Críticas Revolucionarias A La Concepción Heredada
Críticas Revolucionarias A La Concepción Heredada
Críticas Revolucionarias A La Concepción Heredada
Paradigmas
Aunque se ha discutido mucho sobre cómo Kuhn entiende este concepto y un
paradigma es algo así como el conjunto de presupuestos teóricos explícitos e
implícitos y de técnicas de investigación y metodologías que adopta una
comunidad científica en un momento dado. La mecánica de Newton o el
darwinismo son ejemplos de paradigmas. Ahora bien, en el proceso de asimilación
al paradigma de los nuevos fenómenos que se van encontrando surgen
dificultades. Esas dificultades aparecen al principio como anomalías que se
subsanan mediante inocentes trucos metodológicos como los que mencionamos
en el capítulo anterior: formación de hipótesis auxiliares, explicaciones ad hoc,
suposición de que lo que fallan son los métodos las técnicas de medición, el
diseño experimental. etc. Podríamos decir que en esta fase se incumplen los
criterios metodológicos más exigentes del empirismo lógico. Ningún paradigma es
mejor que otro, porque cada uno contiene sus propios criterios acerca de lo que es
epistémicamente mejor o peor. Es obvio que esta perspectiva pone en bandeja
sus argumentos al relativista, si bien el propio Kuhn siempre se mostró reacio a
admitir las interpretaciones relativistas de su obra.
La escuela de Edimburgo
Se conoce corno sociología interna de la ciencia aquella que se ocupa no ya de
las condiciones institucionales de la ciencia, sino de los valores culturales propios
de la sociedad donde se hace la ciencia y de cómo afectan a esta última a través
del trabajo de los científicos, La sociología del conocimiento de la Escuela de
Edimburgo, establecida a mediados de los años setenta del pasado siglo, es con
toda probabilidad la representante actual más importante de la sociología interna.
No hay distinción posible entre contexto de descubrimiento y contexto de
justificación, pues la elección de unas u otras teorías carece de justificación
racional y se debe a factores sociales o psicosociales.
No quiere ser una sociología débil o externa, sino una sociología de cuyo análisis
ninguna dimensión de la ciencia se libre.
Psicología e interés
A menudo se ha incluido a la Escuela de Edimburgo dentro de lo que se denomina
el giro naturalista de la epistemología del último tercio del siglo xx. La palabra
naturalista indica que las perspectivas epistemológicas a las que hace referencia
esa expresión buscan causas naturales o empíricas para la construcción de
teorías científicas, en lugar de buscar justificaciones lógicas al estilo de la
concepción heredada. Se trataría de estudiar empíricamente el conocimiento
humano acudiendo a categorías de ciencias como la psicología, la biología o la
sociología, según planteara el filósofo de la ciencia pragmatista Quine en los años
sesenta del siglo pasado. Pese a todo, las tendencias en las que resuena como
mar de fondo el rumor de una psicología irracionalista han sido quizá las más
visibles La Escuela de Edimburgo sigue esa tendencia, y también Bruno Latour lo
hace, aunque en este último caso, más que hablar de una psicología irracionalista,
hablaríamos de una negación de toda psicología. Latour ha defendido
expresamente que la distinción entre sujetos y objetos carece ya de sentido. El
programa de una psicología científica sería deducimos de ello el programa de
investigación sobre algo que no existe: el sujeto. Para Latour la psicología querría
remitir al sujeto lo que no puede ser sino objetivo, esto es, dependiente de la
dinámica misma de las cosas del mundo, entretejidas en la red de actores. Otras
tendencias, sin embargo, más ligadas a posiciones posmodernas y relativistas
radicales, son escépticas respecto a la posibilidad misma de una teoría del sujeto,
ya que éste ni siquiera existe, pues no es más que una construcción social que se
resuelve en influencias políticas, biológicas, morales, discursivas y prácticas de
muy diversa índole. Autores como Michael Foucault, Nikolas Rose o Kenneth J.
Gergen podrían servir corno ejemplos de estas tendencias que niegan la
posibilidad de un programa científico fuerte para la psicología al negar que ésta
pueda ser siquiera una disciplina diferenciada
Por otro lado, los enfoques socioculturales quizá sean hoy los principales
opositores a la psicología cognitiva , y ello nos da pie para advertir en el origen de
esta última un movimiento que no debemos dejar de mencionar, y que se refiere al
uso que se hizo de la filosofía de la ciencia kuhniana como legitimación de la
psicología cognitiva frente al conductismo.
Conclusión
Psicología científica y psicología profesional
Imaginemos el caso de un futuro psicólogo convencí o de que los problemas
epistemológicos son un engorro innecesario y lo importante es ponerse a trabajar
como un profesional más, ingresando cuanto antes en el gremio. Es una formación
que les permite cono. ser las bases conceptuales de la psicología y manejar unas
herramientas de intervención en la sociedad que, aunque posean una historia
precientífica propia que en última instancia la psicología tampoco puede ser
axiológica o políticamente neutral. Si toda disciplina científica, como hemos visto,
es un producto social y al mismo tiempo contribuye a dar forma a la sociedad de la
que surge, este principio se cumple en la psicología con creces. Aunque quizá se
pudieran clasificar en algunas de esas categorías, hoy añadiríamos situaciones
como las catástrofes, los atentados o las emergencias humanitarias, el bullying, la
violencia escolar, el mobbing o acoso laboral, el acoso moral, el acoso
inmobiliario, la violencia de género, la inmigración, la seguridad vial. Es difícil
encontrar un ámbito de la actividad humana donde la psicología no ofrezca sus
servicios.