Lo Stato - Primo Compito
Lo Stato - Primo Compito
Lo Stato - Primo Compito
Matricula: 722451
Facultad: Utroque Iure
Materia: Institución de derecho público Comparado
Fecha: 4/05/19
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El Estado contemporáneo: pluralidad en la afirmación de la unicidad y la
reciprocidad
0. Introducción
El presente escrito, tiene la finalidad de esbozar groso modo, dentro del tema del Estado
el Estado contemporáneo como pluralista. Se opta por exponer la pluralidad a través de
dos vías: la primera, apelando a la pluri- subjetividad que convive dentro del Estado; la
segunda, acogiendo la teoría de la subsistencia de una pluralidad de ordenamientos
jurídicos dentro del ordenamiento jurídico estatal contemporáneo.
Lo anterior, permite afirmar que los rasgos característicos se hacen evidentes en el Estado
contemporáneo, para reafirmar la singularidad de los ordenamientos jurídicos que
conviven y, a su vez, encontrar limites en el encuentro con los otros ordenamientos, sin
disminuir el carácter originario de cada uno.
1. El Estado: definición
El Estado es uno de los principales productos del derecho y, por tanto, uno de los temas
más estudiados desde distintas perspectivas e interpretaciones. Teniendo en cuenta dicha
premisa, se hace recurso a dos de las diversas definiciones, para posteriormente sumergir
el discurso en una enunciación que es más cercana al cometido de estas líneas.
Así pues, la primera es una clásica definición de la doctrina italiana que apela al Estado
como ordenamiento jurídico: “Lo Stato é un ordinamento giuridico a fini generali,
esercitante il potere sovrano su un dato territorio, cui sono subordinati in modo necesario
i soggetti ad esso appartenenti”1. De otra parte, es conocida la definición de Estado que
pretende evidenciar una organización del poder político: “che si caratterizza perche
esercita il monopolio della forza legitima su di un territorio su cui vive una popolazione
e che si avvale di propri apparati amministrativi”2.
En consecuencia, son evidentes las características comunes en las dos definiciones (de
dichas características comunes se hará mención en el siguiente numeral, como elementos
fundantes del Estado), pero en el momento son de suma importancia las discrepancias
evidenciadas. De la primera definición, se destaca el énfasis en el Estado como
ordenamiento jurídico (enfoque fundamental de este ensayo), así mismo se destaca su
finalidad general, es decir, su amplitud para resguardar el interés de diversos grupos
humanos, como también de la protección de la diversidad en la unidad. De otro lado, con
1
GROPPI, Tania; SIMONCINI, Andrea. Introduzione allo studio del diritto pubblico e delle sue fonti. Quarta
edición. Torino: Giappichelli editore, 2019., Pág. 15.
2
Id.
1
la lupa puesta sobre el Estado como forma de organización del poder político, la segunda
definición invita a concebir el Estado como estructura de poder que hace uso de la
persuasión mediante herramientas respaldas por la fuerza.
2. Elementos Constitutivos del Estado
El esfuerzo que se intenta plasmar tiene asidero en la fundamentación de la noción
Jurídica del Estado contemporáneo, así como de la pluralidad de los ordenamientos
jurídicos contemporáneos, en otras palabras, la exposición del Estado como ordenamiento
jurídico pero circundado de otros ordenamientos de símil carácter. Para dicho cometido,
es imperativo examinar la noción de Estado desde sus líneas fundamentales, pues desde
las exposiciones más clásicas como la concepción institucionalista, son tres los elementos
que constituyen el ser mismo del Estado.
Los tres elementos constitutivos del Estado son: El territorio, la población y la soberanía.
Ahora, conviene esbozar a grandes rasgos lo que se debe entender por cada una de estas
líneas constitutivas. Por territorio, se entiende un atributo cualificante, el territorio es el
espacio donde se hace eficaz la norma jurídica: “il territorio costituisce la necessaria
porzione di spazio su cui lo Stato estende la propria sovranitá, o meglio su cui essa
proietta i suoi efetti. É l´ambito che consente di misurare l´effettivitá del potere ed entro il
quale avviene la regolazione di quegli interessi che lo Stato ritiene meritevoli di
disciplina”3.
