvo que lidiar junto con
su esposo, con años de desilusión y oraciones sin respuesta. No obstante, ellos se
mantuvieron fieles al Señor, le creyeron y le agradaron con su vida. Ella cantó la
primera canción del Nuevo Testamento. Una mujer notable, su fe la llevó a creer
el anuncio del nacimiento de su hijo, mientras su esposo no la tuyo y quedó mudo
por su incredulidad.
Continuamos con el relato escuchando las palabras de María, ahora ella es la que
eleva un cántico de alabanza a Dios. Esto se conoce como el Magníficat. Esta
canción nos enseña varias cosas importantes.
María alabó a Dios por el favor especialmente manifestado hacia ella y pudo verse
como parte del remanente piadoso. Vio su condición humilde y principalmente
nos dijo que necesitaba un Salvador y que se alegraba en Él. Estaba plenamente
dichosa por el incomparable privilegio de ser la madre del Hijo de Dios. Era una
persona maravillosa y no fue accidental que hubiese sido elegida por Dios para ser
el instrumento para la llegada de Jesucristo al mundo. Realmente tenía motivos
para sentirse bienaventurada y así la reconocemos y recordamos.
Desde luego, en muchos aspectos, María era única y singular. Pero en otros, el
favor del que ella hablaba se nos puede aplicar a ti y a mí. Somos bendecidas por
el Salvador (vers.47). Y podemos encontrar nuestro gozo en Jesús de manera
completa. Como dice David en el salmo16, versículo11: “Me mostrarás la senda
de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.”
Silvana Elizabeth
Jueves – El Nacimiento de Juan
LECTURA: Lucas 1:57-80
DEVOCIONAL: Lucas 1:68, 72-73
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“Bendito el Señor Dios de Israel, Que ha visitado y redimido a su pueblo, para hacer
misericordia con nuestros padres, Y acordarse de su santo pacto;
del juramento que hizo a Abraham nuestro padre, que nos había de conceder”.
Elisabeth y Zacarías eran una pareja de edad avanzada, ellos tenían un testimonio
intachable ante los ojos de Dios y de las demás personas porque se les conocía
como personas justas y obedientes a los mandamientos de Dios. Ellos fueron la
pareja que Dios eligió para romper el silencio entre Su pueblo y Él, dándoles el
privilegio de tener un hijo, el cual iba a tener un hermoso propósito. Él iba a
prepararle el camino a Jesús, para que el Pueblo de Israel se volviera a Dios. Juan
iba a ser el vocero de Dios ante el Pueblo.
Dios cumple Sus promesas, pero es a Su tiempo y no al nuestro, ni a nuestra forma
sino a la Suya. Tal vez para Elisabeth y Zacarías no se cumplió cuando eran jóvenes,
pero la respuesta a esa oración que hicieron llegó años más tarde y fue de gran
gozo no sólo para ellos sino para todo el pueblo.
La forma como Dios hace las cosas muchas veces nos deja sorprendidas porque
Él no se rige bajo nuestros estándares sino todo lo contrario. Él es un Dios
creativo, bueno y tan fiel que hace las cosas de tal forma que siempre termina
sorprendiéndonos. En ocasiones no entendemos Su forma de actuar, pero es
cuando una debe confiar en Él y aprender a esperar que a Su tiempo venga la
respuesta a la necesidad que le hayamos puesto delante de Él.
Porque como dice en 1 Juan 5:14 “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos
alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye”.
Mi amada hermana, desde el momento que le hemos dicho a Dios nuestra petición,
tengamos la certeza que Él ya nos oyó y que a Su tiempo perfecto Él traerá
respuesta. Mientras tanto, sigamos orando, creyendo y confiando en Él, porque es
un Dios que cumple Sus promesas.
Oración
Mi Padre, muchas gracias por Su Palabra que alienta mi vida para que siga
confiando y creyendo que Usted hará grandes cosas en mi vida y familia. Gracias,
mi amado Padre por confirmar la fe y que así como obró en la vida de Elisabeth,
al mismo tiempo obró en Su Pueblo para que ellos se volvieran a usted por medio
Juan predicando y preparándole el camino a Su Hijo Jesús, quien iba a venir a la
tierra para Salvarnos y ser mediador entre Usted y nosotras. Ayúdenos a saber
esperar en Usted y que nuestra fe siga creciendo cada día más. En el nombre de
Jesús, amén.
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“ Pero el ángel les dijo: «No teman, porque les traigo buenas nuevas de gran gozo que serán
para todo el pueblo; porque les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es
Cristo el Señor.»
Hay algunas formas bastante creativas en las que la gente anuncia el nacimiento de
sus bebés, pero nada supera el anuncio del nacimiento de Jesús. Un ángel se
apareció a unos pastores para anunciarles que la Salvación había nacido. ¡El Hijo
de Dios está aquí!
Oración
Señor, la temporada navideña puede ser una época hermosa y emocionante para
nosotras, así como una época difícil y triste. Ayúdanos a tener la perspectiva
correcta enfocándonos en por qué celebramos la Navidad en primer lugar. Es una
celebración de todas las promesas que has hecho y guardado al preparar al mundo
para la venida del Mesías. Danos esperanza ahora, mientras esperamos que Jesús
regrese. Ven pronto. Sí, ven, Señor Jesús. Amén.
aría alabó a Dios por el favor especialmente manifestado hacia ella y pudo verse