CAPITULO 106 FX Humero Distal

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CAPÍTULO 106 - FRACTURAS DE HÚMERO DISTAL - LUXACIONES DE CODO

Autores: Esther Carbó Laso, Luis Quiroga Montes


Coordinador: Jorge Muñoz Ledesma
Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid)

1.- FRACTURAS DE HÚMERO DISTAL EN EL ADULTO: • Medial: Mucho menos frecuente.


INTRODUCCIÓN
a) Tipo I: Avulsión sin inestabilidad asociada.
Las fracturas de húmero distal son fracturas poco b) Tipo II: Afectan a la pared medial o surco de la
frecuentes (<0,5% del total de las fracturas). El mecanismo tróclea. Inestables.
de lesión en el adulto joven suele ser un traumatismo
directo por carga axial con el codo en flexión menor de 90º, 2.3. Tipo C: Fracturas articulares completas
mientras que en el anciano, se producen por traumatismos (>85%). Fracturas supraintercondíleas
de baja energía.
• C1: articular simple, metafisaria simple.
Cursan habitualmente con dolor, inflamación, crepitación, • C2: articular simple, metafisaria compleja.
impotencia funcional, incluso deformidad si está • C3: articular y metafisaria compleja.
desplazada. La valoración de las partes blandas, la
exploración de la función neurovascular y el estado clínico No existe fragmento articular en continuación con la
general, son parte imprescindible en la evaluación clínica diáfisis. Según Riseborough y Radin, el tipo C se puede
inicial. clasificar en: I. no desplazada; II. desplazada pero no
rotada; III. desplazada y rotada, y IV. conminuta, con los
Para el diagnóstico son necesarias radiografías cóndilos muy separados.
anteroposterior (AP) y lateral, incluyendo la articulación
del codo. También puede ser útil la realización de un TC 3.- TRATAMIENTO
que nos aportará información de cara a la planificación
preoperatoria. La mayoría de las fracturas de húmero distal en los adultos
se tratan mediante reducción abierta, para restaurar la
2.- CLASIFICACIÓN AO anatomía normal del codo y fijación interna (R.A.F.I.), que
permita una rehabilitación precoz.
2.1. Tipo A: Fracturas extraarticulares (10%)
Se han descrito numerosas técnicas para la fijación interna
• A1: avulsión apofisaria. de estas fracturas. La más extendida es el uso de placas
• A2: metafisaria simple. conformadas paralelas, una en cada columna, utilizando
• A3: metafisaria multifragmentaria. tornillos roscados a la placa, a través de un abordaje
posterior. Agarran el fragmento contrario y producen una
Dentro de este grupo se incluyen las fracturas interdigitación aumentando la estabilidad al formar un
supracondíleas, muy raras en los adultos. Se producen por arco. Para obtener una adecuada exposición de la fractura,
una caída con el codo en flexión o extensión (más a veces es necesario realizar una osteotomía del olécranon,
frecuentes). Con frecuencia pueden asociarse a lesiones que permite una mayor visión de la superficie articular y
neurovasculares: nervio mediano y arteria braquial. sintetizándolo posteriormente con un cerclaje de alambre
apoyado sobre agujas o tornillo con arandela.
También pertenecen a este grupo las fracturas
transcondíleas (o diacondíleas), en las que el trazo de
fractura está muy próximo a la superficie articular.

2.2. Tipo B: Fracturas parcialmente articulares (<


5%). Fracturas condilares

• B1: externa sagital.


• B2: interna sagital.
• B3: frontal (coronal).

La clasificación de Milch atiende a si la fractura afecta a


cara medial o lateral:

• Lateral: Figura 1. Fractura conminuta de húmero distal.

a) Tipo I: Se trata sólo de avulsión sin componente


de inestabilidad. Otras alternativas de tratamiento quirúrgico son: la
b) Tipo II: Afectando a la cara lateral de la tróclea, artroplastia total de codo para fracturas muy conminutas
siendo ésta inestable. intraarticulares en pacientes poco demandantes o mayores
de 75 años, en donde la R.A.F.I. no es posible; y la fijación

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4.3. Fracturas del epicóndilo lateral (epicóndilo)

Son muy poco frecuentes y habitualmente producidas por


traumatismo directo con estrés en varo. Generalmente no
requieren tratamiento quirúrgico.

