FRACTURAS
FRACTURAS
FRACTURAS
ESPECIALIDAD:
ENFERMERIA QUIRÚRGICA
MATERIA:
DOCENTE:
ALUMNA:
Clasificación
En el caso de las fracturas, las clases se hacen atendiendo a diferentes criterios
como la energía disipada en el traumatismo, el mecanismo de producción, el
estado de las partes blandas, la extensión del trazo, la estabilidad de la fractura, la
localización anatómica, etc . El objetivo suele ser definir mejor la fractura de cara a
su tratamiento. Se pueden clasificar las fracturas según:
1. REDUCCIÓN DE LA FRACTURA
El tono muscular lleva siempre el acortamiento de las fracturas, tenemos que
luchar contra el tono muscular para corregirlo. Por lo tanto se trata de corregir los
desplazamientos en:
o Acortamiento: tracción en el eje. En estos casos lo primero que tenemos
que hacer es tirar del fragmento distal sujetando el proximal.
o Traslación lateral: por presión lateral. Para corregirlo debemos empujar
(generalmente sobre el fragmento distal) para afrontar los dos fragmentos.
o Angulación
o Desplazamiento rotatorio: es el más difícil de corregir, sobre todo en el
brazo. Las mal rotaciones son muy mal toleradas y no se corrigen con el
crecimiento. Son visibles por referencias proximales y distales. Es lo último
que se corrige. Todo esto se produce por el tono muscular que tratara de
mantener los fragmentos en la posición previa a la reducción, por lo que
debemos mantener la reducción.
La reducción puede ser:
Estable: los fragmentos se han enervado y se han corregido las
deformidades hasta unos grados que son tolerables para la consolidación
de la fractura y variables para cada hueso. Si una vez que dejamos de
hacer fuerza se queda enganchada la fractura es estable, si se vuelve a
desmontar (inestable)
Inestable: en cuanto se dejan las maniobras de reducción la fractura vuelve
a desplazarse (las tracciones musculares sobre los fragmentos por ejemplo,
la diáfisis femoral).
Imposible: interposición de partes blandas. Necesitará tratamiento
quirúrgico (como la inestable).
2. RETENCIÓN, CONTENCIÓN
Inmovilización con vendaje blando (con vendas con almohadillado que
mantienen la fractura): clavícula, hombro.
Yeso circular que inmoviliza la diáfisis fracturada y las 2 articulaciones
vecinas. Usado para antebrazo y tibia. En estos casos hay que sujetar las
dos articulaciones. Por ejemplo en casos de fractura de tibia hay que
inmovilizar también el tobillo. Nunca hay que ponerlo cerrado en las
primeras 48 horas si hay inflamación porque se comprimen las celdas
aponeuróticas y se puede producir un síndrome compartimental.
La tracción continua, consiste en una tracción del miembro hasta que
consolide la fractura. Busca vencer el tono muscular y reducir los
desplazamientos en el eje: acortamiento, así como las angulaciones y la
rotación. Se puede mantener hasta la consolidación de la fractura. Se pasa
una aguja metálica o de Kirschner por los huesos y se sujetan con un
estribo que es un elemento metálico que tiene forma de herradura donde se
colara el peso. Muy usado en fracturas de fémur en niños (en ellos se hace
sobre partes blandas y sobre los dos miembros) en adultos sobre hueso.
3. REDUCCIÓN
1. Fijación externa Indicada para la inmovilización inicial de las fracturas
abiertas y de las fracturas diafisarias en los politraumatizados muy graves.
La estabilidad depende del montaje del fijador. Las cargas pasan del hueso
al fijador y saltan la fractura volviendo al hueso. El foco de fractura queda
inmovilizado y descargado y permite consolidar fácilmente por la estabilidad
del montaje. Los clavos y la movilización externa tienen que estar cerca de
la fractura La estabilidad depende del montaje del fijador. Pueden ser:
Fijadores amilanares: en un plano Fijadores bip lanares: en dos planos
fijadores trepanares: en tres planos
2. Osteosíntesis:
Clavos endomedulares: dentro de esto destaca el enclavado
endomedular de G.Küntcher: Es el tratamiento de elección en las
fracturas diafisarias de húmero, fémur y tibia. Se realiza mediante
fresado y bloqueado: se fresa el canal medular para dar un cilindro
uniforme y que haya mayor superficie de apoyo al clavo, ya que solo
sujetan en un punto. Después de esto introduciremos un clavo
endomedular que ocupa el canal medular, será introducido desde
uno de los extremos óseos. Al ocupar el eje mecánico del hueso, el
clavo tiene un menor trabajo mecánico y resiste bien las cargas en
flexión y compresión. El fresado de la cavidad medular sobre una
aguja guía aumenta el área de contacto entre la cortical y el clavo y
así su área de trabajo.
Placas: Indicadas en las fracturas epifiso-metafisarias y en las
diáfisis de humero, cubito y radio. La compresión que provocan las
placas permite reducir de forma completa la fractura y da la
estabilidad necesaria para la consolidación per primam. Sin
embargo, primero hay que hacer una reducción anatómica para
evitar que aparezca una artrosis posterior, nunca debe quedar un
escalón superior a 2 mm porque provocaría una artrosis precoz. Hay
dos tipos de placas: de compresión y placas bloqueadas.
Obenques: En fracturas con un componente de tracción divergente
sobre los fragmentos, por ejemplo: rótula, olécranon. El obenque
transforma la tracción en compresión interfragmentaria. (Universidad
Complutense de Madrid, 2014)
Bibliografía
García Vera , J. J., & Gópez Palomo, J. M. (2014). CLASIFICACIÓN FRACTURAS. PRINCIPIOS
GENERALES. Recuperado el 06 de Agosto de 2022, de Sociedad Española de Cirugía
Ortopedica y Traumatología: https://unitia.secot.es/web/manual_residente/CAPITULO
%2047.pdf