Apunte Unidad 1

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CLASE TEÓRICA UNIDAD 1

Unidad 1: CONCEPTO Y CARACTERES DE LOS DD.HH.

Introducción. Diversos intentos de definición. Caracteres de los DD.HH. Fundamento.

-DESARROLLO DE TEMAS-

Concepto de Derechos Humanos

Los derechos humanos son derechos inherentes a todas las personas. Definen las relaciones entre los individuos y
las estructuras de poder, especialmente el Estado. Delimitan el poder del Estado y, al mismo tiempo, exigen que el
Estado adopte medidas positivas que garanticen condiciones en las que todas las personas puedan disfrutar de sus
derechos humanos. La historia de los últimos 250 años ha sido moldeada por los esfuerzos realizados para crear
esas condiciones. Comenzando con las revoluciones francesa y americana a finales del siglo XVIII, la idea de los
derechos humanos ha inspirado más de un movimiento revolucionario encaminado a dar poder efectivo a los
ciudadanos y control sobre los que ostentan el poder, en particular los Gobiernos.

Entendemos por derechos humanos aquellos derechos propios de hombres y mujeres, de niños y niñas, derechos
que nos corresponden por nuestra sola condición de personas, sin que nos sea necesario cumplir con requisito o
exigencia adicional alguna.

Con lo expresado quiero señalar que la única condición que nos hace a todos y todas titulares de los llamados
derechos humanos, muchas veces también denominados derechos básicos, esenciales o fundamentales, es la de

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ser personas; no siendo relevante profesar una determinada religión, pertenecer a uno u otro sexo, contar con
determinada edad, conformar una etnia en especial, ni aún gozar de una determinada nacionalidad.

En este sentido, y tal como lo expresa el preámbulo de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, éstos
no nacen del hecho de ser nacional de determinado Estado, sino que tienen como fundamento los atributos de la
persona humana.

Es decir, los derechos humanos no son concesiones graciosas que hacen los Estados en favor de las personas que
habitan en sus territorios. Más aún, los derechos humanos no son creaciones estatales, por el contrario, desde
una mirada filosófica debe señalarse que los derechos fundamentales nacieron con el surgimiento de la
humanidad, existen desde entonces, y han llegado a ser reconocidos política y jurídicamente por las naciones, a
través de los procesos de adopción de instrumentos internacionales primero, y de la ratificación e incorporación
de ellos en las legislaciones y agendas nacionales después.

La distinción no es menor si se considera que, de creer que los derechos humanos han sido creados por los
Estados, podría considerarse que éstos pueden disponer libremente de ellos, y hasta incluso avanzar en su
extinción.

Sin embargo esto no es posible, quien reconoce la existencia de algo no sólo admite su pre existencia sino que
incluso se ve imposibilitado a futuro de ir contra sus propios actos: el derecho reconocido ya no puede ser
desconocido.

En suma, los derechos humanos hacen a la dignidad de las personas, son derechos inherentes a nuestras
condiciones humanas, que limitan en nuestro favor el accionar de los Estados. Implican barreras que aquellos no
pueden legalmente desconocer en ejercicio del poder público.

Generalmente se señala que los derechos humanos se ejercen frente al Estado, esto es así en tanto son los Estado
quienes asumen las obligaciones de respetarlos y garantizarlos. De ellos depende el efectivo cumplimiento de los
derechos fundamentales.

Ejemplos de derechos humanos

- En la esfera de los derechos civiles y políticos

• El derecho a la vida

• El derecho a no sufrir torturas ni tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes

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• El derecho a no ser sometido a esclavitud, servidumbre o trabajos forzosos

• El derecho a la libertad y la seguridad de la persona

• El derecho de las personas detenidas a ser tratadas humanamente

• La libertad de circulación

• El derecho a un juicio imparcial

• La prohibición de las leyes penales retroactivas

• El derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica

• El derecho a la vida privada

• La libertad de pensamiento, conciencia y religión

- En la esfera de los derechos económicos, sociales y culturales

• El derecho a trabajar

• El derecho a condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias

• El derecho a fundar sindicatos y a afiliarse a ellos

• El derecho a la seguridad social

• La protección de la familia

• El derecho a un nivel de vida adecuado, incluidos alimentos, vestido y vivienda adecuados

• El derecho a la salud

• El derecho a la educación

- En la esfera de los derechos colectivos

• El derecho de los pueblos a:

– la libre determinación;

– el desarrollo;

– el libre uso de su riqueza y sus recursos naturales;

– la paz;

– un medio ambiente saludable.

