Teatro, William Shakespeare, Comedia

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El teatro como medio de comunicación y su efecto en la audiencia

El teatro desde la época de los griegos ha sido y es uno de los medios de comunicación y expresión más poderosos
después de la televisión, el cual ha sabido captar las realidades socio-políticas y transformarlas en comunicación
inmediata para ser disfrutada por todos los espectadores, llegando inclusive a influenciar y cambiar maneras de pensar,
sentir y actuar, a través del discurso emitido.

Este discurso que llamamos “obra de teatro” o “mensaje” está influenciado a su vez por la propuesta o visión del director,
del escenógrafo y obviamente de los actores, entre otros. Todos estos artistas que intervienen en el hecho teatral
también tienen una propuesta o forma de entender este mensaje del autor y de comunicarlo al público de una manera
definida, la cual denominamos “propuesta”.

Y es aquí cuando todos los artistas se juntan, discuten analizan y llevan a escena una obra de teatro con fines específicos y
definidos; y este trabajo esta hecho para un público que va a recibir ese mensaje de comunicación previamente diseñado
y estudiado.

Es aquí donde el espectador llega a la sala de representación y fluye junto con la obra, poco a poco se va identificando con
ella, comienza a sentir emociones, se ríe, llora, se disgusta; algo comienza a pasar y sencillamente estamos hablando del
resultado de un hecho comunicacional y la relación público-espectáculo. Si no, ¿Cuantas veces no vemos a la gente salir
de una pieza teatral llorando, riendo, o comentando cuan buena fue, cual divertida, cuan fuerte, cuan decepcionante, o
que magistral la actuación de tal o cual artista?

El teatro surge entonces como una especie de divina catarsis, como forma de terapia, y es, justamente allí, donde el arte
escénico tiene la capacidad de persuadir, informar y entretener a las personas siendo éstas quienes, según sus
experiencias, terminarán por escoger la pieza teatral a ver que más se parece a lo que están viviendo, dependiendo de los
intereses personales de cada quien. Por eso podemos atrevernos a decir que uno de los mensajes universales que puede
combinar el teatro es la necesidad de vivir experiencias nuevas a través de un acto recreativo.

Claro esta, podemos también entonces decir que en este proceso de la comunicación teatral participan otros elementos
que serán importantes para comprender el mensaje de una pieza o espectáculo escénico, me refiero las diferentes
visiones que le pueda dar el espectador al montaje ; lo que conlleva a que muchas personas sean capaces de encontrar
traducciones diferentes, de un mismo mensaje.

Aquí podemos comprender lo siguiente: Es el hecho de que o cómo la información, cumple su objetivo cuando se
mantiene intacta, clara, por quienes la crean, transmitiendo su versión de los mensajes, con la finalidad de que la mayoría
posible lo comprenda.

Pero el teatro no cuenta con una retroalimentación diáfana que le muestre lo que el público analiza o siente al ver el
espectáculo. Sin embargo, lo que sí permite medir el éxito de una obra son las reacciones de esos asistentes; como la risa
y el aplauso final, así como también las emociones expresadas por el público en el momento que vive el espectáculo, por
ejemplo, el hecho de llorar o salir conmovido de la obra como mencionamos anteriormente. El comentario final y la
recomendación, siempre serán positivas manifestaciones de que el mensaje produjo un efecto en la persona y ésta lo
transmite a otras para que lo vivan. Estamos hablando ya de comunicación innegablemente

Allí encontramos, a un público comunicando lo que la esencia principal de la obra teatral quiso decir o pretende
transmitir. El efecto ya está en el entorno, las reacciones positivas o negativas se transmitirán en lo que vulgarmente
conocemos como recomendación; pero esto es solamente parte de un mensaje, ya que la persona o personas que lo
emiten estarán comunicando su experiencia propia de acuerdo a lo que la obra pudo mover emocionalmente.

Citemos un ejemplo: Un espectador tiene una forma de pensar: “Soy un hombre que tiene la fiel convicción de que Cristo
es el propio Dios y por lo tanto un ser perfecto”. Resulta que ese mismo espectador asiste a una obra de teatro que
representa la vida de Jesucristo con un contexto totalmente diferente a lo que el cree y defiende, ¿Cuál es el impacto del
mensaje en ese espectador en particular? Incredulidad, rabia, molestia porque no acepta lo que están representando.
Entonces inmediatamente, se comienzan a mezclar los componentes culturales y los valores aprendidos. Conclusión, la
obra para ese espectador es mala y puede llegar a sentirse estafado y decepcionado moralmente. ¿Esta persona
recomendará de forma positiva esta obra? La respuesta seguramente es no. Pero podemos comprender que no hay
objetividad en la emisión de su referencia si no que proyecta lo que sintió, catalogando subjetivamente el comentario.

Pero indiscutiblemente para que el fenómeno teatral pueda hacerse realidad es necesario del público. Sin éste
componente es como decir que un emisor, no tenga un receptor.
Y aquí se descubre una comunicación maravillosa entre el actor y el público por el proceso de la comunicación, porque los
artistas logran desconectar por un lapso de tiempo de su realidad al espectador. Este se engancha e inclusive sueña junto
con el actor en la vida de su personaje.

Por último, debemos abordar el tema de la motivación que produce el teatro como medio de comunicación. En una
sociedad, donde están presentes grandes carencias y vacíos, las personas tienen necesidad de encontrar un soporte, o
mejor dicho, un medio que los nutra y les provea de estímulos para así reivindicar la estima y dar apertura a nuevos
pensamientos que dinamicen su existencia.

Es allí donde la comunicación del teatro, conduce y da como aporte su más valioso legado: la fuente motivacional. En una
función teatral el mensaje resalta los temores, las críticas, y las insatisfacciones humanas; pero también puede crear un
halo de esperanza, albergando desde otra perspectiva el sentido de la fe.

El teatro como medio de comunicación.-0tr0 conceptos

El teatro como medio de comunicación y expresión, elabora y transmite un mensaje al público que asiste a un montaje
escénico. Este mensaje influye en la recepción del espectador, gracias al texto dramático, director y actores como medios
para trasmitir un mensaje.

Escenario.- El escenario o espacio escénico es el lugar en el que se desarrolla la representación teatral, donde los actores
junto al director trabajan sobre ella y los escenógrafos crean la ambientación.

La puesta en escena.- El arreglo de todo lo que aparece en el escenario del teatro como por ejemplo los actores,
iluminación, decoración, accesorios y vestuario.

Libreto o guíon .- Un guion teatral es el texto donde se presenta todo el contenido de índole literaria y técnica necesario
para el montaje y realización de una obra de teatro. Como tal, el guion es el formato bajo el cual se escribe una historia
adaptada al teatro. Es el texto, la historia el dialogo que utilizaran el actor, actriz en el escenario.

Sketch.- Un sketch es una escena, generalmente humorística, que dura entre uno y cinco minutos aproximadamente. En
ella participan actores o comediantes y puede ser montada en un teatro o difundida por televisión e Internet.

Historia del teatro y su evolución

A lo largo de la historia del teatro hasta la actualidad, siempre ha estado en constante evolución. Por lo tanto, es evidente
que han existido diversos tipos de teatro. Todos ellos con características y variedades distintivas que los diferencian entre
ellos.

los principales son: Teatro Antiguo Egipto: En tiempos del antiguo Egipto, hacia el año 2000 a.C., se tiene constancia de la
realización de una especie de representaciones dramáticas sobre la muerte y posterior resurrección del dios Osiris.