5.- FRACTURAS DE HÚMERO DISTAL EN NIÑOS

5.1. Fracturas supracondíleas

Suponen el 70% de las fracturas de húmero distal en niños.


Ocurren más frecuentemente en varones de 5-10 años, por
caídas con el codo en extensión.
Figura 2. Tratamiento quirúrgico: R.A.F.I. con placas Producen dolor, inflamación, impotencia funcional y
conformadas paralelas. Se realizó osteotomía del olécranon.
deformidad según el grado de desplazamiento. Es
importante descartar alteraciones neurovasculares y vigilar
la aparición de un síndrome compartimental.
externa en el caso de fracturas abiertas.
Para el diagnóstico es necesaria una radiografía AP y una
El tratamiento conservador se reserva para aquellos
lateral pura. Los signos radiológicos más importantes que
pacientes con alto riesgo anestésico, osteoporosis extrema
ayudan al diagnóstico son:
y gran afectación de partes blandas. Las opciones son:
inmovilización con férula braquial o yeso abisagrado,
• Ángulo de Baumann (72+/-4º). Es el ángulo formado
cabestrillo en saco de huesos o “a su caer” (indicado en
entre el eje diafisario humeral y la línea fisaria del
ancianos con baja demanda funcional) y la tracción
cóndilo lateral en la proyección AP. Si aumenta, indica
transolecraniana.
conminución medial y varización de la fractura.
Además, es un parámetro útil para valorar la
Las complicaciones más frecuentes son la compresión
reducción de la fractura.
nerviosa, principalmente del nervio cubital (15%), sobre
todo en las de tipo C, siendo a veces necesaria realizar la • Línea humeral anterior. En la proyección lateral del
trasposición del nervio si éste queda comprometido por la codo normal, la línea humeral anterior atraviesa el
placa, retardo de consolidación, pseudoartrosis, dolor tercio medio del capitellum. En las fracturas
crónico, rigidez articular, inestabilidad e irritación por el desplazadas, el capitellum es posterior a esta línea.
material de osteosíntesis. • Signo de la almohadilla grasa. Es una radiolucencia a
nivel del húmero distal, visible en la proyección
4.- FRACTURAS ESPECÍFICAS lateral, que indica hemorragia intraarticular. Puede
ser anterior o posterior. Cuando es posterior, la
probabilidad de que haya una fractura es del 90%.
4.1. Fracturas del cóndilo humeral. Fracturas del
• Lágrima en la proyección lateral.
capitellum • Se clasifican en función del mecanismo de producción
y desplazamiento de los fragmentos. Se dividen en:
Son muy poco frecuentes y el mecanismo de lesión es el
fracturas supracondíleas en extensión (95%) y
cizallamiento del cóndilo por una fuerza transmitida desde
fracturas supracondíleas en flexión. A su vez, las
el radio. Pueden asociarse con rotura del ligamento
fracturas supracondíleas en extensión se diferencian
colateral cubital y/o fractura cabeza radial. Hay 3
en cuatro tipos según la clasificación de Gartland:
variedades:
a) Tipo I: no desplazada o mínimamente
• Tipo I (Hahn-Steinthal): afecta a una gran porción del desplazada. Línea humeral anterior intacta.
cóndilo y ocasionalmente a una pequeña parte de la b) Tipo II: desplazada>2mm. Cortical posterior
tróclea adyacente. íntegra pero angulada.
• Tipo II (Kocher-Lorenz): menos frecuente, afecta al c) Tipo III: sin contacto cortical. En extensión en el
cartílago articular y a la porción correspondiente del plano sagital y rotación en plano transverso y
hueso subcondral. frontal. Conminución medial.
• Tipo III: conminuta. d) Tipo IV: inestabilidad multidireccional.