La segunda línea constitutiva es la población. Sobre esta se entiende en su amplitud la voz
de la población y el grupo de personas que pertenecen a un Estado. Y, el tercer elemento
es la soberanía, de la cual se entenderá lo siguiente: “é la sovranitá l´elemento che
caratterizza lo Stato moderno, designando il peculiare modo di essere del potere statale e
distinguendolo da altre, piú antiche, forme di organizzazione del potere politico”4.
Con respecto a la anterior definición, Groppi y Simoncini puntualizan la distinción
externa y la interna, para refirirse al ordenamiento jurídico del Estado. Por ordenamientos
jurídicos externos al Estado se entiende, ordenamientos jurídicos extraestatales, esto es
los otros Estados, los ordenamientos internacionales como es el caso de la unión europea;
por otro lado, se entiende como ordenamientos jurídicos internos aquello referente a lo
local a lo que está dentro de cada uno de los Estado concretos y singulares. A modo de
ejemplo, se tienen las provincias y las ciudades metropolitanas.
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, soberanía externa apela a la originalidad y
la independencia, porque es soberano un ordenamiento jurídico cuando no depende su
existencia de otro sistema. Por el contrario, la soberanía interna apela a la idea de
supremacía: “é la capacitá di porre comandi giuridici vincolanti nei confronti di tutti i
soggetti dellórdinemento”5. En algunos autores esta última característica- la tercera-
(soberanía) es llamada gobierno y designa el conjunto de las instituciones que forman el
Estado y le permiten el querer y el actuar. Se comprende así la figura de gobierno, por
necesidad, autoritario porque debe dirigir en modo coercitivo las singularidades y los
colectivos.
3
ROLLA, Giancarlo. Istituzioni di diritto pubblico. Milano: Giuffré editores, 2015., Pág. 26.
4
GROPPI, Tania; SIMONCINI, Andrea. Introduzione allo studio del diritto pubblico e delle sue fonti . Op, Cit.,
Pág. 16.
5
Ibid., Pág. 17.
2
3. Las formas de Estado
Como se ha hecho mención al inicio de esta reflexión, el Estado es uno de los principales
productos del derecho y, aun más, es considerado el centro del derecho público. Ocurre
por tanto, una consecuente explicación de alguna de las distintas formas que ha tomado
históricamente el Estado. Exposición que ayudará a comprender la teoría contemporánea
de la doctrina italiana, sobre la existencia de una pluralidad de ordenamientos jurídicos
que subsisten paralelamente, pero que al mismo tiempo se contra- distinguen. Fenómeno
que tiene su devenir en dichas formas y que acá se permite llamar como pluralidad y
singularidad en la diversidad.
En este apartado, con el fin de minimizar espacios a la duda, se entenderá por formas de
Estado: “il modo attraverso il quale la sovranitá si distribuisce personalmente e
territorialmente, cioé si distribuisce rispetto agli altri due elementi, popolo e territorio”6.
La anterior precisión es de suma importancia para marcar un camino, como también lo es
el tener en cuenta que existen también formas de gobierno, que: “in chiave definitoria si
puó affermare che le forme di governo esprimono i differenti modi attraverso i quali i
sistema politico si organizza istituzionalmente per perseguire i fini e gli obietivi posti dal
potere costituente; individuano il modo in cui l´attivitá di indirizzo politico si distribuisce
tra diversi poteri”7.
3.1. Estado patrimonial o feudal
Esta forma de estado recibe el nombre del periodo en que tiene existencia, es decir el
feudal. Con la conceptualización feudal o patrimonial, se quiere indicar el tipo de relación
privada que compone esta forma, en al cual población y territorio eran parte del
patrimonio personal de rey. También se indica acá la distinción del derecho privado y el
público. Otra de las características de esta forma es que no responde propiamente a un
Estado, puesto que no existía una soberanía; sin embargo, esta realidad cambia debido a
las transformaciones económicas y sociales posteriormente desarrolladas.
3.2. Estado absoluto
Esta forma de Estado es entendida en la historia como la primera forma de Estado
moderno. Esta fórmula nace en el siglo XVII y XVIII. Su fundamento se puede encontrar
en la teoría de la soberanía, que pone como vértice central la persona física del rey que
tiene las facultades del poder absoluto de hacer o derogar las leyes8.
3.3. El Estado Constitucional
Esta forma tiene lugar debido a la crisis del absolutismo y de la supremacía del poder
sobre las reglas del derecho. El Estado de derecho y el Estado social son las dos formas
clásicas del Estado constitucional.