Teatro en el antiguo Egipto: En este tipo de “espectáculos” religiosos se empleaban actores provistos con máscaras para
que la dramatización fuera más creíble. Pero como hemos comentado anteriormente, los expertos coinciden que esto no
se puede considerar aún teatro. Teatro Griego: Se considera que en la Antigua Grecia nació el teatro. En lo que se puede
considerar los inicios del teatro, se realizaban ritos en las fiestas dedicadas al dios Dionisio. Se puede afirmar pues que el
nacimiento del teatro fue Atenas. En dichas actuaciones, se escenificaba diferentes capítulos de la vida de los dioses
griegos con cánticos (Ditirambos) y danzas.

Más adelante surgieron las primeras representaciones dramáticas, que se realizaban en las plazas públicas de los pueblos.
Dichas obras tenían un único actor acompañado por un coro.

Acabando el siglo VI a.C, el intérprete y poeta Tespis, consiguió tener una popularidad enorme en toda Grecia. Tanto fue
así, que hoy en día en su honor, se emplea el término “carro de Tespis” para denominar a todo el ámbito del teatro.

dónde nació el teatro

Máscaras de teatro griego. Alegre para la comedia y triste para la tragedia

El teatro griego es el resultado del perfeccionamiento de las ceremonias y artes griegas. Como por ejemplo, la festividad
de la vendimia, en la que los muchachos cantaban y bailaban mientras peregrinaban al templo del Dios Dionisios para
dejar en ofrenda ejemplares de las mejores vides.
Con el tiempo, se decidió que el chico más adecuado fuese nombrado como maestro del coro o Corifeo. Del mismo modo,
surgieron el rapsoda y el bardo, que se dedicaban a recitar.

Durante el transcurso del siglo V a. C., en plena Grecia clásica, aparecieron dos modelos de teatro: la comedia y la
tragedia. Sófocles y Esquilo, dos dramaturgos de la época, incluyeron como novedad un segundo y tercer actor. Esto
supuso un aumento en la complejidad de la ejecución de las obras teatrales, por lo que fue necesario disponer de
mayores escenarios.

Por este motivo, se comenzaron a construir teatros cada vez más grandes. Actualmente todavía se conserva en bastante
buen estado el teatro de Epidauro, del siglo V a. C. Este recinto tenía una capacidad de 12.000 personas, todo un logro en
aquella época. A continuación puedes ver una foto del mismo.

teatro giego de epidauro

También se conserva las ruinas del teatro de Dioniso, en la capital griega (Atenas), del siglo IV A.C. De esta edificación,
llama la atención que para su construcción se aprovechó la inclinación de la ladera de una montaña.

Las gradas para los espectadores tenía una forma semicircular rodeando a los músicos y el escenario. Este teatro dispone
de una acústica que muy pocos teatro modernos pueden igualar.

Justo detrás de los músicos existía un edificio llamo skené, que era el espacio donde los actores se cambiaban de
vestuario. Delante se erigía un muro con columnas (el proscenio), dónde se colocaban pinturas que evocaban la acción
representadas a modo de decorados.

El teatro griego contaba con 4 formatos principales:

El drama satírico.

La tragedia.

El mimo.

La comedia.

Los dos primeros formatos se consideraban adecuadas para un público adulto. Mientras que las dos últimas eran
consideradas algo más “primitivas” y adecuadas para el público infantil.

Los actores del teatro, que eran todos hombres, vestían con un vestuario al uso pero utilizaban unas máscaras para
poder caracterizarse del personaje en cuestión que tuviera que interpretar.

Tragedia Griega: Dentro del teatro griego, la tragedia es una obra dramática capaz de causar pena y conmover al público y
tiene un final fatídico. En este tipo de género teatral despuntaron dramaturgos griegos como Sófocles, Eurípides o
Esquilo.

la tragedia griega

Las principales características de la tragedia griega son:

Las representaciones son pomposas, se estructuran en varias escenas o episodios y están escritas en verso. Rara vez se
puede ver a más de 3 actores interpretando a la vez sombre el escenario y se acompañan por los cantos de un coro.

Las tragedias son historias que mayoritariamente se apoyan en antiguos relatos o mitos. Pero el objetivo final no era
simplemente volver a contar una historia de una manera distinta. Los autores se tomaban muchas libertades para
reinterpretar el original y enfatizaban en el carácter de los protagonistas, las consecuencias de las acciones individuales o
de la sociedad en general.

Normalmente eran representaciones sin mucha acción. Los acontecimientos transcurrían mediante los cánticos del coro y
los diálogos de los actores.

Comedia Griega

La comedia Griega se popularizó a mediados del siglo V a.C. Las comedias más añejas que se tiene constancia y que han
llegado hasta nuestros días son las del autor Aristófanes.
Cuentan con una cuidada estructura inspirada en los ritos sobre la fertilidad ancestrales.

la comedia griega

Su jocosidad o humor, se basaba en la ejecución de sátiras sobre personajes públicos o populares. También se realizaban
parodias y chistes que incluso podían llegar a ofender a los dioses. Ya en el siglo IV a.C., se puede considerar que el
formato de la comedia superaba con creces en número de seguidores a la tragedia.

Más adelante, surgió una variante de la comedia que recibía el nombre de «comedia nueva«. El autor de las comedias
nuevas que más destacó fue Menandro. En sus obras el guion trata sobre embrollos o enredos sobre el dinero, la familia o
el amor. Existían una serie de personajes habituales, que incluso existen en la actualidad, como lo es la suegra
metomentodo.

Teatro Romano

Se puede afirmar que el teatro romano emergió fuertemente en siglo III a.C. Pese a que en principio las obras teatrales
tenían un fuerte vínculo con los festivales religiosos, no pasó mucho tiempo para que esta espiritualidad teatral se
desvaneciera.

Esto fue así debido al incremento de festejos y festivales, por lo que el teatro se fue convirtiendo cada vez más en un
entretenimiento del pueblo.

Una vez dicho esto, es lógico que la forma teatral más demandada y que más gustaba al público popular era la comedia.
Los grandes escritores Plauto y Terencio (siglo II a.C.), marcaron una gran época dentro de las obras teatrales romanas.
Por norma general, eran adaptaciones de obras de la nueva comedia griega.

En la trama de estas obras, abundaba la intriga y en muchas ocasiones se intentaba también aportar cierto valor
educativo. Estas representaciones gustaban mucho al público, ya que eran muy dinámicas y contaban con muchos
fragmentos que eran cantados. Salvando las distancias, algo parecido al teatro musical actual.

A este primer periodo se le denomina teatro romano clásico, ya que incluye el teatro realizado en Roma y Grecia, es decir,
las civilizaciones clásicas. Del mismo modo, las obras de teatro se escribían en las lenguas clásicas, latín y griego.

obra de teatro romano

Pero a finales del siglo II d.C., llegó la decadencia del teatro literario romano. Otros entretenimientos y espectáculos más
populares pasaron por delante de él. Además la emergente Iglesia cristiana fue muy crítica con el teatro romano.

Entre otros motivos, las actrices y actores gozaban de una mala fama de inmorales, ya que hacían sátiras a los creyentes
cristianos.