• Otros derechos colectivos:

– derechos de las minorías nacionales, étnicas, religiosas y lingüísticas; derechos de los pueblos indígenas.

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Caracteres de los derechos humanos

Los derechos humanos cuentan con una serie de características, como lo son 1) la universalidad, 2) la
progresividad, 3) la irrenunciabilidad y 4) la indivisibilidad. Veremos los aspectos más relevantes de cada una de
ellas.

La universalidad tiene que ver con el propio concepto que señalamos al comienzo, cuando dijimos que los
derechos fundamentales no nacen por ser ciudadano o ciudadana de tal o cual Estado sino que corresponde a
todas las personas, sin importar donde hayan nacido, donde habiten, ni tampoco a qué cultura pertenezcan.

Este carácter, el de la universalidad, se opone a la denominada relatividad cultural, desde donde se ha pretendido
la justificación de claras violaciones a los derechos humanos al considerarlas simples consecuencias de prácticas
culturales.

La cualidad que estamos viendo, tan inherente al concepto de derechos humanos, fue discutida hasta el año 1993,
cuando en el marco de la Segunda Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos las representaciones oficiales
de todas las naciones del mundo coincidieron en señalar que los derechos humanos efectivamente son
universales.

La progresividad implica la posibilidad de crecimiento en cantidad y contenido, es decir que en el futuro podremos
encontrar derechos que hoy no están consagrados como derechos humanos, e incluso el paso del tiempo podrá
dotar de mayores alcances a los derechos existentes. Así, por ejemplo, el derecho a la vida antes se concebía
esencialmente como una protección frente a la ejecución extrajudicial, ahora se trata de un derecho más fuerte y
complejo, donde ya no se habla simplemente de vida, el derecho se ha enriquecido fuertemente, ahora se trata
del derecho a la vida digna, para cuya plena satisfacción se necesita ineludiblemente del disfrute de los restantes
derechos humanos.

Este carácter de progresividad también indica que los Estados están obligados a avanzar en el nivel de protección
de los derechos fundamentales creando nuevos y mejores mecanismos de tutela. Además, los Estados no pueden
retroceder en el reconocimiento que ya han hecho, como tampoco en los niveles de disfrute que han alcanzado,
es decir que la progresividad es también prohibición de regresividad.

Por ejemplo, ningún tratado internacional obliga a los Estados a brindar educación universitaria de manera
gratuita, sin embargo, aquellas naciones que la imparten se encuentran obligadas jurídicamente a sostener ese

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nivel de reconocimiento del derecho y consecuentemente a no retroceder en su nivel de garantía, ya que si lo
hicieren estarían vulnerando este carácter.

Finalmente, la progresividad, muy vinculada a los derechos de contenido eminentemente económico, social y
cultural, respecto de los cuales los Estados en principio no asumen obligaciones de resultado sino de medios, sirve
como herramienta para medir el nivel de avance y respeto general de los derechos fundamentales.

La irrenunciabilidad significa que los derechos humanos no pueden renunciarse, si así fuera, se estaría desistiendo
de la propia condición de persona, lo que resulta imposible. Esto es así porque, recordemos, los derechos
humanos son inherentes a hombres, mujeres, niños y niñas. Por lo expresado, cualquier pretensión de renuncia,
libremente expresada o no, será nula y no producirá efecto alguno.

Otro carácter tiene que ver con la indivisibilidad, este indica que nos es imposible gozar de un derecho humano si
no se tiene un efectivo disfrute de todos los demás. Resulta difícil pensar que si uno solo de los derechos
humanos nos es vulnerado estaremos en condiciones de gozar en plenitud de los restantes.