6
Ibid., Pág. 18.
7
ROLLA, Giancarlo. Istituzioni di diritto pubblico. Op, Cit., Pág. 39.
8
Cf. Dir. GALGANO, Francesco. DIZIONARIO ENCICLOPEDICO DEL DIRITTO. II Vol. Padova: Casa editrice dott.
Antonio Milani, 1996., Pág. 1438.
3
3.4. Estado liberal
En Europa esta forma de Estado nace con la revolución francesa, en el año 1789 y toma
su forma durante todo el siglo XIX, pero entra en crisis durante el siglo XX a partir de
una serie de factores de tipo económico y social. De este modo, cuando se habla de
Estado Liberal se quiere indicar una finalidad, que en este caso es la de los poderes
públicos. Se trata de un modelo democrático dirigido por una sola clase y construido
según los ideales liberales y caracterizado, de manera especial, en ámbito institucional por
la división de los poderes y, por tanto, por una administración limitada. Esta forma,
encuentra su decline en la afirmación de la democracia con la pluralidad de clases.
4. El estado contemporáneo como Estado pluralista.
En este apartado, el ritmo de la escritura encuentra su punto medular, esto porque se
expondrá a grandes rasgos el cometido del presente ensayo: mostrar la pluri-subjetividad
del ordenamiento jurídico estatal contemporáneo, de acuerdo con la teoría: “largamente
accettata dalla piú recente dotrina italiana, nel mondo contemporáneo sussiste una
pluralitá di ordinamenti giuridici, accanto, sotto e sopra quello di ogni singolo Stato”9.
4.1. Estado contemporáneo: pluri- subjetividad del ordenamiento jurídico
Estatal
Es evidente que a través de la anterior exposición sobre algunas de las formas de Estado
en la historia, no siempre ha existido la pluralidad. Si tan solo se vuelve sobre una de
dichas formas como es el Estado liberal, éste tenía la característica de la mono-clase, pues
había distintas clases políticas pero en realidad solo una era activa, puesto que la
ciudadanía activa o pasiva se definía a través de la pertenecía al grupo de sujetos dotados
del derecho a sufragar o del carecer de dicho derecho.
No obstante, este factor determinante del sufragio determina también el ensanchamiento
de la estructura de Estado, se pasa de una forma estrecha a una amplitud considerable.
Esta característica que, en su efervescencia logró el monopolio de la cultura, la
pertenencia social y el interés económico; ahora, deja espacio a la pluralidad a través de la
introducción de sujetos políticamente activos en el ordenamiento. Hasta este momento,
queda claro uno de los argumentos que sustentan la pluralidad: la pluralidad del Estado en
contraposición a la forma de Estado que privilegiaba el monopolio. Pero dicha afirmación
trae consigo la valorización del ser humano desde otra instancia. Por consiguiente, el
ordenamiento político juntos con sus herramientas deben tutelar y proteger la diversidad
de lengua, cultura, religión y costumbres.
La diversidad condujo el Estado a buscar una respuesta distinta, una que pudiera
responder a su deber ser como ordenamiento jurídico: la relacionalidad, la convivencia
pacifica de los ciudadanos que comporta diversidad en su interés y que en momento se
presentan contrapuestos. Ahora bien, el Estado pluralista afronta la coexistencia a través
de cuatro herramientas: 1. La previsión de las decisiones a través de la mayoría; 2. La
búsqueda de la cohesión social a través de la igualdad y del dialogo intercultural; 3. El
reconocimiento de la autonomía de las comunidades locales.
9
DI RUFFIA, Paolo Biscaretti. STATO. En: Dir. DI LELLA, Giuseppe. Enciclopedia giuridica. Roma: Istitutto
pligrafico e zecca dello stato, 1993., Pág. 10.
4
4.2. La pluralidad del Estado contemporáneo: la pluralidad de los
ordenamientos jurídicos
La anterior argumentación, hacía referencia a la pluralidad de sujetos activos
políticamente dentro del Estado. Pero también acaece dentro del Estado contemporáneo la
pluralidad de ordenamientos jurídicos, lo que supone esclarecer la existencia y
subsistencia de una pluralidad de ordenamientos que circundan cada uno de los Estados.