En el 476 d.C., coincidiendo con la definitiva caída del Imperio romano, el teatro clásico prácticamente desapareció en
Occidente. Tuvieron que pasar 450 años para que el teatro surgiera de nuevo de la mano de algunos artistas populares,
denominados trovadores y juglares.

Cómo eran los teatros romanos

Hablando de los edificios, los teatros romanos tenían muchas características similares a la de los teatros griegos, aunque
bien es cierto que contaban con algunas diferencias. Inicialmente fueros construidos con madera y posteriormente en
piedra.

Pompeyo construyó en Roma, en el 55 a.C., un teatro de piedra y lujoso mármol que llevaba su nombre. Sus dimensiones
eran descomunales, ya que no solo era un teatro, era todo un complejo destinado a estas representaciones.

teatro romano de pompeyo

A diferencia de sus modelos helénicos, se edificaban en suelo plano. Contaban con diversas plantas construidas en
mampostería.

Buscando mejorar aún más la acústica del recinto teatral, los arquitectos disminuyeron la orquesta a un semicírculo, y las
representaciones se hacían ahora sobre una superficie algo elevada (pulpitum). Este fue el origen de los actuales
escenarios.
Las fachadas de los teatros, denominadas frons scaenae, contaban con varios pisos y hacía las veces de escenario. Las
gradas donde se ubicaba a los espectadores (cávea) constaba de tres partes bien diferenciadas: la Ima, la media y la suma.

La primera zona era la inferior y en ella se ubicaban a la clase dirigente y a los senadores. En la zona media se sentaban el
pueblo llano. La suma o parte superior se destinaba para los esclavos y para las mujeres. Al igual que en algunos circos
romanos, el graderío se podía cubrir con un velum a modo de gigantesco toldo para proteger del sol.

Teatro Oriental

La representaciones teatrales en el continente asiático se remontan a más de 2000 años. En concreto, en China se
realizaban escenificaciones de poemas ante un grupo de refinados espectadores.

En la India, en el siglo IV a.C., existía un tipo de poema épico-mitológico, el Mahabhárata. A través de algunos de ellos se
puede saber la existencia de una especie o tipo de interpretaciones teatrales de carácter religioso muy remotas.

En Japón, la evolución del teatro, llamado en español “Nō” derivó en el denominado teatro kabuki. Este último se
fundamenta en la priorización de los sentidos sobre el intelecto. Por este motivo fue el más apreciado y popular entre el
pueblo. Fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO (ver noticia).

En el teatro oriental, el de China, India, Japón y en general el del Sureste asiático, cuenta con unas características
comunes que claramente lo diferencian del teatro occidental posrenacentista.

El teatro en Asia tiene un fuerte componente teatral presentacional, ya que el objetivo es fabricar una ilusión a través de
la réplica o repetición de una realidad social. Pese a que, naturalmente, en función de cada país el arte teatral es
diferente, suelen ser obras que unifican la mayoría de las artes. Como por ejemplo, danza, literatura, interpretación,
espectáculo y música. Por tanto, y en líneas generales, el teatro oriental antiguo se caracterizaba por la ritualidad y el
simbolismo. Precisamente estos dos conceptos, hicieron que la danza y la música gozara de especial protagonismo.
Vamos a verlos con más detalle:

Teatro Chino

Se puede afirmar que el teatro chino tradicional tal y como lo conoceos hoy, comenzó su singladura durante el siglo XIV.
En sus inicios contaba con protocolos muy escrupulosas y era excesivamente literario.

Pero desde inicios del siglo XIX, ha ido evolucionando constantemente. Ha sido muy influenciado por la ópera de Pekín,
que es como se denomina al arte escénico que integra la recitación, el canto, las artes marciales y la actuación teatral.

teatro chino

Por este motivo, en todas las representaciones que se realizaban a lo largo de todo el territorio chino, se otorgaba más
importancia al canto, la danza, las acrobacias y la interpretación que al texto propiamente dicho.

En este tipo de teatro se hace especial énfasis a la destreza de los actores. Normalmente, la trama suele ser bastante
oscura.

Los escenarios son minimalistas, es decir, con los elementos justos e imprescindibles. El maquillaje de los actores es muy
elaborado y caricaturesco, y éstos se mueven con acciones muy estilizadas.

Teatro Indio

El teatro indio emergió durante los siglos IV y V a.C. Las obras, que eran épicas y complejas, se estructuraban sobre la
base de nueve conceptos o rasas. El nudo principal de las obras trataba sobre cuestiones espirituales.

Los escenarios contaban con una decoración muy cuidadosa, pero en cambio no se aplicaban técnicas representacionales.

teatro indio Kathakali

Existían estrictos códigos para las canciones, la recitación y todos los movimientos de los actores. El teatro Kathakali
(teatro bailado) y el teatro de marionetas han sido siempre muy valorados a lo largo de la historia en este país.

Precisamente este último tipo de teatro, el de marionetas, dominaban muchas partes del Sureste asiático.

En especial el de marionetas de sombras, denominado wayang kulit. Tanto es así que en algunos lugares, como en java,
los actores estudian minuciosamente los movimientos de dichas marionetas para imitarlos en las representaciones.
Teatro Japonés

Es posible que el arte teatral más complejo de Asia sea el teatro japonés. Como hemos comentado con anterioridad, los
dos tipos o géneros más populares son el Nō y el teatro kabuki.

El primero se puede considerar el teatro clásico japonés por antonomasia. Mediante el relato de una historia o hecho,
intenta rememorar un ánimo.

teatro japones

En este género escénico se cuida escrupulosamente la síntesis entre música, danza y teatro. Este arte escénico nipón está
estrechamente vinculado al budismo Zen. El apogeo del nō se produjo principalmente durante el siglo XV.

En cambio el teatro kabuki, tiene su origen en el siglo XVI y ha gozado de mucha más popular que su predecesor.

También son dignos de destacar otros géneros teatrales propios del país del sol naciente:

El bugaku, que es un delicado teatro bailado.

El bunraku, un teatro de muñecos o marionetas casi de tamaño real.

Como resumen, cabe destacar que estas formas de expresión teatral niponas son muy bellas, elegantes y refinadas. Como
ejemplo basta con ver los decorados y el vestuario muy bien elaborados, incluyendo los populares abanicos japoneses.

Estos dos tipos de teatro que hemos descrito, se basan sobre todo en la tradición, la danza y los rituales, valores que no
se tienen en tanta consideración en el teatro occidental.

Teatro Prehispánico

En las civilizaciones prehispánicas americanas el teatro llegó a tener una tremenda importancia. Por desgracia, se tienen
muy pocas evidencias de cómo eran las manifestaciones artísticas escénicas de las civilizaciones precolombinas. Pero sí se
conoce que tenían un elevado carácter religioso.

Cabe destacar en este aspecto el pueblo maya, dónde las representaciones artísticas y religiosas eran muy habituales.
Afortunadamente, se conserva un escrito maya descubierto en 1850 de carácter dramático: el Rabinal-Achi.

teatro maya rabinal-achi

Esta obra describe el feroz combate entre dos legendarios guerreros que luchas hasta la muerte en una batalla
ceremonial. En su representación entran en juego elementos como la música, el vestuario, la expresión corporal y la
danza.

