Administración Del Tiempo
Administración Del Tiempo
Administración Del Tiempo
La administración el tiempo es la serie de mecanismos con los que cuenta una organización a la
hora de delimitar, de manera eficiente, sus procesos. Para ello, tiene en cuenta la duración óptima
de las tareas a desarrollar.
Todo tipo de organizaciones cuentan con metodologías empresariales útiles a la hora de gestionar
un recurso, como es el tiempo disponible.
La propia tendencia de las empresas a maximizar sus recursos y, por lo tanto, obtener mayores
beneficios, conlleva también la reducción de los plazos requeridos para llevar a cabo sus tareas.
En otras palabras, hace necesaria la minimización de los tiempos empleados en sus tareas,
reduciendo, de paso, los costes. En ese sentido, un correcto uso del tiempo ayuda a empresas e
instituciones a mejorar sus niveles de eficiencia y ser más óptimos en su día a día.
Las organizaciones encuentran una serie de ventajas a destacar cuando implementan modelos de
administración temporal y un uso más eficiente de su tiempo de trabajo.
Organización y definición de tareas: Conocer qué profesional hace cada gestión o actividad
específica favorece la reducción de plazos.
Reducción de costes: En ocasiones, plantear períodos de tiempo productivos más cortos y
eficientes favorece otras ventajas en términos de ahorro.
Medición y estandarización de procesos: Las organizaciones plantean mediciones de
tiempos medios desarrollados para cada labor. De este modo, son capaces de conocer su
nivel óptimo de funcionamiento.
Fuente de información: Conocer la asignación de temporal para cada puesto determinado
sirve como fuente de información, muy útil a la hora de tomar decisiones o desarrollar
futuras estrategias.
Para reducir plazos y llegar a niveles óptimos, las empresas cuentan con algunas herramientas
como las siguientes:
El ciclo de vida de un producto es el proceso por el que pasa un artículo comercial desde su
concepción hasta su salida del mercado. El ciclo determina las 5 etapas de un producto: desarrollo,
introducción, crecimiento, madurez y declive. Según el dicho popular, nada es para siempre.
1. INTRODUCCIÓN
Normalmente en esta etapa, la demanda es inferior a la oferta, puesto que el mayor porcentaje de
las ventas provienen de los consumidores más innovadores y los early adopters, que son los que
aceptan un mayor riesgo ante la compra y les entusiasma experimentar con nuevos productos.
La clave en esta etapa del ciclo de vida de un producto consiste en definir y trabajar el
posicionamiento e investigar la respuesta del mercado hacia el producto, para si fuera necesario
reaccionar con agilidad y poder reorientar las estrategias.
2. CRECIMIENTO
Normalmente, el aumento de los beneficios se produce debido a que los costes de fabricación se
reducen bien por las economías de escala o bien por la adquisición de experiencia en la
fabricación.
A pesar de esto, la competencia en esta segunda etapa del ciclo de vida de un producto no suele
ser muy intensa. Es probable que hayan aparecido nuevos competidores, pero estos nuevos
players tratarán de diferenciar su producto y de comenzar a construir su posicionamiento de
marca.
3. MADUREZ
Las ventas siguen aumentando, pero a un ritmo más lento y decreciente, hasta que llega el punto
que se estabilizan y posteriormente comienzan a detenerse
La clave en esta etapa está en anticiparse a la caída de las ventas buscando propuestas e
innovaciones que vuelvan a hacer el producto atractivo para lograr sostener las ventas.
4. DECLIVE
Ninguna empresa quiere llegar a la fase de declive, puesto que se trata de la última etapa del ciclo
de vida de un producto. Las ventas comienzan a disminuir gradualmente debido a que el producto
ha sido sustituido por otras opciones más atractivas para los consumidores.
Los beneficios pueden convertirse en pérdidas y, por tanto, que el producto deje de ser rentable
para la empresa, si no se toman las medidas necesarias.
En esta fase suelo recomendar que se retire el producto del mercado, ya que existen pocas
oportunidades de lograr una reanimación del mismo.
La clave en esta etapa consiste en minimizar la inversión y planificar acciones donde se tenga en
cuenta diferentes vertientes: reemplazar el producto o modificarlo para enfocarlo nuevamente en
el mercado.
INTRODUCCION
El control de producción debe referirse al control de todas las funciones que abarca el área de
producción, es decir funciones tales como control de inventarios y de calidad pertenecen al
control de producción en su sentido amplio.
Existe, entre los autores dedicados a este asunto, diferentes acepciones de lo que es el control de
producción y a menudo se le confunde con la planeación. A nuestro modo de ver esta divergencia
es más que terminológica pues redunda en las actividades de la gente que pierde de vista el
aspecto control, considerando que el hecho de establecer un plan bonito -aunque inefectivo- es
suficiente para lograr los resultados que se desean.
Primeramente, señalamos lo que es el control administrativo para terminar reseñando cómo debe
considerarse el control de producción con respecto a aquél.
El Control Administrativo
La definición clásica de Fayol por su sencillez de forma y su profundidad de significado es tal vez la
mejor que existe de control: “comprobar si todo ocurre conforme al programa adoptado”. El
control trata básicamente de que los resultados sean los deseados y cuando ello no ocurre, como
un círculo vicioso debe valerse otra vez de la planeación, la organización y la dirección para
obtener resultados deseados. Estos resultados cuando son concebidos como objetivos dentro del
plan (o previstos) forman la meta hacia lo que debe apuntar todo el proceso administrativo. Si la
planeación, la organización y la dirección fuesen perfectos, de seguro el control sería innecesario;
como esto nunca ocurre el control debe lograr que se cumpla lo previsto. Dentro de este contexto
se puede enmarcar la definición de Fayol y se puede apreciar su validez que la coloca casi en el
grado de axioma.
El control debe llevar una acumulación de información con las responsabilidades adecuadamente
fijadas, para ello debe tener los siguientes elementos:
Normas de control.
Información relevante.
Detectación de diferencias.
Determinación de responsabilidades.
Semejanzas
El control administrativo suele confundirse a menudo con otros pasos del proceso administrativo
como la planeación y la dirección. Esto no es raro pues cada parte del proceso administrativo
involucra a su vez a los demás, gráficamente y usando la teoría de los conjuntos podríamos
representar esta idea de la siguiente manera
Tipos de control.
Los tipos de control que suelen hallarse más a menudo en las empresas son los siguientes:
Control de producción.
Control de inventarios.
Control presupuestario.
Control de ventas.
Control de mano de obra.
Control de calidad.
Auditoría Administrativa.
Control de producción.
El control de producción es una parte muy importante del proceso administrativo en el área de
producción. Y como se vio es uno de los tipos del control administrativo, Normalmente no existe
como tal en las empresas sino asociado con la programación formando una simbiosis
administrativa. Esto se explica porque los planes determinan el fin que se persigue y el control
involucra los medios para lograr ese fin.
La importancia del control de producción (y los programas) radica en su actuación dentro del
sistema que constituye el núcleo vital de la empresa.
Nos damos cuenta que el control junto con la planeación tiene una influencia esencial sobre el
ciclo vital de la empresa.
El control se ocupa que, de acuerdo al plan, haya un suministro adecuado de insumos, una
utilización tendiente al óptimo de los recursos y una producción de bienes o servicios
concordantes con las necesidades de ventas.
El control de producción es un proceso continuo que comienza con una revisión de los parámetros
de producción. Esa revisión nos lleva a tomar acciones preventivas cuando la misma indica
cambios futuros en los parámetros, puede referirse -la acción preventiva a un aspecto físico de la
producción o a un intangible como los pronósticos de ventas.