Un derecho humano que pareciera no ser susceptible de limitación externa es el derecho a la libertad de
pensamiento, se puede creer que el Estado no tiene cómo vulnerar nuestras posibilidades de pensar libremente,
sin embargo la libertad de pensamiento está directamente asociada a la educación. Cada quien piensa en base a lo
que conoce, e incluso a partir de allí se encuentra en condiciones de imaginar. Entonces advertimos que hasta el
derecho de ejercicio más íntimo, como puede ser el planteado, se puede ver limitado por el no acceso a una
educación de calidad, y la educación está condicionada a una previa y adecuada alimentación, y a su vez
condiciona el posterior acceso a un trabajo digno, y así podríamos seguir estableciendo relevantes relaciones con
otros derechos esenciales.

El ejemplo señalado permite ilustrar la imposibilidad de dividir los derechos humanos, los que sólo pueden
ejercerse y disfrutarse en conjunto, no es posible hablar de disfrute de algunos derechos humanos mientras otros
nos sean vulnerados. Sin embargo, como veremos seguidamente, a lo largo del tiempo el conjunto de derechos
humanos ha sido dividido en diversas categorías.

Otros caracteres importantes:

Los derechos humanos son interdependientes: cada uno de estos derechos tienen componentes sociales, civiles y
políticos que están en interdependencia. No existe jerarquía de Derechos Humanos.

Los derechos humanos se afirman frente al poder público:

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Los derechos humanos implican obligaciones a cargo del gobierno. Él es el responsable de respetarlos,
garantizarlos o satisfacerlos y, por otro lado, en sentido estricto, solo él puede violarlos.

La nota característica de las violaciones a los derechos humanos es que ellas se cometen desde el poder público o
gracias a los medios que este pone a disposición de quienes lo ejercen. No todo abuso contra una persona ni toda
forma de violencia social son técnicamente atentados contra los derechos humanos. Pueden ser crímenes, incluso
gravísimos, pero si es la mera obra de particulares no será una violación de los derechos humanos.

El poder público y la tutela de los derechos humanos:

El ejercicio del poder debe ser la preservación y satisfacción de los derechos fundamentales de cada uno. Esto es
válido tanto por lo que se refiere al respeto y garantía debido a los derechos civiles y políticos, como por lo que
toca a la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales y de los derechos colectivos.

Fundamento de los Derechos Humanos

Los Derechos Humanos son derechos básicos que se traducen en atributos inherentes que tienen todas las
personas por el solo hecho de ser personas. Encuentra su fundamento en la dignidad intrínseca y se hacen valer
frente al poder del Estado, el cual tiene o el deber de respetar y garantizar estos derechos o está llamado a
organizar su acción a fin de satisfacer su plena realización.

La sociedad contemporánea reconoce que todo ser humano, por el hecho de serlo, tiene derechos frente al
Estado, estos derechos, atributos de toda persona e inherentes a su dignidad, que el Estado está en el deber de
respetar, garantizar o satisfacer son los que hoy conocemos como derechos humanos.

En esta noción general pueden verse dos extremos: a) se trata de derechos inherentes a la persona humana y b)
son derechos que se afirman frente al poder público.

a. Los derechos humanos son inherentes a la persona humana Una de las características del mundo
contemporáneo es el reconocimiento de que todo ser humano, por el hecho de serlo, es titular de derechos
fundamentales que la sociedad no puede quitarle lícitamente. Estos derechos no dependen de su reconocimiento
por el Estado ni son concesiones suyas; tampoco dependen de la nacionalidad de la persona ni de la cultura a la
cual pertenezca. Son derechos universales que corresponden a todo habitante de la tierra.

La expresión más notoria de esto es el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: todos los
seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben
comportarse fraternalmente los unos con los otros.
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Bases de la inherencia- Para las escuelas del derecho natural, los derechos humanos son la consecuencia normal
de que el orden jurídico tenga su arraigo esencial en la naturaleza humana. Las bases de justicia natural que
emergen de dicha naturaleza deben ser expresadas en el derecho positivo.