Del mismo modo, el teatro Maya estaba también estrechamente relacionado con los ciclos agrícolas y a la grandiosidad
de sus hitos históricos.

En cambio, el teatro Azteca y el teatro Inca, eran un reflejo de cómo estaban organizadas estas civilizaciones. Eran
pueblos regidos por la teocracia (un gobierno que obedecía las órdenes de los dioses). Por lo que sus actividades teatrales
tenían un claro aspecto religioso y bélico.

Teatro Poscolonial

A partir de la llegada de los españoles al continente americano, el teatro que se practicaba se basaba y seguían casi en su
totalidad el modelo que se realizaba en España.

Hay que esperar hasta bien entrado el siglo XX, para que el teatro latinoamericano consiga su propia personalidad. Es en
este periodo cuando comienza a tratar temas nativos y prioriza los intereses del público al que va dirigido.

Se priorizan obras teatrales que hagan referencia a realidades sociales y a los orígenes históricos. Un movimiento que fue
denominado como “Nuestra América”.

Países como Chile, Uruguay o Argentina, desarrollaron experimentos teatrales independientes tomando como base el
Teatro del Pueblo. El teatro Mexicano también destacó en este aspecto.

Otro movimiento, fue el llamado teatro campesino, impulsado en 1965, por Luis Valdés tras una importante huelga
laboral.
Compañías teatrales como La Candelaria o Rajatabla impulsaron un tipo de teatro que sirviera como elemento de
denuncia de la realidad social. Pero sin olvidar, naturalmente, el componente estético y conceptual del espectáculo.

Teatro Medieval

Tras siglos desde el declive del teatro romano, el resurgimiento del teatro en Occidente debe dar las gracias al clero, que
lo utilizaba como una herramienta para la enseñanza de la doctrina cristiana.

De este modo, en el siglo XI, era habitual ver en las iglesias representaciones que trataban los mensajes bíblicos y
moralistas con el objetivo de adoctrinar de una manera muy sencilla y comprensible para el pueblo llano. Debes saber
que la gran parte de los fieles eran personas sin cultura; artesanos y campesinos sin ninguna cultura ni formación.
Además las misas se realizaban en latín. Pero poco a poco a partir de los siglos XIII y XIV, se fue reemplazando por la
lengua autóctona En estas representaciones recibían el nombre de tropos. Se podía explicar, por ejemplo, la muerte y
resurrección de Jesús, las buenaventuras o cualquier otro pasaje de la Biblia.

teatro medieval

Tenían lugar en el interior de las iglesias, en la parte central o en la parte del coro.

Cada vez eran más elaboradas y espectaculares y de mayor duración. Por lo que acabaron dando lugar a cierto tipo de
teatro religioso cristiano y, por ende, en el teatro medieval.

Con el paso de los años, se incorporaron algunos elementos un tanto cómicos o profanos. Tanto fue así, que llegó un
punto que por moralidad, ya no se podían representar en el interior de los edificios eclesiásticos. Pasaron entonces a
realizarse en sitios públicos como plazas, pórticos y calles.

Teatro Medieval profano

Llegado el siglo XIV, el teatro se independizó del estilo litúrgico y eclesiástico para realizarse en otros lugares fuera de las
iglesias.

Evolucionó en una especie de ciclos que contaban con muchos dramas. Algunos historiadores expertos creen que eran
parecidos a los dramas litúrgicos, estos ciclos nacieron de una forma totalmente independiente.

Estas obras se producían por toda una corporación cada 4 o 5 años. Estas representaciones podían tener una duración de
entre 2 días hasta casi un mes.

La producción de todas y cada una de estas obras era labor de un gremio laboral que procuraba que la obra tuviese
relación con su trabajo. De este modo, los miembros del gremio del comercio, podían escenificar el pasaje de los
mercaderes, por ejemplo.

Durante el siglo XV, aparecieron un tipo de obras del tipo farsas, folclóricas o dramas pastorales que entretenían al
pueblo llano.

Estas obras se denominaban autos. Pese a que éstos no tuvieran personajes ni una trama cristiana, los autos se
diferenciaban de los ciclos religiosos principalmente en que no hacían referencia a pasajes bíblicos. Los autos se
representaban por “actores” profesionales como los juglares o trovadores.

Teatro Renacentista

La aparición del Renacimiento en Italia trajo unas influencias determinantes en la evolución del teatro. Apareció un tipo
de manifestación dramática con un alto componente cultural, basada en los patrones clásicos y para las más altas clases
aristocráticas.

El teatro renacentista se generalizó durante todo el siglo XVI. Comportó la edificación de recintos con salas cubiertas para
la realización de las obras de teatro y bien dotadas con las mejores comodidades de la época. La música renacentista
también hizo su aparición en las obras de teatro.

Teatro Italiano

No es hasta el siglo XV, que se tiene constancia del teatro renacentista en Italia. Pese a que las primeras obras estaban
escritas en latín, pronto se fueron escribiendo en el idioma materno y, por lo general, trataban sobre temas clásicos.
Este género teatral no es una evolución resultante de los modelos religiosos, tampoco de los tipos dramáticos populares.

Era un tipo de teatro con un proceso meramente académico. Eran obras que se escribían principalmente para ser leídas,
ya sea con fines didácticos o por varios lectores para los espectadores

commedia del arte

También se desarrolló en Italia durante este periodo un tipo de teatro popular, la commedia dell’arte (comedia del arte).

Su característica principal es que priorizaba la total libertad del actor para improvisar, lo que supuso un enorme progreso
en la técnica interpretativa.

El teatro Olímpico de Vicenza es considerado uno de los primeros teatros modernos de Italia. Fue diseñado por el
prestigioso arquitecto italiano Andrea Palladio y su construcción se finalizó en 1585.

En cuanto a su estructura, se podría decir que era una evolución de los antiguos teatros romanos. Detrás del escenario,
se podía tener una vista de las calles de la población.

Pese a ello, el teatro Farnese de Parma, es considerado el referente principal del modelo clásico del teatro italiano.
Levantado en 1618, su estructura contaba con un escenario, encuadrado con arco proscenio y separado de los asientos
de los espectadores por un telón. También disponía de una platea con forma de herradura que estaba rodeada por
diversos pisos de galerías.

Teatro Isabelino

A finales del siglo XVI, y en el periodo de reinado de Isabel I, fue cuando el teatro renacentista inglés evolucionó. En
aquellos años, lo habitual era crear obras que eran tragedias de marcado carácter neoclásico y que se interpretaban
mayoritariamente en las universidades. No obstante, gran parte de los poetas de la época isabelina ignoraban el
neoclasicismo o lo empleaban solo en casos puntuales a conveniencia.

Al contrario que el teatro que se realizaba en el resto del continente europeo, escrito con la intención de representarse
ante las clases altas, el teatro renacentista inglés se cimentaba en fórmulas populares, en el antiguo teatro medieval, y en
los gustos y reivindicaciones del gran público en general.

Influenciados por la constante evolución de la lengua, y a los cambios económicos y político del momento, dramaturgos
como Christopher Marlowe y Thomas Kyd apadrinaron el nacimiento de un teatro épico, dinámico y sin barreras.

Este fenómeno fue culminado con la compleja y variada obra del escritor más grande del teatro inglés, William
Shakespeare.