El tratamiento en las no desplazadas es la inmovilización Las fracturas tipo I se tratan mediante yeso braquial en
con férula durante 3 semanas; y en las desplazadas, la flexión de 90º. En las tipo II el tratamiento es
R.A.F.I. en caso de ser sintetizables (tipo I) o la exéresis de controvertido: reducción cerrada urgente y colocación de
los fragmentos en caso de no serlo (tipos II y III). yeso braquial vs. reducción cerrada urgente, fijación
percutánea con agujas de Kirschner e inmovilización. En las
4.2. Fracturas del epicóndilo medial (epitróclea) fracturas tipo III y IV está indicado esto último. La
reducción abierta se reserva para fracturas irreductibles,
Se producen por traumatismo directo, generalmente abiertas o necesidad de reparación neurovascular. La
asociadas a luxación posterior. Ante fracturas no fijación con agujas cruzadas parece la configuración más
desplazadas se opta por tratamiento no quirúrgico y si estable, pero aumenta el riesgo de lesión del nervio
existe desplazamiento > 1 cm e inestabilidad en valgo se cubital. Las últimas guías recomiendan el uso de 3 agujas
indica R.A.F.I.

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Figura 3. Fractura supracondílea Gartland III.

laterales divergentes y reservan la aguja medial para casos Entre las complicaciones, se encuentran la pseudoartrosis
en los que no es posible mantener la reducción. (suele ser asintomática), lesión del nervio cubital y la
inestabilidad articular.
Las complicaciones más frecuentes son las neurológicas
(neuroapraxia del nervio interóseo anterior), las vasculares, 5.2.3. Otros tipos menos frecuentes
la rigidez y el cúbito varo.
Comprenden las fracturas fisarias de la tróclea, las
Las fracturas supracondíleas en flexión son poco frecuentes fracturas del epicóndilo y el desprendimiento epifisario
(5%). Se producen por un traumatismo directo sobre el codo humeral. En líneas generales, se aplican los mismos
en flexión. El fragmento distal se desplaza hacia anterior. principios de tratamiento que en las fracturas fisarias del
El tratamiento es similar a las anteriores, desde cóndilo humeral.
inmovilización con yeso en extensión hasta reducción
cerrada o abierta y fijación con agujas en función del grado 6.- LUXACIONES DE CODO: INTRODUCCIÓN
de desplazamiento. Pueden complicarse con lesión del
nervio cubital y cúbito valgo. Tras el hombro, el codo es la articulación que más
frecuentemente se luxa. Suele ocurrir tras traumatismos de
5.2. Otras fracturas de húmero distal en niños alta energía en adultos jóvenes (edad media 30 años). En el
60% de los casos hay fracturas periarticulares asociadas.
5.2.1. Fracturas fisarias del cóndilo humeral
Anatómicamente es una articulación muy estable. La
Es el segundo tipo de fractura del codo infantil en estabilidad está determinada por elementos óseos, cápsulo-
frecuencia. Se producen por un varo forzado con el codo en ligamentosos y músculo-tendinosos. La articulación
extensión y supinación. cúbitohumeral es el mayor determinante de la estabilidad.
El complejo ligamentoso lateral comprende el ligamento
Se clasifican en Milch tipo I (equivale a una epifisiolisis tipo anular, el ligamento colateral radial, el ligamento colateral
IV) y Milch tipo II (más frecuentes; equivale a una cubital lateral y el ligamento colateral lateral accesorio. Su
epifisiolisis tipo II). lesión es la causa más frecuente de inestabilidad de codo.
El complejo ligamentoso medial está formado por el
En las fracturas no desplazadas (<2 mm) se coloca un yeso ligamento colateral medial que tiene tres fascículos:
en flexión de 90º y se realizan controles radiológicos anterior (responsable del 70% de la estabilidad en valgo),
semanales para detectar desplazamientos tardíos. En las posterior y transverso oblicuo.
fracturas desplazadas (>2 mm) se recomienda reducción
cerrada o abierta y osteosíntesis con agujas que se 2.- CLASIFICACIÓN Y MECANISMO LESIONAL
retirarán a las 3 semanas.
Se clasifican en simples o complejas según haya o no
Entre las complicaciones, se encuentra la pseudoartrosis fracturas asociadas. La triada terrible es la combinación de
(requiere osteosíntesis), el cúbito valgo y la neuropatía luxación de codo con fractura de coronoides y fractura de
cubital tardía. cabeza radial.