Se puede tener plena certeza que una de las facultades importantes del Estado ha sido su
plana independencia jurídica en el confronto de los otros Estados. “Ma é anche comune
conoscenza come nell´ambito di ogni singolo ordinamento statale sogliono sempre
sussistere numerosi minori ordinamenti, in un certo senso posti alle sue dipendenze- e,
quindi, sotto di lui – in quuanto concretantisi in istituzioni assai varie, anche di natura
privatistica, che trovano il fondamento della loro esistenza e validitá in norme dell
´ordinamento statale stesso”10.
Es conveniente considerar que, también al lado de cada Estado, diversos a los demás
ordenamientos estatales, coexisten ordenamientos no estatales, como la Iglesia Católica,
la unión de Estados y la comunidad internacional. Y algunos de estos se presentan por
encima del Estado. Pero justamente la característica de independencia de cada Estado le
da la facultad de ignorar los ordenamientos jurídicos diversos y hasta considerarlos
ilícitos. Ahora, siendo evidente que subsisten demás ordenamientos jurídicos diversos del
Estado y que de laguna manera tienen lazos estatales considerables, como es el ejemplo
de la Iglesia Católica a través del concordato, vale la pena evidenciar también el estatuto
que hace particular el ordenamiento jurídico estatal. Para el mencionado cometido se trae
a colación los elementos constitutivos del Estado: territorio, población y soberanía, de los
cuales se ha destacado la soberanía como el rasgo que más da singularidad al Estado.
Dos de los elementos constitutivos que consciente hacer distinción del ordenamiento
estatal del resto de ordenamientos, que a diferencia del Estado no son territoriales, son: la
territorialidad y la soberanía. Por ejemplo, la Iglesia católica extiende su validez a los
fieles, pero prescindiendo del territorio. No obstante, si la territorialidad ayuda a
diferenciar de los ordenamientos que prescinden de este rasgo, se debe presentar otro
rasgo caracterizante del Estado para diferenciarlo de algunos otros ordenamientos
jurídicos que son territoriales, estos son: las regiones, las provincias, los comunes, las
colonias, etc.
El prometido distintivo es la soberanía, el cual pertenece al Estado y ofrece la
característica de la originalidad, en otras palabras, la no dependencia en su validez de
ningún otro ordenamiento jurídico superior. De este modo, por ejemplo, tanto la Iglesia
católica como el Estado son cada uno independientes y soberanos. Teniendo en cuenta los
mencionados entes territoriales menores, se ve que cada uno de ellos derivan sus
estructura y existencia del ordenamiento estatal.
El problema final, lo pone la existencia de los Estados miembros de los Estados federales
(que tienen en común elementos materiales, población y territorio), puesto que hacen
surgir la dificultad en la repartición de los poderes. Pero en la actualidad, aceptando la
teoría de la pluralidad de los ordenamientos jurídicos, también los estados miembros de
un estado federal pueden ser soberanos.
10
Id.
5
5. Conclusión
El Estado es uno de los principales productos del derecho y persigue fines generales. Sus
rasgos definitorios y caracterizantes son: el territorio, la población y la soberanía,
elementos que al momento de la confusión ayudan a depurar su particularidad. La
finalidad primera de este documento fue mostrar el Estado contemporáneo como diverso
en lo más profundo de su definición, desde dos perspectivas: 1. la pluri- subjetividad del
ordenamiento jurídico estatal y 2. El Estado contemporáneo y la pluralidad de los
ordenamientos jurídicos en su particularidad.
El primer punto, deja claro que conviven dentro del Estado una diversidad de sujetos con
sus singularidades, situación que ha hecho que el Estado se reformule en orden a una
mejor repuesta a la convivencia pacífica. La segunda perspectiva, ha dejado expuesto que
cada ordenamiento estatal debe ser necesariamente soberano, en cuanto debe encontrar en
si mismo su validez; pero también, deja medianamente claro que cada ordenamiento
estatal encuentra limitaciones y obligaciones al encontrarse con los otros ordenamientos
sin disminuir su carácter originario.
Bibliografía
GROPPI, Tania; SIMONCINI, Andrea. Introduzione allo studio del diritto pubblico e delle
sue fonti. Quarta edición. Torino: Giappichelli editore, 2019., Págs. 15-46.
ROLLA, Giancarlo. Istituzioni di diritto pubblico. Milano: Giuffré editores, 2015., Págs.
13-46.