Los teatros construidos en Inglaterra durante el periodo de Isabel I, eran muy distintos al resto de Europa. Teniendo en
cuenta que las obras de teatro se representaban principalmente en los meses con mejor climatología, los teatros eran al
aire libre y de forma circular.

teatro ingles the globe

Por tanto, si estar provistos de techo y construidos básicamente con madera, su rasgo diferencial más importante era la
ubicación del escenario.

Era de forma rectangular y en una posición elevada. En torno a él, los espectadores lo rodeaban por tres de los cuatro
lados y los puestos elevados estaban reservados para las clases altas o la nobleza.

Entre todos los teatros de esta época destaca The Globe, teatro londinense en el que Shakespeare representaba sus
obras.

Teatro Español

En España, el denominado Siglo de Oro del teatro fue el siglo XVII. Sin duda, uno de los periodos más prolíferos del teatro
universal.

Aunque bien es cierto que esta denominación creó cierta controversia en algunos países europeos. Grandes autores del
denominado Siglo de Oro español son Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Calderón de la Barca y Tirso de
Molina.Abundan las nuevas obras, los autores y las compañías teatrales. El teatro ya no es un espectáculo reservado para
las altas esferas, se democratiza y deja de estar sujeto a la ley de la oferta y la demanda.

El desarrollo de este nuevo estilo y forma de entender el teatro provocó un gran debate en la época.

En el mismo periodo del teatro Isabelino en Inglaterra, siglos XVI y XVII, en España se construían edificaciones fijas para la
representación del teatro al aire libre que recibían el nombre de Corrales de Comedias.

Estas salas teatrales eran gestionadas por las denominadas “hermandades”. Sin duda las precursoras de lo que
actualmente conocemos como los empresarios del teatro. En España se han conservado hasta nuestros días algunas de
estas instalaciones (al contrario que en Inglaterra).

Teatro Francés

En Francia, una especie de comedia parecida a la farsa era muy popular a finales del siglo XVI. Tan aclamado era, que
opuso gran resistencia al establecimiento definitivo del drama renacentista.

Pero finalmente, la elevada influencia italiana consiguió popularizar en Francia unas representaciones que recibieron el
nombre de ballets.

Se considera a Jean-Baptiste Poquelin (más conocido como Molière) como el más grande dramaturgo francés de la época.
Sus comedias y farsas están indudablemente influenciadas por la commedia dell’arte.

teatro frances

No obstante, aportan cuestiones sobre los errores y las limitaciones del género humano. Del mismo modo, bastantes de
sus escritos están impregnados de una cierta angustia.

Molière también fue un actor cómico de reconocido talento. La misión de su trabajo era cambiar el estilo caricaturesco y
pomposo que dominaba en aquel tiempo la escena francesa.

En aquellos años, en París, la capital del país galo, no habían edificios dedicados exclusivamente a las representación de
obras teatrales. Se empleaban para tal fin unas instalaciones que originariamente fueron construidas para un juego de
pelota.

Teatro Barroco y Neoclásico

Durante el siglo XVII el teatro barroco (ver música del Barroco) y sobre todo el siglo XVIII teatro neoclásico, se priorizaba
un tipo de teatro a medida para los actores. Es decir, los dramaturgos escribían obras ajustándose al estilo o las
preferencias de los intérpretes. Tanto era así, que incluso se reescribieron grandes clásicos para satisfacer los gustos o
caprichos de los más famosos actores.

Cabe destacar que, en especial las obras de Shakespeare, se alteraron de tal modo, que casi no se podía reconocer. Y no
tan solo para satisfacer a los intérpretes, también para cumplir los ideales y estándares neoclásicos.

Por poner un par de ejemplo, a las obras de Romeo y Julieta o El rey Lear, se les modificó el final trágico original por un
final feliz. Por tanto se cambiaba totalmente la intención inicial del autor.

teatro barroco y neoclasico

Durante los siglos XVII y XVIII, se produjo un enorme enriquecimiento respecto a la escenografía empleada en los teatros.
Debido a la recuperación parcial del drama clásico francés, cuya norma era “acción, tiempo y lugar”, la simultaneidad de
los decorados se hizo totalmente innecesaria. Esto propició el empleo de un solo decorado en cada acto, y en poco
tiempo se optó por cambiarlos entre acto y acto. Años más tarde, la paulatina notoriedad de la ópera, que precisaba
disponer de varios montajes, colaboró al desarrollo y evolución de mecanismos que otorgaran una apariencia de realismo
a acciones como: la simulación de vuelo o la desaparición de escena de los actores.

En este aspecto, por ejemplo, unos mecanismos denominados «glorias», podían hacer que desde el techo del teatro
pudieran descender suavemente al escenario un pequeño grupo de actores simulando ser ángeles.

Un claro exponente de esto fue el famoso teatro de la Scala de Milán. Que fue finalizado en 1778, y que representa todo
un ejemplo de las enormes dimensiones que eran necesarias para poder ubicar a todo el aparato escénico, la tramoya y a
los espectadores.
Teatro moderno

Durante buena parte del siglo XIX, los conceptos escenográficos y arquitectónicos del teatro no sufrieron prácticamente
cambio alguno. Pero llegando finales del siglo las reclamaciones de poder tener libertad creativa promovidas por los
grandes autores románticos derivaron a realizar un replanteamiento del este arte dramático en todos aspectos.

Un buen ejemplo de ello fue la construcción en 1876, del colosal teatro Festspielhaus de Bayreuth, en Baviera (Alemania).
Se erigió bajo las recomendaciones del famoso compositor y dramaturgo Richard Wagner. Este teatro supuso la primera
escisión arquitectónica y conceptual con modelos de teatros italianos.

Destacar su platea escalonada y disposición en abanico. Como en los teatros actuales, la orquesta era ubicada en un foso
justo antes del escenario y durante las representaciones toda la zona de asientos del público (auditorio) se oscurecía para
resaltar lo que estaba sucediendo sobre el escenario.

Tras la gran acogida de este tipo arquitectónico de teatro, en el que la representación y la escenografía tenían el máximo
protagonismo posible, en los últimos 20 años del siglo XIX y los primeros del siglo XX, muchos países lo acogieron y
potenciaron. Y todo ello gracias a grandes personajes, autores y directores como por ejemplo:

El francés André Antoine (líder y precursor del naturalismo).

El germano Max Reinhardt (autor de espléndidos montajes).

El ruso Konstantín Stanislavski, actor y director que ejerció una enorme influencia sobre el teatro moderno gracias a sus
revolucionarios métodos de interpretación.

El británico Edward Gordon Craig, escenógrafo que en la defendió la creación de escenarios más dúctiles y sencillos a
favor de un teatro más estilizado y poético.

Por todo ello, la irrupción del teatro moderno, se determinó por su total y absoluta libertad en los planteamientos a
través de los diálogos. Se produjo una curiosa transformación del arte teatral debido también, en parte, a las nuevos
avances tecnológicos.

Efectivamente, dentro del ámbito escenográfico y arquitectónico se produjeron conceptos nunca antes vistos en el
teatro.

El desarrollo y novedades en el ámbito de la iluminación y nuevos sistemas mecánicos propiciaron que los escenarios
tuvieran una versatilidad, plasticidad y transformación inaudita hasta la fecha.