5.2.2. Fracturas de la epitróclea La mayoría de las luxaciones agudas son posteriores. El


mecanismo lesional consiste en una caída sobre la mano
Son las terceras en frecuencia en la región del codo en con el codo parcialmente extendido. La suma de fuerzas de
niños. Se asocian a luxación de codo hasta en un 50%. Si no compresión axial, valgo y supinación provoca rotura de las
está desplazada (<5mm) se trata con un yeso a 90º de estructuras laterales, lesión de cápsula articular y
flexión durante 3 semanas. Si está desplazada (>5mm) o finalmente, luxación posterolateral (con rotura o no del
hay incarceración del fragmento en la articulación está ligamento colateral medial). Los otros tipos (anterior,
indicada la reducción y estabilización con agujas. medial, lateral o divergente) son mucho menos frecuentes.

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3.- DIAGNÓSTICO necesaria la osteosíntesis de la cabeza del radio y la
coronoides, la artroplastia de la cabeza radial o la
En la exploración física el codo luxado posteriormente está colocación de un fijador externo articulado.
en semiflexión, el antebrazo está acortado, el olécranon es
prominente y el triángulo de Nelaton se pierde. Hay que BIBLIOGRAFÍA
explorar las articulaciones radiocubital proximal y distal. Es
prioritario descartar compromiso neurovascular antes y 1. Bucholz RW, Heckman JD. Rockwood & Green’s
después de la reducción: lesiones de las arterias braquial y Fracturas en el adulto. 5ª ed; Madrid: Marbán 2003, pp
radial y de los nervios cubital y mediano (por atrapamiento 921-972.
o por tracción). El síndrome compartimental es más
probable si se retrasa la reducción. 2. De Pablos J, González Herrán P. Fracturas infantiles,
conceptos y principios. 2ª ed; Madrid: MBA 2001, pp
Las radiografías AP y lateral de codo son necesarias para 189-206.
diagnosticar la luxación y para comprobar la reducción. Las
proyecciones oblicuas y el TC pueden ayudar a diagnosticar 3. Bernard F. Morrey. Master Techniques in Orthopaedic
fracturas asociadas. Surgery: The Elbow. 2nd Edition; Lippincott 2002, pp
65-81.

4. Reza Omid, Paul D. Choi, David L. Skaggs.


Supracondylar Humeral Fractures in Children. J Bone
Joint Surg Am. 2008; 90: 1121-32.

Figura 4. Luxación posterior simple de codo.

4.- TRATAMIENTO

La reducción cerrada se hace con el paciente en decúbito


prono y el codo flexionado a 90º, realizando tracción
longitudinal del antebrazo y presión posterior sobre el
olécranon. Tras la reducción hay que comprobar el estado
neurovascular y la estabilidad e inmovilizar con una férula
braquiopalmar en flexión de 90º. Si es estable en todo el
rango de movimiento está indicada la rehabilitación lo
antes posible. Si es estable entre 60º y flexión completa,
pero se luxa a menos de 60º de flexión, se debe mantener
la férula entre 3 y 6 semanas. Si es inestable entre 60º y
flexión completa hay que valorar la reparación quirúrgica
de los todos los elementos estabilizadores lesionados.

Cuando la luxación es irreductible puede deberse a


interposición de partes blandas o de fragmentos óseos por
lo que está indicada la reducción abierta.

5.- PRONÓSTICO

La secuela más frecuente es la pérdida de extensión, que


puede prevenirse mediante la movilización precoz. La
luxación recurrente es rara, sin embargo, la inestabilidad se
ha descrito en un 15-35% de los pacientes tras el primer
episodio de luxación. Es más frecuente tras la triada
terrible y puede tratarse mediante inmovilización
prolongada en flexión, iniciando después la extensión de
forma progresiva con ortesis articuladas. A veces es

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