Dentro de la historia constitucional de occidente, fue en Inglaterra donde emergió el primer documento
significativo que establece limitaciones de naturaleza jurídica al ejercicio del poder del Estado frente a sus
súbditos: la Carta Magna de 1215, la cual junto con el Hábeas Corpus de 1679 y el Bill of Rights de 1689, pueden
considerarse como precursores de las modernas declaraciones de derechos. Estos documentos, sin embargo, no
se fundan en derechos inherentes a la persona sino en conquistas de la sociedad.

En lugar de proclamar derechos de cada persona, se enuncian más bien derechos del pueblo. Más que el
reconocimiento de derechos intangibles de la persona frente al Estado, lo que establecen son deberes para el
gobierno.

Las primeras manifestaciones concretas de declaraciones de derechos individuales, con fuerza legal, fundadas
sobre el reconocimiento de derechos inherentes al ser humano que el estado está en el deber de respetar y
proteger, las encontramos en las revoluciones de independencia norteamericana e iberoamericana, así como en la
revolución francesa. Por ejemplo, la Declaración de Independencia del 4 de julio de 1776 afirma que todos los
hombres han sido creados iguales, que han sido dotados por el Creador de ciertos derechos innatos; que entre
esos derechos debe colocarse en primer lugar la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; y que para
garantizar el goce de esos derechos han establecido entre ellos gobiernos cuya autoridad emana del
consentimiento de los gobernados. En el mismo sentido la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano del 26 de agosto de 1789, reconoce que los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos
y que las distinciones sociales no pueden estar fundadas sino en la utilidad común.

En el derecho constitucional, las manifestaciones originales de las garantías a los derechos humanos se centraron
en lo que hoy se califica como derechos civiles y políticos, que por esa razón son conocidos como “la primera
generación” de los derechos humanos. Su objeto es la tutela de la libertad, la seguridad y la integridad física y
moral de la persona, así como de su derecho a participar en la vida pública.

Un capítulo de singular trascendencia en el desarrollo de la protección de los derechos humanos es su


internacionalización. Tradicionalmente, y aún algunos gobiernos de nuestros días, a la protección internacional se
opusieron consideraciones de soberanía, partiendo del hecho de que las relaciones del poder público frente a sus
súbditos están reservadas al dominio interno del Estado.

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Las primeras manifestaciones tendientes a establecer un sistema jurídico general de protección a los seres
humanos no se presentaron en lo que hoy se conoce, en sentido estricto, como el derecho internacional de los
derechos humanos, sino en el denominado derecho internacional humanitario.

Lo que en definitiva desencadenó la internacionalización de los derechos humanos fue la conmoción histórica de
la segunda guerra mundial y la creación de las Naciones Unidas. La magnitud del genocidio puso en evidencia que
el ejercicio del poder público constituye una actividad peligrosa para la dignidad humana, de modo que su control
no debe dejarse a cargo, monopolísticamente, de las instituciones domésticas, sino que deben constituirse
instancias internacionales para su protección.

El 2 de mayo de 1948 fue adoptada la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y el 10 de
diciembre del mismo año la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó la Declaración Universal de los
Derechos Humanos.

Una vez proclamadas las primeras declaraciones, el camino para avanzar en el desarrollo de un régimen
internacional de protección imponía la adopción y puesta en vigor de tratados internacionales a través de los
cuales las partes se obligaran a respetar los derechos en ellos proclamados y que establecieran, al mismo tiempo,
medios internacionales para su tutela en caso de incumplimiento.

Completar el estudio de esta Unidad con la siguiente Bibliografía de Referencia:

Escobar Roca, G. (2005). Introducción a la teoría jurídica de los derechos humanos. Trama Editorial.
https://elibro.net/es/lc/udemm/titulos/55534

Richiarte, D. (2020). Manual práctico de Derechos Humanos y Derecho Constitucional. Eudeba.


https://elibro.net/es/lc/udemm/titulos/153691

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