Poemas
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Índice
Si tú me olvidas…………………………………………………………………………………………………………..
2
No volveré a ser joven…………………………………………………………………………………………………
4
Viceversa…………………………………………………………………………………………………………………….
5
Te quiero a las diez de la mañana……………………………………………………………………………….
6
Adolescente fui en días idénticos a nubes……………………………………………………………………
7
Balada de mí nombre…………………………………………………………………………………………………
8
Eres amor………………………………………………………………………………………………………………….
9
Adolescencia……………………………………………………………………………………………………………..
11
Aquellos ojos……………………………………………………………………………………………………………. 12
Las moscas……………………………………………………………………………………………………………….
13
La vida es sueño……………………………………………………………………………………………………….
15
Volverán las oscuras golondrinas……………………………………………………………………………..
17
Vivo sin vivir en mí…………………………………………………………………………………………………..
18
Mariposa…………………………………………………………………………………………………………………
21
Se equivocó la paloma…………………………………………………………………………………………….
22
Si tú me olvidas
Quiero que sepas una cosa.
Tú sabes cómo es esto:
si miro la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco junto al fuego la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti, como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales, fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.
Ahora bien, si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.
Si de pronto me olvidas no me busques,
que ya te habré olvidado.
Si consideras largo y loco
el viento de banderas que pasa por mi vida
y te decides a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa que en ese día,
a esa hora levantaré los brazos
y saldrán mis raíces a buscar otra tierra.
Pero si cada día,
cada hora sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
2
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.
Pablo Neruda
3
No volveré a ser joven
Que la vida iba en serio
uno lo comienza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
4
Viceversa
Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.
Mario Benedetti 5
Te quiero a las diez de la mañana
Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero
con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero
a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos,
y tú piensas en la comida o en el trabajo diario, o en las diversiones que no
tienes, me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del odio que guardo
para mí.
Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y siento que estás hecha
para mí, que de algún modo me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis
manos me convencen de ello, y que no hay otro lugar en donde yo me venga,
a donde yo vaya, mejor que tu cuerpo. Tú vienes toda entera a mi encuentro,
y los dos desaparecemos un instante, nos metemos en la boca de Dios, hasta
que yo te digo que tengo hambre o sueño.
Todos los días te quiero y te odio irremediablemente. Y hay días también, hay
horas, en que no te conozco, en que me eres ajena como la mujer de otro.
Me preocupan los hombres, me preocupo yo, me distraen mis penas. Es
probable que no piense en ti durante mucho tiempo. Ya ves. ¿Quién podría
quererte menos que yo, amor mío?
Jaime Sabines
6
Adolescente fui en días idénticos a nubes
Luis Cernuda
7
Balada de mí nombre
Gabriela Mistral
8
Eres, amor...
Eres, amor, el brazo con heridas
y la pisada en falso sobre un cielo.
Efraín Huerta
10
Adolescencia
Vicente Aleixandre
11
Aquellos ojos
Eran aquellos ojos, inmensos y rasgados.
Los conocí hace tiempo, siempre puros e iguales,
quietos, como el ensueño de los claustros sellados.
En las horas de éxtasis vibraban musicales
al igual de esos pozos frescos, de aguas cantantes.
Jamás los vi cerrados. Fijos en los caminos
contemplaban, absortos, el ir de los viandantes
con la ignota indulgencia de los rostros divinos.
Antonio Machado
14
La vida es sueño
Es verdad, pues: reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos.
Y sí haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña,
que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta despertar.
Calderón de la Barca
16
Volverán las oscuras golondrinas
17
Vivo ya fuera de mí
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí;
cuando el corazón le di
puse en él este letrero:
que muero porque no muero.
20
Mariposa
Luz de candil,
mariposa del aire
¡quédate ahí, ahí, ahí!...
¡Quétade ahí!
Mariposa, ¿estás ahí?
21
Se equivocó la paloma
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Rafael Alberti 22