Teatro Romántico

A finales del siglo XVIII, algunas ideas y conceptos filosóficos fueron adquiriendo bastante notoriedad y finalmente
terminaron por cuajar y fusionarse a comienzos del siglo XIX, dando nacimiento a un movimiento denominado
romanticismo.

El romanticismo surgió en Alemania, algo curioso ya que el país germano contaba con muy poca tradición teatral hasta
antes del siglo XVIII. Rápidamente se extendió a otro países y ya en 1820, el teatro Romántico imperaba en la mayor parte
de las naciones europeos.

En cuanto al teatro romántico español, destacar que se inspiró en muchos de los grandes temas empleados en el medievo
y muestra a un personaje subyugado por pasiones de todo tipo, buenas o malas. Se utilizan estructuras y formas del
teatro empleado durante el Siglo de Oro, pero eso sí, aprovechándose de los efectos de iluminación y la nueva
maquinaria escénica.

El gran referente es José Zorrilla, popularmente conocido por ser el autor de la obra Don Juan Tenorio. En esta trama, la
figura del burlador es acogida por Zorrilla, con gran libertad y en su apasionado romanticismo procura que el seductor sea
redimido por el amor.

Esta obra de teatro posee tanto carisma, encanto y fuerza que desde su estreno hasta nuestros días, nunca ha dejado de
interpretarse. Incluso actualmente se realizan versiones en teatro musical con una escenografía espectacular.

Teatro Burgués
Como hemos podido ver, durante el primer cuarto del siglo XIX, tanto el romanticismo como el melodrama solían agregar
un cierto aire exótico, abarcando hechos extraordinarios o históricos a la vez que simplificaban o idealizaban la
elaboración del personaje.

No obstante, en Inglaterra alrededor del año 1930, los elementos estilísticos y las características ambas géneros teatrales
antes mencionados iniciaron a plasmar la vida diaria y las cuestiones cotidianas del momento: el teatro burgués.

En poco tiempo se pasó de la emoción y el espectáculo a la representación de las situaciones diarias del hogar.
Lógicamente, este tipo de cambios precisaban tener que adoptar nuevas técnicas para realizar la puesta en escena.
Precisamente éstas serían las que facilitarían la evolución hacia la escenografía moderna.

Como las obras teatrales representaban la vida del hogar, se modificó el escenario con un concepto de caja. Un entorno
formado por tres paredes, y el espacio donde faltaba la cuarta era el que estaba enfrente del público, para que este
tuviera constantemente una sensación de total inmersión en la escena.

Además, el atrezzo, mobiliario tridimensional y los accesorios en general, sustituían ahora a los decorados utilizados con
anterioridad.

De este modo, los decorados ya no eran algo plano en el fondo de la escena. Los actores interactuaban con él y actuaban
como si no fuesen observados por los espectadores. De hecho se les indicaba que debían ignorar su presencia.

En el teatro burgués los actores ya no adoptaban una pose irreal y recitaban versos. En su lugar se construían escenas y
actitudes realistas, perfectamente identificables por la audiencia.

Del mismo modo, los autores de las obras utilizaban cada vez más giros y expresiones empleadas en la cotidianidad de las
personas. También se fueron empleando decorados y vestuarios más realistas y cercanos a la vida del público.

Asimismo, se produjo un cambio importante en la forma de trabajar de los actores. Si bien antes eran parte de una
compañía teatral e interpretaban decenas de obras durante una temporada, ahora eran contratados para representar
una única obra durante el tiempo que estuviera en cartel.

Como dato curioso, en los principales teatros de París, a finales del siglo XIX, se instaló un invento revolucionario para la
época: el teatrófono. Un precursor y prototipo del teléfono. Este mecanismo, permitía a las personas poder escuchar el
teatro o la ópera desde sus casas.

Teatro de Melodrama

Las circunstancias que propiciaron el nacimiento del romanticismo también fueron las que, junto a otros elementos
populares, hicieron posible la creación del teatro de Melodrama.

teatro de melodrama

Sin duda alguna, el género dramático por excelencia y más enraizado en el siglo XIX. La figura del melodrama, como
elemento literario, con mucha frecuencia ha sido ridiculizado o incluso menospreciado. Muchos críticos teatrales lo
ignoran debido a que aporta elementos poco ortodoxos para ellos, como por ejemplo: damiselas en peligro atadas a unas
vías de tren o indecorosos villanos que se acicalan constantemente el bigote.

Naturalismo y Crítica Social

El interés por los verdaderos problemas de la sociedad, las incitaciones psicológicas de los protagonistas, propició que a
mediados del siglo XIX, apareciese el naturismo en el teatro.

Tomando como referencia a los conocimientos científicos, los naturalistas pensaban que el principal objetivo de este arte,
al igual que el de la ciencia, tenía que ser el de ayudarnos a tener una vida mejor.

Los actores y dramaturgos retrataban el mundo real tras observarlo, al igual que hacen los científicos.

teatro naturalismo y critica social

La aparición en el teatro de la figura del director teatral moderno, tiene en gran medida como responsable el naturalismo.
Si bien es cierto que durante mucho tiempo a lo largo de la historia la organización y producción de una obra de teatro
era la responsabilidad de una persona, la existencia de un director que aplica su propio estilo, adecua el texto e interviene
en el diseño y elección del vestuario y decorados, aparece por primera vez en el naturalismo.

Realismo Psicológico

De la misma manera que el teatro empezó a evolucionar hacia realismo, en el afán de mostrar a realidad del mundo, se
comenzó a introducir en los aspectos psicológicos de los personajes. Los primeros directores que comenzaron este tipo de
género lo hicieron durante el siglo XIX.

Los autores del teatro de realismo psicológico de finales del XIX, comenzaron a crean personajes complejos que vivían
circunstancias, situaciones y experiencias reales.

Las obras de este tipo de teatro plasman los problemas sociales como la inutilidad del matrimonio como institución social
y religiosa, los derechos de la mujer o los problemas derivados de las enfermedades hereditarias.

El dramaturgo sueco August Strindberg y el autor noruego Henrik Ibsen, son los exponentes más importantes dentro de
este estilo. Muchos expertos los consideran como los verdaderos fundadores del teatro moderno.

Teatro contemporáneo

Se puede afirmar sin miedo a equivocarse, que a partir del teatro renacentista, el teatro contemporáneo ha procurado
esforzarse para alcanzar un total realismo. De forma paradójica, una vez que lo consiguió a finales del siglo XIX, emergió
un movimiento anti realista que en este arte escénico.

Principalmente en los EE.UU., el teatro realista ha seguido adelante, sobre todo en el aspecto comercial. No obstante,
parece ser que el objetivo era conseguir un realismo psicológico. Pero para ello se utilizaban elementos escénicos y
dramáticos muy poco reales.

Se crearon obras fundamentadas en personajes simbólicos, sueños, en la memoria humana e incluso proyecciones. Se
añadieron poemas en forma de diálogo y con el objetivo de endulzar el crudo realismo, se cuidaba hasta el extremo los
sonidos y las notas musicales.

Cabe recordar que el teatro es un todo que no podemos dividir. Se distinguen en él tres componentes elementales, como
son:

La dirección. La actuación. El texto. A todos estos elementos se han de sumar también otros componentes como el
maquillaje, el decorado y el vestuario. Recuerda que a las personas que escriben las obras de teatro se le denomina
dramaturgos. Pero también este término se emplea para el escritor de teatro dramático o de dramas en general

Teatro simbolista

Durante el siglo XIX, también emergió una corriente simbolista. Los afines a este movimiento, los simbolistas, pretendían
conseguir la «desteatralización» del teatro. Esto es, eliminar todos los avances escénicos y tecnológicos y substituirlos por
una espiritualidad proveniente de la interpretación y del texto.

En este género de teatro, los textos estaban dotados de una simbología bastante compleja de interpretar por parte de los
actores. Por norma general, el ritmo de estas obras era bastante lento, buscando el mismo tempo que se puede tener en
un sueño.

Teatro expresionista

Los primeros 20 años del siglo XX, fueron en los que el teatro expresionista tuvo su mayor apogeo, sobre todo en
Alemania.

teatro expresionista

Esta modalidad pretendía profundizar en los aspectos más grotescos y violentos de la psique humana. Para ello se solía
crear una escenografía que emulase el mismo ambiente que se puede encontrar en una pesadilla.

El empleo de sombras y luces, la exageración y la distorsión, son las principales características, a nivel escénico, del teatro
de expresionismo.
Teatro del Absurdo

El teatro del Absurdo surge justo después de la segunda guerra mundial. Su principal génesis proviene del absurdo y
sinsentido de un mundo desilusionado, desesperanzado y destruido.

Aquello que no tiene ningún tipo de lógica, lo absurdo, aquello que no tiene ningún parecido o relación con un contexto
escénico o texto dramático convencional… esto es lo que caracteriza a este teatro.

La existencia misma de los personajes carece de sentido alguno, por lo que no hay caracteres ni acción consecuente.

Teatro Musical

Los musicales aparecieron en la década de los años veinte del siglo XX. Una amalgama de bailes, canciones, diálogos y
pequeñas piezas cómicas versionando incluso historias que originalmente eran dramáticas.

Un grupo teatral a cargo de Oscar Hammerstein II y Richard Rodgers actualizó y perfeccionó el género musical en los años
40. Pero en la década de los 60 este espectáculo dejó las raíces del musical para convertirse en algo más sombrío y serio.

No obstante, a finales de los 70, seguramente debido a la crispación por la situación política y económica general,
retornaron los musicales para que la gente pudiera evadirse de sus problemas. La mayoría de ellos eran reposiciones,
pero con alto presupuesto, por lo que el lujo y el exceso estaban muy presentes.

Como dato un tanto curioso, debes saber que incluso alguna de estas obras de teatro musical eran retransmitidas por
radio. Esto es debido a que eran del gusto del gran público por sus letras y canciones animadas.

Tragedia como genero literario

La tragedia es una forma literaria, teatral o dramática del lenguaje solemne, cuyos personajes protagónicos son ilustres y
se ven enfrentados de manera misteriosa, invencible e inevitable, a causa de un error fatal o condición de carácter (la
llamada hamartia) contra un destino fatal (fatum, hado o sino) o los dioses, generando un conflicto cuyo final es
irremediablemente triste: la destrucción del héroe protagonista, quien muere o enloquece.

Origen de la tragedia

tragedia-atenas-minEurípides, Sófocles y Esquilo fueron grandes autores de tragedias griegas.

Las primeras tragedias registradas (de las que apenas se conservan fragmentos) fueron de origen griego y sus autores
fueron Tespis y Frínico. Se piensa que el rito de su representación fue iniciado en la Grecia y Anatolia antiguas y que tuvo
su apogeo alrededor del siglo V a.C., con el surgimiento de los grandes autores griegos: Eurípides, Sófocles y Esquilo.

Sin embargo, el origen de la tragedia es un misterio no resuelto por la filología clásica, aunque se lo vincula, siguiendo el
origen de su nombre, a elementos rituales y religiosos llevados a cabo para pedir por una buena cosecha, buena cacería o
durante celebraciones anuales como equinoccios, solsticios, etc.

Elementos de la tragedia

tragedia

Las mujeres no tenían lugar en el teatro de la antigüedad.

La tragedia clásica se componía de los siguientes elementos:

Coro. El coro representaba en las tragedias un papel fundamental pues representaba la voz del pueblo: aconsejaba,
explicaba los dilemas, daba información y dejaba en claro el dilema moral, etc. Sus intervenciones se estructuraban en
base a tres momentos: estrofa, antístrofa y párodo.

Corifeo. El conductor del coro, que podía salir de éste y tener voz propia para increpar a los coreutas (miembros del coro)
o a los demás personajes.

Personajes. Los distintos personajes, héroes o antagonistas jugaban su papel en la obra. Todos estaban representados por
actores varones, independientemente de su sexo, pues las mujeres no tenían lugar en el teatro de la antigüedad.

Estructura de la tragedia
La tragedia clásica se regía por un modelo bastante rígido, compuesto por tres momentos:

Prólogo. Aquello que antecede a la entrada del coro, usualmente a través de un máximo de tres personajes y sirve para
informar al público del contexto de la obra, dónde ocurre, a quién y qué hechos del pasado deben manejarse. Para
muchos no forma propiamente parte de la obra, sino que es su prefacio o introducción.

Párodos. Ingresa el coro a la obra, mediante cantos líricos y danzas de avance y retroceso. Se crea la atmósfera de la
tragedia y se anticipan las entradas de los protagonistas.

Episodios. Podían ser hasta cinco episodios durante los cuales se expresa el contenido filosófico o de pensamiento de la
obra, en un diálogo entre los personajes o entre los personajes y el coro. A menudo estos pronunciamientos morales,
éticos o filosóficos tenían lugar en boca del coro, en subepisodios llamados estásimos.

Éxodo. Parte final de la pieza, con cantos líricos y dramáticos. Aquí el héroe tiene su revelación, reconoce sus errores y es
castigado por los dioses dando pie a la enseñanza moral.

Importancia de la tragedia

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A través del sufrimiento ficcional, el público era sometido a la catarsis.

La tragedia clásica fue el género poético por excelencia en su momento y constituyó la pieza clave de toda la literatura
occidental por venir. Su manera de concebir la acción dramática, sus estructuras e incluso su importancia social son el
preludio a la que Occidente dará a su literatura mucho después.

Por otro lado, los ciudadanos de la antigüedad eran formados moral, ética y cívicamente a través de las representaciones
de la tragedia.

A través del sufrimiento ficcional de la pieza, el público era sometido a la catarsis, la purga de las emociones bajas del ser
humano. Así, según los antiguos griegos, los ciudadanos salían del teatro siendo mejores personas.

Diferencias entre tragedia y comedia

Según Aristóteles, filósofo griego que estudió a profundidad el arte teatral en su Poética, la diferencia fundamental entre
tragedia y comedia es que la primera representa a los hombres mejores de lo que son y hace de su caída en desgracia
algo mucho más impactante y movilizador; mientras que la comedia los representa peores de lo que son, permitiendo al
público reírse de ellos, desacralizarlos y sentirse mucho más cercanos a ellos.

En la actualidad estos términos se manejan popularmente con menos rigor. Puede decirse que la tragedia es solemne y
tiene un final triste o catastrófico para el héroe mientras que la comedia se basa en el enredo y las situaciones ridículas y
tiene un final conciliador.

La tragedia hoy en día

tragedia - teatro

La tragedia de hoy en día es más libre de las rígidas clasificaciones de su origen.

Si bien la tragedia ya no se cultiva como género literario, se considera que dio pie a la aparición del teatro moderno y de
la dramaturgia como la entendemos hoy, libre ya de las clasificaciones más rígidas de sus orígenes.

Sin embargo, las grandes tragedias, clásicas y modernas, se representan aún hoy en día en miles de teatros del mundo.

Ejemplos de tragedia

Algunos ejemplos de la tragedia clásica son:

Esquilo. Las suplicantes, Agamenón, Los siete contra Tebas, Prometeo encadenado.

Sófocles. Antígona, Electra, Edipo rey, Áyax.


Eurípides. Medea, Helena, Las troyanas, Heracles.

la comedia como movimiento literario

La comedia es un género literario, teatral, televisivo y cinematográfico cuya trama busca hacer reír al público, ya sea
mediante ironías, parodias, confusiones, equivocaciones o sarcasmos.

La palabra comedia deriva del griego kōmōidía, palabra compuesta por kōmōs que indica un desfile y odé que hace
referencia a una canción u oda.

En este sentido, la comedia clásica del teatro griego se componía de canciones burlescas y sátiras políticas, conocidas
también como poemas satíricos.

Como género literario, la comedia agrupa todas las obras que buscan la risa del público con situaciones cómicas y
equivocaciones con consecuencias imposibles.

La comedia también puede significar una acción premeditada para engañar a alguien como, por ejemplo, “No continúes
con esta comedia para sacar provecho de los otros”. En este caso, se usa como sinónimo de “teatro”.

Comedia también puede usarse bajo contextos en situaciones reales de equivocaciones y confusiones, por ejemplo,
"¡Vaya comedia esta confusión!".

La comedia se caracteriza por el uso del humor para transformar, exagerar y ridiculizar el drama para situaciones cómicas
y generalmente tienen un desenlace feliz.

El género de la comedia suele usar las equivocaciones y malentendidos para transformarlos en disparates, estas
situaciones son conocidas como quid pro quo.

William Shakespeare nació en abril de 1564 en Stratford-upon-Avon (Inglaterra). Murió en la misma localidad británica el
23 de abril de 1616 según el calendario juliano. Según el gregoriano, fue el 3 de mayo.

El dramaturgo y poeta inglés es uno de los grandes iconos de la literatura universal. Obras como Hamlet o Romeo y Julieta
lo han convertido en un autor mundialmente conocido.

PRIMEROS AÑOS

Hijo de una conocida familia de Stratford-upon-Avon, William Shakespeare nació en abril de 1564. No se conoce la fecha
exacta de su nacimiento, aunque se cree que fue alrededor del día 26 de ese mes gracias a que se conserva su acta
bautismal.

Shakespeare fue el tercero de los ochos hijos del matrimonio formado por John Shakespeare, político local y comerciante,
y de Mary Arden. A pesar de la situación privilegiada que tenían, poco después del nacimiento del escritor todo cambió.
Su familia fue perseguida, se cree, por profesar la fe católica.

Poco se sabe de la infancia y de la adolescencia del famoso escritor inglés. Todo apunta a que cursó los estudios primarios
en una escuela local, la Stratford Grammar School. Sin embargo, no hay ningún documento que acredite que Shakespeare
se formara allí ni cuántos años estudió.

En noviembre de 1582, William Shakespeare, de 18 años, contrajo matrimonio con Anne Hathaway, de 26. Con ella, el
dramaturgo tuvo tres hijos: Susanna y los mellizos Judith y Hamnet. Este último murió a los once años por causas que se
desconocen.

Los bautizos de sus tres hijos fueron los últimos datos que se tuvieron de Shakespeare durante unos diez años. Esto es lo
que se conoce como “los años perdidos”.

SALTO A LA ESCENA LONDINENSE


Alrededor de 1590, William Shakespeare se trasladó a Londres y dejó a su familia en Stratford. Hay quien afirma que el
escritor británico huyó para escapar de una condena por caza furtiva de ciervos. Sin embargo, no se tiene constancia de
que fuera cierto.

Los comienzos en la capital inglesa fueron humildes. Muchos creen que trabajó como maestro y como aprendiz de
carnicero antes de convertirse en el reconocido escritor que fue.

Hacia 1592, comenzó su andadura como dramaturgo y actor, trabajando en la compañía de teatros Chamberlain’s Men,
de la que fue copropietario más tarde.

Tras la muerte de la reina Isabel I de Inglaterra en 1603, la compañía consiguió una patente real del rey Jacobo I de
Inglaterra y VI de Escocia. A partir de ese momento, pasó a llamarse King’s Men.

SU OBRA

Durante su estancia en Londres, William Shakespeare desarrolló su carrera literaria. En 1593 publicó uno de sus primeros
éxitos: su poema Venus y Adonis. Su actividad en la poesía se fecha entre 1592 y 1597. Sin embargo, lo que realmente le
dio la fama al escritor británico fueron sus obras de teatro.

Como dramaturgo, Shakespeare escribió catorce comedias, diez tragedias y otros diez dramas históricos. Antes del año
1600 se fecha una de sus comedias más famosas: El sueño de una noche de verano.

A partir de 1600 se publicaron las conocidas como “comedias oscuras” y las tragedias. Aquí abandonó el tinte irónico para
dar paso a temas más profundos y adentrarse en la mente de los personajes. Grandes ejemplos de esta vertiente de su
obra los tenemos en Romeo y Julieta, Hamlet y Macbeth. Se dice que la segunda la escribió debido a la prematura muerte
de su hijo Hamnet.

A las últimas obras de William Shakespeare, escritas a partir de 1608, muchos las califican como tragicomedias. Con La
tempestad, fechada en 1611-1612, se dio por finalizada su carrera literaria.

En 1623, a título póstumo, dos actores de su compañía reunieron la mayor parte de sus obras en un solo volumen: First
Folio. Este libro dividió en Comedias, Tragedias e Historias todas sus obras como dramaturgo.

FALLECIMIENTO

En torno a los años 1611-1612, William Shakespeare abandonó Londres. Volvió a su Stratford natal para pasar los últimos
años de su vida.

El célebre dramaturgo inglés falleció el 23 de abril de 1616, según el calendario juliano vigente en Inglaterra en aquella
época. Por el calendario gregoriano, esa fecha correspondía al 3 de mayo. La creencia popular marca su muerte en el
mismo día que la de Miguel de Cervantes, aunque erróneamente.

Muchos creen que la causa de la muerte de Shakespeare fue la bebida. Sin embargo, no hay datos suficientes que
permitan dar como cierta esa información.

La muerte de William Shakespeare desató la polémica. No fueron pocos los que dudaron de la autoría de sus obras.
Aseguraban que la formación y educación de Shakespeare no estaba a la altura de la exquisitez de su producción literaria.

Se comenzó a especular sobre la posibilidad de que William Shakespeare, en realidad, hubiese sido la cara visible de un
autor que deseaba permanecer en la sombra. Los críticos con el dramaturgo empezaron a sacar posibles autores a la
palestra. Nunca se ha llegado a demostrar si la corriente en contra del escritor británico estaba en lo cierto.

Pese a las especulaciones, William Shakespeare es considerado uno de los dramaturgos y poetas más importantes de la
literatura inglesa y de la universal. Creó más de 1700 palabras y dejó para la posteridad multitud de expresiones.

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